Tumgik
#el libro de cabecera
movieandlovequotes · 1 month
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"En recuerdo de mi padre estaba determinada a elegir amantes que me recordarán los placeres de la caligrafía.
No podía recordar qué era más importante: Un calígrafo indiferente que fuera un excelente amante o un excelente amante que fuera un calígrafo deficiente."
#pillowbook #librodecabecera #ewanmcgregor
#movies #moviequotes
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junmsli · 3 months
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needy
pairing. enzo vogrincic x reader
cw/tw. smut, praise, established relationship, dry humping, unprotected sex, enzo un pocooo bromista, oral (reader recibe), dirty talk, age gap (no especificado), afab!reader/pronombres femeninos.
word count. 1.4k
rating. +18 (dejé ganar a mis pensamientos intrusivos)
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"enzo" la joven musita bajito el nombre del hombre que se hallaba en la habitación que ambos comparten, acostado en la cama, viene de haber estado lavando la poca vajilla que quedaba sucia. él se encontraba leyendo un libro, llevando puesto lo que parecía ser una camisa bastante liviana y el resto de su cuerpo cubierto por una sábana.
"¿qué pasa, mi amor?" dice y aparta la mirada del libro brevemente para enfocarse en ti por unos segundos, sonríe y vuelve a prestar atención a su libro. "vení y acostáte ya".
"sobre eso..." ella ríe nerviosamente y empieza a caminar hacia su dirección, su ropa consistía en una camiseta negra oversize, la más grande que pudo haber encontrado, sus bragas y no llevaba sostén porque al encontrarse sola con su pareja, en su hogar ¿quién en su sano juicio usaría sostén?
la muchacha se sube a la cama, con enzo en la cabecera y ella en el otro extremo, pero planea cambiar eso. empezando a gatear hacia él y una vez a su costado, toma suavemente el libro de las manos del uruguayo y lo deja en la mesita de noche "¿podrías seguir leyendo mañana? tengo una situación aquí.”
él alza una ceja "bueno dale, pero tengo una pregunta para vos, ¿la situación es; 'necesito una culeada'?" él aprieta los labios divertido "no estoy que me quejo".
"¿cómo sabes?" se hace la sorprendida, como si esa no hubiese sido la intención de todo el asunto para empezar.
empieza desabotonar los botones de la camisa de enzo con paciencia, logra su objetivo y se la saca delicadamente por la cabeza, quita la sábana que cubría el resto de su cuerpo, para ahora bajar su bóxer, tarea que acaba con una sonrisa coqueta.
"un poco bastante necesitada andas vos"
ella ignora su comentario y se sube sobre él. pone sus piernas en los costados de enzo, al nivel de su miembro y de su clítoris cubierto, lleva también sus manos a la cintura del mayor. ambos jadean por el roce más que placentero y enzo agarra sus caderas guiando su ritmo, conociendo mejor que nada cómo es que a su chica le gusta.
la fémina mueve sus manos con la intención de quitarse la camiseta, sin dejar de jadear, una vez que cumple con su objetivo agarra las manos de enzo de donde estaban  y las lleva a sus senos, incitandolo a tocar y masajear tanto como quiera. “vos serás mi muerte.” menciona mientras acaricia suavemente los pezones ya duros de su novia. “decime qué querés y lo tenés, mi sol.”
se mueve con más rapidez encima del miembro de enzo y toma fuerzas antes -casi- susurrar “q-quiero que me folles.” entre jadeos.
“¿con esa boca besás a tu vieja?” 
“dios, enzo no menciones a mi mamá mientras estamos en esto.” dice ella, sintiendo sus cachetes más que calientes.
él se ríe “mmh, vienes acá, te hacés la que no pero sí, no demorás ni dos minutos y ya estás saltando sobre mí.”
“no estoy saltando-” menciona, podrían estar cogiendo como si de eso dependiera su vida pero jamás permitiría la oportunidad de llevarle la contra a su novio. “y yo vine a lo que vine.”
“quizás debería cogerte tan fuerte y duro como estoy seguro vos esperás.” 
con delicadeza (no la misma que acaba de usar para decirle que la va a follar hasta el cansancio) él la toma y voltea a la chica acostando la en la cama.
le baja las bragas, su mirada sigue todo el breve momento y procede a quitarlas, sin importarle donde las arroja. su cabeza sube a la altura del centro de la muchacha, sus dedos caminan por los muslos de ella y los acaricia haciendo camino hasta llegar a su estrecho agujero e ingresa dos dedos que mueve a propósito, a un ritmo lento, lleva sus ojos en dirección a los de ella “toda mojada, no tenés ni puta idea de lo que me hacés sentir.”
sus labios van a su clítoris donde comienza el trabajo de chuparlo con adoración, la mujer gime alto y acaricia sus senos dejándose llevar. 
“muy exquisita si querés saber.” comenta enzo, lo que causa que la chica suelta una pequeña y nerviosa risa, él mantiene su trabajo en ella, dedos en el fondo de ella y lengua y labios en su clítoris, moviéndose, chupando y lamiendo como solo él sabe y aprendió, que a su compañera le gusta. 
sus labios dan lentas vueltas alrededor del punto más dulce de la muchacha y suelta bajos jadeos al probarla “mierda, sos tan adictiva.”
“e-en, yo…”
“decime qué querés”
“ya lo dije, en, sabes lo que quiero”
“no lo recuerdo” se encoge de hombros sabiendo que ella mantiene sus ojos en su figura.
“te quiero dentro, te necesito, quiero que me folles” dice con todas sus fuerzas, enzo nunca detuvo sus movimientos y los gemidos de la chica a la par, tampoco nunca cesaron.
enzo asiente con una sonrisa burlona. “nunca te diría que no.” aleja su rostro de ahí abajo, saca sus dedos contemplando lo mojados que están y alza una ceja divertido. nivela sus rostros y sonríe una vez más, sus dedos llenos de la esencia de la muchacha, van hacia la boca ella, donde los mete y mueve. “mi amor siempre sabe lo que quiere y yo se lo doy.” la fémina mueve su lengua alrededor de los dedos de enzo.
él después de un par de segundos separa sus dedos de su boca, usa ambas manos en el trabajo de poner las piernas ella a los costados de su cintura.
una mano finalmente se dirige a su miembro erecto para llevarlo al encuentro del centro de la joven. “siempre luces tan deliciosa cuando estoy apunto de enterrarme en ti.” finalmente comienza los movimientos de sus caderas contra las de la muchacha, suelta un par de gemidos mientras susurra su nombre, lleno de lujuria, adoración y gran amor. mantiene un ritmo rápido, estocadas que llevan a ambos a un muy alto placer. 
“sos tan hermosa.”
“por-por favor, te necesito.” dice.
“lo sé, mi amor.” no planea detenerse y observa con fascinación la figura de la mujer que tanto ama debajo de él. “me tomas tan bien. ”acerca su rostro al de ella y empieza un más que apasionado beso, lenguas se tocan y exploran todo lo que el otro le puede dar a cada uno.
enzo, como ya se mencionó, conoce cada punto que tocar, besar, lamer y acariciar para que su novia se siente en el mismo cielo, y no duden en que usará cada uno de sus conocimientos sobre ti en cada oportunidad que se le presente de hacerte sentir bien. “justo así, mierda, esa es mi chica.”
desesperadamente, la joven lleva sus manos a la espalda del pelinegro, donde las mantiene y acaricia con veneración, respiraciones pesadas se sienten el uno contra el otro, besos mojados son depositados en el rostro de ella. 
puede sentir como las paredes de ella lo presionan en su interior y sonríe, con más ternura que lujuria, al conocer que su amor está cerca de llegar a la cúspide de placer.
tal cómo él también lo es.
no tiene reparos en preparar y calcular cada uno de sus siguientes movimientos en ella, cualquiera podría llevarla al tope. sus estocadas premeditadas son un poco más lentas, entrando y saliendo, disfrutando cada segundo, sabiendo que es suya y que momentos así, estarían acompañándolo toda su vida, específicamente, ella lo estaría acompañando.
“sos tan linda desmoronándote debajo de mí.” susurra.
pensamientos de cómo es que dijo esas palabras con tanta facilidad llegan a él y sonríe, una sonrisa cargada de todas las posibles emociones que la situación le podría brindar, sigue los gemidos de ella diciendo todo los sinónimos de hermosa que llegan a su mente.
enzo acelera una vez más, moviendo sus caderas contra las de ella con la mayor precisión posible, toma el rostro de la jóven en sus manos. “mírame mientras te corres.” logra decir, muy sumergido en la neblina de placer en la que se encuentran ambos.
ella asiente, diciendo todo tipo de obscenidades, su orgasmo llega de manera abrumadora y suelta un último gran gemido. más respiraciones pesadas le siguen mientras el pelinegro busca también su liberación, ya que su prioridad ya había sido alcanzada. 
luego de lo que parece casi nada, ella siente la carga de semen del mayor bañando sus paredes de forma deliciosa.
“¿fue esto más interesante que el capítulo de tu libro que estabas leyendo?”
“déjame en paz, amor, vamos a limpiarte.” le responde con una sonrisa cansada pero satisfecha.
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writer's note: esto fue, definitivamente más rápido de lo que pensé 😭 si me olvidé de algún tag ¡avísenme!
otra vez, cualquier tipo de feedback es bienvenido :p espero que les guste <3
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alejandrafrausto · 10 days
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Constrúyelo mejor - PREFACIO
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Lo primero que escucho cuando me despierto es la gotera del techo de mi sala. Genial, digo sarcásticamente. Desde que me mude a Londres, no ha habido un día que no amanezca lloviendo.
Me levanto y coloco un balde entre el sillón y la mesa de estar; cuando regreso a mi alcoba veo a mi gato recostado en la repisa más alta arriba de la cabecera de la cama.
—¿En serio Colin?
Como respuesta el solo se estira y tira uno de los libros amontonados (los que nunca he leído y no estoy pronto a leer), el libro cae en mi almohada. Suspiro y lo tomo, dispuesta a devolverlo a su lugar.
“El libro egipcio de los muertos”
Leo la portada, es un libro color naranja opaco con ilustraciones egipcias. Ya ni recuerdo como llego eso a mis pertenencias, tal vez me lo dieron en mi cumpleaños hace 3 meses antes de mudarme.
Sin pensarlo subo a la cama para bajar a Colin y dejar el libro donde estaba cuando tocan la puerta. Veo la hora en mi despertador a lado de mi cama: 7:25 AM
Colin se volvió a acomodar en su sitio, indispuesto a bajar. Vuelven a tocar, bajo rápidamente de la cama y me dirijo a la puerta.
Un hombre moreno con cabello negro me mira cansado.
—¿Sí?
—¡Hola! Mi nombre es Steven Grant —se presenta, escucho un acento inglés muy marcado— vivo en el 52, en frente del tuyo —señala la puerta tras el—. Me preguntaba, solo por curiosidad, si no tienes comida de pez.
Lo miro con amabilidad, y solo niego con la cabeza en respuesta.
—Veras —continua Steven—, tengo un pez, su nombre es Gus, se supone que ayer, como todos los martes en la noche iba a comprar su comida pero me quedé dormido y ahora mi pez esta moribundo.
—Pero ayer fue jueves.
Su reacción me desconcertó, parecía aterrado con mis simples palabras y comenzaba a hiperventilar.
—¿E-en serio? —suena temeroso.
Asentí.
—¿Te encuentras bien?
—No puede ser —ve al techo agotado—, otra vez no.
Steven se dio la vuelta, entro a su departamento y cerró la puerta tras él. Frunzo el ceño y cierro la mía. Que extraño, digo.
Miro el libro aun en mis manos, tal vez sea una señal para empezar a leerlo de todos modos. Lo dejo en la encimera del recibidor.
Hace 30 minutos que terminó mi turno en Chilango “A stampede of Mexican Flavours”
—Harper —Holly, la dueña, me llamo—, espero que no estés guardando tus cosas todavía. Me debes 2 horas.
