Tumgik
#no te molestó
solxs · 24 days
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La tristeza que da cuando te peleas con alguien porque expresaste con palabras lo que te molestó y en lugar de disculparse, simplemente encuentra la manera de hacerte sentir mal por eso. Entonces te arrepientes de incluso haber dicho algo, es injusto.
- Oríah ☁️.
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flan-tasma · 1 month
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Hello :3 can I request a Lyney x female reader who is a mechanic, and Lyney flirts with her while shes working in hopes to make her flustered, but she ends up flirting back and makes him flustered instead, which leads to Lyney finding out he likes being topped by a girl in bed so, a sub lyney x dom female reader :3 Thank you!
💖~ I had a lot of fun with this, I won't deny it. I have never felt like this in my life heeeelp
Warning: Smut, Fem!Reader | English is not my native language, so if I have made any mistakes in the translation, I am open to corrections | Content in spanish and english!
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Spanish:
Una sonrisa se dibujó en su rostro al escuchar el tintineo de la campana que dió el aviso de su llegada. El ruido del reloj constante entraba por uno de sus oídos y le salía por el otro mientras pasaba a través de los estantes de la tienda repleta de artefactos y cachivaches que, para el ojo de los desconocidos e incultos en tu tipo de arte, pensarían que era producto de un huracán que tiró todos los tubos y los engranajes alrededor de los estantes desorganizados.
Lyney había escuchado tu voz dándole la bienvenida a tu tienda, una frase que repetías casi de manera mecánica cuando la alerta en forma de campana sonaba. Tu entera concentración no estaba en el mago, cosa que lo molestó en algún lugar de su profundo corazón, sino que tu mirada estaba más interesada en el intercambio de los engranajes de lo que parecía un reloj en su más puro estado de metal y agujas desnudas sobre tu mesa empolvada, brochas, llaves y destornilladores te rodeaban como si solo hubieran sido tiradas sobre la mesa para esperar su turno de ser usadas por tus manos que jugaban con las partes del reloj, descubriendo poco a poco el rompecabezas que habías armado y cuyas piezas fallaban de alguna manera para caer en tus manos.
“Parece que ni siquiera tienes tiempo para saludarme correctamente, cher.” El mago, tan dramático como solía ser, se puso una mano en su corazón dolido por tu frialdad. Tus dedos se detuvieron al escuchar su voz, la sombra de una sonrisa en tus labios se formó mientras te quitabas los anteojos y los dejabas sobre la mesa.
La parte de atrás de la tienda es donde solías trabajar, era tu taller, no sé suponía que alguien entrara a tu rincón privado, pero Lyney siempre tuvo este pase de entrada, incluso si nunca se lo dijiste, él sabía que podía pasearse por dónde le diera la gana en tu tienda y tu taller. Ese era su privilegio. Solo suyo.
“Pensé que tenías una práctica para tu show de mañana.” Lyney no soportó un minuto más para tomar tu mano y quitarte tus guantes grasientos antes de entrelazar sus dedos con los tuyos y levantarte para fundirse a sí mismo en tu abrazo. Un sonido de satisfacción, como dejar salir sus preocupaciones desde sus pulmones, te calentó el pecho junto a su otra mano sobre tu cintura.
“Tengo un problema muy urgente y solo tú puedes ayudarme.” El mago sonrió, la misma sonrisa de un zorro astuto a punto de robar algo, la sonrisa que te hizo imitarlo con diversión. “Siento mis extremidades entumecidas cuando trató de subir al escenario, cher. Necesito que engrases mis articulaciones para que pueda volver a mi puesto como el gran mago que Fontaine conoce.”
El chico parecía obsesionado con soltar las peores frases para ligar referente a la mecánica, te habías enterado por Freminet que incluso llegó a pedirle explicaciones a él para planear sus avances al inicio de su cortejo, y parecía que no tenía planes de terminar con sus movimientos. Te sorprendió que no se le cruzara por la cabeza la idea de usar alambres y tuercas como serpentina un día de estos. Aunque no niegas que tal vez sí lo hizo y lo descartó para no hacerte daño.
La sonrisa victoriosa y orgullosa del mago te calentó el corazón, no importaba si querías meterle un trapo en la boca para que se calle mientras seguía soltando una gran cantidad de basura romántica mientras te hacía bailar con él en el pequeño taller. Su corazón bombeaba como el fuego de una maquinaria a vapor, estaba seguro de que necesitaría que le ayudes a transformar ese anticuado mecanismo en uno totalmente nuevo y moderno, así podría amarte mejor también. Tal vez podrías hacer algo como una fuente y jugar con la energía hidráulica para que sus circuitos te den pequeñas descargas eléctricas a distancia cuando pensara en ti.
Sus intentos de ponerte ese precioso color colorado en tus mejillas fue humilde, podrías clasificarlo en uno de los mejores solo porque su voz es preciosa mientras cerca de tus labios y acariciaba tu mejilla con la esperanza de que su magia haga aparecer tu sonrojo. Lyney era un buen hombre y merecía que lo reconocieran.
“Si es así, creo que debo abrirte y revisar qué está mal contigo.” Tu juego pudo haberse quedado en eso solamente, pero no te echarías para atrás, mucho menos cuando el propio Lyney casi se atraganta cuando le quitaste su capa y lo tomaste por los hombros para besarlo. Dio un grito interno junto a un reseteo de su propio cerebro mientras te sujetaba por la cadera y trataba de seguir tu ritmo, pero ya lo habías sentado en tu mesa de trabajo y los botones de su camisa se estaban desabotonando. Su sombrero y su camisa blanca quedaron en tu mesa, el lugar más limpio del taller en el que trabajaban normalmente arreglando guardias robots, ahora estabas aplastando el miembro de Lyney en tu mano mientras lo obligabas a no apartar la mirada.
Sus ojos casi se nublaron cuando tu mano lo agarró por el mentón y le abriste la boca con tus dedos, provocando que un nuevo jadeo se escuche dentro del pequeño taller.
“Tu caja de voz parece que funciona bien, por desgracia. Pero esperemos que una sobrecarga te arregle lo que tienes en la cabeza, amor.” Tu dedo pulgar acarició la punta del falo de Lyney, tus demás dedos parecían recordar las diferentes venas que eran parte de su carne, tu mano empezó a moverse más rápido gracias al líquido preseminal que brotaba desde la punta. “Parece que está parte de ti funciona excelentemente. Felicidades, parece que no estás lo suficientemente dañado como para tener que hacerte un análisis completo.”
Las manos de Lyney se aferraron a la mesa, tratando de arañar la madera debajo de sus dedos mientras sus piernas simplemente caían frente a él, sentía que su cuerpo caliente era arrasado por el espacio pequeño en el que estaba siendo jodido, pero poco le pudo haber importado en dónde iba a soltar su semen para cuando tus labios ya estaban dejando marcas en su cuello expuesto. Sus pezones eran muy sensibles, tanto que solo bastó que los lamiera para que manchara patéticamente tu ropa con su eyaculación.
“Ahí debería estar mejor.” Tu tono lo martirizó cuando tu mano no se detuvo, lo llevaste a través de su orgasmo hasta que prácticamente jadeó como una pasiva contra tu aliento. “Parece que aún no estás totalmente bien. Creo que necesitaré ser un poco más paciente contigo, ¿verdad?”
No pudo evitar gemir un patético “sí” contra tus labios, aceptando cualquier cosa que planearas hacerle en ese momento.
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English:
A smile appeared on his face as he heard the tinkling of the bell that announced his arrival. The constant noise of the clock entered one of his ears and left the other as he passed through the shelves of the store full of artifacts and bric-a-brac that, to the eye of the unknown and uneducated in your type of art, would think that It was the product of a hurricane that knocked all the tubes and gears around on the shelves in disarray.
Lyney had heard your voice welcoming him to your store, a phrase you repeated almost mechanically when the bell-shaped alert rang. Your entire concentration was not on the magician, which bothered him somewhere deep in his heart, but your gaze was more interested in the exchange of the gears of what looked like a clock in its purest state of metal and bare hands. On your dusty table, brushes, keys and screwdrivers surrounded you as if they had only been thrown on the table to wait their turn to be used by your hands that played with the parts of the clock, discovering little by little the puzzle that you had put together and whose pieces failed somehow to fall into your hands.
“Looks like you don't even have time to greet me properly, cher.” The magician, as dramatic as he usually was, placed a hand on his heart, hurt by your coldness. Your fingers stopped when you heard his voice, the shadow of a smile forming on your lips as you took off your glasses and left them on the table.
The back of the store is where you used to work, it was your workshop, I don't know that someone was supposed to come into your private corner, but Lyney always had this entrance pass, even if you never told him, he knew he could wander around where would like in your store and your workshop. That was his privilege. Only his.
“I thought you had practice for your show tomorrow.” Lyney couldn't stand another minute to take your hand and remove your greasy gloves before intertwining his fingers with yours and lifting you up to melt himself into your embrace. A sound of satisfaction, like letting his worries out of his lungs, warmed your chest along with his other hand on your waist.
“I have a very urgent problem and only you can help me.” The wizard smiled, the same smile of a cunning fox about to steal something, the smile that made you imitate him with amusement. “My limbs feel numb when he tried to go on stage, cher. I need you to grease my joints so he can return to my position as the great magician Fontaine knows.”
The man seemed obsessed with saying the worst pickup lines regarding mechanics, you had found out from Freminet that he even asked him for explanations to plan his advances at the beginning of their courtship, and it seemed that he had no plans to end his movements. He surprised you that the idea of using wires and nuts as a streamer didn't cross his mind one of these days. Although you don't deny that maybe he did do it and he ruled it out so as not to hurt you.
The magician's victorious and proud smile warmed your heart, it didn't matter if you wanted to shove a rag in his mouth to shut him up as he continued spouting a lot of romantic garbage while making you dance with him in the small workshop. His heart was pumping like the fire of a steam engine, he was sure that he would need you to help him transform that antiquated mechanism into a totally new and modern one, so he could love you better too. Maybe you could make something like a fountain and play with water power so that his circuits would give you little electric shocks from a distance when he thought of you.
His attempts to put that beautiful blush on your cheeks was humbling, you could classify him as one of the best just because his voice is beautiful as he nears your lips and caresses your cheek in the hope that his magic will bring out your blush. Lyney was a good man, and he deserved to be recognized.
“If so, I think I should open you up and check what's wrong with you.” Your game could have stopped at just that, but you wouldn't back down, much less when Lyney himself almost choked when you took his cloak off of him and took him by the shoulders to kiss him. He gave an internal scream along with a reset of his own brain as he held you by the hip and tried to keep up with your pace, but you had already sat him down at your work table and the buttons on his shirt were unbuttoning. His hat and his white shirt were left on your table, the cleanest place in the workshop where they normally worked fixing robot guards, now you were crushing Lyney's cock in your hand while forcing him not to look away.
His eyes almost blurred when your hand grabbed him by the chin and you opened his mouth with your fingers, causing a new gasp to be heard inside the small workshop.
“Your voice box seems to be working fine, unfortunately. But let's hope an overload fixes what's in your head, love.” Your thumb caressed the tip of Lyney's cock, your other fingers seemed to remember the different veins that were part of his flesh, your hand began to move faster thanks to the precum oozing from the tip. “It seems like this part of you is working excellently. Congratulations, it looks like you are not damaged enough to need a full analysis.”
Lyney's hands gripped the table, trying to claw at the wood beneath his fingers as his legs simply fell in front of him, he felt his hot body being ravaged by the small space he was being fucked up, but little could he do having cared where he was going to release his cum by the time your lips were already leaving marks on his exposed neck. His nipples were very sensitive, so much so that it was enough for him to lick them for him to pathetically stain your clothes with his ejaculate.
“It should be better there.” Your tone tormented him when your hand didn't stop, you carried him through his orgasm until he was practically panting passively against your breath. “It seems like you're not totally fine yet. I think I’ll need to be a little more patient with you, right?”
He couldn’t help but moan a pathetic “yes” against your lips, accepting whatever you planned to do to him at that moment.
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castawaycherry · 2 months
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Días de playa- Pipe Otaño
Pedido por anon 🤍
Warnings: fluff y poco angst
(vean estas fotos quebonitoes)
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Te encontrabas sacando todo de tu closet sin saber que ponerte, hace unas semanas tu mejor amigo Fran te había invitado a un día en la playa con todos sus amigos, tu rápidamente dijiste que si, no eras muy cercana con ellos pero todos te caían bastante bien y te la pasabas bien con ellos.
No suena a un evento elegante verdad? en realidad no lo era, pero sabías que el iba a estar ahí y quieras desesperadamente llamar su atención, el... Felipe Otaño, o Pipe cómo todos le decían, desde que conociste a pipe habías sentido una atracción instantánea hacia el, sus ojos azules eran hipnotizantes, su sonrisa era perfecta, era talentoso, lindo, carismático, y encima de todo, era una de las mejores personas que habías conocido.
El timbre de tu departamento te sacó de tus pensamientos sobre aquel hombre, sabías que el que había tocado era Fran así que corriste a abrirle la puerta, el hombre entró a tu departamento y después de abrazarte te vio de arriba a abajo con una mirada divertida, en ese momento te diste cuenta que le abriste en ropa interior, lo cual no te molestó, no era algo inusual o algo que no hubiera visto ya.
Lo invitaste a pasar a tu cuarto y soltó un grito viendo el desastre que habías hecho en tu cama
"Y tu señorita por que no estás lista? la fiesta es en 40 minutos" dijo el hombre que seguía viéndote divertido
tu solo gruñiste y le aventaste la prenda de ropa más cercana que tenías.
El se rió y te la aventó de regreso
"Sabes por qué no estoy lista idiota" le respondiste tapándote la cara en frustración y el lo único que pudo hacer fue darte un abrazo de apoyo
"A ver ven, vamos a buscarte un traje de baño para que dejes a Pipe boquiabierto"
Tu solo te sonrojaste y aceptaste su ayuda
El rubio sabía de tu no tan pequeño crush con Pipe desde hace meses y el te aseguraba que también le gustabas, pero era imposible, Pipe era perfecto y tu eras... pues tú.
Fran te sacó de tus pensamientos por segunda vez esa tarde ondeando frente a tu cara un bonito bikini azul que no te acordabas que tenías.
"Mirá" dijo entusiasmado "Este bikini es perfecto"
No podías negarlo, era un bikini azul con un pequeño moño en la parte del bra que se abrochaba por los lados y realmente no dejaba mucho a la imaginación
Tu solo asentiste y fuiste al baño a cambiarte y a guardar todas tus cosas para la playa.
Cuando saliste el hombre rubio te chiflo y te hizo dar una vuelta mientras tu solo podías sonrojarte y sonreír.
"Vas a deslumbrar a Pipe con ese bikini" sonrió mientras ambos salían de tu departamento y se encaminaban a la playa que estaba a unas cuantas cuadras de donde vivías.
Unos minutos después llegaron a la playa y vieron a todos sus amigos ya entrados en la fiesta, jugando volleyball estaban Kuku, Andy, Agustín y Matías, soltaste una pequeña risa viendo a este último intentando ganarle a la estatura de Esteban.
Llegaste a un punto de la playa lo suficientemente alejado de aquellos hombres jugando para no llenarte de la arena que volaba cada vez que uno de ellos se movían, ahí fue donde lo viste y fue como si el tiempo parara por un segundo, solo traía puestos unos shorts negros para nadar y nada arriba, su piel estaba sudorosa y bronceada a la perfección, como siempre el era el encargado de cocinar para todos. En ese momento de tu trance el volteo a verte y corrió a saludarte.
"Hola t/n!" llegó y te abrazo suavemente, te sonrojaste un poco sintiendo su piel caliente sobre la tuya abrazandolo de regreso y sonriendo cuando ambos se soltaron
"Hola pipe, veo que no gastaste ni un segundo en empezar a cocinar" reíste y fue su turno de sonrojarse y sonreirte a ti, pero su momento no duró mucho cuando un balón pasó muy cerca de sus caras y momentos después vieron a un Matías sin aire corriendo hacia ustedes disculpándose profundamente, ustedes solo se rieron fuertemente regresandole el balón y viéndolo correr de regreso con los demás.
Después de eso tuvieron un silencio un poco incómodo ya que ninguno de ustedes sabía que decir hasta que pipe interrumpió el silencio preguntándote si querías algo de beber, tu asentiste y fueron a la hielera que estaba a pocos metros de donde estaban pero para tu suerte había una roca en el camino y caíste sin antes agarrarte del brazo del hombre a tu lado y así cayeron los dos uno encima del otro.
"Pipe! perdón perdón!!" te disculpaste pero algo no te permitía moverte de arriba de aquel hombre
El inmediatamente te dijo que no te preocuparas y te preguntó si estabas bien, igualmente sin moverse de su posición.
