Tumgik
#tu nuca
cyntita28 · 1 year
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Extraño el olorcito de tu nuca,
los besos en la ducha
y que duermas en mi pecho dejándome cantarte al oído.
Ojalá se hubiese cumplido
el saludarnos mar a mar.
Nunca no sueño con verte de nuevo.
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pluma-de-colores · 2 months
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My Dear God...
Spanish
Querido dios, a quien le debo mi vida, a quien le debo mi muerte... Soy un simple mortal, con una simple coincidencia, ser el ultimo de su especie
...
¿Fui concebido para fallecer ante tu mano? o ¿Victima de tan cruel destino que es cargar la cabezas de tantos como yo?
...
Manteniendo mi cabeza en su lugar, me diste un proposito mas puro que el sacrificio... me diste vida y valor pintado de mi sangre y tu icor, mi Dios, ¿quien podria rechazar tal ofrenda? ¿que Dios otorga un regalo como este?
...
Me asusta... Me asusta el hecho de tener tu propia fe en mis manos, el proposito, la vida y la corona que me otorgaste...
Pero con los años, el susurro del pecado se vuelve mas una extension de mi ser, el miedo se siente tan ajeno, un ardor momentáneo en mi nuca...
Sintiendo esto más mío que tuyo
Pero ¿Como puedo ser un gran dios?, ¿como puedo llegar a igualar su destello mi señor?, ¿como se hace un dios?, ¿Estoy cometiendo sacrilegio?
...
Tu toque es divino, tu elocuencia llega a mis oidos con cada muerte
El dolor de verte de nuevo se siente tan mortal...
Anclando la diferencia entre tu y yo...
...
¿Como se mata al dios de la muerte?...
¿Le entregas tu vida?...
¿Le ofreces una vida?...
... ¿O le traes a la vida?...
...
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voglatte · 3 months
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⊹ ┊HOMEMADE ꒱ .゚
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↷ ˊ- pairing: bf!esteban kukuriczka x gf!reader.
warnings: mucho fluff, sugestivo, age gap? (solo 5 años), size kink?.
summary: esteban vuelve a casa cansado del trabajo y lo sorprendes.
• dani’s typing… ! adoro a kuku, amé escribir esto.
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no era sorpresa para ti las llegada de esteban a horas de la noche, ya que se encontraba en un proceso de audiciones para una nueva película. aún así estabas un poco preocupada por la salud de tu novio, podías ver el cansancio en sus grandes ojos marrones y pequeñas ojeras debajo de ellos, pero aún así con cansancio siempre te veía con esa sonrisa cálida que poseía.
por lo que decidiste hacerle un pequeño detalle, antes de que llegara a casa. pusiste manos a la obra haciendo una rica cena para ambos, enorgulleciéndote al ver el resultado final y esperando que a él también le gustara.
estabas dando los últimos detalles cuando sentiste un aroma muy conocido para ti y unos brazos masculinos rodeándote desde atrás.
“¿qué hacés, bonita?” murmuró cerca de tu oreja mientras resguardaba su cara en el espacio libre entre tu cuello y hombro.
te hizo sacar una pequeña risita al sentir su respiración haciéndote cosquillas.
“una pequeña sorpresa, para vos” decidiste encontrarte con su perfilado rostro cuando te volteaste viendo un pequeño brillo en su mirada, lo que hizo derretir tu corazón.
él no lo había dicho con palabras pero sus ojos mostraban todo el agradecimiento que sentía en ese momento y pensaste que no debería porque lo harías mil veces más solo por verlo así.
“te amo, bonita” dijo cerca de tus labios luego de conectarlos con los tuyos, un choque bastante dulce e íntimo.
susurraste un “yo también” entre besos y decidiste alejarte un poco sin antes dejar un pellizco amistoso en su nuca donde se encontraban tus manos entrelazadas.
ambos se sentaron en la pequeña mesa que adornaba el salón mientras escuchabas con atención cada palabra que salía de su boca, podría hablar por horas y nunca te cansarías de escucharlo, su voz te daba paz, una sensación que te llenaba el corazón de todo lo lindo en el mundo.
sus manos se encontraban encima de la mesa, su mano sobre la tuya acurrucándola mientras su pulgar daba caricias. la otra simplemente se encargaba de llevar uno que otro bocado o líquido para pasar la comida.
“estoy muy seguro que me van a dar el papel, amor” su voz sonaba con mucha seguridad y entusiasmo.
“no tengo ninguna duda, bonito. tenés un don único y tu manera de actuar es deslumbrante” asegurabas, te sentías tan orgullosa de esteban y como de a poco se iban abriendo puertas en su carrera de actor, era algo que le gustaba e ibas a estar ahí para él siempre, apoyándolo.
al terminar y con un sabor agrio pero dulzón del vino en sus bocas decidieron acomodarse en el sillón de cuero que adornaba el hogar de ambos. colocó tus piernas encima de sus muslos, su mano haciendo pequeños masajes en ellas.
“¿te acordás de cuando nos conocimos?” su cabello caía salvajemente por su frente y le daba un toque bastante tierno.
tu solo dejaste salir un sonido con la garganta afirmando mientras tus mejillas se calentaban. esteban te miró sonriendo y dejando escapar una carcajada pequeña.
“vos eras una nena” recalcó, haciéndote sentir más avergonzada.
esteban y tu se conocieron en una clase de teatro, en ese momento tenía veintiocho y tú solo 23, aún así siendo una mujer adulta, esteban se burlaba diciendo que eras una nena chiquita.
“no digas más, no sabés lo nerviosa que estaba cuando me tocó improvisar contigo” tus manos taparon tu cara, devolviéndote al momento donde tu lengua se enredaba por tener a semejante hombre delante y sin conocerlo.
esteban al ver tus mejillas sonrojadas y tus labios carnosos haciendo puchero, no logró controlarse y te cubrió con su gran cuerpo.
intercambiaron miradas y sin ninguna palabra de por medio sus labios atacaron los tuyos, parecía que se estaban comiendo sin ningún pudor.
a esteban le encantaba ver lo pequeña que te veías debajo de el.
sus besos bajaban desde tus labios hasta tu cuello dejando pequeñas marcas adornándolo, sus manos un poco frías se metieron debajo de tu camisa pellizcando sin llegar a ser brusco.
“divina sos, amor” levantó un poco tu camisa y bajo un poco para dejar muchos besos en tu abdomen, a veces con mordidas incluidas que te hacían chillar bajito.
“dale, nene” acariciaste su cabello. “subí, debes estar cansado, podemos dejarlo para otra ocasión” hablaste suave mientras sentías a esteban recostar su cabeza en tu abdomen.
“un poco” dijo, tú no lo sabías pero cada caricia que dejabas en su cabello lo hacía quedarse cada vez más dormido.
los ojos marrones de esteban se empezaban a sentir más pesados por lo que ninguno habló, solamente dejaron que el silencio reinara. hasta que sentiste una respiración tranquila y sabías que ya había caído en los brazos de morfeo.
te sentiste feliz de haber pasado un rato distinto con esteban, estaba más que claro que ambos se amaban hasta el infinito y era un amor puro.
así mismo con tus manos en su cabello que en ningún momento dejaron de darle pequeñas caricias, tus ojos se empezaron a cerrar con una sonrisa en rostro por lo feliz que estabas.
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by ﹫ VOGLATTE ╱ bueno aquí un one-shot? maybe súper cortito pero prometo hacer otros más extensos .ᐟ
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florinaranja · 2 months
Note
Holaaaa, primero que nada escribes INCREÍBLE, me encanta tu redacción, cuando encontré tu blog mori por qué quería leer más trabajos tuyos y no encontré, ánimo.
Y segundo quería pedirte algo con pipeeee, es un golden tiernon, no sé, se me ocurre algo como una fiesta post partido de fut y que Pipe sea medio reservado, pero por estar tan feliz, no pueda esconder el PDA y se la pase buscando contacto físico inocente y al final no le importe nada estar sobre, mostrando afecto frente a sus amigos.
Espero con ansias leer todos los trabajos a futuro que escribas. 🙏🏽🙏🏽🙏🏽🙏🏽
afición de enamorados ; felipe otaño
pairing: felipe otaño x fem!r
summary: ¿qué hay mejor que pasar un día muy futbolístico y amoroso con tu novio pipe? exacto, nada. 1.6k.
warnings: none!! puro fluff como debe ser
n/a: muchas gracias por el request! siento la tardanza, los exámenes me consumen viva. espero que te guste muchísimo y de verdad muchas gracias por el apoyo y tu mensaje😢 me ha hecho super feliz y motivado un montón!! love u!!! also esto creo que es obvio, pero soy española así que siento que no tengan el habla argentina🙏 i'm trying
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nunca hubiera pensado que se emocionaría viendo un partido de fútbol, pero ahí estaba ella: gritando a puro pulmón cada vez que la pelota recaía en los pies de su novio. ahora entendía la euforia que sentía felipe cada vez que veía un partido de river, equipo del que era hincha hasta la raíz, y este ganaba. 
alegrarse por su novio no cambiaría el hecho de su poca afición futbolística, pero de vez en cuando era divertido pasar la tarde gritando como una loca apoyándolo. es un tipo de orgullo explosivo, eso era indiscutible. 
no era más que un partido entre amigos, una forma más de pasar el tiempo. pero felipe estaba corriendo decidido hacia la portería contraria, esquivando con agilidad a los contrincantes y con el sudor de un ganador corriéndole por la frente; y maría, desde su posición de espectadora, tenía los puños apretados y se iba levantando poco a poco de la grada hasta que felipe marcó gol. la chica pegó un salto emocionada, aclamando el último punto que le daba la victoria al equipo de su novio. 
bajó corriendo las escaleras hasta llegar a las vallas que la separaban del césped, esperando a que todos los amigos de felipe acabaran de felicitarlo. en cuanto terminaron, el joven se escabulló y dirigió directo hacia su novia, como un perrito que regresa a traerle la pelota a su amo. maría lo recibió con una amplia sonrisa. acunó su cara entre sus manos y comenzó a llenarlo de besos sonoros por toda la cara, casi pareciendo una madre orgullosa. 
