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#ENCIMA QUE PUDO IR. NO SABE CUIDAR SUS COSAS!
manaosdeuwu · 5 months
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al pelotudo de mi primo le robaron el celular en el concierto de ysy a
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pcrkjmin · 3 years
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love is thicker than blood... | a taemin self-para. 
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advertencias: menciones de violencia, mención breve de homofobia
taemin jamás imaginó que llegaría el día en que pasaría una mañana entera acompañando a su padre en cualquier situación, pero helos aquí en el hospital. 
su madre llamó la noche anterior, preocupada hasta la médula y lloriqueando como magdalena en velorio, diciendo que su padre estaba muy enfermo y necesitaba estudios urgentes (qué ellos no podían pagar, ni con el dinero de la jubilación, al parecer) para descartar o confirmar un cáncer avanzado. taemin podría haber dicho que no, que el hombre podía agonizar en la incomodidad de su cama por el resto de sus días para lo que a él le importaba, de no ser por su hermana mayor que le llamó a primera hora de la mañana, suplicando que por favor lo acompañara. 
sunjung, su noona, quien continuó velando por él cuando sus padres lo corrieron de la casa familiar a los trece, quien curó las heridas causadas por el mismo tarado que los trajo a una vida de sufrimiento y traumas, siempre tan amable y valiente ante el mundo pero igual de fuerte que un roble de cientos de años... taemin no pudo decirle que no, jamás a ella. así fue como terminó esperando a ong taeho, padre, jubilado, esposo y abusador, en una banca metálica en el corredor de oncología de un hospital privado.
  ahora mismo tendría que estar con alec, ayudándolo a alistar a los gemelos para bañarse. seguro yoa seguía usando el gorro de lana que tanto le gusta llevar a la escuela  y yohan seguía usando esa capa de superhéroe por encima del uniforme, ambos con sus mejillas regordetas y los cabellos lacios parados como los de una escoba. los extrañaba, incluso si los había visto hace poco. 
ayer debería haber sido su último día en corea, con las promociones y un par de reuniones terminadas, pero la “ familia ” pasó primero....
  “¿terminaste?” cuestionó, poniéndose de pie cuando el hombre abandonó la sala de resonancia magnética, alisándose el cardigan que traía encima para que las arrugas no quedaran permanentes. recibió un tarareo como respuesta y pronto la enfermera los acompañó al consultorio del doctor. 
la siguiente media hora se basó en el diagnóstico del hombre, las posibles enfermedades que podía tener taeho, los riesgos existentes por su edad y los tratamientos que ofrecían para casos como los suyos. tampoco olvidó mencionar los precios y aunque taemin y sungjung tenían buenos ingresos por sus trabajos, el estómago se le cayó a los pies al escuchar las cifras. podía jurar que la suma de todas las cosas que taeho le compró en la vida, jamás igualaría aquella cantidad y eso hablaba más de la paternidad del hombre, que otra cosa.
  “no tenias que traerme. le dije a tu madre que no era necesario.” apenas podía caminar el viejo, pero eso no parecía ser impedimento para sus comentarios imprudentes y desagradecidos pues llevaba toda la mañana hablando.  “mhm, ya lo sé, lo mismo le dije a noona pero insistió y ya sabes cómo es de testaruda.” era, posiblemente, lo único en lo que estaban de acuerdo. el hombre se acomodó el sombrero, su cabeza casi calva oculta debajo de aquel accesorio viejo y empolvado, haciendo un notorio contraste junto al más joven, que portaba un cabello rubio estilizado y un atuendo cómodo pero que parecía sacado de una revista. 
“te ves como un maric-” inició taeho, pero taemin lo interrumpió al instante, sus dedos apretados sobre la manija de su maleta, los nudillos blancos del esfuerzo. “ya me tengo que ir. tu taxi no tarda en llegar, te llevará a casa de noona.” eso era todo lo que su padre necesitaba saber, por lo mismo no soltó otra palabra después de darse la media vuelta. “¿te vas porque quieres volver con esos niños, verdad? aigoo, después de casi abandonarlos cuando nacieron...” la cizaña escurrió en cada vocablo y taemin no tardó en volver sobre sus pasos, el corazón acelerado y su mirada nublada por algo que solo conocía como coraje. “no se atreva a hablar sobre malas decisiones en la paternidad cuando usted el peor ejemplo qué hay.” escupió, sin importarle mucho que estuvieran a las afueras de un hospital, con gente caminando al rededor de ellos.
“no deberías volver, ellos necesitan una familia normal, taemin. deja que el otro se haga cargo y tu quédate aquí.” el rubio desde siempre supo darse cuenta cuando las palabras de su padre venían cargadas de veneno y más cosas negativas, eso porque no se dirigió a él de otra manera mientras vivieron bajo el mismo techo. “basta. no hables más de ellos, ni de alec, ni de nadie de mi familia nunca más. voy a volver a mi hogar cada vez que me aleje, con mis hijos y con mi esposo.” hizo énfasis en las palabras para que al viejo le quedaran claras, en caso que el oído también le estuviera fallando. taemin, por mucho tiempo, dejó pasar las groserías de su padre por encima de su cabeza, pero de eso nunca más. 
“no son tus hijos. son de tu hermana y ese hombre, ellos los hicieron y tu solo te encargaste de cuidarlos y alimentarlos un par de veces. eso no te hace un padre. jamás lo serás hasta que tengas hijos biológicos. ¿por qué no lo entiendes? ¿por qué tienes que hacer tan difíciles las cosas, taemin? tanto que tú madre quiere ver a sus nietos y no puede porq-” taemin explotó, dejando que su maleta cayera al piso sin mucha preocupación, acercándose a taeho con pasos tan pesados como ladrillos.
“¡basta! te dije que no hablaras más de ellos.” su dedo índice terminó frente a la nariz del viejo, ancha y todo lo contrario a la de taemin, un rasgo que siempre hizo dudar a todos de su parentesco.  “no quiero que los vuelvas a mencionar con tu asquerosa boca, nunca. ¡y si son mis hijos! biológicos o no, ¡ soy más padre de lo que tú fuiste en 38 años! ¡soy más padre de lo que tú serás en lo que te resta de vida!” su voz era fuerte y firme. pero el nudo en su garganta lo era más. “¿crees que “solamente” cuidar a un hijo no me hace un padre? en ese caso, tú tampoco lo eres. jamás me cuidaste, ni a sunjung, ni un bendito día de nuestra vida nos alimentaste ni velaste por nosotros.” bufó una risa agria, llena de disgusto.  “¡jamás fuiste un padre y jamás lo serás! siempre serás la escoria que me golpeaba diario porque no podía controlar su puto problema con el alcohol. siempre serás el idiota que sacó a su hijo moribundo de casa por tener preferencias sexuales distintas. siempre serás un maldito monstruo.” llego a invadir el espacio personal de taeho, apuntándolo con el índice directo en el pecho. “quédate con tus malditos prejuicios y tu enfermedad, porque a mi me importa una reverenda mierda si te mueres mañana mismo.” recogió su maleta del piso, bajándose las lentillas de sol para bloquear los rayos de este (o quizá fue para cubrir las lágrimas que se le acumularon en los ojos) . “olvídate que tienes un hijo, olvídate que tienes nietos y olvídate que alguna vez te llame padre.” y justo en ese momento, gracias a los dioses, llegó su taxi. las personas fuera del hospital retomaron las actividades que pausaron para ver el drama, como buenos chismosos, pero al rubio solo le importaba largarse de ahí y legar al aeropuerto.  “tus resultados los envían en una semana, por cierto.” taemin subió al auto después de entregar su maleta al conductor; cerró la puerta con más fuerza de la necesaria y se alejó del hospital soltando humo por las orejas. comenzó a llorar cuando menos se dio cuenta, lágrimas llenas de dolor, coraje y otra cosa que no reconocía, pero parecía ser alivio. alivio de haber confrontado a su padre después de tantos años sufriendo en silencio, odiándolo a sus espaldas. alivio de deslindarse por completo de aquella familia que no hizo más que lastimarlo, tanto física como psicológicamente. 
  su teléfono sonó justo al llegar al aeropuerto. alec lo saludó desde el otro lado de la cámara y el mundo, llenado a taemin de ese sentimiento tan cálido que solo reconocía como su hogar. “hola amor, ya estoy en el aeropuerto.” la promesa de llegar a casa fue lo único que lo detuvo antes de hacer una locura respecto a su padre, si era honesto. “¿y los niños? ¿ya terminaron sus lecciones?” eran las 6pm en nueva york, quizá las 7 si sus cuentas eran correctas. los gemelos, que apenas habían mudado sus primeros dientes, saludaron a la cámara con sonrisas incompletas; el rubio sintió ganas de llorar. eran sus hijos por donde los viera, tenían sus ojos y su cabello, también esa aura de felicidad e inocencia que él perdió a la misma edad que tenían ellos ahora, solo que él sí se encargaría de preservar aquello en sus niños, su yoa y su yohan. “ah, pero miren el desastre que son sus cabellos. ya, papá va en camino, ¿vale?” los niños gritaron que lo extrañaban y después vino una ola de relatos: sobre yohan y su proyecto de artes, sobre yoa y su amiga haciendo un nuevo baile en la clase de la tarde, sobre alec equivocándose con sus abrigos por la mañana incluso cuando están rotulados. taemin escuchó todo con una sonrisa de oreja a oreja, como buen padre y como buen esposo, y solo se convenció más que su lugar estaba donde esos tres estuvieran. dios,  no podía esperar a llegar a casa. 
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thegemofcursu · 5 years
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Basado en la historia de C-corp: “Realidad mata Ficción”
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Quizás yo pueda arreglar eso mi querido Brasil,quizás yo pueda~
Dedicado a @c-corp ,gracias por escribir un humor tan bueno y unos ships tan bellos,realmente me encantan sus historias,cada headcanon suyo que leo realmente me gusta y me ayuda a ubicarme mejor en la historia,solo por el simple hecho de saber más del mundo donde se lleva a cabo Me gustan sus historias y dibujos,mucho uwu Pd:Intente hacer varias referencias a su historia y a otras publicaciones de su Tumblr
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Mordía sus labio en busca de aguantar la tentación,pero difícil era si Uruguay no paraba de mover sus piernas porque le molestaba el sudor que se formaba entre ellas,que para colmo lo irritaba,aunque bueno,¿que se esperaba si no usaba shorts a su medida?,Argentina se lo decía de vez en cuando:
“Pibe,no seas vago y anda a comprarte un par de shorts nuevos,¡que esos te quedan a reventar!” Como no,ni corto pero si muy perezoso,su hermanito menor le respondió: “Yo los pago y vos los vas a buscar,¿sale?” No llegaron a un acuerdo,aunque eso es muy obvio Pero aquí la verdadera víctima no era Uruguay con el interior de sus piernas regordetas irritado o Argentina,quien no solo tenía que cuidar a su hermanito de los viejos (y no tan viejos) verdes que atraía con su cuerpo joven,sino que además tenía que escuchar al uruguayo quejarse por el calor que hacía
La verdadera víctima era el pobre y excitado Brasil,que tanto le costaba no parecer un pervertido al mirar las piernas de su enamorado,¿pero como no hacerlo?,Uruguay tenía tanta carne y Argentina no le dejaba probar ni un poco de esta,cualquiera se volvería un desesperado así,¡cualquiera! Le costaba no mirar,solo podrá descargarse cuando Argentina estaba muy ocupado mirando a México jugar voleyball o meterse al agua,mientras murmuraba de vez en cuando: “pelotudo y sensual México”,allí Brasil aprovechaba para poner sus ojos indisimuladamente en Uruguay hasta que su hermano mayor volviese de sus pajerias mentales para revisar que todo estuviera en orden,aunque mayormente se terminaba volteando porque el menor se quejaba del calor
-Uru,la puta madre-suspiró molesto mientras volteaba a ver al nombrado- ¿podes no quejarte de la calor por cinco segundos? -¡Pero hace calooooor!,se me derrite la concha que no tengo...jeje-se rió como niño pequeño de su mala palabra- concha
-Pos no hubieses venido a la playa,boludo,estás en la sombra,tomando cerveza bien fría y encima ni has movido tu culo gordo desde que llegamos,haceme el favor de no quejarte ni una vez más porque te saco la sombrilla para que te quemes al sol-su hermanito iba a objetar algo,pero Argentina ya se había levantado de su silla,haciéndolo callar-voy con México,Perú tu te quedas a cargo,¿entendido?-miro seriamente a los otros dos presentes,pero miro con especial odio al brazuca,quien no tardó en captar el mensaje y asentir rápidamente- bien Sin decir nada más se fue a buscar a México,¿a donde exactamente?,ni idea,porque si bien se lo había visto en el agua y en la arena,ahora parecía un fantasma porque no había rastro de él por ninguna parte
-Em,Perú-el mencionado levantó su mirada sin mucho interés de la pantalla de su celular,aunque se veía entretenido con lo que sea que estuviera haciendo-¿a dónde se fueron Arge y el salta muros? -Perú señalo unos establecimientos algo lejanos a donde ellos estaban -México le señalo los baños,fue,y a los segundos lo siguió tu hermano
-Vaya-no pudo evitar sonreír al pensar en lo necesitado que debía de estar su hermano para ir a chuparla en un baño público-entonces no me sorprende que se haya ido con tanta prisa,a Arge le encantan las sorpresitas -¡Huehuehue!
Perú solo suspiro y mostró una pequeña sonrisa para no verse tan serio en un dia de playa,aunque por dentro se preguntaba cómo el país aniñado podía darse cuenta de lo que Argentina hacía con otros pero no notar como Brasil le clavaba la mirada de forma descarada cada vez que podía. Solo pudo pensar: “la juventud está tan ciega” Al volver su vista a su celular,le prestó un segundo de atención a su conversaciona actual antes de ser interrumpido por la notificación de otro mensaje,para su sorpresa (porque pensó que estaría entretenido con otra cosa),era de México
México Oye wey,no me harías un favorcito?
Perú ¿Tu no estas en medio del cache?,¿o tu águila se quedó sin inspiración?
México Claro que la tiene! Mi narizon me la da uwu Pero igual necesito que me hagas un pequeño favor
Perú Dale pe
México Me dejas al gordito y al macaco solos un ratito?
No se vio exaltado,pero si intrigado,¿acaso México no bromeaba cuando decía “tengo ganas de realizar la suicidazion”?,porque si realmente estaba con Argentina mientras estaba escribiendo y él le leía el mensaje donde literalmente le acababa de pedir al responsable a cargo (él mismo) que dejara a su “querido hermanito” con el “asqueroso depravado de Brasil”... Realmente no sabía que pasaría,pero mínimo se quedaba sin que le sacaran el relleno
Perú Pareces dispuesto a morir,¿todo bien en casa? ¿Te dan suficiente atención?
México Muy gracioso No,en serio,no es sarcasmo,me gusto el humor Pero el Vene me agarra casi tocándole las nalgotas a Colombia,y a cambio de no sacarme otro diente me dijo que tenía que ayudar al brazuca con Uru OSEA,yo lo iba a hacer igual,pero como me amenazo lo hago x2
Suspiro de nuevo,estos chicos con actitud de jovenes y sus planes,pero siendo sincero consigo mismo,ya tenía ganas de que hubiera algún tipo de avance entre esos dos,en el fondo era algo chismoso también,no podía negarlo,y también le apetecía algo frío que no fuese cerveza. Cuando quiso responder se encontró que en su pequeño trance Mexico habia tenido tiempo de describir a detalle como era el tracero de Colombia y porque quería tocarlo otra vez,si realmente estaba haciendo cosas con Argentina,¿como le daba para escribir tanto? Perú Bien,pero si te matan no es mi culpa pe
Apago la pantalla de su celular y se levantó de la toalla sobre la arena en la que estaba sentada,asegurándose que no le había entrado ningún granito de nada en el short,porque no caminaría ni dos pasos con granitos molestando en sus partes bajas -Che ¿a donde vas?-le preguntó el del sol mientras le veía acomodarse la ropa
-A comprar unos helados-- -¡Oh oh!¿me compras uno sabor a limón? -¿De agua?-Uruguay asintió,entusiasmado ante la idea de algo rico y frío en su boca-bien,¿y tu Brasil?
-Comprar para mim um sorvete de chocolate,por favor Asintió,dispuesto a irse,aunque no sin antes hacerle señas con la mirada al brasilero hacía,tratando de indicarle que intentara algún movimiento con el menor. Le agarro cierta sorpresa por ser Perú quien se lo dijera después de que él mismo le hubiese preguntado si estaba preparado para el fracaso,pero no lo cuestiono,solo le asintió en respuesta y cuando el tercero se fue,por fin quedaron solos Brasil y Uruguay,solos,como en muy pocas ocasiones podían estarlo por culpa del sobre protector hermano mayor de Uru. Para el de piel verde aquello era un momento verdaderamente perfecto,lo era ya por el simple hecho de poder ver el cuerpo del menor sin prisa alguna,su apretada ropa,su piel blanca que quedaba colorada en algunas partes a causa del calor,y sus rollos,¡oh sus bellos rollos!,como quisiera tocarlos sin recibir un escobazo en la cabeza de parte del latino con el sol en el medio de su rostro Pero otra de sus partes favoritas de Uruguay,y sobre todo en el verano,eran sus piernas,tiernos muslos de pollo que deseaba tocar algun dia,pero sabía que ese dia estaba lejos...ah no ser -Ei,Uruguai- el menor dejo de mover sus piernas en busca de comodidad y miró a Brasil-Suas pernas ainda estão irritadas?
-Uy si,y no sabes como me jode,encima el mongolico de Nargentina no me deja ponerme una cerveza fría para aliviar la irritación-refunfuña como un adolescente que tiene una rabieta con sus tutores,Brasil tuvo que aguantarse para no suspirar por lo adorable que se veía haciendo eso
-Mis labios están fríos de tomar cerveza,não quer que eu beije suas pernas? (¿no querrías que te bese las piernas?) -ahí estaba,había tirado una bomba que nunca había tirado,y estaba ansioso por la respuesta del contrario,se mordía los labios en la espera -Mmm...-no te miento cuando te digo que Uruguay lo pensó seriamente,sin darle un doble sentido,para él aquello era una buena propuesta con buenas intenciones de un buen amigo-¡ok!,pero hacelo suave,que sino seguro me duele
¡Si!,¡por fin iba a tocar el cuerpo de Uru de forma más íntima!,y además en una parte muy exquisita,sobre todo de aquel menor Empezó con besos suaves de broma por partes más inocentes,haciendo reír al uruguayo y provocando una sonrisa en el brasilero al escuchar su risa de niño,por cosas como esa o adoraba. Subía lentamente,se dirigía al espacio entre los muslos del nene,siempre sacandole risitas al menor -Pff,¡jeje!,tus labios están fríos pibe-con una mano cubrió levemente su boca para disimular la risa que trataba de apaciguar -Eu te avisei! (te avise)-de a poco iba llegando al lugar,por fin iba a hacerlo,¡estaba tan cerca! ...PERO...
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... -Tienes literalmente todo a tu favor,y aun asi te las arreglas para que Argentina te pegue por pervertido-Perú suspiro y le entregó el helado de chocolate a un Brasil que estaba en posición fetal sobre una de las toallas en la arena,prácticamente noqueado-igualmente,debo de admitir que la habilidad que tiene para sentir cuando están tocando a su hermano es fascinante,el Dr.Austria debería de estudiarla
El pobre brazuca no podia oir ni entender casi nada,el golpe que le había proporcionado Argentina había sido legendario,corrió desde los lejanos baños de vuelta al lugar de la playa donde se habían asentado (DESCALZO,esto no es detalle menor,la arena estaba para hacer huevo frito) con una rapidez que causó hasta impresion en Perú ¿Y por que al argento ya no le pegaba a Brasil?,porque Mexico se lo llevó lejos (junto con Uruguay claro,sino se volvía más loco,al menos si tenía a su hermanito cerca estaba tranquilo porque podía vigilarlo) para calmarlo,y hasta regañarlo un poco,pero no mucho,ya que,aunque cruel,el mexicano disfrutaba de un Argentina enojado de vez en cuando,ademas el es el hermano mayor,¿qué tanto podía regañarlo él?
-Es una pena,estas tan ciego como tu enamorado,pero bueno pe,al menos saque unas buenas fotos de recuerdo,je -sonrió levemente mientras enviaba las fotos- creo que él le gustara este drama,le gustan en general más que a mi
Argentina gritaba en rabia,México evitaba que saliera corriendo tras Brasil de nuevo,Brasil trataba de recuperar la consciencia,a Perú no le importaba el drama y Uruguay,bueno...
Uruguay jamas entendio lo que había pasado ese dia de playa
{FIN}
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ UY,perdoname Brasil,tal parece que no pude darte lo que querías,¡pero estuviste cerca igual! Bueno ya saliendo de personaje XD,yo en realidad quería hacer algo más serio porque me encanta esta pareja,pero quise respetar su idea de que esta es una pareja mas cómica y no seria como ArgentinaxChile o ParaguayxBolivia,aunque algun dia espero que tengan algo serio ❤️ Gracias por leer...si es que has leído,por supuesto
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horosebi · 5 years
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⊰ Wrong person ⊱
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❥  suele pasar que buscamos amor en puertas equivocadas sin darnos el tiempo de ver a quien esta justo a nuestro lado, esperando a ser elegido para cuidar de nuestro corazón.
╰  ⊰ index: one ; two ⊱ 
「pareja」 ⇢ jin ⇿ yoongi ⇿ lectora
「género」 ⇢ friends to lovers au | fluff
「words」 ⇢ 2,1k
「warnings」 ⇢ básicamente yoongi siendo un idiota.
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Releías una y otra vez la conversación que tuviste con tu novio, o cabía la posibilidad de que eso haya acabado. A pesar de tu personalidad altanera y bastante potente siempre albergabas muy en el fondo tu parte insegura, esa que te hacía llorar noches enteras mientras pensabas qué cambiar o porque algunas cosas no se te daban.
Siempre sospechaste que a YoonGi no le gustaba tu personalidad, no le gustaba que soltaras algunas blasfemias, no le gustaba que fueras muy expresiva y mucho menos tu forma de vestir, eras muy escandalosa para su gusto. Y lo entendías a la perfección, pero si se suponía que estaban en una relación esas pequeñas cosas debían hablarse, no esconder del otro.
Dejaste el aparato en la barra mientras te empinabas y dejabas que el alcohol ardiente te quemara las entrañas, todas tus inseguridades te llevaron ahí, al bar que solías frecuentar para soltarle tus penas al pobre bartender mientras él se encargaba de llenar tu copita y limpiar los otros recipientes.
"¿Sabes, Junho?,” observaste devastada como volvía a verter el líquido amarillento listo para ahogarte en él, “en el fondo siempre supe que no me quería. Y sinceramente yo tampoco a él.”
“Entonces, ¿por qué decidiste venir a tomar de esta manera a las tres de la tarde?,” arrugó su entrecejo pareciendo más apuesto, “eso, mi querida amiga, es un indicio de que tienes el corazón roto.”
Te hizo soltar una carcajada lo seguro que estaba de sus palabras.
“En realidad no,” te detuviste buscando en lo más profundo de ti la verdadera razón, “estoy a punto de cumplir mis veinticinco años y nadie me toma en serio, hoy día todos piensan que el sexo lo es todo, pero lo que deja es un gran vacío. El despertar sola, deseando que ese alguien con quien estuve la noche anterior esté a mi lado, que me dé su calor, cuidarnos mutuamente y poder tocarnos sin terminar intimando. Pero todas esas experiencias me han llevado a deducir que...yo no soy el tipo de mujer que un hombre presenta a su madre, quizás soy demasiado vulgar para esta sociedad y me toque solo observar con melancolía a las estúpidas parejas enamoradas.”
“Eso es porque siempre miras al lado equivocado,” se unió una tercera voz, “hay alguien que ha estado para ti pero te empeñas en buscar en más lugares.”
Seokjin se sentó a tu lado, desprendiendo su reproche y te resultó gratificante cuando sostuvo tu mano entre las suyas, tan suaves como siempre.
Tu historia con él era más íntima de lo que te gustaría admitir, pero nunca te arrepentirías. Él te permitió amar tu cuerpo, te enseñó a valorarte y no dejar que los malos comentarios te dañasen más de lo debido. Y es gracias a él, que no dejarías que Yoongi vuelva a pisotearte.
Después de sus encuentros sexuales, solían sentarse en el sofá de tu casa hablando de como se les dio el día o simplemente abrazados disfrutando de la compañía del otro. Todo aquello acabó cuando te encaprichaste con el paliducho de su mejor amigo, a pesar de que le dolía el alma verte con él, no podía reclamarte porque no era tu pareja.
Se encargaba de ponerte al tanto de las cosas sospechosas que tu novio hacía y no era por celos o por querer que terminaras con la relación, era porque él sabía que valías demasiado y nadie merecía ser tratado de esa manera. También ponía en su lugar a Yoongi cuando decía cosas desubicadas.
“Y mi madre te adora, así que puedes tachar eso de la lista.”
Te colocó el abrigo para que no cogieras un resfriado y se colgó tu bolso después de bloquear tu móvil y guardarlo, Junho al ver tus mejillas sonrojadas se volteó para darles más privacidad pero dejándote ver su sonrisa burlona sabiendo toda tu historia con el hombre a tu lado, luego te encargarías de la cuenta.
“Vamos a casa,” le susurraste tomando su mano saliendo del lugar.
Mientras caminaban lo entendiste. Entendiste que él era todo lo que buscabas, él era el hombre que te hacía suspirar y que podrías pasar horas observándolo y no te importaría parecer una psicópata, como sus manos se amoldaban condenadamente bien, como cuidaba de ti hasta estando lejos, el cómo te quería y lo querías de vuelta. Porque era un amor recíproco y puro.
“Seokjin...” llamaste y él volteó al instante, “te quiero...”
En otras circunstancias se hubiese avergonzado, pero no fue así. Su cara se contrajo en una mueca y no pudo evitar murmurar sus pensamientos.
“N-no hagas eso, solo lo dices porque estás dolida con YoonGi, n-no es cierto...”
Hiciste que detuviera su paso y lo obligaste a mirarte a los ojos acunando su hermoso rostro en tus manos, dejaste que tus dedos divagaran terminando en sus carnosos y tentadores labios.
“Te quiero en serio,” tus labios impactaron los suyos haciéndote jadear notando de pronto cuanto lo habías extrañado y al parecer también era mutuo por cómo atrajo tu cuerpo hasta pegarlo al suyo, flexiono sus rodillas que tener mejor alcance y besarte con mayor ímpetu.
“Dios, yo también,” volvió a dejar un pequeño beso, “demasiado.”
Sus manos se volvieron a tomar y esta vez con más entusiasmo entrelazaron sus dedos dándose una pequeña sonrisita.
“¿Podemos ir a mi restaurante?,” preguntó algo tímido, “he puesto en el menú tu platillo favorito.”
Abriste demasiado tus ojos ante su declaración pero asentiste emocionada, te pusiste de puntillas para dejar un beso en su mejilla, cosa que lo hizo reír como niño pequeño. Sí, definitivamente ese era hombre con el que querías pasar toda tu vida.
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Observándote en el reflejo que el espejo del tocador te brindaba, colocaste tus aretes repasando una vez más tu atuendo, un vestido sencillo, nada revelador pero aun encargándose de moldear suavemente tu figura.
Jin entró a la habitación completamente perfecto y reluciendo su cabello purpura, que le sentaba de maravilla pero, para ser honestos, no hay que lo haga ver mal de todos modos.
Al verte su entrecejo se contrajo y abultó sus labios caminando hasta llegar frente a ti, tomando tus caderas te escaneó tu cuerpo mostrando una mueca disconforme.
“Este no es el vestido que compramos,” te reprochó y en efecto no lo era, “tenemos 30 minutos para llegar todavía, así que tienes tiempo de sobra para cambiarte, te espero abajo.”
