Tumgik
#elevando
oceano-de-letras · 2 years
Text
Me gustan aquellas sorpresas que vienen muy gravadas con tu piel, esas que tienen un toque tan intenso y endulsante de tu ser al revés, y me calientan como la noche elevando mi miel.
Arrow.
57 notes · View notes
theonehotnews · 2 years
Photo
Tumblr media
Brasil tem 70 mortes por covid no dia e média de 40
1 note · View note
brasil-shoes-store · 2 years
Text
Tumblr media
1 note · View note
olee · 3 months
Text
La Familia De | Enzo Vogrincic
Tumblr media
Cuando descubres la infidelidad de tu novio, aceptas la invitación de tu amiga para pasar unas semanas en su país con su familia. Allí conoces al atractivo hermano de tu amiga, desencadenando una serie de emociones inesperadas.
Desde hace un año, la cafetería que posees en Ciudad de México ha sido tu refugio, un santuario de aromas de café y conversaciones animadas. Tu vida ha tomado un giro maravilloso desde que abriste las puertas de este lugar acogedor. No solo tienes un negocio próspero, sino que también tienes a tu lado a un novio increíble, cuyos talentos como tatuador le dan un toque de arte y rebeldía a tu vida cotidiana.
Entre el vapor de los expressos y los murmullos de los clientes habituales, siempre hay un momento especial cuando tu amiga uruguaya aparece por la puerta. Ella, con su encanto sudamericano y su energía contagiosa, es como un rayo de sol que ilumina tu día cada vez que la ves. Aunque vive en CDMX por trabajo, nunca pierde la oportunidad de visitarte en la cafetería, trayendo consigo los últimos chismes y anécdotas que hacen que la vida en la ciudad parezca aún más vibrante.
En medio de este bullicio reconfortante, te das cuenta de que no estás sola. Tu negocio florece, tu relación amorosa está en su mejor momento y tus amistades te brindan compañía y alegría. La paz y la belleza se entrelazan en tu día a día, recordándote que la vida puede ser realmente hermosa cuando tienes a las personas adecuadas a tu lado.
Sin embargo, un día decides cerrar temprano la cafetería porque no te sientes bien y tienes un fuerte dolor de cabeza. De camino a tu departamento, te sientes aún peor, como si algo estuviera terriblemente fuera de lugar. Al llegar a casa y subir las escaleras, el sonido de ruidos extraños te hace detener en seco. Escuchas un respiro profundo, quizás gemidos. Sin entender completamente lo que está sucediendo, decides apresurarte hacia tu habitación.
Al abrir la puerta, te encuentras con algo que nunca podrás borrar de tu mente: tu novio, en medio de un encuentro íntimo con otro hombre. Es una escena que nunca esperaste presenciar, y sin poder soportarlo, das media vuelta y sales corriendo, sintiendo cómo tu mundo se desmorona a tu alrededor.
Con lágrimas nublando tu vista y el corazón hecho pedazos, marcas frenéticamente el número de tu amiga en tu teléfono. "¿Dónde estás? ¡Necesito verte! Me siento horrible, mi novio… mi nov–", apenas logras articular entre sollozos.
La voz tranquila de tu amiga al otro lado de la línea te ofrece un atisbo de consuelo en medio de la devastación que te embarga. "Estoy en casa. Vení y me contás tranquila", te dice, y sus palabras se convierten en un faro de esperanza en medio de la oscuridad que te rodea. Con el corazón roto y el alma hecha trizas, te diriges hacia la casa de tu amiga, en busca de consuelo y apoyo en medio de la tormenta emocional que te consume.
Le cuentas a tu amiga todo lo que había sucedido y no puedes evitar llorar. Estás en el sofá junto a tu amiga, y te dice mientras te peina el cabello: "(Y/N), tenés que ser fuerte, yo sé que no es fácil. ¿Te acordás de Mateo? Que se fue con otra mina, pues te entiendo completamente".
Pero entre sollozos, respondes: "¡Pero en mi caso es distinto!", y lloras más fuerte, como un bebé. "Y... ahora... tú te vas para Montevideo, y... ¡yo voy a estar SOLA!", sigues elevando el tono de tu llanto. "Y no quiero verloooo, nooo, no sé cómo enfrentarloooo".
Tu amiga intenta calmar tus nervios: "Pero yo me voy solamente por tres semanas, si querés, venite conmigo, yo te pago los pasajes".
"No quiero ser un peso más", respondes entre lágrimas.
"¡Boluda! ¡Te vienes conmigo, que se joda!", te dice ella, tratando de sacarte de ese estado emocional.
"Okkkkaaaayyyy", aceptás entre sollozos, llorando como un bebé.
Llevas ya tres días encerrada en la habitación de tu mejor amiga en Montevideo, con un gatito real al que tratas como un peluche. La familia Vogrincic te han adoptado como una hija más, y su madre se ha convertido en tu proveedora oficial de café y consejos sobre el amor, lo cual agradece tu corazón roto.
En una tarde soleada, tu amiga irrumpe en la habitación como un torbellino, encontrándote en la cama con tu celular, absorta en las fotos de tu ahora ex. "¡Che, bo! Dame ese celular. No quiero verte así", ordena con un tono melodramático. "Tienes que salir de esta cueva. Mami me ha dicho que solo sales para tomar café y luego regresas aquí. ¡Ya basta! Esta noche viene mi hermano desde Nueva York, y vamos a recogerlo al aeropuerto. Tienes que venir conmigo, punto final", declara con autoridad.
Tú respondes: "Ay, déjame aquí con la gatita", y ella te corrige: "¡Esa gatita tiene nombre y es Uma!". Insistes: "Pues déjame con Uma, no quiero ir para allá".
Con un suspiro exasperado, tu amiga agarra tu brazo con determinación. "¡Sos una pelotuda! ¡Vas a venir ahora!", exclama, decidida a sacarte de tu caparazón de autocompasión y llevarte a vivir un poco la vida real, aunque sea a la fuerza.
En el auto, el padre de tu amiga está al volante, con la madre como copiloto, mientras tú y tu amiga ocupan los asientos traseros. La atmósfera está cargada de emoción, ya que toda la familia está ansiosa por recoger al tal Enzo. Por lo que has escuchado, es un actor sumamente famoso. Aunque no estás muy familiarizada con su trabajo, tu amiga siempre ha hablado con orgullo sobre él, y su entusiasmo es contagioso.
Antes de dirigirse al aeropuerto, hacen una parada en un mercado para comprar globos, flores y un cartel que dice "¡Llegó el actor de la casa!". A ti no te hacen mucha gracia las flores ni los globos, ya que te recuerdan a tu exnovio.
Al llegar al aeropuerto, tu amiga asigna tareas: "Bo, aguanta los globos; yo llevaré el cartel y mami, tú llevas las flores", dice con entusiasmo. La madre asiente y el padre, con su típico sentido del humor, pregunta: "Y yo, ¿qué llevo?". La madre, con una sonrisa, responde: "La presencia". Todos ríen un poco, preparándose para la llegada del famoso Enzo.
Justo cuando estás a punto de bostezar por el cansancio acumulado, de repente tu amiga y toda su familia irrumpen en gritos de emoción, corriendo hacia un hombre sorprendentemente guapo. Su piel canela y su cabello medio largo y desordenado lo hacen destacar en la multitud. Él también parece adormilado, llevando una maleta, hasta que se percata de su familia y se apresura hacia ellos.
La escena es conmovedora mientras se abraza profundamente con tu amiga, luego se dirige hacia su madre y ambos comienzan a llorar juntos. Por lo que tu amiga te había contado, no se habían visto durante años debido a la ocupada agenda del hermano.
Mientras esta emotiva reunión tiene lugar en el aeropuerto, tú te encuentras parada como un pingüino, sosteniendo los globos en tus manos, sin saber muy bien qué hacer en medio de tanta emoción familiar.
Ya cuendo van para el auto, tu amiga te introduce al hermano diciendo, “Enzo, esta es (Y/N) mi mejor amiga del alma, y va estar con nosotros por estas semanas” dice mientras ya se van sentando al auto, y Enzo, que al parecer se va a sentar al lado tuyo te dice, “Un placer (Y/N)”
Y así van todos contentos para la casa, para cenar, ya que la madre iba a prepara una pasta.
Al llegar a la casa, estás a punto de dirigirte directamente a la habitación para descansar un poco del viaje agotador, pero tu amiga te agarra del brazo con determinación y te dice: "¡Uh uh no! Te quedas con nosotros en la sala. Nada de cueva". Tú asientes, aceptando su decisión, y decides seguir su sugerencia.
Cuando te dispones a sentarte en el sofá de la sala, observas con curiosidad cómo las gatitas, Uma y Ada, salen de una habitación cercana. Enzo, al verlas, no puede contener su emoción y se tira al piso, hablándoles con ternura como si fueran bebés. La verdad es que Enzo se veía increíblemente adorable en ese momento, y no puedes evitar sonreír ante la escena.
Tu amiga te hace una mueca cómica, como si estuviera acostumbrada a este comportamiento de su hermano, y te dice en voz baja: "Es amante de los gatos, así que no te asustes si actúa así". Tú te ríes suavemente, encontrando la situación bastante divertida y encantadora.
Observas cómo Enzo interactúa con las gatitas, y te das cuenta de que tiene un lado dulce y tierno que no esperabas.
Después de un rato, Enzo se levanta del suelo con una sonrisa, dirigiéndose especialmente a su madre: "Ma, me voy a dar una ducha. Avísame cuando esté la cena", dice con tono amable. La madre asiente con un simple "ok", ocupada con los preparativos en la cocina.
