Tumgik
#tu juro que no quería hacer esto tan largo
dioneq · 1 year
Text
* starter privado para : @mozziefied​
Tumblr media
el viento que proviene del mareaje se siente cálido contra su piel, aun así, tiembla, en lo que avellanas se detienen en silueta femenina. la ha estado buscando, fácilmente delimitando su físico entre el grupo de personas que vienen y van por la periferia, su presencia que ocupa su mente y cualquier cosa que pueda llenar el panorama queda relegado a segundo plano. pasos que como en automático acortan la distancia, apresurados, temerosos de perderla, aunque quizá resulte ya demasiado tarde, nunca ha sido de esperanzas, pero por primera ocasión quiere creer que eso es lo que muerde de último. dígitos que levanta a busca de los impropios, tenue roce de las dermis  “mozzie” su nombre como una súplica, labios entreabiertos, y el resto de las palabras que se quedan inertes, extraviadas en el súbito pinzando de felicidad, extraviadas en el subido pinchazo de culpa “hola, mozzie” te he extrañado terriblemente.
6 notes · View notes
pamsbx · 1 year
Text
UNA BALA EN EL CORAZÓN
Siempre ha sido más fácil escribir, estoy segura que no hubiera podido decir nada de esto sin haber sido grosera y sin gritos, prefiero escupir mi dolor en versos que tienen delicadeza y un poco sentido. La rabia como la siento no es buena que salga de manera rápida, puede destruir y ahora buscamos reconstruir, retroalimentarnos. Solo a veces no es fácil.
 Creo que nunca entenderás mi dolor, porque jamás has pasado por esta sensación que siento cada vez que respiro, nunca te habían amado como yo lo hago y por ese simple hecho no sabes cuánto duele, me podrías decir que te habían engañado en el pasado, pero no amaste con la intensidad que estoy segura yo obtuve y que en algún punto de la historia perdí. Te juro que quisiera tomarme una pastilla todas las mañanas para no pensar, al inicio de la noticia solo sentía tristeza y decepción, hoy reconozco que es enojo y que no puedo evitar hacerte sentir mal, una parte de mi lo disfruta, pero entiende que no se compara con lo que tu provocaste y mi intención no es pagarte con la misma moneda, me doy cuenta que durante siete meses solo estuviste a medias, la mitad de tu tiempo te la pasabas ideando como evitar el tema, como hacerme sentir mal, como CUIDARME de un daño que ya estaba hecho, solo faltaba tiempo para que la bomba estallara. Y hubiera elegido mil veces que tú te hubieras quemado en esa mentira que meterme ahí, tus intensiones fueron buenas de ser honesta, pero no me servía de nada siete meses después, durante ese tiempo lo único que hacía era entenderme, quería darte mi mejor versión, quería que te sintieras segura conmigo y por ello debía trabajar en mis inseguridades, dejar de suponer, y dejar de manifestar cosas que no quería que nos pasaran. Estaba dispuesta a hacer todo lo que estaba en mis manos para que nuestro amor se conservara puro y real.
 Al final la historia fue distinta a lo que yo sentía e imaginaba, resulto ser que mis inseguridades eran reales, que mis suposiciones eran reales, que las mujeres tienen un sexto sentido, que yo si quería mejorar para las dos, pero en medio del camino te rendiste por mí, también no me pondré exigente, seguro tenías planes contigo y uno de ellos era sentirte libre, pero lamento decirte que esa bala más que pegarte a ti, me destruyo a mí. Sé que nunca entenderás mi dolor y que en las próximas semanas seguro saldrá a relucir una respuesta sobre porque lo hiciste, pero sinceramente yo se la respuesta, eres egoísta y no te importo ni imaginaste el daño que provocarías, no querías hundirte sola, así que preferiste hundirnos, al menos una de las dos ahora puede respirar, sentir un poco de tranquilidad.
 También debes entender que no me hubiera quedado si no sintiera algo por ti, no soy la clase de persona que solo se queda para vengarse, también se dé eso, tengo un historial con el amor no tan satisfactorio como otros. Para ser sincera me hubiera gustado el tiempo, pero el tiempo también estaba encima de nosotras, la familia, los planes, la bendición, la mentira, esa mentira que ahora yo sostengo, de un amor real, de un amor que construyen y no destruye, las apariencias también son difíciles de mantener, sobretodo porque se lo que conlleva una bomba de ese tamaño en mi comunidad, y no quiero que pases por eso, si al final esto se logra no quiero hacerte lidiar con miradas y comentarios fuera de lugar por parte de mis personas, me ayuda un poco a que lo sepan tres de ellos, eso hace que me burle de la situación más veces de las que quisiera pero por algún extraña razón prefiero reírme de mis desgracias que seguir llorando. Me ayuda a ser menos grosera contigo, evito decir mis chistes de mal gusto contigo, así evito más caos de lo que ya tenemos, pero a veces es inevitable la necesidad y las ganas de escupir mi dolor, sé que te amo, ahora solo me cuesta decírtelo porque no sé si lo que tenemos aún es real.
Esto será un camino largo, estoy construyendo con lo que puedo y lo que quiero aceptar, porque sé que lo intentas, pero la mente no olvida, solo ha pasado un poco y conforme pasen los días espero vaya mejorando. Y sobre todo que seas paciente, no es sencillo confiar, creer, construir, estoy agotada físicamente y mentalmente. Pensé que ya lo había dado todo y resulto ser que no fue suficiente, que el trabajo por meses que he hecho psicológicamente no sirvió nada porque ahora debo empezar con un nuevo reto, y no puedo dar más de lo que quisiera porque ya no me queda mucho, aunque pueda pensar que mereces que, de todo, no puedo darlo, me he quedado sin motivos y es difícil crear nuevos y confiar en ellos, lo que menos quiero es resultar herida por la misma bala una vez más.  
 No espero que entiendas mi dolor, pero no es sencillo, no es sencillo amar con locura a la persona que pensabas que te iba a cuidar y que jamás te fallaría de esa manera. Si es real lo nuestro el tiempo me lo dirá y lo abrazare.
11 notes · View notes
redsoulinlove · 5 months
Text
Tumblr media
ㅤㅤㅤ `✵•.¸,✵°✵.。.✰ L O V E ✰.。.✵°✵,¸.•✵´
Hola, mediante esta plataforma busco hacerte saber sobre mis sentimientos, y aunque no sea secreto, te amo.
No puedo asegurar en qué momento te volviste dueña de mis pensamientos, de mi corazón y de mi alma, pero soy feliz.
Si te preguntas, “¿cuándo empecé a gustar de ti?”. No podría decirte una fecha en específico y es que, eso llevó un proceso (no muy largo), pero me vi cautivado con tu forma tan dulce de ser, tu lado hablador, tu lado lleno de energía, tus atenciones, cada cosita tuya iba sumando y sumando, cada vez más me parecías adorable.
Y hubo un momento donde sentí que tenía la oportunidad, no soy bruto menos perezoso, aproveché de la situación y te robé un besito, juro que en ese momento estaba muy nervioso, no sabía si tu reacción iba ser positiva o en el peor de los casos “negativa”. Me la jugué a un todo o nada, y para mi sorpresa… Fue bien recibido mi beso. No miento al decirte que grite internamente de felicidad, ah, hacía mucho que no me sentía de esta manera y aunque a veces dudaba en enamorarme nuevamente. Llegaste y me mostraste lo equivocado que estaba.
Fuiste aquel salvavidas que necesitaba para poder vivir, tu sola presencia me ilumina como mil soles, tu amor se siente bonito y adoro todo el tiempo que pasamos juntos.
Ahora, viene la parte muy importante de ésta redacción.
Llevo tiempo pensando y pensando, en realidad quería hacer esto hace mucho tiempo atrás, pero me contuve, dije “Arturo, aún no, date tiempo” y es que, hay que ser sinceros. Vamos 1 mes y casi 1 semana de conocernos, las cosas avanzaron a pasos grandes y eso me gusta, porque nunca antes me había sentido así de motivado, no tengo miedo de estar a tu lado, no tengo dudas de mis sentimientos, te amo, mi niña hermosa, te amo en todas tus formas, ya seas Sukkie, Lali o Kôrę, te amo con todo mi ser, y deseo hacer de este amor algo formal.
Te quiero para mi, para mi consumo. Te quiero en mi ahora y en mi mañana, te quiero presente cada día de aquí en adelante, no pienso compartirte con nadie, solo con Eithan, porque ustedes serán mi prioridad, serán mi mundo.
Por lo tanto, yo, Arturo Fluriè, con el corazón en la mano, te pido… déjame estar a tu lado, dame el honor de amarte como mereces, de hacerte feliz y viceversa, porque este hombre aunque pendejo a veces, se ha enamorado de ti y podría morir si no estás a su lado. Así que, ¿Quisieras ser mi novia?
/arrodillarse con una cajita entre sus manos, teniendo un anillo de caramelo dentro.
Tumblr media
2 notes · View notes
hojaenblanco · 1 year
Text
Sabía que me ibas a lastimar y que yo a ti pero nunca pensé que eso de ser juntos por el resto de nuestras vidas lo dejarías de lado en solo dos meses… ahora no sé si me equivoque de persona o de momento y me duele, me duele mucho. Ya quiero dejar de llorar en las noches, ya quiero poder pasar mis días sin tener ansiedad tociendo a cada rato y con ganas de vomitar con el corazón agitado, dejar de sentir ese sudor frío y dejar de pensar que algo me quiere hacer daño, ya no quiero más de esto, en serio que te amaré por siempre pero no volveré a confiar en el amor nunca más, eras la única persona que esperaba nunca quisiera dejarme y fue tan fácil para ti hasta reemplazarme así fuera por interés, me decepcionó a más no dar y ahora solo me siento triste ¡Maldita sea! ¿CÓMO PUTAS NO LO NOTE DESDE ANTES? Desde el inicio me querías dejar por miedo a quererme, desde el inicio buscabas motivos para discutir, tus inseguridades son lo más terrible que pude conocer y no me refiero a mis comentarios fuera de lugar, me refiero a tus celos enfermos incluso cuando te explique que no podía entrar al consultorio a interrumpir una sesión solo porque querías que sacará mis cosas para irnos de viaje cuando yo ni había dormido porque un día antes habíamos estado discutiendo; eres impulsiva, egoista, terca, manipuladora y ni hablar de esa última cuando estas ebria porque ahí sí que te vuelves una mala copa, siempre buscando algo que reclamar, una razón para discutir.
Te juro que yo te amaba bonito, de la manera más sincera que podrás imaginar y aún así mi amor no te servía, aún así siempre estabas pidiéndome que cambiará cosas cuando yo a ti siempre te ame tal cual, solo una cosa te pedí que cambiarás ¿Recuerdas cuál fue? Yo sé que si porque te la pedí durante dos años y era que aunque estuvieramos más no dejaras de tratarme como tú pareja pero te valió, decías que te alejabas por no lastimarme y lo entiendo pero ¿Alguna vez consideraste hasta que punto de alejabas? Literalmente vivimos a miles de kilómetros de distancia y tú ponías una super barrera que nos alejaba mil más ignorando mis mensajes, dejándome de largo, yendote cuando te daba la gana con tal de evitarme, cuando hablabas conmigo ni me tratabas como tú pareja.
En serio que me odio tanto por esos detalles haberlos tenido presentes y aún así intentar seguir ahí. Siempre me dijiste que no buscará un culpable, que el único culpable era yo y que dejara de hacerte sentir como si fueras tú pero solo mira esto ¿Cómo no vas a ser tu parte de la culpable si me trataste como te dio la gana? Y yo te lo permití. Publicaste el chat de la vez que me rogaste no terminar la relación cuando tú misma me decías que no estabas bien conmigo, que te hacía sentir mal, que hablar conmigo siempre era terminar llorando, con ansiedad y ganas de irte de mi lado pero esa parte es la que te conviene u ¿Olvidaste cuando después de tener relaciones me dijiste de alguna forma que tu ex no te lo hacía así? Porque textualmente me dijiste "él siempre acababa conmigo", recuerdas que esa misma noche te pusiste como loca a llorar, a decirme que te querías morir, te fuiste incluso de la habitación del hotel mientras yo entre al baño y cuando salgo a buscarte como loco ya llorando desesperado porque temía que hubieras suicidado te encuentro en la playa como sino fueras persona y querías morir, literal llorando te dije que si lo ibas a hacer nos íbamos juntos y aún así cuando te tome de la mano y me viste tan mal solo dijiste que todo estaba bien y que no me preocupara por ella, ni te importo que de verdad tenía perderte, que no quería que te fueras de mi lado nunca y la impotencia de no saber cómo cuidarte pero eso no es todo, obvio recuerdas cuando yo estaba en tu país y por una discusión estúpida me dejaste de hablar dos días, literal dormía al lado tuyo, no salía de tu cuarto porque no tenía ni a dónde irme, lloraba acostado a tu lado y tú solo pegada del celular viendo tik toks pero solo recuerdas que tu llorabas mientras dormías a mi lado y te dije que si tanto te dolía ser mi pareja prefería acabar todo y tú solo te ponías como loca a decirme que si me amabas pero que ya no soportabas más solo que no me querías dejar, decías que intentabas cambiar y pues sí, cambiaste… pero de novio.
Que basura el amor, que mierda no ser correspondido, que porquería la falta de palabra que hay en algunas personas porque de verdad, sabías que creía en ti, en ese dibujo que me diste de un futuro juntos y al parecer todo eso era palabras vacías porque no peso tenían y se las llevo el viento… yo no merecía esto, no merecía ser tratado así, no merecía que me desecharan como pañuelo sucio.
Te voy a amar toda mi vida, te voy a extrañar toda la vida pero toda la vida voy a estar luchando entre un "quiero saber de ti" y un "nunca vuelvas".
Porque yo sí te insistí tanto es porque creí que eras mucho, porque yo sí quería esa vida contigo, no olvides que ya había escogido y hasta hablado con el vendedor de los anillos de compromiso que hasta le pedí a mi madre que me ayudara a escoger y te los mostré, tú sabías todo eso, tú sabías que solo faltaba que me graduará para irme a vivir a México contigo, iba a vender todas mis cosas aquí para ir a construir una vida allá, cosas que me costó mucho tiempo conseguir, incluso mi carrera en tu país ni sirve para un culo, me tocaba empezar de cero allá y yo dispuesto a dejar todo por ti y tú ni dispuesta a luchar por mi…
Que estupido fui, definitivamente no sé si fuiste la persona correcta en el momento equivocado o la persona equivocada en el momento correcto. Lo que si sé es que luego de esto no volveré a amar a nadie ni como te ame a ti ni de ninguna manera porque no estoy dispuesto a sentir el más mínimo daño en mi de nuevo.
8 notes · View notes
annachristinalyzfle · 8 months
Text
Capitulo IV (y último aquí publicado.)
No. Ya no entendía nada.
Él ya no entendía nada.
¿Qué podría pensar respecto a todo esto, a que todo es amor?, ¿y los asesinatos, y las violaciones?. ¿Eso también era Amor?.
Se quedó en silencio un buen rato, un largo rato. Meditando y analizando lo que le acababa de ser revelado.
¿Para qué exitía?...
Sin duda, esa pregunta tenía más peso que el por qué, claramente, porque existía porque nació.
Pero, ¿para qué?.
Sí, estaba de acuerdo con, "para Experimentar".
Y tal vez tenía razón, tal vez era cierto.
No lo que la vida le ponía en frente, sino lo que quisiera,
además,
en Psicología enseñaban que no eres lo que has vivido, sino cómo lo has decidido vivir, más bien,
Cómo lo Percibes.
¿Y si percibía todo con Amor?.
Sería útil, pero de cualquier forma, ¿la depresión que tenía, era en efecto, Amor?.
En efecto o en esencia, ¿la ansiedad, su trastorno obsesivo compulsivo y su insomnio?, ¿eran amor?...
"Y así, cada evento en la vida, te lleva a un más completo conocimiento de ti mismo y una oportunidad de crear y recrear esa escena, como más te plazca."
Eso había dicho Ella, o sea que...
¿Todas las experiencias, buenas o malas, lo llevaban a conocerse a sí mismo según reaccionara?, ¿y tenía la opción de reaccionar de otras formas?.
Claro, aunque algo parezca bueno o malo, en realidad es la percepción del receptor de ese acontecimiento.
Eso decía la Psicología.
Las nubes pasaban... frente a la luna, algo en el ambiente se sentía cálido... pero no sabía qué.
La miraba a ella y sentía paz. Tocaba su mano y sentía paz.
Pero... no le cuadraba, aún no le cuadraba.
Se sentía tan bien pero... también sentía tan extraño sentirse tan bien.
Creyendo, "La Realidad es Falsa". ¿Qué clase de declaración es esa?.
...
Sin decir nada, se acurrucó más cerquita de Ella,
Ella lo abrazó y le empezó a hacer caricias en el cabello.
—¿Qué hay de los horrores del mundo, esos son Amor?.—
—¿Qué horrores?
—Suicidios... Asesinatos... Robos...
—.........No lo sé, nunca he visto uno. No me consta. Siquiera si son reales.
—Pero a mí sí. He visto cosas horribles y conozco personas que verdaderamente la han pasado mal.—
—Pues, son sus propias escenas, de su propio teatro, aunque suena insensato o insensible, no pretendo serlo.
Las cosas negativas que pasan, duelen. Y duelen en el Alma por el hecho de que tengan que pasar para poder recordar y representarnos, como verdaderamente somos.
No sólo somos virtudes.
Pero sí somos lo que queremos ser. En esta vida nada es obligatorio.
—...¿Y a qué te refieres con "Completud"?—
—Te conoces, siempre, hasta cierto punto. Te experimentas cada día.
Pero siempre hay hambre de más, si sientes, si prestas atención... Tu Alma siempre suplica por más experiencias, por más experimentos.
Y es así, cuando en una situación nueva (o igual), con una reacción diferente,
cuando logras SER tú mismo.
Sientes la Completud.
Estás viviendo la experiencia de la vida como mejor puedes.
Piensas,
Imaginas,
Sientes,
Escuchas,
Tocas,
Respiras,
Miras,
No sólo a ti, también al mundo, a las personas, a la tierra,
a la luna, al agua, al sol, al aire, al fuego,
hay tantas cosas por sentir y por descubrir.
Que cuando lo haces, Tú Mismo.
Te sientes así: Completo.
—Yo Te amo... te juro que quiero amarte.—
En este punto sonaba más a súplica que otra cosa,
pero era una súplica por entender.
Quería entender al mundo tanto como Ella, para poder amarla tanto como Ella.
—Sí lo haces...
Tumblr media
4 notes · View notes
2isa-bell-6 · 11 months
Text
Querida amiga, perdón.
Querida amiga, sé qué fui cruel y qué había mil formas de distanciarnos sin hacer que duela de esta manera. Sé que pensas qué a mi no me duele o que no estoy triste, pero te equivocas, solo estas viendo la barrera que tanto esfuerzo me costó crear.
Cree esta barrera hace mucho tiempo, para que nadie más pueda lastimarme, pero me di cuenta que solo me volvió una persona insensible. Perdón amiga, te juro que no quería que esto termine así, pero siento que te hago daño y aun que duela decirlo también siento que me haces daño. Sigo con muchas incognitas: ¿será que somos demasiado incompatibles? ¿Será que nuestra amistad no está destinada? ¿Será solamente el peso de todos los demás problemas que nos atormentan? ¿Será que cuando termine esta etapa tan difícil y abrumadora, nada más nos va poner en la cuerda floja? ¿Será que como persona no funciono?
Perdón amiga, pero te juro que esta separación va mejorar tu vida y la mía.
Esta es la 2da vez que digo...
... Tal vez, algun día, cuando nos volvamos a encontrar, estemos muy felices de vernos y con muchas cosas para contarnos, por lo que un largo tiempo juntas nos espera...
Te amo amiga.