—Señora Wright —rogué—, esas horas se las pagué hace 2 semanas, y la semana pasada paso lo mismo.
—¿Me estás diciendo mentirosa? —se molestó.
—No, señora —respondí frustrada—, solo que ya había hecho planes para esta noche.
No era mentira, desde que me mude a Inglaterra a principios de año solo me he dedicado a trabajar y arreglar mi nuevo hogar; en todo este tiempo no he salido a conocer nada, ni el cine, ni un centro comercial, ni un museo, no he podido ni ir por una simple cerveza a un bar. Por suerte para mí, hoy se estrenaba una de las películas de mi saga favorita y obviamente había comprado mi boleto con anticipación.
—A mí no me interesa tu vida social Amelia.
—Millie.
—¿Qué?
—Mi nombre es Millie, no Amelia.
—Como sea Emily —volvió a errar en mi nombre y señala la cocina con su mano mientras dice:— quiero todo limpio, que quede reluciente antes de que te vayas.
Me lanza las llaves del local, yo por inercia las agarro con ambas manos.
—Asegúrate de cerrar bien niña. Hasta mañana.
No me dio tiempo a responder cuando sonó la campana de la puerta anunciando su ida. Solté un grito de frustración. José, el cocinero, paso a mi lado.
—No luches jovencita, o será peor.
Sin decir más, salió por donde Holly dejándome sola en el restaurante. Quería llorar, era el segundo viernes que me hacia lo mismo y sabía que estas horas iban a ser sin remuneración. Suelto otro grito reprimido y empiezo a limpiar, tal vez si me apuraba alcanzaría a llegar a la función.
—Maldita Holly, eres una desgraciada, espero y te arroye un autobús de camino a donde sea que hayas tenido la urgencia de irte.
Sin darme cuenta estaba maldiciendo a mi jefa en voz alta mientras limpiaba las mesas y subía las sillas a estas, hasta que la campana de la entrada volvió a sonar.
—Lo siento —seguí limpiando las mesas con ira, no me gire a ver quién había entrado— cerramos hace 40 minutos, si gusta volver mañana más temprano —bajo la voz— o  nunca.
No recibo respuesta ni escucho el sonido de la campana de la puerta.
Lancé el trapo a la mesa más próxima con frustración y giro dispuesta a sacar al que sea que haya entrado.
—Hola —dice mi vecino con un “a” alargado.
Estaba frente a mí y sus ojeras lucían peor que esta mañana.
—Hola —respondo sorprendida de verlo aquí—, ¿me estas siguiendo?
Pregunto con desconfianza, desde su reacción anterior me preocupaba el estado mental de este hombre.
—¿Qué? No, —dice apresuradamente— no, no, por supuesto que no. Yo solo salí un poco tarde del trabajo y, ¿sabes lo difícil que es encontrar un restaurante abierto después de las 10? He estado caminando por media hora y este fue el primero que vi con las luces prendidas y la puerta abierta.
Suspiro de forma cansada, y tomo asiento en el primer banco que veo.
—Lo siento —tapo mi cara con mis manos—, es solo que ha sido un día muy largo y no quería sumarle a mi vecino psicópata acosándome.
—¿Psicópata? —lucio ofendido— ¿Crees que estoy loco?
Lo miro arrepentida e hice un puchero con mis labios.
—¿Un poco? —sonreí— bueno amigo, nadie en su sano juicio pierde 2 días completos como tú.
Él se aleja de la puerta para acercarse a mí, yo sigo viéndolo con una sonrisa burlona; Steven no parece alguien peligroso, de hecho todo lo contrario, el parece un pollito perdido buscando a su mamá.
—Para tu información —empieza a defenderse— no estoy loco, padezco de sonambulismo —ahora luce indignado— tal vez mi cuerpo estuvo despierto toda la noche haciendo quien sabe que para terminar así de cansado y dormir por 2 días ¿de acuerdo?
Lo miro divertida, tal vez no logré ir a ver la película pero puedo sacar algo bueno de esto: Conseguir al menos 1 amigo en esta ciudad.
—Ok señor sonámbulo —me levanto y lo miro para arriba, como siempre éramos mi 1.60 cm contra el mundo—, ¿eres alérgico al chili?
—¿Disculpa? —ahora el sorprendido era él.
—Toma asiento mientras cierro, estas a punto de probar los mejores tacos de tu vida.
Steven tarda en procesar lo que le dije, pero cuando regreso a la mesa ya está sentado esperándome. Sonreí.
Tomo el trapo de la mesa, y me dirijo a la cocina.
—¿Gustas algo de tomar? —Grito desde donde estoy para que Steven alcance a escuchar.
—Una botella de agua —responde de la misma forma—, por favor.
Tome la botella y el menú, y regrese con Steven.
—No respondiste mi pregunta —mira al agua en mis manos confundido—, ¿eres alérgico a algo?
—Oh —se toma su tiempo para pensar—, no, no soy alérgico a nada, pero, soy vegano.
—Bueno, por suerte para ti —le ofrezco el menú—, tenemos un menú vegetariano.
Steven abre el menú mientras yo exagero mi rol de mesera con mi pequeña libreta y mi pluma, es fácil desenvolverse con él.
Carraspeo cuando Steven encuentra la sección vegetariana.
—Solo que nuestro cocinero dejo las instalaciones hace 1 hora y tendremos que conformarnos con la especialidad de la mejor mesera en burritos, quesadillas y tacos sin dorar.
Steven sonríe.
—¿Y qué, de esas 3 cosas, me recomienda la amable mesera que me atiende hoy?
—Ella le diría que sus tacos le quedan muy ricos.
—Entonces tacos serán.
El hombre sentado frente a mí me da una gran sonrisa.
—Muy bien señor, en seguida le traemos su orden.
Steven me toma del brazo con suavidad y suelta el más sincero “Gracias” que he escuchado en mi vida. Le sonreí en respuesta.
—No hay de que.
Antes de entrar a la cocina le escucho preguntar.
—¿Cuál es tu nombre?
Me giro con una mano aun sosteniendo la puerta.
—Soy Millie —sonrío—, Millie Harper.
—Ok, ¿estas bromeando verdad?
Steven y yo caminábamos de regreso al edificio de nuestros departamentos. Nos habíamos sentado juntos a comer y él se habría ofrecido a ayudarme a terminar de limpiar la cocina. Eran las 00:15 cuando salimos del restaurante, aun alcanzaba a llegar a la película; pero decidí hacerle compañía a Steven, el también parecía que necesitaba un amigo, no sé, me daba la impresión de que tampoco los tenía.
—¿Cómo por qué bromearía con algo así?
—No lo sé Steven —digo—, ¿para asustarme?
—¿Estas asustada?
No respondí, ¿me asusta el hecho de que me dijera que tiene que dormir amarrado de su cama con arena alrededor para asegurarse de que no se había levantado en sus horas de sueño?
—No, la verdad no —me sincero—. Es solo que —hice una pausa para pensar mejor mis palabras—, me preocupa, es todo. ¿Has intentado ir a un médico?
Inquiero con amabilidad, el solo se encoge de hombros.
—Creo que sí —dice—, hace años supongo. Pero por lo visto no funciono.
Termina diciendo cansado. Suspiro y tomo su mano, aun seguíamos caminando por las frías y oscuras calles de Londres. El no opuso resistencia y sonreí.
—Bueno, es que antes tal vez no tenías a la superheroína Millie para ayudarte.
Bromeo y me detengo para poner una mano con el puño en mi cintura y la otra, de igual forma, levantada sobre mi simulando que iré a volar como un superhéroe. Lo hago para olvidar el tema y reírnos un poco, aunque Steven y yo sabemos que eso no sería todo mentira; que tal vez el conocernos nos traiga algo de luz a ambos.
—¿Tú crees? —sigue la broma Steven—, pensaba llamar al Capitán América si las cosas se llegaban a salir de control.
—No amigo, ese hombre ya es un vejestorio —continuamos caminando—. Mejor llamemos a la Capitana Marvel, ella si está mucho mejor. Es mucho más hermosa y poderosa que Steve Rogers, espera —hice una pausa y exageré una sorpresa—. No puede ser —tape mi boca con ambas manos—, te llamas igual que el Capitán América.
Steven se rio muy fuerte.
—Si, bueno —seguía riendo—, te sorprendería más si te dijera que eres una de las pocas personas en darse cuenta.
Me reí con él, su risa era muy contagiosa.
—Increíble. —Dije terminado de reír.
—¡Guau! —dice Steven—, no recuerdo la última vez que me reí así —se queda pensando un momento—, de hecho no recuerdo la última vez que me reí.
Termina triste y empatizo con él.
—Bien —intento animarlo—, ¿quién dijo que esta será la última vez?
Para cuando nos dimos cuenta ya estamos frente a la puerta de nuestro edificio. Entramos y nos dirigimos hacia el elevador. Ya adentro y en funcionamiento Steven dice:
—¿Hablabas en serio? —hace una pausa— ¿No será la última vez?
Le doy una sonrisa sincera, la milésima de la noche.
—Por supuesto que no, ahora que nos conocemos será muy difícil deshacerte de mí Grant.
Le sacudo su cabello desordenado con mis manos, él se ríe tímidamente y las puertas del ascensor se abren. Caminamos hacia nuestros departamentos.
—Gracias por todo —empieza a decir Steven—, por la comida, por tu amabilidad y por acompañarme.
—No tienes que agradecerme Steven —respondo con otra sonrisa—, eso hacen los amigos —hago una pausa dramática—, ¿lo somos verdad?
La verdad no me gustaría invadir su vida si él no quiere que yo lo haga.
—Si —él sonríe ampliamente mientras asiente repetidas veces—, lo somos. Buenas noches, Millie.
—Buenas noches, Steven, descansa.
Ambos entramos a nuestros respectivos departamentos.
Mi vida estas últimas 4 semanas han sido las mejores desde que me mude a Londres. Steven y yo nos hemos vuelto más cercanos, todos los días, después de ese encuentro, él me recoge de mi trabajo y regresamos juntos a casa. Dice que es porque el restaurante le queda de paso, aunque él y yo sabemos que queremos, ambos, pasar más tiempo juntos.
Hoy es sábado por la noche e invité a Steven a cenar a mi departamento, no es la primera vez que Steven entra a mi departamento, de hecho pasamos la mayor parte del tiempo allí. Steven dice que se sentiría incomodo si yo llegara a entrar al suyo, supongo que es por su extraño ritual para evitar su sonambulismo.
La verdad a mí no me importa mucho, yo solo quiero pasar tiempo con él. Así que el lunes pasado, cuando lo sorprendí llevándole el desayuno (un sándwich vegano y 1 café sin leche), a su trabajo en la tienda de regalos del museo egipcio, lo primero que le dije fue:
—Tú, yo, la noche del sábado, cena en mi departamento. Te haré las mejores papas guisadas que has llegado a probar te lo garantizo.
Steven no dijo nada, creo que le impactaba más el hecho de que fuera a visitarlo en sus horas laborales que el invitarlo a cenar.
—No puedes negarte Grant—advertí.
Sin esperar respuesta me retire, no sin antes ver como su jefa lo molestaba por mi presencia. Esa noche que nos vimos después de que acabara mi turno me dijo:
—¿Debo usar traje?
Su respuesta me dio ternura.
—Pues yo pensaba en algo más informal, sentarnos a cenar para después aplastarnos en el sofá y ver películas toda la noche —dije para luego bromear—; pero si quieres hacer una cena romántica dime con anticipación para alcanzar a comprar las velas.
La reacción de Steven me derritió de amor.
—No, no, no, no —dijo apresuradamente—, las películas están bien. Gracias.
—Steven qué te he dicho —lucí un poco molesta, era la octava vez que le decía lo mismo—, no tienes que agradecerme, ya te dije que somos…
—Amigos —Steven me interrumpió para completar la frase—, lo sé.
—Y los amigos hacen estas cosas porque…
Ahora yo lo insistí en que terminara la frase.
