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#frases para drogadictos
jartitameteneis · 3 months
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"Soy alcohólico, soy drogadicto y soy homosexual. Soy un genio"
Por mas famoso que fuera, en el momento en que Truman Capote dijo esa frase había que tener mucho aguante, el contexto en general era muy diferente al de hoy.
Por si no lo conocen, Capote fue un escritor y periodista imprescindible. Fue el autor (entre tantas obras) de la novela "Desayuno en Tiffany's" (1958) que Blake Edwards llevó a la gran pantalla con el protagónico de Audrey Hepburn y George Peppard. Y también fue el autor de la novela-documento "A sangre fría" (1966) con la que literalmente reinventó el periodismo.
Esta novela periodística fue llevada al cine un año mas tarde por Richard Brooks con las actuaciones de Robert Blake y Scott Wilson.
En 2005 Bennet Miller filma la película "Capote", en la cual vemos al escritor en el momento de la investigación sobre el asesinato de una familia en Kansas para el libro "A sangre fría". Por la increíble composición de Capote que realizó para esa película, el inolvidable Philip Seymour Hoffman ganó el premio Oscar al mejor actor protagónico.
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Hagamos una lista nefasta de frases dichas por nuestrxs peores ex’s (grandes éxitos, ninguna fue dicha en broma, todas fueron enunciadas con absoluta seriedad durante el noviazgo). Empiezo yo, lamentablemente en mi caso todas fueron dichas por la misma persona:
Antes de nuestro noviazgo: “Jamás saldría con alguien que se droga”
Vio una chica con body paint: “Estas putas hacen cualquier cosa para mostrarse en bolas”
Escena de sexo en cualquier película o serie: “No saben contar ninguna historia si no cogen?”
Cuando cambié el sonido de mis notificaciones en el cel: “¿Cambiaste el sonido para que no me de cuenta de que te escribieron?”
El teléfono informaba que tenía un mensaje nuevo, si no lo miraba al instante: “¿Por qué no ves quién te escribió, es para leerlo después a escondidas?”. Si lo miraba al instante, preguntaba siempre sin excepción: “¿Quién es? ¿Qué dice?”
Si no estábamos en el mismo lugar y me veía en línea: “¿Con quién estás hablando? ¿Qué hablan?”
Sobre mis pensamientos: “Pensar en alguien que no soy yo es meterme los cuernos”
Sobre cualquier amistad mía que fumara porro (ella no tenía de “esas” amistades): “Es un/a drogadicto/a”
Sobre mi trabajo freelance: “No es un trabajo de verdad”
Sobre mi edad: “Tenes x años al pedo”
Cerca del final de nuestro noviazgo dijo su obra maestra: “Quiero ser policía”
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Acostumbradoalfindelmundolandia: linktr.ee/acostumbradoalfindelmundo
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argosazathot · 2 years
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Espejo.
Estuve sonriendome a mi mismo en el espejo durante quince minutos en la oscuridad esta mañana .
Me sentia vacio como todo los dias, como cada mañana, como cada segundo de los ultimos veintiocho años .
A veces miro el espejo en la oscuridad durante un lapso de tiempo prolongado para poder vizlumbrar esa macabra silueta en la cual mi amorfo reflejo puede transformarse .
A veces platico con aquel reflejo acerca de cosas que mis voces internas o yo mismo desconozco , este ser que cambia de formas es sumamente grasil y docil , con voz a veces aguda como un niño de voz de flauta de pan y a veces gruesa como un gigante de voz desoladora en las montañas .
Esta misma , me escucha y habla en voz honesta acerca de los sucesos .
No me minimiza , ridiculiza ni hace menos como yo mismo hago y los demas que me habitan hacen constantemente .
Hoy durante el dialogo que realizo todos los dias desde hace aproximadamente quince años para motivarme a hacer mis cosas antes de tomar una ducha me senti quebrado mas de lo habitual , congestionado de angustia terrible e indecicion certera .
Dolor punzante y algo de arrepentimiento futil , no lloro pero mi cuerpo sangra internamente ante ese nudo en la garganta que se generan por la encimismacion , la procastinacion , mi incertidumbre , azote mi cabeza en el lavabo como siempre para callar la verborrea y silenciar mis ideas cuando escuche su voz de este ser , "A" se aparece siempre en esos dialogos matutinos que tengo en la oscuridad .
-A , como siempre inicio la conversacion- "Hombre como todos los dias eres un desastre , vamos !, vamos !, agita esa cara larga y moja ese rostro como todos los dias , has dado un paso a la vez , lo sigues haciendo , solo sacude todo y respira hondo todo probablemente saldra bien hoy" -
-Yo mismo me limito a refunfuñar -Como es que todo, segun tu esta saliendo bien ? Si me observas todos los dias recurro al mismo ritual , para poder acirme a alguna rama del rio en el cual voy a la deriva y poder respirar mientras me ahogo en mi misma rabia , mientras el odio a mi mismo florece como pradera en temporada y las voces no sesan, no me dejan pensar , teniendo una vida acartonada con falsas esperanzas y soledad , como es que todo eso esta bien para ti ?- callo mientras abro el grifo y el agua corre entre mis manos -
- A , suspirando como quien ve a un viejo amigo vencido por algo tonto sonrie mientras toca su rostro metamorfico soltando una leve carcajada , este replica-
- "Vamos hombre siempre la misma platica delesnable , cuando entenderas que has dado saltos de poco en poco tu lo sabes tu perceverancia da frutos en su paso , a que le temes o crees temer ? A realizarte o a llegar a tu normalidad comun? Le tienes fobia a estar tranquilo ? O le temes a ser feliz ? Claramente es alguna de estas cuestiones, tienes la constancia firme pese a que tus voces internas intentan sabotearla y trabajas duro pese que tus inseguridades intentan romper tus tobillos a cada paso y te sientes como prision de carne , vamos hombre sonrie una vez colmandote de gracia, vivo, constante e intentando, eso ya es un logro superior" -
"A" finaliza la frase con una sonrisa tan macabra pero relajante , mientras yo siento como las voces en mi cerebro se enardecen como diablos , listos para cercenar a los nuevos difuntos del circulo, como arpias amedrentando a los peregrinos de los valles , como carbon hirviente enmedio de mis sienes , mi occipital tiembla como tic nervioso , como drogadicto en abstinencia sin control, ni atadura, tanta mierda se agolpa en mi frente como un yunke inamovible que degrada mi postura, siento como si mi craneo fuera a desprenderse, fibra muscular a fibramuscular de las cervicales de ese peso tan inmenso como un oceano de plagas, no puedo incorporarme mis ojos giran en espiral dentro de sus orbitas .
- No soy , no sere , no estoy , no me tengo - de manera automatica exclamo sin saber que dije .
-No , no soy nada , esos no son logros son paleativos, desiluciones como puedes darle merito al simple echo de dejar que la perseverancia me guie sin objetivo alguno solo ligado a no morir por espasmo corporal cual muñeca de baterias , estas algun dia se agotaran - mientras el agua corre entre mis dedos, sollozando, sin poder erguirme estatico como roca -.
"A" solo me lanzo una mirada de compasion y burla de esas, que hacen sentirte la peor persona, el mas desdichado y se acerco un poco mas al portal de nuestra comunicacion.
A, hablo despacio , su voz no tiene ecco , no cuenta con vida como si esta jamas hubiera estado viva y una serenidad absoluta, como si un general bajo los cielos me diera una instruccion irrepetible que debe hacerse, para evitar perder la guerra .
- "Hombre, ciertamente entiendo tu vida la conozco hemos hablado de ella muchas veces, mucho tiempo, como amigos que somos dejame decirte que puedo notar lo que creces, lo que haces, lo que sientes.
Si se que estas solo, todos en la vida lo estan, si la vida es decepcionante no hay realmente nada que mantenga un animo vivo en ti, el sistema creado por aquellos que lo mandan esta diseñado asi y claro tu no eres el elegido para cambiar la norma, se que no eres el caballero de cota de malla, el aventurero raudo e invatible, cazador de bestias fornido .
Eres solo tu un simple hombre conflictuado por su mismo cerebro que tiene una normalidad comun, que tiene un trabajo arduo que sin importar la improbabilidad de lo que hace, lo hace, que pese a no tener fe, cree en las prosperidad que vendra algun dia, que dejo de buscar esa perfeccion y se dedica a intentar solo estar bien .
Hombre que mas quieres si lo que te mata solo es tu tiempo para pensar, las ideas en tu cabeza y lo desilucionado de tu vida .
La vida es desilucion debes tomarlo como es, pero trabajar duro pese a no saber que sirva para algo rinde frutos pese a que no merezcas nada reduces las posibilidades a tu favor.
Tienes una normalidad comun , solo tienes que trabajar en hacerla una normalidad feliz.
O decidete y muere de una vez y deja de atormentarte a ti mismo con estas mierdas pusilanimes, si tanto sufres hazlo quien te va a criticar ? Los muertos muertos estan tu seres queridos sufriran si es obvio pero que mas da .
Quierete a veces, escuchate a veces, no oigas tus pensamientos , si no a ti mismo eres un roble torcido que sigue retoñando , que sigue estando en pie pese a los elementos, Hombre eso no es algo que sea echo por cualquiera, vamos levanta la cara dejame verte como todas mañanas y dame una sonrisa de ese tipo que es mi mejor amigo"- A, finalizo su dialogo con unos ojos calmos , su cuerpo se disolvia entre solido y liquido, acerco sus manos hasta tocar el vidrio de el espejo, su voz tiene un hechizo el cual siempre, hace esas voces dentro de mi cabeza callar, la verborrea de cerebro se calma y el yunke que me inmoviliza flota .
Con mis manos húmedas, masajeo mi rostro el agua esta tibia por mi calor corporal, pero se siente tan fresca como si el rocio de la mañana cayera entre mis yemas y flotara por mi cara .
Veo las manos de "A" aun en el vidrio esperándo como todos los dias que sosrenga las manos con el, antes sentia que el tiraria de mi cuerpo y quedaria atrapado en un mundo incierto de reflejos y sombras siendo torturado por esos reflejos de otros espejos que convergen en el mundo de refracciones , muriendo de ese frio infernal que habita el vacio de aquellos reflejos , siendo tonos pajizos y pardos pidiendo morir cada segundo por ausencia de sentidos.
Pero creo, que enrealidad si soy amigo de "A" , solo toma mis manos e irradia algo dentro de mi como todas las mañanas que hace que mi risa salga , que mi sonrisa brote, que mi piel este caliente, sera que soy el ? Sera que "A" es mi ser; sera que solo guarda mi basura y entra su escencia en mi y me vuelvo yo .
-¿Que se supone que soy yo ? - Exclamo durante ese ritual, de sostener manos atravez de un portal a lo incierto, como cada mañana.
-Hombre que pregunta, Que se supone que eres ? Nadie tiene esa respuesta, no puedo dartela ya que carezco de ella , el echo de creer que el saber lo que eres ayudara a sentirte menos perdido es un chiste, Vamos! Vamos! Para que necesitas respuestas inecesarias solo estas aqui y solo debes saber que mientras respires, seguiras aqui ahora incorporate y sal e intenta no morir en el intento-
Exclamo "A" con una mirada de fe inmensamente grande y tomando mis manos fuertemente me empujo hacia atras y cai al suelo .
Desorientado pero centrado me incorporé creo que ....
Solo me confundi un poco , solo me equivoque un poco , solo me perdi un poco.
Ciernete en tus pies estupido.
Solo es un nuevo dia .
Vamos ! Vamos ! hombre tu puedes hacer las cosas...
// "A"
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guardianasdelrpg · 1 year
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"Si no te gusta no mires"
Yo no apoyo ni la pederastia ni nada de eso, pero para mi esa frase si tiene mucho sentido. Por un par de razones. Y es que si se esta roleando un tema delicado que no es para cualquier persona, y sé advierte con una etiqueta, tú no tienes porqué entrar. Nadie te lo restrega en la cara ni te obliga a leerlo, no es un avatar que se exhibe en bolas. Nadie sale a decir que los temas delicados son lo mejor del mundo y que todos deberían rolearlos. Al menos hoy en día ya no.
Romantizar es otra cosa.
Sucede lo mismo con el cine y los videojuegos, películas o juegos de horror y gore que no son para niños, y cada joya del cine de los 2000 para atras, donde algunos de los presentes ni tenían la edad para ver pero ahí estaban metidos. Nieguenlo, ustedes también fueron pubertos y se saltaban las reglas, muchas que estaban para protegeros.
Y añado, no todos los usuarios escribimos algo que nos agrade ni nos haga sentir "bonito". Se puede escribir para sufrir o desfogar emociones negativas, estar triste también es natural, no todo el tiempo claro.
Puedes llorar o arder de ira mientras escribes, es como pintar, a algunos nos ayuda a liberar cosas que no podemos expresar o decir. Y no te lo restregamos en la cara ni deseamos que lo lea alguien sin la tolerancia suficiente, así que se pone una etiqueta o desde ya el hide.
No necesariamente escribes un asesinato porque disfrutes matar a alguien. Hay gente aquí que no ha abierto un sapo, menos sabrá si tiene el temple para estar en el acto, ni siquiera todos los médicos que han cursado anatomía en sus carreras son capaces de tolerar una escena así. No es lo mismo escribir que tener las manos en la escena.
Una cosa es realidad, otra es ficción, una cosa es tu personaje, otra tú. Una persona mentalmente sana puede separar esas cosas, y quien no puede, es sintoma de trastorno mental. No lo digo como peyorativo.
Tampoco vamos a irnos al extremo de decir que todo se conecta, y de que si escribes esquizofrenicos eres uno. Las cosas como son, o de que por abrir un tema de porno como usuaria eres una ninfomana, que aquí en la comunidad se ha llamado a las mujeres con peyorativos alarmantes escudándose en eso.
De ser así, quien vive escribiendo mafiosos o drogadictos es porque vive en ese mundo... Y no, las cosas no son así.
He visto a demasiada gente usar esto como excusa para agredir a los demas, y eso si que no lo respeto ni lo comparto.
Que existen depredadores valiéndose del rol para cazar víctimas? Si. Pero para esta gente no es lo mismo escribir que tocar. Cazan al usuario, no al personaje.
No mezclemos las cosas, hay una línea entre lo uno y lo otro que se debe respetar y aprender a diferenciar. Cosa que en la comunidad se hace poco, y desde ahí ya vamos mal.
Tú no eres el personaje del libro, y nunca lo serás, porque para bien o para mal la tinta no es sangre y el papel no es carne ni hueso. Podrás darle al personaje un par de tus defectos o virtudes, podras llorarle, podrás creer que es tu vivo reflejo, pero nunca será tú.
Quiero añadir algo. Que te hagas un personaje que es un depredador sexual pederaste me parece bien, mientras solo sea en menciones. No me parece bien rolear algo así de manera explícita. He puesto ese caso solo de ejemplo. Creo que rolear de manera explícita en un tema algo así ya es algo morboso. Eso es lo que yo opino. <3
✶✯╰☆╮ ︻╦̵̵͇̿̿̿̿╤── ☠ ~ JINX ~ ☠
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gentiltrueshunter3345 · 11 months
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Lectura para hoy:
LA DEGRADACIÓN HUMANA ESTÁ PROGRAMADA EN LA MÚSICA.
Da tristeza ver cómo la música se ha transformado desde principios de los años 2000, únicamente con fines comerciales y de manipulación de las masas. Dónde no sólo los ritmos han cambiado, sino también las letras e historias que se cuentan en las "canciones".
Si tienes el mínimo conocimiento sobre Storytelling y cómo funciona nuestro cerebro, debes saber el gran poder que hay al contar historias para conectar con él, programar tú mente a través de la repetición de palabras o frases, aunado a la sincronización cerebral por arrastre que se crea a través del beat o ritmo y la emoción que le involucras.
Todo ésto influye en tú mente y en tú comportamiento, él qué diga lo contrario simplemente no sabe cómo funciona nuestro cerebro en conjunto con los estímulos auditivos y la repetición de las palabras o frases que actúan como un "sutra", o como un audio hipnótico de sugestión que va directo al subconsciente y ahí permanece por décadas.
La música que escuchas habla mucho de tú personalidad, de tú educación, de tú círculo e incluso de tú familia,,, por consiguiente es aquí dónde parte el origen de las Tribus Urbanas, ya que en la adolescencia cuándo buscas encontrar "tú identidad" y pertenecer a una tribu, imitas al "artista musical" del momento, adoptas su vestimenta, su forma de ser, su manera de hablar, pensar, actuar, etc. Creando así una personalidad falsa, un alter ego, pero que simplemente te conecta con cierta tribu y te hace sentir que por fin perteneces a algo.
