Tumgik
#Dama de cabellos de oro
spanishskulduggery · 5 months
Note
Ohi there!
I made this u/n forever ago so ill probably keep it no matter the answer to this, but I've always wondered if it should be 'chic@ con pelo rosado'? Or maybe better 'de pelo rosa(do)'? It just feels... awkward to me, but I can't place my finger on it.
I know there are words for the 'hairèdness' of someone (e.g. moren@, rubi@, etc.), for lack of a better term, but since it's not a natural color (on hair or in general), I'm not sure how that would work. I've always wondered how accurate it was lmao
(Also side note, which article do you use for gender neutral lmao is it 'l@'?)
First, it could be either
chico con pelo rosa / rosado is "boy with pink hair"; and chico de pelo rosa / rosado is "the pink-haired boy"
Both are acceptable, but the de kind of makes you think of using a hyphen
Note: You may also see el cabello used for "hair" when it's specifically hair on the head
But you're right that there are certain words for hair colors:
rubio/a = blond
pelirrojo/a = red-head, "ginger"
moreno/a = dark-haired / brunette de/con cabello/pelo castaño = brown-haired
de/con pelo/cabello caoba = auburn-haired
cano/a = white-haired, gray-haired [as opposed to pelo cano or pelo blanco / gris]
de/con pelo/cabello negro = black-haired pelinegro = black-haired [less common still used sometimes]
This also applies to hair texture/length... corto/a "short", largo/a "long", liso/a "smooth/straight (hair)", rizado/a "curly/wavy", and calvo/a "bald"
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Two options for gender neutral - the @ makes the most sense in writing when you're including everyone not specifically talking about a particular person like tod@s is "everyone (male and female)", or el/la chic@ maybe
The way a company might do it is to include both: un/una alumno/a "a student" for example, or se busca un/una empleado/a "looking for an employee"
The other way a company or someone official might do it is to include both options; damas y caballeros "ladies and gentlemen" or todos y todas "everyone"
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Less official but still used especially by the younger generation and for times when you are really talking about one person in particular: the general idea for gender neutral is the use of -e
So it would be le chique "the young person" gender neutral
For non-binary groups, it would probably be les chiques or saying todes "everyone". I would tend to assume it works like feminine does that nosotras "we" is for only women in the group, nosotros is either a mixed group or all men... so nosotres would be like everyone NB, but in a mixed group I would expect to see nosotros
And so it would be rubie, pelirroje, morene, cane etc.
But be really careful because depending on where you're saying/using it, it might not be regarded as correct or you might be mistaken for using French or Italian
The "default" way to talk about someone non-binary or gender neutral is either to assume masculine until proven otherwise, or to use gender neutral language that's a bit impersonal... such as la persona que tiene (el) pelo/cabello negro "the person that has black hair", or alguien con (el) pelo/cabello azul "someone with blue hair"
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Side Note just in case you were confused rosa can be used as "pink", rosado/a is more explicitly the adjective form "pink" or "rosy". They are both correct as adjectives, just that rosa doesn't change for gender so it could confuse some people
I know in my textbooks for colors they wrote anaranjado/a "orange" [lit. "orange-y"] instead of naranja "orange", and they wrote rosado/a "pink" instead of rosa
When using an actual noun as an adjective, they don't change gender; so la rosa is "rose", el rosa is "the color pink", rosa is just pink
You can also see this with caoba "mahogany" or "auburn", plata "silver" [as opposed to plateado/a], oro "gold" [instead of dorado/a "golden"], bronce "bronze" [instead of bronceado/a "bronzed / tanned"]
And some other words like márfil "ivory", ébano "ebony", castaño "brown/chestnut", café or color café "coffee colored" aka "brown", or something like lila "light purple" and turquesa "turquoise"
All colors are masculine when talking about them; all colors taken from nouns will not change as adjectives - la camisa turquesa "turquoise shirt" vs. el abrigo turquesa "turquoise coat" for example... And la turquesa means "turquoise" often the gemstone, and el turquesa means "the color turquoise"
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jartitameteneis · 8 months
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"—¿Y qué regalo le pediría un enano a los elfos? —dijo Galadriel volviéndose a Gimli.
—Ninguno, Señora —respondió Gimli—. Es suficiente para mí haber visto a la Dama de los Galadrim y haber oído tan gentiles palabras.