En ese momento hicieron contacto visual ambos sonrojados, sin dejar que pasara un segundo más pipe puso sus manos en tus mejillas y suavemente te besó, tu estabas en shock pero rápidamente lo besaste de vuelta
Pasó lo que se sintió como una eternidad hasta que ambos escucharon varios gritos de festejos atrás de ustedes y solo así se movieron y se pararon rápidamente viendo a todos sus amigos sonriendo y festejando por ustedes
Tu estabas muy confundida y volteaste a ver a Pipe con la cara roja como un tomate cuando finalmente fran rompió el silencio diciendo
"Qué vivan los enamorados!" y tu solo le sacaste el dedo medio corriendo a todos a sus actividades previas
En ese momento pipe volvió a jalarte hacia sus brazos y volvió a besarte y con una sonrisa lo besaste de regreso
"Me gustas mucho nena" dijo suavemente después de separarse de tus labios
"Tu también bobo, desde hace meses" dices
"De haber sabido podría haber hecho eso hace mucho tiempo, pero ahora que lo sé te puedo pedir que seas mi novia?" preguntó un poco apenado
tu lo único que hiciste fue besarle otra vez esperando a que eso fuera respuesta suficiente.
No planeaba que esto quedara tan largo pero me inspire bastante, espero que les guste 🤍🤍
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analisword · 2 months
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high infidelity (Enzo Vogrincic x Fem! Reader)
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Capítulo 9:
Alana se separó  abruptamente de Enzo en cuanto le comenzó a faltar el aire, al igual que ella, Enzo se encontraba agitado, haciendo lo posible para obtener la mayor cantidad de oxígeno posible. 
—No te vayas—susurró Enzo con sus manos sobre las mejillas de Alana—. Por favor, no te vayas como el otro día. 
Alana acarició las muñecas del hombre, si se supone que lo que acababan de hacer estaba mal, ¿por qué se sentía tan bien?
—No me iré—respondió en un murmuro.
A los pocos segundos los labios de Enzo estaban sobre los de ella nuevamente, una oleada de calor la invadió por completo, los labios de él eran suaves y se movían contra los de ella con suma delicadeza, mientras que sus manos no permitían que el rostro de Alana se alejara, era como si él temiera que ella fuera a huír como aquella noche y que esta ocasión haría lo que fuera para mantener a Alana lo más cerca a él  posible. 
Alana subió las manos desde los hombros de Enzo hasta su cabello, entrelazando algunos  mechones entre sus dedos, él soltó un jadeo que se quedó atrapado en su garganta como respuesta, ella sintió que sus piernas le fallarían en cualquier momento. 
Sólo se estaban besando y ella ya estaba sintiendo más de lo que lo había hecho en toda su vida, todo su cuerpo se encontraba temblando y respondiendo automáticamente al toque de él, como si estuviera diseñado para él. 
Enzo hizo que ella retrocediera unos cuantos centímetros, por lo cual ahora la espalda de Alana se encontraba firme contra la pared, el beso ya no era tan suave como al principio, ahora era un beso desesperado, las manos de Alana tirando cada vez más el cabello del chico, él bajó las suyas por todo su tronco y las colocó sobre sus caderas, hizo un ligero apretón que provocó que ella gimiera sobre sus labios.
Alana soltó un sonido de protesta cuando los labios de Enzo se despegaron de los suyos, pero inmediatamente sintió ese húmedo tacto en su mandíbula que comenzó a bajar por su cuello con pequeños besos, Enzo le besaba el cuello como si su vida dependiera de ello. 
—Enzo—murmuró, no porque quisiera que parara, al contrario, su voz delataba imploración, él pareció entenderlo, porque profundizó sus movimientos. 
Alana se mordió el labio inferior tan fuerte que saboreó su propia sangre, estaba apunto de meter sus manos por debajo de la camisa de él cuando un carraspeo provocó que se separaran de golpe. 
—Mierda—maldijo Enzo, su pecho subía y bajaba rápidamente, sus mejillas se encontraban sonrojadas, Alana sintió que la sangre se le iba a los pies.
Lucía estaba ahí con los brazos cruzados. 
—Tenés suerte de que haya sido yo la que los haya visto en esa posición tan comprometedora—se dirigió a Enzo, ni siquiera se molestó en mirar a Alana. 
—Lucy…
—No diré nada, obvio, además no es como que tenga pruebas—dijo—. No me importa ella, pero la finta  de alguien que participa en una infidelidad no te pinta para nada bien, no sos esa clase de persona. 
Alana se abrazó a sí misma, se sentía tan avergonzada, su relación con Sebastián había sido turbulenta en los últimos meses, pero no merecía eso. 
Tampoco Enzo. 
—El estudio está apunto de cerrar, salgan antes de que alguien más los vea—les ordenó—. Nos vemos mañana—se despidió de Enzo y desapareció del radar. 
Alana se pasó los dedos por los labios sin importarle que Enzo siguiera ahí, que la estuviera observando tan detalladamente, se notaba que su cabeza estaba hecha un lío. 
—Lucy es de confianza—informó—. La conozco desde hace un montón, es mi 
amiga. 
Alana asintió, claro que que la rubia y ella no habían iniciado de la mejor manera, pero si algo le había demostrado, es que en verdad se preocupa por Enzo.
—Decíme algo, por favor—murmuró Enzo. 
—No mereces esto—dijo simplemente—. Lucía tiene razón, no eres esta clase de persona. 
—Yo quiero esto—replicó Enzo—. Sos todo en lo que puedo pensar.
—Tengo novio—le recordó y para su mala fortuna, también se lo recordó a ella misma. 
—Y es un boludo, no entiendo por qué seguís con él—dijo  él, por primera vez cuestionándola desde que se conocían. 
—No es tan fácil como eso.
—Lo es, es una mierda, lo dejas y ya está. 
—Vivo con él, toda mi vida la tengo aquí. 
—¡Es una vida que no te gusta! Vos lo sabés bien. Sos miserable a su lado. 
Alana levantó ambas cejas ante la acusación, se sintió como una patada en el abdomen, principalmente porque sabía que era verdad. 
—Perdóname—se limitó a responder. 
Enzo suspiró y bajó los hombros como dándose por vencido, la conocía tan bien, sabía que se iría, que huiría como la otra vez. 
—Ya te pido el taxi—dijo él sacando su celular. 
—Enzo—su voz se entrecortó, ¿en qué lío se había metido? 
—Toma, es una copia de la llave del departamento—dijo él sacando una llave de su bolsillo—.  Mi casa sigue estando abierta para vos, espero que al menos sepas eso. Andáte con el pelotudo ese, pero al menos no pares de hacer lo que más te gusta.  
Sintió como sus ojos picaron y como su garganta comenzó a cerrarse, tomó la llave de la mano de Enzo, sintiendo aquella característica corriente eléctrica que le recorría los sentidos cada que lo tocaba y caminó hacia la salida, se giró por última vez para ver a Enzo, encontrándolo con las manos en los bolsillos y la mirada perdida. 
—Buenas noches—la saludó el taxista.
—Buenas noches—respondió ella como pudo, se apartó el cabello de la cara y se recargó contra la ventana del auto. 
—Pero qué lugar tan mono es este—exclamó el hombre tomando el volante e inclinando la cabeza para tener una última visión del estudio de grabación—. ¿Sois actriz?
—No—respondió ella.
El taxista continuó entablando conversación el resto del camino, Alana se limitó a hacer aportaciones con monosílabos.
Por un lado, no podía dejar de pensar en la manera que Enzo la había besado y tomado, en los pequeños sonidos que hacía sin temor alguno, en sus expresiones suaves y sus gestos delicados, por otro lado, no podía borrarse la imagen de Enzo diciendo que ella era miserable con Sebastián. 
Sabía que terminar la relación con su novio, no sólo lo había engañado, hace mucho había dejado de ser feliz a su lado, pero sentía tanto miedo, ¿dónde se iría a vivir? ¿en verdad dejaría a Sebastián solo en un momento tan importante como la escritura de su primera novela?
¿Y qué sucedería con Enzo? ¿La quería de verdad o era pura atracción lo que sentía por ella?
Alana negó con la cabeza, lo suyo era imposible, él eventualmente se iría de España. 
Odiaba tanto saber que las únicas dos personas que tenía en el país, la hacían un completo desastre. 
¿O era ella la que hacía un desastre de ellos?
                                                  ˖⁺‧₊˚♡˚₊‧⁺˖ 
Alana gruñó cuando sonó la alarma de su despertador, había olvidado cancelarla la noche anterior, había llegado tan cansada y triste del set de grabación que se había echado a la cama apenas llegó, en la madrugada sintió como los brazos de Sebastián le habían rodeado el cuerpo, ella se los había quitado de encima y se había dormido de vuelta. 
Era 29 de Abril y Alana oficialmente era un año más vieja. 
Era su cumpleaños, por lo cual no tenía planeado escribir ese día, cuando vivía en México, su cumpleaños era una gran cosa, su familia y amigos le organizaban fiestas y Sebastián la llenaba de regalos, una vez que se mudó a España los festejos masivos habían terminado, pero ella y Sebastián habían mantenido la costumbre de salir a comer y tomar algo para después cenar pastel.
Se bañó y preparó para comenzar su día, las cosas habían estado tensas con Sebastián por lo cual ni siquiera habían tenido tiempo de planear algo para su cumpleaños, claramente Alana no esperaba que hicieran algo novedoso, pero pensó que al menos comer algo de pastel con él sería agradable. 
Después de bañarse y vestirse se dirigió al comedor, esperó encontrarse a Sebastián ahí como de costumbre, pero en cambio encontró sólo una llave y una nota en la mesa. 
''Me comporté como un loco ayer. Aquí está tu llave, estaré afuera un buen rato, hay comida en el refri, te amo''.
Alana suspiró y tomó la llave para guardarla en su habitación, ahora tenía dos llaves para el departamento de Enzo, las cuales no tenía intención de utilizar en los próximos días hasta que las cosas estuvieran más relajadas entre ellos.
De igual manera esperaba que Sebastián no estuviera por ahí preparándole una sorpresa por su cumpleaños, eso la haría sentir muy culpable. 
Se limitó a responder los mensajes y llamadas de familiares y amigos, contestó algunas felicitaciones que lectores le habían dejado online y vio tres de sus películas favoritas seguidas, no era como se había imaginado pasar su cumpleaños, pero no podía quejarse.
Después de su maratón de películas se dedicó a limpiar el departamento entero, lustró los platos de la cocina y los pisos, acomodó el librero de la sala al menos unas dos veces, aspiró los sillones y la alfombra, finalmente entró al estudio de Sebastián, no recordaba la última vez que había estado ahí con la intención de leer, sobre todo desde la última conversación que habían tenido, en la que establecieron no volverse a leer el uno al otro, sin embargo, la curiosidad y aburrimiento la poseyeron, tomó el manuscrito del escritorio y comenzó a hojearlo lentamente. 
Leyó durante horas enteras,  Sebastián había avanzado un montón a la historia desde la última vez que lo había leído, Alana tenía su espalda estaba recargada en la cómoda silla y sus piernas estaban extendidas cuidadosamente sobre el escritorio de Sebastián, se encontraba pensando al mil por hora, acababa de encontrar un agujero en la historia que definitivamente tenía que ser llenado, buscó un marcador en el escritorio, sabía que se había dicho a sí misma que no volvería a editar para Sebastián, pero le causaba conflicto dejarlo pasar, estaba husmeando en uno de los cajones cuando su celular vibró. 
''No puedo dejar de pensar en vos y en lo que pasó ayer, por favor llámame o vení cuando te sientas lista, quiero darte tu espacio, pero tenemos que hablar sobre lo que ocurrió, en fin, feliz cumpleaños, espero que la vida te conceda un montón de vueltas al sol más y que te la pases maravilloso hoy. Sos una persona única, te aprecio mucho y cada día le agradezco al cielo por haber aceptado ir a esa premier y encontrarme con vos, te quiero, Enzo''.
Alana leyó y releyó el mensaje varias veces, ¿cómo podía Enzo ser tan buena persona?
Se encontraba escribiendo la respuesta al mensaje cuando escuchó la puerta de la sala cerrarse, salió del estudio rápidamente. 
—Hola—dijo Sebastián en cuanto la vio.
—Hola.
Alana miró por la ventana, se le había pasado el día entero y oficialmente era de noche. 
—Te devolví la llave. 
—Sí, sí la vi—respondió ella. 
Sebastián asintió levemente, Alana se rascó la nuca incómodamente, claro que no esperaba la gran fiesta, ni siquiera esperaba un regalo o gesto emotivo, pero al menos un feliz cumpleaños.
—¿Qué hiciste hoy?—preguntó Sebastián quitándose los zapatos, llevaba ropa deportiva, ¿se la había pasado todo el día en el gimnasio acaso?
—Umh, vi unas películas y limpié el depa. 
—Cool, ¿no escribiste hoy?—preguntó con curiosidad, Alana inclinó la cabeza al escucharlo, él sabía que Alana tenía la boba tradición de no escribir durante su cumpleaños, lo sabía desde años atrás.
—Eh…pues no—dijo. 
—¿Y eso?—preguntó él dándole un sorbo a la botella de agua que llevaba en las manos. 
—Bueno, ya sabes, que día es hoy y eso—dijo ella soltando una risa incómoda. 
—¿Sábado?—respondió Sebastián con genuina confusión. 
Alana quedó estupefacta, Sebastián había olvidado su jodido cumpleaños. 
—Como sea—dijo él al notar que ella no respondía—. Me ducho rápido y me voy a escribir, se me fue el rato en el gimnasio, cargo lo doble que antes en pierna, ¿no es genial?—preguntó él emocionado. 
—Mucho—carraspeó Alana. 
—Vale, buenas noches—dejó un beso en su mejilla y se fue al baño. 
Alana se quedó plantada en la sala por varios minutos sin saber qué pensar o hacer, sintió la nostalgia invadirla, las lágrimas acumulándose y su labio temblando. 
No quería estar ahí, quería estar en casa.
Tomó la llave que Sebastián le había devuelto y sin molestarse en limpiar sus lágrimas, salió del departamento.
Tenía que ver a Enzo.
Necesitaba verlo.
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catarsis96 · 5 months
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Tengo unos problemitas para publicar esto. Espero que esta vez no suceda nada, hice esta idea un poco tonta para practicar mi escritura Smut, espero que sea del agrado de los demás, agradezco también a quienes han leído mis otras publicaciones.
Advertencia: estructura +18, si eres menor de edad o no te gusta este tipo de lectura, no leas.
Adrian Tepes x lector femenino.
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El Damphir que se robó una doncella prometida. 
Para las jóvenes doncellas estar comprometidas con un buen hombre era una gran ilusión, corrían con la suerte de casarse con alguien de buena familia y estarían con alguien que las amaría, pero no siempre era así. 
Estabas comprometida, mejor dicho, tus padres te estaban vendiendo a un hombre horrible, en el momento en que tuvieron la oportunidad decidieron que sería una buena idea entregar a su única hija al dueño de un negocio del pueblo. Ellos eran tus padres, ¿Cómo era posible que hicieran esto? Pero no les importaba, solo el dinero que recibirían al entregar a su hija como si no sucediera nada. 
Su matrimonio no era uno normal, tu padre un completo borracho que solía tener deudas por su incontrolable adicción al alcohol y tu madre… a ella no le importaba su marido, solo se había casado con él en cuanto supo de su embarazo y sacarle lo poco que le diera. 
Sinceramente no te importaban ya. Pero ahora que habían hecho aquél trato con ese hombre, enfureciste. 
No tenías a nadie con quien desahogarse en casa, así que fuiste con la única persona que te entendía muy bien. Caminaste por el bosque hasta llegar al castillo que se instaló muy cerca del pueblo en que vivías, el castillo de Drácula. 
Tener tan cerca ese imponente castillo había llamado su atención, la curiosidad llamaba y, en un momento donde huiste de tu hogar y de las discusiones de tus padres, fuiste a explorar cerca. No habías pensado que llegarías a conocer a Alucard, aquél que habías escuchado mencionar por un orador. Fue un poco extraño conocerlo, quizás porque él era diferente a un humano. Pero lo extraño y sobrenatural te atraía. Y desde aquella vez, comenzaron a tener una extraña pero hermosa amistad. 
Alucard solía ser un poco callado pero sarcástico, cálido a pesar de que parecía esconder ese lado suyo, era guapo y esos pectorales, no eras ignorante de la seducción que Alucard poseía y no negabas que habías comenzado a sentir una gran atracción por él. Había muchas cualidades y razones en él que te hacían tener mariposas en el estómago cuando estaban juntos.
El castillo estaba frente a ti, subiendo los escalones sabías que él sabía que estabas ahí. La gran puerta fue abierta para que pudiera entrar y Alucard te vio desde las escaleras de caracol.