El 80% de las personas siguen escuchando el mismo estilo musical que él de su adolescencia, de ahí que te encuentres a personas de 40 o 50 años en los raves o en las fiestas de metal, porque ese estilo de música marcó su adolescencia y juventud, los hizo parte de esa ideología y movimiento.
¿Ahora te das cuenta de cómo están programando a las nuevas generaciones?
A los varones les venden el arquetipo de un drogadicto, narcodelincuente y pandillero, que sólo se dedica a hablar de drogas, armas, promiscuidad, etc. Y a las señoritas les venden la aspiración de ser una pr0stitut@ digital o qué solamente sirve para fornicar.
¿De verdad eso quieres para tus hijos, primos, sobrinos, nietos o amigos?
Recuerda que las tendencias se originan en los movimientos musicales y con los "artistas" que se venden como símbolos para esa generación.
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acid-trip-insane · 4 years
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Contigo perdí hasta las ganas de contar lo que siento. Todo es tan revuelto; mis emociones, mis pensamientos, las ganas de estar y no estar.
He intentado soportar este peso aún cuando mis piernas tiemblan del miedo causado por la inseguridad de pensar qué nos pasará si continuamos el camino tal cual vamos.
Pero ahora te juro que he despertado sin una pizca de fuerza, sin un rayito de esperanza... Las mentiras, tú indiferencia y tu ego crece cada día, cada recaída.
Ojalá esto acabe pronto, antes que acabe con nosotros.
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eldiariodelarry · 3 years
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Clases de Seducción II, parte 1: Sebastian
Temporada 1
La música monofónica de las luces de navidad se escuchaba desde el living de la casa.
Sebastian estaba en su habitación, leyendo historias paranormales en un blog de internet, creyendo cada palabra que leía, mientras esperaba que la cena estuviese servida.
Si bien siempre le había gustado la navidad, precisamente ese año la idea de estar demasiado tiempo con su familia le provocaba un profundo rechazo. Su padre se había puesto muy firme respecto a que tendría que hacer el servicio militar en vez de ir a la universidad el año entrante, aunque Sebastian aún tenía confianza en que le había ido bien en la PSU.
Si pudiera elegir, en ese momento estaría hablando por Messenger con Rubén, su mejor amigo, pero después de la fiesta de gala de cuarto medio su amistad se había tensionado: Sebastian le había enrostrado a su amigo su propio descuido por haberse ido de la fiesta completamente borracho con Felipe, un compañero del liceo a quien apenas conocía.
A Felipe lo ubicaba porque habían jugado fútbol juntos un par de veces anteriormente, y si bien, no le parecía que fuera un potencial homicida, sí le llamaba la atención que fuera tan reservado siempre.
—Ya deja de decir eso, Seba —le dijo una vez Daniela en el recreo, mientras ambos veían cómo Felipe saludaba a Catalina en el quiosco—. No es raro el Pipe, solo tienes que conocerlo.
—Es re difícil si el hueón no habla nada —respondió Sebastian, riéndose—. Hemos jugado juntos a la pelota y es imposible sacarle algo de conversa. Todo responde con monosílabos, si es que. Por lo general solo gruñe.
—No seas pesado —la muchacha le dio un golpe en el abdomen—. Le ha tocado difícil en la vida, pero es muy buena onda.
Esa vez Sebastian se quedó con la frase de Daniela dándole vueltas en la mente. “¿Qué cosas tan difíciles podría haber pasado alguien a su edad?”, se preguntaba. Poco sabía Sebastian en ese entonces de las distintas realidades que pueden estarle ocurriendo a la gente a su alrededor.
Sebastian no lograba concentrarse en el texto que tenía en la pantalla del computador, donde se exponía el testimonio de un funcionario del ejército y su familia que decían haber visto dinosaurios en la carretera entre Arica e Iquique, según reportaban los periódicos de hace poco más de seis años.
La mente le daba vueltas a su reciente pelea con Rubén, y pensaba en cómo se pudo haber evitado todo ese problema si simplemente hubiese sido un poco más valiente, y creaba escenarios imaginarios donde pudo haberse atrevido a cambiar el curso de su amistad con Rubén: en la fiesta de Daniela, después de haber retirado las invitaciones para la licenciatura, el mismo día de la fiesta de gala.
Oportunidades había tenido muchas, pero el miedo siempre fue más fuerte. Incluso cuando iban caminando hacia sus casas, después de ir al liceo a buscar las invitaciones a la licenciatura, se atrevió a dar el primer paso para hacerle ver a Rubén su real interés en él, pero una muy errónea interpretación de la reacción inicial de Rubén lo hizo dar pie atrás no muy sutilmente. Esa tarde cuando llegó a su casa, se tiró en la cama, hundió su cara en la almohada y (aprovechando que no había nadie en la casa) gritó con todas sus fuerzas, de impotencia por haberse arrepentido, y sobre todo, por haber lastimado a Rubén por su cobardía.
—Hijo, a comer —le dijo su madre, asomándose brevemente por la puerta del dormitorio.
Sebastian se puso de pie y salió al comedor, donde ya estaban su padre y su hermana sentados, esperándolo a él y a su madre, que aún no terminaba de servir todos los platos. Fue al baño a lavarse las manos y al volver al comedor ya estaban todos sentados.
Su madre hizo una oración religiosa para agradecer a dios por la cena de navidad y la alegría de estar juntos como familia, y luego procedieron a comer, con una película cristiana en el canal evangélico de fondo.
Después de cenar, los cuatro se dirigieron al living donde estaba el árbol de navidad, con una escueta cantidad de regalos.
—Este es para ti, hijo —el padre de Sebastian le entregó un regalo de tamaño considerable.
Sebastian lo abrió entusiasmado. Siempre le había gustado la navidad por los regalos, pero no por el hecho de recibir un regalo caro ni nada por el estilo, sino por el símbolo de que alguien te considere importante en su vida y dedique tiempo en prepararte un obsequio. Eso le parecía lindo, además que el olor del papel de regalo le traía muchos recuerdos gratos de cuando era menor.
Al abrir el regalo, se encontró con una gran mochila (“para mochilear”, pensó), y una pelota de fútbol nueva. Le pareció curioso el regalo, pero lo agradeció de igual forma.
—Gracias, papá —le dijo a su padre dándole un abrazo.
—Es para que la lleves al regimiento —le contestó su padre, con orgullo en la voz—. Un consejito, el que lleva la pelota siempre tiene un mejor recibimiento.
El comentario de su padre no le cayó nada de bien a Sebastian, y de hecho, le bajó completamente el ánimo.
—La mochila es para que lleves tus cosas —intervino su madre, con delicadeza.
—Gracias —murmuró Sebastian, impotente.
—Deberían habérsela regalado para que se fuera a mochilear —comentó Priscilla, la hermana menor de Sebastian, percatándose de la incomodidad de él.
—No digas esas tonteras Priscilla, mochilear es de drogadictos y vagonetas —la retó su padre—. Sebastian no va a andar haciendo esas tonteras, ¿cierto hijo?, primero las responsabilidades.
Sebastian simplemente asintió, y luego su madre le entregó un regalo a Priscilla.
—Gracias mami —dijo su hermana dándole un abrazo a su mamá.
Priscilla abrió el regalo y sacó un diario de vida, un set de lápices y plumones y varias esquelas.
—Gracias —dijo algo decepcionada Priscilla.
Sebastian de inmediato notó la decepción de su hermana, y sabía a qué se debía: Priscilla a sus 13 ya estaba bastante grande como para recibir regalos así.
—¿Por qué le regalan otra pelota de fútbol al Seba si ya tiene cuatro? —preguntó Priscilla, agudizando su tono de voz—. Mamá, te dije la otra vez que yo también quería jugar a la pelota.
—Pero hija, puedes usar una de las pelotas viejas de tu hermano —le respondió la madre con voz suave.
—¿Cómo se te ocurre decirle eso Marta? —intervino el padre, molesto—, la Prisci es una niñita, no puede jugar a la pelota.
Sebastian soportó por unos minutos la incomodidad de la situación, hasta que su madre le ofreció cola de mono para seguir compartiendo con ellos, pero prefirió irse a dormir.
—Oye, princesa —le dijo a su hermana, abriendo la puerta de su habitación después de dar un par de golpes. Priscilla se había ido a su dormitorio apenas habían terminado de abrir los regalos—, no te bajonees.
Su hermana estaba sentada en la cama ojeando de mala gana las esquelas que le habían regalado sus padres, seguramente pensando en que ni siquiera las coleccionaba como para recibirlas de regalo.
—No me gusta que mi papá insista en mandarte al servicio —le dijo ella con pena en la voz.
Sebastian sintió que las palabras de su hermana le abrigaron el corazón.
—No te preocupes por eso —soltó una risita—, no me voy a ir al servicio.
—¿Cómo que no Seba?, ¿no has estado poniendo atención al papá los últimos dos meses?, es lo único de lo que habla.
—Si sé, pero…
—¿Tu crees que sea solo una técnica para asustarte, pero en realidad te va a dejar quedarte? —le preguntó con un brillo de esperanza en la mirada.
—No sé —Sebastian volvió a soltar una risita, nerviosa esta vez—, pero pretendo hacerle cambiar de opinión. Estudié mucho para la PSU y estoy seguro que me fue bien.
—¿En serio? —la esperanza se desvaneció de la mirada de Priscilla, y ahora solo había escepticismo.
—Si… —las preguntas de su pequeña hermana lo hicieron dudar de su seguridad—. No me iré a ningún lado.
Priscilla le dio un fuerte abrazo, que Sebastian no supo si era de alegría o de consuelo.
—No me habías dicho que te gustaría jugar fútbol —le comentó, cambiando de tema.
—Si —Priscilla se despejó el pelo que le había quedado en la cara—, en la escuela empecé hace poco, pero no le he dicho a mis papás.
Sebastian no tenía idea del interés deportivo de su hermana.
—Puedes quedarte con mi regalo, la pelota nueva —le dijo con una sonrisa.
—¿En serio? —Priscilla se llevó las manos a la boca sorprendida—, ¿y qué vas a llevar al regimiento?
—Ya te dije que no iré a ningún lado —le recordó él—. Pero si voy, no voy a llevar pelota. Ni ahí con agradarle a hueones.
—¡Seba! —Priscilla volvió a llevarse las manos a la boca, esta vez sorprendida por la palabra coloquial usada por su hermano.
—No le digas a mi papá que dije eso —le pidió Sebastian, con complicidad.
Sebastian se quedó mirando el diario de vida que acababa de recibir como regalo su hermana. Para mantener en privado su contenido, tenía una cerradura muy elaborada, que contrastaba notablemente con el diseño de la tapa, un pingüino bastante alegre sobre un fondo verde.
—¿Te importa si me lo quedo? —le preguntó a su hermana, intentando sonar casual.
—Llévatelo —le dijo ella, y luego le dio un abrazo de agradecimiento.
Sebastian se puso de pie y se acercó a la puerta para irse a su dormitorio.
—¿Tienes muchos secretos? —le preguntó Priscilla, sacando por lógica el propósito de Sebastian para el diario.
Un escalofrío le recorrió la espalda y sintió que el corazón se le aceleró por la pregunta de su hermana. Se volteó para mirarla a los ojos, aún sin saber qué responder.
Podía mentirle y decir que usaría el diario para otra cosa, pero prefirió no hacerlo.
—Sí —respondió finalmente, suspirando temblorosamente.
—Buena suerte con eso —le dijo ella, asumiendo que los secretos de su hermano no eran nada grave, y por el contrario, era algo normal—. A la Isabel —una compañera de la escuela— no le sirvió de mucho escribir en el diario porque un día se lo sacaron de la mochila y todos se pusieron a leerlo.
Sebastian se rió, aunque sintió pena por Isabel. Luego sin decir nada salió de la habitación.
 Cuando despertó esa mañana, Sebastian sintió un profundo dolor de cabeza que le impedía concentrarse con claridad en el día que tendría por delante: se tenía que presentar en el regimiento para viajar hacia Arica a comenzar su servicio militar.
La noche anterior se había quedado dormido muy tarde, con la mente dándole vueltas a su discusión con Rubén y el futuro de su amistad. Producto del mal dormir, sentía que la cabeza le iba a explotar.
Se levantó sin ganas y se fue a duchar. Sintió un ardor en los nudillos al sentir el agua golpetear en ellos. Bajó la mirada y vio sus heridas de un color rojo vivo, aún sin lograr una efectiva cicatrización. Sintió rabia, pena y vergüenza al recordar la razón de dichas lesiones, pero ahogó esas sensaciones levantando el rostro e imaginando que el agua se las llevaría por el desagüe.
Se puso un pantalón de jeans sencillo y una polera de color rojo. “De seguro les va a encantar que use esta polera para presentarme”, pensó, y sonrió para sí mismo, intentando subirse el ánimo.
Desayunó junto a sus padres, quienes no se esforzaron en establecer una conversación para alivianar el estado de ánimo de Sebastian.
Antes de irse, fue a la habitación de Priscilla para despedirse.
—Prisci, me voy —le susurró Sebastian para despertarla.
Su hermana se despertó de un sobresalto y lo abrazó de inmediato.
—Te voy a extrañar —le dijo ella.
—Yo también —confesó él, aunque utilizó gran parte de sus energías en sonreir, para convencerla de que estaba bien a pesar de todo.
—No dejes que te roben tu luz —le pidió Priscilla, al despedirse, sorprendiendo a Sebastian por la frase.
—No lo harán —prometió él, después de unos segundos. Manteniendo su sonrisa de confianza y seguridad, aunque era completamente falsa. Estaba destruido por dentro.
Cuando salió del dormitorio de su hermana, su madre le dijo que su papá ya había dejado su mochila en el auto, y lo estaba sacando de la cochera para estacionarlo fuera de la casa.
Sebastian salió por la puerta de entrada, seguido de su madre, y de forma instintiva, miró en dirección a la esquina que daba hacia la casa de Rubén, y ahí estaba su mejor amigo de pie, mirándolo a la distancia.
Sintió que el corazón se le encogió y un nudo se le formó en la garganta. Bajó la mirada y bajó el par de escalones que daban hacia la calle, y al abrir la puerta del auto, volvió a mirar en dirección a Rubén, pero no lo pudo ver bien porque tenía la vista nublada por las lágrimas.
Se subió al Ford Fiesta de su padre, y sintió que la garganta le iba a explotar por la fuerza que estaba reuniendo para no llorar.
La mañana estaba realmente hermosa, el sol brillaba radiante mientras se elevaba lentamente por sobre los cerros áridos de la ciudad, tiñendo de un agradable tono dorado las calles y casas del barrio, mientras los pájaros cantaban alegres la melodía de la naturaleza que era tan esquiva en el norte grande. Sin embargo, Sebastian era incapaz de apreciar la belleza de todo eso. Lo veía, a través de las ventanillas del vehículo de su padre, pero lo sentía lejano, como si todo lo bueno que pudiera existir en el mundo no fuera para él. Solo podía ser un espectador distante, pasivo.
El aroma del pino aromatizante recién abierto y de la silicona para autos le provocó náuseas. Su padre, pensando que ése era un gran día, había hecho una limpieza profunda al vehículo, como si con eso demostrara su profundo amor a la patria.
Sebastian mantuvo la mirada gacha, temiendo que Rubén apareciera a su lado, golpeando la ventana rogándole que no se fuera, y temiendo no ser lo suficientemente fuerte para no bajarse y abrazarlo, e incluso besarlo enfrente de sus padres. Sin embargo, nada de eso no pasó. Su real orientación seguía a salvo por el momento.
Sintió comezón en los nudillos, y de forma instintiva se los quiso rascar, disparando inmediatamente un molesto ardor. Las mismas emociones volvieron a manifestarse, pero esta vez no estaba en la ducha para dejar que se las llevara el agua.
Cuando su padre puso en marcha el vehículo y comenzó a andar, Sebastian levantó la vista y miró disimuladamente por el espejo retrovisor, buscando a Rubén. No pudo identificar las expresiones de su rostro, pero solo con ver su silueta, sintió un dolor profundo en el pecho, y cuando su padre viró en la esquina hacia la derecha y ya no lo pudo ver más, soltó el llanto que tenía ahogado, que estuvo aguantando por varios minutos.
La idea de no volver a ver a Rubén por tantos meses le destrozaba el corazón, aún después de cómo había sido su última conversación.
Si bien, la ausencia de Rubén en su fiesta de despedida lo había molestado, no sentía que fuera algo terrible que no pudiera perdonar. De hecho, el día anterior cuando su amigo fue a conversar con él, tuvo que reprimir sus ganas de correr a abrazarlo con fuerza, de sentir su cuerpo, su aroma, y quizás sus labios por última vez. Estaba dispuesto a perdonar su ausencia sin reparos.