“Seokjin…” quisiste reprochar, pero a pasos rápidos él ya había salido de la habitación, encargándose de cerrar la puerta tras sus pies. No es que el vestido no te gustara, todo lo contrario, era totalmente tu estilo; la cuestión era que conociendo la cultura coreana podría resultar vulgar e irrespetuoso, impresión que nadie quería dejar en la boda de su cuñado con toda la familia de tu novio presente.
Por eso es que, a escondidas de Jin, compraste un reemplazo que terminarías usando después de dar alguna excusa para no usar el otro, pero viendo lo visto, no funcionó.
Con un suspiro de cansancio te bajaste de los tacones estirando tu brazo para alcanzar el zipper del vestido, una vez este fue reemplazado, agradeciste a todos los santos por haber elegido un maquillaje neutro y no uno que combinara con el anterior. Lo único que suplantaste fueron los accesorios y todo listo.
El vestido en sí era precioso, de color rojo con una abertura en la pierna, dando ese toque sofisticado pero sensual con un escote en forma de V que aun así se encargaba de no ser revelador y dejar todo a la imaginación del espectador.
“Pero mira que mujer más hermosa me he encontrado,” coqueteó un embobado Jin, sí, lo habías comprado junto a él, pero eso no significaba que dejaría de impresionarle lo deslumbraste que te veías.
Extendió un brazo invitándote a tomarlo, “¿me permite escoltarla hasta su destino?”
“Uhm, no lo sé,” jugaste colocando tus manos en tu cintura, “quizás por el camino me encuentre a alguien más apuesto.”
“Hablas como si eso fuese a pasar,” bromeó con la sonrisa más engreída que tenía, y una de tus favoritas aquí entre nos.
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En general la ceremonia salió como lo planeado, el único problema es que sentías las miradas sobre ti y aunque te incomodaba un poco, te concentraste totalmente en lo felices que la pareja central lucía, las sonrisas radiantes y la sinceridad en sus facciones llenaban el corazón de cualquiera.
Sonreíste amablemente a la mamá de Jin cuando apareció escoltada por su marido, aun muriéndote de los nervios por si soltaba algún comentario acerca de tu vestido, pero lo único que recibiste fueron halagos que hicieron sonreír a tu pareja y muy por dentro todos tus nervios se relajaron.
Bailaste con tu cuñado, suegro y finalmente un Seokjin que no podía quitarte los ojos de encima; tus manos estaban firmemente sujetadas a su cuello mientras él se encargaba de pegarte a su cuerpo con las suyas en tus caderas, pegó sus labios a tu oreja con delicadeza.
“¿Quieres algo de tomar, hermosa?,” asentiste retrocediendo a la vez que dejaba un pequeño beso en tus labios y se alejaba en busca de las bebidas, sonriendo para ti misma, caminaste a un rinconcito en donde pudiera llegar a ti con facilidad.
“¿Qué puedo decir?,” al reconocer esa voz, tu corazón se detuvo, “a Jin siempre le gustó lo fácil, ¿no es así?”
De tu boca salió un suspiro incrédulo y te giraste para enfrentar su hipócrita cara, “no pensé que fueras a caer tan bajo, Yoongi.”
“¿Estoy mintiendo acaso?,”  tomó un trago de su champagne mostrándote una sonrisa burlesca, “bien recuerdo cuando me rogabas por un polvo.”
La palma de tu mano comenzó a picar por las ganas retenidas de voltearle la cara de un buen golpe, pero debías controlarte, por lo que te centraste en las pocas parejas que aún estaban en la pista disfrutando de la buena música.
Cuando te enteraste que todo Bangtan asistiría a la ceremonia algo te dijo que deberías estar preparada mentalmente para cualquier ataque por parte de Min Yoongi.
“Mírate, pareces una prostituta con ese vestido,” tus ojos picaron, porque ese fue el primer pensamiento que llegó a tu cabeza cuando llegaron al salón, “¿crees que sus padres te toman enserio?, seguramente estén hablando de lo poco que mereces a su hijo y de lo corriente que luces.”
Por más que sus palabras golpearan e hirieran tu corazón, no lo mostraste, le sonreíste porque sabías que sus celos eran los que estaban hablando. Cuando dejaste de responder a sus mensajes y cualquier señal de su existencia, se dio cuenta de lo valiosa que eras, pero él era demasiado orgulloso como para aceptar que lo habías dejado, tú, que te había humillado y que para él eras insignificante.
O eso pensaba.
Cuando la noticia de tu relación con su mejor amigo llegó a sus oídos se encargó de odiarlos en secreto para mantener su fachada de que no le importaba, pero cuando tomaba era otra historia, siendo Hoseok quien soportaba sus historias de despecho y evitaba que te llamara porque sabía que sobrio se arrepentiría.
“¿Por qué no me dices esto estando sobrio?, a ver si tienes los cojones,” murmuraste bajito, porque la gente comenzaba a volver cada tanto a ustedes.
“Mira-” fue interrumpido por una gran figura de hombros anchos que envolvió tu cuerpo besando tu mejilla dejando en tu mano una copa de tu vino favorito.
“Perdona la tardanza mi amor,” se disculpó ignorando a Yoongi, “no encontraba tu vino favorito.”
Sonreíste dando un sorbo largo, lo necesitabas en ese momento, “gracias, cariño.”
“Yoongi,” saludó cortésmente rodeando tu cintura con su brazo libre, “¿has estado bien?”
“No te interesa,” gruñó.
“Vamos hombre,” tu novio trató de mejorar el ambiente, “soy tu mejor amigo después de todo.”
“Claro,” dijo con ironía latente, “mi mejor amigo que se folla a mi ex.”
“No es bueno guardar rencores, Yoongi.”
“Claro que no, me llevo la dicha de que me la tire primero,” en cuanto terminó esa frase, Jin se rió enterándose del rencor que su amigo guardaba.
“No se trata de quien fue el primero, sino de quien supo cuidarla y tratarla como lo merece y la mantuvo a su lado, y como puedes ver, ese no eres tú,” tomó tu mano con la intención de alejarte de allí, “si nos disculpas, tenemos que seguir celebrando la boda de mi hermano.”
Te giraste una última vez, la última vez que Yoongi tendría la dicha de que te dirigieras a él.
“Ah, Yoongi,” lo llamaste, “no eres ninguno de los dos.”
Y Seokjin sonrió, recordando cómo se había encargado de quitarte la virginidad.
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kusamanowaki-esp · 4 years
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Acompáñame al final
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Hiroki
-Pueden dejar de hablar como si yo no estuviera presente, incluso si causó problemas seré yo quien me disculpé no tú- dijo avergonzado a su madre quien oculto una risa traviesa.
Pasaron a la sala y su padre que estaba en el estudio bajo con libro en mano a saludar, su madre trajo bocadillos y charlaron un rato.
-Me da gusto que hayan venido- dijo el señor Kamijou con una sonrisa -Hiroki no suele ser tan formal así que nos sorprendimos bastante cuando anuncio que traería a su novio. Aunque ya nos imaginábamos que sería aquella persona de quién se encariñó cuando estuvo en el refugio… Muchas gracias por cuidar a nuestro hijo.
Nowaki
-Para mí es un placer conocerlos al fin, porque Hiroki me ha contado sobre ustedes. De verdad conocerlo y además tener la oportunidad de cuidar de él fue un privilegio. También a mí me sonrió la suerte.
Hiroki
-De hecho, me enteré hace solo unos días pero Nowaki además de hacerme tratamiento fue quien me encontró, si no me hubiera llevado al refugio no estaría aquí el día de hoy- dijo en tono serio.
Ambos padres escucharon con sorpresa y de inmediato la señora Kamijou se acercó a abrazar al moreno, con lágrimas de emoción en sus ojos.
-Salvaste a mi hijo… No sabes el miedo que teníamos de haberlo perdido, todo este tiempo fue tan aterrador pero nos trajiste de vuelta a nuestro Hiroki… Siempre tendrás un lugar en esta familia, no sé cómo podemos agradecertelo.
Nowaki
No sólo él estaba sorprendido de esa muestra de afecto, también Hiroki estaba gratamente conmovido por la actitud de su madre.
La abrazó también -Muchas gracias Kamijou-san. Yo lo amo mucho y créame que siempre estará seguro conmigo.
Hiroki
-Mamá…- murmuró bajito al verla de esa forma, nunca había dimensionado que se sentía tan afectada.
Cuando la madre del castaño soltó a Nowaki fue el turno del padre para darle un abrazo corto pero apretado al moreno -Has traído una gran alegría a esta casa, lo mínimo que podemos hacer el día de hoy es celebrar- el mayor se quitó rápidamente una lágrima de sus ojos y dió unas palmaditas en el hombro de su hijo.
Nowaki
-Pues celebremos que tenemos al amor de mi vida con nosotros -tomó la mano de Hiroki para darle un beso en el dorso de esta. Ahora estaba mucho más tranquilo y se sentía parte de la familia de su novio.
Hiroki
Ambos mayores rieron con las palabras del médico, no porque estuvieran equivocadas sino por la graciosa reacción de su hijo quien se había puesto rojo de vergüenza.
Aún así la familia dejo de lado lo negativo y se trasladaron al patio trasero para preparar carne asada, brindar con algo de cerveza y charlar para conocerse mejor, el ambiente era relajado, Nowaki parecía cómodo y Hiroki incluso fue mimado mas de lo normal por su madre, quien parecía estar especialmente contenta ese día.
Nowaki
Tras pasar una tarde noche bastante amena en compañía de sus suegros, donde conoció datos de la infancia de su novio que le hicieron reír así como enternecerse; ahora era tiempo de regresar a casa.
-La pasé muy bien. Gracias por recibirnos. Kamijou-san -le dijo a su suegro- Cuando quiera lo espero en el hospital para revisar su pierna.
Hiroki
-Iré apenas consiga tiempo libre en el trabajo, tener un yerno médico si que va a ser de utilidad- rio divertido.
-Ahora será tu paciente frecuente- bromeó en voz baja para que solo su novio escuchara -Gracias por la comida mamá, vendré a dejarte los recipientes después, esta vez hablo en serio, trataremos de venir más seguido-
-Si hablas en serio será ver para creer, me gustaría tenerlos aquí seguido pero tampoco descuiden su relación, salgan a citas y envíenme fotos- dijo sonriente la señora Kamijou que se despidió de ambos con un abrazo apretado.
Nowaki
-Cuente con visitas y fotos -dijo Nowaki con una gran sonrisa para luego meterse al auto. Una vez más Hiroki conduciría así que fue el último en meterse al auto.
-Fue bueno venir y poder conocerlos. Me gustó mucho saber más cosas de tu infancia y comprobar que eres tan lindo porque ellos lo son.
Hiroki
-Te dije que te preocupabas por nada- mientras el castaño conducía miraba de reojo a su novio y a la primera luz roja se acercó para besarlo -Me hizo muy feliz poder presentarles a la persona que amo, ellos también estaban muy contentos, considerate parte de la familia.
Nowaki
-Bien, pues nuestra familia se hizo más grande de pronto -sonrió- Y lo mejor también es que cuando vayamos a visitar a nuestros padres la comida no nos va a faltar -tocó el recipiente con comida que puso sobre sus piernas- ¿Tú cómo estás?
Hiroki
-Genial, tendremos comida para toda la semana- rió bajito y siguieron charlando rumbo al departamento de su novio, esta semana la pasarían allí y el moreno volvería a trabajar así que sería un desafío para ambos.
Nowaki
Dejó la comida sobre la isla de la cocina, para después poner algo de agua y tomar té -No quiero volver a trabajar -dijo con un puchero- Estar contigo es mejor que estar en el hospital.
Hiroki
-De eso no hay duda alguna pero no es como si tuvieras opción- dió un pequeño suspiro -Ya tengo experiencia lidiando con días sin tí, lo bueno es que podremos vernos todos los días aunque sea en la noche, con eso ya es suficiente.
Nowaki
-Y puedes ir por mi para tomar el almuerzo o tener alguna cita después que salga del hospital -lo abrazó por la cintura- No te dije pero hoy te veías especialmente guapo y feliz. Me encanta verte así -besó sus labios seductoramente.
Hiroki
-No deberías mirarme de esa forma estando mis padres presentes- bromeó avergonzado y sorprendido por esa cercanía tan repentina.
Nowaki
-No hice nada, ni siquiera te besé en los labios… bueno solo uno pequeño. Debes darme crédito porque me porté muy bien -lamió sus labios.
Hiroki
-Oye…- murmuró más tímido de lo normal -Te portaste bien antes pero ahora… No estás demasiado ansioso?
Nowaki
-No, para nada. ¿Te lo parece? Será que mañana tengo que regresar a la cotidianidad y quiero disfrutar esta noche contigo. No creo que sea malo, ¿o sí? 
Hiroki
-…No es algo malo pero- tomo un respiro y bajo la mirada -Después de saber sobre mi pasado no te incómoda?
Nowaki
Acarició su mejilla -¿De qué pasado hablas? -preguntó como si no estuviera enterado de nada. Sonrió enamorado y suspiró- Si tú te sientes incómodo, yo puedo esperar, pero trata que no sea por mucho tiempo.
Hiroki
-En realidad si me siento incómodo conmigo mismo, antes solo me sentía tuyo, ahora es como si te hubiese traicionado…- admitió con tristeza -Pero no puedo hacer nada para cambiar eso, solo… Tal vez asumir que en serio no soy tan buena persona- lo empujó contra la mesa y lo jalo del cuello de su camisa para besarlo.
Nowaki
-Hiro… -no pudo terminar de decir su nombre porque su boca fue acallada por el pasional beso que su novio le obsequiaba de la nada. Por un momento no le fue posible seguirle el paso, pero después lo sujetó de la cintura para continuar el beso.
Hiroki
Se aseguró de mostrarle un beso distinto, demandante y travieso, que lo hiciera perder el aliento rápidamente y cuando sintió sus manos sobre su cintura, mordió suavemente el lóbulo de su oreja antes de alejarse con fingida indiferencia.
-Qué? Te dije que no soy una buena persona- contesto al reclamo no dicho por su novio pero que podía leerse en su rostro.
Nowaki
-Eres buena persona, pero sueles ser cruel con tu novio que te ama tanto -intentó besarlo pero Hiroki entre risas se lo impedía- Ves, ves… eres muy cruel.
Hiroki
-Tú cabello huele a humo, si te das un baño puede que me acerque a ti nuevamente- contesto aún haciéndole desaire a sus intentos de continuar aquello.
Nowaki
-¿Ah? -se llevó las manos al cabello y se alejó de inmediato- Eso no tiene gracia, tonto. De verdad fue muy cruel -se dio media vuelta para caminar al baño.
Hiroki
El castaño rió con esa reacción y lo observo entrar al baño rápidamente, dejo pasar un momento antes de entrar tras el, se desvistió con tranquilidad y paso junto a él para tomar una ducha.
-Mi cabello también huele a humo, permiso-
Nowaki
-¿Qué? ¡Oye! -reclamó cuando fue empujado por el castaño. Le dio la espalda y siguió en lo suyo. Estaba algo sentido por el rechaz aunque fuera de juego.
Hiroki
Paso rozando al moreno para tomar el shampoo, aunque había espacio se aseguró de pegarse lo suficiente a su cuerpo como para ponerlo nervioso, fingiendo que no pasaba nada hizo espuma en su cabello y la enjuagó con abundante agua. Lo mismo hizo con el jabón, todo esto mientras su novio parecía haberse olvidado de bañarse solo para observarlo.
Nowaki
Debía admitir que no podía ignorarlo, era un hombre sensual, muy apuesto y que lo rozara de manera inocente y descarada lo provocaba más, por eso dejó de hacer lo suyo para ver sus movimientos.
Hiroki
-Te estás demorando, dejame ayudarte- tomo el mango de la ducha para enjuagar su cabello lleno de espuma asegurándose de que su cuerpo también quedara limpio, pasó sus manos por su cuello, su pecho y bajo hasta el abdomen - ¿También debería limpiar aquí o lo haces tú?
Nowaki
Seguía como hipnotizado por sus movimientos pero tomó su mano y negó -Yo puedo hacerlo solo… -prosiguió a limpiar su intimidad, siempre viendo al profesor.
Hiroki
Los ojos del castaño miraban de reojo la entrepierna de su novio, fue paciente al esperar que terminara pero aún así acaricio por encima al final -Vaya realmente muy limpio- dijo con una sonrisa traviesa y finalmente cortó el agua y se rozó contra su cuerpo para salir de allí y tomar una toalla. Tan resuelto como llegó, abandonó el lugar para ir a la habitación ante la mirada pendiente de su novio.
Nowaki
Se quedó parado mientras lo veía irse del baño. Lo estaba retando o poniendo a prueba, no tenía idea de cuál era su plan, pero a diferencia de lo que creía Hiroki, él no era tan paciente.
Tomó aire para calmarse y abrió nuevamente el agua, eso le ayudó a bajar el calor en su cuerpo. Tomó una toalla que se enredó en la cinttmura y salió.
Hiroki
Cuando el moreno llegó a la habitación él ya se había secado adecuadamente, pero no se molestó en ponerse el pijama, lo esperaba sentado en la cama y cuando sus ojos se encontraron le dedicó una sonrisa.
-Entonces... Dijiste que ibas esperarme si estaba incómodo, ya me siento mejor- cuando Nowaki se acercó el castaño abrazó su cintura y volvió a acariciar su zona baja.
Nowaki
-Nghhhh... Hi-Hiroki... -no sabía que le excitaba el hecho de que jugara con él o que lo incitara tan descaradamente. Lo vio a los ojos y sonrió- ¿Eso es lo que queremos ahora?
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lubay-nue · 5 years
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¡Vida Anime! 1
Notas del cap:
 Desde el título del capítulo ya me estoy cagando de risa… lo siento, no puedo XD y si, no puede ser una historia anime si no hay un harem en ello ¬u¬… pero, aun no me decido por el puto ship… sigan votando, después de unos días (cuando hayan mas capítulos) veré que pongo como ship… o igual, le hago finales alternativos donde pongo a cada uno… la verdad aun no lo decido… como sea
 Ho y gracias a todos los que en el primer capítulo fueron dando muy amablemente sus ideas de México chica mágica XD ame todos y los pienso utilizar todos y cada uno a lo largo de la historia, obviamente, dando créditos de los diseños de cada uno… ahora, este si es un verdadero reto ¬u¬ si han visto anime, sabrán que debe “por ley” haber una transformación del prota en el malo… ¿Qué traje genial le pondrían a México?” ¬u¬ muy bien, ahora sí, no molesto mas (y si, son sopoilers)
 ¡A leer!
 1 - ¡Nya Nya México!
 -Pibe… ¿Ese boludo de México no se ha tardado ya?- pregunta Argentina a Chile mirando la televisión ambos bastante aburridos, el chileno gira a verlo asintiendo perezosamente… ya comenzaba incluso a cabecear de lo “interesante” que estaba la transmisión en esos momentos…
 -Seguro el wacho se ha ido a perder… con lo mal que le estaba dando poder memorizarse sus calles-  susurra Chile tallando sus ojos cansado, soltando un bostezo bastante sonoro y estirando su cuerpo de la posición en la que se encontraba en el sofá, Argentina sonríe de medio lado divertido, algo es cierto…
 USA… por alguna inentendible y sobrehumana razón que nunca fue explicada por nadie… creo durante algunos años entre el país de México y su país, una ciudad llamada City World… extraño que ambos pudieran ponerse de a cuerdo con la situación y aun más extraño era el lugar en cuestión…
 ¿Se acuerdan del muro que uno de los tantos presidentes de USA quería poner? Bueno, extrañamente, un día, USA llega junto a un nuevo presidente y hablan con México… en vez de hacer el pinche muro que le cagaba hasta los huevos a México, llegaron a un extraño acuerdo donde, ese preciso lugar sería utilizado especialmente para crear algo llamado la City World… una ciudad, como su nombre lo dice, pero, estrictamente especial para los countrys de todo el mundo
 Si, USA había creado una ciudad para los countrys donde, extrañamente, dependiendo de la zona donde te encontrabas, encontrabas también el clima… o sea, si estabas en México, podías tener un chingo de la vio diversidad natural suya, pero si te ibas hasta Alaska, neta, encontrabas siempre nevando el lugar… o sea ¡¿Qué pedo USA?!
 Una cosa era rara y le seguía otra aun más rara… una cosa era cambiar el muro por una extraña ciudad donde todos podían entrar sin importar documentos porque, en teoría y explicación de USA cuando dio la noticia en una de las conferencias de ONU, ese lugar no pertenecería de nadie, ya que la City World sería algo así como tierra de nadie y tierra de todos a la vez… si… extraño y bien pinche complejo, y extremadamente sospechoso tomando en cuenta que la idea venia estrictamente del gringo capitalista que todo el mundo conocía…
 Sin embargo, había sacado una serie de amenazas bien discretas pero realistas para que le hicieran caso, como que si no lo hacía atacaría directamente a México, le robaría tierras y esas mamadas (see, muy discreto ¿Verdad?)… a cambio, en realidad solo pedía que se le diera oportunidad al lugar… en teoría, no solo estaba utilizando en todos los ámbitos al mexicano, sino que, además, de algún extraño y milagroso modo que demandaba que ya nos íbamos a chingar con el fin del mundo… México estaba de a cuerdo con su idea y le estaba incluso apoyando… aun cuando lo tenía al lado y el gringo diciendo que si no accedían lanzaría bombas nucleares al latino… si… seguro que México estaba bien pinche drogado ese día porque de otra muchos no entendían como diablos había sucedido algo así…
 Pero como sea, de algún modo, hasta a ONU le pareció una buena idea… la tal City World, al menos USA dejaría de molestar a México además de que habría un modo para que entre todos los countrys se trataran un poco mas… eso, parecía un acto de altruismo… algo extraño de notar de alguien como USA… muchos pensaron que era un problema y peligro…
 Pero parecían las cosas planeadas con cuidado… USA y México fueron los primeros en mudarse a sus respectivas secciones, los latinos se vieron obligados junto a otros más a mudarse para poder cuidar al mexicano que parecía ido ante la idea… y bueno, de cierto modo fue bueno, porque el latino parecía perderse cada dos por tres en la ciudad que rápidamente iba creciendo, aunque claro, ante cada manzana, una sección nueva se abría… casi parecían delegaciones…
 Y ahí estaban entonces, la razón de que Argentina y Chile estuvieran ahí, esperando a altas horas de la noche a que el mexicano volviera después de haber tenido que salir a buscar quien sabe qué cosa que no termino de explicar pues había salido corriendo como alma que lleva la chancla de la jefa emputada… y era ahí que estaban ellos, esperando sin saber exactamente a dónde diablos había ido el latino tricolor… hasta que escucharon el sonido de un vidrio roto
 -¿Y eso?-  pregunta Chile espabilándose lentamente y mirando a Argentina que está en igual estado, el de color azul se encoje de hombros confundido
 ------------
 -Tu puta mierda Japón… te juro que no te vuelvo a ayudar pinche nipón-  gruñe el latino llegando por fin a su hogar aun cargando a la espalda al japonés, media hora más tarde de haber estado corriendo y escapando del sujeto que ya había desaparecido en algún punto de su vida y su carrera, el mexicano se vuelve a perder entre las calles y los tejados… bien de cierto es que dicen que de noche todo cambia pero joder, México no estaba en condiciones de perderse justo ahora…
 De algún milagro había logrado llegar a su casa, ya iba a entrar como una persona normal por la puerta de su casa, incluso encontró asombrado que, entre los bolsillos ocultos de la diminuta faldita se podía encontrar sus llaves junto a su teléfono incluso su dinero… maldice, ahora recuerda que había ido a la calle para buscar un poco de pimienta que se le había olvidado pero se termino perdiendo como buen pendejo que era y después de vagar un rato pudo dar con un camino que pudiera reconocer para poder llegar de nuevo a su ahora nuevo hogar… joder, extrañaba por momentos su verdadera casa en su país…
 Se encoje de hombros y antes de meter la llave en la cerradura se detiene al notar un frio calando en sus piernas, al bajar la mirada recuerda todo el puto desmadre que le ha pasado en unas cuantas horas y entre escalofríos por el frio y el temor de ser visto por alguien más, finalmente termina optando por ir desde la parte de atrás ayudándose de la puerta que hay en la cocina
 Había intentado entonces, entrar por la zona pero rayos! Había olvidad que tenia bien cuidado el lugar y que no podía entrar… se maldijo hasta que noto que arriba de la tarja donde se lavaban los trastes, la puerta estaba abierta… cierto, hacía calor aun cuando estaba lloviendo, apenas comenzaba a hacer frio en su hogar… se dijo que era una suerte pero… la ventana era algo pequeña para que los dos entraran de una sola, así que, sintiéndose estúpido por irrumpir en su propio hogar, termina metiendo a la fuerza primero a Japón dejando que caiga estrepitosamente al suelo luego de poder meterlo… el problema es que, mientras que el japonés inconsciente entra como un muñeco de trapo manipulado pobremente por un niño estúpido… termina rompiendo una taza de sus favoritas, de esas que dice “mama #1”
 -¡Puta madre!-  gruñe el mexicano luego de ver que Japón ha caído de cara, gira los ojos y por fin entra con cuidado
 -¡Perate ahí joeputa!- escucha un grito, México pega un grito, alguien grita, hay otro grito diferente, México resbala cuando ya tiene su cuerpo del otro lado y solo le faltaba meter una pierna, ahora cae torpemente encima de Japón minimizando el golpe de la caída pero tal vez… solo tal vez lastimando mas al inconsciente
 -¿México?-  escucha una pregunta y el latino siente que maldice el haber salido esa noche lluviosa por un poco de pimienta…
 -¡Te voy a romper tu puta madre si dices algo pinche Argentina!-  amenaza tan rápido como puede levantarse de encima de Japón y los mira… ambos países amigos suyos lo miran con ojos abiertos y un gesto de terror, pálidos hasta que las mejillas de Chile se pigmentan de rojo…
 3… 2… 1…
 =PPFFF AHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHA=  y lo esperado de alguien como Chile y Argentina… ambos habían estallado en estridentes risotadas apenas notaron que el mexicano venia vestido con las ropas de colegiada de Japón, el latino se molesta, poniéndose de pie, haciendo que las risas de ambos amigos aumentaran a parecer gritos y risas cuando notan que también tiene orejas y una cola de gato
 -¡Les voy a partir su madre a los dos!-  grita el latino con un sonrojo de vergüenza, hasta que se escucha algo rompiéndose en la lejanía, México pega un brinco nervioso y corre para cerrar la ventana por la cual había entrado, segundos después, cierra las cortinas y se oculta junto a Japón… las risas de ambos amigos terminan por fin suavemente y ambos miran curiosos que el latino parece ocultarse
 -Weon ¿Qué rayos contigo?-  pregunta Chile curioso, limpiando la lagrimas de la risa y señalándolo, pero el mexicano hace solo señas de que ambos guarden silencio, ambos amigos se miran entre ellos hasta que notan pasar una sombra extraña que pasa de filo
 -Wey… ¿Ya se fue ese loco?-  pregunta suavemente el mexicano tratando de asomarse levemente sobre las cortinas, agachando sus orejas felinas y tensando su cola… ahora que el mexicano les da la espalda, ambos amigos pueden ver también que, desde el origen de la cola unida a su cuerpo, la cola está pintada de un color verde, el resto es blanca y la punta en color rojo y se mueve de un modo tenso, hasta casi, tal vez esponjada… las orejas se hacen hacia atrás y ambos miran esto curiosos
 -¿De quién te escondes pibe? ¿La policía o ONU?- estalla en suaves risas contenidas Argentina, a diferencia de Chile que ríe mas estruendosamente, México los mira molesto y saca de entre los trastes limpios una cuchara mediana de madera con la cual comienza a golpear a ambos hasta que por fin, una corretiza se hace en la casa que termina en el sofá de la sala donde ambos logran detener al mexicano que encabronado los mira sonrojado de vergüenza
 -¡Hay un pendejo allá afuera que me estuvo persiguiendo duramente una puta hora junto al pendejo de Japón inconsciente y nos quería matar a los dos! ¡Pero en serio weyes, neta, gracias por preocuparse tanto por mí, en serio, de verdad, se nota luego luego lo compadres que somos!-  gruñe el latino, ambos dejan de reír cuando escuchan el hecho de que querían matarlos
 -Pero boludo, tu sabeis defenderte-  susurra Argentina enarcando una ceja curioso, Chile asiente a la idea, México gruñe y por fin se sienta unos momentos en el sofá al lado de ellos
 -Han pasado un chingo de cosas bien locas… ni puta idea de donde comenzar-  gruñe el latino jalando la oreja blanca con rojo que justamente puede sentir bien unida a su cabeza como si fuera parte de su cuerpo, incluso se siente fría y, al seguir tocando hasta la base, puede notar que hay calor de cuerpo en ella… como si de verdad fuera parte de su ser
-¡¡¡NYAAA!!!-  suelta un grito que, seamos honestos, más que sonar bien pinchye gay… suena bien uke sugerente…
 Argentina suelta rápidamente la cola tricolor que había sujetado y jalado cuando nota el chillido bien uke de México, Chile y Argentina miran esto con sorpresa, incluso México, como sus orejas se habían bajado en desconfianza y como la cola se movía por voluntad del mexicano rodeado su cuerpo para poder abrazarlo
 -¡Tu puta madre! ¡Eso dolió pendejo!-  grita, cambiando su gesto molesto y con pequeñas lagrimitas a uno sorprendido igual que los otros dos
-Espera ¿Eso dolió?-  pregunta sorprendido, siendo ahora él, quien se jale su propia cola, notando dolor
 -Weon… ¿Qué rayos contigo?-  pregunta Chile confundido, los tres amigos se miran hasta que el latino pega un brinco y se levanta del sofá
 -¡Mierda! ¡Japón!-  grita corriendo de regreso hacia la cocina, por supuesto que tanto Chile como Argentina también corrieron detrás de México notando que, además de la cola que se movía, también se movía muy bien la faldita dejando poco a la imaginación y a ambos amigos con ganas de ver si también tenía ropa femenina o no traía en realidad… sin embargo, esto dura poco cuando notan que el mexicano se agacha, arrodillándose como una chica con las piernas bien juntitas mientras cargaba con el cuerpo de Japón
 -¿Y a ese weon que le paso?- pregunta Chile notando por fin no solo que Japón no traía sus orejas y cola, sino que sus ropas también lucían… “normales”
-¡La concha de la lora!!! ¡Weon! ¡Aléjalo, eso sí es del diablo!-  grita Chile señalando que no tenía sus orejas y su cola, Argentina también pega un pequeño brinco siguiéndole el juego, pero al ver la mirada molesta del tricolor ambos dejaron de lado sus juegos
 -Este no es momento para eso pendejos… esta herido de verdad-  susurra el latino, subiendo hacia su propia habitación y dejando ahí a Japón recostado. Con velocidad, México comienza a desvestir a Japón comenzando a curar con ayuda de los otros dos al mencionado, una vez logrando esto, se miran fijamente… al menos, no parece que hayan heridas importantes, pero, ahora, lo importante, es cuidar del inconsciente…
 -Pibe… tendrás que contarnos al detalle que rayos te ha pasado y a Japón-  susurra Argentina mirando fijamente al mencionado que asiente suavemente
 -Pues a ver si me creen pendejos… por que honestamente ni yo me lo puedo creer-  susurra el mexicano dejando en la cama a Japón y bajando todos para volver a la cocina y que sea el latino quien pueda preparar una comida más rápida para poder dársela a sus invitados… los que hoy, para variar, se iban a quedar a dormir en su casa… si… buen día se dice el latino algo fastidiado… había mucho que explicar y no sabía si podría darle explicación a lo que preguntarían los otro dos…
 Notas finales:
 Como luego decimos ¿Con amigos como eso pa que quiere uno enemigos? XD hahaha en serio, que estos dos no se toman nada en serio XD pero bueno, México ya logro llegar a la seguridad de su hogar y también vimos la supuesta City World… una disculpa, había visto algunos fics donde los countrys parecían vivir en una sola ciudad y que, por ejemplo, donde vivía Rusia, hacia un chingo de frio, donde vivía México, hacía calor y… bueno, yo quede de ¿Qué rayos con su vida? ¿Zootopia o que? XD pero me gusto, de cierto modo, eso ayudaría a no tener que andar en vuelos de un putero de horas, son que solo es a lo mucho, ir en camión por una hora para llegar a la casa de otro pendejo XD y si, en teoría esto esta dividido como distritos, el distrito que le pertenece a México, el que le pertenece a USA, el que le pertenece a Canadá, el que le pertenece a Rusia y así sucesivamente… prácticamente, es la emulación del mundo pero en una única ciudad bastante grande que abarca ambas fronteras, tanto la de México como la de USA
 Y si, USA hizo magia negra para que México estuviera apoyándolo… eso se verá en el futuro muajjajaajaja…
 ¿Les ha gustado?
