16112022 - Shaman King
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"Ah, I can't wait to meet him. Or her! Or them!"
Anna raises an eyebrow, looks down at where Yoh has his ear pressed to her belly (which is big enough nowadays for her to rest things on top of it and leave them there, and if that wasn't a surprise). "Them?"
"I mean," he shrugs, grinning blindingly up at her. Anna would slap him for his cheekiness if it didn't take too much energy that she doesn't really have, currently. "I'm a twin. It wouldn't be that much of a surprise if we had two, right?"
And just the image of it, being surrounded by three identical grins at all times of the day, makes Anna want to run away and also warms her chest and has her heart singing.
She huffs. "One is enough, especially if it's a boy."
Yoh scrunches his nose at that (and no, it isn't adorable, it just isn't). "What if it's a girl? Maybe I want a girl."
Anna would like that, a little girl with her looks but Yoh's gentle smile and his bright personality, perhaps (though as no-nonsense as Anna herself). They'd listen to Awaya Ringo together and judge Yoh's taste in everything, especially music.
Yes, she'd like that.
Only, "It's going to be a boy."
Yoh sticks his tongue out at her. "Way to spoil the surprise, there, Anna."
She can't help it. In a burst of amusement, Anna flicks his forehead. Then flicks it again at his outraged noises. "You can pick his name," she says, voice almost whisper-soft.
The mutterings from her husband stop at that, and he blinks owlishly up at her, shock written in bold letters all over his face. "Really??"
She flicks him again. "Really."
And she expects him to think about it, long and tiresome, and maybe suggest something inane or ridiculous in the end. But then again, maybe she should know better, after all this time.
"Hana," Yoh says, after barely a heartbeat. "Boy or girl or whatever, I wanna name them Hana."
And it's… It's such a Yoh thing to suggest, it really is, and Anna's heart feels like it might burst out of her chest. "Mn," she says when she finds her voice. "Hana sounds perfect."
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Las cosas que me haces hacer... _C5_
Anime: Shaman King
Rating: M
Pareja: Hao x Anna x Yoh
Sinopsis: Las necesidades carnales pueden traer consecuencias graves... sobre todo si es con el chico equivocado.
Advertencia: Lemon (NFSW)
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Por: Maeda Ai
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.:: Capítulo 5 ::.
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Mantenía su vista fija en las manecillas del reloj... esperando.
Hace más de cuatro horas que la itako debió haberlo despertado para que cumpliera con sus obligaciones, sin embargo... Anna brillaba por su ausencia.
Se le hacía demasiado extraño; la curiosidad y la preocupación le carcomían el alma... tenía que averiguar la razón de la “ausencia” de su prometida, más el miedo y la vergüenza lo vencieron.
No se atrevía a ir en busca de Anna... SU Anna. Así que simplemente siguió contemplando el aparato colgado en la pared.
* Si se pasa de las dos, iré por ella. *
Yoh decía para sí, aunque no estaba muy seguro de poder hacerlo.
Sin importar nada, esperó e inconscientemente trató de encontrar alguna explicación... definitivamente no era normal que la itako se levantara a estas horas.
* Anoche todo estaba muy bien... no me explico. Pero, ahora que lo pienso, últimamente ha lucido algo tensa... ¿acaso es por mi culpa?. *
El joven Asakura estaba en lo correcto y es que la frustración de la rubia ya no la dejaba vivir... ni su dura máscara de hielo pudo ocultar su ansiedad, su loco deseo de pertenecerle a su inocente y hasta a veces estúpido prometido.
Iba bien encaminado... lo sentía, por ello comenzó a analizar hasta el más mínimo detalle.
* Anoche se comportaba mucho más dócil que de costumbre... ¡¡Anna!!. Es que el solo hecho de pensar en ti... *
Dejó su lugar junto a la mesa del comedor para acomodarse en el jardín.
El tiempo estaba perfecto, ni mucho calor ni mucho frío... todo era perfecto para que el joven shaman pudiera pensar con libertad y sin interrupciones.
Recordó su mirada... esos fríos ojos negros, que la noche anterior estaban nublados por las ansias, por el deseo... por lo nerviosa que estaba con tan solo tenerlo cerca.
Al pensar en su mirada y en todo lo que transmitía, el menor de los Asakura no pudo evitar que su imaginación volara...
Anna se había desarrollado mucho con el paso de los años; ahora era toda una mujer... una muy hermosa y atractiva por cierto.
