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#el infinito en un junco
melaly · 3 months
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Somos los únicos animales que fabulan,que ahuyentan la oscuridad con cuentos, que gracias a los relatos aprenden a convivir con el caos, que avivan los rescoldos de las hogueras con el aire de sus palabras, que recorren largas distancias para llevar sus historias a los extraños. Y cuando compartimos los mismos relatos, dejamos de ser extraños.
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slowandsweet · 7 months
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This is a book about the history of books. A journey through the life of this fascinating artefact that we invented so that words could travel through space and time. The history of their manufacture, of all the types we have tried over almost thirty centuries: books of smoke, of stone, of clay, of reeds, of silk, of leather, of trees and, the latest arrivals, of plastic and light.
But, above all, this is a fabulous collective adventure starring thousands of people who, over time, have made books possible and protected them: oral storytellers, scribes, illuminators, translators, peddlers, teachers, sages, spies, rebels, nuns, slaves, adventurers... Readers in mountain landscapes and by the roaring sea, in the capitals where energy is concentrated, and in the most remote enclaves where knowledge takes refuge in times of chaos. Ordinary people whose names are often not recorded in history, those saviours of books who are the true protagonists of this essay. Via Fundación Colección Thyssen-Bornemisza
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"Un día por fin tengo un lápiz entre los dedos. No se deja sujetar fácilmente, hay que domesticarlo. Lo aprieto con fuerza contra el papel para que no se escape, pero a veces se planta en rebelión, partiéndose las narices contra el cuaderno”.
Irene Vallejo (2019). El Infinito en un Junco.
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segledepericles · 1 year
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I think many of you would enjoy this book. In English, it has been published with the tile "Papyrus: The Invention of Books in the Ancient World", but I like the original title better: "Infinity Inside a Reed: The Invention of Books in the Ancient World".
As the subtitle says, it talks about the history of books, as well as libraries, by extension. But don't expect a history book full of names and years in chronological order. It's narrated in a very lively and almost poetic way, back and forth connecting topics.
It's divided in two chapters. The first half of the book corresponds to Ancient Greece (with its connections with Mesopotamia, Egypt and Persia) and the second half, to Rome (with its connections to early Christianity and the Middle Ages).
As an archaeologist, lots of the things the book talks about weren't new to me, but even then it was a very enjoyable read. I recommend it to everyone who is interested in history and books.
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octaviusmex · 2 years
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tararira2020 · 7 months
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| Trrr |
Librero: oficio de riesgo
16
Helene era hija de emigrantes. Su padre, un humilde camisero, conseguía entradas para los teatros de Filadelfia a cambio de las prendas de ropa que vendía. Gracias a esos mercadeos, en plena Gran Depresión estadounidense, Helene podía arrellanarse en las gastadas butacas y, cuando las luces se apagaban en la sala para iluminar el escenario, su corazón latía deprisa, como un caballo desbocado en la oscuridad del teatro. Con veinte años y una escasa beca, se instaló en Manhattan para inaugurar su vida de escritora. Durante décadas se alojó en cochambrosas habitaciones con muebles destartalados y cocinas plagadas de cucarachas, sin poder prever de un mes para otro como pagaría el alquiler. Malvivía como guionista de televisión mientras creaba, una tras otra, decenas de piezas que nadie quería producir.
Su mejor obra, que fue creciendo y tomando forma lentamente durante los siguientes veinte años, nació de la forma más inocente y más imprevista Helene tropezó con un minúsculo anuncio de una librería londinense especializada en libros agotados. En el otoño de 1949, envió su primer pedido al número 84 de Charing Cross Road. Los libros, asequibles gracias al cambio de moneda, empezaron a viajar a través del océano, rumbo a las estanterías de sus sucesivos apartamentos fabricadas con cajas de naranjas.
