Tumgik
#Cuidado de la voz
elenjaxx · 1 year
Text
Tips for voice workers - Consejos para Locutores
Even though J.A Meca focuses on broadcasters and so, these tips are useful for any voice worker, and I would love for teachers to try these! 
Avoid being monotonous (for teachers: do not read the powerpoint)
Change your tones to play with their attention (very much number one)
Don’t tense your neck muscles
Don’t imitate others (We are all different, don’t worry much)
Low tones are more serious
Clean and bright voices are easy to trust (lack of energy in your voice is going to be rejected almost immediately)
Don’t make a pause after linkers
Every word can hold different meanings, regarding of the melodic pronunciation you choose, so be careful
Look at your audience to make contact and, at the same time, to understand when they are interested in the topic, have doubts or are tired, to act accordingly. 
Stand still. Your body is a musical instrument, it does wonders when it is properly tuned.
Learn how to do diaphragmatic breathing (breathe with your belly).*
*I will explain this very soon I promise.  s tonos graves aportan credibilidad These tips are from “La Sustancia de la Voz” by J.A Meca (I think it has no translation). This is a very interesting book for you to understand every system involved in talking and breathing. In fact, it teaches you to breathe properly, explains and corrects diction, gives you ideas to warm up your voice and even talks about radio and dubbing. It is one of my favorite manuals. You can buy (in Spanish) a copy here.
Tumblr media
Aunque sean consejos para locutores, creo que estos puntos son ideales para cualquier persona que trabaje con la voz, y digo esto especialmente … ¡para los profesores! 
Evita la monotonía
Haz reclamos con la voz
No tenses el cuello
No imites (todos somos diferentes, no te compliques)
Los tonos graves aportan credibilidad
El timbre resonante, claro y brillante aporta seguridad (las voces apagadas denotan falta de energía, lo que provoca rechazo)
No deben aparecer pausas después de palabras átonas, ni tampoco en elementos de cohesión sintáctica o semántica.
Toda palabra puede tener distintos significados según la forma melódica en la que se pronuncie. 
Mira hacia tu interlocutor(es) para incidir sobre esa persona y, a su vez, recibir señales de interés, duda o cansancio y poder adaptarte acorde. 
Endereza el cuerpo. Es prácticamente un instrumento musical, bien colocado puede hacer maravillas con la voz y la respiración.
Aprende la respiración diafragmática / abdominal y utilízala siempre*
*Os prometo que explicaré esto en detalle. 
He sacado estos puntos de “La Sustancia de la Voz” de J.A Meca. Es un libro interesantísimo en el que describe cómo funciona todo el sistema para poder hablar y respirar. De hecho, te enseña a respirar correctamente, te explica los fallos de dicción y te los corrige, te da ideas para calentar la voz y practicar la dicción, incluso te habla del doblaje y la radio. Es uno de mis manuales favoritos. Podéis comprar su libro pinchando aquí. 
0 notes
alexsandercarranza · 2 years
Text
Técnicas de respiración y proyección de voz para que no se dañen tus cuerdas vocales mientras dictas tus clases
Técnicas de respiración y proyección de voz para que no se dañen tus cuerdas vocales mientras dictas tus clases
Uno de los problemas usuales que sufrimos los profesores al comenzar a dictar clases son los dolores de garganta, la ronquera o la pérdida de la voz. Esto se debe a que no utilizamos adecuadamente nuestra voz y dañamos, sin querer, nuestras cuerdas vocales, por no manejar adecuadamente nuestra respiración y la proyección de nuestra voz. Aquí Lolita Aguilar del canal de Youtube Ser profe nos da…
Tumblr media
View On WordPress
0 notes
euroinnova · 2 years
Text
¿Eres docente? ¡Aprende las mejores técnicas para cuidar tu voz!
0 notes
deepinsideyourbeing · 2 months
Text
Movie Night - Enzo Vogrincic
Tumblr media Tumblr media
+18! Friends to lovers, un poco de Dom!Enzo, sexo oral (fem!reader recibe), fingering, sexo sin protección (don´t do that), posible alusión a size kink/size difference, breve orgasm denial, begging, creampie, dirty talk, edades no especificadas, uso de español rioplatense.
Es viernes por la noche y llueve, diluvia, pero Enzo insistió en ver una película.
Es una tradición que mantienen hace tiempo, pero la costumbre se vio interrumpida por el casi interminable rodaje de una película y un sinfín de eventos y premieres. Naturalmente estás feliz por él, por su éxito profesional y personal, pero extrañás a tu mejor amigo y tenerlo cerca.
-¿En qué pensás…?
Su voz te saca de tu ensimismamiento y cuando volteás a verlo notás el atisbo de una sonrisa en sus labios, pero te forzás a mirarlo a los ojos y negás con la cabeza, sin saber qué explicación dar. El silencio se apodera de la habitación pero lejos de ser incómodo, es reconfortante.
-¿Qué querés ver?- pregunta, luego de un rato de ojear las opciones disponibles en Netflix.
-Lo que quieras.
Ambos se acomodan en el sofá, sus cuerpos en sintonía adoptan la posición usual: cada uno en un extremo, tus piernas sobre su regazo y uno de sus brazos aprisionando tus pies cerca de su abdomen.  Por un segundo te preguntás cómo es que después de tanto tiempo todo sigue igual, pero te distraen los créditos iniciales de la película y la trama te absorbe en poco tiempo.
Enzo arroja algún que otro comentario, se ríen de escenas que conocen de memoria, y es casi suficiente para olvidar la tormenta y el sonido del viento tras las ventanas. Casi… Cuando te sobresaltás una, dos, tres veces, él decide que intentar calmarte con palabras no basta.
-¿Tomamos algo?
Se ponen de pie al mismo tiempo y se dirigen hacia la pequeña cocina de su departamento. En algún momento entre tu llegada a su hogar y el inicio de la tormenta, la temperatura bajó y Enzo te prestó un suéter, pero ahora tus pies descalzos sufren un poco el frío de la cerámica; esperás a su lado mientras él prepara todo y se distraen repitiendo los diálogos de la película, él imitando las escenas al pie de la letra y vos adorando su interpretación, las muecas que transforman su rostro y cómo se ven las líneas de su cuerpo bajo la tenue iluminación.
El destello de luz proveniente de la ventana pasa desapercibido y segundos más tarde el fuerte estruendo de un trueno provoca que te asustes e intentes cubrir tus oídos. Tu mano golpea una taza (tu taza, esa que él compró exclusivamente para vos)  y cae directo al suelo, haciéndose añicos y arrojando sus restos en todas las direcciones. Apretás las labios y comenzás a disculparte, pero Enzo te interrumpe.
-No es nada, nena. Cuidado ahí- te agarra de la muñeca para evitar que te muevas, su mano cálida te provoca escalofríos y un temblor te recorre de pies a cabeza. En un rápido movimiento te sujeta por debajo de los brazos y te sube a la encimera para evitar que te cortes.
-Perdón- susurrás, angustiada, por lo que se acerca para consolarte y te abraza.
-No pasa nada- asegura, masajeando tu espalda con delicadeza. Deshace el abrazo lentamente, acomoda un mechón de cabello tras tu oreja, pero su mano permanece sobre tu mejilla y su mirada se posa sobre tu boca. Su pulgar comienza a delinear tu labio inferior, tira de él casi sin fuerza mientras te sostiene la mirada de manera intensa. Tu respiración se entrecorta y tus pupilas se dilatan, pero aún así él necesita tu confirmación-. ¿Qué querés? Pedímelo.
-Enzo…
-Decime qué querés- repite.
-Besame.
Al principio sólo roza sus labios contra los tuyos de manera delicada y cariñosa, casi inocentemente, pero el beso comienza a tornarse más y más desesperado conforme pasan los segundos. Sujeta tu rostro mientras su lengua se abre paso entre tus labios, asaltando el interior de tu boca y transmitiendo la necesidad y urgencia que lo consumen. Rompe el beso para tomar un poco de aire, no sin antes morderte el labio y robarte un suspiro que te avergüenza un poco.
Aprisiona tus mejillas entre sus dedos para obligarte a mirarlo a los ojos mientras acaricia tu cintura, tu cadera y por último tu pierna, erizándote la piel y provocándote. Tus manos en su cintura lo atraen aún más hacia tu cuerpo y es entonces cuando lo sentís entre tus piernas, duro. Estás a punto de bajar la mirada, curiosa y excitada, pero la fuerza de sus dedos te mantiene estática, volviéndote espectadora de cómo cambia su rostro cuando comienza a rozarse contra tu centro: cierra los ojos, sus cejas se contraen y sus labios entreabiertos dejan escapar una respiración temblorosa.
Sentís el calor emanando de su cuerpo a pesar de las prendas que separan su piel de la tuya y su agarre en tu muslo tornándose cada vez más fuerte, bordando esa línea que te causa más placer que dolor. En el instante en que cerrás los ojos, presa de las sensaciones, sus movimientos se detienen y él se aclara la garganta. Lo mirás, tus ojos suplicando, pero él sólo sonríe.
-¿Qué?
-Sos hermosa- besa la comisura de tus labios-. Pedime lo que quieras.
-Ya sabés lo que quiero- contestás, casi sin aire y un poco molesta-. Por favor.
-Por favor…,  ¿qué?- sus besos comienzan a descender por tu mentón hasta llegar a tu cuello y tus clavículas, alternando entre tus puntos más sensibles-. Decilo.
-Cógeme, Enzo, por favor.
Captura la piel de tu cuello entre sus dientes haciéndote gemir con fuerza, su cadera chocando una vez más con la tuya, antes de pasar sus manos por debajo de tus muslos para levantarte y poder llevarte hacia su habitación. Te recuesta en su cama, las sábanas limpias están impregnadas con su perfume y tus sentidos repletos de él, pero nada es suficiente para opacar el rastro ardiente que dejan sus labios en cada centímetro de piel que tocan.
Te despoja de tu short y tu ropa interior en un segundo y se recuesta entre tus piernas, comienza a regar besos en el interior de tus muslos y muerde tu piel hasta dejar una que otra marca, tus gemidos y suspiros incitándolo a continuar con su tortura por un tiempo prolongado. Su rostro es de concentración absoluta o devoción, no lo sabés con exactitud, pero eso deja de importarte cuando sentís su boca cada vez más y más cerca de tu entrepierna.
Uno de sus brazos te inmoviliza al rodear tu cadera, su pulgar traza una línea desde tu entrada mojada hasta tu clítoris para así lubricar la zona antes de comenzar a dibujar círculos sobre este. Observa atentamente tu reacción, casi perdiéndose en la imagen frente a él, y sólo aumenta la velocidad de sus movimientos cuando suplicás por más. Ahogás un grito cuando por fin sentís su lengua en vos, aunque es sólo sobre tus pliegues, y tus dedos se enredan en su cabello sedoso.
-Todavía no…- susurra, cesando sus movimientos.
Estás a punto de reclamarle, pero introduce un dedo en tu entrada y en lugar de una queja, de tu boca escapa un gemido. Sus labios encuentran tu clítoris y comienza a succionar con fuerza, alternando con su lengua, mientras continúa moviendo el dígito hasta sentir la forma en que te contraés. Introduce otro dedo, extasiado por el sonido que producen en contacto con tu humedad, y continúa asaltando tu interior hasta que tus piernas comienzan a temblar.
Tu orgasmo te golpea como una avalancha: cerrás los ojos con fuerza al sentir el placer extendiéndose hasta las puntas de tus dedos, tu espalda se arquea y repetís su nombre una y otra vez. Enzo no separa sus labios de vos y continúa moviendo sus dedos, cada vez con más lentitud, hasta que tu respiración vuelve a la normalidad. Retira sus dedos y observás casi avergonzada la forma obscena en que los introduce en su boca para probar tu esencia.