—¡Escuchad vosotros, elfos! —dijo la Dama mirando a la gente de alrededor—. Que nadie vuelva a decir que los enanos son codiciosos y antipáticos. Pero tú, Gimli hijo de Glóin, algo desearás que yo pueda darte. ¡Nómbralo, y es una orden! No serás el único huésped que se va sin regalo.
—No deseo nada, Dama Galadriel —dijo Gimli inclinándose y balbuciendo —. Nada, a menos que... a menos que se me permita pedir, qué digo, nombrar uno solo de vuestros cabellos, que supera al oro de la tierra así como las estrellas superan a las gemas de las minas. No pido ese regalo, pero me ordenasteis que nombrara mi deseo.
Los elfos se agitaron y murmuraron estupefactos, y Celeborn miró con asombro a Gimli, pero la Dama sonreía.
—Se dice que los enanos son más hábiles con las manos que con la lengua —dijo—, pero esto no se aplica a Gimli. Pues nadie me ha hecho nunca un pedido tan audaz y sin embargo tan cortés. ¿Y cómo podría rehusarme si yo misma le ordené que hablara? Pero dime, ¿qué harás con un regalo semejante?
—Atesorarlo, Señora —respondió Gimli—, en recuerdo de lo que me dijisteis en nuestro primer encuentro. Y si vuelvo alguna vez a las forjas de mi país, lo guardaré en un cristal imperecedero como tesoro de mi casa y como prenda de buena voluntad entre la Montaña y el Bosque hasta el fin de los días.”
Galadriel entregándole su regalo a Gimli de Magdalena Olechny.
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el-amor-te-libera · 11 months
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#1833 Transmisión de la Llama Violeta
Segunda Parte
Por el Amado MaháChohán
Tomado del libro Boletines Privados de Thomas Printz, vol. 1 (23 de Febrero de 1953). Serapis Bey Editores, S.A. www.serapisbey.com
Acción de Kwan Yin 
La amada Kwan-Yin comenzó a atraer el Poder Cósmico del Fuego Sagrado veinticuatro horas antes de que tuviera lugar la transmisión propiamente dicha de las corrientes. La Hermandad que habita en Su Templo había tejido para Ella las más exquisitas togas de estado y vestiduras de poder en el glorioso púrpura real y oro, las cuales se puso sobre Su propio sencillo traje de seda de color malva. Ella, junto con las doce Damas que representan Su corte espiritual, ocuparon sus puestos ante el altar sobre el cual resplandecía el Loto Cósmico de Misericordia, mucho antes de que la asamblea se reuniera, y comenzaron a atar las corrientes provenientes de los Templos de Luz alrededor del Sol físico y de las Esferas de Luz, lo que causó que la Llama se expandiera e intensificara en su Poder Cósmico hasta que se hizo tan brillante en su actividad que aún para Nosotros era difícil contemplar directamente Su presencia flamígera por más de algunos cortos momentos. Desde el Templo Cósmico alrededor del Sol del Elohim de la Llama de la Misericordia, el Gran Rayo Púrpura lanzó un destello y se conectó con la Llama enfocada en el Templo en Pekín.
Entonces, desde los siete Templos de Misericordia, Perdón, Amor, Liberación, Pureza, Bondad y Servicio Ordenado, que se encuentran en el Séptimo Ámbito, ángeles-devas del Fuego Violeta proyectaron siete grandes Rayos, los cuales —uniéndose con el Rayo Maestro del Sol— entraron al Corazón del Loto Cósmico, expandiéndose hasta que sus pétalos cubrieron toda el país de China, subiendo hasta el área de Siberia pasando por el Tíbet y la península de Malaya y atravesando el Pacífico, cubriendo los campos de batalla de Corea en su potente Poder.
Desde los Niveles Internos, parecía como si la amorosa Tierra se hubiera puesto un hermoso Loto enjoyado en el cabello, y la atención de seres de otras estrellas y planetas hubiera sido atraída a la fuerza por el tremendo poder magnético de esa Luz. Estos gloriosos visitantes celestiales comenzaron a reunirse en un espíritu enteramente espontáneo de homenaje a la Llama. La Tierra no habría ofrecido causa para tales visitaciones espirituales desde que fuera creada como la cuna para la raza evolucionante.
