La Casa Azul en México: apuntes desde la apoteosis
(Escribí este texto en absoluto estado de exaltación la madrugada del 6 de diciembre en 2019)
He aquí ante nosotros un hombre que descifró un tipo de canción à la Ramones, que es la misma siempre pero las variaciones sutiles la vuelven un mecanismo genial.
Una reunión donde todos íbamos con vigor hacia el mismo horizonte.
Una devoción sin par.
El mejor concierto de la vida de mucha gente, incluyendo al artista.
¿Cuántas veces se ve eso?
El edificio estaba a punto de despegarse.
Cómo es posible que tardara tantos años en llegar este día. Como un refresco guardando gas por años y años hasta que revienta.
El cariño entre hombres, un grupo unido por el talento y el cariño sobre todo.
La ternura siempre presente.
El cuerpo reventado por el sudor.
Un artista conmovido hasta las lágrimas varias veces.
Una lista de canciones infinita, que parecía no terminar jamás.
Una advertencia no seguida (te quedan dos canciones) (esta es la última, lo juro)
¿Quiénes son estas personas? ¿Por qué los reúne esto? ¿Qué hay aquí que atraviesa kilómetros hasta desbordarse en una noche como ésta?
La Casa Azul es un hogar para muchas personas, un refugio de colores para explotar en llanto y frenesí.
Decían que nunca habían visto un público tan repleto de sinceridad y un cariño insólito, un amor como nunca hayamos visto antes. Y es verdad. Esto es irrepetible.
El aire está cargado de sorpresa, sopor y cariño.
Cantaban tanto. Era todo tan primitivo, sencillo y hondo. El concierto más largo de su historia.
Nos suspenderemos por los aires y fundaremos un planeta azul de estrobos y marchas. Un momento de corazón partido, literalmente.
La sorpresa de encontrarte por fin al otro lado del océano con tu público soñado.
El síntoma de algo más grande, ¿qué es?
Es el amor pero ¿qué clase de amor? ¿qué clase de pesares, penas, sentimientos, sentidos?
Queda un vestigio de emoción tras un fenómeno inédito.
Una fuerza de escape al mismo tiempo presente, anclada en nuestras dudas sentimentales.
Un autosabotaje profético.
No, autosabotaje no.
Una autoexploración profética.
Es la desterritorialización de un sentimiento surgido en una habitación a oscuras.
Un espectáculo sin parangón en el pop independiente. Montaje modesto pero vistoso.
El espectador accidental no sabe qué va a encontrarse y saldrá de allí visible y sinceramente desbordado.
Las miradas vidriosas de lo inolvidable, allí siempre.
La mezcla de imaginarios que parecen contraponerse pero no: Emmanuel y Franco de Vita, el romanticismo al que nos han condenado las estaciones y los vinilos de nuestros padres, arrostrado y reivindicado entre colores y viajes de ácido, y sobre todo en letras que no dan vergüenza ajena sino todo lo contrario: permiten que nos acerquemos más a nosotros mismos y a los otros desde un lugar honesto.
Un artista en la cima de su creación, por fin suena del modo que quiere y con personas a quienes respeta y con quienes conecta.
Guille vive en tiempo presente y aunque las canciones son ya mayores, están inscritas en el presente continuo.
Un artista que juega con las palabras, le gusta, no le atemoriza pensar en ellas, no sólo de forma conceptual sino sonora.
Tres horas de llanto jubiloso sin interrupciones.
Pop en el sentido más generoso. Pop sincero, multicolor y entusiasta de la expresión. Medicina pop contra las dolencias cotidianas.
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Frida Kahlo (Mexican, ) • Self-portrait Dedicated to Leon Trosky, a.k.a Between the Curtains • 1937
Leon Trosky and Frida Khalo were secret lovers during the time the former was a guest of Khalo and Rivera at La Casa Azul. When given this painting by Frida Kahlo, Trotsky hung it in his study. When he and his wife left La Casa Azul, his wife asked him to leave it behind.
In November of 1938, this painting was shown at Kahlo's first solo exhibition at the Julien Levy Gallery in New York City. It was shown with the title Between the Curtains.
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Frida Kahlo Her Universe
Editorial RM/ Museo Frida Kahlo, Mexico City 2021, 237 pages, 25 x 32 cm., ISBN 9788417975531
euro 67,50
The iconic Mexican painter as seen through almost 300 archival items, from her wardrobe to her personal art collection
This compendium presents the rich diversity of themes, ideas, concepts and emotions generated around two fundamental, iconic figures of modern Mexico: painter Frida Kahlo and her husband, muralist Diego Rivera.
More than 300 images from the archives of the Museo Frida Kahlo in Mexico City offer readers a glimpse of Kahlo’s distinctive wardrobe and the impressive collections of popular and pre-Hispanic art she assembled with Rivera, her connection with photography and the history of La casa azul, her beloved blue home that now serves as the museum’s main building. This volume welcomes us into Frida Kahlo’s universe, exploring the legacy of an indispensable figure in the world of 20th-century art and culture in her native Mexico and across the globe.