Se que ahora ya no crees esas palabras, pero lo hago, y desde acá siempre te voy a desear lo mejor de esta vida ❤️
3 notes · View notes
noecuentos · 6 months
Text
La confesión
Mi familia siempre ha sido una familia de secretos. Nuestros padres han vivido ocultándonos muchas cosas. En casa nadie contaba nada abiertamente, los almuerzos y las cenas sólo tenían conversaciones triviales. Un buen día mamá enfermó. Papá no quería decirnos cuál era la enfermedad, la llamaba "la porquería", "el tema de mamá", "la cuestión esa". Lo único que sabíamos con mi hermana Natalia era que su pieza estaba siempre cerrada, y no podíamos entrar a verla. La extrañábamos mucho, así que luego de varios días de separación, le planteamos a papá que esto no podía seguir así, queríamos ver a mamá. Éramos dos chiquillas de ocho y nueve años, pero nos paramos muy decididas a reclamar lo que creíamos que era justo. —Mamá necesita descansar —dijo papá muy serio. Natalia me miró, yo la miré. Y dijimos al unísono: —Pero nosotras necesitamos verla, ¿eso no cuenta? Papá se sacó los anteojos como hacía cuando perdía una discusión, y dijo: —De acuerdo, pero sólo un ratito y sin apretarla con abrazos y besos. Entramos en puntas de pie, dispuestas a no hacer ruido. Mamá estaba sentada en la cama, con el camisón rosa torcido hacia un costado. Nos quedamos las dos paradas a los pies de la cama, sin atinar a hacer nada. Mamá estiró las manos hacia nosotras, y yo sentí un escalofrío al tocar esa mano tan fría. No recordaba que alguna vez las tuviera tan heladas, y me asusté más cuando levanté la vista hacia sus ojos y los encontré oscuros y hundidos, como si en cinco días le hubieran pasados quince años. ¿Cómo puede ser que el tiempo pase diferente para mamá? Ella nos atrajo y nos hizo sentar en la cama, una a cada lado. Papá nos observó desde la puerta, sin terminar de decidirse a entrar o salir. Mamá nos contó un cuento, y nos dijo entre lágrimas cuánto nos quería. Nosotras no llegábamos a entender lo que estaba pasando, pero lloramos con las lágrimas de mamá. Durante diez años acudimos todas las noches a visitar a mamá en su cuarto. Todos los días igual: entrábamos en silencio, mamá nos tomaba de las manos y nos hacía sentar en la cama, una a cada lado, nos contaba un cuento, y luego nos decía llorando que nos amaba. Durante diez años la vimos apagarse gota a gota bajo una enfermedad incurable que la consumía a fuego lento. Pero ella nos sonreía con los ojos llorosos tras su declaración de amor maternal. Y aunque papá trajo médicos de todos los colores, mamá no mejoraba con ningún tratamiento. Cuando cumplí los diecinueve años, papá me dijo que era hora de que sepa la verdad, con la condición de que no le cuente nada a Natalia, un año menor que yo. —Mamá se está muriendo. Los médicos le dan muy poco tiempo de vida. Y como sos la mayor, ella quiere decirte algo importante. Me llevó a la pieza antes del horario acostumbrado. Mamá estaba sentada en la cama como siempre, pero noté que su pelo estaba peinado y lucía un chal nuevo sobre los hombros. Me tomó la mano y me hizo sentar en la cama. Se aclaró la garganta y comenzó a decir, con un hilo de voz: —Candela, mi Candela. Mi pequeña Candela... —y se quedó mirándome por un rato demasiado largo para mi juventud apresurada— Cuando te trajimos con papá eras muy chica. Bueno, las dos eran muy chicas, Natalia más que vos, por supuesto. Pero vos eras muy flaquita, bajita, chiquita, nadie te daba los dos años y medio que ya tenías. Y ahora estás crecida, grande, sos toda una señorita. Cómo pasan los años, y yo sin poder salir de esta habitación para verlas crecer. Si hubiera sabido que iba a perderme casi todo tu crecimiento y tu adolescencia, no las hubiera traído desde el orfanato a las dos juntitas. Te juro, no lo hubiera hecho. Mamá murió cinco días después esa confesión. Por cómo me lo dijo, me traspasó la certeza de que su secreto la llevó a la tumba.
0 notes
dansfull · 1 year
Note
hola ro, m gustaría contarte algo q m pasó y m digas q opinas. es algo largo, así q si no tenés tiempo, no pasa nada
Esto pasó hoy, le respondí una historia a mi ex (le terminé hace una semana -soy la q t dijo q el novio no quería estar más con ella pero no sabía como decírselo-) fingiendo demencia haciendo como si no pasara nada, hasta q dijo q no le cebaba eso y d más, hasta q m dijo q fue a tal lugar y se encontró con su ex d casualidad y hablaron mucho estando conmigo (fue un día antes d q le termine), después m dijo "estamos ahí, esperando", le pregunté por q m lo decía, a lo q m respondió q sentía q debía d hacerlo, así q yo ya con el corazón en la garganta le dije q hice lo mismo, q m vi con unos d mis exs y le hablé a otro, q sería re hipócrita hacerme la otra siendo q siempre sentí cosas por otros chabones q no son él (solo es mentira lo q m vi con uno), a lo q m respondió y siempre m va a quedar grabado en mi mente "ya lo sabía, por eso me quedaba a dormir en la casa de luna". hermana, t juro q nunk había sentido tanta desesperación, angustia y dolor desde q se murió un ser querido. no sé cómo pero rompí un vaso y empecé a llorar como esquizofrénica gritando "diooooosss!!" mientras mis viejos m preguntaban q mierda m pasaba, no les dije qué m sucedía yaq ellos no saben sobre este pibe como tal. A los 20 minutos ya un poco más calmada le mandé un mensaje diciendole q nos podríamos seguir viendo pero solo para garchar, yaq sentía q eso era lo q nos movía. m dijo q no y q a la única persona q se la pondría es a la mina esta, q m busque a otros chabones para garchar sin sentir nada, alguien q m banque estas giladas si es q alguien lo hace, q yo al final doy asco -mensajes anteriores le dije q no quería estar más con él, q m causaba asco y repulsión-
Me dijo q se sentía mal porq se la había mandado más d una vez estando conmigo (yo solo sabía d una, tuvimos un tiempo. yo, completamente cegada por amor lo perdoné y volvimos, porq creía su excusa d haberlo sin estar lucido por causa d 3 porros)
m siento tan usada hermana, le di tanto y le pagué tantas latas d mierda para q vaya a pintar. siempre quiso estar conmigo d una manera sexual, sin embargo en la vida real le decía q no y q no m iba a chup4r la c0nch4. m decía q en algún momento le iba a agarrar la locura y m iba a hacer todo aunq yo no quisiera, q m iba a vi0l4r. Yo m lo tomaba a chiste, pero m daba un poco d miedo yaq nunk tuve relaciones (tengo 14 y él 15)
siento q esto m va a marcar para toda la vida y m hace concha pensar q todas las cosas q m dijo se lo estará diciendo otra vez a la ex, m hace sentir nada, super remplazable para él, q estos 3 meses hayan sido en vano. si todo lo q m dijo es cierto, entonces solo fui alguien más en su vida, alguien q no fue trascendente, haciendole contra a sus palabras, lo cual m hace sentir peor, porq nunk le mostré este lado d mí a alguien por el miedo a verme vulnerable ante los demás y q m hagan daño. no creo q le vuelva a mostrar esta parte d mí a nadie, porq cuando tienen la oportunidad d hacerte sentir mal, lo hacen cagandose en todo tratandome d enfermita
disculpa si t jode q t cuente esto, simplemente m quiero descargar y saber una opinión acerca d esto, también t pido perdón por la mala redacción q tiene todo lo q t conté, veo nublado d llorar asimismo no puedo sentirme cuerda como para escribir una oración y se entienda
hola!!! uf, la verdad quedé completamente horrorizada por todo esto que acabo de leer. siento que habia un grave problema de comunicacion en tu relacion, de confianza y de inmadurez emocional porque al fin de al cabo tienen 14 y 15 años. la realidad es que a medida que te vincules con otras personas vas a aprender a exteriorizar lo que te pasa para no llegar a vivir estas situaciones de nuevo. no te culpes, tenes tiempo apra aprender, crecer, conocer gente nueva. así que no píenses que acá se termina el mundo.
siento q no podés esperar que la otra persona con la que estas se comporte de manera madura cuando ni vos pudiste hablarle con la verdad, cuando le dijiste por enojo que habías estado con tu ex cuando en real.idad no era asi.
1 note · View note
tudiainestable · 2 years
Text
¿Sabes? Te quiero, te quiero bastante, he estado pensando muchas cosas y sintiendo otras tantas, todo últimamente parece un caos, pero bueno, tampoco sé que debo hacer contigo, tampoco sé que debo hacer conmigo.
"Dos personas como nosotros que tienen conexión, nunca podrán romperla, incluso si llegan a odiarse o alejarse por mucho tiempo. Aunque lo nieguen, siempre sentirán esa nostalgia en su corazón y una parte del uno vivirá en el otro. Hay gente que nos marca de por vida y no podemos evitarlo."
Sea lo que sea y si alguna vez llegas a ver esto, me sorprende tanto tener estas palabras y no poder decírtelas, no creía que esto pasara, espero comprendas, lo que significa no poder estar contigo de una manera que tú tal vez no quieras o puedas por el momento, tal vez el futuro nos junte o tal vez no, pero los días se han vuelto largos, las noches aún más largas, la pesadez del cuerpo es sin duda algo casi palpable, pero está bien el amor demanda sentirse, si algún día lees esto es por qué nunca te dije todo en mensaje, siempre guarde algunas cosas para mí.
Eres ese punto intermedio, entre el amor más grande que he tenido y el dolor más intenso que nunca me habían causado... Y está bien no te culpo de nada, haz hecho que mi vida sea más completa y agradezco mucho eso, pero por el amor que te tengo debo de estar alejado de ti, tal vez solo por un tiempo, pero solo quiero que tengas claro que nunca he dejado de pensar en ti y en mejorar para ti también, estaremos bien eso lo sé
Y aunque me duele, me quedo. Me quedo a tu lado y te aconsejo, te consuelo y estoy cuando nadie está.
Y aunque me duele, te quiero. Te quiero más de lo que debería, más de lo que crees.
Y aunque me duele, te ayudare a buscar felicidad. Tal vez no sea en mi por el momento, en alguien más y da igual, solo quiero que seas feliz.
Tu ausencia se siente en cada rincón de mi corazón.
No quiero desaparecer para ti, la verdad tengo mucho miedo de decepcionarte como persona o como hombre y no tengo el valor para decirte las cosas. Intentare seguir estando presente en tu vida pero... Aún tengo miedo que lo pueda estropear y un dia llegue y ya no tengas ganas de verme o de hablar y desaparezcan nuestras risas que teníamos antes.
Sabias que en la ficción el amor te inspira a volverte seguro y poderoso. Pero en la vida real, el amor es la perfecta excusa para el egoísmo. Puedes mentir, engañar y hacer mucho daño. Todo es correcto porque fue el amor.
Me dirás loco, pero el oír tu voz y regañarme, se sintió tan bien y no lo malinterpretes no soy masoquista, si no que tú regaño lo sentí tan real, no pensé que me hablaras y yo sé que andas mal también en esos sentidos y no es por poner en duda tus decisiones, pero eliges mal, creo eso ya lo habíamos hecho y creo no te conté la primera vez que te vi y fuimos a Chapultepec y es que te vi y todo el concepto que tenía de ser amigos y todo eso se esfumó, por qué no se, hubo un momento en el que sentí que no podía verte así y te juro que no era mi intención que pasará y paso, te veía y era como si el mundo exterior se fuera y solo estuviéramos tú y yo en un plano en la existencia, fue raro, aunque eso es historia para otro día, lo que me refiero con esto es que parecíamos pareja el hombre comos siempre diciendo estupideces que solo hacen que su pareja se moleste por qué está tonto y el hombre solo lo hace por qué le da una satisfacción oír que se preocupa por el, la verdad tenía dudas en contestarte, no quería comportarme grosero ni distante, pero creo lo hice bien o en mi cabeza estuvo bien sentí que no fui cortante ni horrible, me sentí tan bien, lo extraño es que te sentía enfrente de mi era como si tu regaño lo viera en tus ojos te viera a ti y no te lo dije, pero en mi mente solo rondaba una voz dile que la quieres mucho y yo de no creo es un mal momento para decir eso con un dedo posiblemente roto, bueno hasta aquí la anotación de hoy no tengo más que decir por hoy.
Bueno creo es la primera vez que siento un poco de celos, alguien me robó que yo te diga solecito, bueno tal vez sea tonto, pero me sentí algo mal, en fin solo es drama, no creo sea algo malo, aunque si sentí que solo era tuyo y mío, pero creo es ser algo envidioso en eso, bueno hasta aquí la entrada de hoy o tal vez no, es raro aveces la mente juega muy feo con nosotros y lo que yo puedo ver tal vez tú lo ves como algo bonito y para la vista de otra persona es muy estresante pensar a quien se refiere o que le dijo o así en fin, aún no es tu cumple faltan unas 3 semanas y la verdad aún no se que fragmento de los que escribí darte, pero esperemos que sea uno bueno
No sé pero hoy que ví tu foto o video y confirme que voy a tardar mucho en que me dejes de atraer y es que tienes algo y no lo puedo explicar con palabras, es como si algo más allá de mi quisiera cuidarte y decirte que todo estará bien por qué estoy contigo y te cuidare y no importa que es lo que hagas voy a ser todo lo que esté en mis manos para poder ver que seas feliz, se que no debo, pero es algo duro no ser algo más, más bien es duro no compartir tus días juntos, creo tendríamos buena química, mas por qué, yo si tiendo a ser algo espontaneo y me gusta hacer cosas solo por sorprender.
Se que no somos nada, tal vez no seamos o tal vez si, hoy sentí un poco de celos, hace mucho no sentía eso, está mal yo lo sé y es de si las cosas fueran diferentes tal vez sería yo el que no se si besaste o así no lo sé, yo sé que no es malo y más por qué no soy nada o más bien no somos, pero no se sentí un nudo en mi pecho y pues solo eso, quién sabe solo eso
No importa cuantas miradas se me atraviesen, no importa las manos que tome,siempre estaré seguro que como tu...no hay ninguna 
Ay no, creo son los nervios de que me dirás o que se yo, pero es mucha presión para mí, no creía que fuera tan agobiante esto, no se lo que pase, estoy nervioso ansioso y así es una sensación rara
Sabes si llegas a leer esto espero que sepas que de nuevo es la segunda vez que siento tanto amor y cariño por alguien y se que aveces mis acciones no van con lo que digo, pero es por qué no sé cómo exteriorizarlo, no sabía que una carta estuviera cargada de tantos sentimientos y ahora lo sé, es algo increíble y no sé cómo termine esto, pero ojalá nunca te pierda, por qué perderte será algo que voy a sufrir mucho y la verdad no estoy listo para hacerlo, ni quiero que suceda, en fin te quiero tal vez solo a mi única y rara manera de querer, pero en verdad te quiero mucho
La verdad me enamore de ti y yo no planeaba eso en verdad que no planeaba eso, yo solo quería salir y que fuéramos buenos amigos, pero en verdad todo cambio cuando te saludé y ni si quiera yo lo noté, todo era tan fácil como respirar, no me costaba nada hablar, hacer las cosas solo lo hacía, en verdad lamento que estemos pasando por esto, no sabes cuánto duele tal vez intentar ser el de antes y que te vea como mi amiga, pero no puedo y no hablarte m duele aún mas y en veces querer hacerlo y solo ver tu chat y escribir algo y mejor borrarlo, por qué no quiero molestar, se que no es culpa de nadie, pero en verdad es difícil poder estar ocultando esto que siento y saber que tal vez no sea el momento para estar juntos, es una pesadilla la cuál es muy horrible, pero espero que salgamos de esta, al menos espero salir de esto yo, por qué cada día que pasa y cada noche la pesadez del cuerpo es sin duda algo casi palpable, pero está bien el amor demanda sentirse, hacía tiempo que no sentía este amor tan grande por alguien, no lo planeaba, en verdad que no y es que todo sucedió sin que lo pudiera parar, es un martirio si te soy sincero, es algo que no creía que me volviera a pasar al menos no lo esperaba tan pronto y sabes en verdad te quiero mucho y aunque no te enseñe lo que escriba, muy dentro de mi no sabe que hacer, no sabe que decir, la verdad no sé ni cómo actuar, cada que te veo solo pienso una cosa
Tu no quieres un millón de admiradores, solo quieres uno Y quizá no sabemos cómo explicar el amor que uno siente a la otra persona, tal vez te ame profundamente algún tiempo o toda la vida si algún día me lo permites ¿No es más de lo que la mayoría logramos tener? Intento imaginar un mundo sin ella, sin nosotros y lo vacío que estaría. Ella es hermosa, no te cansas de mirarla, no te preocupa si es más lista que tú, por qué lo es, es graciosa, pero jamás es cruel, tal vez la amo y sabes que, soy muy afortunado por hacerlo
Mónica, en verdad te quiero con toda el alma y se que nunca encontrarás esto y espero nunca sea así
0 notes
Año 1. Capítulo 2 (III, IV, V).
Tumblr media
III. 1961.
A menudo, las cosas de Lily desaparecían y no las volvía a ver en un buen tiempo. Y no solo sus cosas; el periódico de papá, las agujas de tejer de mamá, algunas muñecas de Petunia corrieron la  misma suerte y Petunia todavía no perdonaba perder la jarra de su juego de té que la abuela le obsequió una Navidad. “¡Eres un tormento!”, había gritado Petunia. Su hermana le gritaba muy a menudo palabras como esas. Un par de años atrás, que las cosas se perdieran era la cosa más desconcertante del mundo. Después de Severus, Lily comprendió que probablemente la culpa era toda de ella. Aquella mañana, sus zapatos desaparecieron misteriosamente de su lugar. Y estaba muy segura que los había dejado sobre la cómoda la noche anterior. El asunto era de gran importancia, ya que aquellos zapatos eran nuevos y Petunia se encargaría de decirle a su padre lo descuidada e imprudente que era. No era que su padre se enojara demasiado, pero no le gustaba hacer el papel de tonta con él, así que miró debajo de la cama, tras la cómoda, en el armario, salió de la habitación y miró en el baño, pero no había señales de ellos en ningún lado. Resoplaba dándose por vencida cuando escuchó a Petunia gritar en el jardín. Regresó aprisa a su habitación y miró por la ventana: Petunia había salido de la casa y se distraía discutiendo con Severus, que no se atrevía a cruzar la acera de entrada a la casa. Lily se calzó unas sandalias atropelladamente y bajó rauda por las escaleras hasta el jardín. Petunia había desatado una pequeña batalla de miradas críticas en contra del niño y Severus estaba exasperándose. Lily quería evitar eso, porque sabía que Severus era capaz de…
—¡Nadie te quiere aquí!, ¡No vengas a vernos! —exclamó Petunia furiosa.
—Eres una tonta, no vengo a verte a ti, vengo a ver a Lily —replicó Severus, muy alterado.
—¡Odioso!
—Muggle.
—¡Tuney, basta! —reclamó Lily, deteniéndose junto a su amigo. Petunia se cruzó de brazos, irritada.
—Dile a tu sucio y desagradable amigo que no puede estar aquí —murmuró, altiva.
—Déjalo en paz —dijo Lily, sonrojada por el comentario.
—Los vecinos podrían verlo, y entonces pensarían que cualquier clase de persona vive aquí —continuó, mostrando los dientes.
—No digas que no te lo advertí…—murmuró Severus, furioso.
—No harás nada —advirtió Lily, tomando su mano —, mejor vámonos.
A Severus le hubiera gustado mucho darle una lección a aquella chica odiosa, pero no pensaba perder ni  un solo minuto de su tiempo con Lily. Ignoró a Petunia y anduvo tras la niña de inmediato, sorprendido por lo rápido que había cedido. Petunia se quedó pasmada momentáneamente, pero enseguida reanudó su ataque, más molesta que nunca.
—¡Fenómeno! —chilló.
—¡Ordinaria! —gritó Severus.
—¿Adónde vas, Lily? ¡Le voy a decir a mami!
—¡Le voy a decir a mami! —remedó Severus. Lily no se molestó en responder, cerca del cruce de la privada. Petunia los miró alejarse con gesto enfurruñado. Todavía se escabullía de vez en cuando tras ellos, pero esa tarde tenía planes y no pensaba ir a cuidar a su hermana. Así que regresó de nuevo a su casa, segura de que por mucho que se quejara, sus padres no regañarían a su hija consentida.
Severus y Lily corrieron y llegaron a los columpios del parque, donde Lily se apoderó de uno de ellos, vacíos a aquella hora del día.
—¡Pero qué mal corres, Severus! —dijo Lily jadeando.
—Lo sé —respondió Severus, jadeando ­—. No vuelvas a hacerme esto por favor, o te juro que voy a morir.
—Creo que papá me regañará.
—Ella inventará cualquier cosa de todos modos —dijo Severus, sentándose en otro columpio.
—Es cierto —reflexionó Lily, esta vez sentándose. Se quedó muy callada y pensativa un largo momento, enrollando la cadena del columpio para soltarle después y girar vertiginosamente.
—¿Qué te sucede? —preguntó Severus.
—¿Por qué te portas tan mal? —preguntó Lily sonriendo y girando.
—Si no hiciera la mitad de las cosas que suelo hacer y que no debería, estaría en mi cuarto sentado, sin moverme ni hacer nada. Además tengo que practicar.
Lily no contuvo la risa esta vez. De pronto pareció mucho más alegre. Se echó a correr de nuevo cuando él se distrajo, dando brincos y Severus reanudó su carrera loca tras ella hasta internarse en el bosque, a su lugar predilecto. Una vez ahí, se tumbaron sobre la hierba, miraron la forma de las nubes y jugaron a adivinar que criaturas fantásticas eran. Severus le había compartido a Lily un libro fantástico, gastado y roto. “Animales fantásticos y dónde encontrarlos”, llevaba por título. Lo había leído más de quince veces, absorta y fascinada con su contenido. En los cielos, Lily encontró una esfinge y Severus un basilisco. Después, Lily halló un unicornio y Severus aseguró haber visto un torposoplo. Cuando Lily lo miró con los ojos muy abiertos, Severus se echó a reír al ver su cara. Luego se cansaron de aquél juego y se quedaron en silencio, tendidos el uno al lado del otro. Aun mirando las nubes, Lily se preguntaba todo lo que podría hacer con magia. Desde que Severus le había explicado que era bruja, no podía imaginar el mundo caminando de otra forma. Severus era totalmente distinto de cualquier otro chico que ella hubiera conocido antes. Hacia cosas que la aturdían, como robar y mentir. Y lastimar a Petunia tampoco había sido de su agrado. Una vez hizo que una rata la persiguiera haciéndola saltar de su escondite, donde Petunia se mantenía, necia, escuchando sin atreverse a llegar. A Severus todo le causaba mucha gracia. Cuando notaba que Lily lo desaprobaba se ponía tenso y enrojecía. Lily había descubierto que era simplemente imposible que él le mintiera a ella. Tartamudeaba y se ponía nervioso y comenzaba a decir una tontería tras otra hasta que soltaba la verdad a bocajarro. Después salía huyendo. Pero era muy agradable y emocionante hablar con él. Petunia se había encargado de hablar cosas terribles a sus padres y aunque su padre le había visto con recelo, la dejó seguir frecuentándolo luego de conocerlo. Había intentado que Severus fuera a su casa un par de veces, pero él siempre se miraba los zapatos y se quedaba en el jardín. ¿Qué pensarían sus padres si todo aquello de la escuela era cierto?, pensó.  ¿La dejarían ir a estudiar a ese lugar, ella sola? La sola idea la emocionaba mucho. Echado a su lado, Severus miraba el cielo, pero no observaba las nubes. Pensaba en la carta de Hogwarts. Estaba seguro que no tardaría en llegar y el pensamiento lo mantenía perturbado día y noche. No le preocupaba no ser admitido, él sabía que tenía un lugar asegurado. A sus once años, ya había realizado hechizos que muy pocos niños habrían intentado. Eileen tenía docenas de libros en el ático y también tenía cierta cantidad de objetos extraños, casi todo heredado. Le había insinuado que aquellos libros viejos también serían suyos y tuvo que comenzar a hacerse a la idea de que llevaría todo de segundo o tercer y cuarto uso al colegio, pero aquello era poco: se iba al colegio. Por fin. Con Lily.
