Nunca te fuiste, ni te vas a ir, tienes un lugar en mi, dentro de mi vas a vivir hasta que me muera y el último suspiro seguramente va a ser por ti, por lo nuestro que no pudo ser ya, por el gran amor que te tuve y no se materializó.
Jamás vas a dejar de estar, solo duermes en mi memoria y en mi corazón, quedas ahí; y vuelvo a recordarte que infinitamente te amare, pero diré que no es cierto, que tú ya no.
Tu obituario: Te fuiste con el pecado y que hermoso eres.
Otra madrugada sin unas buenas noches, otro sin sentido se metió en mi interior, otro sueño roto que me corta las alas, otra despedida sin tener un adiós..
Te metiste en lo profundo de una canción, iniciaste una guerra con mi paz interior, me recuerdas a todo lo que fue y nunca pasó, hoy te vas de mi vida y mi cielo grita de dolor
Por qué no pudiste ver lo que una vez nos unió? O es que acaso el amor se escabulló?
Ojalá que tu orgullo soporte tu sonrisa, que otras piernas te brinden dicha, que sus labios te alivien las heridas, que esa vida te acompañe de la mano sin prisa
No vas a encontrarme por ahí en cualquier esquina, es más en ninguna parte conseguirás tanto amor, como el que yo preparaba y murió, como mariposa que pierde su dirección
Te deseo suerte en esas lunas, pero no me cabe duda, que no encontraras consuelo y cuando vuelvas te quiero perdido entre mis desvelos acariciando mi ausencia tocando ese desespero de haber dejado ir el cielo por tocar pobres infiernos.
Te escribo a ti, si, a ti que te fuiste de mi vida y no supiste valorar el amor que te entregué.
Así que, muchas gracias por marcharte de mi lado y darme la oportunidad de conocer a alguien mejor que tú, una versión llena de amor, un caballero que me cuida y ve por mi. Un hombre que le gusta verme, me acepta como soy y no pone condiciones para amarle. Un ser extraordinario que si supo ver lo fenomenal que soy, lo excepcional que hay en mi, la maravilla de mujer que soy en todos los aspectos.
Te agradezco por no quedarte, por irte, porque al haberlo hecho, me abriste los ojos y me di cuenta que yo no necesito de seres como tú, de los que no tienen corazón, de los que están ausentes del alma.
Seamos honestos, quisiste irte porque no fui fácil como tus otros amores. Y no te culpo, de hecho, te comprendo. Fue la primera vez que amaste a una persona complicada.