Comienza a desnudarse y notás, además de su bulto, que su ropa interior está humedecida con líquido preseminal. Se deshace de sus prendas rápidamente, pero incluso así percibís una sombra de inseguridad atravesando sus facciones y tu corazón se encoge por un instante. Cuando vuelve a la cama se posiciona entre tus piernas y entrelazás tus manos en su nuca, acercándolo para poder devorar sus labios frenéticamente: sentís tu rastro en su boca, en su lengua, y la idea te fascina.
Tus dedos se deslizan por su cuerpo ardiente, delineás con lentitud su pecho y su abdomen para luego tomar su miembro caliente con un firme agarre. Su respiración se torna agitada y jadea producto del placer que tus movimientos le otorgan, muerde tu cuello y tu hombro mientras la palma de tu mano y tus dedos se humedecen con su excitación. Tu pulgar juega con su punta, de un rojo furioso y tan tentadora, hasta que echa la cabeza hacia atrás. Una de sus manos se cierra sobre tu muñeca al tiempo que descansa su frente sobre la tuya, su cabello te hace cosquillas.
-¿Qué…?
 -Necesito cogerte- deposita un beso en tu sien antes de estirarse para tomar algo de la mesita de noche-. Eso es lo que querías, ¿no?
Asentís enérgicamente y ahogás un gemido cuando ves la forma en que el lubricante cae sobre su miembro, su mano masajéandolo para distribuir el producto, antes de dirigirse hacia tus pliegues y tu entrada para darles el mismo tratamiento. Coloca una de sus manos al lado de tu cabeza y descansa todo su peso en ella, bloquea tu visión del techo con su cuerpo haciéndote sentir pequeña y completamente a su merced, una sensación que adorás.
-Por favor- suplicás-. Metémela.
Desliza la punta de arriba hacia abajo, juega con tu clítoris por unos instantes antes de centrarse en tu entrada y comenzar a introducirse. Su tamaño es mucho mayor al que alguna vez experimentaste y provoca cierto ardor, así como un par de lágrimas que mojan tus pestañas antes de sentir sus besos sobre tus párpados repetidamente.
-Sh, yo sé que vos podés- susurra para calmarte. Sus caderas se mueven casi milimétricamente para permitir que te acostumbres a la intrusión, la sensación es suficiente para hacerte perder la cabeza y hundir las uñas en su piel-. ¿Así te gusta? ¿Sí…?   
-Más, Enzo, por favor.
Se adentra por completo y gritás de placer cuando sus embestidas se tornan brutales, abusa de tu interior mientras una de sus manos se cola sutilmente por debajo de su suéter y comienza a jugar con tus pechos: sus dedos se cierran sobre tus pezones, los pellizca, tira de ellos hasta hacerte llorar y pedirle que pare, que siga, suplicando hasta que tus palabras pierden todo sentido.
Se detiene por un segundo para adoptar otra posición y toma tus caderas con fuerza, acercando tu cuerpo al suyo tanto como le es posible y moviéndote completamente a su antojo. El roce de tu centro con su pelvis causa estragos en tu ser y te sentís al borde de otro orgasmo, pero lo que finalmente te lleva al clímax es su mano presionando sobre tu abdomen bajo, justo donde su miembro provoca un bulto. Tus manos encuentran sus muñecas y el placer es tan intenso que por un segundo intentás detenerlo, incapaz de tolerarlo, pero él continúa con sus movimientos.
-Dios, cómo me encanta tu conchita apretada- dice entre dientes, capturando tus muñecas con una mano y tirando de ellas hasta que quedás sentada sobre él-. Me encantás.
Su mano acaricia tu cabello, tu rostro y se desliza fugazmente sobre uno de tus pechos cubierto por su suéter. Se recuesta y colocás tus manos sobre su pecho desnudo para ayudarte, creás un suave vaivén con tus caderas mientras sentís las yemas de sus dedos recorriendo tus muslos y cómo la fricción con su piel amenaza con llevarte al borde de la sobre estimulación. Tus piernas se fatigan rápidamente y tus músculos protestan, pero aún así continuás con tus movimientos hasta perder el equilibrio.
-No puedo…- lamentás, avergonzada, pero su sonrisa es tranquilizadora al igual que sus caricias en tu costado. Incluso en un momento así, sus pupilas dilatadas no impiden que su usual calidez siga reflejándose en sus ojos oscuros y en los gestos que te dirige.
Apoya las plantas de sus pies en el colchón para darse impulso y comienza a embestirte con tanta fuerza que caés sobre su pecho. Besás su cuello, sus clavículas y cada centímetro de piel que encontrás hasta llegar a su boca y confesar entrecortadamente cuánto te encanta, cuán profundo se siente dentro tuyo, le otorgás permiso para hacer con vos lo que él quiera.
Tira de tu cabello para obligarte a mirarlo a los ojos, su mano desciende hasta tu cuello y te besa desesperadamente. Entre besos te ordena que te toques y cuando lo hacés sabés que no vas a durar mucho más: no con la precisión de sus movimientos, dando en tu punto dulce repetidamente, o con la forma en que su mirada busca la tuya constantemente.
-Voy a…- un gemido le impide terminar la oración.
-Adentro, por favor- suplicás.
El ritmo de sus caderas se vuelve errático, ansioso,  pero cuando te escucha gemir su nombre y siente tus paredes contrayéndose no puede evitar salpicar tu interior con su semen. El calor de su orgasmo prolonga el tuyo aún más y te movés levemente sobre él, disfrutando la forma en que se queja a causa de la sensibilidad. Tu oído descansa sobre su pecho y oís sus latidos.
-Enzo…- cerrás los ojos por un momento al sentir sus dedos dibujando formas sobre tu espalda, alzás la vista para encontrar sus ojos-. Te quiero.
Una sonrisa se apodera de sus labios, su belleza te hace suspirar.
-Yo también te quiero- besa tu frente-. Muchísimo.
Sentís tus fluidos y los suyos sobre su abdomen, goteando por tus muslos, pero permanecen así durante largo rato mientras repiten te quiero un sinfín de veces.
taglist:
@madame-fear @creative-heart @recaltiente @llorented @chiquititamia
422 notes · View notes
imninahchan · 2 months
Text
Tumblr media Tumblr media
⌜ 𝐀𝐕𝐈𝐒𝐎𝐒: professor uni x aluna de pós (não façam isso girls), sexo em local público (isso tb não), cigarro (cuidado com o pulmão preto hein), dry humping, termos em francês, fingersucking, tensão. ⭒˚。⋆ ⌝ ꒰ 𝑵𝑶𝑻𝑨𝑺 𝑫𝑨 𝑨𝑼𝑻𝑶𝑹𝑨 ꒱ estou apaixonada pelo meu twink francês de 40 anos ─ Ꮺ !
Tumblr media Tumblr media
⠀⠀
⠀⠀ ⠀⠀ ⠀⠀ ⠀ ───── 𓍢ִ໋🀦
Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media
ELE RISCA O ISQUEIRO E ACENDE O CIGARRO, a face próxima à janela aberta do gabinete. O cenho franze, complacente, enquanto você desaba a falar tudo que ficou entalado durante a semana.
Não é seu psicólogo, ou coisa parecida, mas tem se tornado frequente usar uns minutinhos depois da reunião para conversar com o seu orientador. Fala sobre as gafes que cometeu naquela certa disciplina que não queria fazer porque o professor não era bom nem na graduação, imagina agora na pós. Reclama da quantidade de obras que tem que ler, o pouco tempo que sobra entre o trabalho e a formação acadêmica. Os olhinhos até brilham, acumulando lágrimas, ao afirmar que vai largar tudo, que não vai conseguir defender a sua tese.
Quando ele não ri, acenando negativo, para com isso, chéri, está reanimando as suas energias com um olhar amigo, um assentir com a cabeça e a capacidade de ser um ótimo ouvinte. Talvez seja por isso que você continua abrindo-se com ele — porque ele te escuta.
E oferece carinho.
O braço se estica para alcançar o seu ombro, os dedos rapidamente subindo até a nuca na intenção de envolvê-la com afeto. No automático, pois o toque da palma da mão quente te desconcerta, você tomba o corpo na direção do dele, a testa descansando na curva do pescoço alheio.
A carícia é certeira, embriagante. Embora mal posicionada, porque verga da própria cadeira em que está sentada para a dele, é tudo que você necessitava para aliviar a frustração. Ele reclina a cabeça pra encostar na sua, os dedos deslizam pela sua nuca, arrastam nos pelinhos finos até a raiz dos cabelos. Resvalam na região posterior a sua orelha, um local onde não imaginava que fosse sentir tanto conforto ao ser tocada.
Solta o ar dos pulmões, mais leve. Se permite cerrar os olhos, suspirando. É capaz de escutar a respiração tranquila do homem, ouvir, de leve, as batidas calmas do coração. Se tinha alguma questão na sua vida que estava te chateando, honestamente não se lembra qual era.
Aspira a fragrância do perfume masculino; suave, meio docinho. Tem certeza que se perguntar o nome ele vai responder algo em francês com aquela voz rouquinha, os lábios finos se unindo num bico para a pronúncia da língua estrangeira, igual quando te recomenda os filmes favoritos, e são todos feitos no país dele.
Quando abre os olhos de novo, consegue esgueirar, sem querer, a visão por entre os botões desfeitos da camisa simples. O torso magro, a figura contida. Vê a outra mão dele pousando sobre a perna, e nem se deu conta de que ele escolheu jogar fora o pito para te dar mais atenção.
— ‘Brigada — você mumura, a voz ecoando abafada, comendo a palavra.
Não dá pra flagrar, já que está cabisbaixa, mas ele estica um sorriso pequeno no canto da boca.
— Você precisa de um abraço — responde, com bom humor, o que te faz rir, soprado. Ganha um beijo no topo da cabeça, um aconchego maior quando ele passa a mão no seu braço, terno. — Vai ficar tudo bem... Tá tudo bem.
As falas reverberam feito um gatilho, pois desmonta todinha, perde totalmente os limites ao ser dominada pela melancolia de novo. Vai se vergando tanto na direção do mais velho que chega a ser mais viável sentar sobre as coxas dele de uma vez. Quietinha, encolhida, mudando da cadeira estofada do cabinete pro colo do francês.
Tão silencioso quanto ti, Swann te recebe. Os braços envolvendo o seu corpo com mais carinho, a mão alternando entre afagar a sua nuca ainda e também escorrer pelas suas costas, até a lombar. E você segura no ombro dele, o rostinho escondido na curvatura do pescoço. Arrastando a ponta do nariz, de olhos fechados novamente, a boca recostando na pele à mostra.
O aperto que sente na coxa te deixa inquieta, remexe o quadril devagarinho, sem pensar muito no atrito que a sua calça causa nele. Leva os próprios dedos do ombro masculino para a cerviz, entrelaça nos fios de cabelo escorridos, espessos. De levinho, mesmo sem noção das consequências, puxa, cravando as unhas na pele depois.
Ele solta um suspiro profundo. Também está com os olhos cerrados, deseja que o foco esteja somente na sensação calorosa e passional do ‘abraço’. Te aperta, momentaneamente, como se só pudesse ser aquilo o máximo que colheria da interação cômoda.
O tato firme lhe causa suspiros, igualmente. Ajeita a coluna, ereta, a cabeça tombando um pouquinho pra trás enquanto puxa oxigênio, antes de colar a bochecha com a dele.
