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#luz de la mañana
octarinespill · 15 days
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Katrina Sánchez - Luz de la Mañana, 2021
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poetailurofilica · 1 year
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Diamante derretido
Quiero ser eso que nunca es, lo que un destino ignora un presente singular dotándome de todo plural de mil emociones incendiadas quemando bosques pélvicos soplar fuerte y mezclarme al viento que las cenizas se lluevan todo mal que todo bien se expanda y por mera causalidad me disuelva atómicamente disipándome al espacio aparente aún sabiendo que otras partículas he tal vez de encontrar no me entierren no me asistan no se dignen en llamar ya no hay pico que quiebre lo que ahora líquido está
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velthurvik · 1 year
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Brücke im Schnee
Mitten durch die Niederlausitz fließt der kleine Fluss Kleine Elster. Hier eine seiner Brücken im Schnee.
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riotgrrrlhole · 11 months
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Today in : anime openings, the latam opening of the anime Zoids called “wild flowers”
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lin2ki · 5 months
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Hace unos meses alguien toco la puerta del depto a la madrugada, la reacción de mi novio y yo de gente criada en el campo fue un "nope, ni a palo abro, son las 3 de la mañana de un miércoles no vamos a caer en la trampa", no es que pensamos que era alguien que nos quería robar o algo de eso, vivimos en un piso 14, quien va hasta un piso 14 para robar, y tampoco es que nos dio miedo, seguro era una persona que necesitaba ayuda con algo, pero no toco de manera tan urgente solo fueron unos golpes y realmente pense por un momento "ah hay un espíritu en la puerta y piensa que yo no se que nunca hay que abrir la puerta de noche cuando escuchas golpes, va a tener que buscar a otra víctima 😌"
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ddlc3177 · 9 months
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thinkwinwincom · 2 years
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Un youtuber resuelve el misterio de una extraña telefilme en una película familiar de los 90
Un youtuber resuelve el misterio de una extraña telefilme en una película familiar de los 90
Un clip de la película para televisión recientemente redescubierta “The Soulmates: The Gift of Light”, que se emitió por primera vez en Canadá en 1991.Gif: YouTube/Gizmodo Will Sloan, un presentador de podcasts de películas en Canadá, publicó por primera vez una vieja foto familiar en línea en 2016 y preguntó si alguien sabía qué dibujos animados se estaban reproduciendo en el televisor de…
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voglatte · 3 months
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dios mío, acabo de ver que estás aceptando pedidos y tengo uno para Francisco! — si puedes y quieres escribir, ¡claro!
podrías escribir un escenario en el que él y la lectora pasen mucho tiempo juntos, especialmente toda la mañana en la cama; complacerse y disfrutar de la compañía del otro. — Después de pasar días alejada del rodaje de la película, Fran quiere aprovechar al máximo su tiempo con ella.
es un escenario lindo, y si quieres agregar obscenidad, ¡siéntete libre y me encantaría!
⊹ ┊LOVER ꒱ .゚
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↷ ˊ- pairing: francisco romero x f!reader.
warnings: +18, fluff, smut, fingering, nipple play?, oral (recibe ella), (leer bajo su responsabilidad).
• dani’s typing… ! amo esta clase de pedidos, además el fran tan lindo literal es un sol.
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no había otra cosa que más le gustara a fran que pasar tiempo con su novia, enredados bajo las sábanas blancas de su cama y sintiendo piel contra piel, como lo estaban ahora. ya había pasado un tiempo alejado de ti por el rodaje de la película en la que formaba parte y esto hacía que disfrutara al máximo tu compañía en lo que restaba de sus días libres como hoy.
para ti era relajante estar acostada sobre su pecho mientras escuchabas los latidos de su corazón y las caricias que dejaba en tu cintura. extrañabas esos momentos íntimos con él y sabías que le pasaba lo mismo.
“esperaba tener estos momentos con vos” su voz sonaba adormilada pero aún con ese característico tono dulce que era único.
“yo también” no querías abrir los ojos, sabía que te ibas a encontrar con la luz solar que se mezclaba por las cortinas de la habitación.
en realidad estabas muy feliz por el, tal vez alguna que otra lagrima rodó por tu mejilla al momento en que le dijeron que había obtenido el papel, parecía un rayo de luz que iluminaba todo tu ser y no dejarías que nadie lo apagase. aunque si te sentías un poco triste que no pudieses pasar tanto tiempo con él, pero era su trabajo.
aún así nunca dejaron de disfrutar los momentos cortos que tenían siempre salía alguna cena o una película en la cual ambos se quedaban dormidos.
“¿qué pensás, beba? su mano hizo que subieras tu rostro y abriendo un poco los ojos, chocaste con esa mirada azulada.
“que te extraño mucho” dijiste cortamente antes de repartir besos por toda su cara sin dejar algún lugar por besar. notabas cierto rubor en sus mejillas lo que te hizo sonreír porque se veía adorable más sus cabellos dorados que se encontraban despeinados bajo la luz del sol que entraba.
no supiste en qué momento de todos los mimos que se andaban dando, ambos terminaron en un beso algo caótico.
sentías tu labio palpitar por las mordidas que fran dejaba pero luego recorría con su lengua, su mano bajaba cada vez más con sus delgados dedos tocando en los lugares correctos que hacían erizar tu piel.
tu ropa de dormir básicamente era una camisa que te quedaba algo grande de tu novio junto la ropa interior, no hacía falta nada más para sentirte cómoda.
lo que fue mejor para él ya que su mano pudo escabullirse tranquilamente debajo de su camisa para amasar tus senos, torturando de a poco tu pezón.
aprovechó de quitar la única prenda de ropa que tenías dejándote solo con tu ropa interior, sonrió antes de besar tus labios y dejar un camino baboso por tu cuello.
sus dedos buscaron tu intimidad sin dejar de besar tu piel mientras dejabas salir tus gemidos ahogados, francisco siempre te hacía sentir como una reina.
gruñó cuando su boca bajó por tus senos y sus dedos sintieron lo empapada que estabas, corrió un poco la ropa interior a un lado y acaricio tu entrada necesitada.
“dale, no seas malo” dijiste entrecortada, la combinación de su boca con su mano te estaban llevando a otro nivel.
“¿hm?” su boca empezó a jugar con tus pezones conjunto a su mano que antes estaba utilizando, no era sorpresa que a fran le encantaba tus senos ya que se la pasaba con una mano debajo del brasier amasando o dejando marcas.
se quedó un momento pegado a ellos, tu mano solamente jalaban su cabello dándole a entender que te gustaba hasta lo acercabas más.
su mano dejó de trabajar en tu pezón y bajando de a poco se encontró con tu panty, la cual ayudaste a bajar cuando te dió dos palmadas en el muslo.
“soy toda tuya” y con esas tres palabras los largos dedos de fran empezaron a hacer su trabajo, subían y bajaban por toda tu intimidad regando tu excitación, a veces dejando movimientos circulares en tu clítoris.
su cabeza reposó en tu muslo mientras mantenías las piernas abiertas y sin ninguna advertencia metió sus dedos en tu abertura, sacándote un chillido.
“sos mía, beba” sus dedos entraban y salían lentamente, sin hacer ningún esfuerzo por hacerlo rápido.
disfrutaban del momento, tu cabeza andaba dando vueltas mientras tu cabello se esparcía por toda la almohada. el chapoteo de tu excitación, tus gemidos y los suaves susurros de fran te estaban llevando al límite.
te sacó otro chillido al sentir su lengua caliente en tu clítoris, pasando rápidamente a chupadas.
ahora sus dedos si decidieron ir más rápido causando que salieran más gemidos de tu parte. aún así sentías las vibraciones de sus zumbidos en tu clítoris haciendo que tus ojos quedaran en blanco.
“m-me vengo” dijiste entrecortada, todo el aire se te estaba yendo de los pulmones.
“hacelo, bonita” con las vibraciones de sus palabras y sus dedos tocando tu punto dulce, tus piernas temblaron al igual que todo tu cuerpo mientras repetías su nombre varias veces.
sin ningún problema te limpió toda con su lengua dejando un beso corto en tu intimidad mientras subía su rostro para quedar con el tuyo, se notaba un poco de baba junto con tu excitación en su barbilla y lo limpiaste un poco.
