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#gente que lee
lascitasdelashoras · 2 days
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André Kertesz
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internet-pibita · 1 month
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gente que lee
el chulo cuando nos conocimos leía. leía mucho. le gustaba mucho benedetti, a mi también, en esa época al menos. después dejó de leer y escribió un libro de cuentos. uno de esos cuentos hablaba de mi. después me escribía micro poemas, haikus en gchat cuando le mandaba nudes que lo inspiraban. uno de esos poemas mucho tiempo después de convirtió en canción.
a ariel le gustaba leerme después de coger. me leía cosas que le recordaban a mi los días que no nos veíamos. la primera vez rompió el hielo con uno de bukowski, border pero atinado. siempre se sentaba en la cama con la espalda apoyada en la pared y me hacía acostarme con la cabeza en su regazo. le gustaba tocarme y sentirme cuando me leía. sospecho que para él eso era más intimo que coger.
con tini tenemos poco ida y vuelta de libros pero le presté los años 90 de daniel link, una rare find original de una vez que salí de la ginecóloga. le gustó aunque fue muy queer y experimental para su gusto. a mi me marcó un antes y un después. lo leyó por eso. no nos recomendamos mucho pero si me pasó el mejor hábito de lectura ever: leer antes de salir de cama, empezar el día leyendo, the freelancer way to be.
rodrigo leía cosas y me recomendaba libros que le habían gustado pero nunca pensando si me iban a gustar a mi. los malos hombres siempre recomiendan pensando en ellos, no a quien le recomiendan. me regaló los árboles mueren de pie, ese sí me gustó mucho. aún estaba enamorada de él en ese entonces, seguro algo tuvo que ver. cuando me empezó a recomendar libros que no me gustaban ni un poco debí de haber sospechado que algo no iba bien.
rocho siempre me pedía que le recomendara libros porque la primera vez le recomendé el de robles, ese que a todos los interpela y les gusta. nunca pude recomendarle otro a la altura.
mati me presentó a sbarra de casualidad a la salida de un after post charla literaria bajando la manija. le agradezco tanto por eso. eso me abrió pasó a ioshua y perlongher. igual nadie como sbarra, eh. se ríe porque dice que saca mi puto interior, no lo corrijo, todos saben que en otra vida fui puto del reviente y a mucha honra.
emi lee poco y lo que lee no me interesa para nada. solo le compré un libro en chiste que me encantó y cuando lo terminé de leer me costó regalárselo porque me lo quería quedar. me caló hondo en una profundidad que no me esperaba. a él no tanto pero se lo quedó por el simbolismo amoroso. el libro era kavanagh de esther cross.
andi me recomendó un libro que me voló la cabeza hace relativamente poco. andi lee mucho, tiene mucho acopio de información literaria valiosa, de conocimiento de campo si se quiere. hablamos poco de lectura a mi gusto, pero yo estuve muy lejos de eso por años. recién ahora puedo decir que leo bien otra vez. tardé en volver pero volví.
hace mucho que no ando con gente que lee. apuesto que fue por eso que estuve tan rara estos últimos tiempos.
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hyunjungjae · 1 year
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[Taeyong❤️] New message is here!
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“hey babe”
“wish u were here…”
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rosabienfuerte · 5 months
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o por dios perdon re fuera de lugar pero a todo esto logre encontrar fans de ORV argentines en tumblr hola que milagro crei que eso nunca me pasaría (tampoco pude buscarlos tengo miedo de cruzarme spoilers) (hola fans de orv argentines)
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mikrokosmcs · 1 year
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feliz  halloween  besties!  🦇  espero  la  estén  pasando  really  cool  haciendo  lo  que  más  le  guste  (yo,  perdiendo  el  tiempo  en  el  genshin  y  con  los  honguitos  del  scaramouche(?))  estaré  respondiendo  cosas  too  y  idk,  si  alguien  quiere  rolear  algo  con  la  vibe  spooky,  sluty  parties  o  pidiendo  dulces  nuestros  charas,  i'm  here  👀
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sainz · 10 months
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Te da bastante igual donde la mete o deja de meter sus cosas pero no es verdad. Si no no estarías publicando mentiras.
¿Qué tiene que ver el vídeo de vistajet con el de Rebecca en Milán?
Uno es publicidad con un patrocinador, en en el que no sale Rebecca en ningún momento. La mujer que se sienta a su lado es otra, no se parece en nada a ella.
Y hay un vídeo de él andando al lado de Rebecca, eso significa que es una relación seria. ¿En serio?
Léete las #, anda.
Y literalmente me da bastante igual lo que hace o deja de hacer Carlos con su vida. Como llevo diciendo se le ve bastante más feliz y eso es lo que importa xd
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malkaviian · 1 year
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creo que mañana (bueno hoy cuando despierte) publico La Mierda(tm) y los nervios ya me están matando lmao
#terminé preguntándole a una mina con la que hablamos poco y más que nada de nuestros aus sa10u para que me diga qué tal lol#y también porque creo que en parte es mejor alguien que no tenga contexto de mis ocs ya que me va a poder decir mejor si se entiende#y si doy a entender lo que quería. ella lee pero no escribe además así que... dudo que quiera robarme la idea para algo suyo ah#(letengomuchomiedoalrobodeideasasíqueamenosqueestépublicadonosuelodecirmuchodetalledemisproyectosperdón)#hice dos portadas pero creo que voy a tener que elegir la segunda porque la otra tiene Golpes y Cortes (tm)#y existe la posibilidad de que me la tiren abajo sólo por eso; lo cual es un dolor de huevos.#en sí me la pueden tirar abajo por el contenido si alguien denuncia; lo cual me da miedo xd porque watt es medio 🐜 con sus reglas#y mav está muy enfermo para los 🐜s (???? igual he visto un cacho más de gente con sentido común#pero a los menores de t1kt0k con cuenta les encanta meterse donde no son bienvenidos por la etiqueta de 'MADURA'. welp#igual bueno; me queda ao3 si mi plataforma principal falla. pero para eso tengo que traducirlo al inglés también + no me conoce nadie#así que nada; mucho probar supongo. pero eh; no me bajaron blood stained lies; que es la segunda historia más fuerte que tengo#y digo segunda porque esta es peor lol pero se supone que los del fandom de dr deberían tener thicker skin. igual tiene 🐜s but u know#a una escritora que sigo le tiraron un fic 0m0rash1 lel y ella supone que fue por denuncias. lo cual es estúpido si es así#siendo que tiene un fic fuerte posta. pero bueno. watt es 🐜 pero también te permite cualquier mierda mientras no denuncien#o puedas esquivar las etiquetas 'prohibidas' a lo t1kt0k (que encima creo que sólo aplica para el idioma inglés#tipo me acuerdo que una vez busqué 'incest' y no salió nada. busqué 'incesto' y salieron 20 millones de historias kjsfnksdjn)#muy linda la administración del sitio la verdad. organizada; certera y confiable#en fin nada me voy a morir 👍 pero ojalá salga todo bien. sino voy a llorar(? son mis ocs son mis hijos:c mucho más personal todo#y aunque suene chistoso por eso publico ahora que terminé el primer cap y empecé el segundo. usualmente escribo 4 o 5 antes de publicar#pero tbf quiero ver las reacciones antes de seguir con esto. para saber cómo se prosigue#(si es que prosigo y no me hace terminar deprimide comiendo helado con el gato al lado y sin escribir por 5 años(?))#lilith whispers
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ibrahim-mazur · 1 year
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#anoche fuimos a un evento de tango con mis amigues#y en un momento hubo un tango entre dos hombres que estuve tremendo#y no digo solo por decir porque realmente estuvo muy bueno#muy dinamico los dos tipos cambiaban de roles de a momentos uno era 'la mujer' y el otro 'el hombre'#en otros los dos hacían de mujer (esa parte me encantó) o los dos de hombre#y nada tengo una amiga que#me preguntó en ese momento#who is top and who is bottom#y no sé la bronca que me dio#tenía gente al lado mío que se sorprendía al ver dos hombres bailando tango juntas y ella como La Piola#La Piba Que Lee Slash De BTS y Es Re Empática Por Eso#que bronca lpm#y lo peor es que no puedo poner en palabras por qué!#porque por una parte es como que mierda te importa#y por otra parte esa pregunta surgió porque uno bailaba como 'mujer' en ese momento y por eso lo tiró#y bueno toda la mierda esa de como terminos así después es como para poner más heteronormativo todo y buscar en todas las relaciones quien#es el hombre y quien es la mujer quien penetra y quien es penetrado#y me da bronca me da bronca que esta chabona la amo muchísimo pero le hablas de historia de derechos de la comunidad lgbt y lo único#con lo que sabe compararlo es con la estupida película de harry styles como un policía#que se cree re diversa porque lee omegaverse de bts y con la mente re abierta por eso#y después te viene a cantar la canción de mierda transfobica y racista en contra de francia/mbappe#porque es pegadiza#la concha tuya hermana que mierda tenés el cerebro#y lo último#ah se había leído todo#es cuando yo empiezo a discutir de estas cosas todos los otros no tienen idea entonces se juntan ellos contra mí y me ignoran#me cago#pero bueno gracias por leer mi rant lo voy a hablar con la psicologa tal vez#me talks#it's me
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soulssung · 2 years
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Tava lendo suas tags e devo dizer que, apesar de gostar de acreditar que Han Jisung seja cheiroso, eu tenho quase certeza absoluta de que o integrante mais cheroso do stray kids é o I.N. O homi tem cara de que investe em colônias de qualidade. Se duvidar deve cheirar a givenchy ou coisa assim.