—¡has estado increíble, cariño! eres bueno en todo lo que haces, que lo sepas —pipe rio acalorado, bien por el cansancio y el calor del verano o por las palabras cariñosas de la joven—. además me hace tan feliz verte disfrutar así, como un niño pequeño… 
maría se encontró con sus ojos azules, melosos. jugaba con los piquitos ondulados que se formaban en la nuca de su chico con una sonrisa tonta y felipe no pudo aguantar más sin sentir sus labios contra los suyos. se inclinó por encima de la valla y cogió firmemente una de las mejillas de la chica, entremezclándose en un beso de simple amor. 
los silbidos de los amigos de pipe no tardaron en llegar, como era lo normal. pipe cortó el beso y se giró hacia ellos, sacándoles el dedo. —no se cansan de joder ustedes. 
volvió a dirigirse a su novia. —esta noche los chicos y yo pensamos en celebrar la victoria y ya de paso ver el partido de river. ¿qué decís?
ella entrelazó sus manos. —si dijera que no a pasar tiempo contigo estaría loca. 
llegó la noche y la pareja estaba lista para la larga celebración que les esperaba en casa de uno de los amigos de felipe. lo primero que hizo su novio al entrar en la casa fue tirarse en el sofá, ansioso y con los colores rojo y blanco de su camiseta vibrando más que de costumbre. no era lo mismo que verlo en el estadio donde el ambiente estaba cargado de los gritos de los aficionados, pero si estaba con su chica cualquier cosa era extraordinaria. se giró por encima del sofá a mirarla, estaba charlando con otra chica y, cómo no, estaba radiante. cada vez que la veía, le era imposible no pensar que era todo lo que necesitaba con él, la chica de sus sueños. se acomodó bien, de nuevo enfrentando la televisión, mientras se mordía el labio intentando reprimir las ganas que tenía de besarla allí mismo. 
nunca habían sido del tipo de parejas que están pegadas todo el rato, uno encima del otro, sino que guardaban los momentos más íntimos y cargados de emoción para la mera presencia del otro. no es que no se mostraran cariñosos en público, siempre paseaban con las manos entrelazadas y se robaban besos cada vez que podían, pero el verdadero sentimiento que se tenían se daba en la soledad de su hogar.
el partido comenzó a las nueve en punto. fue acompañado por pizzas y fernet, las risas de los amigos (entre las que maría siempre destacaba la de felipe) y la pura afición que solo el fútbol conlleva. cuando su equipo marcó el primer gol, los bramidos se escucharon por todo el vecindario. felipe no cabía en su felicidad. buscó con la mirada a su novia, quien ya se encontraba mirándolo y le hizo una seña con el brazo mientras gesticulaba “vamos”. con ese simple acto, se le llenó el pecho de una alegría abrumadora. incluso llegaron a subírsele los colores y a cosquillearle la barriga, como si fuera la primera vez que hablaba con la chica que tanto le gustaba. 
le recorrió la necesidad de cogerla, apretujarla y dejar el partido de lado para susurrarle al oído y oír sus risitas en respuesta. pero lo único que hizo fue darle una sonrisa en respuesta y volver a sentarse en el sofá cuando el ambiente ya se había calmado. 
hasta que marcaron el segundo gol a favor de su equipo, el chico echó en falta algo, o mejor dicho alguien. de vez en cuando se le colaba por el rabillo de ojo la imagen de su novia charlando con uno de sus amigos —desde el primer momento se llevó bien con todos ellos y es que, ¿quién podría no hacerlo?— y en su mente solo podía pensar en tenerla cerca. así que, aprovechando la nueva emoción, felipe pegó un salto del sofá y se acercó a la chica. le tendió la mano y esta la aceptó gustosa aunque extrañada. la condujo hasta el sofá y miró a los dos chicos que lo ocupaban.
—échate para allá, dale. 
su amigo lo hizo, no sin antes lanzarle algún que otro insulto cariñoso y burlarse de él. ahora, con maría a su lado la noche de felipe solo había mejorado. no quería hacer tan obvio que estaba anhelando el tacto de la piel suave de su novia pero falló irremediablemente. mantuvo sus manos entrelazadas y acercó su rostro al cuello de ella, descansando en su aroma a lavanda. 
la joven rio por lo bajo por las cosquillas que su pelo le hacía y llevó su mano libre a su cabeza, acariciando cada mechón de pelo castaño.
—¿y este repentino cambio tan amoroso? —el chico suspiró.
—siempre puedes volver a irte si quieres, amor —siseó juguetón felipe, para luego dejar un casto beso en su cuello. 
por nada del mundo la chica se iría de ahí. se acurrucó contra él, intentando tener el mayor contacto que podía. estaba disfrutando esta muestra pública de cariño como la que más, era un hecho. 
sin embargo, las cosas comenzaron a complicarse para los rojiblancos. el equipo contrario había remontado acabando en empate, teniendo solo quince minutos de prórroga para ganar. el ambiente en el pequeño salón se notaba preocupado. felipe apretaba la mano de su novia con fuerza cada vez que veía un gol cerca aunque terminara en nada. cuando ya quedaban cinco minutos y todo los chicos habían aceptado la derrota, un jugador de river marcó, dándoles la victoria. 
todos los amigos que se habían reunido aquella noche saltaron exaltados, incluso maría se alegró por los vencedores. los chicos comenzaron a corear mientras saltaban, con unas enormes sonrisas plasmadas en sus caras y la joven esperó que felipe se les uniera. en cambio, fue sorprendida por un agarre brusco que la hizo girar para encontrarse con sus labios estampados contra los de su chico. correspondió a su beso, brusco y desaliñado por la emoción del momento, con su agarre fuerte en sus caderas derritiéndola por completo. 
al separarse, maría cogió una bocanada de aire jadeando. tampoco le dio tiempo a mucho más, porque pipe la tomó levántandola del suelo y girándola por el aire. la sala se inundó de sus risas.
—¡pipe, bájame! voy a vomitar la pizza.
el joven obedeció sin mucha resistencia y le plantó otro beso y otro y otro y así hasta que un carraspeo los interrumpió. —no bueno, si queréis nos vamos y os dejamos solos.
felipe reaccionó como hacía apenas unas horas: le mostró el dedo del medio. nadie le dio mucha importancia y la celebración continuó. maría alcanzó la mano de su novio y le sonrió. 
—quiero pasar toda mi vida contigo, cariño. acompañarte a todos los partidos de fútbol solo para verte así de feliz, a todos los castings que quieras… no sé, no puedo imaginar no estar a tu lado. es algo raro para decirte justo ahora, pero es que me lleva rondando la mente por un tiempo, quiero que sepas lo mucho que significas para mí. 
—nena, algún día de estos vas a matarme —le regaló un beso en la mejilla—,  no puedes ser más perfecta. no puedo esperar para que pasemos juntos toda la vida. 
la joven se colgó de su cuello y esta vez fue ella quien inició el beso: lento, saboreado, rosado. 
y así continuaron el resto de la madrugada, más melosos que unos recién enamorados, siempre a menos de cinco centímetros el uno del otro. al final, ni siquiera ellos podían escapar de la necesidad de sentirse cerca, no importaba el público o la situación. y qué decir que después de esa noche, maría comenzó a ver los partidos de fútbol con más cariño.
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moonlezn · 5 months
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carinho haechan
parte II
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haechan sabe como te deixar irritada, ele adora. o biquinho nos seus lábios aponta que as últimas piadinhas fizeram o efeito que ele procurava. 
“ei, gatinha…” ele diz entre risos debochados. “fica assim não, vai. cê sabe que é só brincadeira.” 
ele até tenta chegar mais perto de você no sofá e desfazer os seus braços cruzados, mas você resiste, lutando contra o sorriso que ameaça despontar. que raiva de si mesma. 
“para, hyuck.” consegue pedir com muito esforço, tentando relembrar o motivo de ter ficado com raiva do garoto. 
“ôu, ficou chateada mesmo? desculpa, cara.” ficou nervoso, claramente. os dedos mexem inquietos enquanto procura seu olhar distante. 
“não desculpo. se eu sou tão filhote de cruz credo assim, é só não andar comigo.” 
ele deu tudo de si para não rir. 
“ah, que isso. porra, você é mó gata, isso é só brincadeira.” inclinando a cabeça para o lado, ele faz um pouco de manha. no fundo, reconhece que conseguiria conquistar qualquer coisa de você se fizer um pouco de pirraça. ele também não está muito atrás, por isso o desespero de ter te deixado magoada. 
“agora tu fala isso, né? quem não te conhece que te compre.” 
“ei…” ele tenta a primeira vez, sem resposta. você continua olhando para o programa na televisão. “ôu… psiu… gatinha…” à medida que haechan se aproxima você fica mais nervosa, é quando sente a respiração leve bater na sua nuca que um suspiro deixa seus lábios. ele sabe que ganhou. 
“para com isso, donghyuck.” 
“tá nervosa?” 
a ponta do nariz acaricia desde a sua bochecha até a curva entre o pescoço e o ombro, haechan realmente quer te deixar desconcertada, mas de uma forma boa. de supetão o garoto envolve seu tronco e puxa seu corpo com mais força, de modo que não conseguiu evitar que caíssem deitados no sofá. 
“VOCÊ TÁ MALUCO?” 
“tô.” 
não precisou completar a resposta, o sorriso de moleque bobo te diz tudo. tão previsível, lee donghyuck, por isso leva um tapa estalado na escápula. ele finge uma exclamação de dor super exagerada, além de formar um bico dengoso nos lábios. nunca é engraçado quando é com ele. 
“poxa, tô te dando um monte de carinho e você aí me estapeando.” a voz arrastada e fingida protesta enquanto ele se aninha ainda mais no seu peito. 
“vai contar pra sua mamãe, bebezão?” 
“você é muito chata, sabia? não sei como eu te aguento.” o garoto desiste de tentar te quebrar, mas não do carinho. 
puxa seu braço pelo punho e guia até o meio das costas, fazendo carinho em si mesmo usando sua mão. “tá vendo? é assim que faz.” ele te solta, voltando para a posição anterior de olhos fechados para aproveitar o contato. 
não dá para desperdiçar essa oportunidade.
devagarinho desce a mão pela lombar de haechan até atingir a barra da regata preta que o cobre. na mesma hora que seus dedos gelados tocam a pele morna e macia do amigo, ele arrepia. imaginou que ele abriria os olhos, assustado, porém foi o oposto. 
“usa a unha?” pede num sussurro tímido. se não estivessem tão perto, não teria escutado. 
sem nem pestanejar, começa a arranhar levemente as costas do menino. ele arfa, sem graça, mordendo o lábio inferior em seguida. tomara que você não tenha visto. 
explora bem a pele de haechan, concentrando vez ou outra num ponto específico quando o cenho franzido te ajuda a entender onde estão as áreas mais sensíveis. no terceiro ou quarto suspiro, que mais pareciam gemidos, ele perde a vergonha e abre os olhos, encontrando os seus o fitando. 
ele quer muito te beijar, não é de hoje, mas especialmente agora. você percebe os sinais e inclina-se para a frente, roçando os lábios nos dele. haechan está tão mole nos seus braços, nem parece ele mesmo. a provocação atiça o garoto de uma forma que não sabe explicar, mal calcula quando uma das mãos agarra na sua blusa com força demais, os pensamentos estão longe dali. 
então, como se a bolha estourasse, você se afasta o suficiente para soltar um risinho vingativo. “tá nervoso?” 
observando os olhos do garoto arregalarem quando você se levanta, não segura outra risada e corre para a cozinha. precisa beber uma água. 
“garota ardilosa! vem aqui agora!” ele exclama numa revolta tão fina quanto papel. 
você escapou agora, mas ele ainda tem a noite toda. não tem para onde correr. 