“te adoro, entendelo” sus penetrantes ojos azules se complementaron con los tuyos y le diste un beso corto.
“yo también, nene” ahora le diste un beso un poco más largo donde empezó una nueva guerra de lenguas “¿segundo round?” reíste, dejando su cuerpo debajo del tuyo.
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by ﹫ VOGLATTE ╱ en realidad me encantó cómo quedó aún así me disculpo porque es mi primera vez haciendo smut (si hay algo que mejorar recibiré críticas constructivas) pronto estaré subiendo pedidos, etc… bye!
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jaquemuses · 3 months
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lindaa podes hacer uno de esteban kuku smut, me dio tierno, corte primera vez o algo asi, si no haces de él no pasa nada, yo entiendo
hola reina!! OBVIO que escribo para kuku, estaba esperando que alguien pida aaa te adoro !! hice esto recien, super rapidito, espero que te guste ♡
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𝜗𝜚⊹ ‧₊˚ petit-déjeuner
pairing: bf!esteban x gf!r
sinopsis: Esteban acaba de volver de su viaje a Venecia y estas dispuesta a recuperar todo el tiempo perdido.
content: age gap sin desarrollar (ambos +18), stablished relationship, smut sin plot (jiji), fingering, p en v, mentions of breeding, fluff, no se que más.
word count: 1.7k cortito y conciso.
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Hacía ya un día que Esteban había vuelto de su viaje a Venecia, donde asistió al prestigioso festival de cine. Lo habías extrañado, aunque te costara admitirlo incluso solo para vos misma. Tu cuerpo lo ansiaba.
Por eso, cuando escuchaste el familiar sonido del motor del auto apagándose en el garage, prácticamente corriste a lanzarte encima de él en cuanto entró por la puerta. Hizo a un lado su bolso para sostener tu cuerpo entre sus brazos mientras le llenabas de besos la cara.
Pasaron la noche entre copas de vino y pasta, compartiendo experiencias de Venecia, la gente que conoció, el éxito de la película y la felicidad de estar de vuelta en su queridisima Buenos Aires junto a vos. Esteban y vos llevaban once meses juntos, aunque los últimos meses habían sido caóticos debido a los rodajes, viajes y todo el trabajo de producción, dejando la vida sexual en segundo plano, sin embargo ambos tenían necesidades y estabas dispuesta a saciarlas.
Sabías que Esteban estaba cansado por el viaje, así que esperaste hasta la mañana siguiente para deslizarte desnuda en la cama que compartían. La luz matutina resaltaba los marcados rasgos de tu novio, y por un segundo pensaste, "¿Cómo puede tener una cara tan angelada?". Aunque Esteban ya estaba despierto desde que entraste a la habitación, mantuvo los ojos cerrados hasta que te subiste completamente a la cama y encima de él.
"Ah, bueno...", dijo, recorriendo con la mirada tu cuerpo y regalándote una sonrisa ladeada. Te mordiste el labio mientras comenzabas a restregarte contra él. Solo llevaba puestos unos boxers, así que frotaste tu cuerpo contra el suyo, disfrutando del calor de su piel.
"¿Estamos cariñosas hoy?", señaló con un tono burlesco pero dulce. Gemiste suavemente, besando ligeramente su muñeca cuando sentiste sus dedos entrelazándose en tu cabello.
"Estuviste lejos mucho tiempo", dijiste en un suspiro.
"Fue solo un mes, gorda."
"Mucho tiempo".
Esteban soltó una pequeña carcajada mientras te acomodabas sobre él, tus manos reposando en su pecho definido.
"Me debes algo", dijiste finalmente, mirándolo con ojos suplicantes.
Esteban arqueó sus cejas mientras sus manos se paseaban suavemente por tus muslos y costillas, a veces subiendo a tus pechos, acariciándolos con un poco de fuerza y bajando otra vez.
"¿Ah sí? ¿Y cómo puedo saldar la deuda?"
"Vos sabes perfectamente cómo, kuku."
"No, ángel, decime qué querés."
"A vos."
El mayor deslizó su pulgar por tu cadera, acariciándola con una sonrisa en su cara. "¿Sí? Pero si ya estoy acá, a mí ya me tenés hace mucho tiempo", refutó, haciéndose el desentendido.
Tu pecho estaba rojo de la vergüenza, sabías que te iba a hacer decirlo. "Quiero que me cojas", dijiste ahogando un gemido, tus caderas todavía moviéndose encima de su ya erecto bulto generando una fricción extasiante.
Esteban parpadeó ensimismado ante la vista que tenía delante suyo.
"¿Sí?"
"Sí, kuku, porfa", rogaste sobre su regazo.
"¿Cuánto?" volvió a preguntar, sus dedos estimulando tus pezones mientras se incorporaba lentamente. "Dios, te necesito adentro mío, Esteban, te necesito ya", exclamaste desesperada ante tantas preguntas.
El mayor soltó una risa, sus palmas sujetándote suavemente pero con firmeza.
"Está bien, preciosa, pero primero te quiero preparar."
"No, no, no, por favor, no hace falta."
"No es negociable, nena. Si quieres que te coja, primero te vas a tener que correr dos veces con mis dedos. Sino no hay trato", dijo, terminando de incorporarse y volteándote, quedando así en la posición en la que él estaba hace unos segundos atrás, su cuerpo por encima tuyo. Ambos sabían que tenía la fuerza suficiente para manejarte como quisiera.
Mordiste su brazo en respuesta, pero a él pareció no importarle mientras marcaba su camino hacia tus muslos con besos, así que simplemente te dejaste llevar. Después de todo, no te molestaba tener un par de orgasmos adicionales. Esteban siempre había sido hábil con sus manos y boca, pero después de tantos meses sin ningún tipo de contacto, cuando por fin sentiste sus largos dedos acariciando y estirando tus paredes empapadas, mientras su lengua jugaba con tu clítoris, llegaste a los dos orgasmos sin problema después de un par de minutos, casi rozando un tercero antes de gemir y arañarle los bíceps; tus uñas dejando marcas rojas en su piel.
"Ahora sí, tebi", dijiste sin aliento, tus piernas temblando por tus orgasmos recientes. "Por favor, no puedo más."
"Ahi va, bebé, esperaste todos estos meses ¿Qué te va a hacer unos segundos más?", murmuró coqueto, levantándose para que te sujetaras de sus hombros y te acomodaras encima suyo, tus rodillas seguían débiles, por lo que intentaste alinearte y sentarte encima de su polla con rapidez.
Sin embargo, él no te dejó apurarte y te fue ubicando lentamente encima de su duro miembro, entreteniéndote con un beso hambriento, su lengua introduciéndose en tu cavidad bucal mientras dibujaba círculos sobre tu sobreestimulado clítoris. Te estremeciste alrededor de él cuando sentiste cómo su punta se abría paso entre tu apretado interior, tan mojada que goteabas sobre su polla y sus muslos.
Cuando finalmente se hundió por completo, intentaste moverte de inmediato, deseando sentir cómo te destrozaba. Pero nuevamente te retuvo, retorciéndote y gimiendo, apretada contra él.
"Shh, disfruta un poquito", te dijo mientras presionaba besos y mordidas en tu hombro, tus uñas clavadas con fuerza en sus hombros ante la repentina intrusión y anticipación.
Cuando finalmente aflojó su agarre en tus caderas, inclinaste tu peso hacia adelante, apretándolo contra el borde de la cama, y bajaste las manos hacia su ancho pecho. Cambiaste el ángulo de manera que veías estrellas al sentir su polla tan dentro tuyo.
"Dios, kuku", dijiste en un gemido, con la voz temblando un poco mientras tus caderas empezaban a mecerse contra su pelvis. Él gimió, casi como alentándote, viendo cómo la luz del sol se filtraba por la ventana y daba contra tu cuerpo desnudo, sus palmas se encontraban ligeramente presionadas sobre tus muslos mientras su pene bombeaba en tu interior. Todo se sentía increiblemente bien.