Una vez que Enzo se retira para darse una ducha, te inclinas hacia tu amiga y le susurras en voz baja para que no te escuchen: "Oye, no me habías dicho lo guapo que es tu hermano". Ella te responde con una mueca divertida y te dice: "Te lo regalo si quieres". En un gesto juguetón, la empujas suavemente y respondes con un "ajá", aceptando el comentario con humor.
Ambas se miran y se ríen, compartiendo un momento cómplice antes de que Enzo regrese de su ducha y continúe con la cena en familia.
Después de un rato, mientras estás disfrutando de un vino con tu amiga y ayudando a preparar la mesa, Enzo hace su entrada. Viene con una cámara vintage en la mano, su cabello aún húmedo y desordenado, vistiendo una sudadera cómoda y descalzo. En general, se veía muy relajado y como en su casa; no parecía en absoluto un actor de Hollywood.
Mientras tú te sientas con tu vino en la mesa, Enzo comienza a moverse alrededor de la cocina, capturando momentos con su cámara: la madre preparando la comida, el padre cortando la carne asada, y la hermana charlando contigo. Luego, se dirige hacia las gatitas y llama a tu amiga, "Loca, ven acá, tírame una foto con Uma y Ada". Pero antes de que pueda tomar la foto, la madre interviene: "Enzo, después. Ya vamos a comer". Él asiente en respuesta.
Tú observas todo con asombro, pero al mismo tiempo, te sientes como si estuvieras presenciando algo muy familiar. Enzo se sienta nuevamente junto a ti, y de repente te toma una foto inesperadamente. Tu amiga lo regaña de inmediato, diciendo: "¡Enzo! A (Y/N) no le gusta que le tomen fotos". Con un tono suave, Enzo se disculpa: "Disculpa". Y tú respondes con amabilidad: "No te preocupes".
La atmósfera en la casa es cálida y acogedora, y te sientes cada vez más integrada en esta familia tan especial.
Después de unos 45 minutos en la mesa, todos parecían estar inmersos en sus propias conversaciones, dejándote a ti en un silencio momentáneo. Mientras tomas sorbos de tu vino, escuchas atentamente pero te sorprendes al darte cuenta de que nadie te ha dirigido la palabra en todo ese tiempo. Una sensación de soledad momentánea te envuelve, hasta que de repente, es Enzo quien rompe el silencio.
"Y t��, ¿qué haces?", pregunta Enzo, volviendo su atención hacia ti. Levantas la mirada, encontrando sus ojos, y respondes con sinceridad: "Soy dueña de una cafetería en Ciudad de México". Su expresión se ilumina con genuina admiración: "¡Guau, eso es impresionante!", responde con entusiasmo.
En ese momento, sientes una conexión especial con Enzo, como si sus palabras hubieran creado un puente entre ustedes. A pesar del bullicio de la mesa, te encuentras atrapada en su mirada, sintiendo una chispa de complicidad entre ustedes.
Tumblr media
311 notes · View notes
analisword · 2 months
Text
high infidelity (Enzo Vogrincic x Fem Reader)
Tumblr media
Antes de iniciar les quiero agradecer mucho por el apoyo que le han estado dando a la historia, significa mucho para mí, ¡gracias! les traigo capítulo RE cursi, que ya hacía falta jaja.
Capítulo 14.
Decían que la calma venía después de la tormenta, y eso nunca se había sentido tan real. 
Las siguientes semanas después del incidente se habían sentido como un verdadero abrazo al corazón, Enzo tenía el poder de hacer que los días pasaran más rápidos, durante esos días, tanto Alana como él decidieron silenciar sus celulares y disfrutar de su nueva rutina sin escuchar al mundo exterior. 
Enzo al fin había vuelto a filmación de la película y Alana había vuelto a escribir, nuevamente no se veían mucho durante el día debido a sus trabajos, pero las noches eran para ellos, veían películas o leían hasta tarde, se habían propuesto a aprender a cocinar, por lo que ahora  el servicio a domicilio de comida rápida no era tan recurrente, pero la comida seguía siendo igual de deliciosa, las costillas de Alana habían sanado bastante bien, aunque no podía decir lo mismo de la herida de su frente. 
—En verdad odio como se ve—dijo Alana viéndose en el espejo del baño mientras Enzo terminaba de cepillarse los dientes, era domingo y acababan de despertarse hace apenas unos minutos, tiempo atrás le habían quitado los puntos de la frente, dejando una línea morada e irregular como cicatriz 
—El doctor dijo que tardaría un tiempo en terminar de sanar—le recordó Enzo una vez se terminó de enjuagar la boca.
—De todas formas quedará la marca cuando termine de sanar—dijo tristemente mientras se inspeccionaba la frente, juraba que entre más se veía al espejo, más imperfecciones le encontraba. 
—Sos hermosa, no me gusta verte así de triste por eso—dijo Enzo tomándola de la cintura, no era la primera vez que Alana se quejaba al respecto. 
—Si tú estás cansado de escucharlo, yo también estoy cansada de decirlo, pero en verdad no soporto verme al espejo—suspiró para después girándose sobre sus pies y luego hundir su cara en el hueco del cuello de Enzo, Alana siempre había sido una chica bastante segura de sí misma, para nada se consideraba Miss Universo, pero era consciente de que tenía lo suyo, sin embargo, entre el peso que había perdido durante su sanación y la horrible cicatriz que marcaba su rostro, le resultaba difícil sentirse linda, incluso si Enzo se encargaba de recordarle cada día lo bella que era. 
—No estoy cansado de escucharte—dijo Enzo suavemente—. Simplemente me frustra un poco que tengas que lidiar con eso. 
—Me gustaría que hubiera una forma de simplemente hacerla desaparecer—respondió alejándose un poco de él, el chico protuyó los labios, lo cual era signo de que estaba pensando en algo. 
—¿Qué estás ideando en esa retorcida mente tuya?—preguntó Alana riendo. 
—Bueno, tal vez no hay forma de desaparecerla en si, pero sí de ocultarla. 
—No me voy a hacer flequillo—respondió Alana rápidamente como si le hubiera leído la mente, la última vez que había utilizado flequillo fue cuando iba en secundaria y lo había odiado absolutamente. 
—¡Pero si se te vería re lindo!—dijo Enzo riendo.
Alana inclinó la cabeza y se lo pensó un poco, entre usar flequillo y tener que andar por la vida con esa línea en la frente, quizá sí prefería usar el flequillo, además, un cambio de look le vendría bastante bien. 
—Me convenciste—dijo elevando los hombros.
—Wow,  fue fácil—rió—. Sólo quiero que vos te sientas bien, hasta calva te verías linda—dijo él buscando algo entre los cajones del baño. 
—¿Qué buscas?
—Las tijeras, mi vida—dijo él con tono de obviedad. 
—¿Me lo vas a cortar tú?—preguntó Alana horrorizada. 
—Obvio, soy un excelente peluquero. 
—¿Cuándo has cortado el cabello de alguien?—preguntó Alana llevando las manos hacia sus caderas.
—Nunca, pero no creo que sea muy difícil, ¿no?
Alana lo miró no muy convencida, estaba loca si permitía que Enzo le tocara el cabello, pero entonces pensó que sólo serían unos cuantos centímetros, no podía salir tan mal, ¿cierto?
—Si me terminas cortando más de lo adecuado, me comprarás una peluca—lo amenazó mientras se sentaba sobre la tapa del retrete.
—Del color que vos querás—dijo él emocionado, se veía bastante feliz por cortarle el cabello, quizá si no hubiera sido actor, ser estilista hubiera resultado su carrera soñada. 
Entre los dos se pusieron a ver un tutorial en YouTube, ciertamente no parecía algo muy difícil de hacer, aunque sí debían tener cuidado, Alana cerró los ojos cuando Enzo acercó las tijeras a su cabeza y lo dejó hacer su magia, en menos de 10 minutos, el chico había terminado de hacer su trabajo. 
—Ya podés abrirlos—dijo él. 
Alana primero abrió un ojo y luego el otro. 
—¿Tan mal se ve?—preguntó ella con miedo al notar que el chico la veía estupefacto. 
—Te ves preciosa—respondió él—. Miráte en el espejo. 
Alana se paró y se observó.
—Enzo—dijo sorprendida—. Mi amor, lo hiciste increíble, me encanta—dijo emocionada, su cabello caía sobre su frente de manera adecuada, aún podía ver sus cejas, pero la cicatriz de su frente había sido difuminada perfectamente. 
—No puedo creer que me hayas dejado cortarte el cabello—dijo incrédulo y peinando otros mechones. 
—Cuando termines de filmar tu película, yo seré la que te lo corte a ti—respondió ella—. Te raparé dormido. 
—Sí te creo capaz—dijo él. 
Desayunaron escuchando música y se terminaron de alistar, Enzo se había encargado de traer las cosas de Alana a su departamento hace un par de semanas, Sebastián se había mudado con unos amigos, el antiguo departamento había sido puesto nuevamente a renta, ninguno de los dos tenía intención de volver a ese lugar, así como Alana no tenía la intención de volver a ver a Sebastián en su vida, desgraciadamente el chico estaba libre después de pagar la fianza, pero al menos había conseguido una orden de restricción que le impedía acercarse a su ex novia. 
Enzo y Alana habían salido un par de veces en público para chequeos en el hospital, la gente aún no entendía qué tipo de relación había entre ellos dos y debido a que ninguno confirmaba nada aún, la gente especulaba que era meramente una amistad.