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imninahchan · 1 month
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Nininha, como vc acha que o enzo e matias seriam recebendo um boquete?
ps: a bey ainda me mata pqp
enzo - não te diz, porque acha meio egoísta da parte dele, mas ama um oral, quando você faz nele em vez de fazer em ti. Claro, ele passa horas entre as suas pernas com muito prazer, mas é como um guilty pleasure é te negar atenção e te fazer chupá-lo. Vai te ajoelhar no chão friozinho mesmo, sem receios, adora o ângulo em que você fica enquanto ele está te olhando por cima, sentado na beirada da cama ou de pé. Gosta de contato visual, como se quisesse te seduzir para ser mais submissa que o normal. Toques suaves, contornando o seu rosto, o polegar desenhando pelo seu lábio inferior. Vai te fazer chupar os dedos dele primeiro, só pelo gosto de te ver obedecê-lo pra qualquer coisa que ele pedir pra você botar na boca.
por ser um guilty pleasure entre aspas, não acho que ele dure muito. Deixa você tomar as rédeas, que praticamente brinque com o pau dele na boca ou nas mãos, misturando palavras bonitas e sujas para te dizer, tão bom, nena, é só colocar um pau na sua boca que você mostra o quão putinha treinada é, né? Com certeza daqueles que os olhos reviram, ofegando porque luta contra o próprio corpo bêbado de tesão pra não gemer, em êxtase com qualquer movimento que você faça com a língua. É visível a forma com que ele quebra a parte dominante em momentos assim, e se for esperta pode tê-lo na palma da sua mão pelo resto do dia. O máximo que ele faz é pegar na sua nuca e meter na sua boca.
prefere quando você engole a porra dele, aumenta o ego, faz ele querer acariciar o seu ventre. Fica super sensível e manhoso depois do orgasmo. A mão pega no seu pescoço, ele de olhos fechados e o rosto colando no seu, murmurando coisas sem parar, enquanto ainda treme, tão boa, nena, tão boa. Boa e obediente, gosto tanto de você. Tanto...
matías - você sempre achou que ele fosse ligar mais pra oral, mas matí prefere quando é ele que está te chupando. Pra ficar de joelhos pra ele, você vai ter que convencê-lo um pouquinho, o que o argentino adora, enchendo o seu saco por parecer tão putinha, implorando pela pica dele. É um canalha o tempo todo, daqueles que vai cruzar os braços atrás da cabeça e ficar de ladainha. Faz assim, fica te orientando, chato, não, assim não, nena, nossa, só pra te irritar. Ri da sua irritação, do sua necessidade por chupá-lo. É boca suja como sempre, não mede as palavras e nem o humor pra se referir a cadelinha dele, ah, olha só pra ti... poxa, que fome de pica, hm? Tem que se alimentar direito, mô, pau não dá futuro. Mas, considerando o quão puta você é...
dura mais do que normalmente. Talvez porque fica tão preso a te tirar do sério, a resistência aumenta, mesmo se você chupar até às bolas dele. Vai te fazer pedir pra ganhar a porra dele, vai dar tapinhas na sua bochecha enquanto você mama ele só pra te desconsertar. Se ocupa com o celular, seja atendendo uma ligação ou jogando um joguinho, pra fingir pouco caso de ti. Puxa o seu cabelo pra te afastar dele e te ver desesperadinha por não ter mais nada na boca. Resumindo: ele é um demoniozinho.
e goza na sua cara, mancha tudo. Matías normalmente já gosta da bagunça, da sua pele melada, mas quando você faz boquete nele é bem pior. Costuma passa a cabecinha por cima da porra espirrada, acariciando a sua bochecha, surrando a região com o pau. Que puta chatinha você é, tá feliz agora, hm? Era isso que você queria? Já comeu, agora me deixa em paz, odeio cachorrinhas gulosas igual tu.
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chanelysz · 6 months
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𝑡𝑜𝑑𝑎 𝑙𝑖𝑛𝑑𝑎 𝑒 𝑎𝑐𝑎𝑏𝑎𝑑𝑎 — 𝐧𝐚 𝐣𝐚𝐞𝐦𝐢𝐧. 🍓
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𓈒 ࣪ ˖ ୭ৎ ࣪ NSFW.
Jaemin!dom, Jaemin!marido, obslove, masturbação fem & Masc, oral fem & Masc, casadinhos!!
— você é tão linda.
ouviu mais uma vez Jaemin sussurrar atrás de você encostado na porta do quarto.
sorri, envergonhada, enquanto retoca o batom vermelho e olho para seu marido pelo espelho. terno preto, cabelo penteado, com toda a sua forma grande e alta brilhando os olhos para você.
tampa o cosmético o colocando na penteadeira ao lado e se vira, fazendo o vestido de seda preto colado ao corpo ser visto por ele agora de frente. os punhos se apertam e as veias tonificadas das mãos saltam, quase te fazendo salivar. não cansava de admirar seu marido, até mesmo os mínimos detalhes.
e isso também não passava despercebido por Jaemin. além dele ser a pessoa que mais te mima nesse mundo, te enche de beijos e cuida de você - até quando não precisa. não te deixa fazer força, então sempre que precisava tirar as compras ele pega as sacolas pesadas, carrega o gás e o galão de água para dentro de casa, abre os potes em conservas; até mesmo ficava bravo quando era você quem abria a porta do carro, porque segundo ele você era muito frágil até pra isso.
antes de sair para o trabalho fazia o café da manhã te obrigando a ficar até mais tarde na cama. deixava tudo pronto e te dava um beijo de bom dia que fazia você lembrar pro resto da manhã. Na chegava meia hora depois de você em casa, mas mesmo assim não gostava que fizesse a janta sozinha, e quando faz hora extra te surpreende com algum comida gostosa que ele pediu para você comer, pois odiava que você cozinhasse sem ele.
podia se dizer que você parecia dependendo dele, mas na verdade era ele quem dependia de você para viver. diz a tu todos os dias que não viveria feliz sem você, que quer ir primeiro porque não suportaria ficar nessa terra sem ti e se caso, por algum motivo o universo negue isso a Jaemin, ele cometeria o pior dos pecados: suicídio.
Jaemin se aproxima, com um único braço rodopia sua cintura toda e com o outro aperta sua nuca, não tão forte pois tem medo de machucar algo tão delicado que para ele não pode, de jeito nenhum, sofrer um arranhão. beija sua testa delicadamente te sentindo quentinha e te deixando eufórica. adorava o carinho do seu marido, de todos os jeitos e formas. sendo na fala, físico ou em formas de presentes.
sobe suas mãos até os ombros largos e se segura ali, sorrindo com as bochechas vermelhas. ele desce a boca gordinha até seu pescoço, morde a pele de levinho e consegue te deixar só com isso de pernas trêmulas. o aperto na nuca se torna um carinho. vai e vem com os dedos longos te deixando arrepiada.
ele sabia mexer contigo. nuca e pescoço eram seus pontos fracos.
o nariz quase gruda em você pra sentir seu perfume e ele fica quase com raiva do ar por sentir o mesmo cheiro que ele.
— malditos lírios. - rosna.
e você, é claro, ri. as unhas garrando no tecido e as pernas grudadas umas nas outras. e é imperceptível em como mesmo usando salto, conseguia ficar pequena ao lado dele.
sem conseguir aguentar, te beija. mas não é um beijo bonito. era um misturar de língua e saliva agressivos, como se a personalidade dócil de Na tivesse ido embora dando lugar a algo sombrio. morde seus lábios, quase tirando sangue. geme, nervosa e excitada pois amava essa dupla personalidade.
ele era bom na hora certa, e mau quando bem entendia.
te puxou para cima enganchado suas pernas na cintura. sentia o gelado da parede nas costas e o ar que entrava pela janela.
— l-lindo... - disse, quase sem conseguir por conta do beijo bagunçado. — vamos nos atrasar! A-ah, Jaemin!
manhou logo após, sentindo a palma massagear o clitóris por cima da calcinha. sem muito escape, rebolou sobre a mão pedindo mais.
era normal você se assustar em quão ágil era seu marido. sabia cada ponto sensível seu, cada toque, cada selar e cada elogio te dar, para lhe deixar zonza.
pendeu a cabeça para trás, fazendo a baba escorrer logo após separar a boca de Na. mas antes que o líquido chegasse no queijo, ele passa a língua quente, subindo até sua boca novamente e ao mesmo tempo adentra a calcinha encharcada penetrando logo dois dedos fundo, cutucando do jeito certo seu ponto G. a palma continua massageando o clitóris - com a ajuda do rebolar do seu quadril.
Jaemin era tão forte que só precisou prensar seu corpo com o dele contra a parede para te segurar firme. e com isso, conseguia punhetar o pau por debaixo da cueca.
o batom que estava nos seus lábios antes, agora se encontrava no queijo, clavícula e pescoço. deixando-a pintada da cor favorita do Na. seus olhos não sabem aonde olhar. se é para seu rosto todo bagunçado, com a cabeça tombada e a boca gemendo manhosa. para os seios que não estavam cobertos pelo sutiã sendo segurados apenas pelo fino pano do vestidinho, ou para a buceta pingando de tesão.
molhava tanto a mão do mais velho que pingava até seus pulsos. ele sorri, morrendo de felicidade por te ver daquele jeito. linda e acabada.
se sentia um adolescente prestes a gozar nas calças de tão gostosa que tu era. então como odiava te deixar gozar por último, acelerou os dedos e abocanhou seus seis por cima do pano mesmo. mordendo e rodopiando a língua no biquinho durinho por cima do tecido. apertou a cabeça do pau e te ouviu gritar.
ele era tão, mas tão bom no que fazia.
maldito homem que sabia te fazer chorar por ele.
— amor, eu vou...
— vem, princesa, vem pra mim vem! goza gostoso pra eu te provar. - sussurrou logo após dar atenção as dois seios.
mas antes que você gozasse, ele te soltou e se abaixou, erguendo seu perna para nos ombros e abocanhando a carne molhada e vermelha.
foi tão rápido que você gozou assim que sentiu a língua durinha no clitóris, a mão apertando seu bunda, o tapa brusco nas bandas e a visão de Jaemin gozando junto de ti enquanto se masturbava.
— Eu quero... quero te chupar! - manhou, chorosa, sem nem conseguir se segurar de pé. se não fosse Jaemin você já estaria caída no chão. mas ele era não doido de te soltar e te causar dor propositalmente.
ele endoida ao ouvir o seu pedido, mas não pode fazer muita coisa já que o gozo estava por todo o pau e barriga, junto das mãos, melando tudo. ele se levanta ainda te segurando e te beija novamente. mas agora era um beijo calmo, pós sexo e gostoso.
porém não era justo ele se esforçar tanto, todos os dias, e você não retribuir nada.
a vez era dele de ficar assustada pela rapidez em que tu abaixa, dando de cara com o pau ainda semi duro. abocanha, mamando e limpando o líquido branquinho ali. lambe o abdômen mesmo com o terno e olha para ele, vendo-o revirar os olhos com os dentes serrados. pega as mãos e chupa todos os dedos sujos deixando-os assim como todo o resto limpinho.
Jaemin já sem muita força te puxa para cima e olha para ti.
— eu te amo! - diz, apertando suas bochechas.
— eu te amo mais! - sorri, doce, agarrando as mãos dele. — eu acho que preciso de outro banho. - fez bico.
— vamos - te guiou até o banheiro de mãos dadas. — eu dou banho em você, entra na banheira. vou só pegar a sua vela de morango.
e assim ele sai da cômodo e você sorri, satisfeita com tudo o que aconteceu. se olha no espelho do armário e vê o batom toda borrado, a boca suja com resquício de porra e o suor cobrindo o pescoço.
era assim como Jaemin te via: 𝑡𝑜𝑑𝑎 𝑙𝑖𝑛𝑑𝑎 𝑒 𝑎𝑐𝑎𝑏𝑎𝑑𝑎
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tyongbrat · 4 months
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In a world of boys, he's a gentleman
uma coisa mais soft pra comemorar o fim do meu bloqueio criativo 🤍
“Jae…” Você se aperta na multidão de pessoas, tentando manter os dedos entrelaçados aos dele. Flashes atingem o seu rosto mesmo que jaehyun se esforce pra te manter segura deles.
— Quando acordarmos amanhã as manchetes vão falar de nós dois – se acomoda no banco do carro — e no Twitter meu nome vai estar como “vagabunda”.
Jaehyun entende a sua preocupação, ele te vê crua e com medo dos julgamentos. Todo o desespero para não serem vistos juntos, todas as vezes que vocês dois momentaneamente abriram mão de encontros elegantes para estar no sigilo da casa do homem, todas as vezes que você deixou de viajar com ele.
— Querida – tom de voz doce. Ele é doce. A mão que não segura o volante encosta na tua coxa desnuda, com a ponta dos dedos ele acaricia tuas pernas — não quero que olhe essas coisas, tente não pensar muito sobre os comentários, eles não vão definir nada sobre nós dois.