"Dios amor, es como si hubieras sido creada solo para mí", balbuceó envuelto en el delirio del momento, y por un momento pensaste que sí;
estabas hecha solo para él.
El mayor guió tus caderas hasta encontrar un ritmo adecuado que te hacía rozar tu clítoris contra el suave vello rubio sobre su pelvis. Toda esta situación era mucho para vos, realmente mucho después de haber alcanzado el clímax dos veces, pero no paraste incluso cuando algunas lágrimas comenzaron a salir de tus ojos, escurriéndose por tus mejillas, siendo resaltadas por la suave luz del sol golpeando tu cara.
Su polla se sentía tan bien dentro tuyo, te llenaba de una manera exquisita. La punta de su miembro se curvaba contra tus paredes y rozaba perfectamente ese punto dentro tuyo. Gemiste y jadeaste ante tal estímulo mientras mordisqueabas distraídamente su cuello y clavículas y gemías su nombre en su oído.
Una de sus manos subió hasta uno de tus pechos, tomándolo en su boca, chupándolo y besándolo vorazmente mientras que la otra estimulaba tu clítoris con velocidad.
Lo montaste vigorosamente mientras sentías cómo tu tercer orgasmo amenazaba cada vez más con llegar. Tus caderas comenzaron a moverse de forma desincronizada cuando un gemido agudo se escapó de tus labios. Esteban entendió la situación al instante, por lo que tomando tus caderas, salió de tu interior y te volteó nuevamente, un quejido abandonó tus labios ante la falta de estímulo. Sin embargo, Esteban volvió a adentrarse en tu coño apenas terminaste de acomodarte en cuatro, con tus antebrazos apoyados sobre la cama y el culo alto en el aire, dándole una vista asombrosa a su parecer, lo cual lo incentivó a mover sus caderas de una forma lenta y seductora, sin embargo golpeando justo el punto adecuado.
"Amor! Por dios!", gritaste contra la almohada, saliva escapándose de tu boca hacia la sábana, tu clímax cada vez más cerca, "Por favor, que rico, seguí, seguí, justo ahí." lloriqueaste de placer, tu respiración agitada "M-mas fue-fuerte." dijiste fuera de si.
Te desmoronaste debajo suyo apenas treinta segundos después, temblando, colapsando sobre el colchón y apretando las sábanas en tus puños como buscando que eso te salve de la sensación tan abrumadoramente satisfactoria, tu espalda todavía arqueada para mantenerlo adentro tuyo. Él acarició tu espalda, suavizando sus estocadas mientras sentía cómo lo apretabas tan, tan fuerte.
"Amor", murmuraste después de un minuto, incorporándote un poco, luciendo completamente agotada.
"¿Listo?" preguntó, sacando su miembro de adentro tuyo a punto de ayudarte a levantar.
Negaste, girando tu cuerpo, quedando ahora boca arriba y volviste a abrir tus piernas, sabías que todavía faltaba él.
"Acabá", le dijiste mientras guiabas su polla hacia tu entrada una vez más, apretándote alrededor suyo y sonriendo maliciosamente cuando sus ojos se cerraron con fuerza ante la sensación. "Porfi, quiero que acabes antes de que vayamos a desayunar."
Él no esperó ni una palabra más y te sacudió fácilmente de arriba hacia abajo, penetrándote con intensidad, buscando su propia liberación y vos seguiste el ritmo felizmente, apretando tus paredes cada vez que se empujaba dentro tuyo, exprimiéndolo. Miraste ensimismada sus músculos tensándose y emitiste pequeños sonidos ante la sobreestimulación, llorando de placer y aferrándote a sus brazos, rasguñando los mismos.
Cuando él llegó al clímax, gemiste como si hubieras acabado de nuevo, inclinando la cabeza hacia atrás mientras sentías su cuerpo desplomarse encima del tuyo durante unos segundos.
"¿Eso era lo que querías?" preguntó con su respiración agitada, tus dedos acariciando sus claros cabellos mientras él presionaba suaves besos en tu mejilla.
"Mhmm."
"Dios, te extrañé tanto, preciosa", dijo incorporándose, saliendo de tu interior con delicadeza y presionando un beso en tus labios.
"Mhmm", repetiste, tus ojos estaban cerrados y tenías una sonrisa pintada en la cara. Esteban se rió por lo bajo, acomodando los cabellos que estaban en tu rostro detrás de tu oreja.
"¿Quieres ir a bañarte mientras hago el desayuno?" dijo acariciando tu mejilla con tanto amor que pensaste que podías derretirte ahí mismo. Consideraste la oferta, pero terminaste negando con la cabeza. "Bañemonos y después hacemos juntos el desayuno", dijiste mirándolo a los ojos. Esteban entendió enseguida a lo que te referías y depositó un beso en tu nariz.
"Bueno, vamos a bañarnos, el desayuno puede esperar."
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olee · 3 months
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Amor y Odio II | Enzo Vogrincic
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Para: los que quieren volver con su ex!
Parte 2:
Lo primero que cruza por tu mente es recordar todo lo compartido con la persona con la que te has encontrado de manera inesperada. Al mirar a Enzo, percibes sorpresa en su rostro, y te das cuenta de que la colisión ha causado que tu nariz sangre.
Enzo, también asombrado, busca rápidamente una servilleta en la cafetería y te la ofrece para cubrirte la nariz. Sin embargo, con un tono agresivo, le retiras la servilleta de la mano y le dices: "Déjame, yo me encargo". La tensión en el aire es palpable mientras tratas de manejar la situación de manera independiente, incluso en medio de la sorpresa de encontrarte con tu ex en un lugar tan inesperado.
Enzo te mira, aún visiblemente impactado, y te pregunta de manera titubeante: "¿Cómo estás?" Luego, señala la mesa cercana en la cafetería para que te sientes. Asientes y lo observas con seriedad, sosteniendo la servilleta en tu nariz. Él busca dos vasos de agua y te entrega uno, sentándose a continuación, mientras el silencio se instala, cargado de pensamientos reflexivos.
La realidad es que todavía estabas impactada, como si el universo los hubiera juntado sin explicación. Al mirarlo seriamente, Enzo rompe el silencio y pregunta de nuevo: "Eh... ¿cómo estás? Veo que no andas por Uruguay". Respondes bruscamente, "¿no es obvio?" Enzo te mira y corrige su tono, "Cierto. Eh... ¿cómo va todo?" Tú le respondes con seriedad, sin mirarlo a los ojos, "bien, trabajando... ¿y vos?" Enzo pone una sonrisita y te dice, "muy bien, mejor dicho, me siento fantástico". En ese momento, lo miras a los ojos y te reís cortamente con sarcasmo, comentando, "me imagino".
Un tenso silencio llena la cafetería y decides levantarte del asiento, tomando tu cartera. "Bueno, si es así, me voy", anuncias. Enzo, rápidamente, se pone de pie y te detiene: "¡Espera! Por favor, (tu nombre), hablemos. Si quieres, nos vemos mañana o algo, eh... ¿hasta cuándo vas a estar aquí?" Tu respuesta es contundente, con un tono de rechazo: "Yo no quiero hablar contigo para nada. Vos decidiste dejarme, y ahora no me tenés. Así que vete pal carajo", expresás antes de marcharte rápidamente por las calles de Madrid.
Entonces, en medio de la calle que estabas cruzando, Enzo te agarra y te dice con urgencia: "(tu nombre), porfa, hablemos". Tu mirada se encuentra con la suya en un tenso intercambio, la luz se pone roja y los autos detrás comienzan a tocar bocina. Ante la presión del momento, decides ir con él al Parque del Retiro para hablar. La tensión persiste en el aire mientras se adentran juntos en el parque, dejando atrás el caos de la calle y permitiéndose un espacio para desentrañar las complejidades de sus emociones.
Caminando por el Retiro, intentas evitar mirar a Enzo y él hace lo mismo. Un silencio incómodo envuelve la conversación, pero él finalmente comienza a contarte las cosas que le han sucedido desde que se separaron. "Pues, en dos días voy para Los Ángeles para una audición con, puede ser que sea con la producción de Star Wars y...", pero tus pensamientos se dispersan observando a la gente haciendo ejercicio, los pavos reales, los niños jugando en el parque. Intentas no prestar atención a Enzo.