Que tengan lindo día
¡Comenten!
 Okey… ahora, quiero dar un anuncio importante… honestamente no se como mierdas funciona esto pero… debido a problemas económicos… vengo aquí haciendo algo que nunca me imagine que haría en mis historias… ammm…
 Ya tenia desde hace algún tiempo esto pero bueno, creo que es hora de mostrarlo… amm… yo poseo
 Ko-fi 
 Patreon (que este no se ni como puta funciona pero lo tengo) 
 Paypal
 Si alguno de ustedes quisiera apoyar mi trabajo con una donación voluntaria (NO los estoy obligando ni nada) pues… de verdad, se los agradecería de corazón dios… que pena >/////< agradecería si me ayudan mucho, en especial a saber cómo carajos funciona Patreon y paypal
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bichador · 4 years
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Reto Octubre Bichi. 28) NFNM
28. NFNM (Naked Female, Naked Male)
Protagonista: Kigeni & Upweke
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Artista de las imagenes: https://twitter.com/FCUKuwu
Aviso: Después de lidiar con mi bloqueo, regreso al reto, solo que ahora prefiero hacer estos últimos con más calma y por lo tanto será un poco más extensos que los anteriores al reto.
Nota: Los últimos lugares estarán dedicados a mis OC’s, por lo que Upweke y Kigeni son los primeros en iniciar. Cabe agregar que este escrito respeta un poco más la anatomía real de la hienas y no es del todo necesario haber leído mi fanfic de Kigeni la hiena para entenderlo.
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Por cierto, el escrito se basa en esta imagen que comisión tiempo atras con mi amistad http://www.furaffinity.net/user/mimilinkina/ , el link de la imagen http://www.furaffinity.net/view/29238502/
Esta historia se desarrolla cuando Kigeni y Upweke estaban en la tribu de las Rocutas, ya tenían varias semanas y se habían adaptado a su forma de vida. En algunas ocasiones ambos tenían la costumbre de ir al río que se encontraba a un par de kilómetros de la tribu, aprovechaban de pescar solos, cuando en realidad lo usaban de excusa al mismo tiempo para tener momentos a solas.
Kigeni había pescado los peces necesarios para que ambos comieran y yacía dentro del agua bañándose, solo remojando se pelaje y sacando un poco de mugre con las plantas aromáticas, que ayudaban a limpiarle. Desde la orilla le miraba Upweke, que ya había terminado de salar el pescado que comerían en los próximos días.
Upweke estaba fascinado por Kigeni y esta le daba gusto a su mejor amigo, chorreando agua por su cuerpo. Esta se detiene y le habla a Upweke.
–Ya deja de verme y entra conmigo –Upweke se quedó sentado y negando con la cabeza–. No tengas pena, el agua es deliciosa.
–Solo me remojo el pelaje desde la orilla.
–Eso sí que no, siempre es la misma –Kigeni camina hacía la orilla y toma a Upweke de la garra–. Ahora acompáñame, no quiero estar sola.
–Pero nos pueden castigarab por eso.
–No lo van hacer, y sinceramente, quiero que me acompañes, ya me canse que siempre estés mirándome y nunca acompañándome.
–Solo me volteo si te enoja que te vea.
–No, me gusta que me veas, pero prefiero que me acompañes que solo me veas.
–Está bien, solo que seamos rápido –Iba a meterse al agua, cuando Kigeni le detiene.
–Quítate el taparrabo, no quiero que lo mojes –le guiña–, no podemos dejar ningún lugar sin limpiar.
–Pe-pe-pero si me ven, me podrían castigar –nervioso.
–Todo saldrá bien, te lo prometo –le da un beso en la frente e intenta quitarle el taparrabo, pero no pudo–. ¿No se supone que estas cosas se quitan de un jalón?
–Tengo que asegurarme que no cause una ofensa, no dejaría que me la pudieran quitar de un jalón.
–Supongo que las caricaturas me han dado una visión equivocada de los taparrabos.
–Ya se a qué te refieres, pero déjame quitármelo –Upweke se lo quita con unos cuantos movimientos y lo deja en el suelo, al mismo tiempo se cubría.
–Creo que te hace falta otro par de manos para cubrir, algo tan grande.
–No es cierto, no creo que sea tan grande.
–¡Ja, ja, ja, ja! Amo tu humildad, pero sinceramente es grandote y eso que aún no está parado.
Upweke no sabía tomar cumplidos, por lo que solo se mantenía sonrojado. Kigeni lo toma de hombros y lo empuja al río. Kigeni chapoteaba a Upweke, que no podía con su vergüenza.
–Relájate, tantito, el agua está muy fresca, no te sientas tan avergonzado, estamos en confianza.
–Gracias, así estoy bien, muchas gracias, Kigeni.
–Sabes, voy hacer algo para animarte, te encantara.
Kigeni se zambulle en el agua y se levanta haciendo su melena hacia atrás, simulando un comercial de shampoo, pero en vez de dar una imagen sexy, su melena le jugo una mala pasada pegándose a su rostro, esto provocó que Upweke se riera de ella.
–Perdón, no era mi intención, disculpame.
–No, eso me alegra, no salió como lo imagine, pero te reíste y eso me alegra –Kigeni se ve como chorreaba agua–. No es tan sexy como lo suelen ilustrar en los comerciales, pero al menos hice el intento.
–Te ves bonita haciéndolo
–¿Bonita? –Kigeni se sonrojo con esas palabras– Gracias, supongo que me veo bonita aun con toda la melena desaliñada por toda el agua.
Kigeni tomo a Upweke y lo abrazo, tumbandolo al agua. Ambos se levantan escupiendo agua, riendo sin parar, Kigeni abrazó a Upweke y este dejando de cubrirse, se observa.
–Me gusta como el agua recorre nuestros cuerpos, siento que se ve sexy como cae por tu gran, suculento y hermoso pene
–A ti se te ve hermoso como te recorre por tus…
–Dilo, Upweke, no tengas pena, di lo que quieras decir.
–Me gusta como se te ve tambien el agua por todo tu cuerpo
–Con que eso ¡eh!
Kigeni se vuelve a zambullir y sale de nuevo, esta recorre sus garras apretando sus senos y llevando el agua de su pelaje a la zona de su clitoris (pseusopene) en donde cayó a chorro, eso provocó que Upweke se volviera a cubrir, pero de mala suerte o buena para Kigeni, estaba poniéndose erecto de lo que hacía.
–No es mi intención, te lo juro
–Pero si la mía, guapo –se acerca a pocos centímetros–, Realmente deseo que te guste, que lo disfrutes, a esta guerrera le gusta que su compañero pueda disfrutarla, realmente deseo que no sientas vergüenza, ya que la verdad amo que se te pare, la verdad, Upweke yo deseo…
–¡ESTÚPIDA, KIGENI! –gritaron
Kigeni le cambió la expresión de su rostro al escuchar esas palabras, al voltear a la orilla estaban un par cachorras burlándose de ella. Ninguna cachorra le tenía respeto a Kigeni y estas solían aprovechar para humillarla, y esa no era la excepción.
–¡Mira lo que tenemos! –ondeaban el taparrabo de Upweke con una vara, provocando que Kigeni saliera corriendo
–¡Dejen eso! –corría chapoteando, pero las cachorras riendo corrieron alejándose. Al salir del  agua, Kigeni corre hacía las cachorras , pero el agua hacía torpes sus pasos. Estas se alejan– ¡Vuelvan aquí, mocosas!
Kigeni corre pero se da cuenta que no podía contra ellas, furiosa lanza patadas de impotencia, sabiendo que no podía alcanzarlas, pero le dura poco la ira y se preocupa al recordar a Upweke. Corre hacía éste que yacía cabizbajo escondido en unos arbustos cerca de la orilla del rio.
–¡Que mierda! No quería… en serio… no imagine que las pequeñas mocosas nos harían… ¡La cague, Upweke! –Upweke temblaba. Kigeni lo abraza– No tengas miedo, tranquilo…
–Me van a castigar.
–¡No! Yo te hice esto, yo lo solucionaré, no dejare que algo te pase.
–Me van… a … castigar…
–No, nada de eso, no lo haran
–Es mi culpa… Kigeni...  debo afrontar mi castigo
Lo toma de la cabeza– ¿Qué te he dicho de culparte por todo? Yo te hice esto y lo voy a solucionar.
–Aunque digas a las demás, la primera que me vea desnudo, me golpeara.
–¡Que mierda! Tienes razón… –Cubrió su rostro en frustración– peleare por ti, se que me molerán al primer golpe, pero no dejaré que lo hagan.
–Aun si solo te lastimarías y seguirían conmigo, no es necesario que lo hagas, mejor yo me entrego…
–¡Nooooooo! Vamos a solucionar esto, ni tu ni yo seremos castigados. Puedo ir corriendo a nuestra choza y traerte un cambio –piensa, pero no se siente convencida–. No puedo dejarte solo aquí, te encontrarán antes de que pudiera hacerlo, debo esconderte primero.
–¿Por qué no quieres dejarme…?
–¡Shhh! Vuelves a comentar en entregarte y yo misma te castigare a golpes –mentía
Kigeni ve la dirección en la que se fueron las cachorras, ve su alrededor. Esta se gira a Upweke y le toma una garra. Corren en otra dirección.
–¿A dónde vamos?
–Tengo un plan, pero primero debo hacer algo para que funcione.
Ambos corren entre la maleza de los árboles y se adentran a la selva. Después de correr, ambos llegan a un lugar con pastos muy densos. Esta se detiene y toman un poco de aire.
–Primero debemos hacer un poco de tiempo –Upweke aun avergonzado la veía que estaba concentrada– A ambas le tomaría tiempo regresar a la tribu para traer a una de sus madres, por lo que fueron a la hiena más próxima, fueron con la que vigila el límite del río, es la que viene en camino, dejará su puesto solo para venir a buscarte.
–¿Cómo sabes eso? ¿Quién viene?
–He estado en todos los puntos de vigilancia, se como esta compuesto la seguridad de la tribu, incluso me sé los puntos ciegos como el río y esta zona, la hiena que se acerca es mi muy “querida” clítoris torcido –apodo.
–¡Ja, ja, ja, ja! Perdon, no pude evitarlo.
–Esta bien, su atributo es difícil de esconder, pero no debemos quedarnos aquí, tenemos que esconderte antes que esta llegue.
–¿A dónde?
–Debemos ir a la zona de árboles para esconderte, yo me encargare de todo, pero dependerá un poco de ti que no te encuentre, ¿confias en mi?
–Siempre confiare en ti, Kigeni, nunca nadie se había preocupado tanto por mi desde mi mami.
Kigeni se sonrojo por ese comentario– Tú madre tuvo un hijo muy hermoso que vale la pena cuidar de él. ¡Que la gran madre te proteja, Upweke!
–A ti también, Kigeni –se abrazan.
Se escuchan los quejidos de una hiena acercarse. Kigeni se acerca a esta. Como había advertido Kigeni, era la hiena que vigilaba cerca del rio, clitoris torcido, todo un cuerpo lleno de masa muscular, pero un clítoris torcido que era evidente a quien lo viera.
–¡Aquí estás!
–Hola, compañera –Kigeni se acerca–, ¿Qué sucede?
–¿En dónde se encuentra tu compañero?
–Upweke debe estar en el rio salando los pescados.
No se sentía convencida– Me dijeron dos cachorras que cometió la insolencia de quitarse su taparrabo y mostrarle su miembro frente a ellas, sabes que eso es una ofensa.
–¿Upweke hiso eso? Eso está muy mal, cuando lo vea yo misma me encargo de él.
–No finjas, aquí debe estar.
–¿Para qué fingiría? Yo deje a Upweke salando los pescados, yo me vine a descansar, si Upweke hiso algo mal, yo me encargare de él.
Camina hacia los árboles y Kigeni la ve nerviosa– Lo voy a encontrar y le voy a reprender antes de llevarlo a la tribu.
–¿Qué derecho te da a ti reprender a Upweke? –la detiene.
La hiena se voltea molesta a esta– ¿Qué acabas de decir?
–Ni creas que vas a ponerle una garra encima, yo seré la que muela su hocico a golpes.
–¡Ja, ja, ja, ja, ja! –camina de regreso y se para frente a Kigeni. La diferencia de tamaños y masa muscular era mucha– Jamás le harías algo a ese inepto.
–¿Cómo sabes eso? –le sonrío
–Alguien inútil como tú jamás tendría el valor de hacerlo, eres igual que él, no te decimos la teta pescadora por nada, inútil.
–Y aun así soy la que pesca más que ustedes, clítoris torcido.
La hiena se acerca furiosa y toma la melena de Kigeni, acercando su rostro a esta.
–¿Quieres que te castigue aquí mismo?
–Que poco aguante tienes, te enojas porque te digo por tu apodo, en cambio yo me río de que me digas así…pero te aseguro que Upweke no se encuentra conmigo.
–Eres una patética –la suelta.
La hiena camina ignorando a Kigeni y esta la deja detrás. Camina hacia los arboles, pero no encuentra a Upweke. Se voltea  a Kigeni y le reprocha.
–Lo debes estar escondiendo.
–No sigas con esas acusaciones, si Heshima se entera que dejaste tu puesto para buscar a Upweke, no creo que este de buen humor.
–¡Ja, ja, ja, ja! Nadie lo protegerá y a ti tampoco.
–Ya pareces Lycaon, ladras y ladras y no haces nada.
La hiena se aleja por donde vino y deja a Kigeni en paz. Kigeni toma mucho aire y cae al suelo aliviada de haber evitado que encontraran a Upweke y que no la golpearan. Pero tan rápido como se acuesta, se vuelve a levantar y corre entre los árboles. Kigeni intercepta a otra hiena que también se adentro en la busqueda de Upweke.
–Parece que clítoris torcido es tan inepta como para encontrar a tu compañero.
–Y aun así, es mucho mejor que tú.
–¡Ja, ja, ja, ja! Buena esa, Kigeni –se acerca y jala un palo con el taparrabo de Upweke–, pero aquí no me engañas, ¿En donde lo tienes?
–¿Por qué traes el taparrabo de tu noviecito?
–Buen intento, pero es el de tu compañero, no el de mi pareja.
–A mi me parece que es el de tu compañero.
–Es el de tu estúpido compañero, la evidencia la tengo yo misma.
–A ver si es cierto –Kigeni toma el taparrabos sin pedir permiso y lo olfatea. Ella sabía que era un acto repugnante entre ellas, oler de esa manera la prenda de los machos.
–Tú estás loca, Kigeni, eres rara.
–Te soy sincera, no huele a Upweke, a mi me parece que es el de tu compañero.
–¿Cómo te atreves? –se acerca molesta.
–¿Quieres olerlo? –le extiende el taparrabo
–Aleja eso de mí –lo tomó de nuevo con el palo–, no haré ese acto tan repugnante.
–Pos no huele a Upweke, conozco como huele y eso ni se le acerca a él.
–Es de él, no creas que no sabemos que mostró su pene a unas cachorras, lo encontrare y…
–¿Ya terminaste? –interrumpió
–Yo lo encontraré y lo castigare –la ignora caminando a un lado de esta–, y ya quítame eso, apuesto que te masturbaste con eso frotándotelo en la cara.
–Te voy a moler a golpes.
–¡Si, si! Clitoris torcido también me dijo lo mismo, ten un buen día.
–¡Lo voy a encontrar!
Kigeni la dejó atrás. Al perder de vista la hiena. Esta corre entre los árboles y repite el mismo proceso. Su plan era interceptar a cada hiena que entrara, sabía cuántas entrarían, lo sabía y no dejaría que encontraran a Upwek. Intercepta a cada hiena y lidiando con sus amenazas, cada encuentro se volvió más fácil de manejar, aun cerca de que la golpearan, ninguna pudo encontrar a Upweke. Habían pasado horas, de hienas buscando en los alrededores sin éxito a Upweke.
Kigeni corrió de regreso a la tribu, dejó por detrás la zona de selva y se adentro de nuevo en la tribu, en donde varias hienas la veían con malos ojos, pero esta no les presto atención y entró rápido a su choza a buscar un cambio para Upweke. En eso las cachorras lse asoman fuera de su choza.
–¡Por tu culpa nos acaban de castigar! –dijo una de ellas
–Eso les pasa por ser unas mentirosas –dijo Kigeni
–No deberías haberlo escondido tan bien.
–Cuando alguien te importa, haras lo que sea para ayudar, pero no creo que entiendan eso, mocosas.
–No importa, cuando Heshima encuentre a Upweke, no habrá nada que puedas hacer.
–¿Heshima?
–Como varias no pudieron dar con él, ella tuvo que hacerse cargo para evitar mandar más compañeras a su busqueda.
–Cuando lo traigan le ira muy mal, ¡Ja, ja, ja, ja! –se burlaron
–Me gustaría quedarme, pero olvide mi pescado en el rio –toma un taparrabo de cambio, lo hace rollo y se lo mete al hocico.
Kigeni deja a las cachorras por detrás y corre de regreso por el mismo camino. Sabía que Heshima era la única que no podía persuadir, era imposible, pero sabía que no lo encontraría tan fácil. Está aún con cansancio y el taparrabo en el hocico, no se rendiría, corre hacía el lugar que había dejado a Upweke, debía llegar antes que Heshima, así no lo encontraría desnudo y no le pasaría nada. Corre hasta donde sus patas le permitían atravesando los árboles, sin hienas buscando, solo debía llegar primero.
Kigeni indico a Upweke que regresara al rio, cerca de unos arbustos, como clítoris torcido había dejado su puesto, no había otra hiena que buscara en ese lugar, además habían dejado el pescado a propósito para confundir a quien se acercara, nadie debía de buscar en ese preciso lugar.
Kigeni llega al lugar que le había indicado a Upweke y ve con horror como Heshima yacía esperándola con brazos cruzados y junto a esta estaba Upweke sentado, cabizbajo, temblando a un lado de esta. Kigeni cae arrodillada, exhausta y con lágrimas en los ojos, al ver como su plan había fracasado frente a la líder de toda la tribu.
–Sabes, cuando era más joven, a mi pareja, ahora mi esposo, le hicieron exactamente lo mismo, Kigeni. –Kigeni voltea a esta– Le robaron su taparrabo solo para joderme de haberme elegido a mi como su compañera y no a otra. Lo iban a arrastrar y humillarlo frente a toda la tribu, sin olvidar los golpes que se hubiera ganado, pero me sabía bien en donde no lo buscarían, tuve que confundir algunas compañeras y le di unos golpes a otras, pero al final nadie lo encontró. Tuve que esperar hasta la noche para robarme una prenda y traerla a este mismo lugar, los arbustos cerca del rio, el peor lugar para buscar, por lo evidente, pero que nadie buscaba, pensando que se encontraba escondido entre el follaje de los árboles como lo acabas de hacer –Heshima se levanta y se acerca a Kigeni–, acabas de confundir toda una tribu tu sola, puedes vestirlo, no lo castigaré.
Kigeni saca el taparrabo de Upweke de su hocico y lo deja en el suelo– Gracias, Heshima, gracias a la Gran Madre, Gracias por todo, no se como agradecerte, te lo agradezco de todo corazón.
–¿Tenías eso en el hocico todo el tiempo? ¡Aghhh! –señala una dirección y el taparrabo de Upweke yacía en un palo– Yo que te lo conseguí para que evitaras esperar hasta la noche, pero lo que acabas de hacer… no se como describirlo, tal vez como algo asqueroso, pero… –Heshima piensa en sus palabras.
–No podía dejar que me vieran con esto.
–Que no se vuelva a repetir, Kigeni –camina de regreso a la tribu, pero se detiene–. Por cierto, yo les daré un poco de privacidad a ustedes dos, pero te lo tienes que ganar con el doble de esfuerzo por las molestia que hiciste pasar a todas, Kigeni
–¿En serio? –se le iluminaron los ojos– Haré lo que sea por un poco de privacidad
–Desearás nunca haber dicho eso, ¡Ja, ja, ja, ja, ja!
Kigeni ve a Heshima alejarse y este se regresa a Upweke. Lo abraza.
–Gracias a la Gran Madre que no te paso nada –lagrimas
–Eres… la mejor amiga… ¡Sniff! … que pude haber tenido –estaba por romper en llanto.
–Te dije que no te pasaría, nada, Upweke, no te dejaría solo.
–¡Te quiero mucho!
–Yo tambien, Upweke, te quiero mucho
Se separan y se ven detenidamente. Upweke se da cuenta que aun seguía desnudo y se vuelve a cubrir. Kigeni toma el taparrabo y deja que se lo vuelva a poner, toma el otro y tiene doble protección.
–Mejor puesto antes que podamos tener problemas de nuevo, Upweke
–Estaré eternamente agradecido por ello
–Yo solo estoy agradecida que estas bien, Upweke
–Eres la mejor amiga que pude haber tenido siempre.
Kigeni lo ve y le sonríe– Y tú el mejor amigo que haya conocido en toda mi vida.
–Regresemos, te voy a preparar un estofado junto con el pescado.
–Upweke… –se quedó pensando
–¿Si?
–¿Puedes hacer un estofado con lo que hay en la choza?
–Me se algunas cosas de cocina, Kigeni. Lo hare lo más delicioso posible solo para tí.
–Gracias, Upweke.
Caminan de regreso a la tribu ambos.
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–Siempre estaré agradecido con tu madre, mi pequeña guerrera, ella me salvó y esa valentía la tendrás también cuando crezcas, hija.
Upweke estaba en el comedor junto a su pequeña hija que estaba en la sillita de cachorra. Había recordado aquella ocasión cantandosela a su hija, le gustaba contar esas anécdotas, aunque esta no le entendiera, pero nunca aburría de contarselas y repetirlas.
En eso se abre la puerta de la casa y Upweke toma a su hija de brazos.
–Cariño ya llegué… no creerás el día que tuve… no puedo creerlo, eso huele a… ¿Hiciste estofado de pescado?
–Así es cariño, el que tanto te gusta.
–Pero si es mi favorito –dijo Kigeni besando a Upweke y a su hija–. Un día te contaré la loca aventura de cómo tú papá y yo engañamos oda la tribu Rocuta solo por andar de calenturientos, le robaron el taparrabo a tu papi e hice lo imposible para salvarlo. Tú padre hizo el pescado más delicioso que pude haber comido ese día, después que lo salvara, un día te lo contaré a más detalle.
–Estoy seguro que le encantará a nuestra hija.
–Comamos y se lo contamos después de comer.
Su hija ríe al escuchar esas palabras, ambos caminan a la cocina a descansar recordando de nuevo esa experiencia ocurrida hace unos años.
Fin
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dioses-y-religiones · 5 years
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Capítulo. 8 Juguete
Sumario.
Tom saltó a la fama internacional con su personaje de Loki en la película de Marvel, Thor.  Ahora, pasada un poco la euforia por la película, es atacado por una enfermedad terrible con la que, en ocasiones, pierde el control sobre sí mismo, nadie sabe qué es, ningún médico puede ayudarlo, y se recluye para no dañar a la gente a su alrededor con esos episodios violentos ocasionados por esta extraña enfermedad. En su desesperación, y después de haber agotado todas las posibilidades médicas, se ve obligado a viajar a otro país, muy diferente al suyo para buscar a la ayuda de una bruja.
