#pero también una de sus sutilezas más profundas

[mis5citasfavoritas]

Mis #5 de "Sobre héroes y tumbas"

#1-Siempre es levemente siniestro volver a los lugares que han sido testigos de un instante de perfección. #2-Una de las trágicas precariedades del espíritu #pero también una de sus sutilezas más profundas #era su imposibilidad de ser sino mediante la carne. #3-Él había suspirado entonces y ella le había dicho -qué-. Y él le había respondido -nada- #como respondemos cuando estamos pensando -todo-. #4-Nunca se sabe #hasta el final #si lo que un día cualquiera nos sucede es historia o simple contingencia #si es todo (por trivial que parezca) o es nada (por doloroso que sea). #5-El amor verdadero no era precisamente uno de esos absolutos; #la calidad del amor que hay entre dos seres que se quieren cambia de un instante a otro #haciéndose de pronto sublime #bajando luego hasta la trivialidad #convirtiéndose más tarde en algo afectuoso y cómodo #para repentinamente convertirse en un odio trágico o destructivo.

[bitacoradeunadialover]

Compartir la vida || Volumen I

Shu Sakamaki

El cómo te mira cuando estás haciendo cualquier cosa, por más simple que sea: cocinando, leyendo, durmiendo. Él siempre te mira con esa mirada impasible y profunda, como si sus ojos fueran un abismo en el que ya has caído. "Voy a vigilar cada cosa que hagas", dicen sus ojos, "Voy a vigilar que nadie te toque", eso es lo que dicen.

El cómo te toma de la mano con inusitada sutileza, tal si estuvieras hecha del más fino de los cristales. Pero esa mano es cadena y en ese acto tan aparentemente ordinario e inocente hay posesión. "No dejaré que te alejes de mi lado", dice esa acción, "Nunca jamás te dejaré ir", eso es lo que dice.

El cómo se mantiene en silencio, porque su silencio parece callar al universo entero como si fuera un ente capaz de enmudecer a voluntad sólo con su presencia y aura índiga. Incluso puede callarte cuando quiere sólo con su mirada oceánica, con una imperceptible mueca, con el más ligero toque. Incluso puede dejarte muda con un beso. "Sé exactamente cómo hacer que hagas lo que quiero", dice ese beso, "Y también exactamente lo que quieres que te haga", eso dice.

El cómo escucha, porque a pesar de que guarda silencio y parece absorto en su pequeño universo de música y soledad, él realmente está escuchando cada palabra que dices, cada murmullo y suspiro; y lo guardará en su mente para recordarlo siempre. “Quiero saber todo de ti”, afirma internamente, “Nunca me ocultes nada”, eso dice.

¿Tiene sentido el haberse replanteado cada una de sus acciones como si fuesen alguna clase de indicio sobre lo que siente? No realmente. Y pese a que continúes haciéndolo tal si se tratase de una simple rutina adquirida o mera costumbre, has asimilado el hecho de que jamás lograrás per intero entenderlo y comprenderlo. Y por alguna extraña razón, el aceptar tu poco discernimiento sobre su conducta y pensar significó que habías logrado entender todo por completo. Son seres distintos después de todo, con distinta cultura, distinta filosofía y distinta noción de la existencia y la realidad. Distinto parámetro del tiempo; distinta vida.

Lo has aceptado a él y a todos sus procesos. A él y a todas sus facetas (malas y buenas) tal como él lo ha hecho contigo. Y está bien si ninguno puede exponer en palabras concretas ciertas cosas. A veces, en ocasiones específicas, no hay necesidad de hablar. El silencio, —las pequeñas acciones cotidianas como lo es un simple beso— bastan para decirlo todo.

Las imágenes no son de mi autoría, créditos a sus respectivos creadores.

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[byaguscortes]

Yo reclamo justicia.

La lluvia no me molesta. La noche no me molesta. El frío no me molesta.

— ¿Qué haces aquí?

Lo que me angustia, lo que no me deja dormir por la noche, por lo que hierve de ansia cada célula de mi cuerpo es la injusticia. Lo que me impide abandonarme del todo. Lo que exije que gaste la noche en vela, apostado con un arma. Esperando.

— No es necesario todo esto, ve a casa a descansar.

El mal es una tarea necesariamente colectiva. Y es que para hacer el mal se necesita un esfuerzo común. Cualquier crimen es imposible para un hombre solo. Es raro que una persona sojuzgue a otra sin ayuda. Se necesita un esfuerzo colectivo, muchas complicidades, con el que debilitar a la víctima gradualmente hasta que el culpable finalmente actúa. Por eso, el mal es tan resistente y ubicuo a pesar de sus evidentes inconvenientes (junto a sus innegables ventajas): es porque el mal siempre exige cómplices. Su naturaleza es infecciosa.

Yo decidí que atajaría tal infección.

—Mi niño perdido. Vuelve a casa, olvida esta locura, no es necesario todo esto.

Por el contrario, el bien es una labor solitaria: no se necesita más que un alegre despreocupado que ponga un billete en el bolsillo de un mendigo mientras este duerme, por así decirlo. O bien, alguien que se alce y diga no a una exigencia intolerable. Si en esta ciudad corrupta, si en esta ciudad podrida hasta su alma, hedionda, habitada por muertos vivientes que no les importa ser cómplices, si en cada calle hubiera habido uno, un único valiente que hubiese dicho no. Una persona que hubiese plantado cara, que hubiese arriesgado su vida, si hubiese sido así, entonces el mal no se hubiese extendido con esa descarada rapidez. Hubiese existido esperanza.

No puedo pensar en mi familia. En su ausencia. No debo pensar. No debo. Todo ese peso amenaza con estallarme en el pecho, en la cabeza, no, no. No es el momento. No ahora.

— Si consiguieses dormir una noche… mi pobre niño…

Uno pensaría que no hay salida. Que el mundo está definitivamente perdido, y el bien ha quedado para los museos. Que estamos arruinados. Pero aún hay esperanza de redención. Lo comprendí una noche, como hoy. En la que era imposible creer que pudiera amanecer y la oscuridad simplemente continuaría por siempre.

Ocurre con los que se consideran justos que fácilmente perciben el bien y el mal pues su óptica está deteriorada y solo ven dos colores sin solución de continuidad entre ellos. Es fácil entonces escoger y rechazar. No nos tienta lo que nos repugna y por ello no hay verdadera elección libre en ellos sino que un automatismo rígido sustituye a cualquier deliberación moral profunda. Por ello fácilmente se convierten en herramientas del mal sin saberlo. Eso es así porque este utiliza en su provecho los actos que la gente realiza persiguiendo el bien y esa es la razón secreta por la que los justos combaten de cuanto en cuando, sin saberlo y sin mérito, en las tropas del mal. Pero entonces comprendí, y esta fue la clave que me iluminó de esperanza y me aterró a la vez, que el bien también utiliza el mal para sus fines. Esta es una sutileza que queda oculta a la mirada de los justos.

— Es el dolor, es el agotamiento… si pudieses descansar lo verías diferente.

El justo se indigna y no distingue cuando alguien malo ejecuta el mal y cuando alguien bueno se fuerza al mal para que el bien triunfe. Son situaciones indistinguibles para él. Y es esta deficiencia óptica lo que me impide cualquier traza de simpatía por esa figura. Para él no existe la figura del sacrificio ni del mártir. El mártir participa del bien pero comprende que está a veces hermanado del mal. Sin embargo, este, al contrario que el justo, posee una óptica moral perfecta. No se engaña acerca del asunto: el acto malvado es malo. Ninguna justificación borrará esa mancha. Y esta es la razón por la que su acto es un sacrificio. Con su participación del mal se convierte en un monstruo y al mismo tiempo que permite a su comunidad alcanzar el bien, se enajena de ella.

—No, no, solo estás cansado...

Yo comprendí y acepté ese sacrificio para mí. Yo soy un mártir. Por eso antes de que amanezca cometeré un horror que hará despertar a esta ciudad. Que dará una razón para que la gente finalmente diga basta. Que al menos un valiente en cada calle, eso será suficiente, diga basta. Y la justicia, la verdadera justicia, tenga una oportunidad.

Espero un rato pero su voz ya no vuelve. Solo silencio. Aquí llegan. Es la hora.

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[deportedecontacto]

"Road House: Donde la fuerza se encuentra con la furia, protagonizada por Connor McGregor" Introducción La nueva película "Road House" protagonizada por Connor McGregor es un emocionante thriller de acción que promete mantener a los espectadores al borde de sus asientos. McGregor, conocido principalmente por su carrera en las artes marciales mixtas, hace su debut en la actuación en esta película. "Road House" es un remake de la película de 1989 del mismo nombre y sigue la historia de un portero de discoteca que se enfrenta a un empresario corrupto que amenaza la tranquilidad de su ciudad. La combinación de la intensidad de McGregor y la trama llena de acción promete una película inolvidable. La Transformación de Connor McGregor para Road House: Un Vistazo Detallado La transformación de Connor McGregor para su papel en la nueva película Road House ha sido un viaje emocional y físico que ha capturado la atención de los fanáticos del cine y del deporte por igual. Conocido por su carisma y habilidades en el ring de la UFC, McGregor ha demostrado una vez más su dedicación y compromiso al embarcarse en este nuevo desafío. Desde el principio, McGregor se sumergió en el personaje, estudiando meticulosamente cada aspecto de su papel. Se ha dicho que pasó innumerables horas en el gimnasio, perfeccionando su físico para representar de manera creíble a un rudo portero de bar, un papel que requiere una presencia física imponente. Pero no se trataba solo de levantar pesas y entrenar. McGregor también se dedicó a aprender las sutilezas del personaje, estudiando su lenguaje corporal, su tono de voz y su actitud. Además de su transformación física, McGregor también tuvo que enfrentar el desafío emocional de interpretar a un personaje tan complejo. A pesar de su apariencia dura, el personaje de McGregor en Road House es un hombre con un pasado doloroso y una profunda sensibilidad. Para capturar esta dualidad, McGregor tuvo que explorar emociones y experiencias que estaban más allá de su propia vida. El resultado de este arduo trabajo es una actuación que ha dejado a los críticos y al público impresionados. McGregor ha logrado transformarse de un luchador de la UFC a un actor de cine con una habilidad sorprendente para capturar la esencia de su personaje. Su interpretación en Road House es intensa y emotiva, y muestra una profundidad de carácter que muchos no esperaban. Pero quizás lo más impresionante de la transformación de McGregor es la pasión y la dedicación que ha demostrado durante todo el proceso. A pesar de los desafíos y las dificultades, nunca se rindió. En cambio, se sumergió en el papel con todo su ser, dedicando cada momento a perfeccionar su actuación. La transformación de McGregor para Road House es un testimonio de su talento y dedicación. Es un recordatorio de que, con trabajo duro y determinación, se pueden alcanzar grandes alturas. Y aunque McGregor ya ha demostrado ser un campeón en el ring de la UFC, su actuación en Road House demuestra que también es un campeón en la pantalla grande. En resumen, la transformación de Connor McGregor para su papel en Road House ha sido un viaje emocional y físico que ha capturado la atención de los fanáticos del cine y del deporte por igual. Su dedicación y compromiso con el papel son evidentes en cada escena, y su actuación es un testimonio de su talento y habilidad. Sin duda, McGregor ha demostrado que es un verdadero campeón, tanto en el ring como en la pantalla grande. Road House: ¿Cómo Connor McGregor se Preparó para su Debut en el Cine? La nueva película Road House, protagonizada por el famoso luchador de artes marciales mixtas, Connor McGregor, ha causado un gran revuelo en la industria del cine. La anticipación y la emoción son palpables, ya que los fanáticos de todo el mundo esperan ansiosos el debut cinematográfico de McGregor. Pero, ¿cómo se preparó este luchador de élite para su primer papel en la gran pantalla? La preparación para un papel en una película no es tarea fácil, y mucho menos para alguien que no tiene experiencia previa en la actuación.

