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votontam · 2 years

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DEFINICIÓN DEL TIPO DE DESARROLLO, LA PRIMERA OPCIÓN ESTRATÉGICA DEL SUR GLOBAL

“La tristeza del pueblo es como un barco que no llega a destino” (Anonimo)

En mi último artículo consideraba las condiciones favorables que se dan para el diseño y despliegue de estrategias de inserción global por parte de países del Sur Global, en un contexto internacional signado por la irrupción de la multipolaridad, fundamentalmente como consecuencia del conflicto en Ucrania1.

Continuo en el presente escrito dicha línea de análisis, con el objetivo de profundizar las consideraciones sobre las variables de poder en dicha dinámica, con especial atención en la reafirmación de la nueva coyuntura global que se abre con la definición de “líneas rojas” entre los Estados Unidos y China en torno al conflicto de Taiwán. En tal sentido, me referiré en particular al choque de valores que subyace en dicho conflicto y analizaré principalmente cómo dicho factor axiológico constituye a su vez la base cimentadora sobre la que construir resiliencia en el sur global, particularmente en el espacio civilizacional sudamericano, como condición para la aplicación efectiva de cualquier estrategia de relacionamiento con actores globales.

En el contexto internacional se ha agudizado durante el último mes la polarización ya en estado de tensión máxima con el conflicto en Ucrania, sobre el que he dedicado una secuencia de artículos en este blog2. Ello debido a una serie de visitas de alto nivel por parte de legisladores de los Estados Unidos a Taiwán, principalmente la encabezada por la Presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, lo que se circunscribe en la política de dualidad estratégica de dicho país hacia China con relación a Taiwán3. La incertidumbre estratégica que tal hecho produce en China sobre un eventual acción violatoria de la política de “Una sola China” por parte de los EEUU acrecienta los riesgos de un conflicto entre las dos principales economías del mundo, cuya primera línea de choque sería Taiwán y potencialmente podría involucrar un arco de potencias asiáticas aliadas de los EE.UU, principalmente Japón y Corea y hasta Australia4.

Un posible escalamiento militar de ese tipo, producto de errores de cálculo ante una eventual reacción bélica de China5 consecuencia de una desmedida tirantez por provocaciones de los EEUU en lo que consideraría una estrategia adecuada para mantener la paz y estabilidad en dicha región, desencadenaría en el plano militar un enfrenamiento que ya se dá en otros ámbitos. Es así como en la última década, durante la presidencia de Donad Trump se dio inicio a una guerra comercial y tecnológica contra China, lo que tuvo continuidad con Biden, sumándole un enfrentamiento financiero, con relación al sistema SWIFT, y últimamente el choque político con la mencionada visita6. Dichos hechos se relacionan con un progresivo desacople de los EEUU con relación a China, cuyo punto de máxima aspiración es cortar la dependencia de los semiconductores producidos en Taiwán, que cubriría un 90% de la demanda global. La India, con históricas hipotésis de conflicto con China ha seguido igual tendencia. China hace lo propio y promueve activamente la producción local de tecnologías claves, según la política “Made in China 2025”, previa a la elección de Trump7.

Creciente presencia China en el comercio internacional global. Fuente: The Economist

El posicionamiento de los EEUU y sus aliados asiáticos con relación a China no se relaciona exclusivamente ante la posible “invasión” de China a Taiwán, hecho que desde ese país considerarían más asequible y próximo a partir de las acciones militares rusas en Ucrania8. Principalmente dicha agudización en la confrontación se vincula con la creciente competencia china en todas las dimensiones de sus atributos de poder como potencia regional y mundial. De este modo, las alertas se han activado con más intensidad al observarse el cambio de China en sus estrategias de desarrollo internacional, pasando de un enfoque bilateral a otro multilateral. Esto ha permitido al país asiático construir una considerable influencia mundial a través de organizaciones internacionales, al mismo tiempo que lanzando iniciativas de infraestructura y comunicación, con una fuerte componente financiero, como la Nueva Ruta de la Seda y el Banco Asiático de Inversiones en Infraestructura, que se complementa con el camino chino para la nueva Iniciativa de Desarrollo Global (GDI-Global Development Iniative-)9

Este último tal como está concebido constituiría un desafío a los paradigmas de desarrollo occidentales y una reafirmación de una nueva dimensión que se abre con la irrupción del multipolarismo en la arena internacional. La promoción de un enfoque del desarrollo independiente y hasta opuesta a la occidental combinada con la proyección de factores de poder suave (soft power) proyecta el interés chino a liderar espacios de gobernanza global a través de la GDI.

Nueva Ruta de la Seda en su concepción original10. Actualmente se han sumado más países del sur global, principalmente de América Latina, a esta inmensa red de relacionamiento y desarrollo.