Los chelas y estudiantes espiritualmente sensibles, lo suficientemente afortunados como para estar dentro de la localidad física propiamente dicha de esta actividad, fueron también atraídos por medio de estos Poderes concentrados de Amor; y no fue muy diferente que digamos a la reunión de los sabios e inocentes alrededor del lugar de nacimiento del amado Jesús en Belén hace tanto tiempo, en cuanto a cómo ellos respondieron otra vez al poder magnético de Amor y a los regalos de Dios impartidos para bendición de todos los pueblos.
Justo antes de comenzar la transmisión de las corrientes, los miembros de la Hermandad ocuparon sus puestos dentro del mismo Templo, y en el momento indicado, Kwan-Yin dio la señal y todos exhalaron dentro del Loto de Fuego Púrpura sus bendiciones y su aliento. Kwan-Yin y Su corte se pararon dentro de la Llama, y luego cada uno de los Hermanos tomó una profunda inspiración, absorbiendo el Poder de Misericordia, Perdón y Amor Divino, luego exhalándolo poderosamente hacia el Retiro de Suva, donde fue inmediatamente transmitido a los benditos en la Costa Oeste de Estados Unidos de América. En cuestión de menos de treinta segundos, este exquisito Poder Transmutador de Misericordioso Perdón había rodeado la Tierra, y no hubo hogar, hospital, asilo, corazón humano o miembro de cualquier reino evolucionando en la Tierra a través de cuyo centro no pasara esta corriente, disolviendo las sombras de la misma manera que la Luz del Sol disipa la oscuridad de la noche. Aunque el centro del rayo pasaba de cada grupo designado de los amados Maestros y chelas, la actividad entera fue una vertida masiva de "Llama Violeta" que cubrió de polo a polo desde la primera respiración.
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danntranslates · 3 days
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mi traducción al español de Lady Lazarus de Sylvia Plath.
Señorita Lázaro
Lo he hecho de nuevo.
Una vez cada decenio,
lo consigo:
Mi piel, un milagro ambulante,
brillante como pantalla de lámpara Nazi,
mi pie derecho
un pisapapeles,
mi rostro sin rasgos,
fina tela judía.
Arranca la mortaja,
Oh, mi enemigo.
¿Aterrorizo?
¿La nariz, las cuencas oculares, los dientes?
El aliento acre
desaparecerá en un día.
Pronto, muy pronto la carne
que la tumba comió
volverá a ser yo
y yo, una mujer sonriente.
Tengo sólo treinta años,
y como el gato, siete muertes.
Esta es la Número Tres.
Que desperdicio
aniquilarse cada década.
Qué millón de filamentos.
El público mascacacahuates
se amontona para ver
cómo me sacan
las vendas de manos y pies:
El gran striptease.
Damas y caballeros,
aquí mis manos, mis rodillas.
Aunque sólo soy carne y hueso,
sigo siendo la misma, idéntica mujer.
La primera vez que pasó tenía diez.
Fue un accidente.
En la segunda, estaba decidida
en seguir hasta el fin y no volver nunca.
Cual almeja
me cerré de golpe.
Tuvieron que llamar una y otra vez,
y arrancarme los gusanos como perlas pegajosas.
Morirse
como todo lo demás, es arte.
Y lo hago excepcionalmente.
Tanto, que se siente como el infierno.
Tanto, que se siente real.
Hasta podría decirse que tengo un don.
Es tan fácil que se puede hacer en una celda.
Tan fácil que se puede hacer y después como si nada.
Es el regreso teatral
a plena luz del día
al mismo lugar, a la misma cara, al mismo grito brutal
y divertido:
“¡Un milagro!”
Que me noquea.
Hay que pagar
para ver mis cicatrices, hay que pagar para escuchar mi corazón:
Que late de verdad.
Y hay que pagar, hay que pagar muy caro
por una palabra, por tocar,
o por un poquito de sangre;
por un mechón de mi pelo o por mi ropa.
Así que, Herr Doktor.
Así que, Herr Enemigo.
Yo tu opus,
yo tu valioso objeto,
niña de oro puro
Que se funde en un chillido.
Me doy vuelta y ardo.
No piense que menosprecio su preocupación.
Ceniza y ceniza,
que revuelve y atiza.
No queda nada de carne o hueso:
Una barra de jabón,
un anillo de bodas,
un empaste de oro.