— Eles vão comentar o quanto sua nova garota não é tão bonita ou tão elegante.
O homem estaciona o carro na garagem da tua casa, antes que tu pense em abrir a porta, ele põe a mão pra impedir, vira teu corpo pra ficar mais perto do corpo dele, os olhos se encaram, e você tem certeza que nunca vai acostumar com a beleza dele.
— Eu posso jurar de joelhos que você é a coisa mais linda que eu já conheci, eu viajei pra lugares, conheci paisagens e nada – ele suspira — nada se compara com a tua beleza.
Os lábios bonitos tocam os seus, a língua dele esfrega os teus lábios pra te beijar mais, as mãos puxam a tua nuca, tu sente os carinhos do homem no teu cabelo, no teu rosto e descendo pelo teu colo.
Ele esfrega o rostinho no teu rosto, sente teu perfume, suspira alto quando as tuas mãos fazem carinho nos cabelos dele, o homem deixa a cabeça cair pertinho do teu peito, ouvindo os batimentos do teu coração.
Teus olhos enchem de água, você sabe que escolheu bem, sabe que acertou quando resolveu dar uma chance pra ele mesmo sem saber onde estava se metendo. Jaehyun não é desse mundo, em mundo de meninos, ele é um cavalheiro.
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butvega · 10 months
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TA-LA-RI-CO! IX
"Sábios são aqueles que se entregam às loucuras do amor."
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avisos: creampie, leve breeding kink, sexo sem proteção.
notas: depois de um bom tempo, aqui jaz eu novamente! esse capítulo não foi o que mais gostei, mas foi o que consegui entregar. espero que gostem, já estava com saudade do nosso Nana carioca!
Seu celular passa a tocar incessantemente em cima da mesa, e o sorriso de Jeno aumenta ao ver no êcran o nome "Nanazinho ❤️".
— Jeno, vou atender rapidinho, 'tá? É importante.— você diz, se levanta da espreguiçadeira, e caminha para a sala.
Jeno sorri, tomando o próprio celular em mãos. Sabe o motivo de Jaemin estar te ligando, sabe que ele provavelmente pediria satisfações, e vocês brigariam. Sabe também que talvez seria expulso de sua casa em seguida, mas o que ele queria fazer, já tinha feito. Criado a discórdia.
Você, que ao menos tinha visto o story de Jeno, atende, toda boba, mas meio nervosa pelo fato de seu ex estar neste exato momento na sacada de seu apartamento.
— Oi, Nana.
— Oi. — a voz parece fraca, desanimada. Ele até suspira, e você franze o cenho.
— Que foi? — pergunta preocupada.
— O Jeno tá aí contigo na sua casa? Fala a verdade. — ele pergunta, parece estar bem sério, e você aperta os olhos com força. Não deveria ter aceitado o pedido de Jeno para conversarem.
— 'Tá, Nana. Ele me mandou mensagem, pediu pra vir me buscar, 'pra a gente se resolver, virar amigo, sei lá. Não quis sair com ele, e disse que se ele quisesse trocar uma ideia, era 'pra vir aqui.
— Cara... — ele suspira novamente, parece decepcionado, agoniado. — Pra ser sincero eu não curti isso não. Não quero esse moleque enfiado na sua casa não, ele quer é arrumar problema. Quer resenha, faz churrasco.
— Eu meio que já esperava isso, mas o que a gente fez não foi a coisa mais certa do mundo, achei que eu 'tava tipo devendo uma explicação, uma conversa com ele.
— Meio que não foi a coisa mais certa? 'Cê acha nosso lance... Errado?
— Não! Pelo amor de Deus, Nana, não! Acho que estar com você foi a coisa mais certa que já fiz, mas a maneira como iniciou... Poderia ter sido diferente, sabe? Aliás, tudo podia ter sido diferente desde o início...
— O que você quer dizer com isso?
— Estar com você desde o início, sabe? Sem precisar desse rolo todo... Tudo seria melhor se estivéssemos juntos desde que nos conhecemos. — você diz, meio tímida, e escuta a risadinha dele do outro lado da linha.
— Vou fazer valer a pena todo esse tempo que a gente esperou, linda. E ah, eu tô chegando aí na sua casa já já. Não precisa nem expulsar esse otário não, que eu vou trocar uma ideia com ele quando chegar aí.
— Jaemin, eu vou ficar muito puta se tu tampar na porrada com o Jeno na minha casa, 'tô falando sério! Minha mãe 'tá em casa, e ela não vai gostar nada.
— Eu não vou arrumar confusão não, te prometo. Mas já 'tô chegando, vê com tua mãe se eu posso dormir aí, te comprei um negócio e 'tô levando um japa pra a gente comer, pode falar pra minha sogra não fazer janta. — ele diz, e é sua vez de rir.
— 'Tá bom, seu maluco. Tchau, Nana. — você diz toda derretida, enquanto escuta como resposta um "tchau, linda".
Você vai até o escritório de sua mãe, a encontra trabalhando no computador, e pretende ser rápida, já que Jeno ainda está na sacada de sua casa.
Entra meio sem graça, coça a nuca, e imediatamente sua mãe te repara, e entende que você quer pedir algo. Quase revira os olhos, retira os óculos de grau do rosto, e te encara esperando seu pedido.
— Mãe, o Jaemin pode dormir aqui? — você pergunta, franze até o rosto esperando o esporro iminente.
— Minha filha? Seu ex namorado 'tá infurnado aqui, e você quer que seu atual durma aqui, com o outro aqui? Você 'tá querendo arrumar sarna pra se coçar?
— Mãe! Não, né. O Jeno veio aqui só pra pararmos com essa briga besta, mas o Nana... — você suspira. — É o Nana.
Sua mãe respira fundo. Já teve sua idade. Já se sentiu desta maneira, e pela maneira que você fala de Jaemin, sabe que você realmente gosta do rapaz. Provavelmente ela se arrependeria da decisão, mas...
— Só não quero que isso se torne recorrente. Sabe muito bem que seu pai não ia gostar dessa história, só vou deixar hoje porque ele 'tá de plantão. Vê se não arruma confusão, filha, por favor. Não quero te ver machucada.
E ela não veria. Aliás, se pudesse ver seu sorriso voltando para a sala, e já recebendo o interfone do porteiro avisando a chegada de Na, alí sim teria a certeza absoluta de que seu coração pertencia completamente à ele. Olhando de canto para o Jeno em sua sacada, entretido no próprio celular, você abre a porta de casa, e espera o Na no corredor. Logo ele desponta no elevador, com várias sacolas de delivery nas mãos, boné para trás, mochila, e um moletom preto. Sorri, daquele jeito que te desmonta, ao te ver ali, em pé, esperando ele como a boa menina que era.
— Oi. — é o que ele diz, você aprecia a voz rouca segundos antes dele colar os lábios com os seus, pressionando seu corpo contra a parede.
— Oi. — você diz de volta, encantada pelo perfume que lhe apetece o olfato.
— 'Tava com saudade.
A boquinha do Na permanece grudada na sua, e enquanto você está de olhos fechados, Jaemin permanece com eles bem abertos, tentando espiar dentro de sua casa. Você o convida para entrar, meio receosa pela situação que viria a seguir, mas lá no fundo bem certa de que Jaemin lhe obedeceria, e não causaria confusão em sua casa.
Jaemin deixa as sacolas na mesa de jantar, e retira os alimentos de dentro, espalhando pela mesa. Finalmente, com o barulho, Jeno se levanta da sacada, e entra novamente em seu apartamento, se deparando com um Na tranquilo, juntando os pratos na mesa como se morasse ali há anos. Aquilo irritou Jeno, que julgou a forma como o primo e melhor amigo se sentia a vontade em tão pouco tempo.
— Uhn, Neno. E aí? — a voz de Jaemin é puro sarcasmo, em conjunto com o sensacional sorriso de sempre. Você se encontra no meio dos dois, em pé como um poste, dura igual concreto, quase sem respirar, sentindo a tensão enorme entre os dois.
— 'Coé. — é a único palavra de um Jeno monossilábico, que te olha quase buscando uma explicação.
— Eu trouxe um japa, quer ficar pra comer? Chama lá sua mãe, mô, vê se ela não 'tá com fome. — Jaemin diz, ainda distraído e despreocupado colocando a mesa.
— Nana. — você diz, e ele sente o peso do chamado. Sabe que você realmente não quer confusão, e que você se preocupa em deixar os dois sozinhos.
— Vai, amor. — você sente a provocação nas palavras dele, mas não se magoa. Sabe o quão bobos os homens conseguem ser com ciúme, e riu internamente, chegou a revirar os olhos ao presenciar aquela disputa territorial entre os dois melhores amigos. Seguiu até o escritório de sua mãe, enquanto os dois ainda conversavam.
Na sala, Jaemin continuava sem dizer uma palavra. Esperava que Jeno começasse algum diálogo, mas assim como o primo, Jeno permanecia sem dizer nada. Era como a guerra fria, silenciosa, indireta, provocativa, e os dois sabiam que naquele ponto haviam começado um embate. Jeno queria você de volta, e Jaemin faria questão de esfregar na cara do melhor amigo o quão apaixonado vocês dois estavam.
E foi com o sorriso bobo no rosto que Jaemin decidiu quebrar o silêncio, como uma criança prestes a aprontar.
— Esse aqui vou separar pra minha sogra, ela adora. — ele disse, risonho.
— Você não tem um pingo de vergonha na cara, 'né? — Jeno diz, ainda parado na mesma posição. O rosto não demonstra sentimento algum.
— Não entendi. — Jaemin ainda se faz, quase ri como um vilão internamente ao ver o ódio corroendo os olhos de Jeno.
— Vai continuar com o teatrinho até quando?
E dessa vez Jaemin se desarma. Odeia quando Jeno julga o sentimento dele por você. Realmente se sente apaixonado, de quatro por ti, e não admite que o primo duvide de seu gostar.
— Quando você parar de tentar destruir o que eu 'tô criando com ela. Você foi babaca 'pra caralho, e agora que perdeu quer voltar? Não fode não, Neno, se 'tu quiser voltar a ser amigo dela, tranquilo, eu não ligo não, mas ficar postando bagulho no Instagram só 'pra me provocar é papo de moleque. — Jaemin gesticula, tenta não se exaltar para que você não se preocupe.
— Você quer falar de papo de moleque, depois que você pegou minha ex, né? Certão você. — Jeno faz um jóia com a mão, e Jaemin revira os olhos em resposta.
— Se for 'pra você criar climão é melhor ir embora. — Jaemin é direto.
— Antes de você chegar não tinha clima ruim nenhum. O problema chegou junto com você, se alguém tem que ir embora, você já sabe quem é.
— Eu não vou embora, Jeno. Eu vou dormir aqui. — Jaemin cruza os braços sob o peito, se sente dando a cartada final, e Jeno assente com a cabeça, a raiva transparece em seu rosto.
— Tranquilo. — nada estava tranquilo. Jeno sai do apartamento bufando, só não bate a porta com ódio por sua exímia educação. Durante o caminho para casa, pensa em mil e uma maneiras se enforcar o primo, mas lá no fundo, um único sentimento era maior que sua raiva: a mágoa.
Em seu apartamento, Jaemin suspira fundo, chateado igualmente. Não gostava de estar naquela situação com o primo, o melhor amigo, mas era você. A razão dele acordar animado, a razão das malditas borboletas no estômago, a razão dele almejar ser melhor. Ele tinha alguém que ele queria impressionar, que ele queria mostrar o quão bom ele pode ser. Era você, e depois de tantas pessoas terem passado em sua vida, ele tinha aquela maldita certeza. Sempre tinha sido você. Sem dúvidas Jaemin estava apaixonado.