 Les gustaba la privacidad que tenían en el departamento, aunque estaban conscientes que eventualmente tendrían que salir y enfrentar al mundo, claro que querían mantener su relación privada, pero no secreta,  ese día al fin había llegado, Alana no creía sentirse capaz de seguir más tiempo encerrada en el departamento, necesitaba al menos salir a caminar e ir a tomar algo y quería sentirse libre de poner besar y abrazar a Enzo cuando le apeteciera. 
—Vamos por un café y caminar un rato en el parque, ¿te parece?—preguntó Enzo, en realidad llevaban días planeando su salida, sin embargo, hasta hoy Alana se había sentido preparada para hacerlo. 
Cuando salieron del departamento Alana no pudo evitar sentirse nerviosa, no era raro que le tomaran fotografías a Enzo en la calle o se le acercaran para pedirle autógrafos, sabía que estar a un lado del actor implicaba captar un montón de atención y reflectores, sabía que por el medio en el que ambos se envolvían, su relación estaría en boca de muchas personas, sin embargo, una vez que Enzo entrelazó los dedos con los de ella, todos sus miedos se fueron, estarían bien, todo iba a estar bien. 
La caminata hacia la cafetería fue bastante tranquila, Alana notó que algunas personas con grandes cámaras les tomaron fotografías desde lejos, Enzo y ella se limitaron a pretender que no estaban ahí, una vez que tuvieron sus cafés, procedieron a caminar hacia el parque. 
—Acá fue la segunda vez que nos vimos, ¿te acordás?—preguntó Enzo, Alana asintió con nostalgia, era loco pensar lo mucho que habían cambiado las cosas en los últimos meses, apretó la mano del chico con afecto. 
—Me quedé dormida en la banca—dijo ella negando con la cabeza.
—Vos te podrías quedar dormida en cualquier lado—dijo él depositando un beso en su mejilla. 
Conversaron de varios temas, sobre los recientes capítulos que había escrito Alana para su novela, sobre como Enzo sí se cortaría el cabello una vez terminara las filmación de su película, iban dando su tercera vuelta a la manzana cuando Alana escuchó un débil maullido. 
—¿Escuchaste eso?
—¿Qué cosa?
—Como un gato, pero no veo ninguno—dijo ella inspeccionando el lugar con la mirada, entonces lo volvió a escuchar, Enzo hizo cara de lástima. 
—Ay, está llorando el pobre. 
Alana soltó la mano de Enzo y corrió hacia el arbusto de donde procedía el chillido, había una caja con un gato muy pequeño y flaco. 
—Ay no, me muero—dijo ella agachándose—. ¿Quién lo habrá dejado aquí?—preguntó con miedo a cargarlo por lo frágil que lucía. 
—No debe tener más de un par de semanas—añadió Enzo de cuclillas, era un pequeño gato naranja que muy apenas podía abrir los ojos.
—No lo podemos dejar aquí, tenemos que llevarlo al veterinario—dijo Alana—. Siempre he querido un gatito—mencionó sútilmente. 
—Vos te lo querés quedar, ¿cierto?—preguntó Enzo directamente, Alana lo miró con ojos suplicantes, aún no habían entablado bien la situación en la que se encontraban, pero Alana llevaba semanas viviendo en el departamento de Enzo y ninguno tenía planes de cambiar eso—. Yo también siempre he querido uno—dijo él al notar que la chica no decía nada, Alana sonrió mostrando todos los dientes y se le lanzó encima de él en un abrazo. 
—Gracias, gracias, gracias—dijo rápidamente. 
—Anda, tenemos que llevarlo al veterinario para revisar que todo vaya bien y ponerle sus vacunas. 
Alana tomó al pequeño gatito y se lo llevó a su pecho en lo que Enzo pedía un taxi hacia la veterinaria más cercana.
—Siempre dije que a mi primogénito le pondría Mateo, así que ese será su nombre—dijo Enzo acariciando la cabeza del pequeño gato mientras hacían fila en la veterinaria, Alana rió al escucharlo. 
Sin embargo, Enzo tendría que esperar un par de años más para hacerlo, pues el gato terminó siendo gata. 
—Esto es un desastre—dijo Enzo dramáticamente—. ¿Cómo le pondremos entonces? Mateo estaba genial. 
Alana rodó los ojos al escucharlo, se encontraban de vuelta al departamento sentados en el suelo, con un arenero, un montón de juguetes y una pequeña No-Mateo  investigando el lugar, el veterinario les informó que no tenía más de 3 semanas de nacida, tendrían que alimetarla con biberón y toda la cosa, no había estado en los planes de ninguno tener una mascota pronto, pero en las pocas horas que llevaban con la gatita, se había ganado su amor por completo. 
—No tengo idea—bufó Alana mientras tomaba a la gata para que no se metiera debajo del sillón. 
—Vos sos la escritora aquí, debes ser buena con los nombres—dijo Enzo mientras preparaba la fórmula del biberón. 
—¿Qué hay de Matilda? Suena parecido a Mateo—sugirió, Enzo arrugó la nariz al escuchar el nombre. 
—No, no—dijo él. 
—¿Mafalda?
—Amor, sos pésima en esto—replicó él. 
—¿Felicia?
—Basta—dijo él riendo—. ¿Qué te parece Zola?—sugirió, Alana arqueó una ceja al escucharlo. 
—¿Zola? ¿Por qué la encontramos sola?—bromeó. 
—No, boba, Zo porque así termina mi nombre, La porque así inicia Lana, ¿entendés? Zo-La, Zola. 
—Zola, me gusta—dijo ella.
Jugaron un par de horas más con Zola hasta que se quedó dormida en la pequeña cama que le habían comprado, Alana sabía que ella sería la responsable de cuidarla durante el día, nunca había tenido una mascota antes debido a que en México sus padres no la dejaban y en su antiguo departamento las mascotas no estaban permitidas, se encontraba algo nerviosa, aunque feliz por la nueva aventura que le esperaba.
—Amor—murmuró Enzo una vez volvieron a recostarse en la cama, ambos se encontraban agotados, habían pasado un montón de tiempo en la veterinaria y preparando al departamento para Zola. 
—¿Sí?—preguntó ella escuchando con atención.
—No sé si lo notaste, pero nos tomaron un montón de fotos hoy—dijo él acariciando su espalda—. Ya vi algunas y bueno, se re nota que tenemos algo. 
—No lo creo, fui bastante discreta—dijo ella arrugando la frente, Enzo hizo una mueca y le mostró una fotografía sacada de Instagram, en ella se mostraba a un Enzo saliendo de la veterinaria con Zola entre sus brazos, Alana se encontraba agarrando su trasero, ella abrió dramáticamente la boca ante la imagen. 
—¡Ni siquiera recuerdo haber hecho eso!—dijo horrorizada. 
—Lo haces más de lo que vos crees, de hecho lo estás haciendo justo ahora—dijo él riendo, Alana se carcajeó al notar que era verdad, apartó su mano de Enzo pero él volvió a colocarla ahí. 
Después deslizó el celular por la pantalla y le mostró otra fotografía en donde salían besándose en la cafetería. 
—Bueno, supongo que ya todo el mundo lo sabe—dijo ella, podía imaginar la clase de comentarios que estarían en las redes sociales por haber pasado de estar en una relación con Sebastián a una con Enzo en poco tiempo, pero decidió no preocuparse mucho al respecto. 
—No puedo controlar que me pregunten o no por vos en las entrevistas, así que quiero saber con qué te sentís cómoda, es mi prioridad  que vos estés bien—dijo él acariciando su mejilla, tan comprensivo como siempre. 
—Bueno, ciertamente no quiero ser un secreto, pero sí quiero que tengamos nuestra privacidad—dijo repitiendo lo que ya habían establecido hace unos días—. Eso significa que debo de tener más cuidado con no tocarte el trasero saliendo del hospital con nuestra hija—bromeó refiriéndose a la fotografía de Enzo con Zola en manos.
—Vale, me agrada la idea—dijo él—. Ahora vuelvo, voy por agua. 
Alana se entretuvo unos minutos viendo la película a la cual no le habían estado prestando mucha atención hasta que Enzo volvió de la cocina, no llevaba un vaso de agua consigo, en cambio llevaba un ramo de tulipanes amarillos, las flores favoritas de Alana, ella se sentó rápidamente y le bajó a la televisión ante la imagen de él apoyando en el marco de la puerta con las flores y su pijama de cuadros rojos y azules. 
—¿Y eso?—preguntó nerviosamente, Enzo se acercó lentamente y se las entregó. 
—Tenemos que ponerle nombre a esto—susurró. 
Alana tragó saliva y sintió su corazón latir rápidamente ante las palabras de Enzo. 
—¿Puedo ser tu novio?—preguntó  nerviosamente, sus mejillas estaban rojas y sus manos estaban temblando, Alana sintió que se derretía ante la imagen—. Mi amor, te juro que iba a preguntártelo más romántico y toda la cosa, pero es que vos te ves tan linda ahora mismo, me muero, quiero que vos seas mi novia ya—habló rápidamente y la apretó contra él sin importar que ella aún estuviera sosteniendo las flores, Alana soltó una carcajada, Enzo se escuchaba mortificado por la falta de preparación en  la propuesta, pero a ella le pareció perfecta, no necesitaba de un cartel gigantesco o una cena costosa, aquí, justo en la cama abrazada de Enzo,con la luz de la luna que se colaba de la ventana y el ruido de fondo de la televisión, era más que suficiente. 
—Claro que sí—respondió ella. 
Enzo oficialmente era su novio, no podía sentirse más feliz al respecto. 
