Tumgik
#el beso más pequeño
nynph-desiree · 4 months
Text
Tumblr media
Pero el demonio más violento soy yo mismo. Sobre todo desde que perdí la guerra mundial del amor. Me convertí en un puto árbol de Navidad durante todo el año, de esos que abandonas en la acera después de despojarlo de todos sus adornos.
El beso más pequeño, Mathias Malzieu
0 notes
junmsli · 3 months
Text
so it goes
pairing. enzo vogrincic x virgin!reader
cw/tw. smut, praise, oral sex (reader y enzo reciben), enzo un poco posesivo, virgin!reader, piv sex, established relationship, unprotected sex, edades no especificadas, afab!reader/pronombres femeninos.
word count. 4.4k+
rating. +18
Tumblr media
no es un secreto para nadie que la virginidad es solo un constructo inventado desde el machismo. las mujeres no sufren de ningún tipo de cambio después de tener relaciones sexuales por primera vez. a pesar de saber que el concepto de la virgnidad no tiene ni pies ni cabeza, siempre pensaste que tu primera vez sería con alguien que de verdad significase algo para ti.
con un novio como enzo, sabías que la comodidad y el respeto son cosas con las que puedes contar, ya sea en este tema en específico o en cualquier otro aspecto, el peli negro encaja en tu definición de confianza.
enzo va a ser paciente y amable contigo, te dices a ti misma y sacudes tu cabeza buscando desaparecer de tu mente todo lo que piensas podría salir mal, ¿por qué llenar tu mente de todos los posibles escenarios negativos? todo irá bien y tendrás otro recuerdo precioso con tu novio que llevarás contigo con mucho cariño.
prefieres no darle más vueltas al asunto y buscas en tu armario un outfit para la cita de hoy. el plan era ir al nuevo restaurante frente a la playa, irían un poquito antes de las 7pm para apreciar la puesta del sol en la arena, la ida al restaurante y la cena, por último, volverían hacia el departamento del mayor.
habían hablado del tema la tercera noche que habías pasado en su departamento, discutiendo todo lo que pasaba por tu mente sobre tu falta de experiencia.
“¿te molesta esperar?”
“¿por qué me molestaría esperar?” enzo te había contestado, haciendo latir más rápido tu corazón. ambos acostados en la cama de él, viendo hacia el techo y tomándose de la mano después de una sesión de besos más que intensa.
luego de lo que parecieron horas, decidiste ponerte tu vestido favorito, de color negro, bastante cómodo y ligero. escuchaste la puerta ser tocada y miraste hacia tu reloj, notando que el mayor había llegado un minuto antes de lo acordado.
 “ya voy” dices en voz alta y te pones en marcha para abrirle, encarando al pelinegro, que como tu, tenía una cálida sonrisa en su rostro “hola, linda” dice enzo, elimina la distancia entre ambos y pone sus manos tu cintura, miradas encontrándose y diciendo en aquel lenguaje único cuanto se extrañaron y cuánto aman estar en la presencia del otro. 
“¿soy linda?” tú dices con una sonrisa llena de diversión.
“tan linda que sos lo único en lo que puedo pensar, sos muy preciosa” contesta, lo que hace calentar tus mejillas. se aleja de ti solo para tomar una de tus manos con una de la suyas. caminan de la mano hacia la salida del edificio, en busca de un taxi.
después de algunos minutos se suben al auto que los conducirá hasta la playa, apoyas tu cabeza en el hombro de enzo, sin soltar su mano en ningún momento, cierras los ojos y hueles el perfume de enzo con una pequeña sonrisa. dos cuerpos apoyados en los asientos del taxi, calentándose y latiendo el uno por el otro.
el tiempo parece volar y pronto llegan a su destino. enzo se aparta de tu lado con gentileza para abrirte la puerta, ocuparse del pago y agradecer al conductor. puedes decir que no está dispuesto a tener las manos lejos de ti por mucho tiempo, ya que te ofrece una vez más su mano, rápidamente volviendo a tener contacto contigo.
caminan hacia la playa mientras tarareas tu canción favorita. “son las 6:40, tiempo perfecto para ver la puesta del sol si me lo preguntas.” dices y jalas de su mano para avanzar más rápido con él hacía la arena. ambos sueltan un pequeño suspiro una vez que están ahí, contemplando la hermosa vista, escuchando las voces de las personas a su alrededor, el mar y las olas contra la arena.
comparten minutos llenos de silencio, llenos de tranquilidad hasta que enzo decide romper el vacío de diálogo;
"viviría feliz en montevideo contigo, en pequeños y grandes roles. sería el hombre más afortunado por toda mi vida", dice, dejando escapar sus pensamientos con la misma franqueza de siempre, sin filtro ni reservas.
"¿qué? ¿estás bromeando?" respondes con evidente confusión, arqueando una ceja mientras lo observas en busca de alguna señal que aclare sus palabras.
"no estoy de joda con vos, nunca lo estoy", responde él, encogiéndose de hombros con sinceridad.
"no te lo permitiría", piensas en cruzar los brazos para reforzar tu punto, pero decides mantener el contacto físico con tu novio, prefiriendo esa conexión.
"¿por qué no?" enzo finge sorpresa, consciente de que esa sería tu reacción.
"¿qué clase de novia sería si te dijera 'sí, enzo, quédate aquí conmigo, no te aventures fuera del país para explorar tu potencial. podríamos ser felices, pero siempre viviríamos con la incertidumbre de lo que podría haber sido'?"
"esperaba ese comentario de vos", responde enzo con calma.
"gracias por esperar lo mínimo de mí. me reconforta saberlo", dices con sarcasmo pero con una sonrisa cómplice. estás en un breve silencio, contemplando el atardecer antes de volver la mirada hacia enzo. "no deberías esperar que sea egoísta contigo y todo lo que puedes lograr. ya te ha ido bien más de una vez, y eso me llevó a conocerte en primer lugar", añades con una tranquilidad reflexiva. "y, aunque me hagas sentir... dios, no sé cómo explicarlo, este sentimiento de ser amada por ti, tú debes ser siempre tu primera prioridad. si estás dispuesto a esperarme, yo también lo estaré", admites, evocando el recuerdo de esa noche y la conversación que marcó un punto de inflexión en su relación.
"son dos cosas distintas", comenta enzo, también recordando claramente aquel diálogo
“¿mi primera vez y tu carrera de actuación? la verdad sí, no es el mejor ejemplo pero se entiende.” ahora es tu turno para encogerte de hombros.
se quitan los zapatos y deciden sentarse en la arena, tú con las piernas estiradas, quizás no fue tu mejor elección el vestido para esta ocasión, pero no importa cuando estás con él.
el silencio los envuelve por unos minutos mientras contemplan la puesta del sol, como si el tiempo se detuviera para permitirles disfrutar de ese momento juntos. enzo acaricia tu mano con delicadeza, voltea para encontrarse con tu rostro y procede a dar inicio a la reunión de sus labios, un beso lleno de ternura y pasión. toma tus mejillas con suavidad, intensificando el contacto, y se sumerge en la profundidad del beso, compartiendo un instante de intimidad que les pertenece solo a ustedes. duran unos preciosos minutos disfrutando del ya no tan delicado roce entre sus bocas, perdidos en el éxtasis del amor compartido.
"me haces muy feliz, siempre", él murmura al romper el toque entre sus labios, su voz cargada de sinceridad y emoción. "más de lo que te podes imaginar."
sus palabras llenan el aire con un sentimiento cálido y reconfortante, confirmando lo que ya sabías en lo más profundo de tu corazón: que este amor es real y todo tuyo. las olas continúan su danza rítmica, chocando contra la arena, mientras la oscuridad de la noche se adueña del entorno, acompañada del inconfundible aroma marino. reposas tu cabeza en el hombro de enzo una vez más, dejando escapar un suave suspiro. 
“gracias por amarme tanto.” expresas con gratitud.
“no tenés que agradecer ser amada, gorda, nunca.” responde enzo, manteniendo su mirada en ti. mientras tú sonríes con serenidad, él muestra una sonrisa que refleja comodidad y un toque de diversión, creando un momento impregnado de afecto y complicidad en la brisa nocturna.
"sé que no es necesario, pero aún así, gracias", respondes con una suave risa. tus pies juguetean en la arena, moviendo los dedos mientras te zambulles completamente en el momento. observas cómo los pies de enzo también comienzan a moverse y ríes bajito.
hubo momentos en los que creíste que ser amada era una tarea ardua, que lo mejor de ti se veía eclipsado por tus propias inseguridades. pero entonces, el peli negro irrumpió en tu vida, haciendo que amarte pareciera tan fácil. 
se ponen de pie, sacudiendo la arena en su ropa, continúan poniéndose de vuelta el calzado y caminan hacia el restaurante, en pocos minutos están sentados en la mesa, deliberando sobre qué elegir para la cena. decides optar por el mismo plato vegano que el de enzo.
“¿qué querés ver hoy en casa, amor?” pregunta él en el momento en el que el mesero recoge sus pedidos.
“¿ver?” dices, parecía que ya tenías una idea muy clara sobre cómo ibas a pasar la noche con enzo y eso no incluía ver tele. “lo hablamos mientras vamos para allá.” 
“dale, igual tengo un par de ideas si no tenés nada pendiente por ver.” asientes ante lo que menciona y no le das mucha importancia por ahora. “hay varias cosas que tengo apuntadas, de hecho.”
los platos de ambos llegan, le dan las gracias al mesero y la cena entre pequeños diálogos da inicio.
“tuve un lindo día en el trabajo, los niños son fenomenales… hicimos algo que vi en internet sobre escribir una reseña de una película al estilo de letterboxd. primero aprendieron sobre las partes de una reseña, sus funciones y bastante de cine, había impreso unas plantillas con el logo de la app. vimos elementos, yo tampoco la había visto así que también escribí mi propia reseña.” hay mucha alegría en tu rostro mientras le cuentas a tu novio tus recuerdos de unas horas antes de ese mismo día. “fue una interesante didáctica, bastante desarrollo de pensamiento analítico y crítico, a parte que se la pasaron muy bien mientras veíamos la película y cuando compartieron sus reseñas con toda la clase. dibujaron y todo para explicar sus puntos.” comentas muy amenamente y das otro bocado a tu plato.
“sos la mejor.” dice enzo, bastante fascinado por tu amor por lo que haces. “ahora yo también quiero conocer las partes de una reseña.”
asientes y con una sonrisa divertida le dices. “aprendes muy rápido, yo te enseño sin problema.”
durante la cena, en medio de una atmósfera serena, comparten entre sí los detalles de lo que hicieron durante el tiempo en que estuvieron separados. enzo relata con entusiasmo las sesiones fotográficas que llevó a cabo antes de la próxima rueda de prensa de su nueva película, mientras que tú detallas cada día como profesora, siempre con una nueva anécdota que contar. 
al terminar los platos, pagan la cuenta y emprenden el camino de regreso a casa.mientras caminan en busca del transporte que los lleve a casa tu cabeza está inundada de distintos pensamientos, más que nada sobre lo que pueda suceder en el departamento con tu pareja. 
al llegar a la casa del actor, te diriges a la cocina en busca de un vaso. “gracias por la cita, en, la pasé más que bien.” le dedicas una dulce mirada y luego procedes a servirte un poco de agua.
“no sé qué sería de mí si no es así.” dice él, devolviéndote la mirada con mucho cariño. aunque estás enfocada en tu agua. "sobre la peli… ¿vos pensaste en algo o preferís que decida yo?", pregunta, buscando captar tu atención. 
giras en su dirección y respondes con voz apenas audible, consciente de que es hora de abordar el tema pero indecisa sobre cómo hacerlo. "um, más o menos." tratando de encontrar la manera correcta de decirlo, pero tu respuesta sólo logra confundir al morocho.
"¿estás bien, gorda?", preguntó él, preocupado por tu actitud. 
“¿por qué no lo estaría?” llevas una vez más el vaso a tu boca, tu mente maquina como decírselo, no quieres darle tanta vuelta al asunto que se resumía en algo tan simple como tener sexo.
“conozco esa cara tuya de ‘mi mente está yendo a mil por hora’, amor.” expresa enzo y te observa fijamente.
tomas toda el agua restante en el vaso, lo lavas y lo dejas en su lugar. suspiras, sabes que no hay manera de decirlo con mucho tacto, por lo que terminas soltando “quiero… quiero que tengamos sexo.” dice lo último de manera apresurada, si el uruguayo no estuviera acostumbrado a tu rápido hablar aseguraría que no te hubiera entendido.
enzo no muestra sorpresa en su rostro; en cambio, sólo se percibe preocupación por ti y tu inesperada solicitud. "¿estás segura? amor, ya te dije que no tengo problema con esperar. no tenés que hacerlo si sentís presión", expresa mientras apoya sus manos en uno de los muebles de la cocina.
"lo sé, sé que no te importa, pero realmente es lo que quiero", respondes. enzo simplemente asiente con una sonrisa leve; si estabas segura de tu elección, él está más que encantado. 
te diriges hacia él, tomas su mano y lo conduces hacia el sillón. una vez allí, lo haces sentar y luego te acomodas en su regazo, tus piernas chocando suavemente contra los cojines. "considero que tengo experiencia en el juego previo", comentas, gozando de molestarlo y entrando en calor.
“¿quién te enseñó? debería darle las gracias.” enzo acaricia tus piernas, moviendo su atención a tus muslos ya descubiertos por tu vestido algo subido debido a la posición en la que te encontrabas.
“lo conoces muy bien, es un gran tipo, el mejor de todos.”
“¿ah, sí? su novia debe ser muy afortunada.” él respondió, esbozando otra sonrisa, pero esta vez llena de picardía.
asientes con la cabeza, luciendo una sonrisa ingeniosa. "lo es.” el roce de tus manos se desliza suavemente hacia las mejillas de enzo, sosteniéndolas con una delicadeza que parece sostener el tiempo. sus ojos se encuentran, creando un vínculo intenso que se prolonga durante varios segundos, como si el universo entero se detuviera para dar espacio a ese momento. y entonces, en ese instante cargado de anticipación, comienza el encuentro entre sus labios, sellando un pacto silencioso de amor que trasciende las palabras.
el beso inicialmente inocente, se torna en uno completamente intenso. desesperados por sentirse el uno contra el otro. sus boca se mueven con frenesí, enzo no duda en introducir su lengua dentro de tu boca, empezando a jugar con la tuya, sin ninguna preocupación por lo que pueda estar pasando a su alrededor pues ahora todo lo que les importa se reduce a ustedes dos.
rompes el beso recibiendo una mirada juzgadora de enzo, hasta lo que sabe, ya se la está pasando muy bien. te ríes y dices “quiero hacer algo.” te bajas de su regazo, poniéndote de rodillas en el piso frente al sillón y acercándote a las cinturas de su bermuda beige, para empezar a bajarlo ante su intensa mirada, enzo sacude su cabeza intentando volver en sí.
“amor, esta noche se trata de vos.” con suma delicadeza, enzo toma tu mentón con una de sus manos, sosteniéndolo con ternura. en la cara de enzo, se refleja un cálido torrente de cariño y aprecio. un silencioso intercambio de emociones se despliega entre sus miradas.
“pero de verdad quiero hacerlo.” haces un pequeño puchero con la intención, otra vez, de molestarlo.
enzo resopla y culmina cediendo con una pequeña sonrisa cómplice “dale.” sonríes al lograr tu cometido, no es que te haya costado mucho. terminas de sacarle la bermuda, acaricias juguetona y lentamente sus muslos con la yema de tus dedos por un par de segundos, hasta que tus manos llegan a su bóxer, bajándolo de una vez para contar con toda su parte inferior desnuda y a tu disposición. prácticamente babeas al verlo en todo su esplendor y a su pene ya bastante duro, lo único que pasa por tu mente es tenerlo dentro de tu boca.
