Medusa fue víctima de violencia sexual y la historia que conoces la convirtió en una villana.
Medusa es uno de los personajes de la mitología griega más fáciles de reconocer a simple vista. Con su inconfundible cabello de serpientes y el poder de convertir a quien la mire en piedra, es uno de los monstruos más populares en las historias de la antigüedad.
Pero hay una parte de su historia que no todos conocen y que cambiará tu perspectiva por completo.
La mujer serpiente no siempre tuvo una apariencia escalofriante. Medusa era una de las tres hermanas gorgonas (una clase de monstruo femenino). A diferencia de Esteno y Euríale, ella era la única mortal en la familia.
Ovidio fue un poeta romano considerado como uno de los más importantes en la literatura en latín y también fue uno de los primeros en describir cómo fue que el ser mitológico se convirtió en una terrible criatura.
La Enciclopedia de Historia Antigua cita a Ovidio de forma breve, pero impactante. Medusa era una hermosa joven y Poseidón la deseó para él. El dios de los mares la atacó y la violó dentro de un templo dedicado a Atenea.
La diosa Atenea tomó este ataque como una ofensa y castigó (increiblemente) a la mujer violada, dándole serpientes en lugar de cabello y con la maldición de convertir en piedra a quien mirase.
Después de ese capítulo, viene el más popular: aquel en el que Perseo mata a la "temible" Medusa. El Rey Polidectes estaba enamorado de Dánae, la madre de Perseo.
Su hijo no aprobaba esta relación porque consideraba que el soberano carecía de honor. Para deshacerse del hijo, Polidectes le pidió que le consiguiera la cabeza de la gorgona.
Como señala el Museo Metropolitano de Arte, los dioses ayudaron a Perseo en su misión y le brindaron regalos para asegurarle la victoria. Una pieza clave en su triunfo fue el escudo pulido de Atenea, el cual le permitió acercarse a Medusa y evitar su peligrosa mirada.
Cuando Perseo la decapitó, de su cuello brotaron el gigante Crisaor y caballo alado Pegaso. Ambos son considerados como los hijos de Poseidón, lo cual quiere decir que fueron fruto de una violación y que Medusa estaba embarazada cuando la asesinaron.
No es una noticia insólita que la mitología griega esté plagada de relatos de abuso y vi0lencia, pero es interesante (y trágico) descubrir que Medusa aún es recordada como un monstruo cuando su único "crimen" fue ser atractiva.
La víctima fue también la única que recibió un castigo por los actos de Poseidón. E incluso Atenea creó la flauta para imitar los lamentos de Esteno y Euríale tras el asesinato de su hermana.
Medusa resultó no ser el verdadero monstruo en esta historia.
Autor desconocido.
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Medusa fue víctima de violencia sexual y la historia que conoces la convirtió en una villana.
Medusa es uno de los personajes de la mitología griega más fáciles de reconocer a simple vista. Con su inconfundible cabello de serpientes y el poder de convertir a quien la mire en piedra, es uno de los monstruos más populares en las historias de la antigüedad.
Pero hay una parte de su historia que no todos conocen y que cambiará tu perspectiva por completo.
La mujer serpiente no siempre tuvo una apariencia escalofriante. Medusa era una de las tres hermanas gorgonas (una clase de monstruo femenino). A diferencia de Esteno y Euríale, ella era la única mortal en la familia.
Ovidio fue un poeta romano considerado como uno de los más importantes en la literatura en latín y también fue uno de los primeros en describir cómo fue que el ser mitológico se convirtió en una terrible criatura.
La Enciclopedia de Historia Antigua cita a Ovidio de forma breve, pero impactante. Medusa era una hermosa joven y Poseidón la deseó para él. El dios de los mares la atacó y la violó dentro de un templo dedicado a Atenea.
La diosa Atenea tomó este ataque como una ofensa y castigó (increiblemente) a la mujer violada, dándole serpientes en lugar de cabello y con la maldición de convertir en piedra a quien mirase.
Después de ese capítulo, viene el más popular: aquel en el que Perseo mata a la "temible" Medusa. El Rey Polidectes estaba enamorado de Dánae, la madre de Perseo.
Su hijo no aprobaba esta relación porque consideraba que el soberano carecía de honor. Para deshacerse del hijo, Polidectes le pidió que le consiguiera la cabeza de la gorgona.
