Hostage: Capítulo V
Law rápidamente entró en la habitación de Doflamingo, tomo asiento en su espacio designado y, con un pesado suspiro, acepto el sádico destino que llegaría en cuestión de minutos, segundos…
Y la puerta se abrió. Doflamingo había vuelto, pero algo en él lucía extraño.
En su mano derecha cargaba una botella de vidrio, alargada y de un color azul brillante, su contenido estaba a la mitad.
Doflamingo parecía ligeramente desorientado, sin embargo, para desgracia de Law, no lo suficiente como para hacerle frente y tratar de derribarlo.
Pronto el gran rubio comenzó a caminar por la habitación, dando vueltas, con un andar casi galante y tímido a la vez.
Inmediatamente después de notar aquello, Law solo llevo su mirada hacia la alfombra, solo esperando a que el horrible momento llegara.
-Yo… Quería… Quería llegar más temprano a casa-comenzó a balbucear Doflamingo mientras dejaba la botella azul sobre una mesita donde había reposaba un florero con unas largas flores de color rosa brillante-. Quería llegar más pronto… Lo siento mucho, en verdad.
Law seguía con la mirada fija en la alfombra, mentalmente, se preguntaba que rayos pretendía comunicar Doflamingo.
-Debiste sentirte muy solo… Sin mí, todo el día limpiando o solamente perdiendo el tiempo aquí encerrado, debe ser muy deprimente… Estaba pensando en… Sé que puede sonar algo atrevido pero… Quisiera darte tu propia habitación algún día de estos… Has sido un buen humano… Quiero decir, no has llorado ni gritado como suelen hacer casi todos…
Y Law se quedó totalmente impresionado; definitivamente Doflamingo estaba bajo los efectos del alcohol, su manera de hablar era tan "supuestamente" romántica, que se oía completamente ridículo al decir esa clase de cosas como si fueran palabras de amor.
-Sé que no debería decir esta clase de cosas…-se apresuró a decir con una risa que pretendía esconder un poco de ansiedad-. Pero… me pregunto cómo se sentiría... Estar con alguien como tú, quiero decir, sé que no eres alguien en el sentido estricto de la palabra… Las diferencias entre tú y yo… pero… Hace horas cuando salí, me di cuenta de algunas cosas…
Y Doflamingo se acercó a aquel florero donde posaban las flores rosas brillantes, tomo una y empezó a juguetear con ella.
-Cuando comparan a los humanos... Cuando comparamos a los humanos con insectos, ratas y basura…
Y Doflamingo llego frente a él, tomo su barbilla y la alzo para que el muchacho lo viera hacia arriba, directo a su cara. Luego comenzó a acariciar el rostro del muchacho con aquella flor rosa.
Law comenzó a sentir su cuerpo tenso, odiaba tener que verlo fijamente.
-Luego veo tu rostro y me pregunto… ¿Es esta la cara de la basura? ¿Son estos los ojos de una rata?-cuestiono Doflamingo con una suave voz.
Doflamingo lentamente comenzó a agacharse un poco para acercar su cara al rostro de Law, hasta que finalmente su nariz rozó con la del muchacho.
A esa corta distancia, Law pudo percibir el aliento alcohólico que emanaba de Doflamingo.
-Yo quisiera poder decirles a todos… Yo quisiera poder mostrarles…-y Doflamingo se dispuso a acercar lentamente sus labios a los de Law, estaba dispuesto a besarlo mientras que con una mano acariciaba el pecho del joven.
Law comenzó a temblar. Y de pronto Doflamingo se detuvo.
-No… Yo creo que no… Solamente eres un simple humano… Casi me convences…
Y una bofetada fue a dar contra el rostro de Law, arrojándolo hacia la alfombra. Doflamingo se abalanzo sobre este y siguió golpeándolo hasta que hizo sangrar el labio inferior del muchacho.
Law cerró fuertemente sus ojos, trataba de cubrir los golpes con sus brazos.
Pronto el rubio se despojó de su ropa y comenzó a arrancar la ropa del joven moreno.
Cuando finalmente ambos estaban desnudos, Doflamingo se tomó un minuto para contemplar el cuerpo de Law.