As mãos do homem repousam na sua cintura. Não sabe ao certa como julgar seus pensamentos. Na verdade, nem tem certeza se está pensando nesse momento. É provável que tenha desligado o bom senso, que apenas o setor carnal do seu ser venha sendo o responsável por todas as suas reações. Quando relaxa as pálpebras finalmente, por exemplo, é pra tomar o rosto dele entre as próprias mãos e contemplar a face do estrangeiro.
As marquinhas finas da idade, acumulando nas extremidades dos olhos ao sorrir doce agora, diante de ti. O queixo curto. As íris límpidas, como aquamarines discretas. Corre os dedos pelos cabelos grisalhos, da raiz até as pontas. E a pergunta que se passa pela sua cabeça não poderia ser mais trivial; como ele era quando mais jovem?
“Ma petite folie”, é o como ele te chama. O pronome possessivo se soma ao adjetivo, ecoando mélicos aos seus ouvidos. Feito um feitiço, não deixa que a última palavra receba o peso que carrega — loucura.
De fato, é insensatez. Quando as costas das mãos tocam no seu rosto, você beija a pele, se aninha. “Não faz assim, por favor”, escuta o homem sussurrar, mas os lábios se movem em meio a um sorriso tímido. “Não me faz querer você.”
Você segura no pulso dele, “você me quer?”, a pergunta soa genuína.
Os olhos miram a sua boca, se perdem um bocadinho ali. Não, te nega, tornando a retribuir o contato visual. A recusa não te afeta porque não aparenta verdadeira. “É melhor, então”, responde, num cochicho. A testa se cola a dele, os narizes juntinhos, ao passo que fecham os olhos outra vez.
As mãos na sua cintura te apertam com mais firmeza, principalmente no instante em que os seus quadris resolvem se mover em círculos, lento. Ao seu pender do pescoço pra trás, o queixo resvala na ponta do nariz alheio. Swann aprecia o esticar da região, o que era pra ser algo corriqueiro se transforma num cenário atrativo. Desliza os dedos pela sua garganta, com preguiça, demorando a chegar até a clavícula.
Olha pra pele, observa a correntinha dourada adornando o seu pescoço. O indicador descendo pelo caminho desnudo que o decote da blusa proporciona, alcançando o espaço entre os seus seios. O sonzinho meigo, baixo, do seu choramingo rouba a atenção pra sua face de volta, a pressa masculina para flagrar a sua expressão de deleite. Shhh, dois dedos se erguendo com o intuito de mergulhar nos seus lábios entreabertos.
Umedece de saliva lá dentro, se deparam na sua língua quente. Você tomba a cabeça pra frente, o cérebro parecendo desligar aos pouquinhos quanto mais os segundos rebolando no colinho dele se passam, mas o homem pega na sua mandíbula, com os dedos molhadinhos e cálidos, para que possa manter o rosto no ângulo que o permite continuar te observando. “Olha pra mim”, ele pede, e você acata quase que de imediato.
Está olhando-o nos olhos quando aumenta o compasso dos quadris. Os lábios estão separados, o cenho se franzindo, queria ecoar todos os gemidos que segura, porém se mantém silenciosa. A porta de fechadura eletrônica do gabinete te dá a segurança de que ninguém vai girar a maçaneta e entrar do nada para interrompê-los, entretanto a sala não é a prova de som. Não pode deixar que quem quer que passe do outro lado, no corredor, possa escutar o que se passa aqui dentro.
Se entrega de vez ao prazer, ao movimentos desregulados, até tolos de uma certa forma, em busca do êxtase. Chega na pontinha, e se joga. Caindo numa queda tão intensa que finca as unhas na nuca do homem, o abraça com força, feito almejasse se fundir a ele, entrar por debaixo da pele. Um grito calado moldando a boca, os pezinhos perdendo contato com o piso do cômodo, as pernas tremendo.
E ele retribui com compreensão, um sorriso afetivo. “Calma... Calminha...”, aconchega, acariciando as suas costas. Espera a sua respiração normalizar, o coração parar de saltar dentro da caixa torácica. Quando aparenta dona de si de novo, a palma da mão quente toca o seu rosto. “Tudo bem?”, quer saber, checando em busca de vestígios que denunciem a alta sensibilidade.
Você faz que sim, sorrindo, toda boba, porque ele acaba sorrindo também. Recosta a testa na dele, a ponta do nariz masculino roça de um lado ao outro, afagando a sua. A boca fica a poucos centímetros de ti, os rosto parados, em paralelo. Como se quisessem ainda esperar por algo, mas nenhum dos dois tem a audácia.
Assim, você se levanta. Pigarreia. Pega no encosto da cadeira em que estava sentada no começo e a leva de volta para a mesa. Empilha os três livros que pegou emprestado das estantes dele, numa dessas de quem vai se ocupar com algo para esquecer o que quer de verdade. E sem saber se controlar, volta os olhos para a figura do homem.
Cabisbaixo, Swann desliza as mãos nas coxas, ajeitando a calça nas pernas. Sob o jeans, você vê, a ereção marca presença, pesada, rígida. Dolorida. “Desculpa”, você diz.
Ele balança a cabeça, em negação, te oferecendo um sorriso pequeno. “Não se preocupa.”
Você pega a sua bolsa, acomoda sobre o ombro. Toma os livros no braço, “já vou”. Em resposta, só o assentir do mais velho é o que recebe. Ele cruza os braços, parece querer muito manter as aparências, ignorar o que houve.
Aí, você dá as costas, caminhando pelo gabinete em direção à porta. Ainda sente as perninhas vacilando, as pontas dos dedos formigando. Quando toca na maçaneta, para. Não gira, não fala nada, não espia por cima dos ombros. Não precisa nem olhar, já é capaz de recriar o rosto dele na sua mente, a expressão de esperança que, certamente, acende a face alheia. Aquela pontada de ânsia badalando no peito na tentação de levantar do assento e te colocar contra as estantes. Você arrepia só de pensar que pode ser forçada de joelhos para auxiliá-lo com o problema que o rendeu entre as pernas.
E pode correr agora, mas quando voltar, e você vai voltar de um jeito ou de outro, as coisas serão ainda mais intensas.
Tumblr media Tumblr media
210 notes · View notes
corazona-das · 1 month
Text
Una noche compartida
(Enzo Vogrincic & Pipe Otaño x reader)
1/2
tw: +18, diferencia de edad (no especificada), malas palabra.
Tumblr media Tumblr media Tumblr media
————
Tu relación con Enzo era lo que siempre habías soñado, él era y será tu chico ideal. Su apariencia tan suave hizo que te llevaras una sorpresa demasiado grande al inicio de su relación. Realmente te volvía loca la dualidad que poseía en el ámbito sexual, era un espectáculo gratificante de ver, podía ser el hombre más vanilla del mundo visualmente, pero estando caliente era irreconocible, le gustaba todo lo que tenía que ver con verte a ti a su completa merced, juego previo, palabras denigrantes durante el acto, hasta fetiches que te daba vergüenza mencionar, todo consensuado claramente. Algo que te gustaba mucho de él era su seguridad en sí mismo, jamás fue alguien celoso, sabe bien lo que vale y lo que merece.
Desde que estás con el uruguayo no podías apartar la mirada de él, y estabas bien con eso, para ti este era el "primer amor de tu vida" y él se encargaba de darte la mejor experiencia de eso. Pensabas que era casi imposible que alguien más acaparara tu atención, y esto fue así, hasta que conociste a Felipe. Un hombre encantador de ojos claros y cabello oscuro, sonrisa cautivadora y personalidad mucho más que coqueta. Desde que lo viste comenzaste a dudar de tus propios criterios, jamás habías sido alguien infiel, y entre tus planes no estaba serlo, simplemente te parecía atractivo, era atractivo.
————
(semanas despues)
Para tu sorpresa, Felipe se había vuelto muy amigo de todo tu grupo, incluido En. Jamás cruzaron palabras estando solos, siempre fue el saludo cordial y uno que otro chiste cuando compartían tiempo juntos. Te gustaba su amistad así, era alguien muy simpático y casi siempre lograba sacarle una sonrisa a todo el grupo.
Estaban todos charlando en el comedor hasta que fuiste a la cocina por un vaso de gaseosa, no te percataste de ese alguien que seguía tus pasos de manera sigilosa hasta estar solos en el otro cuarto. Estando ya ahí, te diste cuenta de quién era; enseguida te ofreciste para servile algo de beber, y él sin decir palabra alguna negó con su cabeza.
El silencio que había entre ustedes dos era agobiante, ninguno decía nada pero mantenían contacto visual. Como veías que no tenía nada para decir, ibas a salir de la cocina, pero su oportuno agarre te detuvo.
Andy espera, nunca hemos tenido la oportunidad de hablar solos y siempre he deseado hacerlo. —Confesó el argentino sujetando de mi brazo suavemente.
Algo sorprendida por sus palabras y sin decir nada aceptaste esa pequeña invitación a conocerse más por lo que te sentaste con cuidado sobre la encimera.
Dale pipe, aprovechemos ahora entonces. —Dijiste tratando de sonar divertida.
Estuve conversando con Enzo, hace cuanto son pareja ustedes? tengo curiosidad —Enunció él soltando una suave carcajada.
Para ti era muy curioso, el argentino dice querer conocerte más y lo primero que hace es preguntarte sobre tu relación con Enzo. De igual forma, lo dejas pasar.
Pues somos pareja hace 9 meses, casi diez. —Le comentaste con voz dulce. Hablar de En no te molestaba en absoluto, al contrario, amabas hablar de su relación, después de todo él ha sido tu pilar durante estos meses, y haz aprendido bastante gracias al uruguayo.
¿A qué se debe tu curiosidad? Si puedo saber claramente. —Preguntaste con cierta intriga.
Pues me intrigaba el saber cuanto tiempo lleva Enzo con una mujer tan guapa y joven como vos. —Expresó mientras se acercaba lentamente a ti, quedando frente a frente, jamás evitó el contacto visual, es más, había algo en su mirada que te impedia despergarte ella, él apoyo sus manos sobre la encimera encerrandote en medio de estos.
Tenías los nervios de punta, esta cercanía tan repentina te tomó por sorpresa, más aun cuando sentías que te había coqueteado descaradamente. No podías alejarte, te era imposible. Su maravilloso aroma te había atrapado y su mirada penetrante recaía sobre ti, lo cual te intimidaba ligeramente y te impedía el habla.
No te hagas la loca, me has devorado con la mirada toda la noche, preciosa. —Dijo él con obviedad acercándose aún más a ti, estando a centímetros de tu rostro, podías sentir como su respiración tibia chocaba contra tus labios. Pero tú no eras tan fácil, y jamás le harías algo así a Enzo.
Discúlpame pipe, no puedo. —Apoyaste tus manos sobre sus hombros alejándolo rápidamente de ti. Enseguida saltaste de la encimera y caminaste hasta la sala para sentarte junto a tu novio. Felipe no tardo mucho en venir detrás de ti, sentándose justo enfrente mientras te miraba fijamente.
Enzo al instante notó que algo no andaba bien, estabas rara.
Acompáñame un segundo a la cocina, corazón. —Habló el uruguayo mientras se levantaba de su lugar buscando tu mano para guiarte nuevamente a ese lugar.
Desentendida lo seguiste tomando de su mano.
¿Qué pasó con Pipe? —Vocalizó el más alto mientras te miraba fijamente. ¿Fue tan evidente tu disgusto?
En, si te cuento lo que sucedió prometes no molestarte? —Enunciaste en tono bajito tratando de mantener la mirada firme. Él asintió esbozando esa sonrisa que te encantaba.
Felipe intentó besarme, y yo casi no puse resistencia. —Confesaste ante él, a pesar de que es algo de lo que no estabas orgullosa, querías ser sincera para evitar problemas a futuro.