Sin embargo, McGregor, conocido por su determinación y dedicación en el ring, abordó este desafío con la misma intensidad y enfoque que le ha llevado a la cima de su carrera deportiva. Para prepararse para su papel en Road House, McGregor se sumergió en un riguroso régimen de entrenamiento físico. Aunque ya estaba en excelente forma debido a su carrera en las artes marciales mixtas, necesitaba adaptar su cuerpo para las demandas específicas de su personaje. Esto implicó un cambio en su rutina de entrenamiento, incorporando nuevas técnicas y ejercicios para ayudarle a asumir la apariencia y la habilidad de su personaje. Además del entrenamiento físico, McGregor también se dedicó a estudiar el arte de la actuación. Tomó clases de actuación y trabajó estrechamente con un entrenador de diálogo para perfeccionar su acento y su entrega de líneas. A pesar de ser un recién llegado a la industria del cine, McGregor demostró una notable dedicación y compromiso para aprender y crecer como actor. Pero la preparación de McGregor para Road House no se limitó al gimnasio y al estudio de actuación. También pasó tiempo investigando y estudiando su personaje, buscando entender sus motivaciones y emociones. McGregor se sumergió en el guión, trabajando para comprender cada aspecto de su personaje y cómo se relaciona con la historia en general. Además, McGregor también se reunió con el director y el resto del elenco para discutir el personaje y la trama. Estas reuniones le permitieron obtener una visión más profunda del personaje y de cómo se esperaba que lo interpretara. A través de estas discusiones, McGregor pudo formar una imagen clara de su personaje y cómo quería retratarlo en la pantalla. La preparación de McGregor para su debut en el cine es un testimonio de su dedicación y compromiso. A pesar de ser un recién llegado a la industria del cine, ha demostrado una notable capacidad para adaptarse y aprender. Su enfoque y determinación son evidentes en cada paso de su preparación, desde su riguroso entrenamiento físico hasta su estudio del arte de la actuación. A medida que nos acercamos al estreno de Road House, la anticipación y la emoción solo aumentan. Si la preparación de McGregor es una indicación, los espectadores pueden esperar una actuación apasionada y convincente de este luchador convertido en actor. Sin duda, Road House marcará el comienzo de una nueva y emocionante etapa en la carrera de McGregor. El Impacto de Road House en la Carrera de Connor McGregor La nueva película Road House, protagonizada por el famoso luchador de artes marciales mixtas, Connor McGregor, ha causado un gran revuelo en la industria del cine y en la carrera del propio McGregor. Este proyecto cinematográfico ha marcado un hito en la vida del luchador, ya que es su primera incursión en la gran pantalla, y ha demostrado ser un desafío emocionante y transformador para él. La película, que es un remake del clásico de 1989 protagonizado por Patrick Swayze, ha permitido a McGregor explorar una nueva faceta de su personalidad y talento. Aunque es conocido por su habilidad en el ring, McGregor ha demostrado que también puede ser un actor convincente, capaz de transmitir una gama de emociones y de captar la atención del público. El impacto de Road House en la carrera de McGregor ha sido significativo. No sólo ha ampliado su repertorio y demostrado su versatilidad como artista, sino que también ha cambiado la percepción del público sobre él. Aunque muchos lo conocían como un luchador agresivo y despiadado, su papel en la película ha revelado una nueva dimensión de su personalidad. McGregor ha demostrado que puede ser un actor carismático y emotivo, capaz de transmitir una gama de emociones y de captar la atención del público. Además, la película ha permitido a McGregor explorar una nueva faceta de su personalidad y talento. Aunque es conocido por su habilidad en el ring, McGregor ha demostrado que también puede ser un actor convincente, capaz de transmitir una gama de emociones y de captar la atención del público.

El impacto de Road House en la carrera de McGregor ha sido significativo. No sólo ha ampliado su repertorio y demostrado su versatilidad como artista, sino que también ha cambiado la percepción del público sobre él. Aunque muchos lo conocían como un luchador agresivo y despiadado, su papel en la película ha revelado una nueva dimensión de su personalidad. McGregor ha demostrado que puede ser un actor carismático y emotivo, capaz de transmitir una gama de emociones y de captar la atención del público. Su interpretación en Road House ha sido elogiada por la crítica y ha recibido el reconocimiento de sus compañeros de profesión. Este éxito ha abierto nuevas puertas para McGregor y ha ampliado sus horizontes profesionales. La película Road House ha tenido un impacto profundo y duradero en la carrera de Connor McGregor. Ha demostrado su versatilidad como artista, ha cambiado la percepción del público sobre él y ha abierto nuevas oportunidades para su carrera. Aunque es conocido por su habilidad en el ring, McGregor ha demostrado que también puede ser un actor convincente y emotivo, capaz de captar la atención del público y de transmitir una gama de emociones. Sin duda, este es sólo el comienzo de una nueva y emocionante etapa en la carrera de McGregor. Análisis de la Actuación de Connor McGregor en Road House La nueva película Road House, protagonizada por el famoso luchador de artes marciales mixtas, Connor McGregor, ha causado un gran revuelo en la industria cinematográfica. La elección de McGregor para el papel principal ha sido objeto de un intenso escrutinio y debate, ya que muchos se preguntan si puede hacer justicia a la icónica película de 1989 protagonizada por Patrick Swayze. McGregor, conocido por su carisma y su habilidad para entretener, ha demostrado una vez más que es un hombre de muchos talentos. Su interpretación en Road House es una mezcla de fuerza bruta y sensibilidad, una combinación que ha sorprendido a muchos. Aunque es conocido por su agresividad en el ring, McGregor ha demostrado una profundidad emocional en su actuación que ha dejado a los espectadores y críticos impresionados. La transición de McGregor de la jaula de lucha a la pantalla grande no ha sido fácil. Sin embargo, su dedicación y compromiso con el papel son evidentes en cada escena. Su interpretación del rudo pero carismático Dalton, un experto en seguridad contratado para limpiar un bar de mala muerte, es convincente y auténtica. McGregor ha logrado capturar la esencia del personaje, aportando su propia marca de intensidad y pasión al papel. A pesar de las dudas iniciales, McGregor ha demostrado que tiene lo que se necesita para ser un actor de acción. Su habilidad para las artes marciales mixtas ha sido una ventaja en las escenas de lucha, aportando un nivel de realismo y crudeza que rara vez se ve en las películas de acción de Hollywood. Sin embargo, lo que realmente distingue a McGregor es su habilidad para transmitir emociones y conectar con el público. En una escena particularmente emotiva, McGregor muestra una vulnerabilidad que rara vez se ve en su personaje público. Su interpretación de un hombre endurecido por la vida pero que aún conserva un sentido de la decencia y la justicia es conmovedora. A través de su actuación, McGregor ha logrado humanizar a un personaje que podría haber sido fácilmente unidimensional. La actuación de McGregor en Road House es una prueba de su versatilidad como actor. Aunque es más conocido por su carrera en las artes marciales mixtas, ha demostrado que tiene lo que se necesita para triunfar en la industria del cine. Su interpretación de Dalton es intensa, emocional y convincente, y ha dejado a los espectadores con ganas de ver más de su trabajo en la pantalla grande. En resumen, la actuación de Connor McGregor en Road House es una revelación. A pesar de las dudas iniciales, ha demostrado que tiene el talento y la dedicación necesarios para hacer justicia a un personaje icónico. Su interpretación de

Dalton es una mezcla de fuerza bruta y sensibilidad, y ha logrado capturar la esencia del personaje de una manera que pocos actores podrían. Sin duda, McGregor ha demostrado que es un actor a tener en cuenta en el futuro. Road House: ¿Cómo se Compara la Nueva Película con la Original? La nueva película Road House, protagonizada por el famoso luchador de artes marciales mixtas, Connor McGregor, ha generado un gran revuelo en la industria cinematográfica. La expectación se debe en gran parte a la curiosidad de cómo se comparará esta nueva versión con la original de 1989, que contó con la actuación estelar de Patrick Swayze. La película original de Road House es un clásico de culto, amada por su mezcla única de acción, drama y romance. Patrick Swayze, con su carisma y habilidades de lucha, creó un personaje inolvidable en Dalton, un portero de discoteca con un pasado misterioso y un código de honor estricto. La película se destacó por su trama intrigante, sus emocionantes secuencias de lucha y su memorable banda sonora. Por otro lado, la nueva versión de Road House tiene a su favor la presencia de Connor McGregor, un verdadero luchador con una personalidad igualmente carismática. McGregor, conocido por su estilo de lucha agresivo y su actitud desafiante, parece ser la elección perfecta para dar vida a un personaje tan icónico como Dalton. Sin embargo, la pregunta sigue siendo: ¿Podrá McGregor llenar los zapatos de Swayze y hacer justicia a la película original? En términos de trama, la nueva versión de Road House parece seguir la misma línea que la original. Sin embargo, se espera que tenga un enfoque más moderno y actualizado, con secuencias de lucha más intensas y realistas, gracias a la experiencia de McGregor en las artes marciales mixtas. Además, se espera que la película tenga un tono más oscuro y serio, en contraste con el tono más ligero y humorístico de la original. En cuanto a la banda sonora, aún no se ha revelado si la nueva versión de Road House contará con canciones originales o si rendirá homenaje a la banda sonora de la película original. Sin embargo, dada la importancia de la música en la película original, es probable que la música juegue un papel importante en la nueva versión también. En resumen, la nueva película Road House, protagonizada por Connor McGregor, tiene mucho que ofrecer. Aunque es inevitable compararla con la original, es importante recordar que cada película es un producto de su tiempo y debe ser juzgada por sus propios méritos. Sin duda, la nueva versión de Road House tiene el potencial de ser una película emocionante y entretenida, que puede atraer tanto a los fanáticos de la original como a una nueva generación de espectadores. Por último, aunque la expectación es alta, solo el tiempo dirá si la nueva versión de Road House logra capturar la magia de la original. Sin embargo, con un actor tan apasionado y talentoso como Connor McGregor a la cabeza, hay muchas razones para ser optimista. Independientemente del resultado final, una cosa es segura: la nueva película Road House promete ser una emocionante aventura llena de acción, drama y, por supuesto, peleas inolvidables. El Papel de Connor McGregor en la Reinvención de Road House La nueva película Road House, protagonizada por Connor McGregor, promete ser un hito en la historia del cine. La elección de McGregor para el papel principal en esta reinvención de la clásica película de 1989, originalmente protagonizada por Patrick Swayze, ha generado una gran expectación. El carisma y la intensidad que McGregor ha demostrado en su carrera como luchador de artes marciales mixtas, sin duda, añadirán una nueva dimensión a este icónico personaje. La elección de McGregor para el papel principal no es casual. Su presencia en la pantalla, su carisma y su habilidad para captar la atención del público son innegables. Su transición de las artes marciales mixtas al cine ha sido fluida, demostrando su versatilidad como artista. Su interpretación promete ser

emocionante y llena de energía, aportando una nueva perspectiva al personaje de Dalton, el filósofo y portero de bar. La reinvención de Road House con McGregor al frente es un movimiento audaz. La película original es un clásico de culto, amada por muchos por su mezcla única de acción, drama y romance. Sin embargo, la nueva versión promete mantener la esencia de la original, mientras introduce elementos frescos y emocionantes. La presencia de McGregor, con su intensidad y pasión, seguramente aportará una nueva capa de profundidad a la trama. La elección de McGregor para el papel principal también es un testimonio de su creciente popularidad. Su carisma y habilidad para entretener han cautivado a audiencias de todo el mundo, tanto dentro como fuera del ring. Su papel en Road House es una oportunidad para que McGregor muestre su talento en un nuevo medio, y no hay duda de que aportará su propia marca única de intensidad al personaje de Dalton. La reinvención de Road House es un proyecto emocionante, y la participación de McGregor solo aumenta esa emoción. Su interpretación del personaje de Dalton promete ser apasionada y emocionante, y no hay duda de que aportará una nueva dimensión a la película. La elección de McGregor para el papel principal es un testimonio de su talento y carisma, y no hay duda de que su presencia en la película será un atractivo para los espectadores. En resumen, la nueva película Road House, protagonizada por Connor McGregor, promete ser una emocionante reinvención de un clásico. La elección de McGregor para el papel principal es un movimiento audaz, pero uno que seguramente aportará una nueva energía y profundidad a la película. Su carisma y intensidad son innegables, y no hay duda de que su interpretación del personaje de Dalton será apasionada y emocionante. La reinvención de Road House es un proyecto emocionante, y la participación de McGregor solo aumenta esa emoción. Road House: Explorando la Transición de Connor McGregor de la UFC al Cine La transición de Connor McGregor de la UFC al cine ha sido un viaje emocionante y lleno de sorpresas. Su debut en la gran pantalla con la nueva película "Road House" ha generado una gran expectación entre los fanáticos del cine y del deporte por igual. Este cambio de carrera ha sido un desafío para McGregor, pero su pasión y dedicación han demostrado que es capaz de enfrentarse a cualquier obstáculo que se le presente. McGregor, conocido por su carisma y su habilidad para entretener, ha llevado estas cualidades a su nuevo papel en "Road House". Su interpretación ha sido elogiada por su intensidad y autenticidad, demostrando que su talento va más allá del octágono de la UFC. Aunque muchos podrían pensar que la actuación y la lucha son mundos aparte, McGregor ha demostrado que hay una conexión innegable entre los dos. La preparación para su papel en "Road House" ha sido un proceso riguroso y exigente. McGregor ha tenido que aprender nuevas habilidades y adaptarse a un entorno completamente diferente al que está acostumbrado. Sin embargo, su determinación y compromiso con el papel han sido evidentes en cada escena de la película. La transición de McGregor al cine también ha sido una oportunidad para que el público vea una faceta diferente de él. Aunque es conocido por su personalidad audaz y su estilo de lucha agresivo, en "Road House" muestra una profundidad y una sensibilidad que muchos no esperaban. Su actuación ha demostrado que es capaz de transmitir una gama de emociones y de conectar con el público a un nivel más profundo. Además, la película "Road House" ha permitido a McGregor explorar nuevas formas de expresión y creatividad. Aunque la lucha siempre será una parte importante de su vida, la actuación le ha dado la oportunidad de explorar nuevas formas de contar historias y de conectar con el público. Esta nueva aventura ha sido un desafío para McGregor, pero también una oportunidad para crecer y evolucionar como artista. La transición de McGregor de la UFC al cine ha sido un viaje emocionante y lleno de sorpresas.

Aunque ha habido desafíos en el camino, su pasión y dedicación han demostrado que es capaz de superar cualquier obstáculo. Con su debut en "Road House", McGregor ha demostrado que es un talento versátil y que su carrera en el cine solo acaba de comenzar. La nueva película "Road House" de Connor McGregor es un testimonio de su talento y versatilidad. Aunque su transición de la UFC al cine ha sido un desafío, su pasión y dedicación han demostrado que es capaz de enfrentarse a cualquier obstáculo. Con su debut en la gran pantalla, McGregor ha demostrado que es un talento a tener en cuenta y que su carrera en el cine promete ser tan emocionante como su carrera en la UFC.