Desde el principio, Helene envió a la librería algo más que frías listas y el dinero de los pagos correspondientes. Sus cartas explicaban el placer de desembalar el libro recién llegado y acariciar las páginas de un hermoso color crema, suaves al tacto; su cómica decepción si la obra no estaba a la altura de las expectativas previas; sus impresiones al leer los textos, sus apuros económicos, sus manías -“me encantan esos libros de segunda mano que se abren por aquella página que su anterior propietario leía más a menudo”-. El tono, al principio envarado, de las respuestas que enviaba el librero, llamado Frank, se fue relajando con el paso de los meses y las cartas. En diciembre llegó a Charing Cross Road un paquete navideño de Helene para los empleados de la librería. Contenía jamón, latas de conserva y otros productos que, en la dura posguerra inglesa, solo se podían conseguir en el mercado negro. En primavera, ella pidió a Frank, por favor, una pequeña antología de poetas “que sepan hablar del amor sin gimotear” para leerla al aire libre, en Central Park.
Lo extraordinario de esas cartas es cómo dejan entrever lo que no cuentan. Frank nunca lo dice, pero es indudable que se deja la piel, recorriendo grandes distancias y registrando cada rincón de remotas bibliotecas privadas en venta, a la búsqueda de los libros más bellos para Helene. Y ella responde con nuevos paquetes de regalo, con nuevas confidencias humorísticas sobre sí misma, con nuevos encargos apremiantes. Una emoción sin palabras y un deseo callado se infiltran en esta correspondencia comercial que ni siquiera es privada, porque Frank saca una copia de cada carta para el archivo del negocio. Transcurren los años, y los libros. Frank, casado, contempla cómo sus dos hijas dejan atrás la infancia y la adolescencia. Helene, siempre sin un céntimo, sigue subsistiendo gracias a la escritura alimenticia de guiones televisivos. Los dos intercambian regalos, encargos y palabras cada vez más espaciadas. Han depurado un lenguaje propio para comunicarse, limpio de sentimentalismos, reticente, plagado de frases ingeniosas para quitar hierro a su amor omitido.
Helene siempre anunciaba que viajaría a Londres -y a la librería- en cuanto reuniera dinero para los billetes, pero las eternas penurias de la escritura, un percance dental y los gastos de sus incesantes mudanzas retrasaban verano tras verano el encuentro. Con frases siempre pudorosas, Frank lamentaba que, entre tantos turistas americanos fascinados por los Beatles, nunca llegase Helene. En 1999 Frank murió de repente a causa de una peritonitis aguda. Su viuda escribió unas líneas a la norteamericana: “No me importa reconocer que a veces me he sentido muy celosa de ti”. Helene reunió todas las cartas y publicó la correspondencia de los dos en forma de libro. Entonces conoció el éxito fulgurante que durante años de duro trabajo le había vuelto la espalda. 84, Charing Cross se convirtió pronto en una novela de culto, adaptada al cine y al teatro. Después de décadas escribiendo piezas teatrales que nadie estaba dispuesto a producir, Helene Hanff triunfó en los escenarios con una obra que nunca pretendió serlo. Gracias a la publicación del libro, por fin pudo viajar a Londres -por primera vez, pero demasiado tarde: Frank estaba muerto y la librería Marks & Co. ya había desaparecido-.
Solo la mitad de la historia de la escritora y su librero-confidente está contenida en su correspondencia. La otra mitad palpita en los libros que él buscó para ella, porque recomendar y entregar a otro una lectura elegida es un poderoso gesto de acercamiento, de comunicación, de intimidad.
Los libros no han perdido del todo ese primitivo valor que tuvieron en Roma, la sutil capacidad de trazar un mapa de los afectos y las amistades. Cuando unas páginas nos conmuevan, un ser querido será el primero a quien hablaremos de ellas. Al regalar una novela o un poemario a alguien que nos importa, sabemos que su opinión sobre el texto se reflejará sobre nosotros. Si un amigo, una amada o un amante coloca un libro en nuestras manos, rastreamos sus gustos y sus ideas en el texto, nos sentimos intrigados o aludidos por las líneas subrayadas, iniciamos una conversación personal con las palabras escritas, nos abrimos con mayor intensidad a su misterio. Buscamos en su océano de letras un mensaje embotellado para nosotros.