 Nota de Autor: Los diálogos que están en cursiva, son diálogos en inglés.
El playlist en YouTube con las canciones del Fic es http://www.youtube.com/playlist?list=PLe1RQg1PRt4FaYvpCpq6raUbZwtpyLwbz
   Juguete
 —Tenemos que comer algo— dijo ella en la mañana del tercer día, enojada pero controlando su tono. Después de todo, no quería hacerlo enojar otra vez.
—¿Por qué sería ese mi problema?— dijo él indiferente desde el sillón, estaba más pálido y sudaba mucho, pero no quería que los mortales se dieran cuenta, solo quería que se callaran mientras trataba de pensar que hacer, se puso dos dedos en el puente de la nariz y cerró los ojos.
Ella recargó a Tom en la pared que estaba cerca, estaba inconsciente y la fiebre estaba subiendo, el Dios estaba muy al pendiente de las pequeñas cantidades de magia que ella le daba para mantenerlo fuerte, pero esto se estaba haciendo cada vez más difícil, tenían casi dos días en ese rincón, desde que ella lo había hecho enojar, y ahora Tom estaba en peligro real, necesitaba comer algo, ambos. Lo único que Loki les permitía era ir al baño donde ellos agarraban agua para ambos, pero en la casa no había mucha comida para empezar, Loki se veía peor pero no parecía que fuera por hambre, las opciones se acababan, así que se ella se puso de pie y dio dos tentativos pasos, aun le dolía la cara por el golpe, y estaba mareada por compartir su magia con el actor pero algo debía hacerse.
—Es responsabilidad de los seres más grandes cuidar de los más pequeños— dijo casi dulcemente. Loki abrió un ojo y sonrió un poco. Ella se tensó enseguida, Loki se paró y caminó hacia ella.
—¿Crees que la adulación va a conseguirte algo?
Ella caminó rápido retrocediendo con una mano atrás para saber dónde estaba la pared y la otra mano enfrente de Loki, como queriendo detenerlo.
—Ok, ok,— dijo ella apresuradamente, — tienes razón, no puedo engañarte, eso estaba tratando de hacer.— él se detuvo disfrutando el miedo que sintió  salir de la mortal, ella respiró profundo un poco aliviada de que el Dios se detuvo enfrente de ella, y continúo— la verdad es que no creo que seas superior—  Él levantó la cabeza viéndola despectivo— pero, y en esto no estoy mintiendo, tampoco creo que seas un completo imbécil.
Por un momento el Dios no se movió, desde que la conoció le sorprendió la osadía de la mortal, pero eso debía ser un deseo de muerte, era demasiado, tanto que por un momento, un pequeño momento, se sintió un poco intrigado y divertido, pero claro que no se lo iba a demostrar, dio un paso más adelante para acorralarla contra la pared pero suavizó su gesto, más paciente —Por favor, elabora…
Ella bajó la mirada aun con miedo un momento, pero respiró de nuevo y lo vio a los ojos.
—Sé que no viajaste todo ese camino para verlo morir.— dijo señalando a Tom— que lo necesitas vivo, y estoy segura que tienes una idea de lo frágiles que somos, si no come algo y recibe medicamento, va a morir y sea lo que sea que planeés hacer con él, se va ir al carajo.— Él lo pensó por un momento o más bien fingió porque sabía que tenía razón. Dio un paso atrás y en tono córtes dijo.
           —Muy bien, ve al pueblo y trae lo que necesites— Ella sonrió un poco y se apresuró por su bolsa pero la mano del Dios la detuvo del brazo y acercó a su rostro.— pero antes permíteme decir que tienes razón, lo necesito y a ti no,— dijo con una sonrisa malvada— regresarás cuando ese pequeño sol tuyo este en lo alto, si no lo haces…—  se detuvo a pensarlo— mejor aún, si él muere, cualesquiera que sean las circunstancias, tú lo vas a pagar, ¿Sabes cómo?
           Ella pasó saliva— ¿Me matarás?
           —Nay mí señora, al contrario, si él muere tú vas a vivir para convertirte en mí juguete personal, algo con descargar mi frustración de perder al mortal, y créeme saber lo frágiles que son me da el conocimiento para evitar que mueras por muy poco. ¿Me di a entender?— ella solo asintió una vez muy levemente, con esto Loki la soltó y ella salió de la casa apresuradamente.      
           Loki duró unos minutos viendo a la puerta de entrada de la pequeña casa, luego vio al actor inconsciente, cuando se convenció de que no iba a despertar se volvió a sentar, dejándose caer, no sabía cuánto tiempo lo hubieran sostenido las piernas, pensó en usar magia para desparecer su armadura por algo más fresco, pero a estas alturas no quería desperdiciarla, no recordaba que fuera así de caliente Midgard.
           La recordaba más fresca, fría incluso, pero lo cierto es que el Dios no conocía mucho de este reino. Él tenía muy claro que este mundo no era el mismo reino que su hermano visitaba en antaño, del que se enamoró. No, esta era otra dimensión y tal vez en esta, las criaturas eran felices “cosiéndose” lentamente bajo este pequeño pero poderoso sol.  Se puso de pie lentamente y se acercó al humano, este mortal había sido su única esperanza, y ahora no había nada que hacer.
           Con un dedo tocó la frente del actor, muy caliente, le bajó la temperatura corporal con magia, se notaba por un ligero halo verde esmeralda que salía del dedo del Dios, el mortal respiró aliviado pero no despertó, desgraciadamente no tenía la fuerza para curarlo. “Patético” pensó Loki autocompadeciéndose, tal vez si lo mantenía con vida lo suficiente podría pensar en algo, encontrar algo, por eso había dejado a la mortal salir, no tenía caso que los tres murieran ahí. Loki era conocido por ser persistente, tenaz, o testarudo, depende de quién lo esté diciendo y no iba a sacar nada bueno de los humanos si los dejaba morir.  
           Se sentía tan mal que no podía pensar claro, si tan solo pudiera juntar la energía suficiente para trasladarlos a un lugar más fresco, podría pensar mejor,  pero para eso tendría que esperar. No habían salido de esa pequeña choza de piedra lisa en tres días midgardianos y se le estaban acabando las opciones. Escuchó el extraño artefacto en el que se mueven en este mundo, “ruidoso artefacto” se autocorrigió y se enderezo para ver entrar a la mortal, que tenía las manos llenas de bolsas y casi no podía con ellas. Él solo la vio lo más despectivo que pudo. Se notaba que el ánimo de la Wala se había levantado mientras estuvo afuera, dejó las cosas en el piso cerró la puerta, y siguió a la parte del fondo de la habitación donde estaban y dijo a modo de saludo. ­
           –Loki— dijo ella solemne con un pequeño asentimiento de cabeza. Él la siguió con la mirada, aparentemente la parte del fondo era una pequeña estación para preparar alimentos, era sorprendentemente ridículo lo pequeñas que eran estas viviendas. Ella movió unas cosas y regresó con un bol con agua, comenzó a sacar otras cosas de las bolsas, tenía una especie de cobertor muy grueso pero suave y lo puso junto al mortal, luego se inclinó.
           —¿Tom? Despierta, necesito que te muevas.— Con esto comenzó a empujarlo para ponerlo encima del cobertor, que más bien era una bolsa de dormir, Tom trató de levantarse y la ayudó un poco. Una vez arriba, ella buscó otras cosas, puso un polvo blanco en el agua y con un pedazo de tela comenzó a limpiarle la herida del brazo, el mortal muy débil para moverse más, solo gimió un poco. Cuando terminó de limpiar, trituro dos píldoras blancas y las puso en un vaso con poca agua y lo obligó a tomar, luego lo dejó descansar. Ofelia estaba consciente de la mirada de curiosidad del Dios, que se veía peor, por cierto. Cuando ella volteó a verlo, él le estaba regresando la mirada, ella se levantó decidida y caminó hacia él.
           —No te gusta mucho el calor ¿Verdad?
           —Sus elementos climáticos no tienen ningún efecto sobre mí, Wala.
           —Ok, si no tienen ningún efecto supongo que no te molestará si…— con esto se acercó a donde el Dios estaba sentado, él frunció las cejas confundido, pero ella levantó ambas manos, para que él las viera— ...es solo que los controles están junto a ti.— dijo mientras alargaba una mano junto a él y él vio como presionó unos botones de un centro de control que Loki no había notado, un ruido salió del techo justo arriba de él y con un bip, se abrió una caja alargada que Loki tampoco había notado, luego poco a poco salió aire frio sobre el Dios, Loki no pudo evitar cerrar los ojos y casi gemir de placer al sentir el aire frio sobre su piel, ni siquiera se dio cuenta cuando la mujer se fue y no fue hasta un tiempo después que sintió un aroma a especias, carne y pan que abrió los ojos, para encontrarse de nuevo con ella, quien sostenía un plato sopero con un caldo pesado.
           —No sé si puedas comer lo que nosotros pero me imagino que tienes hambre, es mi forma de agradecerte dejarme salir.— mintió ella, porque de hecho fue Tom el que le insistió discretamente que le ofreciera primero.
           —No requiero alimento.—dijo de malas el Dios, por el hambre que tenía.
           —Lo voy a dejar aquí.— luego caminó hacia su esquina donde estaba Tom de mejor color mientras le sonreía y le aceptaba el otro plato a Ofelia, ella se sentó junto a él a comer.
           Pasaron algunos días y Loki comenzó a comer, claro que no decía nada, pero tampoco se negaba. El clima automático le mejoraba el humor y con esto, los mortales se sentían con más libertad de moverse por la casa, aunque sabían que no deberían salir sin el permiso del Dios. Mientras mejor se sentía Tom, peor se sentía Loki. Un día solo dejó de importarle que los mortales supieran lo que necesitaba y fue a buscar agua, cuando entró a la cocina, Tom reaccionó. Al principio era Ofelia quién preparaba la comida, pero cuando Tom se sintió mejor, se turnaban y hoy él estaba en la cocina cuando vio entrar al Dios, que se acercó a la llave de agua del fregadero de la cocina.
           —¡No espera!— dijo Tom tomándolo del hombro. Pero el Dios lo empujó estrellándolo contra la pared.
           —¿Cómo te atreves a decirle a un Dios qué hacer? Patético mortal.
           —Es solo que esa agua es sucia...— dijo él levantándose, Ofelia se estaba bañando, algo que agradeció, porque con el carácter que ambos tenían “esto puede salir muy mal, muy rapido” pensó el actor. Sacó una botella de agua fría del refrigerador y se la abrió. –…ten, es mejor esta.
           El humano sonreía y Loki le arrebató la botella, agradeció mentalmente a todos los reinos por la temperatura del agua y la tomó toda de un trago.
           —Escucha, no quiero ser irrespetuoso, pero creo que no te sientes bien,— Loki solo lo vio con desprecio, pero el actor en lugar de callarse o sentirse mal, sonrió otra vez y sacó otra botella esta vez con un líquido azul de aspecto desagradable.— creo que estas deshidratado, bebe esto, no sabe muy bien pero en tu caso es mejor que el agua— no parecía que tuviera malas intenciones y aunque Loki tiene por regla jamás confiar en alguien, tenía mucha sed. Esta vez tomó el envace que en la etiqueta decía “Gatorade” y lo bebió, tenía razón no sabía bien, pero se sintió un poco mejor, debía de ser algún tipo de suero, porque vio que la Wala se lo daba a beber al mortal cuando se sentía muy mal. El actor abrió otra botella y se la puso en frente, la cual él tomó, por la cara que tenía el Dios, Tom asumió que debía sentirse muy mal, tenía la mirada nublada.— Creo que es el calor, como sabrás yo vengo de un país frio, el calor y la humedad de esta ciudad puede llegar a ser agobiante—  el Dios solo lo veía mientras se bebía la botella esta vez más despacio —falta una hora para la cena, ¿Por qué no subes y te das un baño con agua fría? ¿Cómo suena eso?— Loki pensó que debió decirle que nadie le iba a decir que hacer, que quién se creía él para hablarle así al Dios del Engaño, del Caos, que se callara, pero en vez de eso, abrió la boca, luego la cerró y caminó escaleras arriba, un baño sonaba muy bien.
           Cuando llegó arriba, dio un vistazo, en todo este tiempo no había subido, de nuevo pequeño, pero de alguna manera hogareño, en una manera plebeya claro. Pasó por una de la habitaciones la cual estaba abierta, para encontrarse con la mortal que tenía el cabello mojado y se lo estaba trenzando frente a un espejo, la vio durante un rato y ella dio un respingo que la hizo perder el equilibrio y tropezó, Loki estuvo a punto de reír de la cara de pánico de ella, pero siguió con su máscara insensible.
           —Tú, mortal, prepara el baño para mí.— ella dejó la cara de asustada para fruncir el ceño, obviamente no le gustaba que le hablaran así y seguir ordenes, aun así se levantó. Fue a otra habitación, a donde el Dios la siguió, el cuarto de baño era más grande que el que él conocía bajando las escaleras y tenía una bañera relativamente grande que ella comenzó a llenar, luego caminó hacia él, y trató de alcanzar su mano, a lo que el Dios la quitó.
           — Si voy a prepararte un baño mejor hacerlo bien, necesito saber cómo estas.
           —¿Eres algún tipo de curandera aquí?— dijo cambiando al español.
           —Sí, y creo que puedo ayudarte a sentirte un poco mejor, pero solo si me dejas— Y sin esperar la respuesta del Dios lo tomó de la muñeca. Él sintió que la energía de ella, más fuerte ahora, escaneaba la de él, solo por encima, precavidamente. Ella lo vio a los ojos y salió de la habitación, luego regresó con varios sacos con polvos y plantas y las fue poniendo en el agua fría mezclándolos con la mano y murmurando algo que Loki sintió como no peligroso y olía delicioso. Cuando estuvo listo, se enderezó y comenzó a salir, pero Loki la detuvo, él estaba muy caliente, Tom tenía razón, se sentía muy mal.
           —Desvísteme— por un momento, todas las alarmas en la cabeza de Ofelia sonaron pero no parecía que Loki quisiera aprovecharse de la situación, “supongo que es algo común para un príncipe de Asgard” pensó ella.
           —Llamaré a Tom para que te ayude— dijo ella saliendo, pero de nuevo algo la detuvo tan rápido que no entendía porque no podía respirar, hasta que bajó la mirada y vio la mano de Loki alrededor de su cuello.
           —No estoy dispuesto a repetir una orden ¿Me di a entender? –Ella articulo un pequeño y asustado ok, y él la soltó, ella se llevó la mano al adolorido cuello, carraspeó un poco, y suspiró
           Ella comenzó la increíblemente ardua tarea de descubrir cómo se quita una elaborada armadura asgardiana, no con éxito. De hecho buscó con la mirada donde comenzar, luego con las manos, en el primer contacto que ella tuvo con la armadura, sintió como “respiraba” como si tuviera un latido, como si estuviera viva, tenía toda la energía de Loki, pero más que eso, vibraba al ritmo del corazón del Dios. Pero esta sensación no le decía por dónde comenzar hasta que Loki hizo un resoplido frustrado y apuntó a su hombro, ella entendió que por ahí se comenzaba, resulta que debajo de la pieza de metal gruesa que va en el hombro están las primeras hebillas, las que sostienen la parte superior y pasa por la “gabardina” de piel negra con adornos de metal dorado, por dentro de esta prenda había cuando menos una docena de cuchillos arrojadizos, y no fueron los únicos que encontró escondidos.
            Una vez removida esa sección todo fue más fácil, pero no menos laborioso, primero removió la gabardina, entre broches, hebillas, nudos con tiras de piel, toda la indumentaria se mantenía en su lugar, la parte que seguía eran los brazos y ante brazos, debajo de la parte que acaba de quitar notó como un trozo grande de tela se trenzaba a lo largo de los brazos, perfectamente doblada, pero para quitarla había primero que quitar la parte metálica que cubría los antebrazos, Loki levantó los brazos mansamente, parecía que no la estaba presionando para hacerlo rápido, pero de nuevo con esa cantidad de “ropa encima” debe estar acostumbrado,
           “¿Cómo aguanta el calor?” pensó ella. Se tomó un momento para admirar la hechura de las partes metálicas, todas estaba decoradas con animales, serpientes, caballos, lobos, y leones, todos relacionados con el Dios de las mentiras, también la piel estaba marcada pero parecían formas más íntimas, unas muy poderosas runas que Ofelia no conocía y algunas pocas que sí.
           Era hermosa. Parecía que estaba conformada por tres capas. La principal, la sobrearmadura,  la que todos ven y la más decorada, son puras piezas de metal decorativo con algunas zonas cubiertas de piel, consta de una hombrera con un hermoso león y serpientes en el metal, una hebilla muy grande que la mantiene en su lugar la cual también tiene algunos animales, los antebrazos y las protecciones para los empeines, todo en dorado y negro.
           La siguiente capa es la armadura, esta consta de una gran placa de metal del pecho casi toda cubierta por tela verde y piel negra trenzada,  partes hechas a medida de piel, unas piezas delgadas y dobladas a la perfección y otras gruesas que protegen las zonas que no tienen metal, pero parecía que las tenía por todo el cuerpo, estas se aseguraban en su lugar con amarres de piel y ganchos a las partes de metal.
           Y la tercera, era de tela y piel delgada, pero como ya mencioné eran enormes piezas trenzadas de tela y piel, la mayoría verde esmeralda, que se trenzaban en los brazos, las piernas y la zona del abdomen, la única parte donde la pieza de metal iba debajo de esta tela era en el pecho donde la pesada pechera de metal estaba cubierta casi por completo por piel negra y tela verde. Esta pieza comenzaba en la línea del cuello, dejando ver el borde levantado de la camisa interior, luego una “herradura” de metal dorado en el pecho y luego continúa lisa en negro hasta que la tela y la piel la cubre trenzándose y abriéndose hacia abajo, dejando cubierta la zona de la cadera.
Tardó casi media hora en removerla y solo tiraba las pesadísimas piezas en el piso, rogando porque no le pidiera vestirlo de nuevo, no estaba segura de poderlo hacer.  Al final Loki estaba vestido solo con una camisa verde con cuello en V, unos pantalones de cuero, y las botas, no se había movido, y tenía la mirada desenfocada, verlo así, tan vulnerable causo una impresión en Ofelia muy grande, le quitó lo que quedaba de la ropa con mucho cuidado como si pudiera lastimarlo.
Cuando estaba desnudo, ella lo admiró por mas de un segundo, a pesar de ser atlético, era más musculoso y grueso que Tom, de hecho mientras más lo miraba más pequeñas diferencias encontraba, la diferencia más notoria además de la musculatura, eran las cicatrices de una vida de guerrero, se quedó viendo embobada el cuerpo del Dios hasta que se dio cuenta y  desvió la mirada avergonzada pero él no pareció notarlo solo se sentó en la bañera, soltando un gemido de placer. Ella entrecerró la puerta, y lo dejó solo.
            Cuando él llevaba ya un rato ahí, decidió analizar lo que había en el agua, porque ahora que la veía no se veía atractiva, más bien parecía agua de pantano, no conocía todas la plantas que había solo reconocía unas, como la menta o aloe vera, pero por el conjunto y por cómo estaba reaccionando su cuerpo, podía deducir que la combinación era para bajar la fiebre y ayudar al cuerpo a absorber nutrientes rápido y rehidratarse. Loki estaba impresionado, no porque la Wala pudiera preparar un baño medicinal, sino porque debió deducir y calcular mucho para que funcionara en cuerpo de un Dios, ningún mortal podría aguantar estar sumergido ahí,  pero a él le estaba aclarando la mente y se sentía mucho mejor.
           Suspiró aliviado y vio toda su armadura real tirada, con un movimiento de muñeca la hizo desaparecer, ni siquiera estaba enojado, se sentía agradecido. Era lo mejor que se sentía en días, incluso su cuerpo estaba absorbiendo un poco de la energía de Tom, no lo suficiente para curarlo por supuesto, pero sí para que su magia estuviera un poco más fuerte, la bruja los había hecho sentir mejor a los dos y gracias a esto, consciente o inconsciente, la mente de Loki comenzó a funcionar a velocidad casi normal.
                Ofelia, bajó después de terminar con Loki arriba. Tom estaba poniendo la mesa, no que Loki se sentara con ellos, pero Tom siempre ponía un lugar para él.
           —¿Cómo está?
           —Desnudo— dijo Ofelia como si no fuera nada. Tom la vio y dejó los platos.
           —¿Estas bien?
           —Sí, literalmente solo quería que le preparara en baño y lo desvistiera ¿Idea tuya?
           —Solo lo del baño.— dijo retomando lo platos, y acomodándolos.
           —Deberías ver esa armadura de cerca es hermosa.— dijo ella cambiando el tema y ayudando a Tom.
           —La he visto de cerca, me la he puesto, bueno supongo que debe ser mucho más complicada que mi disfraz
—No tienes idea, pero me pregunto cómo la aguanta lleva tres días con ella puesta.— Ofelia se paró en la ventana viendo al cielo, un poco triste.
—¿Qué pasa?
           —Es luna de sangre, solo pensaba que sería lindo verla en la playa, como cuando era niña, prender un fogata y cantar canciones toda la noche
— Suena bien… ¿Sabes qué? debería prestarle a Loki algo de ropa.  Con esto el actor subió decidido, Ofelia solo se quedó viendo la escalera.
Pasado un rato, Loki estaba considerando salir de la bañera, pero ¿A qué? Aún no tenía ni idea de que hacer, tendría que regresar a Asgard y pensar en un plan nuevo. Si es qué hay uno, pero ahora simplemente no tenía la energía, aunque el baño lo hacía sentir mejor de lo que se había sentido en días. Tal vez si continuaba  sumergiéndose en esas aguas, podría recuperase más rápido. En eso estaba pensando cuando escuchó que alguien tocaba a la puerta, era el mortal quién la abrió.
     —Hey, emm… te traje un cambio de ropa, es…bueno mucho más simple de lo que debes estar acostumbrado, pero es más fresca.— dijo inseguro Tom pero Loki solo vio por el rabillo entre abierto del ojo. —Bueno, te lo dejo aquí, cuando acabes puedes bajar a comer con nosotros, Ofelia quiere prender una fogata en la playa, digo si no te molesta que salgamos.
—Me tiene sin ningún cuidado o interés que hagan esta noche.— dijo despectivo pero casi sintió al actor sonreír.
—Ok,… gracias, por supuesto que estas invitado a acompañarnos— esperó un momento pero Loki no dijo nada más.
Cuando estaban sentados Loki bajó con un pantalón de mezclilla y una camisa blanca, sin zapatos y con el cabello escurriendo de agua, se sentó en la mesa con ellos muy serio, Tom le sonrió y comenzó a servirle la comida, mientras Ofelia lo veía, se veía hermoso. Los tres comieron en silencio, al terminar entre Ofelia y Tom levantaron la mesa y limpiaron mientras Loki los veía, antes de que acabaran el Dios se aventuró a salir por la puerta trasera, vio la playa por primera vez.
Era bellísima, el cielo en colores rojos y rosas y el sol muriendo en uno de los cerros que rodeaban la bahía. Claro que nunca lo admitiría nadie, pero podía ver porque Thor estaba tan enamorado de Midgard, la luna llena se levantaba iluminando poco a poco la pequeña bahía. Conforme anochecía la arena que se veía blanca se sentía fresca bajo sus pies y las olas casi lo arrullaron. Hasta que los mortales llegaron, no trataron de comunicarse con él, en cambio prendieron una gran pira y se sentaron en la arena, hablaron de cosas sin relevancia, como cuando la bruja le platicó al mortal sobre un novio loco que tuvo o el actor le platicó que aun pedía la ayuda de su madre al usar la lavadora. Tom comenzó a tocar la guitarra, algunos acordes primero y luego una balada llamada “If I Didn’t Know Better” (Nashville) que por supuesto Loki no conocía, pero tampoco le desagradaba, la bruja sirvió vino en tres copas, le dio una a Tom y otra la dejó cerca de donde estaba Loki, quién en ese momento disfrutaba una brisa con olor a sal. Luego la escuchó decir.
—Ya va a comenzar.— A lo que Loki volteó confundido a verla pero ella estaba de pie, con los brazos levantados enfrente de la hoguera, mientras el actor veía al cielo, las llamas se pintaron de rojo, Loki sintió la energía de la Wala. No tenía ni idea que estaba haciendo, por un momento muy pequeño se puso nervioso cuando ella sacó una daga en forma de flama y se cortó en la mano, por supuesto que el Dios no se movió. Luego, ella  aventó sangre al fuego, el cual se intensificó un segundo y luego se convirtió en fuego blanco, Loki nunca había visto fuego blanco. —A ti hermana luna— dijo Ofelia, para luego juntar las manos frente a su cabeza y hacer una inclinación. El fuego comenzó a regresar a la normalidad, pero algo estaba cambiando en la luz a su alrededor, el Dios vio hacia arriba, vio que la luna estaba roja en el cielo despejado y una lluvia de estrellas comenzó. Las estrellas aunque siempre son hermosas no eran nuevas para él, pero nunca había visto una luna hacer eso. Vio a Tom y este sin hacer alboroto por saber algo que el Dios no, contestó simplemente.
—Se pone roja porque este planeta queda exactamente entre la luna y el sol, es un fenómeno que pasa una o dos veces por año, se le llama plenilunio, o luna de sangre y para algunos es un evento de culto, para otros es de mala suerte, pero es un fenómeno que vale la pena ver, en la religión de Ofelia es sagrada.— Loki estaba sorprendido, pero solo dio un pequeño asentimiento con la cabeza y se tomó el vino, el cual seguían sirviendo.
Loki no dijo nada más, pero tampoco los censuró. Por momentos los observaba, vio cómo se veían entre sí, pero nunca al mismo tiempo, guardo esta información por si después le era útil, podría necesitar manipular los sentimientos que tenían uno por el otro aunque ellos no lo supieran aun. Ofelia cantó una y otra canción, contaron cuentos, compartieron el vino. Pasaron la noche con el Dios a la intemperie.
Cuando iba amaneciendo escuchó a los mortales entrar a la casa, pero él no se movió, sentía un dolor constante que la mayoría del tiempo podía soportar pero algunas veces le hacía casi imposible respirar y este era de esos pequeños momentos de alivio que llega después de los más fuertes,  abrió los ojos y se encontró con el amanecer, estaba sorprendido de nuevo de la hermosura de la naturaleza de este reino, para ser un planeta con un sol y una luna, los espectáculos que había presenciado la noche anterior y ahora esta mañana, eran increíblemente complejos y bellos, era como si Gea se los hubiera regalado.
El sonrío por un momento pensando en eso, luego se puso de pie, e hizo una pequeña reverencia a la diosa de este planeta, cuando se enderezó, cerró de nuevo los ojos disfrutando del frescor de la madrugada. Abrió los ojos para encontrarse con la bruja parada enfrente de él, esto (de nuevo) lo sorprendió mucho, debía sentirse muy mal para no haber sentido que venía, trató de ocultar su sorpresa recobrando toda la dignidad levantado la cabeza y poniendo las manos atrás de él, sabía que era muy tarde, pero si ella se dio cuenta no dijo nada.
—Te preparamos una habitación, es la primera puerta a la derecha subiendo las escaleras, es la más grande y Tom insistió en que te dijera que su habitación es la que sigue a la tuya, que te sientas libre de buscarlo si necesitas cualquier cosa…
—¿Por qué esta información me interesaría, si me permites preguntar?—dijo Loki condescendiente, pero ella sonrió.
—Justo eso fue lo que le dije que ibas a contestar, y él me dijo y voy a citar “Porque es sentido común y una cortesía para un miembro de la familia real” – dijo ella imitando el acento del actor –“brits” ¿Cierto?