—Se quieren —no tardo en decirlo con una sonrisa—, te quiero Millie.
Me abrazo y yo lo correspondí con una sonrisa.
—Yo también Steven.
Escucho como tocan la puerta, son casi las 07:15, había citado a Steven a las 7. No es normal de Steven llegar tarde (a menos que pierda el autobús, pero eso no tendría sentido viviendo enfrente literalmente), pensé que me había dejado plantada o que le había pasado algo. Sonrío y abro la puerta.
Un Steven con ropa muy diferente a la que estoy acostumbrada a ver esta frente a mí. Tal vez es su ropa de descanso, pienso. Sin perder tiempo, me hago a un lado para que pase, pero él no se mueve.
—¿Steven?— lo miro confundida, está más serio de lo usual—, ¿está todo bien?
El traga fuerte y dice seriamente:
—Ya no quiero que seamos amigos.
—¿Qué? —rio nerviosamente, Steven y yo solemos bromear pero no así— ¿de qué estás hablando?, entra, vamos —lo tomo del brazo para jalarlo amistosamente dentro del departamento pero él se suelta con brusquedad, mi risa termina e inquiero con preocupación—, ¿Steven?
Steven me mira a los ojos.
—Ya no quiero que me hables, no me busques ni me des nada —su acento se oía diferente—, ¿escuchaste? no quiero NADA de ti, ¡NADA!
Sentí como mi corazón se quebrantaba, era la primera vez que veía a Steven tan molesto, ni cuando hablaba de su intolerable jefa, Donna, reaccionaba así.
—P-pero… —digo desconcertada tratando de no llorar— ¿qué paso? Ayer en la noche estábamos bien, ¿Qué sucedió Steven? ¿Te paso algo? ¿Te duele algo?
—Si, TU —dice con desprecio—, tú me pasas —levanto la voz—, eres tan insoportable, tan molesta. No sé ni porque somos amigos.
Mis lagrimas caen, no sé qué decirle. El no suena como Steven, pero luce como el, aunque mi verdadero Steven nunca me diría algo así; definitivamente el hombre frente a mí no es mi amigo, no puede ser.
—Tú no eres Steven —solté cuando estaba dispuesto a irse—, ¿Quién eres?
El hombre se detuvo en seco y me encaro.
—¿Ves? Estás loca, por eso nadie quiere acercarse a ti.
Auch, eso dolió. Pero confirme mis sospechas.
—Steven NUNCA me diría algo así —deje de llorar y repetí desafiante— ¿Quién eres?
—OK —se acercó peligrosamente a mí, yo doy un paso atrás, me estaba asustando—, si no fuese Steven sabría que eres la persona más patética que he conocido —los demás vecinos empezaron a salir para ver qué estaba pasando, nosotros discutíamos en el pasillo fuera de nuestros departamentos—. Si no fuese Steven sabría que después de la muerte de tu papá, tu mamá te abandono en un basurero a los 8 años. Si no fuese Steven sabría que te criaste en un orfanato hasta los 16 y después te escapaste. Si no fuese Steven sabría que eres un inmigrante ilegal y que la policía te ha arrestado más veces de lo que has recibido un abrazo.
Es imposible retener mis lágrimas con cada palabra que dijo, yo no le había contado eso a nadie, nunca había mostrado mi ser más vulnerable a otra persona en toda mi vida más que a Steven. Y me duele, me duele el hecho de que la primera persona que confíe me haya traicionado en tan poco tiempo.
—Para terminar en Londres a kilómetros de donde naciste en un departamento de mierda con un trabajo de mierda.
—¡Basta! —grito— ¿Te crees mejor que yo, Steven Grant? —lo confronto— tu mamá no te ha hablado en meses, solo te envía esas tontas postales que sepa tú de donde las saca, para mí que ella ya está harta de ti y con razón.
No estoy orgullosa de lo que estoy diciendo, hace días caí en cuenta de que Steven y yo éramos personas perdidas (rotas), buscando un lugar en donde nos sintiéramos amados. Creí que lo habíamos encontrado.
—¿Tú me dices patética a mí? —levanto más la voz— ¿A mí? Mas bien el patético aquí serias tú ¿no?, con un trabajo de mierda queriendo ser algo más pero sin lograrlo por tu estúpida incapacidad de socializar con los demás.
Estoy llorando y gritando, y la verdad no me importa, se suponía que hoy tendríamos una noche divertida con cena y películas, tal vez con juegos tontos de mesa también, pero el decidió desconocerme y mandar todo lo que construimos este último mes por la borda.
—Durmiendo como un completo loco, amarrado a tu cama y con arena a tu alrededor, colocando una maldita cinta en tu puerta.
—Tienes razón —dice serio—, estoy loco y por esa misma razón ya no quiero ser tu amigo. Adiós Millie.
Se aleja, dispuesto a tomar el elevador, yo suelto un grito frustrado y miro a los otros vecinos.
—¡¿Qué quieren?! —les digo aun con coraje— ¡Se terminó el show!
Entro a mi departamento y azoto la puerta tras de mí, y lloro, lloro todo lo que he guardado por años, lloro por mí, lloro por Steven, lloro por mi estúpido trabajo y lloro por mi patética vida.
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analisword · 17 days
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high infidelity (Enzo Vogrincic x Fem Reader)
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Epílogo:
Si Alana tuviera que decir en una sola palabra cómo se sentía en estos momentos, paz sería la adecuada, se encontraba con los pies sobre el tablero del automóvil, con un libro y Zola en sus muslos y Enzo cantando a todo a todo pulmón la música que sonaba en el radio.
Hace 6 meses que él la había sorprendido en la feria de libros de su ciudad, desde entonces, no habían vuelto a separarse. 
Como de costumbre, continuaron justo en donde se habían quedado la última ocasión, sólo que esta vez no tenían miedo, porque sabían  que esta vez sí permanecerían juntos.
La historia que Alana había pasado tanto tiempo escribiendo en el departamento de Enzo resultó un éxito total, sobrepasando las reviews buenas y ventas de su saga Arco de sangre, en resumidas cuentas, Alana logró fundar su propia editorial y ser la cabecera de ella, en donde un montón de mujeres habían sido firmadas para trabajar desde cualquier parte del mundo, sin tener que quedarse en un solo lugar para ser publicadas, claro, esto no hubiera sido posible sin la ayuda de Hector Moore, el cual terminó convirtiéndose no sólo en un gran amigo suyo, si no también de Enzo. 
Gracias al éxito de su nueva novela, Alana no tenía que preocuparse por sacar otra historia pronto, irónicamente, mientras Enzo trabajaba, ella se ponía a escribir cuentos de terror, ¿quién diría que el horror sí le terminaría gustando?
—¿Qué tanto estás pensando?—preguntó él aún con las manos fijas sobre el volante. 
—Nada, no puedo esperar por llegar a casa—exclamó americando a Zola.
—Yo tampoco—le sonrió. 
Por casa se referían a su próximo cuarto de hotel en la playa, porque cualquier lugar del mundo era su nuevo hogar. 
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la-semillera · 3 months
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ELENA DEL RIVERO & CRISTINA RIVERA GARZA
Vapulear
La manera en que se forma la ola, como de la nada, y cómo se rompe.
Tenue aguamarina.
¿Por qué alguien se introduce repentinamente en un mar de tersas
aguas frías una tarde de mucho sol? No tengo respuesta para eso.
La idea del experimento como juego, argumenta Mathias Viegener,
evita tanto la necesidad de percibir a lo experimental como opuesto
al realismo narrativo, así como de forzarlo a que dé resultados
políticos o incluso que produzca objetos particularmente inteligibles
para que participen en alguna forma de «contrato» con el lector.
Desde otra perspectiva sólo se trataba de tres personas a medio vestir
o medio desvestir que, muy adentro del océano, gritaban y reían. Los
brazos hacia el cielo; las bocas llenas de sal.
.
Pero la luz.
La primera tentación es, ciertamente, narrativa.
Entrar en la boca del Pacífico, horizontal. Los miembros tan
extendidos como una cierta forma testaruda de. Introducirse como
quien avizora y cree en el destino y en la santa mano del azar. Nadar
ahí como quien recuerda de súbito que solía.  
En las dos perspectivas debe existir el pelícano que, a toda velocidad,
cae en línea recta sobre la marea. Visión monumental.  
La aguamarina es la variedad de color azul verdoso pálido del berilo
Pronto se sabrá que el pelícano y la marea y la velocidad forman una
trinidad santísima.
¿Y cómo no pensar en la infancia, en los veranos interminables de
la infancia, cuando los cuerpos en ebullición, tan delgados y sólidos
como astas, se deslizaban sin temor bajo las aguas en busca de algo
desconocido o algo nuevo, cuando menos, todo aquello que todavía
no se sabía que hacía falta?
Qué alguien diga: ¡Pero la espuma: ligera, burbujeante, blanquísima!
En el experimento todo es potencial, por eso no se miden los
resultados sino el proceso.
Alguien pudo haber pensado también que se trataba de tres personas
desquiciadas mientras que otro pudo haberlas descrito como
absolutamente metafísicas.
Pocas veces bajo las olas, así, resquebrajándose. A punto de existir
y  a punto de no existir como la fe.
.
Mi vida con la ola es el título de un cuento surrealista de Octavio Paz. 
El tono azulado de la aguamarina se debe a la presencia de Fe2+;
mientras que el verdoso se debe a las inclusiones de Fe3+
Es bueno estar en la tierra, alguien habría dicho eso mientras los pies
se hundían en la arena y el sargazo se abrazaba a los tobillos como
a una última oportunidad.  
Pero el nimbo de cosa sagrada o de umbral.
Es difícil concebir que el agua, al inicio tan helada, pueda tornarse
con tanta facilidad o rapidez en una cálida mano que protege contra
el pasado y contra el futuro y contra todo lo que está.  
Siempre me he preguntado cómo pasan los días, en realidad, los que
viven dentro de la cavidad torácica de una ballena.
.
El sargazo es un género de macroalgas plactónicas de la clase
Phaeophyceae (algas pardas) en el orden Fucales. Las algas, que
pueden crecer en largo varios metros, son pardas o verde negruzcas
y diferenciadas en rizoides, estipes y lámina. Algunas especies tienen
vesículas llenas de gas para mantenerse a flote y promover la fotosíntesis .
Muchas tienen texturas duras, que entrelazadas entre sí y con robustos
pero flexibles cuerpos, le ayudan a sobrevivir a corrientes fuertes. The Waves es el título de una de las novelas de Virginia Woolf.
Leí The Waves por primera vez bajo la fronda un árbol al que
calificaría sin problema alguno de feliz.
The Waves ha sido desde entonces uno de mis libros de cabecera.
. No cabe duda, lo propio de las olas es vapulear.
These are beautiful shores, dijo Lisa Robertson refiriéndose, sin duda,
a otras playas o a otras orillas en uno de los poemas que compone su
libro The Men.
Pero las gotas iridiscentes sobre la piel. Elegantes joyas pequeñísimas.
El Pacífico es un océano y es un hombre que se extiende
 orgánicamente a lo largo del litoral.
.
Los yacimientos de aguamarina son muy numerosos. Se pueden
encontrar aguamarinas en Italia, Sri Lanka, India y Estados Unidos.
También en bastantes países africanos, como Zambia, Nigeria,
Madagascar, Kenya, Tanzania y Malawi. Las minas más importantes
son las de Brasil: Minas Gerais, Bahía y Espirito Santo. Sin embargo,
los ejemplares más cotizados provienen de los Montes Urales,
en Rusia.
En efecto, Pacífico es también el nombre de una cerveza producida
en el norte de México.
Pero este tenue sabor a sal.
Es sólo un momento saturado de lo que los modernos llamaban totalidad
queriendo decir luz de octubre.
El aguamarina refuerza el campo magnético y trae buena suerte.