“... Que alegría verte.”  La sonrisa en su rostro era evidente.
“Yo también me alegro de verte, Alucard.” Saludándolo, caminaste hacia él.
Alucard notó cómo su rostro estaba ligeramente molesto, normalmente cuando estabas así era por los problemas de tu familia, él lo sabía, desde que comenzaron a entablar amistad no le ocultaste nada sobre tus "amorosos papás". Alucard comprendió, no juzgó, pero si le molestó que unas personas fueran tan irresponsables y quisieran llevarse entre todos sus problemas a alguien que no lo merecía.
Él quería hacer algo para ayudar, el tiempo que estuvieron conviviendo ha sido lo mejor para él, habías aparecido justo cuando sentía que estaba perdiendo la cordura. 
Ver a otro humano, después de que la guerra contra su padre terminó, fue lo mejor que le pasó, eras lo mejor que le habías pasado. Esa curiosidad tuya por las cosas sobrenaturales, tu forma de pensar y ese brillo en los ojos cuando jugaban juntos, era como un dulce regalo, pero no solo eso le llamaba de ti, cada vez que jugaban a atrapar el uno al otro, había estado viendo tus caderas al momento en que corrías, tus pechos esponjosos cuando necesitabas tomar aire después de tanto correr; Adrian quería ver tus lugares más privados. 
Se sentía como un pervertido pero no podía evitarlo, lo tentabas. 
“¿Qué sucede ahora?” Ignorando sus pensamientos lujuriosos, se atrevió a preguntar. 
Mordiéndo tu labio por la frustración, comenzaste a hablar:
“Ay, Alucard, mis padres han hecho algo espantoso” Corriste a él y lo abrazaste con desesperación.
Para Alucard fue una sorpresa repentina cuando te aferraste a él, como pidiendo protección.
“¡Me han comprometido con un señor!”
“¡¿Qué?!” No solía sorprenderse tanto, pero en cuanto dijiste aquello, fue como si le hubieran dicho la pesadilla más espantosa. “¿Ellos hicieron qué?”
“Prometido, pero en realidad me cambiaron por unas simples monedas en cuanto tuvieron la oportunidad” Susurró sabiendo que él escucharía. “No quiero casarme con un anciano, Alucard.”
Sus brazos rodearon tu cuerpo, como si fuera un refugio donde nadie entraría a dañar.
“Yo quiero estar con la persona que amo.”
Aquello llamó la atención del damphir y una ráfaga de celos lo invadió, estabas enamorada de alguien.
“¿De quién?” Su voz masculina salió de sus labios por sí sola. Tenía que saberlo, quería escuchar quién era ese alguien que amabas.
“Yo… Uh…” La vergüenza te tomó. ¿Por qué era difícil decir a quién amas?
“Dime, ¿A quién amas?” Los dedos de su mano derecha tomaron tu barbilla. Sus ojos miel te miraban como si estuvieran tratando de hipnotizar tu mente.
Labios masculinos se acercaban a unos femeninos, deseosos de probarlos, tu corazón parecía golpear tu caja torácica, pensaste si era posible que saliera de tu pecho por la forma en que palpitaba como loco. Lo que pensaste que nunca podría suceder, pasó, Alucard te estaba besando y era mejor que en tus sueños.
Sus esponjosos labios se movieron con maestría atrapando los suaves y torpes por la repentina acción. Con sus colmillos mordió su labio inferior pidiendo permiso para profundizar más ese beso y lo hiciste, le estabas dando permiso a hacer lo que quisiera, su lengua lamió la tuya como si la estuviera seduciendo; un pequeño gemido brotó y no supiste si fue tuyo o de él.
Él se separó de tu boca, un pequeño hilillo de saliva los mantenía unidos, sus ojos parecieron brillar más.
“ A mi habitación” Sin perder el contacto con tus ojos, te tomó por la cintura, te dejaste llevar por él y no querías dejar su cercanía.
Llegaron a su habitación dejando atrás el salón principal, la luz se filtraba por las ventanas haciendo que el lugar se notara un poco acogedor y como un lugar para descansar cómodamente. Tuvo que soltarle para poder cerrar la puerta, aun sabiendo que no habría nadie que les interrumpiera. Miraste a tu alrededor y su cama. Sabías lo que sucedería a continuación.
“No haré nada si no lo deseas, pero…”
“Quiero hacerlo.” Respondiste, no había duda de que quisieras.
Caminó hacia ti para poder besarse otra vez, hacer eso era como una invitación a lo prohibido, a la tentación. Y él quería llegar a eso, contigo. Los gemidos y suspiros entre besos eran escuchados, pero Alucard quería más que solo besarse, ambos querían más. 
Con pasos decididos llegaron a su cama y te tumbó delicadamente en ella.
“He querido hacer esto contigo” Reveló con un poco de timidez. Su cuerpo más grande descansaba sobre ti.
“Yo también.” Con voz acalorada, lo miraste.
Ambos estaban igual de avergonzados, pero con el calor del momento y el deseo consumiendo sus cerebros, las caricias lascivas debajo de la ropa se hicieron presente, ambos querían tocar, explorar la piel del uno y del otro. La ropa comenzó a estorbar y a desesperarlo, necesitaba verte tal y como eras. No podía esperar más, con sus grandes manos no le fue difícil sacarte de ese molesto vestido. 
Sus ojos brillaron cuando la vio desnuda por primera vez.  Alucard iba a comerte y tú no lo impedirías.
Comenzó a recorrer tu cuello con dicha, con cada paso de sus labios por tu nervioso cuello, pechos y mejillas; un suspiro dejabas escapar para él.Guiaste tus manos hacia su cuerpo, querías quitarle la ropa como él hizo contigo, al ver lo que pretendías, ayudó a quitarse la camisa y pudiste ver sus músculos, pecho y cicatriz, era como si te hechizara cuando tus manos lo comenzaron a recorrer.
“¿Te gusta lo que ves?” Preguntó socarrón, no podías dejar de tocar y mirar, todo su pálido cuerpo, cada parte de él estaba haciendo que no alejaras las manos.
Y ahí estaba su modo burlesco, incluso en este momento de placer. Lo tomaste del cabello para besarlo con lujuria, mordiendo un poco sus labios. Gimió cuando lo tomaste así. Su mano comenzó a deslizarse desde tus pechos a la parte baja entre tus muslos, quería tocar ese lugar secreto entre tus piernas. Sus dedos tentaron hasta que por fin entraron en esa calidez, encontrando ese botón nervioso.
Sorprendida por lo que te hacía sentir comenzaste a gemir, las caderas se movieron por sí solas en cuanto sus dos dedos comenzaron a jugar con su clítoris, sus dedos parecían estar acostumbrándose a sentir lo cálida que eras en esa área sedosa. Necesitaba oír más de tí, comenzó a hacer que entres en desesperación por lo bien que te hacía sentir solo con eso. El nudo en tu estómago parecía reventar, un toque tras otro y otro cuando ya no pudiste más y llegaste al primer orgasmo de la tarde. 
Tu cara ardía por haber terminado en su mano, con la respiración cansada de haber acabado en sus grandes dedos. El te miró, se le hacía agua la boca por verte así, los pantalones comenzaron a molestarle, con la necesidad de poder hacer algo por la dureza de entre sus piernas, se quitó lo último de su vestimenta, no iba a parar, separó tus piernas para estar enmedio de ellas, una mirada más a ti y un asentimiento le bastó para poder entrar poco a poco en tu interior. La respiración se le cortó cuando entró por fin, los dulces pétalos de tu cuerpo se separaron para recibir su longitud como si lo estuvieran esperando desde hace mucho tiempo.
Se sentía tan bien, tan húmedo y caliente, sus caderas comenzaron a moverse lenta y firmemente, provocando que gimieras para él. El repentino dolor por su grueso eje invadiendo tus confines, comenzó a desaparecer con cada destello de placer. 
“Adrian…” Murmuró entre gemidos.
No comprendiste a qué se refería, hasta que te diste cuenta de que te pedía que lo llamaras por su nombre, su nombre real y no Alucard.
“A-Adrián” Lo complaciste y él agradeció embistiendo esos nervios de placer. Gemiste fuerte cuando su miembro golpeó con más fuerza, él iba a hacer que gimieras su nombre para él, se aseguraría de eso. Tu clítoris parecía entrar en un estado de excitación cuando la cabeza de su entrepierna lo golpeaba hasta querer hacerlo estallar. 
El olor a sexo comenzaba a volverse más fuerte entre ese cuarto, los gemidos; los golpes de piel contra piel y esos gruñidos como de un ser sobrenatural eran la clara evidencia de lo que se estaba haciendo ahí. Un ser de la noche estaba corrompiendo a una doncella. Y no se arrepentía, la marcaría como suya, su compañera, de él y de nadie más.
Sus instintos naturales lo guiaban a querer poseerla por completo, a marcar a esa mujer como su compañera y amante. El clímax final estaba por llegar, ambos lo podían sentir como hilos de electricidad recorriendo sus cuerpos sudorosos. Sentiste ese nudo romperse otra vez y no pudiste evitarlo, te corriste sobre su duro miembro y creiste ver estrellas cuando sucedió. Adrian pudo sentir el momento justo en que llegaste al orgasmo y él pronto te acompañaría a la cima, su miembro parecía tener ligeros temblores, indicios de que pronto estaría igual que tu, una y otra embestida más bastaron para que él finalmente sintiera lo que llegaste a sentir, derramando su semilla en tu estreches. Y fue el placer más grande que pudo haber sentido en su vida y lo mejor es que fue contigo. Su cuerpo cansado cayendo sobre ti, sin lastimar.
“A ti, Adrián, a quien amo es a ti.” Dijiste por fin, tus brazos lo tomaron en una abrazo.
“Yo también te amo” Sonrió con sinceridad.”
El sueño te recorrió, tus ojos comenzaban a pesarte, te vio cerrar los ojos y para él fue como si viera dormir a un ángel. La noche estaba ya puesta en el cielo, con ella era imposible que regresara a casa, pero era muy seguro que no te irías, con lo cansada que habías quedado.
Mientras dormías,  sus pensamientos lo llevaron al suceso que los trajo ahí, te habían prometido, cambiado habías dicho, pero por lo que hicieron y las confesiones, ese compromiso ya no era válido. Se levantó, tomó sus pantalones y buscando hoja y tinta comenzó a escribir una carta a tus padres.
Estimados señores:
La carta que les hago llegar es para hacerles saber que me enteré de que han prometido a su hija, la mujer que amo y ahora está durmiendo en mi cama, ahora con eso dicho ya no podrán seguir con sus planes, porque ahora ella es mi esposa.
Se despide: Alucard Tepes, el damphir que se ha robado a su hija”
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coolpizzazonkplaid · 3 months
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Lin Kuei (MK1) y Hanzo Hasashi y Kuai Liang (MK11) x lectora que es fanática del rock, te encuentran bailando y cantando la canción que te gusta.
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Contexto: se explica por si mismo. Pero lo que sí voy a decir es que las canciones son mis recomendaciones, espero que les guste. Dejo también links para que puedan escucharlas y tambien de sus significados. Disfrutenlas, son bandas que valen la pena.
Bi Han:
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Bi Han no tuvo el privilegio de presenciar la música porque sus deberes de ser Gran Maestro estaban primero. Además de no darle tanta importancia a ese estilo de arte, nunca entendió el por qué era tan valorado eso, un ritmo que no permitía concentrarse en la meditación para liderar al Lin Kuei.
Tenías una opinión diferente a la de él, la música te ayudaba a evitar el silencio abundante de Artika era algo a lo que no te acostumbrarías nunca y desconocías cómo Bi Han y sus hermanos vivían así. La música te ayuda a desconectarte de lo que te rodeaba y los problemas se esfumaban.
Sabías la opinión de Bi Han sobre la música y por eso mantenías oculto que te gustaba el rock y que si lo llegara a escuchar ya sabrías lo que diría. Que era un ruido que el Gran Maestro no podía escuchar, el silencio era la mejor meditación, etc. Pero para ti la música era tu meditación y tu tranquilidad.
Durante el día le dijiste que ibas a afilar las armas que guardaban en el salón de armas y que se quedara tranquilo con sus hermanos. Cuando lo ves marchándose y dar la vuelta por los pasillos, pones música a un volumen bajo y que solamente tú puedas escucharlo. El silencio que inunda el lugar se desvanece con el tono de las melodías y tus pequeños tarareos.
Afilabas las alarmas, mientras estabas pérdida en el sonido y pasabas las hojas de las armas sobre la piedra. Las canciones hacían que los minutos fueran perdiendo su importancia, cada arma que afilabas la ponías en un montón y luego las ordenabas tranquilamente. En un momento, tu celular reproduce Leave me be de Seether, cantas la letra y te balanceas ligeramente al hacer tus tareas.
No te habías percatado que Bi Han te observaba cantar y moverte tan tranquilamente. Te estaba buscando para ver si ya habías terminado de afilar esas armas, porque las necesitaba para el entrenamiento con sus aprendices. Mientras se dirigía al salón de armas, su oído escuchó un ruido… un ritmo, al avanzar la melodía se volvía más fuerte, oyó tu voz y te vio. Estabas a espaldas de él y relajada, tu voz era tranquila y reconfortante.
Sintió que verdaderamente se calmaba, que todo perdía su importancia, era algo que no había experimentado nunca. La música le resultó tan cómoda al igual que tu voz entonaba las letras y él nunca sintió mayor comodidad. Te observaba tan vulnerable en ese momento, parecías tan metida en tu mundo y desconectada de lo que te rodeaba y eso fascinó a Bi Han.
Estaba viendo un lado tuyo que nunca le habías mostrado. Por un lado, le molestó que no lo expusieras a él, es tu amante y por el otro cree saber por qué no lo hiciste, por sus dichos sobre la música. Pero esas palabras que su boca soltó quedaron silenciadas y opacadas por tu voz y movimiento. Cantabas tan pérdida en esa melodía desconocida.
“[…] I hate to reason with the dead/I hear them speaking but no one's there/Those frozen fingers give me chills/It's safe to say there's no good Will/So please leave me be […]” Esas palabras tocaron bastante a Bi Han al recordar sus acciones pasadas, pero tu voz lo hizo olvidar y que esos recuerdos quedaran perdidos. Por una vez, en su deber cómo Gran Maestro se permitió admirar esa belleza oculta en ti.
No quería que pararas de cantar y balancearte, sinceramente no quería estropear ese momento tan tuyo. Cuando la canción llega a casi su final, tu voz se eleva y Bi Han siente que apenas rascó la superficie de tu mundo. Termina la canción y sigue otra, Eyes Without a Face de Billy Idol, las letras salen de tu celular y cantas una vez más para Bi Han sin que te des cuenta.
Te sigue admirando en silencio y en sus ojos solo queda la maravilla, como si descubriera otra faceta tuya por más que sea la misma. Tu voz verdaderamente lo dejó perdido y confundido, ya que no se había percatado de que estabas terminando de afilar todas las armas y que estabas por darte la vuelta. “[…] I spend so much time/Believing all the lies/To keep the dream alive/Now it makes me sad […] ¡AHHH!”
Cuando sueltas tu grito, se te caen las armas con un estrepitoso ruido, hace que la realidad golpee a Bi Han y se ponga firme. Apagas la música y lo que mantenía al Gran Maestro distraído se disuelve, sientes que tus mejillas se calientan y te avergüenzas. “Lamento que hayas escuchado la música ¿Qué necesitas Bi Han?”
“Necesito las armas para el entrenamiento” Lo dice tan cortante que quiso verdaderamente cambiar sus palabras, decir que le gustaba lo que escuchabas y que eras bonita con esa mirada pérdida. Pero se sintió como un verdadero tonto al soltar las palabras que dijo, no sabía cómo expresar su admiración por ese momento.
Le entregas las armas, nota tu mirada cabizbaja y avergonzada. Querías marcharte a toda costa de la mirada fija y gélida de Bi Han, por eso te apresurabas a guardar todo rápido y sin nada de tu música. Eso decepciona a Bi Han, se siente apenado por cómo trato las cosas y antes de marcharse intenta arreglarlo como puede. “Tienes una voz hermosa. Deberías cantar más a menudo y no tengas miedo de poner música en mi presencia”
Te toman por sorpresa esas palabras y te invade la esperanza de poder compartir música con él. Le das un pequeño beso en la mejilla y luego en los labios, lo ves marcharse sin inmutarse y sabes que internamente debe estar con mariposas en el estómago como tú las tenías en ese momento.
A partir de ese día, a veces ponías música en la privacidad de los aposentos y Bi Han solamente te observaba con absoluta fascinación sobre las cosas que hacías. De vez en cuando te preguntaba cómo se llamaba la canción que estabas escuchando y qué significaba, con una sonrisa le respondías y eso internamente le dejaba con más curiosidad. Ni pienses que te dejará sacarlo a bailar, se negará rotundamente y por más que la melodía sea para hacer una danza, olvídate de que quiera bailar. A veces su mente las recuerda partes de las canciones durante la meditación o alguna misión y por consecuencia te recuerda a ti.