Pero Loki la veía extrañado, se tardó un momento en contestar, pero cuando Ofelia se iba a retirar Loki dio media vuelta y comenzó a decir —Dile que la familia real de Asgard le agradece la cortesía.— y se metió a la casa. Dejando a Ofelia con la mandíbula colgando de la impresión. Loki sonrío divertido.
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“Jade” ❪ Mascota!Verse ❫
↳⋮⇶ Nombre: Sylar "Jade” Reed.  ̖́-
↳⋮⇶ Edad: Aparenta unos 30 años.  ̖́-
↳⋮⇶ Orientación sexual: ¿Qué es eso?  ̖́- ↳⋮⇶ Nacionalidad: No lo sabe.  ̖́-
↳⋮⇶ Raza: Gato bombay.  ̖́-
                          « ✦ »-————「 ❛❛ Historia ❜❜ 」————-« ✦ »
No conocía mucho de su origen, por lo que le dijo su madre, él era la única cría que sobrevivió de una gatita que a pesar de verse de raza pura, era callejera. Y como si haber sido la única cría, la gatita que lo dió a luz no resistió mucho tampoco, desfalleciendo cuando la llevaron al veterinario para ver su estado después del parto. Aún así, su madre no se rindió y decidió adoptarlo, darle un mejor lugar para vivir. Tenía entendido que su crianza fue muy complicada y cansada, que durante muchas veces estuvo en riesgo de morir, que ella a pesar de no tener responsabilidad alguna hizo hasta lo imposible para mantenerlo con vida y darle los mejores cuidados. 
Y lo logró, él creció lentamente pero lo hizo, pronto era un gatito fuerte y sano, feliz y disfrutando la crianza y los mimos que le daban. Se ganó por completo los corazones de aquella pareja que le cuidaba. 
Los años pasaban, y él siendo un gato parecía envejecer como si fuera un humano normal, su apariencia no cambiaba mucho en cuestión de meses como solía ser con los de su raza. Eso espantó un poco a quien él ya consideraba su madre, pero ni así la mujer decidió ir al veterinario si el minino estaba bien, porque él se comportaba mejor que nunca. 
Fue durante su cuarto año de vida, que casi mata a sus padres de un susto al adoptar una forma muy distinta a la que solía tener. Su cuerpo era el de un niño humano, de su espalda baja salía una peludita y pequeña colita de gato, mientras de su cabello sobresalían un par de orejas bastante curiosas. No era consciente de la gran explicación que le debía dar a la pareja, pero eso no fue tan necesario, ya que después de responder un par de preguntas ellos parecieron aceptarlo más que bien. Mejor para él, que tampoco sabía a qué se debía esa forma tan curiosa que tenía. 
Desde ese día tan bizarro que tuvieron, el se transformaba en humano más a menudo. Sus padres le daban el mismo cariño de siempre, así como también le enseñaron muchas cosas de la vida común de los humanos; como se aseaban, como comer con cubiertos, como leer y escribir y contar, como hablar incluso. 
Recibió educación en casa, cuando salía siempre ocupaba un abrigo que cubría su colita y un gorrito para ocultar sus orejitas. Según sus padres, él era el hijo que siempre quisieron y que nunca pudieron tener, que era un pequeño lucero para ambos. 
Pero después de todos esos momentos felices, vino la tragedia. 
Su madre enfermó, ningún doctor se explicaba qué era lo que padecía ella. Los tratamientos no ayudaban mucho, cada día estaba peor al punto de que la tuvieron que internar. A los pocos meses ella terminó por fallecer, cuando él solo tenía ocho años. Toda esa semana se mantuvo en su forma gatuna, rehusandose a hablar con su padre, llorando y lamentándose en soledad por la pérdida. 
Después de eso se aferró a el, ya que era la única familia que le quedaba... O eso intentó, por lo menos, porque cuando vio como su padre a los pocos meses se conseguía a otra mujer se sintió traicionado. Ella era una mujer horrible, horrenda, fea, que no tan solo no le inspiraba absolutamente nada de confianza, sino que aparte ella despreciaba a su madre, sin razón alguna. Ah sí, y tenía dos hijas que eran horribles, una tortura para él. Y ni decir sobre el hecho de que su padre le había prohibido rotundamente a transformarse en humano desde el día que esa mujer se mudó a su casa, eso le dolió tanto, pero lo aceptó en silencio, después de todo, sabía que no todos lo iban a aceptar tan bien como lo hicieron sus padres.
Una vez más pasaron los años, el ya había cumplido 12 años y la relación que tenía con sus padres se había deteriorado bastante. Se comportaba como un gato normal, incluso cuando estaban solos, haciendo que el hombre recibiera incluso burlas de esas dos horribles mocosas que se habían metido a su hogar por la fuerza y sacado de su propia habitación. A pesar de eso, el hombre parecía ser feliz con esa mujer, así que él no se quejaba o se transformaba en humano enfrente de ella para ahuyentarla del susto. Nuevamente falló con su pronóstico, su padre no era feliz, y él nunca se dio cuenta hasta que fue demasiado tarde. 
Una noche quiso dormir en la habitación de su padre, ya que dormir en la alfombra de la sala no le daba el calor suficiente y era horrible estar así en pleno invierno. Se levantó, estiró y corrió hacia la habitación, empezando a rascar la puerta con insistencia. Después de todo, ella estaría fuera hasta tarde con unas amigas, según le había dicho a su padre. Notó que no había respuesta, así que se detuvo para no despertar a las demonios de la otra habitación y decidió transformarse para abrir la puerta. Cuando entró, quedó horrorizado por la escena tan simple pero aterradora para un niño de su edad. 
El cuerpo inerte de su padre se hallaba tirado en el suelo, habían cantidades grandes de sangre en el mismo y en sus muñecas habían unos cortes grandes y horribles. Se tapó la boca para ahogar un sollozo, pero de todos modos hizo demasiado ruido, despertando así a las hermanas. Cuando ellas llegaron a la habitación, el niño se había transformado en un gato nuevamente, pero no se había apartado ni un poco del cuerpo de su padre, le observaba con profunda tristeza. Las chicas gritaban desesperadas, maldijeron incluso, fueron a llamar a su madre y él empezaba a escuchar todo distante y ver borroso, para perder la consciencia segundos después de ello. 
No supo cuánto tiempo pasó, pero cuando despertó ni siquiera se encontraba en su hogar, pero el movimiento lo identificó de inmediato como un automóvil. Así que estaban en un automóvil, bien pero, ¿Por qué? Se intentó mover pero no pudo, sus patitas estaban amarradas, su pequeño cuerpo dentro de algo plástico... Una bolsa. Se empezó a remover, todo estaba completamente oscuro. Se intentó transformar y con ello pudo romper los amarres y la bolsa, aunque le dolió bastante. Justo a tiempo el auto se detuvo, y escuchó como unas puertas se abrían y cerraban, así como unos pasos se acercaban a la cajuela. Se transformó nuevamente a su forma gatuna, observando con miedo a la puerta, hasta que se abrió. Unas manos le tomaron con fuerza, la persona empezó a maldecir y el reconoció de inmediato de quien era la voz, esa horrible mujer. Empezó a forcejear y maullar con miedo, pero la mujer después de mucho forcejeo y pelea lo tiró a ese gran bote de basura. 
Estaba espantado y solo, no pudo siquiera despedirse de su padre de manera definitiva, ni de su propio hogar. Le dolía tanto, esa mujer llegó a su vida solo para arruinarla y el no pudo hacer nada al respecto. Le quitó su habitación, le quitó todos sus juguetes, le quitó su libertad, le quitó a su padre incluso. Ese día lloró como nunca lo había hecho, en ningún momento intentó buscar ayuda, porque, ¿Quién ayudaría a un fenómeno?
Años después de pura soledad ya había hecho de las calles su hogar, sabía andar por cada rincón, sabía conseguir comida medianamente decente y defender su territorio. También tenía la reputación de cuidar muy bien a los bebés de las gatitas abandonadas y que tenían poco de dar a luz, todo porque a pesar de lo feliz que fue, no quería que a ningún otro minino le pasara lo mismo que a él le pasó, sabía que no todos tendrían la misma suerte que tuvo él.
Un día cualquiera, estaba descansando encima de las cajas que formaban su pequeño imperio gatuno y otras minorías de diversas razas, cuando un gato entró al callejón siendo acompañado por un perro, ambos venían escapando de los integrantes de la perrera. El corrió, hizo lo posible para que esos gatos mucho mayores a él (que no entendía por qué envejecían tan rápido) escaparan y se salvaran, así como también lo hizo por las gatas y por sus crías, así fue como lo atraparon.
Una vez en la perrera el estaba ansioso por salir, sabía que moriría si se quedaba ahí, que no pertenecía ahí. Su hogar eran las calles, le había costado tanto tener una vida decente, y pronto había involucrado a muchas personas más. Una pequeña oportunidad se presentó cuando un muchacho bastante joven entró a la habitación donde el se encontraba enjaulado y hablaba con él usando una amabilidad que por más genuina que fuera, el no se permitió caer en ella. 
Al parecer le dió buena impresión al muchacho, porque en poco tiempo le había nombrado de otra manera y ambos ya estaban rumbo a lo que pretendía ser su nuevo “hogar”. Sí, claro, como si el fuera a permitirlo.
Cuando entraron a la casa del muchacho lo primero que sintió fue pánico. Sí, fue pánico porque no sabía en dónde esconderse, apenas había muebles en ese lugar donde pudiese ponerse debajo, y él no era un gato para nada pequeño. Por esas razones, cuando el humano lo tomó en sus brazos tan solo se quejó y nada más, ya que sabía que no podía escapar. 
Y al final, no quiso escapar. 
Paraise era todo lo que él había deseado durante años. 
Era un dueño amable, que le daba todo su cariño, y ese cariño era recíproco, pero quería que se notara, que no le quedaran dudas de que él lo quería igual, que estaría agradecido toda su vida por sacarlo de las calles y demostrarle que no todos los humanos eran igual de malos. 
Lo intentaba proteger, intentaba alegrar su día, intentaba no molestarlo. A pesar de que no siempre lo lograba, tampoco hacía un mal trabajo. 
Su vida se había vuelto estable, se volvió todo un minino doméstico en cuestión de días, pero todavía algo faltaba, algo que involucraba a ambos y que había ignorado desde su llegada y aún más desde que se encariñó. 
Y eso era el hecho de que él era un fenómeno. 
Debía encontrar el momento perfecto para confesarlo, pero el miedo lo invadía y lo hacía temblar apenas pensaba en ello. No tenía el valor para decirle la verdad, ni siquiera en cartas. 
Fue el día que le iban a castrar, que después de la rutina de la mañana y de un relajante baño, se transformó cuando estaba en la soledad de su cuarto y esperó a que Paraise entrara a buscarlo. Cuando por fin entró a la habitación no quedó triste ni decepcionado con su reacción, de hecho, quedó impresionado y hasta feliz por la reacción que había provocado en él, y aún más feliz por la aceptación que tuvo hacia él. 
Ambos siguieron viviendo juntos, el cariño nunca disminuyó ni se formó un ambiente extraño por su revelación. En cambio estaban más unidos que nunca, Paraise lo seguía queriendo como siempre y él lo quería aún más que antes. 
El no vio un cambio significante, por más que los meses pasaran y las estaciones cambiaran, el seguía sintiendo todo igual. Seguía obteniendo toda la atención y cuidados por parte del humano, su humano. Era tan feliz con él, más que nunca, y eso lo expresaba diariamente con cualquier muestra de cariño. 
Pronto, los deseos de estar toda su vida a su lado se presentaron, el creyó que era normal, ya que como su mascota estaría con el hasta la muerte. La cosa cambió un poco cuando un deseo de tener crías surgió. Pero no era tener crías con cualquier fémina de su especie, era el deseo de tener crías con Paraise. No sabía a qué se debía eso, pero lo vio con normalidad, con inocencia. 
O así fue, hasta que unas palabras del muchacho en tono tan dudoso y tímido arruinaron esa calma que sentía. 
“Estaba pensando, en tal vez... ¿Meterme a un aplicación de citas...? Unos compañeros dicen que es bueno para encontrar pareja...“
No lo comprendía, ¿Por qué el querría hacer eso? ¿Qué demonios era una pareja siquiera? ¿Ellos no eran ya compañeros de vida?... ¿Acaso no quería tener crías con él? ¡Pero si ya se habían apareado incluso! 
Esas y más dudas venían a su mente a medida que la conversación avanzaba, ya que si, esa frase remontó a una conversación confusa y complicada entre ambos. No alcanzaba a entender todo, pero le dolía sin duda.
Gracias a alguien recibió una buena explicación y aunque al inicio parecía querer rendirse, después de un pequeño regaño por fin entendió. Amaba a Paraise. Quería que ambos fueran eso que en el mundo humano se le dice “pareja” y debía arriesgarse. Volvió con el y confesó todos sus sentimientos, le dijo que por fin entendía y para su sorpresa la respuesta fue positiva. Paraise lo había aceptado, ambos se amaban y desde ese día estarían juntos como una pareja, en las buenas y en las malas. 
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mgatito · 5 years
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DANGER Prologo & Capítulo 1 ¿Por qué recordamos?
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Hola pequeñines NO ANDABA MUERTA, Estaba tramando un par de nuevos fics xD. Es un Spin Off  de el pasado y lo que les depara el futuro a nuestras ahora protagonistas SayaMilky,y en el camino  también aparecen nuestras ex-protagonistas Wmatsui complementando también su presente.
  ¿Por qué recordamos?
Como una tormenta que amenaza la calma,  como las llamas del fuego abrazando e incinerando todo a su paso o como las simples nubes que cubren un inclemente sol, el precio existencia se debe pagar de alguna manera ¿Alguna vez has pensado en cómo es un desierto?
Un par de chicas gozaba de su privacidad y de sus vacaciones en la bella ciudad de Barcelona. En departamento a un lado del edificio donde se encuentran su otro par de amigas con las que  habían quedado de salir por la noche junto con su otra incondicional amiga Momoka. Mientras tanto, Sayaka cambiaba los canales de la televisión sin decidirse por alguno solo matado el tiempo, Miyuki parecía muy ocupada en su computador portátil, ella aun es miembro del departamento de policías al menos por ahora; debido a los sucesos que anteriormente pasaron obviamente tenia bien merecido un tiempo de descanso.
–¿Qué haces Sayaka? –
–¿Eh? –
–¿Que qué haces? –
–Nada, solo veo que hay en estos canales–
Sayaka, quien estaba recostada observa como camina lentamente Miyuki hacia ella, sin quitarle la vista de encima, sintiéndose ansiosa por ello voltea su vista de nuevo al televisor y seguía cambiando los canales.
–¿Ay algo interesante? –
–No, nada–
–Mmmh, puedo acompañarte–
Miyuki, balanceando sus caderas sin perder su peculiar sonrisa captura completamente la a tensión de Yamamoto quien devuelve su vista a hacia ella. Y su corazón da un brinco al sentir como la rodilla de la chica busca lugar en medio de la suyas.
–P-pues claro ¿No estabas ocupada? –
Sayaka traga saliva mientras Miyuki se apodera del momento estando sobre ella. Miyuki es una chica impredecible aun si su actitud siempre sigue un patrón de encanto y dulzura pero sus acciones ponen nervioso a cualquiera. Gozaba de poner nerviosa a Yamamoto, la cual caía fácilmente en sus encantos. Quitándole el control de la mano los canales dejaron de importar conforme Miyuki hipnotizaba los ojos felinos de Yamamoto y cerraba la distancia entre ellas.
–Lo estaba, ya no–
De inmediato Sayaka percibía su delicioso aroma y la temperatura agradable de su cuerpo, poco a poco se adueñaba de sus sentidos y desaparecía la noción del tiempo. Miyuki deja ver una amplia sonrisa al ver que sus intenciones son todo un éxito. De forma contraria a como llego a ella, deja un inocente beso en la punta de su nariz y se acurruca en su pecho.
Sayaka cierra sus ojos, y sonríe un poco mientras su estado de alerta y el aire de peligrosidad disminuían. Ella solo atina a abrazarla y jugar con su cabello mientras disfruta de ese momento, de pronto una pregunta proveniente de la boca de Miyuki le distrae.
–¿Sayaka? –
–¿mmh? –
–¿Valió la pena?–
–¿Cómo dices? –
–¿Qué fue de ella? –
No comprende de pronto la cuestión de Miyuki pero sabe que no se habían tomado el tiempo de hablar muchas cosas que se quedaron detenidas en el tiempo y que nunca aclararon. Sayaka cae de inmediato en sus recuerdos, en todo lo que había sucedido con ellas y con sus amigas, el peligro, los sacrificios y sobre todo, en el inicio de su caótica y peligrosa relación.
++++++++++++++++++++++++++ VARIOS AÑOS ATRÁS+++++++++++++++++++++++++++++
¿Por qué recordamos?
Como los capítulos de una telenovela, la secuencia de una película. No sabían lo que la vida les tenía preparado para poder llegar a donde estaban ahora, en algunos de sus capítulos personales había sucesos que prefirieron olvidar,  estas dos chicas.
Fue maravilloso, y pudo ser mejor. Pero siempre por alguna razón saben que en cierta parte se debe hacer un alto, detenerse. Hay una voz dentro la cabeza que indica que es lo que se está haciendo y aunque se niegue a ello, el cómo se está haciendo.
Sentada en la azotea del piso más alto de una escuela mixta muy prestigiosa donde solo la elite más alta podía ingresa y no solo por el dinero si no, por el intelecto en Tokyo, ella; Yamamoto Sayaka miraba todo y nada mientras emitía pausadas notas en su guitarra acústica. No era una chica extraordinaria pero si tenía un carácter difícil. Se sabía un líder innata y bastaba con chasquear sus dedos para ganarse a una multitud y hacer una revuelta. Tampoco era despiadada, solo se sentía sola. Hace ya 10 años que dejó su pueblo natal por el trabajo de sus padres a los cuales solo les importaba cuidar sus negocios. Nunca estaban en casa y se la pasaban viajando. A decir verdad, aun no comprende por qué se mudaron de Osaka si solo iba a estar fuera de casa.
A pocas semanas de haber comenzado  al fin a la escuela media se daba el lujo de faltar a clases, obviamente tenia uno de los mejores promedios, el cual la llevara muy lejos y sus padres ya están pensando en la mejor universidad para su hija.  Aunque ella tiene otros planes en su mente muy lejos de los deseos de ellos.
Mientras ella divagaba cosas y tocaba notas al azar, alguien le miraba desde la puerta que daba acceso a la azotea. Sin duda Yamamoto Sayaka no era como cualquiera y podía sentirse orgullosa de ser su única amiga en su vida.
–Sayaka–
–¡Oh! Yuihan–
Yamamoto dirige su mirada hacia la entrada y ve con gusto la llegada de su mejor amiga quien se acerca caminando con sus manos detrás de ella de igual forma sonriéndoles cálidamente.
–¿Ya desayunaste? –
–Sí, algo–
–¿Como que algo? Últimamente estas muy delgada–
–Soy vegetariana ¿lo olvidas? –
–No, no lo olvido pero últimamente te he visto muy decaída y casi no comes bien–
–Tienes una gran imaginación–
–mmmh, – Deja salir un pequeño sonido sabiendo bien que no le dirá nada –bueno, voy al consejo estudiantil solo pasaba a saludar por cierto,  ¿algún día te dignaras a ir? –
–No lo sé, no me necesitan te tienen a ti–
–Lo mismo dijiste el año pasado ¿Cuál es la excusa de este? –
–¿Que no hay un club de música? –
–aaah Yamamoto, ¿Qué voy a hacer contigo? Es lo único que te importa–
–Sí,  y no tienes que hacer nada solo… sigue igual que siempre–
–Está bien, ¿te veo más tarde? –
–Sí, ¡oh! ¡Yui! –
–¿Qué pasa? –
–Sobre eso, ¿Puedo quedarme en tu casa esta noche? –
–Por supuesto–
Yokoyama Yui, una chica prestigiosa y visepresidenta del consejo estudiantil, inteligente, responsable e inalcanzable para muchos. Pero ante tanta perfección algún defecto debía de tener, atraída por el intelecto y el talento de Sayaka, quien es la única que puede superarla pero no sabe porque no ha decidido hacerlo, se ha convertido en un objetivo que persigue desde que se dio cuenta de ello, si tan solo Yamamoto no fuera tan despistada las cosas serían más sencillas. Llevaban siendo amigas desde el primer grado de primaria y siempre ha sido un poco difícil llegar a ella, no porque sea mala persona, es muy tímida.
Aún recuerda a una pequeña niña que parecía quebrase por el viento, cabello largo y lacio escondida detrás de un señor robusto. Ella es la única que sabe que lloro en su primer día  escondida detrás de unos arbustos y debido a eso, tuvo la oportunidad de acercarse a ella y descubrir a una persona más que especial.
Dejándola sola con su guitarra conociéndola mejor que nadie ella se retira a sus labores con una tranquilidad inmensa que siempre la acompaña sabiendo que la vera más tarde aunque ahora, ya no comparten la misma aula, aun así la sigue frecuentando mucho.
******Osaka******
Al mismo tiempo pero en la peculiar ciudad de la comedia y el sentido del humor, a las afueras, existía un campus solo para señoritas que contaba con todos los niveles educativos excepto el nivel superior, pero debido al prestigio y la excelencia los mejores promedios podían aspirar a un lugar en las mejores universidades de todo Japón.
Ahí prácticamente habitaba una chica elegante, impecable y el ejemplo a seguir incluso para sus mayores. Con el promedio excelente venía arrastrando un legado perfecto que la hacía indispensable para el consejo estudiantil incluso en su primer año de preparatoria, el cual en esta institución tenía el mismo nivel de mando que el del director. No se podía hacer nada sin antes pasar por la aprobación del consejo.
La chica era un dolor de cabeza para muchas y una Diosa para otras, pero de igual forma obedecían. Tenía algo que la hacía captar la atención y lavar sus mentes hasta el punto de llegar un convencimiento total e imponer su voluntad. Todo aquello, siempre orquestado por una hermosa y amplia sonrisa. Dicho en otras palabras, era una maestra en el arte de la manipulación.  
****TOKYO****
La tarde caía y Yamamoto esperaba a Yui en la puerta principal del instituto, con el uniforme desliñado y su actitud relajada. Tenía su guitarra en su estuche a sus pies mientras se recargaba en la barda a la espera.  A veces parecía muy engreída pero la mayor parte del tiempo era muy torpe y solo se refugiaba en la música y metía a Yui en bastantes dificultades de las que salía bien librada debido a su coeficiente intelectual por el cual aprobaba todo incluso sin ir a clases.
A la distancia se acercaba la chica que es dueña de su tiempo y con la cual parece no tener problemas de compartir su vida. Se rumoraba que ellas dos eran “raritas” y en muchas ocasiones Sayaka exasperada por esos comentarios llego a confrontar a muchos y muchas molesta por ese tiempo de personas que no tiene nada más que hacer que husmear en la vida de los demás. En su inmadurez ella no veía más allá de su individualidad pero de alguna manera siempre terminaba llamando la atención y dando de qué hablar.
–Sayaka–
–Yuihan–
–¿Nos vam…?–
–¿Qué sucede? –
–Sayaka–
–Papá–
–Hemos venido por ti–
–Ya tengo planes–
–Dije, hemos venido por ti–
–Y yo dije que tengo planes con mi amiga–
–Sayaka–
–Está bien, nos veremos otro día Sayaka–
–Pero, es fin de semana y–
–Nada nada, discúlpelas molestias señor, yo me retiro con permiso–
–Pase usted–
–¿Y ahora adonde me vamos? Es raro que vengas por mí –
–Bueno, no sé si tengo que recordarte que hoy es cumpleaños de tu madre y me gustaría que fueras un poco más agradecida–
–Oh, lo siento–
–Sube tus cosas al auto, iremos a recogerla para ir a un restaurante, ya tengo hechas las reservaciones, ¡ah! Y acomódate ese uniforme–
–Si–
Mientras su padre conducía un lujoso auto, ella arreglaba su blusa, corbata y saco. Era un uniforme muy elegante en tonalidades gris-negro-tinto y estaba de más decir que portarlo era un lujo.
Al llegar al restaurante, ellos bajan y conviven como casi nunca lo hacen. En verdad era muy extraño pero era especial. Después de hace mucho tiempo Sayaka se sentía en familia y completa, definitivamente cambiaría toda la riqueza que poseen sus padres por poder tenerlos a diario en casa.
Pacería que el día terminaría con esta bella satisfacción viendo a sus padres sonreírse uno al otro y sonreírle a ella. Ya era noche y el regreso a casa aún era un poco largo. Su padre manejaba respetando los límites de velocidad  en carretera libre para llegar su destino pero habían olvidado algo muy importante. En una curva angosta las luces de un par de trailers que parecían jugar carreras hacen que el padre de Sayaka pierda el control del vehículo intentando esquivarlos, no había mucho a donde hacerse ya que venían invadiendo carril en aquella curva.
Todo daba vueltas y no asimilaba lo que ocurría tan rápido, solo atinaba a cerrar sus ojos mientras se aferraba a lo primero que encontró y recibía golpes por todas partes conforme su cuerpo se sacudía  por toda la parte trasera del vehículo. De pronto todo se detiene y ella intenta abrir sus ojos pero no puede, al parecer el coche esta con las llantas apuntando al cielo y por algún motivo ajeno a su conocimiento no pude moverse, no siente partes de su cuerpo. Entre toda su confusión ve una parte del cuerpo de su madre y de su padre completamente irreconocibles bañados en sangre.
No sabe cuánto tiempo ha pasado, intenta abrir lentamente sus ojos, todo es borroso, no escucha nada y solo ve luces de colores rojas, amarillas, azules y como saltan chispas provenientes de algo que corta el vehículo y detrás de ellos hay un oficial de cabello corto esperando con las manos en la cintura. Con mucho cuidado los bomberos y paramédicos la sacan de donde está y es puesta en una camilla. El oficial se acerca ella y lejos, muy lejos percibe que le ha dicho “Todo estará bien”, después eso ella cierra sus ojos y pierde la conciencia de nuevo.
Ninguno de los ocupantes del vehículo en el que viajaban llevaba puesto el cinturón de seguridad y sus cuerpos fueron prensados dentro, siendo Sayaka la única que corrió con suerte.
Osaka
–Siento mucho lo ocurrido, comandante –
–No puedo creer esto– Dice él dejándose caer en su silla. El sargento Miyasawa Sae fue quien viajo desde Tokyo hasta Osaka para darle la noticia al actual comandante de la prefectura. Incluso fue ella quien presencio el rescate de la adolecente que fue trasladada gravemente al hospital. –¿Cuál es el estado de salud de ella–
–Es grabe, la vi consiente por algunos minutos pero fue inducida a un coma dado lo complejo de su estado. Bien,  he cumplido con  mi encomienda. Volveré a Tokyo y le mantendré informado–
–Sí,  puede irse–
En cuanto el Sargento Miyasawa sale de la oficina del comandante, el mira una foto en su escritorio de su hermano y su familia. Pensando en el futuro que le depara a la todavía adolecente Yamamoto derrama algunas lágrimas en la soledad de esa habitación.
Tokyo
Había pasado un mes entero desde aquel accidente, y hace apenas una semana recobro la conciencia. Sin dejar pasar más el tiempo, su tío la visito y ante su insistencia se vio obligado a confesarle la verdad diciéndole que solo ella logro sobrevivir. Inmediatamente cayó en una profunda depresión de la que nadie podía sacarla. Su actitud cambio incluso con su amiga Yokohama Yui.
–¿Puedo pasar? –
–Ya lo hiciste–
Apretando sus labios, soportando los desplantes y el mal carácter de Sayaka, Yui entra de lleno llevando algunas cosas con ella.
–Te traje los apuntes hasta el día de hoy–
Yui extiende su mano bajo la mirada de desprecio de Sayaka quien los siente como los deja aun lado de ella.