-Creo que esto es para lo único que servirás en tu vida…-dijo el rubio despectivamente mientras colocaba a Law boca abajo-. Solo serás un simple contenedor para mí…
Y Doflamingo acerco su gran erección al trasero de Law y comenzó a penetrar en él.
Law seguía con los ojos fuertemente cerrados, aferrando sus dedos a la alfombra tratando de desahogar el punzante dolor que experimentaba.
El rubio comenzó a entrar profundamente en él, sin tener el mínimo cuidado, mientras gruñía con un deje de frustración…
¿Cómo no sentirse frustrado si no podía evitar contradecirse?
Odiaba tener que estar prendado de ese muchacho "mortal", tener que sentir la sangre hervir por el deseo de tenerlo cerca y tocar su cuerpo, detestaba el hecho de haber caído en la tentación y estar haciéndolo con un humano, aparentar que solo lo usaría para tener sexo y guardar su profundo anhelo de besarlo y poder tener una intimidad "distinta".
En un breve momento de desesperación Doflamingo azoto la espalda de Law; el golpe fue muy fuerte y resonó mucho en la piel de Law, toda la frustración de Doflamingo se concentró en aquel azote.
Por su parte, Law, mantenía los ojos cerrados mientras trataba de recapitular los sucesos que habían tomado lugar hace rato…
En su mente, las escenas y sensaciones que había tenido con Rocinante trataban de tomar un lugar primordial, para ignorar totalmente la experiencia de la que estaba siendo participe obligatoriamente.
Recordó la manera tan torpe e inocente con la que aquel rubio le había acariciado, la manera tan devota con la que procuraba su placer y la pasión y dulzura con la que lo miraba…
Definitivamente esos pensamiento ayudaron a mitigar el dolor. Realmente estaba satisfecho de haber decidido tener su primera vez con Rocinante, realmente ahora sentía que había hecho lo correcto y ahora podría recordar su primer encuentro sexual sin sentir un enorme asco y trauma.
Doflamingo se detuvo bruscamente, se puso de pie y tomo a Law por el cabello hasta que finalmente le acomodo la cara de manera que esta estuviese frente a su erección.
El rubio apunto su pene hacia la boca de Law, pero este último mantuvo la boca cerrada hasta que Doflamingo apretó fuertemente su nariz y el muchacho tuvo que respirar.
Pronto la boca de Law estaba totalmente ocupada en recibir el rígido miembro y tratando de crear un ritmo que no le provocase el vómito.
Doflamingo comenzaba a gruñir, parecía que aún no podía superar su frustración, empujaba con cierto fastidio y esto causaba que Law se atragantara y emitiera sonidos de auxilio para poder librarse unos segundos de esa asfixiante tarea.
-¿Qué sabor tiene? ¿Te gusta?-pregunto Doflamingo mientras le daba una ligera bofetada a Law-. Creo que te gusta demasiado pero no puedes decirlo… ¿Cierto? Debe ser algo totalmente delicioso para un humano probar la piel de alguien tan sagrado como yo…
Law mantenía la mirada desviada, no quería transmitir todo el odio y asco que le invadía en esos momentos.
-¡MIRAME CUANDO HABLO!-espeto Doflamingo y de nuevo golpeó al muchacho en el rostro.
Law siguió la orden y trato de eliminar cualquier emoción que pudiera provocar peores resultados. Doflamingo miro fijamente los ojos grises del muchacho y se quedó prendado de ellos…
Y sintió como si una ligera descarga eléctrica recorriera su cuerpo, justo como la primera vez que lo vio.
Ese muchacho era demasiado atractivo, su mirada era demasiado intensa, su rostro como si fuera una hermosa pintura, su color de piel tan seductor, su cabello negro tan exótico…
Sintió como la temperatura se le elevaba y como se le hacía un nudo en el estómago.
Rápidamente desvió la mirada y fue a por la botella de licor que había traído consigo hace rato. Tomo un largo trago, el contenido de la botella casi se había terminado.
El deseo de querer apoderarse de los labios de Law y besarlo con toda la pasión que sentía por él se tornaba cada vez más fuerte y más irresistible…
Lanzó la botella hacia una pared, esta se rompió en mil pedazos. El horrible y repentino sonido había hecho estremecer a Law.