La canción que más le gustó es Leave me Be, le transmitió mucho de sus problemas en esas palabras tan sencillas. Quiere seguir experimentando de a poco lo que escuchas y conectarse más con la persona que es su pareja.
Kuai Liang:
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Kuai Liang, al igual que sus hermanos, no tuvo mucha proximidad a la música. Entrenaban sin cesar y no había tiempo para relajarse, llevarse por las melodías y estar en otro mundo. Esta muy mal visto que el segundo al mando del Lin Kuei y ahora el Gran Maestro de los Shirai Ryu.
Kuai Liang no sabía tu gusto por el power metal y si lo descubría sabías que no le gustaría. Vivió con el silencio y el sonido de la batalla, este tipo de música seguramente le haría recordar a Jhonny y sus malos gustos musicales. Por eso mantienes en secreto tu música.
Tu amado sabe que a la tarde ibas a hacer la limpieza en algunas partes del recinto del clan. Lo que dejaba a Kuai Liang tranquilo y podía entrenar tranquilamente junto con Tomas a los nuevos miembros del clan. Cuando viste a tu amante irse, pusiste la música para solamente escucharla tú.
Mientras los temas musicales hacen que tu tiempo vuele, barres tranquilamente y te pierdes en la melodía. Cantabas algunas letras y la realidad estaba lejos de tu mente. Terminabas de barrer y pasabas un trapo mojado para que los pisos quedaran encerados y sin una pizca de tierra. La labor lo hacías tranquila y sin saber qué hora era, la melodía era todo un mundo para ti y pasaban de canción en canción.
En un momento, tu celular reproduce Bark at the Moon, la versión de Powerwof, y te invade una adrenalina. Cuando suenan las estrofas comienzas a cantar mientras pasa el trapo por el piso y cuando terminas con esa parte del recinto, sigues a la siguiente parte del recinto del clan.
Vuelve hacer lo mismo que hiciste con el pasillo anterior y cantas con pasión. No te habías dado cuenta de los pasos de Kuai Liang y que te estaba observando. Se quedó sorprendido al ver que cantabas, era algo que le resultaba abrumante y confuso. Estabas a espaldas a él bailando.
Kuai Liang te estaba buscando para pudieran resolver en conjunto una decisión para las defensas de la Tierra y aparte quería verte. Mientras caminaba hacia donde te encontrabas, al acercarse, escuchó un ruido leve y aproximándose pudo oír mejor el ritmo de una melodía fuerte y a ti cantando con pasión.
“[…] He's returned to kill the light/Then when he's found who he's looking for/Listen in awe and you'll hear him/Bark at the Moon/ Jajajajaja […] ¡AHHH!”Al soltar la risa de la canción, te giras, pones una mano en la cadera moviéndola al ritmo y al girar la cabeza ves a Kuai Liang mirándote.
Te pones roja, quitas la música y murmuras unas disculpas. Pero Kuai Liang quiere seguir escuchando la canción e insiste en que la pongas devuelta. “Ponla devuelta, quiero oírte cantar”
La vuelves a poner y pasado el estribillo sigues haciendo tus labores, pero te distraídas con la presencia de Kuai Liang. Aunque lo que más te desprevenía era la letra y te sentiste liberada al ver que Kuai Liang no te juzgaba por tu gusto. Sino que te permitía expresarte tranquilamente. Quisiste hacer algo un poco más arriesga que era sacar a tu amante a bailar.
Al principio, te mira con duda sobre tus acciones, pero tu insistencia lo hace ceder y al unir sus manos comienzan a bailar. La melodía los guía y acompaña, se miran a los ojos y se pierden en ellos. Nada importa. Los movimientos de Kuai Liang son rígidos, pero aprende rápido y puede seguir tu ritmo. Los bailes era algo a lo que no estaba acostumbrado, pero quiere arriesgar a hacer esto contigo.
Pasan los segundos y sigues sonriendo mientras bailas con Kuai Liang, estaba a la mitad la canción y lo mirabas a los ojos mientras cantabas. “[…] They cursed and buriеd him along with shame/And thought his timeless soul had gone, gone/In empty burning hell, unholy one/But he's returned to prove them wrong, so wrong […]”
Lo besas cuando terminas de entonar las letras, sientes que tu pecho explota y nada importa. En ese instante la canción termina y pasa a otra, Deus En Machina de Holy Wars. Te alejas de Kuai Liang y comienzas a moverte sola. Tu amante te mira fascinado por cómo lo haces con júbilo ante aquella melodía estruendosas.
No para de mirarte, al llegar a la parte del interludio musical, ve cómo te pierdes en el baile y la melodía. Nunca había visto ese lado tuyo, uno despreocupado y que no le importaba estar en su propio mundo, algo que tu amante nunca tuvo la oportunidad de vivir y en ese momento lo estaba confundiendo y a la vez avergonzando.
Pero se dejó llevar, te siguió y tocó apenas tu mundo de música. Cuando terminó la canción, el momento se detuvo y antes de que Kuai Liang se marchara a resolver asuntos del Shirai Ryu, lo abrazas y le das un beso pequeño. Al terminar ese pequeño momento, Kuai Liang y tú vuelven a la realidad y te lleva a discutir los temas más importantes para dar inicio al clan.
Cuando se encuentran a solas, le permites a tu amado escuchar tu música. Le gustó Bark at the Moon, se divierten apenas en la noche con un poco de baile y que no lo avergüenza al pobre. Le gustó conocer ese lado tuyo y realmente no se arrepiente de poder verlo cuando puede. Le permite deshacerse un poco de la responsabilidad de Gran Maestro y uno de los protectores de la Tierra.
Tomas Vrbada:
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En Praga escuchó muy poca música, se la pasó cazando con su madre y hermana y en el Lin Kuei era el silencio absoluto o el ruido de los golpes (está chiquito hay que cuidarlo). Su apreciación por ese tipo de arte no está del todo alta y mientras te ve bailando y cantando sin preocupaciones, no sabe qué hacer en ese momento.
Se siente mal por las palabras que Bi Han dijo sobre él durante la espera a una audiencia con Liu Kang, también por la traición de su hermano y los varios insultos que tuvo en el pasado. Quería un poco de tu compañía y que lo consolaras indirectamente, pero cuando se dirigía hacia dónde estabas no esperaba escuchar un ritmo atrapante a oídos de tu amante.
Resulta que la canción era Symphony of Destruction de Megadeth y la versión que escuchabas era de un concierto que había sido en Argentina. Si eres argentina (como yo) le vas a enseñar a hacer el “Aguante Megadeth” y no me importa lo que piensen los demás. Se lo vas a enseñar, sus hermanos son medios amargos y un poco aguafiestas (más Bi Han que Kuai Liang) y quiere darle un poco de alegría a su vida. Estabas pérdida en el ritmo y en la tarea que estabas haciendo.
Se queda mirando cómo te mueves enérgicamente y le resulta divertido. Cantas durante la introducción la hinchada “Aguante Megadeth”, escucha tu voz a la par de la canción y te emocionas cuando llegas al estribillo: “[…] Just like the Pied Piper/Led rats through the streets/We dance like marionettes/Swaying to the Symphony/Swaying to the Symphony/Of Destruction […] AHH Tomas vení.”
“No gracias, me gusta tu entusiasmo y creo que lo apagaría. No soy bueno bailando”
No te importa sus excusas y lo sacas a bailar. Juntas sus manos con las tuyas y las mueves mientras cantas las estrofas. Cuando llegan al estribillo otra vez pasas los brazos alrededor de su cuello y sigues moviéndote de forma animada.
Tomas, al principio, no sabe qué hacer, pero luego se relaja y logra tener un ritmo con la música. Te ve cantar las últimas palabras antes del interludio musical, te ve alegre y siente que todo lo que tenía agobiado se marcha instantáneamente. Lo hace olvidar todo. Cuando vuelve a escuchar la hinchada siente curiosidad por lo que significa: “¿Qué significa lo que dicen las personas?”
“Significa apoyar a la banda, que los mantenemos o resistimos”
Esa pasión le llega, también canta la hinchada y se vuelve tan pasional como tú. Bailan hasta que termina la canción y cuando parecen que pueden respirar, sigue Hard Skool de Guns and Roses.
A pesar de mostrar cansancio, sigues moviéndote y Tomas te sigue. Guiado por el ritmo de la melodía fuerte, continúan bailando y ambos tienen sonrisas en el rostro. En un momento bailas despegada de Tomas y te ve muy fascinado por cómo tienes energía para continuar.
Ve tu pasión al bailar con la música hasta que llegan al estribillo. Cuando llegan a la última parte la cantan juntos: “Had to play it cool, had to do it your way/Had to be a fool, had to throw it all away/Too hard school and you thought you were here to stay/If that were true, it wouldn't matter anyway” Unen sus manos y bailan hasta que la canción termina. Le das un beso y todas sus inseguridades desaparecen, se alegra muchísimo de haber conocido ese lado tuyo.
Tu playlist pone Paquita la del Barrio, cantan Rata De Dos Patas y mientras se balancean indirectamente se la dedican a Bi Han. Cantan a todo pulmón el estribillo y en el proceso se ríen sin ningún remordimiento. Kuai Liang tuvo que presenciar sus risas descontroladas, mientras la música seguía en pie.
Quiere seguir viéndote y escuchar las canciones que te gustan. Le gustó mucho Hard Skool y cuando el tema suena quiere bailar contigo. Le ayuda mucho a sacarse las inseguridades, además de hablarlo contigo y que le afirmes tu amor hacia él. También quiere seguir escuchando Paquita la del Barrio.
Hanzo Hasashi:
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Aguante Heroes del Silencio, volví a mi infancia con sus canciones y es buena banda. Recomendable.
Hanzo tuvo alguna que otra vez una aproximación a la música en las pocas fiestas que se hacían en Shirai Ryu. Prefería más el silencio que lo ayudaba a meditar, además convivió con el entrenamiento y la lucha. La música era algo con lo que no estaba acostumbrado.
Ya había terminado el día para él y todo su clan. La luna estaba en lo más alto y cada aprendiz se había ido a sus aposentos a relajarse. Las familias se preparaban sus cenas antes de irse a la cama y alistarse para el nuevo día.
El Gran Maestro tenía tenia su propia casa cerca de los Jardines de Fuego y le gustaba admirar contigo la belleza del paisaje durante la mañana. De lejos podía percibir el olor a comida, veía las luces prendidas de su hogar y tu figura haciendo la cena. Tenía sentimientos encontrados sobre la relación contigo. Sentía que estaba olvidando a Harumi, pero al mismo tiempo podía volver amar. Que merecía estar con alguien y a la vez que debía estar solo hasta poder acompañar a su esposa en el más allá. Toda una batalla emocional y que Takeda veía constantemente. El pobre no sabe ya cómo decirle a Hanzo que está bien avanzar en la vida.
A pesar de esas dudas que se esfumaban cuando pasaban el tiempo juntos y hablaban de cómo les había ido en el día, mientras caminaban durante la noche en los Jardines de Fuego acompañados por los faroles. Lo que le hacía indirectamente sacar una sonrisa.
Por otro lado, estabas feliz de establecer una relación con él, aunque fuera un proceso lento, sentías que de a poco se iban generando frutos. Las acciones que antes eran casi imposibles como tomarse de la mano en privado, besarse o darse una miradita se estaba volviendo más normal para Hanzo.
Cuando la noche estaba por salir querías preparar la cena para esperar a Hanzo, ya que había tenido un día ajetreado. Pusiste tu música y comenzaste a preparar la comida. Pasabas de tema musical mientras cortabas y hervías las verduras. En un momento tu celular reproduce Entre dos Tierras de Héroes del Silencio.
Una sonrisa adorna tu rostro y cuando la canción comienza te mueves inconscientemente. Cantabas al mismo tiempo que la canción y te perdiste en el ritmo. Mientras escuchabas el sonido abrupto de la carne freír no te habías percatado de que Hanzo estaba detrás de ti y veía tu baile.
Al entrar a su pequeño hogar, Hanzo escuchó lo que parecía música y al verte bailando y cantando solamente se quedó mirándote desde lejos. La canción le parecía interesante y el ritmo era atrapante. Su español no era bueno, pero escucharte cantar con naturalidad le provocaba un apretujón en el pecho. “[…] Abrir tanto la boca para opinar/Y si te piensas echar atrás/Ya tienes muchas huellas que borrar […]”
“Tienes una linda voz al cantar y la canción es buena” Hanzo solamente lo soltó sin más y eso te tomó por sorpresa. Un pequeño susto y sueltas una risa vergonzosa, después de eso sigues haciendo la cena y la mirada de Hanzo te estaba taladrando.
No entendía mucho, pero le cautivaba mucho las letras del segundo estribillo y cómo las entonabas con pasión:” […] Que yo no tengo la culpa de verte caer/Si yo no tengo la culpa/Entre dos tierras estás/Y no dejas aire que respirar […]”
Mientras esperabas a que la comida terminara de hervir, le tomas las manos a Hanzo y lo sacas a bailar. Al principio no quería, te miraba con esa expresión seria que usa habitualmente, pero no pudo resistirse y cedió a tus tirones. Puso una mano en tus caderas, la otra la unió a tu mano y comenzaron a balancearse al ritmo de la música.
Al principio estaba duro, no sabía cómo ponerse en esta situación y hace mucho no bailaba, pero verte tan animada y alegre al compás de la música lo relajó un poco. Pasaron bailando y las preocupaciones se fueron de a poco. La canción terminó, pero no se separaron porque siguió Dark de Edge of Paradise y siguieron moviéndose tranquila y sin preocupaciones. El estribillo lo cantaste tan tranquila y Hanzo se permitió admirarte
“[…] Together we are mysteries in the dark/Swimming through sadness inside our hearts/Don't fear it/I'm gonna be there with you/I want to feel it with you […] ¡LA COMIDA!” Sentiste el olor a quemado e inmediatamente revolviste las verduras y evitaste quemar por poco la carne. Hanzo solo pudo soltar una sonrisa y una risa pequeña. Solamente se quedó mirando tus acciones y antes de que se diera cuenta sus brazos te estaban rodeando mientras te concentrabas en seguir cocinando.
“¿Quiénes eran los que escuchabas?”
“El primero es una banda española que se separó hace mucho y el tema se llama Entre dos Tierras. La segunda es otra banda, pero es estadounidense y la canción se llama Dark”
“Quisiera seguir escuchando tu música”
Cuando terminan de poner los platos, la música sigue reproduciéndose de tu celular y a veces cantabas alguna parte de las canciones. Cada tanto, Hanzo te preguntaba alguna parte de la canción si estaba en español y él no podía entenderlo.
Le encantó La Herida de Heroes del Silencio, pero no le molesta escuchar alguna que otra vez Dark, siente que esa expresa sus sentimientos en la relación. De vez en cuando, Takeda lo descubre tarareando Entre dos Tierras, hasta incluso tu misma lo atrapaste. Durante la noche se la pasa escuchandote divagar de las bandas que te gustan, mientras la música se escucha para ustedes solos y algunas veces bailan.
Kuai Liang:
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Kuai Liang dirigía el clan, mientras tú estabas en tus aposentos. Tenías en la cabeza reordenar la biblioteca, ya que estaba polvorienta, había libros nuevos que tenías que acomodar, se hallabana alrededor de la cama y querías que la biblioteca quedara bonita (todo lector quiere eso, que la biblioteca quede aesthetic. No mientas estúpida perra blanca).
Te gustaba mucho escuchar música mientras hacías tus actividades. Lo que no te gustaba era que alguien viera que cantabas y bailabas al compás de la melodía, menos frente a Kuai Liang. Pensaría que sería vergonzoso que su pareja cantara a pleno pulmón y además Kuai Liang apenas estaba integrado a la música.
En su vida, mayormente, se la pasó luchando, conviviendo con el sonido de los golpes, choques de armas y el silencio de la meditación. Creerías que escuchar rock sería bastante para él. Tu amante nunca escuchó ese tipo de música y si lo llega a oír sabes que no le va a gustar. Por eso escuchas tus gustos musicales lejos de Kuai Liang. Le avisaste desde antes que estarías en la biblioteca limpiando y ordenando, lo cual él no tuvo problema y siguió con su día.
Cuando estuviste a solas, pones tu música a un sonido en el que solamente lo puedas escucharlo por toda la habitación y que ninguno de afuera lo sepa. Pasas por todos los temas y en el proceso vas haciendo tu limpieza en la biblioteca. Lustras cada estante hasta dejarlo sin polvo y haces lo mismo con los libros. Uno por uno vas sacándole la suciedad y pasan los temas musicales hasta llegar a Maldito Duende de Héroes del Silencio.
