Superando el Trastorno por Estrés Postraumático: Un Viaje hacia el bienestar
El Trastorno por Estrés Postraumático (TEPT) es una afección mental debilitante que puede afectar profundamente la vida de quienes lo padecen. Se origina como una respuesta natural a eventos traumáticos que han puesto en peligro la vida o la integridad de una persona. Aunque muchos individuos pueden superar tales experiencias sin desarrollar TEPT, algunos se encuentran atrapados en una espiral de síntomas persistentes que afectan su bienestar físico y emocional.
En este artículo, nos sumergiremos en el mundo del TEPT, explorando en profundidad su naturaleza, los síntomas que lo caracterizan, las opciones de tratamiento disponibles y ofreceremos consejos valiosos tanto para aquellos que lo padecen como para sus seres queridos.
¿Qué es el Trastorno por Estrés Postraumático?
El TEPT se manifiesta como una cascada de síntomas que persisten mucho después de que la situación traumática haya cesado. Estos síntomas pueden ser devastadores e interrumpir drásticamente la vida cotidiana de quienes lo padecen.
Flashbacks: Los flashbacks son intrusiones vívidas y perturbadoras de los eventos traumáticos en la mente de la persona, como si estuvieran ocurriendo nuevamente. Esto puede llevar a una sensación abrumadora de revivir el trauma, incluso años después de que haya ocurrido.
Pesadillas: Las pesadillas son un fenómeno común en el TEPT. Las personas pueden verse atormentadas por sueños angustiantes relacionados con el trauma, lo que dificulta el descanso y la recuperación durante la noche.
Evitación: Aquellos con TEPT a menudo evitan situaciones, lugares o personas que les recuerdan el evento traumático. Esto puede limitar significativamente sus actividades diarias y su calidad de vida.
Hipervigilancia: La hipervigilancia es un estado constante de alerta, incluso en entornos seguros. Las personas con TEPT pueden sentirse atrapadas en un estado de alta ansiedad y tensión, lo que puede ser agotador.
Cambios en el estado de ánimo: Los cambios repentinos en el estado de ánimo, la irritabilidad y las dificultades para concentrarse son síntomas comunes del TEPT. Estos cambios pueden dificultar las relaciones personales y laborales.
Reexperimentación: La reexperimentación involucra la aparición de emociones intensas o respuestas físicas cuando se exponen a recordatorios del trauma. Esto puede ser desencadenado por sonidos, olores, imágenes o situaciones que evocan la experiencia traumática.
Tratamiento para el TEPT
A pesar de su impacto debilitante, es importante saber que el TEPT es tratable y que muchas personas experimentan mejoras significativas con el tiempo y la atención adecuada. Algunas de las opciones de tratamiento más efectivas incluyen:
Terapia cognitivo-conductual (TCC): La TCC es un enfoque terapéutico altamente efectivo que ayuda a las personas a identificar y cambiar pensamientos y comportamientos negativos asociados con el trauma. La terapia proporciona herramientas para manejar las respuestas emocionales y cognitivas al trauma.
Terapia de exposición: Esta terapia ayuda a los pacientes a enfrentar gradualmente las situaciones que evitan debido al trauma, lo que les permite superar el miedo asociado. A través de la exposición controlada, pueden aprender a manejar las respuestas emocionales y disminuir la evitación.
Medicamentos: En algunos casos, los médicos pueden recetar antidepresivos, estabilizadores del estado de ánimo o medicamentos específicos para ayudar a aliviar los síntomas del TEPT. Estos deben ser administrados bajo supervisión médica.
Apoyo social: El apoyo de amigos y familiares es invaluable. La comprensión y el afecto de los seres queridos pueden hacer una gran diferencia en el proceso de recuperación. El apoyo mutuo y la comunicación abierta son esenciales.
Consejos para quienes padecen TEPT y sus seres queridos
Busca ayuda profesional: Reconoce que no estás solo en esto. Consulta a un terapeuta o psiquiatra especializado en TEPT para recibir el tratamiento adecuado. La terapia puede proporcionar un espacio seguro para explorar y sanar.
Habla sobre tus sentimientos: Compartir tus pensamientos y emociones con personas de confianza puede aliviar la carga emocional. La comunicación es esencial para el apoyo mutuo.
Practica técnicas de relajación: La meditación, la respiración profunda, el yoga y el mindfulness pueden ayudarte a reducir el estrés y la ansiedad. Estas prácticas fomentan la calma y la autorregulación emocional.
Establece una rutina saludable: Mantener una rutina diaria puede proporcionar estabilidad y control en tu vida. Esto incluye cuidar de tu salud física a través de una dieta equilibrada y ejercicio regular.
Educación sobre el TEPT: Tanto para quienes lo padecen como para sus seres queridos, entender la condición es fundamental para brindar apoyo efectivo. La información puede disipar el estigma y promover la empatía.
Conclusión
El Trastorno por Estrés Postraumático es una lucha desafiante, pero la recuperación es posible. Con el apoyo adecuado, la terapia y el tiempo, muchas personas logran superar los síntomas del TEPT y recuperar sus vidas. El camino hacia la recuperación puede ser largo, pero cada paso es un avance hacia una vida más saludable y plena. No dudes en buscar ayuda si tú o alguien que conoces está luchando contra el TEPT. La esperanza y la sanación son posibles, y cada paso en el camino es un testimonio de fortaleza y resiliencia.
Duelo por causas violenta
#aperturaintelectual
#aitanatología
@Ligia_Tanatologa
@Ligia_Tanatologa
Ligia Pérez García
POR: LIGIA PÉREZ GARCÍA
Se consideran muertes y duelos traumáticos, las muertes súbitas inesperadas, las muertes por homicidio, por suicidio, por accidente automovilístico, ahogo, incendio, las muertes múltiples por catástrofe, las provocadas por violencia de genero, abuso sexual, violación y desaparición.
Este tema se vuelve fundamental ya que en marzo es el mes donde se conmemora el día…
El trastorno por estrés postraumático (TEPT) es un trastorno que aparece después de haber vivido una situación traumática.
Y tiene 4 tipos de síntomas:
1️⃣ La REEXPERIMENTACIÓN de lo sucedido: puede haber recuerdos, Flashback o pesadillas sobre la situación traumática.
2️⃣ Las conductas de EVITACIÓN: evitar lugares, personas o situaciones que recuerden a lo sucedido.
3️⃣ El estado de HIPERALERTA: vivir con una sensación de tensión y de miedo a que vuelva a ocurrir, sobresaltarse fácilmente o tener problemas de sueño.
4️⃣ Alteración del ESTADO DE ÁNIMO: emociones negativas, sentimientos de culpa, falta de interés o tendencia a aislarse socialmente.
Si es tu caso, quizá deberías consultar con un profesional.
Es una afección de salud mental que algunas personas desarrollan tras experimentar o ver algún evento traumático. Este episodio puede poner en peligro la vida, como la guerra, un desastre natural, un accidente automovilístico o una agresión sexual. Pero a veces el evento no es necesariamente peligroso. Por ejemplo, la muerte repentina e inesperada de un ser querido también puede causar TEPT.
Es normal sentir miedo durante y después de una situación traumática. El miedo desencadena una respuesta de "lucha o huida". Esta es la forma en que el cuerpo busca protegerse de posibles peligros. Causa cambios en el cuerpo, como la liberación de ciertas hormonas y aumenta el estado de alerta, la presión arterial, la frecuencia cardíaca y la respiración.