Los latidos del corazón de Doflamingo aumentaron violentamente hasta que, bruscamente, se fue hacia Law y tomando fuertemente sus mejillas le planto un apasionado beso.
Los ojos de Law se abrieron demasiado.
Doflamingo movía sus labios con desesperación, por fin había unido sus labios con los de aquel muchacho.
El rubio rozaba sus labios con demasiada voluptuosidad, su lengua salía un poco de su boca para adentrarse de la boca de Law y saborear su lengua con mucha dedicación.
Law sentía unas terribles nauseas. Solo puso cerrar fuertemente los ojos para contener su asco.
Doflamingo pasó de esos tórridos besos a unos gestos más delicados.
Ahora solo rozaba sus labios contra los de Law con tranquilidad, sintiendo el cálido aliento del muchacho. Su nariz rozaba también la nariz de Law, casi con ternura.
El gran rubio lucía sumamente enamorado…
Pronto las grandes manos de Doflamingo recorrieron los brazos de Law, luego su pecho, pero ahora, sin rastro de lujuria, ahora solo acariciaban con cuidado y con un ligero toque de pudor.
Law lo pudo percibir, percibía esa inconfundible sensación de cuando alguien siente pudor y vergüenza de estar cerca de ti, y darse cuenta de ello, aumento más su temor hacia Doflamingo; ahora estaba en un aprieto mucho peor: Doflamingo, al parecer, podría sentir algo por él, más allá de simple lujuria y desprecio.
Pronto el rubio bajo a besar su cuello con delicados besos, Law sentía la respiración afectada de Doflamingo recorriendo su cuello…
Los brazos del rubio acorralaron a Law en un apasionado abrazo mientras volvía a besarlo en la boca con mucha dedicación.
Y así pasaron minutos…
Hasta que Doflamingo llevó a Law hacia su cama. Doflamingo tomo asiento sobre esta e hizo que Law tomara asiento sobre él, de manera que pudiera volver a penetrarlo.
Ahora los movimientos del rubio eran más lentos, más pausados y también, más eróticos, ahora quería sentir con todo detalle la sensación de estar dentro de Law.
Doflamingo coloco sus manos sobre las caderas del joven para dirigir sus movimientos.
-Eres… Realmente… Hermoso…-musito el rubio al oído de Law sin dejar de embestir.
Law sintió como de pronto las manos de Doflamingo se dirigieron hacia su zona íntima y comenzaban a estimularlo; las cosas empeoraban para él…
El joven moreno empezaba a tener una erección y cada vez más su excitación crecía y, esto a su vez, provocaba un incremento en la pasión de Doflamingo.
Los gemidos del rubio comenzaron a aumentar, su ritmo había dejado de ser lento y sensual y se había tornado enérgico: Ya estaba cerca del clímax.
-Te adoro tanto…-jadeo Doflamingo aumentando la intensidad de sus estocadas y llevado sus manos hacia el pecho de Law, casi aferrándose a él-. Te deseo tanto…
Law, quien ahora también gemía sin parar, solo trataba de ignorar esas palabras.
-Quiero estar siempre contigo…Agh... Te quiero…
Y, apretándose mucho contra el cuerpo de Law, Doflamingo llegó al clímax, llenando por completo la cavidad del muchacho con su ardiente esperma.
Law, al percatarse de que el rubio había terminado dentro de él, sintió una sensación de morbo y voluptuosidad tan fuerte que le provoco el orgasmo y su liquido blanquecino ensució las manos de Doflamingo, que rápidamente se colocaron ahí para sentir como el muchacho terminaba y dejaba escapar su eyaculación.
Law se dejó caer sobre la cama boca arriba y observo como Doflamingo llevo sus grandes manos cubiertas con los rastros de su esperma hacia su boca y saboreaba con avidez el blanquecino fluido.
Sus náuseas y repudio habían vuelto gracias a esa escena.
Doflamingo después de limpiar sus manos, se dejó caer al lado de Law, respirando con dificultad y con la mirada fijada en el techo. Después de unos segundos, Doflamingo lo atrajo hacia el para que pudiera abrazarlo contra su pecho.