Te juro que fue todo muy repentino, de la nada quizo hablar conmigo diciéndome que quiere conocer más y luego estaba ahí mismo donde estás parado queriendo romper el espacio entre nosotros. —Decías con algo de culpa.
Mira ese pendejito. Es obvio que te tiene ganas, nena. Te comía con la mirada y juraba que nadie se daba cuenta. —Comentó divertido.
Y lo entiendo perfectamente, a mí también me cuesta controlarme cuando te tengo cerca, parece que la única que no sabe lo buena que estás eres tú, amor. —Dijo posando una de sus manos sobre mi mejilla acariciándola levemente.
La cosa aquí es, vos también le tienes ganas, amor? —Preguntó con cierta emoción en sus palabras mientras se agachaba un poco para estar justo a tu altura. Su pregunta obviamente te sacó de onda, ¿a dónde quería llegar con ésto?
Nada que ver En, el único que me despierta ganas aquí, eres tú. —Le explicaste con obviedad mientras te pegabas más a él para abrazarlo.
¿Estas segura, amor? porque si queres garchartelo, hacelo, pero yo quiero mirarte. —Expresó él dejándote sin palabras. Claramente Enzo está algo pasado de copas, no está ebrio, pero siempre con un par de tragos se calienta hasta con el mínimo roce.
Decíme si querés hacerlo, yo lo converso con él, corazón. —Insistió.
No estoy segura de hacer eso, En... —La idea sí te llamaba, pero sentías que no era algo correcto, ni aunque él mismo te lo ofreciera. No negabas que el ojiazul sí te calentaba, es algo que habias imaginado en repetidas ocasiones, estando sobre él apoyando tus manos sobre su pecho mientras sentias como susurraba tu nombre en suaves quejidos. Pero siempre pensaste que se quedaría ahí como una simple fantasía.
Dale chiquita, te conozco lo suficiente como para no conocer tus fantasias más oscuras. —Expresó el más alto con voz profunda mientras te atraía hacia a él con uno de sus brazos.
Y no sabés lo mucho que me calentó la idea de verte cogiendo con otro mientras yo te miro. —Posando su mano cerca de tu nuca con un fuerte agarre; atrapó tus labios con los suyos y una apasionada danza entre estos comenzó, su lengua no perdió tiempo para explorar tu cavidad y el grotesco sonido que producían sus bocas chocando era algo que le generaba aún más placer. Su mano libre recorría tu cintura con fascinación, levantando un poco tu blusa para tener mejor acceso. Tu no perdías tiempo, mantenías una de tus manos por debajo de su camiseta y el frío contraste de tu manos con su tibia piel lo erizaba, mientras que con la otra, tímidamente la dirgiste hasta su entrepierna tocandolo suavemente por encima del jean.
Estaban tan hipnotizados el uno con el otro que habían olvidado donde estaban. Entraron en razón y la mejor decisión fue irse. Iban tan desesperados que el ascensor fue el mejor lugar para empezar. Enzo te acorraló contra la esquina apoyando tu espalda sobre el espejo, comenzó a besarte desesperadamente sin querer distanciarse ni un milímetro de ti, tus manos vagaban alrededor de su cuello enredando pequeños mechones de su cabello entre tus dedos, saboreando el exquisito sabor de su boca. Ese sabor amargo por el tabaco pero con suaves toques dulces por alcohol que había bebido. Este hombre realmente era tu perdición. Cuando las puertas del ascensor se abrieron, retomaron la compostura y caminaron normalmente tomados de la mano hasta llegar a tu puerta.
Cerrando la puerta detrás de ustedes, En se pegó a ti de nuevo, quitó tu chaqueta y tu blusa con mucha facilidad, dejándote en brasier; comenzó a desabotonar su camisa mientras caminaban sin cuidado hasta el sofá tirandote de espaldas sobre este. Te acomodaste sobre tus codos para disfrutar de la escena más erótica del mundo, ver como su torso ligeramente marcado quedaba desnudo ante ti era una de tus cosas favoritas en el mundo. Rápidamente se puso con cuidado sobre ti, y si había algo que a él le gustaba, era darte placer y hacerte sentir cosas que nunca antes habías experimentado. Besaba tu cuello con frenesí, dejando pequeñas marcas sobre esa blanquecina zona, adoraba tu sabor, tu olor, cada parte de ti para él era maravillosa. Sus besos mojados comenzaron a bajar por tu abdomen, llegando peligrosamente al borde de tu falda. Enzo cada vez carecía más de cordura, hasta que levantó sin cuidado tu falda, dejándote casi expuesta ante él. Sus dedos masajeaban tu zona por encima de la tela mojandote completamente, lo cual le encantaba.
Mira como estás por mi, toda mojadita. —Dijo observandote fijamente, adoraba lo rápido que te ponías colorada al escucharlo hablar así. Sus dígitos seguían recorriendo el camino sobre la tela mientras que se acercaba a la altura de tu boca para besarte y calmar tus jadeos.
Enzo... por favor... —Decías entre gemidos, recién estaban comenzando y él ya te tenía como quería.
Que boquita tan linda que tenes, mi amor. Úsala, decíme qué querés. —Dijo demandante.
Escucharlo hablarte de esa manera era algo que realmente te enloquecía. Verlo sobre ti, con su cabello ligeramente largo recayendo en sus mejillas algo coloradas era todo un deleite para tu vista. Estabas por contestarle una vulgaridad, pero fuiste interrumpida por un golpe en la puerta el cual te trajo devuelta a la tierra. Enzo esbozó una sonrisa bastante sospechosa y se separó de ti no sin antes besar dulcemente la comisura de tus labios; a paso rápido se dirigió a la puerta para abrirle a quien estuviera del otro lado. Esperabas que él se encargara de hacerle saber a cualquiera que estaba ocupado, pero al contrario, escuchaste como cerró la puerta dejando entrar a alguien más junto a ustedes. Estando aún más confundida cuando viste quién era, una mirada cómplice entre ellos los delató y algo en tu cabeza hizo clic.
no sé de dónde me saqué la fuerza de voluntad para escribir esto, pero en mi mente era una idea genial, y hay parte dos. 🤓
es mi primera vez escribiendo algo así. dont judge me. 🙏🏻
104 notes · View notes
elcorazondealis · 4 months
Text
Mi sentir🤍
Me haces sentir que mis problemas, pequeños son,
que siempre hay un camino para seguir adelante con fe.
Tu voz, como un susurro, en mi mente resonando,
y tus palabras, claras y dulces, calmando mi ser.
Amo la manera en que me muestras la esperanza,
La mágica forma en que, junto a ti, mi alma avanza.
Es inexplicable todo lo que siento,
solo sé que es inmenso y eterno
Y así, en cada sílaba escrita con cuidado,
intento expresar la admiración,por todo lo que eres.
cada momento a tu lado es como poesía,
en cada verso, canción, en cada palabra,
siento la fuerza del amor que nos guía.
en estas líneas, con amor entrelazadas,
expreso mi gratitud y mi devoción,
porque tu,mi amor, me haces sentir amada.
Tu amor me ilumina, me hace volar,
en tus brazos encuentro mi lugar.
En cada momento, me haces creer,
que no hay obstáculo que no pueda vencer.
Tu presencia me llena de una calma profunda,
como si el universo me susurrara al oído una respuesta rotunda.
Es inexplicable lo que siento por ti,
solo sé que es tan grande  que 
siempre se puede un poco más contigo 
En cada verso, te encuentro, te siento,
tu amor es el poema, la melodía serena,
me inspiras a amar, a creer, a luchar,
contigo, en mis versos, se desvela la pena.
Sensual, evocativa, se vuelve mi voz,
amor, política, mundo natural,
todos mis pensamientos, en uno soy,
equilibrio y unidad, en este baile celestial.
estructura precisa, cada línea une, como en un abrazo sincero,
misterioso, profundo, en cada palabra se atiza,
un poema que evoca un amor sin prisas 
Me gusta cómo me alivias en momentos.
Cosas antes vacías, ahora tienen sentido,
cuando tú estás junto a mí, todo es bienvenido.
Adiós a mis penas, a la tristeza y el llanto,
juntos enfrentaremos cualquier quebranto.
Eres la voz que calma mis pesares,
la razón que enfrenta mis temores,
tus palabras abren nuevos horizontes
y hacen pequeños mis problemas mayores.
Canciones que escuchaba sin razón,
al estar contigo cobran significado,
el amor fluye en cada melodía,
lo que antes era opaco, ahora es amado.
En tu mirada, encuentro esperanza,
como si el universo me hablara en secreto,
me transmites un sentimiento eterno,
algo inmenso, indescriptible y completo.
Tu compañía llena mi alma de dicha,
siento que todo en ti está bendecido,
no todo está perdido, me haces ver,
que en cada paso, el amor está unido.
Tus abrazos son como poesía viva,
que me envuelve con su dulce encanto,
haces aflorar los sueños más ocultos,
y despiertas mi ser con un solo canto.
Eres lo que inspira mis versos,
la luz que guía mis letras en vuelo,
en ti encuentro la pasión desbordante,
que acelera mi corazón y es mi anhelo.
Con cada verso, quiero celebrarte,
y rendir homenaje a tu ser especial,
tú, que eres fuente de amor y alegría,
mereces elogios por siempre, sin final.
Gracias por ser mi eterna inspiración,
por regalarme amor sin condición,
en cada paso, en cada verso cantado,
celebro tu existencia con devoción.
Oh, tú que alivianas mi carga,
Tu presencia sofoca mi difícil situación.
Las melodías una vez vacías de profundidad y significado,
Ahora resuenan con propósito.
el universo me susurrara al oído,
asegurándome que estás cerca,
Un sentimiento inexplicable, tan vasto y grandioso,
Un amor que sé que es infinito y valioso.
Es Indescriptible, la profundidad de mis emociones,
Sin embargo, sé que es inmenso y sin limitaciones.
Infinito y eterno, nuestro amor será,
Un testimonio del poder, entre tú y yo.
Tus palabras, tan pocas, pero llenas de significado,
Responden preguntas que me persiguieron durante años
En tu compañía, mi corazón se tambalea,
En la unidad y el equilibrio encontramos la armonía.
Tus palabras desentrañan misterios que he buscado,
Respuestas reveladas, con claridad aportada.
me haces entender en silencio,
que el amor verdadero es eterno y sin igual y que
Mientras esté contigo nada me puede quebrar.
-Pararuby
Esto lo escribí esa vez que fuy a tu trabajo que llegaste a mi casa en carro y escuchamos música todo el camino y que pasemos todo el día después de tu turno recuerdo que hablábamos de lo bonito que sería tener un auto para nosotros y pasear juntos siempre y también recuerdo que decías que sentías tan bonito el estar paseando conmigo y que te sentías muy feliz.
Tumblr media
107 notes · View notes
possession-swapbody · 2 months
Text
Saliendo de prisión
Historia pedida por @malevessel
Saben crecer teniendo una vida muy dura fue algo que le toco a mi familia, hace 24 años cuando yo tenia una año mis padres fallecieron y quedé al cuidado de Leo, el es mi tío segundo, era mi único familiar, lo malo que el no estaba muy bien económicamente y nos tocó vivir siempre limitados, cuando entré a la escuela el se aumentaba por días y luego regresaba con dinero para pagar mis estudios, mi ropa, y en general todo lo que ocupábamos, todo lo que tengo se lo debo a el, pero cuando cumplí 18 el no regreso, me quedé a vivir solo, conseguí un empleo y apoyos para poder estudiar, me gradué de abogado.