Con el tiempo, normalmente la mayoría de las personas se recuperan bien. Pero las personas con TEPT no se sienten mejor. Se sienten estresados y asustados mucho después de que el trauma haya terminado. En algunos casos, los síntomas de TEPT pueden comenzar más tarde. También pueden aparecer y desaparecer con el tiempo.
medicamentos o ambos a la vez. El TEPT afecta a las personas de manera diferente, por lo que un tratamiento que funciona para alguien puede no hacerlo para otra persona. Si tiene TEPT, debe trabajar con un profesional de salud mental para encontrar el mejor tratamiento para sus síntomas.:
Psicoterapia o terapia de conversación: Busca educar sobre los síntomas. Enseña a identificar qué los desencadena y cómo manejarlos. Existen diferentes tipos de terapia de conversación para el TEPT
Medicamentos: Pueden ayudar con los síntomas del TEPT. Los antidepresivos pueden ayudar a controlar síntomas como la tristeza, la preocupación, la ira y la sensación de vacío interno. Otros medicamentos pueden ayudar con problemas del sueño y pesadillas
Necesito un psicólogo, pero me da tanto miedo acudir a uno en primer lugar 🤐 Así que algo de apoyo mental.
Aclarando que no soy experta en psicología/psiquiatría, por lo que los términos que use no son exactos ni profesionalmente confiables.
Situación: Los hombres de Baki y el tema más frecuente tocado en terapia.
Personajes: Baki Hanma, Gaia, Jack Hanma, Katou Kiyosumi y Sikorsky.
Advertencia: Mención de algún trastorno mental, contenido referente a la salud mental sin desarrollo.
Baki Hanma.
Abandono familiar de parte de la figura paterna como la materna, expectativas inalcanzables impuestas desde muy joven e independencia forzosa, problemas de apego y asocialidad.
Gaia.
Trastorno de estrés postraumático, trastorno de identidad disociativo y asocialidad.
Jack Hanma.
Caos mental (pensamientos intrusivos), culpa/resentimiento hacia sí mismo por eventos traumáticos, problemas con la figura materna y abandono de la figura paterna.
Katou Kiyosumi.
Comportamientos antisociales, necesidad de aprobación, baja autoestima, comportamientos autodestructivos y dificultad para expresarse.
Yandere platónico Choso x Kianna Komori! Lectora(TRADUCCION)
Género: Headcanons
Lector: mujer/OC Kianna de @nunezs-stuff
Advertencias: COMPORTAMIENTO PLATÓNICO YANDERE, comportamiento obsesivo, comportamiento paranoico, sobreprotección, Choso no sabe cómo funcionan las relaciones humanas y eso lo lleva a su perdición, mentalidad poco saludable, menciones de autolesión (lectora), trastorno de estrés postraumático, mención de otros OC's de Nunezs. Creo que eso es todo.
No creciste con mucho mucho.
No, no era porque necesitáras comida o refugio, sino porque siempre te hacían pasar a un segundo plano en comparación con tu hermana mayor, especialmente con tu padre.
Era un hombre muy estricto, muy serio, te ignoraba la mayor parte del tiempo, y cuando no lo hacía... deseabas que lo hiciera, haciéndote la vida imposible.
A pesar de todo, al menos tenías a tu hermana mayor. Ella siempre fue amable contigo, trató de evitar conflictos entre tu y su padre, te regaló su ropa o te la prestó, etc.
Ella te cuidó lo mejor que pudo, por así decirlo.
Ella también fue quien te ayudó cuando empezaste a ver "cosas"
Al principio eran pequeños y aparentemente indefensos, pero después de un tiempo aparecieron cada vez más... eran maldiciones que eran atraídas por tu energía maldita.
No te molestaste en hablar con tu padre sobre eso, pensaste que él pensaría que ya habías perdido la cabeza.
aunque si le decías a Yui, ella también podría verlos, aunque definitivamente no la seguían tanto como a ti.
Descubriste por tu cuenta cómo utilizar tu energía maldita, aunque fuera de forma básica, fue complicado, pero incluso lograste desarrollar ciertas bases para tu ritual Maldito.
Te sentías poderosa con estas nuevas habilidades, incluso especial. Creíste que ahora podrías defenderte mejor de lo que el mundo intentaba hacer contigo.
Pero lamentablemente eso no las salvó a ninguna de ustedes de lo que su padre había preparado.
No recuerdas mucho, aunque sí te pareció extraño que tu padre les llevara comida, mirando hacia atrás, debió drogarla.
y cuando despertaste, tu hermana estaba contigo en un lugar nuevo.
Tú y tu hermana fuisteis entregadas como "sacrificio" a una especie de red de tráfico para la que trabajaba tu padre.
El bastardo las abandonó a las dos...
Incluso si la experiencia allí fue un infierno absoluto, pudiste recopilar información con tu hermana sobre POR QUÉ habían sido elegidas.
Resulta que ninguna de las dos era completamente humana, sino híbridos de humano y maldición.
Por lo mismo, tú tenías una técnica maldita hiperdesarrollada y tu hermana, al parecer, la capacidad de curar y aumentar la energía maldita de otros con su propia sangre.
No te gustó esto.
tu "verdadero" padre aparentemente estaba muerto, era una maldición, uno de los experimentos de Noritoshi Kamo.
parte de sus 10 creaciones malditas..
Afortunadamente para ti y tu hermana, fueron rescatadas por hechiceros. o mejor dicho, un joven hechicero, un poco más joven que tú.
Yuji Itadori.
Prácticamente los saco a ambas a rpisas y sin problema los llevo a la academia y a hacerse un chequeo con Shoko.
Afortunadamente nada grave, pero la experiencia definitivamente dejó huellas.
Te sentiste muy... impotente durante toda la situación, incluso cuando fuiste rescatado, eso persistió.
Entonces tomaste una decisión arriesgada.
convertirte en hechicera.
Lograste mejorar tu técnica maldita (relacionada con la sangre) y aprender más sobre el mundo de Jujustu en general.
Incluso si fueras capaz, sólo eras una novata cuando todos los hechiceros fueron llamados para ayudar en Shibuya...
Choso supo desde el principio que había algo extraño entre tú y tu hermana...
algo... familiar.
No solo le resultaba familiar la forma en que ustedes dos, sino que había varias coincidencias que no podían salir de su cabeza.
Lo más importante, tu maldita técnica. muy similar a la de Maku.
Incluso si esto atormentaba a Choso al recordarle a su hermano perdido, no podía distraerlo de vengar a los otros dos.
pero no esperaba encontrarse contigo durante el incidente de Shibuya.
o mejor dicho, ustedes dos juntos, usted y su hermana, tratando de dar refuerzos médicos a los demás hechiceros.
Choso sólo observó durante un minuto entero, congelado, viéndolos trabajar, aprovechando que no lo veían todavía.
Le recordaban mucho a Maku, su hermano.
hermano que debería haber protegido...
como Kechiku y Esou....