—Aunque mañana te toca preparar el desayuno, novio. 
—Está bien, novia. 
47 notes · View notes
geniousbh · 14 days
Note
laurinha você foi luz demais (as usual) com os doidos pelo river explicando futebol e NOSSA fiquei aqui pensando com os meus botões sobre 💭💭💭
imagina eles fazendo tudo aquilo que você descreveu e quando, no meio da explicação, você começa a ficar toda burrinha com os estímulos, só conseguindo gemer e pedir por mais, sem nem prestar mais atenção eles chegam e têm a pachorra de perguntar "tá prestando atenção, bebita?", e, de propósito, começam a de dedar ainda mais rápido, os dedinhos indo tão fundo que te fazem revirar os olhos e até babar um tiquinho, alucinadinha demais, "espero que esteja, porque vai ter que fazer uma provinha e mostrar que aprendeu direitinho o que eu tô te ensinando", isso com você já em outra dimensão, vendo estrelinhas e eles sabem que você não tá ouvindo absolutamente nada, é justamente por esse motivo que agora eles estão elevando o jogo e usando a outra mão pra te tocar naquele lugarzinho (desculpa hoje eu acordei sem limites e atacada) só pra dizer que "e se você não passar, eu vou comer o seu cuzinho a noite inteira"
enfim é isso um bom dia e um bom início de semana pra você laurinha linda 🎀🧸💋💭🌷
eu com a boca cheia de arroz e lendo essa cachorrada aqui quase fui de arrasta pra cima😫 ai meu amorzinho jujuidollete eu sou obcecada com essa sua mente brilhante!🥺💫💭💭
essa patifaria é a cara deles, principalmente do simón que finge não sentir o mesmo tesão por ti que você por ele. todos estariam com o pau durasso dentro das calças, sentindo a cabecinha já melando toda, mas se seguram até você estar quase desmaiando com a estimulação!
e ai nossa... eu faria questão de ir mal nessa provinha e ser tratada igual uma puta🙏🏻🙏🏻 e ainda provocaria dizendo que devia ficar mais fácil pra aprender se ele não usasse o futebol de quinta do river (😈), só pra ter a mãozona afundando minha cabeça no travesseiro e o plap plap plap me deixando com a bunda vermelhinha e quente
31 notes · View notes
idollete · 1 month
Note
oii voltei com mais reflexões (muito) duvidosas aqui. depois de tanto ver conteúdos do esteban por ter sido aniversário dele (especificamente aquele video dele andadinho de blusa branca e mochilinha na transversal), fiquei matutando um cenário porque ele tem carinha de professor freela de espanhol, aqueles que são super pacientes com você, que tentam de tudo pra que a comunicação e o aprendizado possa fluir (você sendo brasileira e bem cabeça dura quando tá tendo um dia estressante)... e ele é só seu professor de espanhol (inapropriadamente) bonitinho até que um dia ele fica profundamente frustrado com uma teimosia sua querendo saber porque certa palavra tem som de j e não ll e acaba elevando o tom enquanto instintivamente segura na sua nuca pra você olhar pro caderno de exercícios, te fazendo arrepiar pelo agarre firme e repentino. seus olhos ficariam arregalados e o timbre da voz dele estaria grave e seco pela primeira vez nos seus encontros e apesar de ele dps ficar extremamente sentido pela forma como te tratou você >simplesmente< é incapaz de pensar qualquer outra coisa pelo restante do dia e da semana, teorizando em como a pegada dele devia ser em outros contextos e OBVIAMENTE arquitetando algo para deixar ele nervoso de novo😩
- 🦝
primeiramente, eu adorei!!!!!!
segundamente, você me deu ideias 💭
e isso vai acabar se repetindo em todas as aulas, ele vai perceber o padrão, porque você costumava ser uma excelente aluna, a melhor que ele tinha, mesmo sendo teimosa demais. é claro que ele fica sem graça com o próprio comportamento, vai te pedir desculpas na próxima aula e na próxima, e na próxima, e na próxima. até ele perceber que você está agindo de propósito. fica intrigado querendo saber onde isso vai levar e quais são as suas intenções, quer que ele seja ríspido contigo de novo, é isso? ele fica se perguntando a mesma coisa em todas as aulas, chegando no limite e resolvendo entrar no seu joguinho também, vai dizer que "acho melhor encerrarmos por aqui hoje", mas tá cedo demais no horário combinado, você pergunta o porquê disso e tudo que ele faz é te encarar e dizer com a maior expressão blasé da vida "meu tempo é precioso demais pra ser perdido com uma garota tão burrinha como você". é um movimento arriscado, mas ele tá ciente das suas intenções. e ganha a certeza que queria quando te vê estremecer com a fala degradante, dá um sorriso de canto e balança a cabeça em negação, como quem te repreende. "você é tão...", quer te chamar dos apelidos mais sujos que conhece, mas repensa. ainda não. ele vai te xingar mesmo depois que te empurrar contra a mesa, abrir suas pernas, dar um bom tapa na sua bunda enquanto te come prensando a sua cabeça contra os livros cheios de palavras em espanhol
plus: ele só usa espanhol contigo durante a foda e te dá um tapa a cada palavra em português que você solta
27 notes · View notes
alasdepaloma · 4 months
Text
Tumblr media
Todo era tan perfecto cuando unías tu pecho a mi espalda, cuando hacíamos de la cama una crisálida y nos convertíamos en uno solo, elevando a otro plano nuestra conciencia como si tuviéramos alas. Éramos únicos, éramos fuertes, éramos unos niños desnudos del adulto, de esa etapa cruda siempre enemistada con la fantasía de la inocencia interior. Todo era tan perfecto cuando me dormía en tus brazos, entonces ese agujero que llevo dentro no se sentía hueco, desaparecía y me sentía como una persona diferente, como una persona normal, como un ser humano sin mancha de nostalgia. Amor mío, tú me salvabas de sentirme infeliz y rota, por lo menos mientras estabas tú ahí. Mi sonrisa se alimentaba de la luz de tu mirada. Ni yo misma entiendo la forma tan profunda en la que te quiero. Será que amándote, sólo amándote puedo alcanzar a amarme yo misma, pues eres el más hermoso espejo que la vida pudo haberme dado… pero es la misma vida la que ahora te aparta de mí… Entonces me siento tan indefensa… Tan melancólica… Tan invisible. Tan letra muerta.
—Paloma.
44 notes · View notes
svmmcrrxin · 4 months
Text
Tumblr media
TW: Violência; Menção de tortura?
Estava inquieto. Os céus se escureciam, as primeiras gotas começando a cair sobre o mar de campistas com suas camisetas laranja estampadas no símbolo do Acampamento Meio-Sangue, ainda assim, não se sentia confortável, algo incomum para o filho de Zeus. Fechou seus olhos, elevando o queixo para cima e deixou que algumas gotas molhassem seu rosto, inspirando fundo com a tempestade, sentindo o cheiro da grama molhada a se espalhar pela colina, e expirou com o som de um trovão ao longe. Abriu seus olhos. Com as írises novamente a enxergar tudo que havia ao seu redor, a cacofonia dos gritos e das instruções espalhadas voltou a inundar sua mente, seu coração novamente calmo. Vestiu o capacete que tinha em mãos, sentindo o toque gélido contra o rosto molhado, e partiu em direção ao barulho de armas se encontrando e feras rugindo.
Via o semideus correndo até a entrada do acampamento, mas não conseguia reconhecê-lo, mesmo que sua memória raramente lhe falhasse. Não parecia ser um dos seus. Mais distante, a Quimera espalhava suas chamas pelo que se tornara um campo de batalha, tostando a vegetação que recobria a colina, assim como mandando alguns semideuses aos ares com a força exercida sobre seus escudos e armaduras. Seguindo com o olhar também não muito longe, outra criatura espalhava seus espinhos, perfurando alguns escudos enquanto ricocheteava de outros, a Mantícora parecia um problema bem maior a longo prazo. A raiva lhe subiu à cabeça com o brilho dos raios ao céu, lembrando-se da dor inicial que sentira ao ser perfurado por aquelas setas pontiagudas algumas centenas de vezes e a que seguia, excruciante, por efeito do veneno.
Já havia se decidido. Se não poderia ter sua vingança com Equidna tão cedo, restava que descontasse parte de seu ódio acumulado em seus filhos, não é mesmo? De certa forma isso fazia com que entendesse Hera, pelo menos um pouquinho, naquele aspecto; ela não podia culpar e punir Zeus, então culpava e punia seus filhos, como fora com Heracles no passado e como continuaria a ser. Se até os deuses, que se julgavam perfeitos, podiam ter seus momentos de crueldade, por que ele não podia também, certo? Os devaneios não levaram a lugar nenhum, mas a marcha que seguia, veloz como nunca, o aproximava de seu alvo rapidamente.
Assim que entrou no alcance dos espinhos, seus dígitos foram ao pingente em forma de raio em seu pescoço, guardando-o em sua palma ao que puxou o colar, quebrando seu lacre. Num brilho breve, a espada se formou em sua mão, o bronze brilhando como se o fio nunca tivesse sido utilizado, digna de uma arma produzida pelos deuses. No momento, ela era apenas uma espada, mas logo deixaria de ser. Elevou Condutora aos céus, seus olhos brilhando no azul claro quase neon que tomava forma ao uso de seus poderes, e concentrou toda sua energia nas nuvens acima de si. Raios potentes começaram a descer, um atrás do outro, diretamente sobre a lâmina, que se energizava e tomava forma no brilho de correntes elétricas surgindo e desaparecendo em seu fio.