Herr Dios, Herr Lucifer,
cuidado.
Cuidado.
Resurjo de las cenizas
con mi cabello colorado
y devoro hombres como si fuesen aire.
traductora: Daniela H.
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bookishnerdlove · 1 month
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NELTHDR 112
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"No, ya vienen por aquí. No tomes mis palabras a la ligera, si quieres salvar tu vida, por favor corre. Les digo esto por sus hermanos, que cuentan con ustedes. Cliff Ludwig no perdonará...... Nadie aquí, ni siquiera tú". "Pero no nos pagan hasta que el trabajo está hecho. Solo hemos recibido un pago inicial". Mi impaciencia se agotó. A este paso, incluso aquellos que me han hecho pequeños favores caerían bajo la brutal espada de Cliff. Había muy pocas personas que me hicieran favores en esta vida o en la anterior, y quería asegurarme de que se salvaran. '¿Hay algo que pueda darles ahora......?' No era un vestido enjoyado lo que llevaba puesto, y los adornos para el cabello eran un ramillete y cintas, por lo que no podía ser dinero. Miré lo que llevaba puesto y me detuve. Recordé el collar de rubíes alrededor de mi cuello. Todavía no me lo habían quitado, gracias al vestido que me cubría el cuello. Fue una lástima, ya que Killian me lo había comprado. Pero si me desmayaba, Sophia podría soportarlo. Mejor dárselo a esta gente que a esa perra. "¡Oye, tengo esto...... collar alrededor de mi cuello". —¿Eh? "Es una cadena de rubíes y oro de buena calidad, valdrá mucho dinero si la vendes, así que tómala y corre". Los dos hombres se miraron de nuevo y vacilaron. "¡Se acaba cuando Sophia llega aquí, vamos!" A instancias mías, el hombre que me había atado bajó con cuidado el cuello de mi vestido y sacó el collar. "Toma eso y corre de inmediato. No quiero que mueran las personas que me hicieron un favor, así que vete. ¡Y no discutas sobre quién recibe qué!" Asintieron rígidamente y guardaron el collar en uno de los bolsillos de los mercenarios. Antes de salir del sótano, me miraron. "E- disculpe......" —¿Qué? "¡Um...... Buena suerte". Sonreí débilmente ante la incómoda despedida. Extras sin nombre que ni siquiera se mencionarían en la historia original. Pero sé que tienen hermanos con los que se llevan bien, y acabo de recibir un favor que podría salvarme la vida. "Buena suerte para ustedes dos". Y tan pronto como se fueron, escuché otra voz a lo lejos. Desafortunadamente, era la voz de una mujer. —¿Por qué demonios tardaste tanto? La voz de Sophia, abiertamente despectiva hacia el mercenario, me hizo darme cuenta de por qué los dos hombres me habían gustado tanto antes. "Es fácil generar empatía cuando tienes un enemigo en común". Supongo que debería agradecerle a Sophia por eso. "Ah, jaja. No seas demasiado duro conmigo, solo estaba admirando la belleza de la noble dama". "¿Por qué tú, un montañés, te preocupas por lo hermosa que es una mujer así?" Si yo fuera ese mercenario, me sentiría mal al escuchar eso. En cualquier caso, los dos hombres pensaron en mí y desaparecieron rápidamente sin incurrir en la ira de Sophia. Recé para que corrieran en línea recta sin dudarlo. Unos momentos después, la puerta de madera se abrió. "Vaya, vaya. Pareces una mierda. Deberías haberlo tomado cuando el joven maestro Shane te dio tu última oportunidad. Estúpida moza. Tal vez debido a las órdenes de Shane de tratarme como menos que una lavandera, Sophia no me respetaba, ni siquiera en broma. De todos modos, necesito ganar tiempo todo el tiempo que pueda. Cliff estará aquí pronto. Así que si me estancaba hasta entonces, podía terminar sin mucha paliza. Me mordí el labio, respiré hondo y dije: "Ya que esto ha llegado a esto, déjame preguntarte algo". —¿Qué? "¿Por qué me odias...... ¿Tanto? El rostro de Sophia se endureció ante mi pregunta. Lo saqué a colación para suavizar el golpe, pero ¿la había ofendido? Pero luego resopló y se rió. "Quiero decir, crecí con nada más que cumplidos". Ugh. De repente, la narración de Sophia ha comenzado, y no estoy tan seguro de querer