Sin embargo, él se detiene y te pregunta, "¿todo bien?" No puedes contenerlo más y lo miras intensamente, como si estuvieras a punto de llorar, y le dices, "tú no sabes lo preocupada que estaba por vos. No sabes las noches que no he dormido pensando que estabas sufriendo. Y ahora, horas después, estás súper bien. Nunca viniste a buscarme, me dejaste como una cucaracha muerta, tirada. Ahora, no quiero saber nada de vos. Mejor quédate con esas actrices, fóllatelas a todas y vive tu vida en Hollywood. Yo estoy súper bien aquí en mi trabajo", dices, temblando de enojo y con ganas de soltarle más verdades.
Enzo te mira intensamente y admite: "Vos tenés toda la razón. Yo no te voy a decir un pero. Sé que me alejé y no volví. La verdad es que no sabía cómo, y estoy sumamente de acuerdo en que es mi culpa", se apuñala metafóricamente en el pecho mientras te mira con tristeza y esperanza. "Así que por favor, perdóname. Sé que me odias, me odias demasiado, pero por favor, perdóname".
Tú lo miras y, a pesar de tus esfuerzos por contener las lágrimas, una se escapa. Le respondes: "Enzo... de verdad no sé qué hacer. Me he quedado esperándote, una llamada tuya, un mensaje, pero solo recibía mensajes de tu manager, no de vos. Era como si me odiaras o te diera asco, es que—" Él te interrumpe apresuradamente: "Asco para nada, amor. Yo nunca te odié. Vos sos todo para mí. ¿Cómo que asco, (tu nombre)?", te dice agitado.
Tú te tapas la cara con las manos, sintiendo la tensión y el coraje que te genera Enzo. Internamente, sabes que lo amas y que deseas volver al pasado, anhelas esos besos, tocarlo, abrazarlo como hacían todas las noches. Extrañas las caminatas por Montevideo, los cafecitos con la abuela, extrañas todo lo que compartías y decías con Enzo. Pero en ese momento, no sabes realmente qué decir. Solo logras murmurar: "Creo que es muy tarde ya".
Enzo te mira fijamente y te pregunta con sinceridad: "(tu nombre), ¿eso es realmente lo que quieres? ¿Sabes algo? No he dejado de pensar en vos, te amo demasiado. El amor es tan intenso que siento que mi pecho quiere salirse. Vos conoces todo de mí, eres la única que me entiende. No me importa lo que haya pasado hasta ahora, y le doy gracias a Dios por darme la oportunidad de volverte a ver. ¡Vos no sabes cuántas veces le he pedido a Dios!", dice con emoción, como si estuviera al borde de las lágrimas.
Tú lo miras, sorprendida por la intensidad de las palabras de Enzo. Nunca lo habías escuchado hablar de esa manera. Siempre fue tranquilo y ansioso, pero en ese momento, su desesperación parece temblarte a ti también. Enzo confiesa: "Te amo, (tu nombre)". Mirando a ambos lados y contemplando el atardecer, los rayos del sol iluminan el rostro de Enzo. Respondes, un poco más relajada y con una pequeña sonrisa: "Enzo, por favor, deja esa bobería de romántico que eso no es vos".
Enzo te mira, sonríe pero a la vez llora, y te dice: "Te puedo decir algo". Miras justo en la terminada del atardecer y le animas: "Dale, dime". Con sus ojos enrojecidos, Enzo confiesa: "Quiero besarte, pero todita". Tú le sonríes sarcásticamente y le respondes: "Como si yo quisiera lo mismo". Él se acerca, acariciando tu brazo y llegando a la muñeca, masajeándola en círculos. "Ven acá, chiquita,” te dice, tomándote del rostro y dándote un beso apasionado mientras el sol completa su despedida. Fin.
VOLVIMOS CON EL EX! 😬
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myillicitaffair · 3 months
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Strawberries & cigarettes | Esteban Kukuriczka
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Sumario: llamar a tu ex en la mitad de la noche jamás podrá ser buena idea, a menos de que se trate de él, claro.
Advertencias: sexo explícito (+18), masturbación, dirty talking, degradación, cigarrillos y engaños.
Créditos: el fic está basado en la canción de troye sivan y las fotos utilizadas para el collage las saqué de pinterest.
Nota del autor: este mi primer request, gracias por pedirlo, amoor xx
2k words
La ciudad se alza orgullosa frente a mis ojos, los edificios brillando en todo su esplendor. Un limitado arsenal de vehículos se pasea por las calles; desplegada en una silla de mimbre, me pregunto su destino.
¿A dónde se dirigen a las 2 de la mañana?
La bulliciosa metrópoli parece tomarse un respiro a estas horas de la madrugada, logrando, por consiguiente, relajar a los escasos espectadores de su tranquilidad.
Jugueteo con el cigarrillo entre mis dedos, notándolo desperdigarse gracias a la brisa otoñal. Es un mal hábito, lo sé, pero es de los pocos resabios de su presencia que aún conservo, una de las pocas garantías que aseveran su paso por mi vida.
Lo introduzco en mi boca, inhalando el humo profundamente para luego exhalarlo. Degusto sus notas amargas en mis papilas gustativas, como casi saboreando sus labios…
Esteban y yo habíamos terminado en buenos términos; él vivía en capital y yo demasiado lejos, ahí fue cuando descubrimos que la relación a distancia simplemente no funcionaba para nosotros.
Después su carrera como actor despegó, yo senté cabeza con un viejo novio de la infancia- inofensivo, predecible- y en nuestras vidas ya no cabía lugar para el otro. Incluso ahora, cohabitando en la misma ciudad, nuestros rumbos se habían desviado del otro.
Tecleo los números de su teléfono de memoria, grabados a fuego en mi retina.
Soy perfectamente consciente de las horribles consecuencias que mis acciones podrían conllevar, pero nada de eso cobra importancia cuando la línea se interrumpe con su contestación, su voz dormida aguardando al otro lado de la llamada.
“¿Hola?”- Vocifera, ronco y un tanto desorientado.
Mi pulso se desestabiliza al escucharlo hablar luego de tanto tiempo, recordando de golpe los matices en su tono. Me lo imagino tumbado en su recámara, durmiendo en posición fetal, como siempre, la almohada abrazada entre su fuerte contextura.
“¿Tebi, te desperté?”- Mi respuesta se oye torpe ante el nerviosismo. ¡Es la madrugada, claro que lo desperté!
“Nena, ¿sos vos?”- Pregunta, esta vez un tanto más despierto y despabilado.
Aquel viejo apodo se desliza por sus labios sin siquiera notarlo, sin causarle ningún esfuerzo. Sin embargo, a mi me destruye, me obliga a rebobinar el tiempo y fundirme en los agridulces recuerdos.
“¡Si! Perdón que te llame tan tarde”- Me disculpo atropelladamente, de pasada nada más- “Yo se que no hablamos hace meses.”
Me arrepiento de mis palabras en el segundo en el que las formulo, mis miedos se solidifican ante mis ojos; el temor a parecer necesitada, débil, obsesiva incluso.
Más allá de ello, se que fue la decisión correcta. Es en noches como estas, solitarias y sin una estrella parpadeando en el cielo, en que más extraño su luz, la que jamás fallaba en brindar sin pretensiones.
Un par de lagrimas fugaces atentan mis mejillas, derrumbando por completo el sereno revestimiento que tanto me esforcé en construir.
“¿Estás bien? ¿Qué pasó?”- Cuestiona, todo en su actitud delatando una reciente preocupación. Puedo oír el rechinar de las bases de su cama, evidenciando su brusca reacción, la fricción contra las sábanas al enderezar su espalda.
“Si si, pero ¿Podes pasarte por casa?”- Propongo, más temblorosa de lo que me gustaría.
Agradezco el soporte que el asiento me proporciona, tal vez sin este, mis piernas hubiesen cedido ante la ansiedad.
Espero paciente al otro lado de la convocatoria, siendo testigo de su respiración acompasada, como sopesando mis palabras.