[yoymialterego]

Cine al menguar la pandemia: Broker

El noble talento del maestro Hirokazu Koreeda es proverbial, y su nueva obra "Broker" no hace más que ratificarlo. Nos divierte y nos trastoca en la misma medida, ¡y además sabe ser emotivo!, es decir, sabe cómo provocar una emoción estimulante a partir de, no sé, elementos tan improbables para ello como núcleos familiares hechos pedazos, relaciones disfuncionales, bribones perennes, padres deplorables. Todo le funciona a Koreeda por una razón simple y obvia: encuentra siempre la mejor manera de acomodar los elementos de su historia. Así la trama sencilla del "broker" que se narra, va haciéndose cada vez más compleja bajo la guía de su mano, pero con una complejidad que se identifica más con lo cautivador que con lo complicado.

De esa manera la historia sobre los dos hombres que se dedican al negocio de "colocar" en el mercado negro a bebés abandonados y que son descubiertos por una madre arrepentida (bueno, ni tan arrepentida) y por un par de mujeres policías que los siguen, se transforma en una road movie que de la truculencia y la intriga de un thriller se va abriendo poco a poco hacia la odisea del drama. Y Koreeda lo hace con suma sutileza, apoyado también en elementos formales cruciales, como la bella fotografía y los acertadísimos encuadres, sobre todo cuando la lluvia es la que dicta el estilo. Los pequeños detalles van sumando densidad de la narración, y así, como si tal cosa, una nueva familia se va formando prácticamente ante nuestros ojos. La convivencia de unos casi perfectos extraños en este viaje de exploración y hallazgos mutuos, se parece muchísimo a lo que dictan los cánones sobre el ideal de "núcleo familiar". En pocas palabras ver "Broker" es ver al maestro japonés hacer magia. O mejor, para no entrar en terrenos sobrenaturales, es Koreeda convertido en una especie de croupier que hace trampa al repartir las cartas. Lo lindo del asunto es que hace trampa siempre a nuestro favor, nos completa la mano y nos carga la partida. El resultado son fulgores de goce y deleite que llegan delicada, suavemente, pero que tienen una reverberación bastante profunda.

#Broker #Hirokazu Koreeda

[physiquement-intelligent]

Las Mejores Ideas De Remodelación para el 2023

Cuando se trata de remodelar tu hogar, las posibilidades son infinitas. ¿Estás planeando una remodelación completa de tu espacio? ¿O tal vez simplemente retocando algunas paredes con una nueva capa de pintura? Es mucha información para procesar. Si no está seguro de por dónde empezar, no se preocupe, lo tengo cubierto. Echa un vistazo a algunas de las principales tendencias de diseño de 2023 que serán la inspiración perfecta para la remodelación de tus sueños.

El color es clave

En un mundo donde el gris ha sido el rey durante varios años, ahora damos la bienvenida a la explosión de color que traerá el 2023. El azul clásico ha sido elegido Color Pantone del año, pero eso no significa que el uso del color se detenga ahí. El color se está filtrando en todas las áreas de la casa, desde los dormitorios y los espacios de oficina hasta las cocinas de color blanco puro. ¿Y la mejor parte? La tendencia actual es flexible con la audacia de sus opciones de color. ¿Te encanta el alto contraste? ¿Negros sobre blancos? ¿Blancos sobre negros? Está de moda. O ¿Prefieres algo de sutileza en tu vida? Especialmente con tonos tierra cálidos y pequeñas bolsas de color para acentuar, es la manera perfecta de actualizar su hogar durante todo el año.

Manténgalo real con materiales naturales

Vivimos en un mundo muy industrializado, pero los beneficios del aire libre para la salud y el bienestar mental son inmensos. No es de extrañar que otra tendencia de 2023 sea traer algo de esa bondad exterior al interior. Los acabados naturales como la madera, el ratán y el mimbre no solo ayudan a suavizar la sensación de un espacio, sino que también brindan calidez y belleza reconfortantes.

Cocinas Clásicas: Funcionales y Bicolores

Tu cocina es uno de los espacios más valiosos de tu hogar. También es donde tú y tu familia pasan mucho tiempo. Estos dos factores por sí solos deberían hacer de este un espacio prioritario para una remodelación.

Si bien las cocinas blancas con estantes abiertos han sido la tendencia del pasado, las tendencias de cocina de hoy en día dan la bienvenida a los gabinetes cerrados que realmente le permiten almacenar cosas y usar el espacio de una manera funcional. 

Otra tendencia de cocina popular para 2023 es seleccionar puntos focales en su cocina y agregar un toque de color. Tal vez sea tu isla. Tal vez sea una sección de armarios. Tal vez sea ese increíble patrón geométrico en su protector contra salpicaduras. Otra forma de hacer esto es optar por una cocina de dos o incluso tres tonos. Atrás quedaron las eras del pasado donde todo tenía que coincidir. 

Hermosos baños: ducha independiente y bañeras profundas

¿Estás tratando de configurar tu espacio para que se ajuste a una bañera pequeña? Es mejor que cree una ducha a ras de suelo más grande. Según los expertos de NECESITO REFORMAR, muchos propietarios de viviendas hoy en día no incluyen una bañera en su baño principal. En su lugar, optan por una ducha a ras de suelo.

Por supuesto, eso no significa que deba vetar automáticamente una bañera en su baño principal. Una tina puede ser una característica focal fantástica y proporcionar un lugar increíble. Las tinas independientes pueden ser la solución perfecta para agregar un toque de sofisticación y crear un hermoso ambiente similar al de un spa.

Vivir de afuera hacia adentro: crear un exterior impresionante para su hogar

Dicen que lo que cuenta es el interior, pero cuando se trata de mirar casas, la mayoría de la gente comienza juzgando el exterior. Esa es una de las razones por las que es tan importante recordar darle un poco de importancia al exterior de su hogar. Esto puede tomar muchas formas. Puede provenir de darle a su hogar el trabajo de pintura que ha estado esperando o de agregar un poco de revestimiento. 

Finalizando

Y por último, pero no menos importante, personaliza los espacios. Esta es, con mucho, la tendencia favorita de 2023 porque se trata de adoptar sus estilos y preferencias. Esta tendencia comienza tomando lo que ya está allí y mezclando aspectos de diseño que lo reflejen. 

[gatoaureliobibliotecario]

Sobre héroes y tumbas, de Ernesto Sabato

La soledad; la muerte; el capitalismo, marxismo y peronismo; Borges, Roberto Arlt, Marcel Proust y la literatura fantástica; la prostitución; los celos; las mujeres malditas; las letras y la filosofía; la mujer y su emancipación; el Boca Juniors, Perón y Carlos Gardel; los prejuicios étnicos; la anarquía; el nacionalismo; el suicidio; Dios; el incesto; las sectas satánicas.

El existencialista francés, A. Camus, luego de probar el especial picor en las páginas de El Túnel (primera novela del autor), insistió al Gallimard por una inmediata traducción al francés. Además, el alemán Thomas Mann, muy temido en aquel entonces, luego de leer a Sabato, en su diario escribía: «Terminé la obra de Sabato… Absolutamente impresionado […]».

Sobre héroes y tumbas (SHT), se caracteriza por una visión de carácter «totalizador de la realidad», mucho más que cualquiera de los otros títulos novelísticos del autor. SHT: segunda parte de la monumental trilogía del argentino; secuela de El túnel y precuela de Abaddón el exterminador.  Si pensamos en El Túnel como una notable y bien estimable obra, debemos pensar en SHT como una novela de mucho mayor calibre y de absoluta jerarquía.

SHT, novela barroca, psicológica, neorromántica, realista y con matices existencialistas; publicada en 1961, en Buenos Aires, Argentina. Escrita por el físico y literato —entre otros atributos—, y gran lector de Darwin, Zola y Spencer: Ernesto Sábato.

En la historia: Martín, muchacho de profundas cavilaciones, y Alejandra, misteriosa mujer, extravagante y de gran vesania, por un encuentro —tal vez—fortuito, ejecutarán una relación erótica y decante; relación que será telón de temas diversos: La muerte, el sexo, la represión, el deseo, Dios, el incesto, etc. Mientras tanto, en 1841, las tropas argentinas desencarnan el casi podrido cuerpo del General caído, Lavalle, como último designio de dignidad para éste; mientas huyen hacia el norte en dirección a las fronteras bolivianas. Por otro lado, Fernando ha encontrado el origen de todo, la causa mayor, a la gran secta que gobierna al mundo desde hace centenios: «los ciegos», y en un muy cuidadoso informe detalla sobre su gran labor en dicha investigación. Y mientras tanto, Bruno, intelectual, observa y piensa.

Sobre el título: Lo contiguo de «héroes» y «tumbas» podría interpretarse como lo relativo y transitorio que hay entre: las hazañas «heroicas», y, las imperativas y definitivas «tumbas».

Emir Rodríguez Monegal, nos dice que tumba «designa un útero al revés», y que es, a su vez, «Una suerte de túnel» ¹.

Sabato, en 1937, a sus cortos 26 años, ya era doctor en física; y en 1948 publicaba «El túnel», un breve tratado sobre los conflictos autodestructivos y la colosal alienación del hombre. Sabato, uno de los intelectuales fraguados en la era de Perón, procuró la búsqueda de la nueva voz identitaria Argentina. Y en los años siguientes a la caída de Perón, luego de varios escritos arrojados a la basura, comenzó —en algún momento—a moldear una historia totalizadora; una historia que contenga una visión completa del mundo, de sus renegados históricos, de las tragedias geográficas y demográficas, de los individuos contemporáneos y de los anacrónicos, cuyas luchas diarias estaban profundamente ligadas a los héroes y a las tumbas del pasado.

No olvidemos en ningún momento de la lectura de SHT, que quién te redactó cada una de las palabras allí inmersas, fue, no solamente un habido novelista, sino un brillante físico, con un panorama —tal vez— más íntegro del mundo que el del común de la gente.

Es innegable el parentesco en materia novelística: entre Sábato y los románticos alemanes. Pues, el mismo Sabato afirmaba que «[…] la novela es el género más indicado para ofrecer una cosmovisión integral […]» ².

SHT abarca una cantidad de planos y elementos de considerable mención:

1. Nivel histórico: La independencia; la guerra civil en Argentina; las invasiones inglesas (1806-1807); la revolución de mayo (1810); la época de Rosas y la huida de Lavalle a Bolivia.

2. Nivel geográfico: Núcleo desarrollado en Argentina y sus suburbios. La Patagonia y el norte de Argentina.

3. Nivel social: Las multitudes bonaerenses, los porteños, las clases sociales, la aristocracia argentina, los grupos étnicos.

4. Nivel biográfico: Además de datos biográficos del autor, participan, nada más y nada menos que: el escritor Jorge Luis Borges, y el pintor superrealista Oscar Domínguez.

SHT es un manifiesto extenso y vasto de la ­—digámosle— «óptica» que sabatiana sobre el mundo. El suicidio, la esperanza y la desesperanza. Una miscelánea entre la técnica narrativa y los preceptos sobre la razón y concepción del mundo. Novela imprescindible del autor, e imprescindible del directorio de títulos de autores de habla hispana.

Fragmentos seleccionados por el reseñador:

«La noche, la infancia, las tinieblas, las tinieblas, el terror y la sangre, sangre, carne y sangre, los sueños, abismos, abismos insondables, soledad soledad soledad, tocamos pero estamos a distancias inconmensurables, tocamos pero estamos solos. Era un chico bajo una cúpula inmensa, en medio de la cúpula, en medio de un silencio aterrador, solo en aquel inmenso universo gigantesco».

«[…] una de las trágicas precariedades del espíritu, pero también una de sus sutilezas más profundas, era su imposibilidad de ser sino mediante la carne».

«—Así se da la felicidad. […]

»—En pedazos, por momentos. Cuando uno es chico espera la gran felicidad, alguna felicidad enorme y absoluta. Y a la espera de ese fenómeno se dejan pasar o no se aprecian las pequeñas felicidades, las únicas que existen. Es como... […]

»—Imagínese un mendigo que desdeña limosnas por el camino, porque le han dado el dato de un formidable tesoro. Un tesoro inexistente.

»Volvió a sumirse en sus pensamientos.

»—Parecen fruslerías: una conversación apacible con un amigo. A lo mejor esas gaviotas que vuelan en círculos. Este cielo. La cerveza que tomamos hace un rato. […]

»—A veces pienso que esas pequeñas felicidades existen precisamente porque son pequeñas. […]».

«Tal vez a nuestra muerte el alma emigra:

a una hormiga,

a un árbol,

a un tigre de Bengala;

mientras nuestro cuerpo se disgrega

entre gusanos

y se filtra en la tierra sin memoria,

para ascender luego por los tallos y las hojas,

y convertirse en heliotropo o yuyo,

y después en alimento del ganado,

y así en sangre anónima y zoológica,

en esqueleto,

en excremento.

Tal vez le toque un destino más horrendo

en el cuerpo de un niño

que un día hará poemas o novelas,

y que en sus oscuras angustias

(sin saberlo)

purgará sus antiguos pecados

de guerrero o criminal,

o revivirá pavores,

el temor de una gacela,

la asquerosa fealdad de comadreja,

su turbia condición de feto, cíclope o lagarto,

su fama de prostituta o pitonisa,

sus remotas soledades,

sus olvidadas cobardías y traiciones».