Sonrió involuntariamente; estarían los dos en el colegio, lejos de Tobías y Petunia Evans. Quizá incluso podrían estar en la misma casa: Slytherin. Giró la cabeza para ver a Lily echada a su lado y descubrió que ella lo estaba mirando. Y un agradable cosquilleo le recorrió el estómago.
—Sev…— dijo Lily.
—¿Qué?
Una lluvia de hojas cayó sobre Severus y tuvo que sentarse, mientras Lily lo atacaba a diestra y siniestra, riéndose a sus anchas. Escupieron algunas que tragaron por descuido y permanecieron sentados, cruzando ambas manos sobre las rodillas. Miraron de nuevo el cielo.
—¿Por qué estás tan serio? —dijo Lily —. ¿Qué me ocultas, Severus Snape?
Severus la miró de reojo. Jugueteó un momento con la hierba, indeciso.
—Lily, te voy a contar un secreto —comenzó nerviosamente —. Tobías no sabe que Eileen es bruja.
Lily lo miró incrédula. Abrió mucho la boca.
—¿Qué?
—Si, lo sé…
—¿Pero en todos estos años no se ha dado cuenta?
—No
—¿Nunca le dijeron?
Severus negó con la cabeza
—Eileen no está segura de que pasará cuando llegue la carta de Hogwarts. Incluso está considerando no decirle…
—¡Pero Severus, eso será imposible! —interrumpió Lily.
—Tal vez, pero…
—¡Sería muy difícil para tu mamá ocultarlo!
—Sí, pero Eileen cree que…
—¿Cómo van a…?
—¡Lily, no me interrumpas!
—Lo siento —dijo ella apenada, pero sonriendo.
—Ella…le ha dicho que quiere que estudie en un internado para poder trabajar. Él no le pone mucha atención, pero le interesó la escuela. Solo que no quiere que sea muy cara. No quiere tenerme en casa —terminó Severus, algo avergonzado.
La niña hizo una mueca. Nuevamente esa punzada de temor se hizo presente.
—Sev… ¿Y si no llega la carta de Hogwarts?
—Llegará Lily, va a llegar.
—¿Pero y si no llega?
—Va a llegar —afirmó, con fuerza —.  Eileen quiere evitar que Tobías lea la carta, necesito interceptarla antes de que sea tarde. O no sé lo que pasara.
—¿Pero cómo atraparás a una lechuza, Sev? Puedo meterle una zancadilla a un cartero, ¿pero a una lechuza?
Severus abrió los ojos como platos. Le mostró una enorme sonrisa.
—¿Golpearías a un empleado del servicio postal?
—Golpearía a ese empleado del servicio postal por ti —afirmó enérgicamente. Luego los dos comenzaron a reír —. Supongo que estaremos aquí todas las tardes, Severus. Si es que no llega por la mañana, claro. Te ayudare a atrapar esa carta.
—Gracias, Lily —dijo Severus sonriendo. Después la observó por un momento —Eres la mejor amiga del mundo, ¿sabes?
Lily comenzó a reírse muy fuerte.
—¡Pero si soy tu única amiga, Severus!
—¡Lily! —gritó una voz detrás de ellos.
Parada a por lo menos diez metros de distancia, estaba Petunia, con su mejor cara de irritación y los brazos cruzados.
—Mami dice que vuelvas —le informó a Lily y le echó una mirada torva a Severus, que ni siquiera se molestó en verla. Lily se puso de pie y se sacudió la hierba del vestido. Severus la imitó.
—¿Te veré mañana?
—No creo. Iremos a Hogsmeade el fin de semana y de ahí, al Corredor de Magia. Tobías llegará el domingo por la noche, para entonces, ya habremos llegado. No hay correo los domingos, así que no creo que deba preocuparme. Ni tú.
—¡Hogsmeade! —se quejó Lily.
 —¡Lily! —gritó Petunia de nuevo.
Severus apretó los ojos, mucho más irritado que Petunia.
—Tal vez un día te pueda llevar —dijo —, aún no puedo, porque eres muggle.
Lily hizo un puchero con los labios.
—Está bien. Me voy porque si no, me castigaran. Te veré el lunes.
—Te estaré esperando —dijo él, ansiosamente. Lily lo observó un instante, con ambas manos cruzadas en la espalda.
—¿Qué? —preguntó Severus.
—¿Por qué les llamas así?
—¿Así, cómo?
—¿Por qué no les llamas mamá y papá?
Severus se quedó pasmado momentáneamente, sin atinar a darle una respuesta. Se encogió de brazos con indiferencia. Lily sonrió y luego, le besó la mejilla rápidamente. Después salió corriendo.
—¡Adiós Severus!, ¡Pórtate bien! —le gritó.
Severus quiso responderle, pero no salió ningún sonido de su boca. Levantó la mano y la agitó al viento, mientras sonreía como tonto y sentía un agradable calor en el estómago. Después, pasó sus dedos por la mejilla besada y regresó a su casa con la mano todavía apoyada en ella.
Eileen tenía planeado acudir a varios lugares. Uno de ellos era el Festival de la Luna en el Corredor de Magia, que se llevaba a cabo cada año, desde hacía más de trescientos años. No era tan antiguo como la Feria de Skataborg, pero había quienes asistían cada año como si fuera una obligación y siempre rebosaba de asistentes. Eileen y Severus usaron el tren para llegar al sitio. Lo hacían a menudo y Severus siempre se preguntaba por qué Eileen no podía hacer uso de métodos más sofisticados y mágicos, como un traslador, cuya función era transportarte de forma automática a tu destino deseado. A veces, a Severus le parecía que Eileen se resistía a usar la magia. Anduvieron por la torcida callejuela hasta que Eileen encontró el sitio que buscaba. O la criatura: una pequeña y escuálida figura de aspecto deprimente y grandes orejas esperaba sentado sobre un barril, al lado de una carpa. Un elfo doméstico. Cuando el elfo vio a Eileen bajó del barril de inmediato.
—Severus, quédate aquí y no te vayas a ningún lado —advirtió ella.
Severus quiso replicar, pero Eileen siguió su camino y fue al encuentro del elfo. Eileen también solía imponer una serie de reglas que Severus tenía que seguir si quería seguir acompañándola en sus salidas:
No apartarse de su vista.
No moverse del sitio donde ella le dejase.
No llamar la atención.
No hacer magia.
Además, tenía que referirse a ella siempre como “mamá”, aunque no le molestaba que le llamara por su nombre en Cokeworth. Era todo muy extraño. La carpa era de color verde y estaba abierta al público. Severus decidió ir a meter la cabeza cuando notó que ya había dos niños adentro. El interior era más espacioso —seguramente gracias a un hechizo de ampliación — y el centro estaba ocupado por una mesa repleta de chucherías con etiquetas de precio, velas encendidas y una gran bola de cristal que contenía un ojo que lucía bastante asqueroso. Una adivina. Las víctimas eran dos chiquillos, uno mayor que el otro, Severus calculó que debía tener su misma edad.
—Veo a una mujer en tu vida —dijo la adivina. Parpadeó confusa cuando vio a Severus entrar —, roja como la sangre.
—Ah, pensé que diría que mi madre —dijo el mayor.
La adivina tensó los dedos sobre la frente, intentando ver más allá, cuando en teoría debía ver la bola de cristal.
—Tendrás una vida trágica…corta…
La mujer abrió los ojos para ver el efecto provocado. El chico mayor la miró escéptico y el más pequeño a su lado soltó una risita.
—¿En serio? —dijo el chico.
La bruja resopló.
—Será más larga que la tuya—gruñó. La sonrisa del pequeño se esfumó —. Si me das un sickle, te daré buenas noticias.
—¡Embustera!
—No creo que sepas lo suficiente de la lectura de manos como para hacer esa acusación, jovencito —replicó la mujer, muy indignada.
—¿Cómo va a darme buenas noticias si ya ha dicho que tendré una vida corta y trágica? —rebatió el mayor.
—¡El amor siempre es una buena noticia! —exclamó ella.
—¿Puede decirme a qué casa me enviará el sombrero seleccionador? —preguntó el chico.
—Me fastidian, márchense —espetó la mujer, tomando los dos knuts que costaban sus interpretaciones, de la mesa —Y no los quiero merodeando por aquí.
—Espere —dijo el pequeño —, dijo que había una chica…
—¡Siempre hay una chica! Es una tontería, Reg —dijo el mayor —. No sabe nada de adivinación.
Intentaron salir de la pequeña tienda dando tropezones con Severus. El chico mayor le miró con desgano.
—¿No te cansas de estorbar? —le increpó.
—¿Te molestaría pedir permiso para pasar? —replicó Severus.
No recibió respuesta porque el chico se abrió paso seguido del pequeño. Afuera se alborotó el cabello oscuro y miró en derredor con fastidio.
—¡Kreacher! —soltó muy alto —. ¡Desaparece!
El mismo elfo que Severus vio al llegar apareció de pronto. Esta vez parecía molesto.
—Mi señora me ordenó que los vigilara; debo obedecer a mi señora —replicó el elfo.
—Y yo te ordené que desaparecieras —dijo el niño, mirándolo con frialdad —. Bien podrías desaparecer y aparecer de nuevo.
El elfo gruñó. Chasqueó los dedos en el aire y desapareció y luego apareció de nuevo.
—¿Ves? —espetó el niño —. ¿Tengo que decirte como hacer tu trabajo?
—Déjalo en paz —intervino el pequeño —. Mamá hará que se castigue de nuevo.
—Sólo es un elfo, Regulus… ¿Por qué nos estás viendo? —increpó de pronto a Severus. Y Severus estaba a punto de responder cuando vio a una mujer alta y de semblante agrio, vestida de púrpura y haciendo aspavientos. La mujer les hizo una seña a ambos niños mientras miraba de arriba abajo a la gente que caminaba a su lado y los chicos obedecieron a regañadientes. Envuelta en su raído abrigo negro, Eileen apareció a su lado de pronto y lo hizo brincar del susto. Sondeaba con la mirada entre la gente, algo ansiosa y Severus se preguntó si estaba cuidándose de alguien.
—Allá —dijo ella de pronto y casi lo arrastró del cuello hacia la entrada del teatro de vapor, donde la mujer de púrpura esperaba.
—Cada vez se corrompe más este sitio. A este paso, pronto estaremos infestados de sucios mestizos —se quejó, cuando llegaron a ella. El chico mayor la miró con desesperación.
—¡Mamá, no!
—¡Cállate!
Derrotados, siguieron a su madre dentro del teatro y Severus y Eileen entraron tras ellos.
La función presentaba la historia del Corazón Peludo, ya conocida para Severus. Avanzaron entre las filas no muy llenas y Eileen lo empujó para que tomara asiento al lado de los chicos del elfo. Luego Eileen fue a sentarse detrás de él dos filas atrás, con la mujer de púrpura, que no disimulaba su aversión por las personas. Suspirando, Severus cruzó ambos brazos mientras veía la representación en el escenario. Nubes de vapor de colores subían y bajaban y tomaban forma mientras la historia era relatada por una voz oculta. El teatro de vapor no era precisamente de su agrado porque los olores le provocaban algo de mareo, pero concentró su atención lo más que pudo en la historia. La voz susurrante de Eileen detrás de él y el demandante tono de su interlocutora lo distraían en todo momento. Cuando la mujer soltó una risita de evidente indignación, Severus estuvo a punto de volver la cabeza con mirada acusadora, cuando reparó en el par de chicos que estaban a un asiento de él. El pequeño parecía poner su total y absoluta atención en lo que se contaba, pero el segundo, con los pies sobre el asiento de adelante, dejó caer la cabeza sobre el respaldo como si estuviera siendo torturado. Gimió de pesar y volvió sus ojos grises hacia Severus.
—¿Qué? —ladró.
—¿Qué quieres? —respondió Severus.
—¿Qué me ves?
—¿Por qué crees que te miro?
—¿No estás mirándome ahora? ¿No estabas mirando allá afuera?
—Sirius… —advirtió la mujer detrás de Severus.
Sirius entornó los ojos y Severus hizo lo mismo. Después miró con desaprobación los pies del chico sobre el asiento y este le devolvió una mirada insolente que Severus decidió ignorar. Sirius comenzó a reírse por lo bajo mientras escuchaba la historia y le susurró a su hermano un par de cosas que hicieron que ambos comenzaran a reírse. Severus los miró enfadado.
—No me dejan escuchar —se quejó.
—No te pierdes de gran cosa —repuso Sirius.
—Eso no te importa, déjame escuchar.
—¿Te estoy jalando las orejas?
—Sirius…
—¡Ya te oí, madre, todo el teatro te escucha! ¡Deberías ser la narradora!
Como respuesta recibió un azote en la cabeza del abanico anormalmente largo de su madre, que hizo que tanto Regulus como Severus se echaran a reír. Una par de personas chistaron más adelante y los tres chicos recuperaron la compostura.
—Severus —susurró Eileen.
—Pero él…
—Compórtate, Severus.
—¡Pero él está hablando!
—¡Cierra la boca!
—Qué gran consejo, Severus. Deberías seguirlo, Severus —susurró Sirius.
Severus se cruzó de brazos nuevamente. Segundos después, Sirius comenzó a imitar los sonidos de la caldera de una locomotora cada vez que había una expulsión de vapor en el escenario.
—¡No me dejas escuchar! —se quejó Severus.
—¡No me dejas escuchar! —remedó Sirius.
Alguien volvió a chistar y se quedaron en silencio de nuevo. Sirius se irguió en su asiento con aire festivo y Severus lo miró fúrico.
—¡¿Qué?! ¡¿Todo te molesta verdad?! —dijo Sirius, segundos antes de ser aporreado de nuevo por el abanico de Walburga Black —. ¡Ay!
—Vámonos, Severus —ordenó Eileen.
Se puso de pie más aliviado y miró de reojo al chico. Sirius le ofreció una risita socarrona.
—¿Severus? —preguntó.
—¿Tienes algún problema con mi nombre?
—Es un gran nombre para una mascota.
—Qué curioso que piense de esa forma alguien cuyo nombre significa “perro”…
Sirius brincó de su asiento, pero las manos rápidas y sensatas de su hermano lo devolvieron de inmediato a su lugar. A Severus ya lo estaban arrastrando fuera del teatro; Eileen lo prensó de la oreja y tiró de él hasta que estuvieron libres del sonido y sus vapores. Severus se frotó la oreja y la miró con recelo, aunque Eileen no usó demasiada fuerza en aquél castigo.
—¿No te dije que  no llamarás la atención?
—Lo siento —gruñó—, pero él…
—¡No llames la atención, Severus! —riñó ella en un susurro. El niño la miró perplejo por algunos segundos, deseoso de cuestionar por qué todo aquel secretismo. Eileen cortó la riña visual revolviendo nerviosamente en su bolso y Severus desistió, porque no quería perder sus pocos privilegios.
—¿Y quiénes son ellos? —preguntó.
—Ellos… —pareció pensarlo un poco, mientras revolvía en su bolso —. Ellos son los Black.
—¿Los Black? —repitió Severus —. ¿Pero son Los Black? ¿Porque hay muchos, no?
—Solo hay tres ramas con el apellido Black, Severus. Esta es Walburga, esposa de Orión Black, la actual cabeza de la familia. Así que sí, ellos son Los Black. Es probable que estés en el colegio con ese chico, tiene tu edad.
Severus no reprimió un gesto de desagrado.
—Siempre y cuando no estemos en la misma casa.
—Solo que el sombrero seleccionador te envíe a otro lado porque si algo es seguro es que todos ellos son siempre Slytherin.
—¿Le vendiste algo?
Eileen apretó los labios y elevó el rostro al cielo. Severus notó que la pregunta la había contrariado de una forma extraña.
—Sí. Pero no le digas a nadie —admitió, resignándose a no encontrar lo que buscaba afanosamente en su bolso.
—Pero no hablo con nadie…—murmuró.
—Mejor. Vamos a casa. Quiero estar ahí antes que esa lechuza —dijo, apretando el paso.
IV.
Somnolienta y con mucha sed, Lily se sentó en la cama. Miró el reloj: eran las ocho y veinte de la mañana. Se levantó de la cama, se puso sus pantuflas y bajó a la sala bostezando. La casa estaba muy silenciosa. Su madre adoraba dormir hasta tarde y su padre había trabajado ese fin de semana. Fue directo a la cocina decidida a tomar un bocadillo, pasó frente a la puerta y se dio cuenta de que la correspondencia estaba tirada frente a la puerta. La levantó con pereza y la llevó con ella a la cocina, donde la depositó sobre la mesa. La miró con muy poco interés: casi siempre eran cuentas, nada que a ella le interesara y la abuela había escrito hacia muy poco, como hacía cada mes o dos. Se dirigió al refrigerador y sacó el cartón de leche, tomó un vaso de la repisa y volvió a la mesa. Había una gran ata con galletas sobre, así que sirvió un enorme vaso de leche, sacó dos galletas y ruñó una de ellas, bebió un poco y medio durmió con el vaso en la mano. Luego se acordó que seguía en la mesa, abrió los ojos y bajó de la silla. Pensaba regresar a su habitación con el botín cuando, ya de espaldas, algo acabó con su somnolencia. Giró despacio el cuerpo y miró la correspondencia sobre la mesa: un sobre muy grande y amarillento destacaba entre los demás sobres. Lo levantó con curiosidad, lo miró por todos lados y su corazón dio un vuelco: detrás, llevaba un sello rojo, lacrado con una H mayúscula. Una H mayúscula.
Lily bajó la carta con los ojos muy abiertos. Sintió que el corazón se le iba a salir del pecho. Con los dedos temblorosos, giró el sobre y leyó el destinatario:
Señorita Lily Evans. Little Garden No. 37, Cokeworth.
El sueño había desaparecido. Lily abrió el sobre lentamente, como si temiera que fuese a desaparecer de pronto, y sacó un par de hojas. Leyó el contenido, terminó, abrió mucho la boca, la cerró y volvió a leer todo de nuevo, intentando convencerse así misma que no estaba soñando:
Tumblr media
Por favor, observe la lista del equipo y los libros necesarios.
Cordialmente, Horace Slughorn.
Director adjunto
Lily soltó tal grito que levantó a las durmientes de casa y casi hizo temblar los cristales de la salita de estar. Comenzó a correr por toda la cocina con la carta en alto, mientras Petunia aparecía por la escalera atropelladamente.
—¡Dios, Lily! —soltó Daisy Evans, adelantándose a Petunia. La niña estiró el cuello para ver aquello que su hermana sujetaba fuertemente entre las manos y Lily corrió hasta ella, la abrazó con fuerza y le plantó varios besos en ambas mejillas.
—¿Qué te pasa, Lily? ¿Qué es eso? —gruñó Petunia, limpiándose la cara.
—¡Soy una bruja! ¡Soy una bruja! —gritó Lily con emoción.
Petunia pestañeó, confundida, pero pronto comprendió; le arrebató la carta de las manos e intentó leerla, pero fue sustraída de entre sus dedos por su madre, intentando detener aquella eufórica escena.
—¡La carta, mamá! ¡La carta de Hogwarts! ¡Llegó, llegó! —chilló Lily.
Petunia esperó ansiosamente la reacción de su madre, que leía la misiva con cierto estupor en el rostro.
—Pero esto…. —murmuró la mujer y una mueca apareció en sus labios. Miró a su hija con comprensión, segura que aquello no era más que una broma —, Lily…
—¡Severus me lo había dicho, mamá, me dijo que llegaría!
—Lily, cálmate por favor…
—¡Que tonta eres! —brincó Petunia —. ¡Es una broma! ¿Cómo puedes creerte esto?
—¡No es una broma!
—¡Si lo es!
—¡Mamá!
—¡Cálmense ambas! —exclamó la mujer, mareada con aquella discusión —. Tuney, no tienes que ser tan cruel con tu hermana.
—¡Pero…!
—Lily —dijo la mujer con severidad. Luego suavizó el tono de su voz —, Lily, esto debe ser una broma…
—¡No lo es! —chilló Lily —, ¡Sev me lo había dicho!
—Severus ha llegado muy lejos con esta broma —dijo la mujer, con el ceño fruncido —. Tendrá que escuchar lo que le voy a decir.
Detrás de ella, Petunia sonrió, segura de que por fin habría consecuencias para el detestable chico. Tres golpes en la puerta consiguieron que mujer y niñas guardaran absoluto silencio. Estáticas, contemplaron la puerta sin atinar a hacer algo.
—Alguien toca a la puerta, mamá —susurró Petunia.
—Ya lo sé, Tuney —repuso esta y anudando el frente de su bata, avanzó alisándose el cabello y abrió la puerta. Una mujer se encontraba del otro lado, mirando fijamente el tapete de la entrada. Era una franja de césped falso de color verde claro y con la leyenda “Bienvenidos” en grandes letras blancas. Algunas flores adornaban las esquinas, rodeadas de abejas con caras felices. La mujer levantó la mirada hacia la madre de Lily y esbozó una hermosa y amigable sonrisa.