Como señala el Museo Metropolitano de Arte, los dioses ayudaron a Perseo en su misión y le brindaron regalos para asegurarle la victoria. Una pieza clave en su triunfo fue el escudo pulido de Atenea, el cual le permitió acercarse a Medusa y evitar su peligrosa mirada.
Cuando Perseo la decapitó, de su cuello brotaron el gigante Crisaor y caballo alado Pegaso. Ambos son considerados como los hijos de Poseidón, lo cual quiere decir que fueron fruto de una violación y que Medusa estaba embarazada cuando la asesinaron.
No es una noticia insólita que la mitología griega esté plagada de relatos de abuso y vi0lencia, pero es interesante (y trágico) descubrir que Medusa aún es recordada como un monstruo cuando su único "crimen" fue ser atractiva.
La víctima fue también la única que recibió un castigo por los actos de Poseidón. E incluso Atenea creó la flauta para imitar los lamentos de Esteno y Euríale tras el asesinato de su hermana.
Medusa resultó no ser el verdadero monstruo en esta historia.
Autor desconocido.
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Can I have this dance?
Una vez más había llegado la segunda celebración favorita de Enid Sinclair en la Academia Nevermore, el Raven. Este año sería distinto, esta vez no había conseguido una pareja para el baile. Hubo varios interesados inclusos algunas chicas de primer año le habían pedido formalmente asistir con ella al baile, pero ella rechazó a todos, porque la única persona que realmente quería que la invitara, no está interesada en ese evento.
—Enid, desde aquí puedo escuchar tus pensamientos— Le dijo mientras le daba la espalda a su compañera de cuarto, aún estaba en su hora de escritura.
— Lo siento Wends— Enid se lanzó a su cama, en un intento de acallar su grito de frustración, aún no sabía cómo invitar a Wednesday al baile.
—Sigue viendo tu teléfono mientras termina mi tiempo de escritura, que sería en… — Wednesday observó su particular reloj— 10 minutos.
— Lo que digas— Sin moverse para agarrar su teléfono Enid permaneció en la misma posición hasta que Wednesday se levantó de su escritorio y se acercó al lado colorido de la habitación.
Sentándose con ligereza en la cama de Enid, sin que ella lo notase y considerando siempre una distancia razonable, Wednesday le preguntó.
—¿Qué es lo que tanto te preocupa? — Mantuvo su espalda recta y su mirada hacia su escritorio
Enid al escuchar a Wednesday tan de cerca se sobresaltó, aún no entiende como no puede sentir sus movimientos incluso con sus sentidos mejorados gracias a su transformación en lobo durante las noches de luna llena desde el incidente del Hyde. Se sentó con las piernas cruzadas mirando a Wednesday y jugando nerviosamente con sus manos.
—Sabes que queda una semana para el Raven, ¿cierto? — Wednesday asintió— Bien para decirlo en pocas palabras, es que aún no tengo pareja para ir. — Wednesday alzó su ceja derecha en señal de incomprensión. — Estoy segura que al menos has tenido 10 invitaciones en estos días, ¿cómo puede ser que todavía no encuentras a alguien adecuado para asistir a ese baile?
Wednesday había sido testigo de algunas peticiones por parte de algunos estudiantes de primer año, un hecho que la incomodó por razones desconocidas y que se sentía aliviada cuando veía en los rostros de esas chicas al ser rechazadas por su roomie.
— Es que ese es el problema, todavía espero que la persona adecuada me invite— Enid miró fijamente a Wednesday en un intento de comprendiera que era ella la indicada.
—Enid, actúas como si estuviéramos en una época antigua, aprecio aquel tiempo, sobre todo por sus instrumentos de tortura, pero creo que deberías tomar la iniciativa.
— No sé, llámame anticuada, lo prefiero así— Enid estaba indecisa de que este fuera el momento adecuado para invitarla.
—Entonces, no te quejes si un tonto hombre-lobo no te invita y no puedas asistir al baile.
— En eso te equivocas Willa, no espero a un hombre-lobo.
—¿Una gorgona? Después de todo el drama que viviste por su nula preocupación por ti durante las vacaciones extendidas del año pasado.