Menções honrosas para Hyunjin e Felix que tbm tem cara de que cheiram bem (Hyunjin tem cheiro de bebê e Felix tem cheiro de jujuba e nada mudará minha opinião a respeito disso)
anon concordo 100%, principalmente depois que ele passou a investir em roupa e explorar mais com moda, certeza que o IN tem cheiro de gente rica kkkkkkkk inclusive, incluo o changbin aqui porque do jeito que ele é certeza que tem coleção daqueles perfumes caros (talvez o chan também, agora que tô pensando nisso 🤔)
o hyunjin pra mim tem cara de quem cheira a shampoo kkkkkk, possivelmente com cheiro de bebê mas principalmente daqueles shampoos mais caros tipo l’oreal. o felix 10000% cheira a doce. ou aqueles perfumes florais sabe? mas certeza que é desses perfumes mais “delicados”
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sunshyni · 27 days
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(olha eu aqui na madrugada kkkkk é que eu estabeleci uma meta de que iria postar isso ainda hoje, então preciso cumprir 🙏)
Honey
Lee Donghyuck
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2. I'll be your honey in the honeymoon
Era um sábado à noite comum como qualquer outro, você estava relaxando vestindo seu pijama favorito depois de um longo banho com direito a sais e muita música, um notebook descansava no seu colo, você tinha uma apresentação de um produto novo na segunda-feira à tarde, mas não se importava de adiantar um pouquinho as coisas no sossego da sua casa, ou essa era apenas uma desculpa convincente para não te fazer refletir sobre o quanto você era solitária. Não é como se você não tivesse amigos, você até tinha, no entanto eles possuíam seus próprios cronogramas e afazeres, e você jamais atrapalharia o momento de lazer de alguém. Você trocou de janela para o gerenciador de e-mails da empresa quando o notebook fez um barulho notificando uma nova mensagem.
“Eu não sei o que rolou com aquele casal representante da empresa no mega evento de hoje, mas eles amarelaram. Esteja pronta em 30. Não precisa me dizer seu endereço, já tô ligado, e não se preocupa com o que vestir, você tá sempre impecável”
Esse era Lee Donghyuck, enviando um e-mail extremamente informal e suspeito sem dar a mínima para a ética – ou a falta dela – da empresa, vai saber se o presidente tinha alguém contratado apenas para checar os e-mails e mensagens trocadas entre os funcionários da NeoCosmetics.
Você se levantou rapidamente do sofá, quase perdendo o equilíbrio quando praticamente saltitou até o seu quarto, resolvendo responder ao e-mail do Lee pelo celular mesmo enquanto mordia o lábio inferior, indecisa sobre o que vestir, vejamos: se tratava de um evento beneficente organizado todos os anos por um cliente em potencial da empresa, sempre acontecia num prédio luxuoso da região e em boa parte do tempo reunia pessoas influentes e com certa grana no bolso. O vestido laranja de cetim, longo e com uma fenda lateral elegante teria que servir para a ocasião.
“O que que a gente vai fazer? Fingir sermos um casal?”
“Tem alguma ideia melhor?”
Vocês poderiam facilmente tentar uma outra abordagem com o cliente que tinha como princípio a família, mas aquele era o momento perfeito para agir e você estava começando a ficar entediada mesmo com a tela do computador, então não seria tão ruim assim ajudar dois colegas de trabalho e impedir que eles levassem um sermão do gerente.
Donghyuck apareceu na portaria do seu apartamento exatos trinta minutos depois que as mensagens entre vocês cessaram, apesar de vocês mal se esbarrarem na empresa por causa da agenda maluca do Lee que envolvia dele resolver pepinos nos lugares mais remotos possíveis, todo mundo sabia da sua exímia pontualidade. Você tratou de deixar os lábios bem unidos, com medo de babar quando o viu num smoking completo, ele não costumava ser atraente assim, tá bom, ele era bastante, mas você nunca vira de perto, sempre admirou de longe quando ele enrolava as mangas da camiseta para poder organizar a mesa e erguer uma quantidade obscena de contratos. É óbvio que sempre que ele te olhava de volta na sua sala, você desviava o olhar e fingia concentração no monitor, embora tudo que você estivesse fazendo com o mouse era abrir abas do navegador loucamente.
— Uau, 'cê tá um espetáculo — Ele disse, passando pelos seus cabelos molhados pelo banho recente e descendo até as sandálias de salto mediano que abraçavam seus pés — Agora me dá sua mão esquerda.
Donghyuck segurou sua mão com delicadeza e com a mão livre retirou do bolso da calça uma caixinha de jóia, ele retirou de lá uma aliança e a colocou no seu dedo anelar sem hesitar, suspirando de alívio quando percebeu que o acessório coube perfeitamente no seu dedo.
— São de namoro, mas acho que servem pra fingir um casamento — Ele mostrou a própria mão e você sorriu desacreditada, boquiaberta com todo o empenho que Donghyuck estava colocando sobre toda aquela farsa, ainda que o simples encostar de peles tenha feito seu coração disparar um bocado dentro do peito.
— Você pensou em tudo mesmo, né?
— Eu não brinco em serviço, princesa — Ele piscou ao passo que abria a porta do carro esportivo para você entrar, e você revirou os olhos para evitar fazer o sorriso crescer no seu rosto.
Felizmente, o prédio em que o evento se sucederia não ficava estupidamente longe da sua casa, então o Lee segurou sua mão novamente apenas vinte minutos depois, era evidente que vocês dois estavam envergonhados, fingindo intimidade um com o outro quando mal se falavam no escritório, mas Haechan sentia-se fissurado pelo seu perfume de rosas frescas e você não podia negar gostar da mão maior envolvendo a sua pequena. E mesmo no elevador, programado para o terraço onde aconteceria a festa, vocês não conseguiam evitar sorrir um para o outro.
— Tá. Jogo rápido. Onde a gente se conheceu? — Você questionou, tentando fazer Donghyuck se recordar de todo o roteiro que vocês inventaram no caminho até alí, ele fingiu refletir enquanto capturava duas champanhes das bandejas que não cessavam de passar entre vocês. Seu olhar recaiu para o pomo de Adão dele de forma involuntária quando Haechan fez questão de afrouxar a gravata, essa que no momento você sentia uma vontade insana de desatar.
— No escritório. A gente demorou pra ficar junto porque você é uma enrolona — Ele esboçou um sorrisinho de canto que era pura canalhice. Você correspondeu com um tapinha fraco no seu peitoral — Tá, a gente demorou pra ficar junto porque não achávamos apropriado nos envolvermos romanticamente trabalhando no mesmo setor. Mas, com a minha persuasão e persistência, eu consegui te convencer.
— A gente é casado há um ano e eu quero uma menininha — Aquilo com certeza não estava nos planos do roteiro de vocês, mas mesmo assim você se aproximou do corpo do Lee com um sorriso estampado no rosto quase isento de maquiagem dado o tempo mínimo que você teve para se aprontar. Haechan tombou docemente a cabeça para o lado ao complementar — E você quer um menininho. O que significa que ou a gente se esforça pra valer pra conceber gêmeos ou a gente se contenta com o resultado e encomendamos outro logo em seguida.
Donghyuck tinha um brilho na pele e no olhar que te fazia sentir um tanto quanto nauseada e extasiada, poderia olhá-lo por horas, dias, semanas, meses e anos e jamais se cansaria de conectar suas pintinhas como num jogo ponto a ponto, você até percebeu distraída com toda beleza que de dele emanava, que o desenho que as suas pintinhas formavam se parecia e muito com a constelação de Pégaso incompleta.
— É isso que a gente tá tentando agora?
— É claro. É por isso que a gente se atrasou. Porque não consigo tirar minhas mãos de você.
Você bebericou sua taça de champanhe, sem reação alguma diante a falta dele, no entanto internamente todo seu ser se agitava, até suas mãos suavam um bocado de nervosismo, mas você ficou com medo de secá-las no vestido novinho e acabar estragando o tecido, então se limitou a fingir plenitude diante do homem gostoso de smoking parado bem a sua frente.
— Ah, então são vocês os representantes da NeoCosmetics? — Provavelmente sua alma escapou do seu corpo quando a mão de Donghyuck pousou tranquilamente nas suas costas, nuas devido ao decote do vestido que você havia escolhido, o que te fez pensar que ele provavelmente sentiu sua pele arrepiar com a palma da mão, a lateral do seu corpo colidia com a dele e mesmo que você estivesse com todas as suas forças tentando prestar atenção no diálogo entre seu esposo apaixonado e o cliente tão esperado da empresa de vocês, você não fazia ideia de quais eram as palavras pronunciadas, focando nos lábios de Haechan não para leitura labial, e sim para afirmar consigo mesma sobre o quanto os benditos pareciam ser macios.
— Isso é com a minha talentosa esposa. Acho que vocês deveriam conversar sobre — Você voltou para si com a palavra esposa, se concentrando no questionamento do cliente e fazendo o possível para respondê-lo da forma mais agradável que encontrou, felizmente o homem na casa dos cinquenta anos era extremamente simpático e interessado tanto no seu trabalho quanto no trabalho de Haechan, que te roubava a sanidade vez ou outra que queria mostrar seu status de relacionamento com um beijinho inocente no seu ombro no meio da conversa ou um apertão súbito na sua cintura que ele achava que passaria imperceptível. Com certeza, sua linguagem do amor era do toque e você não reclamaria de maneira alguma disso.
Quando finalmente, com a união dos seus poderes, vocês conseguiriam adicionar o cliente na lista de investidores para uma linha especial que a empresa estava pensando em fundar, Haechan te arrastou até a pista de dança enquanto um cantor cantava uma versão de alguma música romântica famosa num violão, o ar frio da noite tocava os seus braços, mas não te deixava com frio e nem nada, considerando a pessoa que te abraçava com familiaridade, como se já tivessem balançado os corpos em sincronia daquele jeito muitas outras vezes.
Você sorria sem motivo aparente, podia ser pela bebida ingerida que começava a agir no seu interior só agora, ou podia ser também porque em muito tempo você não tinha uma noite como aquela, com alguém atraente e com conversa fácil que nem Haechan ao seu lado, talvez fosse a mistura de todas aquelas coisas, você não estava preocupada em desvendar esse mistério, só estava a fim de observar aquela pele dourada e a constelação que havia descoberto sem querer e que nomeara como “Haechan”.
— Por que você tá sorrindo assim, hien? Não quer me contar o que é tão engraçado assim? — Ele questionou baixinho, uma mecha de cabelo caindo suavemente no seu rosto esculpido por algum Deus grego, Apolo, talvez?