El componente axiológico está presente en estos debates y agendas promovidas por China y Occidente, donde la visión de derechos humanos y de los paradigmas sobre formas de gobierno legítimas y aceptables como democráticas se contradicen y tienen puntos de oposición más álgidos y manifiestos en sectores transversales a las diversas dimensiones del quehacer social y político, como la gobernanza de Internet. Asimismo, la posición china de considerar el desarrollo económico como un derecho humano en sí mismo, precedente a los otros derechos, plantea una seria disyuntiva con relación al posicionamiento occidental. Misma situación se repite en los modelos económicos de desarrollo económico que priorizan el ahorro, más ligado a la idiosincracia oriental, con relación a aquellos donde el componente consumo es mas importante. Estos debates no son nuevos y mantienen una vigencia cíclica y manifiestan cómo los intereses geopolíticos y económicos se combinan con la cuestión valorativa-cultural, de carácter pre-ideológica y pre-política en la definición de los paradigmas dominantes de la gobernanza global.

Al observar la proyección china y las disputas poder con Occidente por influencias geopolíticas y económicas, se abren posibilidades para América Latina, al ser un reservorio estratégico de recursos naturales y humanos, de los que el resto del mundo tiene demandas insatisfechas, lo que quedó en evidencia tanto con la pandemia del COVID-19 como con el conflicto en Ucrania, según hemos considerado en este blog11. La voluntad declarada de la Unión Europea de no ceder más espacios de relacionamiento frente a China en esta parte del mundo se suma a la tradicional influencia y espacio de poder de los Estados Unidos. Frente a esto, América Latina tiene el potencial de articular una estrategia negociadora a tres puntas que le permita obtener mayores transferencias de tecnologías, apoyo financiero para desarrollo sustentable, cooperación en la lucha contra el crimen organizado, mecanismos facilitadores para disminuir los índices de pobreza y mayores beneficios que permitan a esta región un desarrollo más autónomo12 y armónico con sus recursos estratégicos alimentarios, energéticos y minerales.

Sin embargo, la situación actual en América Latina13 sigue dejando a esta región al margen de los circuitos de desarrollo internacional. De este modo, hasta el objetivo de incorporación a espacios de representatividad multipolar tales como el BRICS queda a merced de la resolución de “nodos” regionales14 , en los que las disfuncionalidades sistémicas muestran el riesgo real de dejar a esta región en condiciones de dependencia y subdesarrollo permanente, ya sea en un mundo con relaciones de poder bipolar (Guerra Fría), unipolar (post-Guerra Fría) o multipolar (espacio que se abre actualmente).

En este blog se consideró en una serie de artículos15 la relevancia del factor cultural estratégico en la toma de decisión política para superar las amenazas de fragmentación tanto hacia dentro de los países de Sudamérica, como en el conjunto de este espacio civilizacional. Asimismo, se consideró como el elemento territorial recobra su fuerza y vitalidad en una globalización en crisis, en la que las demandas insatisfechas de la sociedad civil han resultado en descensos alarmantes en los índices de legimitidad de ejercicio de los gobiernos democráticos de gran parte de los países del mundo, aún más en regiones con menor desarrollo, como América Latina16.

De este modo, si se toma el caso del triunfo de partidos de izquierda o centro-izquierda en América Latina en las últimas elecciones, se observa que progresivamente ya no es tan significativo que sean izquierdas o derechas17, sino que lo está en evaluación es la aceptación de la sociedad civil y la legitimidad que logren los gobiernos en el ejercicio del poder, de tal modo que se respete la institucionalidad y los derechos individuales, civiles y políticos, al mismo tiempo que se promueva el desarrollo económico equitativo. Además de dicha institucionalidad no deja de ser un dato clave el control del Estado Profundo en estos países para generar las condiciones de superación del subdesarrollo y dependencia estructurales. Afín a tales consideraciones son los sistemas de representación política y generación de consensos de base para que efectivamente la necesidad de las comunidades de base, en un territorio determinado y con valores culturales específicos tengan canales adecuados de expresión y ejercicio político.

Del mismo modo, se observa que un excesivo politicismo y consiguiente desplazamiento de la economía desemboca finalmente en crisis económico-sociales que terminan afectando la política. En tal sentido, la izquierda ha tenido un cambio profundo que la ha llevado de un fuerte economicismo a la posición contraria18, donde el debate de la cuestión económica se ha teñido o desdibujado o visto desplazado por otras “prioridades”, donde la cuestión de los valores, sean vinculados al cambio climático, a derechos de minorías o a aspectos de la resiliencia social han llevado la delantera. Esta evolución por un lado seguiría una corriente en apariencia anti-globalizante, principalmente por la cuestión climática y de resiliencia social, aunque en realidad, en conjunto tiene como consecuencia la promoción de una uniformidad de pensamiento y anclaje en valores determinados que llevan a convertirse en hegemónicos. Pero, el debilitamiento del debate económico afecta toda la estructura socio-política y afecta la legitimidad de ejercicio.