Enid recordaba perfectamente como fue ignorada por Ajax durante ese tiempo, realmente no era un novio preocupado, sus llamadas y mensajes de texto eran tan esporádicos, que la hacía sentir que solo eran amigos que se besaban.
—No, tampoco es solo que la persona que deseo que me invite es terca y no entiende de las señales.
—Si es así, deberías tomar la iniciativa, insisto porque tampoco entiendo ese tipo de situaciones y como le dije una vez a Tyler; no comprendía su código morse emocional.
Enid nunca le gustaba oír ni de la persona que estaba detrás del Hyde, ni tampoco del artista que tenía la habilidad de que sus dibujos cobraran vida. Al menos ninguno de los dos está cerca de nosotras. Pensó con disgusto.
— Esperaré un par de días, quizás la suerte me acompañe y unos tres días antes del Raven ya tenga pareja.
—Enid, ya te he dicho en varias ocasiones que la suerte no existe.
—Lo sé, me gusta creer en aquello.
Dieron por terminada su conversación. Enid pensó que quizás esto haya sido el empujó que necesitaba Wednesday para captar finalmente las señales como dijo que quería ser más que su compañera de cuarto y amiga. Por otro lado, Wednesday mientras iba caminando hacia su cama, comenzó a idear un plan para averiguar quien podría ser el interés amoroso de Enid en esta ocasión.
Ese lunes Wednesday siguió de cerca a Enid, especialmente en las horas que no tenían clases. Como lo supuso, continuaron las invitaciones y siguiendo el mismo patrón, Enid los rechazo amablemente. Por su parte, ella recibía una o dos invitaciones, realmente admiraba a los sujetos que se habían atrevido siquiera hablarle. Por supuesto, fueron rechazados sin gesticular ninguna palabra, solo con una mirada hizo que se dieran la media vuelta y se alejaran de su vista.
El martes tampoco fue distinto del día anterior, lo que sí cambió fue que nadie se atrevió a cruzar ninguna palabra con ella.
El día de su onomástica, hubo un ligero cambio, esta vez tuvo compañía en la vigilancia de Enid.
—Te veo preocupada Addams— Yoko se había acercado a ella, sin que notara su presencia.
—Metete en tus asuntos, Tanaka.
—Deberías ser más sincera contigo mismo— Bebió un sorbo de sangre, al mismo estilo que un normie tomaría jugo en caja.
—No sé de lo que hablas. — Se negaba a mirarla, seguía manteniendo su vista en Enid.
—Creo que es obvio para todos, menos para ti.
—¿Todos? Explícate. — Enid había entrado en la cafetería, ya era hora del almuerzo.
— ¡Vamos! Para ser tan inteligente, eres bastante torpe en cuanto a sentimientos se trata.
Wednesday la miró fijamente, para que le explicara lo que acaba de decir.
—¿En serio? Por dios Addams—Suspiró— Esta bien, te lo diré, porque veo que el cachorro tampoco te lo dirá.
—¿Cachorro?
—Tienes sentimientos por Enid, y no son los que se tienen por un familiar, un amigo o lo que sea lo que amen los Addams.
Wednesday sintió que sus latidos se aceleraron, ahora entendía lo que sentía cuando observaba a Enid hablar con los otros estudiantes. Y recordó la conversación del domingo.
—Creo que lo entendiste perfectamente— Yoko se fue sin despedirse, porque su trabajo ya estaba hecho. Esperaba que ya no tendría que escuchar a Enid hablar de su enamoramiento hacia su roomie o consolarla cuando ya veía todo perdido.
Wednesday se saltó el almuerzo y fue hasta su habitación, necesitaba comprobar las palabras de Yoko, para eso había alguien más que podría conocer esta situación.
Observando donde podría estar Thing, Wednesday lo encontró en la cama de Enid leyendo una revista.
—Thing— Siguió pasando las hojas sin prestar atención.
—¡Thing! — Lo llamó una segunda vez, con un tono casi de enfado.
Thing dejo la revista a un lado. Esperando a que Wednesday hablara, después preguntaría.
—¿Sabes quién es la persona con quien Enid desea ir al baile?
—Lo sé— Dio breves golpes en respuesta.
— Y ¿quién es? — Wednesday estaba expectante
Thing la señaló.
—¿Yo? — Podía sentir como sus mejillas adquirían un leve rubor. Ahora todo encajaba perfectamente, los motivos de Enid para rechazar las invitaciones, su conversación del otro día y porque aún no había elegido un vestido
—¿Quizás no irá si no la invito? — Murmuró.