— Você é estupidamente atraente. A sua pele parece mel, e eu sei que existe todo um cálculo matemático de simetria pra definir um rosto perfeito, mas eu não preciso de nenhum desses parâmetros quando olho pra você — Donghyuck esbanjou um sorriso, achando adorável a forma que você encontrou para elogiá-lo e unindo um pouco mais seu corpo de encontro ao dele. Você queria arrancar os cabelos, porque ele não precisava fazer muita coisa para te deixar gamadinha, só o ato dele exibir aquele sorriso orgulhoso bastava.
— Você tá bêbada? Porque eu te proíbo de se arrepender de me dizer essas coisas quando ficar sóbria novamente — Haechan ergueu as sobrancelhas, testando o território em que vocês se encontravam. Você sabia que não estava bêbada, falara tudo aquilo com consciência porque não aguentava mais guardar todos aqueles fatos para si mesma — Ah, e eu achei que você não me achasse atraente, levando em conta aquela sua mensagem que foi parar acidentalmente no chat público.
Você gemeu baixinho, sussurrou um palavrão e tentou esconder o rosto de Donghyuck, mas isso foi em vão, então você só sorriu sem graça.
— Aquilo foi sem querer e eu não podia admitir pra uma colega de trabalho que te achava gostoso.
— Ah, é?
— Seria a maior fofoca, imagina o que diriam agora que tudo que consigo pensar é em desatar o nó dessa sua gravata e me auto declarar senhora Lee.
— Continua — Haechan pediu com cautela, envolvendo sua nuca com a mão e aproximando os lábios dos seus de propósito, só para te ver ansiando pela colisão um pouquinho.
— Você é coreano, né? Alguma coisa contra se casar com uma estrangeira? Porque eu quero muito me casar com você.
Donghyuck não suportou mais e uniu os lábios nos seus, te beijando lentamente e sem pressa, invadindo com a língua e fazendo todo seu corpo entrar em combustão num tempo recorde de alguns segundos. Realmente, às vezes, só falar uma torrente de pensamentos desconexos te levava a lugares que você jamais imaginou.
— Esse prédio é um hotel, né? — Você questionou e Haechan se afastou um bocado do seu corpo para olhar nos seus olhos que muito provavelmente brilhavam incandescentes. O Lee anuiu com a cabeça ao mesmo tempo que acariciava sua bochecha tal qual um marido encantador.
— Quer que eu reserve uma suíte pra gente, minha futura esposa?
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jaemskitty · 7 months
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Agora Hills — N.JM & you
wc: corruption kink | sexo violento | leitora virgem | muitos "inhos" e "inhas" | age gap (dentro da lei) | dilf!jaemin | virgin kink (?) | size kink (too much) | dumbfication | deve ter mais coisas, porém é isso :D
gênero: smut e somente smut
n/a: olá, tudo bem? é basicamente minha estreia aqui depois de muito tempo, então minha escrita tá, no mínimo, enferrujada então peço perdão antes de tudo por tudo e qualquer coisa :) <3 bjocas e boa leitura. NÃO DEIXE DE LER OS AVISOS!
Na Jaemin. O que falar sobre Na Jaemin? Bom, desde que entendia-se por gente ouvia esse nome e via esse homem pelos corredores de sua grande casa. Era o melhor amigo do seu pai e você cresceu os ouvindo falar sobre negócios e negociações. Cresceu os vendo viajar juntos para cada lugar dos quatro cantos desse mundo em busca de algo como..Fechar contratos? Não sabia muito bem, nunca dava a mínima na verdade.
O que sabia era que aquele homem sempre roubava seu pai, Lee Jeno, de pertinho de você. Poxa, ficava tão tristinha...Seu pai sempre tão ausente, sempre um "depois eu vejo, minha princesa" para todas as suas cartinhas feitas a mão na escolinha. Suspirava e saía para chorar até a pontinha do nariz ficar avermelhada de tanto fungar.
Só queria atenção.
Todavia fora crescendo e Jaemin continuava ali. Alguma coisa mudou. Mudou porque seu pai sempre foi acostumado a lhe corresponder de longe, mas Na Jaemin parecia sempre corresponder de perto. Ele parecia sempre por perto, sempre nos momentos certos, nas horas certas...Era tão suspeito, mas você era tão bobinha.
Bobinha. Era isso que talvez chamasse atenção do homem. Na verdade era sim, Jaemin já havia assumido a si mesmo o desvio de caráter que tinha ao desejar cegamente a filhinha de seu melhor amigo. Só não aceitava, mas você era tão linda, tão dócil e ultimamente vinha o buscando mais do que o que costumava. Jaemin também não ficava impune nessa, sempre se martirizava ao te buscar pra qualquer pretexto que fosse, só pra te ver toda lindinha em seu quarto cor de rosa. E você ficava linda nesses tons. Queria perdidamente te arruinar.
Ele queria tanto manchar esses tons de rosa bebe.
Você também não entendia nem um pouco essa necessidade que sentia da aprovação de Na Jaemin, não entendia o porque de seu corpinho pedir a presença dele 24/7 nem que fosse pra um mínimo sorriso ou boa noite sussurrado quando você passava por ele e seu pai na sala de estar, pronta e vestidinha para encontrar suas amigas de cursinho.
Na verdade não entendia nadinha sobre o que seu corpo sentia com um mísero olhar do homem mais velho sobre seu corpinho vestido e enfeitado de laços cintilantes. Era um frio que vinha da espinha e esbarrava entre suas perninhas. Corava porque desconhecia.
As vezes chegava a suspirar.
Nossa, era um sentimento tão ruinzinho quando alguma de suas amigas atrevidas perguntava mais sobre aquele homem tomando uísque na sala de sua casa ao lado de seu pai.
Como acontecia exatamente agora.
— O que vocês acham que eles estão conversando? parece tãao chato, mas ele é tão atraente...não acha, ____?
Era Yeri quem falava pelos cotovelos e você sem perceber já tava' carrancuda, respirando fundo com o queixo descasando contra a palma da mãozinha cheirando a hidratante de morangos.
— Eles estão sempre falando das mesmas coisas...E ele é um chato. — você falou baixinho, revirando os olhos e virando o rostinho em direção a grande janela de vidro que exibia a perfeita visão de seu pai e Jaemin naquela enorme sala com iluminação amarelada.
Seu corpo quase tiltou quando os olhos ambíguos do homem encontraram os seus tão rasos e indefesos. Não soube como sair daquele looping, somente quando Dahyun a cotucou.
— Meu Deus, ele tá olhando! Será que percebeu a nossa conversa? — ela parecia muito eufórica e antes que você desviasse assustada viu o Na sorrir lentamente, sacana demais enquanto levava o copo de uísque aos lábios bonitos.
Sua barriga deu um nó. Um nó gostoso. Aquela porra daquela sensação deliciosamente desesperadora.
O que poderia fazer a respeito? Não sabia, vivia aquele drama diariamente. Aquela maldita sensação melecada entre as perninhas e era sempre um alívio – ou quase – quando esfregava elas uma na outra em sua cama quentinha durante a madrugada.
E se perguntou de repente em pensamentos se o Na sentia a mesma coisa, ou se estava ficando maluca... Coisa assim. Ele nunca perceberia uma pirralha como você, mas e se talvez perguntasse? Não era uma má ideia, era? Inferno, você era tão ingênua.
Yeri estalou os dedos na frente de seu rosto e você então acordou do transe novamente, aflita sorriu para a amiga e viu que talvez já não estivesse bem para estar naquela grande varanda a noite com suas amigas.
— Alô? Amiga, tá' tudo bem? Tipo, seu pai acabou de sair daqui às pressas e você nem notou...— Yeri relatou apontando para a Ferrari de seu pai que já fazia toda a manobra para sair daquele grande terreno de sua casa.
— T-tá tudo bem, sim... Meninas, eu vou precisar entrar...P-preciso fazer algumas coisas do meu trabalho individual do curso...— não havia desculpa melhor naquele instante, sua cabeça estava um pouco sobrecarregada. Seu corpinho tava' sobrecarregado.
.
— Onde ele foi? – no fundo você sabia bem onde Lee Jeno havia ido e com toda certeza era algum caso, como de costume. Lembra-se bem do dia em que sua mamãe a deixou por conta disso e ela não pensou duas vezes e sequer olhou para trás. Sentia-se tão sozinha.
O Na então deixou o copo de vidro sobre a mesinha de centro onde também havia muito material de trabalho, papeladas e tudo mais. Por trás do grande sofá você o olhou nos olhos, aqueles olhos intensos e preguiçosos. Aquela sensação toda correndo por cada lugarzinho do seu corpo. Apertou o estofado entre os dedinhos e esperou uma resposta, mas tudo o que recebeu fora o homem mais velho batendo de levinho ao seu lado no sofá. Você travou tentando saber se era realmente aquilo que havia entendido, pois poucas as vezes havia estado tão pertinho dele.
Mordeu o lábio e esperou uma confirmação, essa que veio até mais rápido que o esperado.
— Vem aqui, lindinha, vem... Senta aqui, eu não mordo, você sabe... — havia algo sobre aquilo que não te cheirava bem e talvez fosse a maneira que entre suas perninhas latejava ou como sua nuca arrepiou, mas resolveu ignorar e caminhar quase que receosamente até onde o Na indicou.
A voz dele lhe atormentava noites a fio. Tudo sobre ele. Tudo sobre ele pairava na sua cabecinha de uma forma que talvez já fosse o estopim.
Engoliu em seco e sentou-se ao lado dele. Os pezinhos com meias soquete estavam no ar devido ao seu minúsculo tamanho e percebeu isso porque se sentiu tão reduta ao lado dele, principalmente quando ele te mirou. O cheiro dele te deixou um pouco tonta, então encostou-se no assento fofinho com aqueles olhinhos de boneca brilhantes em direção ao mesmo. Aquele homem ficaria louco e no laudo estaria escrito seu belo nome.
E não, não era somente você...Jaemin só queria te por no colo e foder cada cantinho do seu corpo jovial. Sua aura virginal o enlouquecia e ele tinha certeza que ver você corada e choramingando entre gemidos seria demais para ele.
