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#El otoño
cristinabcn · 3 months
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Deja que te cuente un cuento: Las cuatro hojas (las cuatro hermanas)
MARGARITA VAZQUEZ – LUZ VIOLETA. Escritora, Columnista El viento del otoño jugueteaba de arriba a abajo, de abajo a arriba, ondeando las hojas que reposaban en aquel árbol casi seco. A lo lejos me fije como el viento a veces lento, a veces violento, las arrancaba de la rama de ese árbol, en el que ellas aun un poco se resistían. The autumn wind played from top to bottom, from bottom to top,…
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365filmsbyauroranocte · 4 months
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El próximo otoño (Antxón Eceiza, 1967)
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unforromass · 16 days
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🖤🖤🖤
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wgm-beautiful-world · 6 months
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C h i c a g o
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nuestrodestinocomun · 6 months
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La Junta de los Ríos
“La luz del sol ilumina la habitación al completo, se filtra a través de los árboles del jardín y crea pequeñas sombras que se mecen proyectadas sobre la pared. Este fenómeno solo sucede durante los meses de verano. Se que estoy de vuelta en el pueblo, en casa de mis padres. Escucho a Loki, abajo con mi hermano”, dice Julia.
“Tendré que darme prisa si quiero llegar a la hora fijada, aún tengo que darle una vuelta a los animales de la granja, antes de salir hacia el lavadero del pueblo donde hemos quedado”, dice Alfredo. No quiero llegar tarde, la excursión de la Junta de los Ríos es exigente y no es recomendable hacerla al medio día durante los días de verano, cuando el sol cae implacable de pleno sobre el ardiente suelo de pizarra que abunda durante todo el camino.
“Soy como un insecto que quedó atrapado esperando ser devorada por la araña”, dice Rosa, mientras espera a Luis, contemplando la telaraña que ha crecido en un ángulo de la ventana de la cocina.
“Aún tengo tiempo de llegar a casa para asearme y cambiarme de ropa, quiero causarle buena impresión a Julia, hace tanto tiempo que no la veo”, dice Luis.
“A veces siento que si desapareciera, no le importaría a nadie, que si no acudiera hoy a la cita con mis amigos para hacer la excursión que programamos ayer, esa que tantas veces hicimos cuando vivíamos todos juntos en el pueblo, seguramente nadie me echaría en falta”, dice Ernesto mientras termina de preparar una mochila con las cosas que ayer le pidió Teresa que comprara.
“Ojalá venga Ernesto, no lo vi muy convencido ayer cuando me lo encontré en el mercado y estuvimos comprando las cosas que llevaríamos hoy para la excursión”, dice Teresa.
“Ya estamos todos, excepto Luis que siempre llega tarde”, dice Julia. Volveremos a caminar juntos como en los viejos tiempos. Nos saludaremos como si no hubiesen pasado los años. Como si fuéramos los mismos amigos que un día se separaron, justo en este mismo punto en el que ahora nos volveremos a encontrar, el antiguo lavadero del pueblo, en la Calle Gracia, con sus frías y  cristalinas aguas. Nos abasteceremos de agua, para adentrarnos en el imponente paraje que nos espera, con sus colinas y sus senderos, por los que transitaremos a la búsqueda de nuestro propio destino.
“Por una vereda entre huertos abancalados de frutales y hortalizas, de nogales y castaños, vamos dejando atrás las últimas granjas, la seguridad del hogar, y nos adentramos en lo salvaje”, dice Alfredo. Julia y Luis, van por delante, abriendo la expedición, con Loki. Teresa, Rosa y Ernesto los siguen. Nos adentramos en el desconocido mundo que me relataba mi abuelo cuando era pequeño, la tierra que fue testigo de las sangrientas guerras de Las Alpujarras, la revolución de los moriscos.
“Nos aproximamos al Molino de la Carraca, testigo de la historia reciente de estas tierras, la era de Pepe el Juez, mi abuelo, el último molino que estuvo en funcionamiento en el pueblo”, dice Luis. Ahora tristemente sepultado entre la vegetación, como mi infancia, soterrada, sumergida y olvidada bajo los años, bajo los recuerdos. Los vecinos del pueblo acudían al molino, para trabajar con mi abuelo, para recoger el grano con el que se hacía el pan del pueblo, para alimentar a los animales de la familia de Alfredo. Al llegar los recibía y me presentaba orgulloso, su nieto Luis. Al pasar por el sendero dejamos el edificio a la derecha, abandonando y desatendido, en la quietud del bosque, como a veces se descuida y se desatiende a la familia, a los amigos.