Ahora tendría que idear la mejor forma de invitarla, mucho mejor que esos adolescentes que solo hacían la petición sin darle si quiera un regalo. Tendría que darse prisa, para mañana ella invitaría a Enid al Raven.
Enid dejó caer pesadamente su mochila, sin ni siquiera cambiarse, se acostó en su cama con la vista hacia el techo, hoy era el plazo que se había impuesto para tener la esperanza que Wednesday, la invitara, lo bueno es que no había comprado el vestido que había visto la semana pasada. Por unos momentos cerró los ojos, no quería llorar.
Será mejor que me bañe y ver las tareas pendientes de mañana. Enid se levantó y fue a buscar lo necesario para tomar una ducha.
Wednesday entró en su habitación, sabiendo perfectamente que Enid no estaba a la vista, la había visto entrar y se quedó junto a la puerta escuchando hasta que escuchó cerrarse la puerta del baño.
La gran caja negra que traía la dejó en la cama de Enid, acompañado por una rosa negra y una carta sellada con su inicial y salió al balcón.
Enid salió sintiéndose más ligera y aceptando el hecho que tendría que ir sola o quizás acompañar a Wednesday porque de seguro no iría al baile, sin embargo se detuvo cuando vio el gran regalo que estaba en su cama.
Cerca de la cinta negra había un sobre el que abrió y leyó rápidamente, junto a la rosa que tenía en su mano izquierda. Dejó ambas cosas en su escritorio y abrió con cuidado la caja, cuando vio lo que había en su interior, unas cuantas lágrimas de alegría corrieron por sus mejillas.
Necesitaba encontrar a Wednesday para darle su respuesta, no tuvo necesidad de llamarla, vio que estaba apoyada en el balcón mirando hacia adentro.
—Espero que mis averiguaciones hayan sido correctas.
Sin responderle, Enid la abrazó fuertemente. Wednesday correspondió el abrazo.
—Lo fueron, solo pensé que nunca darías con las pequeñas pistas que te di.
—El crédito no es completamente mío, tuve ayuda.
—¿De quién? — Enid se limpió las mejillas y miraba a Wednesday
—De un vampiro y de una mano incorpórea entrometida— Hizo una pausa— ¿Cuál es tu respuesta?
—Debo ser formal y también escribir una nota o puedo darte mi respuesta ahora?
—Informal.
—Sí, quiero ir al Raven contigo.
Esa tarde Enid siguió mirando el vestido, ya estaba pensando en el sábado, lo bueno es que el viernes las clases solo estaban programadas hasta el mediodía, aunque siendo sincera no les prestó atención.
El sábado por la tarde, horas antes del Raven, Enid decidió salir de la habitación necesitaba despejar su mente, así que agarrando su vestido, su maquillaje y su teléfono celular, salió de la habitación para ir donde su amiga Yoko, no podía calmar sus nervios si seguía pensando en aquel baile.
Wednesday Addams había ido a pasar un rato en la colmena para tranquilizarse, aunque si tuviera que admitir la verdad tendría que decir que fue a calmar sus sentimientos confusos, acerca de ese baile. Ella había asistido a varias fiestas en la mansión Addams, pero en esas ocasiones solo acudían sus familiares. Esta vez era una fiesta escolar, un escenario parecido al ocurrido el año anterior, donde fue engañada por esa mano, llamada Thing, que había confabulado para que asistiera con el hijo del sheriff Galpin.
—Aunque no estoy segura de eso, pues todavía no comienzo mi cortejo hacia quien ocupa mis pensamientos la mayor parte del día— Wednesday verbalizó sus tribulaciones a nadie, sabía que Eugene no iría a revisar a las abejas pues lo había hecho en la mañana, además las abejas no tenían una buena audición o eso era lo que recordaba que le había comentado Eugene en las primeras reuniones de los Hummers.
Volvió a revisar la colmena número 5 antes de salir e ir a su habitación para enfrentarse con Enid, aunque ya sabía cómo evitarla, se encerraría en el baño hasta salir preparada para el baile de primavera.
Enid que había llegado sin avisar a la habitación de Yoko, la encontró vacía.