Law solo esperaba el momento en que el rubio "regresara a la realidad", se diera cuenta de que perdió su "dignidad" al atreverse a hacer todas esas cosas y eso lo provocara una terrible furia que desembocaría de nuevo en golpes e insultos hacia él.
Por su parte, Doflamingo aún estaba en una nube de éxtasis, por fin había cumplido su deseo y tentación indecorosa, por fin había besado al muchacho, por fin había tocado su cuerpo y aproximado el suyo contra el de él, por fin se había permitido dejarse llevar de esa manera con ese simple humano…
¡Qué indecente había sido! ¡¿Cómo pudo caer tan bajo?! ¿¡Como!?
¡¿Cómo él, Donquixote Doflamingo, había sido capaz de tener intimidad con una basura!?
"Pero ha sido lo mejor que he sentido en mucho tiempo…" pensó Doflamingo como una manera de aliviar su vergüenza y frustración.
"Muchos de nosotros se han metido con alguna basura de vez en cuando…" seguía pensando el rubio "No soy el primero…"
"¡Pero ellos solo los usan como mero objeto sexual, solo eso! Yo… Yo me atreví a decir cosas tan tontas como "te adoro"… ¡Que imbécil soy!"
La ansiedad crecía sin parar en él y menguaba la placentera sensación que reinaba en su cuerpo. Pronto no pudo soportar su disputa mental, deshizo el abrazo con el que acobijaba a Law, se levantó de la cama y jaló al muchacho hacia la alfombra.
Law se encontraba boca arriba, mirando a Doflamingo con una expresión amarga, mientras que el rubio le colocaba un pie sobre el pecho.
-Quiero que nunca se te olvide esto: Solo eres una basura… Nunca serás tomado en serio por mí, por más tonterías y estupideces que diga mientras te use, nunca serán verdad… ¡¿Entiendes!?-declaro Doflamingo con voz potente y un obvio tono de frustración-. Nunca serás más que una simple basura…
Law sintió una horrible rabia, en serio detestaba la manera tan idiota en que se comportaba aquel rubio, ni siquiera era lo suficientemente valiente para admitir sus sentimientos.
Doflamingo lo pateo con mucho enojo y fue hacia el cuarto de baño.
[Al día siguiente]
Doflamingo había despertado con una horrible resaca y debido a esto había decidido no ir a desayunar con el resto de su familia, ordeno que se le llevara el desayuno a su habitación.
-¿Te encuentras bien, Roci?-pregunto Dulcinea Donquixote a su hijo menor. La mujer sostenía una copa repleta de fresas-. Casi no has comido nada…
-Sí, sí, no te preocupes mamá, solo no tengo mucho apetito, pero me siento bien…
-Luces algo ansioso, hijo-observó Homing mientras miraba con preocupación a su hijo. Dejo su copa de agua y se puso de pie-. Creo que será mejor que llamemos al médico…
-No, en serio estoy bien… Solo me preguntaba por qué Doffy no ha venido a desayunar-dijo Rocinante tratando de disimular su preocupación por no ver a Law.
-Oh… Sabes que tu hermano salió ayer, ¿no? Tal vez regreso muy tarde y bebió demasiado, sabes que en anteriores ocasiones ya ha sucedido eso-menciono el padre mientras volvía a tomar asiento.
-Sí, puede ser, jeje, no recordé esos detalles… Creo que debería ir a ver como esta…
-Será mejor que lo dejes descansar-le recomendó Homing-. Podría molestarse…
-Sí…
Y Rocinante tuvo que quedarse con las terribles ganas de ir a ver a Law.
No pudo comer con comodidad y sentía un nudo de ansiedad en el estómago.
Se retiró rápido de la mesa y decidió ir a "hacer guardia" en su habitación, esperando el momento en que su hermano decidiera salir.
-No puede ser… No puede quedarse encerrado ahí toda la mañana…-decía Rocinante con suma desesperación mientras daba caminaba alrededor de su habitación.
Y llegó medio día.
Rocinante había estado plantado con la espalda recargada sobre su puerta, esperando oír la puerta de Doflamingo abrirse y salir rápidamente.