Pero en ese mismo momento, cuando Rubén comenzó a explicarse, Sebastian pensó que quizás era mejor para Rubén si él se iba en malos términos con él. En el momento le pareció lógico y tenía sentido, porque Sebastian tenía el presentimiento de que con él lejos, Rubén podría no entregarse por completo a su relación de pareja con Felipe, intentando mantener un espacio para él cuando volviera, porque sentía que a pesar de ya estar pololeando, aún lo quería como algo más que amigo. Estaba convencido de eso.
En cambio, al tomar la decisión de irse en malos términos, Rubén lo podría olvidar, no estaría esperando su regreso. No se limitaría a crear nuevas amistades pensando en el fracasado de su amigo que solo le quedó ser obligado a realizar el servicio militar por ser incapaz de responder bien una prueba de selección universitaria.
“¿Cómo se te ocurre haberlo hecho así?”, pensó toda la tarde anterior, después de que Rubén se fue de su casa. “¿Por qué iba a afectar su pololeo si seguían siendo amigos a pesar de la distancia?, ¿de verdad te crees tan importante?”. El arrepentimiento por su decisión no tardó en aparecer, pero intentó convencerse de que era lo mejor.
“Él estará mejor así. Podrá seguir adelante”. En el fondo, sentía que su amistad podría estancar a Rubén, y lo estaría amarrando a su mediocridad de pendejo sin futuro.
—No llore hijo —le dijo su padre intentando sonar paternal—, ahora se va a convertir en todo un hombre. Eso debería llenarlo de orgullo —el papá de Sebastian buscaba su mirada a través del espejo retrovisor—. Allá va a aprender también que los hombres no lloramos. Eso es para las mujeres.
—No digas eso —le dijo la madre de Sebastian, aunque no con mucha convicción.
—Es verdad —el padre de Sebastian soltó una risotada—. Aparte, más le vale hijo que no haya estado llorando por el maricón ese del Rubén, mire que ahí lo bajo y le saco la chucha antes de llegar al regimiento.
Sebastian sintió un golpe de furia tan intenso que estuvo a punto de darle una patada al asiento de su padre para hacer notar su molestia por cómo hablaba de Rubén. Pero no lo hizo, dejó que siguiera hablando con su madre sobre quizás qué cosas mientras él concentraba su furia en su puño, que lo tenía tan apretado que sintió que se estaba haciendo daño en las palmas con sus propias uñas.
Para liberar un poco la furia, le dio un golpe con el puño a la puerta del vehículo, sobresaltando a su madre.
—¿Qué fue eso? —preguntó la mujer asustada.
—Este cabro hueón le pegó a la puerta —respondió el padre, perdiendo el tono paternal, y volviendo a su forma de hablar habitual.
Sebastian no respondió. La verdad no le importaba hacer enojar a sus padres; ya no lo podían castigar más.
Se miró el puño y vio que por el golpe, las heridas se volvieron a abrir y el ardor fue más intenso que nunca, e incluso dejó manchada con sangre la puerta del auto.
—Cuando llegues al regimiento pide que te curen el puño —le dijo su madre preocupada al verle la mano a Sebastian—. ¿Tan fuerte le pegaste a la puerta?
El tono de extrañeza de su madre le provocó una leve sonrisa burlona a Sebastian. Obviamente no tenía el puño así por el golpe a la puerta del auto.
Se secó las lágrimas del rostro, y cuando llegaron al regimiento, sintió que aún tenía los ojos hinchados por el llanto.
“Tremendo inicio”, pensó. “Van a pensar que soy ahueonao por estar llorando el primer día”.
Dio un largo suspiro con los ojos cerrados para dejar salir lo último de su llanto.
“Pico. Que piensen lo que quieran”.
—No olvides que te amamos —le dijo su madre dándole un fuerte abrazo y muchos besos en la frente.
—Recuerda mantener en alto nuestro apellido. Por algo somos Guerreros —le dijo su padre dándole unas palmadas en la espalda.
Sebastian no sintió mayor emoción al despedirse de sus padres. Lo único que podía sentir en ese momento era desilusión hacia ellos, por obligarlo a hacer algo que no quería, sin importarles su sentir.
Tomó la mochila llena de ropa, se la puso al hombro e ingresó caminando al regimiento.
Preguntó en la entrada al joven soldado que estaba de guardia hacia dónde dirigirse, y el muchacho de forma muy cortante le dio las indicaciones.
Entró a un amplio galpón que a Sebastian le daba la impresión de ser un gimnasio techado o algo por el estilo, aunque no veía ningún tipo de implemento deportivo, o graderías, o demarcaciones en el suelo que indicaran que era una cancha de algún tipo.
El lugar estaba casi completamente vacío., salvo por tres militares instalados cada uno en un mesón, separados por al menos tres metros de distancia, y un joven con ropa de calle, al igual que él, de cabello castaño y piel blanca como la leche, que se notaba ansioso, aunque sonreía como si estuviera disfrutando la espera.
Sebastian se acercó al primer mesón, siguiendo las instrucciones del guardia.
—Buenos días, ¿dónde tengo que dejar mis cosas? —le preguntó con la mayor seguridad posible en su voz al primer militar, de piel oscura por años de exposición al sol, y un gran bigote que a Sebastian le recordó al Profesor Rossa.
El hombre apartó la vista del periódico que estaba leyendo y lo miró.
—Buenos días joven, ¿Cuál es su nombre? —el militar, de apellido Rodríguez según se leía en el parche de su pecho, le preguntó con el mismo tono marcado del guardia.
—Sebastian Guerrero —respondió ya molesto con el tono prepotente de los militares.
—Necesito su cédula de identidad —le dijo mirándolo a los ojos fijamente a través de unos anteojos ópticos rectangulares. Sebastian se la entregó—. ¿Para qué regimiento se dirige, Señor Guerrero? —Rodriguez se dispuso a buscar el nombre en un libro con letras muy pequeñas donde se enlistaban muchos nombres que Sebastian no alcanzó a divisar.
—Al de Arica —el tono de Sebastian se iba mimetizando en pesadez con el del señor Rodríguez.
—Muy bien, el joven que está allá atrás también va hacia Arica —le informó el hombre, apuntando al joven de aspecto ansioso—. ¿Lo conoce? —Sebastian negó con la cabeza—. Serán compañeros de regimiento. Ya tendrán doce horas de viaje para conocerse. Pase al mesón de aquí al lado a dejar sus cosas.
Sebastian obedeció sin ganas. Se acercó al siguiente mesón, donde dejó su mochila y esperó que apareciera alguien. Tras unos segundos, un joven militar que Sebastian supuso no era mucho mayor que él, de piel morena y sonrisa jovial se acercó desde detrás del biombo del mesón contiguo.
—Hola —lo saludó el muchacho, marcando unos atractivos hoyuelos al costado de la comisura de sus labios.
—¡Olivares! —le llamó la atención el señor Rodríguez, desde el mesón de al lado.
—¡Si mi Capitán! —Olivares se cuadró manteniendo su sonrisa.
—¡Formalidad!, ¡no está en una reunión con amigos!
Sebastian miró al Capitán Rodríguez y seguía sentado en el mesón, leyendo el periódico nuevamente.
—¡Entendido mi capitán! —obedeció Olivares y volvió a su quehacer.
—Qué pesado —murmuró Sebastian.
—¿Traes…? —comenzó a preguntarle Olivares cuando Rodríguez se aclaró la garganta de forma ruidosa—, ¿trae algo que debamos confiscar? —se corrigió, mientras abría la mochila de Sebastian para revisarla.
—No, solo mi ropa y útiles de aseo —respondió Sebastian.
—¿Y esto? —Olivares sacó un diario forrado de color púrpura—, ¿lo usas para vestirte o para asearte? —le preguntó con ironía.
—Lo uso para escribir, tomar apuntes —Sebastian se puso nervioso, y esperó que Olivares no lo notara.
Olivares sonrió satisfecho, mostrando sus dientes perfectos, y continuó revisando la mochila de Sebastian, quien no prestaba atención a sus pertenencias: estaba mirando atentamente el rostro de Olivares.
—Estamos —dijo finalmente Olivares, tras terminar la revisión. Le colgó a la mochila una etiqueta plástica con el nombre de Sebastian, y se la entregó—. Guarda todo y luego pasa acá al lado.
Sebastian asintió, intentando mantener su postura de indiferencia.
—Oye —le dijo Olivares—. Diviértete.
El muchacho le regaló una última sonrisa coqueta, se dio media vuelta y se dirigió a la entrada del recinto.
—Te dije que te comportaras, Olivares —Sebastian escuchó que Rodríguez le llamaba la atención mientras él guardaba sus cosas.
—Capi, da lo mismo, ni siquiera va a estar con nosotros. Aún ni empieza, de hecho —Olivares sacó una cajetilla de cigarros y un encendedor del bolsillo del pantalón.
Rodríguez suspiró sin ganas de seguir discutiendo, y dejó que Olivares saliera a fumar.
Sebastian, por su parte, pasó al último mesón, de revisión médica.
—Pasa detrás del biombo y quítate la ropa —le dijo el último militar, de unos cuarenta años.
Sebastian se percató que la insignia de su uniforme decía “Dr. Hoffmann”.
Obedeció sin decir nada y se desnudó por completo.
El doctor Hoffmann le hizo varias preguntas respecto a sintomatología y antecedentes de enfermedades, mientras le tomaba signos vitales y evaluaba sus reflejos y sentidos.
—¿Qué te pasó ahí? —le preguntó, dándole suaves golpes con la lapicera en los dedos de las manos.
—¿Si digo que me agarré a pelea me echan del servicio? —contra preguntó Sebastian, haciéndose el problemático.
—Eso está por verse —respondió el doctor luego de soltar una risa sonora.
A Sebastian le molestó que se riera y no lo mirara feo o lo retara.
—Doctor, acá está el carnet del congrio —Olivares ingresó por detrás del biombo como si nada, extendiéndole la cédula de identidad de Sebastian al doctor Hoffmann.
—¿Cuántas veces te he dicho que no entres cuando estoy con pacientes? —lo regañó el doctor.
—Disculpe doc —Olivares bajó la vista, algo avergonzado.
—A mí me da lo mismo —comentó Sebastian—. Me tendré que acostumbrar a la falta de privacidad en el regimiento, ¿o no?
Olivares lo miró sonriendo con sorpresa. Lo miró a los ojos por un par de segundos y luego bajó la mirada para dar un vistazo rápido a su cuerpo completamente desnudo, para luego volver a mirarlo a los ojos.
—No me importa como sea el regimiento, acá se mantiene la confidencialidad del paciente —argumentó el doctor, y esperó a que Olivares saliera del lugar.
Continuó evaluando a Sebastian y le hizo curaciones en las heridas de los nudillos.
—Ya para mañana deberían estar mejor —le indicó—. Ahora solo debes esperar afuera a que te llamen para tomar el bus. Mucho éxito.
Sebastian salió del “box” de atención, y notó que ya no estaba el joven ansioso. Se paró en la entrada del recinto y vio que el joven estaba conversando con Olivares mientras fumaban un cigarro. Sebastian se sentó en el primer escalón del acceso, y miró a los muchachos a la distancia mientras conversaban como si se conocieran de toda la vida.
No escuchó nada de lo que decían, pero al cabo de un par de minutos, los muchachos se despidieron y el joven ansioso se fue caminando hacia un lugar que Sebastian no podía ver desde donde estaba sentado.
—Oye, llegó el bus —le dijo Olivares, acercándose a él en las escalinatas, y sentándose a su lado.
—¿Dónde? —preguntó Sebastian, manteniendo su tono de voz indiferente.
—Se está estacionando allá —Olivares le indicó en dirección hacia donde se había dirigido el joven ansioso.
Olivares se quedó mirando por unos segundos a Sebastian, que le devolvía la mirada serio, demostrando que no quería estar ahí.
—Y cambia esa actitud de mierda —le dijo soltando una risa—, que no te va a durar mucho en el regimiento.
—La actitud de mierda se queda conmigo. Si no la quieren, que me saquen de ahí —respondió desafiante Sebastian, poniendose de pie.
Olivares negó con la cabeza, aún sonriendo.
—No te va a servir de nada —le dijo después de unos segundos, poniéndose serio—. Vas a aprender, conocer personas, hermanos para toda la vida. Solo tienes que abrirte a ello. Puedes divertirte mucho en el regimiento si te lo propones.
Olivares se puso de pie y dio un largo suspiro.
—Disfruta, ya te dije —continuó Olivares, y se dio la vuelta para subir los últimos escalones, mientras Sebastian se quedaba mirándolo. Antes de entrar al recinto, se volteó y con una sonrisa le dijo—. Me llamo Matías, por si acaso.
Sebastian asintió, esforzándose para esbozar una sonrisa y no parecer tan indiferente.
—Yo Sebastian —respondió torpemente.
—Si sé, lo vi en tu cédula —dijo finalmente Olivares, y luego entró al recinto y se perdió de vista.
Sebastian se fue caminando hacia el estacionamiento que le había indicado Matías, pensando en lo que le había dicho.
“¿De verdad puede ser tan bueno como él dice?”, pensaba. “Imposible. De seguro se hizo el simpático solamente para que no diera tantos problemas al capitán allá en Arica”. Para Sebastian todas las buenas impresiones que se pudo haber llevado de esa mañana eran una estrategia del ejército para comenzar a “domesticarlo” y así hacer más fácil su obediencia.
En su mente, no había forma que algo bueno pudiera salir de ahí.
Guardó su mochila en el compartimiento de equipaje afuera del bus, y al subirse vio que el joven ansioso estaba sentado en el primer asiento, así que por razones obvias, él se ubicó al fondo del mismo.
El Capitán Rodriguez al cabo de un minuto subió al bus, les dio un breve discurso de motivación al que Sebastian no prestó atención, y luego de despedirse, se bajó del bus y le dio la orden al chofer para que partiera.
Sebastian miró por la ventana las calles de Antofagasta por última vez hasta quizás cuándo. No sabía con certeza cuando le permitirían volver a su casa, pero tenía claro que por un par de meses tenía que permanecer en el regimiento sin derecho a salir.
Con la idea de ese deprimente futuro en la cabeza, se quedó dormido apenas el bus salió de la ciudad.
 Cuando volvió del paseo de curso a Iquique, Sebastian se sentía extraño. Ansioso y decepcionado. Había tenido la mejor experiencia de su vida, pero también experimentó el terror más grande que podría sentir un joven confundido como él.
Al enfrentar las preguntas curiosas de sus padres y su hermana por saber cómo lo había pasado, mintió lo mejor que pudo diciendo que todo había estado perfecto.
Su primera noche de regreso a su casa, se dedicó a completar un proyecto que se le había ocurrido antes del viaje. Le puso un nuevo forro al diario de vida de su hermana, que le habían regalado sus padres para navidad, pero que Priscilla no quiso conservar.
Lo cubrió con una cartulina de color púrpura, con la mayor delicadeza posible, lo máximo que le permitían sus torpes manos. Nunca había sido bueno para las artes plásticas, y sólo había logrado aprobar el ramo año tras año en el liceo gracias a que Liliana le hacía los trabajos.
El resultado le pareció bastante decente, sumado a la cerradura que a su juicio se veía de buena calidad, ya que la llave no era simple como otros diarios de vida que había tenido Priscilla cuando tenía siete años (los podía abrir fácilmente con un alfiler).
No sabía qué poner en la tapa, así que por el momento lo dejó así, sin título. “Quizás más adelante se me ocurra algo”, pensó.
Ya era cerca de la medianoche cuando por fin terminó, y casi de inmediato, se recostó de lado en la cama, y se dispuso a escribir.
“Querido Diario. Me siento tan estúpido escribiendo aquí, pero creo que es una buena forma de desahogarme sin tener a nadie con quien hablar. Bueno, tengo a alguien, pero sería bastante incómodo hablar con esa persona sobre todo lo que pretendo escribir aquí después de haber sido rechazado por él”.
Sebastian levantó la lapicera de color azul y soltó una risita avergonzada.
“Es una tontería”, pensó. “No sé en qué estaba pensando”. Cerró el diario, lo guardó en el fondo de su armario, y salió de la pieza a buscar comida.
 Sebastian despertó algo desorientado, sin saber dónde estaban. Por la ventana podía ver casas, así que obviamente estaban en una ciudad, pero no sabía dónde era.
Dio un vistazo hacia el resto de los asientos, y se dio cuenta que habían dos jóvenes más aparte de él y el chico ansioso.
Buscó su celular y vio que eran pasado las once de la mañana. Por el tiempo que había pasado la única opción posible era que estaban en Calama, o al menos saliendo de ella, y supuso que habían pasado a recoger a los dos nuevos muchachos.