“Estoy allá en 15 minutos, máximo.”- Confirma, irguiéndose para emprender camino.
“Esteban”- Llamo su atención, provocando que sus extremidades se aquieten- “Muchas gracias…”
Una sonrisa brota de su expresión, dándole lugar a una leve risa, que escucho desde la quietud de mi balcón. Sin notarlo, mis comisuras imitan su gesto.
“No hay de qué, chiquita, ¡esperame que ya llego!”- Asegura, dando por concluida la comunicación.
Un poco más distendida, permanezco quieta en mi lugar, moviendo mis anestesiados dedos solo para fumar pausadamente.
Una pequeña expectativa comienza a burbujear en mi interior; con la simple idea de volver a estar en su presencia, mi corazón descontrolado golpetea mi caja torácica, como tratando de huir de sus confinamientos.
¿Cuánto tiempo habré permanecido así? Genuinamente, no lo sé, pero lo suficiente para que él arribe.
Mis ensoñaciones se ven interrumpidas por el timbre resonando en mi departamento, generando temblores en toda la superficie.
Salto de mi butaca impacientemente, avanzando con agilidad hasta el recibidor. Del otro lado de la puerta, lo descubro enfrentándome, jugueteando con las llaves entre sus dedos. Sus orbes se pasean por mi persona presurosamente, por lo que autorizo a los propios a hacer lo mismo.
A pesar de nuestro breve tiempo separados, él permaneció prácticamente intocado; su postura relajada, sus cabellos alocados y desparramados en todas direcciones… “tal vez dejó crecerse la barba”, filosofo al chequearlo.
Sin más premeditaciones, me arrojo a sus brazos entreabiertos, los cuales me reciben gustosamente. Escondo mi nariz en su cuello, inhalando aquella familiar fragancia, perdiéndome en su calor corporal engulléndome por completo. Se toma la libertad de posar su pera contra la corona de mi cabeza.
Contra mis propios deseos, me despego de su torso, alejándome levemente para guiarlo adentro. Estiro mi mano, aguardando que la tome para adentrarnos en el living.
Una vez allí, esquivo la pequeña mesa ratona para dirigirlo hacia el sillón, donde se sienta sin mediar palabra.
Allí, parada en la sala de estar, mis pensamientos giran en su torno, envalentonándose con cada segundo que transcurre. Por un impulso indescifrable, me apropincuo a su espacio personal, rompiendo dicha barrera.
Acomodo mis piernas de modo que las suyas queden entre medio, para luego sentarme sobre sus templados muslos, regodeándome en la sensación de su contacto físico. Mi boca busca la suya en un movimiento desesperado, moviendo mis labios contra los suyos con una inesperada urgencia.
Me inunda la decepción al sentirlo separar nuestros rostros. La confusión tiñe su semblante, mientras investiga la escena que se le presenta.
“¿Y tu novio?”- Consulta, penetrándome con el fulgor de su mirada.
Abrazo su nuca entre mis brazos, atrayéndolo nuevamente hacia mí. Una mano se desliza hasta juguetear con el cuello de su remera, señalizando mi deseo de arrancársela.
“No está en casa”- Ronroneo en su oído, serpenteando mis manos por sus hombros con delicadeza- “No pienses en él, amor, concéntrate en mí.”
Comienzo a despilfarrar besos por su cuello, succionando su sensible piel hasta dejar marcas, clavándole los dientes juguetonamente para luego chupar el escozor. Saboreo su colonia en mi lengua y me encuentro adicta a su sabor amaderado, incapaz de separarme. Una necesidad primal se cuece en mi interior al presenciar su tez brillante con mi saliva.
“Esto está mal, nena”- Gime profundamente, echando su cabeza hacia atrás y concediéndome más acceso.
Me cuelo entre nuestras siluetas, acariciando su agitado abdomen, el cual se estremece ante mi toque. Batallo con el botón de su pantalón hasta desabrocharlo, sin parafernalias desciendo el cierre y descanso mi palma en su entrepierna.
“Decime que queres parar y yo lo hago”- Respiro, sobre la ardiente piel de sus hombros. Aún estática sobre su ropa interior.
“Sabes que no te voy a pedir que pares”- Murmura pesadamente, levantando sus caderas hasta rozarse con mis dedos. Evacua un sollozo de alivio.
Como cobrando vida, deslizo mis yemas por su longitud, generando una creciente erección. Masturbo su miembro sobre el calzoncillo a un ritmo agonizantemente lento.
“Entonces no te niegues, Tebi”- Respondo, inmiscuyéndome en la tela para palparlo piel a piel y acelerar mis atenciones.
Sus gemidos llenan el aire, complaciéndome de sobre manera y excitándome más de lo que creía posible. Buscando desesperadamente calmar el ardor, me froto contra la tela del pantalón, escasas barreras separándolo de mi centro.
Sus músculos se tensan bajo mi coño, devolviéndome placer al golpear mi clítoris al unísono de mis caricias en su polla. Mis labios se entreabren ante la fricción, escurriendo murmullos de regocijo por mis cuerdas vocales.
“Al final, que puta que resultaste”- Se burla cínicamente, enjaulando mi cintura en su agarre para presionarme más contra él.
Subo el volumen de mis quejidos ante la nueva intensidad de sus acciones, la degradación dejándome sin raciocinio. Mi torso completamente presionado contra el suyo, mis manos aún tocándolo deprisa.
Utilizando su fuerza, me recuesta en el sillón y se despega de mí, sentándose en el otro costado de este.
“Quiero que me muestres como te estuviste tocando, pensando en mí, mientras tu noviecito dormía a tu lado”- Demanda, su vista fija en mi mientras comienza a palparse.
“Mi amor, por favor”- Ruego, un tanto agobiada ante las llamaradas quemando mi vientre bajo.
Observo sus movimientos con atención, como sus yemas rozan su glande perezosamente, excitándose aún más. Una gota de sudor descendiendo por su cuello ante el esfuerzo físico, escondiéndose bajo su camiseta de algodón.
Bajo mis shorts aun observando la imagen frente a mí, aventándolos al suelo junto con mi blusa. Recubierta únicamente por mi ropa interior, asciendo hasta mi busto, pellizcando mis pezones hasta formar duros picos entre mis dedos. Sus penetrantes orbes persiguen cada uno de mis movimientos, sintonizando los suyos para que ambos nos movamos al mismo ritmo.
“Tu noviecito no te sabe satisfacer, por eso tuviste que llamarme, ¿o no?”- Se mofa al presenciar la impaciencia que me consume, como me apresuro a infiltrarme por mis bragas para sobar mi punto mas sensible con urgencia.
“Nadie me coge como vos, Tebi…”- Susurro, extraviada ante el renovado éxtasis.
Fantaseo con su toque entre mis labios, desparramando mi humedad, saboreándola desenfadadamente, con los ojos cerrados y la lengua paseándose por sus propios dígitos.
Sin embargo, debo conformarme con la mediocridad de la autovalidez, hasta que decida tomar piedad de mis intentos en vano de remplazar sus atenciones.
“No doy más, necesito que te corras conmigo, mi amor”- Pide al sentir su orgasmo aproximarse, ahora follando su propio puño con premura.
Al ver su estado de frenesí descontrolado, decido avivar mis caricias a mis zonas intimas, introduciendo mis dedos en mi apretado agujero hasta notar que mi estomago empieza a tensarse.
El ambiente transluce nuestros inminentes apogeos con los suspiros que desangran nuestras gargantas, el sucio sonido de humedad encontrada por extremidades y suplicas al aire, con un destinatario en concreto.
Acerca su temblorosa complexión a la mía, atisbando mi muñeca moverse al compás de los bombeos en su longitud y arrimándose a mis piernas abiertas. Ante un sollozo particularmente estridente de su parte, despierto de mi ensimismamiento y lo acerco a partir de sus caderas en erráticos movimientos.
“Encima de mí, por favor, ¡correte encima de mí!”- Imploro, aturdida por las oleadas de placer poseyéndome por completo.