Aporta felicidad y bienestar. Se dice que provoca la sonrisa y la
alegría de las personas que la llevan. Fortalece el sistema nervioso
central, el hígado y los riñones. Cura las impurezas de la piel y es
indicado para los dolores de la nuca, mandíbulas y dientes, así como
las afecciones de la garganta. Abre los chakras del entrecejo, del
plexo solar y del bazo.
. Desciende de algún lado, entonces, la palabra inefable.
El vaivén recurrente inacabable inconmovible de las olas me
recuerda el concepto de repetición en Gertrude Stein.
Justo como la primera, la última tentación también es narrativa.
En contra de Aristóteles, para quien ser feliz era una forma de
autorrealización humana, una postura conocida como eudemonismo,
Epicuro creía en el hedonismo, a saber, la convicción de que la
felicidad es una forma de experimentar el placer intelectual y físico.
Pero el eco del grito que escapa de la garganta.
Tengo la impresión de que el presente del indicativo es sólo una
variante de la ola original.
En el juego se asume, no se comprueba.
Y tú estabas en medio de todo eso, tocando.
_ Cristina Rivera Garza.
_ Elena del Rivero, Mended Flying Letter, 2010-2011
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arieeag · 1 year
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Hijos del este
El libro Perdido
Capítulo 6: Las Jaulas Omegas
Por donde sea que Izuku mirara, estaba lleno de personas de todas las castas y razas. Sus rasgos son tan diversos y como únicos, formando un verdadero arcoíris de colores. Hay gente de piel oliva con cabello rubio, mujeres blancas de cabello crespo y azul cielo, ojos rasgados y miradas almendradas, hombres pequeños de rasgos extraños, jóvenes guerreros y soldados experimentados. Y lo único que comparten es su forma de vestir, un uniforme militar compuesto por camisas de diversos colores enfundada por un peto de cuero con correas, botas de batalla y brazaletes de metal.
Izuku intenta disimular su sorpresa cuando descubre rasgos que nunca ha visto, pero no puede evitar preguntarse qué tan lejos han llegado en sus viajes, o cuantos lugares en el mundo existen que ni siquiera sospecha o puede imaginar.
En su pueblo, todos se parecen entre sí, muchos de echo son primos o están conectados en alguna rama genealógica porque no viajan ni visitan otras regiones. Por lo mismo todos se conocen, al punto de saber hasta las rutinas de trabajo de cada uno, la única época del año en que se veía más diversidad, era durante la visita al templo, por los peregrinos de los pueblos vecinos, pero incluso entonces, no existían otros rasgos que no fueran la piel blanca y pelo negro o castaño.
Por su puesto, los Midoriya eran la excepción a la regla. Cuando Izuku nació siendo omega, con cabello y ojos verdes, su madre tuvo todo tipo de reparos para evitar que nadie tocara a su cachorro peculiar, pero al cabo de un año, el caluroso verano obligo a que Inko descubriera al bebé mientras estaba en él pueblo. Dos vecinas inmediatamente fueron a saludar, querían ver al receloso matrimonio y su bebé, pero tan pronto tuvieron al niño en frente jadearon y palidecieron antes de salir corriendo. Inko estaba furiosa, Hisashi también, así que ninguno dijo nada cuando todo mundo corrió al mercado a comprar hierbas y porotos negros para no contagiarse de viruela.
Hasta ahora, todo lo que saben ambos hermanos es lo que pueden llegar a recordar en las festividades por la guerra del exterminio. Su abuelo entonces se sentaba en la cabecera de la mesa para relatar las glorias del ejército y contar porque el imperio los había expulsado de los páramos…. “Son gente sin raíces propias, linaje o valores, esas bestias destruyen y saquean las mismas tierras que los alimentan ¡Peores que perros!” …
Los libros confirmaban las duras palabras del anciano, describían a cada tribu como verdaderos salvajes ignorantes, que no saben lo que es la justicia o un sistema de leyes, criaturas sin ningún tipo de respeto o civilidad…Alguna vez escuchó advertir que sólo un mal oscuro podría mantenerlos unidos tras tantos siglos de existencia. “Sangre maldita”, decía con dureza el abuelo mientras la abuela asintía agachando la cabeza.
Y hasta donde sabe y ha visto, parecer ser toda la verdad.
Pero los pueblos nómades son tribus hermanas unidas por: la creencia en el dios Aodht, las costumbres de guerra basadas en una poderosa caballería y una compleja sociedad cosmopolita que es capaz de absorber lo mejor de otras culturas, en especial si éstas significan una ventaja en batalla.
Cada tribu sólo se distingue por sus orígenes divinos. Donde el mito cuenta la fabulosa historia de como el dios Aodht se enamoró de un mortal y los sacrificios que hizo para dar vida a los tres hijos que engendró con ella, así mismo también se relata cómo estos semidioses dieron origen a los 3 pueblos nómadas y como compartieron los conocimientos para domesticar al caballo salvaje de los páramos.
Los nómades también viajan en grandes grupos compuestos a su vez por pequeñas manadas de guerreros que se hacen cargo de distintas funciones. Van a donde las tierras fértiles los cobijen, ya sea en la estepa, los oasis del desierto o las costas lejanas a las que ningún hombre del imperio de Dagoba a soñado con llegar.  Por donde van, la gente hinca la rodilla al Kahn de la región y si acaso alguien se niega a jurar lealtad, no viven para contar la historia.
Sin embargo, la mayoría de las gentes del desierto y la estepa acepta sus formas, e incluso los esperan con ansias porque su presencia es suficiente para ahuyentar a enemigos mucho más difíciles de manejar, después de todo, a los nómadas solo deben soportarlos unos pocos meses, mientras que a un rey toda la vida.
En su mayoría, transitan por sus tierras sin tener que desenfundar la espada o disparar una flecha, salvo para cazar criaturas salvajes como lobos, Felinos de Manul, bestias nomu, osos y jabalíes, las cuales rondan los pueblos aislados de las estepas para alimentarse del ganado y los niños. Pero, aunque esto es conocido, muchos todavía los llaman salvajes.
Si lo tienen merecido o no, es difícil juzgar para quien sabe de historia, pues no tratan a sus enemigos peor a como fueron tratados ellos mismos. En su concepto de justicia cobran una vida por otra vida, comida por protección, una mano por un robo, latigazos por una calumnia, y una muerte deshonrosa para quien mate o robe un caballo de sus arcas. Ninguno de esos castigos es agradable a la vista, especialmente el último, pero ni siquiera la historia, o sus leyes severas generaron tanto desconcierto, recelo y escándalo, como la forma en que contraen matrimonio, el rapto.
Cada año, trazan una ruta nueva en sus bastos territorios, y cuando alguna caravana o pueblo nuevo se cruza en sus caminos con omegas o betas mujeres, les dan a escoger, un tributo o la vida. A esto lo llaman, guerra florida. El por qué o desde cuando lo hacen no es algo que compartan, pero se dice que la sangre nómada no produce omegas o los que nacen, difícilmente pueden ser considerados como uno. Sus portes no distan demasiado al de las otras castas, además, visten igual a como lo hacen las alfas o betas, cabalgan como ellos, usan la espada el arco o el hacha, pelean, beben y toman decisiones como el que más, ocupando los mismos cargos políticos.
Entonces sí, no tienen raíces que los aten a una sola tierra, sino un lazo de sangre y hierro con el que forman manadas para protegerse del mundo. Su amabilidad no se muestra con palabras sino con gestos, su justicia es firme y práctica, pero tienen un ideal de libertad e igualdad entre las castas que nadie más comparte. Mitsuki y Masaru Bakugo, son una prueba de ello, juntos no solo consiguieron imponerse como los lideres máximos entre las 3 tribus, sino que lograron convocarlos para cobrar justicia por la guerra del exterminio y así recuperar la soberanía sobre las tierras sagradas de Yuei.
Pese a todo lo que sabe y teme, todos los nómades que reparan en la presencia de los dos forasteros, se detienen para observarlos de pies a cabeza, tomando nota de la ropa sencilla, la juventud en el omega y la presencia del cachorro que los mira con un mohín enojado y ojos húmedos. Por su parte, los nómades no se molestan en ocultar sus emociones, pero prima la curiosidad antes que otra cosa, algunos incluso los siguen por el camino haciendo preguntas a Tokoyami y luego a Mina, cuando el macho rodó los ojos y los mandó a trabajar.
Izuku se hunde ante el tono duro. Tokoyami es un omega mayor que él, según puede adivinar en unos 5 o 7 años. Por otro lado, Izuku sospecha que este hombre debe ser alguien importante o cuanto menos reconocido, a juzgar por forma en que lo saludan los soldados.
No está seguro, porque el hombre emite una vibra misteriosa e inquietante por dónde camina, al punto que alfas y betas se apartan de su camino incluso sin haberlo visto…Ahora que las tinieblas del bosque no pueden disimular la presencia de Tokoyami, no le cabe duda de que las sombras al su alrededor se mueven de formas extrañas, acentúan sus facciones, envuelven los pasos por donde transita o se achican contra sus pies cuando un rayo de sol las sorprende. Es un portador de magia, pero al mismo tiempo es diferente a los alardes que hacen los charlatanes del pueblo y a la magia que enseñan en la capital.
Mientras tanto, Mina destaca como un ramo de flores en invierno, su apariencia y vestimentas vivas atrae miradas, su carácter amistoso y jovial hacen que sea fácil hablar con ella, los omegas sonríen cuando la ven y le hacen cumplidos como si fueran grandes amigos, entonces resulta difícil juzgar que rol ocupa ella.
Sin embargo, pese a la diferencia entre ambos, es claro que son respetados y reconocidos como superiores, y no puede evitar preguntarse qué hará falta para que alfas y betas te miren como los miran a ellos…
De pronto se detienen frente a una carpa de cuero ancha donde una alfa los recibe con una sonrisa. La mujer era alta y voluptuosa, portando casi como insignia la sonrisa coqueta delineada por un par de labios rojos, su cabello azabache cae sobre sus hombros delicadamente, cubriendo parte del pecho generoso, apenas cubierto por la camisa desabrochada. Izuku se cohíbe cuando nota el escote profundo sin el menor atisbo de un vendaje para sostener sus senos.
- Vaya, un niño besado por el sol…- susurra mientras rodea a los visitantes.
- Lo encontramos en nuestro viaje aquí- interrumpe Tokoyami tras saludarla con un árido asentimiento de cabeza. – revísalo para que podamos enviarlo a las jaulas
La mujer asiente sin abandonar la sonrisa para luego centrar sus ojos celestes en Izuku. El joven omega, se tensa tras notar que la carpa está llena de catres y mantas, su miedo vuelve con fuerza, sin que pueda evitar retroceder, sin embargo, la mujer no intenta invadirlo con preguntas o acercarse más allá de los dos metros que los separan, sino que le ofrecerle sentarse en uno de los tantos catres para luego darle la espalda.
Sorprendido Izuku observa cada movimiento, pero ella solo toma una jarra desde una de las mesas y sirve un poco de agua. En silencio, ella se acerca a Kota, quien se mantiene firme contra la cama con el ceño fruncido mientras tiembla ligeramente. Ella sonríe suavemente mientras se agacha a su altura antes de ofrecer el vaso al niño, inmediatamente kota abre los ojos y mira hacia Izuku.
-Preferiría beberlo yo antes. -dijo Izuku sin quitarle los ojos de encima a la mujer y ella asiente con un gesto extraño, como si tomara nota mental de la situación.
-Por su puesto cariño. Y, por cierto, mi nombre es Nemuri Kayama, soy una matrona y curandera. -  informa tranquilamente.
Izuku recibe el vaso con un ligero asentimiento, y lo inspecciona, luego bebe apenas un sorbo en busca de cualquier sabor extraño, pero al no encontrar nada, le entrega el resto a Kota. Ella sigue observándolos profundamente, lo hace sentir como si estuviera en una exhibición, más guarda su incomodidad para sí mismo. – Yo, soy Izuku y él es Kota.
- ¿Puedo saber qué edad tienen?
-Diecinueve y cuatro años. – miente, dispuesto a seguir con la mentira aún si sabe que la mujer sabrá muy rápido que es virgen si lo inspecciona a fondo.