"Achei que não ia mais me acordar, filho de Zeus." A voz feminina, imponente, cordial, deixou a lâmina diretamente em sua mente. A espada Condutora, um artefato mágico forjado nas chamas das fornalhas olimpianas e dada consciência pelo próprio Senhor dos Céus; em seu auge de energia - retirada da própria eletricidade -, uma espada com consciência própria. "Eu não ia te incomodar com inimigos fracos." Respondeu, tomando postura ofensiva ao que avançava em direção à Mantícora. Com um salto, desceu a lâmina contra a criatura, que, por um milímetro, conseguiu escapar de sua espada... Mas não da estática que a envolvia. Ouviu o rugido de dor do choque que percorreu o corpo monstruoso por completo, mas não se permitiu banhar em gosto com a cena, novamente se concentrando, fazendo descer relâmpagos do céus, em direção à criatura. Infelizmente os reflexos dela eram mais rápidos e ela conseguia desviar da eletricidade, mas já contava com isso.
Os semideuses próximos se afastaram, em busca de reforços, já que era perigoso para eles ficarem na área de efeito dos relâmpagos. Era um contra um. Com seus movimentos limitados, viu facilidade em prever os movimentos da Mantícora, acompanhando-a com a passada rápida, quase numa dança, ao que desferia golpes energizados contra sua pele, nunca a atingindo, apenas passando perto o suficiente para vê-la se debater de dor com os choques que para um semideus normal seriam a certeza de uma péssima morte. Enquanto se divertia com a criatura, seu ego subiu à cabeça e decidiu finalizá-la com o potente golpe de cima para baixo; infelizmente, esse dava alas a inúmeras aberturas - aberturas as quais forma imediatamente exploradas pelo monstro. "Onde está olhando? Pule!" A espada gritou em sua mente, tarde demais. Sua atenção estava em seus dentes e suas patas, nunca pensou que sentiria a dor da cauda espinhosa a atingi-lo em sua lateral, arremessando-o rolando pelo solo gramado.
Se não fosse pela armadura, teria perdido sua vida ali mesmo, no entanto, agora, apenas sentia a dor de alguns espinhos que haviam encontrado falhas na proteção, fincando-se contra sua lateral e suas costas. Tossiu para, então, recuperar o fôlego, levantando-se. "Você podia ter me avisado antes..." Reclamou. Por mais que estivesse em controle, não tinha olhos suficientes para ver tudo o que acontecia; eis o único problema de ir à caça sozinho, ou, no caso, com uma espada. "Abaixe-se!" Dessa vez conseguiu seguir o comando a tempo de apenas perder o capacete quando rolou pelo chão, ao invés de sua cabeça; a Quimera agora o observava juntamente com a Mantícora. Talvez tivessem sentido o cheiro dos Três Grandes exalando de seu corpo. "Valeu..." Agradeceu pelo aviso.
Não tinha como vencer contra duas criaturas, mas não podia desistir. Mais um rolamento foi realizado ao que os espinhos vieram em sua direção, desviando-se com maestria das setas duras que batiam com o som de pancadas contra o chão atrás de si; do chão, agarrou um escudo perdido ao que viu o brilho ao seu lado, sentindo o fogo chamuscar uma parte de sua camiseta ao que se protegeu. Um joelho foi ao chão. O veneno começava a se espalhar pelas feridas e teve que levar a mão ao local com a dor que sentia; se fosse cair, cairia lutando. Levantou-se novamente, gritando contra o rugido dos monstros e partindo em sua direção. Conseguiu realizar um corte profundo contra a mandíbula da Mantícora, arrancando um dente, mas logo em seguida já sentiu o ar deixar seus pulmões novamente com o impacto em seu peitoral. A pata da Quimera o arremessou aos ares.
Por um momento, Rain olhou para os céus, caindo quase em câmera lenta, imaginando que aquele poderia ser seu fim... Poderia, mas não o seria. Voltou a si antes de cair no chão, mas o impacto doeu da mesma forma, pelo menos conseguindo evitar que quebrasse algo no caminho; um sorriso surgiu em seu rosto ao que seu olhar se elevou e ele se pôs de pé pela terceira vez, sangue descendo por sua testa cortada. Não estava sozinho. Ouvia atrás de si o barulho dos outros semideuses marchando em direção às criaturas, se elas podiam se unir que se unissem. Não tinha medo. Junto dos outros, ignorou sua dor, partindo em pura fúria em direção às criaturas, ouvindo os trovões se acentuarem ao que o céu desceu relâmpagos pelo campo de batalha. Não se permitiria perder aquela luta, nem que tivesse que morrer para isso...
O gramado embaixo de si parecia perigosamente confortável ao que sua consciência começava a piscar, a visão ficando cada vez mais escura, mas não se permitia ceder ao sentimento. Sentia o gosto férreo em sua garganta e tinha certeza de que quebrara alguns ossos, mas não somente isso, sentia que o veneno se espalhava, já conseguindo enxergar a mão trêmula pela dor. "Ei, você ainda tá acordada?" Perguntou em voz alta, apertando os nós contra o cabo da espada que mantinha em mãos, nunca a abandonando. "Você é imprudente, filho de Zeus. Que suas ações sejam melhores medidas da próxima vez..." A espada respondeu, tirando-lhe uma risada que logo iria se arrepender de ter permitido sair pela dor que seguiu. "Menos dois... Não sei quantos faltam, mas não vou parar até ter eliminado todos..." Silêncio. Entendeu aquilo como concordância, mas as anteriores haviam sido as últimas palavras da espada sapiente antes de adormecer.
Afrouxou seus dígitos, sentindo que a arma deixava de ser uma espada e se tornava um colar - as últimas fagulhas de eletricidade consertando o lacre e envolvendo seu pescoço antes do brilho desaparecer. Levantou-se. Toda sua musculatura reclamava ao movimento, mas não podia se dar por vencido e apenas aceitar seu destino. Com determinação, percorreu o caminho até a enfermaria, vendo os restos das batalhas que ocorreram tanto dentro quanto fora do acampamento. Se perguntava o que havia ocorrido na parte de dentro para estar tudo tão acabado e haver tantos feridos, mas não estava em condições de perguntar nada. Seguiu seu caminho calado, chegando a uma das macas e se deitando. Suspirou. "O que será que vamos ter para comer... Espero que tenham brownies com gotinhas de choco-..." Apagou.
@silencehq
21 notes · View notes
cjosvn · 7 months
Text
📍 Calles de Asakusa, cerca del templo de Sensō-ji.
Tumblr media
La oscuridad casi absoluta no es incómoda, no cuando apela a la costumbre, y una adaptabilidad que carga consigo desde hace más de cien años. Aquella zona de Tokyo es una que conoce bien, callejuelas que podría dibujar de memoria y comercios que usualmente se anuncian con neón, ahora sumidos en oscuridad. Le gusta el ambiente de aquel barrio, pero le gusta aún más la facilidad con que puede encontrar vitae. Sabe que es cuestión de tiempo, aquellos mortales que terminan jornadas en unas oficinas cercanas, o los que creen no temer a nada y abandonan restaurantes y bares; y que no tienen de otra más que atravesar las oscuras calles de Asakusa. Los pasos calculados, silenciosos, pronto lo dejan frente a otra persona, facciones medianamente conocidas de encierro en el Elíseo. Ladea un poco su cabeza, media sonrisa elevando comisuras. "No esperaba compartir mi cena de hoy," admite, suspiro que denota un pesar que en realidad no siente. "¿Vas de paso o me vas a acompañar?"
39 notes · View notes
xolilith · 1 year
Text
I Just Want to Make Love to You - Jung Jaehyun
Tumblr media Tumblr media Tumblr media
– Yeah, baby... Yeah – Canta teatral, ao passo envolvente do Blues. A mão que não está ocupada com a taça de vinho, é usada para puxar um pouco da bainha do vestido para cima. Remexe o quadril naquela dança bagunçada e levemente ébria. Vira-se bem a tempo de olhá-lo nos olhos e piscar divertida. A voz na mesma harmonia de Etta James ao recitar: – I just want to make love to you.
Jaehyun sorri, inclinando a cabeça e apertando os olhos quando você se aproxima, sussurrando: Love to you, love to you...
Monta sobre o quadril, pousa a taça na mesinha ao lado. Amassa, após, as bochechas do Jung, a boca forma um biquinho, que você sela, carinhosamente. E Jaehyun tenta aprofundar, tocando seus lábios com a língua, porém você se afasta.
– Uh, não... – Nega.– você não pode me beijar, Jae.
– Agora mesmo você tava falando que queria fazer amor comigo, uh? E eu não posso beijar você?
Os lábios cheinhos deslizam pela sua mandíbula, descem ao pescoço úmidos e tão embebedados quanto os seus.
– Uh não, beijar na boca não. – Comprime a boca numa linha fina, numa falsa birra.
– Aqui eu posso?
Uma das mãos larga sua cintura para fechar a palma em um dos seus seios, massagear por cima do tecido fino ao indagar. Suspira, surpresa, ao se remexer sobre o colo. Solta o ar devargazinho pela boca, aperta os olhos ao fitar o rosto arteiro.
– Talvez... só talvez você possa...
As alcinhas do seu vestido deslizam para baixo. A falta de cobertura deixam seus peitos nus, expostos aos lábios tórridos que envolvem um dos mamilos e vão revezando.
Arfa, fechando os olhos.
– Diga que eu sou bonita, Mmh... – Pede, repreende-o com um "Jaehyunnn" arrastado, quando ele morde um pouquinho mais forte um dos seus mamilos.