Había estado escribiendo sus pensamientos sobre lo que había ocurrido ayer entre él y Law, los pensamientos que tenía hacia ese muchacho de cabello negro y lo confundido y temeroso que se sentía acerca de ese deseo de huir con él y liberarlo de su hermano.
Rocinante leyó todo lo que había escrito y sintió una punzada de vergüenza y desesperación y arrojo el cuaderno.
-Law… Maldita sea… Law…-musitaba Rocinante rogando que salieran de una vez por todas-. Necesito verte…
Y de pronto escucho la puerta de Doflamingo abrirse. Por fin. Rocinante salió a prisa.
-Hola Roci…
-Hola Doffy… ¿Te sientes bien?
-¿Acaso luzco bien?-inquirió Doflamingo ácidamente.
-No…
-Bien, ¿Y tú como estas?
-Bien, pero…
-¿Pero qué?
-Nada, lo olvide… Por cierto, ¿dónde está tu humano?
-¿Por qué tanto interés en esa basura? Está en mi habitación, lo golpee demasiado y necesita que el médico lo atienda, por eso salí, no quiero estar ahí…
El rostro de Rocinante se quedó pálido. Sus ojos, su boca, toda su cara estaba en una expresión atónita. Un escalofrió de temor recorrió todo su cuerpo.
-¿Qué te ocurre?-soltó Doflamingo mientras miraba extrañado a su hermano menor.
-Nada… Solo me impresione-respondió Rocinante de la manera más calmada que pudo y tratando de lucir lo más despreocupado posible-. ¿Por qué…? ¿Por qué lo golpeaste a tal grado? Deberías tener más cuidado, podrías herirlo de por vida…
-No comiences con los sermones de "padre", ¿quieres? Me iré a dar un baño y me largare a jugar al casino... Ah y algo más…-y Doflamingo se volteó directamente hacia Rocinante-. No te atrevas a decirle a padre y a madre lo que he hecho con mi basura, ¿entendiste?
No quiero horas de sermones y lloriqueos de su parte… Bien, si quieres seguirme más tarde al casino, ahí estaré toda la tarde, nos vemos luego-y el rubio mayor se retiró del pasillo.
Y en cuanto Rocinante perdió de vista a Doflamingo, fue corriendo hacia la habitación del último.
Y sus ojos quedaron impactados al ver la figura de Law inconsciente sobre la alfombra.
Su rostro tenía un par de moretones en una mejilla, su labio inferior sangraba, tenía una horrible herida en la cabeza que hacía caer un hilo de sangre desde su frente hasta su barbilla. Rocinante se percató que una botella de vidrio había sido rota y concluyo que Doflamingo había herido con esta al muchacho.
También el torso de Law contaba con algunos hematomas y raspones sangrientos.
-¡LAW! Law, por favor… Por favor… Resiste… ¡¿Dónde está ese doctor!?-y Rocinante lo tomo con cuidado entre sus brazos, cargándolo y decidido a llevarlo hacia su habitación.
Y en el pasillo Rocinante se topó con el médico que atendía a su familia.
-¡Lo llevare a mi habitación, atiéndalo ahí!-le dijo Rocinante con voz alterada y fuerte.
Y finalmente Law reposaba sobre la cama del rubio, mientras era atendido por el médico.
Rocinante miraba ansioso la escena. Sentía una furia terrible… Esto era demasiado…
Quería golpear a su hermano tan fuerte hasta que sintiera el mismo dolor que le había provocado a Law.
Finalmente el médico termino de curar a Law, el muchacho quedo con vendas en su torso y cabeza. Afortunadamente su boca solo había necesitado una pequeña curación.
-Gracias…-dijo Rocinante al médico antes de que se fuera-. Disculpe, quiero pedirle algo...
-Sí, joven amo, ¿Qué sucede?
-No quiero que le diga a mi hermano que este joven fue atendido en mi cuarto, por favor-le dijo Rocinante con un semblante y voz sumamente serias-. Júrelo, no dirá nada a mi hermano de esto… De lo contrario… No quiero pensar en que represalias podría llegar a tener con usted-y Rocinante fijo una helada mirada sobre el médico.
-No se preocupe…-respondió el médico con nerviosismo-. No diré nada, joven amo.
