Me gustas como para darte una noche de buenos besos, o buscar un escondite donde nos podamos deleitar con tragos de labios, suspiros y aliento vuelto deseo.
Caigo en la atracción de ti, de tu boca, de tus dulces ósculos y la bella tentación que provocas cuando te siento a un respiro de mi boca. Y es ella la que me lleva al placer, a la sensación de levitar más allá de la tierra y sobrevolar el cielo azul.
De pronto dejas de buscar gente , dejas de tirar cariño , dejas que la vida fluya con quienes quieren estar a tu lado , es tan simple el amor , que él se da solo , no lo llama nadie , no lo somete nada , él llega donde hay armonía , donde hay paz, donde hay sinceridad y respeto .
El ex ministro estaba enfermo, tan grave que estaba en aislamiento. Nunca salió la noticia, con mis padres especulamos que no querían que se supiera, por eso me aguanto de decir su nombre: por miedo a sus represalias, porque respeto no le tengo en lo más mínimo.
Hablo de mis padres en plural porque mi padre estaba vivo, internado en la habitación contigua, así fue que me enteré de este suceso, que a todxs nos llamó la atención.
Me asombró la pluralidad social de los internados, porque además del ex ministro (clase ultraaltísima) y la de mi padre (clase media aunque Joe ya casi me convenció de que solo existen clase alta y baja), el compañero de habitación de mi padre era un viejito que vivía en la calle. Tampoco diré su nombre pero esta vez sí, por respeto.
Lo encontraron muy maltrecho en la vía pública, tenía documentación vencida pero gracias a eso descubrieron que aquél hombre cobraba jubilación mensual y era socio de la misma mutualista que el ex ministro y que mi padre. Aquél anciano no estaba enfermo, simplemente tenía problemas de salud por vivir en la calle. Lo internaron, se recuperó plenamente, y jamás se fue de la institución, porque cada persona que trabaja en ese centro de salud y que tuvo contacto con él le amó al instante. Así que desde abril de este año aquél hombre vive en esa habitación del sanatorio, hasta que le encuentren familiares o un lugar mejor donde pueda quedarse o al menos un pantalón porque la última vez que lo vimos seguía en ropa interior. Está internado a escondidas de los mandos superiores, gracias a una conspiración a su favor de mandos medios y subalternos. Fue la mejor compañía que pudo tener mi padre en sus últimos días de vida, porque por fortuna el ex ministro se trasladó a las 48hs de llegar, de lo contrario seguro mi padre se moría del disgusto bastante antes que del infarto.
El otro viejo nunca se enteró de ningún ex ministro, pero se quejó cuando se llevaron a mi padre a cuidados intensivos, gritó: “¿Por qué la gente buena nunca se queda?”