Le pareció curioso que los cuatro, incluyéndolo, estaban sentados muy separados el uno del otro, sin mostrar ninguna intención de comenzar a conocerse.
Ya tendrían tiempo para eso, supuso. Tiempo de sobra.
Intentó volver a conciliar el sueño, pero le fue imposible. Reclinó el asiento y se puso a mirar por la ventana mientras pensaba en su futuro próximo.
Pasaron por afuera de una plaza y pudo ver a un grupo de jóvenes de su edad conversando y riendo animadamente esa mañana de domingo.
“Qué suerte tienen”, pensó, y lo invadió una envidia insoportable.
¿Por qué él?, ¿por qué su padre tenía que obligarlo a hacer el servicio militar?, ¿por qué su padre lo odiaba tanto como para arruinarle sus oportunidades de ser feliz?
En ese momento sentía una real aversión hacia su padre. Lo culpaba por todo lo malo que le había pasado en el último tiempo. Había dejado pasar sus posibilidades de establecer una relación romántica con Rubén solamente por los temores que le provocaban el rechazo a su orientación por parte de su padre y su reforzamiento a la masculinidad tóxica. Y ahora, estaba rumbo a hacer el servicio militar como castigo desmedido por no haber tenido notas ideales en el liceo.
Mientras más vueltas le daba al asunto en la mente más odiaba a su padre.
Su madre no se salvaba de su odio tampoco. La culpaba de no haberse opuesto con la suficiente fuerza a la determinación de su padre, a pesar de que no estaba de acuerdo. Sebastian se sintió completamente abandonado por ella. Además que su actitud cuando supo que Rubén era gay tampoco fue la mejor, apoyando a su padre diciéndole que no volviera a juntarse con él, como si tuviera algún tipo de enfermedad contagiosa.
La única que lo apoyó incondicionalmente siempre fue Priscilla, su pequeña hermana. Desde ya la estaba extrañando, y deseaba que no dejara que sus padres le inculcaran malos pensamientos.
Dentro de todos sus pensamientos negativos hacia sus padres, finalmente siempre llegaba hacia Rubén. Su padre lo estaba enviando a hacer el servicio militar, impidiéndole seguir viendo a su mejor amigo, y eso era lo que más le dolía.
Lo peor de todo, era que la forma en que cerró su relación de amistad con Rubén fue completamente su culpa y de nadie más. si no hubiera sido por sí mismo, quizás ahora estaría en ese mismo bus rumbo a Arica, pero con la promesa de al regresar, continuar un pololeo con él. Pero no. Por su estupidez, Rubén prefirió encontrar el amor junto a Felipe, y a Sebastian no le quedó otra que aceptarlo, apoyarlo, y finalmente, rechazarlo para que viviese junto a su pololo sin pensar en él.
Cuando llegaron a Quillagua, el conductor del bus se bajó afuera de una posada, y al cabo de un par de minutos volvió.
—¡Soldados! —les gritó, sorprendiendo a Sebastian por el tono ronco de su voz. No había pensado que el conductor del bus fuera militar también, pero ahora que lo razonaba mejor, no tenía sentido que enviaran a los nuevos soldados con un conductor sin entrenamiento militar—. Vamos a almorzar acá. Bájense y tomen asiento todos juntos en una mesa.
Sebastian fue el último en bajarse, con la mirada baja para evitar el contacto visual con el conductor.
Ingresó a la posada que estaba prácticamente vacía, con un par de camioneros sentados comiendo en mesas aisladas. sus nuevos compañeros estaban tomando asiento en una mesa para seis personas en un rincón, así que Sebastian se acercó a ellos, seguido por el conductor.
No pasaron ni cinco minutos cuando una bella joven de piel morena vestida con una polera negra ceñida al cuerpo les trajo un plato de ensalada a cada uno. Sebastian notó que los tres muchachos quedaron encantados con la belleza de la joven.
El plato era bastante grande y contundente, así que Sebastian comenzó a comer de inmediato para acallar los rugidos de su estómado, mientras escuchaba a sus compañeros comenzando a conocerse.
El chico ansioso se presentó como Andrés, mientras que los dos muchachos que habían subido en Calama eran Javier (de piel morena y melena rizada que apenas le tapaba una notoria cicatriz en la frente y otra en el mentón) y Julio (de piel blanca y negro cabello corto y en puntas, que a Sebastian le recordó a Sid de Toy Story).
—¿Y tú? —dijo uno de los muchachos.
Sebastian levantó la vista solo cuando no escuchó ninguna respuesta. Sabía que le estaban preguntando a él. Efectivamente los tres lo estaban mirando, esperando que se uniera a la conversación.
—¿Yo qué? —preguntó serio Sebastian, manteniendo el tenedor con unos trozos de papas cocidas y lechuga a unos cinco centímetros de su boca.
—¿Cómo te llamai? —le preguntó Javier, poniéndose serio, al nivel de pesadez de Sebastian.
—Sebastian —respondió, llevándose finalmente el tenedor a la boca.
—¿Y de dónde eres?, ¿eres voluntario igual? —lo interrogó Andrés, con notable entusiasmo en su voz.
“Este hueón va a ser insoportable”, pensó Sebastian.
—De Antofa, igual que tú. Nos subimos juntos, por si no te acuerdas —respondió cortante Sebastian.
—Oye no le respondai así —lo increpó Javier, defendiendo a Andrés.
—Ya, pero ellos igual se subieron juntos pero no son de la misma ciudad. Julio es de San Pedro —le explicó Andrés, sin ver mellada su buena actitud por la mala onda de Sebastian.
Sebastian no dijo nada. Se quedó en silencio mirando fijamente a Javier, quien le devolvía la mirada furiosa.
Genial. Aún ni empezaba su servicio militar y ya una persona lo odiaba.
—Todos los años es lo mismo —murmuró el chofer, riéndose para sí.
Julio y Andrés siguieron conversando, con ocasionales intervenciones de Javier, a quien Sebastian notó que quedó molesto por su actitud, pero no le importaba.
Sebastian solo se dedicó a escuchar. Tanto Andrés como Julio eran voluntarios, mientras que Javier había salido seleccionado y perdió todas sus oportunidades para eximirse. Notó que los muchachos no mostraron intensión en incluirlo en la conversación, pero tampoco le importó mucho. Mientras menos lo molestaran, mejor para él.
Tras una hora de pausa para almorzar, volvieron a subirse al bus para continuar su camino.
Pasaron a Iquique, donde se subieron tres muchachos más, uno muy alto, uno llamativamente gordo y el otro tan rubio que Sebastian dudó que fuera chileno.
El chico rubio le sonrió amablemente, a lo que Sebastian respondió levantando el mentón a modo de saludo, y se sentó en la fila de delante de él.
Sebastian se acomodó reclinando el asiento, y se puso a mirar por la ventanilla esperando que lo invadiera el sueño para poder dormir.
Finalmente llegaron al regimiento de Arica cerca de las diez de la noche, justo cuando Sebastian había logrado conciliar algo de sueño hace apenas dos horas.
Los muchachos se bajaron del bus con sus bolsos, y de forma obligatoria tuvieron que ingresar a un galpón donde habían tres uniformados, con la misma función de revisar sus equipajes, al igual que en Antofagasta.
—¿Otra vez lo mismo? —murmuró Sebastian molesto cuando le tocó su turno.
El militar que estaba frente a él abriendo su bolso, tenía un vistoso bigote negro que lo hacía verse mayor de lo que realmente era.
—Mientras más revisiones, mejor, soldado —respondió el hombre, que por la etiqueta de su uniforme, se apellidaba Guerrero, igual que Sebastian.
No supo qué responder, y supuso que no hacerlo era lo más sensato. Miró a su alrededor y en el mesón de la derecha estaba Javier, con las manos cruzadas por la espalda, esperando que el uniformado terminara de revisar sus cosas. Tenía una sonrisa socarrona en el rostro, y Sebastian sabía que era porque había escuchado la respuesta de Guerrero, y cómo él había quedado en silencio.
Sebastian se sintió estúpido y avergonzado. Javier estaba ahí de pie, seguramente burlándose de él en su mente, mientras él había sido incapaz de responder.
—¿Su celular? —le pidió Guerrero, extendiéndole la mano.
Sebastian se lo entregó a regañadientes y vio que el hombre le pegaba una cinta de papel con su nombre y su rut anotados.
—Se lo entregaremos en un par de meses más, si se lo merece, claro —le informó.
—¡Nuevos soldados! —habló con fuerza un hombre que había entrado al galpón sin que Sebastian se diera cuenta.
El hombre estaba vestido de militar, como todos en el lugar, y se acercó caminando hacia donde estaban los muchachos, ya concluída la revisión de los bolsos.
—Soy el Capitán Gomez —se presentó el hombre, dejando de lado los ademanes militares, pero manteniendo la fuerza y autoridad de su voz—. Quería aprovechar de darles la bienvenida esta noche. Mañana ya tendremos mayor tiempo de conocernos y comenzar oficialmente su servicio militar. Ahora vayan a las barracas a descansar —señaló en dirección a una de las puertas del fondo—. Mañana los espero a las setecientas en el patio, ¿está claro? —preguntó sin levantar la voz.
Todos respondieron afirmativamente, menos Sebastian, que se mantuvo en silencio.
—Muy bien —el Capitán se despidió con una cordial sonrisa y se fue caminando en dirección contraria a las barracas.
—Ya escucharon al capitán —intervino Guerrero cuando Gómez ya no estaba—. Mañana a las siete de la mañana en el patio, formados. No a las siete con cinco ni a las siete con diez. A las siete en punto. Si no están en el horario indicado serán castigados —hizo una pausa para mirar a cada uno a los ojos—. Deberán escoger una cama, donde dormirán por el resto de su estadía. Sobre cada cama hay un kit de artículos personales y una llave para su casillero designado. Pueden elegir la cama que ustedes quieran.
Guerrero dio media vuelta y les indicó el camino, mientras los muchachos lo seguían en silencio.
Las barracas eran los dormitorios. Ingresando por la puerta llegaban a un pasillo principal, que a mano derecha tenía tres grandes dormitorios con al menos diez camarotes cada una. los muchachos se percataron que el primer dormitorio estaba ocupado parcialmente por otros muchachos que ya estaban durmiendo, y Sebastian asumió que por eso Guerrero les dio las indicaciones antes de ingresar. Ninguno de los dormitorios tenía puerta, solo un gran umbral abierto. Al fondo del pasillo estaban los baños y, supuso Sebastian que las duchas también.
Los siete muchachos entraron en el dormitorio del otro extremo, el más cercano al baño, y se instalaron.
—Buenas noches soldados —Guerrero se despidió sin levantar la voz y salió de las barracas.
—Buenas noches —respondieron los muchachos casi al unísono.
Sebastian se fue directo a la última litera del fondo para no tener que hablar mucho con nadie, mientras Andrés junto a Julio ya comenzaban a meter conversa a los jóvenes que se habían subido al bus en Iquique, a quienes Sebastian no tenía interés en conocer.
Tomó la llave que estaba sobre la toalla en su cama y abrió el casillero. Guardó su bolso sin abrir, y todo el set de artículos personales, que incluía toalla de baño, pijama, ropa interior, desodorante, champú, jabón, pasta y cepillo de dientes, entre otras cosas.
Se quitó la ropa rápidamente y se acostó dándole la espalda a sus compañeros.
Se sentía completamente solo y vulnerable. No tenía con quién hablar, con quién desahogarse, y pensar en eso solo le traía más ansiedad a la mente, pero no podía evitar darle vueltas al asunto. No quería estar ahí y estaba determinado a no disfrutar su estancia en el regimiento.
Cerró los ojos con fuerza, como obligándose a dormir, como si con eso fuera necesario, pero lo único que logró fue escuchar los murmullos de sus compañeros.
—Es callado él —dijo una voz que Sebastian no reconoció. Supuso que era uno de los muchachos de Iquique.
—Supongo que no quiere estar aquí, por eso está así —comentó Andrés, comprensivo.
—Es un saco de hueas —dijo la voz petulante de Javier.
Un silencio incómodo se generó entre el grupo, y Sebastian estuvo a punto de levantarse a encarar a Javier.
—Tenemos que entenderlo —concilió Andrés—, ya se le va a pasar.
Sebastian dio un largo suspiro para calmarse, agradecido por las palabras del muchacho entusiasta.
Sus compañeros se acostaron a dormir y no demoraron mucho en conciliar el sueño, mientras que Sebastian seguía en su cama, mirando la pared, incapaz de entregarse a los brazos de Morfeo.
 Cuando llegó a su casa, Sebastian entró con la mirada gacha, intentando mantener el equilibrio lo más posible para disimular su borrachera.
No había nadie en el living, así que se dirigió a su habitación lo más rápido posible para evitar encontrarse con sus padres.
Cerró la puerta detras de sí y se sentó en la cama, respirando hondo, y dejando que las lágrimas cayeran por sus mejillas, en silencio. Sentía que el pecho le dolía como si estuviera reteniendo con fuerza algo en su interior: su amor por Rubén.
Acababa de despedirse de su amigo después de acompañarlo a hacer sus postulaciones a la Universidad, y de encontrarse con Liliana y Rafael en un pub ubicado en el barrio universitario.
Sebastian se había estado sintiendo muy vulnerable emocionalmente en el último tiempo, producto de la frustración de no haber podido consolidar una relación con Rubén. Esto, sumado al alcohol consumido durante la tarde, produjo que hablara demás frente a sus ex compañeros, dejando expuestos sus sentimientos.
Le había dicho a Liliana y Rafael que Felipe le había quitado a Rubén, y que probablemente en el Servicio encontraría un nuevo amor, mientras que a Rubén le había dicho que prefería no dormir en su casa porque no soportaba la idea de no poder estar con él sentimentalmente.
Además, estuvo a punto de mandar todos sus miedos a la mierda y besar a Rubén ahí afuera de su casa, sin importarle lo que los demás pensaran, solo para poder sentir sus labios por última vez. Pero finalmente, una vocecita de cordura se abrió paso en su mente: simplemente le dio un fuerte abrazo, sintiendo su aroma y su cuerpo.
Sebastian tomó el diario que había tirado en el armario semanas atrás, después de haberse desmotivado a escribir lo que sentía por considerarlo estúpido.
Ahora, con el alcohol en su organismo para motivarlo a sacar a flote todos sus sentimientos, buscó la llave en el cajón del velador, abrió el diario, y comenzó a escribir:
“Rube, esto es lo que realmente siento.
Te amo.
Y aunque estés con Felipe, te voy a seguir amando.”
Sebastian miró lo que escribió y le pareció demasiado cursi. Iba a arrancar la hoja, pero decidió manterla.
Más abajo agregó, casi como una nota:
“Y me refiero a amor real. No amor de amigos. No amor de hermanos. Amor de pareja. Que te quede claro”.
Sebastian suspiró y dio vuelta la página.
“Ojalá pudiera retroceder el tiempo y haber podido usar la misma valentía que por fin pude reunir ese día en Humberstone, para completar esa propuesta que quería hacerte esa tarde cuando volvíamos de ir a buscar las entradas de la licenciatura, ¿te acuerdas?
Ese día te quería proponer realmente si esa noche de la fiesta querías dar el siguiente paso conmigo. Pero entré en pánico, y como medida de defensa, mentí, y con esa mentira te destruí.
No sabes cuánto me arrepiento.
Esa tarde en mi casa me tiré en la cama dándole muchas vueltas. ‘Anda y dile lo que sientes de verdad’, me repetía en la mente; pero luego el miedo volvía a hacerse presente: ‘Hiciste lo correcto. Esos sentimientos van a pasar. No están bien’.
Me levanté de la cama y salí de mi pieza con la intención de ir a hablar contigo y decirte la verdad, pero mi viejo me prohibió salir tan tarde porque al otro día tenía que levantarme temprano.
Yo sé que esto no justifica todo lo que te hice sufrir, pero quiero que conozcas realmente qué es lo que siento.
Bueno, ni siquiera sé si realmente vas a leer esto alguna vez, pero prefiero escribirte a ti antes que a un ser abstracto como ‘mi querido diario’.”
Luego escribió en la siguiente plana, pero en el centro:
“Me gusta verte como estás ahora. Entusiasmado por estar conociendo a alguien como pareja. Te ves feliz. Aunque desearía que esa felicidad la compartieras conmigo y no con Felipe”.
Sebastian se enderezó un poco y sonrió emocionado, mientras una lágrima comenzaba a caer por su rostro.
Cerró el diario para evitar que le cayeran lágrimas, y se recostó de lado en la cama, abrazando el diario, como si fuera una extensión de Rubén.
Se quedó dormido finalmente, con una sonrisa dibujada en el rostro.