Você volta com sua mãe para a sala, e ela parece aliviada ao não ver Jeno ali, e mais importante: ao não ver nada de sua sala quebrado. Aprecia o jantar que o futuro genro trouxe, e logo volta para o quarto, deixando-os sozinhos na sala, não antes de agradacê-lo afagando seu ego com um "obrigada, viu, meu amor?".
Assim que sua mãe volta ao trabalho, você olha para Jaemin esperando uma explicação.
— Ele quis ir embora. — deu de ombros, você revira os olhos.
— Claro que quis, né Jaemin. — ele parece se ofender.
— O que aconteceu com o "Nana"? — o bico aparece em seus lábios rosados, e você não aguenta, rindo em seguida.
— Vamos lá pro quarto, vai. Vou jogar uma água no corpo, e você vai colocando alguma coisa pra a gente assistir.
— Eu posso tomar banho com você?
— Não, senhor.
Ao sair do banheiro, de pijamas e o mais cheirosa o possível, você se recosta no batente da porta, e encara com o maior carinho possível a cena: Jaemin sem camisa, deitado em sua cama enroscado em suas cobertas, com a luz apagada, ar ligado, escolhendo algo para assistirem na televisão. As bochechas coradas e o cabelo não dão um ar de desleixo, muito pelo contrário, o deixa mais atraente. Você se deita ao lado dele, que repara sua presença e te aninha em seu próprio peitoral quentinho.
Em pouco tempo se envolvem, a temperatura se eleva, e você se vê tomada por Jaemin. Ele está por cima, possui velocidade em suas estocadas, e o único som possível é o da série que assistem, e os arfares manhosos de ambos.
Gosta da sensação da franja lisa em seu pescoço, o ar quente que sai da boca do Na em contato com o seu ouvido a arrepia ainda mais. Sente o famoso frio na barriga ao acariciá-lo, em tê-lo tão entregue pra ti ali, gemendo baixinho em seu ouvido, só pra você, naquele vai e vem tão gostoso.
Jaemin se sente nas nuvens ali. Se sente seguro de si, se sente ele mesmo, e principalmente: se sente cuidado, amado. É alí que o rumo da relação de vocês começa a ser formado, ao mesmo tempo que o nó que rompe em Jaemin, fazendo as bolas se repuxarem, e encherem você com o leitinho quente e viscoso. Os olhos do Na quase lacrimejam, a medida que ele tenta prolongar ao máximo aquela sensação, que o deixa arrepiado dos pés, à cabeça. No meio de todo seu torpor, que ele não consegue voltar atrás na escolha de palavras, e lança a braba:
— Te amo. — murmura baixinho, puro dengo em seu ouvido, enquanto ainda se sente sensível.
Você solta o ar que estava segurando aliviada, até ri um pouquinho, quando enfim percebe, que também o amava.
— Eu também te amo, Nana. — acaricia com a ponta das unhas o couro cabeludo do maior. — Mas não muda o fato de que você gozou dentro.
— Eu gozei den-, caralho! Eu gozei dentro. — mesmo assustado, não aumenta o tom de voz. Parece estar em um universo alternativo, ou algo do tipo, mas aquele era apenas Jaemin Na pós orgasmo. — Se você quiser eu vou lá fora na farmácia rápidão comprar aquela pílula do dia seguinte pra você tomar. Foda que essa parada é 'mó bomba, né? Eu 'tô ligado nessas coisas. Poxa, amor, desculpa. — realmente parece preocupado, e é aí que você ri fraco, acariciando o rostinho, reparando o vinco formado entre suas sobrancelhas.
— Eu uso Diu, bobão. Não tem problema. E... Eu só faço com você mesmo, então... Eu sou limpa.
— É minha primeira vez sem camisinha. Caralho, que coisa idiota de dizer. — Jaemin volta a enfiar a cabeça em seu pescoço, e você ri alto, em seguida tapando a boca.
Jaemin não estava mentindo. Nunca havia namorado, nunca havia sentido nada a mais por ninguém, portanto sempre havia sido muito centrado em relação aos preservativos. Era um tópico importante a ser conversado.
— E você sentiu diferença? — continua a acariciar seu cabelinho cheiroso, enquanto ele se acomoda em seus seios. Concorda com a cabecinha.
— Mais gostoso. Se bem que com você é gostoso fazer com camisinha, sem camisinha... — ele sorri fraquinho. — Deixa eu ver uma parada aqui.
Ele se levanta de seu peitoral, fica de joelhos em sua frente, e com delicadeza afasta suas pernas. Os olhinhos castanhos brilham encarando sua intimidade toda melada de gozo. O cenho chega a franzir, faz uma cara de sofrimento em puro drama, e passa o dedo indicador por toda a extensão, descobrindo um talvez novo fetiche ao empurrar novamente para dentro seu próprio mel em você. Te ver cheia dele, só dele, o fez pensar que realmente são um do outro.
Em instantes ele está novamente em você, estocando o suficiente para que nenhuma gota escapasse, e você, já tocada por toda a situação, sente espasmos leves, que se intensificam a medida que o Na a masturba. Logo é você quem goza, completando a bagunça dos dois.
Você negou um banho em casal antes, mas desta vez não pode negar. Jaemin era realmente especial; esfregou o sabonete em sua pele como se estivesse lidando com a jóia mais cara do mundo, a beijava de minuto em minuto só para sentir o sabor de sua boca. Ele estava feliz, e consequentemente você também.
Novamente na cama, de televisão desligada, prontos para dormir, você está no peitoral masculino, recebendo um carinho gostoso no cabelo.
— Sabe, — ele começa — eu juro que por você eu compraria flores, chocolate e todas essas paradas... Mas é que no momento eu 'tô com a sensação de que meu coração nem cabe no peito, entende? E eu acho que eu vou até explodir se eu dormir sem te perguntar isso. Tu... Tu não, a gente né. A gente 'tá ficando, e 'tá muito gostoso, só que... A gente podia namorar, podia não?
— Isso é um pedido?
— Sei que não é o melhor do mundo, mas é de coração.
— Nana...
Ele sente você sorrir, claro que sente. Você está ali, bem sob o coração dele, ouve bater mais que o normal, sente a respiração descompassada, e resolve que não vai mais se impedir de ser feliz.
— Amanhã eu te compro um buquê, se você quiser.
— Não precisa disso, Nana. Eu aceito. Claro que aceito.
— Ai que alívio, pensei que você ia falar que não.
— Ai que idiota, por que eu diria não?
É a melhor noite de sua vida. Você está perdidamente apaixonada, e não nega mais. Você é de Jaemin, e Jaemin é seu.
Na manhã seguinte, passos leves são dados pelo assoalho de seu apartamento. Sua porta se abre devagar, e a imagem de seu pai surge. Cansado pós plantão, resolve passar em seu quarto para te dar um beijinho. Só não contava em te ver no peitoral de um garoto sem camisa. É aí que ele te grita, e Jaemin assustado, acorda rolando para o chão apenas de cueca.
Ótimo jeito de conhecer o sogro.
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geniousbh · 12 days
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oiiiii laurinhaaaaa (na intenção de te pedir pra continuar o hc de drunk sex com kuku e fernando)
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oi amor *tocando happi happi happi enquanto pulo igual o gatinho pr te falar oi*!!! 🥺💗💕😩 tudo por você, diva
o esteban na minha cabeça é bem tranquilo, ele tem um sex drive mais baixo mesmo, quando faz é um round, todo chamegoso, e é bem difícil de deixar ele bravo - porque ele evita conflito a todo custo, mas quando fica tb vc pode esperar umas palmadas, enfim - mas quando este homem bebe, sabe aquele audio do "wasnt my best friend that night it was the devil"? ele fica desinibido e muito fogoso. se vocês estiverem em público, com colegas ou o restante do cast vão sugerir que vocês encontrem um quarto porque ele tá te devorando em cada beijo, a mão gigante no seu quadril te puxando mais pra ele por mais que as cadeiras do bar impeçam. então, CAMBALEANDO, vcs voltam pro hotel, ele te prensando a cada dois metros no corredor pro quarto, e - é só quando ele tá bebinho - te chama de "gostosa", "safada". a cara de sonso masterizada em seu FULL POTENTIAL enquanto te olha descendo no comprimento dele, mouth agape antes de voltar a te beijar e te ajudar a quicar😩😩 vai querer foder até os dois apagarem
já o fernando fica um safado descarado. ele fica mais bêbado que tu, aquela cara de homem que bebe campari como se fosse água não me convence! vocês chegam em casa bem levinhos, rindo de bobeira e ele imediatamente gruda nas suas costas, você dengosa "ai ferr... deixa eu tomar banho", e ele "não deixo não, mor", e nisso vai andando contigo até o banheiro da suíte, a barba dele roçando na sua nuca enquanto ele te prensa na pia geladinha e te ajuda a tirar o vestido e a camisa dele. vai agachar ali e chupar sua buceta por trás mesmo, só arredando a calcinha. vão entrar debaixo do chuveiro ainda com algumas roupas, se atracando e fodendo meio desengonçados, deixando o banho de escanteio. vão estar tão bambos e bobos que quase escorregam, mas só olham um pro outro rindo pr continuar em seguida
fiquei mal escrevendo isso, nenhum argentino pra me comer hoje? nao? ta bom 👍🏻(me nego a escrever do felipe e desafio vc a me escrever dele @creads )
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vilviko · 3 months
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COMO BESA CASTIEL VEILMONT
warning(s) ₊ ⊹ ninguna, simplemente alguna leve connotación sexual
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Nuestro pelirrojo favorito besa con pasión y cariño, una pasión que abruma cuando sus labios se tocan.
Su lengua recorre tu cavidad bucal, su mano derecha se mueve detrás de tu cabeza, mientras ocupa su izquierda paseándola por tu cintura.
El primer beso con Castiel, ocurre en el club de jardinería, transmite un sentimiento de timidez pero sigue manteniendo la pasión de Castiel, sus manos tiemblan levemente, se mueven de tu cintura a tu nuca en una velocidad abismal, quiere tocarte, quiere sentir todo de ti
Tus manos se entrelazan en su cabello haciendo que un leve gemido escape entre el beso.
Nunca pensó que sentir tus manos tirando de sus hebras rojizas, en ese momento se separó del beso.
Un hc personal es que Castiel tiene spiderbites y un piercing en la lengua, así que cuando te besa el pequeño bulbo metálico se mueve en tu lengua haciendo que te tiemblen las piernas y tengas que sostenerte de su camisa, cuando se separa del beso lame sus labios con su típica sonrisa burlona en su rostro.
"Sabia que era buena idea perforarme la lengua"
Los beso de Castiel en el instituto son feroces y hambrientos de más, la adrenalina de que alguien entre al aula A, de que Peggy escuche algo que no debe, de salir en la primera página del periódico escolar, todo eso lo incitaba a seguir besándote con la misma pasión.
Ama cuando tomas el control, cuando te pones sobre el y lo besas sin miedo, no morderá a menos que quieras.
Cuando pasas tus manos por su nuca y te lo comes con la mirada.
"Eso? No, no es mi pierna"
En la universidad, sus besos son nostálgicos y llenos de sentimientos, sus manos sujetan tu cintura con posesividad, y el tiembla; Castiel tiembla, por el hecho de que estás ahí besándolo, que no eres uno de sus mil y un sueños los cuales se repetían cada noche cuando soñaba con sus labios tocando los suyos, un sueño lejano hasta ese día.
"Dime que no estoy loco aun.."