Sonríes, comienzas a cantar la canción y te balanceas mientras limpias los libros. Tu voz melodiosa acompaña a tus labores y no te percataste de que el Gran Maestro estaba cerca.
Después de darle a sus aprendices un pequeño descanso para que repongan fuerzas y se preparen para una nueva etapa de ejercicios más difíciles, pero es un Gran Maestro piadoso y empático así que pueden tomarse un respiro. Además, quiere visitarte un rato y charlar de cómo van con su día, pero lo que no esperaba era escuchar un ruido en la habitación en la que te encontrabas y menos escuchar tu voz. Abre la puerta en silencio y estás de espalda a él, sacándole el polvo a los libros y cantando una canción a oídos desconocidos de Kuai Liang. El español no era su fuerte, pero entendía algunas cosas.
“He oído que la noche/Es toda magia /Y que un duende te invita a soñar…”
Se quedó detrás de ti con una postura firme, pero en sus ojos miraba fascinación al ver cómo ese sonido extraño hacía que cantaras y balancearas al limpiar. “[…] Y sé que, últimamente/Apenas he parado/Y tengo la impresión de divagar […] ¡AHHH!”
Estabas en tu propio mundo y ver a Kuai Liang escuchándote cantar te dio un ataque al corazón y apagaste inmediatamente la música de tu celular. Sientes que tus mejillas se calientan y tu amante suelta una sonrisa espontanea. “Lamento que escucharas la música”
“¿Qué cantabas? Era bastante tranquilo” Lo único que entendió fue duende, soñar y noche.
Eso te tomó por sorpresa, pero le das la respuesta que buscaba. “Héroes del Silencio, es una banda de rock que se separó hace tiempo, pero la escucho cuando tengo nostalgia.”
“Quiero seguir oyéndola y también cómo cantas” No sabía lo que era el rock, pero estaba dispuesto a experimentar eso contigo.
Al reproducir nuevamente la música, es el estribillo, sientes que vuelves a estar en tu mundo y lo cantas: “[…]Las estrellas te iluminan/Hoy te sirven de guía/Te sientes tan fuerte que piensas/Que nadie te puede tocar […]” La mirada de Kuai Liang es seria, pero sus ojos te miran y hay brillo de admiración.
“¿De qué habla la canción?”
“Habla de los duendes que, durante la noche, todo es mágico y misterioso, nos invitan a soñar y alejarnos de lo cotidiano” (saqué de aquí el significado).
El tema musical sigue y ves que Kuai Liang está relajado ante la melodía. Quieres hacer algo más arriesgado. Te levantas y ante tu acción te observa, lo que menos espera es que le tomes las manos, las pongas en tus caderas y cruces tus brazos en su cuello. Está sonrojado completamente hasta el cuello, nunca bailó, pero lo que haces es balancearlo relajadamente al ritmo de la música.
Al principio es medio rígido en sus movimientos, pero logra adaptarse y sigues cantando mientras lo miras a los ojos. Te sientes más relajada al ver que escucha tu música sin algún problema o incomodidad. Al comienzo no sabía dónde fijar la mirada, pero sus ojos se posan en los tuyos y se permite marear en tu océano de música. Antes de que termine la canción haces que te de una vuelta.
Pero cuando termina, empieza otra, Written in Stone de Seether. Sigues con los brazos alrededor del cuello y balanceándote al ritmo de la introducción. Llega la estrofa y cantas con la cabeza apoyada en su pecho, se permite apoyar el mentón en tu cabeza. El inglés de Kuai Liang era muy avanzado debido a las muchas interacciones con los demás representantes de la Tierra, pero a pesar de eso el significado de la canción era un misterio e intentaba revolverse los sesos buscando el significado a algo que no lo tenía.
Llega el estribillo y lo cantas mirándolo a los ojos: “[…]'Cause when it breaks down it's like its written in stone/And it when it fades out/I feel the pain in my bones/It's like its written in Stone […]”
“¿Qué significa la canción?”
“Habla del dolor emocional, el aislamiento y la confusión interior” (el significado, lo encontré aquí).
“¿Todas las canciones tienen algún significado?”
“Depende. El autor puede darle uno, pero la mejor experiencia es que tú le des tu propio significado”
Siguen balanceándose lentamente hasta que la canción termina y antes de que pase a otro tema detienes la música. Te apartas de Kuai Liang, le das un pequeño beso y le das una propuesta tentadora: “Cuando termines tu día, si quieres te muestro mis canciones favoritas”
Una pequeña sonrisa aparece y acepta tu propuesta. Junta tus manos, las besa antes de dejarte continuar con tu tarea y él se vaya a seguir con el entrenamiento de los aprendices. Mientras vuelves a tus tareas, las mariposas de tu estómago revolotean felices y la sonrisa adorna tu rostro, rememorando el momento compartido.
Después de ese día sospechas que la canción que más le gustó fue Maldito Duende. A veces lo escuchas tarareando la melodía cuando están a solas. Además, en el silencio de la meditación su mente intenta reproducirla.
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melancolirio · 1 year
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25.Septiembre.2017
Así como una noche estrellada de Abril y el rojo atardecer del verano en la playa, así es ella... La persona que es capaz de amarte incondicionalmente, que te aceptará tal y como eres, te amará como si fueses su primera vez y por el resto de su vida.
Es aquella que te hará delirar de pasión y estremecerá tu pecho con cada palabra y letra dedicada hacia ti...
Ella es la mujer del corazón roto, que deja siempre la puerta entre abierta por si decides volver, es aquella mujer que todas las noches busca el reflejo de tu ausencia en la luna y se pregunta dónde estarás y porque tardas tanto en llegar...
Ella es la mujer con el alma incompleta, aquella que no le importará deshacerse de una pieza más de sí para entregartela y verte completo a ti, su amor no mira clases sociales ni cuantos lujos poseas, ella te aceptará tal y como seas...
Ella es la mujer del corazón indomable, aquella que te amará con locura y de manera desequilibrada, de la manera en la que solo los valientes están dispuestos a hacerlo...
Ella no es la típica mujer con la que tropiezas en una mañana cualquiera cuando vas rumbo al trabajo, ella es la mujer con la que te haces adicto a caer una y otra vez...
Ella es como aquel día de invierno que quieres que nunca termine...
Ella es como aquel atardecer que no termina de irse.
Ella es la mujer de los masoquismos sentimentales, aquella que bebe los venenos más tóxicos y letales, la que ya no le da miedo esquivar las balas por amor...
Ella lleva mariposas encerradas en el vientre y el frío de noviembre escurriendo sus mejillas, sus manos huelen a esa nieve de invierno, frías como un témpano de hielo esperando a que llegues y con las tuyas las calientes...
Ella es la mujer de los mil infiernos, aquella que espera quemarse en las cámaras de tu habitación y así convertirse en el demonio de tu paraíso...
Ella es una mujer brillante, audaz, capaz de si misma, pero rota... y está bien, porque es ella, sencillamente ella.
Ella es dulce y tierna, rara en ocasiones y un poco loca, despeinada, catastrófica, pero brillante, revolucionaria e independiente, un alma fugáz en el cielo de mi vida.
Ella es la mujer que difícilmente se enamora, casi nunca lo hace, aprendió que aquellos trozos que aún restan de su corazón, no son para que los rompa cualquiera...
En fin... ella era un misterio que nadie se molestó en resolver...
— RogerNra
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nightmare-knight · 27 days
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Confesiones Somnolientas
Fandom : Loonatics Unleashed
Clasificación : T
Pareja: Tech x Rev
(...)
Tech no había dormido en días, y estaba comenzando alcanzar el límite máximo de insomnio que su cuerpo podía llegar a soportar. Por regla general, el coyote disfrutaba mucho de sus horas de sueño, hasta tenía su pequeño oso de peluche que le acompañaba desde cachorro, para ayudarlo a descansar con más facilidad.
Pero esos últimos cuatro días habían sido una pesadilla. A parte de tener que lidiar con los villanos de turno, tuvo que trabajar sin parar en el laboratorio para construir las armas necesarias para solucionar la situación. Los primeros dos días que pasó sin dormir, Rev le acompañó, cuidando de que no beba demasiado café y obligándolo a parar de trabajar para comer, ejercitarse y bañarse.
Pero pasado los dos días, siguió completamente solo, porque Rev se ofreció a tomar su lugar en las misiones, para que pueda terminar el equipo necesario y nadie se atrevía a molestarlo mientras trabajaba. Al pasar el cuarto día, y tratando de no pisar las pilas de latas de bebidas energéticas que le rodeaban, Tech finalmente sale del confinamiento de su laboratorio, dando por terminado sus proyectos, dejándole las armas a Ace para que se asegure de derrotar al villano de turno, y caminando como un zombi a su habitación.
Debía dormir, y evitar por todos los medios hablar con sus compañeros, en particular con Rev. Cuando no dormía lo suficiente su cerebro le castigaba con el don de la honestidad y la queja permanente. Estaba seguro que iba a terminar obligándole a decir cosas que preferiría guardar en secreto.
El camino hacia un descanso seguro se sentía cada vez más lejos, porque la pesadez del cansancio en sus músculos y la sensación de tener un avispero en su cabeza por beber tanta cafeína, que seguro iba a provocarle una fuerte migraña en pocas horas, hacía que llegar a su habitación se volviera un martirio.
Sin poder evitarlo, se cruzó con Lexi, que parecía estar ocupada luchando con su cabestrillo. Se había quebrado el brazo izquierdo durante la misión y no estaba muy cómoda usando aquel elemento de recuperación.
—Déjame ayudarte— Tech no podía dejar que la coneja este haciéndose daño a si misma. Ella le miró sorprendida, y dejó que le acomode el cabestrillo, cuidando de no tirar de su brazo lesionado. Era bastante fácil hacerlo, ya que había tratado varias heridas del resto del equipo, desde hace meses.
—Te ves fatal Tech ¿Cuántos días llevas sin dormir?— Preguntó preocupada Lexi, de seguro al ver que apenas podía mantenerse de pie.
—¿Qué te importa? No es como si me meta con tu horrible gusto para la ropa— Tech se tapó la boca, molesto por hablar de más. Lexi le miró ofendida, y el coyote terminó de acomodar el cabestrillo antes de escapar de allí —Lo siento, he perdido la capacidad de guardarme mis pensamientos—
—¿Odias tanto mi ropa?— La coneja parecía que estaba cada vez más preocupada por su opinión. Tech sabía que debía irse, de seguro iba a terminar diciendo algo que no quería…
—No tengo idea de moda, pero estoy seguro de que padeces de ceguera a los colores, cada vez que te vistes pareces un maldito árbol de navidad… Lo siento, no me hagas caso, me iré antes de seguir diciendo tonterías— Tech se detiene antes de marcharse, a pesar de que Lexi quería matarlo en ese preciso instante. Cuando le faltaba el sueño, su capacidad de autoconservación eran mínimas y no le tenía miedo a nada —Dile a Rev que no entre a mi cuarto, estoy siendo demasiado desagradable y no quiero decirle algo horrible—
—¿Y no te molestó decirme algo desagradable a mi?— La coneja hubiera deseado no cruzárselo en ese estado, pero ya era demasiado tarde.
—En realidad no, me agradas mucho, pero los sentimientos de Rev son mucho más importantes para mi… ¡Maldita sea! ¡No escuchaste eso!— Tech escapó antes de escuchar a Lexi replicarle. Necesitaba dormir lo antes posible, no quería decir algo a su mejor amigo que pueda hacerle daño.
El pasillo se hacía interminable, pero no podía detenerse, si se quedaba en el laboratorio, terminaría trabajando o encontrando otro proyecto para hacer, y no podía perder otro día de sueño, o su pelaje iba a empezar a caerse. Lo que menos necesitaba es que Rev lo regañe por estarse quedando calvo en lugares donde debería tener pelo.
Tech estaba a pocos metros del ascensor cuando Ace y Duck lo detienen para hablar con él ¿Por qué no pueden esperar a que duerma? Si no se movía rápido, Rev iba a encontrarlo y le iba a decir cosas horribles.
—Jefe, realmente no tengo tiempo para esto— Protestó Tech de mala manera, mirando al techo exasperado.
—Es importante, no tuvimos problemas con el equipo, pero Duck atascó una de las armas— Ace empujó al pato hacia delante, y este le miró con altanería antes de contestar.
—Yo no la atasque, mi arma estaba defectuosa—
—¿Defectuosa? ¿Me estás acusando de darte un arma defectuosa? Escucha enano recalcitrante, todos mis inventos son creados con suma precisión y dedicación, para que no exploten en tus manos torpes e inseguras— Tech sentía que la bilis se le subía por la garganta, y estaba seguro que estaba mostrándole sus colmillos al pato, mientras se erguía para aprovechar su altura e intimidarlo —Ten más cuidado la próxima vez, o comenzaré a instalar chips de autodestrucción en todo tu equipo, y te aseguro…—
—¡Tech!— Ace le llamó la atención, parándose delante del pato y mirándolo directamente a los ojos. Desde su punto de vista, el conejo estaba tratando de cuidar del pequeño insolente —Solo era para avisarte del daño en el equipo, pero mejor lo dejamos para después—
—Como quieran, me voy a dormir, y la próxima vez vigila mejor a tus subordinados, intrépido líder— Escupió Tech con veneno. Estaba por irse cuando escuchó a Duck protestar por lo bajo.
—Voy acusarte con Rev, pulgoso insufrible—
Tech rechinó los dientes, y miró al pato como si fuera un bicho que quisiera aplastar. Realmente estaba muy molesto, e irritarlo aún más era la habilidad especial de Duck. Sabía que no podía estar cerca de sus compañeros cuando sufría de privación del sueño.
—Te sugeriría que no lo hicieras, si no quieres explotar en pedazos— Amenazó el coyote sin dudar. Rev no iba a regañarlo culpa de un pato con dedos pegajosos y descuidados. Duck estaba dispuesto a pelear, creando sus huevos de sorpresa, de seguro con una sustancia tan desagradable como él
—¿Quieres pelear pulgoso? Voy a darte la paliza de tu vida…—
—¡Ya basta los dos!— Ace empujó a Duck al otro lado del pasillo, obligándole a cancelar su ataque, y miró a Tech con firmeza —Vete a dormir, hablaremos de esto más tarde—
Tech gruñó por lo bajo, le dedicó una mirada venenosa al pato que estaba forcejeando para seguir peleando, pero lo ignoró. Estaba demasiado cansado para lidiar con el ave acuática. Tan solo esperaba que Rev no se entere de esto o iba a llevarse la reprimenda de su vida ¿Por qué no podían dejarlo solo cuando necesitaba dormir un poco? Solo un poco, para dejar de ser tan quejumbroso, desagradable y directo.
Su cerebro ahora estaba trabajando a media máquina, y de seguro parecía un borracho iracundo, a punto de arrancarle la cabeza al siguiente que pase delante de él.
La habitación de Slam se encontraba frente a la suya, la puerta estaba abierta y podía ver que el demonio de Tasmania estaba un poco deprimido en medio de su cuarto. Tech sabía que debía irse a dormir, pero su compañero estaba abrumado y parecía necesitar ayuda.
—¿Qué pasa Slam?—
—(Creo que rompí mi reproductor de música, lo golpeé al levantarme esta mañana)— El demonio de Tasmania se veía miserable, y eso hizo que el coyote quiera ayudarlo aun más, a pesar del cansancio.
—No te preocupes, ya lo reparo— Tech fácilmente atrae las piezas del reproductor de Slam con sus poderes magnéticos, y comienza reconstruir el reproductor de música, sentándose en el cómodo suelo de tatami. Fue una buena idea de parte del demonio de Tasmania tener aquel suelo afelpado, porque caminar descalzo allí era siempre agradable.
Mientras terminaba de reparar el reproductor, Slam dejó al lado suyo una botella de agua de medio litro.
—(Para sacar la cafeína de tu sistema)—
—Gracias, necesito dormir con suma urgencia— Tech comenzó a beber, tratando de acabar la botella por completo. Secó su boca mojada con el dorso de su mano, antes de comenzar hablar de nuevo —¿Has visto a Rev?—
—(Salió a comprar comida para todos, volverá pronto)— El estómago de Slam resonó ante la mención de comida, y Tech sonrió levemente, imaginando a Rev luchando con todas las bolsas de comida para el demonio de Tasmania.
Debía comenzar acompañarlo hacer esos encargos, era demasiado para él solo. Por ahora solo puede dormir, recuperar la compostura y tratar a sus compañeros de la mejor manera posible.
—Si lo ves, dile que no entre a mi cuarto, estoy siendo muy desagradable con todos, y no quiero decirle algo que le lastime— Tech sabía que podía contar con Slam, de todos en el equipo, el demonio de Tasmania era el más práctico y pragmático. 