Suelta un grave gruñido seguido de improperios al momento de llegar a la culminación de la satisfacción, depositando cuerdas infinitas de semen blanco sobre mi meciente pecho. Su excitación comienza a chorrear por mi vientre, agrupándose en mi ombligo para continuar su descenso pausado.
Con tal candencia rodeando los actos desplegados, logro abandonarme al pasmo de la conclusión con un arrollador orgasmo; mi coño apretando mis propios dedos, deseando que se aniden allí, mi cuerpo gozando violentos espasmos, mi visión jamás partiendo de las farolas apuntadas en mi dirección.
“Muy bien, chiquita, siempre tan obediente para mi”- Me alaga, estirando sus yemas para recoger unas resbalantes gotas de semen y empotrarlas en mi boca entreabierta, indicándome tácitamente mis propias acciones.
Mi lengua recorre cada uno de sus surcos y recovecos, aspirando casi instantáneamente su salada carga, como si de un codiciado elixir se tratase.
“Ahora vas a dejar que te coja hasta que no puedas ni caminar, hasta que te olvides incluso de su nombre ¿si bebita?”- Propone sin remover sus dígitos de mi cavidad, sus crudas palabras contrastando con la suavidad de sus manos en mí.
Asiento frenéticamente, ahuecando mis mejillas para lograr tomarlo aún más profundo, notando un estremecimiento recorrer mi medula espinal ante la anticipación de una larga noche de pasión.
Aclarar que cumplió con sus promesas al pie de la letra sería, francamente, caer en un vago eufemismo…
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Me gustan las tardes
de domingos
con sabor a familia.
Me gusta la cama
recién vestida
con ropa limpia.
Me gusta el olor
de la mañana
que asoma fresca
por la ventana.
Me gusta el color rojizo
del cielo justo antes
de la puesta del sol.
Me gustan los últimos
cinco minutos
de una larga jornada
de trabajo.
Me gusta el cansancio
que descansa relajado
después del ejercicio.
Me gusta el vapor
en el espejo
después de una ducha.
Me gusta el día
antes de un viaje,
y el viaje
antes del destino.
Sí, me gustan las esperan
que anticipan la felicidad.
Me gusta también
el calor de un día de invierno
al abrir la puerta de casa.
Me gusta ver llover
con un recuerdo sin paraguas.
Me gusta el olor a café,
si, como me gusta.
Me gustan los dulces
recién horneados.
Me gusta la cara
de un niño sorprendido.
Me gustan las noches
de verano frente al mar.
Me gusta la luz
de una vela al cenar.
Me gusta saber
lo que no se puede explicar.
Me gusta, y mucho,
sentir lo que los demás
te cuentan sin hablar.
Me gusta hablar
en voz baja
cuando hay silencio.
Me gusta, si,
como me gusta,
cuando las palabras
tocan el alma.
Me gusta el instante
antes de que venza
el sueño.
Y más aún,
me gusta un sueño,
cuando vence al instante.
Son tantas las cosas
que me gustan.
Y aun así,
de todo lo que me gusta,
lo que más me gusta,
eres tú.
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huellas-poeticas · 6 months
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Me vestiré sin prisa,
mientras tu luz anida
en el gemido de mi pecho,
encadenada a tus surcos,
tus barrancos y tus selvas.
Me vestiré sin prisa con la piel solitaria,
hecha colina virgen y volcán en llamas.
Tendré la sangre en celo
encadenada a tu batalla,
y tú serás vertiente y filo
en el temblor de la mañana.
Mecido en el aroma de una paz frondosa,
beberás hasta el fondo mi conciencia.
Me vestiré sin prisa, absorta frente al agua,
al viento y a las rosas,
en el suspiro invisible que vela mi silencio,
con la alegría en los ojos
y un olor a ritmo y tierra.
Recorreré la ruta de tu cuerpo ya sin miedo,
y tú, ceñido a mí,
te fundirás tormentoso a mi silencio.
Y de nuevo sí...
encadenada a tu campo,
tu estanque y tu redil  celeste,
improvisaré frutales y nidos de espumas.
Después, cuajado de tristeza... me acosarás,
y al pie de mi ventana dolerás entre mis dudas.
Me obligarás a quererte y te querré ,
lejos del río y de la entrega.
Yanira Soundy 
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velthurvik · 1 year
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Göllnitz im Winter
Sanftes kaltes Morgenlicht über der Niederlausitz verleiht dem Dorf ein eisiges Antlitz. Fast wie ein vergessenes Märchenland im Schnee.
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possession-swapbody · 5 months
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Los amigos se ayudan entre si
Mi mejor amigo Garret y yo acabamos de hacer la mejor broma del mundo, y creo que eso no le gustó mucho a los maestros en especial al coordinador ya que acabábamos de causar un gran desorden. El personalmente se encargaría de informar a nuestros padres de lo ocurrido, por lo que nos dio un reporte a cada uno y un citatorio donde decía que nuestros padres debían asistir mañana.
Mi padre estaba fuera de la ciudad por lo que el coordinador decidió que a él le informaría por llamada, pero mi amigo no tendría tanta suerte, así que decidí que le ayudaría un poco con este asunto.
Para poner contexto se podría decir que en mi familia tenemos una peculiaridad, todos recibimos un poder al cumplir los 17 años, mi abuelo puede sanarse inmediatamente de cualquier enfermedad o accidente, mi hermano tiene un olfato tan potente que puede oler y distinguir cualquier objeto, animal o persona que desprenda un olor a kilómetros, mi tío puede comunicarse con otros a través de los sueños y mi papá puede ver a través de los objetos, pero el mío es el mejor y eso que aún no he descubierto todo su potencial, digo hace 4 meses que lo obtuve así que aun ocupo explorar mucho, mi familia cree que mi poder es salir de mi cuerpo y explorar el entorno sin ser detectado, y en teoría lo es, pero lo que no les he contado ni a mi familia ni a Garret es que al salir de mi cuerpo obtengo el poder de entrar en los demás y tomar sus cuerpos, la desventaja es que al entrar en alguien esa persona puede sentir mi presencia en lo que tomo el control, pero si lo hago mientras duermen no pueden resistirse a mi posesión.
Garret sabe que mi familia no es normal, esto porque hace 2 años vio como mi abuelo callo del techo de mi casa y se clavaba una barrila en su pecho, solo para sacarla y sanarse en segundos, pero como esos sido amigos desde la infancia comprendió que debía guardar el secreto.
Así que bueno deje a Garret en su casa y le dije que no le dijera nada a su papá hasta mañana temprano, el me preguntó porque pero le dije que confiara en mi. Sabía que Sergio el padre de Garret llega del trabajo a las 6:30pm y debía asegurarme que Garret no dijera nada a su padre así que espere a que fueran las 6:00pm , le dije a mi hermano que me quedaría a dormir con Garret porque teníamos que hacer un proyecto en su casa y como se entregaba al día siguiente, tendríamos que trabajar en el aunque se hiciera noche, el solo me dijo que le llamara cuando llegara y así lo hice, para mi sorpresa llegue justo antes que Sergio ( el papá adoptivo de Garret), el me saludo y fue a su cuarto, espere unos minutos y le recordé a Garret que por nada del mundo le dijera a sí padre sobre que el coordinador lo mando a llamar.
Luego de la cena Sergio se fue a dormir, se veía muy cansado, Garret y yo hicimos lo mismo, bueno no exactamente, yo espere a que Sergio estuviera profundamente dormido, y luego de unos minutos escuche sus ronquidos, me concentre, y expulse mi forma astral de mi cuerpo, yo estaba en la sala así que flote hasta el segundo piso donde dormía Sergio, lo vi y estaba profundamente dormido, entonces tomé un poco de impulso y me abalance sobre el, sentí como mi ser estaba tomando posesión de su cuerpo, sentía sus sabanas rosando con su piel, escuchaba como el viento chocaba a la ventana, y por último abrí sus ojos, o bueno mis nuevos ojos, estaba un poco iluminado por la luz de luna que entraba por la ventana, pero entonces sentía como el cansancio me llevaba a un profundo sueño, era algo normal después de todo el se veía exhausto antes de ir a dormir y la posesión deja los cuerpo muy cansados.
