No lo sé
La cosa es que no sé qué hacer con mi vida, con mi mente destrozada, con este desasosiego. Ojalá todo fuera tan sencillo como sacar una sonrisa y seguir adelante.
Nunca pensé que mi vida terminaría en esta versión de mi. Solitaria. Entumecida. Atrapada. Triste.
Y es una tristeza que siempre he llevado, como si estuviera en mi genética, como si nada de lo que hiciera realmente pudiese tener efecto.
Y es que ya no me interesa vivir, en serio. No quiero ir a lugares nuevos a conocer personas que poco o nada tendrán interés en mi. Estoy cansada de forzarme a ser agradable, a sentarme como una maldita momia sin saber qué decir o qué hacer.
Estoy cansada de intentar retener a las personas a mi lado cuando tengo problemas, cuando me siento sola, cuando todo se cae a pedazos. Es demasiado agotador intentar hacerles entender, simplemente todo es agotador.
Termino en trabajos que odio, pero no tengo opción. Estudié algo que odio, y terminé trabajando en cosas que no tienen relación pero me hacen sentir igual de miserable. Intenté tanto escapar de esos lugares que terminé allí mismo, viendo cómo mi vida se cae a pedazos y no tengo esperanza de cambiarlo.
Tengo miedo de irme a dormir, porque no podré hacerlo si no me masturbo o escucho musica para dormir. Mis pensamientos comienzan a gritar a esta hora, donde los demonios comienzan su jornada.
Ya no oro, no le pido a Dios nada. Porque creo que no quiere tener nada que ver conmigo. Pero siempre le pido que me ayude a morir, es mi unico deseo en la vida. Allí está la ironía. Desear morir como unica petición en tu vida.
Y es que... si, no tengo ni quiero seguir intentando o forzando las cosas. Esto se siente como una llamada del destino. Ya no quiero llorar por lo que jamás podré tener, ya no quiero sentirme así, y creo que si aun trato de tirar de la cuerda para quedarme en este planeta, terminaré rompiendola, porque no esta escrito en mis estrellas quedarme.
Soy una estación abandonada, que no tiene nada qué ofrecer.
Y quiere ser autodestruida.
Porque... ya no quiere seguir existiendo.
Lo peor es que si me muero, entonces comenzarán las lamentaciones. ¿Y para qué? Si al final nunca les importé demasiado en vida. Nunca me respetaron. Nunca me escucharon. Solo soy la estación que les sirve cuando necesitan un favor, luego la dejan sucia y siguen su camino.
Pero la estación nunca olvida. Sus paredes almacenan recuerdos. Y esas paredes se han resquebrajado por el pesar que ya no quieren seguir sosteniendo el complejo de un lugar que hace demasiado perdió su brillo.
Ahora mi vida se ha convertido en una comedia.
Trabajo haciendo algo que odio por once horas al día.
Al terminar busco porno para poder sentir algo, o leo para poder callar mis pensamientos.
Luego leo y me masturbo. Lo mismo en distinto orden.
A veces logro conciliar en sueño
Otras veces solo imagino conversaciones que jamás sucederán.
Porque nadie quiere hablar con una imbecil perdedora como yo.
¿Acaso incluso existo? Me pregunto si no soy un espectro que notan de vez en cuando y luego intento justificar mi existencia pero nada es motivo suficiente para justificarlo.
Nada de lo que haga es válido.
Lo que realmente deseo es no despertar.
Cerrar los ojos y solo... dejarlos así.
Y planeo llevarlo a cabo en un lugar donde nadie esté conmigo, donde pueda hacerlo por mi cuenta y donde nadie pueda salvarme.
Ni siquiera yo misma.
Porque no puedo salvarme, o liberarme.
Estas cadenas... son para siempre.
Mientras esté en este planeta, serán para siempre.
Y es por eso que, como el destino me pide a gritos...
Encontraré mi liberación
68 notes
·
View notes