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#irresponsable
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La necedad de los nuevos líderes de la derecha
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Los nuevos liderazgos en la derecha y ultraderecha han alumbrado un preocupante modelo de político. Un ser desinhibido, cínico, mentiroso compulsivo, irresponsable, con escasas luces, profundamente inculto y conservador hasta las trancas. Tanto, que no les queda apenas espacio para un hilo de luz que ilumine las zonas oscuras. Lo alarmante es que deben responder a un prototipo de ciudadano votante que se siente identificado con ellos, capaz de creerles y subirse a su carro.
En la línea de Donald Trump que, mirando para sí al menos tiene claros sus negocios, surgen los Bolsonaro en Brasil y esta caterva de ultraderechistas europeos, españoles también, desmedidos, desaforados, encabritados, sin un gramo de complejo o pudor por lo que dicen y hacen. Tras años viendo cosas que no íbamos a creer, la realidad nos ha sobrepasado y sabemos que esto es solo la antesala de lo que está por venir, si los cuerdos no reaccionan a la amenaza.
Pablo Casado, presidente del Partido Popular, lo es porque en el tándem final de unas extrañas primarias, los compromisarios preferían al diablo antes que a Soraya Sáenz de Santamaría. Dicho sea en términos coloquiales, no textualmente satánicos. Tantos años de Gürtel y el abecedario de la corrupción llevaron al PP a esa tesitura. Casado apuntaba maneras desde el principio. Ahijado de Aznar y Aguirre, capaz de defender lo indefendible con esa expresión un punto cínica que exhibe cada vez que suelta una astracanada de entidad.
Casado carece de todo complejo, de toda prudencia. El joven líder se nos ha ido a Bruselas a “tranquilizar» a la UE ante los Presupuestos del gobierno y Unidos Podemos y a decirles que él está “preparado para gobernar». Intimó con Juncker el presidente de la Comisión, al abordarle en un pasillo para soltar que España es un “desastre” con este gobierno socialista. Y ahora va a pedir la venia porque al parecer no somos los españoles los que votamos sino las manos del mercado y del mando de la UE.
Su segundo, Teodoro García Ejea, otro brillante lumbreras, encuentra a Casado un hombre sensato. Y cree muy acertado que vaya a la capital comunitaria a informar de que “no toda España está representada por el señor Sánchez e Iglesias (sin señor) y es bueno que se sepa en Bruselas». Hasta ahora, allí no tiene ni idea de los resultados electorales en nuestro país, del gobierno actual, ni de nada. Es lo que tiene volver a ser la Reserva Espiritual de Occidente y cocer el espíritu en privado. O pensar que todos son de su condición.
“¿Qué otro país puede decir que un nuevo mundo fue descubierto por ellos?», dijo Pablo Casado provocándonos un hipo incontrolable. “La Hispanidad celebra el hito más importante de la humanidad, solo comparable a la romanización», añadió  henchido de orgullo. Mostrando esa incultura honda que caracteriza a su modelo político. Y un patrioterismo de citas de almanaque. Toda la historia de la humanidad, desde las expediciones prehistóricas a los grandes hitos del progreso, reducida al imperio español. Los latinoamericanos más benevolentes se mofaron de él: “Ahora puedo comprar carne en el supermercado en vez de ir a cazar», comentaron en El Intermedio, de la Sexta. Los historiadores serios le dicen a Casado:  “Es el relato del franquismo». Hace falta osadía para decir y para oír esto sin pestañear.
Casado incurre en graves irresponsabilidades. Puede darse el caso de que alguien le escuche con atención creyendo que es un líder político con aspiraciones de gobierno. Insultó a los andaluces a quienes ofertó banderas que todo lo enjugan. Casado es más de nacionalismo castellano, de Santa Inquisición y Reyes Católicos. Contó que “En Cataluña no se puede vivir en las calles sin el riesgo de que te insulten o amenacen por el idioma en el que hablas”, algo rigurosamente falso. Pero que calienta un conflicto del que, junto a Ciudadanos, busca réditos electorales, sin pensar en las víctimas que ocasiona. Políticos presos por un año ya en algunos casos bajo acusaciones cada día más cuestionadas.  Acaba de sumarse el ex presidente del Tribunal Constitucional. Pascual Sala no ve los delitos de rebelión y sedición en la causa del ‘procés’.