“estoy empezando a creer que vos tenías todo esto calculado.” dice enzo inquisitivamente, lleva una mano a tu cabello y lo jala sin mucha fuerza “empezá ya que me estás matando, princesa.” 
le das una mirada divertida antes de introducir la cabeza de su polla en tu boca. das lamidas pausadas y lentas, sintiendo cada rasgo de su deliciosa punta y disfrutando de su líquido preseminal que comienza a formarse.  “vamos amor, no estoy para jodas.” enzo musita y jala una vez más de tu cabello. “vos podés más que eso.” sus ojos ahora te ruegan que dejes los juegos. das una larga lamida en toda su prolongación y esta vez puedes sentir cada vena en su miembro, lo que sólo logra excitarte y mojarte más, tratas de apretar tus muslos en busca de algún tipo de alivio. enzo se da cuenta y ríe con un poco de malicia. 
no lo molestas más e introduces su polla en tu boca, o al menos todo lo que esta alcanza abarcar, tus manos van a los centímetros restantes que acaricias gentilmente. con tus labios y lenguas y empiezas el vaivén de su polla dentro de ti, aguantando el reflejo nauseoso y poniendo todas tus habilidades en acción. “sí mi amor, así me gusta, sos tan buena, la mejor, mierda.”
el solo verlo así logra causar un mar entre tus piernas, alcanzas a crear una rica fricción entre tus muslos y jadeas aún con su polla en tu garganta. te separas unos segundos para poder respirar. “dale princesa, sé que podes.” dice enzo que sonríe mientras te observa. suelta lindos jadeos a los que le siguen gemidos de tu nombre en voz alta. “así, carajo, sigue así.”
chupas su polla de manera impaciente, mientras una de tus manos baja a tu coño, al que tocas melosamente encima de tus bragas, gimes en su miembro causando que las vibraciones lo vuelvan loco, trabajando en él de manera profesional. enzo sabe que no durará mucho contigo chupando su pene de ese modo, trata de ordenar sus pensamientos teniendo claro que hoy sólo debe correrse en lo profundo de tu coño. “princesa…”
“qui-quiero que te corras en mi boca.” alcanzas a pronunciar. enzo puede ver tus labios algo hinchados, tu pelo desordenado y tu mano debajo de tu vestido, al ver tu imagen tan descompuesta casi lo hace soltar un jadeo.
“mañana, mañana temprano… hoy quiero venir dentro de ti, ¿sí?” asientes algo decepcionada, te dedica una dulce sonrisa mientras separa su miembro de ti, contempla el hilo de saliva entre tu boca y su duro miembro. y carajo, como deseo hundirse y follarte la boca en ese segundo, le costó toda su voluntad poder pararse, te ayuda en la misma tarea y van a su habitación procede a acostarte en su cama. 
comienza quitándote los zapatos los que tira al piso sin mucha importancia, conserva su atención en tu rostro y te preguntas a ti misma cómo es que hace que algo tan simple como quitarte los zapatos se vea lujurioso. 
sube la falda de tu vestido hasta la altura de tu pecho, acaricia y deja suaves besos en tus muslos, sus dedos forman círculos y más figuras no identificables en ellos. “¿me permitis tocarte, amor?” pregunta con dulzura. 
“sí, en por fa, tócame.” musitas y mueves tu parte inferior buscando su toque.
él asiente “como ordene mi princesa.” empieza a jugar con tu montículo cubierto, sus ojos se abren con un poco de diversión y sorpresa al sentir tu gran humedad. “estás mojadita, ¿tanto te calentó chuparme la pija en el sillón?” susurra para ti y no pasa mucho tiempo hasta que te baja las bragas lentamente “te haré sentir bien.”
“siempre lo haces.” dices de forma perezosa, en este momento dirías lo que fuese para que el peli negro calme tu excitación.
enzo ingresa dolorosamente lento dos de sus dedos en ti, los mete y saca una y otra vez. vuelves a soltar grandes gemidos con el nombre del uruguayo. retira sus dígitos empapados para pasearlos por el contorno de tu clítoris, cierras los ojos rendida ante el placer, no puedes formular ningún tipo de oración, agarras la sábana a tus costados con tus manos, cerrando tus puños contra la tela. 
las ansias por finalmente saborearte son demasiadas, no puede soportar ni un minuto más, por lo que acaba deslizando su larga y cálida lengua en tu coño. “deliciosa, mierda… toda hecha para mí.” extensas lamidas son depositadas en ti. conserva los movimientos de sus dedos jugando en tu clítoris. 
“tan exquisita y solo mía para probar.” tus ojos se abren para encontrarte con la hermosa vista de enzo comiéndote como si se tratase de su última cena. busca darte el subidón de placer más satisfactorio que jamás hayas tenido y pone en uso todo lo que ha aprendido que sabe te vuelve masilla en sus manos. 
gritas su nombre al percibir su cambio de planes ya que sus largos dedos se introducen nuevamente y perfectamente dentro de ti. ahora son tres de sus dígitos en lo profundo de ti, moviéndose a la par de su boca chupando tu clítoris con la gran destreza que lo caracteriza. “sos mi dulce virgen, ¿mmh?”
asientes tontamente, estás tan cerca y el peli negro lo sabe de inmediato, sonríe con picardía y agiliza todos sus esfuerzos por hacerte llegar. “en, estoy tan cerca…” consigues decir.
“lo sé, princesa, déjame saborearte.” envuelves tus muslos con fuerza alrededor de enzo, como si lo instaras a no ir a ninguna parte, como si le suplicaras, por favor, sigue comiéndome hasta que muramos. 
es cuestión de segundos para que finalmente te corras gentilmente en sus dedos, los cuales enzo procede a probar. “la más deliciosa.” finaliza ingresando el tercero de sus dedos mojados en tu boca.
por tu mente pasa que si esta no era la noche en la que dejabas de ser virgen, juras que podrías morir.
el uruguayo finalmente te desnuda completamente, pasa el vestido por tus brazos, lo arroja al piso y nota que no llevabas sostén, sonríe hacia sus adentros, confirmando su teoría de que tenías todo planeado pero a quién le importa si luces tan bien toda desnuda debajo suyo. “sos preciosa, la más linda de todas.”
sus labios ahora bajan a tus pechos, los cuales llena de húmedos besos, comienza a chupar y lamer tu pezón izquierdo, se mueve al otro para darle el mismo trato, juega otros pocos minutos en tus muy erectos pezones. “en...”
“decime qué querés y es tuyo.” levanta su cabeza de entre tus pechos para mirarte y espera tu respuesta.
“sabes que quiero” pronuncias, enzo está a punto de llevarse tu virginidad y el solo pensamiento de aquello te da una sensación similar a tu reciente orgasmo.
“esa no es una respuesta, linda, tenés que usar tus palabras.” vuelve a tomar uno de tus senos en su boca. no puedes esperar más, lo necesitas dentro tuyo, tu coño palpita en necesidad 
“quiero que me folles.” sueltas de una vez por todas.
él asiente “sos tan hermosa, ¿cómo me podría negar cuándo me lo pedís así?” lleva sus labios a los tuyos, compartiendo un beso lujurioso y muy cargado de amor a la vez, como solo él sabe hacer.
“si duele, decimelo” decide mantener el contacto visual contigo en todo momento, en alerta por si halla cualquier indicio de incomodidad en tu rostro. "pellízcame si es demasiado, ¿entendido?" se hace un recordatorio mental para más tarde sobre acordar una palabra segura. murmuras un rápido sí y enzo deja un beso en tu cuello mientras bombea lentamente dentro de ti, sus piernas sobre el colchón, las tuyas alrededor de sus caderas.
sueltas un suave jadeo ante la nueva sensación, que duele ligeramente. “tan linda y toda para mí, no sabés cuánto deseaba tenerte así.” los recuerdos de las noches en las que enzo usó su mano, pensando que era tu coño lo que lo apretaba, llegaron esporádicamente a su mente.
primero mantiene un ritmo lento, buscando que te adaptes a la nueva sensación, sí bien ya has tenido sus dedos en ti en varias ocasiones, era completamente distinto tener toda su polla hundida en ti. pone sus manos alrededor de tu cintura y sientes pequeños besos en tu cuello mientras tus ojos se cierran con fuerza, el calor del cuerpo de enzo contra el tuyo.
“puedes moverte, en, más rápido.” pides, él asiente ante tus palabras y agarra tu cintura, tu cabeza se echa hacia atrás sobre la almohada, formando un delicioso arco. dejas atrás ese leve ardor y gimes con fuerza, temes que los vecinos de enzo escuchen claramente los ruidos causados por ti y la cama. "por favor, por favor, en" suplicas, él sigue follándote con las rodillas en la cama. cuando mira hacia abajo y ve su polla entrando y saliendo tu coño, brillando con tu humedad, no puede evitar gemir, elevándote al puto espacio mientras muele su polla contra tu entrada.
luces tan hermosa siendo follada contra el colchón y más sudorosa de lo que jamás la haya visto. el sonido del chasquido de tu coño es música literal para los oídos de enzo, vuelve a mirar hacia abajo para ver su polla entrando y saliendo, entrando y saliendo de ti. “carajo, sos tan divina, nadie más te podrá tener así,” dice, más como una afirmación que un simple comentario. “esta vista me pertenece solo a mí.” dice, su lado más posesivo saliendo a la luz.
“m-más, en.” roza su polla entre los labios de tu coño, mojándola con tus jugos. se introduce una vez más en tu profundidad, con un ritmo más duro y rápido.
“sos toda mía.” asientes contra la almohada mientras él repite tu nombre incontables veces. “mierda, te sentis tan bien” tus caderas moviéndose en busca del choque entre ambos cuerpos. “vení conmigo, mi princesa.” bajo una de sus manos que se encontraban en tus caderas hacia tu clítoris, sus dedos se mueven rápidamente en él, busca tu liberación y está a punto por lograrlo. te preguntas sí así es como se siente estar en el cielo.
menos de un minuto después te corres y enzo no necesita de mucho más tiempo para seguir el mismo camino. se viene dentro de ti, pensando que eso ya será una preocupación para mañana. se retira gentilmente y observa tu pecho agitado, todo en tu cara grita que acaban de darte duro.
“¿estás bien, mi amor? enzo arranca con las preguntas para cerciorarse de tu bienestar. solo asientes, tomándote tu tiempo para ordenar tus pensamientos y procesar todo lo que acaba de suceder.
“debimos hacerlo hace mucho.” dices, enzo niega con una sonrisa floreciendo en su rostro. 
“todo a su tiempo.” dice con diversión y acaricia tus piernas. “sos la mejor, tenés que saberlo.” tapas tu rostro con tus manos con las mejillas calientes. “¿ahora te hacés la tímida?” te molesta y planta un corto beso en tus labios. “que tal si vamos a darte un baño, hablamos de cómo te sentís y nos acostamos juntitos.”
“suena como un plan que me gustaría.”
-
w/n. soy un asco para los finales
casi una semana sin subir nada y me moría por alimentarlas, espero que haya valido la pena la espera 😭 gracias a la hermosa anon que mandó la request, perdón por la demora, realmente espero que te guste 🤍
885 notes · View notes
sweetillnessofm · 3 months
Note
¡hola! antes que nada escribes muy bien, y fui fan de tu trabajo pasado, sigue así🫶
queria pedir algo de rough angry sex con enzo🫣después de una discusión!!
holii, aparezco gente, gracias por tus comentarios bonitos anon🫶 espero esto les guste 😪
kiss and make up☆
(one shot)
ADVERTENCIAS/TAGS🗯: enzo vogrincic x reader, smut, rough sex, fingering, kinda mean enzo(?), hair pulling, cum swallowing
Tumblr media
todo empezó por una mandarina.
o bueno, eso creyó enzo al principio.
desde que despertaron ambos en la mañana, el mayor pudo notar que tus ánimos no eran los mejores. apenas dándole los buenos días te dirigiste a la cocina para hacer el desayuno; sin ni siquiera un beso, o un abrazo, ni el típico rato que pasaban enrollados uno con el otro entre las sábanas disfrutando del calor corporal... pasaste de él.
trató de no hacerse mucha mente y unos minutos después bajó a la cocina donde te encontró de espaldas, frente a un sartén del cual se desprendía el olor de unos panqueques. se acercó hacia ti con pasos un tanto ruidosos para que no te asustaras cuando sintieras sus brazos rodear tu cuerpo, y apoyó su mentón en tu hombro cariñosamente, observando desde arriba los alimentos que preparabas.
"te comiste mi mandarina, enzo" espetaste con fastidio, saliendo de su abrazo y moviéndote hacia el tacho de basura para desechar unas cáscaras.
"¿cómo?" respondió con el ceño ligeramente fruncido, sintiendo genuina confusión.
"anoche, anoche cuando llegaste te comiste la mandarina que dejé en la heladera" te giraste hacia él enfrentándolo. "ya yo estaba dormida" murmuraste y devolviste tu atención al sartén caliente.
el castaño pareció recordar su travesura. "aah, sí, sí. sí me la comí, pero no creí que te molestaría, chiquita" dijo con un tono suave y se volvió a acercar a tu cuerpo "perdoname, no es tan grave, sabés que puedo salir a comprar más-".
giraste los ojos, más enfadada que antes. "déjalo, ya, no hace falta" serviste en los platos de cada uno los panqueques y le tendiste el suyo a enzo "toma, provecho".
consumieron sus desayunos en silencio, evitabas la mirada del castaño a toda costa con tus ojos fijos en el plato. confundido y pensativo, enzo quiso preguntarte si realmente era una simple mandarina lo que había causado tanta molestia en ti, cuando fue interrumpido por el sonido de una de sus alarmas recordándole que se le estaba haciendo tarde para llegar al trabajo, que era una nueva película en la que llevaba dos meses participando.
se disculpó contigo y te dio un beso en la frente antes de lavar su plato y subir a la habitación a prepararse, dejándote con la mirada perdida en la mesa y terminando tu desayuno sola.
en algún tiempo libre del día te llamaría y trataría de arreglar las cosas, pensó, no podían quedar mal por un pequeño error de él y una simple fruta. sí, definitivamente eso haría.
si tan solo hubieras contestado sus llamadas.
llegó el mediodía cuando sentiste la primera vibración de tu celular, y en vez sentir felicidad al ver el nombre de "mi vida ♡" en la pantalla, solo sentiste tu pecho llenarse con un incómodo sentimiento de enojo. lo mismo fue con la segunda, con la cuarta, y la séptima llamada, tanto así que llegó a un punto donde tuviste que silenciar por completo el aparato.
no estabas segura de por qué actuabas así, te sentías como una nena malcriada hasta cierto punto, pero supusiste que era por los días que llevabas acumulando tus sentimientos reales.
obviamente tu malestar no era por una mandarina, eso solo fue un gatillo para que se disparara tu estado de ánimo reprimido. la realidad era que te sentías descuidada por enzo.
desde que empezó con su nuevo papel pudiste notar como cada vez pasaban menos tiempo juntos; habían menos oportunidades para salir, para las actividades que solían hacer antes, para tener sexo. apenas teniendo un corto momento en las mañanas para poder sentir el calor y el cuerpo del otro antes de que el mayor se despidiera, no era suficiente. te hacía mucha falta y sentías también que no tenías siquiera el tiempo para poder expresarle cómo te sentías.
al principio era tristeza pura lo que te llenaba pero con los días se transformó en rabia. porque enzo parecía no darse cuenta y parecía que no se sentía afectado.
cayó la noche y estabas saliendo de la ducha cuando escuchaste la puerta de la habitación abrirse.
"¿amor?" escuchaste la voz preocupada del castaño "nena, qué pasó? te llamé mil veces y no me contestaste ninguna, me tenías mal" se acercó rapidamente a ti cuando te vio salir del baño envuelta en una toalla. "de verdad necesitaba hablar con vos, pero sabés como es todo, no podía regresarme a la casa" tomó tus manos entre las suyas, mirándote preocupado.
"disculpame, me quedé dormida" respondiste tosca. te soltaste de su agarre y fuiste al ropero a buscar tu pijama.
"pero por qué no me devolviste las llamadas?" siguió tu andar con su mirada y chasqueó la lengua. "mirá, no sé si realmente estés así por la estupidez de la mandarina, te dije que podía comprarte más, pero si no es eso necesito que me digas ya qué carajos tenés".
notaste como progresivamente su tono de voz dejaba de ser suave y comprensivo para volverse más alto. "desde que despertaste me tratas diferente, ni siquiera un beso nos dimos. todavía en la cocina me girás los ojos y me sacás de encima así sin más, y en todo el desayuno me ignoraste, te buscaba la mirada y nada" negó con la cabeza.
"entonces aparte de eso te llamo porque realmente me preocupa estar bien con vos, porque sos mi mujer y te amo, y qué recibo? el jodido buzón" se pasó una mano por el cabello, con estrés. "no soy adivino, necesitamos comunicarnos, entendelo".
"te preocupa estar bien conmigo?" esta vez fue tu turno de responder, alterada. "te preocupa tantísimo que en estos dos meses te has distanciado un montón y hasta ahora sigues sin darte cuenta?" estabas casi gritando, finalmente le estabas contando la verdad, aunque en una circunstancia que se pudo haber evitado. "andate al carajo" te giraste hacia el ropero de nuevo buscando la ropa, esperando de espaldas a él con la piel erizada una respuesta filosa de su parte.