Cuando apenas se conocían, mi padre le regaló a mi madre un ejemplar de Trilce, los poemas de juventud de César Vallejo. Tal vez nada de lo que sucedió después hubiera sido posible sin la emoción que esos versos despertaron. Ciertas lecturas son una forma de derribar barreras, ciertas lecturas nos recomiendan al desconocido que las ama. No tengo parentesco con el prodigioso César Vallejo, pero lo he injertado en mi árbol genealógico. Igual que mis remotos bisabuelos, el poeta fue necesario para que yo existiera.
A pesar del empuje de la mercadotecnia, los blogs y las críticas, las cosas más bellas que hemos leído se las debemos casi siempre a un ser querido -o a un librero convertido en amigo-. Los libros nos siguen uniendo y anudando de una forma misteriosa.
En: Irene Vallejo, El infinito en un junco. La invención de los libros en el mundo antiguo, Siruela, Madrid, 2019.
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belascoainyneptuno · 1 year
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Oda urgente a Irene Vallejo
Los #libros nos han dejado un “legado de palabras”, sutiles abracadabras que nos han acompañado: imágenes del pasado, del presente y lo vivido y del futuro y su ruido. Los libros son aliciente 
que nos cultiva la mente. “Lo habitual es el olvido”.
“Nadie quiere más a Cuba que yo”, escribió —con todo derecho— Eliseo Alberto, “Lichi”. Esta declaración de principios —tan irrefutable como indemostrable (y que, desde entonces, me he apropiado en meses alternos)—me invitó a concebir mi propia boutade: “nadie quiere a los libros más que yo”. Luego de años convencido de mi verdad, ha sido una feliz revelación comprobar que estaba errado. Resulta…
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jartitameteneis · 1 month
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«Cuando un libro arde, cuando un libro es destruido, cuando un libro muere, hay algo de nosotros mismos que se mutila irremediablemente. Cuando un libro arde, mueren todas las vidas que lo hicieron posible, todas las vidas en él contenidas y todas las vidas a las que ese libro hubiera podido dar, en el futuro, calor y conocimientos, inteligencia, goce y esperanza. Destruir un libro es, literalmente, asesinar el alma del hombre». El infinito en un junco 🌾🌾 Irene Vallejo
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emvisual · 6 months
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Y ya que hablamos de libros esta es la idea que han lanzado los daneses: la biblioteca humana.
En lugar de sacar un libro en prestamo lo que te prestan es un ser humano con una historia. Ayuda a romper prejuicios y fomenta la conversación. Según el maravilloso libro "El infinito en un junco", de Irene Vallejo, los primero libros eran orales.
En Logroño ya tienen una bibliioteca humana.
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23 and 24 for the book ask?
23. What’s the fastest time it took you to read a book?
I read "An Unauthorised Fan Treatise" in less than one day, but "Some Desperate Glory" was 2 days and has way more pages (i think)
24. Did you DNF anything? Why?
"El infinito en un junco" by Irene Vallejo. Non-fiction isn't my favourite genre tbh, and this one is a bit boring on top of that. However it was a birthday gift so i'll try to finish it next year
Thank you for the ask ily 💜💜💜
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branches-in-the-wind · 9 months
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"ese lugar donde quieres ser admitido, pero, cuando te invitan, te sientes un advenedizo inseguro. No perteneces a ese mundo, por muy enamorado de él que estés. Te dejarán entrar durante un solo verano encantado, [...] caer en la red del deseo, pero las puertas volverán a cerrarse. Y ese espacio quedará unido para siempre a tu melancolía."
- Irene Vallejo, El infinito en un junco
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melaly · 4 months
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Necesitamos conocer culturas alejadas y diferentes, porque en ellas contemplaremos reflejada la nuestra. Porque solo entenderemos nuestra identidad si la contrastamos con otras identidades. Es el otro quien me cuenta mi historia, el que me dice quién soy yo.