saberlo...... "Yo era el quinto hijo de una familia plebeya de tres niños y cuatro niñas, y era el favorito de mis padres". ¿Por qué de repente compartes tu pasado......? "Pensé que podía lograr cualquier cosa si me lo proponía. Dicen que el dinero puede comprar un título nobiliario, así que algún día iba a ser un noble y vivir una vida lujosa. Tenía confianza". Este es el tipo de persona apasionada y emprendedora que a la Corea del Sur del siglo XXI le encantaría tener. Sí, sí. Bien, eso es suficiente...... "Pero a medida que crecía, me di cuenta de que hay factores más importantes para el éxito que tener talento". Solo le pedí que me dijera por qué me odia, pero ¿cuánto tiempo tengo para escuchar esto? Claro, está sirviendo para estancarse, pero no es realmente necesario. Entonces, como si se diera cuenta de mi distracción, Sophia me señaló con el dedo y me preguntó: "¿Sabes qué es eso?" "¡Uh...... I- No lo sé...... Supongo, ¿suerte o antecedentes? No creo que la persona que hizo la pregunta estuviera buscando una respuesta de libro de texto, así que solté una respuesta autocrítica coreana del siglo XXI.   El trabajador duro no puede vencer al que disfruta, el que disfruta no puede vencer al afortunado y el afortunado no puede vencer al bueno. "¡Ja! Supongo que esta perra tonta todavía puede pensar, ¿eh?" ¿Eh? ¿Es esa la respuesta correcta? —Exactamente. Suerte, antecedentes o sangre. Soy mucho mejor que tú, pero solo soy tu doncella, y tú eres mucho más tonta e inútil que yo, pero tienes la suerte de ser hija de un conde. "¿Qué se supone que debo hacer por haber nacido así?" "No. Estabas destinado a ser abandonado. Eres un hijo ilegítimo y huérfano". "...... ¿qué?" —pregunté, preguntándome si había oído mal. "Oh, por cierto, no lo sabías, ¿verdad? Tu madre es la hermana muerta del conde Riegelhoff, y ni siquiera sabemos quién es tu padre. Sophia parecía muy feliz, como si pensara que estaba mentalmente conmocionada al enterarme de un hecho tan brutal. Pero me sentí aliviada al aprender un poco más sobre por qué Edith había sido abusada. No soy el hijo ilegítimo del conde Riegelhoff, sino el de su hermana. ¡Eso explica por qué me trató tan mal! Es por eso que podían decir que viví por el "favor de la familia", porque habían aceptado gentilmente una "desgracia familiar" en la familia Riegelhoff que, en su opinión, merecía ser descartada. En cualquier caso, no tiene sentido que Sophia sepa que estoy de acuerdo con este hecho. Puse mi mejor cara de asombro. "S- ¿Por eso mi padre y mi hermano siempre me pegaban...... ¿Y por qué mi madre me era tan indiferente? "No puedes culpar al Conde y al Joven Maestro Shane, ellos son los que te convirtieron en hija de una familia noble cuando deberías haber sido abandonada en un orfanato. Solo te golpearon porque eras incompetente. ¿Lo entiendes? "¡Me han golpeado desde antes de los quince años! ¿Qué tipo de competencia esperaban de un niño así?" "Bueno, tal vez fue porque pensaron en tu madre que murió al darte a luz". Sophia soltó una risita divertida, pero de repente se puso rígida, y la bajada de temperatura fue tan grande que me pregunté si volvería a golpearme locamente. Si yo fuera la señorita de Riegelhoff, podría ser mucho más beneficiosa para el conde Riegelhoff que tú, que apenas puedes entender una palabra de lo que digo. "No fue mi decisión convertirme en la joven dama de Riegelhoff, y esa no es razón para odiarme, ¡no es mi culpa!" Al oír estas palabras, Sofía, que me había estado mirando, me dio una bofetada en la cara. Me abofeteó tan fuerte que se me cayó el ramillete de la cabeza. "Si fueras competente, no tendría que sentirme así, ¿verdad?" Me reí débilmente mientras volvía la cabeza hacia ella. "No seas ridículo. Si ese es el caso, no tienes ninguna razón para odiar a Lizé. Solo necesitabas a alguien con quien desquitarte con lo que no tienes, así que ¿por qué lo estás racionalizando ahora?" Sophia apretó los dientes, sin darse cuenta de que la había sorprendido odiando a Lizé. "¡Tú y esa chica merecen ser odiados por sentarse en asientos para