Albert Rivera, el presidente de Ciudadanos, se ha convertido en una especie de bot que repite cuatro ideas, con gesto agrio, mirando a derecha e izquierda, inmune a todo argumento que le demuestre lo erróneo de sus afirmaciones.  Que el acuerdo de presupuestos no “podemiza” la economía, no es de extrema izquierda, se llama Estado del Bienestar y lo disfrutan desde hace años varios países europeos, como explicó detalladamente el director de eldiario.es Ignacio Escolar. Que la subida de impuestos no está dirigida a “la clase media trabajadora”. Afecta a quienes ganan más de 130.000 euros. “A uno de cada doscientos contribuyentes españoles, poco más de 90.000 personas: el 0,5% del total”, escribe Escolar. Luego están los que rompen España y liquidan la democracia y Sánchez,  okupa en la Moncloa. Albert Rivera termina su discurso y vuelve a empezar,  una y otra vez.  Una y otra vez. Su colega Inés Arrimadas dice exactamente lo mismo y en el mismo tono. Algo más sobreactuada en su exposición. Como Rivera, igual te corta un lazo amarillo que te saca una bandera rojigualda de debajo del bolso. Tiene un registro algo más amplio.
Ofende la inteligencia escuchar estos eslóganes en una letanía continua. Falta mucha racionalidad, reflexión, en el contexto. Respeto por la verdad y por la dignidad del engranaje político. En este punto, no son los únicos, bien es verdad.
PP y Ciudadanos, junto a sus medios de apoyo, han creado mecanismos ya indelebles. La palabra “Venezuela”, por ejemplo, se ha incrustado en las conexiones neuronales de una serie de votantes españoles de forma que la escuchan y reaccionan con odio soltando la clave programada: Podemos. Y, encadenado, comunista, Maduro, China. ETA, a veces. Y ya no hay cabida para más. Producen vergüenza ajena. Todos ellos, sus líderes más aún, permanecen impermeables a otros códigos como Arabia Saudí, Yemen, Siria, Brasil, México, Hungría, Polonia, Eslovaquia, Austria, Bulgaria, Rumanía, etc… donde elegir tienen para acabar siempre en la misma obsesión. Tan eficaz con su gente. Habrán observado que Rivera ya no nombra a la Argentina de Macri, después de visitarle y convertirle en modelo, el país se ha ido a pique, y ha tenido que pedir créditos al FMI resucitando los fantasmas del corralito.
Vox, en su paseo triunfal por el paraíso de los nostálgicos del fascismo, ha recuperado el brindis de los Tercios de Flandes: “ Que el traidor a España no encuentre perdón”, según nos cuenta un emocionado El Español de Pedro J. Ramirez.  Por este camino llegamos a Atapuerca, aunque allí encontraríamos una apuesta decidida por la evolución.
Todo esto no es un juego. Es hora de saber el peligro que entraña. No valen paños calientes, medias tintas, eufemismos, ni las falsas objetividades del dar una de cal y otra de arena. Hay razones de peso. En mayor o menor medida, mantienen un inquietante extremismo. Aunque ellos crean lo contrario.
El actor Harrison Ford lanzó un poderoso discurso en la reciente Cumbre contra el cambio climático: “¡Dejad de dar el poder a quienes no creen en la ciencia!», clamó. Lo que lleva a otras exigencias asociadas: Dejad de darle el poder a quienes no creen en la Democracia. Y en quienes no creen en la decencia ni la practican.
Nunca se puede dejar el poder en manos de necios, cínicos y déspotas.
*Publicado en eldiarioes 16/10/2018
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leregirenga · 8 months
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Lo que viene
No se trata de buscar alegría en cualquier beso, ni de encriptar la tristeza y soltarla irresponsablemente en un abrazo. No se trata de colgar los sueños de hombro en hombro. No se trata de arrastrarle al presente la carga del pasado, ni de arruinar los buenos momentos con recuerdos vanos. No se trata de darle a otro la responsabilidad de renacer, no se trata de negar y hacerse el de la vista gorda con los sentimientos. No se trata de aferrarse a una nueva mano y pasar otra vez la calle a ciegas. No se trata de ser la víctima, no se trata de seguir arrugando el corazón. No se trata de ponerle el rostro a la cámara y abusar del filtro. No se trata de jugar a perdonar ni al borrón y cuenta nueva. Se trata de respirar simplemente, para darle paso de verdad: a lo que viene y no confusamente a lo que venga.
Irma Cristina Cardona
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downfalldestiny · 1 year
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A
À Jamais 💔 !.
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vk4280 · 1 year
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Ey, no te acerques.