Choso volvió a la realidad y se dio cuenta que tal vez lo mejor sería matarte a ti y a tu hermana, sería problemático tenerlos cerca curando hechiceros.
pero tan pronto como se preparó para atacar, sucedió OTRA VEZ.
recuerdos que NUNCA sucedieron...
esta vez no sólo con sus hermanos y Yuji, sino también con USTEDES DOS... con Maku...
pero ustedes dos no lo llamaron hermano.
pero TÍO...
Ahora todo tenía sentido...
los poderes...la apariencia...todo...
Después de que Choso atraviesa su crisis existencial e intenta perseguir a Kenjaku y falla al final del arco de Shibuya, también intenta presentarse adecuadamente a ti y a tu hermana.
Obviamente al principio eras muy escéptico. tu hermana lo mismo. pero Choso se mostró insistente y sobre todo sincero.
Incluso si apenas lo conocías, te sentías un poco mal por él.
entonces le dejaron entrar en sus vidas.
Tu hermana le enseñó costumbres humanas básicas, incluso compartió alguna información sobre su hermano, tu padre original.
Choso vio mucho de Maku en ti físicamente y en tu hermana en forma de una actitud dulce y maternal.
lo que hizo que la sensación de protección se disparara.
Poco a poco este sentimiento, dentro de los límites de la protección hacia ti y tu hermana, evolucionó hacia algo más… más oscuro… por así decirlo.
Choso se volvió bastante paranoico desde sus hermanos, ¿vale? No lo culpaste por eso, lo justificaste constantemente porque el pobre había perdido a sus hermanos en poco tiempo.
simplemente pensaste que era su forma de lidiar con las cosas... además estarías mintiendo si dijeras que no te gustó la atención que te brindó a ti y a tu hermana.
ser tratado BIEN después de AÑOS de ser ignorado y despreciado... Gran cambio que, él REALMENTE te amaba, estabas dispuesta a tolerar ciertas actitudes que estaban un tanto fuera de lugar.
Esto sólo hizo que las tendencias de Choso empeoraran considerablemente, porque como no había signos evidentes de disgusto (en primer lugar, no estar acostumbrado a un buen trato), Choso comenzó a mostrar actitudes más yandere.
Se volvió bastante pegajoso, lo cual si bien no era malo per se, definitivamente era incómodo para ti al principio, no estabas acostumbrada a este tipo de contacto aparte de tu hermana.
pero nuevamente lo dejaste pasar pensando que era simplemente que Choso no tenía idea de qué era el espacio personal.
aunque definitivamente Choso casi pierde la cabeza al ver tus viejas marcas de autolesión.
el era tan??? ¿Por qué te lastimarías? ¿¿¿porque??? ¿Qué puede hacer él para ayudarte? ¿A quién tiene que matar?
A partir de ahí, se vuelve considerablemente más observador contigo y casi no te deja en paz, es un nivel en el que casi no tienes privacidad.
Choso constantemente trata de convencerte de que dejes el trabajo de Hechicera, porque ahora que está aquí puede mantenernos a los dos, intentará que tu hermana se ponga de su lado, incluso si ella no lo hace, puedo verlo intentándolo. para convencerte en base a que es por tu bien y el de ella.
Incluso si notas las señales de alerta en este momento, ¿realmente importa? Choso aún con sus actitudes cuestionables se ha preocupado más por ti y tu hermana que por las personas que supuestamente decían hacerlo, los protege de todo y sobre todo los AMA sinceramente.
¡Al menos Choso nunca te ha mentido! ¡O ha hecho cosas cuestionables para ponerte de su lado! Él no es ese tipo de persona...
¿Bien?
En general, es un Yandere platónico extremadamente suave, que hará lo que sea necesario para proteger a la pequeña familia que le queda.
Es un sentimiento intenso y desagradable que se experimenta como una sensación de malestar, opresión, dificultad para respirar, pensamientos negativos, inquietud, agitación y, en ocasiones, síntomas físicos como sudoración excesiva o temblores o temor intenso.
Es una respuesta emocional que puede surgir ante situaciones de peligro, incertidumbre, estrés o amenaza.
Puede aparecer por no dar espacio a alguna emoción que necesita emerger, por una interrupción interna que nos impide conectar con nuestras necesidades. Es decir, se trata de un conflicto interno entre lo que deseamos y necesitamos y lo que nos permitimos ser y expresar. Y es que a lo largo de la vida desarrollamos mecanismos que nos evitan sentir el dolor. Por ejemplo, si de niños nos riñeron por manifestar rabia, es probable que de adultos reprimamos esta emoción.
El problema es que, reprimir lo que nos resulta molesto también frena la expresión de nuestro deseo generando insatisfacción que puede acabar con el tiempo en angustia. Empeñarnos en evitar lo doloroso a la larga nos puede enfermar.
La angustia es un estado de desasosiego intenso, ante situaciones de desesperación.
La sensación que experimentamos es de «estrechez» y vacío. Etimológicamente la palabra angustia proviene del alemán Angst (estrechez) y puede llevarnos a creer que
hemos perdido la capacidad de actuar con libertad
hemos perdido el control, lo que genera más miedo aún
La angustia puede ser
de corta duración, como en una situación de emergencia,
crónica, manifestándose de manera persistente en la vida cotidiana.
Puede afectar a personas de diferentes edades, géneros y antecedentes.
Lo que caracteriza a la angustia es un miedo vago y difuso, a menudo sin un origen claro, que deriva en bloqueo emocional.
Puede desencadenarse por distintos factores, como
Autoexigencia y perfeccionismo porque el miedo al fracaso y la autocrítica constante pueden llevar a un estado de angustia emocional.
Estrés y presión excesiva en el trabajo, los estudios, las relaciones o cualquier otra área de la vida. Es decir, sentirse abrumado por las responsabilidades y tener dificultades para hacer frente a las exigencias.
Incertidumbre y cambios significativos vitales, como mudanzas, cambios de trabajo, rupturas o problemas financieros. La falta de estabilidad y la sensación de no controlar la situación pueden actuar como desencadenantes.
Pérdida o duelo: la pérdida de un ser querido, una separación o cualquier otra forma de pérdida que genere sentimientos de tristeza, vacío y soledad.
Problemas de salud mental: como la depresión, la ansiedad, el trastorno de estrés postraumático, el trastorno de pánico, etc.
Problemas emocionales. Cualquier situación que genere una sensación de amenaza o desequilibrio emocional.
Problemas familiares
Problemas interpersonales como son los conflictos en las relaciones personales, problemas familiares, dificultades en la comunicación o la sensación de estar desconectado socialmente, pueden llevar a sentimientos de soledad, rechazo o desesperanza.
Traumas pasados: como abuso físico o emocional, accidentes graves, violencia o desastres naturales, pueden dejar secuelas emocionales duraderas. Los recuerdos y las emociones relacionadas con el trauma pueden desencadenar angustia y dificultad para gestionar el presente.
Activación fisiológica como si todavía hubiera peligro, como estar constantemente “en alerta”, sobresaltarse, nerviosismo, irritabilidad, dificultad para dormir y para concentrarse, dolor de cabeza, mareo, dolores estomacales y musculares, palpitaciones, opresión en el pecho, alteraciones del apetito, etc.
En ocasiones, el recuerdo se refiere a una pérdida o a una privación que evoca la ausencia de alguien, y puede provocar intensos sentimientos, como pena, nerviosismo, incertidumbre por cómo va a ser la vida sin esa persona, rabia, soledad, abandono o desesperación.