–No los necesito–
Con su mano derecha tira los cuadernos como un gato se deshace de las cosas de una repisa, ni siquiera dudándolo un poco.
–Per- –
–¡No necesito seguir soportando tu lástima! –
–No te tengo lastima, somos amigas ¿ya lo olvidaste?–
Aparentemente con la calma que caracteriza su temperamento, levanta sus propios cuadernos y le responde serena, sin embargo Sayaka saca su peor lado últimamente cuando la deja después de la visita.
–No necesito nada ¡Vete! Déjame sola ¡QUIERO ESTAR SOLA!–
–¡Es suficiente Sayaka! ¿EN VERDAD ESO ES LO QUE QUIERES? –
–¡SI! –
–Bien, ¡hazle como quieras, como puedas y cuando quieras! ¡ESTAS INSOPORTABLE! –
–¡Ya vete! –
Aunque trato de contenerse no logro hacerlo, empuña sus manos y aprieta sus dientes. Su quijada hacia una fricción forzada entre sus dientes. Su coraje solo le arroje los cuadernos sobre la cama cayendo algunos al piso, gira un poco su cuerpo y camina seguida por la mirada iracunda de Sayaka. Se detiene cuando desliza la puerta corrediza y la mira como nunca antes lo hizo, molesta.
–Estoy decepcionada de ti.–  Sayaka frunce más el ceño pero sus labios tiemblan en muecas que reprime para no verse vulnerable –No creí que fueras tan débil– Cerrando la puerta con un estruendoso golpe le hace saber que a partir de ahora está completamente sola.
Sayaka agacha su vista aun con su ceño fruncido se mira así misma inútil, agacha su cabeza y arruga la sabana que la cubre son sus puños aun débiles. Aun después de todo lo que siente no puede derramar ninguna lagrima solo es una telaraña de emociones negativas.
Pasaron dos semanas más y Yui no volvió a visitarla, su tío le acompaño a casa después de su alta, pero aquel lugar era el menos indicado para volver. Estaba lleno de recuerdos y fotografías que lastimaban más su corazón.
–¿Segura que estarás bien? –
–Si–
–Debo volver a Osaka, pero tramitare mi cambio a Tokyo cuanto antes–
–No es necesario–
–¿Segura? –
–Si–
–Vendré a verte en mi día libre–
–Sí, está bien–
Dejándola a su suerte ella se encierra en las paredes de su casa, descuida su aspecto, simplemente deja de importarle todo lo que sucede a su alrededor y se abandona a su suerte. Olvida que tan solo tiene 15 años y descubre falsas salidas a lo que le atormenta. Ocasionalmente acudía a clases pero era una chica completamente diferente.
–¿Qué me miras? –
Caminando por uno de los pasillos se topó con una chica de cabello largo un poco más alta que ella quien solo tuvo la mala suerte de coincidir en su camino. La chica se detiene de golpe intimidada.
–¿Eh? –
–Que, ¿qué me miras? –
–¿Yo? –
–¿Acaso hay alguien más? –
–Bueno, este… yo… no–
Parecía que la chica se encogía por cada paso que daba amenazante hacia ella, es cierto que la estaba mirando pero solo porque venía en dirección contraria aunque, los rumores y su mala fama la hacían objetivo de críticas y Sayaka lo sabia perfectamente.
–Déjala tranquila, ella no te ha hecho nada–
Sayaka gira al escuchar una voz muy serena que se acerca a su espalda y cuando intenta tomarla de hombro ella se quita bruscamente.
–Metete en propios asuntos–
–Los alumnos son parte de mis asuntos y aunque no quieras tu eres una alumna–
–Ha, olvidaba que eres la vicepresidenta–
La chica asustada, aprovecha que la conversación cambio de protagonistas y se escabulle dejándolas ahora a ellas discutiendo. No era la primera vez, ya habían tenido varios enfrentamientos directos con Yui, a quien no agredía pero tampoco obedecía, solo se daba la vuelta ignorándola. Hoy parece ser que no la ignora del todo.
–Así es, ¿Por qué vienes en esas condiciones? –
–Puedo venir como yo quiera–
–Sayaka, ¿acaso estas ingiriendo algo que no debas? –
–No te importa–
–Claro que me importa, a pesar de todo eres mi amiga. Déjame ayudarte–
Yui intenta poner de nuevo su mano en el hombro de Sayaka y esta vez ella la atrapa en el camino jalándola hacia ella. Yui podía percibir un ligero aroma extraño y definitivamente no es de nada bueno, alcohol, humo entre otras cosas.
–Aléjate de mí–
De una manera poco amable suelta su mano y la empuja un poco, da la media vuelta y sigue caminando. Con dolor en sus ojos Yui veía como poco apoco Sayaka se destruía a si misma pero de la misma forma se sentía impotente y engañada por una supuesta amistad que se ha roto a pesar de los años que llevan conociéndose. Al parecer no hay persona sobre la tierra que sea capaz de ablandar el corazón duro que ha formado.
Una mañana revisando el papeleo académico del alumnado, Yui noto que Yamamoto llevaba semanas sin aparecer, su límite de faltas estaba excedido y ya había perdido el semestre, sabía que andaba mal pero a tal extremo solo han pasado tres meses de lo ocurrido con sus padres y esto definitivamente no está bien. Preocupada por ello y con un mal presentimiento se levanta de golpe dispuesta a ir a buscarla tomando sus pertenencias.
Apenas si salió al pasillo una elegante mujer alta y esbelta, le detiene con su simple sonrisa. Huele muy bien y sus ropas parecen ser muy finas.
–Quiero hablar con la presidenta del consejo–
–Ahora mismo no se encuentra, pero yo soy la vicepresidenta ¿En qué puedo ayudarle? –
–Yokoyama Yui, ¿Cierto? –
–Sí, soy yo–
–Estoy aquí para hablar de Yamamoto Sayaka–
Yui Amplia sus ojos entre abriendo su boca ¿Quién es esta señora, como es que sabe de ella? y  más importante aún ¿Qué parentesco tiene con Sayaka?
Después de observarla detenidamente reacciona mientras la elegante mujer espera.
–Oh, adelante esta es la sala del consejo estudiantil–
–Con su permiso–
Yui y esa misteriosa mujer ingresan a la sala del consejo. Invitándola a sentarse, y ofreciéndole algo de tomar. Ella toma asiento también sin mostrar su ansiedad por saber cuento antes porque apareció de pronto esta mujer.
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Breves relatos de mujeres reales (feministas y no tanto) #3.
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Me levanto muy temprano para ir a trabajar, tengo una hora en el transporte público para llegar. Pero esta bien, hay gente que tiene dos horas de viaje así que no me quejo. Mientras tomo mi café con leche acomodo la mochila con las cosas que debo llevar, la mochila es demasiado pequeña y tengo que ser una auténtica estratega para decidir que guardar. En el bolsillo no me entran los pañuelitos descartables si guardo las toallitas femeninas, espero no tener la regla y un ataque de alergia el mismo día. Pero llevo una mochila pequeña y pegada al cuerpo, porque hace unos días a una piba de 15 años la manotearon de la mochila del colegio y la metieron a un auto. La violaron en grupo. Si, me podrían agarrar del pelo, el cuello o la campera, y sería lo mismo. Pero por las dudas...
Voy al baño y me cepillo los dientes, me lavo la cara y me acomodo el pelo. Aunque no me gusta, me maquillo, porque nos lo exigen a todas las "chicas" de atención al público. Me pongo máscara y labial, aunque no mucho, mi supervisor es un degenerado y no quiero llamar particularmente su atención. No puedo mandarlo a volar, realmente necesito este trabajo. Se me hace tarde, tengo que vestirme. Elijo con cuidado, las calzas y faldas están descartadas, si quiero evitar escuchar un millón de agravios y propuestas escalofriantes mientras llego al trabajo. Tengo ganas de ponerme tacos, creo que se me ven muy bien. Pero lo descarto, es imposible correr con eso en los pies y una nunca sabe. Una noche, un auto con dos hombres en su interior, comenzo a seguirme mientras me gritaban obscenidades y me ofrecían "dar un paseo". Me asusté y corrí las cinco cuadras faltante hasta mi casa, por suerte llevaba zapatillas. Podría ser peor y necesitar correr más rápido, más lejos... No, definitivamente elijo las zapatillas.
Me pongo en marcha y me dirijo a tomar el colectivo, hay varias cuadras desde mi casa a la parada. En invierno es una pesadilla porque aún está muy oscuro. Camino alerta, por la mano contraria para ver que vehículos se aproximan y mirando sobre mi hombre cada cincuenta metros. Las calles están vacías y mal iluminadas, si gritara acá, tal vez nadie se enteraria. Me gustaría ponerme los auriculares, escuchar las noticias de la mañana, los resultados de mi equipo de fútbol favorito o quizás un poco de música, pero no es recomendable. Con los auriculares puestos no podría escuchar si alguien se aproxima por detrás. Mejor espero a subir al colectivo. En la parada ya hay alguien esperando, evaluó con recelo. Es un chico, mejor me paro detrás de él, por las dudas, para que suba antes. Una vez mientras subía adelante de un hombre, me pellizco el culo. Como una idiota me asusté y paralice tanto que no fui capaz de gritar. Lloré todo el camino. Desde entonces siempre espero que suban (y bajen) todos los hombres primero. Creo que el nota mi mirada de recelo, y me saluda con un amable ¡buen día!, para romper la tensión. Le devuelvo el saludo con cortesía, seguramente es un buen chico, pero yo no puedo saber eso y me tengo que cuidar. Es lo que nos enseñan de pequeñas, a nosotras a cuidarnos, no a ellos a no violarnos.
El colectivo llega milagrosamente en horario y nos subimos, yo por detrás de él, por supuesto. Cuando el chofer me da el boleto me susurra un "hermosa", que arrastra lascivamente la última vocal. Hago como que no lo escuché y me siento lejos de él. Si empiezo a discutir puede que me obligue a bajarme del colectivo (ha pasado muchas veces), y entonces llegaría tarde a trabajar. Me lo descontarian del sueldo y no me lo puedo permitir en este momento. Durante todo el trayecto voy tranquila, logro viajar sentada lo que me protege de los imbéciles que me apoyan o manosean. Hay chicas a las que sus compañeros de asiento han acosado masturbandose. Por suerte nunca me pasó, pero de todos modos tomo recaudos, siempre que puedo me siento junto a otra mujer.
Cuando me bajo en el centro, el sol ya ilumina las calles y una pequeña marea de gente empieza a moverse por la ciudad, llegando a sus trabajos. Me siento algo más segura y me doy el lujo de ponerme los auriculares para recorrer las calles que faltan a mi trabajo. Las noticias son escalofriantes: Sheila apareció muerta entre dos paredes. No, me digo, no "apareció muerta". La ASESINARON, fue un femicidio. Prohibido olvidar.
En el trabajo es un día normal. Mi supervisor se acerca a acosarme, pero por suerte mi mejor amigo del trabajo está ahí. El finge tener interés romántico en mi para hacerlo desistir, porque lamentablemente los hombres respetan más a otros hombres, que nuestra simple negativa a estar con ellos. Lo habían notado, no? En el boliche siempre funciona más decir "tengo novio" que "no quiero" para sacarnos a un pesado de encima. Porque nuestra palabra no vale, nuestra negativa no cuenta. Si decimos que no en realidad queremos decir que si.
Tengo un buen equipo de trabajo, somos buenos amigos. Así que cada tanto, como hoy, organizamos un afteroffice. Me gusta salir con ellos, no es ese el problema. El problema es regresar, sola, tarde en la noche. Se que no me puedo quedar encerrada toda mi vida, viviendo como si el acoso que puedo llegar a sufrir fuera mi culpa. Salimos y la pasamos bien, la noche se alarga y tomo algunas cervezas de más.
Al momento de regresar desplegamos el protocolo de seguridad que implica para cualquier mujer tomar un taxi sola. Vamos a la parada de taxis con una amiga y un amigo varón que nos hace de guardaespaldas. Es la única forma, ya que vivimos en extremos opuestos de la ciudad y no podemos tomar el mismo taxi. Por lo tanto, una de nosotras asumiría el riesgo de quedarse sola esperando cuando la otra ya se haya marchado. Pedimos dos taxis. Mi amigo puede ahorrarse el dinero del taxi e ir caminando, para él, caminar de noche no significa ponerse un blanco en el culo que dice "violame". Cuando llega mi auto miro la patente y la anoto en un mensaje que envió a mi amiga antes de subirme. Disimuladamente saco una foto de los datos personales del chofer (que obligatoriamente deben exponer en un cartel colgado en el espaldar del asiento del conductor). Debo tener una carpeta completa con datos de chóferes desconocidos... por si a caso.
A pesar de la pesadez que siento en la cabeza debido al alcohol, noto que toma un camino diferente al habitual. Así que oportunamente recibo una llamada de un novio imaginario que me pregunta preocupado donde estoy. Le aviso que estoy llegando en diez minutos, que me espere. Pongo un énfasis tal vez demasiado nervioso en esta última parte de la oración. El chofer no dice nada, tal vez pensando en cuantas veces escucho esa treta. Quizás es un buen tipo, y piensa en su hija haciendo el mismo truco gastado para garantizarse su llegada a casa. Si a caso algo nos lo puede garantizar. Mientras, le escribo a mi amiga y activo mi ubicación en tiempo real.
Finalmente llegamos. Me cobra y desea buenas noches. A penas entró a casa le aviso a mi amiga que llegue bien y le pregunto por ella. Me dice que también, pero no tuvo tanta suerte como yo. El chofer se la paso haciendo insinuaciones sexuales y comentarios sobre cuanto tiempo hacía una chica tan linda no se subía a su "nave". Me dice que igual está bien, que no pasó nada. Le dejo el dinero sin esperar el cambio y se bajó unas cuadras antes, en un kiosco abierto las 24 horas. Le dio miedo que el tipo se bajará detrás de ella en el oscuro pórtico de su edificio. Se refugió en el kiosco un rato y luego camino tan rápido como pudo a su casa.
Por supuesto que no vivo con ese novio imaginario al que avise de mi llegada, pero si vivo con mi mamá. Antes de entrar a ducharme, repito el ritual que tantas veces hemos hecho desde que comencé a salir de noche: abro la puerta de su habitación y susurro un "ma, llegue bien" (que en realidad es llegue y punto, porque la otra opción es no llegar nunca). Me responde como siempre: "bueno hija, gracias a dios" y vuelve a dormirse.
Me acuesto muy cansada y a penas soy consiente de que parte de ese cansancio proviene de la gran carga mental que significa para una mujer "sobrevivir" en La calle. La energía psíquica y a veces física, de pasar el día, planear rutas y estrategias, elegir calles, cuidarse la espalda, mirar sobre el hombro a cada paso... todo para no ser la próxima piba que no volvió, la próxima menos.
Pero se que no es para siempre, que mis hijas no van a vivir así. Se que está mierda NO SE VA A CAER, LA VAMOS A TIRAR. Al menos confió en eso.
La travesía de regresar a casa de Mili, by Tilu 💜.
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marcelosocca · 2 years
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ESTE ES EL FAMOSO RIVER
Luego de cuatro encuentros sin ganar, la reserva de River consiguió una necesaria victoria 3 a 2 de visitante frente al puntero Banfield, que además lo dejó sin invicto. Panichelli y Moreno x2 marcaron los goles. Salomoni y Franco Alfonso los puntos top en la mañana del sur. Con este resultado, River sigue cuarto en la Zona 1 con 18 puntos y terminará esta fecha dentro los puestos de clasificación.
Un encuentro electrizante desde el arranque, un duelo que pintaba para partidazo y no defraudó. Mucha movilidad en los primeros minutos por parte del taladro, que salió con la postura clara de hacerse cargo de ser el líder de la zona. A Leo Díaz le remataron 4 veces al arco en los primeros 7 minutos y de tanto insistir, Banfield se puso en ventaja. Un pase filtrado de Cuadra, dejó a Víctor Ayala en soledad y con espacio para elegir a su merced cómo definir; eludió fuera del área a Díaz y marcó el primero en Luis Guillón. Una jugada similar pudo aumentar el marcador para el local, pero esta vez Echeverría no pudo superar a Leo Díaz que se quedó con el balón. River reaccionó y a los 25 igualó las cosas, después de una jugada de potrero de Carlos Airala. De pie a pie se sacó 2 hombres de encima y habilitó a Panichelli que disparó fuerte y cruzado para poner la paridad. Banfield sufrió el impacto y River se paró mejor en la cancha, pero sobre el cierre de la primera parte, otra vez apareció Ayala que capturó un centro desde la derecha.
Para el segundo acto, La Rosa movió el banco. Sacó a su sobrino y mandó al campo a Franco Alfonso que volvió luego de la suspensión. El enano terminó siendo fundamental en la remontada del millonario, activó el ataque con sus gambetas, muy dúctil con la pelota y mucha naturalidad para moverse por distintos sectores de la cancha.
A los 5´ Federico Moreno empató las cosas. Jugadón de Alfonso, que con espacio primero habilitó a Panichelli para que convierta, pero este se demoró en la definición, volvió a tomar acción con un fuerte zurdazo, y ante la floja intervención del aquero Vila, el número 9 se apareció para tomar el rebote.
Sin conformase, River fue en busca de la victoria y los 11´ se impuso en el marcador. Excelente encuentro de la mejor sociedad que tienen el equipo Fernández- Salomoni, centro del lateral y Moreno le ganó a los 2 centrales empujándola a la red.
A partir de ahí "El más Grande" tuvo tramos de un fútbol dinámico y atrevido, lejos de replegarse para cuidar el resultado fue en busca del cuarto que por ineficiencia propia no llegó. Es arriesgado, sabe que se expone ante un equipo bárbaro como Banfield, pero está en el gen ir siempre para delante, es algo que se trata de inculcar en todas las categorías formativas del club, una idea que es primordial utilizar, que los jugadores siempre piensen en atacar. Es un concepto de juego ambicioso y lo que requiere River. La primera la implementa a la perfección y los chicos, al verla, se identifican con esta propuesta. Este es el camino, este es el ADN, ¿Este? ES EL FAMOSO RIVER. ¡¡¡Vamos los pibes !!!
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makahimetenshi · 3 years
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Living with you Chapter 22 - Jotakak Fanfic
Fanfiction
Había pasado una semana desde aquello, una bonita semana donde en cada oportunidad que se veían no dejaban de hacerlo…parecía un poco mas de lo anterior pero con sexo de por medio, ahora se agregaba el plus de los sentimientos por que se decían te quiero y demás, a Jotaro le gustaba bastante por que ellos no eran gente que tuvo muchos cambios en sus relación a lo largo de su vida y que su propia relación no tuviera ninguno en particular más allá de lo típico de su romance le parecía bien, no es como que cada vez que se veían se regalaban un ramo de rosas o salían al cine todos los sábados, no, estaba bien.
La única vez que no lo hicieron ese día fue un día de semana que acordaron para verse en el trabajo de Jotaro pero a Kakyoin se le retraso el bus y llego tan tarde que no podían hacer nada, era una lástima pero al menos lo pudo ver por unos instantes y…le hizo comida casera, casi se le derrite el corazón a Jojo al ver eso, lo único que pudo hacer por la falta de tiempo fue comerle la boca en un beso pero estaba igual de feliz.
Había decidido salir temprano del trabajo para ir a ver al pelirojo y después ir a buscar a Jolyne, la horrible semana de extremo trabajo ya se estaba relajando y podía volver a un ritmo mas normal, cuando el chico le respondió que no había problema fue a tomar el bus directo hacía su departamento.
Al llegar toco el timbre y la puerta se abrió, tomo el ascensor y como de costumbre la puerta estaba abierta, Jojo suspiro y entro para cerrarla detrás suyo hastiado puesto que sabía que aunque le dijera algo el chico no le haría caso, había un olor a pintura bastante intenso y pesado en el ambiente, podía ver ahí sus cuadros frescos a la luz del sol así que el chico estaba trabajando…bueno…no estaba mal tomarse un descanso suponía el…un ruido le llamo la atención desde el baño así que suponía que Kakyoin saldría de ahí en…nada, se sentó en uno de los sofás dispuesto a mirar su celular pero un objeto en la mesa le llamo la atención.
No entendía por qué, había visto miles de veces los cuadernos de dibujo de Kakyoin y nunca había sentido la necesidad de ver ninguno pero este simplemente le estaba gritando que lo ojeara, no pasaría nada verdad? Kakyoin nunca le había dicho nada por ver sus trabajos y demás aunque el no lo hiciera muy frecuentemente, no habría ningún problema no? Su mano agarro el cuaderno y en cuanto lo abrió en una página cualquiera se le cayó en las piernas.
Ah…Kakyoin…oh dios…
Bueno, gente teniendo sexo, no se esperaba que Kakyoin dibujara esas cosas, no le sorprendía, solo que no se lo esperaba de el y no se esperaba eso a la hora de abrir el cuaderno, es todo…gente que por los peinados parecían ellos…y que cuando vio la marquita en forma de estrella y las cicatrices en el cuerpo eran ellos…de cierta manera era bastante sexy aquello, obviamente estaba soberanamente bien dibujado aunque fueran líneas muy bruscas a lápiz sin ningún tipo de detalle, así muy boceteado, pero la marquita en forma de estrella lo delataba.
Fue pasando las páginas, no veía nada en específico o muy especial salvo alguna que otra pose  pero si así lo veía Kakyoin se quedaba tranquilo de que si lo satisfacía por que hasta a el le gustaba su propia imagen en aquellos dibujos, sexo sexo sexo…que…
A Kakyoin le gustaba la moda? Eran varios muñecos con diferentes atuendos…sexys o al menos muy reveladores y algunos…bastante femeninos…A Kakyoin le gustaban estas cosas? El no tenía problema pero no era realmente su rollo, si el quería ponérselos le parecía bien pero dudaba que el mismo pudiera ponerse una tanga o lencería por que…no era lo suyo y ya.
Intento imaginárselo, aquel trasero tan lindo con unos leggins apretados o una tanga que lo partiera en 2 y la idea no le disgustaba, de hecho se había acordado de la primera vez que lo hicieron Kakyoin tenía un croptop y el estómago se le marcaba de una manera de lo mas adorable. Las piernas con unos tacones haciéndole justicia a esos músculos que tenía tan marcados…y las manos con unos guantes…no le parecía mal…de hecho le llamaba la atención, es que tenía tan buen trasero…
Iba a voltear a la siguiente hoja cuando un grito histérico lo hizo saltar en el sofá, al voltearse era Kakyoin con una cara de lo más histérica de un color rojo total.
-Ah, hola
-Que hola ni nada! Dame eso! –el pelirojo se abalanzo encima suyo sacándole el cuaderno para esconderlo detrás suyo, el cuerpo le temblaba.
-Perdón no creí que no podía mirar
-Puedes mirar cualquier otra cosa pero este no! –el pintor revoloteo el cuaderno arriba de un mueble, mirándolo bastante exaltado.
-Creo que vi lo suficiente –al oír esto el chico se sentó en el suelo agarrándose las piernas y ocultando su cabeza en estas de la vergüenza –no es para tanto, si te gustan esas cosas a mi…
-No me gustan esas cosas idiota! Solo lo dibuje y ya! –le grito desde su pequeño escondite.
-Se te verían bien, si quieres probar…
-Que no! –ah, había entrado en estado de negación, no le podría sacar nada ahora mismo sobre si le interesaba o no.
-Entonces los dibujos de nosotros 2…
-Eso es otra historia…-dijo Kakyoin levantando su rostro totalmente sonrojado, podía jurar que iba a ponerse a llorar.
Jotaro bufo, no iba a poder decir ni hacer nada en ese momento ni en los siguientes así que decidió cambiar de tema, de todas maneras tenían que hablar.
-Tienes algo de comer? Tengo un mal gusto en la boca desde hace rato
-Hay un pastel de chocolate en la nevera, tráeme un pedazo a mí también…-el moreno se levantó, obedeciendo a las órdenes del pelirojo, en cuanto volvió con los platitos a la sala estaba el chico sentado en uno de los sillones tapándose la cara, yare yare daze.
Jojo se sentó al lado suyo, haciendo que el chico levantara la mirada cuando el ruido del plato se encontró con la mesita de vidrio, ambos agarraron una cuchara y se pusieron a comer en silencio, le daba cosa intentar hablar ahora pero por suerte el pelirojo fue el primero en aligerar la situación pegando su cabeza contra su hombro, Jojo aprovecho para oler su cabello, hoy tenía olor a cerezas y eso le encantaba.
-Te tenía que hablar de algo –el pelirojo levanto la mirada curioso –en una semana tengo que ir a una expedición, sabes que suelen ocurrir cada tanto –el chico asintió –en realidad estaba programada para mucho más adelante pero la pasaron para ahora, ni idea por que, el caso es que no estaré aquí por un par de semanas.
-Ahora va a ser diferente de antes, te voy a extrañar el doble
-Yo igual –el moreno le dio un besito – el doble? –el pelirojo rio antes de meterse un pedazo de pastel a la boca –en todo caso tengo que llevar a Jolyne con mi madre el domingo, va a ser un problema por que a ella…no le gusta mucho.
-Me estas pidiendo subliminalmente que la cuide yo?
-No, no realmente…-susurro Jojo avergonzado, no pensó que estaba diciendo eso, ahora mismo se sentía atrevido.
-Yo no tengo problema –el moreno lo miro sorprendido –el problema es que yo no soy una compañía muy divertida y puede que no lo notaras pero Jolyne se aburre bastante conmigo.
-No es así –dijo Jojo confundido, tan poca atención prestaba a esas cosas?
-Si lo es
-Son 2 semanas –el pelirojo le había comenzado a acariciar su mano –estamos bastante aislados así que es difícil que pueda hablarte o ese tipo de cosas
-Lo se –Kakyoin aprovecho y se llevo el pedazo de pastel que estaba en la cuchara de Jotaro.
-Esto…quieres quedarte tu con Jolyne? –el pintor le miro con una sonrisa –ósea piénsalo bien si realmente quieres…tal vez sea mucho y…
-Te ayuda si yo me quedo con ella? Debe ser difícil llevar a Jolyne hasta el districto de tu madre
-Pues si…además es un problema por que tengo que darla de baja de la escuela por unas semanas y luego tiene que recuperar y demas… -Jojo empezaba a considerar la idea de dejarla con Kakyoin, en 2 semanas no podría pasar mucho además el confiaba plenamente en el pelirojo y lo responsable que podía ser. Al menos mas atento menos ausente que el si sería.
-Si te ayuda yo no tengo problema en absoluto, piensa bien como te quieras organizar, al menos sabes que si quieres tienes mi permiso –el chico se metió la cuchara con pastel en la boca –mis horarios no molestan con los de Jolyne y…aunque nuestra relación sea muy floja no nos llevamos mal…y 2 semanas no son tanto –realmente Kakyoin le estaba ofreciendo eso con la mejor intención de ayudar a Jojo, puede que lo haya pensado así nomas pero el no se llevaba mal con la niña y no se portaba mal con el y aparte ya era grandecita, no es como si fuera un niño de 3 años al cual no pudiera controlar, se tenía confianza en su capacidad de cuidar a Jolyne durante 2 semanas –por supuesto deberías preguntarle a Jolyne si quiere.
-Si, y tendría que darte muchas instrucciones de como ser padre…lo pensare y yo te aviso…pero gracias –el ojiazul le dio un beso en la frente antes de meterse la cuchara en la boca.
-Por que Jolyne no quiere estar con tu madre? Siempre pensé que se llevarían muy bien…
-Se llevan bien y mi madre la quiere mucho, ya sabes, es una abuela joven, y juegan mucho y demás pero no le gusta esa ciudad y tampoco le gusta viajar hasta allá.
Una sonrisa picara surco la boca de Kakyoin.