“Amigos, caminemos, pero obviando aquellas veredas que suben a la izquierda,  esas no deberemos tomarlas, no lo olvidemos, o nos perderemos”, dice Teresa. Nuestra referencia siempre debe ser la Acequia Nueva que camina paralela a nosotros, permanente y ruidosa en el fondo del valle, perseverante e infatigable guía hacia la Junta de los Ríos, a una hora de camino desde el pueblo, donde el río Grande y el río Chico se reúnen estruendosos.
“Al atravesar estos parajes resuenan en nuestras cabezas los gritos y aullidos estridentes de los rebeldes y sus familias durante los últimos días de la Guerra de las Alpujarras, escenario de traiciones y asesinatos, donde sus últimos monarcas, se aferraban al inútil e insufrible poder que presagiaba sus muertes, resistiendo a las tropas cristianas de Don Juan de Austria”, dice Ernesto. Vienen a nuestra mente, los recuerdos de esos relatos con los que el abuelo de Alfredo nos atemorizaba en las noches de verano, cuando nos reuníamos los seis en su casa. Como la historia del salvaje asesinato del último rey de Andalucía, Aben Aboo, por sus tropas, tras haber matado él mismo con sus propias manos a su primo Abén Humeya y sustituirlo en el regio cargo. Como la historia de los tres hermanos moriscos que salieron un día con su rebaño de ovejas y resultaron emboscados por los caballeros cristianos en su afán por terminar con el reinado de Abén Aboo. Estas mismas laderas fueron testigos de su desaparición a pesar de los intentos de Mofas, la perra de los tres hermanos, de encontrarlos.
“Bajemos por la ladera, vayamos despacio, como vagando sin rumbo”, dice Rosa. Tomemos el sendero de la derecha, el que conduce hacia el cruce de los ríos, el pequeño camino de bellos y gráciles tallos, de hierbas frescas, en el que un grupo de petirrojos nos viene a saludar mientras se alimentan del grano de los tallos y los insectos del lugar. Entremos en esa nebulosa de aves que nos acompaña durante un rato, mansos y confiados en nuestra buena voluntad. Incluso Loki, al frente con Julia y con Luis comprende la virtud y la paz de este lugar. Al igual que estos petirrojos, Julia se aleja y se escapa de mi, y se eleva cada vez más alto, con sus letras, con sus palabras.
“Soy un nido, soy el árbol, soy las ramas sobre los que los petirrojos se posan y descansan al descender de su vuelo”, dice Julia. Siento que me elevo con ellos sobre la vertiente escarpada del barranco que no me pierde de vista, los Tajos del Reyecillo, imponente y soberbio, con sus cuevas colgadas del abismo, desde donde cuenta la leyenda que un rey se arrojó con su caballo dejando en la roca marcadas sus huellas, la Patá.
“Debemos darnos prisa si no queremos que el sol nos encuentre en nuestra expedición hacia el horcajo”, dice Alfredo. Desde aquí puedo ver ya el sendero que debemos tomar para avanzar en nuestra marcha. Caminaremos al fin entre árboles, por pequeños senderos cubiertos de abundante vegetación, donde pasta el ganado, entre riachuelos que darán de beber a Loki y con los que jugará a atrapar el agua, que nos darán de beber a los seis y nos refrescarán del esfuerzo realizado.
“Ardo y tiemblo al salir de este sol y entrar al fin en esta sombra. Zumba una abeja en mi oreja, de repente está aquí, y de repente ya ha pasado. Escucho el discurrir del agua por las acequias a nuestros pies, acompañándonos en la marcha. Esto es aquí, esto es ahora, pero sin darnos cuenta, ha pasado”, dice Teresa.
“Estos riachuelos van secándose conforme el día va avanzando, se evaporan por el calor del sol. He visto como Rosa le ha dado la mano a Ernesto. El que ama, arde, se consume, se evapora”, dice Luis.
“Ahora, exploremos. Caminemos estos senderos, que ya se empieza a intuir nuestro destino cercano entre los árboles. La Junta del río Grande y el río Chico”, dice Ernesto. Crucemos el puente sobre el río Chico, y frente a nosotros, en el horcajo de los ríos, coronando la colina, contemplamos las ruinas de la antigua fábrica de seda, con su arco morisco, casi intacto, con su historia, la historia de nuestra tierra, que compartimos los seis, a pesar de ya no estar juntos, a pesar de ya no ser uno. A pesar de que los tres hermanos y Mofas desaparecieron entre las colinas que ahora recorremos. Rosa me escucha atentamente, las constelaciones de sus ojos iluminan mi día.