"entonces era eso," rió con amargura "te costaba demasiado decirlo desde antes? sabés lo importante que es decirnos este tipo de mierdas, dios" con cada oración se iba acercando más a ti. ajena a ello seguiste buscando entre las gavetas.
continuó "parece que sí, porque tuviste que esperar y llegar a este punto, para que yo llegara cansado del rodaje y en vez de ser recibido con un abrazo al menos, soy recibido con este berriche". te diste la vuelta rápidamente hacia él para protestar cuando lo encontraste muy cerca de tu cuerpo, con sus ojos clavados en ti.
teniéndolo tan cerca pudiste observar con detalle su expresión. iracundo, con el cabello desordenado, el ceño fruncido, los ojos llenos de agotamiento y una mandíbula apretada, tensa.
realmente esta era una parte de enzo que no conocías, porque sus discusiones solían ser tan tontas y reducidas que ninguno de los dos acababa enojado propiamente. claro, hasta ahora.
algo que no esperabas en lo absoluto era que tal cosa empezara a causar una humedad entre tus piernas...
tal vez ya te estabas volviendo loca por la falta de sexo.
negaste con la cabeza tratando de deshacer tus pensamientos. "es esto solo un berrinche para ti, enzo?" soltaste con rabia. "dime, crees que no me afecta estar jodidamente sola acá en la casa? nada más que esperando como imbécil a que llegues tarde por la noche y ni siquiera podamos hablar un rato, porque llegas durmiendo. y ni hablar de los días libres donde nada más lees y lees guiones".
caminaste pasando de él y dijiste a lo ultimo "hace cuánto tiempo que no cogemos?" el tono de tu voz ya había bajado, casi en derrota.
al ver que enzo se quedó de espaldas a ti sin responder, suspiraste y te quitaste la toalla que envolvía tu figura, para empezar a vestirte.
con la mirada fija en el suelo, a punto de deslizar por tus piernas las bragas que escogiste, sentiste como enzo se abalanzó sobre ti haciendo chocar tu espalda contra la pared que había detrás de ambos, con su boca empezando un camino de mordidas y chupetones nada suaves en tu cuello, hacia tus hombros y clavículas.
gemiste agarrando sus brazos, sintiendo sus manos recorrer desesperadamente tu desnudo cuerpo y bajar hacia tu culo, el cual amasó con fuerza acercándote lo más posible hacia él. en un movimiento involuntario abriste las piernas, lo cual aprovechó el mayor para introducir una suya en el espacio entre ellas y poder rozar su muslo contra tu coño.
jadeaste al sentir la fricción de la tela contra tu clítoris y empezaste a mover tus caderas con la intención de estimularte más, cosa que no lograste por el fuerte agarre que tenía enzo en estas. en cambio, sentiste como este empujó su pierna ásperamente contra ti, restregándola de atrás hacia delante y mojando la tela con tus jugos en el proceso.
"entonces lo que querés es que te coja, no?" musitó contra tu oreja, soltando una pequeña risa sin gracia al escuchar tus agudos gemidos.
desviaste tus ojos hacia algún punto de la habitacion, evitando su pregunta.
detuvo los movimientos de su pierna mirando con sorpresa el desastre que estabas haciendo en su pantalón "mirá como estás de mojadita... acaso te calienta que discutamos? mhm? decime".
tomó con fuerza tu mandíbula obligándote a mirarlo. "te calienta que me enoje con vos".
no querías admitirlo aunque en el fondo sabías que era cierto. era algo que nunca habías sentido hasta ahora. "puede ser" dijiste sin aliento "igual, n-no puedes culparme, si estoy así es porque me has descuidado".
"ah, en serio?" dijo bajando su mano hasta tu coño e introduciendo dos dedos de golpe, haciéndote soltar un grito ahogado. "no sabía que por unos cuantos días sin sexo te volverías tan sucia, sos terrible".
esto no era nada parecido a las otras veces que tenían relaciones. esta vez eran acciones bruscas y descuidadas, movimientos en los que podías sentir el enojo de enzo y tal vez la misma desesperación que tu llevabas sintiendo hace semanas. todo muy distinto a las caricias delicadas y palabras de amor a las que estabas acostumbrada
y te estaba encantando.
enzo comenzó a mover sus dedos rápidamente dentro de ti, abriéndolos y cerrándolos en forma de tijeras ocasionalmente para poder estirarte, con su otra mano todavía sosteniendo tu cara con firmeza. sus bocas se rozaban sin llegar a besarse como tanto anhelabas, cada vez que intentabas acercarte al mayor este se separaba burlándose de ti y causando que formaras un puchero.
"aw, qué pasa amor, ahora querés que te bese?" dijo el contrario con falsa inocencia. "no fuiste vos la que me estuvo rechazando toda la mañana?"
sintió como te apretabas alrededor de sus dedos, intentando callar tus gemidos, y empezó a dar movimientos circulares en tu clítoris con su pulgar sabiendo que así no podrías contenerte. "estás cerca chiquita?"
"s-sí en, no pares, por favor-" los jadeos y gemidos comenzaban a salir de tu boca cada vez más fuertes.
curvó sus dedos golpeando con fuerza tu punto más dulce, y cuándo sintió tu cuerpo entero tensándose a punto de derrumbarse ante el orgasmo, los sacó por completo dejándote vacía, lloriqueando con tu coño pulsando alrededor de la nada.
"no, no, enzo, p-por qué?" tus piernas flaquearon por el orgasmo perdido pero el fuerte agarre del castaño en tu cuerpo te mantuvo firme.
"perdoname chiquita, pero quiero que nada más te corras conmigo adentro". llevó sus dígitos mojados de ti hacia tus labios y sentiste tus propios fluidos en ellos. "si tanto querías que te cogiera..."
"chupalos" dijo en referencia a sus dedos y abriste tu boca obedientemente succionandolos con vigor, saboreándote a ti misma, hasta que los dejaste limpios.
enzo te encaminó hacia el tocador que estaba al otro lado de la habitación, tus caderas chocando con la madera de este al llegar. te giró bruscamente dejándote ver en el gran espejo el reflejo de la imagen tan caliente de ese momento.
un enzo totalmente vestido, ocupado desabrochándose el cinturón, detrás de tu figura desnuda y llena de las marcas que dejó previamente en ella con su boca y sus manos. tus mejillas rojas al igual que tu boca de tanto morderla.
sentiste como enzo separaba tus piernas con su pie desde atrás y finalmente deslizaba su miembro entre tus labios, esparciendo tu humedad en él.
"metemela ya, en" arqueaste tu espalda alzando tu culo hacia él, persiguiendo su polla "te lo ruego-"
"que impaciente saliste," susurró en tu oreja, y sin más demora metió de una estocada su miembro en tu agujero arrancándote un gemido lastimero. "tan desesperada por tener una pija dentro".
al instante comenzó sus embestidas duras y rápidas, jalando con su mano un puñado de tu cabello y con la otra agarrando fuertemente tu cadera, tan fuerte que estabas segura de que aparecerían marcas.
solo te quedaba gemir y lloriquear al sentir como golpeaba fuertemente tu punto dulce con la punta de su miembro. en parte sentías alivio de por fin tener su polla dentro de ti, y por otra parte un hormigueo nuevo de excitación te crecía en todo el cuerpo por la manera ruda en la que te cogía. apoyaste tus manos en la mesa del tocador como soporte y observaste en el espejo la escena que ambos hacían.
enzo se deleitaba mirando como su miembro desaparecía en tu coño con cada estocada, sus ojos fijos en la forma en la que rebotaba tu culo. jaló con más fuerza tu cabello haciendo que echaras tu cabeza hacia atrás y tu cuello quedase expuesto a su boca, con la cual empezó a succionar y moder tu piel nuevamente causando que tus ojos se pusieran en blanco.
"e-enzo, besame" drogada de placer suplicaste al mayor quien, sin reducir la rudeza de sus embestidas, soltó tu cabello y envolvió sus brazos en tu torso, pegando tu espalda a su pecho.
recostaste tu cabeza en su hombro cuando sentiste su mano tomar tu mentón y girar tu cara hacia la suya, juntando al fin sus bocas en un hambriento y desordenado beso donde sus lenguas se enredaban.
gemiste en la boca de enzo quien gruñía con desespero al sentirte apretar su miembro, por lo que rompió el beso y habló "ya te vas a venir, chiquita? sí?" sus caderas no dejaban de chocar contra las tuyas, lo miraste con lágrimas de placer formándose en tus ojos y asentiste. "venite, preciosa, venite sobre mí".
a pesar de tus intentos de mantener contacto visual, inevitablemente tus ojos se cerraron al sentir un orgasmo azotarte con fuerza. te estabas viniendo sin siquiera haberte tocado a ti misma. espasmos recorrían tu cuerpo y tus piernas se volvían débiles con temblores, mientras que tus paredes se contraían una y otra vez en la polla del mayor haciéndolo gemir por lo bajo.
la velocidad de sus movimientos se redujo, pero no la profundidad, penetrándote así a través de tu clímax y sintiendo el suyo cerca.
cuando el conocido hormigueo se hizo presente en su vientre, salió del calor de tu coño y te giró dejándote frente a él. te arrodillaste aún temblorosa entendiendo el mensaje.
"abrí la boquita, amor" jadeaba mientras masturbaba su miembro frente a ti, moviendo su mano con rapidez.
obedeciste y abriste la boca, acercándola a la punta donde con tu lengua trazaste pequeños círculos llevando al castaño al límite. sentiste las calientes tiras de semen caer en tu boca, la cual cerraste tragando entero ante la mirada oscurecida de enzo.
la abriste de nuevo y sacaste tu lengua ante él, mostrándole que no dejaste nada. te ayudó a levantarte del suelo y empezó a besarte con desespero envolviendo tu cintura con sus fuertes brazos.
"perdoname por descuidarte, mi vida" rompió aquel beso juntando sus frentes, y habló con el tono de voz calmado que usaba siempre, ya relajado. "tenías razón, no me estaba dando cuenta de lo mucho que me hacías falta".
"no, perdoname tu a mí. sí debí decírtelo antes" susurraste acariciando su mejilla suavemente con tu mano.
"crees que me pasé?" el castaño recordó de repente la rudeza de su actuar hace unos momentos, escaneando tu cuerpo y observando todas las marcas que dejó en él.
"definitivamente no," no pudiste evitar soltar una pequeña risa ante su preocupación. "de hecho, creo que deberíamos discutir más seguido, no lo sé" bromeaste y reíste más al verlo lanzarte una mirada reprochadora.
"definitivamente, te volviste una sucia" dijo enzo sin poder ocultar la sonrisa divertida que se formó en su rostro.
827 notes · View notes
cuarzorosita · 3 months
Note
por faa, hace algo doméstico con enzoo 😭😭🩷🩷
🍑 ˚. ࣪ ⊹ AMOR EN LA PIEL . . . enzo vogrincic
♫ play like the dawn by the oh hellos
Tumblr media Tumblr media Tumblr media
⠀⠀⠀𐙚 ˚. ࣪ ⊹ . . . pairing : enzo vogrincic x fem!reader.
⠀⠀⠀𐙚 ˚. ࣪ ⊹ . . . warning(s) : enzo estando ⠀⠀⠀completamente enamorado de r, mucho fluff, ⠀⠀⠀boyfriend material? no, husband material.
⠀⠀⠀𐙚 ˚. ࣪ ⊹ . . . summary : cuando es hora de hacer tu ⠀⠀⠀rutina de cuidado de piel, enzo siempre esta ahí, ⠀⠀⠀tanto como para observarte como ayudarte.
⠀⠀⠀𐙚 ˚. ࣪ ⊹ . . . emi's note : no sé si esto cuente como ⠀⠀⠀doméstico pero lo amé, espero te guste bellaa; este ⠀⠀⠀es mi primer pedido chiquillas, si les gustó pidan ⠀⠀⠀más, y si no, bueno na que hacerle jandkskjs. la ⠀⠀⠀rutina que use aquí. <3
Tumblr media
tú rutina para el cuidado de la piel era fundamental, sin importar si se trataba de el rostro o el cuerpo.
cuando enzo estaba en casa, él disfrutaba de ver como hacías todas esas cositas, como él decía. le gustaba tomarte fotos cuando lo hacías o participar de lleno, poniéndose de igual manera un poco de tus productos en el rostro.
pero lo que más disfrutaba, era cuando le pedías ayuda y era él quien al final te masajeaba las piernas, brazos y hombros.
después de una ducha para relajar tus músculos tensos por el trabajo, te sentaste en su cama compartida con tu bata alrededor y los productos en las manos.
enzo no tardó mucho en aparecer por la puerta cuando escuchó que salías de la ducha, sabiendo lo que tu rutina decía que seguía.
comenzaste poniéndote una banda que el mismo enzo te había regalado, para sujetar y evitar cualquier pelo sobre tu rostro. enzo amaba particularmente este paso porque podía ver tú rostro completo, al natural y completamente despejado. solo para él.
"que hermosa te ves, eh" habló desde la puerta con una sonrisa en el rostro. lo miraste desde tu lugar y le sonreíste.
"tú también te ves hermoso" le respondiste, observando como su cabeza se iba hacía atrás al reírse.
"nunca tanto como vos, gordita" se acercó hasta la cama, rodeandola hasta sentarse detrás de ti, lo sentiste pasar sus brazos por tu cintura y entrelazar sus dedos, bloqueando el agarre.
dejo un beso húmedo en tu mejilla, observandote a través del espejo de mano frente a ustedes. le devolviste el beso antes de continuar con la rutina.
abriste tu crema de ojos, sacando un poco de producto con la espátula que venía incluida. con tus ojos y los de enzo observando el espejo, pasaste la espátula por alrededor de tus ojos, expandiendo y masajeando lo suficiente.
enzo observaba como pasabas tus dedos cuidadosamente, como esparcías cada gota de la crema por tus ojitos y le fascinaba la forma tan delicada que tus manos se movían.
no pudiendo contener el sentimiento cálido de amor en su pecho, dejo un beso en tu hombro, logrando que lo mirarás por el espejo.
"¿quieres un poquito, amor?" le preguntaste y él asintió emocionado. te giraste entre sus brazos aún agarrados y dejaste un poco de producto debajo de sus ojos.
antes de que tus delicados dedos tocaran su rostro, tomó tu mano para llevarla a sus labios, donde dejo un beso en cada dedo.
sonrió al ver tu mirada llena de amor, quería asegurarse de capturar ese momento tan íntimo entre ustedes dos con lujo de detalle. desde como estabas vestida hasta el brillo innegable de tus ojos.
"algún día de estos me vas a matar" le dijiste, acercándote para dejar un rápido beso en la punta de su nariz.
"espero que no" susurró sobre tus labios, con los ojos aún cerrados. soltó tu mano suavemente para que comenzarás a masajear su rostro con la misma delicadeza que lo hiciste contigo misma.
abrió los ojos lentamente, apreciando tu cara concentrada; desde que te había conocido, enzo había sentido que tú eras su one and only, el amor de su vida y de las próximas si es que tenía.
sus ojos se llenaban de estrellas igual que el cielo por la noche cuando te miraba. llenos de admiración y sobretodo, amor.
un pequeño puchero se plantó en sus labios cuando dejo de sentir la calidez de tus manos en su rostro. te reíste y besaste su puchero.
"fue muy rápido, gordita" dijo triste, con unos ojos de perrito, sonreíste por su ternura.
"lo siento, amor" dejaste otro beso en sus labios "si te hace sentir mejor, ahora tengo que ponerme crema en las piernas"
su puchero desapareció rápidamente, logrando que rieras con fuerza. esa era realmente su parte favorita.
"rápido rápido" te apuró, soltando su agarré en tu cintura para que pudieras sentarte frente a él.
mientras tú te acomodabas en la cama, él tomó entre sus manos tu crema corporal; cada vez que esa crema se te acababa, él siempre te la compraba, específicamente la misma, porque amaba ese aroma, porque la habías usado desde que se conocían y para enzo, ese era tú olor característico.
el que se quedaba en su ropa cuando te abrazaba o en las sábanas cuando se dormían. un recordatorio de tu presencia en sus fosas nasales.