Hace unos meses un preso me solicitó para llevar su caso ya que aparentemente su anterior abogado había renunciado, yo llegué a mi reunión con el pero cuando me estaban llevando a una sala para poder hablar con el pasamos por un área en la que vi a un hombre que me resultó familiar, creí a haber visto al tío Leo, cuando finalmente salí de mi reunión con mi cliente pedí a uno de los guardias si podía ver al señor que creía era mi tío, el guardia me dijo que estaba equivocado ya que ese prisionero dijo que no tenia familiares, pero como la información que le di al guardia coincidía con la del preso excepto el echo de la familia logré conseguir una reunión con el, cuando lo vi me reconoció, comencé a llorar de la felicidad y del enojo ya que no sabía porque me dejó solo, pero a la vez estaba alegre de volverlo a ver, luego me enteré que el fue a prisión por robar, resulta que para obtener el dinero para mantenernos a flote el robaba y vendía lo que robaba, eso me hizo sentir culpable, busque algún medio legal para sacarlo, pero resulta que en su estancia en prisión no había tenido buena conducta ya que se metía en varios problemas y casi mata a la última persona que todo ya que le causó un infarto durante el atraco.
Yo buscaba un vacío legal pero no encontré nada, no me quedo más opción que rendirme, le visitaba varias veces a la semana, hace una semana decidí buscar por última vez fui a la biblioteca local a buscar más libro y vi un libro raro que me llamó la atención, se llamaba la magia del cuerpo y alma, el libro explicaba como hacer 3 cosas, viajes astrales, posesiones y regresiones, también habían varias advertencias pero no había problema la mayoría eran casos poco probables, yo soy escéptico pero por pura curiosidad lo llevé a casa, probé el hechizo de viaje astral, seguí los pasos y de pronto estaba flotando sobre mi cuerpo,era asombroso, no lo podía creer, entonces fui a explorar el vecindario y después regrese.
Al día siguiente tenia un plan le enseñaría a mi tío y dejaría que tomara mi cuerpo, luego saldría y le buscaríamos un nuevo cuerpo temporal, ya que ni por su edad lo dejarían salir de prisión debido a su "ola de crímenes".
Así llegamos al día de hoy, fui temprano en mi moto a la prisión, ya le había explicado todo a mi tío, le dije el plan desde antes me pararía cerca de la prisión y entonces el me poseía, ser iría a mi casa y me dejaría para salir y buscar el cuerpo de algún vecino, y la primera parte paso como planeamos.
Tumblr media
Me pare afuera de la prisión, un guardia me vio y preguntó si iba a pasar, le dije que no, que estaba pensando algunas cosas pero no era seguro, solo se dio la vuelta, entonces sentí un frío inundar mi espalda, era una sensación sorprendentemente incomoda, mi espalda se contrata, entonces escuché la voz del tío Leo.
Leo: hey muchacho ya estoy aquí vámonos.
Erick: no puedo tío tu estas tomando el control, ya no siento mis piernas.
Leo: es cierto esto se siente bien sabes poder sentir zapatos cómodos otra vez.
Eric: me alegra eso, tío antes de nada debo decirte que leyendo las advertencias ayer me di cuenta que la posesión tiene un efecto que...
Leo POV:
Leo: cual efecto, que pasa?
Genial ya se fue, sabíamos que el proceso era rápido pero no tanto, bueno creo que lo mejor será ir a casa, tome la moto de Erick y conduje hasta la casa, el sentimiento de libertad me hizo tan feliz que pensé que no haría daño si me paseaba un rato por el camino.
Tumblr media
Luego me di cuenta que había pasado mas de una hora y en eso recibí un llamado de la prisión informando mi aparente muerte, pero solo dije que iría después, sabía que Erick probablemente no tendría mucho tiempo ya que no me pudo dar la advertencia completa.
Al entrara la casa , me vi en un espejo, era tan raro ver a Erick en el reflejo y no a mi, comencé a buscar el libro que no encontraba por ningún lado, estuve buscando por mas de media hora, entonces comencé a sentir una extraña ola de excitación, pero sabía que no debía hacer nada por respeto a mi sobrino, seguía buscando pero la sensación cada vez era mayor, el cuerpo que habitaba estaba caliente y duro, entonces encontré el libro, buscaba el apartado de posesión y por algún motivo sentía como cada vez mi cuerpo estaba a punto de correrse, encontré la página y las advertencias decían cosas como que no hay seguridad de mantener personalidad y un montón de cosas específicas pero no de gran importancia, entonces llegué a un párrafo que de no se por mi estado en el cual ya sentía como gotas de semen escapaban de mi pene prestado me habría dado un paro de lo grave que era.
Debido a que el cuerpo humano está echo para que un alma habite en su interior suele haber una relación que a la hora de la posesión se corta, ya que el alma del dueño original se desconecta para dar paso al del nuevo anfitrión, por lo que debes estar seguro de que escogiste al cuerpo correcto o de lo contrario déjalo usando el mismo hechizo para regresar a tu cuerpo o saltar al cuerpo de alguien más, ya que al desconectar el alma original esta solo cuenta con 2 horas antes de ser expulsada de su cuerpo, este se daría a través de un estado de éxtasis en el cual el cuerpo se auto estimulará para correrse y sacar el alma original, una vez fuera el alma ahora líquida deberá ser almacenada en algún recipiente, vaciado en algún objeto o persona para no perderse, ya que de quedar expuesta reaccionara como cualquier fluido y al secarse se desvanecerá de manera permanente.
No podía creer lo que leía ya que sentía como me estaba corriendo en contra de mi voluntad, entonces me di cuenta de lo que pasaba, acababa de pasar, Erick acaba de salir de su cuerpo, me deje llevar por sentirme libre y desperdicie el tiempo de mi nieto antes de ser separado de su cuerpo, de manera rápida me quite el traje y lo coloque sobre mi entrepierna con la esperanza que mi sobrino aun estuviera en parte dentro de el pero ya era tarde, toda su esencia aparentemente quedó impregnada en el traje de motociclista que llevaba.
Busque en el libro pero no había nada que dijera como revertir esto, solamente descubrí que ahora Erick estaría en ese traje, tome el traje pero al tocarlo escuche su voz.
Erick: tío, me puedes escuchar?
Leo: si, pero como es esto posible.
Erick: no lo se exactamente pero creo que es como si pudiera sentirte cuando tomaste el traje porque antes de eso todo era silencio.
Fue entonces que una idea paso por mi mente, me volví a colocar el traje y sentía como si alguien estuviera conmigo.
Leo: si, eso es cierto, que bueno que esta esta opción.
Erick.: que pasa?, puedo ver otra vez, y sentir, eso es buen... porque no puedo mover nada?
Leo: creo que al usar el traje puedes ver y sentir como si fuera tu cuerpo pero siendo un espectador desde donde no puedes mover nada pero si comunicarte, como en las películas.
Erick: bueno eso es mejor a nada.
Leo: concuerdo es algo positivo.
Eric: si para remediar a medias tu desastre.
Leo: lo se debí venir antes de que esto pasara, pero ya no puedo hacer nada créeme yo quisiera que esto no hubiera pasado.
Las lágrimas brotaban de los ojos de Erick mientras me sentía impotente y sin control de nada, el trato de consolarme a pesar que se llevó la peor parte del asunto, fue muy cruel de mi parte ya que yo conseguí un cuerpo más joven, una vida intachable y un nuevo inicio, mientras que el solo se podía imaginar el resto de su vida como un traje de motociclista.
Dos meses después..
Erick pov:
Ya han pasado dos meses desde que mi vida se vio terminada para ser un simple traje, pero no es tan malo, el tío Leo, me usa seguido y me consulta sobre como llevar mi carrera, mi vida y todo en general, hace lo que yo quiero para compensar lo que pasó, además de que consiguió un romee, Aron, que en secreto aveces me usa porque le gusta como se ve conmigo puesto, yo disfruto de sentir y ver lo que el hace, en especial cuando me usa y se calienta, es como volver a sentir los placeres carnales que el tío nunca haría ya que soy su sobrino, pero Aron satisface muy bien ese lado.
Tumblr media
97 notes · View notes
sakurakoneko28 · 2 months
Text
Tumblr media
Viendo que ya es casi un año ahora imagino un HC de Chayanne en sus primeros días 🥹💕
Supongamos que en lugar de huevitos eran niños (o al menos en apariencia porque, ajá, híbridos de dragón xd) y en ese momento eran unos bebés, muy apenas tendrían algunos meses.
Entonces, Missa siendo un Grimm reaper, se siente extraño teniendo algo de lo más frágil que puede haber en el mundo de los vivos a su cuidado, en su trabajo se encarga de llevarse las almas al descanso eterno y ahora le han dicho que, contrario a su naturaleza, debe preservar esa vida y que si por alguna razón no lo logra sufrirá consecuencias, y no solo él, sino la otra "desafortunada" persona que tuvo que ser emparejada a su lado.
Mucha, demasiada presión a decir verdad...
Aún así intenta no externar sus temores y acepta con gran disposición la ayuda que su nueva pareja le brinda, incluso siente un poco de culpa por creer que solo vuelve más difícil las cosas al no saber nada sobre cuidado de infantes y que Phil prácticamente se debe encargar de dos personas.
Al principio sostener al niño lo asusta un poco ¿y si lo lastima al ser brusco por accidente? ¿si de alguna forma se le cae? tantos pensamientos catastróficos pero vaya, el pequeño y regordete bebé es absolutamente ajeno a eso, de hecho ha mostrado tener un gran gusto por estar en su regazo y además parece muy interesado por la curiosa particularidad del mayor en su piel traslúcida que a cada rato pellizca con sus deditos.
Philza también se encarga de alentar, a su ahora, esposo y le asegura que confía en su juicio para cuidar a Chayanne cuando los deja solos, entiende que a diferencia suya el nunca antes había estado a cargo de otra persona -hablando en términos de mantenerlo vivo- (mucho menos de un bebé) y no desestima sus miedos, hace lo posible por darle confianza, y aunque no lo hubiese dicho en voz alta, también le enternece demasiado cada ocasión que regresa a casa y se encuentra con la bonita imagen su nueva familia que siempre le recibe con alegría.
También se ha fijado que Chayanne siempre está muy calmado cuando Missa lo sostiene, no llora y hasta se queda dormido más fácil cuando él lo arrulla, es la envidia de los otros padres desvelados con sus respectivos niños. En realidad desde el principio fue curioso como el bebé conectó tanto con su papá, aún si no era capaz de verbalizarlo se notaba en como sus ojitos brillaban con solo escuchar su voz, eso y que Phil se había fijado como "curiosamente" el pequeño pide toda la atención de Missa ni bien se da cuenta que está cerca.
Y claro que Missa no le va a negar nada a su pequeño guerrero, se siente tan feliz de recibir todo ese cariño, es un tipo de afecto que nunca antes había experimentado y es hermoso ¿como una cosita tan pequeña había movido tanto su mundo? y claro, ni hablar del encantador esposo que se consiguió también 😎
60 notes · View notes
euroinnova · 2 years
Text
Aprende y practica todos los cuidados necesarios para utilizar tu voz en atención telefónica, obteniendo 5 ECTS con esta titulación universitaria
0 notes
imagines-1directioner · 2 months
Text
Love at The Second Sight - with Harry Styles
Situação: marido!Harry Styles x Leitora
Contagem de palavras: 936
Pedido de @httnathxs: Você está aceitando pedidos? Se sim você poderia fazer um imagine do Harry. Onde a S/n tem muita insegurança com o cabelo por ser cacheado e por isso ela faz progressiva ( lembrando o Harry nunca viu o cabelo dela cacheado e eles já se conheceram assim) aí quando ele vê o cabelo dela natural ele se apaixona duas vezes mais por ela.