-Bien, le agradezco mucho su ayuda. Puede retirarse ahora.
Y Rocinante se quedó a solas con el herido Law. El rubio asiento en la orilla de la cama y tomo una mano del muchacho moreno, este último seguía sin despertar.
-Law… lo siento tanto…-murmuraba Rocinante mientras acariciaba la mano de Law.
Y de repente, Law comenzó a moverse, estaba despertando. El muchacho abrió sus ojos lentamente.
-Law…
-¿Rocinante…?
-Ya estás bien, el médico se ocupó de ti, estas en mi habitación… Doflamingo se fue de la mansión por un rato, no te preocupes.
-¿Sí…?
-Sí… Law ¿Qué paso? ¿Por qué…?
-Ayer… Por fin lo hizo, como te había dicho-y Law tosió un poco por unos segundos-. Fue una pesadilla. Ese idiota esta frustrado con si mismo….
-¿A qué te refieres?
-Cuando llego a la habitación me empezó a hablar de una manera muy rara, como si quisiera agradarme… Luego volvió a portarse como siempre y después tomo una actitud casi romántica… Parece que no puede admitir sus sentimientos y emociones, así que se desahogó golpeándome como nunca. Está loco…
Rocinante mordió su labio inferior, desvió la mirada hacia su izquierda y estrecho con un poco más de fuerza la mano de Law.
-Lo siento tanto Law…
-Descuida-y de nuevo el muchacho tosió un poco.
-Necesitas comer, mandare a traer algo…
-Gracias-y Law se incorporó con mucho esfuerzo mientras seguía tosiendo-. Vaya, hasta me tuvieron que poner vendajes…
-Recuéstate, no deberías forzarte, podría hacerte daño…
-No es para tanto, no es tan grave en realidad, me duele pero no es nada serio, pudo ser peor, pudo atravesarme con esa botella-le dijo Law mientras observaba un pequeño raspón en su costado derecho.
Rocinante lo observo circunspecto y fue a tomar su den den mushi para pedir la comida para Law, después de esto, reino un incómodo silencio.
-¿Y cómo estás?-pregunto Law al ver que Rocinante se mantenía a lo lejos y tratando de entretenerse hojeando un libro.
-¿Eh? Bien, estoy bien…-balbuceo Rocinante cerrando el libro y volteando a ver al muchacho moreno-. Bueno, sinceramente, durante toda la mañana estuve preocupado por ti, estaba desesperado por saber de ti…
Law sonrió débilmente, al captar eso, Rocinante se sonrojo demasiado y desvió la mirada.
-Rocinante…
-¿Si?
-Realmente eres muy amable. Quería hablarte sobre lo que hicimos ayer…
-¿Quieres ha-hablar de eso?-se sorprendió el rubio.
-Sí. Eso realmente me ayudo a sobrellevar lo que pase con Doflamingo. Fue un alivio recordarme que mi primera experiencia íntima no fue una pesadilla, me alegro demasiado pensar en que lo hice por primera vez con alguien agradable…
-No sé qué decir…
-No es necesario que digas algo, si no quieres decir algo, no hables.
-Es que si quisiera decir muchas cosas pero…
-¿Pero?
-No creo que sea apropiado, quiero decir, me hace muy feliz saber que lo que paso en nosotros haya sido para bien, pero…
Y llamaron a la puerta. Un hombre traía una bandeja con la comida y bebida de Law.
Rápidamente Rocinante tomo la bandeja y volvieron a estar solos.
Law empezó a comer.
-¿Qué querías decir, Rocinante?
-Nada, olvídalo… No vale la pena.
Law escudriño el rostro del rubio mientras se servía un poco más de jugo. Luego siguió comiendo y cuando termino…
-Es por lo de tus sentimientos por mí, ¿verdad?-dijo finalmente Law mientras volvía su mirada hacia los platos vacíos.
-Sí… Maldita sea, sí. ¿¡Para que hablamos de esto!?-soltó Rocinante muy molesto-¿¡Para que lo mencionas y lo dices explícitamente?! Si ya sabes perfectamente que tú…
-Estoy muy confundido… Mientras estaba con Doflamingo lo único que pensaba, lo único que deseaba era estar contigo-declaro seriamente Law cortando la frase de Rocinante.