Supongo que está con Divina. Pensó mientras dejaba sus pertenencias encima de la cama de Yoko. Para relajarse buscó en su lista de reproducción una canción que tenía en modo repetición en su mente, cuando la encontró comenzó a cantar con un tono de voz bastante alto.
—Ah, why? Ah, why? Ah, why?
I’m feeling lonely (lonely)
Cantando los siguientes versos mientras se iba desvestía, se sintió más ligera, llenándose de optimismo y teniendo en cuenta que solo sería un baile con su compañera de habitación, su mejor amiga y la persona de la cual estaba enamorada.
Wednesday había abierto la puerta con decisión, encubriendo su nerviosismo bajo su acostumbrada máscara de seriedad, inspiró fuertemente antes de enfrentar a Enid. Cuál sería su sorpresa en encontrar en absoluto silencio. Había estado convencida de que Enid estaría escuchando su música k-pop. Se sintió aliviada. Con esa aparente tranquilidad comenzó a desvestirse para tomar una breve ducha y alistarse para ese dichoso baile.
Enid y Wednesday le daban los últimos arreglos a sus atuendos, cuando se miraron en los espejos de los baños de las respectivas habitaciones. Wednesday consideró esperar a Enid en el cuarto, todavía quedaban 15 minutos para el comienzo del baile. Wednesday no tuvo que esperar demasiado, sintió el ruido de los tacones de Enid, así que preparó su sorpresa detrás de su espalda caminando hasta la mitad de la habitación donde aún quedaban rastros de la cinta negra que ella pegó el primer día que llegó a Nevemore.
Enid abrió la puerta y lo primero que vio fue a Wednesday en un vestido negro, muy parecido al que usó en el otro baile, aunque tenía unas pequeñas diferencias en las capas de tela que eran mucho menos especialmente en el área del cuello. Enid se maravilló con la vista y se quedó sin palabras al notar que no llevaba sus habituales trenzas.
Wednesday por su parte también había notado que había acertado con el estilo del vestido, era muy propio debido a su color un rosa pastel con cuatro volantes que le daban un aire sofisticado. También observó cómo sus brazos estaban cubiertos con una tela delgada con un diseño de tallos que se asemejaban a rosas. Sin la necesidad de un gran peinado, llevaba su cabello suelto haciendo lucir sus hermosos ojos azules y sus cicatrices que siempre las había encontrado hermosas.
Wednesday fue la que se acercó hasta Enid.
—Enid tu belleza me ha dejado sin palabras, me siento halagada siendo tu compañera de baile, es por esto que humildemente te ofrezco esto— Wednesday le entrega un ramo de 6 rosas negras. Enid la agarra con ambas manos y se la lleva hasta su rostro para apreciar su aroma.
—Gracias Willa son hermosas— Las dejó junto a la otra rosa que le había regalado hace dos días.
—Bien es hora de irnos.
Wednesday lideró el camino ofreciendo su brazo derecho. Cuando ingresó al salón todos quedaron mirando a la pareja por un breve momento. Saludaron a sus conocidos, compartiendo una breve conversación y cuando el ritmo de la música fue más lento, Wednesday le hizo una petición a Enid.
—¿Me concedes este baile? — Enid agarró la mano que le ofrecía su roomie y danzaron al ritmo del vals.
@choicesprompts
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Medusa fue víctima de violencia sexual y la historia que conoces la convirtió en una villana.
Medusa es uno de los personajes de la mitología griega más fáciles de reconocer a simple vista. Con su inconfundible cabello de serpientes y el poder de convertir a quien la mire en piedra, es uno de los monstruos más populares en las historias de la antigüedad.
Pero hay una parte de su historia que no todos conocen y que cambiará tu perspectiva por completo.
La mujer serpiente no siempre tuvo una apariencia escalofriante. Medusa era una de las tres hermanas gorgonas (una clase de monstruo femenino). A diferencia de Esteno y Euríale, ella era la única mortal en la familia.
Ovidio fue un poeta romano considerado como uno de los más importantes en la literatura en latín y también fue uno de los primeros en describir cómo fue que el ser mitológico se convirtió en una terrible criatura.
La Enciclopedia de Historia Antigua cita a Ovidio de forma breve, pero impactante. Medusa era una hermosa joven y Poseidón la deseó para él. El dios de los mares la atacó y la violó dentro de un templo dedicado a Atenea.