-No representas esa edad – admite la mujer mientras estrecha la mirada para observar mejor la fisionomía del omega- diría incluso que rondas los 15 años y poco más… ¿No es una bendición? - agrega encogiéndose de hombros- es una buena cualidad para cualquier omega, envidiable inclusive.
-No estoy tan seguro. -repuso Izuku, la mente trabajando rápido para sostener su mentira más tiempo- la gente me subestima, me asumen demasiado joven para cualquier responsabilidad- le cuenta con sinceridad oportuna, eso es con lo que ha lidiado toda su vida desde que se hizo cargo de Kota, nadie más podía hacerlo, pero todos hablaban de como lo hacía.
-De cualquier forma, te trajeron nada menos que los chicos de Katsuki, ¿A puesto que uso su voz para amedrentarte? Pobre criatura- dice con fingida preocupación al tiempo que rodea la cama para mirar todo el cuerpo de la omega. Memoriza cada marca de cortejo que encuentra visibles en su rostro y cuello, entonces una sonrisa astuta se escapa, no falta mucho tiempo más para que el celo de este chico llegue.
-Es …rudo, supongo- dice incomodo por el repentino silencio y la incapacidad de seguir los ojos escudriñadores de la mujer.
-Áspero en los bordes- concuerda ella y ahora su atención se fija en el niño- aunque muchos dirían que por dentro también, pero si te envió aquí, antes que, a las jaulas, significa que algo de amabilidad aprendió de su padre. – reflexiona, pero el omega guarda silencio sin confirmar nada.
La mujer entonces camina hasta una mesa y toma un estuche que alberga una pila de herramientas extrañas. Para alarma del ojiverde algunas se parecen a las herramientas de la matrona del pueblo. “No puedo dejar que me toque”, piensa alarmado, “solo dejaron vivir a Kota porque pensaron que era mi hijo…se lo llevará…No, ella es alta pero no tiene la constitución de los otros”. Entonces se desliza suavemente por el borde del catre, pero en la puerta y lejos de la vista, alguien ríe. Es la voz de Mina, lo que significa que están esperando que ella termine de revisarlo…
-Tranquilo, no estoy usando nada de esto…-susurra la mujer cuando se da vuelta y ve los ojos negros del omega- Solo necesito descartar que estes enfermo como dijeron - agrega la alfa mientras se lava las manos en una fuente con agua. - Miraré dentro de tu boca, revisare tu cuello, nada más…
Izuku la mira con sospecha, hundiéndose en el camastro, sintiéndose inútil. Aunque tuviera la habilidad para superar a esta mujer, otros están esperando a fuera en caso de que quiera escapar.
Nemuri sonríe y espera con calma a que el chico se relaje. Sabe que es mejor no presionar a un omega asustado. Cuando el joven por fin la deja acercarse, ella revisa su cabello, ojos y boca, que es lo menos amenazante, luego palpa la barbilla, la piel bajo sus orejas y desciende haciendo pequeñas presiones hasta encontrar los músculos del cuello. En todo momento evita acercarse demasiado a las glándulas de olor situadas en la parte posterior de su cuello.
-Necesito tocarlas un poco- advierte mientras envuelve su mano con un paño blanco.
Izuku toma un respiro antes de inclinarse ligeramente, la marea de nervios regresa, contiene el aire cuando siente una ligera presión sobre sus glándulas de olor, pero el toque es muy suave, tanto que siente un ligero cosquilleo cuando ella restriega un poco el pañuelo.
La mujer inspecciona el retorno rápido del flujo de sangre en la piel, signo de un omega joven. Toma nota de la falta de cicatrices o raspaduras, lo que significa que nadie ha tocado esta parte en la intimidad, lo que aumenta aún más sus sospechas sobre él chico y el niño. Luego huele los aceites y sus cejas se unen ligeramente.
- ¿Puedo saber quién es el niño que te mira con tanto cariño? – pregunta tomando asiento frente a ellos.
-Es mi hijo
Nemuri guarda silencio un breve momento antes de asentir, con el gesto en blanco, clínico en realidad. Intuye que el chico miente, porque carece de muchas señales que las madres desarrollan tras un embarazo en sus glándulas de olor. Por otro lado, los aceites que logro desprender con el pañuelo son como los de un omega adulto y no alguien que está terminando su maduración…. Sin embargo, ahora que puede verlos de cerca, tal parece que existe algo que apremia más.
- ¿Qué es eso? - inquiere la mujer al descubrir la presencia de vendas bajo la ropa.
- Esta cauterizado- contesta Izuku, los sentidos reactivándose más rápido luego de permitir que ella tocara su cuello.
- Esos idiotas debieron empezar por ahí – espetó la mujer mientras se aleja para tomar botellas con diversos elixires, una venda nueva y otra jarra con agua cocida.
Izuku intenta convencerla de que está bien, pero la mujer lo recuesta en la cama y finalmente lo convence de quitarse la camisa sucia. Todo su torso queda desnudo, pero de alguna forma la exuberante mujer no lo intimida demasiado y al cabo de un tiempo se relaja ante sus hábiles manos.
Ella suspira cuando ve la fea cicatriz en el hombro rodeada por ampollas en los bordes. Si no trata eso, se infectará y el chico podría morir por una estupidez.  Mientras se ocupa de eliminar el tejido muerto, aplicar aceites medicinales y una nueva compresa, observa lo último que necesitaba ver en el pecho de Izuku para reforzar sus sospechas.
-No imagino cuanto debió doler- susurra, pero no hablaba de la cauterización. Algo semejante a la simpatía se refleja en sus ojos negros mientras venda el hombro para proteger todo su trabajo. Luego sale de la carpa para advertirle a Mina, la única que todavía está esperando fuera, que el omega debe quedarse 4 días ahí o al menos una noche bajo supervisión para verificar la evolución de la quemadura y rehidratarlo.
-Katsuki me despellejará – se quejó Mina, sin embargo, ayuda a amarrar a Izuku al catre junto al cachorro antes de abandonar el lugar.
Nemuri la despide y luego se apresura a tomar notas en un pergamino sobre este paciente y la oportunidad de conocer de primera mano, un caso tan raro de maternidad subrogada. Ella no tuvo que olerlos dos veces para reconocer el fuerte lazo que los unía, pero si bien las feromonas decían que eran madre e hijo, la presencia de glándulas de olor tan pequeñas como esas eran signo de involución por desapego o ausencia de celo, luego confirmo sus sospechas cuando revisó su torso desnudo ausente de estrías y pezones sin madurar.
El joven solo era un omega en pleno florecimiento y el olor había madurado a la fuerza para solventar las necesidades del cachorro. Este lazo tan especial se creó tras la muerte de la madre de ambos y un duelo difícil en el padre…
Abstraída en las implicancias que envuelven este fenómeno, la mujer comenzó a liberar parte de su esencia somnífera. Sólo lo nota cuando ella misma bosteza tras terminar de tomar notas de los dos hermanos, y al darse la vuelta nota como Izuku navega los efectos de su perfume, negándose a perder la conciencia todavía.
La mujer se pregunta que estará pasando por la mente del hijo Bakugo, o que decidirá Masaru una vez sepa que estos dos fueron tomados como prisioneros…El hombre es amable, pero también ha demostrado ser fiel a las costumbres, los separará si hace falta.
Nemuri se acerca a Izuku y se arrodilla a su lado, mientras echa un rápido vistazo hacia la entrada. - Por qué no estoy segura de que sucederá con el niño, es que voy a dar esta advertencia- los ojos se Izuku se abren lentamente, poniendo toda su atención en la mujer que susurra cerca de su rostro- pase lo que pase, asegúrate de ser el último en salir de la jaula ¿Entendiste?
- sí… ¿ya lo sabe verdad?
- ¿Que es tu cachorro? Sí, eso es todo lo que necesitan saber.
Izuku se muerde los labios tras escucharla, no cree que pueda confiar en ella, pero no sabe que más pueda hacer para protegerlo. Con cuidado pasa una mano por la cabeza dormida de Kota, ordenando el cabello negro azabache y besando su frente. Nemuri cierra los ojos ante el gesto protector, deseándoles la mejor de las suertes.
Temprano esa mañana alguien se presenta a buscarlos. Izuku no reconoce al hombre castaño frente a él, pero tampoco es que importe. Justo antes de que este hombre llegara, Nemuri le explica al término de la guerra será emparejado con uno de las alfas...
Una sonrisa irónica se forma en sus labios, ante el recuerdo. Porque él había pedido por un alfa y de cierta forma, si se quedan aquí se cumplirán todos sus deseos…Si tan solo tuviera 19 años, tendría menos miedo puede que en realidad nunca estuvo listo para esto, él quería un cortejo largo como el que habían tenido sus padres, para conocerse y hacerse a la idea de que será una esposa y madre antes de que pueda disfrutar de su independencia y adultez.
Ahora se atará a un alfa que no conoce y que lo llevará tan lejos de su hogar que quizás nunca vuelva a ver su antigua casa…
O podría navegar en torno a estos conocimientos como ella dijo.
Se boca se seca cuando saborea las dos posibilidades que se presentaron: aparearse o escapar. Nemuri no había sido muy clara al respecto, pero si ella lo sugirió, entonces es porque puede hacer cualquiera de ambas. Solo que debe descubrir cómo.
Por el camino, intenta memorizar la disposición de las carpas, los nombres que logra escuchar a todo su alrededor, las insignias que podrían delatar cargos o posiciones militares, observan las armas que usan y sobre todo como ninguno de ellos piensa que pueda ser una amenaza. Algunos incluso los miran con lástima.
Su corazón se entristece al recordar la amenaza del alfa rubio, pues de ser cierto su pueblo será arrasado en poco tiempo o, en otras palabras, ya no le queda nada, salvo Kota. Sus pasos sin quererlo se volvieron lentos, nublados por las lágrimas que corrían por sus mejillas, pero no por perder a sus seres queridos, si no por la idea oscura que se cruza por su mente...
Un jadeo especialmente fuerte detiene los pasos del hombre castaño que conduce a las jaulas. El hombre mira por encima del hombro al prisionero que se cubre la boca con una mano mientras aprieta con la otra al niño que arrastra consigo.
La cuerda tira e Izuku se fuerza a caminar, su cabeza se sacude mientras empuja las lágrimas fuera de su rostro, muerde sus labios para callarse, y aunque Kota lo llama asustado por saber que le pasa esta vez, Izuku no puede mirarlo a los ojos después de haberse preguntado si acaso no habría sido mejor que lo dejara atrás en el bosque cuando tuvo la oportunidad.
Izuku logra calmarse tras un tiempo, convenciéndose que solo es su histeria omega hablando por él, entonces se distrae organizando las ideas y los fragmentos de información que logró recabar. La campaña está lista para partir en cualquier momento, la guerra ocurrirá y solo puede esperar a que pase.
Si pierden la guerra, Izuku tendrá que resignarse a su destino, porque si lograra escapar, no hay forma de que llegue al próximo castillo antes de que sean capturados de nuevo. Pero si ganan, los salvajes huirán y entonces…entonces el podrá regresar a casa. Hasta un campesino sin educación como él sabe que las jaulas de los prisioneros franquean el perímetro más externo para disuadir cualquier intento de ataque del enemigo, además los salvajes no serán tan estúpidos para secuestrarlos durante la retirada, los abandonarán ahí y deberá huir al bosque.
Mas temprano que tarde, las jaulas aparecen. Se ven como enormes trampas de ratones hechas de madera y metal, son vigiladas por beta. De cerca se ven incluso peor, tienen astillas sobresaliendo desde la madera y el olor que desprenden refleja el miedo de los pocos ocupantes que hay dentro.
Resultan ser 4 omegas de unos 17 a 20 años y tan pronto reparan en su presencia se alejan lo más que pueden de la puerta de acceso.
