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#Monte Fresco
joeinct · 5 months
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Kevin Keegan, Photo by Monte Fresco
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federer7 · 9 months
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English Young footballer Jeannie Allott. 6th November 1974
Photo by Monte Fresco
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more-than-ideas · 5 months
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Monte Fresco
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kestarren · 6 months
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Boy Brings Home Christmas Tree, Spitalfields Market, London 1946. Photo by Monty Fresco (English, 1936-2013). Gelatin silver print.
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Pierre Ribera (Spanish, 1867-1932) Bozzetto for a ceiling fresco of the casino of Monte Carlo, n.d.
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molecoledigiorni · 6 months
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venicepearl · 2 years
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Cappella del Monte in the Church of San Pietro in Montorio (Rome). Designed by Giorgio Vasari, the ceiling of the chapel contains the fresco The Conversion of St. Paul, by Vasari. On each side, tombs of Antonio and Fabiano del Monte with statues of Justice and Religion sculpted by Bartolomeo Ammannati.
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scavengedluxury · 1 month
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Fresco in the war damaged Franciscan monastery, Sveta Gora (then Monte Santo), 1916. From the Budapest Municipal Photography Company archive.
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triste-pensante · 13 days
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Fantaseo con tener una pequeña cabaña en el monte. Donde pasar los fines de semana, escribiendo, leyendo. Caminando por los alrededores, sentir el aire fresco golpear mis pulmones. Por las tardes preparar algo de pan amasado, y algo abrir un frasco con mermelada con algo de café o té. Completamente solo pero conectado con el universo.
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calabria-mediterranea · 3 months
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The village of Pazzano and the ancient Hermit of Santa Maria della Stella, Calabria, Italy
Pazzano is quaint little village situated between Monte Stella and Monte Consolino and it extends to the north to the lush green Serre mountains.
The most important thing to see in Pazzano is the Hermit of Santa Maria della Stella, an ancient byzantine hermitage sited in a natural cave on Monte Stella.
In the 11th century Byzantine monks lived in the sanctuary. Cristodulo was one of the first the Hegumen. In 1096, it became a minor monastery. In the Norman period it was converted to a Catholic monastery.
Inside the hermitage there is a 16th-century statue of Madonna in marble and Byzantine frescos representing saints.
Photos by Antonella Gentile
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joeinct · 5 months
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Photo by Monte Fresco
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las-microfisuras · 8 months
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Soy feliz. Hacía tanto tiempo que no podía decir esto: ¿qué será lo que me transmite esta sensación tan íntima y precisa de alegría, de ligereza? Nada. O casi. Un silencio maravilloso me rodea: la habitación del hotel, en la que llevo cinco minutos, da a un gran monte, muy verde, con alguna que otra casa modesta y normal. Llueve. El murmullo de la lluvia se mezcla con unas voces distantes, densas, incalculables. La terracita de delante brilla por la lluvia y sopla un aire fresco.
La sensación de paz y de aventura que siento en este hotel del interior de Isquia es una de las cosas que la vida, a estas alturas, te brinda sólo muy raramente. Un lugar donde me parece haber estado siempre. Me hace pensar en el Friul, en Carnia, en Emilia. Sólo de vez en cuando una voz cercana me recuerda que estoy en el Sur. Me espera algo formidable: aquello que uno espera cuando es niño, el primer día de vacaciones, cuando todavía tiene por delante un verano eterno.
¿Cómo he llegado aquí? Cuando lo pienso, ahora que sólo hace unos minutos que me hallo sumido en esta paz doméstica, me parece que llevo a mis espaldas un viaje homérico.
De ser capaz, me gustaría describirlo para aquellos lectores que nunca han salido de su pueblo, su ciudad, salvo para hacer algún breve viaje por la provincia, y que sueñan con Capri e Isquia como yo he soñado con ellas, como un niño. Necesitaría un libro entero, porque no ha ocurrido nada: sólo han ocurrido las cosas que pertenecen tan sólo a la vida, y que, al cabo de cinco minutos, mueren. 
- PIER PAOLO PASOLINI, de La larga carretera de arena (La lungha strada di sabbia) Gallo Nero 2018, traducción de David Paradela López.
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notasfilosoficas · 4 months
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“Ser lo que somos y convertirnos en lo que somos capaces de ser es la única finalidad de la vida”
Robert Louis Stevenson
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Robert Louis Balfourd Stevenson, también conocido como Robert L. Stevenson o R.L. Stevenson fue un novelista, cuentista, poeta y ensayista británico nacido en Edimburgo Escocia en noviembre de 1850. 
Su legado es una vasta obra que incluye crónicas de viaje, novelas de aventuras e historias fantásticas de aventuras como “La Isla del Tesoro” y la popular novela de horror “El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde”.
Robert Louis fue hijo único de una familia presbiteriana. Su padre era abogado y constructor. Buena parte de su familia eran ingenieros constructores de faros.
Ingresó a la Universidad de Edimburgo como estudiante de Ingeniería Náutica, influido más por su padre que por gusto propio, sin embargo, se licenció en derecho, aunque poco ejerció la abogacía.