los que no están destinados! ¡Las dos sois unas perras asquerosas!" Un dolor punzante me atravesó la mejilla de nuevo, probablemente por haber sido golpeado en el mismo lugar una y otra vez, mi nariz sangraba y podía sentir el sabor de la sangre en mi boca. "Mierda, al menos abofetea mis mejillas a su vez". Me zumbaban los oídos y se me llenaban los ojos de lágrimas. Pero me di cuenta de que la verdadera paliza estaba a punto de comenzar ahora. Efectivamente, Sophia se arremangó y tomó un látigo. "¡El joven maestro Shane no se merece una puta humilde como esa, una puta que atrae a los hombres con su cara bonita......!" —¿Entonces...... ¿Quién crees que le conviene? —pregunté nasalmente, levantando mis pestañas empapadas en lágrimas. Continué: "Conoces a todas las damas nobles, ¿aprobarías que alguna de ellas se convirtiera en la novia de Shane?" La mano de Sophia que sostenía el látigo tembló. "Si no puedes decidirte por uno, al menos llama a un candidato". "¡Cállate!" El látigo se balanceó y golpeó mi antebrazo. Me dolió muchísimo, pero apreté los dientes. Si gritaba aquí que me dolía y dejaba de hablar, a partir de ese momento solo me azotarían sin cesar. "No hay forma de que puedas hacer eso. De eso se trata el amor, ¿no? No importa lo malo que seas, no quieres ver a otra persona tomar a la persona que amas, ¿verdad?" "¡No sé de qué demonios estás hablando, perra asquerosa......!" "¿No amas a Shane? ¿Puedes jurar por Dios que estás de acuerdo con que él sea completamente de otra persona?" Incluso en la oscuridad de la habitación, pude ver la mirada de Sophia. Read the full article
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diarioelpepazo · 6 months
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La leyenda del tango visitó Venezuela. Cuando el buque Lara atracó en el puerto de La Guaira el 25 de abril de 1935, su pasajero principal no tenía ni la más mínima idea de cómo sería la recepción que le tendría preparada aquella Caracas conservadora y tranquila en pleno período gomecista. Era el artista del momento, el causaba furor. [caption id="attachment_92686" align="aligncenter" width="618"] Gardel rodeado de admiradores. Foto Cortesía[/caption] Luis Carlucho Martín Tenían razón todos los que como El Che Edecio Ascanio y Luis Felipe Izquierdo, sin mayores pretensiones más que la de fanáticos, entregaron mucho de su vida al cultivo de la fusión del lunfardo con acordes de guitarras y bandoneones, bajo la interpretación del gigante del canto criollo argentino, globalizado por su osado carisma y talento, que trascendió fronteras, gustos, modas, edades y críticas, el Maestro don Carlos Gardel. …Cuando el buque Lara atracó en el puerto de La Guaira el 25 de abril de 1935, su pasajero principal no tenía ni la más mínima idea de cómo sería la recepción que le tendría preparada aquella Caracas conservadora y tranquila en pleno período gomecista. Mayor sorpresa se llevó el Morocho del Abasto, al ver a unas 3 mil personas desbordadas de entusiasmo por estar frente a su ídolo, que acababa de encumbrar más su fama debido a los recientes éxitos en el cine estadounidense y a la excelente promoción radial de sus canciones. El Zorzal Criollo arribaba al país precedido de esa fama que lo etiquetó como el mejor cantante de tango y que acá en Caracas le anexó, por comprobación de quienes allí estuvieron, una dosis de humildad e identificación con la gente de menos recursos; además de su posición humanista que generó un explosivo comportamiento de masas en el que se conjugaron patologías sociales, histeria, despilfarro, imitación y hasta cambio de modas. Gardel, cine y moda La Paramount estadounidense entendió que el francesito (hijo adoptivo de Argentina y pretendido por Uruguay) era una mina de oro andante, un moneymaker pues; por eso le abrió las puertas en su creciente y millonaria industria de las películas musicales, donde, sin dudas, una de las más prestigiadas fue “El tango en Broadway”, rodada en 1934. Su impacto fue mundial. Venezuela y Caracas –su crisol–, no podía escapar de aquella locura