Mordeu a boquinha coberta de gloss de cerejas e mirou o rosto do homem ao seu lado, balançando as perninhas você suspirou lentinho descendo por toda a feição rígida de Jaemin...Desde aquelas sobrancelhas harmoniosas até o pomo-de-adão ressaltado.
— Onde está o papai...? — sua voz era baixinha, quase lacrimando e não sabia se de tesão ou de carência. Talvez ambos. Queria tanto saber que sabor teria a boca daquele a sua frente e ficou como uma pimenta, avermelhada, somente em cogitar selar os lábios do melhor amigo de seu pai, então teve que – por impulso – desviar rapidamente, mirando as próprias coxas sob a sainha plissada e reparando o quão prensadas elas pareciam.
Jaemin percebera, ele sabia... Ele sabia de absolutamente tudo. Ele sempre soube, pois você era burrinha, era burrinha e descuidada...Sempre mordendo os lábios ou com aquelas perninhas esfregando uma na outra e ele se perguntou qual sabor seu melzinho teria. Puta merda, ele jurou que poderia ficar louco. Sua mente era seu maior martírio e ele estava pertinho de pedir arrego como um covarde. Ou não, veja bem...ele tentou por tanto tempo.
Jaemin era um homem podre por te querer tanto assim? Por querer te fazer choramingar enquanto acostuma como seu pau grosso indo tão fundo? Por Deus, ele só queria te ouvir implorar para ter calma. Fechou o punho e passou a mão desde o rosto até os cabelos, cansado ele afrouxou a gravata e isso não passou despercebido sob seus olhinhos.
A tensão era palpável e qualquer um perceberia a metros de distância.
— Seu pai precisou sair e bom, como sempre somos eu e você, pirralha.
A voz rouca lhe fez apertar ainda mais as coxas miúdas e ele assistia tudo se perguntando até onde iria sua conduta e de como Jeno repetiu inúmeras vezes um "cuida da minha menina"...Pois bem, ele cuidaria muito bem.
Engoliu porque já esperava aquela resposta, mas não esperava o que viria a seguir dela;
— Vamos dar uma volta? Comer alguma coisa, hm? — ele sugeriu tirando alguns fios de cabelo de cima do seu gloss, pondo atrás de sua delicada orelha. Seu coração parecia que iria explodir dentro do peito e seus olhinhos miraram aquele cuidado.
— Eu e você, senhor Na? — ele sorriu tão próximo ouvindo aquilo sair de sua boquinha.
— Você e eu. — ele assentiu devagar quase bêbado.
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Eram por volta das duas da manhã e você estava dentro do carro importado de Na Jaemin em um rumo que sequer conhecia. Ele era bonito em absolutamente tudo o que fazia, mas dirigindo havia lhe feito quase explodir com aquelas sensações conflitantes. Algo sobre a madrugada ao lado de Na Jaemin enquanto comia seu fast food no banco do carona.
Era folgada apesar de tudo, folgada e abusada e provocava aquele homem de formas indiretas, quase inocente. Jaemin tinha a paciência de um monge e já poderia subir aos céus somente pela sua resistência dos deuses aquele corpinho jovial que pedia uma surra de pica. Ele estava por um fio e suas perninhas jogadas ali na visão do homem enquanto seus pezinhos ainda de meias descansavam preguiçosos sobre o painel de seu carro não ajudava tanto assim em sua sanidade.
Porra, quem ele queria enganar? Valia a pena perder Jeno e sua amizade de longa data a troco de comer sua filha? Valia.
As ruas estavam calmas, os sinais vermelhos eram ultrapassados e você sorria encantada por isso pois, talvez, aquilo fosse a coisa mais ilegal que já havia feito em 19 anos de sua vida. Seu centro não parava de latejar um instante, nem o frio daquela noite era o suficiente para a quentura que sentia perto de Na Jaemin.
— Senhor Na? — sussurrou audível e balançou uma perninha para lá e para cá sem se importar se estava de saia ou não pois seu corpinho pedia e te guiava aquele comportamento devasso perto do homem.
Era inexplicável e ele percebia isso.
— uh? — ele perguntou em um grunhido, observando a rua com aquela camisa meio aberta no peitoral marcado e você quase esquecera o que queria perguntar.
— Senhora Na, o senhor já é bem vivido, não é? — perguntou docilmente ingênua e aquilo deixou o homem em um estado sorridente e quase em êxtase.
Sua ingenuidade o deixava de pau duro, era essa a verdade. Duro. Duro pra caralho. pronto para afundar e fazer um estrago em seu pequeno corpo e ele se perguntava se você aguentaria aquilo tudo. Era perversa, a mente de Na Jaemin era perversa.
Ele apenas assentiu ainda guiando o carro pelas avenidas de Agora Hills na maior tranquilidade do mundo – pelo menos por fora.
— E-eu tenho uma dúvida e...Bom, eu não tenho ninguém...— e percebeu que era mais solitária do que imaginava.
Então ele te olhou depois de tanto evitar e não podia mentir para si mesmo que você daquele jeito tão exposto não tava' o deixando quase de bolas azuis. Por qual razão tinha que parecer tão errado? Ele era mais velho, bem mais velho mas e daí?
— Pode falar, pirralha...o Nana pode tentar te ajudar, você sabe que sim...
E não haveria outro momento ou outra forma. Era algo normal, não era? Seu tesão fodido por aquele homem.
— Nana, o que é-... bom... eu não sei, sinto algo estranho quando t-tô com o senhor e-...
O homem freou calmamente, mas por dentro ele estava em uma euforia inexplicável.
— Estranho? — e você assentiu. — Estranho como, lindinha? Diz pro nana o que você sente e como sente, diz...
Você ainda segurava o milkshake mas não consumia, fechou então as perninhas e pressionou o quando pôde buscando alívio pra aquela sensação que só piorava. Os olhinhos aguados mirou o homem mais velho ao seu lado. Jaemin observando tudo tocou ali, tocou sua coxa de forma cínica, te encorajando.
— Formigando... As vezes lateja e eu não sei como fazer isso passar, Nana! entre as minhas perninhas... e todas as noites eu sinto isso... então eu fecho elas e procuro algum alívio...alguma coisa...q-qualquer coisa, senhor n-na... — apertou o milshake nas mãozinhas bem cuidadas e mirou a rua vazia. Seu peito subia e descia tão rudemente e não sabia como controlar, mas também não havia tanto pudor afinal era um universo de coisas sujas que não conhecia nem a pontinha do iceberg.
Jaemin mirou-te devagar, perspicaz pois cada passo a seguir poderia ser incerto, porque no fundo no fundo Jaemin não era um completo filho da puta, ele sabia que aquilo não era moralmente correto apesar de sua maioridade. Meu deus, você era apenas uma boneca. Uma bonequinha...E ele estava duro. Engoliu em seco e em um silencio torturante guiou o carro outra vez, em uma velocidade absurda.
Sua adrenalina estava a mil e se perguntava se havia sido uma boa ideia ter exposto aquilo, por mais curiosa que fosse poderia ter guardado um pouco mais para si. Algo sobre a expressão rigidamente seria do Na te deixava apreensiva, apreensiva e ainda mais meladinha ali. Ele estava indo de volta a sua casa, conhecia o caminho.
— S-senhor Na...fala alguma coisa, e-eu...— procurou formular alguma coisa, e quando ele fizera a curva para sua residência tocou sua perna novamente, então a diferença de tamanhos ficou mais aparente e aquelas coisas crescendo cada vez mais dentro de si.
Jaemin mirou suas coxas macias e pensou o quão sua mão poderia marcar aquela pele bonita, doce e virgem. Seu cacete marcava na calça social e você percebeu, corada pelas inumeras sensações se perguntou o que estava acontecendo. O que em si havia o deixado daquela maneira.
Doía tanto nele quanto doía em você?
O milkshake havia perdido o sabor, a noite parecia ainda mais fria tendo em consideração seu corpinho febril e só queria que aquela tortura passasse. Queria respostas. Queria resoluções. Queria Na Jaemin. Queria beijá-lo e...queria tantas coisas que seu corpinho pedia. Queria atar um nó aquele homem. Queria expor a cada amiga sua o quão aquele homem poderia ser seu. Chegava a suspirar...
E Na Jaemin queria você, porra como ele queria...
Queria exibir você tanto quanto você queria.
A boneca dele. A bonequinha de Na Jaemin.
E ele iria. Foda-se, ele iria.
Jaemin estacionou o carro em um solavanco e você segurou-se o mirando curiosamente amedrontada. Antes que pudesse questionar ele havia saído e dado a volta, estourando a camisa nos antebraços abriu a porta do passageiro te puxando pelo bracinho deixando ali a primeira marca do dia. Praticamente te arrastou para dentro de casa e seu corpo arrepiava incompreendida se de frio ou...por aquilo. Não relutou, apenas balbuciou algumas coisas que nem você mesma estava ouvindo. Tinha o irritado? Por qual motivo aquilo te excitava tanto?
Ele era tão forte. Só deu por si quando Jaemin subiu as escadas até o seu quarto onde a fez sentar-se na cama e sentir-se tão miúda diante de tanta fúria.
Daquela posição poderia ver todo o corpo forte do Na, e meu Deus ele era perfeito. O peitoral marcado em uma formosa harmonia com seus braços enormes que chegava a apertar o tecido da camisa social... Os antebraços a mostra e as veias correndo até suas mãos e logo ali embaixo a calça preta marcava o pau grande e fodidamente duro.
Se pegou suspirando alto e os olhinhos presos ali naquela protuberância; esfregou as coxas e então mirou o homem nos olhos novamente. Tão linda, você era tão linda, tão miúda, tão perfeita...Jaemin iria acabar com você e sentia dó.
— Mostra pra' mim como você se alivia, mostra...— ele então ditou rouco, a voz embebida de tesão. Os dedos foram até a própria camisa, abrindo com uma pressa controlada. — Mostra pro Nana, boneca...
Você engoliu o que parecia espinhos e corada prensou as coxas uma na outra, esfregando devagar e precisa enquanto suspirava e mirava o homem ali em pé lhe observando quebrar, derreter, despedaçar a olho nu. Totalmente exposta e por mais que não conhecesse nada do universo adulto sentia que aquilo era humilhante, no mínimo, mas a deixava mais molhada, a deixava mais afoita por um atrito que fosse na sua bucetinha pois somente suas coxas esfregando não era mais suficiente.