Tanto la salud de Robert como la de su madre, se vió siempre debilitada por enfermedades respiratorias, el clima escocés de veranos frescos e inviernos lluviosos y nublados fueron siempre muy inconvenientes para ellos.
En los años de su adolescencia, Robert acompañó a su padre en sus frecuentes viajes, lo que le permitió adquirir inspiración para sus obras posteriores.
En 1875 comenzó a practicar la abogacía aunque su verdadero interés se centraba en el estudio de la lengua.
Para 1876 aparecieron los primeros síntomas de tuberculosis y por esas mismas fechas a la edad de 26 años conoció en Francia a Fanny Osbourne, una norteamericana separada diez años mayor que él con quien contrajo matrimonio en 1880 a la edad de 30 años.
El matrimonio se mudó a Edimburgo, luego a Davos Suiza, y posteriormente se instalaron en una finca adquirida por su padre en el balneario de Bournemouth. Fue por entonces que se dió a conocer como novelista con la publicación de su primera novela “La Isla del Tesoro” en 1883.
Vivió en su patria hasta 1887 y fue durante esos años que publicó dos de sus novelas mas populares; “La flecha negra” y “Raptado” y en 1886 una obra maestra del terror fantástico titulada “El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde”.
Vivieron un tiempo en Nueva York, en donde Robert conoció e hizo amistad con Mark Twain y con Henry James. Tras una breve estancia en San Francisco, decidieron realizaron un viaje hacia las islas del Pacífico Sur. 
En 1889 llegaron a las islas de Samoa en donde construyeron una casa para establecerse.
Varias de sus novelas posteriores trataron sobre las islas del pacífico, como The Wreker en 1892, Island Nights en 1893 y En los mares del sur en 1896.
Stevenson Muere de un derrame cerebral en diciembre de 1894 en su casa de Vailima Samoa, y fue enterrado en la cima del monte Vaea con vista al mar.
Fuentes: Wikipedia, infolibros.org, biografiasyvidas.com
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sciatu · 4 months
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Ricotta del vicino di casa, cassatina con ricotta, sfogliatelle con ricotta, cannoli al cioccolato con ricotta, cannoli tradizionali.
Il clacson sgraziato e difettato di una vecchia punto mi attira verso il muretto che costeggia la strada di campagna su cui confina la casa. Mi affaccio oltre il muretto e vedo nella sua vecchia punto Stefano, il pastore che abita con gregge e famiglia più in alto su monte “A vuliti na ricotta?” “Cettu” “ Un chilu o menzu chilu?” “Menzu” “Accà, pigghiassi’ Mi passa un sacchettino di plastica trasparente caldo, in cui una forma di ricotta naviga nel siero da cui è nata “Quant’è?” “Du euri” Lo guardo sconcertato. Con due euro ti compri solo la fame. Pago e con gentilezza porto la ricotta in casa. La metto in un angolo della cucina coprendola con una tovaglia a quadrettoni bianchi e rossi. Gliela sistemo intorno con attenzione, come si fa con un neonato. Mangiamo. Il primo è un piatto di pasta con il pomodoro fresco dell’orto. Poi porto in tavola la ricotta. L’osserviamo con devozione sentendo il profumo di latte e il suo tepore. Ha un colore bianco-dorato ctipico della ricotta di pecora. Si taglia con un sospiro perché ha la consistenza di una nuvola e in bocca si scioglie lentamente. Nessuno parla. Il gusto cremoso e intenso, stordisce il pensare, l’immaginare, il paragonare. Non è ricotta, è il vento che semina gli arbusti sui monti, l’acqua di marzo che li trasforma in fiori, il passo lento delle pecore che seguono il suono del campanaccio sotto il sole della primavera e le nuvole grigie madri della pioggia che si inseguono nell’azzurro intenso del cielo. È un piacere soffice, come il grembo di una bambina, impalpabile come la schiuma del mare, fiabesco come un sogno al mattino. La ricotta fresca muta e si rinnova se la mangi con il caffè macinato, con il cioccolato, nei cannoli, nel ripieno dolce delle fraviole, con il miele o sulla pasta in bianco. Da sola, quando è fresca è una solista perfetta, da ammirare e gustare. È un bacio al senso di latte: soffice, caldo, gustoso, intenso. Come il latte è innocente, umile, semplice, pura. Un poema in un verso e con mille rime. Evoca le colline scoscese, i boschi infiniti, i ruscelli gioiosi, bianchissime nuvole in azzurrissimi cieli. Per questo ormai, l’evento del mattino, è ormai l’arrivo di Stefano e della sua scassatissima e polverosa punto, un prezioso forziere colmo di calde, tenere ricotte.