—(Dudo que puedas ser desagradable con Rev, aun intentándolo)— Comentó Slam, subiendo sus hombros, restándole importancia al estado deplorable de Tech.
—Amenacé a Duck con hacerlo explotar en pedazos— Tech se sentía muy arrepentido ahora, no sabía si era porque sus manos estaban ocupadas, el agua estaba ayudando con retirar la cafeína de su sistema o la misma presencia de Slam, pero su irritación se estaba diluyendo, dejando un sopor agradable instalándose en su cuerpo.
—(¿Cómo todos los días?)— Preguntó Slam con tono casual.
Tech no replicó. Entregó el aparato en perfecto estado al demonio de Tasmania, y al levantarse del suelo para marcharse, casi se cae por el cansancio. Sus piernas estaban demasiado débiles para mantenerlo erguido, y se sentía demasiado mareado. 
Sin embargo, algo detuvo su caída. Tech solo pudo distinguir un destello rojo y un aroma que le era muy familiar, que le hizo sentir a salvo. Poco después, terminó perdiendo la conciencia.
(…)
Al volver en sí, Tech se da cuenta que su cuerpo estaba siendo depositado en su propia cama. Cuando logró enfocar su vista, notó en la penumbra de su habitación que Rev estaba sosteniéndolo en sus brazos. Podía distinguir su rostro con facilidad, gracias a que su vista era mucho mejor en la oscuridad. Se sintió patético en el momento que noto como los fuertes brazos del correcaminos, apretaban sus costillas. Su masa muscular era tan baja que el ave no tenía problemas de levantarlo y llevarlo a donde sea. No debería sorprenderle, había descuidado demasiado su alimentación como para quejarse.
—Hey, Tech, tranquilo solo voy a dejarte en tu cama para que duermas un poco— Rev trató con todas sus fuerzas hablarle lentamente y con suavidad, mientras movía las sábanas para arroparlo en su cama.
—Soy demasiado delgado, pero no debería quejarme, no puedo esperar que me alimentes todo el tiempo— Era una vergüenza. De seguro Rev preferiría a un hombre más corpulento y fuerte, como Slam, o más atlético y ágil, como Ace. Él solo era un alfeñique delgaducho que apenas podía mantener su pelaje en condiciones ¿Cómo esperaba que el correcaminos se fije en él?
—Sabes que no me interesa que tan delgado seas, te quiero tal y como eres, ahora a dormir— La mano de Rev acarició
su cabeza, justo detrás de sus orejas para calmarlo. Tech tenía muchas ganas de seguir sintiendo la presencia del correcaminos cerca de él.
—Quédate por favor, estuve solo por dos días, y necesito que te quedes porque te extrañe mucho y moriré si me despierto solo—
—No creo que mueras por despertar solo— Rev replicó esto con una sonrisa muy suave, que hizo acelerar su corazón. Tech debía insistir, porque dos días sin el correcaminos a su lado, fueron demasiado desagradable para él.
—Puede que se me caiga todo el pelo, y me odiaras por ser un zaparrastroso—
—Yo jamás podría odiarte, aunque te quedes completamente calvo, pero me quedaré hasta que duermas ¿Te parece?— Ofreció el correcaminos con tranquilidad, pero Tech no podía parar de decirle lo que deseaba.
—¿Te acuestas conmigo?—
El silencio entre los dos se volvió un poco laxo durante unos segundos. Rev no dijo nada, pero podía ver como su cara de coloreaba con un intenso rojo. Se veía tan bonito desde donde se encontraba, debería decírselo…
—Está bien, muévete un poco para que pueda acomodarme— Dijo de el correcaminos, evitando que el coyote pueda hablarle.
Tech obedece moviendo su cuerpo a un lado, y ve a Rev asomándose debajo de las sábanas, aun vestido con su traje spandex, pero eso no le importaba. Tenía muchas ganas de decirle algo más.
—Te extrañe—
—Yo también, este trabajo es demasiado demandante y no pude dormir bien en estos días que no pude verte— Reveló Rev, animándolo tanto que sus orejas de se movieron levemente de la emoción.
—¿Entonces me extrañaste?— Tech debía asegurarse, porque a veces estaba tan cansado, que se confundía al hablar con Rev. El correcaminos se rio, era una risa agradable, suave y feliz ¿Podría grabarla para reproducirla cada vez que estuviera solo?
—Si, Tech, te extrañe mucho— Respondió el ave, mirándolo con intensidad.
—No quiero volver a extrañarte ¿Puedes dormir conmigo todas las noches?— Tech se preguntaba porque no había pedido esto antes. Era posible que estaba diciendo cosas que no debía decirle, que Rev no debería saber hasta que muera, pero a estas alturas, estaba demasiado cansado como para importarle.
—Podemos discutirlo en la mañana, hora de dormir Tech—
Tech abrazó a Rev, acomodando su cabeza sobre su pecho para escuchar su corazón, que parecía estar latiendo cada vez más fuerte ¿Por qué sería? Se lo preguntaría en la mañana. Cerró los ojos, sintiendo el sopor invadiéndolo. La sensación de abrazar al correcaminos era mucho más agradable que abrazar a su oso de peluche.
—Te quiero mucho, Rev— Murmuró Tech sin pensarlo demasiado. Era la verdad de todos modos, y esperaba que no fuera algo desagradable.
—Yo también te quiero, Tech— Rev acarició su espalda con suavidad, haciendo que se relaje por completo —Ahora, a dormir—
Tech obedeció la orden, se quedó completamente inconsciente, estando tan cansado que apenas soñó aquella noche.
(…)
Tech miró su té de menta como si fuera la sustancia más asquerosa sintetizada en la faz de la Tierra, pero no iba a quejarse. Rev se lo sirvió, junto con una pila de panqueques y una buena ración de tocino, y adoraba todo lo que cocinaba el correcaminos para él.
A parte del asqueroso té, la hora del desayuno estaba siendo demasiado extraña, porque los demás miembros del equipo le miraban como si fuera una especie de fenómeno, y apenas habían cruzado palabras con él. Excepto Slam, pero el demonio de Tasmania siempre fue el más tolerante de todos, desde su punto vista. Estaba seguro que fue desagradable con todos, porque su cerebro ser volvía incontrolable cuando no dormía bien.
Era posible que deba disculparse con todos.
El coyote se armó de valor, bebió el té de menta, y sintió que su alma abandonaba su cuerpo ¿Qué hizo para merecer esto? Lo pensó detenidamente, y supuso que debía escarmentar de alguna manera sus malos hábitos de alimentación y sueño.
—Animo Tech, estoy seguro que vas acostumbrarte, más adelante conseguiré café descafeinado— Rev le sonrió de manera afable. Si su sonrisa no fuera tan bonita, Tech le ignoraría y volvería a su café habitual.
—Seh, que alegría— Dijo el coyote con tono sarcástico, mientras comía con desanimo. Al menos los panqueques estaban ricos.
—¿Y qué pasó anoche? Rev no durmió en su habitación— Duck llamó la atención de los presentes, posiblemente intentando molestar al coyote de alguna manera, porque de seguro anoche le dijo algo horrible.
—Si, es verdad— Comentó Lexi con un tono poco amistoso —¿Dónde estuviste anoche Rev?—
—Me quedé a dormir con Tech, porque él me lo pidió— Rev dijo esto con una sonrisa enorme, haciendo que el coyote escupa su té por la sorpresa. Aterrado por lo sucedido durante la noche, el pobre de Tech miró al correcaminos alarmado.
—¿Te dije algo horrible? Por favor, necesito saberlo— Tech sabía que por la mirada fría de Lexi y Duck, estuvo maltratándolos en su estado de cansancio absoluto. No quería imaginar que crueldad le haya podido decir al correcaminos…
—Nada malo, no te preocupes— El correcaminos parecía estar un poco alicaído, pero de inmediato volvió a sonreírle. Tal vez no fue algo desagradable, pero de seguro tuvo algo que ver con su relación. Era un problema no recordar nada al respecto, no sabía si debía disculparse o no, porque estaba siendo sincero.
—Está bien, gracias por quedarte Rev— Tech se quedó un poco pensativo, antes de agregar con cierta duda —¿Puedes decirme que opinas de lo que te dije?—
—Te responderé si me lo dices estando sobrio— El correcaminos se sentó a su lado, cortando una parte de sus panqueques con su propio tenedor, para dárselo directo en la boca. Tech no reacciona y deja que Rev lo alimente directamente.
Al masticar el dulce, Tech reflexionó que debía hacer al respecto. Miró su plato con comida, su té de menta y luego al correcaminos. Sonrió levemente, entendiendo que debía decir, y se armó de valor para confesarle a Rev la verdad que ya se había dicho.
De todas formas, estaba lo suficientemente sobrio como para escuchar su respuesta.
(…)
FIN
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pedripepinillo · 1 year
Note
¡Hola! amo todo tu trabajo y me preguntaba si puedes hacer headcanons de como sería ser novia de Gavi
headcanons cortitos de como es ser la novia de gavi:
advertencia: lectora fem.
- pablo es una persona bastante sentimental, no en el sentido de ser sensible (aunque también lo es) pero más bien en el sentido de que siente mucho todo a flor de piel.
- es decir, es un poco más intenso en las relaciones ya sean amistosas o románticas
- no tiene mucha experiencia con las parejas, su último noviazgo fue en el jardín de niños ):
- así que cuando comenzaron a andar de novios, todo era repentino y muy pero muy intenso, no era necesariamente algo malo, pues a vos nunca te molestó eso de tu novio.
- ser novia de pablo tenía muchas ventajas, pues era un chico verdaderamente encantador y tu familia lo amaba.
- te lleva a las comidas de su familia y te presenta cada vez como la chica de sus sueños
- man’s whipped
- también le gusta que lo acompañes a los partidos y entrenamientos, así que te regala un jersey con su nombre y número <3
- SON PADRES !!! oficialmente se hicieron los padres de un gatito llamado snoopy :) para formalizar la relación !!
- a pablo al principio no le gustaban mucho los animalitos pero se enamoró tanto de aquel gato desde que vió lo lindo que sonreías por él.
- le gusta verte, tiene muchas fotos tuyas en su carrete <3 y un álbum lleno de fotos de ustedes juntos haciendo cosas triviales
- te obsequia muchas cositas que ve en la calle y piensa que te van a gustar: brazaletes, peluches, tazas y también alguna que otra prenda.
- le ENCANTA tu nombre. realmente le encanta decirlo en voz alta, de ese modo siente que le correspondes más.
- sin embargo, también le fascina ponerte apodos: princesa, amor, hermosa, linda, mi vida, cielo… etc
- estar contigo es lo que más ama.
- nunca te cambiaria por NADA del mundo, eres su persona especial y su lugar seguro.
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flan-tasma · 6 months
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Visita nocturna (Wanderer x Reader)
💖~ This came to mind and I'm not going to let it go until I die. I hope this turned out well, it's the first time I write about wanderer
I like to think that Wanderer in love would be like the little boy who pulls your hair and hopes you understand that he loves you.
Warning: Nope now💖, In Spanish it's implied that Reader is a girl, but in English it's not | Google Translate sponsors me (it's a lie) If I made any mistakes in the english translation, I would be happy to read your comments! | Content in spanish and english
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Spanish:
Siempre había sido una persona complicada, cuando los emparejaron para un trabajo de investigación fue un total desastre tratar con él, siempre era grosero y se quejaba de tu falta de esfuerzo hasta el punto en que querías lanzarlo desde lo alto de la Akademiya. Recordarte que era ilegal siempre te mantenía mejor, pero nunca te esperarías lo que te traería el futuro.
El futuro, también conocido como tú presente, te tenía con los brazos cruzados viendo a Don Sombrero en carne y hueso frente a ti, en un inicio podría sonar muy normal si no hablamos que estabas en tu habitación y que dicho cuarto estaba en un segundo piso. El chico había hecho uso de su visión para verte de frente, ligeramente más arriba de ti, por lo que pensaste, una señal de superioridad.
"Bien. ¿Me recuerdas por qué estás aquí?" No era tu día libre, no tenías muchos de esos estudiando en un lugar tan riguroso, por lo que un extraordinario día que podía acabar sin responsabilidades a última hora y una larga noche sin dormir era bien recibido. ¿La visita de alguien tan molesto? No lo crees.
"Solo estaba de paso y vi tu... lugar. Diablos, si debes dormir aquí definitivamente entiendo tu falta de capacidades." Tan altivo como era él, deseaste que le cayera un rayo y que dejara de molestarte. Suspiraste e ibas a entrar a tu habitación, después de todo hacía frío y lo que menos necesitabas era un resfriado. Tus planes de huida no funcionaron por una brisa que se acercó a ti, la mano del chico te tomaba del brazo con fuerza, evitando que des otro paso. "¿A dónde crees que vas? No he terminado de hablar."
"Entonces date prisa, Don Sombrero. Quiero dormir." La mirada enfadada del chico se hizo más profunda y su brazo te obligó a darte la vuelta para que lo veas. Estabas a punto de quejarte hasta que su expresión flaqueó, una extraña mezcla de enfado y frustración se asomaba con sus mejillas sonrojadas. Extrañamente bonito, pensaste, viendo como escondía su rostro con su sombrero.
"Wanderer." Lo miraste extrañada, sintiendo que no estabas entendiendo algo importante, y tu rostro solo lo hizo enfadar más. "Me llamo Wanderer, por supuesto que tu no podrías saberlo porque no eres tan tonta, necesitas ayuda hasta para eso."
"El primer día te presentaron como Don Sombrero." Diste tu punto con los brazos cruzados, Wanderer soltó una risa burlona con las manos en su cintura.
"¿Creerías que alguien se llama así realmente?"
"Alguien con demonios como padres, tal vez." Tu indiferencia lo molestó, pero volvió a su postura de suficiencia una vez más, flotando más alto que tú para que lo vieras desde abajo como si fuera alguna clase de ser superior. Querías lanzarle tu florero, pero su rostro con un moretón sería un pecado con lo lindo que era.
"A partir de mañana me llamarás Wanderer." Ese parecía ser el objetivo final, el motivo de la visita era decirte su nombre y no te ibas a quejar cuando lo viste bajar desde el balcón hasta la calle vacía. Había esperado que todos los puestos cerraran, que las personas se fueran solo para decirte su nombre.
Por lo menos es mejor que Don Sombrero, no te ibas a quejar. Tal vez podrías molestarlo llamándolo así de ahora en adelante.
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English:
He had always been a difficult person, when you were paired together for a research work he was a total disaster to deal with, he was always rude and complained about your lack of effort to the point where you wanted to throw him off the top of the Akademiya. Reminding yourself that it was illegal always kept you better, but you would never expect what the future would bring.
The future, also known as your present, had you with your arms crossed seeing Hat Guy in the flesh in front of you, at first it could sound very normal if we did not mention that you were in your room and that said room was in a second floor. The guy had made use of his vision to see you from the front, slightly above you, for what you thought, a sign of superiority.
"Well. Remind me why you're here?" It wasn't your day off, you didn't have many of those studying in such a rigorous place, so an extraordinary day that could end with no responsibilities at the last minute and a long night without sleep was welcome. A visit from someone so annoying? Do not you believe it.
"I was just passing through and saw your... place. Geez, if you have to sleep here I definitely understand your lack of capabilities." As haughty as he was, you wished he would get struck by lightning and stop bothering you. You sighed and were going to enter your room, after all it was cold and the last thing you needed was a cold. Your escape plans did not work due to a breeze that approached you, the guy's hand held your arm tightly, preventing you from taking another step. "Where do you think you're going? I haven't finished talking."
"Then hurry up, Hat Guy. I want to sleep." The guy's angry gaze deepened and his arm forced you to turn around to face him. You were about to complain until his expression faltered, a strange mix of anger and frustration peeking through his flushed cheeks. Strangely pretty, you thought, watching as he hid his face with his hat.
"Wanderer." You looked at him strangely, feeling like you weren't understanding something important, and your face only made him angrier. "My name is Wanderer, of course you couldn't know that because you're that stupid, you need help even for that."
"The first day they introduce you as Hat Guy." You made your point with your arms crossed, Wanderer let out a mocking laugh with his hands on his waist.
"Would you believe someone's name is really that?"
"Someone with demons for parents, maybe." Your indifference bothered him, but he returned to his smug stance once more, floating higher than you so that you could see him from below as if he were some sort of superior being. You wanted to throw your vase at him, but having a bruise on his face would be a sin with how cute he was.
"Starting tomorrow you will call me Wanderer." That seemed to be the ultimate goal, the reason for the visit was to tell you his name and you weren't going to complain when you saw him descend from the balcony to the empty street. He had expected all the stalls to close, for people to leave just to tell you his name.
At least it's better than Hat Guy, you weren't going to complain. Maybe you could annoy him by calling him that from now on.