Al llegar la mañana me despertó una alarma, entonces caí en cuenta que era Sergio, me levante y rápidamente escondí mi cuerpo inconsciente en el cuarto de Sergio antes de que Garret lo viera, decidí que le jugaría una broma. Después baje a la cocina y prepare el desayuno, Garret y me dijo:
Garret: papá no sabes donde esta Alex?
Alex: su hermano llegó a recogerlo, dijo que tenía que ir con el a hablar con él coordinador.
Levante una caja fingiendo ser un padre que sabe que su hijo le debe muchas explicaciones.
Garret: Hablando de eso...
Alex: Antes de que me digas algo, ya habale con Daniel y me dirijo que su hermano y tu estaban juntos en eso.
Garret: Entonces... ya lo sabes?
Alex: si y estoy muy decepcionado, yo no te eduque así, no pensé me ocultaras estas cosas, y más si se supone que hoy tendríamos que asistir, quien te dijo que debías ocultarle cosas a tu padre.
Miraba a Garret callado, así que lo miré fijamente como si estuviera demasiado enojado, prácticamente obligándonos a hablar.
Garret: lo que pasa es que Alex me dijo que te dijera hasta hoy, pero ...
Alex: pero nada, come y nos vamos.
Garret: pero aun faltan 1 hora para mi primera clase y la escuela a 5 minutos en carro, porque vamos tan temprano?
Alex: porque tengo cosas que hacer y como no me avisaste, ya no puedo ir mas tarde.
Procedí a servir su almuerzo y mientras comía pensé en que debía confesarle lo que hice, pero decidí esperar un poco más.
El camino a la escuela fue un poco incómodo, Garret no se atrevía a de ir nada pero yo no quería desatarse aun.
Luego de hablar con el coordinador y dejar en claro la sanción por lo ocurrido, me subí al asunto con Garret y comencé a charlar con el:
Alex: Hijo, quiero que sepas que estoy muy decepcionado.
Garret: perdón papá, no volverá a pasar.
Alex: eso espero, porque es muy molesto tener que aguantar esas juntas.
Garret me miró con extrañeza, por lo que acababa de de ir.
Garret: puedo bajarme, voy a buscar a Alex.
Alex: hablando de tu amiguito... debo dejarte algo claro respecto a el.
Garret: La idea fue mía, no de el, el no me invito a hacer esa broma.
Alex: Vamos la mitad de la broma fue idea mía.
Garret: que?
Alex: jaja, deberías ver tu cara, bro soy yo Alex.
Garret: no entiendo ...
Alex: bro, sabes de mi habilidad, pero resulta que no solo salgo de mi cuerpo, sino que puedo tomar el de otros.
Garret estaba completamente shock, su expresión era lo mejor, luego de procesarlo todo me dijo:
Garret: Entonces ahora eres mi padre.
Alex: si
Garret: y esto es algo temporal verdad.
Alex: si
Garret: Entonces mi padre nunca sabrá de esto.
Alex: no,solo yo y tu lo vamos a saber
Garret: genial, oye pero que va a pasar contigo, ya no puedes faltar más a clases.
Alex: descuida por eso venimos 2 horas Antes, tengo tiempo para ir y regresar.
Garret: Entonces, ya vas a dejar a mi papá?
Alex: si, solo que mi cuerpo está en tu casa, voy a regresar a y a dejar tu papa y regreso.
Garret se quedó en la escuela y yo regrese a casa de Garret.
Al llegar sabía que tenia que resolver un asunto, como lograría volver a mi cuerpo y salir de la casa sin que el papá de Garret se diera cuenta, cuando dejó a alguien tarda unos minutos en despertar, pero yo también tardo unos minutos en tomar conciencia, así que tome mi cuerpo, lo llevé asta la puerta de la casa, discretamente lo saqué y coloque detrás de unos rosales y arbustos que están en el jardín delantero, pero al hacer esto me atore con un rosal y por accidente rompí la camisa del padre de Garret, regrese a su habitación a cambiarme de ropa, al desvestirse note algo que en la mañana pase por alto, el padre de Garret estaba en forma, ver su cuerpo se volvió algo un poco incomodo al notar que mi nueva herramienta comenzó a apretar contra los pantalones.
Luego por mi mente paso una idea que me hizo dudar si acaso estaría bien que si me encargara de ese asunto, digo es algo personal y es el cuerpo de otra persona, nunca había echo nada indebido en otro cuerpo que no fuera el mío, pero para cuando menos lo pensé ya me estaba bajando los pantalones, una culpa comenzaba a inundarme, pero no podía hacer nada en contra del cuerpo de Sergio que se ponía cada vez más duro.
Me senté en la sala y comencé a acariciar si polla por encima de su bóxer, era tan sensible que un gemido salió de mi boca, comenzaba a presionar y a jugar con mi nueva polla por encima del bóxer, la sensación era única, la sensibilidad me hacia temblar de placer.
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Fue entonces que me traslade a su cuarto, me desnude por completo y comencé a bombear mientras acariciaba el pecho de Sergio, era demasiado placentero, mis piernas cedían ante el placer y me tumbe en su cama, seguí jugando cada vez mas duro con su pene, mi espalda se arqueo mientras dejaba salir toda la semilla de Sergio cubriendo mi pecho y parte de su cara, pero entonces algo pasó, salí disparado hacia fuera de su cuerpo, nunca me había pasado eso, pero no sólo salí yo, de alguna forma arrastre a Sergio conmigo, veía como su silueta comenzaba a reaccionar, así que en un momento de pánico solo pude empujar su forma astral hacia su cuerpo.
Acaso había descubierto una nueva parte de mi poder, estuve analizando todo durante unos minutos pero en eso Sergio despertó desconcertado, se notaba que no entendía lo que estaba pasando, vio su pene que aún pedía más, se acercó a la puerta y grito nuestros nombres, cuando se aseguró que no había nadie, vi como regreso a terminar lo que yo empecé, me acerqué con la intención de volver a entrar, pero entonces vi un reloj que decía que ya había pasado mas de media hora y recordé que debía regresar con Garret antes de que empezarán las clases o sería sospechoso, regrese a mi cuerpo y me fui rápido.
Llegue con un poco de tiempo antes de que empezara la primera clase, le dije a Garret que había descubierto que podía sacar a otros de sus cuerpos, el se veía emocionado y me comenzó a hacer preguntas
Garret: ¿como descubriste eso?
Alex: bueno...
Sabía que no podía decirle a Garret que me estuve masturbando con el cuerpo de Sergio así que omití esa parte.
Alex: veras cuando deje el cuerpo de tu Papá sentí algo diferente a cuando he salido de otros cuerpos y vi a tu padre a mi lado, lo dejé en su cuarto acostado así que lo poco que vio pensara era un sueño.
Garret: ¿y como regresaste?
Alex: solo lo tome y lo empuje fuera de si.
Garret: pero no se supone que cuando sales eres como un fantasma?, ¿cómo pudiste tocarlo si ambos eran intangibles?
Alex: primero,si soy como un fantasma y segundo talvez porque los dos eramos como fantasmas, la verdad no estoy seguro.
Garret: crees que podrías sacarme a mi de mi cuerpo?
Alex: no lo se
Garret: que te parece si saliendo de clases vamos a mi casa y lo intentas.
Alex: No lo se, digo me ayudaría a saber si es algo que podre hacer a voluntad, pero que tal si pasa algo.
Garret: no te preocupes, será interesante ver todo desde el plano en el que lo haces cuando sales.
Alex: si seria como si tuvieras un poder también.
Garret: bien, y crees que también pueda poseer?
Alex: creo que ya estas exagerando
Garret: que tal si tu poder no es salir a otro plano, sino manipularlo, quiero decir que tal que tu poder no solo es poder salir de ti, sino algo así como "controlar las almas".
Alex: Talvez... sabes se hace tarde vamos a clases
Honestamente veía a Garret muy emocionado, digo yo también lo estoy pero el se veía particularmente más emocionado que yo, era un poco raro.
En fían creo que debería hacerle caso a su idea, cuando terminen las clases iré a su casa.