N/A: Obrigada por enviar sua ideia, anjo. Gostei muito de escrever a história. Espero que goste do resultado e me diga o que achou :)
curte e reblogue o post para me ajudar 🫶
Tumblr media
- Você tá preparada? - os olhos de S/N fitaram através do espelho o amigo e fiel cabeleireiro desde seus 15 anos de idade. A expressão da garota continha uma mistura de pavor e ansiedade. Uma ansiedade boa que trazia um leve frio na barriga e a boca seca, sedenta pelo o que estava por vir.
- Não me pergunta de novo, senão é capaz de eu desistir. - a risadinha mostrou um tom de verdade.
- Isso nunca! - protesta, levantando o dedo indicador da mão esquerda e com a direita logo pega a tesoura para iniciar seu trabalho. - Eu sonhei tanto que esse dia chegasse. - diz emocionado olhando o cabelo molhado e repleto de anos de química que ele mesmo realizou. S/N alisava o cabelo desde que se conhecia por gente. A progressiva já fazia parte da vida dela, que a própria dona do cabelo não se recordava como era seu verdadeiro eu. No entanto agora seria questão de tempo para ela se encontrar consigo mesma quando o barulho da tesoura foi ouvido e cortado a parte dos fios modificados quimicamente. De modo involuntário e inevitável de certa forma a mulher fechou os olhos, uma atitude em vão quando parada para pensar, já que ela não conseguiu visualizar o cabelo sendo cortado. Mas deixou o reflexo de seu cérebro tomar conta pelo barulho da tesoura sendo utilizada. Seu coração acelerou e uma sensação nova instaurou-se sobre seu ser, especialmente quando observou o chumaço de cabelo na mão do cabeleireiro ao final da ação. Por conta da transição ter iniciado há pouco mais de um ano, o cabelo dela estava gigante, mesmo cortando boa parte ainda sim o comprimento chegou aos ombros. - Você está livre! - Elton comemora e S/N dá um sorriso de alivio acompanhando de emoção, vista pelas olhos marejados.
A finalização foi seguida de um cuidado ímpar com cada cachinho, e ao final da experiência S/N não acreditou quando finalmente viu seu reflexo naquele espelho imenso. Na verdade ela não reconhecia aquele cabelo, aquela S/N. Ela estava radiante, com um volume estrondoso e impecável que realçava seu rosto, especialmente seus olhos, que por conta da situação continham gotas aprisionadas até a primeira lágrima cair lentamente. O amigo, que viu aquela menina crescer, não conseguiu segurar a emoção e chorou com ela.
- Obrigada… - a jovem diz com a voz embargada e um sorriso lindo nos lábios.
Ao chegar em casa, S/N queria fazer uma surpresa para todos que a conheciam com o cabelo liso. E o primeiro deles era seu esposo. Harry havia um compromisso na casa de um dos amigos que casaria na semana que vem, e como padrinho tinha de comparecer ao último ensaio da cerimônia. Contudo a mulher não acreditou quando ele disse que seria rápido, surpreendendo-se quando percebeu que o rapaz já havia voltado da reunião, mas estava no banho quando ela entrou.
Animada por ainda sim conseguir realizar a surpresa, a garota imaginou por uns dez minutos como prepará-la, e decidiu que só apareceria para Harry quando ele descesse as escadas e a encontrasse na sala.
S/N deduziu que o chuveiro ser desligado já que não escutou sons de água escoando, e sentou-se no sofá, ligando a tevê “despretensiosamente”. Em menos de cinco minutos os passos descendo as escadas surgiram e antes de chegar no primeiro andar Styles grita.
- Como assim você já chegou e não…. - o moreno simplesmente perde a fala e trava no penúltimo degrau quando enfim visualiza a figura inédita da esposa. S/N conseguiu pegar todos os frames do marido surpreso, abrindo a boca e brilhando os olhos quando percebeu a mudança na jovem. O sorriso dela era gigantesco, contagiando Harry no mesmo segundo até os dois soltarem uma risada eletrizante. - Meu Deus! - fala deslumbrado, erguendo as sobrancelhas e caminhando devagar até o sofá. - Você tá tão, mais tão linda, S/A! - a sinceridade foi algo genuíno que mexeu com a emoção já abalada de S/N. - E eu juro que não tô exagerando. - ela ri, um pouco envergonhada.
- Diferente né?
- Muito! - ele diz enquanto avalia o novo visual da mulher, agora mais de perto. - Posso tocar? - o modo como ele pediu foi extremamente fofo.
- Pode. - ela responde rindo, completamente derretida. Em seguida Harry afaga os cachos cuidadosamente e percebe a maciez incrível, além do aroma fresco que o cabelo carregava. Por fim, e com um sorriso de orelha a orelha ele segura o rosto dela com uma mão em cada bochecha e encara os olhinhos lagrimejados da garota.
- Acho que me apaixonei de novo por você, amor. - a moça ri encantada e ele a puxa para um selinho. - Esse cabelo combina demais com você! - permanece em silêncio enquanto as pupilas dilatam percorrem lentamente cada detalhe que antes ele não dava tanta atenção. - Sua boca, seu sorriso, seus olhos! Poxa, seus olhos estão lindos!
- Tá me deixando com vergonha.. - dessa vez ele se derrete por ela, abraçando-a forte e beijando seus lábios novamente.
- Vai se acostumando, porque eu vou te elogiar por muito tempo. Afinal, olha esse cabelo! - comenta empolgado. - Simplesmente perfeito em você.
- Desse jeito a minha insegurança vai embora.
- E ela nunca deveria ter existido. - reafirma o que ele sempre defendeu. - Sua beleza está mil vezes mais potente com esse volumão e cachos lindíssimos.
- Obrigada, meu bem.
- Agora nós dois temos cachinhos! - Harry chacoalha a cabeça mexendo seus cachos úmidos, recém lavados e faz a esposa rir e repetir o ato, a cena mais fofa de todos os tempos, que com certeza seria contada adiante durante os próximos anos de relacionamento do casal mais apaixonado do mundo.
_____________________________________________
Feedbacks são sempre bem-vindos e de extrema importância para quem escreve. Se possível, não esqueça de deixar um comentário sobre o conteúdo lido acima na ask! Adoraria saber o que achou :)
xoxo
Ju
57 notes · View notes
renjugyu · 5 months
Text
* ˚⁺ resumo: : aparentemente yangyang tem algum problema com a cor vermelha.
* ˚⁺ ͙۪conteúdo: : smut, punh*ta, yangyang meio que tem um fetiche com mãos.
Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media
sente que sua figura sentada na cama, que finalizava os últimos ajustes nas suas unhas recém pintadas de vermelho, é alvo da atenção de yangyang. suas costas ardem com o olhar excessivo, a presença dele, mesmo em uma distância considerável, é intensa. é difícil precisar exatamente o momento em que ele abandonou o jogo em que estava envolvido para se concentrar exclusivamente em você.
"terminou, gatinha?" você escuta o barulho de uma cadeira se arrastando, e em alguns segundos ele aparece na sua frente.
balançando a cabeça afirmativamente, você estende a mão, exibindo suas unhas cuidadosamente feitas diretamente em sua linha de visão.
"mhmm" solta um som pensativo. "você pintou com a minha cor favorita." fala baixinho. os olhos dele cintilam com um brilho suspeito, que você inicialmente não consegue decifrar.
"sim, gostou? cuidado-" alertou quando notou ele erguendo o braço para segurar seu punho, analisando a cor de forma mais detalhista. "a tinta ainda tá secando."
a língua pendeu pra fora, umedecendo os lábios, enquanto os olhos pareciam grudados na sua mão, quase a deixando inquieta pela forma como ele estava fixado. depois de alguns segundos, ele direcionou o olhar para você, adotando uma expressão hesitante, abrindo a boca algumas vezes, porém sem proferir nenhuma palavra.
"não quero que você me ache um pervertido-." começou, mas antes que ele pudesse terminar você o interrompeu.
"como você não fosse um." revirou os olhos, mas mantendo o tom brincalhão na voz.
"err..." um sorriso envergonhado se formou em seus lábios enquanto ele olhava para qualquer coisa, menos para seus olhos. "tá, por favor, não fica com raiva de mim... mas, ah, suas mãos, gatinha." perde a compostura, jogando-se ao seu lado na cama, enterrando o rosto no seu pescoço. a respiração quente dele a acaricia sua pele, causando arrepios.
"o que tem as minhas mãos, yangyang?" questiona, mesmo sabendo a direção em que os pensamentos dele estão se encaminhando.
-
e, de fato, suas suspeitas sobre as verdadeiras intenções dele se concretizaram. e na verdade, agradece que isso tenha acontecido, a atual imagem dele se desmanchando no suas mãos, pré gozo manchando seus dedos, é o suficiente para mandá-la direto para nuvens.
"porra-." arfa, arqueando o tronco para trás, com a respiração pesada. "amo pra caralho suas mãos, gatinha-" abaixa a cabeça, soltando um gemido ao ver seu polegar rodear a glande inchada. a visão o enlouquece, principalmente como a cor vermelha acaba se destacando em meio ao líquido viscoso.
após falar deliberadamente que queria, de uma forma muito urgente suas mãos no pau dele — a excitação que yangyang sentia foi o suficiente para fazer evaporar a hesitação inicial, e após sua confirmação, se desfez da camisa e abaixou o moletom apenas o suficiente para liberar o membro semi duro.
mas após seu olhar fixo no pau dele e o toque inicial, com apenas as pontas dos dedos, sendo intencionalmente provocativo, foi o suficiente para deixá-lo rígido e desesperado por mais.
você para com os movimentos, deixando apenas que sua mão continuasse fazendo uma leve pressão. sobre ele. e não demora muito para seu namorado começar a mexer o quadril em direção ao seu toque, na tentativa de ampliar o contato, de aumentar a sensação de fricção, mas fazendo com um desespero palpável. o barulho molhado que ecoa pelo quarto compete com os barulhos que escapam da boca dele.
ele é naturalmente vocal nesses momentos, deixando escapar sons obscenos, mergulhando no momento como se o resto do mundo não existisse mais.
"uh." revira os olhos, antes de fechá-los com pouco de força. "vou.. vou encher sua mão de porra, posso?"
"vai em frente." encoraja, voltando a traçar movimentos para cima e para baixo na ereção proeminente e com veias latejantes.
com um pouco de urgência em gozar, ele envolve a mão por cima da sua guiando seus movimentos na velocidade desejado por ele. yangyang murmura baixinho xingamentos em meio a uma voz entrecortada.
"vou gozar, porra."
soltando um último gemido longo, ele libera a tensão acumulada em jatos brancos, que disparam em diferentes direções; alguns pingam no seu colo, outros na sua bochecha.
"ah, vou ter que fazer minhas unhas de novo."