Existen muchos estímulos que evocan la situación traumática: imágenes, sonidos, lugares, olores, personas, momento del día, situaciones o emociones de miedo. La experiencia vuelve una y otra vez; a veces se puede sentir o actuar como si las experiencias sucedieran de nuevo (flash back).
Tapar la angustia evitando hablar, pensar, recordar y sentir el trauma, así como toda situación, como lugares y personas, hasta el extremo del retraimiento social con pérdida de interés por actividades que nos resultaban placenteras.
La angustia dificulta nuestro bienestar emocional y el funcionamiento diario
La angustia es un sentimiento que surge ante la desesperación de una amenaza incierta, inespecífica, o difusa. Es un sentimiento visceral, que se percibe con gran malestar, sin una conducta motora concreta.
En general la angustia implica
calor
dolor de cabeza
palidez
presión en el pecho
sensación de mareo
sensación intensa de opresión, que se nota en la boca del estómago y/o en la garganta
síntomas digestivos
sudores
taquicardia
temblores
aunque no seamos conscientes del pensamiento que la provoca.
Se asocia frecuentemente con la tristeza y la frustración, que nos ayudan a aceptar una situación desagradable.
El tratamiento natural de la angustia puede aliviar los síntomas y ayudar al bienestar emocional. Por ejemplo:
Alimentación equilibrada y saludable. Evitar los alimentos procesados, ricos en azúcares y grasas saturadas, y elegir una dieta de frutas, verduras, integral, proteínas magras y grasas como los ácidos grasos omega-3 (pescado, las nueces y las semillas de lino).
Apoyo social de familiares, amistades, etc. compartiendo nuestras preocupaciones y sentimientos para sentirnos comprendidos.
Ejercicio físico moderado, al menos 30 minutos diarios, como caminar, correr, nadar, etc.
Hierbas y suplementos, por ejemplo, la valeriana, la manzanilla, la lavanda y el té verde.
Limitar el consumo de estimulantes.
Técnicas de relajación como la respiración profunda.
Algunas tácticas para el tratamiento profesional de la angustia son las siguientes:
Terapia cognitivo-conductual para identificar y cambiar los pensamiento y conductas que contribuyen a la angustia.
Terapia de aceptación y compromiso para aceptar los pensamientos y sentimientos de angustia y desarrollar habilidades para vivir una vida rica y significativa a pesar de la angustia.
Terapia de apoyo para que las personas expresen sus sentimientos y preocupaciones y puedan recibir ar apoyo emocional y ayuda para afrontar la angustia.
Técnicas de relajación y afrontamiento del estrés.
Frecuentemente se confunde con la ansiedad, aunque hay algunas diferencias
La ansiedad es generada por pensamientos ante una posible amenaza, para poder anticipar un peligro. También tiene reacciones físicas, pero no tan intensas.
Otra diferencia significativa es que la angustia nos paraliza mientras que la ansiedad, nos invita a escapar del peligro. Es decir, la reacción motora es diferente. Se caracteriza por los síntomas cognitivos (pensamientos anticipatorios, catastrofistas), aunque ello desencadena los síntomas fisiológicos (taquicardia, hiperventilación, sudoración…) y también los motores (necesidad de huida o evitación).
La psicología cognitivo conductual aborda la ansiedad, mientras que las corrientes psicoanalíticas y humanistas usan el término angustia.
Ambos sentimientos son mecanismos de supervivencia, porque nos mantienen en alerta ante una amenaza y mantenernos a salvo.
Por ello, constituyen respuestas con la que debemos convivir.
En terapia de christiancherbit.com trabajamos para afrontar la ansiedad o la angustia patológica, que se manifiesta con mayor frecuencia, intensidad y persistencia, porque impiden el bienestar de las personas, pudiendo generar emoción de tristeza y sentimiento de frustración.
En estos casos, puede ser útil buscar el apoyo de un psicólogo, online o presencial, quien puede ayudar a abordar las causas subyacentes de los celos y brindar estrategias específicas para manejarlos de manera saludable.
Estos días he tenido la oportunidad de conocer a una compañera psiquiatra que se dedica a los enfermos con patología dual y con nuevos perfiles de toxicomanías (p. ej. chemsex). Me ha enseñado algunos conceptos muy interesantes que quiero compartir.
De forma resumida, llamamos chemsex o sexdopaje a un fenómeno predominantemente urbano que consiste en el consumo de drogas para facilitar o intensificar la actividad sexual. La práctica la realizan casi exclusivamente hombres gais, bisexuales, y otros hombres que tienen sexo con hombres (así aparece en los artículos, aunque sea por lo del lenguaje políticamente correcto).
La forma de consumo de las sustancias es variada: oral, esnifada, inhalada, fumada, rectal e intravenosa (esta última se conoce como slamming), y cada vía de administración está relacionada con determinados riesgos para la salud. Por ejemplo, el consumo intravenoso puede producir infección por VIH o hepatitis B y C, además del riesgo exponencial en la adquisición de cualquier infección de trasmisión sexual por la propia práctica no protegida.
Por otra parte, la patología dual es la comorbilidad de un trastorno adictivo y un trastorno mental, y son las situaciones en las que concurren el consumo de sustancias y otro diagnóstico psiquiátrico en una misma persona. Un ejemplo de patología dual sería cuando aparece un cuadro afectivo-emocional (depresión) más una adicción al alcohol o a los opiáceos.
Me ha sorprendido conocer que el alcohol (y no otras drogas de peor fama) es el tóxico más frecuente de forma global en cualquier patología dual, aunque pueda ir asociado al policonsumo con otras sustancias.
Mientras tanto, el consumo de tóxicos en el grupo de pacientes con patología dual más prácticas de chemsex está más repartido entre el alcohol y otras drogas estimulantes.
En estos últimos, la enfermedad mental más frecuente es el trastorno por estrés postraumático, y no patologías más clásicas, como la esquizofrenia o los trastornos de personalidad. Tirando del hilo, es frecuente encontrar una historia de abusos en la infancia, de agresiones por homofobia o de acoso, que funcionan gatillo para todo lo demás.
En nuestro país no estamos viviendo la epidemia de opioides de EE. UU., pero tenemos estos otros problemas de salud pública muy graves que necesitan una acción coordinada y eficaz. Vamos tarde.
Días de vino y rosas (Days of Wine and Roses) es una película de 1962 dirigida por Blake Edwards, con Jack Lemmon y Lee Remick donde se refleja de forma magistral el alcohol como enfermedad.