«—Creo que la verdad está bien en las matemáticas, en la química, en la filosofía. No en la vida. En la vida es más importante la ilusión, la imaginación, el deseo, la esperanza. Además ¿sabemos acaso lo que es la verdad? Si yo le digo que aquel trozo de ventana es azul, digo una verdad. Pero es una verdad parcial, y por lo tanto una especie de mentira. Porque ese trozo de ventana no está solo, está en una casa, en una ciudad, en un paisaje. Está rodeado del gris de ese muro de cemento, del azul claro de este cielo, de aquellas nubes alargadas, de infinitas cosas más. […] Pero decir todo es imposible, aun en este caso de la ventana, de un simple trozo de la realidad física, de la simple realidad física. La realidad es infinita y además infinitamente matizada, y si me olvido de un solo matiz ya estoy mintiendo».

«[…] en este país de resentidos sólo se empieza a ser un gran hombre cuando se deja de serlo».

«—...Y lo que más me causa gracia es que Méndez repudie la influencia europea en nuestros escritores ¿basándose en qué? Esto es lo más divertido: en una doctrina filosófica elaborada por el judío Marx, el alemán Engels y el griego Heráclito. Si fuésemos consecuentes con esos críticos, habría que escribir en querandí sobre la caza del avestruz. Todo lo demás sería adventicio y antinacional. Nuestra cultura proviene de allá, ¿cómo podemos evitarlo? ¿Y por qué evitarlo? No recuerdo quién dijo que no leía para no perder su originalidad. ¿Se da cuenta? Si uno ha nacido para hacer o decir cosas originales, no se va a perder leyendo libros. Si no ha nacido para eso, nada perderá leyendo libros... Además, esto es nuevo, estamos en un continente distinto y fuerte, todo se desarrolla en un sentido diferente. También Faulkner leyó a Joyce y a Huxley, a Dostoievsky y a Proust. ¿Qué, quieren una originalidad total y absoluta? No existe. En el arte ni en nada. Todo se construye sobre lo anterior. No hay pureza en nada humano».

«1. °   Dios no existe.

2. °   Dios existe y es un canalla.

3. °   Dios existe, pero a veces duerme: sus pesadillas son nuestra existencia.

4. °   Dios existe, pero tiene accesos de locura: esos accesos son nuestra existencia.

5. °   Dios no es omnipresente, no puede estar en todas partes. A veces está ausente ¿en otros mundos? ¿En otras cosas?

6. °   Dios es un pobre diablo, con un problema demasiado complicado para sus fuerzas. Lucha con la materia como un artista con su obra. Algunas veces, en algún momento logra ser Goya, pero generalmente es un desastre.

7. °   Dios fue derrotado antes de la Historia por el Príncipe de las Tinieblas. Y derrotado, convertido en presunto diablo, es doblemente desprestigiado, puesto que se le atribuye este universo calamitoso».

«Una maestrita, Norma Gladys Pugliese, […] pensaba, naturalmente, que el odio y las guerras entre los hombres eran debidos al mutuo desconocimiento y a la ignorancia general; tuve que explicarle que la única forma de mantener la paz entre los seres humanos era mediante la ignorancia recíproca y el desconocimiento, únicas condiciones en que estos bichos son relativamente bondadosos y justicieros, ya que todos somos bastante ecuánimes con relación a las cosas que no nos interesan. […] me veía obligado a explicarle el ABC de la condición humana a esta pobre diabla […] que creía, más o menos, que el alfabetismo resolvería el problema general de la humanidad: momento en que yo le recordaba que el pueblo más alfabetizado del mundo era el que había instaurado los campos de concentración para la tortura en masa y la cremación de judíos y católicos».

«Es probable, en efecto, que la emoción sea propicia para crear un poema o componer una partitura musical, pero es desastrosa para las tareas de la razón pura».

«[…] algunos de ustedes pensarán que soy un canalla. Desde ya les digo que aciertan. Me considero un canalla y no tengo el menor respeto por mi persona. Soy un individuo que ha profundizado en su propia conciencia ¿y quién que ahonde en los pliegues de su conciencia puede respetarse?».

«¿Vanidad post mortem? Tal vez: la vanidad es tan fantástica, tan poco "realista" que hasta nos induce a preocuparnos de lo que pensarán de nosotros una vez muertos y enterrados».

«[…] ¿quién ha dicho que sólo pueden hacernos sufrir los malvados?».

«[…] La guerra podía ser absurda o equivocada, pero el pelotón al que uno pertenecía era algo absoluto».

«El alma de Lavalle advierte las lágrimas de Danel y reflexiona así: "Sufres por mí, pero deberías sufrir por ti y por los camaradas que quedan vivos. Yo no importo, ahora. Lo que en mí se corrompía, tú lo estás arrancando y las aguas de este río lo llevarán lejos, pronto ayudará a una planta a crecer, quizá con el tiempo se convierta en flor, en perfume. Ya ves que esto no debería entristecerte. Y, además, así sólo quedarán de mí los huesos, lo único que en nosotros se acerca a la piedra y a la eternidad».

Revisar con mucho cuidado el párrafo primero de la página quince (515).

Revisar el capítulo III, numeral XI; páginas 327-335.

Título: Sobre héroes y tumbas

Autor: Ernesto Sabato

Idioma: Español

N° páginas: 556

Editorial: Seix Barral, Biblioteca Breve

Categoría: Literatura

Año de edición: 1991

N° edición: Definitiva

ISBN: 950-731-033-9

¹ Ver mundo nuevo, citado por Angela B. Dellepiane en Sabato, un análisis de su narrativa, Buenos Aires, 1970, pp. 132-33.

² E. Sábato, «Por una novela novelesca y metafísica», en: Mundo nuevo, N.° 5, noviembre 1966, p. 21.

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Sucrette x Eric (AU)

Aquella mujer de cabellos marrones sonrío de lado al ver a aquel cliente habitual llegar nuevamente al Cosy bear, preparó personalmente ella un café pasado bien cargado, y justo cuando aquel individuo le observó a los ojos, colocó la taza en la mesa.

  — Que lo disfrutes.- Dijo sonriendo, para después retroceder dos pasos, con intenciones de irse. Sin embargo aquella profunda voz le hizo detenerse, le había llamado por su nombre y recordando la noche pasada se estremeció. Eric le sujetó discretamente de la mano, siendo apartada a los pocos segundos por Lynn, el mayor frunció el seño pero entendiendo que estaba en horas laborales desistió.

Nina apareció preguntando si todo estaba bien, siendo calmada por su jefa diciéndole que nada ocurría. Le pidió que atendiera a otro cliente mientras ella atendía al oficial de policía, siendo aquel acto algo sospechoso para la menor. Pero no tenía porqué meterse en asuntos de quién le pagaba mensualmente.

  — ¿Me vas a llamar esta noche?- Susurró, provocando en Lynn un sobresalto. Pero no le respondió, solo jugueteando pasó su mano encima del antebrazo ajeno, guiñando el ojo derecho para después sonreír con desinterés. Volvió a la barra, puliendo algunas tazas con delicadeza.

Las horas transcurrieron, llegando así al final del día, Lynn cerró el local para después ir por algo de beber al Snakeroom, normalmente cuando vivía una ruptura se la pasaba encerrada en su cuarto llorando, pero ahora que había crecido llevaba el duelo de otra manera. Lamentablemente, aquel bar solo le hacía recordar más a él. Sus rubios cabellos, sus abdominales, aquella sensual cicatriz que su labio poseía... Se estaba volviendo loca de tan solo recordarlo.

Su relación con Nathaniel había culminado hace ocho meses, sencillamente su relación ya no era como antes, él parecía más enamorado de su trabajo que de ella. Pero por más que le daba su espacio y era paciente, Nathaniel nunca volvía a su lado, siempre poniendo excusas, siempre alejándose más de ella...

Se hartó.

Pero cuando le encaró intentando resolver aquel disgusto que ella tenía, terminaron peleando verbalmente hasta que furiosos dieron por terminada la relación. ¿Cómo había pasado eso? La verdad es que a veces las palabras dañaban más que las heridas físicas.

"Sabía que nunca podríamos restaurar nuestra relación"

Fueron sus últimas palabras antes de irse del apartamento, antes de dejarla sola nuevamente, como ella una vez le dejó hace años cuando estaban en el instituto.

El karma era una perra.

Y nunca vino a por ella, nunca la detuvo de irse, fué él quien la alejó de su lado. Pero ella también se sentía culpable.

Eric los primeros días le acompañaba en su dolor, mostrándose comprensivo con ella. Porque por más que Lynn le dijera que estaba bien, sabía que terminar una larga relación llevaba tiempo para reponerse. Ellos por obvias razones eran buenos amigos, pero ahora que ella ya no estaba con Nathaniel no había razones para verse. Hasta que ellos encontraron un motivo para estar juntos, hasta que poco a poco, aquel deseo carnal que ambos escondían en lo más profundo de su interior... Salió. Desatando la lujuria entre ambos amantes, Eric sencillamente calló rendido en brazos de aquella  muchachita de ojos esmeraldas. Lo malo era que cada vez que lo llamaba, era de madrugada, y se notaba que estaba muy pasada de copas y otras sustancias que siendo él un policía, debía estar en contra. Pero al ser ella hacía caso omiso. Al inicio todo fué meramente carnal de su parte, él también había roto con su esposa y quería distraerse, ambos salían ganando.

"¿Porqué siempre me llamas cuando estás drogada?"

Eric le decía.

Pero así era su relación.

Lynn dejó aquel vaso de shot en la barra del Snakeroom, aspiró profundamente y pidió otra ronda.

Su amistad con Rosalya y Alexy era una mierda, solo le hablaban cuando querían ayuda de su parte, y como la estúpida que era siempre estaba dispuesta a ayudar. Parecía que no tenía a nadie a quien recurrir, especialmente cuando Chani se había ido de la ciudad. No quería estar sola, odiaba estarlo cuando bebía.

La imagen de Eric rozó su cabeza, provocando en ella una sonrisa ladina. Claramente desconocía los sentimientos del mayor hacía ella, pero verdaderamente quería verle esa noche. Llamó al moreno siendo su llamada aceptada al segundo tono.

— Quiero verte, Eric...- Se escapó de sus labios, la música estaba tan alta que le destrozaban los tímpanos, pero se aseguró de hablar en el pequeño micrófono del celular para que él le oyera fuerte y claro. Eric al escuchar aquella voz suplicante, agarró sus llaves y sin colgar salió de su apartamento para ir en busca de la mujer que le volvía loco.

No era necesario preguntarle dónde estaba, después de todo ella siempre iba al mismo lugar. Era el único jodido lugar.

Cuando entró a aquel bar musical, con la mirada comenzó a buscar a Lynn, y después de unos minutos le observó en la barra jugando con una copa de martini. Se acercó a ella, abrazándola por detrás, aprovechando aquel momento para aspirar su tenue aroma a colonia cítrica combinada con café.

    — ¿No estás ebria?- Preguntó extrañado, sí, la fémina había bebido alcohol, pero al parecer no estaba tomada como otras veces. Lynn colocó su dedo índice en el labio inferior contrario, susurrando un leve "Shhh"

Le tomó de la mano y lo llevó al centro de pista mientras se hacía pase entre el mar de gente que iba ahí a divertirse, se puso frente al mayor y comenzó a contornear su anatomía con sus manos al mismo tiempo que movía sus caderas en un ritmo sensual y llamativo. Eric, embelesado le miró y le siguió la corriente, cuidando de que nadie se atreva a siquiera mirarla. Cuando la música cambió la castaña le sonrío lascivamente a la vez que atraía el rostro del policía al propio, besando aquellos carnosos labios con delicadeza, siendo sorprendido cuando, por primera vez Lynn le besó con ternura.

   — Mírame, no te atrevas a apartar la mirada de mi.- Dijo, y le volvió a besar, siendo extrañamente cuidadosa. Se quedaron unos minutos abrazados, mientras las personas a su alrededor bailaban sin importarles lo más mínimo lo que la "pareja" estaba haciendo.

                                   ...

Inevitablemente llegaron al departamento del policía, una vez cruzaron la puerta Lynn fué estampada en la pared mientras sus labios eran atacados con ferosidad.

   — Lynn...- Musitó entre sus labios, la susodicha le mordió el labio para después colgarse del cuello adverso con determinación, Eric la apoyó en la pared, quitando con una mano la blusa de la fémina. Haciendo uso de su mano libre, tocó el caliente cuerpo de la mujer que tenía a su delante, sintiendo como ésta piel se erizaba ante su tacto. Provocando en él una sonrisa.

  — Tócame más...- Logró susurrar Lynn, para después seguir besando los labios ajenos, movió su pelvis bruscamente para evitar caerse, enrollando las piernas en las caderas adversas con destreza, sintiéndose jodidamente bien.

Cuando llegaron a la cama Lynn se sentó enca de Eric, con las piernas abiertas logrando así que sus intimidades (aún con ropa) se rozaran. Y mientras le miraba fijamente a los ojos, se quitó el sostén botándolo al piso como si ya no sirviera. Con sus manos trazó un camino por encima de la camisa del pelinegro, al llegar al inicio de un tirón rompió todos los botones, sorprendido Eric se sentó, siendo callado con un beso. El hombre sonrío travieso, recibiendo una sonrisa cómplice por parte de la fémina de largos cabellos. Le ayudó a quitarse la ropa para después usar la camisa como vendas, lo tenía a su merced.

     — ¿Siempre fuiste así?- Comentó en un tono burlón, recibiendo una cachetada en respuesta. No, no estaba enojada, solamente le estaba castigando por hablar.— Me gusta, pero preferiría ser yo quien te someta, no te puedo ver.