—¡Muy buenos días! ¿Aquí viven los Evans?
Daisy Evans observó el atuendo de la visitante con cierto estupor en el rostro. Quizá era actriz de teatro, pensó. La mujer llevaba un vestido antiguo, casi blanco y muy largo, con botones de perla cerrando al cuello y adornado con un gran prendedor ovalado de color negro y azul oscuro, con la efigie de un águila. Se protegía del frío con una larga y gruesa capa tan azul como el prendedor y un par de guantes de piel que contrastaban notablemente con su imagen. La puntiaguda cresta de su calzado asomaba ligeramente debajo del borde de su indumentaria y llevaba el oscuro cabello suelto sobre los hombros, coronado por una fina capa de copos de nieve. Pero aún no estaba nevando. Petunia sacó la cabeza por debajo del brazo de su madre, apoyado en el marco de la puerta y Lily hizo lo mismo bajo el izquierdo.
—Somos los Evans, ¿En qué puedo ayudarle?
—¡Es un placer, señora Evans! Mi nombre es Dorcas Meadowes y he sido enviada para ayudarles.
Daisy Evans alzó una ceja.
—¿Disculpe?
—¡Oh, no, usted no ha hecho nada!
—No me refería a eso, yo…
—Perdóneme si se han confundido, pero han enviado la carta antes y yo debía entregarla personalmente. Tenemos una parvada de lechuzas novatas con mucho ánimo para trabajar y yo debí haber llegado temprano esta mañana, pero usted sabe, uno no puede ganarle a una lechuza con brío como no sea desapareciéndose y aun corre uno el riesgo de escindirse…
—¿Carta? —preguntó Daisy Evans.
—¿Escindirse? —señaló Petunia.
—¿Lechuza? —repitió Lily y entonces, Lily comprendió de golpe quien era o qué era aquella mujer y dio tal brinco que casi tira a su madre —. ¡Eres una bruja!
—¡Lily! —regañó su madre y la mujer soltó una carcajada.
—¡Eso justamente! —celebró la desconocida —. ¡Tú debes ser Lily!
—Lo siento, pero no tengo idea de quién puede ser usted y por qué conoce a mi hija —soltó Daisy Evans, empujando a ambas niñas a sus espaldas —. Y tampoco me interesa lo que vende…
—Señora Evans, he sido enviada del colegio Hogwarts de Magia y Hechicería del que supongo, ya ha leído la carta. Usualmente estas entrevistas comienzan de esta manera, entonces, acostumbro aligerarlas desde el inicio, si me permiten…
Dorcas Meadowes metió la mano en el bolsillo de su abrigo con mucho misterio y las Evans se inclinaron hacia atrás preventivamente. Lo que sustrajo fue una larga y bonita vara de madera, cuidadosamente trabajada y pulida. Las tres mujeres abrieron mucho los ojos.
—¿Qué es eso? —preguntó Petunia.
—¡Es una varita! —gritó Lily —, ¡Es una varita mágica!
La mujer agitó la varita al aire y de pronto, el recibidor de los Evans se estiró hacia atrás tan rápido, que Lily, Petunia y su madre se fueron de frente, mientras en su hogar se materializaba un pasillo tan largo y tan lejos de la entrada, que Dorcas Meadowes solo era una diminuta sombra recortada contra la puerta abierta.
—¿Está bien esta distancia? —gritó y su voz resonó poderosamente —, ¿o quiere que hablemos dentro de su casa?
El pasillo regresó intempestivamente a su tamaño original, mientras las tres mujeres daban gritos de susto. Petunia se aferró a su madre y Lily cayó de espaldas y en unos segundos, estaban de nuevo frente a la profesora. Daisy Evans se levantó del piso y cerró la puerta de golpe con tal mirada de susto en el rostro que se diría que había visto al mismo demonio. Petunia, que había huido, soltó un grito agudo y Lily brincó tras ella seguida de su madre. Encontraron a Dorcas Meadowes dentro, mirándose apaciblemente una uña.
—¿Ve? Pude haber perdido un dedo, solo atisbé en su salita, uno siempre debe conocer el sitio a donde va, por lo menos en fotografías.
—¿Cómo entró…? —jadeó Daisy Evans —, ¿cómo entró a la casa?
—Con esto —levantó la vara de madera —. Es una varita mágica, señora Evans. Yo soy una bruja. Su hija también lo es. Por eso ha recibido la carta.
—Mi hija no es eso que usted dice —Daisy miró a Lily con temor en el rostro —. Mi hija es una niña normal.
—No, no lo es —aseguró Dorcas, dando lentos pasos hacia ella —. Ella es excepcional. Hace cosas excepcionales, ¿verdad, Lily? Quizá cambies el color de las cosas solo con desearlo…o brinques tan alto que casi vuelas. Los objetos se mueven de su sitio o cambian de lugar o desaparecen y no los vuelves a ver en un buen tiempo. Y te suceden todo el tiempo, ¿cierto?
Lily miró a su madre con la duda pintada en el rostro y esta se interpuso entre la mujer y ella. Dorcas giró los ojos por la habitación. Alzó nuevamente la varita y una intensa luz blanca se desprendió de la punta de esta. La figura de un lince tomó forma y corrió por la habitación atravesando muebles y puertas hasta desvanecerse en la puerta de la cocina, dejando tras de sí una suave estela de color plata.
—No he venido a lastimar a Lily de ninguna forma, señora Evans. Como ve, yo también puedo hacer cosas como las que su hija hace y es debido a que somos personas mágicas. Antaño, también asistí al mismo colegio, aprendiendo a manejar y controlar la magia. Lily tiene un lugar para ella. Es decisión de ustedes si le permiten asistir o no, pero he de advertirle que en caso de negarse, puede ser que Lily pierda su magia con el tiempo, porque no aprenderá a manejarla. Si usted me permite, podemos tomar asiento y le contaré exactamente en qué consiste el colegio —dicho esto, la mujer depositó la varita sobre la mesa de centro y cruzó ambos brazos sobre su falda —Contestaré cualquier pregunta que tenga, cualquier duda. Y entonces, podrán tomar una decisión. Porque sé que no necesito convencerla de la magia que Lily lleva dentro.
La mano de Daisy Evans apresó el hombro de Lily y la niña miró a su madre con ansiedad. Exhaló un profundo suspiro.
—Quizá debamos hablar con mi esposo presente —sugirió.
                                   V.
La luz de la luna rebotaba sobre el pavimento húmedo en Cokeworth. En la oscuridad de la calle resonaban los pasos apresurados de Eileen Prince, mientras Severus caminaba tras ella, esquivando las líneas horizontales de la banqueta. Levantó la mirada y la dirigió hacia el fondo de la calle que estaban cruzando. Era una calle muy larga y al final se encontraba el parque al que iban a jugar cada vez que podían.
¿Estaría dormida? Apenas eran las nueve. Se rascó la cabeza y después hundió las manos en las bolsas de su abrigo, porque el aire frio comenzaba a calarle los huesos. Entraron en La Hilandera, que era la calle en donde estaba su casa y que en general era un punto de referencia en aquel lugar. No muy lejos de ahí, corría un rio caudaloso y oscuro, poblado de ranas. A veces iba a aquel lugar a esconderse cuando sus padres peleaban. Después de un rato, vio aparecer la puerta de su casa y bajó de nuevo la mirada al piso, mientras escuchaba el sonido que hacían las llaves en la mano de su madre al rozarse una con otra, cuando chocó de frente con ella. Se había detenido abruptamente. Estiró el brazo izquierdo hacia atrás de inmediato, de forma protectora y Severus adivinó que algo andaba mal.
La casa estaba a oscuras, pero Tobías tenía la puerta abierta. Estaba sentado en el escalón de la entrada, fumando un cigarrillo, cosa que Eileen detestaba. La escuchó suspirar profundamente. Esta avanzó de nuevo hacia la entrada y Severus la siguió sigilosamente.
—Hace frio —observó ella.
—Que perspicaz eres —contestó él. Eileen apretó los labios.
—He traído la cena.
—Ere una madre ejemplar —respondió con indiferencia, mientras le daba otra calada a su cigarro. Eileen reprimió un gesto de asco y lo rodeó para ingresar en la vivienda. Severus la siguió y Tobías estiró repentinamente el brazo para imperdirle la entrada. Severus se detuvo abruptamente.
—Siéntate —le ordenó. Severus obedeció y tomó asiento a su lado, mientras Tobías le daba otra calada a su cigarro. Lo miró, mejor dicho, le examinó el rostro cuidadosamente, antes de exhalar el humo en su cara. Severus contuvo las ganas de toser.
—¿Qué grosería es esa? —exclamó Eileen desde el pasillo, bastante enfadada. Tobías soltó una risotada seca y macabra.
—Quizá tú puedas explicarme qué clase de grosería es esta otra —respondió, levantando en alto el sobre de Hogwarts.
Severus palideció; se levantó de inmediato de su lugar, pero Tobías hizo lo mismo, lo sujetó con fuerza del cuello y lo estampó contra la pared. Eileen regresó apresuradamente hacia ellos y extendió los brazos hacia Severus.
—¡QUÉDATE DONDE ESTAS! —bramó Tobías, mientras azotaba la puerta. Severus se atrevió a moverse de su sitio y Tobías le dio tal bofetada que lo tiró al suelo. Eileen se paralizó a medio pasillo.
—Tobías… —murmuró ahogadamente.
—Cállate.
—Por favor…
Tobías extendió una hoja de pergamino amarillento; la sacudió y se la mostró a su esposa
—¿Qué significa esto? —espetó —. ¿Magia? Pensé que ustedes dos, par de idiotas, querían jugarme una broma —Severus se levantó del piso con el labio hinchado y sangrando —. Pero entonces, vino a buscarte esa chiquilla sucia que juega contigo en el parque. Traía un sobre exactamente igual que este, así que hice mi tarea: fui directamente con sus padres a preguntarles de esto. Había una mujer con ellos, explicándoles exactamente lo que este sobre quería decir. ¡Tenemos una bruja en la familia! ¡Qué idiotez!
Tobías caminaba de un lado a otro del pasillo, bufando con furia. Severus retrocedió de inmediato, temiendo que le dieran ganas de soltar un par de puntapiés. Su mente viajó de inmediato hacia Lily. ¿La habría lastimado? No, no era tan estúpido. Además, había hablado con sus padres…
—Déjame explicarte —suplicó Eileen.
—¿Explicarme? ¿Hace cuánto sabias de esto?
—Siempre.
—¡¿Siempre?! —gritó furioso —. ¡¿Es que fue anormal desde que nació y no me lo dijiste?!
—¡No es anormal! ¡Es como yo! —espetó ella furiosa.
—Entonces, es anormal…
—¡No me insultes!
—¡HAGO LA QUE ME DA LA GANA! ¡ES MI CASA!
—Y él no ocupará ya mucho espacio en ella. Es un internado, no vendrá a casa más que en vacaciones…
—¡Algo bueno tenía que resultar de eso! ¿Pretendes que pague para que vaya a un colegio a que le enseñen a sacar conejos de un sombrero?
—No seas idiota —murmuró Eileen.
—¿Idiota? —repitió el por lo bajo y se lanzó hacia ella dispuesto a maltratarla. Entonces sucedió lo que Severus veía venir: Eileen sacó la mano de su bolso, empuñando con fuerza una varita de color negro y apuntó directo a su cabeza. Tobías se quedó pasmado, más de sorpresa que de miedo. Miró la punta de la varita y luego la miró a ella, totalmente sorprendido; después, esgrimió una enorme sonrisa y comenzó a carcajearse de ella.
—¿Qué crees que haces? ¿Vas a golpearme en la cabeza con eso? —preguntó, burlón.
—No me obligues a usarla —contestó ella.
— ¿Y qué se supone que harás con eso?
—¿Con esto? ¿Quieres saber qué puedo hacer con esto? ¿En serio? —ahora era Eileen quien se burlaba. Por primera vez en mucho tiempo, Severus pudo ver esa sonrisa que su madre pocas veces exhibía; una sonrisa macabra que la hacía lucir desquiciada —. ¡Esto! —gritó Eileen, haciendo un giro en el aire.
Un potente chorro de luz azul salió de la punta y se impactó contra la puerta, volándola en mil pedazos.
—¡¿Quieres ver que más hace?! —exclamó
Acto seguido, comenzó a lanzar chorros de luz por toda la casa, golpeando mesas, sillas, estantes y rompiendo todo a su paso. Tobías tenía los ojos desorbitados y las manos temblorosas. En un momento, se tiró al piso, justo a tiempo para evitar que uno de aquellos siniestros rayos le diera en la cabeza. A Severus no le preocupaba en absoluto el terror que se había apoderado de su progenitor. Sin embargo, le pareció que su madre comenzaba a perder el control, así que se acercó a ella con cautela y la tomó del brazo.
—Mamá…mamá… —susurró.
Eileen pareció recuperar la cordura al toque de su hijo: bajó la varita y giró hacia Tobías, que se había vuelto a poner de pie y la miraba, totalmente serio y disimulando a la perfección el terror que sentía por dentro. En su cara, una mueca de desprecio se hacía presente. Eileen estaba sofocada. Parecía enferma con el cabello alborotado.
—¿Quieres ver que más hace? —preguntó Eileen calmadamente. Levantó nuevamente la mano y aspiró profundo:
—Reparo.
 Algo crujió detrás de Tobías. Los trozos de la puerta de entrada, que había estallado minutos antes, se elevaron en el aire y vinieron a reconstruirse rápidamente hasta dejar la puerta en su sitio de nuevo, como si nada le hubiese pasado. Lo mismo comenzó a ocurrir con todo aquello que Eileen había destrozado momentos antes; todos los objetos esparcidos en el suelo se levantaron de su caída final y recuperaron el sitio y la forma anterior. Aquello sí que sorprendió a Tobías. Eileen se serenó. Ambos se miraron desafiantes durante un instante que a Severus le pareció eterno.
—Entonces —comenzó prudentemente Tobías —. Se supone que el chico irá a una escuela a que le enseñen a hacer exactamente lo mismo que acabas de hacer tu… ¿Y esperas que pague por eso?
—No. Lo único que espero es que lo entiendas —contestó Eileen con firmeza.
Severus pensó que le estaba pidiendo demasiado. Tobías caminó hacia ellos. Frunció los labios pensativamente mientras movía su índice en el aire:
—¿Qué eres tú?
El labio de Eileen tembló. Tobías sonrió de forma desagradable mientras se rascaba la nariz. Tobías Snape era un hombre descaradamente calculador.
—Una bruja —contestó Eileen.
—Una bruja…— repitió Tobías pensativamente. Los miró de arriba abajo a ambos, mientras se sobaba el hombro, magullado por la caída anterior. De pronto, su rostro se crispó —. ¿Tuviste que ver algo en mi decisión de casarme contigo?
Eileen soltó una risita burlona.
—No te des tanta importancia, Tobías. Esa fue estupidez tuya y mía.
—Oh —repuso él, algo ofendido. Metió las manos en sus bolsillos y miró al piso. Después, levantó la mirada y le sonrió. Y fue una sonrisa victoriosa.
—Si no me lo dijiste, tuviste tus motivos. Muy personales, me supongo — Eileen apretó instantáneamente los nudillos, gesto que a Tobías y a Severus no se les escapó —.  ¿Quieres que lo comprenda? Alguien como…tú, ¿Quiere que yo la comprenda? Me parece que te traes algo entre manos, Eileen. Yo no necesitaría mucho de los demás con un trozo de palo como ese.
Severus sintió como su estómago se apretaba. Aún con la escena de violencia, Tobías seguía teniendo la ventaja sobre ambos. De pronto, el hombre extendió la mano hacia ella amenazadoramente. Eileen lo miró confundida.
—Dámela
—¿Qué?
—Esa cosa. “Tu varita”. Dámela.
Eileen lo miró con rabia. Severus abrió mucho los ojos.
“No lo hagas”, pensó.
—¿Por qué la quieres? —cuestionó Eileen.
—Por seguridad mía.
—Si quisiera hacerte explotar, ¿no crees que lo hubiera hecho hace tiempo?
—Si pudieras hacerme explotar lo harías, pero no puedes. Me necesitas, ¿verdad?
Los hombros de Eileen reflejaron su derrota.
—Supongo…—siseó.
—Te aseguro que me volveré mucho más comprensivo si la mantengo conmigo, bastante alejada de ti—argumentó Tobías, sin menguar su sonrisa —. ¿O es que puedes lanzar hechizos con tus manos?
—No.
—¡Mejor aún! —exclamó burlonamente, sin bajar la mano —Dámela.
En un movimiento que a Severus le pareció eterno, Eileen levantó su mano derecha y le entregó la varita a Tobías. Contuvo un suspiro. Eileen tomó a Severus de la mano, miró a su  marido con absoluto desprecio y lo arrastró a la salida.
—¿Adónde vas? —bramó Tobías.
—Por esta noche, lejos de aquí —respondió Eileen.
El aire frio de la noche golpeó a Severus cuando salieron. No llevaba chaqueta o abrigo y tiritó de inmediato. Sentía el labio dormido y la cabeza le dolía mucho, pero no se atrevió a decirle a su madre nada. Miró hacia atrás y vio la figura de Tobías de pie en la puerta. Eileen caminaba apresuradamente y sujetaba su mano con fuerza. Severus apretó los dientes conteniendo el dolor que aquello le provocaba y Eileen pareció percibirlo, porque de inmediato aflojó la presión que hacía con el brazo. También aminoró la marcha.
Caminaron por un rato en la oscuridad, hasta que Severus observó que ella se sonreía; minutos después, soltó una vibrante carcajada. Lo miró divertida. Severus sonrió con ella.
—¿Tu qué crees? —preguntó Eileen.
—Que debe estar agitando la varita para ver si puede hacer algo con ella—rio Severus.
1 note · View note
eldiariodelarry · 3 years
Text
Clases de Seducción II, parte 3: Castigo
Temporada 1
Temporada 2: Parte 1, Parte 2.
—¿Estás seguro que quieres ir con nosotros? —le preguntó Daniela a Sebastian sobre el paseo a Hornitos con su grupo de la infancia, que incluía a Felipe—, ¿aunque sepas que va a estar el Rube con el Pipe?
Daniela había cambiado su postura respecto a la situación de Sebastian con Rubén. Si bien en un principio le había recomendado a Sebastian que luchara por Rubén, ahora era más cautelosa y pensaba que era tiempo de asumir que la relación con Felipe ya iba en serio.
—Si, Dani —insistió Sebastian—. Y no creas que voy a intentar hacer algo para que el Rubén esté conmigo. Respeto su relación. Solo quiero disfrutar mis últimas semanas y pasar el mayor tiempo posible con mi mejor amigo.
—Bueno, si tu lo dices —aceptó Daniela—. Yo soy feliz si tú eres feliz.
Sebastian había estado muy mal anímicamente las últimas semanas. Al ver a Rubén desarrollando una relación de pareja con Felipe, viviendo su propia sexualidad con libertad, mientras él tenía que seguir reprimiéndose y con la expectativa de tener que irse a hacer el servicio militar, lo hacía sentir como si nunca lograría ser realmente feliz.
Este sentimiento se lo dijo a Rubén en un momento de debilidad emocional, después de haberse esforzado tanto por convencerlo de que realmente era hetero, y que incluso estaba en “algo” con Daniela (algo que a ella no le agradó mucho), para que su amigo no se preocupara si su amistad podía afectarle. En realidad lo afectaba, pero no quería alejarse de él.
Aunque trataba de expresar todos sus sentimientos en el diario, sentía que no estaba sirviendo de mucho. En un principio pensó que le serviría para canalizar sus emociones de una forma positiva, pero hasta el momento sentía que solo lo hacían mantener sus frustraciones más frescas en su mente. A pesar de eso, continuaba escribiendo igualmente, porque sentía que debía terminarlo, por Rubén.
Al final igual fue a Hornitos a pasar el tiempo con Daniela y sus amigos, y así aprovecharía de ver a Rubén.
—No te voy a andar dando besos, para que sepas —le aclaró Daniela—. A mi me da lo mismo, porque de verdad me gustan tus besos y todo lo demás que hemos hecho antes —Sebastian sonrió, encantado por el cumplido—, pero creo que no te haría bien. Solo te estaría ayudando a engañarte a ti mismo.
Sebastian se sintió regañado, pero sabía que Daniela tenía razón.
En un principio Sebastian aceptó ir pensando que podría disfrutar de forma positiva el viaje, pero no hizo más que empeorar su estado emocional a cada minuto. Al enterarse que Rubén ya estaba pololeando oficialmente con Felipe, terminó gritándole a su mejor amigo lo que de verdad sentía por él, (aunque Rubén después no recordaba nada); luego terminó enojándose con Rubén por su pasividad respecto al comportamiento de Felipe, que había invitado a su ex Alan y se había visto muy cómodo a su lado.
Después de eso, mientras estaban en la playa durante la noche alrededor de una fogata, Sebastian se alejó hacia los roqueríos para orinar, y se cruzó con Alan, que venía de regreso.
—Oye, eres Seba, ¿cierto? —le preguntó Alan, algo nervioso.
Sebastian asintió simplemente. No tenía ganas de conversar con nadie, ya que seguía frustrado por toda la situación con Rubén.
—Oye, te quería preguntar algo —Alan se notaba nervioso, pero tenía una sonrisa muy agradable. Sebastian nuevamente asintió—, ¿tú tienes algo con Rubén o…?
A Sebastian le entró un terror tan inmediato con la pregunta que ni siquiera lo dejó terminar, y lo disfrazó con rabia.
—¿Por qué me preguntas por él? —le gritó Sebastian—, ¿acaso no te basta con venir a huevear con el Felipe que también te lo quieres pololear a él?