"¿ya?" preguntó desesperado, asentiste sonriendo, levantando tus piernas hasta dejarlas estiradas sobre la cama.
ante él, cada parte de ti era simplemente perfecta. tus piernas eran una de las miles de cosas que amaba de ti. tenían un color y un brillo gracias a los cuidados que tú o él mismo le daban.
dejo caer crema desde tus muslos hasta tus tobillos, apresurandose para pasar sus manos por tus piernas.
siempre pensaste que enzo tenía las manos perfectas para ser masajista, pero cuando se lo dijiste su respuesta fue que "las únicas piernas que pienso tocar, son las tuyas" logrando que tú corazón se derritiera otra vez.
pasaba las palmas de sus grandes manos por tus muslos, haciendo pequeños círculos con sus pulgares o dándole leves apretones.
sus manos subieron hasta el costado de tu muslo, haciéndote reír.
"¿qué estás buscando, eh?" te reíste y gracias a la cercanía en la que estaban, enzo miro tus labios antes de besarte.
"yo voy a hacer mi trabajo bien, y esto" dijo apretando suavemente la carne "es parte de tu pierna" sonreíste, dejándolo seguir adelante.
siguió masajeando, disfrutándolo mucho a tu parecer pero se lo permitiste. se veía concentrado y casi anonadado por tu suave piel contra su mano.
sus dedos por fin abandonaron ese espacio en tus muslos, permitiéndote sentir la perdida de su calor en tu piel. viajaron hasta tu rodilla, donde se inclinó para dejar un par de besos, susurrando palabras de apreciación por cada beso.
pasaste una mano por su cabello café, despeinandolo un poco en el proceso.
"sos mi pieza de arte más preciada, gordita" te susurró contra la piel de tu rodilla. juraste que tus ojos picaban ante la amenaza de unas lágrimas.
se estiro nuevamente, llegando hasta la última gota de crema. seguía haciendo círculos con sus pulgares, pero ahora eran más lentos, queriendo disfrutar el momento con todo su ser.
frotó y presionó cada musculo, tendón y los ligamentos de tu pierna, hasta llegar al final.
lo viste suspirar cuando se dio cuenta que había terminado, adoraba tanto cuando podía tocar tu piel de manera tan íntima, pero tan delicada, que la idea de que solo él podía hacerlo le llenaba el pecho de orgullo.
su rostro se elevó, al igual que los costados de sus labios.
"ahora la otra" susurró, deslizando sus dedos por tu otra pierna.
Tumblr media
© CUARZOROSITA | do not copy, steal, adapt or translate my works.
750 notes · View notes
voglatte · 3 months
Text
⊹ ┊HEADCANONS OF YOU BEING ENZO’S GIRLFRIEND ꒱ .゚
Tumblr media
↷ ˊ- pairing: enzo vogrincic x f!reader.
warnings: ninguno (fluff).
summary: pequeños headcanons de enzo siendo el novio más adorable de todos.
• dani’s typing… ! es mi primer post así que disculpen si no es lo que esperaban, iré progresando.
Tumblr media
— ¡adora los mimos en el cabello! no hay manera de que no esté con la cabeza sobre tu regazo para recibir esas delicadas caricias, podría pasar toda la tarde y nunca se cansaría.
— back hugs! no sería sorprendente que cada vez que tiene la oportunidad te abrazaría por detrás, mientras cocinas, hablas por teléfono o simplemente cuando toman una siesta.
— ama salir contigo a museos, cafeterías o simplemente al parque, al igual que tomarte fotos con su cámara en mano.
— está siempre pegado a tu cuello, siempre teniendo la oportunidad de esparcir sus besos por toda su longitud.
— su lenguaje del amor es el contacto físico así que no puede estar ni un segundo sin tocarte, así sea tomarte de la mano o colocar su mano en tu muslo.
— fan de verte hacer cosas tan simples como verte comer, reír, arreglarte, bailar, entre otras cosas… he’s just obsessed with you.
— no hay nada que le guste más que tenerte sobre su pecho mientras te lee un libro que ambos escogieron, lo hace sentirse en paz y más si es contigo.
— no te escapas de su guerra de besos por la mañana, a penas abres los ojos, lo vas a tener encima de ti llenándote de ellos.
— le gusta darte pequeños detalles que para el significa mucho porque los hace con todo el amor del mundo.
— obviamente de vez en cuando vas a sorprendente con algún ramo de rosas, tulipanes o margaritas adornando tu mesa de noche.
— un poco mimado a la hora de que le prestes atención, de alguna manera u otra lo vas a ver queriendo que tus ojos estén puestos en el todo el tiempo.
— se siente cómodo con la idea de tenerte en su regazo mientras están viendo una película, ama sentir el calor corporal del tuyo con el suyo.
— los atardeceres son algo que no se les escapa, en cualquier lugar que estén, ambos lo verán agarrados de mano.
— nicknames? “chiquita”, “linda”, “beba”, “amor” y esos son algunos por los cuales le encanta llamarte.
————————————————————————————
by ﹫ VOGLATTE ╱ cortito pero igual espero que les haya gustado .ᐟ
610 notes · View notes
deepinsideyourbeing · 29 days
Text
Rum on a Fire - Enzo Vogrincic
Tumblr media Tumblr media
+18! Dom!Enzo, biting, choking, creampie, dacrifilia, daddy kink, dirty talk, face sitting, fingering, sexo oral, sexo sin protección, size kink/size difference, spanking (sólo una vez), edades no especificadas. Uso de español rioplatense.
El aroma del café persiste en la habitación, pero Enzo sólo percibe la fragancia de tu perfume y la sensación de tus dedos en su cabello. No tiene idea de cuánto tiempo lleva recostado en tu regazo, sólo sabe que está agotado y disfruta demasiado de tus caricias como para abandonar su lugar.
-¿De dónde sacaste las flores?
-De una maceta- contestás, como si no fuera más que obvio.
Emite un sonido de desaprobación y recordás la charla sobre no cortar flores ajenas, pero no dice nada más. Cuando cierra los ojos te deleitás con la imagen de sus pestañas oscuras y largas rozando su piel, la curva de su nariz y sus labios, que probablemente conservan el sabor del café y de su alfajor favorito.
Tus dedos comienzan a descender, delinean el puente de su nariz y la definida línea de su mandíbula para luego capturar su mentón con tu mano y acariciar su labio inferior con tu pulgar. Hace amague de morderte y el sonido que acompaña el gesto es enternecedor, pero sus movimientos letárgicos te permiten reaccionar a tiempo y escapar del juego que tanto adora.
Planta un beso en tu muslo, su mejilla reposando sobre este, y sentís la forma en que su mano acaricia tu piel con un toque casi imperceptible. Las yemas de sus dedos te provocan escalofríos y Enzo disfruta sentir que te estremecés, incluso si su intención sólo era mimarte para retribuir un poco de la atención que le brindás.
-Te extrañé- otro beso-. Mucho.
-Yo también te extrañé mucho.
Te dirige una mirada un tanto ambigua, en sus ojos una mezcla de timidez y algo más... Es algo oscuro, para nada inocente y con implicaciones que conocés a la perfección. Sus dedos se acercan más y más al interior sensible de tu muslo mientras deposita besos húmedos sobre tu pierna, sus dientes te rozan como una sutil amenaza y sus párpados se cierran por cuenta propia cuando comienza a sentirse embriagado de tu ser.
-¿Mucho…?- arquea una ceja. Contestás con un suspiro y sonríe contra tu piel.
Cada vez más desesperado, Enzo deja que sus dulces mimos se conviertan en un enérgico masaje y te provoca frotando tu ropa interior de manera superficial. Siente tu respiración acelerándose y la creciente inquietud que te generan sus acciones le fascina, pero no tanto como los gemidos que escapan de tu boca una vez que captura tu piel entre sus dientes y muerde con fuerza suficiente para dejar una huella.
Vuelve a besarte con suavidad, como si eso aliviara de alguna forma el incendio que provocó, y esta vez sus dedos presionan contra la tela ya humedecida que cubre tu intimidad. Suspira y alza la vista para encontrarse con que estás mordiéndote el labio y tus ojos están cerrados en un vano intento de contenerte, el control sobre tu cuerpo desvaneciéndose cada vez que su respiración cálida te golpea.
Enzo adora verte en tal estado, pero adora más saber que él es el único responsable.
Se reincorpora y te deja sobre su regazo sin esfuerzo alguno, la sorpresa robándote un pequeño grito y una risa. Sus manos encuentran su lugar debajo de la camiseta que tenés puesta para masajear tu cadera, tu cintura y tus costillas, donde dejan una sensación de cosquilleo. Te retorcés por el nerviosismo, al igual que cada vez que Enzo decide hacerte cosquillas, pero el movimiento sólo hace que tu centro entre en contacto con el bulto que deja ver su ropa interior.
 Suspira y sus dedos se cierran sobre tu muñeca.
-Mirá cómo me ponés- coloca tu mano sobre su miembro cubierto, haciéndote gemir-. ¿Te gusta…?
-Mucho- confesás, tus dedos tirando de la cintura elástica de la prenda con anhelo.
-Mostrame entonces.
No perdés tiempo y liberás su miembro ardiente, tus dedos rozándolo con delicadeza antes de cerrarse sobre su extensión y comenzar a masturbarlo; Enzo inspira profundamente y cuando echa la cabeza hacia atrás un sonido gutural llega a tus oídos, acompañado por la imagen de una gota de líquido preseminal brillando en su punta y sus uñas casi enterrándose en tu cadera.
Continuás con los mismos movimientos, acariciás la punta con tu pulgar y te deleitás con las expresiones que se apoderan de su rostro y los sonidos involuntarios que emite ante tus caricias. Sentís sus manos sobre todo tu cuerpo, ansioso por más, por lo que decidís recostarte entre sus piernas y besar sus muslos y su cadera mientras trabajás para llevarlo hacia el borde del orgasmo.
Tu lengua recorre su miembro desde la base hasta su punta goteante y roja, tus labios cerrándose sobre esta mientras mantenés contacto visual con Enzo para poder ver la forma en que su rostro se transforma. Se muerde el labio y frunce el ceño, casi como si estuviera enojado, pero sus pupilas dilatadas y el brillo en sus ojos hacen que sus emociones sean más que evidentes para vos.
Una vez que comenzás a moverte, sus caderas reaccionan de manera automática y Enzo toma el control inconscientemente. Tus ojos se llenan de lágrimas debido a los reiterados golpes en el interior de tu boca y sus dedos tirando de tu cabello, uno que otro gemido dejándolo al ver la dificultad con que tomás sólo la mitad de su miembro en tu boca y cuán pequeña te ves entre sus piernas. Sólo cuando sus músculos se tensan decide liberarte, el hilo de saliva manchando tu mentón haciendo que se replantee su decisión.
Se deshace de su ropa y palmea su pecho tonificado con la clara intención de hacerte saber lo que quiere, pero te negás a causa de la vergüenza. Acorta la distancia entre ambos, una expresión preocupada en su rostro, y limpia con sus dedos el rastro de una lágrima.
-¿No querés...?                                                              
-Sí, quiero, pero…- tu voz se desvanece, pero Enzo ya sabe lo que ibas a decir.
Es consciente de lo mucho que te avergüenza tal posición, pero sabe que se debe más a la vulnerabilidad en la que te pondría dicha situación y no a la forma en que puedas verte ante sus ojos... También sabe que te encanta estar completamente a su merced, sometida a sus deseos y cediendo el control hasta ser un mar de lágrimas y súplicas.
-¿Color?- sus nudillos acarician tu mandíbula.
-Verde.
Te dedica una sonrisa antes de quitarte la ropa interior y moverte con facilidad para posicionarte sobre su rostro, sus manos acariciando tu cadera y sus labios depositando pequeños besos que alternan con mordidas inofensivas en tus piernas. Tomás aire y dejás caer un poco de tu peso, la calidez de su boca envolviéndote de inmediato y haciéndote gemir.
Estás completamente mojada y Enzo adora sentir tu esencia manchando sus labios y su lengua, que acaricia tus pliegues de manera experta hasta hacerte lloriquear. Disfruta la forma en que tus muslos suaves lo arropan y siente que podría morir al ver que tus dedos se cierran sobre tus pezones, notorios debido al color y la tela de tu camiseta. Sus labios se cierran sobre tu clítoris y succiona con fuerza, ganándose un grito ahogado de tu parte y confirmando que adoraría morir de esta forma.
Sus manos encuentran tu cadera y te fuerza a dejar caer todo tu peso sobre él, sus dientes rozando peligrosamente tu centro mientras continúa asaltándote con su lengua. Tus gemidos aumentan en volúmen, cada vez más constantes, y un hilo de palabras sin sentido surge de tus labios; logra distinguir su nombre y varias súplicas, pero el resto es un confuso producto de lo que el placer provoca en tu mente.
Te lleva al orgasmo sólo con su lengua y los sonidos obscenos que esta produce en contacto con tus pliegues y la humedad provocada por tu excitación. Recobrás un poco de fuerzas y te separás de su boca -un tanto sobre estimulada por sus labios que continúan besándote en todos los lugares posibles-, el brillo de tu liberación adornando su piel y una mueca de satisfacción u orgullo apoderándose de su rostro.
-Me encantás- da un beso a tu muslo-. ¿Puedo seguir...?
Te ayuda a recostarte y te sentís en trance al ver cómo pasa una mano por su cabello despeinado, tus ojos vidriosos siguiendo cada uno de sus movimientos hasta que se posiciona a tu lado y captura tus labios. El beso se torna intenso y su mano cerrándose sobre tu cuello no ayuda a calmar la sensación ardiente entre tus piernas, que sólo empeora cuando su lengua se cola en tu boca y sus dedos comienzan a ejercer presión.
No estás segura de qué provoca el leve aturdimiento que nubla tu mente, si es la restricción de oxígeno o la fuerza con la que Enzo te está besando, pero sus acciones se detienen antes de que pienses en advertirle. No tenés mucho tiempo para recuperarte antes de sentir sus dedos haciendo un glissando en dirección a tu centro, sus yemas deslizándose por tus pliegues y rodeando tu entrada, deleitándose al sentir que estás goteando.
Tu interior no opone resistencia alguna cuando introduce uno de sus dedos, la lentitud y profundidad de sus movimientos haciendo que tu respiración se entrecorte en un segundo. Cometés el error de mirar justo cuando su pulgar encuentra tu clítoris y comienza a masajearlo con círculos, el placer arrancando de tu garganta un gemido que borda lo pornográfico… Pero para Enzo no es suficiente, así que introduce otro dedo y acelera el ritmo.
El placer te desborda y los sonidos húmedos que llegan a tus oídos son tan indecentes como tus gemidos, que sólo actúan como fuel para las acciones de Enzo. Le encanta llevarte al borde, dejar que te pierdas por completo en las sensaciones mientras él se encarga del placer de ambos, saber que tu mente es una especie de boceto que él desdibuja hasta dejar en blanco.
-Papi…
Tu voz es poco más que un susurro, pero es suficiente para que te escuche. Sus dedos siguen asaltando tu interior mientras besa tu mejilla y repite palabras de aliento en tu oído, haciendo un esfuerzo inhumano por no frotar su miembro contra tu pierna cuando ve en tus ojos el reflejo de la desesperación y necesidad que sentís. Se lamenta cuando ve tus párpados caer, indicio de tu orgasmo desatándose, pero la imagen de tus pestañas brillantes por las lágrimas y tus dientes torturando tu labio le resulta celestial.
La tensión en tus músculos se disipa y tu cuerpo frágil reposa contra el suyo. Rodea tu cintura con su brazo y te atrae hacia su cuerpo aún más; tu espalda contra su pecho te permite sentir su respiración todavía acelerada y el calor que irradia su piel, pero este no se compara con el calor de su miembro aprisionado contra tu muslo, donde deja un rastro húmedo.
El particular sonido del lubricante llama tu atención y te preguntás en qué momento y de dónde lo sacó, pero sus dedos con producto frío en tu entrada hacen que te sobresaltes y te distraigas. Se disculpa y su voz ronca provoca un cosquilleo entre tus piernas, besa tu hombro mientras su punta acaricia tus pliegues y tu entrada antes de comenzar a introducirse en tu calidez.
-Papi- llorás, sensible ante el inevitable ardor de la penetración inicial.
-Ya sé, bebé, ya sé- dice en un intento de calmarte, regalándote un beso-. Estás muy apretada.
Sus movimientos son lentos y muerde tu hombro una vez que se adentra por completo, conteniendo sus deseos de forzarte a tomar sin protestar todo lo que él te ofrezca. Te da unos segundos para acostumbrarte a la intrusión, su mano acariciando tu cadera y luego dirigiéndose hacia tu clítoris, el contacto provocando que te contraigas alrededor de su miembro.