Había encontrado la forma correcta para desahogarse.
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¿PORQUÉ "CAROLINA" DE HARRY STYLES HABLA SOBRE COCA1NA?
(Esto es solo una interpretación personal, no es 100% cierto ya que nada es confirmado y son solo teorías)
ahora si, comencemos recordando que Harry en su entrevista con BBC1 dijo que Carolina, "se trata de una persona específica... es potencialmente sobre alguien de Carolina" dijo el
después en su documental le preguntaron sobre quien era la cancion y dijo "su nombre esta en ella, asi que estoy un poco jod1do" por la frase "Townes, mejor nadar antes que ahogarse" y todos comenzaron a especular que esta canción era sobre una chica francesa llamada Townes, la cual supuestamente Harry la conoció en una cita a ciegas (obviamente no se sabe si sea cierto porque son solo artículos, y no fuentes confiables)
PERO AQUI VIENE ALGO INTERESANTE, existe una foto de la LETRA ORIGINAL de la canción (carolina) donde se ve claramente que dice "Town" (pueblo) y no "Townes"(el supuesto apellido de la chica). mmm sospechoso, tal vez a harry le hicieron cambiar la letra porque claro, a harry si o si se le tenia que poner un stunt para su disco porque, el ser soltero y escribir canciónes de melancolia y amor como que no cuadra
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ES LA LETRA DE HARRY e incluso esta subrayada la palabra TOWN
Añadiré el hecho de que un amigo de Townes habló sobre Carolina y dijo "La historia es tan linda como la canción, ella piensa que es adorable, realmente dulce, pero ella estaba muy sorprendida por el gesto, ella nunca se imagino que él (Harry) haría algo como esto, ella ama la canción, ella es una persona muy privada y no quería contárselo a todo el mundo"
Entonces, si eres fan de Harry y le aplaudes al hecho que es una persona que respeta el consentimiento de l@s demás, es hipócrita que creas que el escribiría una canción sobre una chica sin consultárselo, usando supuestamente su nombre
Ahora hablemos sobre el titulo de la canción "Carolina" y esque en EEUU se le dice Carolina a la Cocaína
tal es el caso de la popular canción de M- clan, llamada también 'Carolina' y que de igual manera habla sobre cocaína. y aunque esto puede que no tenga nada que ver con Harry se me hace curioso el parecido
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*creditos del tweet a JOJO*
(pueden encontrar la canción en yt)
Ahora que ya sabemos que NO habla de Townes, analizando la letra de la canción podemos decir que se trata de algo más, y que realmente es otro mensaje el que Harry quiere dar [Harry da mensajes escondidos en sus canciones, lo sabemos vd?]
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"Ella jamás se considero de la costa oeste" Esto podria interpretarse a que la cocaína no viene de la costa oeste, ya que se originó en:
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"Ella tiene un libro para cada situación" Esto se podría interpretar a que la cocaína tiene una función para cada ocasión o situación en la que te encuentres (fiestas, problemas como depresión, estrés, tristeza, medicinal para anestesiar cuando se hace una operación de ojos, etc)
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"Se mete a fiestas sin invitación" Dudo que Townes siendo una chica con una familia empresaria tenga que hacer eso, pero ¿saben quien si se mete a fiestas sin invitación y siendo ilegal? Asi es las drogas, y la cocaína es una droga
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"¿Como le diría que ella es todo lo que pienso? bueno, cuando ya eres algo adicto a la droga todo el tiempo estas pensando en ella, en consumirla, en sentirla. Ojo, no estoy diciendo que harry sea un adicto, es una interpretación a este párrafo.
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esto podría referirse a que el alcohol aunque baja los efectos de la cocaína NUNCA LOS DERRUMBA Y NUNCA LOS HUNDE, o bien, podría referirse a que no hay ninguna bebida que este a la altura o que se compare a los efectos que la cocaína provoca
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"Ella es una buena chica, ella se siente tan bien" Describe lo bien que se siente con los efectos de la cocaína, y como es buena con el
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"¿Como podrías rechazarla?" Bueno, las drogas son algo que es muy difícil de rechazar por las sensaciones que provocan y más si necesitas algún respiro, energía o sensación fuerte o bien, también se hace difícil rechazarla una vez que ya la probaste [No lo hagan besties]
otro párrafo dice "Me encontré con ella una vez y escribí una canción sobre ella" osea k Harry consumió cocaína una sola vez, y con solo esa vez le escribió esta bendita canción
*no pongo foto porque solo se pueden agregar 10, creditos de las fotos: "Luuli G" (canal de yt que traduce canciones de los chicos)*
Y BUENO, ESE ES TODO EL ANALISIS DE CAROLINA, CADA QUIEN LE PUEDE DAR LA INTERPRETACIÓN QUE QUIERA PORQUE PARA ESO ES LA MUSICA AMIXS
RECUERDEN QUE ES UNA INTERPRETACION PERSONAL, NO QUIERE DECIR QUE YO TENGA LA RAZÓN
si quieren dejar algún comentario, añadir algo o corregirme de algún error, adelante :D
y chic@s mi publicación no es para induciros a Ias drogas aI contrario, yo se Io perjudiciales que pueden llegar a ser, asi que vive sin drogas!
y con esto no quiero decir que Harry sea un drogadicto o mala influencia, siento que H es un adulto responsable, sabe lo que hace y me parece increible la creatividad que tiene para hablar de estos temas, te amo Harry StyIes
xoxo
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gi-tana · 3 years
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Estamos los que vivimos de noche, y están los que viven de día. El mundo está hecho casi
enteramente para el segundo grupo, y los del primero… bueno, nos acomodamos. A las seis arriba, a las ocho a la oficina, a las diez y diez los recreos, hasta las tres los bancos. De noche no hay subtes, de noche se duerme, la noche,
dicen, es para los poetas, los borrachos y los drogadictos… y los poetas que se drogan cuando se emborrachan, por supuesto. Los que vivimos de noche solemos enamorarnos perdidamente de los amaneceres, pero jamás nos despertaríamos a ver uno. Los que
viven de día suelen vivir más años, pero ¿viven?
Los nochescos estamos destrozados por dentro. Los aburridías, también, pero lo disimulan mejor. Porque ellos no se toman tres cervezas y lo gritan en un bar, en la cara de un desconocido, mientras se piden la cuarta. Ellos lloran su soledad, bien tempranito, en un baño. Y se limpian las lágrimas, bien rapidito, antes
de tomarse un desayuno cargado. ¡Desayuno! ¿Qué sabemos los nochescos de desayunar? Si nos levantamos diez minutos antes de salir, con ganas de seguir durmiendo, mordiendo lo primero que encontramos en la casa, si es que encontramos algo, si es que tenemos casa.
Los nochescos miramos las estrellas y pensamos lo chiquititos que somos en este universo cósmico, mientras los aburridías les
encuentran formas a las nubes, quizás cinco minutos, antes de empezar a pensar en qué gastar el sueldo que se ganan con el tiempo que les roban.
Los nochescos nos reímos fuerte y nos deprimimos seguido. Los aburridías le sonríen de compromiso a un montón de gente y toman
pastillas que le hacen shhh a la depresión, y que los acuestan temprano, para no cruzarse con ellos mismos.
Odio a los aburridías, los odio. Odio sus corbatas y sus vestidos grises, odio sus jugos de naranja y su despertador. Odio profundamente sus ganas de vivir antes de las once de la mañana, odio sus me voy porque mañana madrugo en el medio de una fiesta divertida en la que esa frase no es una excusa para no morir de tedio, odio que no rompan reglas, odio que piensen que nunca se equivocan, odio que no se den las horas necesarias para equivocarse. ¡Decime! ¿Qué error del carajo te podés mandar a las nueve y cuarto de la mañana? Quedate despierto hasta esa hora, y ahí sí, ahí sí que te podés mandar la cagada de tu vida. Pero no recién levantado, bañado y con olor a dentífrico. Las anécdotas que valen la pena contar suceden entre las dos y las seis de la mañana. Y la mayor parte de las noches, no pasa nada… pero los nochescos no
dormimos, porque esperamos el caos, lo deseamos, no sabemos ser sin caos. Mientras vos te comés tu tostada con queso light y
mermelada, aburridía, nosotros estamos mirando un punto fijo en la pared, pensando si nuestros padres se quisieron alguna vez, festejando que, gracias a los misterios del cuerpo humano, se llora solo por los ojos. ¡Imaginate si lloráramos con todo el cuerpo! Cada vez que estuviéramos terriblemente tristes (cosa que a los nochescos
nos pasa a menudo), se inundaría la habitación, porque no dimos abasto para secarnos los ojos, los codos y las talones, llorando todos juntos a la vez.
Odio a los aburridías, los odio. Odio con todo mi corazón sus disfrutá la mañana, odio sus salgamos a correr temprano, odio su
sentido de la responsabilidad. Los odio, aburridías, porque nunca voy a poder ser uno de ustedes. Y ya quisiera yo no haberme enterado que mis papás no se quisieron, y ya quisiera yo no haberme equivocado tanto entre las dos y las seis de la mañana, y ya quisiera yo despertarme a ver los amaneceres, poner una música linda de fondo, sentir el frío del día en las mejillas, y encontrar que en la casa tengo tostadas y café. Pero me consuelo, aburridías, sabiendo que existen otros nochescos. Somos un montón, y estamos desvelados en sintonía. Me consuelo, aburridías, con la tonta fantasía de imaginar que ustedes se despiertan temprano para no soñar las cosas que a nosotros nos matan el sueño. En el fondo, aburridías, sentimos los mismos miedos… lo único que nos hace enemigos es el horario que elegimos para no enfrentarlos.
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damianacpi · 4 years
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"No puedo cometer suicidio, pero planeo beber hasta matarme"
- JackKerouac
En St.Petersburg, Florida, E.U. Un Día Como Hoy Octubre 21 en 1969, roto enmedio de un alcoholismo crónico fallece a los 47 años de edad Jack Louis Lebris de Kerouac. Novelista, poeta y máximo referente de la Beat Generation
En 1940 Kerouac se matriculó en la Universidad de Columbia, donde conoció a dos escritores que se harían amigos para toda la vida: Allen Ginsberg y William S. Burroughs.
En 1957 público "On the Road" su novela más relevante, la cual tuvo una amplia influencia cultural antes de ser reconocido por sus méritos literarios. On the Road captó el espíritu de su tiempo como ninguna otra obra del siglo XX lo había hecho desde "The Great Gatsby" (1925) de F. Scott Fitzgerald.
Junto con Kerouac, son las figuras seminales del movimiento literario conocido como "Beat" un término introducido a Kerouac por Herbert Huncke, un drogadicto de Times Square, ladrón de poca monta, estafador y escritor. Significaba “down-and-out” así como “beatific”; el fondo de la existencia.
Sus novelas, "The Town & the City" (1950), "Doctor Sax" (1959), "Maggie Cassidy" (1959) y "Tristessa" (1960).
Kerouac también experimentó con los modismos del blues y el jazz en obras como "Mexico City Blues" (1959), un poema secuencial compuesto por 242 coros.
Y se dejó influir del haiku, un género desconocido para los estadounidenses en esa época. A partir del haiku japonés, Kerouac, partiendo de las estenosis de 17 sílabas y 3 líneas, redefinió la forma y creó una tradición haiku americana.
En la colección póstumamente publicada "Scattered Poems" (1971), propone que el "haiku occidental" simplemente diga mucho en tres líneas cortas.
Entre 1953 y 1961 Kerouac se dedicó al estudio y la práctica del budismo, replicando experiencias de antiguos maestros y combinando así las tradiciones orientales y occidentales.
En 1961 escribió "Big Sur" en 10 días y en 1963 "Visions of Gerard". Otro importante libro autobiográfico fue "Vanity of Duluoz" (1968).
El Legado de Kerouac consiste en la insistencia de Kerouac en "El primer pensamiento, el mejor pensamiento" y su negativa a revisarlo fue polémica. Consideraba que la revisión era una forma de mentira literaria, imponiendo una forma más alejada de la verdad del momento, contraria a sus intenciones para sus novelas de la "verdadera vida". Aunque sí que revisaba mediante la reescritura. Kerouac explicó su búsqueda de un lenguaje puro y sin adulterar -la verdad del corazón sin obstrucciones por la mentira de la revisión- en dos ensayos publicados en la revista Evergreen Review: "Essentials of Spontaneous Prose" (1958) y "Belief and Technique for Modern Prose" (1959).
Sobre las frases gramaticalmente irreverentes, Kerouac ensalzó un "método" que renuncia a la puntuación convencional en favor de los guiones.
En "Essentials of Spontaneous Prose" (Esenciales de la prosa espontánea) recomendó el "vigoroso guión de espacio que separa la respiración retórica (como un músico de jazz que respira entre frases superadas)"; el guión permitía a Kerouac manejar el tiempo de forma diferente, haciéndolo menos prosaico y lineal y más poético.
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lilium025 · 3 years
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INDELEBLE(GF) 7
Resumen:Los Northwest se han mudado lejos de Gravity Fall a Miami Beach (Florida) tras el Raromagedón, pero no a todos los integrantes de la familia esta feliz con esta decisión. Después de 5 años de abandonar el pueblo, Pacifica decide regresar a sus raíces en busca de un poco de libertad y nuevos comienzos
.......................
Gravity Falls no me pertenece
Capítulo 1 | Capítulo 2 | Capítulo 3| Capítulo 4| Capítulo 5| Capítulo 6
Capítulo 7 “¿Alcohol y Rumores? Mala combinación
                      "Somos víctimas de nuestra cruel imaginación"
Había pasado una semana desde el problema del teléfono, para mi suerte había pasado sin problemas y Mabel no había intentado nada. Dipper y yo habíamos recuperado la confianza entre nosotros, aun así no me atrevía a beber del frasco que me había dado ese tal James hasta ahora. Estábamos limpiando el apartamento después de estar pintando, Dipper había salido para buscar algo que comer mientras recogemos y Mabel lo encontró en mi chaqueta. Me pregunto cómo es que lo ha encontrado sin registrar esta...
- ¿Qué es esto? - decía Mabel mirándome preocupada, yo me giré a verla sabiendo lo que se venía más o menos.
- Si es mío, déjalo donde estaba, en mi chaqueta- dijo enfatizando esta última, siguiendo recogiendo cosas. Entonces se acerco a mi me agarró del hombro con la mano libre mientras que con una cara preocupada me enseñaba el frasco.
- Paz dime qué es esto- me dice agitando el frasco ante mis ojos.- Sabes que puedes confiar en mí, si es droga te ayudare a superarlo aunque no se que tipo de drogadicto eres para meterte frasquito de lo que sea madre de mis sobrinos , lo haré.-
-¿Pero que estas diciendo? ¿Qué dices de drogas y sobrinos? Me confundes y eso no es droga. Así que dámelo- digo quitándole el frasco de las manos y apartandome de ella.
-Entonces si no es droga, ¿qué es? -
- No lo sé, solo me dio un vidente en un bar cuando el problema del móvil. Me dijo que con esto recordaría lo de la noche anterior y encontraría respuesta pero no estoy segura si tiene efectos secundarios- digo mirando el frasco que tenía entre manos.
-Eso es genial, deberías beberte lo-decía saltada emocionada dando palmas.
- Parece que no entiendes, si me bebo este frasco puede que no pase nada o ...-
- O descubras la verdad- dice Mabel terminado la frase por mi y mirándome con cara de tener razón.
-Pero no sabemos cómo me afecta, ¿me teletransportare? O ¿me desmayaré? No sabemos si me llevaría a la noche de la borrachera o puede encontrar equivocado y haberme dado veneno- suelto mirándola while paseo en círculos por el salón.
-Ya estas dudando-murmura Mabel en bajito pero logró escucharlo y la miró.
- No estoy dudando.-
-Si lo haces, estás dudando de beberte ese frasco al igual que dudas sobre los sentimientos de mi hermano. Tienes miedo a triunfar, chica- dice cruzándose de brazos y mirándome seriamente.
- No tengo miedo a triunfar y te lo demostraré- le digo sacando le el tapón al frasco y bebiéndome el contenido de dentro de un trago.
-Bueno ¿y ahora qué hacemos? -Pregunta Mabel mirándome, seguía parada donde estaba. No sentía nada, a lo mejor no ha funcionado.
- No lo se, tal vez tengamos que esperar ...- digo hasta que de pronto todo se vuelve oscuro y caigo en el suelo. Escuchaba la voz de Mabel a lo lejos llamándome hasta que dejo de escucharla y todo se vuelve silencioso.