Sebastian le dio un empujón sin mucha fuerza y luego pasó de largo hacia las rocas. Caminó unos diez metros y se detuvo, completamente arrepentido por su reacción.
Se sintió pésimo. Se llevó las manos a la cara, y notó que estaba temblando. Respiró hondo, y luego se volteó a pedirle perdón a Alan.
Miró en dirección a la fogata, y notó que el muchacho no estaba ahí. Luego dirigió su vista hacia la cabaña, y divisó una silueta que estaba a medio camino hacia el lugar. Caminó en dicha dirección para alcanzar a Alan y ofrecerle disculpas.
Le sorprendió lo rápido que había caminado Alan por la blanda arena, por lo que le fue imposible alcanzarlo en el camino.
Al llegar a la cabaña lo buscó en el primer piso y notó que no estaba, así que subió directamente a su dormitorio, donde supuso que estaría. Dio dos golpes en la puerta de la habitación que había compartido Alan con Anita e Ingrid la noche anterior.
—Quería pedirte perdón por mi reacción —dijo Sebastian, antes de abrir la puerta sin esperar respuesta. Alan estaba sentado en el costado de la cama con la cara entre las manos—. Yo sé que no tiene justificación que haya reaccionado así, pero estoy hecho un desastre.
La voz se le quebró, pero no tenía ganas de llorar, o al menos eso él creía. Se paró al lado de Alan, quien levantó la mirada revelando que tenía los ojos llorosos. Lo miró por unos segundos y se puso de pie para abrazarlo.
El abrazo de ese virtual desconocido liberó en él toda la frustración que llevaba acumulando desde hace semanas, y lloró con él.
Si bien con Daniela conversaba mucho respecto a sus sentimientos por Rubén, le costaba aún abrirse por completo con ella porque sabía que también le afectaba su estado sentimental por el pasado que ambos compartían, aunque ella tomó una postura bastante madura al respecto, y estaba agradecido por eso.
Sin embargo, estar junto a Alan, que no tenía ningún tipo de historia con él, aparentemente igual de vulnerable que él, le permitió dejar salir a flote sus emociones, por muy confusas que éstas fueran.
Después de varios segundos que se sintieron como largos minutos de alivio emocional, Alan se separó de él, aún con los ojos rojos por el llanto. Sebastian estaba seguro que sus ojos estaban igual que los de Alan.
—Disculpa —le dijo el muchacho—, no soy de andar abrazando gente y llorar con ellos.
—Yo tampoco —coincidió Sebastian—, pero al parecer se nos da bien —bromeó para alivianar el ambiente—. Y tampoco soy de andar gritando ni empujando a la gente.
—Somos un desastre —se rió Alan.
Sebastian dio un suspiro tembloroso producto del llanto, y se secó las lágrimas que tenía aún en las mejillas.
—Tú no te ves como un desastre —le dijo Sebastian, refiriéndose a que no le daba la impresión de estar tan mal emocionalmente.
Alan sonrió sonrojado, y ambos se quedaron mirando en silencio por un par de segundos. Luego Alan se acercó rápidamente a Sebastian para darle un beso en los labios.
Sebastian se quedó inmóvil, con los ojos abiertos. Alan separó brevemente sus labios de los de él, pero luego volvió a besarlo, al notar que no oponía resistencia.
Sebastian cerró los ojos y se dejó llevar por los besos de aquel desconocido, pensando que, quizá, estar con alguien más le serviría para olvidar a Rubén, para superarlo.
Siempre pensó que, si alguna vez superaría su enamoramiento por su mejor amigo, sería con una chica, y que esa chica sería Daniela, pero al parecer, estaba poniendo sus fichas en la mesa equivocada.
Quizá Rubén no era el único chico que podía sacudir su mundo por completo, y todo el universo se había confabulado para que él estuviera ahí en Hornitos esa noche, en ese dormitorio, junto a Alan, el segundo chico a quien besaba en su vida.
En menos de cinco minutos estaban acostados sobre la cama completamente desnudos, Alan encima de Sebastian, llevando las riendas de la situación con su menudo cuerpo.
Lamentablemente, tras la relación sexual, Sebastian se dio cuenta que ese no era un plan diseñado a la perfección por el universo, y que Alan no era la persona que lo haría olvidar a Rubén, o al menos, no esa noche.
Estuvo en todo momento pensando en Rubén. Cada vez que cerraba los ojos, veía a su mejor amigo en su mente, haciendo todo lo que en ese momento estaba compartiendo con Alan.
Un silencio incómodo reinó el dormitorio una vez terminado el acto, y Sebastian sospechó que Alan estaba en su misma sintonía.
—¿Qué te pareció? —le preguntó Sebastian, dubitativo, a su compañero de esa noche.
Alan no respondió, solamente soltó una risita nerviosa.
—¿Crees que no debimos hacerlo? —inquirió Sebastian, y Alan asintió, tapándose la cara con la mano—. Tranquilo. Pienso lo mismo —le dijo, acariciándole el brazo.
—Me siento tan imbécil, ¿sabes? —le dijo Alan, mirándolo finalmente a los ojos—. Llevo tanto tiempo tratando de superar a Felipe, pero no puedo. Cuando me invitaron no quería venir porque sabía que me iba a pasar esto, sabía que me iba a volver a enganchar de él, y es porque nunca logré superarlo.
—¿Y por qué no lo has superado? —quiso saber Sebastian, curioso porque a su entender, ya llevaban más de un año separados.
—No sé —respondió Alan dándole un golpe al colchón—, quizás por la forma en que terminamos, sentí como que me quiso excluir de todo lo que él estaba pasando, como que se quiso enquistar y sufrir solo, pero yo quería estar ahí para él. Quería que saliéramos juntos adelante —dio un largo suspiro—. Y bueno, él fue mi primer todo —bajó la vista como si le diera vergüenza decirlo—. Te juro que pensé que él seguía soltero, y que me habían invitado para ver si había alguna posibilidad de retomar lo nuestro; y yo iluso también pensé que tendría la fuerza suficiente para decirle que no en ese caso. Quedé como un payaso en todos mis pronósticos.
Sebastian se rió.
—A mí me pasa con el Rube —compartió Sebastian.
—Es lindo él —comentó Alan a modo de cumplido—, se nota que es una buena persona.
—Es la mejor persona que conozco —respondió Sebastian con orgullo—. El año pasado tuvimos… algo —dudó en cómo describir lo suyo con Rubén ya que ni siquiera habían tenido una relación formal—, y siento que aún no lo supero. De estúpido que soy perdí mi oportunidad de concretar algo con él, pero quedé mal mentalmente. No es que él me haya dejado así —aclaró—, sino por cosas familiares y personales, todo esto del descubrimiento propio y la discriminación…
—Entiendo —coincidió Alan.
—Vida de mierda.
—No sé cómo es tu vida, tu entorno familiar ni nada de eso —comenzó diciendo Alan con cautela—. Por lo que me dices, intuyo que no tienes la mejor red de apoyo del mundo, pero ojalá que pronto puedas vivir un poco más libremente.
Sebastian le agradeció solo con la mirada.
Después de unos segundos de silencio, que por muy extraño que le pareciera a sebastian, no lo sintió incómodo, ambos comenzaron a vestirse para volver a la playa con el resto del grupo.
—Oye, por si acaso, igual estuvo bueno, y tu eres muy guapo —quiso aclarar Alan—. El problema no eres tu, soy yo, por muy cliché que suene.
Sebastian se rió.
—Lo mismo para ti.
Previo a esa noche, Sebastian siempre pensó que lo suyo con Rubén era algo exclusivo, que solo por él podía desarrollar sentimientos románticos, pero no por ningún otro chico.
Ahora, a pesar de que no se sentía atraído emocionalmente a Alan, se cuestionó si efectivamente su confusión del último tiempo con Rubén podría ampliarse a todo el género masculino.
Comenzó a preguntarse si, al haber sido capaz de tener relaciones sexuales con otro chico sin ningún tipo de conexión emocional, ¿era realmente gay?, ¿o acaso la excitación sexual obedecía a un estímulo físico y no tenía nada que ver con su orientación sexual?
Si bien, después de esa experiencia con Alan quedó mucho más confundido respecto a su identidad que antes, sintió algo de satisfacción al saber que no estaba solo. No era el único que estaba pasando por lo mismo, y sintió que fue relajante, por algunos minutos dejar de fingir, hacer como si todo estuviera bien, pretendiendo que sus sentimientos van en otra dirección para que su mejor amigo pudiera vivir en paz con su pareja.
Al llegar al primer piso Alan le dijo que se quedaría unos minutos para que no sospecharan nada los demás, así que Sebastian volvió a caminar hacia la playa en completa soledad.
 Sebastian se despertó a las cinco de la mañana y no logró volver a conciliar el sueño. La cabeza le daba vueltas a la conversación que había tenido con Simón la noche anterior, y al sueño que había tenido producto de ello: Estaba de pie en medio del patio, desnudo y con las manos y los pies atados. Frente a él se encontraba Simón, liderando a todos los soldados, quienes lo miraban con asco.
—Este hueon es el maricón —les decía Simón a sus compañeros, apuntando a Sebastian.
Simón entonces se acercó a Sebastian y lo pateó en las costillas, tumbándolo de costado en el frío suelo de cemento. Luego el resto de sus compañeros se unieron a Simón y lo patearon, completamente indefenso. El dolor en el sueño era tan fuerte que no tenía forma de sospechar que no era real.
Luego los soldados lo apuntaron con sus rifles y esperaron la señal de Simón para abrir fuego. En ese momento Sebastian despertó con el corazón latiéndole a mil por hora.
Tras estar alrededor de unos veinte minutos acostado, mirando el techo, sin siquiera intentar volver a dormir, Sebastian se levantó y fue a ducharse, aprovechando su soledad.
La mente seguía dándole vueltas a la frase de Simón. “¿Cómo lo sabe?”, se preguntaba Sebastian, y no podía creer que su orientación sexual se notara tan a simple vista, sobretodo porque ni siquiera estaba seguro aún de cuál era su orientación sexual.
Se le pasó la idea por la mente que quizás Simón le estaba tendiendo una trampa, para hacer que lo admitiera y así poder sacarlo del closet frente a todos, ya que a él tampoco le daba la impresión que Simón fuera gay, y solo pensar en eso le daba un terror tremendo.
Gracias a lo rápido que trabajaba su mente tratando de darle sentido a los hechos de la noche anterior, pudo mantener la cabeza ocupada y así logró soportar un poco mejor la fría ducha.
Salió de la ducha cuando los soldados más madrugadores se estaban levantando. Se vistió rápidamente y salió al patio. Necesitaba estar solo, aunque eso significara tener que soportar el frio de la intemperie.
Vio cruzar al Teniente Guerrero junto a los Cabos desde el pabellón donde dormían hacia las barracas. Ya faltaban veinte minutos para las seis de la mañana, y tenían que ir a despertar a los soldados para que estuvieran formados a la hora en punto.
Sebastian miró al Teniente, quien le devolvió la mirada fulminándolo. “Viejo culiao”, pensó Sebastian. El desagrado era mutuo, al parecer.
Cuando el reloj marcó las seis en punto y estaban todos formados, Guerrero se dirigió en primer lugar a Sebastian.
—¡Soldado Guerrero! —gritó el Teniente de repente, sorprendiendo a Sebastian.
—¿Sí, Teniente? —dijo en voz alta Sebastian, sin gritar ni agregar el pronombre posesivo antes del grado.
—¡¿Por qué se fue a dormir anoche antes de terminar su guardia?! —Guerrero le gritaba como si lo hubiera atacado personalmente a él.
Sebastian se sorprendió por la pregunta. Sabía que había hecho mal en ir a acostarse tras la conversación que tuvo con Simon, pero pensó que Guerrero no se enteraría.
—Porque tenía sueño —respondió simplemente Sebastian, pretendiendo sonar desinteresado.
—¡No lo escucho! —le gritó nuevamente, con los ojos casi saliéndose de sus orbitas.
—¡Porque tenía sueño le dije! —Sebastian levantó la voz e insistió en su excusa.
—¡Le recuerdo que esto no es un hotel!, ¡Usted está acá para cumplir órdenes y respetar a sus superiores! —le recordó el Teniente—. ¡Al suelo y deme cincuenta flexiones! —le ordenó.
Sebastian obedeció, pero sin prisa. Comenzó a realizar las flexiones a un ritmo mucho más lento que el conteo del teniente.
—¡Más rápido Soldado! —le exigió Guerrero, poniendo su bota en la espalda de Sebastian y empujándolo para que siguiera su ritmo.
Sebastian se mantuvo a su ritmo, resistiendo el peso extra en su espalda, hasta que completó las cincuenta flexiones.
Se puso de pie y miró con todo el odio que podía transmitir con su mirada a Guerrero. El Teniente hizo lo mismo, y Sebastian pensó que la vena que tenía en el cuello le iba a explotar.
—¡Soldados! —gritó nuevamente el Teniente, dirigiéndose a todos, pero mirando fijamente a Sebastian—, gracias a Guerrero tienen que hacer cien flexiones de brazos, ¡ahora!
Todos los conscriptos se acomodaron en el suelo de mala gana para cumplir con lo solicitado por el Teniente. Sebastian se quedó de pie, asumiendo que la orden no era para él.
—¡Y tendrán que hacer cien flexiones al inicio de cada instrucción por el resto del día!, ¿está claro? —ordenó Guerrero.
—¡Sí mi Teniente! —respondieron todos al unísono.
Los soldados continuaron con las flexiones mientras los Cabo les llevaban la cuenta, al ritmo de quienes iban más rápido, pero si alguno se atrasaba, repetían el conteo.
—¡Congrio Guerrero! —le gritó el Teniente a Sebastian mientras los demás seguían con el castigo—, ¿sabe por qué los castigué a ellos?
Sebastian lo miro serio por un par de segundos, dudando si responder o no.
—No —respondió finalmente.
—¡¿No, qué?! —gritó el Teniente.
—No, Teniente —repitió Sebastian, dándole en el gusto a Guerrero.
—Porque acá no está solo —seguía gritando, aunque Sebastian estuviera a medio metro de él—. Todas sus acciones afectan a sus compañeros.
Sebastian no respondió nada, y agradeció que Guerrero no siguiera gritándole.
Cuando los demás terminaron de realizar las flexiones, el Teniente por fin les dio el pase para ir al comedor a desayunar.
Sebastian se formó al final, y por lo tanto pasó al último por la línea de servicio. Se sentó al fondo, en la última mesa por costumbre al lado del grupo de Andrés, aunque no compartiendo mucho con ellos. Todos quienes lo veían pasar lo fulminaban con la mirada por haber hecho que los castigaran.
—¡Nuestro primer castigo! —comentó Andrés, entusiasmado para generar una conversación.
—No puedes estar hablando en serio —refunfuñó Javier, fulminándolo con la mirada también.
—¿Por qué?, si es nuestro primer castigo —explicó Andrés con obviedad.
—¡Pero no te puedes emocionar por eso!, sobre todo cuando la culpa la tiene este culiao —argumentó Javier, señalando a Sebastian.
—¿Cómo que éste culiao? —Sebastian se puso de pie para encarar a Javier.
Se sentía muy culpable por lo que habían tenido que hacer, pero no iba a permitir que Javier lo insultara de esa forma.
Javier se puso de pie igualmente y se acercó hasta el extremo de la mesa donde estaba Sebastian. Julio rápidamente se puso de pie para detener a Javier, mientras Simon hacía lo propio con Sebastian, que estaba en su misma fila.
—Suéltame —le dijo en voz baja Sebastian a Simon, quitando la mano que le había puesto en su abdomen para evitar que se acercara más a Javier.
Simón lo miró serio a los ojos y no le hizo caso.
Sebastian dio un largo suspiro y volvió a sentarse. Lo último que quería era seguir teniendo contacto con Simón.
Solo cuando se sentó, Sebastian pudo ver el rostro de miedo de Andrés ante lo sucedido.
—Nuestra primera discusión como brigada —susurró Andrés, que aun estando asustado no perdía su entusiasmo.
El incidente no pasó desapercibido ya que, en menos de treinta segundos, que a Sebastian le parecieron eternos, llegó el Cabo Fuenzalida al mesón.
—¡Guerrero y Gutierrez! —les gritó furioso, y Sebastian con Javier se pusieron de pie y se cuadraron, que era lo que debían hacer cuando les llamaban por el nombre—, ¡síganme!
El par de soldados fueron escoltados por Fuenzalida hasta el patio, donde venían caminando el Teniente Guerrero con el Capitan Gomez, seguidos por el Cabo Segundo Ortiz.
—¡¿Qué mierda está pasando con usted Soldado Conscripto Guerrero?! —le preguntó directamente el Teniente a Sebastian una vez estuvieron frente a él.
—No me pasa nada Teniente —respondió Sebastian molesto.
—¿Me está diciendo que el cabo Ortiz nos mintió cuando dijo que ustedes dos estaban discutiendo en el comedor? —insistió Guerrero.
Guerrero dejó de mirar a Sebastian, y dirigió su vista a Javier esperando una respuesta, quien no dijo nada.
—¿Algo que decir, Gutierrez? —le preguntó a Javier.
—No, mi teniente —respondió Javier con fuerza—. Solo fue un mal entendido. No se volverá a repetir.
El Capitán Gomez hizo una mueca que Sebastian interpretó como si estuviera decepcionado.
—¿Cómo pretende que no tengamos discusiones si los castiga a todos por mi culpa? —le dijo Sebastian a Guerrero, no logrando aguantarse las ganas de desahogarse—, ¿por qué no me castiga simplemente a mí y listo?
Guerrero abrió los ojos como platos, y la vena de su cuello se hinchó de tal manera que Sebastian pensó que iba a explotar por la furia. Abrió la boca para responderle a Sebastian, pero Gomez se aclaró la garganta para intervenir.
—Soldado Guerrero —le dijo sin gritar, pero a pesar de eso, fue más intimidante que todos los gritos del Teniente Guerrero al mismo tiempo—, ¿qué pasaría si usted está en el campo de batalla y por accidente pisa una mina antipersonal?
—Me muero —respondió Sebastian con displicencia.
—Usted y todos sus compañeros que estén en un radio de cinco metros. Y los que estén dentro de los quince metros seguro perderían sus extremidades —reveló Gomez.
Sebastian le mantuvo la mirada al Capitán sin decir nada. Su forma de hablar le provocaba incluso desconfianza, como si en cualquier momento fuese a desenfundar un arma y les dispararía a los dos.
—En la guerra sus acciones tienen consecuencias para sus compañeros —continuó Gomez.
—No estamos en la guerra —argumentó Sebastian.
—Pero está siendo entrenado para ello, Soldado —respondió el Capitán, manteniendo el volumen, lo que le provocaba escalofríos a Sebastian. Lo sentía amenazante—. Está en un regimiento, no en una junta de vecinos.
Sebastian no respondió nada. Miró a su lado y Javier lo miraba sorprendido porque le había respondido al Capitán.
—¡Soldados! —gritó Guerrero para retomar la palabra—, ¡como castigo por su mala conducta deberán limpiar todas las armas del depósito, con su cepillo de dientes! —al nombrar el castigo un brillo de satisfacción de resaltó en sus ojos—, ¡Vayan a buscarlos!
Los muchachos fueron escoltados nuevamente por Fuenzalida hasta las barracas para buscar sus cepillos de dientes, y luego se dirigieron a la armería. Javier estaba furioso por haber sido castigado, mientras Sebastian pretendía no importarle.
—¿Tenemos un horario límite para terminar? —preguntó Javier.
—Solo recuerden que los comedores de la cena cierran a las ocho de la noche —respondió Guerrero—. Deben quedar relucientes cada una de las armas, o sino no salen de aquí, ¿entendido?
—Sí mi Teniente —respondió Javier.
—Si —dijo simplemente Sebastian.
Los superiores salieron de la armería, pero desde la ventanilla alta se coló una última frase que le dijo Guerrero a Gomez:
“Ese Congrio de mierda va a traer puros problemas”.
Sebastian dio un suspiro, y se sintió extrañamente satisfecho, al escuchar que Guerrero estaba notando que sería un problema. “Quizás por eso me sacan de aquí y todos felices”, pensó.
La armería era un gran contenedor lleno de estantes y cajas con armas. Al abrir la primera caja Sebastian intentó hacer una estimación según lo que alcanzaba a contar con la vista, y se rindió cuando llegó a contar algo más de quinientos rifles.
—¿Estás contento? —le dijo Javier cuando quedaron solos.
Sebastian no respondió nada, simplemente lo miró serio.
—Te juro que podría matarte ahora mismo —lo amenazó Javier.
—Hazlo —Sebastian no lo dijo con tono amenazante, prácticamente le estaba pidiendo que lo hiciera.
Javier no dijo nada más y tomó su primer rifle y comenzó a frotar el limpiador que les habían entregado con su cepillo de dientes.
Sebastian hizo lo propio y recordó esa vez en tercero medio cuando la profesora de biología lo castigó por haberle tirado un pelotazo de casualidad a un estudiante de segundo medio. Su castigo había consistido en quitar los chicles pegados bajo las mesas de su cala de clases. Rubén esa vez se había quedado después de clase para acompañarlo y ayudarlo a terminar más temprano. En ese tiempo Sebastian era feliz, y ahora no podía creer lo mucho que había cambiado.
—¿En serio quieres que te mate? —le preguntó Javier, después de casi una hora de silencio.
Sebastian tuvo la impresión que llevaba todo ese tiempo queriendo hacer esa pregunta.
—No me molestaría —respondió Sebastian con un suspiro, intentando sonar sarcástico.
—Podrías no involucrarnos a los demás en tu espiral autodestructiva entonces —le espetó Javier, endureciendo el tono, aunque se notaba la preocupación en su mirada.
—Te recuerdo que no estamos aquí ahora precisamente por mi culpa.