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ebookporn · 1 year
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Philologist Irene Vallejo: ‘Alexander the Great’s library was the first step towards the internet’
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by John Self
The Spanish writer on how Papyrus, her bestselling history of literature in the ancient world, changed her life at a difficult moment, and why it’s a mistake to undervalue books
Born in 1979, Irene Vallejo is a Spanish writer, historian and philologist, and a regular columnist in the newspaper El País. She had written several books, including novels, essays and children’s books before she published El infinito en un junco (Infinity in a Reed), which won a number of prizes in Spain including the National Essay prize and spent 18 months in the bestsellers’ list there. Mario Vargas Llosa has described the book as “a masterpiece” and it has now been published in 30 countries. The English translation by Charlotte Whittle is titled Papyrus: The Invention of Books in the Ancient World.
How did you become interested in ancient books and the beginning of the printed word? It goes back to my childhood. My parents were great readers and our home was bristling with books. I was fascinated by these rows of tiny black insects running across [the page] that only adults could interpret. And later, my studies of classical philology brought me into contact with the period when books emerged for the first time. And I’ve always been curious about the first times things happened.
In your book you say that as a child, you thought every book had been written for you and the only copy was in your house. And I used to think my father was Homer, because he was telling me the stories from The Odyssey! My parents used to change the names of the protagonists of the stories [to] me or my friends. So I thought that all literature was written for me, and I was so disappointed when I discovered this was not the case.
Why is the great library of Alexandria so important in your book? Alexander the Great was probably the first person to have a really global gaze on the world, and it was his idea to build this comprehensive public library that was open to everybody – even slaves and people from non-privileged families. So this was something different in the democratisation of knowledge. They wanted to gather all the books from all cultures and make them available for everybody. It was like the first step to the internet.
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ikryrm · 2 years
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MIU: nineteen. mexican. bisexual. any pronouns + xe/xem. gender fluid. intp. history & book lover. esp/eng + a little bit of italian. in love with kim yerim <3
i was enchanted to meet you. . . ( welcome to my online diary and safe place, where i post and reblog whatever i want. you can call me miu =]. )
currently reading: el infinito en un junco, irene vallejo
currently listening: enchanted (taylor's version), taylor swift
currently watching: stranger things, S1E4
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abba-enthusiast · 2 years
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The lovely @scuderiafiatpanda tagged me <3
Last book… 
… I bought: The Roadtrip by Beth O‘Leary! I actually wanted to buy The Flatshare by her (thanks to a recommendation from @ramblingcastle <3) but they didn’t have it so i bought this one instead 
… I was gifted: Papyrus: Die Geschichte der Welt in Büchern (orig.: El infinito en un junco) by Irene Vallejo. My roommate’s mum gave it to me cause she thought i might enjoy it 🥺 I haven’t started it yet, but it sounds very interesting!!  
… I gave/lent someone: I lent my copy of The Seven Husbands of Evelyn Hugo by Taylor Jenkins Reid to my best friend 
… I started: The Road Trip by Beth O‘Leary again :) 
… I finished: Der Verdacht by my bestie Friedrich Dürrenmatt, which I had to read for Uni, but i actually really enjoyed it!  
… I gave five stars: Here’s the thing about me: I'm a pathological four-star-giver and I'll only give a book 5 stars if I realllllly really liked it 🙈 That being said: Vor dem Fest by Saša Stanišic, which I didn’t expect to like as much as I did, but the characters were so intriguing and I looove books that are character-driven :)
… I gave two stars: This might be a controversial opinion 🫢 but The Why Café by John Strelecky… I just thought it was so. banal and boring and „just be yourself and do what you want to be happy :))))“ in book-form and i hated most parts of it lmao 😭
… I didn’t finish: I usually always finish books (hell, I read the entire first book of the after series 😭) so technically none, but I will admit that I've been trying to finish Lolita by Vladimir Nabokov for the past… 6 years djdkkdkfvd. And I recently tried to read Die Blechtrommel by Günter Grass but I didn't get very far, but I DO intend to finish it someday :)
tagging @ramblingcastle @treibholz-des-universums @karometeenk @incertum-quo-fata-ferunt @ukulelegodparent @cuppateadeer @bouquet-of-violets and @wonderwomemes if they wanna do it :D
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octaviusmex · 8 months
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