-Jotaro tu madre es una bomba~-los pelos de la nuca se le erizaron al moreno, no, otra vez no por favor-recuerdas cuando me gustaba en la universidad? Seguro sigue viéndose tan hermosa como en ese entonces… -Jojo lo miro enojado, estaba apunto de pegarle, siempre lo molestaba con lo mismo –iba solamente a tu casa a estudiar para ver a tu madre aunque sea unos instantes –Unos escalofríos le recorrían el cuerpo, odiaba que hiciera eso –si tuviera que enamorarme de alguien espero que sea como ella~
Ya esta, hasta ahí llego su paciencia.
El moreno lo tiro contra el sillón poniéndose encima suyo para ponerle todo su peso encima, hace rato que no se enojaba así, cuando eran unos jóvenes estúpidos Kakyoin estuvo con esos chistes como por 2 años hasta que casi lo muele a golpes, a veces le pegaba jugando y a veces no, pero no le hacía mucho daño….mucho.
-Yare yare daze tu no aprendes, cállate
El rostro de Kakyoin estaba presionado contra el sofa y no podía aún así evitar reírse aunque se estuviera ahogando por el peso del hombre encima suyo, que por cierto le estaba clavando un hombro en toda la espalda.
-Jotaro me ahogo
-Que bien –el ojiazul le pellizco con fuerza una nalga, haciendo gritar al pelirojo que no dejaba de reírse –seriedad Kakyoin, te sigue pareciendo mi madre una bomba?
-Si –mosqueado lo volvió a pellizcar esta vez mas fuerte, haciendo que entre risas volviera a pegar un alarido.
Después de unos momentos que se tranquilizaron  ambos fueron a lavar los platos, cuando los secaron y pusieron en su lugar Kakyoin se sentó en la encimera con una sonrisa.
-Jotaro a tu mama le gustaron las flores que le regale?
-Que es una mujer casada imbécil! La quieres cortar!? –Jojo salió enfadado golpeando la puerta de la habitación del chico quien no dejaba de partirse el culo.
Es una historia graciosa, en la universidad aun cuando el chico de ojos violetas estaba estudiando ciencias económicas se enamoró de Holly Joestar un día que fue a su casa a estudiar y la vio por primera vez, Jotaro notaba lo tonto que se ponía cerca de su madre pero las cosas se pusieron raras y incomodas cuando un día que iban a estudiar y a jugar el resto de la noche Kakyoin saco de su mochila un ramo de flores para la madre de su mejor amigo, quien lo recibió bastante extrañada aún con su constante alegría por la vida.
-Enserio…? Kakyoin es mi madre…
-Kakyoin es su madre…-repetía Polnareff impactado.
-Es que es demasiado linda y estar cerca suyo no te inspira calidez y paz? Me siento muy tranquilo al lado de ella y… -dijo el pelirojo sonrojado intentando justificarse.
-No, de hecho es bastante pesada –Jotaro estaba incrédulo, sentía entre todas esas cosas un poco de enojo y asco.
-Quiero enamorarme algún día de alguien como ella! O…ya estoy enamorado de ella…-el albino y el egipcio que estaban al lado suyo no podían contener la risa, Avdul se había arrimado lo mas posible contra una pared para no desmayarse de tanto reír –Tomenme enserio!
-No, es una mujer casada estúpido!
-Jotaro! Dijiste que tu padre nunca estaba en casa! Tu madre no se siente sola? Yo podría ser…
Oh no, no iba a terminar esa frase, el moreno le proporcionó un golpe en medio de la cara que lo tiro al suelo, Avdul y Polnareff querían ayudar a su amigo pero se habían tenido que abrazar para no perder el equilibrio de la risa, la situación era demasiado hilarante.
Las cosas siguieron así por varias semanas, Jotaro bastante harto del comportamiento estúpido de Kakyoin, pegándole cada vez que se ponía idiota, aún con la nariz sangrando el muy idiota no paraba, le molestaba verlo en su casa cuando su madre decía “me cruce a Kakyoin de compras y se ofreció a ayudarme”…puto stalker de mierda…Un día Jotaro casi lo manda al hospital de la manera en que lo golpeo, para suerte y cordura de todo el mundo nadie lo detenía, el era la victima de la situación no el idiota de Kakyoin.
Por suerte al tiempo se le paso, quedando totalmente derrotado y sintiéndose mal por unos cuantos días después de admitir su derrota y fallidos intentos de conquistar el corazón de la rubia, lamentándose de que nunca mas encontraría a alguien igual que ella, pero que le desearía la felicidad en silencio desde su corazón por que es lo que se supone que haces cuando amas a alguien y el destino se opone a que estén juntos
Jotaro lo quería matar, descuartizarlo y darle de comer sus pedazos a una orca.
Luego de salir de su semi-estupida-depresión Kakyoin aprendió lo divertido que era molestar a Jotaro con eso, en especial poniendo una cara muy perturbadora y susurrándole al oído, eso de susurrarle al oído que quería ser su padre era el toque, perdia los estribos al instante el puto toque maestro, y le estuvo tocando las pelotas por un tiempo bastante largo hasta que Jotaro se harto y casi lo vuelve a mandar al hospital de nuevo, y entonces decidió parar, aunque una bromita ocasional no estaba mal, como ahora.
Jojo se traumaba cada vez que a Noriaki se le ocurría volver a molestarlo con eso, definitivamente no era gracioso.
Cuando pudo entrar de nuevo a su habitación, intentando disimular lo mucho que se estaba riendo el moreno lo estaba esperando sentado en la cama, solamente con su camisa y calzoncillos, esta era una interesante manera de sentirse enojado por unos chistes, pensó Kakyoin acercándose lentamente a el para pararse enfrente suyo.
La mirada del moreno se poso en sus pantalones para poner sus manos sobre estos, bajándoselos de un tirón, el pintor se sobresalto avergonzado, demasiado impaciente, ni siquiera estaba…
Al voltear la mirada las manos del moreno lo empujaron por las caderas hacia el, haciendo caer su cuerpo sobre el suyo al no poder mover las piernas por los pantalones bloqueándolo. El cuerpo del pelirojo se encontró rodeado por los brazos de Jotaro abrazándolo antes de poder darse cuenta, una sonrisa invadió sus labios  al corresponderle el abrazo, pegando sus mejillas a su cabello, apreciando el olor de su shampoo, la suavidad de aquellos rulos contra su piel le encantaba.
Jojo lo dio vuelta tirándolo contra la cama, el pelirojo aprovecho la posición para pasar los pantalones por sus piernas y tirarlos al suelo, en cuanto quiso moverse para atrás Jotaro se posiciono encima suyo, con sus brazos al lado de sus caderas intimidándolo, los labios del moreno capturaron los suyos haciendo que un olor a chocolate lo atontara por instantes, devolviéndole el beso con torpeza, presionando mas de lo que debería contra los labios de Jojo, los largos y pequeños dedos de Kakyoin agarraron el cabello del ojiazul para tironearlo y atraerlo mas a el.
Su otra mano se poso sobre su espalda, introduciendo su lengua en su boca para lamer las asperas paredes de la boca, la lengua del otro empezó a buscar la suya  con desesperación cuando ambas se encontraron jadeos comenzaron a fluir de la boca de ambos hombres, aumentando la temperatura en sus cuerpos poco a poco, Jojo se las arreglo para abrir la camisa de Kakyoin de manera bastante mas rápida que la que le permitía la situación solo para agarrar sus pectorales y apretar aquella piel tan tensa y fuerte contra sus manos.
Mientras seguía besando al pelirojo sus dedos se pasaron con delicadeza por sus pezones, sacándole pequeños temblores que lo animaron a seguir, comenzando a bajar desde su boca a su cuello y mas a partir de ahí, usando su lengua como guía por todo su torso, un camino de saliva de marco por la mitad de su abdomen, haciendo gemir al pelirojo con las caricias que Jotaro le hacía al mover sus manos lentamente de sus pectorales a sus caderas, acariciando sus costillas y sus costados con suavidad, la textura humeda de su lengua le había causado una erección, no lo parecía pero era bastante sensible en el abdomen y entre medio de sus musculos. Unos besos se posaron sobre su ombligo, donde estaba la cicatriz de su estomago, el pelirojo le hizo unas caricias en el pelo ocultando su rostro en el cuello de su propia camisa bastante avergonzado, no le gustaba mucho que Jotaro notara esos detalles.
El moreno le miro, clavándole su mirada verde azulada, tomándolo por sorpresa cuando le bajo los calzoncillos de un jalón hasta la rodilla, su erección se encontraba totalmente libre y expuesta hasta que los labios de Jotaro se posaron sobre su cabeza, dándole como un besito para luego empezar a chuparla, cuando el pelirojo gimió fue el momento que Jojo agarro sus caderas e introdujo totalmente su miembro en su boca, hasta el fondo, sacándole un grito de placer logrando que inconscientemente abriera mas sus piernas.
La nariz de Jotaro le hacía cosquillas en la entrepierna cuando su respiración chocaba contra sus bellos entre subidas y bajadas que obligaban al chico a taparse la boca para no sentirse al menos tan avergonzado consigo mismo, la húmeda y cálida boca de Jotaro lo envolvía a la par que su lengua rodeaba su miembro dentro de su boca tocándolo en diferentes lugares. El miembro de Jojo comenzó a crecer cada vez que volvía a meter al chico en su boca, no entendía como hacía para meterse algo tan largo sin ahogarse, los miembros de ambos eran bastante diferentes pero el de Kakyoin lo excitaba muchísimo.
Sentía las comisuras de su boca llenas de baba y el aroma de Kakyoin que invadía su nariz, se separo del chico solo para agarrar su miembro con su mano y lamerlo por fuera a su vez que lo masturbaba suavemente, los gemidos de Kakyoin se volvieron mas pesados, sus ojos se habían cerrado y sus labios se habían pegado entre si, su mano comenzó a moverse mas rápido, a Jotaro le fastidiaba mucho que el pelirojo fuera tan verguenzudo, odiaba que se reprimiera cuando a el le calentaba tanto escucharlo gemir, el chico hecho la cabeza para atrás y Jojo se separo de el, posicionándose de nuevo con las manos a un lado de sus caderas.
El moreno había estirado el brazo un poco agarrando su lubricante y sus condones, Kakyoin ni había notado que estaban en la cama tirados, Jojo le bajo los calzoncillos por las piernas acariciándolas con suavidad, dándole un pequeño beso en la rodilla, para luego desprenderse de los suyos sin ningún tipo de delicadeza o amor como la que uso en el, se puso primero el condon y luego lubricante en las manos, Kakyoin mordió el cuello de su camisa cuando Jotaro metió 2 dedos dentro de el, estirando los brazos para sostenerse de sus hombros mientras estos 2 empezaban a moverse dentro suyo solo para ampliar su entrada.
De nuevo Jotaro no le estaba queriendo dar placer así, sabía que aunque le encantara con lo anterior había sido suficiente, el moreno tenía una fascinación por intentar que los 2 se corrieran juntos, lo cual era bastante entendible. Sus dedos se movieron en círculos dentro de Kakyoin, todo alrededor de su entrada y toqueteando sus paredes, estremeciendo al chico que no podía hacer mas que ocultar su mirada y soltar pequeños quejidos, Jojo lo tranquilizo dándole un beso que no tardo en ser correspondido rápidamente, el moreno le dio un beso en la mejilla antes de meter sus dedos de manera muy sorpresiva dentro del chico, que no podía evitar voltearle la mirada.
Lo había estado haciendo durante varios días seguidos, considerando que había podido meter 2 dedos sin ningún problema Jojo considero que no necesitaba mucho mas asi que recostó al pelirojo en la cama con un beso, agarrando sus piernas para colocarse encima suyo y penetrarlo con cuidado.
Un gemido de placer salió de la boca de Kakyoin al volverlo a sentir introducirse en el, tenía el pelo totalmente echado hacía atrás y sentía un ligero frió en la frente, sus brazos se colgaron de su cuello y sus piernas se enrredaron en sus caderas, haciendo que el moreno pudiera meterse aún mas dentro suyo, el ojiazul lo beso introduciendo su lengua, dándole besos cortos y desesperados que al separarse dejaban hilos de baba en sus labios, Jotaro veía sus labios rosados y brillantes por su saliva y no podía evitar besarlo mas y mas.
Sus caderas empezaron a moverse contra la piel del pelirojo, quien parecía desfallecer cada vez que le daba una embestida fuerte para llegar lo mas profundo posible,  sus dedos habían empezado a sumergirse en sus piernas agarrándolo firmemente mientras se seguía moviendo sin descanso, estaba necesitado, totalmente necesitado de hacérselo al pelirojo. Las manos del chico buscaron su rostro desesperado entre aquellos gemidos que le nublaban la vista de intentar tener los ojos abiertos y no poder controlarse, Jotaro se agacho acomodándose entre aquellas 2 manos suspendidas en el aire que lo buscaban de una manera tan necesitada.
Jotaro lo miro fijamente, como su cuerpo se movía al ritmo de sus embestidas, como su boca se abría y cerraba cada tanto sin dejar de gemir y como su pelo se desparramaba sobre la sabana, veía sus pezones erectos y no podía evitar darle con aún mas fuerza, haciendo que sus gritos sonaran en toda la habitación.
El pelirojo lo empujo suavemente por los hombros, haciendo que Jotaro se levantara confundido, el pelirojo lo empujo a un lado suyo en la cama dejándolo sentado con las piernas abiertas, sin perder el tiempo Kakyoin se subió encima suyo poniendo sus piernas al lado de las de Jotaro, guiando con sus manos el miembro del moreno hacia su entrada, para luego abrazarse a el y bajar de manera muy abrupta, sacándoles un grito a los 2, el moreno oculto su cabeza en su cuello mientras que el chico empezaba a moverse.
Las piernas de Kakyoin subían y bajaban, acostumbrándose lo mas posible a la sensación de aquella nueva pose, lo estaba invadiendo de forma diferente y eso le gustaba, sus uñas se habían clavado en la camisa de Jotaro, el lubricante del condon lo ayudaba a que el miembro del moreno se deslizara mejor dentro suyo.
Jotaro poso sus manos sobre las nalgas de Kakyoin, guiando el movimiento de sus caderas con suavidad, empujando lo mas que podía cuando sus pieles se tocaban, apretando su trasero comenzó a moverlo en círculos suspirando de lo bien que se sentía el interior del chico en el, por supuesto Kakyoin no era la excepción de esto. El chico comenzó a subir y bajar bajo la mano firme de Jotaro moviéndolo a diferentes ritmos y velocidades, los grandes dedos de Jotaro abrían su trasero de par en par entre todo el toqueteo.
Kakyoin agarro el rostro de Jotaro y lo beso, comenzando a moverse mas rápido, gritando en su boca entre medio de los besos, la desesperación del pelirojo era tanta que no podía seguirle el ritmo así que se dejo estar.
Si seguía moviéndose así se correría pronto, no lo podía soportar mas, aquel cosquilleo en su entrepierna se lo indicaba a la vez que ya sentía el orgasmo cada vez mas cerca, aquella velocidad y brusquedad…Jojo mordió el labio inferior de Kakyoin antes de soltar un quejido, lo había golpeado demasiado fuerte. El miembro del pintor chocaba contra su estomago entre todo el movimiento, una de sus manos se dispuso a agarrarlo pero en cuanto lo toco noto que estaba palpitando, un golpe de calor le entro al pensar que se iban a venir juntos.
Jojo comenzó a mover lo mas que podía sus caderas al ritmo de Kakyoin, agarrando con fuerza las de este, los ojos de ambos estaban cerrados, les dolía no poder verse pero por mas que quisieran no podían encontrarse, solo estaban concentrados en las zonas mas sensibles de su cuerpo y en el orgasmo que se acercaba, los besos habían cesado al perderse de que estaban haciendo producto del placer que sentían.
El primero en correrse fue Kakyoin, soltando lo que pensó que fue su orgasmo mas fuerte hasta el momento, si no hubiera sido por que en cuanto sus caderas se toparon con las de Jotaro sintió como este se corría dentro del condon podría haberse desmayado tranquilamente sin saber que fue lo que le ocurrió. Los gritos de ambos dejaron de sonar cuando se corrieron, dejando paso a un silencio absoluto al menos para ellos.
Sus mentes estaban tan obstruidas por el orgasmo que habían tenido que no podían encontrarse ni mucho menos concentrase en oír algo, el biólogo estaba totalmente seguro que debía oírse como un asmático ahora mismo pero ni el podía salir del estado de trance en el que estaba. Tal vez estuvieron unos 7 minutos así, sin poder moverse, hasta que Kakyoin se cayo encima de su pecho, devolviéndolo a la realidad, con mucho esfuerzo Jojo lo tomo de los hombros, abriendo los ojos para mirarlo, su boca estaba entreabierta y sus ojos cerrados, casi podría decir que estaba dormido de no ser por como estaba respirando, lo miro unos segundos mas asegurándose de que estaba bien antes de estrecharlo entre sus brazos.
Aquel abrazo trajo al pelirojo de vuelta, quien lo primero que hizo fue levanta sus caderas para sacar a Jotaro de su interior y simplemente sentarse encima suyo, pero al querer hacer esto y recostarse sobre su pecho noto una sustancia húmeda y viscosa, imaginándose lo que era se separo del moreno al instante, haciendo que de la confusión mirara hacía abajo.
Oh, Kakyoin.
Jojo tendría que poner a lavar esa camisa muy fuertemente o tirarla, al menos se alegraba que el chico la hubiera pasado bien, pero dudaba haber visto tanto semen alguna vez en su vida…no iba a hacer drama, no tenía voz ni siquiera para hablar, ahora mismo le dolía la garganta así que se quito la camisa por encima de sus brazos y la tiro al suelo.
El pelirojo se movió por la cama y se tiro boca abajo avergonzado, tapándose la cara con una almohada, no podía ver a Jojo a los ojos nunca mas después de aquello, encima de haberle arruinado una camisa…quería ponerse a llorar pero no tenía energías para eso, estaba reventado y…le dolía el culo, y la cintura, le dolía muchísimo la cintura después de moverse así, que el no era bailarina de danzas árabes ni nada…
Jotaro se acostó al lado suyo, mirando al techo con los brazos apoyados sobre su estomago, tal vez debería haberse quitado la camisa antes de hacerlo…Kakyoin llevaba la suya desabrochada, se preguntaba si no tendría calor…con un poco de pesadez se saco el condon cerrándolo y luego lo tiro al suelo,  volteándose a ver al pelirojo, no podía verle el rostro, estaría dormido? Estiro la mano para tocarle el pelo pero el chico se movió antes de poder alcanzarlo, odiaba que hiciera eso, iba a tocarle el culo pero se volvió a mover.
-Estoy sensible –escucho desde la almohada- me duele todo –no podía hacer nada contra eso, así que miro el reloj en la mesa de luz de Kakyoin…todavía faltaban un par de horas para tener que ir a buscar a Jolyne, quería dormir, aunque sea un rato, estaba agotado como no lo había estado en mucho tiempo. En la misma mesita de luz se encontraba el celular de Kakyoin, lo agarro y programo una alarma para dentro de una hora, así tendría suficiente tiempo para descansar un poco y prepararse para salir, puso el celular entre ambos cuerpos, mirando a Kakyoin de nuevo.
En el fondo esperaba que no estuviera así de estúpido por lo de la camisa, por que conociéndolo seguro estaba lamentándose por esa idiotez…hablando de eso tendría que pedirle una prestada…le puso una mano sobre el pelo, haciendo que el chico se sobresaltara emitiendo un ruido extraño…solo era el pelo.
-Kakyoin? –lo llamo y solo le respondió un mounstruo desde la almohada –te quiero –susurro viendo como el chico salía de su escondite y lo miraba.
-Yo también pero estoy agotado –el moreno rió, acercándose a el para abrazarlo.
-Quieres dormir un poco?
-Por favor –las manos de Jotaro le quitaron la camisa lentamente, cuidando de no molestarlo por que aún abrazándolo el chico temblaba debajo suyo –Te quiero Jotaro –susurro una ultima vez, antes de quedarse dormido del cansancio.
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laminitadeprometeo · 6 years
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Todo pasa
Andrés caminaba por las calles lentamente. La ciudad estaba gris, los bares y café habían cerrado un par de horas atrás. Volvía de la casa de su mejor amigo Fede. Era de capital pero todos los años visitaba la costa, cuando la chica de la cual estaba enamorado murió dejó toda su vida para empezar otra vez. Pasaron un buen rato pero rondando las dos de la madrugada sabía que era hora de volver a casa. Sacó las manos del abrigo color café y se acomodó la bufanda tejida por su tía y devolvió las manos a los bolsillos. Cada paso que daba le dolía, no quería volver pero tenía que hacerlo. En temporada alta o baja le encantaba estar fuera de casa: se sentía libre. De vez en cuando hablaba de libertad con sus amigos: contaban como en ciertos lugares se sentían libre o con ciertas personas. Para Andrés cualquier lugar era libertad lejos de su casa. Una ráfaga de viento lo sacó del trance, estaba en frente de su casa. Había un camino de piedras que llevaban hasta la entrada: “Muy pintoresco”, le dijo su padre cuando lo terminó. No era la gran cosa, pero estuvo orgulloso de su propio trabajo y era razón suficiente para cuidar el aspecto del camino, incluso trece años después que los abandonara. Lo que en ese tiempo había sido una bonita casa ahora caía en ruinas: el pasto creció por abandono, le prohibieron cuidar el camino de piedras y le faltaba muy poco a la casa para perder el color ocre por completo. Sin importar la hora las luces seguían prendidas, escuchaba el televisor desde la vereda y junto con ella unas risas que le provocaban escalofríos, no del miedo sino del asco. Se agachó fingiendo atar sus cordones, si lo llegaba a ver parado sin más le reprocharia y Dolores, su madre, quedaría callada a su lado. Volvió a componerse en su lugar, sacudió su cuerpo y emprendió paso hacia la entrada.
Abrió la puerta como si no fuera la de su casa. En el sillón, con una cerveza en la mano y su madre incómoda entre ellos se  encontraban Diego y sus amigos. Miraban el televisor riendo a carcajadas, como lo supuso. Revolvió su pelo negro e intentó pasar desapercibido. Recibió un carraspeo de desaprobación de parte de Diego pero lo ignoró siguiendo de largo. En la cocina, el olor a carne podrida lo envolvió, Dolores lo había seguido hasta ahí con la excusa de buscar más cervezas para los hombres.  Se sentó en la mesada justo al lado de la heladera. Todo se había gastado con el paso del tiempo, la heladera, el sillón, su relación. Tiró su pelo para atrás, sacó unas cervezas del freezer y le dio una a su hijo. La abrió con ayuda de la mesada y disparó para su cuarto. En él, se acostó en su cama terminando su bebida. En la cama del al lado estaba su hermana, su contextura era más pequeña que la suya pero las facciones de su rostro eran parecidas. Dormía tapada con varias frazadas y los brazos estirados hacia arriba. Andrés y su madre siempre le gastaron bromas por su forma de dormir; pataleaba, se cruzaba de brazos y se volvía un tomate lleno de rabia.
Se había quedado dormido. Cuando se despertó Dolores envolvía su mano con la de ella. Echada en el suelo, con sangre en su pómulo derecho, sollozaba esperando a que Andrés se despertara. Laura había salido temprano al trabajo, no podía darse el lujo de relajarse los fines de semana.
—Dale Dolores, no llores que me hace mal.— con la otra mano rodeo su nuca formando una especie de abrazo.
Decirle aquello a veces la calmaba y a veces no. A veces su amor por Diego era más fuerte que el que le tenía a sus hijos, así lo veía Laura. Andrés solo creía que Dolores había tenido la mala suerte de tener un carácter débil y conocer a un hombre igual pero que sabía aprovecharse de la situación. La levantó y la sentó en su cama; busco alcohol y algo para limpiarla. Curaba una herida que provocaría otras. Cuando Diego volviera de trabajar entraría con su actitud de macho y haría un comentario despectivo sobre  como su hijo le curaba las heridas. Y eso le cortaría el corazón, ¿Por qué sus hijos y su marido no podían convivir? Seguía llorando, ¿ Y si el no volvía? ¿Si se enamoraba de otra mujer? ¿Si la dejaba?  Mujeres muy hermosas habitaban el barrio, su marido también era muy bello a sus ojos. No le costaba a Dolores imaginar como Diego podría irse con alguna de ellas. Viviana, su vecina de enfrente, era alta, rubia y delgada, pudo agarrar a su propio hijo mirarla mientras salía para ir al trabajo. Sin embargo, Andrés y Laura pensaban lo contrario; para ellos era una mujer hermosa en todos los aspectos. Pero como todos, necesitaba alguien que le sume y no que le reste a su vida.
Abrieron y cerraron la puerta brutalmente. Laura había llegado a  su casa unos quince minutos atrás, salía de bañarse mientras terminaba de secar su pelo. Dolores terminaba de ordenar la casa y Andrés acomoda a las cosas de su hermana. Laura era de pelo castaño igual que su madre, intentó apresurar el paso ya que sólo iba envuelta en una toalla, según los cálculos de todos no iba a llegar hasta las diez de la noche.
—¡Ja, así te queria agarrar!— frenó en seco y quedó inmóvil. Él miraba todo desde el cuarto, la tensión de su hermana, su madre decidió ignorar todo.  Diego caminaba al rededor de Laura sin decir nada, Andrés dio zancadas hasta la puerta de la habitación—. Chs— lo frenó levantando su índice, paro un segundo y volvió a su andanza como si recordara algo. Tomó a su hermana por los hombros y dio un portazo—. ¡Tus hijos son unos atrevidos!
Fue como un deja vu a partir de ahí. Laura se sentó en la cama, aún envuelta en la toalla, y lloro con su hermano abrazandola. No sabía por que lloraba exactamente. No sabía si era por el mal momento, por que su madre no hizo nada para defenderla, por que si su padre no se hubiese ido todo eso no estaría pasando. Entonces se dio cuenta que lloraba de la rabia por que estaba enojada con la vida y le daba más cólera aún no poder hacer nada.
Andrés acariciaba el rostro de su hermana. Después de cambiarse, el cansancio le ganó. Ella no lo aceptaba como protector, le gustaba defenderse sola, pero sabía que lo necesitaba de vez en cuando. En la oscuridad una luz entró por la puerta.
—A comer pibes. Decí que tu vieja me insistió, por mi se hubiesen ido a dormir sin comer.— la puerta volvió a cerrarse.
Tenía bien en claro de lo que él era capaz y de lo que no. Pensó en no salir, ¿Pero para que crear más problemas? Por hoy había sido suficiente. Se sentó frente a su mamá, tenían una mesa chiquita de cuatro. Los hermanos se turnaban para comer en la cocina, a Diego le gustaba ver la televisión sin que nada ni nadie le estorbara. Dolores dejó el plato frente a él y le sirvió jugo.
—Pobre y manco bebé, ¿Y papá que hacia? ¿te daba en la boca? —se burlaba mientras cambiaba de canal. Apretó sus cubiertos y su madre intentó tranquilizarlo con la mirada. El, sin embargo, tenía la suya clavada en el cuchillo. Su padrastro carcajeo—. Era para lo único que servía tu viejo, para darle de comer a vos y a tu hermana en la boca. Era un inútil igual que ustedes.
—Vos sos el menos indicado para hablar de él, no lo conociste. —se atrevió a contestar. Le dolía muchísimo que hablarán de su padre.
—Yo conocía a tu papá mejor que vos y ella juntos —señaló a Dolores, dejó el control remoto y acercó demasiado su cara a la de Andrés—. Laburaba conmigo en el taller. Más de uno le habrá ido a reclamar por un auto mal arreglado. ¿Sabes que hacia? Nada, ignoraba, era una basura inútil.—continuó apretando los cubiertos con tanta fuerza que su mano empezó a temblar.
—Diego…—Dolores quiso decir algo.
—¡Vos cállate, si yo no hubiese aparecido estarían viviendo a bajo de un puente! ¡El era un trastornado hijo de…!