En el amor, los besos de Castiel son tranquilos, sin prisa, sin miedo de que paparazzis salgan de la nada y publiquen su relación, se siente bien, su corazón se siente cálido.
Sus brazos bajan a tus muslos levantándote, tus brazos pasando detrás de su cuello.
Con sus manos debajo de tus muslos te guiaría hacia la cama, recostando tu espalda en la cómoda superficie, sus dos brazos atrapándote debajo de el.
Su rostro besaría tu cuello, tus mejillas, tus pechos, tu estómago, y se detendría en el momento justo para mirarte fijamente
"Dime, ¿Quieres que siga?"
Sus ojos estaban llenos de lujuria y amor, su mano hacia círculos en la parte interna de tus muslos.
En su boda, Castiel te besa con amor, te quiere demostrar todos sus sentimientos en un beso, demostrarte cuan agradecido está de que hayas elegido pasar la vida con el, aguantando sus problemas.
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idollete · 1 month
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jujuuu, como você acha que os meninos seriam com uma leitora que fosse mais alta que eles? sou mais alta que mts homens (tenho 1,75) e a maioria é inseguro demais pra ficar com mulher alta 😔 e como tem uns toquinhos no elenco, fico curiosa sobre como eles agiriam
shout out to all the tall girlies vcs são lindas!!!!!!!! 🎀🎀🎀🎀🎀🎀
diva, eu fui fazer uma pesquisa pra saber quem são os toquinhos do elenco e temos estes aqui:
agustín pardella: ele não é exatamente um toquinho, mas tem menos de 1,80 ( 1,74 according to wikipedia kkkkkkkkkkkkk) e eu considero isso baixo pra homens e ele é 1cm menor que tu, então......honestamente, eu acho que ele não dá a mínima pra isso! buceta é buceta e ele ama buceta ❤️ ele não tem problema com isso, inclusive, acha o maior tesão quando você sai toda maravilhosa e de salto, vai te elogiar dos pés a cabeça, te faz dar uma voltinha só pra assobiar e dizer "ô lá em casa". na hora do sexo ele curte fazer em pé mesmo, principalmente com você de costas, vai te vergar nos lugares etc. plus: se você tem pernas longas ele vai usar e abusar da flexibilidade delas, te colocando em cada posição que uma é sempre melhor que a outra
matías: ele literalmente não se importa e temos provas disso kkkkkkkkkkkkk. também te acha um mulherão do caramba e adorar tirar uma fotos bem casalzão em que ele tá só do teu lado parecendo um troféu ou algo do tipo slsjslsjaka. ele gosta quando você tá posando do lado dele e ele tá virado pra ti, admirando. vai ser muito sonso, sempre querendo ficar com a cabeça no teu peito, dizendo que é ali que ele bate, mas é tudo desculpa pra ele ficar com a cara enfiada ali. plus: vai enfiar a cabeça por dentro da sua camisa e simplesmente ficar lá como se estivesse no melhor travesseiro do mundo.
enzo: nosso pequeno grande homem!!!! o enzo é do tipo que adora te abraçar por trás e encher suas costas de beijos, passa pelos ombros, a nuca, até você se arrepiar toda. não tem vergonha de se esticar pra apoiar a cabeça no seu ombro e morder sua orelha. no sexo, prefere posições em suas pernas estão ao redor dele, antes do oral ele gosta de levantar uma perna e ir te beijando desde o calcanhar até a parte interna das coxas
santi: ADORA o fato de que, por você ser maior, ele pode se aninhar no seu peito e ser a conchinha menor, vai se encolher todo e ficar cheio de chamego, pedindo até cafuné e beijinho no pescoço. tenho pra mim que o santi adora ser paparicado, então, ele adora esses momentos em que você fica praticamente "cuidando" dele de alguma forma. no sexo ele gosta mesmo é quando você senta nele, mas às vezes também vai curtir pegar suas pernas e botar nos ombros dele, quando tá se sentindo inspirado
agus lain: ele também é outro que tem a mania de ficar com a cabeça deitada nos seus peitos, a diferença pro matías é que o lain é mais sem noção e quer fazer isso em todo canto, até em público, ele diz que não consegue resistir, porque é a primeira coisa que tá na altura dos olhos dele (pura balela, ele só é obcecado mesmo). paga de marrento na rua e com os amigos, mas também adora ser a conchinha menor, ele nem pede, só deita na cama e fica de costas pra você, gosta de ficar bem grudadinho e apertado no abraço enquanto enche sua mão de beijos
also eu não sei se são só esses os toquinhos do elenco, mas foram os que eu achei <3 se vc souber de mais algum manda aqui que eu falo
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sunriize · 8 months
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KILLIN' TIME - LMK
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lindo, lindo, lindo, lindo
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Não era novidade na faculdade que você e Mark formavam um casal. Se conheceram no primeiro período, trocando apenas mensagens pelo Instagram, sem esperar muito do futuro, mas sempre com flertes no meio.
Mark, de primeira, era um menino tímido, tinha poucos amigos e mal sabia se comunicar com uma mulher, mas agora, ele era completamente diferente. E isso explica a situação atual.
markie 💜: tá tendo aula agora?
você: sim, e provavelmente o senhor também, né? 🤨🤨🤨
markie 💜: corta essa vidinha, vamo encontrar no nosso cantinho
você: hoje a facul tá cheia, mark
markie 💜: vai...vai ser rapidinho
Se rendeu. Saiu da sala e foi em direção a uma escadaria desativada da faculdade. Aquele era seu cantinho com Mark, onde matavam o tempo, conversavam. Porém, alguns alunos ainda passavam por lá, afinal, a escada levava para uma parte secreta do terraço, algo que poucos alunos sabiam.
"Vai chegar uma hora que a professora vai desconfiar, Markie." Disse se aproximando do local, já vendo seu namorado sentado sobre um dos degraus da escada.
"Vai nada, e além disso, qual o problema se descobrirem? Somos só dois jovens apaixonados, o que tem de errado nisso?" Disse olhando para você de cima a baixo, abrindo os braços logo depois. "Vem aqui, vem."
Você foi. Se sentou sobre o colo do garoto e selou os lábios do mesmo.
"Senti sua falta, mô" Mark disse, colocando uma das mãos sobre sua nuca, trazendo seu rosto para mais perto, beijando seus lábios, aprofundando o ato após alguns segundos.
Mark segurava com a outra mão sua cintura, apertando o local a cada vez que se separavam para capturar um pouco de ar. Ele adorava momentos como aquele, só os dois, ali, sentados sobre os degraus da escada da faculdade.
"Markie, melhor a gente parar, daqui a pouco da a hora do intervalo, alguém pode ver a gente aqui." Se separou do garoto, o vendo buscar seus lábios após o seu ato.
"Mô, liga pra isso não, hum? Vamo só ficar gostosinho aqui, depois a gente pensa nas consequências."
Se deu por vencida, aceitando Mark a puxar novamente para um ósculo calmo, gostosinho, que só Mark te oferecia. Depois dali, mal perceberam o tempo passar, só pensavam em como os lábios juntos tinham a perfeita conexão.
"Ehem..."
Escutaram de longo, virando ao mesmo tempo, vendo o melhor amigo de Mark com os braços cruzados, olhando a cena como se fosse algo super proibido.
"O que foi, Haechan?" Mark disse sem paciência. A mão ainda acariciava sua cintura.
"Sério que tu anda saindo de sala pra ficar de amassinho com sua namorada?"
"Me deixa viver, cara. Se tu não tem, a culpa não é minha." Viu o rosto de Haechan ruborizar, logo se virando para sair.
"Ah, a professora perguntou por que você anda saindo de sala, eu tive que inventar uma desculpa...depois me agradeça."
Viu Mark rir e logo olhar pra você.
"Vamo voltar ou você quer ficar aqui mais um pouquinho?" Perguntou para você, a vendo concordar e logo dizer.
"Acho que ficar mais um pouquinho não teria problema..."
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voglatte · 2 months
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⊹ ┊WEED & ELSE ꒱ .゚
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𓆹﹐
↷ ˊ- pairing: felipe otaño x f!reader.
warnings: +18, smut, oral (reader recibe), fingering, weed use.
summary: ambos estaban disfrutando de la relajación que les brindaba el porro que se habían hecho y un tema sale a relucir, llevándolos a la acción.
• dani’s typing… ! lamento haber tardado tanto en subir algo pero aquí está algo corto, lo hice mezclando algunos de sus pedidos.
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los dos se encontraban relajándose bajo los efectos de la marihuana, la radio como complemento sonando con viejas canciones que ambos disfrutaban.
“¿querés saber un secreto?” tu voz sonaba ronca por la caladas profundas que dabas, pero no te importo y miraste a felipe.
él se encontraba con el asiento del auto inclinado, mirando el techo como si fuese la cosa más importante del mundo, pero para hacerte saber que estaba escuchando hizo un sonido con la garganta.
“nunca nadie me ha hecho un buen oral” te removiste en el asiento del co-piloto para ver su perfil marcado, notando como tragaba en seco.
no falto ni cinco segundos cuando una risa algo fuerte retumbaba en el pequeño espacio, felipe te miraba mientras negaba y sus ojos azules se encontraban irritados.
“no te creo boluda, ya andas diciendo tonterías” se peinaba ah cabello castaño hacia atrás ya que el viento que se colaba por la ventana lo había despeinado.
volteaste los ojos y exclamaste un “te odio” mientras inhalabas la última calada, tirando el resto por la ventana.
al ver que no te estabas matando a carcajadas con él frunció el ceño y se te quedó viendo.
¿no me jodas, de verdad?” impresionado se rascó la nuca, no esperaba que le estuvieses hablando en serio pero de solo pensarlo una idea abarcó su mente.
“pues eso lo podría cambiar yo, si vos me permites” sus ojos rojos con cierto brillo iluminaban el auto alumbrado con los faroles de la calle.
tu garganta se secó pero lo pensaste muy bien antes de darle una respuesta, tu mejor amigo te parecía atractivo y bajo los efectos de la marihuana tus palabras fluyeron por si solas.
“vale, veamos si puedes” al terminar la frase, felipe no se aguantó y se lanzó contra tu boca hambriento.
la comisura de los labios de felipe se alzaron y te invitó a pasarse a los asientos de atrás, no te dió ni medio segundo cuando sus abultados brazos se posaron debajo de tus piernas, recostando tu espalda en la mitad de estos, dejando suficiente espacio para él.
“facilitando el trabajo, uh” soltó una risa nasal, sus manos subieron por tus piernas hasta el dobladillo de la falda que traías puesta y la alzó completamente dejando tu ropa interior de encaje a la vista.
su dedo acarició por encima de tu prenda interior causándote temblores en las piernas, después de tantear la zona decidió mover la tanga a un lado, la cual estaba ya empapada por tu excitación.
“linda, sos re sensible y te quiero comer entera” un escalofrío recorrió por tu cuerpo al sentir su aliento caliente contra tu intimidad.
abriste la boca soltando un jadeo cuando sus labios atacaron tu clítoris sin darte tiempo de procesarlo, a veces su lengua jugaba con tus labios inferiores para luego volver a jugar con tu nervio.
tus manos bajaron agarrando los mechones castaños con fuerza, jalando un poco y sacando varios gruñidos de su boca sobre tu intimidad haciéndote temblar.
felipe decidió agregar dos de sus dedos a la acción, abriéndose pasos entre tus paredes para proceder a moverlos en un vaivén, en ningún momento su lengua paró.
las ventas se empañaban de a poco mientras los gemidos que salían de tus labios se hacían más agudos y las estocadas más rápidas.