— Hoy es mi turno, calla y disfruta.- Estando completamente desnudos, se acomodó encima del miembro del mayor, comenzó a frotar ambos sexos escuchando leves ronquidos salir de los labios adversos, generando en ella placer.

— ¿Quieres penetrarme?- Preguntó lo obvio, siguió moviendo sus caderas sin aún permitirle la dicha de entrar en ella. Sintió algo duro abajo, logrando sacar en ella un suspiro.

— ¡Sí... Mierda, sí quiero!

A los pocos segundos se volvió una tortura para ella también, estaba deseosa de tenerlo dentro suyo. Agarró el grueso falo de su amante para así introducirlo en su intimidad, ambos jadearon. Lynn comenzó entre ellos un suave vaivén que poco a poco subía de intensidad, dejándose envolver por la lujuria, escuchaba los gruñidos del mayor con mucha atención, y ella misma no se esforzaba en acallar los propios. Le sujetó de las manos, entrelazando sus dedos para tener un mejor soporte. La chica le seguía montando.

A los minutos comenzaron a sentir la llegada del orgasmo, pero antes de ello Eric expresó:

— ... Lynn, te amo.- Era la primera vez que lo decía, la susodicha abrió los ojos y se detuvo. Le quitó la camisa de los ojos y le miró a los ojos.

— Dilo de nuevo.

— Te amo.- Dijo con voz clara.

¿Había sido por la calentura del momento? Le observó bien al rostro, notando seriedad pura en el mismo.

— De nuevo.- Demandó.

¿Cuánto más le iba a torturar así?

Lo repitió dos veces más, para después ver cómo le tomaba nuevamente del rostro y le daba un fogoso beso. Lynn no sabía que responder, pero oírle decir "te amo" le hacía sentir calidez en su pecho. Fué como si el poco alcohol que ella había tomado hubiese desaparecido. ¿Ella también le amaba? No lo sabía muy claramente, pero algo que sí sabía era que quería estar a su lado sin importar el resto del mundo entero.

Continuó moviendo sus caderas, mientras oía nuevamente a Eric decirle que la amaba.

                                   ...

El sol despertó a ambos adultos con sutileza, estaban abrigados con una sábana, mientras los brazos del mayor estaban envueltos en el cuerpo de la fémina. Cuando Lynn miró a Eric, no se resistió a besarle con intensidad.

Recogió su ropa y se fué al baño a darse una ducha, una vez lista observó como Eric estaba usando otra camisa debido a que anoche ella había roto la misma entre tanta pasión.

 

— Tengo que ir al café.- Habló, pero el policía en su interior deseaba oír otras palabras salir de los labios ajenos.

— ¿Me vas a volver a llamar esta noche?- Repitió la pregunta que solía hacerle.

— No.- Respondió.— Ésta vez te voy a llamar de día.- sonrío.

Por un instante sintió como todo su mundo se caía abajo, pero las últimas palabras le hicieron tener esperanza de nuevo. Después de todo para él Lynn no era solo una aventura, realmente la amaba, y quería que ella fuese suya, porque él ya era de Lynn.

  — Te amo.- Ella ya había perdido el número de veces que Eric le había dicho tales palabras, pero como si fuera una niña pequeña se sonrojó para así cubrir su rostro algo apenada. Ya no tenía la misma valentía que anoche.

Ahora que lo había pensado, finalmente tenía su respuesta. Le quería a él, no solo algo pasajero. Le quería de verdad.

Pero su orgullo no le permitía decirles aquellas dos palabras, se acercó a él besando efímeramente sus labios.

— Yo también.- Tal vez no le había dicho explícitamente que lo amaba, pero conociendo como era Lynn era un gran avance.

Ahora no solo lo llamaría de noche, no más llamadas estando ebria. Eric había visto su peor lado y aún así le dijo que la amaba. Lynn le quería mucho, de verdad lo hacía.

Se despidió de él esta vez con un abrazo, siendo éste extrañamente más íntimo que cualquier beso o acto sexual.

Lynn salió del departamento de Eric, tenía una sonrisa dibujada en los labios.

— Bella

NO TOMAR EL ESCRITO COMO TUYO.

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[un-borracho-enamorado]

No comprendo por qué estoy tan roto, tantos años luchando contra todo lo despreciable que tenía por dentro y contra todo lo que la sociedad inmunda suele escupir a quienes no encajamos. Trato de sentir algo más allá que no sea dolor ¡lo juro! Pero me es imposible, la felicidad solo se ve como aquella ilusión engañosa que nos regala el desierto y sus visiones por ese calor despreciable de la incertidumbre.

Siento mucho dolor y aún así, aunque quisiera, no consigo hacer que una mínima gota descienda desde el lagrimal a la mejilla; todo esté tiempo odiandome, no comprendo en qué momento me cogí tanta rabia, le cogí miedo a las personas de paso. Y si desvarío pido excusas pues es tanto lo que ahorita me ahoga que no se ni por dónde empezar a explicar...

Lo mejor será empezar por tomar esos restos aún tibios de aquella fantasía que en mi mente se creó al conseguir salir esta noche. Desde ya tiempo atrás venía con el deseo de ir a bailar, es algo que me libera demasiado y por la cuestión de esta pandemia no había podido hacer; salí por un tinto y un cigarro, una sensación extraña me invadía de nuevo, sensación que no me ha permitido descansar en las últimas noches. Mientras mi vista se perdía entre el humo, tratando de descifrar aquello que me acongojsba llegó un amigo t me propuso salir a bailar con otro grupo más, no se por qué no lo pensé dos veces y sin mediar más acepté. Me dirigí a mi casa, me arregle t al verme al espejo me propuse dejar de lado mi miedo y simplemente ir a disfrutar, sin ese maldito miedo de invitar a una chica a bailar, solo quería gozar sin importar el rechazo. Que iluso. Nada más llegando al lugar de la fiesta esa voz pesada que tanto me roba la energía empezó a dar las razones por las cuales iba a fracasar con mi deseo.

Tras cruzar la puerta y ver tanta gente me atemorice, ver a todas esas personas rebozando de confianza me hizo entrar en shock y mi mecanismo de defensa fue tomar una posición rígida, me sentía aturdido. Pedimos algo de tomar, mis compañeros bailaban al ritmo de la música y yo simplemente me sentía encadenado, no comprendo por qué de un momento a otro perdí el habla y simpl me senté a escuchar y ver cómo el mundo se divertía y yo solo estaba ahí, como su hubiera creado algún tipo de República independiente dentro de ese pequeño cuadro que representaba el asiento en el que me encontraba. Vi tantas chicas para poder bailar, pero solo ver a los demás hombres y verme a mí ya era suficiente para sentirme mosca en leche. No encajaba, otra vez no encajaba. Pensé hacer superado eso pero sigo sin sentir que encajo en algún lado, siento que no pertenezco y me estoy perdiendo. Aunque estaba con mis amigos y ellos compartían su energía jocosa conmigo yo sentía que me observaban más allá de ellos, me sentía ridículo.

Salí por un cigarro, un tinto y un porro. Y sentado en la acera viendo a la gente pasar trate de calmarme y poderme soltar. Duré un buen tiempo ahí sentado, hasta que ya el humo se había dispersado y nada más que las colillas quedaban haciendo compañía en el viento a la ceniza. Entré al bar de nuevo y al llegar donde mis compañeros quedé encantado con el rostro de una chica, tenía una sonrisa espectacular, sus labios curvos enmarcaban con sutileza esa brillante dentadura: las mejillas y las cejas delicadas y suaves, pero la perdición fue su mirada, una mirada interesante que iba más allá de la mirada perdida entre el alcohol que los demás tenían. No sé si ahorita sea un delirio lío, efecto del no dormir, pero sentí que ella tal vez también en su momento estaba sintiéndose como yo... Tardé varios minutos y como dos cigarros más para armarme de valor e invitarla a bailar, después de dos rechazos ya me sentía frustrado, pues las otras dos chicas a las que antes había invitado me habían visto con cierto desdén. Igualmente no se de qué forma me llené de valor, no sé si tal vez fue efecto de aquel vodka que compartíamos en la mesa, pero decidí acercarme a aquella chica de mirada profunda.

Al aproximarme ella notó mi presencia y me llenó de alivio que aceptará mi invitación a bailar. Aunque no esperaba que mi miedo hasta ahora comenzaba a mostrar un poco de su rostro pues al bailar con aquella chica la conección en el baile era muy sensorial, se sentía cierta concordancia en cada movimiento, en un punto solo me perdí viendo lo poco que lograba ver de sus labios y sus ojos, verla de frente me daba temor, no sabría que decir, de que hablarle. Pero sin pensarlo dentro de esa deriva de tiempo, al caer en cuenta de la realidad de nuevo, nuestros rostros estaban muy pegados, mi nariz hacia contacto de lado con la de ella, mi frente también, la sensación aumentaba y ahí fue cuando terminé de morir por dentro.

Las piezas de música pasaron una tras otra y bailabamos una que otra canción con la chica, pero yo ya no podía estar del todo concentrado. Mientras bailaba, sin perder el paso, aquella maldita voz regresó y comenzó a decir cuantas cosas quiso para lograr su cometido, atemorizarme y quitarme la oportunidad de por lo menos haber conocido el nombre de aquella chica. El regreso a casa no lo senri, el carro andaba y yo me sentía fuera de mi; ya el alcohol no tenía efecto y el cigarro tampoco. De hecho, entre los que íbamos yo aparentaba ser el más sobrio, y es que si lo pienso bien aunque ahorita tuviera mas licor a mi alcance ni siquiera lo sentiría por lo sumergido que me encuentro en esta puta depresión.

Necesito ayuda y no sé dónde buscar, le temo a expresar lo que siento con las personas, tal vez por eso solo dejo plasmadas las cosas en esta hoja virtual en dónde no existo, donde nadie me conoce, y dónde dudo que a alguien le llegue a importar lo que este joven sumergido en esta enfermedad de nostalgia tenga por decir.

Miguel Garzón

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[tengomilpalabrasparati]

¿Acabas de descubrir que existen las personas altamente sensibles? 

Las siglas PAS cambian cada día la vida de cientos de personas que se identifican en el rasgo. Nos enteramos de su existencia de la manera más inesperada: en forma de un post aquí o en Facebook, en unas palabras escuchadas al azar, en un comentario de un amigo, o en un artículo de algún medio impreso.

Pero existe una sensación muy similar que acompaña a todas las PAS cuando descubren el rasgo y es una sensación que se resume en la frase: ¡por fin entiendo lo que me pasa, pensé que era un bicho raro!

Conocer los cuatro pilares del rasgo PAS es el primer paso necesario para poder adentrarnos en el mundo de la Alta Sensibilidad, estos son:

1| Profundidad en la manera de procesar la información recibida: 

El sistema neuro-sensorial de las PAS hacen que reciba mayor cantidad de información, y la procese de forma más compleja, que el resto de las personas. Esta información incluye no solo los estímulos percibidos a través de los cinco sentidos, también sus pensamientos y emociones.

2| Sobreestimulación: 

Como consecuencia del trabajo neuro-sensorial y de la profunda reflexión sobre las propias experiencias, quien es una PAS llega más fácil y rápidamente a estados de sobreestimulación, sintiéndose con facilidad agobiada, abrumada o saturada.

3| Fuerte emocionalidad y empatía: 

Estudios científicos han demostrado que las regiones cerebrales relacionadas con las emociones y la empatía presentan una mayor actividad respecto a la media. Por este motivo, experimentan sus emociones positivas o negativas más intensamente. Tienen una tendencia natural a ponerse en el lugar del otro, por lo que pueden experimentar las emociones ajenas casi como si fueran propias.

4| Sensibilidad para matices y sutilezas: 

Su intensa percepción sensorial les permite captar una amplia gama de detalles captando muchas veces, aspectos que a otras personas se les pasan por alto.

Rosa ❤️

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[mimalignamanera]

Dolor y gloria, Almodóvar (2019)

Salvador sumergido es el nombre de la canción que acompaña los movimientos de cámara que presentan a Salvador (Antonio Banderas), el protagonista del filme “Dolor y gloria” (dirigida por Pedro Almodóvar y estrenada durante el año 2019) en una pileta de natación, quieto, con los ojos cerrados y dos pequeñas burbujas acompañando sus párpados. Un plano detalle recorre una cicatriz de su espalda, roja, sobresaliente, contrastando con la piel límpida. El primer acercamiento con el personaje, una intromisión a ese momento y espacio íntimos, se efectúa por medio de una huella, una marca, un desborde de ese cuerpo equilibrado, que se mantiene sumergido sin demasiada dificultad, cómodo, estable. Una de las acepciones de cicatriz es “señal o marca que queda en la piel después de cerrarse una herida.” Y Salvador pareciera todo él una señal resaltada por los dolores, por las heridas que dejaron una huella en su cuerpo irrecuperable, sufriente, apenado. Los recuerdos son un torrente poderoso que lo abraza y lo cautiva, quedando obnubilado por las imágenes, las voces, los sonidos, las temperaturas de su infancia. ¿Cuántas vidas caben en un presente?

Salvador sumergido podría pasar por el título de la película. Sumergido, en esa presentación de personaje, en términos físicos, pero también mentales, inmerso en las imágenes del pasado que lo rozan, lo hacen tambalear, en un vaivén similar al del mar cuando está calmo. Salvador rememora y los pasados lo mojan, lo afectan, lo transforman. Es un personaje en suspensión, que habita un entre, conteniendo la respiración, esforzándose, tironeando entre salir a la superficie o “ir nada más que hasta el fondo” como ha escrito Pizarnik.