—¡Te paraste a pegarme! —le recordó Javier.
—¡Porque tú me insultaste! —Sebastian se estaba molestando.
—Porque anoche te fuiste a dormir creyendo que estabas en un hotel cinco estrellas y nos castigaron a todos —Javier moderó el volumen de su voz para no llamar la atención.
Sebastian no respondió y volvieron al silencio incómodo en el que estaban hace un par de minutos.
Transcurridas las dos primeras horas desde que empezaron, Sebastian recién estaba terminando de limpiar su tercer rifle. A esa velocidad, calculaba que terminarían en unos nueve días sin hacer pausas para comer ni dormir.
—Oye imbécil —le dijo Javier después de otro par de horas de silencio. Se notaba ansioso y molesto por volver a preguntarle—, ¿en serio quieres morir?
—¿Por qué tanta obsesión con eso? —respondió Sebastian desafiante.
—Porque con eso no se huevea —Javier estaba serio, y Sebastian sintió que estaba profundamente molesto, aunque no de la forma que siempre estaba molesto con él.
Sebastian dio un suspiro, sin saber qué responder exactamente.
—No voy a suicidarme, si eso es lo que te preocupa.
—Es algo serio, idiota. No deberías bromear con eso.
—No bromeo —se justificó Sebastian. Dio un suspiro y luego intentó explicarse—. Digamos que mi mente no ha estado en un buen lugar últimamente. No quiero estar aquí, odio esta mierda de regimiento. No quiero estar en mi casa tampoco. Simplemente no quiero estar.
—¿Hay algún lugar en el que quieras estar? Y no digas el cielo o el infierno —apuntó a Sebastian con el cepillo de dientes como si fuera una navaja, provocándole una leve risita en su mente.
Su respuesta a la pregunta de Javier era una sola: Con Rubén.
—Si, si lo hay —respondió finalmente.
—Supongo que eso es bueno —Javier suspiró aliviado—. De todas formas, deberías buscar ayuda.
Sebastian asintió.
—No creas que por esto dejas de ser un grandísimo conchetumadre en mi opinión —le aclaró Javier, y Sebastian no supo si lo decía en serio o en broma.
—Igualmente, ahueonao —coincidió Sebastian, serio, aunque sorprendido por el gesto de humanidad de Javier.
A medida que pasaban las horas, los muchachos iban agarrando de mejor forma la técnica para limpiar las armas, y Sebastian se dio cuenta que la diferencia entre frotar unos segundos o cinco minutos la misma zona no hacía una gran diferencia.
—Estaba pensando —dijo de repente Javier, cuando ya eran cerca de las tres de la tarde—, ¿qué pasa si no terminamos todo?, no creo que nos dejen aquí encerrados sin dormir ni comer para siempre.
Sebastian se encogió de hombros, con el estómago rugiendo por el hambre.
—La verdad me espero cualquier cosa de estos psicópatas.
Sebastian pensó que, si su padre había salido de su servicio militar tan estricto y poco empático con sus propios hijos, supuso que deberían tener una forma muy fuerte de haberle formado ese carácter.
—No puedo creer que nos mantengan acá —murmuró Javier, molesto, cuando ya eran cerca de las diez de la noche, rompiendo el silencio después de varias horas.
Sebastian no dijo nada, simplemente se quedó mirando a su compañero que seguía limpiando rifles con la mayor rapidez que le permitían sus manos, mientras él llevaba al menos diez minutos sin limpiar nada del rifle que tenía sobre las piernas.
—Y más encima ni siquiera pones de tu parte —le dijo con rencor a Sebastian.
—Mira todo lo que nos falta, ni cagando alcanzamos a terminar ahora —le respondió—. No hay razón para estresarnos.
—Tú y tus ganas culiás de siempre hacer lo mínimo posible, tratando de zafar con astucia —le espetó Javier, molesto.
—¿Cómo que ganas de hacer lo mínimo posible? —le preguntó molesto—, te recuerdo que siempre termino haciendo todo mejor y más rápido que tú, ahueonao.
—¿Cuándo has sido mejor que yo en algo?, te saco la chucha en todo.
A esa altura Javier ya no media el volumen de sus palabras. La falta de alimento y de sueño le habían afectado más que a Sebastian, quien se dio cuenta de lo que ocurría.
—Oye cálmate —le dijo Sebastian, serio, y dando un suspiro por tener que ser el que pusiera cordura en ese momento—, no peleemos, que eso es precisamente lo que quieren.
—No, hueón, lo que quieren es que limpiemos estas armas de mierda porque nos castigaron por tu culpa, y por lo que veo, no estás limpiando nada.
—Estoy limpiando, pero no tiene sentido apurarnos si aún falta tanto —insistió Sebastian.
—Es imposible trabajar contigo —murmuró Javier, lanzando el rifle que acababa de terminar de limpiar a su caja correspondiente, y luego se llevó las manos a la cabeza, estresado.
Al rato, cuando el reloj marcó las diez en punto, el cabo Fuenzalida se presentó en la armería seguido del Teniente Guerrero.
—¡Soldados! —les gritó el Teniente con la misma fuerza que en la mañana, y a Sebastian le pareció que mantener ese mismo nivel de fuerzas a lo largo del día no era normal—, ¡¿terminaron su castigo?!
—No mi teniente —respondió Javier tras titubear unos segundos.
Sebastian ni siquiera tuvo la intención de responder.
—¿Por qué no? —preguntó con autoridad.
—Porque eran demasiadas, Teniente—respondió Sebastian, intentando no sonar tan desafiante. La mirada feroz del Teniente lo hizo continuar justificándose—. Si las quería relucientes como nos dijo, nos íbamos a demorar mucho más de un dia, sin importar lo rápido que lo hiciéramos.
El Teniente miró fijamente a Sebastian, visiblemente enojado, y pensó unos segundos qué decir.
—El Cabo Fuenzalida los escoltará al comedor, donde cenarán y luego los llevará a las barracas —les indicó Guerrero finalmente, aguantándose las ganas de gritarle.
Sebastian y Javier se sorprendieron por el cambio de actitud de Guerrero, pero no se quedaron a cuestionarlo. Simplemente asintieron y se dirigieron a la salida de la armería.
—¡Guerrero! —gritó el Teniente, llamando a Sebastian.
—¡Si, Teniente? —Sebastian respondió desde la puerta.
—Éstos no están relucientes —Sebastian miró fijamente a los ojos al Teniente, que lo estaba fulminando con la mirada. Le estaba dejando saber que, por esta vez, se había salido con la suya.
Fuenzalida los llevó al comedor, donde tenían servido un gran plato de sopa caliente para abrigar sus cuerpos, y les dejó un cepillo de dientes nuevo sobre la mesa a cada uno.
Sebastian notó que Javier estaba molesto porque comió en completo silencio y rápidamente.
—¿Viste que salió todo bien? —le dijo Sebastian, buscándole conversación—, no era necesario preocuparse.
Se sentía raro buscándole conversación a ese Javier que hasta hace un par de horas detestaba con todas sus ganas.
Javier lo fulminó con la mirada, sin decir palabra.
—Disculpa, ¿ya?, si sé que por mi culpa nos castigaron, pero oye, no se va a volver a repetir —le dijo, mientras Javier seguía cuchareando la sopa sin responderle—. Estoy cansado de fingir… pretender que no me importa nada, que soy rebelde. Yo no soy así. Tampoco soy conflictivo ni nada.
—Difícil creerte —murmuró Javier, mirándolo a los ojos, aún serio.
—Te estoy diciendo nomas, no te estoy pidiendo que me creas, porque no me suma ni me resta —Sebastian se puso a la defensiva, provocando la risa de Javier.
—Vaya, te duró exactamente diez segundos tu nueva actitud —se burló Javier.
Sebastian dio un suspiro, sintiéndose tonto.
—Bueno, no digamos que eres la audiencia más receptiva para comenzar un cambio.
—Yo soy así —dijo con orgullo Javier—, soy un pesao culiao. Sí, igual que tú no quiero estar aquí, pero no actúo así por eso. Soy así.
—Por eso te salía tan natural el ser un saco de hueas —bromeó Sebastian.
—Y tú para ser un impostor no lo hacías nada de mal —lo elogió Javier.
Sebastian por primera vez en toda la semana estaba riendo de forma genuina. Estaba disfrutando esa escueta cena con quien hasta hace menos de veinticuatro horas era la persona que peor le caía en todo el regimiento.
Pensó que bastante bien podía bajar todas sus defensas y entregarse a la experiencia, y permitirse disfrutar y encontrar buenos amigos en el regimiento, como le había recomendado Matías, el Cabo que le hizo la revisión de sus pertenencias en Antofagasta.
Luego de un rato, el Cabo Fuenzalida se acercó al mesón en el que estaban comiendo.
—Soldados, es hora de que vayan a dormir —les dijo, poniéndose serio.
Sebastian y Javier se limpiaron con una servilleta y obedecieron, poniéndose de pie. Llevaron su bandeja vacía al mesón correspondiente y luego siguieron a Fuenzalida hasta la salida del comedor.
—Pueden llegar solos a las barracas —les dijo—. No se desvíen y que tengan buenas noches. Yo debo ir a verificar que sus compañeros estén cumpliendo con la guardia —recalcó la última frase mirando a Sebastian.
Los muchachos se fueron caminando a las barracas dejando atrás a Fuenzalida. Se dieron una ducha rápida, se lavaron los dientes y se fueron a acostar.
Cuando Sebastian estaba sacando su pijama del casillero, se le cayó una pequeña llave plateada que brillaba tímidamente bajo la luz de la luna que se colaba por las altas ventanas del dormitorio.
La miró fijamente mientras su mente trabajaba para encontrar qué sentido tenía mantenerla aun.
No había podido entregarle el diario a Rubén antes de partir a hacer el Servicio, y él mismo se había encargado de cortar con su amistad, para que su mejor amigo no pensara en él durante su ausencia y pudiera seguir adelante.
Sebastian además sentía que mantener el diario significaba seguir aferrándose a la idea de que su amor por Rubén podía llevarlo eventualmente a tener una relación amorosa con él, a pesar de que el propósito que él había determinado para el diario era precisamente lo contrario.
Después de haber pasado el día castigado, se dio cuenta que no valía la pena seguir insistiendo en rechazar a sus compañeros, como si eso fuera a ayudarlo a mejorar su estado emocional.
Sebastian entonces sacó silenciosamente el diario de su bolso y salió del dormitorio hacia el baño. Le quitó la tapa al basurero grande que estaba al lado de los lavamanos, y arrojó el diario como si fuera basura, directo al olvido.
No pudo evitar sentirse triste por haberlo hecho. Había invertido muchas horas en escribirlo para Rubén, y a pesar de que en el último tiempo sentía que no lo estaba ayudando hacerlo, le sirvió para tener un propósito, y de alguna forma, entender un poco sus propios pensamientos y emociones, que le seguían siendo confusas en cierta medida.
Se lavó las manos después de tapar nuevamente el basurero grande, y cuando iba saliendo del baño, se cruzó con Andrés que se estaba refregando los ojos mientras bostezaba.
Sebastian se puso nervioso pensando que Andrés podría haberlo visto cuando botó el diario a la basura.
—¿Cómo les fue con el castigo?, ¿se hicieron la vida imposible con Gutierrez? —le preguntó Andrés, aún adormecido.
—No —Sebastian soltó una risita, aliviado—. Fuimos profesionales.
—Muy bien —dijo Andres, y siguió su camino hacia los urinarios.
Sebastian volvió al dormitorio, aliviado, sabiendo que Andrés no había visto nada.
Se acostó en su cama, dispuesto a comenzar a caminar hacia adelante, y dejar de dar vueltas en el mismo punto que estaba desde hace meses. Era hora de empezar de nuevo. Con eso en mente, cerró los ojos y casi de inmediato, se quedó dormido.
Tumblr media
95 notes · View notes
mar1vn · 3 years
Text
Lo siento por no responder pero si no, no sería una sorpresa jijijij🥰.
Y quería en primera agradecerte por todo, muchas cosas no puedo enumerartelas jajaja:(, PERDÓN:(, pero, gracias por este romance bonito que tenemos y todos los buenos momentos y las historias de amor que hemos echo y van a quedar para que luego nos acordemos y nos riamos juntos, hasta que estemos viejos y arrugados sjaksj:(, pero al menos se que valió la pena seguir junto a ti toda mi vida🥰.
Sabes gracias a ti, no estaríamos aquí, tu me stalkeaste y paso todo lo que debía que pasar y fue increíble todo junto a ti, estoy orgulloso de mi y de ti, por la perseverancia, y todo el amor en conjunto que hemos tenido tu y yo al mismo tiempo, porque solo uno no podría moverse, siempre tiene que ser primero uno luego el otro, y siempre juntos, teamo por todo eso y mucho más:(.
Teadoro tanto, que paso pensándome cómo sería vivir juntos, y me hago ilusiones de todo contigo, cada noche que estamos en llamada peleando o riéndonos, estoy agradecido, porque APESAR de que peleemos, al menos peleamos juntos, y no lejos, no sé si lo entenderás, pero así pienso.
Te quería pedir, que si quisieras estar junto a mi siempre, APESAR de todo.
¿Nunca nadie te ha dicho, cuánto teamo?. Ni si quiera tus papás entenderían eso🥰.
Y eso jamás va a cambiar ni cambiará mi pequeña hermosa princesa🥰, admito que siempre quiero que seas mi princesa🥺, lo puedes y quieres serlo?☹️
Teadoro lo sabes? Porque yo si, lo tengo claro, y también tengo muy claro que no voy a dejarte y me quedaré junto a ti, en todo momento, para toda la vida, ya sean buenos o malos, yo estaría ahí, y cuando logres algo apesar de que sea pequeñito, estaré orgulloso de ti, sin importa nada, ERES LO QUE AMO Y AMARE TODA LA VIDA, y porfavor quiero que camines una vida junto a mi, puedes?🥺
Uy, toma se te callo 👑.
TEAMOOOO, aquí estoy yo todas las malditas noches que pases mal, que te sientas sola, que sientas que no puedas mas, que sientas que hasta ahí diste todo, yo sé la vida es una mierda, y el mundo triste, pero el brillo de las cosas las encuentras en los pequeños momentos alegres junto a personas que valen la pena, y a personas que te aman y darían la puta vida por ti:(, cuídalo y ámalos :(.
(cuida a la molly por mi porfis:(😞).
Y amor:(, quería recordarte lo mucho pero mucho, que me encanta pasar tiempo contigo, y sentirme bien en un momentito, y olvidar todo lo malo hasta sentir que ya soy yo mismo denuevo y me haces sentirme un bebé pequeño, tal vez un bebé llorón , pero igualmente soy tuyo:(, TEAMOOOO y hasta en mis sueños más profundos te sueño y te amo, hasta en mis pesadillas te recuerdo y teamo:(, LA MAYORÍA DEL TIEMPO PASO PENSANDO EN TI, Y CRÉEMELO ME MUERO POR QUE SEA EL TIEMPO QUE PASARÉ CONTIGO CADA DÍA O MAS SEGUIDO CONTIGOOOOOOOO☹️☹️, te extraño mi pequeña precioosaaaaa :(.
Y ahora, quiero disculparme, creo que indirectamente llegan las cosas como explicación a mi, ahora estaba en valores, y wow hablaron sobre ser directos y agresivos, creo que no soy buena persona al no decirte o saber decirte las cosas bien, sabes discúlpame enserio no sabía el daño que te podía llegar a ocasionar y hacerte sentir , es feo, y ahora pude notarlo y experimentarlo, lo siento, ojalá si me disculpes, porque jamás volveré a hacerte eso, no quiero que sigas llorando cada noche por tu novio estupido que solo es inseguro y tóxico, lo siento mucho mi pequeña, no sabía eso:(.
Pero ahora estoy aquí y creo que es momento de cambiar y hacerte sentir la mejor y hacerte sentir la niña más perfecta, Preciosa, hermosa, que eres la única a la que miro, como jamás vi a ninguna, como todo lo que puedo llegar a necesitar, y tu me amas y yo te amo, y adoro amo me encanta esto mi pequeña:(.
Y cuando te sientas sola, que no sirves, o solo te sientas mal contigo misma solo recorda esto, y recuérdate de mi:
Mira al cielo, recuerda a mi, y mira todas esas estrellas o todas esas nubes grandes, mira el cielo azul, mira el sol, pero todas esas cosas tienen una razón de ser, y me vas a decir, y eso que? Pues todas esas cosas están por una razón, como tú como yo, como personas que somos especiales no por lo que somos si no por todo lo que hacemos y Nadie puede comprarsenos , por eres la mejor en lo que haces cada día, yo lo creo , yo lo lo veo, y me haces feliz solo al saber que puedes hacer tanto con tan poco y eso te hace una persona mas que especial, eres mas de lo que ves en el espejo, mas de lo que tú crees, solo no lo ves, porque te comparas, pero mi amor eres perfecta enserio lo prometo, lo juro, eres todo en una muñequita pequeñita y linda🥺.
Espero y cuando estemos mal, y si ya no hay solución, pero si vemos un camino, ojalá lo camines junto a mi, y no me sueltes:(
TEAMOOOO MI PRINCESA SOS LA MEJOR Y LA NIÑA MAS PERFECTA PARA MI🥰.
Y gracias por siempre esperarme en todo, adoro que siempre tienes eso de esperar y ser paciente aún que no lo veas, y haces todo eso aveces solo mi y me encanta y no puedo con tanto amor de ti hacia mi, y me siento tan bien al sentir tantas cosas bonitas en mi mente en mi estómago, y cuando estoy mal estoy en pedazos te preocupas por mi haces que todo se concentre en ti dejo de llorar mueves sentimientos en mi y me cambias en un abrir y cerrar de ojos, y recuerdo cada momento contigo se me olvídalo lo malo , y jamás se había sentido tan bien el amar a alguien que te haga tan bien y que sea madura en el momento correcto, (aun que aveces no ) y creeme amo eso y tantas cosas de ti:(, TEAMOOOO:(
Ya llevo media hora escribiendo jijijiji
Y ahora otras razones por las cuales teamo y me encantas:
1. Sé que te amo porque cuando escucho canciones bonitas, lo primero que recuerdo es a ti.
2. Sé que te amo porque cuando veo una camisa bonita y quiero comprarla, lo primero que llega a mi mente es: ¿Le gustará a élla?
3. Sé que te quiero porque cuando pienso en el futuro con alguien, no puedo imaginarlo con otra que no seas tú.
4. Sé que te quiero porque cuando me río de algo, pienso en que a ti también te hubiera causado tanta gracia como a mí.
4. Sé que te quiero porque cuando lloro por tu ausencia, también me pongo feliz porque sé que no estás junto a mí, pero estas con vida y eso es lo que vale.
5. Sé que te quiero porque si quisiera formar una familia, deseo que tú seas uno de los pilares para ésta.
6. Sé que te amo, porque me siento y sentiré especial por tenerte en mi vida.
7. Sé que te amo porque cuando realizo alguna cosa fuera de lo común, me imagino tu reacción, tu expresión en la cara.
8. Sé que te amo porque aunque tengamos grandes problemas y aveces estemos en desacuerdo y nos enojemos, sé que te pienso igual que tú a mí. Estoy seguro. 11. Sé que te quiero porque cuando tomo en cuenta mi pasado, solo pienso en el que fue contigo, el presente que no tenemos y el futuro que tal vez, nos espere. 12. Sé te quiero porque todas las noches le pido a Dios por ti, por tu salud, por tu vida, por nosotros. 13. Sé que te amo porque cuando paso por todos los lugares que pensamos estar juntos, la nostalgia que siento es tan grande que quiero quedarme allí por mucho tiempo. 14. Sé que te amo porque solo quiero que mi ropa huela a ti. 15. Sé que te quiero porque no deseo otros labios que no sean los tuyos. 16. Sé que te quiero porque con el única que quiero salir a comer es contigo. 17. Sé que te quiero porque admiro tu ser interior y lo que no se ve a simple vista. 18. Sé que te quiero porque me vuelve loco tu manera de ser y la pasión que le pones a lo que realizas. 19. Sé que te amo porque me encanta lo que eres, con tus virtudes y tus defectos. 20. Sé que te amo porque deseo llorar contigo en tus ratos tristes y reír contigo en tu alegría. 21. Sé que te quiero porque me preocupa lo que pases, me preocupa lo que pienses, me preocupa lo que hagas. 22. Sé que te amo porque me encantan tus silencios y tus palabras. 23. Sé que te quiero porque me sorprendes cada día y, eso; es exactamente lo que le falta a mi vida, que una persona la llene de sorpresas, y para eso has llegado tu mi pequeña princesa. 24. Sé que te quiero porque en mi mente habitas tú, soy vulnerable, cuando se trata de ti. 25. Sé que te amo porque aunque sé que puedes defenderte perfectamente sola, haría lo que fuera para cuidarte de lo que sea. 26. Sé que te amo porque cuando paso mis días contigo, ya no eran normales, eran especiales, otro nivel. 27. Sé que te amo porque si tú estás feliz, yo también lo estaré, si estamos juntos, todo sobra. 28. Sé que te amo porque tus ojos color café, son con los que quiero despertar cada día para iniciar mi jornada. 29. Sé que te amo porque mi alma no encuentra su energía sin ti. 30. Sé que te amo porque a tu lado, se repara mi corazón, mi día, mi vida. Todo. 31. Sé que te amo porque siempre trato de entender todo de ti y , aún que aveces no pueda al final sí lo hago. 32. Sé que te amo porque haría lo imposible por encontrarte. 33. Sé que te quiero porque me interesan tus planes, tus metas, tus objetivos. Desearía estar en ellos. 34. Sé que te amo porque todos los días aprendo algo nuevo contigo, me interesa tanto aprender de ti. 35. Sé que te amo porque después de un largo día a la única que quiero ver, a la única que quiero escuchar, con la única que quiero reír, es contigo. 36. Sé que te amo porque no importa la distancia que nos separe, sé que estamos conectados. 37. Sé que te amo porque juntos, somos el equipo perfecto. 38. Sé que te amo porque aunque me asusten muchas cosas, contigo solo quiero lanzarme. 39. Sé que te amo porque contigo todo parece posible. 40. Sé que te amo porque no me canso de ti, jamás me agradezcas porque te escucho, o porque no juzgo y solo trato de darte soluciones a tu problemas, lo hago porque es lo que quisiera que hicieran conmigo:( . 41. Sé que te amo porque Dios te puso en mi camino, cada día contigo, era un regalo de la vida. 42. Sé que te amo porque deseo estar a tu lado siempre que así lo necesites. 43. Sé que te amo porque superaste todas mis expectativas. 44. Sé que te amo porque sin promesas, ni mentiras, lograste hacer lo que nadie más logró. 45. Sé que te amo porque cada segundo a tu lado, vale la alegría que éste proporciona. 46. Sé que te amo porque me encanta mirarte, me encanta tus ojos, tu cabello, lo preciosa que se que te ves distraída, lo inteligente que eres. 47. Sé que te amo porque disfruto mucho estar contigo, aún no entiendes el significado que tiene para mí cada momento divertido que paso a tu lado, las risas que sacas en mí. 48. Sé que te amo porque me siento el hombre más afortunado del mundo por tenerte en mi vida. 49. Sé que te amo porque muero p
77 notes · View notes
a-little-dexth · 4 years
Text
request.
nct 127 - su pareja tiene una cuenta onlyfans pero nadie sabe que es ella (parte 1, hyung line).
nota: onlyfans (por si alguien no sabe de lo que se trata) es una página donde cualquier persona puede subir contenido multimedia (fotos, videos, etc) y cobrar una suscripción mensual para poder ser visualizado.