Comienza a acelerar su ritmo y no hay forma de que reprimas tus gemidos, tu cuerpo reaccionando por cuenta propia cuando sentís cada vena y surco de su miembro rozando tu interior mientras su punta abusa de tu cérvix reiteradamente. Su ataque sobre tu clítoris no se detiene, su lengua se desliza sobre la piel sensible de tu cuello y posteriormente sus dientes apresan el lóbulo de tu oreja. Llegás al clímax ahogando un grito en la almohada.
Te arrastra hacia el borde de la cama y te deja sobre tus rodillas, las sábanas revueltas en tu rostro amortiguando tus jadeos cuando su palma impacta contra tu piel al volver a penetrarte. El sonido de su piel colisionando con la tuya inunda la habitación y las palabras que te dirige se pierden en algún punto en el aire antes de llegar a tus oídos, que parecen estar cubiertos con algodón.
Sus estocadas son profundas y frenéticas, pero cuando siente su orgasmo aproximándose se detiene. Retira su miembro hasta dejar sólo la punta dentro y acaricia con su pulgar el borde de tu entrada, embelesado por la forma en que la fricción enrojece tu piel. Escucha tus súplicas por más, lo llamás papi una y otra vez en un intento de convencerlo por continuar, pero no cede.
-Estás desesperada, ¿no?- pregunta. Ya sea que negás o asentís, se inclina sobre tu cuerpo para poder tirar de tu cabello y continúa:- ¿Querés más, princesa?
Te aleja del colchón y encuentra una respuesta en el hilo de saliva que cae de tus labios, acompañado por las lágrimas que recorren tus mejillas antes de humedecer las sábanas. Abandona tu interior y te oye protestar, pero te calmás cuando te deja sobre tu espalda y posiciona su cuerpo sobre el tuyo.
Te obliga a ver la forma en que su miembro acaricia tus pliegues, enrojecidos y más que húmedos, pero apartás la vista para ver su rostro cuando vuelve a hundirse en tu interior: sus ojos están cerrados y sus labios entreabiertos dejan salir un sonido casi animal, su cabello despeinado enmarcando sus rasgos a la perfección.
Lleva tus piernas a sus hombros y utiliza un brazo para aprisionar tus muslos contra su abdomen, su otra mano ubicándose en tu abdomen bajo y ejerciendo presión para sentir cómo tu interior se amolda a él, la forma en que tu cuerpo lo recibe cada vez. La sensación es abrumadora y tus manos se mueven en todos los sentidos buscando aferrarse a algo -lo que sea- para poder sobrellevar el placer que te invade, pero sólo encontrás las margaritas desperdigadas en el espacio entre la almohada de Enzo y la tuya.
-Papi, por favor, ¿puedo…?
Asiente mientras besa tu tobillo, sus ojos abriéndose de inmediato para poder presenciar el espectáculo que le ofrecés cada vez que acabás. Masajeás tus pechos y pellizcás tus pezones, justo como él suele hacerlo, y cuando el orgasmo te golpea repetís su nombre entre balbuceos. El movimiento de sus caderas no cesa ni por un segundo y tu rostro se contrae en una mueca de algo similar al dolor, pero que Enzo reconoce como la prolongación tortuosa de tu orgasmo.
Estás a punto de rogarle, pero sus jadeos te interrumpen y la repentina brutalidad en sus embestidas hace imposible formular palabra alguna. Su cabello brilla bajo la luz y cubre parte de su rostro cuando sus dientes se cierran sobre tu pierna. Sentís el palpitar de su miembro en tu interior y recuperás la voz.
-Adentro, por favor.
-¿Sí? ¿Querés que te llene la conchita…?- cerrás los ojos, casi avergonzada por lo mucho que disfrutás oírlo expresarse de esa forma-. Dios…
Sentís el calor de su liberación salpicando tu interior y suspirás satisfecha, tus brazos separándose instintivamente para abrazarlo cuando se desmorona sobre tu cuerpo y su rostro busca refugio en el espacio de tu clavícula. Masajeás su espalda mientras su respiración vuelve a la normalidad y estás casi segura de que percibís los latidos de su corazón.
-Extrañaba tanto esto- comenta, alejándose para mirarte a los ojos-. No te das una idea.
-Yo también lo extrañaba- sonreís-. Pero…, ¿no tenías sueño vos?
Suelta una carcajada pero no responde, en su lugar se estira para tomar una margarita y colocarla sobre tu oreja. Besa tus ojos, tu nariz, y por último envuelve tus labios en un apasionado beso que te deja sin aire.
-Gracias por el café- apoya su frente sobre la tuya-. Me ayudó bastante.
Sabés que no se refiere al café.
taglist:
@madame-fear @creative-heart @recaltiente @llorented @chiquititamia
270 notes · View notes
florinaranja · 2 months
Note
Holaaaa, primero que nada escribes INCREÍBLE, me encanta tu redacción, cuando encontré tu blog mori por qué quería leer más trabajos tuyos y no encontré, ánimo.
Y segundo quería pedirte algo con pipeeee, es un golden tiernon, no sé, se me ocurre algo como una fiesta post partido de fut y que Pipe sea medio reservado, pero por estar tan feliz, no pueda esconder el PDA y se la pase buscando contacto físico inocente y al final no le importe nada estar sobre, mostrando afecto frente a sus amigos.
Espero con ansias leer todos los trabajos a futuro que escribas. 🙏🏽🙏🏽🙏🏽🙏🏽
afición de enamorados ; felipe otaño
pairing: felipe otaño x fem!r
summary: ¿qué hay mejor que pasar un día muy futbolístico y amoroso con tu novio pipe? exacto, nada. 1.6k.
warnings: none!! puro fluff como debe ser
n/a: muchas gracias por el request! siento la tardanza, los exámenes me consumen viva. espero que te guste muchísimo y de verdad muchas gracias por el apoyo y tu mensaje😢 me ha hecho super feliz y motivado un montón!! love u!!! also esto creo que es obvio, pero soy española así que siento que no tengan el habla argentina🙏 i'm trying
Tumblr media
nunca hubiera pensado que se emocionaría viendo un partido de fútbol, pero ahí estaba ella: gritando a puro pulmón cada vez que la pelota recaía en los pies de su novio. ahora entendía la euforia que sentía felipe cada vez que veía un partido de river, equipo del que era hincha hasta la raíz, y este ganaba. 
alegrarse por su novio no cambiaría el hecho de su poca afición futbolística, pero de vez en cuando era divertido pasar la tarde gritando como una loca apoyándolo. es un tipo de orgullo explosivo, eso era indiscutible. 
no era más que un partido entre amigos, una forma más de pasar el tiempo. pero felipe estaba corriendo decidido hacia la portería contraria, esquivando con agilidad a los contrincantes y con el sudor de un ganador corriéndole por la frente; y maría, desde su posición de espectadora, tenía los puños apretados y se iba levantando poco a poco de la grada hasta que felipe marcó gol. la chica pegó un salto emocionada, aclamando el último punto que le daba la victoria al equipo de su novio. 
bajó corriendo las escaleras hasta llegar a las vallas que la separaban del césped, esperando a que todos los amigos de felipe acabaran de felicitarlo. en cuanto terminaron, el joven se escabulló y dirigió directo hacia su novia, como un perrito que regresa a traerle la pelota a su amo. maría lo recibió con una amplia sonrisa. acunó su cara entre sus manos y comenzó a llenarlo de besos sonoros por toda la cara, casi pareciendo una madre orgullosa. 
—¡has estado increíble, cariño! eres bueno en todo lo que haces, que lo sepas —pipe rio acalorado, bien por el cansancio y el calor del verano o por las palabras cariñosas de la joven—. además me hace tan feliz verte disfrutar así, como un niño pequeño… 
maría se encontró con sus ojos azules, melosos. jugaba con los piquitos ondulados que se formaban en la nuca de su chico con una sonrisa tonta y felipe no pudo aguantar más sin sentir sus labios contra los suyos. se inclinó por encima de la valla y cogió firmemente una de las mejillas de la chica, entremezclándose en un beso de simple amor. 
los silbidos de los amigos de pipe no tardaron en llegar, como era lo normal. pipe cortó el beso y se giró hacia ellos, sacándoles el dedo. —no se cansan de joder ustedes. 
volvió a dirigirse a su novia. —esta noche los chicos y yo pensamos en celebrar la victoria y ya de paso ver el partido de river. ¿qué decís?
ella entrelazó sus manos. —si dijera que no a pasar tiempo contigo estaría loca. 
llegó la noche y la pareja estaba lista para la larga celebración que les esperaba en casa de uno de los amigos de felipe. lo primero que hizo su novio al entrar en la casa fue tirarse en el sofá, ansioso y con los colores rojo y blanco de su camiseta vibrando más que de costumbre. no era lo mismo que verlo en el estadio donde el ambiente estaba cargado de los gritos de los aficionados, pero si estaba con su chica cualquier cosa era extraordinaria. se giró por encima del sofá a mirarla, estaba charlando con otra chica y, cómo no, estaba radiante. cada vez que la veía, le era imposible no pensar que era todo lo que necesitaba con él, la chica de sus sueños. se acomodó bien, de nuevo enfrentando la televisión, mientras se mordía el labio intentando reprimir las ganas que tenía de besarla allí mismo. 
nunca habían sido del tipo de parejas que están pegadas todo el rato, uno encima del otro, sino que guardaban los momentos más íntimos y cargados de emoción para la mera presencia del otro. no es que no se mostraran cariñosos en público, siempre paseaban con las manos entrelazadas y se robaban besos cada vez que podían, pero el verdadero sentimiento que se tenían se daba en la soledad de su hogar.
el partido comenzó a las nueve en punto. fue acompañado por pizzas y fernet, las risas de los amigos (entre las que maría siempre destacaba la de felipe) y la pura afición que solo el fútbol conlleva. cuando su equipo marcó el primer gol, los bramidos se escucharon por todo el vecindario. felipe no cabía en su felicidad. buscó con la mirada a su novia, quien ya se encontraba mirándolo y le hizo una seña con el brazo mientras gesticulaba “vamos”. con ese simple acto, se le llenó el pecho de una alegría abrumadora. incluso llegaron a subírsele los colores y a cosquillearle la barriga, como si fuera la primera vez que hablaba con la chica que tanto le gustaba. 
le recorrió la necesidad de cogerla, apretujarla y dejar el partido de lado para susurrarle al oído y oír sus risitas en respuesta. pero lo único que hizo fue darle una sonrisa en respuesta y volver a sentarse en el sofá cuando el ambiente ya se había calmado. 
hasta que marcaron el segundo gol a favor de su equipo, el chico echó en falta algo, o mejor dicho alguien. de vez en cuando se le colaba por el rabillo de ojo la imagen de su novia charlando con uno de sus amigos —desde el primer momento se llevó bien con todos ellos y es que, ¿quién podría no hacerlo?— y en su mente solo podía pensar en tenerla cerca. así que, aprovechando la nueva emoción, felipe pegó un salto del sofá y se acercó a la chica. le tendió la mano y esta la aceptó gustosa aunque extrañada. la condujo hasta el sofá y miró a los dos chicos que lo ocupaban.
—échate para allá, dale. 
su amigo lo hizo, no sin antes lanzarle algún que otro insulto cariñoso y burlarse de él. ahora, con maría a su lado la noche de felipe solo había mejorado. no quería hacer tan obvio que estaba anhelando el tacto de la piel suave de su novia pero falló irremediablemente. mantuvo sus manos entrelazadas y acercó su rostro al cuello de ella, descansando en su aroma a lavanda. 
la joven rio por lo bajo por las cosquillas que su pelo le hacía y llevó su mano libre a su cabeza, acariciando cada mechón de pelo castaño.
—¿y este repentino cambio tan amoroso? —el chico suspiró.
—siempre puedes volver a irte si quieres, amor —siseó juguetón felipe, para luego dejar un casto beso en su cuello. 
por nada del mundo la chica se iría de ahí. se acurrucó contra él, intentando tener el mayor contacto que podía. estaba disfrutando esta muestra pública de cariño como la que más, era un hecho. 
sin embargo, las cosas comenzaron a complicarse para los rojiblancos. el equipo contrario había remontado acabando en empate, teniendo solo quince minutos de prórroga para ganar. el ambiente en el pequeño salón se notaba preocupado. felipe apretaba la mano de su novia con fuerza cada vez que veía un gol cerca aunque terminara en nada. cuando ya quedaban cinco minutos y todo los chicos habían aceptado la derrota, un jugador de river marcó, dándoles la victoria. 
todos los amigos que se habían reunido aquella noche saltaron exaltados, incluso maría se alegró por los vencedores. los chicos comenzaron a corear mientras saltaban, con unas enormes sonrisas plasmadas en sus caras y la joven esperó que felipe se les uniera. en cambio, fue sorprendida por un agarre brusco que la hizo girar para encontrarse con sus labios estampados contra los de su chico. correspondió a su beso, brusco y desaliñado por la emoción del momento, con su agarre fuerte en sus caderas derritiéndola por completo. 
al separarse, maría cogió una bocanada de aire jadeando. tampoco le dio tiempo a mucho más, porque pipe la tomó levántandola del suelo y girándola por el aire. la sala se inundó de sus risas.
—¡pipe, bájame! voy a vomitar la pizza.
el joven obedeció sin mucha resistencia y le plantó otro beso y otro y otro y así hasta que un carraspeo los interrumpió. —no bueno, si queréis nos vamos y os dejamos solos.
felipe reaccionó como hacía apenas unas horas: le mostró el dedo del medio. nadie le dio mucha importancia y la celebración continuó. maría alcanzó la mano de su novio y le sonrió. 
—quiero pasar toda mi vida contigo, cariño. acompañarte a todos los partidos de fútbol solo para verte así de feliz, a todos los castings que quieras… no sé, no puedo imaginar no estar a tu lado. es algo raro para decirte justo ahora, pero es que me lleva rondando la mente por un tiempo, quiero que sepas lo mucho que significas para mí. 
—nena, algún día de estos vas a matarme —le regaló un beso en la mejilla—,  no puedes ser más perfecta. no puedo esperar para que pasemos juntos toda la vida. 
la joven se colgó de su cuello y esta vez fue ella quien inició el beso: lento, saboreado, rosado. 
y así continuaron el resto de la madrugada, más melosos que unos recién enamorados, siempre a menos de cinco centímetros el uno del otro. al final, ni siquiera ellos podían escapar de la necesidad de sentirse cerca, no importaba el público o la situación. y qué decir que después de esa noche, maría comenzó a ver los partidos de fútbol con más cariño.
164 notes · View notes
castawaycherry · 2 months
Note
holaaa! tengo un request jiji de enzo x lectora
una donde la lectora tenga un tremendo complejo corporal por ser más ancha pero no se da cuenta que en realidad enzo adoraba sus curvas y se lo hace saber (como tu gustes jiji)
Amo este ask!!! como alguien con complejos corporales parecidos me hace muy feliz escribir algo así 🤎
si no te molesta lo quiero convertir en un fic! prometo que la parte dos saldrá hoy también
Alguien como tú- Enzo Vogrincic parte 1
warnings: angst, fluff, mención de inseguridades, age gap (reader tiene 23 y Enzo 30)
Tumblr media
A el le gustaban rubias y flacas como modelo, o eso creías tú..
Conociste a Enzo hace unos meses en el rodaje de La Sociedad de La Nieve, siendo tú una de las maquillistas en el set pasabas bastante tiempo con el, al paso de las semanas empezaste a sentir cosas por el Uruguayo pero sabías que estaba mal, trabajaban juntos y el era unos años mayor que tú, y en el fondo sabías que nunca te haría caso y eso te destruía por dentro, tu sabías que no eras su tipo, le gustaban modelos rubias y tu eras un poco lo opuesto, tenías el cabello negro y tenías curvas, gracias a eso por el resto del rodaje te guardaste tus sentimiento y actuaste siempre lo más profesional posible.
Unas semanas antes de que acabara el rodaje estabas haciendo inventario de todos los productos que faltaban y escuchaste que alguien tocó la puerta del trailer de maquillaje, era una hora después de que acabaron de rodar y todos los actores ya se habían desmaquillado he ido a su hotel, o eso pensabas.
Te levantaste a abrir la puerta y viste a Enzo del otro lado, lo cual te sorprendió pero lo dejaste pasar para evitar que estuviera en el frío.
"Pasa pasa" le dijiste con una sonrisa
El pelinegro asintió y devolviendote la sonrisa entró y se sentó en una de las sillas frente al espejo, no pudiste evitar que tu mirada se quedara unos segundos más pegada a el hombre, era obvio que era un hombre muy atractivo, el pelo negro y largo, sus facciones eran muy masculinas pero finas al mismo tiempo, sus ojos cafés y gentiles, y su espalda ancha, todo eso hacía que tus rodillas te faltarán cada vez que lo veías, tus pensamientos fueron interrumpidos por enzo preguntándote algo.