Debía ser un día normal, una ocasión sin mucha importancia donde darían un barrido a uno de los viejos barrios pertenecientes al BookMoon-Pa, que perdió su gente y sus colores rojizos y pintalabios rosados, en faldas cortas y medias de red, para volverse como un pueblo fantasma con solo drogadictos que no tienen mucha capacidad cerebral para irse lejos, para esconderse de los uniformados y del detective retirado que paseaban entre latas de cerveza vacías y colillas de cigarro. Debía ser normal, pero desde que el sentimiento de angustia le atacó, Ryeohee debió saber que no sería para nada como otras ocasiones. Él no cargaba armas, no tenía ya los permisos para hacerlo y por ello llevaba “guardaespaldas” para cuidarlo en esas pocas ocasiones donde salía al mundo y dejaba que lo vieran luego de lo ocurrido. Debía sentirse protegido, pero no lo hacía, la ansiedad rápidamente corría por sus venas y le ordenaba que robarse una pistola, que estuviese alerta, que en cualquier momento se convertiría en la presa y así fue. El sonido de las armas de fuego le deja ensordecido rápidamente y su primera reacción es agacharse, echarse al suelo y buscar que ninguna de las balas perdidas le llegue directo al chaleco que portaba debajo de su ropa en colores negro y gris. Cuerpos caen alrededor de él y su instinto más animal, el que parecía despertar gracias al trastorno de estrés postraumático que le hacía sobrevivir, le hacen moverse en automático y alcanzan una de las armas que cayeron de las manos de los suyos, queriendo defenderse. Dispara y está seguro que se ha llevado algunos cabrones en el proceso, se siente tibio, energizado, una sonrisa se asoma en sus labios antes de recibir un golpe más directo que no es con un arma, es un puño que se impacta con él y le hace caer al suelo, abandonando su ventaja cuando de sus manos resbala el arma. Es apaleado de inmediato, por hombres que cree reconocer, pero no puede ponerle nombres ahora, le reclaman algo que honestamente no escucha y Ryeohee pelea, llevándose otro golpe que duele aun más cuando su pómulo se abre y la sangre corre caliente. «¿¡Creías que el BookMoon-Pa se dejaría vencer por ti, así como así!? ¡Por fin te tenemos, hijo de puta!» Ah, así que de ahí provenían aquellos vándalos, mafiosos de menor rango y poder si es que su interminable biblioteca de información mental no podía ni siquiera recordarlos. Ryeohee se ríe y logra cabrear aún más a aquellas personas, alguien de todos lo patea justo en las costillas y el policía se queja, escupiendo sangre cuando vuelve a toser. «¡Matémoslo aquí!» «¡Llevemos su cabeza con Jeongshin-nim!» «¡Torturémoslo en otro lugar!» Ryeohee entiende solo el nombre y le hace cuestionarse si es que aquel hombre, había vuelto y todos estos ridículos buenos para nada, solo querían impresionarlo cuando él, mejor que nadie, sabía que para conseguirlo debían trabajar muchísimo más duro que eso. El detective sonríe, riéndose una vez más. - —Lo único que me jode de todo esto, es que piensen que moriré en manos de pocas cosas como ustedes — -escupe a la bota de uno de los más cercanos, sabiendo que solo estaba provocando a la muerte. | @picdpipcr
Parejas secundarias: Menciones de un pasado Peter/Gamora, muy leve. Y puede que una pizca de Peter/Thor por ahí. Porque fácil veo a estos dos lidiar con sus traumas con alcohol y sexo en época Post-Endgame, honestamente.
Rating: Adulto, por sexo interracial que se aproxima en los siguientes capítulos. (Sip. Este no es mi primer rodeo).
Categorías: Canon Rewrite, AU de la 2da mitad del Vol. 3, Post-Resurrección, Drama, Acción y Aventura, Humor, Romance, Primer Beso, Primera Vez, Fluff, Hurt/Confort, Tensión Romántica sin Resolver porque Peter y Rocket son Unos Tontos, Final Alternativo.
Advertencias:
(1) Por violencia y maltrato animal. Aunque no más de lo que la película ya mostró.
(2) Por temas de abuso de alcohol, depresión, trauma psicológico fuerte, estrés postraumático, y trastornos de la autoestima.
Spoilers: Guardians of the Galaxy Vol 1-3, Avengers: Endgame, y un poco de Thor: Love & Thunder.
Sinopsis: Debía ser una clase de ironía muy singular que fuera el rostro de Quill lo primero en divisar, al volver a la vida. A.K.A. Justo cuando Rocket se había resignado a tener sentimientos sin corresponder hasta su último aliento, Peter Quill lo sorprende.
Notas:
(1) Titulo de la historia proviene de "Cosmic Love", Florence + The Machine.
Locos como nosotros: la globalización de la psique estadounidense
Ethan Watters sostiene convincentemente que todas las enfermedades mentales están circunscritas y moldeadas por las culturas en las que se producen. Una persona angustiada lo expresará recurriendo a cualquier conjunto de síntomas disponible en su cultura, que bien puede ser completamente diferente de lo que está disponible en mi cultura.
En Crazy Like Us: The Globalization of the American Psyche (Locos como nosotros: la globalización de la psique estadounidense), Ethan Watters, un veterano periodista que presentó una mordaz acusación contra el movimiento de la memoria recuperada en Making Monsters, examina cuatro enfermedades en cuatro partes del mundo: la anorexia en Hong Kong, el trastorno de estrés postraumático en Sri Lanka, la esquizofrenia en Zanzíbar y la depresión en Japón.
Estas cuatro enfermedades (y culturas) son muy diferentes entre sí, pero comparten algo importante: ninguna de ellas se parecía a la definición clínica occidental aceptada de la enfermedad. Los anoréxicos de Hong Kong no creían estar gordos, los traumatizados de Sri Lanka solían describir síntomas físicos y daños en las relaciones familiares más que problemas psicológicos, los esquizofrénicos de Zanzíbar creían estar poseídos por espíritus y, en Japón, las formas más leves de depresión no se consideraban una enfermedad que requiriera tratamiento.
Watters describe un mundo alejado de los edictos definitivos del DSM (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos psicológicos, el manual de la psicología occidental), en el que la angustia se manifiesta de formas muy diversas. "La simple pero alucinante verdad", explica el antropólogo Allan Young, "es que las enfermedades mentales como el TEPT pueden tener una forma cultural y ser totalmente reales para quien las padece". Este mundo choca desgraciadamente con la visión de enfermedad inmutable de gran parte del sistema de salud mental occidental.
🦴tiene 20 años,es heterosexual,está soltero y su cumpleaños es el 18 de Julio
🦴Tiene una hermana menor llamada Deyanira
🦴 conoce a Dylan,a Luke y Arline, aunque habla más con Dylan y a Luke sólo lo visita pará molestarlo
🦴tiene un pequeño transtorno de anciedad qué es Trastorno de estrés postraumático por ver cómo sus padres se mataban entré si,una trás otras veces, actualmente trata de controlarlo y ya no es mucho problema para el pero si algo
🦴 tuvo una novia antes, pero está era muy tóxica y aveces quería mandarlo y tener control de el,cosa que a Ariel no le pareció y terminó matandola
🦴 quiere mucho a su hermana Deyanira,apesar de que ella se sepa defender y ya tenga 15 años el la proteje a aveces llega a mimar,no tanto pero si en algunas ocasiones
He escrito muy poco desde que inicié este blog, cuando fui despedido de mi empleo en una empresa farmacéutica, donde me desempeñé durante más de seis años, y al ser despojado de mi ocupación, se consumó una injusticia muy grande que había comenzado cuatro años antes.
Eso dio lugar a un estrés postraumático intenso y muy doloroso, porque lo que sucedió en esa compañía, fue una repetición de lo que ha sucedido a lo largo de toda mi existencia, desde mi más temprana infancia. Cuando alguien me agrede, se espera (se me exige) que no repela el ataque, que no me defienda. Si hago algo que no sea aceptar la violencia de forma absoluta, en la mayor indefensión, se me castiga. Eso fue lo que sucedió en esa empresa farmacéutica inmunda, donde se me identificó como un empleado ejemplar, con todas las características deseables (responsable, profesional, dedicado, bien preparado, etc.,) y cuando se supo que vivo con diagnóstico como paciente psiquiátrico, la etiqueta fue usada para estigmatizarme, describirme como un enfermo mental, un “loquito” emocionalmente inestable, desequilibrado, trastornado e incluso violento y potencialmente peligroso. No quiero abundar más en esto.