Una vez adentro, Izuku se espabila un poco más, planta los pies firmes por delante de Kota para tantear el carácter de los omegas extraños, mientras el cachorro se aferra a su ropa inquieto por el olor fuerte a ansiedad y angustia. Se miran fijamente, tazando su carácter, pero ninguno parece hostil o frenético, en cambio, tal parece que todos comparten la misma resignación.
- Nos dan dos comidas al día- soltó una omega de cabello verde oscuro de pronto - ya recibimos la primera, pero la otra es hasta la noche. - Advirtió a lo que Izuku contestó con un asentimiento.
- No hagan ruido - refunfuño un Beta grande y rubio pateando la jaula, pero nadie se inmuta. Ya todos saben porque están ahí y no temen que algo peor les ocurra.
Izuku se arrima contra una esquina y mete a Kota entre sus piernas. Allí el niño bosteza y se acurruca para dormir otro poco aprovechando que la mañana recién empieza. Izuku lo abraza oliendo su cabello de bebé grande y lo envuelve con feromonas maternales.
Sus miradas se cruzan e Izuku suspira contra su oído, tan silencioso como puede ser- soy mamá, ahora. -le recuerda y el niño asiente mientras un nudo se forma en su garganta…necesita decirle a Izuku que en realidad nunca pensó que fuera otra cosa.
De pronto se escucha un jadeo e Izuku levanta la cabeza para saber que sucede, pero todos están mirándolo a él, primero con asombro luego con desdén. Sin quererlo se ruboriza, ellos piensan que Kota es un hijo fuera del matrimonio, pero, así como esa emoción viene otra se sobrepone, sus cejas se fruncen en ira, la mirada dura hacia ellos, esperando, a ver si alguno se atreve a decir algo.
No es problema de nadie si Kota es su cría o no, nadie nunca preguntó si podía cuidarlo o si quería hacerlo, tampoco nunca pidió nada prestado para criarlo, entonces ahora nadie tiene derecho a juzgar como lo hace y porqué.
Su olor se arisca de golpe, Kota abre los ojos y se tensa, sorprendido porque casi nunca ha visto a Izuku enojado. Por un momento piensa que es por él, pero la mirada apunta hacia los otros omegas y eso si resulta un poco mas normal. Izuku tiene pocas fibras sensibles, pero cuando las tocan…parece hasta peligroso.
Los otros hacen una mueca en cuanto les llega el olor y retroceden ladeando un poco la cabeza. Izuku se sorprende, notando lo fuerte que es esencia territorial. Normalmente emitir esas feromonas es difícil para él, porque no ha madurado, o más bien porque siempre le han dicho que es un error muy grande que pueda liberar feromonas maternales.
Pero desde que le dijo al salvaje que es la madre Kota, se siente libre y menos sucio por haber adquirido esa habilidad. Quizás solo sea el hecho de que ahora la vida de Kota depende de esto, pero sospecha que también es el echo de que ahora no hay nadie que pueda reprenderlo por usarlas, a pesar de que no lo hace apropósito (no todo el tiempo), sino que solo salen y ya.
Ya entrada la noche, los otros todavía rechazan su presencia. Se apiñan juntos en la otra esquina para protegerse del frío, pero, aunque quisiera hacer lo mismo, Izuku intuye que no será bienvenido.
La misma chica de antes se aleja del grupo y pide permiso para dormir junto a ellos. Izuku se sorprende, pero acepta, así pueden poner a Kota al medio y protegerlo del frío.
- ¿No quieres saber cómo paso? – susurró Izuku compartiendo la capa entre los tres.
-Sé cómo paso…- dijo con el gesto en blanco- los demás harían bien en recordar que no hay omega que pueda imponer su voluntad a la de un alfa.
-Gracias…Yo soy Izuku ¿y tú?
-Mi nombre es Tsuyu- susurra e Izuku asiente, entre los dos abrazan a Kota para que no pase frío mientras pasan la noche.
Kota por su parte apega su rostro contra el pecho de Izuku para respirar su olor a leche, completamente ajeno a lo que pasaba por su culpa. El nudo en su garganta no se va, pero también hay una emoción nueva y cálida que lo hace apegarse más a su mamá “Ahora es mi mamá y ya no vamos volver a casa…” piensa mientras se duerme abrazando a Izuku.
Por la mañana, fueron despertados por fuertes golpes contra la jaula y los gritos de los betas que corrían de un lado a otro dando órdenes en un idioma extraño y gutural. Sin embargo, más allá de la planicie que los separa del campamento, todavía podían distinguir las figuras de los soldados que se apiñan en tandas de varios hombres para marchar hacia la fortaleza de Yukai.
Izuku se levantó y caminó hasta la pared de la jaula, mientras se concentraba en sentir el temblor de la tierra a medida que el ejército iniciaba la marcha hacia la guerra. Una beta le grita y amenaza con la espada para que retroceda, Izuku regresa a su posición frustrado.
- ¿Qué es eso? - pregunta Kota restregando un pie encima del otro mientras observa el ligero temblor en los barrotes de la jaula.
-Es el viento -miente Izuku tomándolo en brazos para que ya no tuviera que sentir las vibraciones. - es la gente que ha salido a pasear- insistió mientras las lágrimas de nueva cuenta amenazaban con caer.
- ¿Por qué lloras? ¿Sigues enfermo?
-No - susurró antes de forzar una sonrisa- estoy cansado porque no dejas de crecer bebé grande- le espeto y luego le hizo cosquillas.
Ese día el atardecer se tiño de rojo intenso con nubes de humo gris. El silencio apenas interrumpido por la brisa que acaricia los campos de pasto y las pisadas de las betas que siguen montando guardia, manteniendo una extraña forma de calma sin paz. Todos los omegas cautivos se sienten obstruidos con pensamientos funestos.
Ya casi llega la noche cuando lo ven, el humo negro en el cielo y al vigía que grita las noticias a viva voz en el idioma grueso y enfadado que sólo los nómades conocen. No lo entienden pero tampoco hace falta, los gritos son potentes y claros, las palabras se repiten sin cesar, hasta que terminan por aprenderlos, “¡bid daind yalsan!...bid daind yalsan”
Los vigías detienen la marcha, algunos corrieron hacia el campamento, otros se limpian las lágrimas silenciosas, unos pocos se llevan una mano al pecho en un largo suspiro, y los demás…Saltan de júbilo.
Izuku llora contra sus rodillas cuando los oye gritar y reír porque su peor pesadilla se ha cumplido, incluso si no ha logrado entender una palabra. Alguien lo empuja levemente, al levantar la vista Kota lo observa con los ojos igual de llorosos, pero él no sabe porque todos en la jaula están llorando, solo esta asustado de que Izuku tenga miedo y porque no soporta verlo triste. La otra omega se limpia las lágrimas y se sienta junto a Izuku para abrazarlo, luego ambos se reconfortan uniendo sus cabezas.
Aquella noche, se duermen todos juntos en la misma esquina.
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cometelafresa · 1 year
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pelmafrost, m. y f. coloq.
   Hasta donde sé, he acuñado una palabra. (Los maliciosos dirán que la he «a-cuñao».) Es pelmafrost.* Todos conocemos a uno, una de esas personas con una capa de personalidad permanentemente pelma; pelmas como el pino, es decir, «pelmanifolios»; de una pelmez —¿pelmidad?; «pelmacería» no, que es otra cosa— perenne, patente y dura como el hielo.    *Advertencia a los pelmafrost: sí, lo sé, técnicamente la acuñación debiera ser «permapelma», pero la sonoridad de «pelmafrost» es irresistible, así que haré algo así como con el chóped. Además, esta gente son unos frígidos: solo los pierde el onanismo. Por otro lado, empiezo a pensar que «pelmanifolio» no le va a la zaga. Vale, pues he acuñado dos. Pero sigamos.
   A los pelmafrost los tendrían que recetar los médicos de familia —antes llamados «de cabecera»; ahora no basta con tener cabecera para estar enfermo, encima hay que tener familia—. La cosa iría más o menos así:
   «¿Tiene insomnio? Pues mire, podríamos... » —muchos médicos hablan en plural, como incluyéndose en el tratamiento, pero cuando llega la preparación para la colonoscopia, evacúan antes que tú, que ya es decir. Pero sigamos:— «... podemos hacer dos cosas: le receto lorazepam, pim, pam, o lo derivo a un pelmafrost para que le aburra por las noches a la hora de acostarse». «De acostarse usted, no el pelmafrost», aclaran. Serían como los lectores de Borges, pero sin libros —¡ojalá olvidaran su logorrea para recitar a otros!—. (Con esto no digo que los demás seamos Borges, que ya sabemos cómo va hoy el arte interpretativo. ¡Ah, qué sabia Sontag cuando dijo que interpretar es empobrecer!)
   La otra noche cené con gente ilustrada y una amiga muy leída recordó al respecto el espléndido comienzo de Los hombres me explican cosas, de Solnit, donde la autora describe cómo un pelma de estos —en su caso, de la categoría mansplainer— había descubierto un libro genial, cuyo contenido se dedicó a desglosarle a Solnit con todo lujo de detalles mientras esta le dijo tres o cuatro veces que sí, que lo conocía, que de hecho lo había escrito ella. Hasta que el pelmanifolio absorbió la información. Es difícil penetrar la capa frozen de estos plastas (paradójicamente, el let it go no les entra en la cabeza).
  Ah, los pelmafrost. Herbert George Wells no se percató de su potencial. Y es que los pelmanifolios matan dos pájaros de un tiro: 1) hasta la fecha, son los únicos seres capaces de detener el tiempo, e incluso de invertirlo, ergo no haría falta máquina para viajar al pasado, y 2) a su lado eres invisible, por lo que podría prescindirse tanto de laboratorio como de científico. Et voilà, dos libros en uno.    Donde haya un pelmafrost, que se quite el café descafeinado. En lugar de ese proceso elaborado de emasculación cafetera (léase «el descafeinar»), las fábricas de café deberían emplear a un pelmafrost: sería «el hombre que susurraba a los granos de café»; la mera vibración de su voz despojaría al café de su mejor facultad. Por otro lado, el grano quedaría molido al instante (y en verano el hielo iría incluido).    El pelmafrost aúna los dones del guía turístico y el dermatólogo: te señala la puesta de sol y el grano en la cara.    No fue un meteorito lo que extinguió a los dinosaurios.    Los pelmafrost no quieren compartir sino impartir (órdenes, lecciones). Aspiran al reverso del vampiro: reflejarse solo ellos en los espejos. Si los espejos son de mano, que se los sujete otro.    Es el empeorador, el que cambia lo que funciona y corrige lo que está bien; el que nunca es «la gente», el pajarraco que te copia una idea, se la apropia y te la regurgita.
   Ah, los pelmafrost. ¿O pelmafrosts? No, definitivamente, los pelmafrost; a una caterva tan monótona le conviene un plural invariable.
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p0isonivy · 2 years
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   ↺⟳ ACTUALIZANDO INFORMACIÓN...                                      user: @𝐏𝟎𝐈𝐒𝐎𝐍𝐈𝐕𝐘                                                  🔓 ↳ ARCHIVO DESBLOQUEADO                                                                  📁 ↳  HABITACIÓN EN LONDRES.
001. la habitación en la que despierta la jugadora es similar, por no decir idéntica, a la que tiene en casa de sus padres en londres, inglaterra. es amplia, el color rosado abundante por donde lo vean pero también hay toques de dorados, blancos e incluso verde agua en la piedra que forma la aparatosa cabecera de la cama. zona de la cama y escritorio es solo una parte pequeña del extenso cuarto en el que habitó por años, es claro que la zona del armario, té y sala no han logrado entrar en el cubículo en el cual despierta, pero tampoco le da mucha importancia. es una habitación que le recuerda a su adolescencia, los buenos y malos momentos. 
002. en la zona del escritorio/tocador se destacan cosas importantes para la jugadora. fotografías abundan en un organizador colgante en la pared junto al espejo, entre ellas varias secuencias de sus padres cuando estaban jóvenes, justo antes de abrigarla entre sus brazos para siempre, e instantáneas de ivy junto a sus amigas de toda la vida, al igual que un par de fotografías rezagadas junto a su ex-novio. 