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gyummigon · 2 months
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miedos nocturnos | beomgyu
beomgyu x lector
୨୧ palabras: 984 ୨୧ género: romance, un poco de angustia ୨୧ resumen: prácticamente una conversación con beomgyu sentados en columpios a las dos de la mañana. ajá, no sé cómo resumir esto.
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—¿Cuál es el punto de esto?
El escenario nocturno que los rodeaba no era tan romántico como hubieras esperado de una salida insensata a las dos de la mañana, la coherencia de tus pensamientos era cada vez más consumida por tu necesidad de dormir, te sentías mareada tras balancearte en el columpio por quién sabe cuánto tiempo y, para bien o para mal, Beomgyu estaba en una de esas facetas taciturnas en la que te trasmitía la serenidad y seguridad de poder cerrar los ojos y no desear abrirlos.
Tu voz soñolienta interrumpió los suaves tarareos provenientes de la garganta de Beomgyu. El chico inclinó la cabeza para mirarte y estiró las comisuras de su labios en una sonrisa.
—Dijiste que me necesitabas —explicó con voz apaciguada, como si fuera el razonamiento más lógico y resolviera hasta el ultimo espacio en blanco de tu pregunta. Dejaste escapar un suspiro que terminó convirtiéndose en una risa. En el fondo tampoco era una sorpresa, este era Beomgyu, con su comportamiento espontáneo y generalmente inexplicable.
—Beomgyu, sí, digo cosas así todo el tiempo, lo sabes. ¿Era tan necesario encontrarnos a esta hora de la noche? Tienes que levantarte temprano mañana.
Beomgyu hizo un mohín con sus labios y se encogió de hombros. Su cuerpo era ridículamente grande a comparación del columpio, por lo que solo tuvo que inclinarse un poco para abrazar su piernas.
—Buscar tiempo para dormir no es complicado —susurró.
—¿Y qué sí lo es? ¿Permitirme dormir temprano?”
No se molestó en responder a eso. En cambio, él suspiro con cariño y, tras otro largo silencio, dijo:
—Solo me faltabas tú esta noche.
Mordiste el interior de tu boca al escucharlo, pero no pudiste reprimir la risa nerviosa que escapó de tu boca.
—Beomgyu, eres un tonto —dijiste y golpeaste sin mucha fuerza su hombro. La sonrisa de Beomgyu se agrandó al escucharte y, antes de que alejaras tu mano, la tomó tu mano entre sus dedos y deslizó la calidez de las yemas de sus dedos por tu piel.
—Ya lo sé. —Estiró su mano y tomó la soga de tu columpio para jalara hacia él, por un momento pensaste que te besaría, pero se limitó a contemplar tus ojos de cerca—. Sé que en ningún momento quisiste estar en el columpio a estas horas —dijo, y su voz no podía sonar más sincera—, sólo… estaba un poco asustado y quería un poco de tu protección.
Inclinaste la cabeza hacia la suya y cerraste los ojos cuando el soplo de su aliento golpeó tus labios. En ese momento no quisiste nada más, solo tenerlo cerca.
—¿Asustado de qué?
—Asustado de mí, de ti, de ser tuyo, de no serlo —confesó en un pequeño susurro—. Es demasiado para procesar, todos estos cambios… Estamos creciendo y eso me aterra. Tú, los chicos, incluso mis padres, todos a mi alrededor parecen adaptarse; fácil o no, pero lo logran. Siento que yo sigo en el mismo lugar, a la deriva, nada me complace, nada me hace sentir completo. Me aterra que llegue el momento en el que mi insatisfacción nos separe, que yo me quede atrás mientras tú avanzas e inevitablemente tengamos que decir adiós.
Te tomaste unos segundos para digerir sus palabras, sin evitar sentirte conmovida ante su sinceridad y la ternura de su voz. Nunca consideraste que aquellos sentimientos fueran albergados por Beomgyu, a pesar de ser consiente de su sensibilidad y su apego por las pequeñas cosas, hasta entonces fuiste ignorante de aquellas inquietudes.
—Beomgyu... —fue lo único que pudiste decir, no estabas preparado para esa conversación, mucho menos a esas horas de la noche y en las circunstancias en la que se encontraban: estúpidamente sentados sobre dos columpios que apenas sostenía el peso de sus cuerpos—. Estoy aquí, no me iré a ningún lado sin ti.
Levantando un brazo y rodeando su cuello con él, lo atrajiste a ti y dejaste que su cabeza descansara sobre su hombro.
—Así que vine a ti esta noche. —Sus manos viajaron a tu espalda para abrazarte, tan suave como sus palabras—, porque puedo aguantar todo el día sin dormir, pero no puedo soportar la idea de estar lejos de ti.
—Cariño…
—Estoy hablando demasiado, lo sé —rió torpemente—. Pero eres tan perfecta y yo tan desordenado. Quiero ser bueno para ti, quiero verte caminar con orgullo a mi lado. No quiero decepcionarte.
Suspiraste y tomaste su mentón para hacer que sus ojos te miraran. Ante la cercanía de su rostro y el tuyo, de sus labios y tus labios, no quisiste hacer nada mas que besarlo. Él pareció pensar lo mismo.
—¿Podrías escúchame un segundo?
—¿Podr��as besarme?
Reíste y sacudiste la cabeza.
—Escúchame antes.
Beomgyu, sin soltar la soga del columpio, presionó un poco su cabeza contra tu hombro y se estiró para poder besarte en el cuello.
—Te escucho —murmuró y acomodó un poco más contra ti, su mano se posó en tu abdomen, justo en el borde de tu sudadera.
—Deja de distraerme, intento decir algo inteligente, ¿bien? —te quejaste, aunque no pudiste sonar lo suficientemente seria—. Quiero… quisiera hallar la forma más útil para convencerte de que estoy contigo, cada paso que tú das es un paso que yo doy, y si tú retrocedes, yo lo hago contigo. No hay manera de que crecer nos separe porque, si te soy sincera, el paso del tiempo solo me hace estar más segura de que eres el hombre del cual yo quiero caminar a su lado.
Un silencio se extendió entre los dos por unos segundos, hasta que Beomgyu lo interrumpió con un beso, el contacto de sus labios contra los suyos fue breve y te soltó casi al instante, vacilante, como si dudara en hablar o seguirte besando. Su cara se puso seria, pero en el fondo de sus ojos se percibía una sonrisa.
—Joder, cállate o terminaré proponiéndote matrimonio aquí mismo.
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© gyummigon | todos los derechos reservados. prohibida copia o adaptación
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tarjapearce · 3 months
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¿Viste que a la copycat de Wattpad le bajaron la traducción de pink pastels? Finally!!! ¿Has intentado denunciar la historia por plagio? :(((( Es muy injusto que le hagan esto a tu trabajo y no tenga los ovarios para siquiera darte créditos >:((((
Sabes que te apoyamos y amamos tu trabajo<3
Si! Me alegro que se la hayan bajado. Me molestó que una de las usuarias le haya pedido que volviera a subir Pink Pastels y los one shots :/, aún viendo que ps no eran de su autoría.
Pero bueno, al menos puedo estar algo más tranquila sabiendo que se lo dieron de baja. No me parece justo que escritores se esfuercen en crear contenido, de gratis, para que otra persona se pase ese esfuerzo por el arco del triunfo y reciba lo que no le corresponde. Y aún tenga el descaro de editar a su antojo dicho contenido.
En fín, espero que su cuenta sea dada de baja. O al menos, tenga la decencia de dar los créditos correspondientes.
Porque por personas como ella es que los autores prefieren monetizar y mantener su contenido en privado. Si quisiera, lo haría. Pero amo la escritura demasiado como para hacer eso y tampoco quiero ser pretensiosa.
Pero mi trabajo, lo defenderé, y si eso molesta a las personas, ps ni modo. Dice más de ellos que de mí como persona.
Y les agradezco por haber ayudado a reportar la cuenta ❤️🫂.
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nikovlai · 7 days
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📍 estancias nobles —  "siento que hay más arañas que personas aquí adentro."
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" ¿y te dan miedo?" no dudó en preguntar al escuchar aquella afirmación proveniente de esa voz familiar, que reconocería fácilmente incluso con un pitido reverberante molestándole en el oído (como ahora). era una lástima que lo hiciese justo en el momento en que una punzada de dolor lo hizo entrecerrar uno de sus ojos, sin embargo, su expresión no se inmutó demasiado, no tardando en lidiar con ello lo suficiente como para dedicarle una sonrisa de esas que acostumbraba a plasmar en su gesto. " ¿quieres que te proteja de ellas?" la molestó, ladeando el rostro hacia un costado, sus dedos paseándose por un escritorio de madera fina. @mangjeolie
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suzukis-posts · 12 days
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𝗬𝗼𝘂'𝗿𝗲 𝗺𝘆 𝗱𝗿𝘂𝗴
𝗦𝗔𝗡𝗭𝗨 𝗛𝗔𝗥𝗨𝗖𝗛𝗜𝗬𝗢
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Sanzu Haruchiyo x fem!Reader
𝗔𝗗𝗩𝗘𝗥𝗧𝗘𝗡𝗖𝗜𝗔: Uso de armas, estafa, menciones y uso de drogas, NSFW en general.
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Por supuesto lo que él quería era tenerte a ti.
── Dame un espectáculo. ── Sanzu sonríe mientras está sentando en la cama, con sus manos juntas.
Luego de salir del club, se dirigió a un hotel cercano, contigo por supuesto.
Con el rostro enrojecido lentamente, tiras de sus talones rápidamente y corre a un lado causando que el hombre frunza el ceño.
── Más despacio cariño. Tenemos todo el tiempo del mundo. ── El sonríe mientras que tu irritación solo crecía.
Suspirando, lanzas una respiración profunda para calmar tu mente antes de deslizar suavemente he íntimamente las correas de tu vestido.
── Eso está mejor, buena chica. ── Él alaba a medida que se ruboriza. Tratas de ignorar sus ojos atentamente obsevando cada uno de tus movimientos mientras lentamente quitas el vestido, dejándote solo en ropa interior.
── Buena elección de ropa interior ── Sanzu admira tus curvas con ojos lujuriosos, comenzandote a sentir intimidada por ellos.
── Quítate todo. ── Asomo su rostro cerca de tu oído para solo hablar en una voz un poco baja.
Mueves tus manos detrás de tu espalda para desatar el sostén, pero luego de repente te sientes incomoda y avergonzado sabiendo que tu serías la única desnuda ya que Sanzu todavía estaba completamente vestido.
Sin tener en cuenta ese pensamiento, dejas caer el sostén en el piso, exponiendo los pechos ── Diablos, eres perfecta cariño. ── Sanzu jura bajo su aliento con sus piernas ligeramente extendidas.
Ahora, te paraste frente a él completamente desnuda mientras sostenías tu brazo.
── Bien, bien. ── Sanzu sonríe perezosamente antes de meter su mano en el bolsillo y sacar algunas pastillas.
Frunces tus cejas con ligera irritación ── ¿Qué son esos? ── Él rápidamente traga uno antes de dartelo a tí.
── Aliviará la tensión. Y te hace sentir diez veces mejor cuando tengamos sexo. ── Sonríe antes de que quites tu mano.
── No lo quiero. ── dices con firmeza mientras él frunce el ceño. ── Entonces supongo qué Senju no-
── ¡D-de acuerdo, está b-bien! ── Tu voz se entre corta, accedes de acuerdo a su petición de ingerir la pastilla.
── Estúpido... ── Lo maldices mentalmente, por usar a Senju como una amenaza.
── Siéntate en mi regazo. ── Sonríe mientras caminas y te posas sobre sus piernas, la sensación de tus muslos en sus piernas lo exito. Coloca una píldora en su lengua antes de besarte de repente, sorprendiéndote con la Guardia baja.
Te ahogas con los ojos cerrados mientras lo sientes jugar con tu lengua y explorar tu boca. Se aleja lentamente con una sonrisa embobada mientras observa como te tragas la píldora.
── Pronto empezará a funcionar, sólo espera. ── Sonríe antes de besarte el cuello y morder tu clavícula, dejando en esta pequeñas pero notorias marcas.
Lo dejas hacer lo que quería y simplemente cierras los ojos en un suspiro, sintiendo un poco de nerviosismo por los efectos que la droga tendría en ti.
Aprieta levemente tus pechos mientras mueve levemente los pezones entre sus dedos, una extraña sensación comenzó a florecer a través de tu cuerpo y mente. Se estaba volviendo brumoso y denso de lujuria. Tu cuerpo se estaba calentando lentamente y comienzas a ser incapaz de pensar con claridad.
── ¿Q-qué demonios es...? ── Lloriqueas mientras Sanzu te miraba adorablemente, la droga estaba tomando efecto en él también.
── Se siente bien, ¿No? Aunque te toque de esta manera... ── Él arrastra su mano hacia abajo de tu lado, ya sintiendo una chispa de placer solo por su toque, su toque se sentía como fuego, se sentía muy bien. Tiras de su ropa con fuertes respiraciones, queriendo terminar con esto ya.
Sanzu comienza a encogerse de hombros con el chaleco mientras lo observas con inpaciencia. Y luego te diste cuenta de toda la razón por la que no se molestó en desnudarse al principio.
Todo era sólo para molestarte mientras inconscientemente balanceabas tus caderas de un lado a otro sobre su pierna.
Un pequeño gemido se escapa de tu boca, mientras Sanzu se ríe ── Espera linda. ── A pesar de que tenía un mejor manejo de la droga, él también estaba sintiendo el calor y el deseo.
Lo besas descuidadamente, él finalmente se quitó la camisa y rápidamente desabrocha sus pantalones. El se aparta del beso para agarrar algo de la mesita de noche.
── Vamos a usar esto. ── Sanzu sonríe con locura mientras muestra un arma en sus manos. Tu mente se despejó inmediatamente después de ver el arma. ── ¡¿Estás loco?! ¡No!
── Ugh, bien. ── Sanzu gruñe antes de descargar las balas. Caen al suelo mientras las observabas.
── ¿Ves? No más balas. Totalmente seguro ahora. ── Sanzu sonríe antes de señalar el arma ya completamente descargada observandote fijamente.
Te estremeces haciendo que Sanzu se ría. ── ¿Qué pasa? No va a doler. Vamos a jugar un poco antes de llegar al plato principal ¿No? Tu palabra segura es... rojo, ahora chupalo.
Oyes en un tono de voz exigente, lo miras en confusión. ── ¿Qué?
── Espero haber sido claro, he dicho chupala. ── Te agarra del cabello áspero y te apunta la pistola en la cabeza haciéndote un guiño. Tu cuerpo se tensa al sentir el arma en tu cabeza.
Bajas rápidamente de su regazo y se inclina para lamerle su miembro como él te ordeno. ── Vamos... ── Sanzu gruñe, empujando he apuntando el arma en tu cabeza.
A pesar de que sabías exactamente bien que el arma era inofensiva, todavía envió una oleada de miedo a través de tus venas por lo que rápidamente cumplias y giras tu bonita lengua rosada alrededor de su punta.
Emite un gemido ── Buena chica, por fin hacés algo útil por una vez. ── Lo tomas todo completamente en tu boca, Sanzu lanzó su cabeza hacia atrás, el agarre sobre tu cabello cada vez era más fuerte.
──Mierda si que eres buena. ── Agarras respiraciones profundas cuando golpea la parte posterior de tu garganta, así que rápidamente tratas de salir.
── ¿A dónde crees que vas? ── Él frunce la cabeza antes de empujar tu cabeza levemente hacia abajo.
Te ahogas y sintiendo arcadas, lágrimas surgen por tus ojos mientras él te obligaba a permanecer sobre su miembro antes de abrir.
Toses violentamente mientras él miraba con una sonrisa sádica. ── ¡Psicopata! ── Llora mientras se limpia la boca, pero él sólo agarra tu barbilla aproximadamente.
── Eso es suficiente, vamos a la parte divertida ahora. ── Sanzu te apunta con el arma. ── Vete a la cama.
Te pones de pie, temblorosa antes de caminar y acostarte, sentías los ojos de Sanzu perforando tu espalda, su paciencia no fue suficiente lo cual ocasionó que te empuje directo a la cama.
Sanzu sonríe felizmente antes de gatear por encima de ti ──Parece que vas a estallar en lágrimas en cualquier momento ahora... Me encanta. ── Él irradia antes de sostener el arma debajo de tu barbilla.
Él te mira fijamente a los ojos mientras alinea su miembro a tu entrada. ── Quiero ver todas las caras que haces así que mantén los ojos abiertos ahora...
Golpea bruscamente, haciendo que chilles antes de que comience a golpear rápido.
Él jadea pesadamente con una mirada eufórica en sus ojos, la cara enrojecida al sonreírte. ──Te sientes tan bien _______...
Te aferras a sus hombros mientras abusa de tu entrada, haciendo que sueltes pequeños quejidos.