A partir de esa fecha en que se me echó a la calle en esa compañía, hace ya más de 20 meses, he vivido en una inmovilidad difícil y dolorosa. El malestar psíquico ha dificultado que ponga manos a la obra, que escriba ese libro en parte autobiográfico sobre enfermedad mental, con propuestas para evitar la patología, o para superarla. Lo mismo ha sucedido con mi intención de estudiar a fondo la gramática del idioma inglés; y con el propósito de escribir ensayos o relatos de ficción.
Todavía más importante, he pasado todo este tiempo sin trabajar y ya me queda poco dinero del que recibí por concepto de liquidación cuando fui despedido. No quiero verme en una situación en la que vuelva a vivir en pobreza, incluso con hambre, que si sucediera, sería todavía más difícil porque mi madre anciana vive conmigo.
No obstante, el asunto no me preocupa más de la cuenta. He evitado buscar empleo en la industria farmacéutica porque además de que esa actividad no es de mi interés, he descubierto que ese rubro es un gran engaño; miles de productos farmacéuticos (literalmente, miles) no son necesarios, no sirven para nada (en el mejor de los casos) e incluso podrían ser muy dañinos, podrían provocar un deterioro que incluso resultaría irreversible para quien los consume. Esto sucede tanto con problemas de salud física, como de salud mental. He llegado a pensar que la actividad farmacéutica debería ser considerada ilegal, otra forma de delincuencia organizada. Alguna vez, hace años, escuché un término que parece muy adecuado para ese grupo delictivo, “el Cártel del Fármaco”. En el mundo, se ha acuñado un término en el idioma más importante del globo, “Big Pharma”.
Antes de perder mi empleo, a mediados de agosto de 2021, dejé de tomar todo medicamento psiquiátrico, esto es, antidepresivos (fluoxetina), estabilizador del estado de ánimo (valproato de magnesio), antipsicótico (risperidona) y ansiolítico (para dormir, clonazepam). El malestar que he sentido, con la sintomatología, no se debe tanto a mi trastorno límite de la personalidad (TLP) que me fue diagnosticado hace cerca de 15 años, a mediados del año 2008, sino a mi realidad difícil, a mi historia de vida, y a la dolorosa conciencia de que he sido objeto de violencia desde mi más temprana infancia, hijo de un padre que era un psicópata, y de una mujer cuyos antecedentes difíciles (ella misma fue violentada de una manera terrible por sus padres) provocó que se comportara como una enferma psicótica, sin serlo; su percepción de la realidad, su manera de reaccionar ante todo tipo de dificultades, reflejaba una patología que debió ser atendida, lo cual no ocurrió más que por periodos y terminó cuando yo llegaba a la pubertad, en la tardía década de los años 70s.
Sigo en Twitter, mi red social favorita, cuentas de otros países, como Estados Unidos, Reino Unido y Canadá, que tuitean sobre temas de violencia en el trabajo, patologías narcisistas, y violencia en otros entornos; de familia, amigos e incluso compañeros sentimentales. He leído un libro sobre “gaslighting”, una técnica perversa que individuos con patologías narcisistas (principalmente sociópatas y psicópatas) usan para dañar la salud mental de sus víctimas, cuyos efectos pueden ser tan severos como para provocar deterioros mentales irreversibles o incluso orillar al suicidio a la víctima.
He trabajado en la traducción de ese libro (del inglés al español) con intención de ganar un poco de dinero (que necesito para vivir) y también de que mi actividad sea satisfactoria. No menos importante, familiarizarme con estos temas y llegar a comprender sus orígenes, sus efectos y el modo como son perpetrados, podría ayudarme a acabar de superar mis problemas y cobrar conciencia de que no solamente he conseguido sobrevivir, sino que lo he hecho de manera sobresaliente, he vencido a mis antagonistas, y en ciertos aspectos, puedo sentirme orgulloso de haber enfrentado mi realidad realizando enormes esfuerzos y asumiendo una postura de determinación y valor.
Acudir a un psicólogo puede ser de gran ayuda en diversas situaciones. La razón principal es que los psicólogos son profesionales capacitados para brindar apoyo emocional y herramientas para enfrentar desafíos mentales y emocionales. Aquí te presento algunas razones por las cuales podría ser necesario acudir a un psicólogo:
Problemas emocionales: Si estás lidiando con sentimientos abrumadores como ansiedad, depresión, ira o tristeza persistente, un psicólogo puede ayudarte a comprender y manejar estas emociones de manera más saludable.
Crisis o cambios importantes: Eventos traumáticos, como la pérdida de un ser querido, un divorcio, un cambio de trabajo o mudanzas, pueden generar estrés y dificultades emocionales. Un psicólogo puede proporcionar apoyo durante estas transiciones.
Relaciones interpersonales: Si estás teniendo problemas en tus relaciones familiares, de pareja o amistades, un psicólogo puede ayudarte a mejorar la comunicación y a abordar conflictos de manera efectiva.
Autoestima y confianza: Si tienes problemas para sentirte seguro/a de ti mismo/a o valorar tus propias habilidades, un psicólogo puede trabajar contigo para construir una autoestima más sólida.
Estrés y manejo de la vida: Problemas laborales, académicos o financieros pueden generar niveles elevados de estrés. Un psicólogo puede enseñarte técnicas de manejo del estrés y habilidades para tomar decisiones más efectivas.
Trastornos mentales: Si estás experimentando síntomas de trastornos como trastorno de ansiedad, trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) o trastorno de estrés postraumático (TEPT), un psicólogo puede realizar evaluaciones y ofrecer terapias específicas.
Autoconocimiento: A veces, es útil hablar con un profesional imparcial para explorar tus pensamientos, sentimientos y metas personales. Un psicólogo puede ayudarte a conocerte mejor y a desarrollarte en diversas áreas.
Hábitos y adicciones: Si estás luchando con comportamientos adictivos o patrones de conducta perjudiciales, un psicólogo puede colaborar contigo para identificar las causas subyacentes y trabajar en soluciones.
Desarrollo personal: Si estás buscando crecimiento personal, un psicólogo puede guiarte a través de procesos de autorreflexión y establecimiento de objetivos para alcanzar tu potencial máximo.
"That villainess was wrong! Everything has to be cute!"
"Look Pibby, stop being so stuck in this wave of depression. Just show the darkness how you really feel, and save your bunny friend."