Anchas caderas, perfectos pechos, estrecha cintura, suave y tersa piel, pequeños e incitadores labios... deseaba poder probar sus apetecibles labios así como la miel que derrochaban; deseaba poder tocarla, sentir cada una de sus curvas.
Los ojos de Yoh se cerraron mientras pequeños escalofríos recorrían su cuerpo. La deseaba y mucho... tenerla tan cerca pero tan lejos a la vez.
La imagen de SU Anna... con sus cortos y ajustados vestidos que mostraban gran parte de sus perfectas y firmes piernas. Maldecía a los vestidos... lo único que hacían era aumentar su deseo por ella.
Lo único que podía superar su deseo era todo lo que la amaba... un amor loco que lo torturaba, que lo mataba día a día, haciendo de sus días una deliciosa agonía.
Tal vez si tuviera el valor de confesarle sus sentimientos a la itako, no sufriría ahora, pero es que el miedo que le tenía lo hacía desistir de cualquier posible intento. Le aterraba la idea de que ella fuera más cruel y se cerrara aún más.
Y es que la vida al lado de la rubia era una dulce y dolorosa condena... ver pero no poder tocar, desear pero no poder satisfacer...
* Anna... te amo. *
Murmuró, tan sumergido en sus pensamientos que ni siquiera notó la hora que indicaba el reloj.
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No sabía cuántas horas habían pasado después de que el amo del fuego la dejó en su habitación... no lo sabía aunque eso era lo que menos le importaba; tenía infinidad de cosas en su mente, momentos que necesitaba recordar... revivir.
¿Cómo había llegado a tanto?. Jamás pensó que su gran necesidad de sentirse amada llegase a tanto como para ser saciada con él... no lo comprendía, pero de lo que sí estaba segura era de que no se arrepentía de nada, al contrario. Estaba más que satisfecha con su decisión.
Habían pasado varias horas, aun así, lo recordaba todo a la perfección. Cada caricia, cada beso, cada orgasmo que él le dio... todo. Suspiraba incansablemente y de pronto, la necesidad de estar con el mayor de los Asakura se hizo presente.
¿Cómo era posible que comenzara a necesitarlo a tan solo pocas horas de haberle dejado?.
Eran tantos sentimientos y emociones que atacaban su corazón que olvidó por completo su responsabilidad y obligaciones con cierto shaman.
Dirigió su negra mirada a un reloj que descansaba tranquilamente en el tocador...
* Las dos... rayos. *
Murmuró y por fuerza mayor tuvo que abandonar su suave y cálido lecho, junto con todos su recuerdos. De mala gana se dirigió a su armario en busca de algo con que vestirse, pasando inevitablemente frente al espejo.
Se observó complacida en él. Nunca antes le había agradado su reflejo y esta vez le encantó.
Por primera vez pudo sentirse conforme con su cuerpo. ¿Acaso se sentía así por la increíble noche con Hao?.
Deslizó sus suaves manos a por todo su cuerpo, notando horrorizada unas pequeñas, pero intensas, marcas rojas adornando su piel.
* ¡¿Cómo pudo...?!. *
Murmuró molesta aunque bastante orgullosa al saberse la mujer de Hao Asakura.
Con algo de trabajo encontró las prendas que ocultarían las “horrorosas” marcas de su cuerpo; un sweater negro de cuello alto sin mangas y una falda del mismo color para completar su atuendo.
Se peinó con cuidado y ató su largo cabello dorado en una coleta. Era tan suave... ¿por qué nunca lo había notado?.
Se echó un último vistazo al espejo; todo estaba en su lugar, las marcas no se veían... nadie notaría nada.
Una vez segura de que no levantaría sospechas, salió de su cuarto dispuesta a todo y por supuesto... a enfrentar a su prometido.
Bajó las escaleras y silenciosamente entró en el comedor.
Allí estaba él... le vio sentado en una silla y apoyado en la mesa, ya había terminado sus labores sin la necesidad de que ella tuviese que regañarlo. Había cumplido correctamente con todas sus obligaciones pero... algo llamó su atención: ¿por qué el shaman no notó su presencia?.
Se veía más pensativo de lo normal... ¿qué le estaba pasando?.
* Yoh?. * _Le llamó desde su lugar en el umbral de la puerta pero no tuvo respuesta, es más, él ni siquiera la había escuchado._ * ¡Yoh!. *
Elevó el tono de voz lo suficiente para sacar al moreno de sus reflexiones y para hacerlo caer por el susto que la sacerdotisa le dio. Cayó pesadamente en el suelo, dándose un fuerte golpe.