"Perdón por irrumpir así" se ríe
"Ay Enzo no te preocupes, sólo estaba haciendo inventario pero ya casi acababa" le aseguraste.
Con eso el hombre sonríe, esa maldita sonrisa que inundaba tus pensamientos
"Me alegra no haber interrumpido mucho, te venía a preguntar si querías salir conmigo y los chicos la próxima semana, vamos a celebrar las últimas semanas de rodaje y todos estuvieron de acuerdo que nuestra maquillista favorita tenía que venir, que dices?"
Tu no supiste que contestar y solo te sonrojaste.
Su maquillista favorita?, ósea que hablaban de ti?, el hablaba de ti?.
acordandote que no le habías contestado dijiste que si rapidamente
"Claro que voy! no dejaría solos a mis chicos favoritos"
Con eso Enzo sonrió feliz de que habías aceptado, realmente el quería que fueras más que nadie, desde que te conoció el primer día de rodaje pensó que eras preciosa, pero sabía que tenían una diferencia de edad de 7 años y eso evitó que actuara a favor de sus pensamientos aunque el sabía que no te había podido sacar de su cabeza durante 8 meses.
"Perfecto nena! en la semana te mando los detalles"
dijo levantándose de su asiento y dándote un pequeño beso en la frente, lo cual era bastante usual ya que se había convertido en una tradición que siempre que terminaras de maquillarlo te sonreía y te daba un beso en la frente.
sentiste el calor de tu sangre yéndose directamente a tu cara y rápidamente te volteaste para que no te viera mientras salía del trailer y te dejaba hacer tus cosas.
PERDÓN POR LO CORTO!! PERO QUERÍA CONVERTIR ESTA IDEA EN UN FIC, me encantó la idea y siento que tiene más provecho como fic que como oneshot 🫣🫣 prometo que la segunda parte saldrá hoy en la noche para compensar lo corto de esta primera parte 🩷🩷🩷
143 notes · View notes
miskhalie · 2 months
Text
Una tarde tranquila - Enzo Vogrincic x Reader
Pairing: Enzo Vogrincic Advertencias: ¿insinuaciones? Solo fluff
Era un miércoles por la tarde. El sol brillaba aun a estas horas de la tarde, era verano y los días se habían alargado por lo que el sol no llegaba a irse del todo. Además hacia un calor que calentaba las zonas áridas, por lo que tu novio, Enzo, y tú habías decidido quedar en el parque, donde regaban el césped y había una fuente donde los niños se bañaban.
Os sentasteis sobre el césped aún seco y empezasteis a hablar sobre la nueva película que había empezado a rodar. Un drama sobre un avión siniestrado en los Andes. Su personaje se moría por lo que no podías dejar de burlarte, pensando que solo sería otro cameo de los suyos. Otro extra que moría de fondo, pensabas. Pero esta vez te equivocabas. De hecho te lo explicaba mientras tu desplegabas la manta para sentaros.
Este tiene mucho recorrido, seguramente hasta el final de la película. - sonrió altivo.
Quizás no te echan porque les da pena decírtelo. - una vez estirada os sentabais sobre ella y sacabais lo que habías traído para merendar, organizando un pequeño picnic.
Muy graciosa - dijo riendo sarcásticamente.
Decidiste hacer fresas con chocolate para que cubrir los antojos de tu novio desnutrido. No podía comerlo, pero no tenían porque saberlo, además, Enzo nunca te decía que no, ya que te veía preocupada. él había traído coco cortado y frutos secos. Pero, a última hora, compró dulces porque sabía que te encantaban las gominolas. Tú también decidiste traer algo más cuando lo viste en la panadería, unas galletas caseras con frutos secos.
Enzo cogió una galleta y se la llevó a la boca. Su flequillo le cubrió la frente y tú se lo colocaste detrás de su oreja.
Estas precioso hoy, espero que no te hayan agobiado mucho las mujeres por el camino. - cogiste una fresa y la rodeaste con tus labios. Enzo cogió aire al verlo. El jugo te caía por los labios y el chocolate cubría tu boca como un delicioso pintalabios. Era un hombre después de todo, no podía resistirse a tus encantos.
Te besó suavemente, saboreando el gusto de tu boca. Fresa, chocolate y tú. No era mala combinación.
Y algunos hombres. - admitió avergonzado. Aún no había triunfado con su film y ya se echaban sobre él. Tú reíste, apoyándote en tus codos para tumbarte al igual que hacía él.
Aunque no daba mucho el sol donde os habíais tumbado, se te podía ver el pecho saliendo de las copas de tu sostén por debajo de la blusa blanca transparentosa. Traviesa, habías decidido llevar un sostén rosa pastel para que Enzo se muriera al verte. Pero esta vez, aun que lo había notado, te miraba melancólico a los ojos y besaba tus labios sin una pizca de lujuria, sino que con cariño. No era inusual, ya que la debilidad de su cuerpo en ayuno lo ponía más cursi de lo normal. Así que lo disfrutabas en silencio, como si fuera un cervatillo y en cualquier momento pudiera asustarse.
Te quiero - simplemente dijiste.
Yo también te amo. - dijo él con los ojos cerrados a la vez que acariciabas su mejilla.
Ayer te había mandado un mensaje de lo mucho que te quería y de lo importante que eras en su vida. Le había parecido necesario debido a que una de las escenas de la película lo había puesto sensible. La escena donde Liliana Methol moría.
Y justo cuando os ibais a dar un beso, se conectaron los aspersores y os mojaron enteros. Por suerte, tu falda vaquera no dejo ver nada, pensaste mirándola. Levantaste la cabeza y viste a tu novio mojado, con sus músculos rígidos bajo su remera blanca y su pelo semi-largo mojado sobre su frente. Tragaste saliva. Tu tampoco eras inmune a la belleza de ese hombre.
Te dieron ganas de llevártelo a casa y hacerle suplicar por ti. Pero te acordaste de que hoy era un día tranquilo para él.
¿Podemos ir a casa? - se mordió el labio. Quizás al final no estaba tan tranquilo.
164 notes · View notes
stuckwthem · 2 months
Note
literally in love with the idea of juani & reader just making out on set of lsdln before he’s about to get his hair & makeup done >3<
café y caramelo | juani caruso
summary: un pequeño vistazo a la rutina con juani en las mañanas de set, o mejor dicho, la razón por la que siempre llegan atrasados. 1.4k
Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media
fue muy rápido, una hora estabas caminando tranquilamente por los camerinos en dirección al trabajo y a la siguiente te metían en una habitación, sin avisar, sin sospechar, y de repente te encontrabas contra la puerta y unos ojos azules profundos muy familiares se clavaban en los tuyos, con un brillo travieso en la mirada.
"¡ai juani!", exclamaste, llevándote la mano al pecho, sintiendo cómo el corazón se te aceleraba contra las costillas. la sensación del susto reverberaba en los latidos de tu corazón, que oías resonar en tus oídos. "¡no puedes seguir asustándome así!".
fingiendo una falsa frustración, una mueca permanecía en su rostro mientras la sonrisa de juani no hacía más que aumentar. el chico, tratando de esquivar su ceño fruncido, rodeó sus caderas con los brazos, abrazándola fuertemente contra la puerta y le dio un tierno beso, luego apartó la cara para poder mirarla. estaba prácticamente vestido con su disfraz, aún tenía que maquillarse y peluquearse, y sabía que ya había pasado la hora de que estuviera allí.
"estás preciosa con esa cara de enojada", juan tenía una amplia y tonta sonrisa en la cara, que se reflejaba en su expresión boba y apasionada mientras te miraba. era una visión a la que ya estabas acostumbrada y que siempre te llenaba el pecho de una sensación cálida y deliciosa.
"te odio" lo intentó, pero no pudo contener la risa, así que tuvo que morderse el labio. tus manos se dirigieron hacia el pecho del actor en un intento sin esfuerzo de alejarte de él. 
juani, aprovechando su guardia baja, no perdió el tiempo y llevó sus labios a su cuello, debilitando todo su cuerpo, como una maldita táctica, para luego dirigirse a su barbilla y finalmente, a sus labios. no satisfecho, continuó plantando tiernos besos por todo el resto de su cara, provocando auténticas risas en usted. para él, era como escuchar una melodía suave y agradable, que siempre hacía mucho más ligeras las agotadoras y largas jornadas de grabación.
tenerte cerca durante las grabaciones fue una bendición absoluta para juani. os conocisteis en el set, os hicisteis íntimos en la primera semana y desde entonces no os habéis separado. de hecho, le fue muy difícil mantenerse alejado contigo como asistente de maquillaje.
"¿todavía me odias?", preguntó el hombre de pelo ondulado con tono divertido y un brillo en los ojos, tomándose un respiro por un momento tras una sesión apreciando tu rostro.
"un poco menos, un muy poco menos", dejaste caer tu rostro a un lado y deslizaste tus manos por los hombros del chico, que tomó tus palabras como un desafío. 
los ojos de juani se abrieron de par en par, indignado, y te puso la mano en el pecho, haciéndose el ofendido. nunca deja de hacerte reír, y con tu forma de actuar con él es como si no tuvieras control sobre ninguno de los músculos de su cara que esbozan una sonrisa.
"yo sé cómo resolver esto", dice, con expresión decidida y las cejas levantadas. tú le imitas, alzándole las cejas y, naturalmente, vuestras caras se acercan cada vez más hasta que vuestras frentes se presionan.
"¿sabes?", le preguntas mientras tu nariz roza suavemente la suya, provocativamente. tu voz sale más como un susurro debido a la cercanía, soplada sobre los labios de juan, que ahora te sujeta la cintura un poco más fuerte, hundiendo sus dedos en el espacio de piel que hay entre tu camiseta y tus pantalones.
un pequeño escalofrío te recorre la espalda al contacto de sus dedos fríos sobre tu piel, y no te cuesta demasiado ablandarte entre los brazos de tu novio, sobre todo cuando sus labios, cálidos y suaves, chocan con los tuyos tan lenta y suavemente que jadeas. los besos eran siempre suaves y dulces, besarle era como saciar una sed infinita en tu interior que te hacía anhelar más cada vez. 
"vas a tardar" murmuras entre besos, un poco sin aliento y mareada "vamos a tardar".
sueltas una risita mientras intentas ser racional, pero el chico se limita a rodar los ojos, haciendo un gesto de que no le importa.
"sólo cinco minutos más", dice socarronamente, atrapando tus labios de nuevo, pero sin ninguna prisa. cinco minutos podrían haberse convertido fácilmente en diez, pero ambos eran demasiado ajenos al tiempo.
los dedos de juani se deslizaron dentro de tu camisa y acariciaron suavemente la base de tu espalda, añadiendo algo más al beso que te hizo querer derretirte contra su cuerpo. apenas te diste cuenta de que estabas de puntillas hasta que te tiró al brazo del sofá, sentándote entre sus piernas. sus manos encontraron tu cara, sujetándola suavemente, ayudando a intensificar el beso. las yemas de sus dedos ejercen poca presión sobre sus mejillas, pero mantienen su cara lo suficientemente cerca como para que él pueda ordenar hábilmente el movimiento de sus labios.
el desliza su lengua bajo la tuya y pequeñas centellas recorren tu cuerpo como chispas, suficientes para hacerte suspirar entre beso y beso. juani sabe a café y caramelo, y disfrutas explorando cada rincón de su boca mientras sus lenguas bailan en armonía. es fácil perderse en esa sensación, en la calidez de sus labios y la suavidad de su mano sujetando tu cara, y con los ojos cerrados, pareces bucear en busca de más.
tus manos recorren los brazos de juani hasta llegar a sus rizos, y el chico se estremece bajo tu tacto cuando siente tus dedos recorrer su cuero cabelludo. respira hondo por un momento, sintiéndose embriagado por su aroma y la sensación de sus labios suaves y adictivos. ese no sería el único beso del día, por supuesto, juani volvería a besarte a escondidas entre cortes de grabación, cuando vengas a retocarle el maquillaje, o después de comer, mientras los chicos se distraen viendo algún partido en la tele, y seguro que te besaría un millón de veces más en el hotel, pero aun así, teme perderte ni un segundo en esa rutina.
el ruido fuera, en el pasillo, empieza a acercarse cada vez más, reconoces la risa de pipe y la voz de enzo, y sabes que te estás quedando cada vez más atrás, ya que se dirigen a maquillarse. esto te ayuda a recuperar la cordura, y empujas ligeramente a juani, tan resistente como él a deshacerse el uno del otro. él también sabe lo mucho que te gustaría pasar el día así, pero el trabajo llama.
con besos lentos, te suelta la cara, como si le costara soltarte. es como intentar salir de la cama en una mañana fría cuando estás bajo las cubiertas calentitas. tortuoso.
luego, en un último besito, te atrapa el labio inferior con el diente y te lo muerde suavemente, sólo para burlarse de ti, anticipándose a la sonrisa coja que tendrás poco después. en respuesta, tu mano le da una palmada en el trasero al chico, que gruñe y se aparta completamente de ti.
"¿cómo tratas a tu novio? que te ha traído café". juani devuelve ese tono de falsa ofensa, retrocediendo hasta la estantería y cogiendo el vaso caliente para entregártela. 
todas las mañanas se empeña en recogerte el café de la cafetería que te gusta, porque juani sabe cuánto odias el café amargo y fuerte que tienen en el set. con una sonrisa de agradecimiento, coges el café y le das un sorbo, sintiendo cómo el sabor a canela se extiende por tu lengua y calienta todo tu cuerpo.
"sabes que no puedes usar eso como excusa, ¿no?", le dices, mirándole por debajo de las pestañas mientras bebes otro sorbo. 
"¿qué?", pregunta juani, como si no lo supiera. saltas del brazo del sofá al mismo tiempo que él abre la puerta del camerino y se asegura de que no hay nadie en el pasillo.
"que llegas tarde por qué fue buscar café, esa mentira se está quedando un poco vieja", bromeas de pie en el umbral de la puerta, entre él y el pasillo. 
el de los ojos azules sonríe, baja la cabeza y la sacude negativamente. "bueno, no soy un mentiroso total, ¿eh? al menos miento mejor que tú".
camináis por el pasillo, mientras juani se ajusta el cuello de su traje, tú intentas alisar la arruga de su ropa. se os escapa una risa cómplice mientras os miráis furtivamente, es difícil resistir el impulso de arrastrarle de nuevo a ese camerino, o de no cogerle de la mano mientras camináis, pero vuestras manos chocan entre sí dos o tres veces. podrías acostumbrarte, eso seguro. todas esas mañanas de momentos robados y besos con sabor a café.
"oye", te llama juani, justo cuando estás a punto de entrar en la sala de maquillaje. te roba otro besito rápido y luego desliza el pulgar por la comisura de tu labio, limpiando los restos de espuma del capuchino. " nos vemos luego, ¿eh?"
Tumblr media
espero que lo hayan gostado! feliz san valentin atrasado, mis amores <3
225 notes · View notes
koishhiteru · 3 months
Note
Hola!!! Podrías hacer una historia de enzo comiendo con los padres de la reader? Muchísimas gracias ♡
Tumblr media
౨ৎ EATING DINNER
warnings: ninguno, solo fluff ♡
n/a: muchas gracias por dejar tu request! me ha parecido un escenario muy tierno. espero que te guste.
Tumblr media
Enzo y tú estabais frente a la puerta de la casa de tu infancia, esperando a que tus padres os abran y podáis pasar. El peli negro te agarraba la mano con fuerza, estaba nervioso de volverse a ver con tus padres. Tú giraste la cabeza y dejaste un pequeño beso en su mandíbula para tranquilizarlo.
No pasaron más de cinco segundos en cuanto tu madre abrió la puerta, con un delantal que indicaba que estaba haciendo la comida.
“¡Cariño!” exclamó al verte y no dudó en abrazarte, tú correspondiste al abrazo con una gran sonrisa.
“Hola, mamá” saludaste de vuelta mientras te separabas del abrazo y entrabas a la casa, esperando a que Enzo también lo hiciera.
“Hola, señora” dijo tu novio mientras pasaba por la puerta y le daba dos besos a tu madre.
Tú madre le saludó con una sonrisa y acto seguido se fue a la cocina para terminar la lasaña que estaba haciendo, fuisteis al salón y os encontrasteis a tu padre viendo la televisión.