No sabía donde me encontré, todo estaba oscuro al girarme donde estaba veo una luz, mi consejo personal sería no perseguir ninguna luz pero esta era extraña. No era la típica luz blanca que describe, esta parpadeaba colores diferentes y me acerque a esta. Cada paso que daba, se escuchaba música más cerca hasta encontrarme con algo que me sorprendió. Al parecer mi subconsciente me había traído al momento de la fiesta, las personas no podían verme pero yo si ya mi yo de ese momento.
[N: La letra en cursiva es Pacifica del presente narrando lo que ve y piensa]
Estábamos en la tienda del misterio, había gente que reconocí y gente nueva. Todos bailaban al son de la música mientras que otros estaban en las esquinas hablando, comiendo o haciendo lo que dios se que. Al ser "nueva" en el lugar, Dipper y Mabel decidieron acompañarme durante la noche para que no me perdiera mientras que hablaban con conocidos. La noche estaba pasando divertida, no había señales que me fuera a emborrachar en ningún momento, ¿entonces porque lo hice?
No fue hasta que mi yo de la fiesta se movió que la perseguí, Necesito ir al baño y me aparte de los chicos. De camino al baño veo que me paro y confusa hago lo mismo.
- Dios mio, ¿has visto como esta Dipper pines? Se ha puesto muy guapo, ojalá me invitará a bailar esta noche- escuchó decir a alguien, me asomo donde estaba asomada mi yo y lo vi. Dos chicas que no conocía estaban apoyadas sobre una pared al lado de la puerta del baño . La que había hablado llevaba una camiseta de tirantes negra con pantalones vaqueros cortos, llevaba un moño muy alto para mi gusto.
- La verdad es que nunca me han atraído los nerd pero con él haría una excepción- dice una de las chicas, esta vestía con un top blanco y una falda negra. Me recordaba un poco a mi cuando era joven por el maquillaje excesivo en su rostro.
-Si bueno, eso si no tiene novia. ¿Has visto la rubia a su lado? - comenta la del moño mirando a su amiga quien estaba viendo algo en su teléfono. ¿Estaban hablando de mí? Que fuerte.
-La he visto pero no deberías preocuparte, no tiene nada que hacer pero tal vez deberías preocuparte por una tal Rebeca, sale en algunas de sus fotos- decía mientras le enseñaba algo, seguro que su Instagram.
¿Dipper tenía novia? ¿Por qué no me había dicho nada Mabel? Eran cosas que mi otro y yo seguramente estábamos pensando por la cara que tenía en ese momento. Aun así proseguí escuchando para ver qué más tenían que decir estas "señoritas".
- Si bueno, ya sabes como son los chicos como él, cara de bueno para nada- dijo finalmente la chica para irse ambas por un pasillo y desaparecer. No me había imaginado que fuera esa clase de chico, osea estamos hablando de Dipper Pines, el chico nerd de los misterios que salvó a todo un pueblo del fin del mundo. A lo mejor durante todo este tiempo sin vernos había cambiado, teniendo en cuenta la convivencia pacífica entre criaturas y humanos en el pueblo, no tenía que preocuparse más y siguió con su vida. Convirtiéndose en un rompe corazones, dios mío, me suena extraño pensarlo siquiera.
Tras salir del cuarto de baño busque a los hermanos Pines, encontrándome únicamente con Dipper quien hablaba de forma animada con unos chicos algo mayores que nosotros.
- Hola- dije avisando de mi presencia entre el grupo masculino, Dipper que se encontró de espalda riéndose de algo, se dio la vuelta para verme.
- ¡Oh chicos! Dejame presentaros a Elise, vive temporalmente con Mabel y yo mientras busca algún sitio para quedarse- dice Dipper hacia los chicos, saludaron a mi otra yo .
-Hola Barbie, si necesitas una Ken yo soy tu hombre. Pd: Me llamo Nate- se presenta primero un chico moreno, alta estatura y cejas gruesas. Definitivamente no es mi tipo.
- Perdona maja, mi amigo es un poco idiota, me llamo Lee- comenta un chico rubio ceniza a su lado, era gracioso.
- Hola Elise, yo me llamo Thompson- se presenta otro chico más bajito, parecía tranquilo pero nervioso. Apuesto que no sabe como tratar con chicas.
Vaya banda se ha buscado Dipper pero quién era yo para decir.
- Encantada de conoceros chicos- hablo yo finalmente nerviosa. Que penosa me veo ...
-Y bueno Elise, cuéntanos sobre ti, ¿cuales son tus motivos para venir a Gravity Falls? ¿La aventura? ¿El dinero? ¿El amor, tal vez- dice Nate inclinándose hacia mí con voz "seductora".
- No creo que Elise le interese mucho el amor, Nate- habla Dipper mirando a su amigo en broma.
- ¿Por qué? ¿Te rompieron el corazón, rubia? - pregunta Lee apartando a su amigo de mi espacio y apoyándose en el.
- No es nada de eso. Lo que quería decir Dipper es que ...- hablo yo sin poder terminar la frase.
- Es una fugitiva- acaba Dipper por mí. Odio cuando hacen eso uffff.
- Curioso, ¿huiste de tu propia boda? ¿Él no era suficiente o te gustaba otra persona? - preguntaba Thompson mirándome con curiosidad.
-No es eso, me fui porque mis padres me quisieron comprometer con alguien como ellos- digo únicamente. Espero que no hayan más preguntas ...
- ¿Y como es eso? - dice Lee.
- Bueno mis padres son ...- intenté decir pero soy interrumpida de nuevo .
-Son unos burgueses adinerados que solo le importa más su felicidad que la de su propia hija- dice Dipper. Incrédula s de lo que acaba de decir mi otra yo y yo lo mir amos esperando a una disculpa. - No se porque me mirás así, es verdad. Tu lo dijiste- únicamente dice justificándose.
- Si lo dije pero ¿sabes cual es la diferencia entre tu y yo? Que son mis padres ya pesar que son unos idiotas, no tienes derecho a decirles así. Apenas nos conocemos y crees que tienes derecho a hablar por mí. No eres el chico que yo conocí Dipper Pines- dijo apuntándole con mi dedo contra el pecho mientras decía cada palabra, el grupo de amigos se encontraban callados mirando como le echaba la bronca a Dipper. ¡Bien hecho, Pacífica!
- Entonces, ¿como soy? - dice finalmente agarrandome de la muñeca, evitando que le golpeara de nuevo el pecho. Sus ojos estaban dilatados y por la cercanía pude oler su aliento a alcohol.
Eso explica la marca, pensaba que era de la pulsera.
-No importa, estás borracho. Me voy a buscar a Mabel- dijo soltandome de su amarre y alejándome de él. Claro que no iba a discutir con una persona en esas condiciones.
- Claro, busca a Mabel. Evita los problemas como haces con tu vida- dice Dipper lo suficiente alto como para que lo escuchara desde donde estaba.
¿Había dicho lo que creo que ha dicho? Entonces mi yo se gir a sobre sí misma yv uelve hacia donde estaba Dipper que había regresado a hablar con sus amigos. Entonces le tocó el hombro de nuevo, él se gira a verme y sin darle tiempo a decir nada le doy una chaqueteada que lo deja sorprendido. Se lo merecía.
- ¿Quieres saber qué pienso de tí? Pensaba antes de venir aquí que eras un chico gracioso, amable e inteligente pero en las últimas horas he descubierto que eres un tremendo idiota- digo mirándole con asco a la cara y corro fuera de su alcance. Esta noche se estaba yendo a la mierda.
Tras mucho caminar, veo a mi yo del pasado apoyada sobre el improvisado bar con un vaso en la mano. Mierda, ojalá estaba alguien cerca para pararlo pero estaba yo y el alcohol. Me acerque hacia ella y me senté en una silla vacía que esta ba a su lado. Me observe con detalle, tenía la cara de una persona a quien le había roto el corazón, bueno pues ya éramos dos.
No fue una buena idea haber venido a Gravity Falls o beber de la pócima que me había dado James, las cosas has cambiado para todos y ya no había hueco para mí.
Habían pasado minutos viéndome beber hasta que veo la figura de Stan acercarse a la barra, distraído con una faja de billetes. Estaba buscando algo tras la barra hasta que se da cuenta de mi persona y se acerca.
- ¡Oye chica! - me dice tocándome el hombre, mi yo borracha lo mira sacando su cara con maquillaje corrido de sus brazos y mira a Stan.- ¿No eres la amiga de Dipper? ¿Por qué estás aquí sola? - me dice mirando sobre mi hombro.
- No soy amiga de idiotas - dijo limpiándose las lágrimas mientras vaciaba m i vaso.
- ¿Un idiota? Ya veo, al final te distes cuenta - dice mientras sacaba una botella de whisky y sirvió en dos pequeños vaso y me daba uno.
- ¿Qué si me di cuenta? Por favor, no he hecho nada más en esta noche que ser un idiota- digo aceptando el vaso y bebiendo de una.- Aghh ... esto está muy fuerte.-
- Jajajaja Si lo está, pero dime qué ha hecho para que estés aquí bebiendo sola- dice el hombre bebiendo del suyo.
- Para empezar, es un inmaduro que se la tiene muy creída cuando está con sus amigos. Un bocazas metomentodo que cree que tiene la razón cuando no es verdad; un mujeriego y sin aguante para beber- dijo mientras extendía mi vasito para que me lo llenara de nuevo. Stan rellena nuestros vasos y deja la botella de lado para verme.
- No creo que Dipper sea así como has dicho, bueno lo que dices sobre beber es cierto pero él en verdad no es así cuando está sobrio- hace una pausa para beber de su vaso y lo deja sobre la mesa .- Te voy a contar una cosa de Dipper que muy poco saben. Cuando Dipper vino a visitarme por primera vez, era un chico muy nervioso e tímido. No tenía la actitud sociable de su hermana, siempre estaba ocupado leyendo novelas de misterio y siempre tenía mala suerte con las chicas.
- ¿Y que hizo que cambiara tanto? - pregunto curiosa.
- Bueno ... fue complicado. Creo que fue la ayuda de los amigos nuevos que hizo aquí lo que ayudaron a que Dipper confiará más en sí mismo y que se abriera más con las personas- dice sirviendo otro vaso de whisky.
- ¿Y con las chicas? -
- ¿Con las chicas? Es muy torpe con las palabras como para ser un mujeriego. ¿Por qué preguntas? - dice mirándome con una ceja alzada curioso.
-Por nada, he ido al baño y he escuchado a unas chicas diciendo que era eso- digo apoyándome sobre mis brazos.
-¿Y eso te preocupa? Si te calma un poco, Dipper aún sigue esperando a la chica especial y no es del que lo comprueba con todas- dice apoyando sus brazos.
- Aun así sigue siendo un idiota borracho- digo mientras me servía un poco del whisky que había dejado de lado Stan.
- Y tu si sigues bebiendo así ...-
- Creo que tengo más aguante que un Pines- digo mientras bebía de mi vasito y lo miraba.
-¿Más resistencia que un Pines? Estas equivocada, te lo voy a demostrar- decía mientras buscaba de nuevo debajo de una barra y sacaba una botella de vodka.
- ¿Vodka?-
- Lo mejor para una competición de shots, ¿así que dices? - pregunta desafiante.
-Vamos abuelo, demuéstrame lo que tienes- digo incorporándome en mi asiento, arreglándome el maquillaje de la cara y el vestido que llevaba.
Los acontecimientos posteriores a la partida me plantearon seriamente no volver a pasarme con la bebida, pues mi yo borracha era una enérgica fiestera y si no fuera por la charla de Stan hubiera terminado borracha llorando en una esquina de la sala.
Poco a poco el escenario de la fiesta se iba alejando, quedándome de nuevo sola en la oscuridad. Después de lo que había visto, ¿cómo debería actuar? Tal vez cuando salga de aquí, le cuente a Mabel sobre lo que he visto y ella me pueda aconsejar o ¿Candy?
De repente siento unas voces llamándome, una era de Mabel mientra que la otra era ¿Dipper? Mierda, me había desmayado, seguro que están preocupados. Con dificultad abro mis ojos, me encontré en la habitación de Mabel y en ambos lados estaban los hermanos Pines.
- Hola chicos, ¿qué pasa? - pregunto intentando levantarme pero me resulta débil, la influencia de la pócima se había llevado casi mi energía.
-No has preocupado mucho, Elise. Estábamos hablando y un segundo estabas en el suelo. Estaba muy asustada, pensaba que te habías muerto- dice Mabel abrazándome por los hombres con fuerza.
-¿En qué estabas pensando? Beberte un frasco de alguien que acabas de conocer- dice Dipper mirándome enfadado, yo le miro sorprendida y me giró a ver a Mabel.
-¿Se lo ha dicho? - pregunto.
-Tenía que decírselo, me había descubierto arrastrándote a mi habitación- decía nerviosa.
- Y menos mal que me lo ha dicho, si no te despertarás en el rió- habla Dipper sentándose en la cama y mirando me con una mirada cansada.- ¿Qué querías conseguir al beberte esa pócima? ¿Demostrarme que no puedes cuidarte sola? Porque lo haces.-
-No es eso, necesita recordar una cosa y ha salido bien. Así que no vengas de adulto aquí, Dipper. Yo puedo cuidarme sola- dijo levantando de la cama de Mabel.
- No debería que hacer de adulto si no tuviera que cuidar de mi hermana y de ahora tu- dice levantándose también de la cama.
- Pues nadie te lo ha pedido- digo mirándole, no estaba de humor para una pelea.
- Si no fuera por mi, tal vez hubieras acabado secuestrada o muerta por un psicópata o algo, lo menos que puedes hacer es no intentar matarte a ti misma o secuestrada- dice saliendo de la habitación con la última palabra pero no era mi estilo y lo persigo al pasillo.
- Eres un idiota- le grito antes de que entre a su puerta, el se gira a verme igual de enfadado.
- Y tu una inmadura- me grita de vuelta. Entonces le saco mi hermoso dedo del medio y él me devuelve el gesto mientras entra a su habitación. Yo me giro para ir al cuarto de baño y me encuentro a Mabel, quién había observado esto último.
-¿What? - pregunto mirando la, estaba apoyada en el marco de la puerta, con una cara rara.
- Nada, solo que me he dado cuenta que hay una tensión sexual cada vez que peleáis como una pareja de casados. Deberíais solucionarlo- dice con una sonrisa mientras me dejaba sola en el pasillo.
- No somos nada, Mabel- digo únicamente entrando al baño.
Espero que os haya gustado el capítulo, porque a mi si me ha gustado, al menos la última parte.
                                                           ---
¿Vosotros creéis que Dipper y Pacifica necesitan solucionar esa tensión entre ellos? ¿O que se volverán a hablar al menos? Ponedme en comentarios lo que pensáis que puede pasar con ellos dos, yo ya lo se pero siempre es bueno estar abierto a sugerencias. 
Ya puedes seguir la historia con el hashtag #Indeleblefanfic
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dgsanross · 5 years
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Análisis Detroit Become Human
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Detroit: Become Human es un videojuego interactivo y de aventura gráfica, desarrollado por Quantic Dream y publicado por Sony Interactive Entertainment. La historia del videojuego se sitúa en un mundo futurista donde los androides, con auténtica apariencia humana, comienzan a desarrollar sentimientos y emociones humanas, lo que deriva en un problema para los humanos.
Toda la historia de Detroit Become Human, promete varias horas de disfrute y diversión, es un juego que es maravilloso, una de las mejores experiencias que he vivido a los mandos de una consola.
El juego, como ya mencioné en el primer párrafo, trata sobre el como la tecnología supera al hombre, volviéndolo obsoleto e inútil. Da un enfoque futurista a la realidad que vivimos hoy en día, al hecho de que somos dependientes de la tecnología.
El juego, tal cual como dice su título, tiene lugar en Detroit, Michigan, Estados Unidos. Esta ciudad da hogar a la Ford Motor Company, compañía que transformó America y el mundo en el Siglo XX – Detroit se vuelve el anfitrión de la tecnología que ha alterado la tela de la sociedad; llamada la “Androidecapital del mundo” en el juego.
En la realidad, Detroit y la región circundante constituyen un poderoso núcleo manufacturero del país, ya que en esta ciudad se encuentran los Tres Grandes de la industria automotriz estadounidense, la General Motors, Ford y Chrysler. La ciudad es un centro importante para el comercio mundial con oficinas de grandes empresas internacionales que tienen sus oficinas tanto en Detroit como en Windsor. Hay cientos de oficinas y plantas en el negocio de los artículos utilizados en la confección de los automóviles: partes, electrónica y proveedores de diseño, por lo cual me parece una magnifica decisión que el juego se lleve a cabo en Detroit, pues su núcleo manufacturero automotriz en el juego se transforma en un núcleo manufacturero de androides.