Mordeu o lábio e faltou soluçar, os olhinhos já formando lágrimas prazerosas e de puro desespero. Jaemin franziu o cenho ao abrir a camisa inteira, nunca tirando os olhos dos seus. Nunca deixando de reparar em como você era burrinha e não conhecia o próprio corpinho. Ele sentiu dó de imaginar como você se aliviava, porque àquilo não parecia surtir efeito algum.
Você esfregava e esfregava, apertava e apertava. os pezinhos roçando devido ao atrito e aquelas malditas meias ainda estavam ali. Jaemin viu a primeira lágrima escorrer de seus lindos olhinhos quando ele tocou a fivela do cinto e desfez. Segurou um próprio grunhido e apertou o cacete entre os dedos ao te ver desesperada.
Desespero era sim uma boa palavra.
— N-nana...! — suplicou baixinho e o soluço finalmente saiu. se você estava devastada com absolutamente nada, quem dirá quando ele te tocasse de verdade. — N-nana me a-ajuda...e-eu... meu D-deus...Nana faz i-isso passar...
Era muito tesão para alguém tão compacta. Ele sorriu maldoso te vendo desmoronar e sentiu que precisava de mais...
— É assim que se alivia pensando em mim? — você apenas assentiu e ele já estava com a calça social aberta.
Jaemin não era macio e infelizmente não era agora que iria ser. Ele tinha um carinho especial por ti, talvez até amasse, mas a sua imundicie sobressaia afinal ele fantasiava sobre como te destruir seria prazeroso. Porra, como ele sonhava...e estava literalmente acontecendo.
Sua bucetinha estava tão molhadinha e bem no seu ventre uma contração gostosinha acontecia e então você tocou ali. Nada passava despercebido por Jaemin, seu olhar preguiçoso era perspicaz e matador.
— Porra, você é tão linda, boneca... — a mão do Na tocou sua bochecha e foi quase instintivo virar o rostinho e deixar um beijinho ali, fechando os olhinhos sentiu o cheiro das mãos masculinas, o mirando após sair de sua viagem pessoal.
— Sou a sua boneca, nana? — sua vozinha estava mais manhosa que o normal.
— Sim...uma boneca...linda...perfeita para mim. Vai pra' pertinho das suas pelúcias e deita, hm?
Devagar seu corpinho mexeu-se até ali, associando lentamente cada informação. Deitou a cabeça contra um dos seus grandes ursinhos, sentindo o cheirinho de baunilha das próprias coisas.
Seu quarto era enfeitado em tons pasteis e aquilo estranhamente enlouquecia o homem que agora subia também em sua cama. Aquele contraste imoral estava deixando ambos fora de si, ainda mais quando ele abriu suas perninhas e ficou ali ajoelhado entre estas, suspirando pesado e apertando suas carnes nos dedos grandes e bonitos.
Você era menor ainda quando ele se sobressaia dessa forma, totalmente palpável e nada era dificuldade para Jaemin em seu corpinho.
— Eu vou arruinar você...
— h-hm? — questinou e sentiu a palma da mão quente de Jaemin bem em seu pescoço, bem como um aviso e seu coração errou uma batida.
— Quieta. Shhh...— avisou mirando você tão de perto e aquilo te arrepiou, só nao mais que o beijo que ele lhe dera em seguida.
Puta que pariu, ele realmente havia te beijado.
Jaemin suspirou alto ao te ouviu grunhir tentando acompanhar aquele ósculo. Era tudo completamente novo e tão bom. A língua daquele homem fazia sua bucetinha latejar e seus choramingos a deixava com a passagem totalmente livre para ele te engolir e foder sua boquinha com a língua.
— Cadela...! — Jaemin rosnou contra sua boca e chupou sua linguinha antes mesmo que contestasse, rasgando com facilidade sua blusinha de cetim caro.
O tecido rosa rasgando a assustou, mas foi tão bom quanto aquele xingamento.
A mão do homem saiu de seu pescocinho até sua nuca e a guiou outra vez em mais um beijo molhado, descendo desde seu pequeno lábio até seu colo quente e exposto.
A boca de Jaemin era quente como lava e sentir ele próximo de seus peitinhos estava a deixando ansiosa.
— S-senhor N-na...! — a voz dengosa fez o pau do homem pulsar e uma das mãos agarrar seu peitinho direito com fúria quase machucando, mas era exatamente isso que ele queria.
Não respondera, apenas a olhou e iniciou uma sucção em seu biquinho endurecido. O homem estava nos céus tanto quanto você. Sua boca abriu-se em um gemido perdido e Jaemin poderia jurar que era o paraíso, um combo simplesmente perfeito de mamar em seus peitinhos e te ver suplicando por isso. Seus dedinhos subindo nos cabelos da nuca do homem mais velho ali, quase cobrindo seu corpinho inteiro com o próprio.
— p-por favor...por favor...— Pediu com todo seu ser por mais porque ao mesmo tempo que atiçava seu centro aquilo curava. Era a primeira vez na vida que sentia algo verdadeiro.
Abriu-se de fato como uma cadela, abrigando aquele homem ali sentindo-o chupar seus biquinhos como se não já estivessem sensibilizados demais, como se não estivessem vermelhinhos e pontudinhos demais. Jaemin não queria parar por nada nesse mundo, então simultaneamente tocou sua pequena buceta coberta pela calcinha de algodão e porra, estava encharcada, pingando... Ele mordeu devagarinho seu biquinho esquerdo para descontar aquela ansiedade nivelada em luxúria e seu gemidinho o destruiu.
E seus olhos encontram-se.
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Seus peitinhos estavam destruídos e sua calcinha já havia sido rasgada da mesma forma que sua blusinha. Agora tudo o que tinha em seu corpinho eram suas meias e a mini-saia plissada.
Jaemin segurava o pau pesado entre os dedos e bombeava toda aquela pré-porra entre os dedos. Grunhiu mirando a sua entradinha rosada e melecada completamente exposta para ele e exclusivamente dele.
O homem rosnou esfregando com força contra seu botãozinho, misturando a pré-porra ao seu melzinho. O nervosismo fazia um mix com sua vontade intensa daquilo e resultava em sua bucetinha praticamente jorrando.
— N-nana...— pediu baixinho mordendo o dedinho, chamando por aquele homem que esfregava o cacete em você com toda sua vontade.
Ele era tão lindo e aquilo parecia surreal. Queria que o mundo inteiro soubesse que estava prestes a ser dele. Queria se gabar. Sentia-se de fato a boneca de Na Jaemin.
Se seu pai sonhasse ao menos com isso...Porra, como Jaemin era sujo. Imundo. Perverso.
E você amava isso mais que tudo.
Arreganhada ali você se perguntou se aquilo tudo caberia dentro de si, tendo em vista que estava tao sensibilizada pelo orgasmo que o na havia lhe dado com os dedos. porra, ele ia tão fundo e te fazia abrir-se inteira so com aqueles olhos.
Olhava quietinha e hipnotizada para aquele pau...tão grande, grosso...melado e avermelhado... as veias saltavam e pulsavam. Jaemin parecia depender daquilo...os cabelos grudados na testa suada e gotas desciam por suas temporas.
Perfeito. Queria lamber ele inteiro, mas tudo o que conseguia era mira-lo como uma puta burra. Ofegante.
Jaemin sorriu sacana e dera uma primeira investida, sentindo sua entradinha tão fechada resistir expulsando-o, então voltou a esfregar.
— Porra...tão apertada...como vou fazer caber isso tudinho aqui dentro, hm? — ele era imundo e tinha uma boca imunda. Grunhiu manhosa também imaginando. Suadinha você chupou o próprio indicador o olhando com os olhinhos lacrimados. — Acabei de dedar essa bucetinha, boneca...sabe que o nana tem que entrar, não sabe?
Assentiu e ele forçou-se para dentro, rosnando grosseiro ao adentrar a cabecinha bem ali. Ele te ouviu choramingando e barrou sua tentativa de fechar as perninhas, segurando com as mãos ásperas.
— Nananinanao...onde tá' sua obediência? Abre as pernas.
— D-doi...Nana...
— Abre. as. pernas. — e ele te abriu como se fosse nada enquanto usava de sua voz profunda. Você soluçou e o viu posicionar-se perfeitamente para foder até mesmo sua alma. — Você me pediu e eu vou te ajudar...se oferece dentro do meu carro como uma vadia mimada e carente e agora simplesmente quer fechar essas perninhas lindas...
Segurou sua bochecha apenas pra te da um leve solavanco para o lado e socar os dedos fundo em sua garganta enquanto se força pra dentro do seu cantinho apertado e úmido. Grunhiu agarrando as pelúcias acima de sua cabeça ao sentir aquele homem lhe tirar totalmente a pureza de uma vez.
O tamanho de Jaemin inteiro entrando ali, esticando sua bucetinha a todo custo, fodendo seu espacinho e reivindicando o lugar dele. Jaemin gemia rouco a cada centímetro abrigado e naquela posição tão exposta só se deu conta de seu limite quando ele socou até o último centímetro e finalmente sentiu o colinho de seu útero. Cheia, completamente cheia. Franziu o cenho com os olhinhos cheios e a boca lotada dos dedos de Jaemin enquanto levava uma de suas mãos até o abdômen do homem tão próximo de si, o avisando que era demais para si.
Ele sorrira e tirou sem nenhum esforço, girando os quadris e suspirando de olhos fechados com seu interior quentinho quase o esmagando.
— Tão miúda...minha boneca, tão pequenina...agora não é mais uma mocinha...já era...agora é minha...minha cadelinha burra...olha o que você fez... — ele saiu lentamente e voltou com intensidade, arruinando seu interior dando adeus a sua virgindade. Você sentiu a lágrima descer num misto de sensações. Estava no céu e no inferno ao mesmo tempo. — fodendo com o melhor amigo do seu pai...dentro do seu quarto...pra onde vai a sua honra, hm? p-porra como aperta, bebezinha...