“Hola, papá” saludaste dándole un abrazo también y él dejó un beso en tu cabeza.
Tu padre se levantó del sofá y fue a saludar a Enzo con un apretón de manos. “Hola muchacho” le dijo a lo que tu novio solo asintió con una pequeña sonrisa.
Os sentasteis los tres en el sofá, tú en el medio, para esperar a que la comida esté preparada.
“¿Qué estás viendo?” le preguntaste a tu padre como intento de sacar conversación.
“Ah, una antigua serie que veía yo de pequeño” contestó sin mirarte, por lo que solo asentiste y recostaste tu cabeza en el hombro de Enzo.
Pasasteis allí un rato entre charlas cortas y triviales hasta que tu madre os avisó de que la comida ya estaba lista. Fuisteis a sentaros en la mesa, Enzo y tú sentados frente a tus padres.
La comida empezó con las preguntas típicas que te hacen tus padres, y tú las respondías alegremente. O al menos así era hasta que tú madre le hizo una pregunta a Enzo.
“Y bueno, Enzo, ¿cuando le vas a pedir matrimonio a nuestra hija?” casi te atragantas con el agua al escuchar la pregunta tan directa que hizo tu madre y pudiste ver cómo Enzo se ponía un poco colorado.
“¡Pero mamá! ¿Cómo le vas a preguntar eso?” reclamaste antes de que tu novio pudiera responder.
“¿Qué pasa? Ya lleváis cinco años de relación” se excusó la señora con total normalidad.
“Sí, ¿y para cuando los hijos? Yo no me quiero quedar sin nietos” agregó tu padre, tirando más leña al fuego.
Suspiraste y cerraste los ojos, tus padres siempre se las manejaban para avergonzarte. Miraste de reojo a Enzo y viste como él seguía comiendo mientras intentaba ocultar una risa, antes de que pudieras echarle la bronca a tus padres por poneros en un aprieto, tu novio contestó por ti.
“Bueno, no puedo deciros si le pediré matrimonio ya que eso es un secreto” dijo el guiñando un ojo, tú lo miraste sorprendida. “Y sobre los hijos, eso es algo que debemos de hablar más adelante, ¿no crees?” preguntó esta vez dirigiéndose a ti.
Estabas sorprendida por sus respuestas y lo bien que supo manejar la situación, no podías parar de pensar en lo que él había dicho, ¿de verdad te iba a proponer matrimonio?
No saliste de tu trance hasta que Enzo no colocó su mano en tu muslo disimuladamente para que contestaras.
“…Sí, exacto, eso es algo que se hablará en el futuro” respondiste sonriendo nerviosamente.
Después de ese momento de incomodidad que pasaste, la comida se pasó entre risas y conversaciones triviales.
Al terminar de comer, os tomasteis un café y decidisteis jugar a algún juego de mesa para pasar el rato. Sin duda comer con tus padres no era tan difícil como Enzo se imaginaba.
Tumblr media
324 notes · View notes
cuarzorosita · 3 months
Note
amo como escribess, te puedo pedir un one shot también medio doméstico pero de enzo y su hijo? donde su esposa espera otro bebé 😭😭😭
por favorr y amo tu one shot lo leo cada cinco minutos 💘💘💘💘
💐 ˚. ࣪ ⊹ UN RECUERDO . . . enzo vogrincic
♫ play beautiful boy by john lennon
Tumblr media Tumblr media Tumblr media
⠀⠀⠀𐙚 ˚. ࣪ ⊹ . . . pairing : enzo vogrincic x fem!reader.
⠀⠀⠀𐙚 ˚. ࣪ ⊹ . . . warning(s) : enzo siendo un poco ⠀⠀⠀sobreprotector, embarazo, mucho fluff.
⠀⠀⠀𐙚 ˚. ࣪ ⊹ . . . summary : dejar un recuerdo familiar es ⠀⠀⠀todo lo que necesitas para llenar el corazón de tu ⠀⠀⠀esposo.
⠀⠀⠀𐙚 ˚. ࣪ ⊹ . . . emi's note : muchas gracias mi niñaa, me ⠀⠀⠀alegro mucho que te haya gustado y espero este ⠀⠀⠀también. esta es la referencia que use para que se ⠀⠀⠀hagan una idea del cuadrito y dios mio enzo papá ⠀⠀⠀me mata. gracias por el apoyo <3.
Tumblr media
sonreíste cuando escuchaste la puerta de entrada abrirse y los pasos apresurados de su hijo.
enzo había ido a comprar un pequeño lienzo junto a su hijo, y tú, que no podías hacer mucho esfuerzo, te quedaste en casa.
habían escogido los colores desde antes, buscando tres de ellos que combinaran perfectamente, los habías ordenado ya en la mesa a la espera de los dos hombres.
¿y para que lo querían? pues bien, habías visto una tonelada de vídeos donde los padres con sus hijos marcaban sus manos en un cuadro, dejándolo como un recuerdo.
y no pudiste evitar querer lo mismo.
así que se lo contaste a enzo, tu esposo, que ante tu emoción y ojos estrellados, claramente no iba a decir que no.
"llegamos, chiquita" escuchaste a enzo antes de ver su figura atravesar el pasillo hasta la sala.
"¡mami!" eloy, tu hijo, apareció detrás de su padre, saltando al sillón donde estabas. reíste levemente cuando viste los ojos de enzo abrirse por la preocupación.
"ten cuidado, hijo" le dijo, acercándose y arrodillandose frente a ti. su mano cálida acarició tu vientre abultado con una sonrisa.
"¿y vos?, ¿te portaste bien?" acercó sus labios hasta tu vientre; dejaste un beso en la cabeza de tu hijo cuando este la apoyo en tu hombro y acariciaste el pelo de enzo.
"siempre se porta bien" respondiste por tú bebé por obvias razones, enzo subió sus ojos hasta tu rostro, observandote con una sonrisa.
"me alegro mucho, mi gordita" sus dos manos viajaron a los costados de tu vientre, acariciandolo mientras seguía dejando besos.
por mucho que amabas las caricias de enzo, tenías muchas ganas de hacer el cuadro, así que te estiraste con la intención de ponerte de pie. enzo bufó, demasiado concentrado en darle besos a su bebé.
"dale, gordita. déjame ayudarte" se puso de pie rápidamente, tomando una de tus manos y poniendo la suya en tu espalda baja.
te reíste de lo preocupado que era enzo en tu embarazo. no te sorprendió, el era exactamente igual en tu primer embarazo.
siempre queriendo cuidarte de lo más insignificante para ti, pero para él, todo era un peligro. no podía arriesgarse a que algo les pasará.
después de todo, eran su familia.
su hogar.
entrelazaste tus dedos con los de enzo y con los de eloy, caminando hacía la mesa donde anteriormente ya habías ordenado todo.
enzo frunció levemente su ceño cuando vio las cosas ordenadas "gorda, no tenías que ordenarlo todo" te dijo al oído, dejando un beso en el costado de tu cabeza.
sonreíste "pero quería hacer algo también" enzo asintió resignado.
te entrego el lienzo que le habías pedido. uno pequeño pero lo suficientemente grande para que sus manos entraran.
"muchas gracias, amor" con tu mano unida, lo atrajiste hasta ti, besándolo suavemente.
sentiste como enzo sonreía en medio del beso, llevo su mano hacía tu cintura, donde acarició y apretó suavemente.
no podía evitar tener sus manos fuera de tu cuerpo cuando, sobretodo ahora, que estabas embarazada. la idea de que tenías a su hijo dentro, cuidándolo y protegiéndolo hacía que sus ojos se llenaran de lágrimas.
"¡wakala!" escuchaste a tu hijo gritar y no pudiste evitar reírte justo en la boca de enzo, que de igual manera se reía.
"boe, cuando vos tengas novia no vas a decir lo mismo" lo señaló con su dedo, mostrando sus blancos dientes cuando su hijo negó con la cabeza.
"mentira" respondió eloy cruzándose de brazos. mientras enzo discutía con un niño de 4 años, te encargaste de desenvolver el lienzo, tiraste el plástico a la basura y te giraste a los dos vogrincic.
"dejen de discutir, bobos" llamaste su atención "vengan" enzo tomo a su hijo entre sus brazos, dejándolo sentado con cuidado sobre la mesa.
su brazo se posó en tu cintura mientras él se deslizaba a tu lado. dejo descansar su cabeza en tu hombro, haciendo un camino de besos hasta tu mejilla.
río levemente cuando observó tus movimientos nerviosos por sus besos. llevaban más de 10 años juntos y aún lograba ponerte nerviosa.
era su simple presencia la que te hacía tener una respiración acelerada.
le pegaste un codazo leve en el estómago, logrando llenar el pincel con pintura "vení, elo" tu hijo se acercó lo suficiente a ti, dejando su pequeña mano sobre tu palma.
deslizaste el pincel sobre su manito y sonreíste cuando lo escuchaste reír.
"me da cosquillas, mami" dijo el niño, dejando que guiaras su mano hasta el centro del lienzo.
su pequeña mano quedo pintada, destacando sobre el blanco del fondo. sentiste a enzo ajustarse a tu alrededor, sonriendo ante la marca.
la manito era tan pequeña, que te entristeció pensar que algún día dejaría de ser así.
un beso reconfortante llego a tu mejilla, al igual que las caricias en tu cintura. enzo entendía que a veces las hormonas golpeaban tus sentimientos más sensibles.
"¡te toca, mami!" sonrió eloy. enzo tomo el pincel de entre tus dedos y lo sumergió en el agua, buscando quitarle el color anterior.
lo saco y secó, colocándole el color que tu habías elegido; con la mano que tenía en tu cintura, tomo tu mano delicadamente, llevándola hasta sus labios antes de pasar el pincel desde la punta de tus dedos hasta la palma.
trazó tu mano con agilidad como si fuera un pintor, pero con delicadeza como si te fueras a romper.
cuando terminó, dejaste caer tu mano sobre la marca que la mano de tu hijo había dejado, haciendo presión para que quedara completamente marcada.
la quitaste, apreciando como la marca había quedado justo con la mano de tu hijo en medio, completando tu mano.
"es precioso" enzo juro casi derretirse en tu hombro ante la imagen.
eran las manos de aquellos que más amaba. las manos que se deslizaban por su cabello en las noches o por su rostro cuando querías un beso.
las manos que se estiraban hacía él para ser tomado en brazos o para envolverse en su cuello en busca de un abrazo.
enzo había formado un sentimiento de amor tan profundo y desorbitante por ti, por tu hijo, que podía dar su vida por la de ustedes.
y por último, fue el turno de la suya.
repetiste el proceso de limpiarla y llenarla de pintura, lo pasaste por su mano y la acomodaste para que quedara perfectamente centrada.
dejo caer su mano en el lienzo, haciendo la misma presión para que no sea su mano la que arruinará el lienzo.
cuando la quito, el recuerdo estaba terminado.
su mano era mucho más grande que la tuya o que la de tu hijo, pero parecía que las tres encajaban como piezas de rompecabezas.
una mano sobre la otra, sellando un vínculo como lo es la familia.
"me encanta" susurraste, acercando a tu hijo en un abrazo. enzo no tardó en envolver sus brazos alrededor de los dos.
bueno, tres.
los mecio de lado a lado, sintiendo un sentimiento de protección en su pecho. es aquí donde él pertenece. en ningún otro lugar más que con ustedes en sus brazos.
"te amo, gordita, mucho" susurró en tu oído.
Tumblr media
© CUARZOROSITA | do not copy, steal, adapt or translate my works.
511 notes · View notes
voglatte · 3 months
Text
⊹ ┊HOMEMADE ꒱ .゚
Tumblr media
↷ ˊ- pairing: bf!esteban kukuriczka x gf!reader.
warnings: mucho fluff, sugestivo, age gap? (solo 5 años), size kink?.
summary: esteban vuelve a casa cansado del trabajo y lo sorprendes.
• dani’s typing… ! adoro a kuku, amé escribir esto.
Tumblr media
no era sorpresa para ti las llegada de esteban a horas de la noche, ya que se encontraba en un proceso de audiciones para una nueva película. aún así estabas un poco preocupada por la salud de tu novio, podías ver el cansancio en sus grandes ojos marrones y pequeñas ojeras debajo de ellos, pero aún así con cansancio siempre te veía con esa sonrisa cálida que poseía.
por lo que decidiste hacerle un pequeño detalle, antes de que llegara a casa. pusiste manos a la obra haciendo una rica cena para ambos, enorgulleciéndote al ver el resultado final y esperando que a él también le gustara.
estabas dando los últimos detalles cuando sentiste un aroma muy conocido para ti y unos brazos masculinos rodeándote desde atrás.
“¿qué hacés, bonita?” murmuró cerca de tu oreja mientras resguardaba su cara en el espacio libre entre tu cuello y hombro.
te hizo sacar una pequeña risita al sentir su respiración haciéndote cosquillas.
“una pequeña sorpresa, para vos” decidiste encontrarte con su perfilado rostro cuando te volteaste viendo un pequeño brillo en su mirada, lo que hizo derretir tu corazón.
él no lo había dicho con palabras pero sus ojos mostraban todo el agradecimiento que sentía en ese momento y pensaste que no debería porque lo harías mil veces más solo por verlo así.
“te amo, bonita” dijo cerca de tus labios luego de conectarlos con los tuyos, un choque bastante dulce e íntimo.
susurraste un “yo también” entre besos y decidiste alejarte un poco sin antes dejar un pellizco amistoso en su nuca donde se encontraban tus manos entrelazadas.
ambos se sentaron en la pequeña mesa que adornaba el salón mientras escuchabas con atención cada palabra que salía de su boca, podría hablar por horas y nunca te cansarías de escucharlo, su voz te daba paz, una sensación que te llenaba el corazón de todo lo lindo en el mundo.
sus manos se encontraban encima de la mesa, su mano sobre la tuya acurrucándola mientras su pulgar daba caricias. la otra simplemente se encargaba de llevar uno que otro bocado o líquido para pasar la comida.
“estoy muy seguro que me van a dar el papel, amor” su voz sonaba con mucha seguridad y entusiasmo.
“no tengo ninguna duda, bonito. tenés un don único y tu manera de actuar es deslumbrante” asegurabas, te sentías tan orgullosa de esteban y como de a poco se iban abriendo puertas en su carrera de actor, era algo que le gustaba e ibas a estar ahí para él siempre, apoyándolo.
al terminar y con un sabor agrio pero dulzón del vino en sus bocas decidieron acomodarse en el sillón de cuero que adornaba el hogar de ambos. colocó tus piernas encima de sus muslos, su mano haciendo pequeños masajes en ellas.
“¿te acordás de cuando nos conocimos?” su cabello caía salvajemente por su frente y le daba un toque bastante tierno.
tu solo dejaste salir un sonido con la garganta afirmando mientras tus mejillas se calentaban. esteban te miró sonriendo y dejando escapar una carcajada pequeña.
“vos eras una nena” recalcó, haciéndote sentir más avergonzada.
esteban y tu se conocieron en una clase de teatro, en ese momento tenía veintiocho y tú solo 23, aún así siendo una mujer adulta, esteban se burlaba diciendo que eras una nena chiquita.
“no digas más, no sabés lo nerviosa que estaba cuando me tocó improvisar contigo” tus manos taparon tu cara, devolviéndote al momento donde tu lengua se enredaba por tener a semejante hombre delante y sin conocerlo.
esteban al ver tus mejillas sonrojadas y tus labios carnosos haciendo puchero, no logró controlarse y te cubrió con su gran cuerpo.
intercambiaron miradas y sin ninguna palabra de por medio sus labios atacaron los tuyos, parecía que se estaban comiendo sin ningún pudor.
a esteban le encantaba ver lo pequeña que te veías debajo de el.
sus besos bajaban desde tus labios hasta tu cuello dejando pequeñas marcas adornándolo, sus manos un poco frías se metieron debajo de tu camisa pellizcando sin llegar a ser brusco.
“divina sos, amor” levantó un poco tu camisa y bajo un poco para dejar muchos besos en tu abdomen, a veces con mordidas incluidas que te hacían chillar bajito.
“dale, nene” acariciaste su cabello. “subí, debes estar cansado, podemos dejarlo para otra ocasión” hablaste suave mientras sentías a esteban recostar su cabeza en tu abdomen.