003. en los estantes, al costado del tocador, se pueden observar libros del mismo color. son diarios de viaje que ha llevado la jugadora desde que tiene diez años, los cuales dejo de actualizar cuando se mudó a chicago. también hay una delicada caja de música en forma de carrusel, una de sus reliquias más preciadas pues fue un regalo de su abuelo para recibirla en la familia. por un costado, junto a sus joyeros, se puede ver un organizador con la colección de perfumes de la jugadora, los cuales ha comprado en distintas partes del mundo y evita utilizar (a excepción de ocasiones especiales).  por último, pero no menos importante, una fotografía enmarcada de la jugadora a los cinco años saluda desde el estante del centro. 
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arcy-lethra · 1 year
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[Touken] Mañanas pacíficas sin guerras
Kaneki desea que su rutina se mantenga como ahora: mañanas lentas, tardes perezosas y noches serenas. 
Él se levanta de la cama después que Touka y se regaña a sí mismo por la ventaja que le lleva. Se levanta y sacude las frazadas para tenderla y coloca el peluche de conejo blanco en la cabecera. Luego camina hasta el baño y se echa agua a la cara para terminar de despertar. Por lo general, si él despertaba temprano, las mañanas eran más tardías. Kaneki sujetaba a Touka contra su cuerpo para evitar su escape, aunque ella terminaba jalando sus cabellos y después, todavía reprendiéndolo, le daba un beso en la frente mientras su esposo repetía que sería la última vez. Por supuesto, esa era una pequeña mentira. 
Se apresuró a bajar luego de haberse aseado y ya podía notar a Touka incluso antes de llegar a ella. Los girasoles de Van Gogh colgaba donde antes se encontraba El beso de Klimt y los jarrones de floreros ya habían sido renovados incluso antes de cumplir 24 horas. 
Kaneki suspiró con una mueca y caminó hasta la cocina, ignorando que la alfombra pesada del pasillo también fue renovada. Podía dejar que Touka cambiara algo tan simple y ligero como un cuadro, pero no podía imaginar a Touka arrastrando la alfombra roja hasta el patio trasero, probablemente agachada, con 6 meses de embarazo. 
Planeaba reprocharle por qué lo había hecho sin él, si un día antes acordaron hacerlo junto en la tarde. Observó hacia atrás. En piso del patio se asomaba la alfombra todavía sucia y sintió alivio. Temía que Touka pudiera lavarlo a mano. 
El aroma del café agudizó sus sentidos, sin embargo, cuando la vio tan atenta, sin un rasguño, dejando caer el agua de la tetera sobre el filtro con el café molido, todos los reproches se esfumaron. La miró con su pequeña figura y el mandil negro atado en su espalda. Caminó sin ruido, gracias a sus pies descalzos, y atrapó a Touka en un abrazo, sobresaltándola. 
—Ka-Kaneki. 
Eso también era nuevo: Touka tartamudeaba. 
—Buenos días, cariño. 
Touka alzó la cabeza para mirarlo, con él mucho más alto, captó su mirada y luego resopló. 
—Buenos días, Ken. Estoy preparando café, solo eso. 
—No te preocupes, no voy a regañarte porque cambiaste los cuadros de nuevo, ni porque sacaste la alfombra que acordamos mover ayer al patio, ni porque seguramente ordenaste mis libros en orden alfabético de nuevo…
—Hmm —Touka hizo una mueca—. Prefiero que me lo reproches. 
Pero Kaneki solo se quedó con las manos enredadas en el vientre abultado de Touka, observando y oliendo. La combinación de su esposa con el café fue la cosa más exquisita de la mañana. Apoyó el mentón sobre la coronilla de la cabeza de Touka e inhaló con profundidad. Sus sentidos despertaron con premura, enamorados de dos olores singulares. 
Touka le dio un ligero codazo a Kaneki para que le permitiera hacer el trabajo y este aflojó su agarré, sin alejarse demasiado, permitiéndole todavía sentir su calor. Cuánto más lo pensaba, más quería continuar con estas mañanas pasivas donde podía estar junto a su esposa, cuidándola cerca de tareas mundanas y no de una guerra. 
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Mi libro de cabecera es un revólver y quizá alguna vez al acostarme, en vez de apretar el interruptor de la luz, distraído, me equivoco y aprieto el gatillo.
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gorgonashouse · 1 year
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Llevo 4 meses sin fumar. Estoy estable y centrada. He descubierto que fumar era parte de mi máscara social. Concentrarse en fumar, con todos los detalles que esto supone, me ayudaba a centrar mi concentración en una sola cosa para soportar estímulos sensoriales intensos. Sobre todo auditivos. Es sólo una de las cosas que he observado y analizado en los últimos meses sobre mí. A veces creo que me estoy volviendo loca y simplemente tengo una fase neurótica en la que me creo autista de repente. Por otra parte la sola idea de ser Tea grado 1 sin diagnósticar me hace feliz y me genera paz, pues cada pieza de mi vida encajaría. Aunque también me hace llorar, al revisionar fragmentos de mi vida, ahora con la posibilidad del autismo. ¿Haría eso alguien no tea ante un posible diagnóstico de ello? También he comprado libros, he hecho tests de internet, descargado información psicológica sobre autismo, me he empapado de videos de mujeres tea diagnósticadas de forma tardía, leído sobre las diferencias del autismo en mujeres... ¿Alguien no tea volvería el autismo uno de sus temas de interés, haciendo hiperfoco en el tema durante dias? Es gracioso, porque el espectro autista es distinto en las mujeres. Suelen tener más empatía, o hiperempatia, lejos del estereotipo de hombre blanco hetero autista. También es gracioso que siempre me haya tildado de simple overthinker cuando vivo analizando cada minuto de mi vida.
Seguiremos informando. Pero odio la sola idea de ir a por el diagnóstico por la salud pública, porque he leído y oído a otros tea adultos diagnosticados tardíamente, aunque ya tenga cita con la doctora de cabecera.
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tomy-taurusking · 2 years
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¡LLEGÓ EL DÍA PARA CELEBRAR TU VUELTA AL SOL! 🥳🎂
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Mi amor: hoy celebro tu vida, porque ésta es tan importante para mi y para muchas otras personas que te conocemos, porque eres el rayo de luz más fuerte que entra a mi corazón a diario. ¡Feliz cumpleaños a la persona más preciosa que existe en este universo tan vasto!
Agradezco tanto poder pasar este segundo año contigo, y esta vez como novios UEUEUEUE, LLORO.
Estoy tan feliz que las palabras se me escapan así que sí esto es un desastre, te pido perdón de antemano.
No te imaginas la emoción que me causa saber que estoy festejando tu cumpleaños por segunda vez y esta vez lo hago amándote como hace un año jamás imaginé, JSKDJSKS; que bonitas vueltas da la vida. No puedo creer lo mucho que nuestra amistad avanzó así como el amor que evolucionó en nosotros. ¡Te amo tantísimo!
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Eres mi compañero de risas, de apoyo moral, de preocupaciones, la persona que más me hace sonreír y que más me hace sentir, es por eso que el día de hoy decidí traerte este pequeñito blog en donde pongo unas cuantas cositas que deseaba decirte -y me contenía- para que el día de hoy pudieras leerlas.
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Brandon, eres el amor de mi alma, no puedo creer lo mucho que conectamos y la felicidad y paz que traes a mi vida, de verdad te agradezco por hacerme sentir así todos los días, por hacerme sentir tan amada y apoyada como lo haces tú.
Cuando te digo que la palabra te amo no me alcanza, te lo digo en serio, no alcanza a describir todo lo que siento por ti, e incluso las palabras me fallan al describírtelo, pero te amo tanto que te daría todas mis fuerzas si tú las necesitaras, te amo tanto que mantengo todos los días, a todas horas, mi corazón para ti, porque no me importa ser vulnerable contigo, porque sé que me cuidas como yo te cuido.
Eres mi persona, mi compañero de historias y aventuras, mi chismógrafo de cabecera, mi mejor amigo, mi confidente, y a quien le confío ciegamente mis heridas y mis defectos porque contigo no temo.
Estoy tan profunda y rotundamente, sin vuelta atrás, enamorada de ti. A través de esta pantalla, te declaro una vez más mi amor: jamás imaginé que te fijarías en mi, o que lo nuestro llegara a este precioso punto, jamás imaginé que serías una persona con tan bonito corazón que merece todo lo bueno del universo. Realmente superaste cada una de mis expectativas, y te has encargado en elevarlas cada vez más y más.
Hoy, aparte de celebrar tu vida, agradezco por ella y por todo lo que me has enseñado, por dejarme más de una enseñanza a lo largo de nuestra amistad y noviazgo, por tenerme paciencia, por reír conmigo, llorar conmigo, abrirte conmigo (lo cual es algo de las cosas que más amo, ¿sabías? Me hace sentir tan bien saber que me tienes la confianza para hablarme de tantos temas -ya sean sensibles o no- como te plazca).
Gracias por estar conmigo en las buenas y en las malas, gracias por aceptar estar conmigo y llenar mi vida de tanto brillo y colores.
Te amo más que a los libros y al café, te amo más que ver las puestas del sol. Sumas tanto a mi vida que eso me hace amarte aun mas.
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¿Historias cortas para no dormir y así no tener pesadillas? ¡Pa´ Leerlo!
Pedir lo imposible
de Slavoj Zizek (Escritor), José María Amoroto Salido (Traductor)
El más certero y agudo análisis de la actualidad de la mano del más polémico de los filósofos
Reseña en ElPulso.es
Después de unos años convulsos e impredecibles, ¿en qué situación se encuentra el mundo hoy? ¿Qué hacer frente a los impulsos conservadores que frenan la utopía? Slavoj Žižek, «el filósofo más peligroso de Occidente», reflexiona sobre estas cuestiones en este libro único.
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 A partir de una serie de entrevistas, el libro consigue capturar al mejor Žižek, el pensador genuino y torrencial, abordando temas tales como los levantamientos de la Primavera Árabe, la crisis financiera mundial, el populismo latinoamericano, el auge de China e incluso el enigma norcoreano. Žižek deslumbra a los lectores con análisis de películas de Hollywood, de informes policiales venezolanos, novela negra sueca y mucho más. En todos y cada uno de los vericuetos por los que transcurre la conversación, su mente vigorosa arroja luz sobre nuevos e inesperados desafíos. A la par que analiza los problemas actuales, Žižek explora también las posibilidades de transformación. ¿Cuál es el tipo de sociedad por el que merece la pena luchar? ¿Por qué resulta tan difícil imaginar escenarios sociales y políticos alternativos? ¿Cuáles son las bases para la esperanza? Estas conversaciones, apremiantes y originales, ofrecen una introducción accesible y muy sugestiva a uno de los pensadores clave de nuestro tiempo.