Ele grunhiu impulsionou o quadril novamente te moldando inteira. Se sentia cheia, completamente cheia de pau. perguntou-se como conseguiu leva-lo, porem sempre que ele batia lá percebia que ele era demais para si. Queria ser uma boa menina, queria levar tudo.
Te segurar quietinha enquanto os quadris fortes dele desciam a pancada contra os seus não era nada demais, você era mais que maleável e não era nada para aqueles braços enormes que te mantinham abertinha.
Revirou os olhinhos e não conseguia expor nada além de choramingos encobertos de suplicas incompreensíveis. Completamente burra. Jaemin socava e socava e socava com tanta vontade que se perdia completamente sem perceber a força usada, mas aquele homem sabia o que fazer.
Os cabelos suados e agora todo o peitoral bem como encoberto de arranhões. Jaemin rosnou e o manteve dentro te vendo soltar um gemido mudo, e ele sorriu puxando seu lábio numaa mordida.
— Tão bobinha...tão burrinha...apertada...uma bucetinha tão boa de destruir...eu já comi tantas mulheres na minha vida, ____...mas nenhuma delas tinha essa buceta de ninfeta gostosa que você tem...porra! — uma pancada relativamente forte teria a tirado do lugar se não fossem as mãos fortes do Na a mantendo ali.
E ele voltou com vontade, sentindo que não duraria tanto assim e você não estava diferente, porque a cabeça do pau de Jaemin atingia repetidamente seu lugarzinho alarmante naquela posição e queria por tudo sentir aquilo outra vez, ainda mais cheia daquele homem.
— N-nana...m-me destroi...por f-favor..— suplicou sem pensar segurando o rosto suado do homem e o viu ofegar, assistiu cada expressão prazerosa daquele canalha enquanto contraia contra a grossura do mesmo.
— a-ahn...n-nana...— chamava. suplicava. pedia...manhava.
Ele fechou os olhos enquanto movimentava o quadril e os sons cada vez mais melados indicava que ambos estavam próximos do que seria o fim. Jaemin era um homem resistente e sentiu sua bucetinha apertar, mostrando que estava gozando e todo seu corpinho tremelicou sob o dele. A sensibilidade á mil e seus gemidos finos e alarmantes enquanto ele perseguia o próprio fim.
Iria ser o bom filho da puta que era, iria encher seu útero. Iria inundar. Guardou aquela porra por tanto tempo pra sua menininha. Jaemin enterrou o rosto bem na curva de seu pescocinho e gemeu enquanto acelerou e com forca desmedida estocou sua bucetinha ardida.
Não aguentava mais, estava sensível. Era dolorido na mesma medida que era gostoso. Suas perninhas balançando e seu corpinho no mesmo ritmo agressivo daquele homem por cima de você. Sua bucetinha sofria toda a ira de Na Jaemin.
Merda, tantas noites ele fantasiou com isso...
— A-ah, caralho...! — ele clamou e você gritou manhosa quando ele bateu outra vez em seu colo, contraindo.
Cada vez mais bruto e seu corpo dava sinais de que talvez fosse demais.
— n-nana...! p-papai...! papai...— e aí foi o fim daquele pobre homem.
Ele enterrou-se em seu canalzinho e nem se importou em perceber que talvez machucasse, mas tinha percebido sua tendência a gostar daquilo. Jaemin deu a melhor esporrada de sua vida...gozou tanto que era possível sentir cada pulsada dele dentro de você. Gemeu longamente manhosa enquanto se apertava inteira naquela dorzinha gostosa que era te-lo inteiro enterrado dentro de si e teve seu terceiro orgasmo.
A respiração ofegante de ambos denunciava que aquilo havia sido bem mais que intenso...Estava como Jaemin prometeu que te deixaria; destruída.
n/f: sinta-se a vontade para comentar e críticas construtivas serão bem vindas nas minhas ask ou chat :)) qualquer comentário maldoso será ignorado e apagado. xoxo.
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lascitasdelashoras · 2 months
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Susan Sarandon
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viniciusgrcia · 1 year
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“Quando eu morrer, posso imaginar as palavras de carinho de quem me detesta. Algumas rádios tocarão minhas músicas sem cobrar jabá, colegas dirão que farei falta no mundo da música, quem sabe até deem meu nome para uma rua sem saída. Os fãs, esses sinceros, empunharão capas dos meus discos e entoarão "Ovelha negra", as tvs já devem ter na manga um resumo da minha trajetória para exibir no telejornal do dia e uma notinha no obituário de algumas revistas há de sair. Nas redes virtuais, alguns dirão: "Ué, pensei que a véia já tivesse morrido, kkk". Nenhum político se atreverá a comparecer ao meu velório, uma vez que nunca compareci ao palanque de nenhum deles e me levantaria do caixão para vaiá-los. Enquanto isso, estarei eu de alma presente no céu tocando minha autoharp e cantando para Deus: "Thank you Lord, finally sedated".
Epitáfio: Ela nunca foi um bom exemplo, mas era gente boa.”
Profecia (Rita Lee)
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hansolsticio · 3 months
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ᝰ.ᐟ lee donghyuck — "estúpido".
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— ficante ! haechan × leitora — gênero: smut, angst (tenho problemas) — conteúdo/avisos: relacionamento problemático, linguagem imprópria, o haechanie gosta de sofrer aparentemente, leitora confusa e meio tóxica, oral, masturbação, menção a penetração, hyuckie meio sub, choking, breeding kink (um tiquinho, eu tentei). — word count: 1723 — nota da autora: esse daqui levou mais tempo do que eu calculei, porque faltou inspiração (tesão) e agora eu inventei de colocar angst em tudo JURO QUE VOU PARAR
Vocês trocaram olhares pelo que pareceu ser a vigésima vez na noite. Hyuck era péssimo em esconder, olhava seu corpo sem disfarce algum, mantendo o sorrisinho pervertido no rosto. Lambia os lábios bonitos e esbarrava em você de propósito sempre que passava por perto.
Você já estava irritada. Lee Donghyuck era uma peste. Você sabia disso muito antes de começar a ficar com o homem, mas ainda se impressionava com o quão insuportável ele conseguia ser. Insuportável ao ponto de te convencer a transar com ele sempre que vocês se viam.
A situação entre vocês dois era complicada — para dizer o mínimo. Já ficavam faziam uns bons meses, num lance meio que "secreto". Hyuck já havia deixado bem claro que queria ser seu namorado, porém você tinha muitos problemas em se comprometer. Essa combinação resultava em muitas brigas, mas vocês nunca foram capazes de ficar sem o outro por muito tempo.
E não demorou nada. Quando se deu conta, você já puxava o homem para dentro do quarto de Jaemin — não esperava que ninguém percebesse, a bebida e a música alta sendo suficientes para manter todo mundo na parte de baixo da casa. Trancou a porta com pressa e virou-se para um Haechan satisfeito, que não fazia questão de dissimular o rostinho sapeca. A expressão do homem fez seu sangue ferver. Você o empurrou na cama atrás dele, fazendo-o sentar.
"Sentiu saudades de mim?", ele levantou os olhos, a expressão bonitinha não sendo suficiente para mascarar as intenções de Haechan.
"Por que você não vai se foder, hein, Donghyuck?", o tom era raivoso, do jeitinho que Hyuck gostava.
"Isso é jeito de falar comigo? Faz tanto tempo que a gente não se vê...", inclinou a cabeça para o lado, fazendo beicinho.
"E eu sinceramente gostaria que continuasse assim.", a honestidade nunca foi seu forte. Estava claro que você sentia falta do homem.
"Você que saiu me arrastando, garota. A culpa não é minha.", soltou um risinho sarcástico, ele estava fazendo um ótimo trabalho em acabar com a sua paciência.
"Ajudaria muito se você não ficasse agindo igual puta toda vez que me vê.", pontuou exasperada.
"Agindo igual o quê?", uma risada gostosa atingiu os seus ouvidos. "Você não aguenta me olhar sem querer dar 'pra mim e eu que tô agindo igual puta? Tem certeza disso?", disse com escárnio.
Sem hesitação, sua mão foi parar no cabelo dele, puxando o suficiente para forçá-lo a levantar a cabeça, te olhando de baixo. Você encarou o rosto do homem, esperando que sua posição de dominância fosse o suficiente para fazer com que ele parasse de te desafiar. Não adiantou. Hyuck mordeu os lábios, te dando um sorrisinho safado.
"Não testa minha paciência, Donghyuck. Ou eu juro que te deixo aqui sozinho...", ameaçou.
"Deixa então! Pode sair. Nós dois sabemos que você não consegue fazer isso, não é? Se eu me lembro bem você 'não queria mais ver minha cara'." — relembrou a última discussão de vocês — "Então por quê eu tô aqui agora, hm? Me diz.", cuspiu em tom de deboche, Hyuck guardava tanto ressentimento quanto você. "Você já deixou bem claro que não me quer, então por que não se afasta de mim?", repetiu a mesma pergunta que sempre fazia quando vocês discutiam.
Você soltou o cabelo dele, dando alguns passos para trás. Esfregou as mãos no rosto, suspirando profundamente. Seus sentimentos eram a coisa mais confusa do mundo, especialmente quando Haechan estava perto de você. Sentia-se derrotada, era incapaz de responder a pergunta.
"Hyuck, eu... esquece. Me desculpa.", você se virou para sair. O Lee se desesperou e levantou rapidamente, os braços envolvendo sua cintura com força e o rosto enfiado no seu pescoço.
"Não. Não vai, por favor. Me deixa cuidar de você, amor. Eu sinto sua falta...", o tom era suplicante. O apelidinho carinhoso — que Hyuck insistia em usar com você — e o corpo quente colado ao seu, sendo mais do que suficientes para te deixar fraca.
Donghyuck se sentia um grande idiota nesses momentos, vocês já estavam nesse "cabo de guerra" fazia tempo demais. Qualquer pessoa com o mínimo de bom senso já teria saído dessa situação. Mas ele te queria tanto, ao ponto de torná-lo estúpido. E se esse era o único jeito de te ter por perto, então que fosse.
"Não, Hyuck, você tá certo, tá bom? Eu tenho que te deixar em paz, tenho que me afastar.", a parte racional do seu cérebro tentava argumentar.