Rocinante dejo atrás su expresión de suma molestia y quedo aturdido; no podía dar crédito a lo que había dicho Law. El rubio solo quedo expectante a lo que podría seguir diciendo Law.
-En verdad no quería decirte esto-continuo Law-. Pero… Pensé en que si hay algo que pudiera darte a cambio de toda tu ayuda es… Poder decirte de esos pensamientos que tuve respecto a ti.
Y hubo un largo momento de silencio. Rocinante se puso a dar vueltas por la habitación, cabizbajo y reflexionando en las palabras de Law.
Law, mientras tanto, volvió a recostarse y con su gris mirada fue persiguiendo al gran rubio.
Rocinante no sabía que responder… Una parte de él, su parte ingenua y enamorada, estaba gritando de felicidad, se reflejaba en los fuertes latidos de su corazón.
Por otra parte, quería analizar por qué ahora Law sentía eso por él…
¿Había sido solo el sexo? Sí, probablemente, no tendría demasiada suerte para que sintiera algo genuino por él, al menos no así de rápido.
"Pero soy amable con él, le he brindado alivio y compañía, ¿eso no podría haber influido en él?" pensó el rubio tratando de encontrar una excusa, un consuelo, que pudiera servir para creer en las palabras de Law de manera más segura.
Luego se sintió horrible y sintió repugnancia hacia mismo: ¿Cómo había sido capaz de considerar sus gestos de amabilidad como armas de seducción?
Si lo ayudaba, era y debería ser por mera consideración humana y respeto a la vida, no por simples intenciones románticas o pasionales.
-Rocinante, ¿puedes acercarte, por favor?-pidió el joven mientras se incorporaba para estar sentado y recargarse sobre la cabecera de la cama.
-Sí, ya voy…
Y el rubio tomo asiento en la cama, a un costado de Law. El muchacho moreno lo miro con atención unos segundos y luego, tomando su mano, lo atrajo hacia él.
-Quiero sentirte cerca, por favor-dijo Law con voz suave y calmada mientras rodeaba con sus brazos a Rocinante y recargaba la cabeza de este sobre su pecho.
El corazón de Rocinante se aceleró aún más. Sentía el suave respirar del muchacho y su calidez. De repente sintió como Law acariciaba su cabello.
Law mantenía su mirada un tanto fría y pérdida.
-Law…
-¿Qué?
-¿Qué es lo que sientes por mí?
-No lo sé…
-¿Me quieres cerca de ti?
-Sí.
-¿En verdad pensaste en mí?
-Sí...
-¿Crees que algún día puedas llegar a amarme?
-No lo sé… Solo sé que en estos momentos quiero estar contigo.
-Es porque no tienes a nadie más… ¿Cierto?
Law dejo de acariciar el cabello de Rocinante y se quedó completamente quieto.
-Law…-y Rocinante se apartó de este para mirar frente a frente al muchacho.
Los ojos de Law se empezaron a empañar y, en cuestión de segundos, lágrimas salieron de ellos y fueron a rodar por sus mejillas. Su semblante seguía serio pero las lágrimas no dejaban de fluir. La culpa se había apoderado de Rocinante, tanta fuerza, que sintió unas terribles ganas de azotarse.
-Law… Yo no…
-Tienes razón Rocinante, sí, la tienes… Tal vez sea por eso… Pero…-y se secó las lágrimas con el dorso de su antebrazo.
Rocinante se fue directo hacia él para abrazarlo. El rubio temblaba por toda la rabia que sentía hacia mismo, por el miedo y la vergüenza.
-Quiero pedirte otro favor… Aunque ya sepamos la verdad detrás de todo… Por favor, no me dejes de lado… No me dejes, por favor.
-No, no lo haré. No me importa si es una farsa o no, ya no me importa…-respondió el rubio con voz sumamente quebrada por las emociones y abrazo con un poco más de fuerza al joven moreno, aferrándose a él con mucho sentimiento-. Siento haber dicho eso… Siempre estaré aquí para ti, te lo prometo…
Law abrazo a Rocinante con fuerza.
-Gracias...
4 notes
·
View notes