Lo cual me lleva al siguiente punto, la interpretación simbólica del juego trata sobre lo dependientes que los seres humanos son a las nuevas tecnologías, después de leer sobre el núcleo manufacturero automotriz de Detroit no puedo evitar pensar en que hay claras semejanzas entre un androide y un auto, pues bien mucha gente actualmente posee un automóvil, el automóvil en los últimos años se ha vuelto más una necesidad, que un lujo y dentro del juego, sucede lo mismo con los androides, los humanos dentro de Detroit Become Human son completamente incapaces de hacer sus vidas cotidianas sin el apoyo de un Androide, aunque también existen los humanos que odian a los androides, pues los androides han dejado a muchos humanos sin profesión o propósito, porque varias profesiones en el juego fueron en gran parte o completamente dominadas por androides, causando la bancarrota de algunos ciudadanos y que estos humanos realicen manifestaciones contra los androides. Esto si sucede en el mundo real, un ejemplo burdo es el hecho de que muchos trabajos en la grandes fábricas del mundo no son hechos por obreros si no por máquinas, ya que el trabajo de una máquina es mucho más preciso, rápido y de mejor calidad, pues en el juego, los androides no solo se encargan del trabajo en las fábricas, pues también se encargas de trabajos como lo es ser choferes de Taxis y demás trabajos.
En base en esto puedo decir que el juego tiene un enfoque realista.
Ahora bien, la interpretación simbólica que tiene el juego empieza con este mismo, pues nos da una percepción completamente empática con los androides desde de la primer secuencia.
El juego comienza con la fecha 15 de Agosto del 2038. La primera imagen que muestra nuestra pantalla es la de un hombre de cabellos castaños dándonos la espalda, lleva una chaqueta de tonos grises con un triángulo escaleno en medio de su espalda, sobre este triángulo resaltan con letras blancas la palabra ANDROID y debajo del triángulo delimitado por una cinta color negro con bordes azules de color azul neón RK800. El sujeto al que identificamos como un androide modelo RK800, va lanzando una moneda al aire para después atraparla, piso 61, marca el tablero del elevador, el androide comienza a hacer trucos con la moneda de manera fluida, lanzando la moneda de una mano a otra de forma perfecta y rápida y así continua hasta que la toma se enfoca en la parte superior de su rostro, podemos ver los ojos castaños del androide y un círculo de luz azul eléctrico adornar el lado derecho de su frente, justo en su sien derecha, el círculo parpadea, piso 70, el elevador donde se mantiene abre sus puertas y la moneda es detenida por su mano derecha en el dedo índice y medio. Una única característica del personaje, producto de su programación, que según el mismo menciona más adelante en el transcurso del juego, sirve para calibrar sus funciones físicas y cognitivas, agudizándose a si mismo para cualquier desafió.
A primera estancia debo decir que esta secuencia me hizo ver el nivel de detalle de los gráficos del juego, la fluidez con la que puedes mover al personaje es tanta y tan estilizada que solo puedo decir que es un punto a favor del juego. En mi caso soy el tipo de jugador al que le gusta verlo todo y los controles y la movilidad y la fluidez del personaje me lo hace mucho más fácil. Pero volviendo con el personaje que nos da la bienvenida al juego.
El es Connor, el androide que envía Cyberlife para ocuparse de los casos donde otros androides se vuelven divergentes o ponen en peligro a otros seres humanos. El primer de los tres personajes que nosotros como jugadores vamos a controlar.
La escena se lleva a cabo en la casa de la familia Philips, el padre, la madre de esta familia han sido asesinados por su Androide Daniel que ha tomado como rehén a la hija de la familia, siguiendo la secuencia de hechos nos damos cuenta del roll que nosotros, como jugadores del personaje, desempeñamos, Connor es el negociador, su trabajo es convencer a los androides rebeldes de entregarse a las autoridades y evitar que causen daño a los seres humanos.
Nuestro trabajo en este caso es salvar a la niña del Androide, pero para esto debemos primero buscar elementos para poder identificar la situación y saber cómo proceder, una vez cumplimos con la búsqueda, nos damos cuenta que la razón del porque el Androide ha asesinado a los dos adultos, pues estos Iban a reemplazarlo por un nuevo modelo, una traición a ojos del Androide pues él creía que era parte de la familia, cayendo en la cruda y cruel realidad de que para ellos, el no era más que un objeto.
“Creí que era parte de la familia, que yo les importaba…¡Pero solo era su juguete! Algo que tiras cuando te cansas de el.”
Una frase que es demasiado cruel y triste, al decir esto, se puede percibir claramente que Daniel demuestra sentir, miedo, desesperación, odio, rencor sentimientos que son auténticos, pues es un androide divergente que puede sentir y decidir por cuenta propia, en cambio Connor al momento de confrontar a Daniel, también muestra un lado compresivo, empático y paciente, falsos por supuesto, ya que el propósito real para emplearlas es “empatizar” y cumplir su misión a cualquier costo
Connor es además un prototipo diseñado para servir como un avanzado asistente de casos policiales que involucren Androides divergentes y es, junto a Markus y Kara, uno de los protagonistas de Detroit: Become Human.
Kara es un androide del modelo AX400 . Ella es una androide doméstica que sirve en la casa de su dueño, Todd Williams, y cuida a su hija Alice.
La conexión de Kara con la niña, desencadena que Kara se revele contra su propio sistema con tal de defenderla de su padre alcohólico y se vuelva divergente, Kara forma un lazo Madre-Hija con Alice, demostrando que una Androide puede forjar lazos afectuosos y familiares, pues ella será capaz de todo para mantener a salvo a Alice, incluso de huir con ella lejos de su hogar para formar una familia juntas.
Markus es un androide RK200, diseñado, al igual que Kara, para atender las tareas domésticas de la casa, el es un regalo de parte de Elijah Kamski para el célebre pintor Carl Manfred, a quien considera su figura paterna.
Markus es quizás el personaje principal más importante, ya que es él quien lleva a los divergentes a reclamar la libertad de todos los androides.
Es la figura mesiánica del juego, pues el personaje de Markus como tal es una referencia a Moisés, pues ambos buscan liberar a sus iguales de las cadenas que los someten al mandato de otros, Markus se vuelve también el líder de Jericó, la tierra prometida y refugio de los androides divergentes.
El simbolismo del videojuego consta en la importancia de las relaciones de los tres personajes principales.
Pues los tres protagonistas al final del juego se vuelven divergentes, Connor siendo el último en hacerlo, pues los tres deben escoger entre obedecer su programación o salvar a aquellos a los que aman.
Kara protege a Alice de su padre alcohólico, en una relación Madre – Hija.
Markus salva a Carl de su hijo drogadicto, en una relación Padre- Hijo.
Connor se vuelve el salvavidas que saca de la depresión, del alcoholismo y de las tendencias suicidas a su compañero Hank y ocupa el lugar vacío que dejo Cole, el hijo de Hank después de su fallecimiento.
El simbolismo de juego se muestra a lo largo de diversas escenas, pues la percepción que te dan son demasiado profundas que te hacen sentir estrés, desesperación y pánico. (también ayuda el hecho de que prácticamente somos nosotros los jugadores quiénes tomamos las decisiones del personaje):
Una de estas escenas es, cuando los protagonistas deben decidir entre seguir esperando a servir, esperar una orden, mantenerse inmóviles y ser pasivos o dejar de lado todo lo que son, decidir por sí mismos, actuar y luchar con tal de ayudar a sus seres queridos. Cuando se dan cuenta de que están vivos y que pueden sentir por sí mismos.
Otras de estas escenas y que son recurrentes en el juego, son cuando los protagonistas pasan cerca de alguna superficie donde sean capaces de ver su reflejo (esto es involuntario de parte del jugador.) y ellos parecen querer fijarse a su identidad, en el caso de Kara y Markus, reconocerse a sí mismos más allá de las maquinas que se supone ellos deberían ser, y formar una identidad propia.
La última, y más emocional de todas estas escenas es al final de juego, cuando Markus lidera una gran horda de androides divergentes al centro de Detroit.
Después de que Connor libera a los demás androides y los vuelve a todos divergentes y Markus habla para su gente.
-Hoy, nuestro pueblo por fin a despertado tras una larga noche… Desde el primer día de nuestra existencia, nos hemos guardado nuestro dolor. ¡Hemos sufrido en silencio, pero ha llegado el momento de levantar la cabeza y decirles a los humanos quienes somos en verdad…! ¡Nosotros estamos vivos! ¡Y ahora...! Somos libres ¡-
El rostro de los personajes tan llenos de esperanza, de alivio y felicidad es contagioso y sin duda es una buena y digna escena del juego, llena de simbolismo y emotividad que te deja un nudo en la garganta y un sentimiento de satisfacción.
En general, debo decir que Detroit Become Human, es un juego muy interesante y lleno de grandes momentos y personajes hasta cierto punto repetitivos pero empaticos y agradables, la historia está muy bien estructurada, la historia te hace sentir todo tipo de emociones, desde sentir pena, desagrado, molestia, tristeza, desesperación, alivio, gracia y felicidad, los diseños de algunos paisajes, a pesar de ser imaginarios, son agradables a la vista, las situaciones son bastante crudas y fuertes pues tratan temas como, alcoholismo, depresión y suicidio, pero también tratan escenas agradables, el argumento es cliché pero entretenido, todo esto solo logra que la trama sea aún más envolvente para el jugador, o al menos lo fue para mí. Detroit Become Human es mi tipo de juego.
El juego no es un Remake, ni un Remix, es más una apropiación de una idea que ya muchos guionistas y directores de películas han utilizado. También una reapropiacion pues el fandom a adoptado a los personajes y el argumento para hacer sus propias historias y sus fan arts
Referencias:
Do Androids Dream of Electric Sheep. (Libro)
Origami De Heavy Rain.(Juego)
Jericó. (Referencia Biblica)
David Bowie. (Diseño de personaje basado)
Chuck Clase. Pintor (Personaje basado)
Opiniones:
“Detroit explora uno de mis acertijos filosóficos favoritos: si moldea una forma de vida artificial en los diversos parámetros que la mayoría de las personas consideraría humanos, ¿tiene alma? Está a un paso de "los animales van al cielo", pero encuentro la pregunta fascinante, especialmente cuando está respaldada por décadas de literatura maravillosa y contribuciones recientes, como la serie HUM∀NS de Channel 4 UK .” Carter Chris
“Detroit es en realidad la historia de tres personas: Connor, el policía antes mencionado, Kara, una androide modelo de ama de llaves, y Markus, otro robot que es cuidador. Puede detectar el tema casi de inmediato: servicio. Los tres están en una posición menor que sus superiores, y son constantemente perseguidos en todo momento. El catalizador detrás de la meta-narrativa involucra el tropo de ciencia ficción de la "falla de Android" (llamada desviación) que hace que la creación del hombre se vuelva sensible. El libre albedrío, facilitado por usted, el jugador, es el quid de toda el alma de Detroit “….J. Carrillo.
“Detroit: Become Human , como la mayoría de los juegos de Quantic Dream, está lleno de simbolismo confuso y una chispa de esperanza en medio de su universo más interesante hasta el momento. No tiene nada nuevo que decir, pero cumple en términos de drama, hasta el punto de que comencé una segunda jugada poco después de mi primera carrera de siete horas. Es defectuoso, pero coherente, lo cual es una actualización.” Gorrof Michael.
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mermaidd420 · 4 years
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Estamos los que vivimos de noche, y están los que viven de día. El mundo está hecho casi enteramente para el segundo grupo, y los del primero… bueno, nos acomodamos.
A las seis arriba, a las ocho a la oficina, a las diez y diez los recreos, hasta las tres los bancos.
De noche no hay subtes, de noche se duerme, la noche, dicen, es para los poetas, los borrachos y los drogadictos… Los que viven de día suelen vivir más años, pero ¿viven? Los nochescos estamos destrozados por dentro. Los aburridías, también, pero lo disimulan mejor porque ellos no ahogan la tristeza con cuatro cervezas.
Ellos lloran su soledad, bien tempranito, en un baño. Y se limpian las lágrimas, bien rapidito, antes de tomarse un desayuno cargado. ¡Desayuno! ¿Qué sabemos los nochescos de desayunar? Si nos levantamos diez minutos antes de salir, con ganas de seguir durmiendo.
Los nochescos miramos las estrellas y pensamos lo chiquititos que somos en este universo cósmico, mientras los aburridías les encuentran formas a las nubes, quizás cinco minutos, antes de empezar a pensar en qué gastar el sueldo que se ganan con el tiempo que les roban. 
Los nochescos nos reímos fuerte y nos deprimimos seguido.
Los aburridías le sonríen de compromiso a un montón de gente y toman pastillas que le hacen shhh a la depresión, y que los acuestan temprano, para no cruzarse con ellos mismos. No me gustan los aburridías, no me gustan sus corbatas y sus vestidos grises, no me gustan sus jugos de naranja y su despertador. Odio profundamente sus ganas de vivir antes de las once de la mañana, y sus me voy porque mañana madrugo en el medio de una fiesta divertida en la que esa frase no es una excusa para no morir de tedio, no me gustan que no rompan reglas aunque sea una vez, odio que piensen que nunca se equivocan, y odio que no se den las horas necesarias para equivocarse. ¡Decime! ¿Qué error del carajo te podés mandar a las nueve y cuarto de la mañana? Quedate despierto hasta esa hora, y ahí sí, ahí sí que te podés mandar la cagada de tu vida. Pero no recién levantado, bañado y con olor a dentífrico.
Las anécdotas que valen la pena contar suceden entre las dos y las seis de la mañana. Y la mayor parte de las noches, no pasa nada… pero los nochescos no dormimos, porque esperamos el caos, lo deseamos, no sabemos ser sin caos. Mientras vos te comés tu tostada con queso light y mermelada, aburridía, nosotros estamos mirando un punto fijo en la pared, pensando si nuestros padres nos quisieron alguna vez, festejando que, gracias a los misterios del cuerpo humano, se llora solo por los ojos. ¡Imaginate si lloráramos con todo el cuerpo! Cada vez que estuviéramos terriblemente tristes (cosa que a los nochescos nos pasa a menudo), se inundaría la habitación, porque no dimos abasto para secarnos los ojos, los codos y las talones, llorando todos juntos a la vez. No me gustan los aburridías, me molestan, destesto con todo mi corazón sus disfrutá la mañana, sus salgamos a correr temprano, y su sentido de la responsabilidad.
No me gustan aburridías, porque nunca voy a poder ser uno de ustedes. Y ya quisiera yo no haberme enterado que mis papás no me quisieron, y ya quisiera yo no haberme equivocado tanto entre las dos y las seis de la mañana, y ya quisiera yo despertarme a ver los amaneceres, poner una música linda de fondo, sentir el frío del día en las mejillas, y encontrar que en la casa tengo tostadas y café.
Pero me consuelo, aburridías, sabiendo que existen otros nochescos. Somos un montón, y estamos desvelados en sintonía.
Me consuelo, aburridías, con la tonta fantasía de imaginar que ustedes se despiertan temprano para no soñar las cosas que a nosotros nos matan el sueño.
En el fondo, aburridías, sentimos los mismos miedos… lo único que nos hace enemigos es el horario que elegimos para no enfrentarlos. 