Un primer plano de su rostro da paso al movimiento del agua con voces de mujeres que conversan en el fuera de campo. Con un movimiento ascendente se presentan cuatro mujeres lavando ropas, y un niño en la espalda de su madre Jacinta (Penélope Cruz) “Me gustaría ser un hombre para bañarme en el río desnuda” dice Rosita y sus vecinas ríen y cantan. Otro primer plano, ahora del rostro del niño sorprendido y contento, dirige la mirada a las mujeres que tienden sábanas blancas sobre los yuyos. Hace calor, sus vestidos se mecen con la brisa. La infancia es un espacio idílico y rozagante. Un corte captura a Salvador, adulto, saliendo a tomar una bocanada de aire.

“Dolor y gloria” podría considerarse una película de reencuentros, y si existen es porque han tenido lugar los desencuentros, las distancias, los silencios. Cuatro serán los reencuentros que se mostrarán en detalle, delimitando distintas secciones dentro del mismo filme, algo parecido a capítulos. También es una película sobre/de la memoria, un filme que expone fragmentariamente imágenes de la infancia que constituyen a Salvador. Por medio de los primeros planos de su rostro adulto, la película se sumerge, a través de distintos flashbacks, en seis recuerdos que completan y dialogan con su vida presente, como si acercándose a sus rasgos y expresiones pudiera vislumbrarse aquello que ha sido y ya no es, aquello que se fue y perdura. Y también es un filme que conversa sobre/con el cine como un sello o una aguja, una herramienta, un espacio que acuna, que cuida, que salva. El tópico de la salvación está encarnado no sólo en el nombre del protagonista sino en los vínculos interpersonales. Él es salvado por otros (Mercedes, por ejemplo), él salva a otros (Federico, su viejo y entrañable amor) y el cine lo salva (en su pasado y en el presente, constante, perseverante) “El cine como guía ante la tormenta del mundo” diría Hernán Hevia (2015:11)

Pero por sobre todo, o con todo, es una película sobre los cuerpos. La voz en off acompañada por gráficos que desgranan y desmenuzan el cuerpo humano para especificar la cantidad de dolores, falencias, resquemores adentra en la conformación de este personaje, y en cómo el padecimiento rige y delimita el contacto con amores y amigos. Un filme sobre la fragilidad, con sus marcas físicas, con las huellas de lo irresuelto (hombres que se han ido, madres con reclamos y dulzuras) en la corporalidad, plasmadas en cicatrices, migrañas, cefaleas, dolores de espalda, operaciones. Salvador pareciera la encarnación de lo trágico de la existencia, ese cuerpo que se muestra delicado y protegido, atento, a resguardo de los riesgos y los acontecimientos propios de una vida, propios del azar. Cada movimiento conlleva una lentitud y exactitud que obstaculizan y fastidian cada decisión. Para salir del auto que lo lleva a casa de Alberto debe acomodarse, reclinarse, pausar, ralentizar. Al llegar a su hogar debe estar en penumbras para no sufrir dolores de cabeza, también al atragantarse, debe sorber agua (ni muy lento ni muy rápido) para calmar la tos. Al agacharse, primero coloca un almohadón que le interrumpe el contacto con el suelo. Es un cuerpo que tiene completa consciencia de los espacios en los que se mueve, a merced, podríamos decir, de lo externo. Y, en la misma medida, es ensimismado, está desencontrado/desencantado con aquello que lo rodea, cediendo a las drogas que lo excitan y movilizan, que lo sacuden del tedio de existir de esa manera. Y no será casualidad que el texto que narra sus primeras seducciones con el cine se titule LA ADICCIÓN y comience con el enamoramiento y la repulsión a la misma vez “El cine de mi infancia siempre huele a pis, y a jazmines, y a brisa de verano.”

Si del cuerpo se trata, entonces también del paso del tiempo. La temporalidad en el filme está dislocada en un constante ida y vuelta de recuerdos y añoranzas. También el tiempo de su cuerpo y el de los demás, aquellos que han sido jóvenes y vigorosos ahora se le presentan avejentados, distintos, otros y los mismos. Esa relación de mismidad-otredad está presente en las escenas con Federico y su madre, Jacinta. El reencuentro con Federico porta la sutileza de dos que se conocen profunda y dolorosamente. Al abrazarse, se acarician, se sostienen, se emocionan. Al sentarse a conversar, relatan sus vivencias en voz alta mientras subyace otro relato, el de los gestos, el de los acercamientos y distancias. Federico posa su mano sobre la rodilla, sobre los hombros de Salvador. Salvador lo mira fijamente mientras él expande la foto de su hijo, distraído. Federico apoya la palma en la nuca de Salvador y lo acaricia, mientras lo observa. Todos remanentes, dejos de un lenguaje en común que ya no es pero que regresa allí, a los rincones de los cuerpos, del entre-dos. Así como comprendemos a Salvador por medio de distintas escenas de la infancia, también lo asimos a través de estos movimientos, de este baile susurrante con Federico.[1] En contraposición, el reencuentro con Eduardo no devela el paso del tiempo. Eduardo siempre será joven y fuerte, musculoso, atlético. La decisión estética de ocultar el correr del tiempo implica conservar el primer deseo intacto, inamovible, ese que pregnó en la piel de Salvador y se sostiene idéntico (el mismo que dará título a su texto y a su próximo filme rodado dentro de la película[2]) El Eduardo que él conoció y anheló es el mismo para siempre.

De este modo, la película también sumerge a lxs espectadorxs en la turbulencia de un cuerpo atravesado por la contingencia, por la pérdida, los duelos, los amores y las caricias. Un filme que, como supo caracterizar Ezequiel Boetti, es “una experiencia física, una película que duele.”

 Bibliografía

Boetti, Ezequiel (2019) “Reencuentro con el mejor Pedro” disponible en https://www.pagina12.com.ar/198475-reencuentro-con-el-mejor-pedro [revisado el 9/11/2020]

Didi-Huberman Georges (2015) Parte I: “Abrir los campos, cerrar los ojos: imagen, historia, legibilidad”, en Remontajes del tiempo padecido. El ojo de la historia 2. Buenos Aires: Biblos, pp. 13-67

Vanoye Francis y Anne Goliot-Lete (2008) Principios de análisis cinematográfico. Madrid: Abada

 [1] Del mismo modo, el capítulo (en línea con lo que proponíamos más arriba de comprender las secciones como capítulos) de Jacinta presenta dos cuerpos que se (des)encuentran. Es un flashback que contiene los diálogos y los movimientos de un reencuentro, con sus reclamos y caricias. La madre le regala objetos que significan para ellos y su relación, como el huevo de madera para zurcir las medias. Ellxs en relación con los objetos, ellxs en relación con lx otrx. Salvador le coloca el velo negro simulando el ritual funerario, ensayando la muerte. Protegiéndose de la muerte verdadera, él se anticipa, cuidándose de ese riesgo, de ese golpe vital. También le acaricia las piernas con un dejo infantil, un primer plano lo descubre besandole las manos. En la misma línea que con su viejo amor, los dos cuerpos se re-conocen, se descubren, se encuentran distintos y el mismo.

 [2] Confirmando que, como explica Francis Vanoye, “la película dentro de la película (…) es también una figura con un carácter reflexivo muy explícito.” (1992:41)

[chefherrera]

ERASMO Mencionarlo es invocar de manera inmediata e inconsciente el "elogio de la locura". Tal no debió ser el título. Más bien, el de elogio de la estupidez. Pero en México lo absolutamente correcto es "el elogio de la pendejez". Ya verá usted por qué. Le comparto algunas citas. No se vaya a sentir aludido. Sobre los teólogos, dice que tienden a explicar los más oscuros misterios: "Después de la resurrección de la carne, ¿se comerá y se beberá? Así mismo, apunta que "Pero de estas sutilezas sutilísimas las convierten en archisutiles los diversos sistemas escolásticos, pues más pronto se saldría de un laberinto que de esta maraña de realistas, nominalistas, tomistas, albertistas, occamistas, scotistas, etc, etc, y en todas las cuales es tan profunda la doctrina y tantas las dificultades, que los mismos Apóstoles crerían necesaria una nueva venida del Espíritu Santo si se vieran en el trance de tener que habérselas con los teólogos de nuestros días". Sobre los filósofos, dice: "¡oh, cuán dulcemente deliran cuando forjan los mundos a su antojo; inútil es decir que la Naturaleza se ríe en grande de ellos y de sus hipótesis, porque nada saben con certeza. No faltan entre ellos algunos que predicen el porvenir consultando a los astros y prometiendo mayores prodigios que los de la magia, ni tampoco dejan de encontrar papanatas que se traguen sus embolismos" Finalmente, también se refiere a los escritores, de quienes afirma que "El escritor es más feliz cuanto sea más insigne su extravagancia, porque sin necesidad se pasar las noches en vela, todo cuanto le viene a la mente, tod cuanto afluye a su pluma y todo cuanto sueña, lo pone enseguida por escrito con sólo un pequeño gasto de papel, no ignorando que, en el porvenir, quel que mayores necedades (pendejadas) haya escrito será el preferido de los demás, es decir, por los indoctos y por los estultos (pendejos). ¿Qué le importa a él que le desprecien 3 ó 4 sabios, caso de que le lean? ¿Qué signifcaría el parecer de éstos ante la muchedumbre que los aclama?" Disfrute usted lo poco que queda de este domingo y nos seguimos leyendo. Ah, y entregémonos a la pendejez. No vea usted las ventajas y bondades que procura https://www.instagram.com/p/CCkTnnun66b/?igshid=vuz58570857v

[elsantyorozco]

IN THE MOOD FOR LOVE 2000

No hay palabras exactas para describir la belleza dolorosa de esta película. Es preciosa en lo absoluto, poesía hecha cine. No quieres que termine nunca porque el corazón, los ojos y todos los sentidos se preguntan si alguna vez van a contemplar un film de tan increíble hermosura y de una melancolía que lastima. Las historias de amores que quieren pero no pueden ser, donde el cuerpo está presente pero, el corazón está junto a otra persona. Todo lo que pudo decirse pero no se dijo. Y así transcurrirá la vida y los días, sabiendo que el último pensamiento será para ese gran amor y que no hay distancia posible que te aleje de él porque adonde vayas, estará ahí, bien dentro tuyo. 

Nunca el dolor que produce el  amor fue tan bello como en esta película. Wong Kar-wai es un director con un insólito mundo interior en el que se mezclan su interés por retratar la soledad del ser humano y su obsesión por mostrar en imágenes el cambio de las personas cuando lo amado esquiva voluntariamente nuestra compañía, dejándonos a nuestra propia suerte. El realizador hongkonés acierta, una vez más, en sus planteamientos narrativos y estéticos.

“In the Mood for Love” se trata de la séptima película del director, con una historia desgarradora y trágica pero a la vez sublime y bella. Presenta un Hong Kong de 1962 donde residen Chow Mo-wan y Su Li-zhen, conocidos como el señor Chow y la señora Chan, respectivamente. El mismo día, como si estuviese marcado por el destino, ambos personajes con sus respectivas parejas, se mudan a uno de los famosos edificios compartidos de Hong Kong en los que se renta un cuarto. Casualmente, están viviendo una situación muy parecida con sus respectivas parejas, a los que cada vez ven menos. Así es como Chow, redactor jefe de un diario local, y Li-Zhen, secretaria en una firma de exportación, comenzarán a entablar amistad. Y es justo en ese momento que el azar y la coincidencia provocan que el destino de ambos se crucen. 

Constantemente, Chow y Su se topan en los pasillos del edificio donde viven, en lugares aledaños, en las calles donde caminan tras sus largas jornadas de trabajo. 

Por medio de una casualidad que les une aún más, se dan cuenta de la infidelidad de sus parejas. Aquí el quebranto. Aquí la pérdida y la traición. Acaban entablando una extraña relación que combina tensión sexual y los reflejos del trauma del engaño. Empiezan a pasar juntos cada vez más tiempo, apoyándose el uno con la presencia del otro e incluso subrayando su tragedia. Y como no hallan la manera de evadir la realidad, recurren a la actividad favorita del ser humano para reconstruirla, la ficción. Ellos comienzan a verse afuera de la vivienda o en el lugar donde venden tallarines. Luego, dan un paso y salen a cenar, pero siempre imaginando que son amantes. Así, intentan entender cómo sucedió, cómo empezó. La fantasía no es obvia, actúan en el papel de sus esposos para entender el romance. De este modo, ellos son dueños de esa fantasía y la controlan a su antojo, retrasando el momento de consumar su amor. 

En toda la película nunca vemos las caras de los esposos infieles, son como fantasmas. Son protagonistas pero nunca resulta necesario darles un rostro. La infidelidad es la cara de ellos y resultaría de mal gusto para los protagonistas darles un motivo a los espectadores para que los recuerden. Además, nos dan un pretexto para entender que es una infidelidad, tan común y natural entre las parejas. Pero aquí no es así, porque ellos son sólo capaces de amar la idea, pero no a la persona en la realidad. Sin embargo, el temor puede transformarlo todo. A pesar de que ambos están en condiciones para amarse mutuamente, aún con todo y trabas, se encuentran casados y eso les pesa, los dos terminan creando su mundo de pasiones basados en la ausencia: él con la pérdida, ella con la imposibilidad.