– Minha garota é muito bonita... – Larga suas mamas, e vem subindo os lábios, chega até perto da sua boca para reiterar "Bonita e minha", e você não resiste mais quando ele a envolve num ósculo urgente e molhado.
Entrelaça os dedos no pescoço voluptuoso, afetada e excitada. O quadril esfrega contra o dele, sobre a protuberância tensa e quente entre seu centro.
O Blues ao fundo faz par com a sensação bagunçada que Jaehyun causa. Bagunçada e intensa. Geme, contra a boca dele, quando as mãos posicionam na sua cintura, impulsionam o movimento.
– Ainda quer fazer amor com seu Jaezinho, linda? Eu tenho tanto pra te dar... te deixar cheinha de mim. – Sussurrou, rouco. –Até deixar um gurizinho meu aí...
Seu baixo ventre vibra, gela com a sugestão. Balbucia diversas vezes a afirmação:
– Sim, sim... – Traz a boca dele contra a sua outra vez. Elevando os quadris.
Jaehyun infiltra a mão entre suas pernas, empurra o tecido da sua calcinha para o lado, após desaboa a calça de alfaiataria preta que usa. A ponta inchada resvala entre suas dobras, até forçar contra a fenda lúbrica. Estica, ganha espaço dentro de você.
As pernas contraem quando recebe todos os centímetros, a sensação que te apetece é sempre tão boa; como ele lateja dentro de você. Jaehyun é sempre tão firme e apaixonado.
Afasta o tronco um pouco para respirar corretamente, pelo menos um pouco dentro daquela névoa que parece queimar e tornar o ar escasso demais.
Rebola, sente e balbucia sobre o pau enterrado entre suas pernas.
– Eu gosto dessa sua expressão... – Jaehyun segura seu rosto, joga o quadril contra você. Firme e vagaroso. – Boba de tanto pau... – Usa os dedos para dar dois tapinhas na sua bochecha. – Diz quem sempre te deixa assim? Eu quero ouvir você.
– Você. Só você, Jae... – Responde, obediente.
"Isso. A bonequinha boba do Jaehyun."
A sensação aterradoramente quente espalhando pela sua pele como labaredas. Senta mais forte, desesperada. As coxas fazem barulho ao se chocar contra as de Jaehyun.
– Tá tão pertinho... me apertando todo. – Grunhe, fincando os dedos no seu quadril. – Goza pro seu, Jae.
Não dura muito após; Tensiona todo o corpo, gemendo languidamente.
Jaehyun joga o quadril mais algumas vezes, aproveita o estreitamento maior em volta dele. Segura o cabelo da sua nuca entre os dedos, bruto ao gozar, mordendo a pele do seu pescoço.
Ronrona, contra o peito dele, com o líquido a preenchendo.
Jaehyun desliza pra fora, vem arrastando parte da porra.
– Cheinha, viu? Tá até escorrendo... – Mete o dedo dentro de você, empurrando e mantendo o líquido dentro. – Mas não pode desperdiçar. Ainda tenho que colocar um filho meu aí dentro.
113 notes · View notes
shield-o-futuro · 4 months
Text
"E se..."
Scarlett estivesse em Viúva-negra?
O som dos carros ia ficando cada vez mais alto à medida em que eles se aproximavam de onde estavam. Alexei, Melina, Yelena e as outras viúvas já estavam embarcando no jate, mas Scarlett se recusava a se mover.
— Scarlett, nós temos que ir. — A ruiva mais jovem ouviu a voz de Melina a apressando, mas mesmo assim, não se moveu. Ela nem se deu ao trabalho de olhar para trás, apenas continuou com os olhos focados em sua mãe.
— Vou ficar aqui com você.
Natasha, já esperando a resistência desde o começo, balançou a cabeça em negação.
— Não. Você vai com eles.
— Qual é, mãe! — Scarlett protestou, elevando a voz por um segundo antes de recuperar a compostura. Elas estavam em uma missão, e ela precisava se mostrar mais forte do que se sentia. — Não vou deixar você lidar com aquele babaca do Ross sozinha! Não depois do que ele...
— Scarlett preste atenção.— Natasha acabou com a distância entre elas e colocou uma mão em seu ombro. —Você vai com eles, está me ouvindo? Posso lidar com Ross sozinha, mas não se você estiver junto. Você está tão envolvida nisso quanto eu ou seu pai agora, e sabe que o Ross vai vir atrás de você também. Ou pior, pode te usar contra nós.
— Mas…
— Sem mais, Scarlett. — Natasha a cortou. — Você precisa ir. Agora. — Ela olhou rapidamente para as pessoas atrás delas. — Você vai ficar bem com eles.
— Mas eu preciso de você! — Scarlett retrucou, se segurando ao máximo para não chorar. Ela não podia fazer isso naquele momento. Natasha a abraçou.
— Eu sei, mas vamos nos encontrar logo.
— Promete?
Natasha ficou em silêncio. Ela não poderia prometer nada, e Scarlett sabia disso. Então, ao invés disso, ela apenas disse:
— Vou me livrar do Ross assim que possível, e me encontro com vocês em um lugar seguro. Fale para aguardarem meu sinal. Aí vamos resolver como as coisas vão acontecer daqui para frente, pode ser?
Scarlett não tinha outra opção a não ser concordar.
— Tá legal.
— Ótimo.— Elas se separaram, e Natasha a encorajou a seguir em direção ao jato. O tempo estava acabando, e elas precisavam ser rápidas. — Então vai, eles já estão chegando e vocês precisam estar longe daqui o quanto antes.
— Nos vemos em breve.
— Nos vemos em breve. — Natasha concordou, assistindo a filha subir no jato com a ajuda de Alexei, que até então, estava esperando por ela. 
Um conto um pouco aleatório, eu admito, mas encontrei isso que escrevi já tem um tempo e vou usar what if... ? como desculpa pra postar, mesmo que esteja beeem curtinho e avulso lol Basicamente, estava assistindo Viúva Negra outro dia e como gosto demais do filme acabei imaginando como seria se a Scarlett estivesse nele ( como sempre faço, obviamente ) e ai acabei escrevendo essa coisinha baseada naquela cena do final do filme. Não é muito e não sei se ficou legal mas........¯\_(ツ)_/¯ Tem um outro conto que seria como uma continuação desse e pode ser que uma hora eu faça algo com isso mas por hora, é só isso. Também pode ser que eu faça mais desses com outros personagens, caso vocês achem interessante sahuasuauuasuhas
16 notes · View notes
theonehotnews · 2 years
Photo
Tumblr media
Brasil registra 49 mortes por covid-19 em 24 horas e total ultrapassa 686 mil
0 notes
mayuuchi · 7 months
Text
Tumblr media
el sol de media tarde se siente agradable, así que aprovecha para estar sentada en el pasto del jardín mientras pasa por las páginas del libro que descansa en su regazo. en un momento nota una sombra cerca de ella, elevando su mirada con el ceño fruncido hasta ver que no es quien piensa. “oh, creí que sería un guardia molestando” no sería la primera vez que pasa uno cerca de ella. “si vienes a preguntarme sobre alguna mascota, te lo puedes ahorrar porque no tengo información”
27 notes · View notes
analisword · 2 months
Text
high infidelity (Enzo Vogrincic x Fem Reader)
Tumblr media
Capítulo 16.
A pesar de que Alana llevaba un buen tiempo sin visitar la editorial, su cuerpo la transportaba  por pura memoria muscular, se sintió como en casa cuando el olor a hojas y tinta invadió sus fosas nasales, el lugar no se veía muy diferente desde la última vez que había estado ahí, y aunque las oficinas que se encontraban en Ciudad de México fueran sus favoritas debido a la nostalgia que estas provocaban en ella, también le encantaban las de Sevilla. 
—Alana, cuanto tiempo—la recibió la secretaria que se encontraba en el escritorio de la entrada.
—Hola—saludó Alana felizmente—. Vengo con Maricia, me pidió que viniera cuanto antes—informó mientras le mandaba un mensaje de texto a Enzo para avisarle que  había llegado a la editorial con bien. 
—Te está esperando en su oficina. 
Alana le sonrió en agradecimiento y subió por el elevador hasta la oficina de Maricia, en los pasillos se encontraban retratos de las portadas de los libros más aclamados de la editorial, entre ellos por supuesto, la saga de Alana. 
Debido a la confianza que se tenían, Alana entró a la oficina sin tocar, la sonrisa de su rostro se borró al notar que Sebastián se encontraba sentado ahí. 
—¿Qué hace él aquí?—preguntó Alana elevando la voz más de lo normal, sintiendo de inmediato la necesidad de salir corriendo del lugar. 
—Alana, siéntate por favor—le indicó Maricia pacíficamente, ¿cómo podía pretender que lo que le estaban haciendo estaba bien? 
—No pienso sentarme si él está aquí—replicó, Sebastián la miró con aburrición desde la otra silla—. Tiene una jodida orden de aprehensión, si no se va, le hablaré a la policía—dijo sacando su celular con manos temblorosas. 
—Me voy para que platiquen tranquilas—dijo Sebastián apunto de pararse, pero Maricia le hizo una seña con la mano para que volviera a sentarse. 
—Necesitamos hablar entre los tres, por favor, Alana—dijo Maricia con ojos suplicantes, Alana tomó una bocanada de aire e intentando mantener la compostura se sentó en en la otra silla, no sin antes intentar alejarla de Sebastián lo más posible, hace semanas que no lo veía. 
—Pudiste avisarme que estaría aquí, al menos—se quejó. 