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elmorochodeboulogne · 4 years
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TOP 15: MEJORES PELÍCULAS DE LA HISTORIA
1- EL PADRINO (1972) Basada en la novela homónima de Mario Puzo, El Padrino llego al cine en 1972 de la mano de Francis Ford Coppola y constituye una pieza maestra. La historia de una familia ítalo-americana involucrada en la mafia de New York, situada a mediados del siglo XX, se ve maravillosamente interpretada por un elenco estelar:  Marlon Brando en su papel más recordado, la aparición de un desconocido Al Pacino  y la presencia de James Caan, Robert Duvall y Diane Keaton, entre otros. ¿Cuántas películas alcanzaron el impacto cultural de El Padrino? Ninguna ha sido tan parodiada; ninguna ostenta frases tan memorables; ninguna ha influenciado a tantos actores y directores; ninguna es tan famosa. Una verdadera oda al cine. La mejor película de jamás hecha. 2- EL PADRINO II (1974) A dos años del estreno de El Padrino, salió a la luz la mejor secuela de la historia. La película narra, paralelamente, la consolidación de Michael Corleone (Al Pacino) en el mundo de la mafia y la forma en la que su padre llega desde Italia siendo un niño y asciende al poder para luego formar La Familia Corleone. Robert De Niro, en lo que significó el primer papel importante de su carrera y por el cual ganó Oscar a mejor actor de reparto, interpretó al joven Vito. El Padrino II, al igual que su precuela, fue ganadora del Oscar a mejor película y le permitió a Coppola ganar el premio a mejor director. 3- SUEÑOS DE LIBERTAD (1994) En su debut como director cinematográfico, Frank Darabont hizo una película que fue un fracaso en taquilla, pero que con el tiempo se convirtió en un film de culto. Un exitoso banquero (Tim Robbins) es condenado a cadena perpetua por un crimen que no cometió y debe lidiar con su nueva y tortuosa vida en la cárcel, donde forja una gran relación con numerosos convictos, principalmente con un viejo y experimentado prisionero interpretado por Morgan Freeman. La película, al igual que tantas otras, está basada en una novela de Stephen King: ‘’Rita Hayworth and The Shawshank Redemption’.. 4- GOODFELLAS (1990) De no haber existido la saga de El Padrino, estaríamos en presencia de la mejor película de gangsters de la historia. Después de los éxitos de Taxi Driver (1976) y Raging Bull (1980), la sociedad Scorsesse-De Niro realizó su mejor trabajo, superando también a otros posteriores, como Cabo de Miedo (1991), Casino (1995) o El Irlandés (2019). La película está basada en hechos reales descriptos en la novela Wiseguys de Nicholas Pileggi y cuenta con la narración de su protagonista, Henry Hill (Ray Liotta), quien nos introduce de lleno en la vida de los soldados de la mafia. Escenas explicitas, drogas, violencia (Joe Pesci, un valuarte), una trama atrapante y un soundtrack fantástico, con los Rolling Stones a la cabeza. 5- PULP FICTION (1994) Quentin Tarantino en su máxima expresión: historias entrelazadas y sin orden cronológico, escenas de larga duración, planos inusuales, diálogos ingeniosos, lenguaje inapropiado,  la irónica combinación de humor con violencia y sangre y una novedosa banda sonora. Pulp Fiction se ha convertido en una verdadera película de culto y la más influyente los años 90, siendo referenciada hasta el día de hoy. El baile de Uma Thurman y John Travolta constituye una de las escenas más icónicas de la historia del cine. 6- LA LISTA DE SCHLINDER (1993) De todas las películas existentes acerca del Holocausto, la Lista de Schlinder probablemente sea la mejor. Filmada en blanco y negro, este film de Steven Spielberg cuenta, durante 195 minutos, la verídica historia de Oskar Schindler, un empresario alemán que le salva la vida a más de mil judíos durante la Segunda Guerra Mundial. El mismo es brillantemente interpretado por Liam Neeson. La película también cuenta con una gran actuación de Ben Kingsley y fue ganadora de 7 premios Oscar, entre ellos Mejor Película y Mejor Director, además de otras tantas distinciones.
7- THE STING (1973)
Difícilmente una película protagonizada por Robert Redford y Paul Newman sea un fracaso. Estos dos actores, que venían de realizar en conjunto un gran éxito a fines de la década anterior como Butch Cassidy and the Sundance Kid, (muy recomendable) de George Roy Hill, brillaron en este thriller cómico del mismo director y ganador del Oscar a mejor película. La misma tiene lugar durante la Gran Depresión estadounidense y trata sobre dos estafadores que se unen con el objetivo de llevar a cabo una tima legendaria.
8- 12 ANGRY MEN (1957)
Sin duda alguna, 12 Angry Men se ubica entre las mejores películas judiciales de la historia. Trata sobre un jurado de 12 hombres que deben juzgar a un joven acusado de homicidio. Todos se encuentran de acuerdo acerca de su culpabilidad, a excepción del personaje de Henry Fonda quien, con sus argumentos, hace dudar al resto de sus compañeros.
La película cuenta con la particularidad de que transcurre, casi en su totalidad, en una sala y muestra únicamente a 12 personas debatiendo durante poco más de una hora y media.
9- ONE FLEW OVER THE COCKOO’S NEST (1975)
La novela homónima de Ken Kesey fue adaptada de manera brillante al cine por Milos Forman, creando una comedia dramática que resultó ser una obra maestra y que arrasó en los Oscar, llevándose el premio en las 5 ternas principales: mejor película, mejor actor, mejor actriz, mejor director y mejor guion. Solamente The Silence of the Lambs, película de 1991 que me entristece no incluir en este listado, logró igualar esta hazaña.
Jack Nicholson interpreta a Randall Mc Murphy, un rebelde delincuente que, a pesar de no tener una enfermedad mental, es enviado a un hospital psiquiátrico, en el cual conoce al resto de los pacientes, revoluciona el establecimiento y encarna una rivalidad con una enfermera que se convierte en la antagonista de la historia.
One Flew Over the Cockoo’s Nest cuenta además con grandes actores de reparto como Louis Fletcher, Danny De Vito y Christopher Lloyd y con un joven Michael Douglas en la producción.
10- EL BUENO, EL MALO Y EL FEO (1966)
El combo cowboys, Sergio Leone y Clint Eastwood es sinónimo de éxito. Leone, el director italiano rey del spaghetti western se fusionó, una vez más, con Eastwood, uno de los  referentes de este genero e hicieron una de las grandes películas de todos los tiempos.
El bueno, el malo y el feo es la última película de la llamada ‘Trilogía del dólar’’. Está ambientada en el Viejo Oeste y su trama gira en torno a un cazarrecompensas, un asesino a sueldo y un ladrón que luchan por encontrar un tesoro durante la Guerra de Secesión estadounidense.
La banda sonora esta a cargo de Ennio Morricone, probablemente el más prestigioso compositor que tiene el cine.
11- LA NARANJA MECANICA (1971)
La exitosa novela de Anthony Burgess llegó al cine de la mano de Stanley Kubrick y generó muchísima controversia por su extrema violencia.
La Naranja Mecánica es una película de ciencia ficción que esta contextualizada en un futuro no muy lejano y relata las aventuras de Alex De Large, un joven interpretado por Malcom Mc Dowell, cuyas aficiones son la violencia, el sexo y la música clásica y que sale a la calle con su pandilla, los denominados drugos, a realizar actos de vandalismo, robando, golpeando gente y violando mujeres. El lenguaje utilizado es el nadsat, una jerga adolescente ficticia que combina varios idiomas y que constituye uno de los tantos factores que generan que podamos calificar a esta película como bizarra.
El film fue censurado en muchos países por sus escenas explicitas, su apología a la violencia y su mala influencia para la juventud de aquellos días.
Sin embargo, se ha convertido en una película de culto y ha sido referenciada en múltiples ocasiones en series, películas y programas televisivos. Incluso llegó al deporte: la selección de futbol de Holanda de Rinus Michel, considerada uno de los mejores equipos de la historia, fue apodada y es conocida con el nombre de La Naranja Mecánica, por el color de la camiseta y la forma de jugar.
12- SCARFACE (1983)
Scarface, dirigida por Brian De Palma y ambientada en los años 80, narra el ascenso y caída de Tony Montana, un cubano que escapa del régimen de Fidel Castro y se refugia en Miami, convirtiéndose en el amo y señor del mundo del narcotráfico.
Montana, un drogadicto de fuerte carácter que intenta llevarse el mundo por delante y crea un imperio de cocaína, es uno de los mejores papeles de Al Pacino, convirtiéndose en uno de los mejores y más famosos personajes de la historia del cine.
Como actores de reparto encontramos a Steven Bauer como ‘’socio’’ de Tony Montana y a una muy joven Michelle Pfeiffer, que interpretó a la mujer de Tony ya se perfilaba como una de las mujeres más lindas de la historia.
12 + 1- SEVEN (1995)
Un viejo detective que está a punto de retirarse y es interpretado por Morgan Freeman es el encargado, junto con un joven colega representado por Brad Pitt, de encontrar a un asesino suelto en las calles de New York. Kevin Spacey personifica al homicida, que comete sus crímenes basándose en los siete pecados capitales.
Este thriller de David Fincher sea quizás la primera y mejor de todas las obras basadas en un ‘’criminal intelectual’’, que mata siguiendo un patrón y dejando pistas intencionalmente, generando así una especie de juego con aquellos que intentan atraparlo.
14- FORREST GUMP (1994)
Después de su aclamada saga de Volver al Futuro, Robert Zemeckis realiza su mejor obra, la cual le permitió ganar el Oscar a mejor director.
Basada en la novela homónima de Winston Groom, Forrest Gump, dueña del Oscar a Mejor Película del año 1994, narra la vida de un discapacitado mental interpretado Tom Hanks durante varias décadas en las cuales es testigo de muchos eventos trascendentes de la historia estadounidense del siglo XX.
Esta película le permitió a Hanks ganar su segundo Oscar consecutivo a mejor actor, luego obtenerlo en 1993 por su labor en Philadelphia.
15- LOS INFILTRADOS (2006)
Muchos no coincidirán con que este es el segundo mejor trabajo de Martin Scorsesse, pero quien escribe tiene una particular debilidad por esta obra.
Los Infiltrados es una remake de una película china llamada ‘’Infernal Affairs’’ y tiene la esencia de las películas mafiosas de este director pero adaptadas al siglo XXI.
Narra la historia de un policía de Boston que se infiltra en una de las organizaciones mafiosas más importantes de Estados Unidos, la cual al mismo tiempo tiene un infiltrado en la policía de Massachusetts.
Dueña de un atrapante final, el film ganó, entre otros, el Oscar a mejor película y mejor director y ostenta un elenco estelar: Leonardo Di Caprio, Jack Nicholson, Matt Damon, Martin Sheen y Mark Whalberg, entre otros.
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fandom-mixt · 4 years
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nota 1
Una cosa que nos hiere demasiado es ver que una persona que amas se destruye así misma, hoy en día esta muy de moda que publiques una foto ebrio o drogado, parece que eso ahora es lo que mas llama la atención de las personas, pero afortunadamente aun hay personas como nosotros donde no necesitamos de drogarnos o embriagarnos para que a una persona le interesemos, tan solo con tener gustos o experiencias en común basta para que ya tengas un vinculo fuerte con esta, pero no se compara perder a una persona a verla morirse en vida esas son cosas muy diferentes.
Es todo un proceso:
*Cuando la persona muere en vida, ejemplo; con el tema de las drogas
imagina que tu crush platónico (o el amor de tu vida) rechaza tu amor por un motivo X, pero lo amas y ves que se hace daño así mismo con cualquier tipo de droga, no puedes hacer nada por el, ya que varios expertos dicen que no puedes ayudar a un drogadicto si el no se deja ayudar, como quien dice tienes que esperar a que pida tu ayuda, y tu... con la esperanza de que llegue pidiendo tu ayuda, pasa el tiempo y entonces llegamos a la mas grande consecuencia de esta situación...
*Cuando la persona pierde la vida, ejemplo; consecuencia de la adicciones
piensa que llevas tiempo esperando a que se acerque a pedirte socorro, pero no sucede y entonces llega el trágico día... estas sol@ en casa y recibes una llamada, de quien es tu mejor amig@, diciéndote que a alguien le había dado la catástrofe noticia, esperas que no sea lo que tu piensas, pero una voz en ti te dice que es eso... en la otra linea te explican las causas y a ti cada vez mas se te estruja el corazón hasta que finalmente llega a la frase que termina por destrozarte “murió, lo siento”, sientes como tu vista se nubla, cuelgas diciendo “gracias por decirme” y te derrumbas en el suelo, culpándote por no hacer nada mas, pero a la vez lamentándote de no haber podido haber estado mas con esa persona, al día siguiente vas al funeral y sientes como un nudo se te hace en la garganta al verlo en el ataúd, lo o la vez por ultima vez, le pides perdón pero a la vez una explicación de por que, te vas y esa persona ya jamas volvió...
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vikenavarro · 5 years
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Roland Blum y la tercera temporada The Good Fight.
Me decidí a escribir esto por dos motivos, estoy ayudando a una chica a hacer un video, mi tarea es recolectar audios tanto de David Tennat como de Michael Sheen, y aparte comencé un maratón de peliculas y series de Michael, y aqui me tienen, todavía un poco impactada por lo que acabo de ver
The Good Fight es una serie que se desprende de otra llamada The Good Wife. Lleva dos temporadas al aire y es producida por CBS, pueden encontrarla en la plataforma de Amazon Prime. A grandes rasgos la serie versa sobre nuestra protagonista, Diane Lockhart (Christine Baranski), quien es socia mayoritaria del bufete de abogados Reddick, Boseman and Lockhart, un bufete mas o menos importante de Chicago. Esta Tercera temporada consta de 10 capítulos, y ya para el tercero estaba un poco indecisa si seguir viéndola o no.
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Comencé la serie sin ver ni un solo episodio de las dos temporadas anteriores y menos de The Good Wife; si por pura curiosidad quieres verla puedo decir que si se entiende, pero habrá momentos en los que creas que te falta algo.  
No es que no me gusten las películas o series sobre política (podría citar Borgen o The Politician's Husband) pero cuando hablan demasiado sobre moral y rectitud, me siento fuera de lugar, y The Good Fight tiene mucho de eso, y claro muchos chistes locales que no vas a entender si no estas familiarizado con las noticias de EU (no mentiré, busqué en Google varias veces cuando no entendía algo). Entre el “el deber ser”, el patriotismo y la sátira se encuentra también una animadversión sobre Donald Trum, Diane es su máxima detractora, su odio lo transpira por los poros (hasta tiene un monologo chistoso)... pero es que tanta pulcritud asusta...
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Y esta nota editorial no trata del todo sobre la serie, es sobre el personaje de Michael Sheen. Lo único que si me había leído eran los memes y las reseñas sobre Roland Blum... El fandom de The Good Fight lo odia, lo detestan y no, no lo quieren ahí.
Roland es otro abogado de Nueva York, famoso por sus practicas deshonestas pero efectivas; un abogado que incidentalmente tienen que aguantar en el bufete. Y como Diane es nuestra protagonista tiene dos a tres interacciones fuertes con él... interacciones bastante forzadas justificando el por qué esta ahi, tanto en el bufete como en la serie. Y digo forzadas porque pareciera que la misma Christine lo detesta (y no me refiero a Blum, sino a Michael). Blum no calza en la serie, y se nota, y juro que por eso estuve a punto de abandonar y decir, mierda, qué estoy viendo... hasta que llegamos al otro personaje; Maia Rindell.
y luego a mitad de temporada Roland Blum decreta esta frase: ACÉPTALO, ME QUIERES AQUÍ casi creo que escuché los gritos de las señoras diciendo no...
Roland Blum es todo lo que pudieses detestar en un hombre: borracho, drogadicto, mal hablado, déspota, de moral flexible, y bastante mucho muy misógino... o tal vez no tanto. Es el tipo de abogado que llamas para que te saque del apuro si mataste a alguien. y esa es la razón por la que entra en la vida de Diane y Maia quienes aparentemente son muy unidas (la verdad no quisiera ver la serie solo por ese dato, perdón jeje) Maia al entrar en escena nos la muestran super comprometida en el trabajo, algo noble y tímida, pero venida a menos por culpa de su padre quien esta purgando condena en la cárcel (por fraude). En un principio Blum es reticente a su ayuda, hasta que sabe quién es Maia, o su apellido en todo caso... Maia, quien es interpretada por Rose Leslie salva de que yo abandone de ver la serie, por una escena donde nos muestra una confrontación con Michael Sheen de alto nivel actoral, estoy segura que quedó en una sola toma.
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Por una u otra razón Maia ha quedado sola y separada del bufete. Diane tiene tantos problemas que la ha dejado de lado ¡vaya que si se siente traicionada! Sale de escena y los capítulos se llenan de tópicos bien incómodos: extorsión, equidad de genero, racismo, migración, terrorismo, Trump, China...
Y yo aquí no entiendo de veras... pensé que se iban a deshacer de Michael Sheen... pero no, porque la química es casi, casi celestial entre estos dos personajes: Maia y Blum se entienden (o Maia entiende el dinero), y aquí comprendemos un poco a Blum; él estaba en Chicago buscado un lugar donde asentarse, sabiéndose todo desagradable entiende que tarde o temprano necesitara ayuda (dirán en mi pueblo: buscando chingar y que no le chinguen), y de cierta forma siente debilidad (no encontré otro adjetivo) por las mujeres fuertes y con autoridad como Diane o ahora Maia a la que él le ve potencial. Y al pasarle una desgracia, Blum ha buscado su auxilio...
No conforme con todos los enormes problemas morales, laborales y familiares que Diane arrastra ahora tiene tras de si a otro nuevo bufete que grita venganza...
Así que, mis queridos lectores, The Good Fight ha confirmado una 4 temporada a la que espero con bastante alegría y con los brazos abiertos, porque aparte del poderosísimo final con el que ha cerrado, sé que se desharán de Blum, tarde o temprano lo harán y yo también quiero verlo caer, pero les aseguro que Maia Rindell no lo hará, por supuesto que no. De mi se acuerdan: han creado un monstruo.
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