Te juro que si cierras los ojos, podrías convencerte de que Mickey Mouse acaba de batir el récord mundial de 400 metros en pista cubierta para los Países Bajos...
Quiero ser de un sitio distinto,
volar,
como lo hacen los cuervos,
nadar toda una vida,
como los delfines
y florecer,
como la primavera.
Quiero ser de una película,
de fantasía ñoña,
donde todo es de color
y los héroes ganan las batallas,
quiero ser una espada,
una flecha o un hacha,
vencer.
Quiero ser una niña de cinco años,
toda una vida;
mirar el cielo
y contar las estrellas,
que me digan que no lo haga,
por alguna tonta superstición,
ver a mamá reír
y yo correr tras papá.
Quiero ser un poema,
que lean los pretendientes,
a sus amadas,
perdurar en los corazones ajenos,
como un sentimiento perenne
y causar sonrisas.
Quiero ser parte de nuestra tierra,
mezclarme con ella
y ser partícipe de la vida,
abrirle camino a las margaritas
y a los campos,
de hierba verde eterna.
Quiero ser la vida misma,
que en mis ojos,
se refleje el otoño;
en mi sonrisa,
el oleaje del Atlántico
y en mi risa,
los copos de nieve de un enero frío.