—Ambas sabemos que no hubieras venido si te lo hubiera dicho—respondió Maricia con tono apelativo, Alana chasqueó la lengua al escucharla, lo decía como si eso fuera su jodida culpa,  si hubiera sabido que Sebastián estaría ahí, al menos le hubiera podido decir a Enzo que la acompañara, no podía evitar sentir miedo ante la presencia de Sebastián. 
Dios, Enzo se pondría furioso cuando se enterara que Maricia le había hecho tal cosa. 
—¿Podemos al menos  hacer esto rápido? Por favor—rogó, su ante asintió fuertemente. 
—Sé que ambos se encuentran escribiendo en este momento—dijo Maricia—. ¿Tienen un aproximado de en cuánto tiempo terminarán los respectivos libros?
—Un par de meses más, yo creo—dijo Alana, no tenía fecha exacta, pero en ese tiempo había avanzado hasta ¾ del libro. 
—No tengo fecha definida, estoy escribiendo a mi propio ritmo—respondió Sebastián, Maricia lo miró fijamente y soltó un suspiro. 
—Entiendo—dijo la mujer—. Alana, seré directa, no podemos publicar tu libro hasta que el de Sebastián esté listo.
Alana frunció el ceño al escucharla, Sebastián podía pasarse años escribiendo ese estúpido libro.
—No puedes hacer esto, no sabe cuándo lo va a terminar, el mío queda listo en unos meses, lo adelanto si quieres—exclamó rápidamente, para terminarlo más pronto tendría que sacrificar algunas horas de sueño, pero estaba dispuesta a hacerlo de ser necesario. 
—Sebastián inició el trámite de su libro antes—le recordó la mujer. 
—Sí, porque no me dejaba escribir el mío para que yo le corrigiera el suyo—escupió Alana. 
—Bueno, no te tenía con las manos amarradas, ¿cierto?—preguntó Maricia, Alana la miró incrédula, Marcia no sólo había sido su agente, también la había considerado una amiga, familia incluso. 
—Ignoraré tu comentario—bufó—. ¿Qué tiene que él haya iniciado su libro antes? Siempre se ha publicado el primero en ser terminado, no empezado.
—No es sobre eso—dijo Maricia. 
—¿Entonces sobre qué es? Porque déjame decirte que no estoy entendiendo nada.
—Engañaste a Sebastián—soltó Maricia simplemente—. Todos lo saben, estás de novia con el actor ese en poco tiempo, no queda con los valores de nuestra editorial y ciertamente no queda con la reputación que llevabas como persona hasta ahora.
—¿Y sí queda con los valores de la editorial publicar a un jodido golpeador?—peleó—. Maricia, estuve en el hospital—le recordó, nunca creyó tener que explicarse a sí misma. 
Sebastián veía la interacción con silencio, Maricia tomó una gran bocanada de aire y continuó hablando. 
—Si te publicamos primero a ti, pueden haber bajas para la editorial, deja que lo publiquemos primero a él, una vez que termine su novela, esperamos un poco más y ya publicamos la tuya, eres una escritora rápida, podrías incluso hacer la parte dos en lo que inicia el proceso de publicación de Sebastián. 
Alana la miró incrédula, sentía  un nudo en su garganta, Maricia y la editorial la habían apoyado durante toda su carrera, joder, Alana había llegado ahí antes que él. 
—¿Y cuándo será eso? ¿en uno, dos, diez años?
—No seas exagerada, Alana—dijo Sebastián volteando a verla.
—No te atrevas a hablarme—lo apuntó—. Me mantuviste sin escribir todo este tiempo, me golpeaste, me mandaste al hospital y ahora estás haciendo que no pueda trabajar. ¿Cuándo me dejarás en paz?
—Alana, sí puedes trabajar, sigue escribiendo, tu libro será publicado, te lo garantizo—dijo Maricia. 
—¡En tiempo indefinido!—replicó—. No puedo creer que estés de su jodido lado, Maricia. 
—Estuvo mal lo que Sebastián te hizo, pero tú tampoco hiciste bien. 
—Me parece estúpido que incluso haya punto de comparación—dijo parándose dispuesta a irse.
—Alana, por favor no hagas esto difícil—dijo Maricia. 
—¿Sabes qué? Vete a la mierda—escupió ella. 
—Alana, no seas estúpida—advirtió Sebastián.
—Vete a la mierda tú también—dijo—. Renuncio, no pienso seguir trabajando en esta porquería de lugar. 
—Alana, te tomará siglos volver a  encontrar editorial—dijo Sebastián. 
—Eso lo veremos—dijo ella saliendo de la oficina, sabía que él tenía razón, pero no pensaba mostrarse insegura ante él, ya no. 
—No estás pensando adecuadamente—dijo Sebastián siguiéndola, Alana se giró al escuchar su voz.
—Me estás arruinando la puta vida, Sebastián, nunca debí abandonar mi país para seguirte, cada día me arrepiento de haber sido tan jodidamente estúpida. 
—Dame dos años para terminar mi libro, después públicas el tuyo y ya está, aún estás a tiempo de pedirle disculpas a Maricia, no querrá perder a una escritora como tú. 
—Pues yo no pienso seguir trabajando con ustedes dos, así tenga que iniciar de cero, lo haré—dijo firmemente. 
—Alana—dijo Sebastián bajando la voz—. Será difícil encontrar una editorial aquí en España que te publique siendo mexicana, lo sabes bien, Enzo podrá tener muchos contacto en el mundo del cine, pero de literatura no sabe un carajo. 
—¿Qué tiene que ver Enzo en esto?—preguntó Alana desesperadamente—. Tú y tu maldita manía de reducir mi trabajo al de un hombre, por eso tú y yo nunca pudimos funcionar. 
—Lo hicimos durante cuatro años. 
—Hasta que me golpeaste. 
—Hasta que te acostaste con él—replicó. 
—No pienso seguir discutiendo contigo, dile a Maricia que mañana presento mi renuncia formal. 
—Alana, por favor hablemos como personas civilizadas—gritó Sebastián, provocando que varias personas en la editorial se giraran a verlos, Alana lo ignoró y tomó el elevador lo más rápido que pudo, intentando ignorar el hecho de que su ex novio la estaba siguiendo desde el otro elevador. 
                                                           ˖⁺‧₊˚♡˚₊‧⁺˖ 
—¡Corte!—gritó Julio, Enzo se dejó caer en el suelo cuando lo escuchó, llevaba casi todo el día de pie y sus piernas ya no podían soportar más—. Se queda, Enzo, vete a casa claramente estás al borde del colapso—dijo con algo de lástima en su voz. 
—¿No tenés que grabar más escenas?—preguntó parándose rápidamente mientras se limpiaba el césped de sus pantalones, sintiéndose avergonzado por lo dramático que estaba siendo. 
—Contigo no, puedes irte a casa—le ordenó Julio, Enzo agradeció con un asentimiento de cabeza, no era común que Julio le permitiera irse antes de tiempo.
Enzo se despidió con la mano rápidamente del resto de los actores que se quedarían para seguir grabando y se dirigió al camerino para tomar sus cosas, Alana se había ido del estudio hace unas tres horas, se imaginaba que para entonces la junta de la editorial ya habría terminado y no podía esperar por llegar temprano a casa para estar con ella.
Entró al camerino y Lucía se paró abruptamente de la silla al verlo entrar. 
—¿Retoque? Pero si está intacto el maquillaje.
—Nah, ya me puedo ir, terminé mis escenas por hoy—dijo felizmente, Lucía asintió efusivamente y comenzó a guardar tan rápido sus cosas que unas cuantas brochas se le cayeron de las manos. 
—Dios, ¿pero qué pasa con vos?—preguntó riendo mientras le pasaba una gorda brocha.
—¿Qué pasa de qué?
—No sé, parecés maníaca—respondió observándola de arriba a abajo. 
Lucía se rascó el cuello tan fuerte que dejó unas marcas rojas en su clara piel. 
—Bueno, ni cómo decirte, mirá—dijo pasándole el celular para después empezar a morderse las uñas, su amiga podía ser una persona muy nerviosa. 
Enzo la miró confundido y procedió a tomar el celular, al ver la imagen y el pie de foto se le fue el alma a los pies. 
''Alana Lomelí, escritora y nueva novia de Enzo Vogrincic, es captada conversando afuera de su editorial con su ex novio, el editor Sebastián Villafuentes, recordemos que el actor tuvo una disputa con el mexicano hace un tiempo afuera de un hospital (...)''.
Enzo sintió que la boca se le secaba, el pie de foto  y la noticia dejaba mucho que desear, claramente Alana y Sebastián no estaban conversando, sus expresiones demostraban enojo y frustración, se encontraban discutiendo, Enzo bloqueó el celular en cuanto alcanzó a leer uno que otro comentario donde se le juzgaba a Alana y se le llamaba de todo tipo de nombres hirientes por haber sido captada en cámara con Sebastián. 
—¿Hace cuánto fue esto?—preguntó Enzo guardando sus cosas rápidamente, tenía que revisar que Alana estuviera bien, no había forma en la que ella hubiese ido hasta la editorial sabiendo que Sebastián estaría ahí, le habían tendido una retorcida y horrible trampa. 
—Hace como una hora—dijo Lucía—. Alana tiene que estar bien, no hay forma en la que Sebastián la haya podido tocar en un lugar público, ¿cierto?
Enzo chasqueó la lengua al escucharla, no quería ni siquiera imaginar tal cosa, sintió como su pulso se aceleró y la forma en la que sus manos comenzaron a sudar, tomó su celular y encontró un mensaje de Alana de hace unos minutos en donde le decía que ya se encontraba en casa, Enzo se llevó la mano al pecho en alivio al leer el texto. 