La diosa tomó este ataque como una ofensa y castigó a la mujer dándole serpientes en lugar de cabello y con la maldición de convertir en piedra a quien mirase.
Después de ese capítulo, viene el más popular: aquel en el que Perseo mata a la "temible" Medusa. El Rey Polidectes estaba enamorado de Dánae, la madre de Perseo.
Su hijo no aprobaba esta relación porque consideraba que el soberano carecía de honor. Para deshacerse del hijo, Polidectes le pidió que le consiguiera la cabeza de la gorgona.
Como señala el Museo Metropolitano de Arte, los dioses ayudaron a Perseo en su misión y le brindaron regalos para asegurarle la victoria. Una pieza clave en su triunfo fue el escudo pulido de Atenea, el cual le permitió acercarse a Medusa y evitar su peligrosa mirada.
Cuando Perseo la decapitó, de su cuello brotaron el gigante Crisaor y caballo alado Pegaso. Ambos son considerados como los hijos de Poseidón, lo cual quiere decir que fueron fruto de una violación y que Medusa estaba embarazada cuando la asesinaron.
No es una noticia insólita que la mitología griega esté plagada de relatos de abuso y violencia, pero es interesante (y trágico) descubrir que Medusa aún es recordada como un monstruo cuando su único "crimen" fue ser atractiva.
La víctima fue también la única que recibió un castigo por los actos de Poseidón. E incluso Atenea creó la flauta para imitar los lamentos de Esteno y Euríale tras el asesinato de su hermana.
Medusa resultó no ser el verdadero monstruo en esta historia.
Reeditado.
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Medusa fue víctima de violencia sexual y la historia que conoces la convirtió en una villana.
Medusa es uno de los personajes de la mitología griega más fáciles de reconocer a simple vista. Con su inconfundible cabello de serpientes y el poder de convertir a quien la mire en piedra, es uno de los monstruos más populares en las historias de la antigüedad.
Pero hay una parte de su historia que no todos conocen y que cambiará tu perspectiva por completo.
La mujer serpiente no siempre tuvo una apariencia escalofriante. Medusa era una de las tres hermanas gorgonas (una clase de monstruo femenino). A diferencia de Esteno y Euríale, ella era la única mortal en la familia.
Ovidio fue un poeta romano considerado como uno de los más importantes en la literatura en latín y también fue uno de los primeros en describir cómo fue que el ser mitológico se convirtió en una terrible criatura.
La Enciclopedia de Historia Antigua cita a Ovidio de forma breve, pero impactante. Medusa era una hermosa joven y Poseidón la deseó para él. El dios de los mares la atacó y la violó dentro de un templo dedicado a Atenea.
La diosa tomó este ataque como una ofensa y castigó a la mujer dándole serpientes en lugar de cabello y con la maldición de convertir en piedra a quien mirase.
Después de ese capítulo, viene el más popular: aquel en el que Perseo mata a la "temible" Medusa. El Rey Polidectes estaba enamorado de Dánae, la madre de Perseo.
Su hijo no aprobaba esta relación porque consideraba que el soberano carecía de honor. Para deshacerse del hijo, Polidectes le pidió que le consiguiera la cabeza de la gorgona.
Como señala el Museo Metropolitano de Arte, los dioses ayudaron a Perseo en su misión y le brindaron regalos para asegurarle la victoria. Una pieza clave en su triunfo fue el escudo pulido de Atenea, el cual le permitió acercarse a Medusa y evitar su peligrosa mirada.
Cuando Perseo la decapitó, de su cuello brotaron el gigante Crisaor y caballo alado Pegaso. Ambos son considerados como los hijos de Poseidón, lo cual quiere decir que fueron fruto de una violación y que Medusa estaba embarazada cuando la asesinaron.
No es una noticia insólita que la mitología griega esté plagada de relatos de abuso y violencia, pero es interesante (y trágico) descubrir que Medusa aún es recordada como un monstruo cuando su único "crimen" fue ser atractiva.
La víctima fue también la única que recibió un castigo por los actos de Poseidón. E incluso Atenea creó la flauta para imitar los lamentos de Esteno y Euríale tras el asesinato de su hermana.
Medusa resultó no ser el verdadero monstruo en esta historia.
Con información de Expedientes Secretos X México
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