── ¿No se siente bien? ── Te pregunta mientras vuelves la cabeza hacia atrás.
── ¡Se siente bien Sanzu! Ah~ Ah... ── Sus movimientos se hacían cada vez más bruscos, le exitaba demasiado tus gemidos.
Él gruñe mientras examina tu rostro, su sorpresa viene. ── Voy a correrme dentro. ── Empuja el arma contra tu barbilla con más fuerza mientras haces un guiño.
── Todo lo que tengo que hacer es apretar este gatillo y... ── se ríe de una manera excesiva con los ojos abiertos. ── ¡Morirás!
Sanzu adoraba ver tu rostro de horror en estos momentos ── Voy a hacerlo voy a tirar. ── Sonríe antes de poner el dedo en el gatillo mientras entras en pánico. ── ¡N-no! ¡Alto, espera, Roj-
Su frente se agita cuando te escucha a punto de usar la palabra segura pero estaba tan jodidamente exitado, cerca y sólo necesitaba este empujón para correrse. Te besa a toda prisa, te corta mientras tus protestas salen ahogadas y tira del gatillo sin dudarlo.
Las embestidas se hacían más rápidas, hasta que sientes un líquido caliente fluyendo dentro de ti, alcanzando tu propio orgasmo.
Los dos se alejan mientras respiran pesadamente.
Sanzu te mira hacia abajo antes de descartar la pistola. ── ¿Ves? No pasó nada, cariño~ ── Sonríe perezosamente mientras las lágrimas brotan en tus ojos.
Te burlas de él, pero estabas demasiado agotada para hacer algo, te levantas y vistes rápidamente con algunas dificultades debido a lo anteriormente sucedido.
El observa cómo te dirigías hacia la puerta. ── Tal como prometí, seguiré adelante y hablaré con Akashi acerca de Senju. Pero si no funciona, es posible que tenga que chupar su pene también. ── Él se ríe mientras mira hacia atrás por última vez haciéndote enojar.
── ¡Vete al diablo! ── Gritas largandote del lugar, pero aún puedes escuchar su risa en el pasillo.
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sakur4ii · 9 months
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Miles Morales Earth 42 x Male Reader.
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Visitas a Miles un día antes de su cumpleaños, las cosas salen mejor de lo que esperabas.
Subiste por las escaleras de incendios con facilidad, llegando a la ventana que ya tienes hasta memorizada. Te tomas un segundo para suspirar y entras.
Al entrar por la ventana lo primero que divisas es a Miles en su cama mirando su teléfono, el chico obviamente había notado tu presencia, pero te ignoró a propósito. Decidiste sentarte de lado en la ventana, quedando con la espalda apoyada en un marco y las piernas apoyadas en el otro.
Miles y tu tenían una amistad algo complicada, él siempre te decía que eras molesto, y tu a propósito lo molestabas para sacarlo de sus casillas, aunque también tenían sus momentos donde pasaban el rato tranquilos, o a veces estaban tus coqueteos en broma los cuales sabías que él disfrutaba en el fondo.
Hacía dos días desde que empezó a ignorarte o a mirarte con el ceño fruncido, y tenía su derecho, al fin y al cabo le gastaste una broma que lo molestó, y aunque te has disculpado miles de veces, él aún no acepta tus disculpas.
Oíste que soltaba un suspiro y dejaba su teléfono a un lado de la cama, obviamente se quedó sin batería. Miles te mira con una expresión seria, y tu no puedes evitar sonreír, tirándole una caja que has llevado en las manos todo este tiempo. La caja cae en la cama, justo en frente de Miles, él te mira con confusión.
“¿Qué es esto?” Pregunta con curiosidad mal ocultada, tu sonríes aún más ante eso.
“Abrelo y verás.” Respondes señalando la pequeña caja envuelta en papel de regalo
Él con el ceño fruncido en confusión empieza a romper el envoltorio, para encontrarse una caja donde dentro había una figura coleccionable que había querido desde hace unos meses.
Miles te mira intentando ocultar su emoción, esperando a que le des una explicación.
“Regalo de cumpleaños.” Dices sin rodeos. “Sé que es mañana, pero no creo que quieras verme el día de tu cumpleaños así que...” Te encoges de hombros dejando la frase sin terminar.
Miles se queda un rato mirandote fijamente, frunciendo otra vez las cejas mientras más te mira. Eso hizo que te preocuparas, ¿lo hiciste enojar? Pero no esperabas que se levantara de un salto de su cama y se acercara a ti, cuando lo viste más de cerca pudiste ver preocupación en su mirada.
“¿Qué te pasó?” Preguntó Miles, agarrandote del mentón.
No entendías a que se refería hasta que pasó su dedo por tus labios, causandote una pequeña mueca de dolor. Se te había olvidado que en el camino hasta aquí, un gato te había rasguñado en la cara, más específicamente el lado izquierdo de tus labios, y ahora tenías un rasguño que pasaba desde la altura de tu nariz hasta cerca de la barbilla.
Evitaste la pregunta y respondiste con otra.
“¿Tienes un boquitín de primeros auxilios?”
Miles asiente.
“En el baño hay uno.”
Te pones en pie y vas al baño, por suerte el boquitín estaba a la vista. Te pusiste frente al espejo y empezaste a tratar con la herida como te habían enseñado.
Miles te siguió y se apoyó en el marco de la puerta, observando como te limpiabas la herida, ma cual sangraba un poco, pero nada preocupante.
“Si se me infecta me quedo sin boca.” Tú bromeas, haciendo que Miles se ría.
“No digas tonterías.” Él responde, mirandote divertido a través del espejo, tu le devuelves la mirada mientras sigues limpiando la herida.
“Pero decir tonterías es mi talento.” Esto hace que Miles ponga los ojos en blanco, haciendo que sonrisas satisfecho.
“Eres tan molesto.” El de trenzas se queja.
“Gracias.” Contestas sin más.
“No era un cumplido”
“Eso lo decido yo.” Le respondes con una sonrisa sacarrona, Miles solo vuelve a poner los ojos en blanco, sin ocultar su sonrisa.
Terminaste de limpiar tu herida, no querías poner una tirita así que guardaste el botiquín donde lo encontraste y te diste la vuelta para poder salir del baño, pero Miles aún seguía parado en medio de la puerta.
“¿Te vas a mover?” Preguntas cruzando los brazos, él sonríe divertido y cruza también los brazos.
Miles niega con la cabeza “Estoy bien aquí.” Responde sin borrar su sonrisa.
“Te voy a patear.” Amenazas, a lo que su sonrisa se ensancha aún más.
“Hazlo.” Contesta encogiéndose de hombros.
“Lo digo en serio.” Respondes frunciendo el ceño.
“Yo también.”
Ahora es tu turno de poner los ojos en blanco.
“¿Tienes un fetiche con eso o algo así?” El de trenzas te mira divertido ante tu pregunta.
“Pateame, o de aquí no sales.”
“¿Esto es una excusa para devolverme el golpe aún más fuerte?” Preguntas confundido, a lo que Miles niega aún con su sonrisa divertida en la cara. “Pero que tengas en mente que tu me lo pediste.” Dices antes de darle una patada en su pantorrilla derecha, normalmente cualquiera se hubiese caído de rodillas, teniendo en cuenta que le diste una pata fuerte, pero sorprendentemente Miles siguió de pie, aunque la mueca de dolor que hizo no la pasaste por alto.
Cuando Miles se recuperó del dolor te dejó pasar.
“Pegas fuerte.” Miles dice aún haciendo muecas de dolor, a lo que tu ríes. “No te rías, estoy sufriendo.” Ríes aún más fuerte, así que él pone los ojos en blanco, no llegaste a ver el cariño en su mirada.
Luego de tu burlarte del más alto y él quejándose de lo molesto que eres con una sonrisa aún en la cara, Miles miró la hora.
“Es hora de irme a dormir, mañana tengo que hacer... cosas.” Él dice sentándose en su cama, tu lo miras con una mueca interrogante.
“¿Qué tienes que hacer mañana temprano un domingo y además tu cumpleaños?” Interrogas, atento a su lenguaje corporal.
“No es nada, solo tengo... cosas que hacer, ya sabes.” Él dice mirando el suelo. Tu te diriges a la ventana para sentarte y mirarlo.
“¿Sabes algo? Cuando mientes hay algo en tu lenguaje corporal que te delata.” Dices, Miles te mira desconcertado.
“¿En serio?” Tu asientes en respuesta.
Miles parece empezar a pensar en algo, algo que lo preocupa, duda en si contártelo o no... él decide confiar en ti.
“Tengo algo que decirte.” El de trenzas dice, mirándote con una expresión seria, podías ver la duda y el miedo en sus ojos.
Te pusiste en pie y te acercaste a la cama, acostandote en esta, quedando detrás de un Miles aún sentado y mirándote confundido.
"Suéltalo.” Dices, mirándolo atentamente.
Él se gira para que sea más fácil mirarte.
“Es algo difícil de contar, incluso de creer, y solo quiero que no me odies o te asustes.” Al no recibir respuesta de tu parte, él inhala, exhala y cierra los ojos. “Soy un villano... más específicamente soy The Prowler”
Segundos de silencio, Miles abre los ojos lentamente y te ve mirándolo con una pequeña sonrisa, consiguiendo que se sienta confundido.
“No pensé que confiarías en mi para contarme un secreto como este.” Dices con una sonrisa.
El de trenzas se rie más relajado y pone los ojos en blanco.
“De verdad eres tan molesto, no se ni porque me gustas.” Miles murmura sin pensar. A este punto tu estabas sonriendo como el gato de <Alicia en el País De Las Maravillas>. Cuando el de trenzas cae en cuenta de lo que dijo, se empieza a sonrojar.
“¿Te gusto?”
Miles te pone una mano en la cara.
“Cállate.” Demandó, apretando tu cara, causandote quejidos, eso lo hizo reír.
Te quitó la mano de la cara, y se acostó a tu lado, mirándote con amor oculto detras de sus ojos. Tu lo miras sin saber si confesarte o no, así que te quedas callado, admirando sus facciones.
"¿No te asusta?” Miles susurra.
Confundido preguntas en el mismo tono. “¿Qué cosa?”
“Que yo sea The Prowler.” Aclara aún susurrando.
Tu niegas con una sonrisa sincera.
“¿Por qué me asustaría?”
“Porque soy malo y podrías salir dañado por mi culpa.” Dice Miles, por fin dejando salir sus verdaderas preocupaciones, el verdadero secreto que tú querías escuchar de él, ya sospechabas que existían tales inseguridades.
“No, eso no me asusta, lo que a mi me asusta es lo que pueda pasarte a ti.”
“¿Por qué? ¿Por qué aún sigues aquí? ¿Por qué aún quieres hablar conmigo?” Pregunta confundido.
“¿Qué esperas Morales? ¿Que salte por la ventana? No me voy a ir a ninguna parte porque eres mi amigo, me gusta molestarte y me gustas tu.” Contestas sin pensar.
Miles queda impresionado con tus palabras, repasandolas en su mente una y otra vez, hasta que se da cuenta y una sonrisa sacarrona asoma por las comisuras de sus labios.
“¿Te gusto?” Él pregunta, con el mismo tono con el que tú le preguntaste antes.
Te da un escalofrío y sientes como se te caliente la cara, así que con tus manos te tapas para que no vea lo sonrojado que estás y murmuras un “Mierda” haciéndolo reír.
Él te abraza, así que aprovechas para esconder tu cara en su pecho. Miles ríe por acción y tu sientes su pecho vibrar, así que te sonrojas aún más.
“Dejame ver tu cara, quiero grabarme una imagen de ti sonrojado en mi cabeza.” Pide intentando quitarte las manos de la cara.
“No te voy a dar la satisfacción.” Respondes, tu voz siendo ahogada por tus manos. Miles vuelve a reír y logra por fin destaparte la cara.
“Eres tan tierno estando todo avergonzado.” Él elogia, con toda la intención de avergonzarte el doble.
“Te voy a patear de nuevo.” Amenazas, intentas volver a taparte la cara pero Miles no te deja.
“Todo rojo y avergonzado te ves tan tierno, eres mi chico bonito y molesto” El de trenzas te elogia, tu sueltas un quejido. Intentas darle una patada pero el consigue agarrate la pierna antes de que lo hagas y te acerca aún más a él, ahora acariciándote el muslo y dejando un beso en tu frente.
Lo miras con el ceño fruncido y el te devuelve la mirada con una sonrisa triunfante. Estaban tan cerca que podías sentir su respiración en tu cara, un movimiento leve y sus labios rozarian con los tuyos. Miles pareció hacerse una idea de lo que pasaba por tu cabeza, ya que se acercó a ti un poco más, sonriendo cuando tragaste saliva nervioso.
“¿Puedo?” Pider permiso, a lo que tu asientes.
No pierde el tiempo y empieza a besar tus labios de forma apasionada, sus labios eran suaves, a diferencia de los tuyos que eran ásperos, pero eso no pareció molestarle, es más, pareció encantarle. El de trenzas parecía que iba a devorarte. Cuando se quedaban sin aire, se separaron, tu encondiste tu cabeza en su cuello, Miles te acarició la espalda pensando que era porque seguías avergonzado, pero cuando empezaste a repartir besos por su cuello él rio, inclinando la cabeza para darte acceso fácil. Al principio eran besos inocentes, hasta que le diste un mordisco con intención de molestarlo un poco.
Miles soltó un quejido, te agarró de la mandíbula y te arrastró de nuevo a sus labios, no te dejaba ni siquiera un segundo para pensar, si intentabas alejarte él mordería tus labios. Volvieron a separarse por falta de aire. Miles se puso encima de ti, empezando a besarte el cuello como tú habías hecho antes, pero él fue un paso más allá. El de trenzas besó, lamió, mordió y absorbió tu cuello, jurarías que su intención era devorarlo. Cada mordida y chupetón te sacaba leves gemidos, la forma en la que mordía tu cuello y luego lamía o besaba como disculpa te estremecía. Empezabas a sentir una neblina en tu mente que no te dejaba pensar ningún comentario ingenioso, y ese al parecer era su objetivo.
Volvió a besarte, esta vez con lengua, él tomaba el control y tu lo dejabas. Lo pillaste desprevenido y cambiaste de posición, ahora tu estabas encima de él. Empezaste a besar y mordisquear su cuello como él hizo contigo, a veces un moco más fuerte para que la marca de tus dientes o de tus chupetones queden visibles más tiempo. Podías escucharlo gemir, y no pasaste por alto como se agarró a las sábanas, eso te hizo sonreír. Miles estaba disfrutando esto tanto como tú, y no había que ser un genio para notarlo. Subiste tus besos por su mandíbula y lo besaste con lujuria, esta vez tu dirigías el beso.
Si al día siguiente amanecieron llenos de chupetones y mordidas y estuvieron 2 horas intentando taparlo todo con maquillaje que le robaron a la mamá de Miles, nadie más tenía que saberlo que la araña que los veía desde el techo del baño.
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seddenostalgia · 4 months
Note
ahora que dijiste lo de tragedias y lucrar con eso, te digo algo que me molesta y vos decime con toda honestidad del mundo si no amerita mi desagrado profundo.
ubicas la serie Yellowjackets? la que la premisa es básicamente "equipo de jugadoras de fútbol de secundaria tienen que viajar y en el vuelo el avión se cae y para sobrevivir tienen que practicar canibalismo" que es exactamente lo que pasó en los Andes, en la serie tienen la diferencia que hay como una secta y yo que sé que mierfa en el lugar donde cae el avión.
me acuerdo de ver los primeros capítulos , entender por donde venía la mano y te juro me molestó tanto, porque después salió la creadora de la serie a decir que había tomado "algo" de lo de los Andes . si lo tuviera que poner de una lo que me molestó, fue que tomaron una tragedia real, que fue una locura para los que sobrevivieron que tuvieron que comer a su familia aparte de antes ver a pila morir ahí, y la serie toma la libertad de agregarle la secta ahí tipo " uwu this is the Real horror" no sé, si nosotros acá en latam tomáramos tragedias de ellos como las torres gemelas y hacemos una serie yo se que se arma bardo. de vuelta, no se si soy yo la sensible y no me molesta que me digan que no es tanto. perdón la biblia que te escribí lol
KHEEEEEEE NO. PUEDE. SER.
No la vi! Sólo escuché el nombre de la serie acá de típicas personas quejándose de que poca gente hablaba de la serie, que era porque Tumblr odia a las mujeres y no sé qué más.
No sos sensible tenés toda la razón. Son un asco literal los odio tanto por utilizar la tragedia de personas reales para entretenimiento Y guita. Es como que dicen: si no podemos comprar derechos de libros entonces vamos a usar historias reales porque no se nos cae una idea y/o no tenemos los huevos para arriesgar en algo nuevo. Son lo peor. en fin gracias por contar
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