—Está en casa—informó. 
—Qué alivio—dijo Lucía imitando su reacción.
—No puedo creer que su jodida editorial le haya hecho eso, claramente Alana no tenía idea de que Sebastián estaría ahí—dijo con tono de frustración.
Se encontraba nervioso al pensar en qué estado se encontraría a Alana, le rezaba al cielo que su novia no se encontrara muy alterada por el encuentro que había tenido con Sebastián, la pobre no podía tener un jodido respiro sin que algo malo sucediera, Enzo sentía la necesidad de protegerla y le irritaba el hecho de sentir que no estaba haciendo un buen trabajo. 
Cuando entró al departamento se encontró con Alana sentada en el sillón con Zola ronroneando sobre sus muslos, la gata fue la primera en notar que había entrado a la sala, pues brincó hacia él apenas lo vio ingresar, Enzo se agachó y le regaló una pequeña caricia en sus orejas. 
—Mi amor—susurró Enzo con pena en su voz, Alana soltó un sollozó y se le lanzó en los brazos, Enzo la sostuvo mientras acariciaba su cabello, se sentía fatal por la situación y le dolía hasta los huesos que Alana tuviera que pasar por eso. 
—No debí de haber ido—dijo con un hilo de voz, Enzo sintió que su garganta se cerraba un poco, pero intentó guardar la compostura.
—Tiene una jodida orden de aprehensión, ¿cómo permitieron que se acercara a vos?—preguntó Enzo con enojo, Alana se separó unos centímetros de su cara y lo miró con confusión, probablemente porque el chico sabía lo que había sucedido antes de que ella se lo contara—. Está en todos lados, les tomaron unas fotos. 
Alana frunció el ceño y Enzo tragó saliva en seco, sabía que no era su culpa, sabía que no era algo que él pudiera controlar, pero era consciente que él era el responsable de que las cámaras estuvieran puestas sobre Alana todo el tiempo, desde que se había dado la noticia de que ella y él eran pareja, le tomaban fotos hasta en el supermercado.
Alana se quitó el cabello de la cara con tono de desesperación y se dejó caer en el sillón. 
—¿Querés hablar al respecto?
—Renuncié a la editorial—dijo simplemente, Enzo abrió los ojos ampliamente al escuchar la noticia, Alana adoraba la editorial para la que trabajaba, había firmado con ella desde su primera saga.
—¿Qué?
—No pensaban publicar ninguno de mis trabajos hasta que Sebastián publicara el suyo y él no sabe cuando terminará su libro, conociéndolo se tardaría años con tal de que yo no pueda publicar nada—explicó rápidamente.
—Pensé que no lo volverían a publicar por lo que te hizo—dijo Enzo enfadado, ¿cómo alguien podía seguir leyendo a un hombre golpeador?
—Supongo que el público en verdad separa el arte del artista—dijo Alana con un tono de sarcasmo en su voz—. Pero resulta que eso no aplica para mí, piensan que tendrán ventas bajas por lo que yo ''le hice a Sebastián''—dijo haciendo comillas en lo último.
—Es una tremenda boludez. Lo siento mucho mi vida, sé lo  cómoda que te sentías trabajando ahí—dijo Enzo tomando su mano para ofrecerle su apoyo, Alana entrelazó sus dedos con los de él. 
—Maricia claramente prefiere apoyarlo a él que a mí, así que no quiero seguir trabajando ahí, mañana presentaré la renuncia formal.
—Yo te acompaño—dijo Enzo, no pensaba dejar a Alana sola en ese lugar. 
Ella asintió y le sonrió tristemente. 
—No porque renuncies dejarás de escribir, ¿cierto?—preguntó con nerviosismo, Alana sin escribir era como quitarle el agua a un pez. 
—No, claro que no—dijo—. Sólo que será difícil conseguir otra editorial. 
—Sos Alana, obvio un montón de editoriales morirán por publicarte—dijo Enzo intentando animarla.
—En Latinoamérica, no aquí—dijo ella levantando los brazos—. Simplemente me siento tan tonta, me siento atrapada en esta ciudad—dijo ella llevándose la cara a las manos, Enzo sabía que Alana no se sentía del todo bien viviendo en Sevilla, la ciudad y la cultura era preciosa, pero el corazón de Alana se encontraba en su país. 
—Bueno, vámonos—dijo él simplemente, Alana levantó la cara con curiosidad. 
—No podemos simplemente irnos—dijo ella riendo con tristeza. 
—No—coincidió él—. Pero podemos irnos aunque sea un fin de semana de aquí, ¿no? Necesitás un descanso de todo este lío, decí una ciudad, una parte del mundo y nos vamos este mismo el fin de semana—haría lo que fuera necesario para que Alana tuviera unos días de paz. 
—En, eso nos costará una fortuna. 
—Digo, tampoco estoy diciendo que nos vayamos a China—dijo él riendo con obviedad—. De preferencia algo por acá, estoy seguro que habrá un lugar que llame tu atención.
Alana se quedó pensativa por un momento mientras jugaba nerviosamente con sus dedos. 
—Anda, no te hagas del rogar—dijo Enzo empujándola suavemente de la rodilla. 
—Bueno—dijo ella suspirando—. Supongo que ir a la playa sería lindo—dijo tímidamente.
—Bueno, nos vamos a la playa entonces—dijo Enzo elevando los hombros—. Y hay que comprarle una transportadora a esta niña, no podemos dejarla sola acá—dijo cargando a Zola, Alana sonrió ampliamente, quizá las cosas no estaban pintando nada bien, pero irse de Sevilla por unos días les ayudaría bastante a distraerse. 
36 notes · View notes
rebuiltproject · 7 months
Text
Susamon
Tumblr media
Nível Criança / Seichouki / Rookie Atributo Vacina Tipo Fera Encantada Campo Destruidores de Vírus (VB) / Espíritos da Natureza (NSp) Significado do Nome Susa, de Susaseum, Cervo em Coreano. Grupo Familiares
Descrição
A criação das Feitiçarias da Luz e das Trevas pela Escola de Magia de Salem é um feito grandioso alcançado por seus sábios, dando origem a novos clãs de magos e elevando os limites da Magia (Linguagem de Programação de Alto Nível). O Clã da Luz, conhecido pelo nome Iasi, foi fundado com o nascimento de Susamon, o Familiar da Luz.
A magia que este Digimon representa atua principalmente na restauração de dados e correção de erros, ou seja, ela se foca em curar feridas e doenças, mas também pode manipular as informações de luz que permeiam o ambiente. Todos em Salem respeitam Susamon por ser um habilidoso curandeiro que é sempre muito atencioso e gentil com quem precisa de seu auxílio, dedicado a garantir que os enfermos estejam completamente recuperados.
Ele pode ser encontrado em meio às belas flores azuis mágicas do Bosque Hallerbos em Salem, rodeado de magos com quem está conectado, já que é capaz de se ligar a vários deles, em vez de apenas um como acontece com os outros Familiares. Isso se dá também porque assim ele pode ter mais tempo de se dedicar aos estudos, pois é bastante curioso e, principalmente, responsável por buscar formas de expandir e desenvolver mais a Feitiçaria da Luz, inclusive buscando soluções e diretrizes vistas nas outras formas de Magia.
Muitas vezes essa experimentação sai errado pois ele é um pouco desatento, muito pelo anseio de criar algo novo, e acaba causando algumas situações desastrosas, tal como a vez que fez o diretor da Escola de Salem ficar invisível por uma semana ou criar uma esfera de luz tão intensa que todos que a viram ficaram cegos por algum tempo, inclusive ele. Por mais que seja um pouco atrapalhado, Susamon é obstinado e sabe que tanto ele quanto a Feitiçaria da Luz têm um enorme potencial, então não serão essas adversidades que o impedirão de triunfar e mudar, para melhor, o mundo da Magia.
Técnicas
Ravdí Kératos (Bastão de Chifre) Usa seu cajado para golpear o oponente. Fotovoltaïkí Désmi (Raio Fotovoltaico) Dispara um raio de luz no adversário, causando queimaduras pela alta concentração de energia. Antiikó (Antiviral) Conjura uma magia que anula vários tipos de status negativos do corpo dele ou de um companheiro. I Lámpsi tou Iasi (O Resplendor de Iasi) Cria um grande círculo mágico sob seus pés que é capaz de curar instantaneamente qualquer ferida e status negativo. Quanto mais tempo ficar na área de ação da magia, mais feridas vão sendo curadas, mas apenas aqueles que tem permissão de Susamon conseguem ficar neste espaço, pois os inimigos são repelidos assim que chegam perto.
Informações Adicionais
Familiares Um grupo recém-descoberto, original de Witchelny, que também recebeu novos membros em Salem, região do Mundo Digital: Rebuilt onde a magia também floresceu. Os membros do grupo são Digimons que tem grande afinidade com os elementos e servem de guias para jovens Magos dominarem a Magia Elemental com mais facilidade, sendo que em troca os próprios Familiares crescem em inteligência e poder. Tal relação de companheirismo faz com que a dupla (ou grupo, dependendo de quantos Familiares os Magos têm ao seu lado) desenvolva um laço fortíssimo, ligado pela magia, mas, mais do que isso, pelo amor.
Linha Evolutiva
Pré-Evoluções Shirinmon
Artistas Caio Balbino (LineArt) & Jonas Carlota (Finalização). Digidex Aventura Virtual e Empírea
24 notes · View notes