"Mas eu não quero que você se afaste. Eu preciso de você.", suplicou, deixando selares molhados na lateral do seu pescoço. "Por favor.", apertou seu corpo contra o dele e você sentiu a ereção evidente. "Me deixa encher essa bucetinha, amor. Eu sei que ela tá com saudades.", a voz manhosinha bem perto da sua orelha te fez arrepiar.
Ele virou seu corpo com calma, ainda temia que você quisesse ir embora. Beijou sua boca com carinho, já te puxando pra cama de Jaemin — que ficaria muito puto caso descobrisse. Você sequer notou quando se deitou na cama com o corpo de Hyuck fazendo pressão em cima do seu. Sentia as mãos geladinhas apertando suas coxas, te fazendo arfar.
"Vai dar 'pra mim, não vai?", roçou a ponta do nariz no seu, te olhando de pertinho. "Vai, amor? Só um pouquinho.", te deu um selinho demorado. Ele tinha plena consciência que o jeitinho dengoso dele era mais do que suficiente para te deixar molhada.
"Hyuck...", suspirou perto da boca quentinha.
"Vai sim. 'Cê não consegue ficar sem mim por muito tempo, linda. Só eu sei te comer direito, não é?", a língua correu lentamente pela lateral do seu pescoço. Você não precisava olhar para saber que o sorriso cafajeste adornava os lábios vermelhinhos. Não satisfeito, pressionou a coxa no meio das suas pernas, sorrindo ainda mais quando te sentiu rebolar contra ele. Te beijou com necessidade, ficando fraco com os gemidinhos que você soltava dentro da boca dele.
"Vou levantar esse vestidinho, tá bom?", pediu, deixando vários selinhos no seu rosto. Beijou seus seios por cima do tecido, as mãos ligeiras já subiam seu vestido e te ajudavam a tirar a calcinha. Hyuck te reposicionou na cama, deixando o rostinho bem no meio das suas pernas. Os olhos não saiam do seus, mesmo quando ele se abaixou para deixar um beijinho casto no seu pontinho. Usou as mãos para afastar suas pernas, te deixando abertinha para ele.
"Senti tanta falta do seu gosto, amor.", sugou sua entradinha, engolindo tudo o que conseguiu. A língua quentinha brincou com seu pontinho inchado. O homem sorriu quando sentiu suas mãos no cabelo dele, o empurrando para ficar mais perto. Te chupava de olhos fechados, grunhindo como se você fosse a coisa mais gostosa que ele já provou.
Os barulhos molhadinhos enchiam os seus ouvidos, fazendo seu rosto queimar. Hyuck era obsceno, sempre foi. Sujava o rosto bonitinho, esfregando-o por toda sua intimidade. Sentia líquido escorrendo por todos os lugares, inclusive no pau meladinho que ele fazia questão de roçar no colchão, gemendo manhosinho contra sua entradinha.
Você sentia seu corpo mole em cima da cama, se contorcia sem força alguma, fazendo o máximo para segurar os gemidos dentro da garganta. Levantava os quadris para rebolar contra o rosto de Haechan, sentindo a ponta do nariz dele estimular seu pontinho. Você puxava os cabelos macios, sentindo seu orgasmo chegar. Seus olhos apertados não foram capazes de ver os de Haechan fixados no seu rostinho, ele não perderia a oportunidade de te ver gozar. Hyuck sentiu o pau pulsar ao ver seu rostinho todo retorcido, suas coxas tremiam ao lado da cabeça dele e tentavam se fechar, mas as mãos dele te impediam. Continuou sugando seu buraquinho sensível, só parando quando sentiu você puxar o cabelo dele com força, fazendo-o subir. "Quer provar seu gostinho, amor?", sorriu bonito, te dando um beijo molhado logo em seguida.
Sua mão apertando o volume de surpresa foi o suficiente para Hyuck saber que você queria retribuir o "favor". Ele não te impede ao sentir sua mão finalmente o libertando das roupas apertadas. E quando você coloca a palma próxima ao rosto dele, simplesmente cospe ali sem questionar. Você envolve o membro quentinho com empenho, molhando bem. Olhou o Lee nos olhos, batendo uma para ele, bem lentinho.
"O que você quer que eu faça, Hyuckie?", sussurrou perto da boca dele.
"Quero que sente em mim.", o tom era dócil, ele conhecia o jogo que você queria jogar.
"E por que você não goza assim? Hm?", você sabia que não era suficiente. Roçou os lábios contra os dele, aumentando a velocidade. Hyuck gemia dengoso, estocava contra a sua mão, buscando mais estímulo. "Me responde, Donghyuck.", você usou a mão livre para puxar os cabelos fofinhos, sabia do que Hyuck gostava. Brincou com a glande meladinha, sentindo ele apertar sua cintura. "Só consegue gozar se for dentro de mim, Hyuckie? É?", sentiu o membro espasmando na sua mão.
"P-por favor, porra, por favor...", suplicou. O rostinho sofrido, com as sobrancelhas franzidas e a boquinha abertinha te deixavam mais molhada.
"Quer minha bucetinha, amor?", acentuou o apelido, sabendo bem o que ele fazia Haechan sentir.
"Sim, Ah! S-sim, por favor, amor.", a voz era patética, Hyuck estocava os quadris sem controle algum. O homem não conseguia controlar a boca, entoando sons manhosos, completamente desesperado.
"Tá gemendo igual putinha, Hyuckie.", riu de forma ácida, sentindo o pau pulsar na sua mão junto com o insulto. Você soltou as mechas macias e agora pressionava o pescoço lisinho. Se aproximou da orelha de Haechan. "Quer encher minha bucetinha de porra, amor? Hm? Me deixa cheinha, Hyuckie. 'Cê não me quer gravidinha de você, amorzinho?", brincou com o fetiche de Haechan, sabendo que era o suficiente para quebrá-lo.
"Q-quero! Amor, Ah!, por favor....", ele já soltava palavras desconexas, misturadas com gemidos do apelidinho carinhoso. Te puxou para um beijo necessitado, enquanto esporrava e estocava sua mão sem cessar. "Minha... só minha.", gemia fraco contra sua boca, ainda sentindo os efeitos do orgasmo.
"Deixa-", ele começou a falar.
"Eu tenho que ir.", você disse, já ficando de pé e arrumando o vestido. Não deu muita oportunidade para que ele falasse algo, já saindo do quarto apressada. E Haechan só te olhou sair, com mil palavras presas na garganta.
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markiefiles · 3 months
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— AUTORIDADE
fem reader x mark lee
avisos: professor!mark (de inglês), diálogos inglês, tensão sexual (?), dirty-talk, bigdick, uma menção a spit, professor de faculdade☝️, ambos maiores de idade apesar da idade não especificada.
notas: isso aqui foi um surto após eu escutar uns áudios do rum (um dos primeiros dele é ele sendo tutor de matemática) e pensei “ok… mark fala inglês… mark professor de inglês….” então tá aqui essa confusa pouca vergonha. btw inspirado também numa época onde eu tinha um crush no meu antigo prof de inglês, a última vez que falei com ele foi em 2023 depois de me formar (ele era tãooooo legal…). perdão pelo inglês porco gente ☝️
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Mesmo que nunca tenha conversado o bastante nas aulas avançadas de inglês, sua gramática era ótima, você era aplicada de um jeito irritantemente técnico.
O término das aulas era sempre um problema. Não porque depois de todo um estudo você teria que ir pra faculdade, mas sim porque, seu professor de inglês, Mark Lee, te deixava nervosa.
Ele era excepcionalmente didático, a pronúncia perfeita te deixava de pernas bambas; tinha o modo descontraído, como ele conversava com os alunos dos mais novos aos mais velhos, acompanhando o ritmo de todos, ele arrancava o inglês de qualquer um sem que percebessem. Era muito divertido ir para as aulas, a dinâmica te incentivava…
E o professor também.
Mais um final de aula, alguns alunos tiravam suas dúvidas, mas você esperava que o professor Mark prestasse atenção somente em ti. Talvez soasse menos humilhante, não gostava de toda essa atenção.
Você permaneceu sentada na cadeira, as pernas expostas roçando uma na outra, aguardando pacientemente os últimos dois colegas de turma saírem. A mente viajou um pouco, parecia desatenta.
Mark olhou pra você, deu um gole na garrafa d’água mas não desgrudou os olhos de ti, em silêncio veio ao teu encontro, perguntou “Algum problema, querida?” e você soltou um sorriso, desviou os olhos e achou fofo todo carinho… O seu quarto ano com ele.
— Sim. — você respondeu — Na verdade, tenho algumas dúvidas sobre a prova de admissão…
— Mesmo? Não acho que seja um problema pra você.
— Por que não seria?
— Apesar de não falar com o restante da sala, você é incrivelmente boa em gramática, suas notas são boas.
— Não sei… talvez eu precise de um incentivo, quero aprender a falar como você, Mark.
Vocês, mais uma vez, trocaram olhares, longos, talvez um tentando ler a mente do outro. Mark mostrou-se pensativo, suspirou, balançou a cabeça e valseou pela sala, trancando a porta. Um calor incômodo tomou conta do seu corpo, você prendeu o ar no peito, a barriga revirando.
— Quero que olhe nos meus olhos enquanto conversamos, certo? Quero respostas só em inglês.
— Claro, o que você quiser professor.
Sua resposta foi ambígua, um tom sexual que deixou-o enervado. Ele sentou-se ao seu lado, fez algumas perguntas e você respondeu-as de maneira muito direta, ainda que tivesse certa hesitação na sua voz.
Tudo em você, no seu comportamento pareceu satisfazê-lo.
Então você se levantou e caminhou pela sala o observou de longe, sentou na mesa dele e esse silêncio o indispôs. Mark te seguiu, parou de frente para você, as palmas dele nas laterais da mesa, fechando seu corpo no dele; o peito dele batendo contra o seu. Muita intimidade.
Um arrepio corroeu o sustento das tuas pernas, você quase gemeu ao sentir a tensão que se formava debaixo da sua saia, entre vocês dois.