"W̵̺͔͇̓h̸͖̎̑͠e̴̲̾̅̌r̸̝͍̳͉̄e̵̢̜͇͕͗'̵̣̃d̶̡̠̜͚̊̓͐ ̷̘̓̈́Ī̵̧̯͇̯͗ ̴̞͕̾͂͊b̶̢̜̳̟̾ů̵̖̙̯̰y̶̜̰̌ ̶̥̬͈͊̃͐̊t̵̢̛̓̃͠ḩ̶̛̺͋͆̚ï̸̘̦̳̞s̷̰̖͎̎̆?̵̛̫͇́̎ ̶̫̐̚Ǐ̸̥̙̪ ̵̛̜͓̻̊̅ͅm̶̦͆̕a̵͓̻͓͋̉d̶̡͓͇͈̅ȩ̷͛̈́ ̴̹̼̼̲́t̴͕̮̘̆̌͑́ȟ̵͉̬̬͐̈́͝i̶̙̣̪͆̿̀s̴̥̯̘͎̔ ̸̼̠̣͈̑͛m̸̢̭͆̆̄y̴͇͙̍̃͌s̷̡̟̪̉̇ë̴̖́l̸̥̗̾̇f̴̜͓́͘,̷̫̐̋͝ ̶̺̉̆ś̴̡̫̝͙̈͠͠i̷̢̲̫͎̋l̴̢̬̫̳̈́l̵̤̈̐̊y̵̱̺̦̾̎!̷̳̬̐ͅ"
"I̵̛̞̤̽̈́̄'̶͉̀͋̇̎l̴̖͆l̷̼̘͝ ̴̨̻͕͑ṡ̸̡h̷̭͖̫̩̿̔̾͘o̷͈͊͆w̸̙̆ ̴̧̬̓̅̊y̶̨̝̙̥̔̏̾̚o̵̩͖̠̐͒̃ȕ̶͓̀͋͑ ̵̺͓̜̤̄̈́ẗ̴̢̨̞͉ḩ̵͚͋̍͘ë̴̛̖́̓͘ ̶̡͙̏̇͑m̵̹̖͎͊̑e̴͉̓ä̸̢̟̈̑n̷͚͒̕ì̸̹̙̎̋ͅn̶̨̤̂͘g̵̞̈́̑̊͝ ̸̢̰́͊o̴̦̊̂̈́f̶̹̈́̈́ ̶̧̋͠t̶͔̦̪̔̋̈ṛ̸͓̥͂͛͒͆ų̴̥̮̿e̸͚̫̝̐̀ ̷͇̼͍̲̌f̸̣̼̱͆͑a̶͎̦̻͑̓͜s̷͚͑̀ḫ̴̳̇͑̽i̸̯̮̤̜̍̾̂͠o̸͉͕̼̾n̵̡͎͇̭̔͛͝.̴̧̳͗̊"
Pastel Meringue Cookie's past demeanor was replaced with a constant state of anxiety and PTSD, and since it's the apocalypse, he always gets triggered by even the slightest scratch.
Currant Cream Cookie, on the other hand, has become more withdrawn and introverted, but is the one that forces Pibby to become a badass.
Fun Fact: Out of all the cookie survivors, they're the only ones that joined Pibby's Team.
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"¡Esa villana estaba equivocada! ¡Todo tiene que ser lindo!"
"Mira Pibby, deja de estar tan atrapada en esta ola de depresión. Solo muéstrale a la oscuridad cómo te sientes realmente y salva a tu amigo conejito."
"¿̸̨͌́̏͑D̷͍͎̄̈́͒ó̵̫̟̩͔̅̒ń̵̻̞̟̼̒̔͝d̶͔͉̪̄̐͠ë̷̡͚́͛̆̅ ̷̗̭͖̈́̄͝ͅc̸̛̘͚͔̣̽͛ơ̷͎̣m̵̺̲͍̿p̷̦̞͉̔ŗ̴̺̙͎̐́̇̒é̶͍͉͠ ̴̼̱͓͐́͝ȩ̵̹̿̏̚͠s̴̛͍̺̩̕͘ţ̶̝͖̓̽o̸̺̞͓̓̈́̐?̶͖̹̂ ̴͉̗͛͆¡̸͍̣̪̓H̸͔̠͍̄͑ì̶͓͙͉̲̒͠c̸̱͈̣̅͌͘͘e̴̙̅ ̵͚̭̲̋̋͜e̴̤̊s̶̨̺͋̐͐̏t̷̹̽͊̍͑͜ó̵̼͎͑ ̴̘̻͒̈ỷ̷͎̞̘ͅợ̸͂̓͆ ̴̡̨̈͊̃m̶̡̞̜̌̈̕i̶̥͉̽s̸̢̤̑̄͘m̸͙̜͓̾̽̅ơ̴̯̌͝,̵̡̹̠̝͒̍̈ ̷̬̫͝t̴̽͜͝o̸͇͙̓͆̈n̶̝͎̦͊̎t̴̝͇̲̔̄ỏ̷̡̺̇!̷̛̙̥̰͠"
"T̷̠͍͚̖̉e̶͚͔̦̺̊ ̷̺̖͋͛m̸̧̡͇̙̮̂̏͛̆̈́ͅo̶̯͈̱͋s̶͔̥̈̊͋̕͝t̷̗̻̎͊̀͝ŗ̵̢̱̬̫͗͗͛́͒́ͅâ̴̜͖̮͔͋͌̅r̵͓͚̝̭͉͘͜ę̸̭̺́͂̎̈́̚̕ ̴͇̗͂͂͋̋̊ȩ̶̯̼͕̾͒̇̍ͅl̴̗͇͛̐͗̀͜ ̴͍̼̤͍͍̟̓̑s̶͎͎͎̏̆͒͝i̶̧̪̜̫̲͍̅̍̈g̶̢̬̻̭̖̈̈́͂̅͐ñ̷̤̬̲̰̊͜ī̸̟̻̥̞́̓̍̚ͅf̴̢͗̌͝i̵̡̨̩͇̰̹̅c̸̮̦͓͍̐͗ā̷͙̝̙̞̫̺͐̿d̵͕̯̘̪͍͓̔o̷̠̬̗̼͛ ̶̧̹̘̑̈́͛̋̈ḏ̴̼̣̈́̐̕e̴͙̬̐͒̾̀̓͘ ̶͇̎̚l̸͇̕͝ä̸̢͉̙́͌̆̄̋̈ ̷̜̫̆̈́͝v̶̧̓͂̿̈́ĕ̴̢̨̬͎̣̜̍̈́̎r̶̝̩̞̪͎̃̃̎͒͆̕d̴̩̦̯͖̳̓à̴̻̤̝̈́̅͌̊͘ͅḋ̴̥̩͍̂̂̐́ȩ̷̛̩͇̩͇̖͐̂͂̌̇r̴̯̟̬̀̐͐̂̄͂ä̷̞̞̤̙́ͅ ̷͖̙͈̘̩̊m̶͇̘̰̱̽̑̃ͅo̸̦̍͆̋͌̄̕d̸͖̺̫̦͕͛͋̅ả̶͎͓͇͚̮͖͗̿̋͌.̸̛̗̗͉̭̊̈́"
El comportamiento anterior de Galleta Merengue Pastel fue reemplazado por un estado constante de ansiedad y trastorno de estrés postraumático, y dado que es el apocalipsis, siempre se activa incluso con el más mínimo rasguño.
Galleta Crema de Grosella, por otro lado, se ha vuelto más retraída e introvertida, pero es la que obliga a Pibby a volverse ruda.
Una experiencia personal que deja el corazón quebrantado.
Hace unos días participamos de una reunión en la que compartimos momentos maravillosos de crecimiento y fortalecimiento para nuestra relación conyugal. Esta vez tuvimos con mi señora la muy grata sorpresa de encontrarnos con matrimonios amigos a quienes les tenemos un cariño muy especial.