«Žižek es el representante más absolutamente genial del psicoanálisis, por no decir de toda la teoría cultural en general, que ha surgido en Europa en las últimas décadas.» Terry Eagleton
«Žižek es hoy lo que fue Jacques Derrida en la década de 1980: el pensador de cabecera de la joven vanguardia intelectual europea.» The Observer
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bitterorbittersweet · 2 years
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8, bien detallado
Fuaa bueno. 8: ¿Me puedes describir tu dormitorio? Tiene 8 metros cuadrados, al entrar a la habitación pasamos por una puerta verde oscuro que tiene pegado una cáscara de nuez (?) a la derecha una biblioteca donde están mis libros de escritores varios (van desde filosofia, pasando por arte a novelas) mangas (serie Fruits Basket, Serie Given, tomos unicos de BL's y de Inio Asano ) figuras de Kimetsu No Yaiba, pinturas que fuí haciendo y un cuadro que me regalaron de Lemmy, una escultura de madera de un gato, una impresión 3D de una escultura llamada "Victoria Alada de Samotracia", un peluche de emoji de 😒, un vaso de Hard Rock, una taza de cuba, las medallas de la secundaria por haber sido abanderada, una escultura de buho, un cofre de madera. Al lado de la biblioteca un placard de 4 puertas. Mi cama está en el centro de la habitación, respaldo contra la pared, en la pared de la cabecera hay dibujos mios y pinturas colgadas, una tela negra donde hay pegadas fotos que me regalaron y cosas que me gustan, una guirnalda de luces y papeles de colores. A la izquierda de mi cama la mesa de luz, un velador, cremas y medicamentos. Al lado de la mesa de luz, una mesa con los perfumes, las cremas de peinar, cremas de rostro, un florero y una matriz de xilografía. Al lado de esa mesa empieza un arco que lleva a otra habitación, pero antes hay un zapatero que tiene mis zapatillas de todos los dias, los zapatos de salir y demás. En el otro extremo, es decir, del lado de la puerta de ingreso a la izquierda, está el televisor y arriba en la pared hay unas laminas de pinturas "Tarde de domingo en la isla de la Grande Jatte" de Seurat. Debajo de esa lámina una red para colgar imágenes que tiene fotos con mis amigos, cartas, fotos de mis amigos, pines, etc. A la izquierda, en la pared que da a la otra habitación hay un espejo rodeado de banderines y grullas de papel. El piso es rojo y amarillo con paredes blancas. Pasando a la otra habitación hay un colgante de hilos. El piso es blanco con vetas grises y las paredes son blancas, pero con dibujos. A la izquierda un escritorio que tiene estantes donde está la impresora, fotocopias, papeles de arte y obras terminadas o a medio terminar. a la derecha del escritorio ese hay una mesa con un canasto que tiene multiples papeles, cartulinas y cartones, esa pared tiene una ventana pequeña y dibujo de hojas gigantes, en la siguiente pared hay una bandera de Racing, una guitarra, una ventana con cortinas violetas y una biblioteca que tiene los estantes llenos de materiales de arte, papeles, oleos, pinceles, lápices, pegamentos etc etc etc, en la siguiente pared que está pintada de triángulos de colores hay un espejo antiguo de madera, y una mesa baja que tiene los cuadros que están secándose, en la siguiente pared, que conecta con la primera habitación donde está mi cama, hay un panel de corcho donde pincho los papeles importantes ejemplo el plan de estudio de la facultad PARA SER IGNORADO. y en la parte superior un banderín de Racing, y llamadores de ángeles colgados del techo en específico 5. En el centro de la habitación, el escritorio y la silla donde suelo trabajar, es de color amarillo. Encima de esa mesa hay lapiceros. Creo que eso es todo, vos pediste bien detallado.
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He salido a comprar el PAN con mi patinete PURE..mi camiseta de SUN Records que no compre en sus ES_TU_DIOS de MEMPHIS cuando los visite sino en el museo en NASHVILLE de JOHNNY CASH [=DINERO] que versiono antes de morir HURT [en cuyo video se arrepiente de su Imperio de mierda]..de 9 INCH NAILS cuyo cantante formo junto a su mujer MARY QUEEN "HOW TO DESTROY ANGELS" y también versiono REDEMPTION SONG de Bob MARLEY con Joe STRUMMER de THE CLASH [autores de IVAN MEETS GI JOE y CHARLIE DON'T SURF en cd SANDINISTA!] antes de morir con 50 años tras fundar LATINO ROCKABILLY WAR y MEZCALEROS publicando cd EARTHQUAKE WEARTHER [portada en un Trampolín de una piscina en el ocaso y fumando]..y la gorra de camuflaje de RIP CURL [OLA MORTAL]..que compre en mi bautizo como SURFER en PENICHE [PORTUGAL] en julio 2020 donde mi CD de cabecera fue el POSTUMO DE JARABE DE PALO "TRAGAS O ESCUPES"..y cuando salía por el GARAGE creía que un tipo esperaba mirando el MOVIL y he dicho como cantando con los CASCOS PUESTOS escuchando BAILANDO CON MI SOMBRA EN LA PARED [soñando que toco en un grupo de ROCK..soy como UN BEBE DE HIROSIMA, UN ROLLING STONE ] de argentino Miguel M_ATEOS que mañana toca en MADRID.." LUEGO YO TE ESPERO A TI" y a continuación me cruze con el padre [que escribia relatos eroticos en INTERVIU y fue JEFE DE COMUNICACION DEL MINISTRO DE AGRICULTURA o algo que le jode mucho el CAMBIO CLIMATICO Y LAS PUTAS]..de LEIVA de PEREZA y JUANCHO DE SIDECARS y dije cantando PEREZA ES UNA MIERDA..después me cruze con un tipo con camiseta de lema REIR ES LA UNICA SALIDA..
Yo no sé si esto es una conspiración o no..pero no me fio ni del BORBON como dijo el ahogado ANTONIO HERRERO [RIP 2 MAYO 1998] según FE_DE_RICO JIMENEZ LOSANTOS en su libro EL MILAGRO DE LA COPE: DE LA NOCHE A LA MAÑANA que compre por una libra en LONDRES
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mimacedonia-blog · 14 days
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Lecturas del 2024 (1º trimestre)
He empezado fatal mi compromiso de ir publicando mis lecturas de 2024 de una forma más periódica, estamos a finales de abril y no había hecho nada aún, pero lo voy a intentar maquillar haciendo un compendio de este primer trimestre del año.
Creo que le podría echar en parte la culpa al libro con el que hice de puente entre el año en curso y el anterior, porque debo reconocer que me ha costado bastante acabar con Debt, de David Graeber. En realidad ni siquiera tenía este libro en la lista de pendientes, dicho honor recae en su obra "casi-póstuma", que estaba en muchas lista de lo mejor de 2022. Pero me dejé llevar y pensaba que iba a encontrar un libro más sobre la evolución de la deuda como instrumento financiero, pero en realidad es más un tratado antropológico sobre el concepto al que se refiere el título del libro. Error mío porque probablemente leyendo la contraportada me habría puesto mejor en situación. Gran parte de su línea argumental es el desafío a la teoría clásica de la invención y evolución del dinero y el mito de las sociedades basadas en el truque, que es bastante interesante, ya que desde un punto de vista antropológico la desmonta por completo. También como las diferentes formas de deuda (sobre todos los tributos) han ido dando formas a las relaciones sociales hasta evolucionar en los que hoy conocemos como los estado-nación. Y entre otro de sus méritos está el haberse convertido, de manera espontánea, en el libro de cabecera del movimiento Occupy Wall Street. Pero por esos azares del navegar por internet me tope con un extenso artículo donde hacían un repaso de la evolución de la posición política del autor como una de las luminarias del anarquismo a lugares mucho más cercanos al liberalismo, que lo dejo como muy recomendable por si alguien conocer más sobre el autor.
Sintiendo que mi deuda con el libro anterior crecía más rápidamente que mi capacidad para pagar los intereses más el principal, me permití hacerme hasta tres quitas para poder llegar al final.
El primer libro que vino a mi rescate fue El desierto de los tártaros, de Dino Buzzati. Pero en realidad, es el protagonista del libro el que necesita ser rescatado de las garras del tiempo. Me ha parecido una historia magnífica sobre la espera, y como puede destruir todo a su alrededor ese afán por dar con el momento perfecto, el sentirse parte de un destino superior, la toma (o no) de decisiones, el peso de las inercias. Una lectura que deja bastante poso y que para los que somos más de esperar que actuar, te deja en una posición bastante incómoda.
El segundo tramo del rescate fue a cargo de un oriundo de uno de los países de los que más saben de renegociar con sus acreedores: La historia universal de la infamia, de Jorge Luis Borges. Si el año pasado sus Ficciones no me terminaron de llegar, esta vez debo confesar haber caído rendido ante lo que es una obra de arte con mayúsculas. El formato le sirve para exprimir al máximo su escritura y la sensación es estar rozando la perfección constantemente. Además, como bonus track lleva esas pequeñas joyas al final de libro extraídas de sus lecturas personales que parecen, más que seleccionadas por el autor, directamente redactadas por él.
El último salvavidas, una historia de amor desde las heladas tierras islandesas. Para Helga, de Bergsveinn Birgisson. Bastante entretenida, alejada del romanticismo insulso, con algunas descripciones sobre la belleza con un punto realmente cómico. Trata bastantes temas, quizá ninguno en profundidad, salvo el de las particulares relaciones de pareja que se dan en el libro, pero es interesante para conocer la evolución de la Islandia del siglo XX.
Liberado al fin del yugo de la deuda, vuelta a una novela para relajarse. Suave es la noche, de Francis Scott Fitzgerald. Si hay que elegir entre su otra gran obra, El gran Gatsby y esta, sin duda me quedo con esta. Puede ser injusto, porque es difícil comparar entre dos obras que has leído con muchos años de diferencia, pero mi instinto me hace decantarme por este desfile de personajes complejos en su deriva autodestructiva. Por no caer en lo trillado de que es una buena historia, magníficamente escrita, diré que me quedo con sus descripciones de las diferentes nacionalidades de los personajes que desfilan por el libro. Tiene para todos.
Sin duda lo mejor que he leído este trimestre ha sido El mundo de ayer, de Stefan Zweig. Sabía que iba sobre seguro por las recomendaciones y por ser ya conocedor de parte de su obra. Es un libro precioso, al que la categorización como autobiografía se le queda corto. Es un repaso a las transformaciones de la Europa de finales del XIX hasta el terrible desenlace de la II Guerra Mundial. Retrato de esas generaciones que les toca sufrir la maldición de los tiempos interesantes. De como un mundo abierto, casi global me atrevería a decir, se cierra ante el auge del nacionalismo. A veces, son terroríficos los paralelismos que se pueden trazar con el mundo de hoy. Transmite una pasión por la cultura que te hace querer conocer más y más, de hecho, debo reconocer me estoy iniciando en la música clásica basado en sus recomendaciones. También hay una parte que me gustó especialmente y es su narración sobre la época de la hiperinflación en la Alemania de Weimar, es un tema que ya conocía, pero consigue que lo veas de una manera más real, alejado de la asepsia de los libros de historia o economía.
Con la siguiente novela destrocé uno de mis proyectos de 2024, y es que me había prometido no repetir nacionalidad del escritor en mis lecturas de ficción. Pero la insistencia de mi suegro con que leyera La invención de Morel, de Adolfo Bioy Casares, tumbó mis planes. Más cercana a la filosofía que a la ciencia ficción, el brillante desarrollo de la obra te va llevando poco a poco a situarte, aunque en muchos momentos me sentí totalmente perdido, pero todo termina con un cierre perfecto.
Ahora un poco de filosofía moderna, con No-cosas, de Byung-Chul Han. Bastante agradecida de leer para gente que no solemos dedicar mucho tiempo a la disciplina, divulgación pura y dura, si se puede decir así. Muy centrada en temas que nos rodean, como los ciclos informativos, los smartphones, la digitalización de los objetos más triviales o la cada vez más omnipresente inteligencia artificial. Creo que le falta profundidad, pero tengo la sensación que es más por mero compromiso para poder llegar al público en general.
Y de cierre del trimestre, nuevamente insistido por mi suegro, el teatro del absurdo de Esperando a Godot, de Samuel Beckett. Ya me adentré el año pasado en el género y este texto del Nobel irlandés me ha resultado menos legible, donde creo que pierde gran parte de su esencia y está, como es natural, pensada para ser interpretada. Diálogos a toda velocidad, breves, circulares y, como no, absurdos. Mi intención es ver la obra y si puede ser en vivo mejor, porque me queda la sensación de no haber saboreado lo suficiente esta obra cumbre del teatro.
Nuevamente cierro este post con la sensación de haber dicho poco, de quedar todo muy superficial. Voy a intentar seguir con las reseñas literarias mes a mes, para poder tener algo más de enjundia, pero no prometo nada y lo mismo no vuelvo a publicar hasta julio o cuando sea, así que disfruten del momento porque puede que me haga esperar, como Godot.
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