“p-pipe, me v-vengo” tu espalda se arqueó y sujetaste con dureza su cabello.
no respondió pero no hizo falta cuando sintió tus piernas apretarse a cada lado de su rostro y flaquear contra él.
dejó que los espasmos se desvanecieran para subir su rostro al tuyo, su boca brillosa al igual que sus ojos azules claros. aún así no le dieron importancia y unieron sus bocas en conjunto.
“¿entonces?” felipe se separó de tus labios para dejarte hablar.
“creo que no fue suficiente para decirte” tu respiración sonaba entrecortada pero ambos sonrieron sabiendo que esto se iba a repetir muchísimas veces más.
un pequeño refuerzo de amistad.
———————————————————————————
by ﹫ VOGLATTE ╱ próximamente estaré haciendo algunas traducciones y subiendo más fics .ᐟ
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flan-tasma · 7 months
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"Despecho" (Lyney x Fem!Reader)
Resumen: Saliste a olvidar tu relación pasada y te encuentras a un lindo chico que te ayuda.
Summary: You went out to forget your past relationship and you find a cute boy who helps you.
Encontré una playlist de reggaeton viejito y no me quedó de otra que embriagarme en escenarios ficticios con el mago de Fontaine, ¡Y aquí estamos!
Maybe I can do a second part of this...
Warning: spicy, Modern!AU(?, Alcohol | Google Translate sponsors me (it's a lie) If I made any mistakes in the english translation, I would be happy to read your comments! | Content in spanish and english
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Spanish:
Te habían sido infiel. Ya era oficial desde hace unas semanas y lo único que querías hacer era alejarte de todo lo que te recordara a tu puto ex. Lanzaste por la ventana sus peluches y sus camisas, quemaste las fotos, las flores las plantaste en el vecindario al otro lado de tu ciudad y como última actividad en el ritual de tus amigos y tuyo para olvidar a tu ex, salieron a divertirse.
Se subieron en el auto de uno de tus amigos como si fueran adolescentes problemáticos y pusieron música alta hasta llegar al estacionamiento del antro. Primera regla de la noche: Kaeya no se podía emborrachar.
"Yo me aseguraré de no matarnos cuando vayamos a casa, tu diviértete y haz lo que se te pegue la gana. Hoy es tu noche."
Cuando entraron y la música y su eco se escuchaban con más claridad, escuchaste la segunda regla de la noche: No había límites, excepto contestar alguna llamada del idiota con el que cortaste. Sonreíste cuando Venti te invitó a beber con él y Rosaria se alejaba con Kaeya en busca de Diluc quien los esperaba en la barra, sin embargo algo más te llamó la atención al otro lado de la pista de baile. Entre las luces que iluminaban con flashes a las personas que bailaban, viste a un chico terriblemente lindo que bebía felizmente, al notar tu mirada sonrió coqueto. Jadeaste divertida, podrías apostar a que lo buscarás luego de beber con tus amigos.
Una, dos, tres copas entraron a tu sistema de una bebida que había elegido Diluc para ti, Rosaria y Kaeya hablaban del buen ambiente del lugar y Diluc y Venti se peleaban contigo en el medio de ellos y acabando tu cuarto trago. Un ritmo que reconociste ni bien empezó te hizo levantar la mirada de tu vaso hasta el chico en el otro lado del lugar, quién también te estaba mirando y sonreía. Apoyando su cara en su mano y mirándote entre las luces de neón y que parpadeaban, te lanzó una mirada coqueta junto a un guiño que te hizo soltar una risa que imitó.
"Oh, ¿A dónde vas, (T/N)?" Venti ya estaba hasta atrás, sus párpados casi se cerraban y sus palabras se caían de sus labios. "Iré a bailar un rato."
No explicaste más, el músico no iba a comprender bien más y simplemente te animó a que prendas en fuego la pista de baile, y ya tenías la iniciativa cuando caminaste hacia el chico rubio que se rió al verte llegar.
"¿Bailas?" No le tomó mucho tiempo dejar a su grupo para levantarse y dejar que lo arrastres con el resto de borrachos y sobrios que se dejaban llevar por el ritmo. Sus manos que paseaban por tus caderas y tus manos en su nuca y entre su cabello dejaban claras las intenciones que tenían de no soltarse hasta el amanecer. Poco a poco, ya sea por obra y gracia del alcohol en sus venas, sus manos pellizcaban tus muslos y tu dejabas rápidos besos en sus labios. Lyney, como había dicho que se llamaba en medio del baile, y tú reían desordenadamente entre los movimientos de sus cuerpos increíblemente juntos y que encajaban tan bien que resultaba adictivo ver ante las luces y sombras del lugar.
Estabas tan tentada de irte y desaparecer una semana si era para estar entre los brazos que ahora te sostenían y besaban tu cuello entre risas. Estabas tan tentada y cansada de todo que accediste cuando te ofreció su casa para ir a divertirse de manera privada. En tu defensa Rosaria estaba de acuerdo, entre uno de sus tragos te había visto y sonrió asintiendo, haciendo señas para que la llamaras y siguió escuchando a Kaeya. Tercera regla de la noche: sal a follar con el guapo chico que baila bien.
"Es peligroso subirte a un auto de un desconocido" Lyney te había dado su abrigo para protegerte de la noche helada y había ajustado la calefacción haciéndote reír.
"¿Eres realmente peligroso?" Sus manos se veían tan bien cuando salían del estacionamiento y conducía, usando una sola mano en el volante y la otra viajaba desde tu muslo hasta tu humedad. Te miró con burla rápidamente antes de empezar a acariciar tus pliegues por encima de tu ropa interior.
"No lo sé, me lo tendrás que decir mañana. Pienso hacer magia contigo esta noche."
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English:
They had been unfaithful to you. It was official a few weeks ago and all you wanted to do was get away from everything that reminded you of your fucking ex. You threw their stuffed animals and their shirts out the window, you burned the photos, you planted the flowers in the neighborhood on the other side of your city and as the last activity in your and your friends' ritual to forget your ex, you went out to have fun.
They got into one of your friends' cars like you were troublesome teenagers and played loud music all the way to the club's parking lot. First rule of the night: Kaeya couldn't get drunk.
"I'll make sure we don't kill each other when we go home, you have fun and do whatever you want. Today is your night."
When you entered and the music and its echo could be heard more clearly, you heard the second rule of the night: There were no limits, except answering a call from the idiot you broke up with. You smiled when Venti invited you to drink with him and Rosaria walked away with Kaeya in search of Diluc who was waiting for them at the bar, however something else caught your attention on the other side of the dance floor. Among the lights that flashed at the people who were dancing, you saw a terribly cute boy who was drinking happily. When he noticed your gaze he smiled flirtatiously. You gasped in amusement, you could bet you'd look for him after drinking with your friends.
One, two, three glasses entered your system of a drink that Diluc had chosen for you, Rosaria and Kaeya were talking about the good atmosphere of the place and Diluc and Venti were fighting with you in the middle of them and finishing your fourth drink. A rhythm that you recognized as soon as it started made you look up from your glass to the boy on the other side of the room, who was also looking at you and smiling. Resting your face on his hand and looking at you through the flashing neon lights, he gave you a flirtatious look along with a wink that made you let out a laugh that he imitated.
"Oh, where are you going, (Y/N)?" Venti was already far behind, his eyelids were almost closed and his words fell from his lips. "I'll go dance for a while."
You didn't explain more, the musician wasn't going to understand well anymore and he simply encouraged you to set the dance floor on fire, and you already had the initiative when you walked towards the blonde boy who laughed when he saw you arrive.
"Do you dance?" It didn't take him long to leave his group to get up and let you drag him along with the rest of the drunks and sober people who were carried away by the rhythm. His hands that walked on your hips and your hands on his neck and hair made clear the intentions you had not to let go until dawn. Little by little, either by the work and grace of the alcohol in his veins, his hands pinched your thighs and you left quick kisses on his lips. Lyney, as he had said his name was in the middle of the dance, and you laughed uncontrollably between the movements of your bodies incredibly close and that fit together so well that it was addictive to see the lights and shadows of the place.
You were so tempted to leave and disappear for a week if it was to be in the arms that now held you and kissed your neck between laughs. You were so tempted and tired of everything that you agreed when he offered you his house to go have some private fun. In your defense Rosaria agreed, between one of her drinks she had seen you and she smiled nodding, motioning for you to call her and she continued listening to Kaeya. Third rule of the night: go out and fuck the handsome boy who dances well.
"It's dangerous to get into a stranger's car" Lyney had given you her coat to protect you from the freezing night and had adjusted the heater making you laugh.
"Are you really dangerous?" His hands looked so good as he pulled out of the parking lot and he drove, using only one hand on the wheel and the other traveling from your thigh to your wetness. He glanced at you quickly before beginning to caress your folds over your underwear.
"I don't know, you'll have to tell me tomorrow. I plan to do magic with you tonight."
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moonlezn · 6 months
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bem que se quis
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o que era pra ser um sonho, virou pesadelo.
é assim que você se sente agora. a pontada no peito forte demais ao pegar seu namorado de três anos, jungwoo, beijando uma das líderes de torcida enquanto a final de handebol acontece na quadra da faculdade.
a situação piora quando você descobre que o seu inimigo de infância, jeno lee, te seguiu até ali e agora assiste a cena toda com o cenho franzido. você tinha acabado de chegar no vestiário feminino, ainda processa a imagem, sem forças para interromper o casalzinho. as lágrimas de decepção foram tão automáticas e pesadas que você nem percebe que elas rolam livremente pelo seu rosto.
"seu filho duma puta." jeno declara alto o suficiente para que os outros ouçam.
"amor... não é o que você tá pensando." woo tenta se defender, mas os lábios cheios de batom borrado anulam qualquer palavra.
"tá achando que ela é burra, seu pau no cu?" o menino atrás de você responde antes mesmo que pudesse pensar em rebater o ex-namorado.
"irmão, tá se metendo por quê? ninguém te chamou aqui."
finalmente eles se separam, jungwoo tenta limpar um pouco da bagunça na própria face. a menina te olha com dó e se retira do ambiente, desconcertada.
"tu é homem pra me enfrentar mas não pra ser fiel?" jeno ri com escárnio. "o pau deve ser desse tama—"
sem que pudesse evitar, jungwoo parte para cima de jeno, presenteando-lhe com um soco bem no nariz. o menino novamente ri, pondo a mão na área afetada.
"eu não sou de violência, mas vou ter que devolver o favor." pouco depois de afirmar, bem nos olhos do ex, jeno deixa dois socos bem acertados.
ele nunca usava as habilidades em artes maciais fora dos tatames, exceto quando, como agora, precisa se defender.
jungwoo mal viu da onde vieram as porradas, apenas sofre com gemidos dolorosos. com certeza vai ficar roxo. covardemente, ele corre para fora do vestiário, lançando um olhar indecifrável na sua direção, e você apenas desvia. não se daria a chance de sentir piedade.
o outro sacode as mãos vermelhas com o impacto, observando os seus ombros chacoalharem mais.
ele se aproxima de você, cuidoso e (nunca admitiria) preocupado. antes que pudesse tocar seu ombro, seu corpo gira de supetão.
"por que você me seguiu, garoto?" a voz ríspida não combina nada com seus olhos chorosos.
jeno respira fundo para manter a paciência. "você tá bem?"
"você acha que eu tô bem, seu idiota?" seca as lágrimas, não permitiria que ele tivesse mais material para te caçoar depois. "claro que eu não tô bem! e responde minha pergunta!"