87 notes · View notes
xolilith · 7 months
Text
🍓Morango [00:55] - Na Jaemin
O cristal gelado e docinho do sorvete de morango dissolve sobre sua língua. O gosto e cheiro da fruta tomam seus sentidos e fazem um suspiro escapar em meio aos barulhos de explosão da televisão. E daí que eram quase três da manhã? O calor infernal do país tropical parecia ainda pior do que ano passado, nem parecia que era noite. Se não tivesse olhado pela janela algum tempo antes, formaria a hipótese da lua ter sido substituída pelo sol. Observa Luke ressonar sobre seu colo, todo esparramado, ronrona vez ou outra. Lucy também permanece na mesmo situação, próxima de uma das almofadas ao seu lado. E Luna, bem, Luna estava sobre a mesinha de centro, o olhar preguiçoso e fixo sobre você, como se atentamente a viagiasse. Diferente dos irmãos, Luna era mais arisca e desconfiada e parecia não gostar muito de você, principalmente quando estava junto de Jaemin. Toma mais uma colherada do sorvete, prestando atenção mais uma vez em The Umbrella Academy, na sina de Five - um idoso na pele de um adolescente passando pela latente puberdade e apaixonado por um manequim - em salvar os irmãos mais uma vez do iminente apocalipse em 1963. Se perde um tempo nas cenas, até escutar os ruídos de passos vindo do quarto principal, até poderia ficar com medo de ser um fantasma, mas logo a presença de Na Jaemin retem o anseio. Assim como os outros gatos, Jaemin arruma uma espacinho ao seu lado para se aninhar. Enfia o rosto sobre o seu pescoço, a voz baixa e rouca indaga baixinho. – Não é muito tarde para sorvete? – Muito calor, Nana! Jaemin ronrona sobre seu pescoço em concordância. Tinha também acordado com uma fina camada de suor sobre a pele antes de vir procurá-la quando notou a ausência na cama. Entreabe um pouco os olhos para ver o que você assiste. – Você não cansa de assistir toda vez essa mesma temporada? Nega, rindo baixinho pelo tom cansado que ele usa. – Não. Você sabe que eu sou meio apaixonada pelo Ray. Jaemin sopra uma risadinha. – Allison deveria ter cuidado com você. – Você assente e ele continua. – Você não parece a única apaixonada por aqui. – Jaemin constata ao olhar Luke esparramado em seu colo. O gato parecendo zombar por ter mais espaço sobre você do que ele. – Luke é mesmo um conquistadorzinho barato. Diz entredentes, estreitando os olhos falsamente ameaçador na direção do bichano. Você ri, toma mais um pouco do sorvete. – Você não deveria reclamar do Luke, ele é inofensivo. – Garante. – Você deveria mesmo se preocupar com a Luna, ela parece prestes a fincar as unhas na minha garganta, Nana. Além do mais, você sabe que boa parte do meu coração é ocupado por um outro gato aí. Termina, como quem não quer nada. Fazendo um charminho na voz. – Ah é?! Jaemin alarga um sorrisinho, larga um beijinho sobre a pele do seu pescoço que te faz rir, bobinha. – Sério, Jaemin! Inclina-se um pouco para pousar a taça sobre a mesinha de centro, tomando cuidado para não ficar muito próxima de Luna. Luke pula de seu colo, espreguiça-se pronto para também seguir para o quarto quando você diz. – Vem. Vamos voltar a dormir, Nana.
100 notes · View notes
wosohavemyheart · 5 months
Text
Miedo en Navidad
Tumblr media
Bajo muy despacio las sábanas de fútbol que me regalo la tía Mapi, mi cara se siente fría cuando la destapó del todo al ver que ya no hay nadie en mi cuarto, Papá Noel ya se ha ido.
La habitación está oscura y eso solo hace que mis ganas de llorar sean más grandes.
-Mami, mami- Llamo con la esperanza de que aparezca mi superhéroe pero no es así y acabo llorando.
Siempre suelo tener una lamparita que hace una galaxia en la pared ya que me encanta el cielo pero se ve que se han olvidado hoy.
Decido levantarme aún llorando y acercarme a la puerta entre abierta de mi habitación, mami siempre me deja un poquito abierto.
Me asomo con cuidado para ver el pasillo y no veo nada que me haga tener más miedo pero aún así voy corriendo sin hacer ruido los pocos metros que me separan hacia la habitación de mami.
Abro y cierro la puerta con toda la rapidez y cuidado que puedo con mis cuatro años.
Una vez dentro y ver a Olga y a mami en la cama hace que me sienta un poco más segura pero sigo sollozando.
Mami y Olga están durmiendo así que rodeo la cama dispuesta a despertar a mi mami.
-Mami- Sollozo tocándole la cara con un dedo.
Parece ser que hoy mami tiene mucho sueño así que vuelvo a intentarlo.
-Mami- Está vez le sacudo el hombro con una mano con toda la fuerza que tengo.
Ahora si que abre los ojos, sobresaltada, pero cuando se me escapa un sollozo su mirada vuela a mi y su cara se suaviza.
-¿Qué le ha pasado a mi princesa?- No tiene ni que ofrecerme los brazos cuando ya estoy encima suya.
-Miedo- Susurro en el cuello de mami.
Escuchar su corazón y su voz, respirar su olor y sentir sus fuertes brazos apretandome con fuerza contra ella hace que me calme.
Ella es mi refugio y mi superhéroe.
-¿Podemos saber que ha hecho que tengas miedo, bebé?- Pregunta Olga suavemente apoyando su mano en mi espalda trazando círculos.
Parece que el ruido y el movimiento en la cama la han despertado.
-Papá Noel estaba mucho tiempo mirándome y yo me escondía debajo de las sábanas pero no se iba- Sollozo- Y no estaban mis estrellas encendidas.
Mami me da besos en la frente con el fin de calmarme.
-Lo siento, bebé, no volveré a olvidarme de encender tus estrellas- Dice Olga con culpa.
-Papá Noel ya se a ido, princesa- Dice ahora mami- Ha sido tu imaginación porque yo misma he visto como dejaba los regalos y se iba a casa de otro niño.
-¿Seguro, mami? - Levanto la cabeza para mirarla y con una fuerte mano suya me quita las lágrimas secas que me quedaban.
-Te lo prometo, princesa- Me besa la mejilla.
Miro a Olga tratando de que ella también me lo confirme y es lo que hace con una suave sonrisa.
-Vale- Vuelvo a mirar a mami.
-¿Porqué no nos volvemos a dormir, princesa? Y así se pasa el tiempo más rápido para abrir los regalos
-Aqui- frunzo el ceño.
-No quieres volver a tu cama de niña grande?- Pregunta y niego con la cabeza.
-Contigo y Olga- Demando.
Las tias siempre le dicen a mami que tengo el carácter de ella y que pongo la misma cara que ella cuando está decidida a que algo salga como ella quiere
Mami mira un segundo a Olga y yo también mirándola con la ceja arquedada y esta asiente dándome una sonrisa amorosa.
Era la niña de mami y no era la primera vez que dormía con ella y también con Olga desde que esta ella en nuestras vidas y tampoco iba a ser la última.
Mami es muy cómoda y Olga me da unas caricias en la espalda muy tranquilizantes
Me acomodo encima de mami como siempre hago y me da suaves besos en la sien, Olga empieza a acariciar mi pequeña espalda
Y así, en algún momento me quedé dormida encima de mi superhéroe.
136 notes · View notes
daseindigital · 6 months
Text
Tumblr media
-Despues de varias lunas cumplidas haciendo lo mismo me has preguntado ¿Qué hago cada noche en este claro? Sin embargo sigues viniendo a mí, noche tras noche sin falta.
El platinado soltó un suspiro antes de continuar al no recibir respuesta de la pelinegra.
-Soy un demonio, Miko, no uno cualquiera sino un Inu Daiyokai. Está fuera de mi naturaleza hablar de sentimientos y yo jamás doy explicaciones, sin embargo hoy lo haré por ti así que pon atención. ¿Sabes cuál es la razón por la que dejé a Rin en tu aldea y a Jaken a su cuidado?
-Para que esté segura.- Respondió Kagome afirmando, pero su voz delataba un poco de duda.
-Sabes tan bien como yo que estando a mi lado nada le habría pasado jamás. - Corrigió él y la joven no pudo evitar fruncir levemente el ceño porque esa misma idea ya le había cruzado por la mente, pero jamás la exteorizo. - Sabía que a Rin le dolería al principio acostumbrarse a la vida con los humanos, dejar a Jaken era su garantía de que tarde o temprano regresaría a visitarlos. Yo tomé la decisión de dejarlos en tu aldea porque soy un hombre que aprecia y valora su privacidad, y sin embargo aquella noche llegaste tú a este mismo claro interrumpiendo mi soledad. Llegaste tan rota, llorando inconsolablemente por un desaire más por parte del híbrido, parecía que ya te encontrabas harta de lo que te ofrece, él no se dió cuenta de que como tú no hay otra. - Un intenso sonrojo se apoderó de las mejillas de la sacerdotisa. - Esa misma noche te acercaste a mí y te refugiaste en mi pecho, yo simplemente no tuve la fuerza para retirarte a pesar de que el olor de tu tristeza me abrumaba. -Kagome bajó la mirada avergonzada pero los dedos largos y finos de Sesshomaru le hicieron levantar el rostro cuando fue sostenido por el mentón para que le mirara nuevamente. - Para mi sorpresa la siguiente noche volviste a aparecer, esta vez te veías más repuesta, me sonreiste tímidamente y descubrí que eras experta en las noches frías, porque las vuelves cálidas con tu sola presencia. Día tras día luchaba conmigo mismo intentando no volver más, y sin embargo caía en la tentación de venir sabiendo que tú llegarías en algún momento, hasta que dejé de pelear con el descubrimiento de que mi pensamiento se rehusa a ti pero mi cuerpo te adora. Adora la sensación que me produce tocarte, el que roces accidentalmente mi piel ya es ganar para mí. Y es que tu cabello negro, la figura de cuerpo que decidiste tapar con ese traje de sacerdotisa que no te queda porque esta no eres tú, y tus ojos azules color del cielo son algo que no puedo sacar de mi mente en ningún momento del día... Ahora he respondido a tu pregunta, Kagome.
-Sesshomaru... -La joven analizaba cada palabra dicha por el platinado, su corazón estaba acelerado temiendo entender mal porque en verdad deseaba significar algo más que la ex enamorada de su medio hermano.
-El Kitsune ha despertado y te está buscando.-Dijo él invitándola a retirarse, deseaba estar con ella pero si el pequeño zorro venía a buscarla, todos sabían a dónde iba Kagome cada noche y tan bella rutina podría verse afectada.
Ella había aprendido a descifrar sus peticiones mudas así que entendiendo lo que quería y decidió retirarse.
-Kagome.- Le habló antes de que se pusiera en pie y ella volvió a dirigir la mirada a él. -Te espero mañana, ven e interrumpe mi soledad.
Crédito Anny Sarabia
+++++++
Mil gracias a Anny Sarabia por este bellísimo escrito para está imagen. En verdad es un deleite leer tus escritos, un honor y placer poder tener algo tuyo.
Ojalá nos sigas enamorando con más de tus escritos Sesshome ❤️
62 notes · View notes
chiquititamia · 1 month
Text
Make you feel better, parte 2
Tumblr media
Holaaaa, aquí les traigo la segunda parte de mi último fic, espero que les encante y me comenten qué cosas le gustan y qué cosas puedo mejorar. Gracias por leer!💕
+18
❤️‍🔥Por fin sucede
💞Enzo x fem!reader
⚠️Warnings: sexo menstrual, sexo sin protección, sexo oral, algo romántico también.
Make you feel better, pt.2
Tratabas de dominar tu respiración, los nervios te la estaban alborotando. Enzo estaba encima de ti, mirándote con esos ojos oscuros y profundos, su pelo negro enmarcándole el rostro.
-Tranquila, chiquita…
Soltaste una pequeña risa para intentar hacerle caso y darle a entender que deseabas esto tanto como él.
-Está bien si te toco? – preguntó con esa voz suya que era como chocolate negro derritiéndose y cayendo sobre tu piel. Asentiste sin quitarle la mirada de encima, pero, cuando su mano rozó tu cuello y fue bajando con la punta de los dedos hacia tus pechos, tuviste que cerrar los ojos. Su otro brazo le sostenía, apoyándose junto a tu cabeza y acariciando tu mejilla para intentar, de una vez, que estuvieses tranquila.
-Cómo no me llevás sujetador, nena? - provocó con media sonrisa de diablo.