“Amigos, subamos estas sendas de fresnos, nogales y saúcos. Hablemos bajo, casi susurrando, para poder escuchar el mensaje de estos árboles milenarios. De este bosque encantado que adoro, en el que nos sumergimos. De los tres hermanos que aún vagan por estos parajes. Ernesto, dame tu mano, me gusta cuando me cuentas estas historias”, dice Rosa.
“Las terrazas casi inalteradas desde tiempos moriscos nos observan a nuestro paso. Los senderos cuajados de moreras, que en otros tiempos utilizaran para fabricar la seda de vestidos y trajes, nos custodian en nuestra marcha. En mi cabeza, una palabra árabe resuena, vergel, de donde proviene el nombre de nuestro pueblo”, dice Alfredo. Amigos, tomemos la senda que rodea la vieja fábrica por la derecha, bajo el antiguo arco, como lo hicieran antes nuestros antepasados, y continuemos nuestro camino hacia las pozas de agua de los tres hermanos.
“La vegetación se hace cada vez más y más espesa. El sendero se estrecha y nos obliga a ir en filia india, uno detrás de otro. Alfredo nos dirige y Loki da continuas batidas hacia delante y hacia atrás para controlar que los seis amigos se mantienen unidos en esta aventura”, dice Julia.
“Alfredo siempre ha sido nuestro faro, nuestro guía, por eso encabeza la expedición y va abriendo camino en el sendero que nos conduce a las pozas. Resulta evidente que es el motivo por el cual Julia termina regresando a esta tierra”, dice Luis.
“Siento que hoy, el aire en este lugar, está cargado de una electricidad magnética, puedo percibirlo en mi piel, en mis cabellos, en mis manos y en mis pies, una chispa frenética y delirante que me invita a vivir intensamente, que nos invita a mantenernos unidos, siento que empiezo a vibrar, me gustaría gritar y cantar”, dice Teresa. Una versión alternativa de la leyenda de los tres hermanos cuenta que aunque fueron emboscados por los caballeros cristianos lograron salvarse y aún siguen vagando por estos lugares, junto con su perra Mofas como espíritus mágicos, poseyendo los cuerpos de los excursionistas, que como nosotros, deciden visitar estos lugares, para mostrarles las historias de aquellos que antes que nosotros habitaron estos parajes.
“Jamás había visto a Ernesto de esta manera”, dice Rosa. “Jamás había visto a Rosa de esta manera”, dice Ernesto. Vamos de la mano hacia las pozas de los tres hermanos. Bañémonos en sus aguas límpidas, frescas y cristalinas. Una poza por cada uno de los tres hermanos. Será nuestro bautizo.
“Loki es el primero en llegar a la primera de las pozas y comienza a saltar en la orilla, intentando morder y controlar el agua”, dice Julia. Los demás llegamos a continuación, emocionados por encontrarnos en este mágico lugar, por estar los seis juntos, poseídos por el espíritu de los tres hermanos, de la Junta de los Ríos, del río Grande, del río Chico, que resuenan estruendosos en el fondo de nuestro corazón y de nuestra alma.
“Subamos a las otras pozas, bañémonos, desnudémonos, abracémonos, sumerjámonos en este instante inolvidable y eterno”, dice Teresa.
“Mis ojos estallan en lágrimas como nunca antes lo hubiesen hecho, contemplo a mis amigos, son titanes, bellas criaturas del bosque”, dice Alfredo.
“Siento que un enorme gigante de piedra nos hubiese dejado caer en esta tierra, en este lugar, desde sus manos rocosas, a través de las copas de los árboles”, dice Luis. No tendremos que regresar a los trémulos senderos de la vida, podremos permanecer aquí juntos, mis amigos y los espíritus del bosque.
“Seré tuya”, dice Rosa. “Seré tuyo”, dice Ernesto. Cada átomo mío está en el viento, será mi forma de tocarte allá donde estés, dicen los dos al unísono.
Definitivamente vibramos, nos agitamos.  Nuestro cuerpo entero se transforma en moléculas que se funden con el aire, con el agua, con la tierra de este lugar.
Ya no somos los individuos que antes conocíamos (Julia, Rosa, Teresa, Alfredo, Ernesto y Luis) somos facciones, átomos que cambian tan rápido, que se mueven y oscilan tan deprisa que parecen no existir, que desaparecen de este mundo. Solo queda de nosotros, los seis amigos, las huellas impregnadas en pintura que un día dejamos sobre la piedra.