"porra! eu te vi sozinha e sua cara não tava boa..." ele coça a nuca. "fiquei preocu... digo, fiquei curioso e cheguei aqui."
você bufa alto, cutucando bem a virtude que jeno tenta controlar.
"deixa de ser fofoqueiro, garoto! vai, pode ir, espalha pra todo mundo que eu fui chifrada."
"mas você é muito mal agradecida mesmo, né, garota. quase tive meu nariz quebrado por tua causa e..."
"porque você quis!" interrompe-o com tom estridente. "eu sei me defender sozinha!"
jeno força uma risada irônica. "ah, claro, eu vi que você tava super se defendendo."
"quer saber de uma coisa? não vou perder meu tempo com você não. tô com a cabeça cheia demais."
você praticamente foge correndo dali, indo direto para o carro e desabando no volante antes de dar partida. dor demais.
jeno fica sem entender nada enquanto caminha de volta para as arquibancadas, fechando a cara para evitar as perguntas dos amigos.
além de esquentadinha, é ingrata.
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de longe dá para entender que você e jungwoo estão brigando. o garoto tenta de todas as formas te puxar para um abraço, se explicar, te acalmar, chamar sua atenção, para que não terminem. mas você não dá a mínima, desvia todas as vezes, tanto dos toques quanto dos olhares.
"acabou, jungwoo. a-ca-bou."
"você vai mesmo jogar fora tudo que a gente construiu? nossos sonhos?" ele implora, no entanto você lê através das declarações sem significado.
"endoidou, foi?" a risada debochada que sai da sua boca acaba com a esperança do ex. "você me traiu não sei quantas vezes e sou eu jogando fora nossos planos? vai se foder."
"não fala assim, am—"
"oi, amor." a voz de jeno te surpreende. sente seu braço passar pela sua cintura e um beijo na bochecha. "esse cara tá te incomodando?"
de novo essa merda.
com o olhar magoado, jungwoo balança a cabeça e sente as pálpebras queimarem.
"já entendi tudo. felicidades." ele pega a mochila no chão e, finalmente, te deixa em paz.
assim.
um namoro de três longos anos acaba assim.
quando não consegue mais ver o menino por entre a multidão do campus, você estapeia o braço de jeno para longe de você.
"por que caralhos você fez isso?"
"de nada, garotinha. tá me devendo duas."
sua mão estala os dedos levantados de lee, que finge sentir uma dor descomunal pelo novo tapa.
"tá muito violenta. foi o chifre?" alfineta vestindo um sorriso ladino.
"vai se foder você também, jeno lee!" grita e vira o corpo para partir, mas ele te impede.
"ei, é sério. como você está?"
o semblante firme te quebra por um instante. ele parece genuinamente preocupado, apesar de não querer confessar. acontece que, por estarem há tanto tempo na vida um do outro, acabaram se acostumando. apesar de inimigos, a face familiar já fora conforto várias vezes para ambas as partes.
"olha, neno..." suspira exausta. "não quero falar sobre isso, tá? não agora."
ele morde o lábio inferior, engolindo outra pergunta. quando vai querer falar sobre? porque ele estaria lá.
"tudo bem, chatinha."
você remexe na bolsa, conquistando a atenção do fofoqueiro do jeno. quando acha o pacote de papel pardo, sem nem olhar nos olhos do menino, estende o braço em sua direção.
"que isso?" toma o pacote nas mãos, espiando o que há dentro.
álcool 70, pomada e band-aids.
"cuida desse corte." limpa a garganta para soar menos carinhosa. "porque ninguém merece olhar pra tua cara já feia com um corte horrível."
vai embora sem dar direito para argumentos. jeno contém um sorriso, olhando para os lados e recuperando a expressão séria, partindo na direção contrária.
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os dias passam, mas a dor não parece diminuir. é difícil.
durante a aula de psicologia II, a matéria mais fácil do semestre, você mal consegue se concentrar. está distraída, sentada bem no fundo da sala, pensando em tudo menos na discussão que se desenvolveu há bons minutos.
os momentos junto de jungwoo repassam mais outra vez em sua mente como um filme. nada foi real? será que só você sentiu tudo?
felizmente a aula acabou bem no segundo em que as lágrimas voltaram a molhar o canto dos seus olhos. sai andando apressada, esbarrando sem querer em algumas pessoas e dispara para a escada desativada do bloco C.
sentando num dos degraus, se permite soluçar e liberar todo pranto que bagunça seu coração.
"onde eu errei? por que eu sou tão insuficiente?" você sussurra para si mesma, mesmo sabendo que não é culpada. "por que?"
a porta corta-fogo range de repente, e você pula de susto, pondo a mão no coração. olhando para cima, vê jeno com apenas uma garrafa na mão. o nariz está enfeitado com um band-aid, pelo menos isso.
"tá devendo, chifruda? leva susto não." ele fala entre risos ao sentar num degrau abaixo.
"me erra, jeno."
"quer uma água?" sacode a garrafa na sua frente. "tem que se hidratar depois de chorar tanto."
antes não tivesse aceitado. o gosto péssimo e a queimação na garganta te causam tosse, e você xinga até a penúltima geração do garoto.
"isso é vodka, caralho! seu maluco!"
"é o remédio que você precisa, garotinha. bebe pelo menos mais três goles que tudo passa."
"essa é sua solução pra todos os problemas?"
"a sua não?"
revirando os olhos, toma mais da bebida. jeno sorri e bate palminhas silenciosas ao ver seu rosto se contorcendo pela queimação.
o silêncio abraça o recinto brevemente. o garoto presta atenção no celular enquanto você encara o nada, o corpo já leve dá uma pausa nos pensamentos caóticos de antes.
"universitária, chifrada e consolada pelo meu arqui-inimigo." sai da sua boca como um suspiro. ele bloqueia o celular e volta a prestar atenção em você. "nunca pensei em como seria o fundo do poço."
"você acha que eu sou seu inimigo?" jeno indaga. não dá para entender muito bem o tom de voz que ele usa, a expressão na face também não diz muito.
"foi você que disse isso."
"no segundo ano do ensino médio." afirma, contrariando seu argumento.
não é óbvio que isso é coisa do passado? já são adultos e, apesar de toda implicância, jeno não conhece uma vida sem você.
duvidosamente decepcionado, ele se levanta em direção à saída.
"só pra você saber..." ele hesita antes de fechar a porta. "não acho que você tenha culpa, ele que foi babaca." termina e se vai, te deixando confusa.
e com uma pontinha de arrependimento. e com a garrafinha vazia dele.
quando decide ir embora, a tontura te pega de surpresa. determinada, dá um passo de cada vez até o seu dormitório. mesmo demorando uns 10 minutos a mais, não tem problema. aos trancos e barrancos, chegou bem e viva.
depois que toma banho, o sono bate que não dá para resistir. depois de quase uma semana sem dormir direito, a vodka de jeno lhe concedeu um bom descanso naquela tarde.
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sábado jeno fica em casa?
só tem como saber a resposta se você bater na porta.
bate. na. porta. anda logo.
por que está tão nervosa? é só devolver a garrafa e ir curtir o resto do dia livre com sua própria companhia.
chacoalha o joelho e ensaia bater na madeira, cerrando os punhos. hesita.
ai. foda-se, é só o jeno.
é o jeno.
"vai ficar enrolando mais quanto tempo?"
quase morre de susto quando ele abre a porta. o costumeiro sorriso convencido enfeita os lábios do garoto.
"porra!" respira fundo para acalmar o coração acelerado. "que susto, seu maluco!"
ele não diz nada, apenas observa seu showzinho.
"por que você tá pelado?" arregala os olhos, engolindo em seco.
"nunca viu um homem sem camisa, garotinha?" passa as mãos sobre os gominhos do abdômen. você definitivamente não acompanha os dedos dele com os olhos. "tá gostando? eu posso pensar no seu caso."
"nossa, como você é convencido, jeno. nunca em mil anos eu ficaria contigo, se enxerga!" cruza os braços, se concentrando muito em não gaguejar.
"tá, arqui-inimiga." revira os olhos e se apoia no batente. "entra aí."
antes que pudesse refutar, jeno caminha pela sala e não de deixa opção. você entra e fecha a porta atrás de si, acompanhando-o no sofá.
ele toma o controle do videogame nas mãos novamente, fixando os olhos no combate fictício.
"jeno, eu não vou demorar. só quero te devolver a garrafa."
"deixa aí. lavou, pelo menos?" ele pergunta enquanto pressiona vários botões por vez.
não adianta nada porque ele perde, e você ri da pontuação dele. não é tão engraçado, mas você ri de chorar. jeno te encara sem expressão nenhuma.
"não tô entendendo qual é a graça." finge ofendimento, mas a casca dura racha aos poucos. não dá para não rir junto. "se você é tão boa assim, bora competir, pô. quero ver tu me ganhar."
desafio? claro que você topa. não tem mais nada para fazer mesmo. mas só por isso.
"ah tá que eu vou perder meu sábado contigo." seca as lágrimas com uma mão, a outra alcança a bolsa para ir embora.
"para de graça, encrenqueira. teus amigos tão tudo viajando, larga essa bolsa e joga comigo." te oferece o controle número dois. "duvido."
a palavrinha mágica te convence.
como se fosse nada, você ganha jeno de lavada. todas as vezes. sem nenhum pingo de pena. todo crédito aos seus irmãos mais novos, que te ensinaram tudo que sabe.
uma coisa não dá pra negar, você riu como uma criança a tarde (e noite) inteira, ao ponto de não ver o tempo passar. as reclamações de jeno te arrancaram boas risadas, e aí teve a pausa pro lanche. aí não dá pra lanchar sem assistir uma coisinha. só um episódio — foram 5.
já passa das nove quando percebe que precisa ir embora. jeno insiste em te levar em casa, você faz um doce pelo costume, mas a verdade é que andar pelo campus essa hora da noite é sinistro, então cede rápido.
"tá entregue, garotinha." põe as mãos no bolso para esquentar os dedos gélidos.
"valeu, neno. foi mal te alugar hoje."
essa seria a décima revirada de olhos do dia, mas ele se controla. tira as mãos do casaco e te puxa para perto pela manga da blusa, fazendo com que seus corpos se choquem num abraço.
de primeira, você congela ao sentir o corpo dele tão próximo, e também os braços fortes envolvendo sua figura de forma tão... doce.
no modo automático, retribui. enlaça os ombros firmes, esquentando a pontinha do nariz na clavícula cheirosa do mais alto.
"você. não. é. um. peso." murmura cada palavra sobre a curva do seu pescoço, te dá arrepios. "para com isso, tá?" ele volta a te olhar, afrouxando o abraço. "adorei passar o dia com a minha arqui-inimiga."
você ri, envergonhada.
"eu também, arqui-inimigo." admite como se fosse uma verdade difícil, fazendo-o jogar a cabeça para trás e soltar um grunhido. o aperto na sua cintura denuncia que é apenas uma brincadeira.
"esquece essa história, garotinha."
"me faz esquecer."
quase se arrepende de como aquilo soa. se não fosse jeno fechando os olhos e acariciando seu nariz com o próprio; se não fossem suas unhas na nuca arrepiada dele; se não fosse a respiração acelerada dele se misturando com a sua, teria se arrependido.
se não fosse o selinho molhado e hesitante que jeno deixa nos seus lábios, teria se arrependido.
se não fosse a sua coragem de aprofundar o beijo pedindo passagem com a língua, e a massagem que segue, e os sons que os lábios tão saudosos emitem, e as digitais calejadas pelo violão na sua bochecha, e as suas mãos frágeis perdidas no peitoral definido... se não fosse... mas foi. e nada te faria se arrepender do primeiro beijo que te deu a chance de ser feliz.
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