La profunda expresividad que tiene la película se logra aprovechando los espacios que el autor recordaba de su infancia en Hong Kong: las calles estrechas, con casas cercanas unas de otras, decadentes. En resumen, la imagen de Hong Kong durante los 50 y 60. Sin embargo, eso hizo que para él las escenas de completa intimidad tuvieran en cierto modo una atracción misteriosa, aún así, Kar-wai se mantiene al límite de lo fetichista, las escenas íntimas que capta el ojo de su cámara son evocadoras, inocentes y hasta cierto punto “puras”. Como ejemplo de esta cámara que capta la intimidad de una manera voyeurística y fetichista, las reuniones que los protagonistas mantienen en el hotel para escribir una historia de artes marciales: el acercamiento es siempre justo y necesario, y lo máximo que consiguen es dormir en la misma habitación. Por eso el director oculta su objetivo entre cortinas, graba reflejos a través de cristales, muestra trazos de amantes sin su otra mitad, no quiere inmiscuirse en algo que tan sólo debieran compartir ellos dos, un amor espinoso y de triste solución que se les escapa sin que puedan hacer nada por evitarlo, pues no se sienten dueños de ese destino que quiere cambiarles la vida por completo. 

En esta película cobra una mayor presencia el estilismo y la música, es decir, la técnica y la estética. Esto lo comprobamos en escenas donde los movimientos de cámara están trabajados para expresar los cambios emocionales de los personajes, con un conjunto de ideas que hablan de originalidad. Cada vez que se descubre algo, la cámara realiza movimientos de travelling, en lugar de tratar la escena con el uso del plano-contraplano. Un ejemplo de esto es una escena en la que la Sra. Chan y el Sr. Chow se encuentran cenando, y poco a poco, como en un thriller, ambos desvelan ante el otro las sospechas de que sus respectivas parejas están engañándolos. 

Aparecen otras dos escenas que señalan perfectamente la evolución de los personajes. En la primera, ensayan cómo debía ser cuando la Sr. Chan volviese a ver a su marido, el Sr. Chow siguiendo el juego confiesa haberle sido infiel y ella acaba llorando. La segunda escena es un ensayo, pero esta vez de cómo se tienen que despedir ambos, pero esto el espectador no lo sabe hasta el último momento, y ella vuelve a llorar al pensar que tiene que dejar al Sr. Chow atrás. Dos escenas que conjuntamente nos hablan de los resultados de un amor imposible. 

Los personajes que no quieren ser iguales a sus parejas, deciden negar el amor que el uno siente por el otro, por consiguiente, cuando el Sr. Chow se marcha, ella intenta encontrarlo en Singapur y, al no hacerlo, él regresa a Hong Kong. Cuando vuelve ya es demasiado tarde, y lo único que ha quedado es un susurro del Sr. Chow ante un agujero hecho en un muro de piedra en Camboya, donde cualquier secreto o pasión pudieran descansar en el letargo del olvido. No oímos el secreto, pero todos intuimos lo que es. Tiempo después, en el mismo agujero, crece algo de hierba. Esto es la supervivencia de un amor, que al igual que las piedras del lugar sagrado, han permanecido sin cambios con el tiempo. Un amor, que pese a no haber sido consumado, o al menos eso creemos, estará en la memoria de quienes lo han vivido. 

Cada escena de “In the Mood for Love” tiene una escena dentro. Está filmada de tal manera, que siempre se mantenga la sensación de que los están mirando, y eso lo logra Wong Kar-wai con marcos de puertas, espejos, pasillos y pocas locaciones, éstas, al final, resultan conocidas para las audiencias para conocer su agenda, cuándo y dónde compran comida, llegan del trabajo, se ven antes de entrar. Esta ausencia de escenarios grandes da la sensación de que el tiempo pasa más lento, es la monotonía y su rutina. Los planos a través de los barrotes de la ventana son la muestra del encierro en que los personajes deben mantener sus sentimientos.

El ambiente acabado de los exteriores, combina con la textura que se le quiere dar al color de la película: de aspecto oscuro y angustioso, como los corazones de los protagonistas abandonados, destartalados, oxidados y húmedos. Mientras, la melosa textura de los colores interiores con luces de pequeñas lámparas, papel de pared, sábanas rojas, muestran el contraste intencional que se produce entre los exteriores y los interiores. De esta forma, las texturas condicionan también el valor de las luces y colores para provocar sensaciones. Toda esta atmósfera visual evocadora resulta fascinante para el ojo de un espectador, inspirando situaciones difíciles de expresar con palabras. Sin embargo, de entre todas las sensaciones que podemos sentir de los personajes podemos destacar la nostalgia que une a todos los protagonistas de sus películas. Esta angustia por lo que falta en sus vidas resulta el hilo conductor para expresar la ausencia y también es la que justifica el uso de los recursos para remarcar las sensaciones de los personajes.  

Colores contrastantes y llamativos, que avivan pasiones y resaltan situaciones, colores que hacen de escenas poco románticas unas verdaderas joyas de la filmografía del realizador, pasan del más cálido al más frío en tan solo uno o dos cortes. El frío se hace presente con la lluvia torrencial en tonalidad azul oscura, para que después los personajes se encuentren en un hotel donde el rojo hace presencia imponente en todas las paredes y luces. El color destaca en este mundo y habla más que muchos otros detalles visuales destacables como el cambio de vestuario, los qipao que usa la Sra. Chan, entre cortes para denotar las elipsis, o el cambio de movimiento de cámara y de las actitudes de los personajes, sin duda el color siempre despierta emociones en el ser humano, consciente o inconsciente, y más si está distribuido con sutileza en su uso, como aquí se puede ver.

En sus largometrajes anteriores, la música para el director es sumamente importante. “Yumeji’s Theme”, que hace parte de la banda sonora de este último tiene la función de hacernos sentir que el amor traspasa a los personajes. Las imágenes que acompañan la escena donde Su va a buscar fideos, una y otra vez como lo recalca Wong Kar-Wai en su creación del hábito, donde come sola, se encuentra con Chow, se saludan, interactúan como dos pero a la vez uno, acompañado de la cadencia de la melodía, responde a la delicia de vivir el día a día como una felicidad eterna, conteniendo todo el amor que los rodea, incluso si éste nace del dolor de haber sido engañados por sus respectivas parejas. 

Con esta misma pieza musical hay una revelación de ternura que señala los momentos que construyen ese amor, incluso sin que ellos se den cuenta de ésto, el Sr. Chow asegura que “solo sucede sin previo aviso”, ignorando las señales que el director nos da en la película. Una cámara lenta que induce la sensación de suavidad y sensualidad a los personajes, transfiere el cariño que se forja a través del hábito, pero al ritmo de la música. El cortejo sucumbe ante el cadencioso tema musical que tiene el fin de anudar la garganta. 

El amor les nace de los ojos, aunque se miren muy pocas veces a lo largo de la película, de la piel, del tacto sutil, como la cogida de las manos en el taxi que los lleva a casa, causando algo más real que lo vivido con sus parejas. La música florece junto con la convivencia entre los dos corazones rotos, refuerza la conexión entre ellos y se va transformando en una historia de amor imposible. En los ires y venires de este amor, la indecisión de Su representada y  acentuada musicalmente por la canción “Quizás, quizás, quizás”, en la voz de Nat King Cole, se funda toda la pasión contenida que se refleja a lo largo del film, envuelta en culpa y tristeza, confusión y deseo, ternura y violencia dominada, lo que no evita la hermosura de esa extraña alegría que les provoca ser amantes por medio de la distancia. 

El respeto por las actitudes de los personajes y sus emociones, trasciende al mismo espectador que se convierte en un testigo mudo de sus sentimientos sin ser partícipe en ninguna ocasión de esas confesiones íntimas a las que nos tiene acostumbrados el actual cine comercial. Es lógico que sintamos ese deseo de que se nos permita llegar más allá en el conocimiento sensual de los amantes, nuestro voyeurismo nos los demanda en cada instante de la película, exigimos mentalmente que nos regalen algún diálogo lleno de pasión, carnalidad, amor e instintos retenidos que estallan tras un beso y seguro que eso es lo que experimenta la pareja protagonista, pero Wong Kar-wai prefiere que todos, incluso él mismo y los espectadores, respeten su intimidad cinematográfica. “...Y así pasan los días y yo desesperado, y tú, tú contestando, quizás, quizás, quizás”

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[pascalspanker]

¿Dominante o sádico?

Durante mucho tiempo, pensé que yo necesitaba una masoquista que no fuera sumisa para conectar con ella, para alimentar al sádico que hay dentro de mí. Yo, ni siquiera, estaba buscando a una sumisa y, sin embargo, las rechazaba, diciéndoles que no eran de mi misma especie.

 Siempre, he encontrado mujeres sumisas atractivas y deslumbrantemente hermosas, pero pensaba que estaban fuera de mi reino. No había manera de que yo infligiera dolor a una criatura tan hermosa y mágica; necesitaba comunicarme con una mujer de mi misma especie. También, hermosa y mágica, pero con la diferencia de que  no se convirtiera en cenizas debajo de mí.

Entonces, una mujer maravillosa y apareció en mi vida. Una sumisa de pura raza; inteligente, cálida, atenta y sin atracción por el dolor. Ella y yo nos escribíamos y, aunque, ella subrayaba cada párrafo manifestando que no le gustaba el dolor y le decía que ella  era lo que yo necesitaba, no pudimos dejar de comunicarnos.

 Durante el tiempo que estuvimos juntos, me enseñó una profunda lección. Una después de otra; me mostró la belleza sensual de la sumisión y la entrega y me dio una idea interior de mí mismo y cuán dominante he llegado a ser instintivamente en presencia de una mujer sumisa. Antes, yo nunca le había prestado atención a esa parte de mí, pero ella se convirtió en un espejo para mí y a través de ella, veía que existía mucho más para mí que la oscuridad del poeta sádico y romántico. En verdad, también soy un Dominante.

El Dominante que soy es tan crudo y sin refinar como el sádico que soy. Estoy seguro de que mi personalidad esencial sale en mi escritura y especialmente en mi poesía; una gloriosa ausencia de sutilezas, brutalmente honesta, una saludable falta de tacto, egoísta, arrogante y un romántico empedernido. Sin embargo, no se puede negar el hecho de que soy lo suficientemente arrogante como para decirle a una hermosa mujer sumisa lo que hacer y, luego, simplemente cogerla.

Sospecho que la etiqueta que llevo conmigo tiene ciertas connotaciones que me hacen estar a la altura.

No soy frío ni distante; soy agresivo e invasivo con ella. No me voy a alejar de tí por mí mismo. Invadiré tu cuerpo, tu alma y te morderé y lameré tus lágrimas y profundizaré en lo que te hace gritar de dolor. Yo no estoy al mando; no voy a decirle que se arrodille, clavaré mis dedos en su clavícula y haré que se arrodille por sí misma. No estoy buscando su obediencia y no voy a parar hasta que se rinda.

Sin embargo, dicho esto, la razón principal por la que elegí la etiqueta sádica, es simplemente porque es la parte de mí que colorea todo lo que soy. La empatía, la irresistible urgencia a diseccionar a la persona con la que estoy hablando con el fin de aprender lo que la motiva, la condenada necesidad de hacerme real a través de la respuesta de ella en todo lo que está siempre presente. Así que, la simple verdad es que soy un Dominante Sádico. No es que la distinción tenga mucho peso en mí; cuando me miro en el espejo, todo lo que veo, soy yo.

Bajo mi contexto, he tenido la ocasión de pensar en la distinción entre una masoquista y una sumisa, de cómo estos aspectos en una potencial pareja se adecuan de acuerdo con quien soy y lo que soy.

Sé que necesito a la masoquista; es fundamental para mí. La alimentación de una sumisa que solamente soporta el dolor como un gesto de sumisión hacia mí, sinceramente, no es tan satisfactorio. Por otro lado, la alimentación de una sumisa que anhela el dolor tanto como yo anhelo infligirlo, se convierte en una relación simbiótica donde ella también me alimenta. Ser masoquista es tan esencial como ser mujer.

Por otra parte, he notado que mi corazón responde poderosamente a la sumisa. Contra más necesito a la masoquista, más me enamoro de la sumisa. Todavía tengo que averiguar por qué. Justo, porque sé que es verdad. Sinceramente, no puedo evitarlo. El deseo de agradar, obedecer y seguir, un poco de timidez y la chispa en sus ojos cuando ella me mira, desmontan mis defensas antes de darme cuenta de que estoy sintiéndome poseído. Y el tercer contacto, es que todavía estoy moviendo mi cabeza, mientras trato de comprender la gravedad que “una mujer” ejerce sobre mí. No es la edad o el juego del rol de papá y la niña, sino que me gusta saborear el sentimiento de protección y consuelo cuando lo siente un poco, cuando quiere esconderse y sentirse segura durante un tiempo. Tal vez, eso me pueda convertir en un Dominante tierno algún día; solo sé que me sienta muy bien cuando ella busca refugio entre mis brazos.

Por lo tanto, he pasado de pensar que las masoquistas no sumisas eran mis únicas compañeras posibles, hasta llegar a darme cuenta de cuánto  voy a ganar en mi propio viaje. También, he percibido que las sumisas masoquistas con una niña en su corazón, son puras criptonita para mí... Pascal Spanker.