“...You look like you’ve got something to say” Mark disse, sussurrando. Você fechou os olhos, revirou por baixo das pálpebras e soltou o ar quente pelos lábios, tocou a gravata dele suspensa no ar. Você pensou…
E repensou várias vezes.
“Want you to teach me how to dirty talk.”
Mark te observou, o brilho nos olhos dele demonstravam certo controle. Você sentia que estava prestes a tombar na mesa com a proximidade, seus lábios quase se tocando, o hálito roçando um no outro.
“Is that why you spend so’much time looking at me, pretty? Fantasizing about your professor?” Ele te perguntou e você pareceu muito confusa, entendeu exatamente o que Mark disse mas não respondeu. “You’re so fucking naughty, my dear.”
Aí, suas pernas prenderam a cintura dele, os dedos dele te tocaram e você gemeu, desfez muito rapidamente o nó da gravata, o beijou ansiosa e Mark retribuiu, com fome. Ele te deitou sobre a mesa, brincou com o elástico da sua calcinha e você soltou uma risada, murmurou “Porr—” mas foi interrompida.
Mark apertou suas bochechas, cuspiu na sua boca e te relembrou “English, sweetheart.” Você engoliu, obediente.
Você sentiu uma umidez na sua calcinha, amolecida, escorregou pela mesa e mudou sua posição, seu rosto em contato com a madeira, esfregando a bunda contra a ereção de Mark.
“Fuck… you have such a pretty ass, sweetie” você soltou mais um repuxar zombeteiro, Mark expôs sua bucetinha e voltou a te esbanjar elogios, com um dos dedos, provocou sua entrada traseira “Your pussy is dripping, babe… hmm bet you wanna me to fuck that juicy ass of yours too.”
“Mark… don't tease me, just… just— fuck me already.” Você choramingou, sentiu uma das mãos dele nos seus seios, explorando cada parte do seu corpo.
As palmas dele correram para seus lábios, te mantendo quieta, ele esbofeteou a pele da sua bunda, te impondo regras “No, sweetie. Repeat with me, professor Mark, I’m the authority here” e você moveu a cabeça, mordeu os lábios e afirmou “Oh— ‘kay professor Mark”.
Concentrado, Mark voltou a brincar com suas dobras, o tom cínico da risada te fez contrair levemente, ele rosnou, espancou seus lábios melados antes de forçar sua entradinha com o pênis dele, que, até então, você não tinha visto.
Você choramingou desesperada, a espessura deixando suas pernas tão trêmulas que Mark achou patético seus joelhos um contra o outro.
“You’re so cute, baby. That tight cunt of yours getting me soo well…” Você rebolou fortemente contra ele, sentiu os dedos perfurando a carne da sua bunda, precisava de mais “M’gonna be addicted to this pussy, right? Shit— Bet you can't even think straight right now, just love being destroyed by my huge cock, yeah?”
“Fuck, fuck, fuck—Yeah, yeah, P-Professor.”
“You’re so fucking cockdrunk, whore.”
Mark praticamente afundava sobre sua bucetinha, sentia suas paredes o esmagando sem que você notasse o aperto e umidez. Suas pernas já não aguentavam mais, ameaçando ceder, a porra e seu mel sujando o chão, espirrando contra a calça dele e sua pele. Vocês dois eram uma completa bagunça.
“Mark..!” Você exclamou, o orgasmo te deixando em um só fio de voz, a garganta seca. Mark sentiu seu canalzinho o apertar, ele praticamente enterrou o pau em ti, partindo seus lábios ao meio, completamente alucinado, vendo o entra e sai frenético, sem que houvesse pausas. Ele soltou um gemido áspero, imobilizou seu quadril e permaneceu dentro de ti, seu clitóris contorcendo sem ter sido tocado.
As têmporas estavam suadas, o cabelo preto desfeito junto com os botões da calça e camiseta. Mark te olhou e mais uma vez você pode ouvir aquela risadinha gostosa, malandra. Ele serpenteou os lábios até seu rosto, beijou sua boca e disse “Let me help you.”
Você aceitou quieta, a saia cobrindo parcialmente a visão das suas pernas arruinadas.
— Cadê minha… calcinha…?
Mark te olhou, o português alto e claro relembrando o antes da situação. Ele mostrou o pedaço de pano, guardou no bolso e você corou, gozadora..
— E papéis pra… sabe… me limpar?
— Que? Absolutamente não.
— Como assim?
— Você vai ficar com minha porra guardada aí, até chegar em casa, querida.
— Mark–
— Me deixe falar o restante — Ele se aproximou, ajeitou a gravata, colocou os fios para trás, como se nada tivesse acontecido.
— Sim.
— Se você passar na prova de admissão, eu fodo seu cuzinho.
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xuxuzinhoo · 3 months
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Pra tú não esquecer que tem dono - JENO
AVISOS: jeno! motoboy! × leitora • br!au • ambientação na favela mais especificamente na chatuba¡ complexo da penha¡ • conteúdo adulto • linguagem imprópria • leve degradação ● penetração vaginal ● tara por elogios ● relação ainda não estabelecida ●
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"eu não posso te oferecer dinheiro, mas já que sou rei na minha quebrada nega eu te ofereço o bairro inteiro."
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Lee Jeno ria com os amigos, jogando conversa fora com os colegas de trabalho na alta da madrugada. Estavam fazendo hora no ponto de moto táxi no pé do morro.
A graça dele acabou no momento que te olhou toda produzida provavelmente voltando da noitada.
Mini saia jeans e um top apertado nos seios pequenos. Usava um salto plataforma da melissa médio branco e no braço tinha uma bolsinha pequena da mesma cor.
"Tá sozinha essa hora por causa de que ?" - jeno aperta o passo em direção a subida da rua empurrando a moto com as mãos.
"Não te devo satisfação de nada euem. Se manca bofe." - finge que o motoqueiro não tava na sua cola, balança os cabelos e continua andando cheia de rebolado para sua casa.
-Tú tem que me dar satisfação sim, tá maluca? Voltando essa hora, desse jeito vão achar que tô levando chifre porra.
-Chifre de quê otário? A gente não tem nada não."
-Nada? Tú mama o meu pau e depois diz que não tem nada entre a gente? É assim agora? cuspindo no prato que comeu?
-É que eu tava com fome aquela época. - debocha com a cara do rapaz, mesmo sabendo que o neno te conhecia, ele sabia assim como você que tú tava apaixonadinha no rapaz, confessou pra ele da última vez que sairam pra beber e ele te levou para a casa da sua mãe.
"obrigada por entregar ela em segurança meu filho. É esse tipo de homem que ela deveria me apresentar em casa"
"vou apresentar ele mãe! o yuyu vai ser meu marido!"
Yuta segura não expressar a felicidade que a lembrança o trouxe e revida em bom tom "A época da semana passada? Quando cê foi no meu barraco só pra sentar no meu pau falando que eu sou teu homem."
- Sai pra lá Jeno, quem vive de passado é museu. A fila andou sacou? Tô com o Rael agora.
- O playboizinho ?
- Você quis dizer cheio da grana? sim. é ele mesmo, um homem de verdade. Quero saber de nada da favela não .
- Porra meu bem, assim também não se faz. O que ele tem que eu não tenho? dinheiro? isso não mede carater de um homem de verdade não princesa.
Faz careta como se escutasse "blá-blá-blá" e continua andando como se não ouvisse nada.
-Eu te dou tudo que você quiser, sou sujeito homem pô, se tu quiser sair da favela eu trabalho dobrado e coloco nós dois morando numa casa bonita em São Cristóvão.
Acaba em risos. Jeno para no meio do caminho, tira a mão da moto e olha nos seus olhos, ali você via medo nos olhos escuros - talvez de te perder - sinceridade e talvez até admiração. Duvidava que existia alguém que te lance olhos de ternura como ele.
- o que você quer jeno?
- princesa, faz isso comigo não. Tenta entender que eu te amo de verdade, quero casar com você serinho, contruir família e os caralho, quero tudo com você. Dá mole pra esses cara não.
-olha neno, já falei que eu e o rael tamo num lance e-
A fala do neno te atropela, as cabeça balança em negativa e forma uma careta no rosto. Ele não ia deixar a ideia de te ter, logo você a princesinha dele, a mulher dos futuros filhos, que ele tanto cuida e enche de mimos mesmo ainda sendo um ficante.
- Tá falando de k.o não tá ? Pó linda me diz que tu não deu pra ele. Aquele cara pode te cobrir de ouro e ainda não vai saber te tratar como você merece. O bagulho é nois tá enrolado.
Seus olhos enchem de lágrimas, você sabia que gostava do yuta do mesmo jeito que ele te gostava, talvez até amava. Vale mais a pena dar chance a ele que qualquer outro.
- Aff... tá bom, fechou. Agora para de papo e pega minha bolsa vai quero carona pra casa.
-Você que manda gatinha - O motoqueiro nem conseguiu disfarça a felicidade antes de montar na moto.
***
É Jogada na cama do namorado. Jeno arfa quando puxa a sainha curta pra cima e vê a buceta despida.
"piranha" a fala vem junto com o tapa certeiro na buceta, se contorce e sente o clitoris calejar pedindo mais.
-tú é minha entendeu? namorada...esposa... essa porra é minha. - três dedos entram e saem com rapidez -cadela. sem calcinha, foi procurar pica por ai foi?
- Tenho que te foder do jeito certo toda vez. Pra essa sua cabecinha burra não esquecer que esse teu buraquinho só pode receber minha pica. Eu. - usa o pronome com a mesma intensidade que penetra com força dentro do canal apertado - só eu, vou enfiar meus filhos ai dentro, e você vai ser uma boa garota e vai receber tudo.
A saia pequena se embolava com o top no alta da cintura. os dedos apertaram o biquinho do seu peito.
O moreno curvou o rosto pertinho do seu sentia a respiração contra seu rosto, a boca crispada e o rosto em puro revolto. A lingua descendo pelo colo, chupando o pescoço, lambendo; fazendo bagunça.
Seu corpo saculejava com força. Era tanto estimulo que gritava sem se importar com as casas ao lado. Perdida de tesão, revirando os olhos dizendo e afirmando que seu corpo pertencia a ele, o motoboy da favela.
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