“un poco” dijo, tú no lo sabías pero cada caricia que dejabas en su cabello lo hacía quedarse cada vez más dormido.
los ojos marrones de esteban se empezaban a sentir más pesados por lo que ninguno habló, solamente dejaron que el silencio reinara. hasta que sentiste una respiración tranquila y sabías que ya había caído en los brazos de morfeo.
te sentiste feliz de haber pasado un rato distinto con esteban, estaba más que claro que ambos se amaban hasta el infinito y era un amor puro.
así mismo con tus manos en su cabello que en ningún momento dejaron de darle pequeñas caricias, tus ojos se empezaron a cerrar con una sonrisa en rostro por lo feliz que estabas.
———————————————————————————
by ﹫ VOGLATTE ╱ bueno aquí un one-shot? maybe súper cortito pero prometo hacer otros más extensos .ᐟ
390 notes · View notes
flan-tasma · 7 months
Note
Fluffy soft smexy times w/ Wriothesley? Soft dom wriothesley?? Please I just want him to love me :sob:
💖~ Soft Wriothesley is the best Wriothesley!
KDHKHD I have many questions! I love this, they are in Spanish and English, I am so happy! :D
Perdí la mayoría de esto por error y no alcancé a guardarlo en borrador.
A la de 3 me lanzo de la ventana.
I could bark for this man
Warning: smut, Fem!Reader | Google Translate sponsors me (it's a lie) If I made any mistakes in the english translation, I would be happy to read your comments! | Content in spanish and english
Tumblr media Tumblr media Tumblr media
Spanish:
Wriothesley era un hombre ocupado, siempre tenía que seguir con sus deberes en el Fuerte Merópide, entre montones de informes de quiénes entraban en la prisión y lo que se necesitaba para los prisioneros casi no tenía tiempo para sí mismo, pero siempre encontraría alguna grieta en su agenda para ti.
La hora del almuerzo era parte del reducido tiempo que tenía y que se aseguraba de dedicarte, escapando de sus labores para comer junto a ti y hablar de las obligaciones de ambos. Luego jugaban ajedrez cuando les quedaba tiempo, y esa era la situación actual.
Le gustaba mirar fijamente el tablero y analizar todo, tu rostro fijo en sus expresiones lo hacía sonreír con su mejilla contra su mano. Realmente ya sabía qué pieza mover, pero le gustaba cuando movías tu pierna como reflejo de tu impaciencia. Quería guardarte en su bolsillo y siempre tenerte junto a él, en el bolsillo que estaba más cerca de su corazón, en donde estarías caliente y podrías dormir mientras él trabaja y te alimentaría con pequeños bocados de comida cada vez que tengas hambre, pero no era capaz de tal magia.
Finalmente movió la ficha y tu suspiraste, comiendo su pieza negra con la tuya blanca, y te cruzaste de brazos con molestia. Wriothesley soltó una carcajada desde sus pulmones.
"¿Algo te molesta, ma biquette?" Te pregunta con burla, volviendo a su necesidad de jugar con tu tiempo. Frunciste el ceño, aunque tu expresión lo hizo soltar una risa desde sus pulmones.
"No es justo, me estás dejando ganar." Dijiste con frustración. Al inicio era una ilusión cuando ganabas pero el tiempo te permitió ver lo que realmente hacía Wriothesley, cuando podía comerse una pieza tuya, movía otra pieza para que pudieras hacerlo tu, poco a poco su falta de analítica lo haría perder contra ti.
"Lo lamento, querida. No sé a qué te refieres." Mentiras dichas por el hombre que se divertía de ver tu rostro enfadado. Cuando le dijiste que siempre hacía lo mismo, se cruzó de piernas y de brazos, cerrando sus ojos para pensar correctamente. Tu pierna se siguió moviendo ante su postura pensativa, ansiosa, y Wriothesley suspiró mirándote aún enfadada. "Eres demoledoramente hermosa, ma biquette."
"Eso no va a cambiar que me estás dejando ganar" Gruñiste con enojo ante el intento de tu pareja de tranquilizarte, un pobre intento, claro. Masajeaste tu sien con molestia y dejaste escapar otro suspiró mientras mirabas el rostro sonriente de Wriothesley. "No es justo, siempre haces esto."
"¿Qué podría ser injusto?"
"El punto de jugar es estar juntos, ¡no importa quién gane!" Ibas a lanzarle una almohada a la cara, pero su mano había tomado la pieza de la reina negra, su pieza, y la rotaba para verla mejor mientras pensaba profundamente en tus palabras. Su sonrisa era diferente, no solo divertida, sino más bien burlesca, y dejó de lado esa pieza para levantarse.
Tu espalda chocó contra el suave espaldar de la silla y la mano derecha de tu pareja sostuvo tu mandíbula, sus labios muy cerca de los tuyos y la pieza negra ahora en tus manos. Su aliento golpeaba contra el tuyo y parecía que iba a bendecirte con un beso hasta que te mantuvo en el mismo lugar.
"Está bien, es justo que siempre ganes en el ajedrez si yo siempre gano en la seducción. Te puedo dejar ganar las veces que quieras." Con cada palabra que decía, sus labios rozaban tu piel sensible y te hacían suspirar. Sus manos acariciaron tus caderas y dejó un rápido beso en tus labios antes de dar la vuelta a la silla y, con los brazos a los lados de ti, usar las piezas del tablero para una exposición más dinámica.
Él, como el rey negro, correspondiente a las piezas que estaba usando antes de que esto ocurriera, y tu, la reina blanca, ambos alejados. El Fuerte Merópide representado en las cuatro torres y que los separaban.
"Mi trabajo me mantiene ocupado y la miseria de tiempo que comparto contigo es solo el almuerzo y la cena. No puedo dejarte así, ma biquette." El aliento de Wriothesley erizaba los cabellos de tu nuca y los suaves besos con la boca abierta que dejaba en tus hombros, te hicieron jadear al ritmo en que tu ropa interior se mojaba contra la piel del sillón. "Puede que yo sea injusto porque disfruto de mantenerte aquí, junto conmigo, todo el tiempo que pueda tener." Wriothesley había creado un espacio entre las torres monocromáticas y la reina blanca había entrado con el rey negro, las mordidas en tu cuello a medida que los dedos del duque acariciaban tu espalda y tus brazos hacía que fuera difícil mantenerse enfocada en su explicación. "Solo quiero que te quedes un poco más, deseo ser egoísta y no dejarte ir tan rápido como lo tengo que hacer."
Wriothesley podía ser avaricioso contigo, te sostenía dulcemente contra el sillón y te hacía tomar su polla entre besos y afirmaciones. Te hacía el amor de manera lenta y disfrutaba viendo como tenías que partir lejos del Fuerte Merópide con las piernas temblando y la respiración intranquila. Pero fue justo, se aseguró de que disfrutaras el haberte ido mucho más tarde de lo que solías hacerlo.
Tumblr media
English:
Wriothesley was a busy man, he always had to carry on with his duties at Fort Meropide, between piles of reports of who was entering the prison and what was needed for the prisoners he hardly had time for himself, but he would always find some crack in their agenda for you.
Lunchtime was part of the limited time he had and that he made sure to dedicate to you, escaping from his work to eat with you and talk about both of your obligations. Then you played chess when you had time left, and that was the current situation.
He liked to stare at the board and analyze everything, your face fixed on his expressions made him smile with his cheek against his hand. He actually already knew which piece to move, but he liked it when you moved your leg as a reflection of your impatience. He wanted to keep you in his pocket and always have you next to him, in the pocket that was closest to his heart, where you would be warm and could sleep while he worked and he would feed you small bites of food whenever you were hungry, but he wasn't right capable of such magic.
He finally moved the chip and you sighed, eating his black piece with your white one, and crossed your arms in annoyance. Wriothesley laughed deep in his lungs.
"Is something bothering you, ma biquette?" He asks you mockingly, returning to his need to play with your time. You frowned, though your expression made him let out a deep laugh.
"It's not fair, you're letting me win." You said in frustration. At the beginning it was an illusion when you won but time allowed you to see what Wriothesley really did, when he could eat a piece of yours, he would move another piece so that you could do it, little by little his lack of analytics would make him lose against you.
"I'm sorry, dear. I don't know what you mean." Lies told by the man who was amused to see your angry face. When you told him that he always did the same thing, he crossed his legs and arms, closing his eyes to think properly. Your leg continued to move at his thoughtful posture, you were anxious, and Wriothesley sighed, looking at you still angry. "You are devastatingly beautiful, ma biquette."
"That's not going to change that you're letting me win" You growled angrily at your partner's attempt to calm you down, a poor attempt, of course. You massaged your temple in annoyance and let out another sigh as you looked at Wriothesley's smiling face. "It's not fair, you always do this."
"What could be unfair?"
"The point of playing is to be together, it doesn't matter who wins!" You were going to throw a pillow at his face, but his hand had taken the black queen piece, his piece, and he was rotating it to see it better as he thought deeply about your words. His smile was different, not just amused, but rather mocking, and he put that piece aside to stand up.
Your back hit the soft back of the chair and your partner's right hand held your jaw, his lips very close to yours and the black piece now in your hands. Her breath hit yours and it seemed like he was going to bless you with a kiss until he held you in place.
"Okay, it's only fair that you always win at chess if I always win at seduction. I can let you win as many times as you want." With every word he said, his lips brushed against your sensitive skin and made you sigh. His hands caressed your hips and he placed a quick kiss on your lips before turning the chair around and, with his arms at your sides, using the pieces on the board for a more dynamic display.
He, as the black king, corresponding to the pieces he was using before this occurred, and you, the white queen, both far away. The Meropid Fort represented in the four towers that separated them.
"My job keeps me busy and the pittance of time I share with you is only lunch and dinner. I can't leave you like this, ma biquette." Wriothesley's breath ruffled the hair on the back of your neck and the soft, open-mouthed kisses he left on your shoulders made you gasp at the rate at which your underwear became wet against the skin of the couch. "I may be unfair because I enjoy keeping you here, along with me, for as long as I can have." Wriothesley had created a space between the monochromatic towers and the white queen had entered with the black king, standing as close together as the shape of the pieces allowed, bites on your neck as the duke's fingers caressed your back and arms. It made it difficult to stay focused on his explanation. "I just want you to stay a little longer, I want to be selfish and not let you go as quickly as I have to."
Wriothesley could be greedy with you, holding you gently against the couch and making you take his cock between kisses and affirmations. He made love to you slowly and enjoyed watching how you had to leave Fort Meropide with your legs shaking and your breathing uneasy. But it was fair, he made sure you enjoyed leaving much later than you usually did.
212 notes · View notes
themasterreader69 · 28 days
Text
INTERLUDIO
Enzo Vogrincic x Reader
Enzo Vogrincic protagoniza "Romeo y Julieta" en el teatro El Galpón con su ex, Sofia Lara. La narradora vive un interludio íntimo, desafiando la dualidad entre escenario y realidad.
Tumblr media
Esa noche de verano la compartimos en el teatro El Galpón. Él que se encontraba trabajando actualmente en "Romeo y Julieta" una reversión del clásico pero dirigida por Marcos un director de mala muerte que insistía en la participación estelar de Enzo —quien se había convertido en su actor fetiche— como Romeo. Ahora ¿quién fue la mismísima Julieta? evidentemente no podría serlo yo, de teatro lo único que sé es contar las butacas. El aclamado papel lo cumplió ni más ni menos que Sofia Lara, ex de Enzo. Marcos conocía —como todo el mundo actualmente— muy bien su historia y la química de ambos en el escenario era inigualable. 
     Puntos para ella, pensé yo.
Enzo estuvo durante todo el día, ansioso. Él me había confesado sus pensamientos y yo había querido calmarlo pero nada fue suficiente, hoy era distinto, era especial, la última función —al menos hasta la próxima temporada—
     No es como si le fuera a ir mal, lo había hecho muchas veces ya, ensayado más de mil quinientas. Por unos meses incluso, en cada cita que teníamos incorporaba diálogos de la obra, quizá para algunos eso sería agotador de experimentar pero para mí eso sólo indicaba su compromiso artístico, digno de su talento.
Él había insistido en que fuera a verlo —lo cual era algo inusual para mí— para darle mi apoyo. Estar juntos públicamente era arriesgado, no queríamos —ninguno de los dos— terminar en ningún programa de farándula y acordamos desde el principio hacer de nuestros encuentros nuestro pequeño mundo, aislado, privado... Nuestro.
«Pasa a buscarme cuando comience el interludio ¿si?» fueron sus últimas palabras antes de subir al escenario. Intrigada, intenté descifrar su significado, pero la confusión me impidió formular preguntas. Cuando logré procesar la situación, ya se había sumergido en la actuación.
Enzo se sumergió en la escena del balcón con una emotividad arrebatadora. Su expresión reflejaba el anhelo y la desesperación del amor prohibido.
 Cada palabra resonaba con un amor apasionado, y su mirada ardiente iluminaba el escenario. La química con la Julieta en el papel de Sofia Lara era palpable; eso a mí me generaba una tormenta de emociones. Cada gesto, cada mirada compartida, evocaba un vínculo que, aunque ficticio, despertaba sentimientos latentes. 
     La conexión palpable entre ellos se volvía un espejo de lo que había compartido con Enzo. Verlo entregarse a la escena con tal intensidad despertaba una mezcla de admiración y celos, recordándome que en el escenario, aunque actúen un amor efímero, la realidad de su historia compartida previamente se volvía más aguda y compleja. 
Salí de mi asiento con apuro, el bullicio no me dejaba pensar pero me moví abriéndome paso entre la gente hasta llegar a unos baños que Enzo me había indicado previamente.
«Amor, estuviste excelente» Habría soltado con emoción al verlo, si no fuera porque me interrumpió silenciándome con su mano mientras hacía una mueca apoyando su dedo índice sobre sus labios. Entramos al baño.
El interludio había llegado.
La puerta se cerró detrás nuestro y el susurro de esa cerradura vieja fue como un telón que caía, marcando inicio de nuestro propio acto privado.
En la penumbra del baño, la energía de la función aún vibraba en el aire. Enzo me guío hacia ese espacio íntimo, donde las luces tenues y los murmullos distantes creaban una atmósfera cargada de anticipación, me rodeó con la intensidad de su deseo sin mediar palabras sus labios encontraron los tuyos en un beso que evocaba la pasión contenida durante la actuación. 
     ¿Será este el amor prohibido que su expresión anhelaba desesperadamente?
—Estás realmente hermoso— Le susurré al oído tan pronto como pude hablar y le dí una lamida juguetona en su oreja. 
      Su boca, buscaba la mía con hambre, como si quisiera devorar cada beso como si fuera el último. El perfume de madera que Enzo llevaba consigo se mezclaba con el olor a sudor, como debe ser en un hombre. Era un aroma que me enloquecía, que me sumergía en la vorágine de la pasión.
—No me podía concentrar, no dejaba de pensar en vos— Me decía con una voz ronca y agitada, mientras sus manos, hábiles y decididas, recorrieron mi cuerpo como si quisiera cartografiar cada rincón de él.
     Me decidí por seguirlo y pronto logré su ritmo, en esa intimidad podría jurar que había sentido su pálpito. El encuentro se desarrolló como una sinfonía de jadeos y nuestra conexión alcanzaba un crescendo incontenible.
     El aroma a maquillaje se mezclaba con el calor creciente, era como un juego de contrastes, intensificando la experiencia visceral. Nuestra conexión era como una danza salvaje, pero yo lo sentía tan suave al mismo tiempo. 
     El baño del teatro se volvía el escenario de un encuentro donde la pasión se expresaba sin restricciones, como un río desbordado que no conocía límites.
     Más que en las nubes, estaba en Babilonia, hasta que lo arruinó cuando se despegó de mí para preguntar: «Decime la verdad ¿no te pone mal verme actuar con Julieta en escena?»
Su mirada buscaba la mía con intensidad, mientras sus manos seguían explorando con deseo.
Que tipo que sabe arruinar un momento.
—No, porque ella no te tiene así como yo— Le dije agarrándolo del mentón y luego de morder sus labios continúe explicando.— No hay escenario, no hay público, no hay tal acting.  Sos mío en este momento. Cada suspiro que compartimos ahora nos pertenece, solo a nosotros— Respondí con una mirada que desafiaba cualquier sombra de celos.
     El encuentro era crudo y real, sin reservas ni formalidades, nos buscábamos y encontrábamos con ansias, sin inhibiciones.
     Era primitivo, de haber estado en su casa, él habría sido un caballero, me habría preparado... Pero esto no era su casa y en ese baño no había ningún hombre, ni caballero, tan sólo un animal.
     Todo era perfecto pero volví a caer de las nubes cuando separándose de mí, dijo: «Aunque este interludio haya sido una obra maestra, tengo que regresar al escenario» — Y me soltó.
Fin de interludio.
52 notes · View notes