Igualmente, si se considera el factor tecnológico, en particular emergencia en la época actual de revolución digital, de Industria 4.0, economías circulares, Inteligencia Artificial, Internet de la Cosas, Blockchain y robótica, se observa que, si bien moldean y potencian la economía en las que son incorporados, su efecto es mucho más profundo. Alteran derechos ciudadanos fundamentales, influyen modos de organización social, generan nuevos modos de expresión socio-políticos y hasta cambian estados de conciencia. Un poder tal es generado por actores específicos, sean individuos, corporaciones, organizaciones, Estados o academias y, como tal, están cargados de una intencionalidad y orientación valorativa cultural.

Desde el punto de vista de la política exterior y la estrategia y seguridad, en anterior artículo se tomó el caso de la India, como un arquetipo político de un Estado revisionista, a favor de un esquema de ordenamiento internacional multipolar, con condiciones para la toma de decisión de políticas con alto grado de autonomía, lo que le produce beneficios de su tradicional alianza con Rusia, al mismo tiempo que mantiene una creciente y amplia relación los EE.UU. 19. Esta orientación tiene igualmente un sustrato axiológico y hunde sus raíces en la historia de la India y se corresponde con similar orientación hacia una neutralidad estratégica por parte de la mayoría de los países del sur y Sudeste de Asia20.

Traje a colación las variantes y fuerzas que considero se mueven detrás de los factores económico, tecnológico y estratégico-geopolítico para enfatizar cómo en todos ellos es clave el factor axiológico-cultural, que ponderado por el decisor político es el que cimenta las opciones de un país y región, como podría ser Sudamérica. Ello se corresponde con opciones de fondo que se vinculan con consensos sociales de base, liberados de andamiajes ideológicos y afines a las necesidades y valores idiosincráticos de un pueblo.

Si se reconoce que tener una voz en la nueva multipolaridad es funcional a una integración regional más profunda y que aún dicha posibilidad suena remota21, entonces la opción no es lo que se ha intentado, sino la promoción de mecanismos representativos para un decisión política que favorezca un diálogo cultural estratégico. Dicho ámbito institucional haría posible que desde las bases se diluciden las orientaciones de tipo de desarrollo económico , tecnológico y geopolíticas adecuadas para esta región.

RAPA.

29/08/2022

1https://buenosynuevosaires.blogspot.com/2022/07/la-debilidad-en-el-sur-global.html

2https://buenosynuevosaires.blogspot.com/2022/05/el-conflicto-en-ucrania-y-la.html

3https://valdaiclub.com/a/highlights/taiwan-is-the-threat-of-a-military-conflict/

4Global-times-china. “NATO Summit to invite four Asian nations eyeing Asian expansion; alliance may further be fragmented, even face demise”. Zhang Hui. China. 23/06/2022.

5https://www.wsj.com/articles/chinas-calibrated-exercises-around-taiwan-seek-to-find-new-equilibrium-11660658639

6https://www.perfil.com/noticias/opinion/taiwan-otra-guerra.phtml

7GIDEON RACHMAN: “The enemies of globalisation are circling”. Financial Times. Reino Unido. 29/08/2022.

8“La guerra en Ucrania ha provocado que China se replantee ‘cuándo y cómo’ invadir Taiwán, según la CIA”. El País. España. 21/07/2022.

9https://www.atlanticcouncil.org/blogs/new-atlanticist/theres-more-to-chinas-new-global-development-initiative-than-meets-the-eye/

10https://elpais.com/economia/2018/11/30/actualidad/1543600537_893651.html

11https://buenosynuevosaires.blogspot.com/2022/06/hacia-una-configuracion-de-poder-en-el.html

12https://www.clarin.com/opinion/autonomia-politica-exterior_0_eEDqTAwVU2.html

13https://www.infobae.com/america/opinion/2022/08/25/el-crimen-avanza-mientras-el-estado-retrocede/; https://www.ft.com/content/cd9d4d72-1266-4441-81e0-6259cba864ae; https://www.infobae.com/america/america-latina/2022/08/20/la-tormenta-perfecta-de-america-latina/

14https://valdaiclub.com/a/highlights/brics-political-and-geopolitical-challenges/

15https://buenosynuevosaires.blogspot.com/2021/09/nuestras-crisis-estructurales-y.html

16https://buenosynuevosaires.blogspot.com/2021/11/el-ordenamiento-territorial-en-la.html

17https://www.atlanticcouncil.org/blogs/new-atlanticist/colombias-first-leftist-president-is-taking-office-what-should-the-us-expect-from-him/

18https://nuso.org/articulo/izquierda-economia-america-latina/

19https://buenosynuevosaires.blogspot.com/2022/07/la-debilidad-en-el-sur-global.html

20https://valdaiclub.com/a/highlights/confrontation-in-europe-and-a-breakthrough/

21FELIX PEÑA: “La integración económica de América del Sur y sus posibles desarrollos”. La Nación. Argentina. 18/08/2022.

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