[itinerario]

“Adiós a los padres”

Toda historia universal está compuesta por los pequeños relatos de familia. Siempre lo he dicho las historias de mi familia merecen contarse, las anécdotas de los González, Pantoja, de los Bush, de los Collard,  los usos y costumbres de los  Manjarrez, de los Osuna, Lafarga, Maldonado, hasta llegar al escarbar a los Téllez Girón. La reciedumbre victoriana de unos, el recalcitrante orgullo Porfiriano de otros, pero, ¿Podría animarme? Tendría las agallas para revelar secretos sin culpa, sería capaz echar andar esa maquinaria que exhibirán,  si acaso los hubiera, rencores, angustias,  o simplemente jactarme impostado de la moralidad, y los éxitos que han marcado mi genealogía. No lo sé, creo que sería aventurarme a un escrutinio riesgoso. Héctor Aguilar Camín, lo hizo y el resultado es aplaudible, dicho sea de paso, ha creado una obra maestra y se ha reconciliado con su pasado y exorcizado a sus demonios.  

“He visto una foto de mi padre joven, la mejor de sus fotos. Tiene veintiséis años, viste un traje de lino claro que el aire infla. Está de pie en una playa de guijarros y arena revuelta, junto a una muchacha de talle alto y piernas largas. Dentro de unos años, esa muchacha será mi madre."

Así con esa sutileza y encanto, Héctor Aguilar Camín, da inicio a “Adiós a los padres” No hay engaño, ni disimulo, se avecina un conmovedor relato, al que mismo autor ha adjetivado como una novela sin ficción.

Este es un libro de prosa limpia, precisa, concisa e inteligentemente trabajada. Un texto honesto y con puertas abiertas a la intimidad de la historia sentimental del autor.  No cualquiera tiene la valentía y el arrojo para realizar este ejercicio de emociones profundas, sin llegar a ser desmesurado y caer en lo barroco, es una narrativa destilada en estilo e hilvanada por anécdotas, en las cuales deambula el humor y el cariño.  

El libro tiene tres grandes momentos: El primero la historia de amor, con un Chetumal primitivo de fondo, la promesa de la felicidad eterna. Son jóvenes, desean caminar por el mismo sendero sin saber que ese camino se bifurcaría más adelante. La independencia de Héctor de don Lupe, el Padre ominoso y severo, el esplendor y ocaso del negocio de la madera.

El segundo, la desaparición, momento dramático, fuerte. Entre el Ciclón Janet que golpea las Costas de Chetumal y la vengativa personalidad de Don Lupe, obligan al exilio a los Aguilar Camín. La historia de la derrota que se convierte en  la historia de un Padre ausente, que nunca estuvo en los momentos claves. Esa imagen de ruptura con la figura paterna, de esa carencia de manto protector, marcó de por vida al autor, tenía tan solo 13 años, era un Diciembre de 1959.  Este es el relato del amor roto de Emma Camín y de Héctor Aguilar Marrufo, pero también es un canto a la superación de esta heroína llamada Emma, de su  perseverancia, que junto a su hermana Luisa,  se tiene, se debe de enfrentar a la dura más no imposible realidad, de sacar a toda una familia adelante (cinco hijos). Emma no es una mujer conformista, no se doblega ante la dificultad, no conoce la frustración y ante el fracaso descubre sus talentos ocultos, inclusive, podría decir, inimaginados. Mujer sin varón, pero con los pantalones bien puestos.

El tercer momento, Noviembre de 1995, La Parábola del Padre Prodigo. La historia de la Reaparición.  El autor, no alcanza distinguir si es una aparición o un ser real, la ausencia se prolongó por 30 años. “Aquí está frente a mí, reaparecido después de estos años, aunque no sea él ni sea yo quienes nos encontramos realmente en la posada oscura, sino nuestros fantasmas recíprocos, el del padre que fue y el del hijo que fui, tratando de tocarse en las sombras”. Pero vale la pena recalcar que Héctor, no se asume como juzgador, no hay reclamos, no hay reproches.  

Pareciera que esa es la constante, que los autores nos permitan conocerlos a través de la patria íntima, es decir su familia, en años  pasados (2014) celebramos con Rafael Pérez Gay el Premio Mazatlán de Literatura con su fabuloso e inclasificable “El Cerebro de mi hermano”,  Gonzalo Celorio  se hizo  hizo acreedor en 2015 de este galardón  de solvencia artística por su “El metal y la escoria” y que también discurre por estas sendas en las que la madurez humana e intelectual, les permite a estos autores, abrirse de capa e invitarnos a conocer a sus ancestros, de donde son, de donde vienen, quienes son y así entender en quien no se quieren convertir. Reflexión que impone.

Todos tendremos que decir adiós a nuestros padres, es un trance inevitable, es un duelo ineludible, Héctor Aguilar Camín, lo hace de manera esplendida. Perdona y se compadece de su Padre y construye un altar a la memoria de su madre. En este México tan esquizofrénico y desconcertante, bien podríamos trazar esa moraleja práctica como ruta crítica, a todos nos vendría bien, cerrar cicatrices en el alma.

[meximorrita]

Caja de secretos

Spiderman Noir x Reader de género neutro. El lector también tiene poderes arácnidos.

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Uno de esos momentos raros en los que la pandilla estaba en paz, sólo relajándose en la hogareña sala de May platicando, incluso habías olvidado por un momento la presión de ser un superhéroe. Bueno, por la plática y por estar todo el tiempo dando miradas rápidas a Noir. Okay, lo admitías, la idea del misterioso, serio, caballeroso Spiderman te llamaba la atención, muchísimo. Él estaba distraído con Porker que trataba de explicarle el término de comedia; no estaba funcionando por lo que pudiste ver. Peter solo le daba miradas confundidas acompañadas de múltiples preguntas.

"...¿Por qué, T/N?" La voz de Peter B. te sacó del trance ¡Rayos! ¿Qué mierda había dicho? Te estaba viendo, todos te estaban viendo. Sólo suplicabas que no sospecharan que estabas ojeando a Noir. "Perdón ¿Acerca de qué?" Preguntaste. Peter B. suspiró y giró los ojos. "Pon atención. Aún no soy tan viejo como para que me ignoren...¿Lo soy?" Gesturaste un "Más o menos" con la mano que lo hizo fruncir el ceño. Gwen reanudó la pregunta que te habían hecho "Preguntó por qué aún no te has quitado la máscara. Es decir, en tu Universo tiene sentido pero aquí da lo mismo que la tengas puesta o no". Cierto, la máscara, no habías pensado en eso. Peter B. y Gwen no tenían problema quitándosela, es más, no la estaban usando ese momento. "Uhm" buscabas una explicación "bueno, creo que es un mal hábito" soltaste una risa nerviosa "Siempre la tengo puesta y la quitó al dormir y en las mañanas." Encojiste los hombros restándole importancia hasta que lo pensaste de nuevo. "Pero no sé por qué sólo me reclaman a mí. Esos dos" señalaste a Porker y Noir "Tampoco se las quitan."

Ambos se unieron a la conversación. "De bajo de la máscara soy un puerco" agregó con cierta molestia Porker "No sé qué esperaban." "¿Y tú, Peter?" Le preguntó Penny a Noir "La identidad de un héroe es el tesoro más sagrado. En ello recae la seguridad de mis seres queridos. Esta máscara es lo único que se interpone entre el crimen y mi hogar" Todos cruzaron miradas al escuchar su dramático discurso. "Peter, no estás en tu universo ¿Sabes?" Le señaló Miles "Aquí nadie te conoce. Y de cualquier manera, todos ya sabemos que eres Peter Parker" Noir guardó silencio y dijo "Bueno, eso es cierto. Sin embargo, aún no me la quitaré." "Cómo quieras" respondió Peter B.

Un poco de charla después la hora de dormir había llegado. Miles tenía escuela y el resto en verdad necesitaba un descanso. Así Peter y tú fueron los dos últimos en la sala. "Vaya que sí eres misterioso, Peter. Supongo que eso de ser detective te ha cambiado." Comentaste "Después de todo lo que he visto, es un alivio que no me falte un tornillo. Prefiero sólo ser pasar desapercibido, es mejor para todos." Asentiste de entendido. No evitabas sentir un poco de pena por su desafortunada vida. Quisieras ayudarle a abrirse un poco más. Sanar una profunda herida, te repetias. Pero no eras nadie para él, una compañera de trabajo, nada más. Quizá podrías llegar a ser su amiga y evitar que sintiera esa tristeza en el alma. Incluso si parecía una idea estúpida tenías que intentarlo.

Open up your box of secrets

Take one out for me

"Oye, Peter. No tengo nada de sueño y creo que hay un lugar donde podemos conseguir malteadas ¿Quieres acompañarme?" La idea se te vino de repente pero ¿Por qué te sentías tan nerviosa? Solo tratabas de ser su amiga, es una amable invitación y eso es todo ¿Por qué querías que dijera que sí? Noir, te miró algo extrañado. "No me vendría nada mal una de esas." Exhalaste en alivió. Y juntos se caminaron hasta una cafetería a no más de 8 minutos de la casa de May. Iban con sus trajes pero todos los tachaban de ser fanáticos de Spiderman, nadie sospechó nada.

La cafetería estaba muy bien iluminada, podías contar a 5 personas a lo mucho en el recinto. Peter y tú ordenaron malteadas y un poco de pastel para acompañar. Al principio te incomodas te un poco, no por él, sino porque sentías nervios a morir; sólo esperabas no arruinar nada. Poco a poco la conversación entre ustedes dos mejoró notablemente. Peter trataba de explicarte lo difícil que era tratar de sobrevivir en medio de la gran depresión, tú le comentabas de tu familia, de tu lugar de origen. Hablaban sin parar y ,aunque tú eras la que más participaba en la conversación, Peter te escuchaba atentamente, tirándote preguntas de vez en cuando "¿Cayese viejo lesbiano?" "Es sólo un meme" "¿Un meme?"

I'll show the number on my ticket

And take one home with me

Así fue como la plática nocturna siguió hasta terminar arriba de un edificio. La noche estaba tranquila para ser Nueva York, las luces de los anuncios y los coches, desfilaban a sus pies mientras una leve brisa acompañaba el bullicio nocturno de la ciudad. Notaste cómo en el transcurso de la noche Peter parecía más conversador que de costumbre y eso dibujaba una sonrisa en tu rostro. Hubo un momento en que la conversación cayó. La suave mención de su nombre que salió de tus labios precedió a una pregunta "¿Por qué me cuentas todo esto?" Noir apartó la mirada mirando al horizonte sin responder. Se tomó unos segundos antes de volver a hablar "Siendo honesto, no tengo ni la menor idea. Eres muy amable y me inspiras confianza. Claro, omití las partes más sombrías y horripilantes de mi día a día" Sentiste un tono tierno en esa oración pero al mismo tiempo podías percibir todo el dolor que habia tras sus palabras. Le ofreciste una sonrisa compasiva "Eres una caja de secretos, Peter. Creo que todo lo que se necesita para obtener información de ti es una malteada" dijiste sacudiendo la cabeza juguetonamente a lo que el sólo soltó una pequeña risa. Colocaste tu mano sobre la de él y lo miraste cara a cara, tomaste un respiro "Con toda honestidad puedo asegurarte que yo también siento que puedo contarte todo". Peter se conmocionó ante tus palabras. Eso era algo muy dulce que lo agarró desprevenido, incluso sentía que sus mejillas se calentaron un poco. Raro, eso era extremadamente raro para él."Es más" continuaste "ahora puedes saber un secreto mío" retiraste tu mano de la suya y la llevaste hasta tu máscara. Habías tenido una idea algo tonta, pero no dudaste en retirar la prenda de tu rostro ante el hombre a blanco y negro. Le sonreíste tímidamente mientras encogías los hombros "Esta" apuntaste tu dedo índice a tus facciones "es mi cara". No obtuviste respuesta del hombre.

Peter se petrificó ante tu revelación. Sí que tenías más atractivo de lo que él imaginaría. Lo primero que lo atrapó fueron tus ojos que se veían profundos en aquella noche. Después contempló tus labios que se curvaban en una nerviosa sonrisa. "Cara-coles" dijo sin aliento. "Sí" continuaste "pelear contra el crimen termina con la juventud" bromeaste "¿Qué opinas?" "Creo..." calló Noir por un momento; aún seguía cautivado por ti y no podía simplemente decir una estupidez. Una vez que tuvo claro su discurso, agregó "Creo que luces radiante." dijo con sutileza. Tú te sonrojarse y él lo pudo notar "Graci..." interrumpió "Pero también creo que lo justo sería que tú también supieras cómo luzco" y así su máscara fue dejada atrás. Por primera vez pudiste ver los ojos de Peter, se veían cansados pero aún con llamas; notaste su cabello negro que había sido desacomodado por la máscara, notaste su definida barbilla y los labios, los labios que sentiste la necesidad de besar. Tus ojos brillaron ante tal imagen y emudeciste. "Se qué luzco mal pero no es para tanto" Peter te desconcertó "¿¡Qué?! ¿Peter Parker acabas de hacer un chiste? ¿¡Tú?!" Preguntaste con incredulidad "Con tu cara y ahora con tu lado cómico, ya lo he visto todo" Peter sonrió y ¡Dios! adoraste esa mueca honesta. "Las enseñanzas de Porker no son en vano. Bien ¿Qué es lo que opinas?" Cuestionó "Opino que no me molestaría besar esa cara tuya, Peter Parker" Explotó tu corazón que ya no podía parar de latir por él. Aún así no te moviste ni un centímetro, pero él acercaba su cara cada vez más a ti hasta que sus labios se encontraron en un beso que te quitó el aliento. Vaya manera de coronar la noche. "Sí que eres una caja de secretos" dijiste regresando al beso inmediatamente.

Show me show me what you got

Take it take it soak it up

Open up your box of secrets

Take one out for me

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