No olvides nuestras maravillosas aventuras juntos. Que a pesar de ser tan distintos nuestros corazones latían inquietos cuando las ventanas de nuestras almas se encontraban. Los meteoritos que presenciamos ni siquiera pueden compararse con el entusiasmo que recorre nuestros cuerpos al tener cercanía y los rayos de sol que golpean nuestras pieles no son lo suficientemente cálidos como lo son tus labios.
No olvides las noches que pasábamos lujuriosamente explorando cada rincón de nuestros cuerpos; piel con piel, carne con carne, calientes y jadeantes. Duro, rápido y profundo. Así es como puedo describir entre letras lo que esas noches significaban para mi. Oh, mi doblas permíteme hacerte recordar lo hermoso que eres para mi o lo mucho que disfrutabas de mi compañía. No tienes que estar siempre en problemas para que yo salga a acudirte, no siempre tienes que lastimarte para yo reaccionar con mi “Uis”.
Solo llámame y dime que no me olvidaste. La magia no simétrica que por primera vez disfruté sin sentir ese típico “tick” que provocaba que mi ojo derecho temblara ansioso por mi estrés de arreglar lo que no sigue la ley de la simetría. Soy un tiquismiquis, un perfeccionista, un guerrero y un lobo fiel. Pero también puedo ser todo aquello que necesites que sea, Rubén Doblas. Por eso no me olvides hoy ni nunca.