Tumblr media
taeil:
Tumblr media
“mark-ssi:
hyung, llámame loco pero… ¿esta no es t/n?”
taeil casi se ahoga con su propia saliva cuando la foto adjunta al mensaje se termina de descargar y puede verte claramente masturbándote con un vibrador.
“¿estás bien?”, tu voz lo saca de sus pensamientos y lo único que puede hacer es mirarte fijamente mientras millones de preguntas aparecen en su mente.
“¿e-eres tú?”, habla nervioso sosteniendo su celular frente a ti y si antes tenía la mínima esperanza de que la chica en la foto fuera sólo alguien muy parecida a ti, por la forma en la que tu rostro prácticamente se colorea de rojo, sabe que en definitiva eres tú.
“¿cómo…? ¿de dónde sacaste esa foto?”, es lo único que se te ocurre preguntar, demasiado sorprendida por la situación.
“mark me la acaba de enviar”.
“ay, mierda”, susurras y cubres tu rostro con las palmas de tus manos, tomas una gran bocanada de aire y sabes que aún si no estabas lista para tener esa conversación con tu novio, era completamente necesaria en ese momento. “creé un perfil en onlyfans cuando inicié la universidad… era muy difícil trabajar medio tiempo y estudiar así que esa fue una entrada de dinero muy fácil ya que además de disfrutar en cada vídeo, podía ganar lo suficiente para apoyar a mis padres con los gastos”.
taeil asiente con lentitud procesando tus palabras y muerde su labio inferior sin saber qué decir con exactitud.
“hace mucho que no hago ningún vídeo o subo algún material pero el perfil sigue ahí, en realidad había olvidado que existía”, terminas de decir justo cuando el teléfono de taeil vuelve a sonar, indicando que le había llegado un nuevo mensaje.
“mark-ssi:
el último vídeo tiene meses pero, mierda, sí que tengo ganas de pagar la suscripción y poder ver todos los que subió”
“jodido cabrón”, taeil habla en voz baja y vuelve a posar la vista en ti, con una pequeña sonrisa asomándose entre sus labios, haciéndote sentir nerviosa de alguna manera al no saber lo que cruzaba por su mente.
“¿en qué estás pensando?”, susurras lo suficientemente alto para que te escuche y sientes una sensación de calor comenzar a invadir tu cuerpo al ver sus pupilas dilatarse mientras parecía devorarte con los ojos.
“¿quisieras hacer un último vídeo de despedida conmigo para demostrarle a todos tus fans que ya tienes a alguien que puede hacerte gritar su nombre mientras te folla con fuerza?”
johnny:
Tumblr media
sabía que estaba haciendo mal al estar espiando en tu computadora pero luego de encontrar por accidente aquella pestaña de “onlyfans” fijada en una carpeta secreta en tus marcadores, no había podido resistir la curiosidad.
su garganta se seca al entrar a tu perfil y ver los vídeos y las fotos. tu última actualización había sido justo semanas antes de haber formalizado su relación y, a pesar de que no tenía porqué importarle aquello ya que era tu cuerpo y eras completamente libre de hacer lo que quisieras, se sentía algo nervioso al ver que tenías tantos “fans” que seguían suscritos a tu perfil, seguramente disfrutando de las publicaciones que ya tenías y esperando tu regreso.
cuando johnny está a punto de cerrar la ventana del navegador y (tratar de) olvidar el asunto, un video llama su atención.
en la miniatura solo podía verse a ti posando con un traje de lencería roja pero aquello había sido más que suficiente para que johnny desechara todos sus principios y diera click, comenzando a ver el video completamente absorto en la manera que comenzabas a quitar cada prenda que cubría tu cuerpo hasta quedar completamente desnuda para después comenzar a masturbarte introduciendo dos de tus dedos en ti mientras dejabas salir aquellos dulces gemidos que lo volvían loco.
“¿estás viendo porno en mi computadora?”, johnny casi cae de la silla al verte parada frente a la puerta, observándolo con una sonrisa divertida.
“¡no!”, grita cuando te ve acercarse hacia donde se encuentra pero se da cuenta que ha reaccionado demasiado tarde cuando sueltas un grito ahogado al notar lo que estaba viendo. “¡te juro que no era mi intención encontrar esto!”
“yo...”, comienzas a hablar, organizando tus ideas en tu cabeza, intentando encontrar la mejor manera de explicarle aquello pero tus pensamientos se borran al ver la erección que era completamente visible en sus jeans. “¿te gustó lo que veías?”
johnny traga saliva con fuerza y asiente con lentitud, inseguro de si era lo correcto contestar con la verdad pero, al ver una de tus manos posarse sobre su entrepierna y comenzar a acariciar su miembro, se relaja por completo.
“¿entonces no te gustaría ver el show completo en vivo?”
taeyong:
Tumblr media
“quería contarte sobre esto porque no quiero tener secretos contigo y creo que es lo mejor teniendo en cuenta que acabamos de iniciar nuestra relación”, terminas de hablar con la vista fija en tu novio esperando alguna reacción, pero su rostro era indescifrable.
“¿te gusta hacer videos?”, la pregunta de taeyong te atrapa con la guardia baja y tu mente tarda segundos en procesarla.
“sí, o sea, claro...”, respondes sintiéndote nerviosa de repente al ver sus pupilas dilatarse mientras te observa, “me divierto, otras personas lo disfrutan y gano dinero”.
“¿y entonces por qué no sigues con ellos?”, abres los ojos con sorpresa y, si no conocieras bien a tu novio, seguramente pensarías que estaba bromeando, pero su tono de voz era completamente serio.
“¿no te molesta?”, taeyong ríe al escucharte y se acerca a ti para darte un beso largo, mordiendo tu labio inferior al separarse.
“por supuesto que no, al contrario, creo que es demasiado sexy”, pasa la vista por tu cuerpo y el calor se hace presente en tus mejillas, “y quizá yo podría verte cuando grabes el siguiente”.
yuta:
Tumblr media
cuando le mencionaste a yuta acerca del “pasatiempo” que tenías, no sabías como iba a reaccionar o lo que te iba a decir y, aunque miles de escenarios sobre lo que podría suceder se hicieron presentes en tu cabeza, en ningún momento habrías podido imaginar lo que en realidad había pasado.
“los tuve abandonados mucho tiempo, ¿cierto?”, hablas a la cámara frente a ti con un puchero, acomodándote mejor sobre el sofá, dando una mejor vista de tu cuerpo cubierto sólo por un conjunto de lencería. “y ya que fue así, el de hoy es un video sorpresa y espero que les guste”.
sonríes hacia tu novio que se encuentra de pie a un lado de la cámara y extiendes una mano hacia él para que se acerque. lo atraes a ti besándolo con lentitud mientras él lleva sus manos a tu trasero, masajeándolo y apretándolo.
te separas de yuta y aprovechas para detener la grabación mientras él se sienta en el sofá y tú bajas la cámara de manera en que su rostro no pueda ser visible y reanudas el video, sentándote en su regazo mientras vuelves a besarlo ahora con más fuerza, comenzando a mover tus caderas encima de él, disfrutando de las nalgadas que comenzaba a dejar en ti y de su erección que comenzaba a crecer.
desabrochas sus jeans y sacas su miembro de entre su ropa, sintiendo tu boca humedecerse lista para tomarlo entre ella así que bajas y te colocas de rodillas en medio de sus piernas, sintiendo tus bragas humedecerse aún más al ver la sonrisa ladina que tu novio te dedica.
“¿tan desesperada estás por mostrarle al mundo lo jodidamente necesitada que estás de mi pene, princesa?”
doyoung:
Tumblr media
“si te gusta hacerlos entonces no hay ningún problema”, doyoung responde más relajado a tu confesión de lo que hubieses imaginado.
“¿entonces no te molestaría que siguiera haciéndolo?”
“claro que no, t/n, eres completamente libre de hacer lo que quieras”, dice sonriendo y deja un beso en tus labios para que pudieras convencerte de sus palabras, mientras que tú sueltas un suspiro al sentir un alivio esparcirse en tu interior.
tener un onlyfans no era algo absolutamente necesario ya que con tu empleo ganabas lo suficiente y solías administrar bien tus finanzas, pero aún así disfrutabas de ello y con esa entrada de dinero extra, podías permitirte tener algún que otro lujo de vez en cuando, por eso te sentías más que feliz al saber que, ahora que tu novio conocía de ello y no le molestaba, podías seguir haciéndolo.
-----
luego de haber leído una notificación en su teléfono, doyoung cierra la puerta de su habitación con seguro y se recuesta sobre su cama con su computadora sobre sus piernas, escribiendo sobre la barra de búsqueda aquella dirección electrónica que últimamente se había hecho tan familiar para él.
da click en el nuevo video luego de ponerse sus audífonos y por inercia, una de sus manos se dirige a su entrepierna, acariciando por encima de su pantalón su pene mientras una sonrisa ladina aparece en su rostro cuando sales en el video sólo con una pequeña falda rosa y una blusa blanca pegada a tu torso, en la que podían notarse tus pezones.
doyoung no sabe en qué momento comienza pero, cuando es consciente de sus actos, puede sentir ese calor acumularse en la parte baja de su abdomen mientras frente a él se reproduce el video de ti montando tu almohada, corriéndose sobre su playera casi al mismo tiempo que tú lo haces.
quizá nunca iba a confesarte que, desde el momento que le dijiste sobre tu página, había hecho lo imposible para conseguir tu usuario y suscribirse a tu contenido, y mucho menos que le excitaba en demasía ver tus vídeos pero, sobre todo, finalizar leyendo los comentarios donde todos te decían lo magnífica que eras, porque al final era consciente que el único afortunado de poder tenerte de manera física, era él.
82 notes · View notes
senig-fandom · 3 years
Text
TERAPIA CAPÍTULO 8
-¡HOOOOO…SIIIII! Saltillo, Coahuila, aquí es donde yo quería llegar, jajajaja- Norte y Sur bajaban del avión.
-jejeje relájate, no queremos causar un caos aquí, ya vimos lo que nos paso en cuanto subimos al avión.
*flashback*
-Te dije que llegaríamos a tiempo usando mis poderes, ahora, me debes una soda.-Caminaba Sur alegremente mientras le daba los boletos a la azafata.
-No apostamos nada, no te debo nada- Norte hacia una sonrisa mientras hacia una mueca con la cara.
-Venga, por lo menos déjame pedir unos cacahuates aquí en el avión…-Sur se detuvo cuando vieron a las personas que no dejaban de verlo a él y a su hermana.
-¿Que sucede?- norte levanto la mirada y de un momento vio a un montón de gente levantarse sacando sus celulares.
En ese momento ambos estaban rodeados de personas pidiéndoles autógrafos, fotos, dándoles información de cualquier cosa, pidiéndoles cosas, causando un caos y lastimándose entre sí, por el espacio reducido en donde se encontraban.
-Wow, tranquilos, no nos jalonen así, que no es el momento- decía sur mientras hacia una risa incomoda.- Porque no saben esperar a que lleguemos a nuestro destino.
Y como si fuera poco, la gente no escuchaba la peticiones ni de él y ni de Norte, había gente sentada que solamente movían la cabeza en señal de negación, susurrándose entre sí, haciendo que Sur agarraba las maletas y cargaba a su hermana, desapareciendo en el momento.
-Por amor a dios, y a la virgen, porque la gente anda tan conmocionada, antes ni nos prestaban atención, ahora pareciera que somos el centro del mundo, o que somos súper estrellas de la televisión. Antes no me molestaba, ahora pareciera que no mantienen su distancia. –Decía norte mientras Sur caía afuera del avión.
-Desde que Centro volvió, la gente parece más atenta a nuestras acciones – analizaba Sur- y a las acciones de los demás países, antes su ignorancia a nosotros, era buena porque nos trataban como personas, ahora que saben que somos más que personas, pareciera que o somos monstruos, o súper héroes vestidos de moda y súper estrellas, o lo que sea.-Sur dirige su mirada al avión viendo a la gente que gritaban sus nombres y otros que solamente miraban por la ventana.
-Por favor damas, caballeros del vuelo, a saltillo Coahuila, les pido que tomen sus asientos y se pongan el cinturón para dar inicio a su vuelo.-Hablaba el capitán del avión, que hablaba por el micrófono del avión.
-¿Y ahora? Nuestra gente no conoce el riesgo que pueden hacer si no obedecen las reglas del vuelo.-Sur bajada a su hermana mientras que norte pensaba en alguna idea.
-*suspiro* Damas y caballeros, si dejan que el vuelo llegue en paz a su destino, les prometo atender a sus preocupaciones y dudas y agendar un día de fotos y autógrafos para ustedes. Así que por favor, vayan a sus asientos y tome el vuelo tranquilamente.-a regañadientes la gente empezó a sentarse, y Norte y Sur pudieron ir a sus asientos y guardar sus maletas.
-Wow, me pregunto ¿Porque no sufrimos esto cuando llegamos a Monterey?-Sur se sentaba al lado de la ventana.
-mmm…creo que Centro manejo a la gente de nuestro vuelo…-norte tomaba su asiento y se ponía el cinturón.
-Como sobornarlos, extorsionarlo, engañarlos, manipular el vuelo… y otras cosas que podrían no sonar bien, pero que son buenísimas cuando él las hace – Sur aventaba una enorme sonrisa cuando termino su dialogo, haciendo que su hermana lo viera seriamente.
-O pudo simplemente hacer lo mismo que yo, y por eso la gente estaba tranquila- Norte le daba palmaditas en la cabeza de su hermano.
-Naaaa… eso no suena muy de él, jajajajajaja, cuando la gente lo saca de quicio el haría cualquier cosa por controlarlas, si de por si perdió sus poderes de controlar a la gente, ya verás como esta de desesperado jajajajajaja.-Sur acomodaba su cinturón y ponía los brazos detrás de su cabeza.
-bueno… podría ser…
*fin del flashback*
-jejeje ahora tienes cosas que hacer con esta gente.-Sur cargaba su pequeña maleta, mientras que su hermana recogía la suyas.-vaya día sin trabajo no crees.
-si… pero ya organice las cosas, la gente que necesita contarme las problemáticas les otorgue mi número, y las fotos será para dentro de dos semanas. – Norte le contaba a Sur lo que haría, y en eso, escuchan una voz gritando su nombre.
-Mamá, tío Alejandro, por aquí- Con un cartel en la mano, estaba Coahuila, alzando la otra mano de un lado a otro.
-Hay mi bebe – Norte fue directa con Coahuila y ambas se abrazaron- Sur se acercaba a ellas con una sonrisa enorme.
-Chamaca, como esta mi sobrina favorita- Sur extendía los brazos esperando a ser abrazado por Coahuila, ella sin pensarlo lo abraza también, diciéndole lo feliz que esta de verlo después de tanto tiempo.
En su camino, al auto los esperaban un hombre alto, casi viejo, con una nariz un poco larga, bien arreglado, el pelo canoso y barbudo.
-Ricardo, mi viejo amigo, como te trata la vida.-Sur lo saluda chocando las manos
-Está bastante bien, sin contar con los terribles cambios de clima que pasa en el norte del país.-su voz ronca y grabe hizo que sur le diera escalofríos.
-ala verga, no recordaba que tu voz tuviera ese tono, si no te conocieras te juro que si alguien con tu voz me habla así, por la espalda me voy corriendo hasta la comisaria jajajaja- Ricardo tomaba las maletas del sureño y las colocaba cuidadosamente en la cajuela del auto.
-A sí, eso no suena muy de usted con todo respeto, joven señor- Ricardo arcaba la ceja, en señal de duda.
-jejeje, bueno es una forma dulce de decir, que le romperé la madre al wey que se acerque a mí con tú voz- ambos hombres rieron, Sur se subía al carro, mientras que Ricardo, ayudaba a norte con sus maletas.
Norte subía junto a su hermano, en la parte trasera del auto, mientras que Coahuila y Ricardo en la delantera. Ricardo encendía el auto y comenzaba a salir del aeropuerto, Sur veía la ventana los campos abiertos que tenía la ciudad, las casas rusticas, los enormes puentes, las curvas de la ciudad, los puestos de comida, los enormes árboles.
La familia salía de la ciudad de saltillo, un lugar oculto debajo de un puente, entre unos enormes arboles de sauce.
-Wow, hermana tu sí que sabes esconder tu casa, yo entraba por donde me daba la gana, pero no sabía que la habías ocultado.- Sur veía a su hermana, mientras pasaban en el oscuro túnel.
-Bueno, esta casa es la que más se tardó en construir, por el hecho de que papá quería un lugar donde yo pudiera vivir tranquila lejos de los demás…- norte se rascaba la mejilla.
-Eso y que así mantenemos la tranquilidad que queda de esta familia – Coahuila fruncía el ceño, recordando las tonterías de sus demás hermanos.- esta ya es la única casa de mamá que queda, las demás que estaban en los otros estados, fueron vendidas a los narcos, y a gente de mucho poder, para pagar las deudas de mis tontos hermanos.
-Sí, eso había escuchado- Sur le tomaba la mano a su hermana, sonriéndole levemente.
Norte entendía su indirecta y solo continúo la conversación.
-Nuestro padre España había elegido un lugar exacto, donde nadie pudiera molestarme, si algo malo pasaba, podía ocultarme allí, vivir tranquila y hacer mis cosas tranquilamente, es por eso que es la más grande de todas, y tengo que decir, que es la casa más grande en Latinoamérica, tarde años en terminarla, pues este lugar es enorme y lo aproveche muy bien, para mis campos y, mi granja.-en cuanto norte termino de hablar, podían ver una casa de tres pisos, de color café, enorme, con una enorme puerta, piedra en el suelo simulando un camino.
Una casa enorme y hermosa, adornada por dibujos representativo de la época nueva España, decorada con sementó y pintado para que pareciera de otro materiales, arboles por todos lados, flores y hierva que alimentaba el ambiente de paz y tranquilidad, podías oír los animales, como cerdos, vacas y gallinas.
Ricardo estacionaba el auto en frente de la fuerte, que tenía unas escaleras de mármol, Sur sentía la presión en su pecho, recuerdos antiguos venían a su mente, tomo aire y fue junto a su sobrina y hermana por las maletas.
En cuanto entraron fueron recibidos por los demás servidores del hogar, gritando a los tres presentes ´´Bienvenido a casa Sur´’.
-jejejeje, muchas gracias,- Sur se le notaba un pequeño sonrojo, mientras se rascaba la nuca.
Tras el recibimiento Sur fue y saludar a todos los sirvientes de la casa de su hermana.
-Marcos, viejo amigo, que tal vas, se nota que estás haciendo ejercicio, te recordaba todo enclenque antes jajaja- Sur saludaba a un chico de piel bronceada, con un cabello castaño claro y unos ojos cafés.
-pues que te digo Alejandrito, si esta fuerte trabajar aquí, la casa es enorme y hay mucho de que trabajar, uno tiene que hacerlas y requieren de mucha fuerza.
-déjate de mamadas Marcos, que luego Ricardo o juan te deben de ayudar- aparecía una mujer de cabello negro y largo, de piel oscura y ojos verdes marino, dándole un mini empujón a marcos en el hombro y dándole un abrazo a Sur, y un bezo en la frente- hay mi Sureñito, cuanto tiempo sin verte, me hace una gran felicidad poder abrazarte sin que salgas disparado para otro lugar.
-jejejeje igualmente me hace feliz verte Miranda – Sur era estrujado por el abrazo de la señorita, quien era más alta que él.-pero me asfixias.
-Hay mi sur, dime por favor, que usaste la prenda que te di, porque luego te hondas muriendo de frio en las épocas de invierno, mas con esas ropas rotas que llevas.- Miranda le jalaba del cachete a Sur, mientras este se reía, y marcos se sobaba el hombro y veía la escenita de su amiga hacia el sureño.
-Si lo use, deja mi cachete.