Verás últimamente soy una egoísta, que sólo piensa en sí misma. De igual forma, soy una irresponsable, inconsciente, arrastro a todas y cada una de las personas que se preocupan por mí en todos los aspectos. A mi no me importa lo que piensen los demás, lo que sientan con mi actuar. Por consiguiente, no asumo las consecuencias de mis actos, tomó las mejores decisiones del mundo y me victimizo por todo. No valoro a nadie así que vivo decepcionando a todo el mundo y por último, daño, lastimo nada más y nada menos que todo a mi alrededor.
Así que por favor de la manera más amable, aléjate de mí.
Ey, no te acerques.
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obviodito · 1 year
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certos comportamentos não cabem a quem você intitula como amor da sua vida
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quiero-ser-nadie · 1 year
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santicharla16 · 25 days
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When tienes que estudiar but el plátano está más negro que mi futuro. No me quedaba otra opción que cocinar toda la tarde en vez de estudiar 🙈🙉
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information-2-0 · 7 months
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peliydoritos · 1 year
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diariodesiembra · 1 year
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Recogida a la puerta de un colegio al lado de un hospital. Una pila puede contaminar miles de litros de agua, es #incivico e #irresponsable dejarla tirada al lado del contenedor. Os recordamos que podéis Adoptar un Recopilador, para tener vuestras pilas gastadas localizadas y poder llevarlas a reciclar. @recyclia : https://www.ecopilas.es/colabora-con-ecopilas/consumidores/adopta-un-recopilador/ “Se parte de la solución, no del problema.”♻️ (Recordamos que : Esta PROHIBIDO 🚫 dejar los residuos fuera del contenedor.) 🤷‍♀️🤷‍♀️🙄🤦‍♀️ 🌟¡Felicidades! Tu residuo ha sido seleccionada para formar parte de esta galería del incivismo 🚯 ================================ 📷 FOTOGRAFÍA DE: @saluda_agroambiental --------------------------------------------- 🌍 LOCALIZACIÓN: 📍 #zaragoza ================================ 🍃Salud Agroambiental🍃 Fundador: @prinsesse_av_fjellene Administradores: @prinsesse_av_fjellene ================================ #residuos #reciclar #basuraleza #basura #residuocero #trash #trashchallenge #cajadeZararödinger #reciclaje #sostenibilidad #concienciaambiental #pila #basuracity #trash #basurachallenge🚮💚 ================================ 🔴 Recordad que si queréis ayudarnos a dar visibilidad a el incivismo de la humanidad, sólo tenéis que etiquetar la foto con #residuos o #basuracity e 🌍 INDICAR SU LOCALIZACIÓN‼️ (muchas fotografías no son seleccionadas por este motivo) 🔴 Y no te olvides de seguirnos para estar informado de nuestras campañas, charlas y noticias de actualidad medioambientales. ================================ 🚯♻️🚯♻️🚯♻️🚯♻️🚯♻️🚯 ================================ MUCHÍSIMAS GRACIAS POR UTILIZAR NUESTRO TAG EN TUS FOTOS 👍 ----------------------------------------------- (en Zargoza, Aragon, Spain) https://www.instagram.com/p/Cpk2Nd4KIuM/?igshid=NGJjMDIxMWI=
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kindykotik · 2 months
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Joke drawing that got out of hand
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Finances de la France, une classe politique irresponsable
Finances de la France, une classe politique irresponsable
Par Maxime Tandonnet Du c’est gratuit, c’est l’Etat qui paye, au quoi qu’il en coûte, les politiciens ont désormais le champ libre pour ruiner le pays. (more…)
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riality-check · 2 years
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This is not how Wayne was expecting to come home from work.
He had expected, as usual, that Eddie would be asleep, and he’d be free to watch the 5:00 AM news. He’d have a bowl of cereal for dinner (or was it breakfast at that point?), and then he’d be out like a light while Eddie did whatever it was he did before noon. Usually, that was sleep.
The exact opposite of what Wayne was expecting is happening right now. 
He didn’t even get his keys out of his pocket before Eddie whips the door open. He looks a mess: hair tied back loosely, pajamas off kilter, panic mixed with exhaustion on his face.
“Oh, thank Christ,” he croaks. “Wayne, I need your help. I have no idea what to do.”
Wayne can count on one hand the number of times he’s seen Eddie panic like this. He shoulders past him into the trailer and is greeted with the sight of Steve Harrington standing in the middle of his living room.
“What on God’s green earth,” he murmurs. He blinks, then blinks again, but Harrington is still there, in pajamas, the tire iron Eddie still keeps under his bed in his hands. He’s breathing real heavy, and he stares out the window, stock-still.
“The hell happened?” Wayne asks, keeping his voice low.