Frida Kahlo (1907–54) began painting at the age of 18 when she was immobilized for several months as a result of a bus crash that left her permanently disabled. From then on, art served as an immense source of healing for Kahlo as well as a vehicle for self-expression and cultural exploration. At the heart of Kahlo’s practice was her love for Mexican folk tradition, her staunch communist beliefs and her complex relationship with her body, gender and sexuality. A lifelong activist, Kahlo died of a pulmonary embolism after participating in a demonstration against the CIA’s invasion of Guatemala.
05/06/22
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Como un sueño hecho realidad. Una canción mano a mano entre Soleá Morente y Guille Milkyway. Dos de nuestras estrellas más rutilantes. Que además supone adentrarse en un territorio inexplorado entre los dos. Porque, ¿y si os decimos que se han tirado de cabeza a firmar una cumbia absolutamente irresistible? ¿Que la canción comienza como una desgarrada canción melódica italiana de raíz española, cual dueto entre Raphael y Rocío Jurado en plenos años sesenta? ¿Que el estribillo te lleva a una rumba de LOS AMAYA? ¿Y claro, que tiene algo de flamenco (el ingrediente de Soleá)? ¿Y que sí, cierto espíritu de electrónica bailable (el de Guille)? ¿Y que los arreglos son un auténtico prodigio? ¿Que la sorpresa y la emoción espera detrás de cada segundo?
Soleá y Guille se encuentran. Se miran a los ojos. Sí, los dos acaban de ser víctimas de sendos desengaños amorosos, y encuentran el uno en el otro el eco que necesitan sus penas cantadas a pecho abierto. Y LAS NEGRIS levantan la fiesta a palma seca a esta gran producción y composición de Guille. Y las penas saltan por los aires. Y perdonas y te perdonas. Y aparece la ilusión de ver que algo viene después. Una canción fascinante que te abraza y te hace bailar.
“Vamos A Olvidar” abre infinitos caminos, pero sobre todo la colaboración que apunta hacia el nuevo disco de Soleá Morente, que estará producido por Guille Milkyway y que volverá a marcar un nuevo giro de volante, un nuevo ejercicio de inspiración sobresaliente, la salida perfecta para un disco tan irrepetible como “Aurora Y Enrique”.
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La Casa Azul - Prometo No Olvidar
Hacía tanto que no me decías
Qué bien te queda ese jersey
Llevaba tanto tiempo ausente (tanto tiempo)
Que sin querer
Me olvidé de cómo se sentía
Un corazón
Latiendo a flor de piel
Demasiado tiempo sin perder la cabeza
Demasiado hielo, demasiada anestesia
No puedo entender cómo dejamos que fuera
Esto lo normal
Quieres que salgamos a por una cerveza
Vamos a cenar hace una noche perfecta
Para revivir
Para despegar
Y aunque se expanda el universo
Y nos proyecte a un gris y efímero final
No volveré a olvidar
Aunque se extingan los inviernos
Y la fuente del oxígeno vital
No volveré a olvidar
Aunque disparen veinte balas sobre mí
Y me revienten la cabeza
Aunque se agote la belleza
Aunque vayamos a morir
Aunque marchite el corazón
Aunque no pueda respirar
Prometo no olvidar
Que tú, fuiste un velero en mi naufragio espiritual
Metamorfosis (metamorfosis)
Molecular (molecular)
Una armadura de titanio, un manantial
Y te echo de menos
Pero el hecho es que hubo
Demasiado ruido, demasiada injerencia
Demasiado bosque, demasiada maleza
No puedo entender cómo dejamos que fuera
Esto lo normal
Así que si tú quieres hoy salimos a por una cerveza
Vamos a cenar hace una noche perfecta
Para revivir
Para despegar
Y aunque se expanda el universo
Y nos proyecte a un gris y efímero final
No volveré a olvidar
Aunque se extingan los inviernos
Y la fuente del oxígeno vital
No volveré a olvidar
Aunque disparen veinte balas sobre mí
Y me revienten la cabeza
Aunque se agote la belleza
Aunque vayamos a morir
Aunque marchite el corazón
Aunque no pueda respirar
Prometo no olvidar
Que tu luz me iluminaba
Cuando el miedo me ofuscaba
Cuando sólo pretendía abandonar
Porque sostienes el momento
Cuando acecha el desaliento
Eres mi centro, mi raíz, mi gravedad
Y aunque disparen veinte balas sobre mí
Y me revienten la cabeza
Aunque se agote la belleza
Aunque vayamos a morir
Aunque marchite el corazón
Aunque no pueda respirar
(Prometo no olvidar)
Jamás
Me iluminabas
Cuando el miedo me ofuscaba
Cuando sólo pretendía abandonar
03/03/2023
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