Sin embargo, hemos vuelto muy inquietos de corazón a nuestro hogar por la razón de que varios de estos amigos han compartido con nosotros lo que están viviendo actualmente en su hogar. Estar sosteniendo cuadros de ansiedad que podría estar en su etapa inicial de desarrollo pero que ya está causando los efectos propios de un trastorno de personalidad.
Por lo poco que pudimos compartir, el trastorno de ausencia de sueño sería una de ellas y que nos pareció entender que procede de un cuadro de estrés postraumático (del cual no tenemos dudas de que muy pronto saldrán) . Lo que rápidamente nos trajo a la memoria recuerdos de los que hace unos seis años nos tocó vivir en un viaje al Brasil.
En aquella oportunidad fuimos a la ciudad de San Leopoldo, unos 35 kilómetros de la Capital Porto Alegre, estado de Rio Grande del Sur, Brasil, acompañando a una de nuestras hijas para una competencia de patinaje artístico. Ya en el último día, el avión saldría a las 18hs del aeropuerto de Porto Alegre, por lo que nos pegamos un breve viaje mañanero a otra ciudad para conocer, Novo Hamburgo, unos diez kilómetros más alejado y del cual pensábamos no tardar.
En aquella ocasión, otra madre que también viajo con sus hijas para la competencia y a quién aquí llamaré “Señora X”, pero hospedada en un hotel distinto al nuestro, nos pidió dejar a nuestra hija a su cuidado para que jugara con sus hijas hasta tanto regresáramos por ella en el horario convenido: 16hs. Para luego tomar el mini-bus que nos llevaría de regreso al aeropuerto.
Ese día , marcó un antes y un después en nuestras vidas, una vida sin mayores sobresaltos pero que desde entonces nos dio un aprendizaje nunca antes vivido. Regresamos unos 15 minutos tarde al hotel en que estábamos hospedados por inconvenientes en el transito, típicos de las grandes metrópolis del Brasil. Esos 15 minutos de retrasos fueron suficiente para ya no encontrar a nuestra hija ni nuestros equipajes en el Hotel, la Señora X, con quien la dejamos, había pasado por nuestro hotel a llevar los equipajes y partir con el mini-bus contratado ya al aeropuerto y además, como si fuera poco, en coincidencia con el cambio de turno de los empleados del hotel. Es decir, que ya nadie sabía nada de nada en ese lugar.
Ya se imaginarán el cóctel de emociones negativas en ese momento, con todas las ideas posibles cruzando nuestras cabezas. Posiblemente unos 35 kilómetros de nuestra hija (decimos posiblemente, porque presumimos que hayan ido al aeropuerto a esperarnos) y cómo no teníamos teléfonos celulares en aquella ocasión, tomamos la decisión de regresar al aeropuerto en tren, el medio más rápido de llegar al aeropuerto, según funcionarios del hotel y que unía varias ciudades desde Novo Hamburgo, pasando por San Leopoldo hasta llegar a Porto Alegre, de las 22 estaciones de trenes que contaba, quince pertenecían al trayecto que nos separaba del aeropuerto, incluyendo un trasbordo de trenes.
Con aproximados tres minutos que tardaban en vaciar y llenar nuevamente de pasajeros, sumados a la espera de su llegada para abordar y luego al cambio de tren una vez en Porto Alegre por otro tren que nos llevaría al aeropuerto, en sumatoria seguía siendo la más rápida opción de llegada evitando el caótico transito de la tarde. (Luego otras personas que también estuvieron en ese viaje comentaron que mi rostro soportó las más coloridas transfiguraciones posibles).
Pues bien... parecía fácil, sumado a todo ese tiempo mencionado, la espera por pasar todas las estaciones, ver subir y bajar a tantas personas despreocupadas y sin prisas, sumado a la difícil tarea de administrar nuestras emociones (angustia y desesperación) pensando en nuestra hija que sólo hablaba el castellano en una ciudad de habla portuguesa y con inmensidad de posibilidades. (Ninguei merece).
Luego de aquel apocalíptico viaje de regreso al aeropuerto, encontramos a nuestra hija sentada sobre los equipajes en medio de un aeropuerto lleno de personas corriendo de un lado a otro y justo unos 10 minutos antes de partir el avión rumbo a San Pablo pero con la Señora X y sus hijas ya a bordo del avión.
Recuerdo que corrimos a darle el abrazo más esperado y más largo de nuestras vidas, le llenamos de besos en medio del aeropuerto a la vista de muchos que se habrán preguntado o imaginado un montón de cosas. En fin regresamos a Paraguay sanos y salvos pero aprendiendo a ser más precavidos y más responsables.
Varias semanas después, empecé a sentir problemas de respiración, como falta de aire o excesivo estado consiente de la respiración, palpitaciones aceleradas y miedo, mucho miedo a situaciones o escenarios que anteriormente resultaban normales. empecé a experimentar pensamientos trágicos, como un simple sonar de teléfonos pudiera ser para una noticia inesperada y terrible.
Luego de muchas visitas a doctores y sanatorios, incluso muchas hice a escondidas de mi familia porque ya empezaba a causar discusiones frecuentes, tomé conciencia de mi situación aquella noche en la que una doctora que atendía en urgencias de un sanatorio, luego de varios chequeos y preguntas me pasa su receta, en la que se leía: Diagnóstico posible; Crisis de pánico, indicaciones; acudir a psiquiatría.
Esa vez comprendí que anidaba un nuevo inquilino en mi vida, un indeseable inquilino a quién debía dar un pronto despacho si no quería convivir con ella el resto de mi vida, hasta tanto ella decida por mí cómo terminar mis días.
Aquella crisis causó en su breve tiempo (4 años aprox), un montón de dificultades en mi vida (sentimientos de culpabilidad, dolor emocional, cambios de humor, irritabilidad), en especial en la relación con mi cónyuge. Fueron puestas a prueba tanto la confianza como la tolerancia entre nosotros y por sobre todo el amor. Aprendizajes de diálogo, empatía, cercanía emocional de contención de mi cónyuge y dosis de compañías sin dormir hiso posible que hoy sea una anécdota qué contar.
Hoy, doy gracias a la mujer que tengo a mi lado, por sus noches sin dormir, por sus oraciones diarias, por sus visitas al Santísimo, por su perseverancia y paciencia y por su noble y encomendado corazón que me encaminó a conocer a Dios de la manera menos esperada, por medio de su Palabra. La Palabra de Dios viviente y salvífica, llena de sabiduría pero también de misericordia y que para mí se reveló SANADORA.
La ansiedad fue para mí una prueba muy real y difícil, mi matrimonio mi mejor soporte y el camino más corto para conocer a Dios.
Comprendí que la ansiedad que hospedé alguna vez, nació de mi corazón roto y encontré consuelo en su Palabra: “Sana los corazones quebrantados” Salmo 147:3.
Tal vez en el futuro venga otra crisis, nadie es inmune, pero hoy ya conozco su Palabra. No hay mejor doctor que Dios ni mejor medicina que su Palabra, en mi apuro (angustia) clamé al Señor: “Él los libró de sus angustias. Su Palabra envió para sanarlos y arrancar sus vidas de la fosa” Salmo 107:20.
Natalia y Christian
Segunda Parte: Causas y tipos de ansiedad y sus efectos en el matrimonio.