The awkward and defective horn of an old Punto attracts me towards the low wall that runs alongside the country road on which the house borders. I look over the wall and see Stefano in his old place, the shepherd who lives with his flock and family higher up the mountain “Do you want ricotta?” “Cettu” “Un chilu or menzu chilu?” “Menzu” “Accà, pigghiassi” He hands me a hot transparent plastic bag, in which a wheel of ricotta floats in the whey from which it was born "How much it is?" “Two euros” I look at him bewildered. With two euros you can only buy hunger. I pay and kindly bring the ricotta home. I put it in a corner of the kitchen, covering it with a red and white checkered tablecloth. I arrange it around him carefully, as one would do with a newborn. Let's eat. The first course is pasta with fresh tomatoes from the garden. Then I bring the ricotta to the table. We observe it with devotion, smelling the scent of milk and its warmth. It has a white-golden color typical of sheep's ricotta. It is cut with a sigh because it has the consistency of a cloud and slowly melts in the mouth. Nobody talks. The creamy and intense taste stuns thinking, imagining, comparing. It's not ricotta, it's the wind that sows the shrubs on the mountains, the March water that transforms them into flowers, the slow pace of the sheep that follow the sound of the cowbell under the spring sun and the gray clouds that give birth to the rain that they chase in the intense blue of the sky. It is a soft pleasure, like a child's womb, impalpable like sea foam, fairy-tale like a dream in the morning. Fresh ricotta changes and is renewed if you eat it with ground coffee, with chocolate, in cannoli, in the sweet filling of ravioles, with honey or on plain pasta. Alone, when it is fresh it is a perfect soloist, to be admired and enjoyed. It's a kiss with the feeling of milk: soft, warm, tasty, intense. Like milk she is innocent, humble, simple, pure. A poem in one verse and with a thousand rhymes. It evokes the steep hills, the endless woods, the joyful streams, very white clouds in very blue skies. For this reason, the morning event is now the arrival of Stefano and his battered and dusty car, a precious treasure chest full of warm, tender ricotta.
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kusanagim91 · 1 month
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El cuarto estaba oscuro, el sol no lograba penetrar las pesadas persianas del cuarto de hotel, sin embargo se sentía el calor de esa mañana de verano. 
Pero Cecilia no sentía calor, el cuerpo sobre ella se sentía agradablemente fresco. No podía ver a la otra chica en la oscuridad, pero podía sentir su cabeza sobre uno de sus pechos y su mano fría en el otro. 
Haley Stone, o Permafrost como la conocían entre villanos, llevaba un rato despierta, disfrutando de la sensación de esos pechos firmes. 
-Atrevida~-.
-Dormilona~-. 
Rieron e iban a saludarse con un beso, cuando algo pesado se les tiró encima, algo que en la penumbra del cuarto parecía una bola de pelo verde. 
-¡Tengo hambre!-. 
-¡Dem!-la regañaron al unísono. 
Haley se sentó y encendió la luz del velador junto a la cama. 
Las tres miraron el cuarto por un breve instante, era un desastre, la ropa de las tres estaba desparramada por todos lados. 
-Al menos no amanecí en el monte como la última vez-dijo Demencia, sonriendo con todos los dientes, se la veía inusualmente contenta. 
-Al menos no te comiste a nadie, cocodrila-Cecilia suspiró, cubriéndose el rostro con una máscara. 
Las otras dos chicas se miraron, pero prefirieron no decir nada. 
-Pues por eso tengo hambre-Dem rodó los ojos. 
-Ya, vamos a desayunar-Haley se levantó y fue en busca de su ropa.
Cecilia hizo lo mismo, recogiendo ropa interior del suelo. 
-¿Este calzón de quién es?-.
-Solo tú usas de ese color, rosadita-Dem río. 
-Y solo tú usas tangas, Ceci, querida-rió también Haley.
-Ya, no se porque pregunte-. 
Sin duda habían tenido una noche loca, pero no se arrepentían de nada de lo que había pasado entre las tres en ese cuarto de hotel.  
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pizzabirraypopper · 9 months
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Caminata
Hoy no fui a trabajar, pero mejor no hablo del tema. En cambio, salí a caminar para despejarme un rato y aprovechar la mañana cálida de finales de invierno. Llegue hasta un monte de eucaliptos que está a pocas cuadras de donde vivo y caminé entre los árboles altos repletos de nidos de aves. Al lado del monte está la estación de trenes y unos metros más allá hay un bar al cual suelo ir de vez en cuando. Toda esa zona está casi desierta a la mañana, también el monte. Lo recorrí por un sendero que lo rodea más bien por la parte exterior y que permite apreciarlo casi en su totalidad. Me detuve con la intención de tomar algunas fotos y de intentar retener un poco del aire fresco que corría por entre los troncos altos. El césped es de un verde intenso, aunque no crece demasiado en esta temporada y por partes se encuentra cubierto por hojas secas y algunas ramas. Sigo caminando y encuentro a un hombre juntando algunas ramas que sostiene apretándolas con la mano menos hábil contra su pecho y que de seguro va a utilizar para encender el fuego de la parrilla. Ya no me detengo, aunque el lugar invita a quedarse un rato más, sigo camino. Su misma energía me mueve a continuar. Al salir se restaura el movimiento de la ciudad. Un hombre pasa en motocicleta y deja en el aire una estela de perfume que puedo sentir por varios segundos después de haber desaparecido de mi vista. El sol me da de frente durante las últimas cuadras que me separan de mi casa y demoro los pasos sabiendo que quizás no lo vuelva a ver por un buen rato. Llego y la casa está vacía y en silencio.
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