Los demás sirvientes abrazaron a sur dándole una enrome bienvenida. Pero de repente se escucharon ladridos, acercándose a la parte de frente, sur al voltearse recibió una tacleada de un perro enorme, que empezó a lamerle la cara en cuanto sur callo hacia el piso.
-jajaja…no basta…jajajaja me haces cosquillas- cuando sur agarra los cachetes del enorme Gran danés – ¡hooo mi chiquito hermoso!- Sur abraza del cuello del enorme perro, quien no paraba de restregarse en él, y mover la cola de un lado a otro.
En eso llegaron otros dos perros, un pastor alemán y un spitz japonés, el perro alemán, se sentó al lado de sur y le ponía la cabeza para que este empezara a acariciarlo, y el spitz japonés le robo la bufanda a Sur.
-¡Hey! bola de pelos devuélveme eso- el spitz se envolvió con la bufanda, y se acomoda en ella mientras aun la mantenía mordida, Sur al acercarse solo recibía gruñidos de la pequeña bola de pelos.- me la vas a devolver, bicho raro, esta bufanda no es tuya- Y en ese momento solo sonó un ladrido chillante, haciendo que sur reaccionara. –… ¡TU!
Sur mueve la cabeza y dirige su mirada en donde provenía el ladrido, y en el pasillo con una enorme sobra, allí estaba. El líder de esta manada de perros, una feroz bestia, con una mordedura letal y un carácter que da miedo a cualquier otro perro y su nombre es, Pankey el chihuahua.
Tumblr media
Con los ojos en diferentes orbitas de color amarillo, de pelaje café claro, con una mancha en el ojo, y unas cicatrices en la patas. Gruñía y gruñía mientras miraba a Sur.
-Tu maldito perro de mierda, no creas que me das miedo perrucho, yo de una patada te mato, ¡escuchaste!- al terminar esa frase el perro corre hacia Sur, haciendo que este huyera al patio, mientras gritaba auxilio repetidas veces.
Tumblr media
Sur salvo su trasero subiendo a un árbol que estaba allí, mientras el chihuahua, saltaba lo más alto que podía, rodeaba el árbol y labraba en el árbol donde estaba Sur.
-jajajaja ¡hay hermanito, aun le temes a pankey!- Norte gritaba desde la puerta del patio.
-¡Ya te dije que este perro es el mismísimo demonio, un perro como este no es normal! – Sur gritaba desde arriba del árbol, mientras miraba abajo, observando como el perro cavaba alrededor del árbol- ¡por la virgen quiere tirar el árbol abajo!
-¡PANKEY! Ven aquí mi amor, y deja a Sur en paz – el chihuahua seguía cavando, ignorando a Norte – Julieth- una de las sirvientas de Norte saco un jamoncito, haciendo que el chihuahua dejase de cavar y corriera hasta norte y Julieth.
Norte agarra al chihuahua, y en eso sur bajaba del árbol.
-Hay pankey, ya te dije que no le hagas eso a los invitados.- el chihuahua temblaba y masticaba el jamoncito que le dio Julieth.
-Te digo que España hizo pacto con el diablo para encontrar tal bestia, esa cosa no es normal.-llegaba Sur al lado de ambas chicas.- Sé que eres el mismísimo satán, te estaré vigilando perrucho – Sur realizo una señal con su mano, y el perro solamente le sacaba los dientes y gruñía, teniendo la lengua afuera.
En ese momento, sur dirigió su mirada a un lugar en particular, en una silla mecedora, había un hombre con sombrero ranchero, maceándose.
-Hermana… ¿ese es?
Continuara.
_______________________________________________________________
Por fin he vuelto, y aunque este capitulo sea corto, espero y les guste mucho, desde aquí hago mención de que hayan pasado bonitas fiestas y que hayan comido hasta reventar XD
Gracias a @remedysix por su ayuda VwV
Espero y les guste.
47 notes · View notes
docpiplup · 3 years
Text
Tumblr media
Enriqueta se encuentra frente a Ernesto.
Enriqueta: ¿Otra vez? Pero si ya se lo he dicho todo…
Ernesto: Pues me lo cuenta otra vez.
Enriqueta no puede más. Silenciosamente, se pone a llorar. Sin alharacas, deprimida. Ernesto se siente especialmente incómodo.
Enriqueta: ¿Sabe usted que casi muero cuando mi madre me trajo al mundo?
Ernesto: No. No lo sabía.
Enriqueta: Ojalá hubiera muerto ese día. No habría sufrido tanto… Ojalá hubiera muerto, como lo hará el hijo que traeré al mundo.
Ernesto: Veo que se ha aprendido bien todo su futuro.
Enriqueta: Así es. Y se lo voy a contar.
Ernesto: ¿Para qué?
Enriqueta: Para que le duela. Mi hijo morirá de hambre, porque seré tan pobre y estaré tan famélica que de mis pechos no manará leche. Muchos de los que escribirán de mí dirán que ahí será cuando me volveré loca.
Ernesto está superado.
Enriqueta: ¿Tiene usted hijos?
Ernesto: Sí
Enriqueta: Pues cuídelos. Cuando salga usted de aquí, rezaré para no pase por lo que pasaré yo.
Hace una pausa.
Enriqueta: Mire, señor… Puede interrogarme cien días enteros con sus noches y no le contaré nada más porque no sé nada más. Pero si cuando la encuentren me necesitan para algo, le juro que les ayudaré. Haré lo que me pidan.
Ernesto: ¿Por qué nos iba a ayudar a nosotros en vez de a la Vampira? Déjese de tonterías. Ella y usted son la misma persona.
Enriqueta se revuelve como un gato.
Enriqueta: ¡Todavía no! ¿me escucha? ¡¡¡Todavía no soy ese monstruo!!!
Se calma como puede, pero aún rabiosa…
Enriqueta: Sólo quería convencer a Enriqueta de que se detuviera. De que aún podía salvarse. Pensé que si la obligaba a recordar quién era antes de convertirse en semejante monstruo, quizás…
Enriqueta contiene sus lágrimas a duras penas.
Enriqueta: Quizás yo tampoco me convertiría en él.
Silencio. Ernesto mira a la chica, afectado.
Separadas por el tiempo, 2×10
Tumblr media
Otro tema random que se me ocurrió sobre Enriqueta y el tema del futuro de Amelia en la segunda parte de la t2.
Una pequeña teoría que supongo que ahora se queda un poco desfasada o rebuscada y a lo mejorse puede rebatir o desmontar fácilmente, pero estaba pensando que el asunto de la desaparición de la niña de la foto puede no esté tan directamente relacionada con lo del cambio del futuro después de acostarse con Pacino y el distanciamiento con Julián, si no que tiene más bien que ver con Enriqueta, o dicho de otra forma con La Vampira del Raval.
Para empezar tenemos esa duda de qué y porqué cambió la foto, como acabo de mencionar, en un principio lo asociamos a la causa de desaparecer partes de su futuro que no están determinadas por algo que pasó, es decir su matrimonio pasará porque Amelia y Julián ya están prometidos, pero a lo mejor parece que cosas como la niña y la muerte de Amelia se han borrado porque esas cosas puede ser más suceptibles a cambios por las acciones de Amelia, que en principio eso lo achacamos a las dudas de Amelia, pero igual que el matrimonio de Amelia y Julián se mantiene, porque no podría ser el caso que también la niña haya existido, y lo único que vemos que cambia con la desaparición de la tumba es la muerte. Aunque el cambio de la muerte, puede que sea por que el motivo de la muerte de Amelia fuese evitado en esta situación, que a lo mejor a consecuencia de estos sucesos en los que involucran a la Vampira, y si a lo mejor la desaparición de la niña provoca tal preocupación que por ejemplo no surje la situación en que Amelia no pasa por lo que puede que causara su muerte en la situación original.
Aunque el dilema que se presenta si es que eso resultara ser cierto es que el destino y la muerte de Amelia puede cambiar a costa de que el de Enriqueta no puede porque es la historia.
Tumblr media
Ernesto acompaña a Enriqueta joven al pasillo donde está la puerta por la que entró la Vampira.
Enriqueta: Ojalá el destino pudiera cambiarse.
Ernesto: Aunque sea un poquito lo vamos a cambiar.
Enriqueta asiente seria. Llegan a la puerta 805.
Ernesto: Es aquí. ¿Quiere que la acompañe?
Enriqueta: Prefiero estar sola… Si confía usted en mí, claro.
Ernesto: Confío en usted. Pero estaré aquí al lado, por si me necesita.
Enriqueta esboza una leve sonrisa. Ernesto se va dejando a la joven se queda en una zona más oscura, alejada de la puerta y pendiente de ella, esperando. Salvador observa el pasillo a través de la cámara con Irene.
Salvador: ¿Está preparado si falla el plan de Ernesto?
Irene: Sí.
Los dos miran preocupados a la pantalla. La puerta de 1990 se abre despacio. La joven Enriqueta se pone alerta. La puerta se abre del todo y entra la Enriqueta mayor con el niño de la mano.
Enriqueta: Nos volvemos a ver
Enriqueta se gira alerta, mientras saca el cuchillo. De las sombras sale la joven Enriqueta y se quedan las dos frente a frente.
Enriqueta mayor: ¿Qué haces tú aquí?
Enriqueta: Te estaba esperando.
Se intenta acercar a ella.
Enriqueta mayor: Ni un paso más o le dejo seco.
La Vampira aprieta al niño contra ella, sin soltar el cuchillo, y se aleja despacio, dando pasos hacia atrás.
Enriqueta: ¿Te acuerdas de Felicidad?
A Enriqueta mayor le cambia la cara: Felicidad le evoca algo olvidado que no sabe determinar.
Enriqueta: Todavía la tengo. Nos la trajimos de Sant Feliu, ¿te acuerdas?
La Enriqueta mayor se detiene y recupera un instante de memoria.
Enriqueta: Cuando nos la regalaron, no sabíamos cómo llamarla. Mamá nos dijo que era un nombre raro para una muñeca, muy largo.
La Enriqueta mayor tiene la mirada en algún punto borroso de su pasado.
Enriqueta: ¿Qué hiciste con ella?
Enriqueta mayor: Yo siempre la cuidé. Yo siempre los cuido.
Enriqueta: Si eso fuera verdad, soltaría el cuchillo. Déjale ir, te lo ruego.
Enriqueta mayor: (Amenazadora) No. Esta no me la vais a quitar. Yo siempre los cuido.
Enriqueta: Lo sé… También tuviste un hijo, ¿lo recuerdas?
Enriqueta mayor recuerda con dolor algo que parecía olvidado.
Enriqueta mayor: Alejandro… Pobrecito… Murió. Murió de hambre. (Rabiosa) Y no hice nada… Era mí bebé.
Enriqueta: Sé que es injusto. Pero no fue culpa tuya. Tú eras muy pobre y estabas sola. (Acercándose despacio) Ninguna madre se merece perder a su hijo…
Enriqueta mayor mira al niño, dudosa.
Enriqueta: La madre de este niño tampoco.
La Enriqueta mayor se agacha y abraza al niño, como si abrazara a su hijo.
Enriqueta: Mírame. ¿Quién eres?
Enriqueta mayor la mira y se le empiezan a llenar los ojos de lágrimas.
Enriqueta mayor: Soy un monstruo…
Enriqueta joven se agacha hasta mirarla a los ojos de cerca.
Enriqueta: No… No eres un monstruo… ¿Quién eres?
Enriqueta mayor deja caer el cuchillo y rompe a llorar.
Enriqueta: Soy Enriqueta Martí…
La Enriqueta joven coge al niño. Ernesto sale de la oscuridad y detiene a Enriqueta Mayor. Enriqueta Joven y Ernesto cruzan sus miradas. La mirada de Ernesto es de agradecimiento.
*********************************
Amelia, Julián y Alonso están sentados frente a Salvador, que está acompañado de Irene.
Amelia: ¿Qué van a hacer con ella?
Salvador: Llevarla a la cárcel en febrero de 1912, como dice la Historia.
Alonso: ¿La ejecutaron?
Irene: No dio tiempo. Sus propias compañeras la lincharon en la prisión.
Salvador: Bueno, hay otras teorías. También se dice que murió envenenada.
Enriqueta mayor, sentada en su celda, se saca el camafeo de debajo la blusa, lo abre.Su interior contiene una pastilla. Se la toma y cierra los ojos.
Enriqueta mayor: (Cantando en voz muy baja) Pobre viejecita/ Qué delicadita / Con la mala noche/ medio muerta está…
Separadas por el tiempo, 2×10
Tumblr media
Tenemos los sucesos de Óleo sobre tiempo, en los que recapitulando, Amelia va a llegar tarde a la cena de San Enrique con sus padres, entonces por las prisasllega a casa medio vestida con la ropa de la misión que terminan al principio del capítulo, los pantalones que aún lleva puestos debajo de la falda, Enriqueta la pilla desprevenida. Amelia está tensa por si Enriqueta se lo dice a sus padres, pero no es el caso, por lo que después de una conversación que involucra temas de los deseos de futuro y una familia de Enriqueta (ojo al dato, empezamos a meter en lo que será el detonante de la Vampira y uno de los motivos de esta teoría) Amelia le regala un camafeo por no haberse chivado.
Tumblr media
Amelia lee un libro. Llaman a la puerta.
Amelia: Adelante.
Enriqueta entra con un vaso de leche.
Enriqueta: (Cortada) Le traigo su vaso de leche.
Amelia deja el libro sobre la cama. Las dos cruzan sus miradas furtivas. Se nota cierta tensión.
Amelia: (Forzada) Gracias. Puedes dejarlo allí.
Enriqueta lo deja sobre el mueble y se dispone a salir.
Enriqueta: Buenas noches, señorita.
Amelia: ¡Espera!
Amelia se levanta de la cama. Enriqueta se gira.
Amelia: (Sincera) Gracias por no decirle nada a mi madre…
Enriqueta: (Tensa) No… No tiene importancia…
Enriqueta está nerviosa. Amelia se queda frente a ella. No entiende la reacción de la criada.
Amelia: ¿Te pasa algo?
Enriqueta quiere decir algo pero no se atreve. Finalmente…
Enriqueta: (Balbucea) Si tiene un prometido… ¿Cómo pueden gustarle… (pausa) …las mujeres?
Amelia: (Extrañada) ¿Por qué dices eso?
Enriqueta: (Inocente) Lleva pantalones como algunas mujeres de Santa Madrona…
Amelia: (Sonríe) En mi caso, es una larga historia. (Con intención) Pero me gustan los hombres.
Enriqueta: Bueno, si no desea nada más…
Amelia: Sí… Espera, quería darte algo… por tu santo.
Amelia saca de su cajón un objeto que no vemos.
Amelia: Sólo es un detalle.
Amelia le entrega un colgante a Enriqueta, que lo mira fascinada.
Enriqueta: Es precioso. ¡Gracias, señorita!
Enriqueta abraza a Amelia en un arrebato de emoción.
Enriqueta: Nunca me habían regalado nada.
Se separan del abrazo.
Amelia: (Saliendo del paso) Pues… ya era hora.
Enriqueta: Es usted muy buena… Muy pronto volverá su prometido y podrán casarse, ya verá.
Amelia sonríe algo melancólica.
Amelia: Mi prometido…
Enriqueta: ¿Le ha pasado algo?
Amelia: No, no… Sólo que está… (Improvisando) lejos...
Enriqueta: Mi madre dice que la distancia mata el amor… Pero yo creo que si se quiere de verdad, el amor no muere. Yo algún día encontraré al hombre de mi vida… ¡Y le querré para siempre!
Amelia la sonríe: ojalá pudiera ser ella tan ingenua.
Amelia: ¿Y cómo se distingue al que es el hombre de tu vida del que no lo es?
Enriqueta: Eso no se puede explicar… Se siente y ya está… Es como un hormigueo en las tripas… Y que sólo pasa una vez y es para siempre. Eso dicen, eh…
Amelia: Eso dicen, sí… ¿Y tú lo has sentido alguna vez?
Enriqueta: Yo el único hormigueo que he sentido en la tripa es cuando tengo hambre… Pero mi madre me dice que un día yo también tendré un buen mozo a mi lado. Y criaremos muchos hijos. Lo mismo que usted… Ya lo verá…
Amelia asiente animosa, sin tenerlas todas consigo.
Aunque en el final las cosas se ponen feas. Amelia pilla in fraganti a Enriqueta que está robando porque necesita el dinero para su abuela, empiezan las amenazas de que una contara el secreto de la otra a los padres de Amelia, y Amelia acaba tomando una decisión que a largo plazo será fatal para Enriqueta, ya que a partir del despido de la casa Folch su situación económica irá cuesta abajo, hasta tal punto de que cuando por fin llegue a formar esa familia que esperaba, su hijo murió porque no tenía que darle qué comer, y posteriormente estar desesperada por su situación y recurrir a otras formas de conseguir dinero mediante el secuestro de niños (entre otras cosas) por lo que se convierte en "La Vampira del Raval"
Tumblr media
Noche cerrada. Amelia, vestida de calle entra en el estancia. Porta una vela. Una persona está de espaldas al mueble del comedor. La tenue luz de una vela ilumina la estancia.
Amelia: ¿Quién anda ahí?
Enriqueta se da la vuelta. Está nerviosa. La han pillado in fraganti.
Enriqueta: (Disimula) Buenas noches, señorita.
Amelia: (Inquisitiva) ¿Qué haces levantada?
Enriqueta: Tenía hambre… Y no he podido evitar la tentación. Le pido disculpas…
Enriqueta coge uno de los carquiñoles que hay sobre el mueble. Amelia no las tiene todas consigo.
Amelia: (Miente) Sí… yo también venía a lo mismo. ¿Me das uno?
Amelia se acerca a Enriqueta. Descubre que en su mandil tiene varios cubiertos de plata.
Amelia: Estabas robando.
Enriqueta hace el gesto de que baje la voz.
Enriqueta: (Apurada) Señorita, es por necesidad…Mi madre está muy enferma y no tenemos para medicinas.
Amelia escruta a Enriqueta. No se fía.
Amelia: Si necesitabas dinero, podías habérmelo pedido…
Enriqueta: Me daba vergüenza.
Amelia: ¿Y no te da vergüenza robar?
Amelia y Enriqueta se miran, retadoras. Enriqueta muestra una cara muy diferente a la que había mostrado antes. Hay algo oscuro en ella.
Amelia: (Dura) Será mejor que cuando despierten mis padres, ya no estés en casa.
Enriqueta: ¿Me está echando?
Amelia: Has roto nuestra confianza.
Enriqueta: (Desafiante) Yo mentí por usted…
Amelia: Esto es muy distinto…
Enriqueta: A su madre no le gustará saber que lleva pantalones debajo de la falda…
Amelia: (Dura) Cuéntaselo. Y dile también que querías llevarte la plata.
Enriqueta cambia la mirada dura por la súplica.
Enriqueta: (Compungida) ¿Y ahora qué haré…? Qué será de mi familia…
Amelia se apiada de la necesidad de Enriqueta, se saca un pequeño monedero del bolsillo de la falda.
Amelia: Toma el resto de jornal del mes… Y ahora vete.
Enriqueta asiente y coge el dinero, dolida. Amelia aguanta el tipo.
Esa historia la da a conocer la propia Enriqueta en Separadas por el tiempo, ya que conoce la existencia del Ministerio y los viajes en el tiempo por haber seguido a Amelia, y entonces ya ha conocido su futuro a través de las puertas. Y luego de todo el asunto del secuestro de Julia y su hermana, probablemente haber vendido a Julia a algún hospital de 1981, e intentar la misma cosa con el niño que cogió ese mismo año, pues lamentablemente para Enriqueta el tiempo es el que es y aunque ya sepa su destino no puede cambiarlo porque la Vampira tiene que seguir existiendo.
Teniendo en cuenta estas cosas de la historia de Enriqueta en estos dos capítulos, puede ser que la desaparición de la niña de la foto de 1884 haya sido porque una Vampira unos años más joven que la que apareció en Separadas por el tiempo haya viajado en el tiempo a 1884 y la secuestrase.
Puede que la Vampira en algún momento se enterase que Amelia había tenido una hija y como venganza de que por su culpa, Enriqueta se empobrecería aún mas, el bebé de Enriqueta muriese.
Una especie de ojo por ojo, hijo por hijo, si es que la Vampira le guardaba algún rencor a Amelia, y además la Vampira sacaría un cierto beneficio económico con lo que hiciera con la niña, que en el mejor de los casos a lo mejor le pasó algo parecido a Julia, que la Vampira se la llevase a otra época y la intentase vender a quien sea que estuviera interesado.
Esta es otra opción, partiendo de la primera, es que la que la niña inicialmente iba a existir, pero por el temor anticipado de lo que le pudiera pasar por las acciones de la Vampira, Amelia sabiendo esto optara por no tener a su hija cuando llegase el momento.
Y si la muerte de Amelia estuviera relacionada con haber pasado por un embarazo o el parto, podría ser que por eso desaparece la tumba.
En resumen: el futuro de Amelia cambió por una decisión sí, pero no la que nos trataron de vender Olivares y compañía del pseudoculebrón que intentaron meter con lo de acostarse con Pacino, sino por haber despedido a Enriqueta. Y me parecía mejor explicación eso que lo otro.
Y aunque el tema de la preocupaciones de los personajes por su futuro es un tema recurrente en Emdt, pero concretamente los de Amelia y Enriqueta y la forma que están relacionados me parece interesante.
Y además realmente Amelia no se da cuenta de que su tumba se ha borrado hasta el final de Separadas por el tiempo, así que a lo mejor podría haberse planteado que eso tiene algo que ver con Enriqueta.
*Otra de las ironías buscando cosas en el callejero de Barcelona: la prisión donde murió Enriqueta, la cárcel Reina Amalia, estuvo en el lugar que es actualmente el parque Josep María Folch i Torres
(Supongo que tomaron eso como referencia para relacionar a la Vampira con los Folch)
14 notes · View notes