El bosque parece desdibujarse a nuestro alrededor, la tierra se convierte en una inmensa claridad y ni un sonido rompe el silencio del paisaje que habitamos.
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Querido amor de otoño vienes y vas a tu antojo pones de cabeza mis pensamientos mientras juegas con mis sentimientos. Quiero que seas mi hogar, pero tú sólo quieres una noche para disfrutar.
Querido amor de otoño no dimensionas lo que siento por ti, tal vez sólo eran idealizaciones de lo tan perfecto que te vi esa noche yo dije que serías para mí y como al destino le encanta jugar conmigo ya tenía otros planes para ti.
Querido amor de otoño hace mil novecientos seis días atrás todo era tan vibrante hoy todo es rojo granate con recuerdos en el aire de un amor que se desvanece con el viento.
Querido amor de otoño marchitaste todos mis sentimientos apagaste las esperanzas que encendiste en una noche de luna nublaste todos mis recuerdos porque todos me saben a ti.
Stelle
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00waywardalma00 · 7 months
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How the gentle wind, Beckons through the leaves, As autumn colors fall…🍂
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Te quiero como para bailar juntos entre hojas secas durante el otoño, perder la noción del tiempo y descubrir que en cada risa compartida se teje un lazo eterno.
Te quiero como a un refugio de locura en medio de la cordura insensata de esta vida.
Te quiero como una verdad absoluta en este mundo de mentiras, donde el amor es un trago fuerte que solo unos pocos se atreven a tomar.
ℜ𝔬𝔰𝔞🖤
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paseospausados · 1 year
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Sus piedras saben de historias nunca contadas, de tardes de otoño respirando el lagrimeo de los tejados. Saben de secretos escondidos con tres golpes en una puerta. De lluvias regaladas en el calor de un lecho, de Noviembres enmarcados cada año en un recuerdo…si, sus huecos saben y callan, cómplices incondicionales del silencio.
Foto; paseos pausados.
San Lorenzo del Escorial. Madrid
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leregirenga · 7 months
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Me cae la vida en este mi otoño, me cae el amor, la experiencia, la alegría, lo sabroso de cada minuto que me llega, caen los amigos, las letras, los episodios de dicha infinita y de tristeza a moco tendido.
Día a día disminuye mi aire, mi tiempo... Pero eso no me achicopala, por el contrario, me hacen requerir más de cada momento que sueño, imagino, creo, amo...
Mi otoño es mi oportunidad para agradecer haber llegado a este punto que aún no es final, son suspensivos de algo mejor por llegar.
Leregi Renga
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365filmsbyauroranocte · 4 months
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El próximo otoño (Antxón Eceiza, 1967)
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No canta igual la primavera que el invierno. Los cuadros que pinta el otoño no se parecen a los del verano. La narración que el mismo bosque hace de su empeño incesante por ser eterno no consiente el más mínimo aburrimiento.
Los árboles te enseñarán a ver el bosque, Joaquín Araújo.
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dabid-motozalea · 5 months
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Colores de otoño en mi tierra
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lucarbar83 · 9 months
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José Carlos Becerra
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buscando-que-leer · 11 months
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Un escritor vuelve a recorrer el camino que atravesó con tres amigos durante su adolescencia para descubrir el cadáver de otro niño, en la representación ritual del pasaje de la juventud a la madurez.
La frase
"El amor tiene dientes que muerden; y las heridas jamás cicatrizan. Ninguna palabra, ninguna combinación de palabras puede curar esas mordeduras del amor. Pero también lo contrario es cierto, esa es la ironía. Si esas heridas cierran, las palabras se mueren con ellas"
Nombre:  Las cuatro estaciones. Otoño. El cuerpo
Editorial: Debols!llo
Autor: Stephen King
Año: 1982
Titulo original: Different seasons
Trailer de la película
Película 
PDF
Audiolibro
En papel: Gandhi, Casa del libro, Amazon, Buscalibre
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mosalahd · 1 year
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thank you @gianniisantetokounmpo and @josefnewgayden for tagging me to share my current top 5 songs! <3
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added scs of both my spotify and 7 day last.fm stats bc they're slightly different. but yeah! basically i've been listening to a whole lot of uvst lately as you can see lmao
i’m not sure if everyone’s already done this? since i haven’t been active... but if you want to do this i’m tagging you here!! ❣️
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