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themasterreader69 · 10 days
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HASTA EL AMANECER
Enzo Vogrincic x Reader
Enzo Vogrincic regresa a casa antes de lo esperado por un cambio de vuelo, convirtiendo los sentimientos de un día cansador en un momento para reconectar.
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Eran pasadas las dos de la madrugada, la oscuridad envolvía la habitación del apartamento, nada excepto la luz esquinera al borde del sofá y las luces de la televisión. La película her se reproducía en la pantalla frente a mí aunque mis párpados pesaban como el silencio que me inundaba, las gatas estaban durmiendo en mi cama así que los únicos ruidos eran los de la voz de Joaquin Phoenix y los huesos de mi espalda cada vez que cambiaba de posición. 
     El largo día había dejado mi cuerpo exhausto, no obstante, mi mente seguía revoloteando como un pájaro inquieto, negándose a ceder ante el cansancio. Mis ojos se cerraban intermitentemente, luchando contra la tentación de dejarse llevar por el sueño. En un momento, el sonido de la película se desvaneció en el fondo, transformándose en un susurro indistinguible y caí en un sueño profundo sin más lucha.
Me despertó a las cuatro de la mañana, el inesperado tintineo de las llaves en la puerta principal, que resonó en la sala de estar, rompiendo el silencio de la noche. Me extrañé por la situación –¿Enzo? ¿A esta hora?– con un esfuerzo titánico, luché contra la somnolencia y me senté en el sofá, todavía parpadeando con un ojo cerrado. Mis sentidos se agudizaron mientras pausaba la película, que ya estaba mucho más cerca de su final de lo que recordaba haberla comenzado.
     Escuché la puerta al abrirse y mi corazón comenzó a palpitar con fuerza. Aunque mi mente estaba en cualquier lado –debido al sueño– la emoción de verlo de nuevo se filtraba entre toda esa fatiga. Seguí bostezando mientras esperaba en el sofá, con la mirada entrecerrada enfocada en la entrada. Mis sentidos estaban alerta, captando cada sonido, cada movimiento. Entonces, lo vi. Enzo entró en la habitación con total cautela, siquiera arrastró su valija, sino que la cargaba cuidando sus pisadas. Su figura apenas iluminada por la luz que llegaba del pasillo trajo una gran calidez a mi alma. Él estaba bellísimo, abrigado con su campera rompevientos de LOEWE –desde que modeló para ellos ya perdí la cuenta de cuántas prendas de esa marca hay en el armario– y con un jean básico que estoy casi seguro es de JACK & JONES fue de los regalos de su hermano menor por su último cumpleaños, el corte del pantalón es relajado y eso le queda tan pero tan bien. 
     Con un bostezo final, me levanté para recibirlo, dejando atrás el sofá y la película inconclusa. La fatiga se desvaneció momentáneamente, reemplazada por el calor reconfortante de un beso de regreso y un fuerte abrazo. 
Yo quería hablar primero pero me distraje entre sus labios. 
—¿Qué hacés a esta hora? pensé que ibas a estar durmiendo, quería que fuera una sorpresa el estar de vuelta. —Me dijo mientras hacía muecas como si lo que acababa de hacer fuera algo inimaginable. 
—No entiendo, en la última videollamada que hicimos me dijiste que no llegabas hasta la mañana. 
Dejó la mochila y las valijas y comenzó a explicarme mientras se desabrochaba la campera dejándola así en el perchero. 
—Sí, bueno, copsas pasaron —Se reía— Mira, es así, mi vuelo original tenía una escala larga pero resulta que hubo problemas técnicos con el avión, así que nos desviaron a otra ciudad para hacer una escala no programada y de suerte nomás es que pude conseguir un vuelo de conexión más rápido y lo tomé para poder llegar a casa antes.
Mi ceño se frunció ligeramente mientras procesaba la información –mucho que procesar para alguien que recién despierta además la gesticulación de sus manos me distraía– Banca ¿problemas técnicos? ¿pasó algo durante el vuelo? —Dije angustiado.
—No, no te preocupes —Me agarró de la mano mientras movía la otra para explicar— Fue más un tema logístico que otra cosa. Todo estuvo bien, solo un poco de retraso y un cambio de ruta inesperado. Pero ya estoy acá sano y salvo así que quédate tranqui. 
Me acurruqué un poco más cerca de él.
—Me alegra mucho que estés bien. Aunque hubiera preferido que llegaras según lo planeado así te esperaba con alguna sorpresita o algo, pero bueno, estoy feliz de tenerte de vuelta.
Enzo me sonrió y pasó un brazo alrededor de mis hombros, dejando un beso suave en mi frente.
—Tenía unas ganas de verte que no te haces idea —Me dijo mientras vi que su mirada pasaba de estar en mis ojos a estar centrada en la tele— Uy amor, ¿otra vez con esta película? ¿me tendría que preocupar de que me vayas a reemplazar por inteligencia artificial ahora? —Soltó una carcajada mientras jugaba con el control de la televisión. 
—No seas boludo. Primero, es un peliculón y lo sabes, si hasta te encantó el soundtrack tanto como a mí. Segundo, no hay robot que me convenza de hacerte a un lado —Le dije al mismo tiempo que le sacaba el control de las manos y le volvía a poner play a la película. 
—¿La vas a seguir viendo? ¿No tenés sueño? —Dijo mientras jugaba con mis pelos. 
—¿Vos no tenés sueño? Sos vos el que vino de un viaje largo, no yo —Le retruqué. 
—Todavía ando con jet lag, de hecho incluso podría decir que estoy estresado, ya sabés que no he parado en toda esta semana,pero ahora quiero estar contigo —Pausó como reflexivo— y ya sé que prácticamente no te dejé en paz con tanto mensaje y llamada pero es que, en serio, no es lo mismo hacer cosas sin que vos estés ahí. 
Con una sonrisa traviesa, empujé suavemente a Enzo hacia atrás para que se recostara por completo en nuestro sofá verde. Sus labios otra vez con los míos donde cada beso daba lugar al siguiente. El roce de nuestras prendas se convirtió en un juego tentador, su solo tacto enviaba una corriente eléctrica a través de mi cuerpo, ahora completamente despierto y atento.
—Extrañaba la sensación de tu piel —Susurré entre besos— dejando un rastro de besos en su cuello y hombros. 
Él se limitó a soltar pequeñas exhalaciones y gruñidos cortados, más no emitió palabra.
Haciendo un movimiento sutil, me deslicé hacia adelante para sentir la presión de su entrepierna contra mi vientre. Un estremecimiento recorrió mi cuerpo y creo que también el suyo porque me apretó contra sí. Sin embargo, noté que Enzo desvió su mirada hacia el techo, como buscando una excusa para escapar de la intensidad del momento. 
     Sus labios se movieron como si estuviera a punto de decir algo, pero ningún sonido salió de ellos. Un gesto de confusión cruzó mi rostro mientras seguía su mirada, intentando comprender lo que estaba pasando.
Entonces, su expresión cambió abruptamente cuando forzó su mirada en la mía, sosteniéndome los cabellos con firmeza. La intensidad en sus ojos me dejó sin aliento, y su voz resonó en la habitación con un tono tenso.
—Esto ya empieza a molestar —murmuró señalando el cinturón que llevaba puesto— Observé cómo movía su mano derecha lentamente por el cuero buscando la hebilla lentamente con sus dedos, liberándose para permitirse más movilidad.
Una sonrisa traviesa bailó en mis labios.
—Vamos a terminar de sacarte ese estrés que tenés, ¿te parece? —murmuré manteniendo mi mirada— Él asintió con una expresión de anticipación y supe que estábamos en la misma sintonía.
Su respiración cambiaba de ritmo con cada cambio de presión, y supe que estaba extasiado por el placer que le estaba brindando. Aunque él aún sostenía mis cabellos, no era para nada bruto, su mano estaba entrelazada de una manera delicada y cariñosa, dedicado a seguir mis movimientos con reverencia. 
Agradecimos el inesperado cambio de escalas de avión que había permitido que Enzo llegara antes y que había permitido este momento, necesario para los dos. 
Una oportunidad para reconectar después de estar separados, hasta el amanecer.
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