* Buenas tardes, Annita. *
Saludó al momento que se sobaba el lugar que se golpeó.
* Buenas tardes... me muero de hambre. *
* Te serviré de inmediato. *
Dicho esto, Yoh corrió seguida a la cocina para servirle los alimentos a su prometida. Algo no le gustaba, tenía un mal presentimiento.
* Aquí tienes. *
El moreno puso la comida frente a la itako, luego, y sin importarle mucho el ser recriminado, se sentó frente a la rubia para contemplarla, para admirar su enorme belleza mientras comía.
Ella, ante esa mirada no pudo evitar sonrojarse, le ponía muy nerviosa que su prometido le mirase así.
* ¿Qué?. *
Preguntó fríamente, como si le molestase de sobremanera el sentirse observada.
* No es nada. *
* Si es así... deja de mirarme como un idiota. *
Antes de que pudiese pensar en algo que decir ya lo había insultado... tal como ya muchas veces había ocurrido. Se maldijo un par de veces antes de volver a comer, sintiéndose incluso un poco culpable de la distancia de su amado Yoh. Pero él, seguía con sus ojos clavados en ella.
* ¿Qué tanto me ves?. *
Insistió. Esto ya la estaba hartando, no solo era el hecho de que le ponía nerviosa, sabía que estaba sonrojada... si no también porque odiaba que la miraran tan fijamente... no lo soportaba. Pero por alguna razón esto último ya no importaba.
* Eres muy hermosa, ¿sabes?. *
El shaman habló espontáneamente, sin siquiera darse cuenta de lo que decía.
* ¿Qué?. *
Yoh pareció salir de su trance y fue ahí cuando notó que ese pequeño comentario no lo había pensado, sino que lo había dicho en voz alta y peor aún... en presencia de Anna.
* Oh !, lo siento, Annita, yo. . . *
El moreno trató de disculparse, más terminó por salir apresuradamente del comedor.
Estaba tan embobado admirando a la rubia que ya no tenía control sobre sus propias palabras. Debía retirase o terminaría diciendo cualquier estupidez.
La itako palideció. Ese día, Yoh no se comportaba como de costumbre, tal vez estaba enfermo o algo.
O quizás era ella, que estaba tan feliz por todas las cosas nuevas que sintió la noche anterior, que todo lo veía con otros ojos.
* Estás enloqueciendo... *
Se dijo a sí misma en un murmullo y se concentró en terminar su comida... tenía varias cosas más que hacer.
Por otro lado, un joven moreno de castaños cabellos golpeaba con una profunda ira el muro del jardín. Era algo inusual en él pero que no quería decir que no tuviera... esto se le escapaba de las manos.
* Soy un idiota. * _Se reclamaba a sí mismo mientas azotaba sus puños contra el duro concreto._ * Le dije que era hermosa. *
Se quedó estático. El último golpe le había dolido.
* Podría haberme matado de inmediato pero... no lo hizo. *
Paró en seco. A la rubia no le hubiese costado nada golpearlo o aventarle algo en la cara porque lo había escuchado claramente... entonces, ¿por qué no lo hizo?.
* Quizás... *
Tal vez tendría una oportunidad... debía decírselo, tarde o temprano lo haría de todas formas, pero ahora que sabía que tenía una pequeñísima oportunidad... si era rechazado, tal vez no recibiría un fuerte golpe de respuesta.
* Lo haré, se lo diré. *
Decidió aunque más que nada sonaba a reto. Estaba decidido a hacerlo... si no lo hacía ya... algo en su corazón le decía que la perdería para siempre.
* Yoh. *
El moreno sintió que una femenina y familiar voz le llamaba. Volteó para ver a su prometida, quien lucía algo preocupada... preocupada por él.
* Anna !. *
Murmuró y se volteó completamente para verla.
* ¿Qué es lo que te pasa?, estás demasiado extraño... más que de costumbre. *
Acusó. Ella sí que lo conocía bien, detectaba hasta el más mínimo cambio en el comportamiento de su prometido, del hombre a quien amaba.
* Es que...Anna, yo... *
Sin finalizar.
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En este capítulo no hubo lemon, pero era una situación necesaria para avanzar en la historia; pretendo que el siguiente capitulo sí tenga lemon 7w7 .
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Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai y es material de "Paradise".
Totalizado el 27 de Noviembre de 2006.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
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|| Capítulo 6 ||
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