“I don’t know,” Eddie whispers desperately. “I don’t know what happened, but he got up and grabbed the iron and just stood here-”
“How long?”
“Ten minutes, maybe.”
Wayne doesn’t like where this is going. “Has he responded to you at all?”
“No-”
Shit.
“-but I can try again?”
Wayne eyes the white-knuckled grip Harrington has on the tire iron. He’s ready to swing, and Wayne knows he’ll swing hard if given the chance.
No way he’s risking Eddie. No way he’s risking Harrington. Wayne doesn’t know him well, only met him a few times in passing, but he knows he’d never forgive himself if he hurt Eddie.
“No. Don’t try again.”
“I’m not leaving him.”
“Didn’t ask you to. All I’m saying is don’t go near.”
Eddie is very good at following instructions to the letter and to the letter only, much to Wayne’s fond annoyance. So, he doesn’t go near.
Instead, he says, voice strangely soft, “Stevie, sweetheart.”
Harrington doesn’t respond, but he turns a little in the direction of Eddie’s voice. Wayne takes that as a good sign, even if he can see the tension on his face now.
“Will you come back to sleep? Please?” Wayne hates hearing Eddie’s voice crack the way it is right now.
Harrington faces them a little better, and Wayne sees what he was expecting.
He’s staring through them, not at them. Wherever Harrington is, it sure ain’t here.
“I don’t know how much that’s gonna help, Eddie. He’s having-”
“I know he’s having a flashback, Wayne!” Eddie snaps. “I’m not stupid. It’s usually just not this bad, and I don’t know how to fix it.”
“Alright,” Wayne says because snapping back won’t help anyone. That and because he’s trying to process the fact that Eddie has had to deal with this before. “Let me try.”
He takes a few steps toward Harrington, keeping his hands up and his movements slow.
“Harrington,” he calls, keeping his tone light. “You’re at Eddie’s place right now. It’s almost five AM on a Friday night.”
Harrington blinks, and it looks like his eyes are coming back into focus.
“You’re safe right now. Eddie’s safe right now.”
Harrington shakes his head and lifts the tire iron a little higher. Christ, his arms must be aching by now. “No. I saw the lights flicker, and I heard a thud outside, and it got cold.”
“Stevie, the gate’s closed,” Eddie pleads. “You saw it happen. Nothing got out. You’re safe.”
Wayne doesn’t know what any of that means, but even though it was supposed to reassure Harrington, he just shakes his head again.
He hears Eddie sigh behind him, and he knows without turning around that he’s trying not to cry.
Guess he’s gotta try something different, then. “You just wake up?”
Harrington blinks, and for a minute, Wayne thinks this won’t get them anywhere. But then he whispers, just loud enough to be heard, “Yeah.”
“Okay. I just got off work.”
Harrington stares at him, confused.
“So, I think I’m a little more awake than you. I’ll take what you’ve got in your hands, and I can stay up.”
Harrington shakes his head. “It’s fine. I stay up most of the time when I’m alone.”
Alone. Wayne knows from experience, both personal and witnessing this shit, that alone is the last thing anyone should be when they’re having a flashback. Harrington says it like it’s the only thing he’s ever known.
He dismisses his questions - why is Harrington having flashbacks, why is he alone - and focuses on getting him to put down the tire iron and go to bed.
“You’re not alone this time,” Wayne says. “You’ve got Eddie here, too, and I think both of you would feel better if you were together.”
Harrington looks over Wayne’s shoulder. Wayne doesn’t turn around, but he can imagine the pleading look on Eddie’s face just fine.
Wayne holds out his hands for the tire iron, and after a minute, or maybe a month, Harrington sets it there. Immediately, he looks lighter and heavier.
Eddie walks up next to Wayne and murmurs, “Come on, sugar.”
Harrington goes to him and just rests his head on his shoulder. Eddie holds him there, just standing in the middle of the living room, sunrise just starting to peek in through the windows.
Thank you, he mouths to Wayne.
Wayne nods, but he’s got a hell of a lot more questions than answers - what the hell brought this on, what exactly is Harrington to Eddie. That can wait for morning, though.
For now, he just hopes Harrington will be okay by then.
No, not Harrington. Steve.
After something like this, Wayne has learned, you start using first names.
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mumblesplash · 1 year
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unfortunately for cleo they accidentally met all of the criteria
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quazies · 7 months
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the many states of a pootis..
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yesokayiknow · 1 year
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yknow what i think the doctor should make a lil pamphlet of all their most prolific enemies and hand them out to every new companion i'm tired of them getting everyone killed bc they don't know what a dalek is
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