No pudo decir otra palabra, se estaba ahogando con su propia sangre. Llevó sus manos al cuello y miró a su hijastro horrorizado. El líquido oscuro salpico a su madre y todo lo que había encima de la mesa para después recorrer su pecho. Dolores estaba shockeada, tenía sus ojos y su boca bien abiertos, luego de unos segundo reaccionó.
—¡Andrés! ¿Qué hiciste?—gritó en susurros. Sus ojos color miel se cristalizaron y un sentimiento de vacío enorme apareció en su pecho. Aún sentada en la mesa, las lágrimas desaparecieron junto con el sentimiento. ¿Realmente todo eso era una desgracia? ¿Podría la muerte de su marido restar a su vida mucho más que su existencia?
Soltó el cuchillo y el horror y el asco invadieron su cuerpo. La expresión de su madre cambio a confusión e indiferencia. Rodeó la mesa y se paró frente a su hijo. Intentó decir algo pero parecía que las palabras de habían ido con Diego. ¿El había hecho aquello? Le quitó la vida a una persona, a la persona que más odio durante años. ¿A caso el lo asesino sin más? ¿Sin sufrimiento alguno?
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guerraporlapaz-blog · 7 years
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Capitulo Final
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El mundo fragmentado en cinco grandes naciones: La Orden de Alía, La Orden de Lorde, La Orden de Trease, La Orden de Theron y La Orden de Troit. Reyes y Reinas con el cuerpo vuelto una maraña de cicatrices. Hambre, sed y muerte en los pueblos. Solo una Orden se alzará en la última alba que marcará el fin de lo que la humanidad conoce como: La Guerra por la Paz. La Orden de Alía ha caído esta noche por un Golpe de Estado. La Reina Olivia de Trease está muerta y Troit está en ruinas desde hace más de seis lunas. Theron y Lorde, lo más lejano de Dios, vuelven a respirar hoy con esperanza.
La Reina Azul de Theron y el Rey de Lorde, se reunirán esta noche para darle fin a la guerra que ha desgarrado sus almas. Reclamarán la vida de Alti con manos propias y al final, uno de ellos dos morirá, haciendo de la leyenda realidad.
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La Guerra por la Paz terminará hoy y la vida seguirá. Los tratados se firmarán. Los héroes con gloria se recordarán. Y la historia se volverá a contar, cuando de mis más profundos pensamientos se vuelva a encender este amor que hoy cierra sus ojos y se cobija frente a todos ustedes, los testigos, mis amantes, los más fieles.
Hijos míos, los veré en el cielo y los coronaré con mis laureles.
OLIVIA DE TREASE
Reina, madre, amante y amiga.
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– No me mientas. – Gabrielle murmuró.
Su espalda estaba recargada en la de Xena, abajo de sus cuerpos había un suave colchón en el que Gabrielle hubo dormido casi toda la vida. Era Potadia. En la habitación de alado, su madre y su padre, ya ancianos y llenos de arrugas dormían por primera vez sin miedo de no volver a ver a la más traviesa de sus hijas.
En alguna casa muy cerca de ahí, su hermana y su cuñado se abrazaban con la alegría de estar esperando a un pequeño, que sería el primer sobrino de Gabrielle.
Vida por delante tenía, una vida llena de dicha y amor. Gabrielle no tenía deudas. Ni una sola, en cambio, Xena debía el alma completa.
La princesa guerrera no parpadeó, ni una sola vez, dejó que las lágrimas corrieran con dignidad por sus mejillas, no hizo ruido alguno, admirable cuando el corazón se te está quebrando y cada fibra de carne se rompe, porque cuando vas a dejar ir lo que más amas, incluso respirar duele.
– No te he dicho nada. –Xena respondió.
Se masticó todo, se tragó el nudo que se formó en su garganta y no se dejó vencer, aunque Gabrielle fuese suficiente razón para arrodillarse.
– No lo has hecho porque te irás, sin despedirte. –Gabrielle lo sabía, que despertaría con una cama sola.
– Tú eso no lo sabes. Iba a besarte, por más duro que me resultara iba a hacerlo.
– No voy a envejecer si tú no lo haces conmigo. Eso te lo juro, Xena. –Gabrielle se aferró a sus sábanas.
– Alguien llegará y te amará tanto como yo. Y aprenderás a ser feliz. Voy a cuidar de ti desde donde tenga que hacerlo, Gabrielle. Pero ya no permitiré que sigas a mi lado y espero que respetes mi decisión.
No había fuerzas para escalar por su cuerpo, no había forma de que Gabrielle pudiera resistir otra batalla en contra de Xena. No estaba cansada, solo mal herida, sin aire, sin argumentos, sin más que su corazón latiendo desesperado y mudo. Incapaz de vencer el filo de las palabras de la mujer que ama.
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La Orden de Alía
– ¿Adónde vamos? ¡Estoy cansada de seguirte como estúpida! –La voz de Callisto tronó en los oídos aturdidos de Alti.
– Si vuelves a abrir la boca, te mato. –Alti se giró y antes de que la rubia pudiese hacer algo, sus largos dedos presionaron sus mejillas. Callisto abrió los labios tanto como pudo emitiendo un “Ahh” como burla hacia las amenazas de la ex reina. – Sí, por supuesto que eres una estúpida. –La soltó, y en cuanto lo hizo tuvo que soportar esa risilla chillona. – Vamos al lugar en donde Xena vendrá a buscarme.
– ¿Cómo estás tan segura de que ella irá precisamente ahí? –Los brazos de Callisto se cruzaron.
– Porque es ahí donde está el ataúd de su hermano. Es ahí donde ella ha decidido que su cuerpo permanezca después de morir. – Alti sonrió, casi con orgullo. – Pocos tienen la virtud de preparar el lugar donde se abandonará el cuerpo utilizado en vida.
– Ella no debería tener derecho a elegir eso. –Escupió Callisto.- Es una perra asesina.
– Oh, vaya que sí lo es.  La mejor de todas, querida, la mejor de todas.
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Antes de irse, Xena volteó hacia la cama, donde Gabrielle quizá le odiaría durante mucho tiempo antes de entender. Hubo un segundo en el que estuvo dispuesta a cargársela en los brazos y llevársela de ahí, a pesar de la incertidumbre y del riesgo. Pero aquel olor a menta raspándole en la nariz incesantemente, le recordó porqué la dejaba ahí, con un techo seguro y el calor de una chimenea encendida, en donde la comida jamás le faltaría y su vida no correría más riesgos.
Xena le prometió al padre de Gabrielle que no volvería a hacerle ningún daño y por más que el mundo se le viniera encima, ella cumpliría con esa promesa.
FLASHBACK
– ¿Para qué la traes? –La voz ronca de un hombre la interrumpió.
Xena estaba a la orilla del lago que nutre a los pobladores de Potadia pescando para la cena de esa noche.
Después de unos segundos de reflexión, la guerrera respondió:
– Ella quería ver a su familia. No pude negárselo.
Destripó al último pez y lo enjuagó con la corriente.
– Cuando te vimos subir por la colina imaginamos que traías su cuerpo en una carreta y que venías a contarnos cómo murió.
Entonces, el recuerdo de Alti clavándoles la espada se volvió tan fresco como la sangre del pez en su cuchillo.
– Yo… jamás permitiría que algo le hiciera mal. –Se puso de pie ante el hombre que había creado a la criatura más bella sobre cualquier universo. Esa chiquilla rubia que era suya, suya y de nadie más. – Moriría por Gabrielle. Estoy tan segura de eso como de que he matado y mataré legiones enteras por ella.
– No, no, no, tú no tienes que hacer eso por ella. Eso no es un acto de amor, Xena. ¿Por qué no puedes dejarla tranquila? Aquí con su familia, con nosotros estará bien. Somos su familia. Ya vivió lo que quería vivir. Déjala en paz. Déjale de prometer cosas que jamás cumplirás, porque todos sabemos que serás incapaz de darle lo que merece. Un hogar. Un verdadero hogar.
El hombre, que medía medio metro menos que ella, encorvado, sin fuerza alguna en los músculos de su cuerpo, acababa de vencer a la más inmensa de las guerreras.
– ¿Qué quiere de mí? –Exigió con toda voluntad.
Aventó los peces a una cubeta y se restregó las manos pegajosas en una franela.
– Vete, haz lo que tengas que hacer, déjala aquí, que es el único lugar en donde tus pecados no la matarán.
Sus ojos azules, poderosos y ventajosos no se agacharon ante las cataratas del anciano, pero tampoco atacaron, se llenaron de rabia, sus labios se torcieron con temblor por impotencia y con todo el honor que había rescatado en los últimos años, su voz prometió:
– Está bien. Me iré, pero si ella no quiere quedarse, yo no podré hacer más por usted.
FIN DEL FLASHBACK
Se dio la vuelta y se hundió en el umbral de un largo pasillo que la llevó hasta la salida de ese hogar.
La piel se erizó en cuanto estuvo del otro lado de la puerta, hacía frío, y sus instintos intentaban protegerla, pero temblar o titiritar estaba de más, nunca volvería a sentir calor, no como el que abandonaba esa noche.
Su gesto endureció, como cada músculo de su poderoso cuerpo, se montó en Argos y tiró de las riendas, no hubo cómo mirar atrás, porque si lo hacía regresaría sin dudarlo un solo instante y eso no podía ser, porque tenía que matar a Lao Ma, porque tenía que liberar a Joxer, porque tenía que recuperar la sangre de Gabrielle y pedir perdón a Callisto, aunque una disculpa no cura la carne que ha sido quemada.
No la besó, tampoco le dijo adiós.
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12 DÍAS DESPUÉS
– La has dejado. –Lao Ma deslizó sus dedos por la espalda desnuda que tantas veces recorrió a mordidas. – Como me dejaste a mí y a todo lo que te hacía bien.
Xena cerró los ojos, sin removerse ni un poco.
– No me juzgues. –Rogó.
– No te juzgo, solo trato de entender cómo permitimos que esto nos sucediera. –Sus manos completas se deslizaron por los omóplatos de Xena. –Si yo hubiera sido un poco egoísta, jamás habrías salido de aquí, tus rodillas no estarían rotas. –Murmuró, pues se había deslizado hacia enfrente, hasta que sus labios rozaron la oreja fría de la que alguna vez fue su guerrera.
Xena buscó la boca de Lao Ma, ella no se negó, volvieron a regalarse un beso, tan normal como cuando dormían abrazadas entre desnudez y sedas. Seguía sabiendo a vino, a aire fresco, a osadía y libertad, pero era claro que ya no eran suyos, que sus besos tenían nombre y dueña, por más que ella quisiera moldear la realidad en una búsqueda desesperada por la felicidad que alguna vez sintieron las dos al estar juntas. Xena ya le era ajena. Solo era dueña de los recuerdos de sus años más jóvenes.
– Siempre te amé… – Confesó, sin mentiras en la voz. – Pero jamás he sabido cómo hacerlo bien. –La pena era clara, pues palidecía sus ojos azules.
– Quieres mi vida y la quieres a ella. –Volvió a su oreja. – ¿Crees que es justo? Que muera por ti y por ella.
Lao Ma le pidió que se volteara. Ella así lo hizo, sus pechos quedaron juntos, compactos, sin ninguna barrera, sus corazones recostados uno sobre el otro.
– Morir por Gabrielle, toda persona que la conozca lo haría. –Xena la tomó por el rostro, sin más fuerza que la necesaria para acariciar.
– ¿Qué hay de ti, Xena? ¿Qué puedo esperar de ti si decido no defenderme en cuanto me apuñales con esa daga? La que está debajo de mis sábanas.
Xena sabía a lo que Lao Ma se refería. ¿Acaso sería capaz de perdonarse así misma? De poder vivir una vida sin martirios. Dejar de castigarse y arrebatarse así misma todo aquello que merece.
– Nada.
Fue honesta. Porque estaba decidida a morir. Porque eso era más fácil que aceptar que se había redimido de todo el daño que alguna vez hizo. Porque morir por Gabrielle era mejor y más sencillo que vivirla.
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– ¿Adónde vas? –Laila irrumpió en la habitación de Gabrielle.
La bardo hacía sus maletas.
– Lejos. –Contestó sin mirarla. – Y no, no voy a seguir a Xena si eso es lo que te preocupa.
– Pero ¿por qué te vas? ¿Es que no nos quieres? –La menor de cabellos castaños, se aferró a su ya muy abultado vientre.
– ¡Por los Dioses, Laila, los amo! –Gritó, gritó porque era verdad. – Pero no puedo quedarme aquí, no sabiendo todo lo que pasa en el mundo. Ya no ignoro el sufrimiento que hay ahí afuera y si puedo hacer algo, porque sé que puedo, no me voy a quedar aquí con los brazos cruzados.
– ¿Y qué harás? –Reclamó – ¿Ser como ella?
– Yo jamás voy a ser como Xena. –Y no, no lo dijo de forma despectiva. Aunque así sonara, es porque no le resultaba fácil pronunciar su nombre.  – Ayudaré en las villas más pobres, levantaré hospitales y enseñaré a los aldeanos a defenderse. Justo como he hecho aquí. Laila. –La tomó por los brazos. – Regresaré para ver nacer a mi sobrino, te lo prometo, y me quedaré para verlo dar sus primeros pasos, para que me llame tía Gabrielle y malcriarlo. Mi misión aún no termina. Entiéndelo. Te lo ruego…
Laila se llenó de sentimiento, su hermana había crecido y madurado tanto en esos años que era imposible no conmoverse por lo que un ser humano es capaz de hacer y sembrar en otros. La abrazó, porque eso hacen las hermanas, sostenerse, lloraron largo rato, como toda despedida suele ser.
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La bandera de Alía ardía en llamas, el castillo era la ruina y el lamento de la nación próspera y poderosa que alguna vez fue, la Reina Azul y el Rey de Lorde hacían reverencias con sus coronas ante los cuerpos de los soldados que Alti mató. Brindándoles respeto y honor. “La libertad está cerca” arrullaban a sus súbditos. Se tomaban de las manos, como si fuese posible unificar los reinos. Como si fuesen tan poderosos como para romper semejante maldición. Todo hombre vivo y herido recorría cada monte y río en busca de la mujer más despiadada de aquel mundo. Le matarían, aunque no quedara ni uno de ellos de pie, lo intentarían.
Calisto miraba desde aquella montaña en pico en donde el hermano de Xena dormía dentro de un ataúd de oro, como las tropas de los cinco reinos se alzaban en contra de su mejor aliada.
La bandera de su amado Troit ondeaba agujerada y cansada, pero en alto, tan alto como la de Alía, que estaba hecha de fibras de oro, o la de Trease, que tenía un asta de diamante puro.
Volteó a ver a Alti. Había olvidado que por culpa suya ella había pasado tanta hambre. ¿Era Xena la verdadera culpable? ¿O sus acciones eran desencadenadas por la ira de Alti? ¿En verdad estaba dispuesta a ahogarse en su propio veneno? ¿En su envidia, en su ira, en el dolor que sintió por aquella niña que no sabía defenderse? Eso era, una mujer a la que le dolía mucho la niña lastimada que vivía en su interior.
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– Lo prometo. –Xena cerró los ojos muy duro. – Lo prometo.
El portal hacia la Guerra por la Paz se abrió, Alti estaba sobre una cama de algodón que absorbía toda la sangre que se desprendía de su cuerpo.
– Recuerda, la reina Azul es la única con el poder de hacerte regresar. Sé que jamás la has visto, pero en cuanto lo hagas, entenderás por qué ella es tan poderosa. Xena, traerás a Joxer de vuelta y recuperarás la sangre de Gabrielle, pero no matarás a Alti. Si lo haces, Xena si lo haces jamás regresarás. Vete ahora, las fuerzas se me escapan…
– Gracias, Lao Ma.
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– Ha llegado, mi señora. La encontraron caminando hacia el pico de Alía. Ha venido por voluntad propia. –Un sirviente de Theron, se arrodilló ante su reina.
– Déjala entrar. –Concedió.
Las puertas se abrieron y Xena se adentró a la tienda de campaña donde La Reina Azul la esperaba de espaldas. Pero no faltó más que ver su cabello para reconocerla.
– Cyane. –La princesa guerrera no pudo evitar sonreír.
– Han pasado décadas, Xena. –Giró su cuerpo para poder mirarla. Más filosa que la primera vez que la vio, tan poderosa como siempre quiso ser. Ella tampoco ocultó la sonrisa que mirarla le provocó. Tan aprendida, después de tanto errar. – Sé lo que tu presencia aquí significa y eso es algo que rompe mi corazón. Olivia pudo ser un espejismo de Lao Ma, pero en este mundo nací de su vientre y le adoré como una hija hace con una madre. Verte es sinónimo de que jamás podré despedirme de ella como se debe. Pero no voy a culparte, de haber podido salvar a la mujer que amé, hubiera aceptado todo. Ahora, ponte cómoda, toma un baño y hablemos.
El vapor del agua era reconfortante para la piel casi congelada de la guerrera. Cyane se sentó a un lado de la tina dispuesta solo para ella.
– Siento que las cosas tengan que ser así. –Le miró.
– Yo también, Xena. Pero tú y yo no somos quienes puedan darse el lujo de lamentarse.
– No, -sonrió- jamás hemos sido ese tipo de mujeres.
Compartieron una pequeña risa.
– La Guerra por la Paz se ha detenido, capturaremos a Alti, recuperarás la sangre de Gabrielle y podrás llevarte a Joxer de aquí. Nosotros así viviremos en paz, al fin.
– ¿Qué ocurrirá, exactamente?
– Bueno, quizá seré yo o mi hermano, alguno de los dos ocupará el trono y se encargará de volver a las 5 tierras una sola, deberá mantener la soberanía y evitar a toda costa la fractura de las lealtades. Viviremos bien los siguientes cien años, hasta que Alti se fortalezca de nuevo, hasta que tú y Gabrielle mueran, se separen y nazcan sin recordar nada, viviremos en el caos y la oscuridad hasta que vuelvan a encontrarse. En cada vida que logren saber quiénes son, harán el bien, sin importar sus pasados antes de conocerse.
–  ¿Cómo es que todos están tan seguros de ello?
– Porque son ustedes las únicas que olvidan, Xena. Si lo recordaran, el lazo que las une no sería tan puro. No necesita de pruebas. Es un amor inmenso, leal y casi indestructible.
– He hecho bien en no traerla. Pero regresaré por ella. Espero que lo sepa. Que resista un poco más.
– Lo hará, en esta o en otra vida, pero lo hará. Ahora debes dormir. Mañana, mañana todo por lo que has pasado cobrará sentido. Serás libre, al igual que todos nosotros.
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Quizá pienses que estoy molesta, y lo estoy, pero no te odio, te espero, lo haré siempre aunque así no lo quieras.
Le amo eternamente, Princesa Guerrera.
Dese cuenta.
Gabrielle.
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Quisiera poder contarte que todo sucedió como debía ser, pero lamentablemente no es así. Callisto logró escuchar lo arrepentida que estaba Xena de sus acciones y su corazón no ennegreció por completo. Pero a pesar de esto, Xena no recuperó la sangre de Gabrielle, sin embargo pudo liberar a Joxer, deseando que pudiera acompañarla en los momentos tan oscuros que estaban por venir. Alti no fue quien se bebió el alma de la que alguna vez fue una Reina Amazona, sino que fue la propia Xena quien tuvo que destruir esa pequeña gota de sangre que Gabrielle le dio a Alti. ¿Por qué? Porque de lo contrario, Tanus… quien en otra vida fue su hijo Solan, estaría condenado a vivir como un huérfano, en este mundo y en cualquier otro, pasando hambres y fríos.
Ya le había abandonado una vez, no podía dejarlo solo eternamente. Pues además, estaba segura de que ella y Gabrielle se encontrarían, y ella ahí tendría por primera vez el valor de luchar.
Solo hacía falta esperar. ¿Pero por cuánto tiempo más?
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Algunos, muchos, fríos y solitarios días después.
– ¿Vas a seguir ignorándome? –Xena detuvo a Gabrielle jalándola de la ropa.
– Sí. –Contestó mirándole a los ojos. – ¡Y voy a hacerlo hasta que sienta que es suficiente! Lo que hiciste no tiene nombre. Beberte mi sangre. ¡Vaya tontería!
– Ogh, por favor, Gabrielle, ¡creí que era lo correcto! –Los ojos azules rodaron.
– ¿Y cómo pensabas encontrarme eh? ¿Qué tal si en esa otra vida ni siquiera me agradabas? –La rubia forcejeaba, y duro. – Pudimos perdernos para siempre, Xena. ¡Y te fuiste sin despedirte!
– Por favor, Gabrielle. ¡Estás exagerando! –No le soltó, ni loca le soltaría. – Estaba ebria, como tu padre y tu hermano, no fui la única que bebió esa noche…
– No era cualquier noche, me casé contigo y perdiste la razón antes de que…
– Lo sé, y tuve un sueño muy, muy largo de tres días y en cuanto desperté te conté todo. ¿No? –Le sonrió, con esa dentadura larga y blanca. – Puedo reponer los minutos perdidos, pero para eso necesito que me hables otra vez.
– No quiero que vuelvas a tocar el vino. –Replicó la menor con el dedo extendido hacia el rostro de la azabache.
– Ni una gota. –Murmuró sin perder la oportunidad de morderle la uña. Para entonces ya la tenía bien sujeta de la cintura y pegada a su cuerpo. – Oye, ¿quieres volverte a casar conmigo?
– Seguimos casadas. –Murmuró la rubia.
– Tuve tanto miedo, Gabrielle. No podría irme, no sin despedirme, mucho menos sin saber si seré capaz de volver. Te amo, Gabrielle. Eres lo mejor que me ha pasado en la vida.  
FIN
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fichakanjo · 5 years
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Ficha de Kanjō
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Nombre: Kanjō  (Haru Kazuyama)
Edad: 16.
Orientación sexual: Heterosexual.
País de origen: Japón.
Talento: Luchador definitivo.
FC: Inosuke Hashibira -  Kimetsu no yaiba
Personalidad:
Fue criado por un jabalí en las montañas por lo que no sabe leer o escribir, lo único que conoce con total plenitud es su nombre, el cual fue escrito en una manta por su madre antes de abandonarlo.
Es excesivamente emocional y sobre exagerado, muchas veces no es consciente de las personas que lo rodean llegando incluso a estar encima de alguien sin importarle, es impaciente al tratar con las personas además de mal entender las acciones de los demás, lo que lo lleva a siempre querer pelea. Es tan agresivo que le gusta provocar a las personas para que peleen contra él, si él no puede hacer algo no dejará de intentarlo hasta que supere a todos, lo que más le molesta es tener que pensar en una pelea.
Por esta misma actitud de no querer ser superado es muy presumido, le gusta alardear de sus habilidades lo que lo lleva a ser impulsivo la mayoría del tiempo, pero a pesar de dejarse llevar,
Debido a que creció en las montañas y su encierro como luchador ilegal  no entiende muchas expresiones coloquiales tales como suerte, frente en alto, lastima, etc.
Historia:
Esta es la historia de un niño, un niño que no posee padres humanos, él desde bebe estuvo en el Montaña y  quizás lo único que le quedo de su familia fue una manta con la que estaba arrapado. Criado por una jabalí, muchos se preguntan el “¿por qué? “de esto pero nadie puede dar una respuesta a esto simplemente paso, a la edad de 8 años ya tenía una gran fuerza que lo ayudaba mucho a sobrevivir y luchar en el Montaña contra otros animales, el niño era un gran amante de las batallas, incluso se llamaba “Rey del Montaña” .
El niño, siempre explorando el Montaña encontró que la afueras de este había una casa japonesa tradicional y en el patio siempre estaba un anciano, era su primera vez viendo una persona como él y no un animal del Montaña, lo que le dio curiosidad y se acerco, el anciano no tuvo miedo de al pequeño lo recibió con una sonrisa, este anciano vivía solo quizás quería compañía y no le importaba mucho que el pequeño usara mascará de jabalí, las visitas del niño era frecuentes al anciano los dos se divertían juntos, el anciano le contaba cuentos, lo alimentaba hasta miro la manta que este cargaba y pudo leer “Haru Kazuyama”, el nombre de del pequeño era Haru.
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El pequeño Haru vivo feliz con el aciano hasta que un día llego, para encontrar personas estañas en la casa del viejo…ellos parecían triste y hombre de mediana edad se acerco a Haru  este hombre se presento como el hijo del aciano, le comento que este había muerto. Haru lloro, el hombre dijo que su padre le dejo escrito una carta una carta que pedía a su hijo cuidar de Haru, a si que le oficio ir con él a la ciudad, Haru acepto él pensó que el hijo del buen anciano será una gran persona como el anciano.
Haru estaba equivocado, su vida con el hijo del aciano fue la peor faceta para el niño, siempre que había un problema le gritaba, siempre lo golpeaba, Haru nunca respondió no podía lastimar el hijo del anciano…el aciano fue bueno no podría lastimar a su hijo, pero un día los golpes fueron tantos que por la ira el niño de ahora nueve años levanto una pesada nevera si dificultad y se la lanzo al hombre este la esquivo, sorprendido pensó una gran idea, finalmente con palabras dulces engaño al niño Haru y lo vendió lo vendió a malas personas, esto era delincuentes que manejaban peleas clandestinas o mejor dicho ilegales, Haru era fuerte y un gran luchador al vivir en el Montaña.
Los años pasaron y en los bajos mondos, donde la fanaticada de la luchas hablaba de un luchador que desde niño vencía ya hombres adultos, ahora era un joven, su nombre era Kanjō (emoción) ya que era un joven muy enérgico le gustaba luchar y demostrar que era fuerte, y la cosa más destacable era que usaba una máscara de jabalí nunca nadie ha visto su cara pero los que ven sus peles se sorprende de lo fuerte que es,  un día una promotora de luchas mixtas escucho este rumor y busco al joven creyó que este era algo prometedor, por ello se arriesgo a buscarlo en ese lugar peligroso al llegar solo se sorprendió al ver a Kanjō por primera vez, era un gran luchador era hábil y fuerte muy fuerte, podía levantar a grandes grandes y sacudirlos como una pelota, ella se emociono encontró un luchador que podría promocionar y llevarlo a ser conocido y grande, pero no era tan fácil Kanjō no podía salir de ese mundo, no se le era permitido pero no hay nada que con dinero no se pueda resolver…fue con los dueños de Kanjō y lo compro.
Kanjō ahora tenía nueva ama, estaba acostumbrado tras los años en las luchas ilegales paso dueño en dueño, siempre fue mas una cosa que una persona. La promotora lo había recibido bien lo llevo a su casa y le dio una cama y comida, era extraño para Kanjō, ella le había preguntado por su vida Kanjō no pudo responder solo recuerda el Montaña y pelear, ella le pregunto por su verdadero nombre ya que Kanjō era su nombre de luchador, pero también lo había olvidado solo recuerda que comenzaba por “Ha” nada mas, ya que nunca nadie lo había llamado por su nombre.
Ella le pido que se quitara la máscara y aunque no le gustaba lo hizo, era su dueña debía obedecer. La promotora le pregunto por su edad ya que su rostro era joven, y Kanjō responde 16 eso si lo recordaba, ella se había sorprendido de esto y se lleno de tristeza al pensar en todo lo que vivo, y quiso ayudarlo, ella se volvió su promotora de lucha y lo más cercano a una madre humana, lo envió a escuelas, le dio un techo donde vivir, comida…Kanjō estaba confundido pero estaba feliz.
Gustos:
·         Luchar.
·         Carne.
Disgustos:
·         Su rostro.
Hobbies:
·         Luchar.
·         Ejercitarse.
Datos extra:
·         Tiene unos rasgos faciales muy finos, sus ojos son color verde y su rostro se ve limpio y aseado, su cabello es corto de color negro y azul rey en las puntas. Por estas razones siempre carga con la máscara, el detesta su rostro porque lo hace ver débil y un poco afeminado.
·         Es extremadamente fuerte mucho más que una persona normal.
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