-Me dolía…
-Ah, te dolía…-sonaba a falso reproche, a que te iba a enseñar porqué eso era una temeridad y estaba mal. Procedió a serpentear su mano por debajo de la vieja camiseta hasta llegar a tu pecho, el cual abarcó sin esfuerzo. Masajeó como si fuera un experto y lo tuviese todo bajo control, sin embargo, aunque lo ocultase mejor que tú, él también estaba nervioso, y sobre todo embelesado por lo que estaba pasando. Mientras pasaba el pulgar por encima de tu pezón, con cuidado de no hacerte daño, notabas como exhalaba su aliento caliente como fuego en tu cuello, indicativo que se estaba quemando por dentro tanto como tú. No era lo único, naturalmente, también podías sentir su erección, imposiblemente firme contra tu muslo, la cual hundió un poco más para su propio alivio y para hacerte saber cómo te deseaba. Eso provocó que gimieras en su oído.
Antes de que te dieras cuenta, Enzo se había desecho de tus shorts.
Un pensamiento cruzó tu mente como un rayo, ¿estarías sangrando? Aunque las molestias y el dolor habían comenzado, el sangrado no lo había hecho, según tus cálculos, lo más probable es que empezara mañana o esta noche, pero eras consciente de que no era una ciencia exacta. No podías aceptar la idea de que quizá manchases a Enzo, te morirías de la vergüenza y desearías que te tragase la tierra. Cuando éste deslizó tu ropa interior lentamente por tus piernas lograste echar un vistazo y comprobaste que no había restos de sangre, pero sí de toda tu excitación, lo cual él se tomó como un halago no verbal.
-Sigues teniendo cara de preocupada, chiquita… - dijo con una voz que te sonó aún más grave, pero como si casualmente no estuviera acariciando tu monte de venus.
-Es que no quiero mancharte, boludo-te reíste, al fin siendo tú misma con él.
-No sé con que clase de nenes has salido vos, pero a mí un poco de sangre no me asusta.
¿Es que acaso estaba dentro de tu cabeza para saber exactamente qué decir para prenderte aún más?
Tanteó con la punta de los dedos tu entrada, y la humedad que él había provocado en ti se adhería a su piel, pequeños hilos transparentes adornando sus dígitos. Poco a poco se introdujo en ti haciendo que te estremecieras y arquearas la espalda. Él resopló y te miró frunciendo el ceño.
-Ufff… qué apretada que estás, nena…-acercó su boca a tu oído provocando un nuevo vuelco en tu corazón- ¿Así me vas a apretar la pija?
Dios. DIOS. Un gemido que fue casi un grito escapó de tu garganta sin que tú pudieras (o quisieras) hacer nada por evitarlo. Hubieras jurado que cualquier pibe que te hablase sucio se hubiera ido de tu casa con una patada en el culo, pero joder, cómo te había prendido que Enzo dijera eso. De hecho, como si tu cuerpo quisiera darle la razón, tu interior se contrajo alrededor de sus dedos, provocando una risita maliciosa en él. Los movía con habilidad, dibujando el típico gesto de “ven aquí”, encontrando y masajeando un punto muy sensible de tu centro.
-Enzo…-gimoteaste.
- ¿Qué, nena? - contestó con la respiración agitada, notando, desde hace un rato como su líquido preseminal estaba formando una mancha húmeda en sus bóxers negros, su erección, pulsando dolorosamente.
Querías contestar, pero el placer te nublaba la capacidad de hablar, solo podías gemir y agarrarte con fuerza a su espalda, reparando en lo firme que era, y lo pequeña que parecías debajo de él. Le miraste a los ojos suplicante, queriendo comunicar tus deseos sólo con tu mirada.
-Ya sé, ya sé... – se apiadó él. Se apartó de ti con cuidado de retirar sus dígitos suavemente para no herirte. El vacío que dejaron te molestó intensamente, pero sabías que simplemente el aperitivo había terminado: ahora venía el plato fuerte.  Arrodillándose en tu cama comenzó a desabrocharse el cinturón. Iluminado solamente por tus tenues luces azules y la pantalla de tu televisión, la figura de Enzo era escultural: su cabello largo y oscuro, su torso definido y bronceado. Incluso el vello de sus axilas te pareció intensamente atractivo cuando alzó los brazos para sacarse la camiseta. Su aroma, su aroma parecía tener temperatura, emanaba calor, y un olor riquísimo a madera y café, a hombre.
Se bajó un poco el pantalón vaquero, y, aunque su intención era levantarse para desprenderse de él por completo, un instinto súbito tuyo se lo impidió. Te incorporaste y gateaste hasta que tu rostro quedó a la altura de su cintura. Acariciaste la tela de su bóxer, notando su dureza, cómo su anatomía estaba provocando que la prenda estuviese tirante. Cuando Enzo procesó lo que estabas a punto de hacer suspiró. Su caballerosidad no quería dejarte continuar, esta noche se trataba de ti, pero ¿cómo te iba a decir que no? Tu boquita debía sentirse como el cielo en la Tierra.
Apenas te tomaste un momento para admirar cómo su miembro se erguía ante ti, inflamado, expectante de tu atención. Lo tomaste con delicadeza en tu mano derecha e hiciste que entrase en tu boca, tus labios haciendo de cálida bienvenida para él, tratando de relajar la lengua para que pudieras acomodar su tamaño más fácilmente.
-Ay, sí…- gimió con voz ronca.
Sonreíste para ti misma, no era algo de lo que pudieras alardear en cualquier conversación, pero sabías que era algo que se te daba muy bien hacer.
Continuaste el movimiento de vaivén, utilizando tu saliva como lubricante, provocando una serie de sonidos que Enzo juraba que le iban a volver loco. Tenía su mano en tu mentón, sin sujetarlo, pero marcando la posición. Notaba como tu boca se llenaba y nunca se vaciaba del todo.
Su respiración, su pulso acelerándose, la forma en la que tensaba los abdominales, eran señales de que le costaría mucho aguantar si continuabas con ese ritmo.
-Basta – sacó su pija de tu boca sin previo aviso, y tú te quedaste con la cara que se le queda a un niño cuando le quitas su juguete favorito – tumbáte – ordenó.
Te dejaste caer sobre la pila de almohadas, que se desinflaron suavemente por tu peso.
No había ya lugar para miramientos o preámbulos, tenía que cogerte ya.
Enzo volvía estar encima de ti, pero esta vez frente a frente. Se mantenía en equilibrio, además de con sus piernas entre las tuyas, con su antebrazo sosteniéndole junto a tu cabeza. Su otro brazo, sin embargo, se perdía debajo de su abdomen, no podías verlo, pero pronto notaste cual era su cometido. Su mano estaba agarrando su propio miembro, pesado, duro, para posicionarlo en tu entrada, que no podía esperar para tragárselo. Sentías su sudor en tu piel, su calor, tus pulsaciones disparadas, la humedad que compartíais. Pero todas esas sensaciones se vieron ensordecidas por la más intensa que habías sentido probablemente en tu vida:
Enzo entrando en ti
Tus ojos y tu boca se abrieron como para sustituir el sonido que eras incapaz de generar.  Tu mirada se encontró con la suya. Él también tenía una expresión obscena, os mirabais incrédulos del placer que os estabais dando el uno al otro. ¿Porqué carajo no lo habíais hecho antes?
Tras un momento de adaptación, tú a su tamaño y él a tu estrechez, las embestidas se tornaron más rápidas y casi todo lo profundas que podían ser sin hacerte daño.
Enzo pareció leer tus preocupaciones (una vez más), y de forma inconsciente, las tomó como si fueran un papelito, las arrugó y las tiró lejos de ti.
-Dios, nena… -dijo con voz grave y entrecortada- ¿te gusta? ¿te alivia un poco…?
-Muchísimo, amor- Mierda. Eso se te había escapado, por mucho que estuvierais haciendo lo que estabais haciendo no debías haberlo llamado así.
-Me alegro, mi vida – al decir esto, besó tu mejilla con calidez, decidiste que su respiración era lo único que querías en tus pulmones.
¿Era posible que te sonrojaras aún más? Sí, era posible.
Habías conseguido entrelazar las piernas a su espalda, acercando más tu cadera a su cuerpo, haciendo que las estocadas fueran todavía más profundas. El movimiento cada vez era más errático, estaba golpeando tu punto más débil, la humedad que había provocado en ti estaba con seguridad creando una gran mancha en tus sábanas, escurriéndose por tus ingles y tus glúteos. Notaste fuego dentro, en tu bajo vientre y en el fondo que Enzo estaba tocando una y otra vez con su glande hinchado. No hacía falta que dijeras nada - tampoco es que pudieras- te aferraste a él con desesperación, como si no quisieras salir volando arrastrada por una corriente de viento brutal. Por instinto te encogiste, escondiendo la cara en su pecho.
-Dale, princesa, miráme cuando te venís- tomó tu cara en su mano y te obligó a encararle.
Como todo un experto eligió un ritmo y lo mantuvo para ayudarte a concentrarte en perseguir tu clímax, mientras tanto, agarró uno de tus pechos, estimulando tu pezón, añadiendo otro foco de placer a la ecuación.
-Vamos nena, dejate ir…-continuó animándote.
Tus labios dibujaron una ‘O’ que no se cerraba más, él miraba tus ojos y después tu boca, la cual se le antojaba la frutilla más dulce que había tenido el placer de devorar. Dios, como deseaba él acabar en esa lengua rosada.
Tu interior se contrajo exponencialmente, atrapándole y, a los gritos, te viniste agarrada a él, en el orgasmo más increíble de tu vida. Si había un cielo podías afirmar que lo habías tocado.
Enzo seguía haciéndote el amor, (por que ya no se podía decir que simplemente te estaba cogiendo), pero la sobreestimulación no te estaba incomodando, querías seguir sintiendo, y de hecho seguías sintiendo muchísimo placer.
-¡Dentro, Enzo!
-Nena, no voy a aguantar…- te miró con urgencia entre gemidos roncos- d-dime…dónde…
Te miró confundido. Estabas disfrutando malévolamente de su preocupación, omitiendo el pequeño detalle de que estabas en la píldora.
-¿Tomás la pastilla? -casi gruñó por el esfuerzo de aguantar su eyaculación.
Asentiste con sonrisa de diabla, divertida.
-¿Te lleno? ¿querés que te llene…? - su respiración cada vez más agitada, su voz, rota.   
En respuesta gemiste aún más alto, encontrando un momento para lamer su cuello, salado por el sudor, y terminar de volverle loco.
Un último quejido salió de su pecho y le obligó a cerrar los ojos con fuerza. Estaba derramándose por completo en tu interior. Jurabas notar los disparos blancos y ardientes inundando tu interior. El pulso bombeando alocadamente en su miembro había hecho que se sintiera todavía más ancho, arrebatando más lloriqueos desesperados de tu boca.
-Ufff… - resopló exhausto antes de unir su torso al tuyo y descansar encima de ti.
-Yo te tenía unas ganas inmensas, chiquita- confesó él por fin- Te quiero, ¿sabías? - remató, haciéndote sonreír inmensamente.
-No me lo puedo creer- te reíste peinando su pelo húmedo con tus dedos- ¿qué hemos hecho?
Le apartaste el cabello de la cara con dulzura para poder verle bien.
-Yo también a ti. - soltaste, sintiéndote ligera después de decirlo.
Una extraña nueva confianza se estaba apoderando de ti, Enzo te hacía sentir como la mujer más maravillosa, y con él en tus brazos, lo viste todo mucho más claro.
Parte 1
tags: @iamjustadoll @andyrubei @madame-fear @miskhalie @karylvsjuanii @koiibiito @quarzitos @voglatte @llorented @deepinsideyourbeing
(me he basado en mis reblogueos e interacciones para hacer la tag-list, diganme si quieren que les agregue o los borre de la misma ;))
89 notes · View notes