colectiva. Los caballeros rasuraron sus bigotes de patiquines y se colocaron gomina para definir y abrillantar sus peinados, algunos usaron pajillas, trajes elegantes y relojes con leontinas hasta lucir como los dandis criollos. Por su parte, las damas (que acababan de salir de esa escandalosa moda de las bocas de color rojo intenso y pelo cortísimo al estilo Greta Garbo o Marlene Dietrich), abarrotaron los salones de belleza para buscar la nueva base de maquillaje de Max Factor que destacaba tendencias hacia el marrón, verde o plata que daba sensación de piel morena con labios carmesí y cabello estrictamente rubio, porque todas querían ser catiras. Sucede que el lei motiv de Tango en Broadway fue el fox trout movido “Rubias de Nueva York”, por el cual todas las mujeres (por supuesto, furibundas gardelianas), querían ser como Mery, Peggy, Betty o Julie, las catiras a las que don Carlos cortejó en escena; y qué mejor manera que teñirse el cabello, que se alargaba un poco, mientras que los trajes se acortaban para completar el look con zapatos acondicionados para el baile, lo que construía una sensación de inigualable sensualidad, que sumada a la autóctona belleza criolla sacó a pasear a aquellas divas enfiebradas por el cantante viajero. Un dato chismoso que se supo luego, es que la cuarta rubia, Julie, en realidad era un famoso travesti paraguayo… ¡Tremendo chasco! Ídolo de multitudes Gardel llegó a Venezuela con grandes expectativas ya que su mamá, Berthe, había vivido en estas tierras y uno de sus tíos era un alto funcionario del moderno Gran Ferrocarril de Venezuela, lo que facilitó el contacto con el empresario Luis Plácido Pisarello,
quien le preparó una apretada agenda con presentaciones en Caracas, Valencia, Cabimas y Maracaibo, bitácora a la que se anexó una invitación de Juan Vicente Gómez en Las Delicias de Maracay, por la cual recibió 10 mil bolívares que más tarde el “Maestro” donó a la causa de los exiliados del régimen dictatorial. Reposó en el hotel Miramar de La Guaira y subió a Caracas en el ferrocarril, lo que significó otra multitudinaria bienvenida en la estación Caño Amarillo, frente a la moderna parada de taxis y al bar La Estación, ahora El Gardeliano. En ese entorno se exhibe la estatua que la artista Marisol Escobar erigió en honor a aquel ídolo cantor. Le contrataron una limusina –según el cronista deportivo Julio Barazarte, conducida por un joven practicante de varias disciplinas deportivas que luego pasó a la historia como uno de los mejores árbitros de beisbol: Roberto "Tarzán" Olivo– en la que llegó al hotel Majestic (ubicado donde ahora se alza la torre sur del Centro Simón Bolívar). En respuesta a aquella histérica colectividad, Gardel prefirió hacerse acompañar de ese pueblo a pie hasta su aposento, en el que otra masa desbordada le arrojaba claveles de Galipán, por lo que, desde el balcón de su habitación en lo más alto, el tercer piso, el afamado visitante hubo de saludar en gratitud por aquella demostración de idolatría. Ordenó bajar a la mitad los costos de las entradas para que la gente de menos recursos pudiese disfrutar de sus presentaciones en el teatro Principal y el Rialto. Toda la boletería se agotó. Con sus 44 años a cuestas, Gardel debutó en el Teatro Principal el 26 de abril de 1935, donde dejó su sello con los tangos Carnaval, El Carretero, Insomnio, Tomo y obligo, Por una cabeza y cerró con Mi Buenos Aires querido, al que por cierto no volvió a ver… Luego de recuperarse de una virosis bajo el cuidado del dr Pedro González Vera en el Policlínico Caracas, cumplió con toda su agenda y desde los estudios de Broadcasting Caracas estrenó para toda América la letra de Cobardía, aunque cantó otros éxitos como Golondrina. Asegura el sociólogo José Escalona: "Mis abuelos contaban que Gardel también se presentó en el cine Riviera de la Av. Principal del Cementerio, donde actualmente funciona el Centro Comercial Ciudad El Cementerio (CCCC)". Luego de completar su exitosa gira nacional partió a Colombia y el resto ya se sabe. Ese funesto 24 de junio se apagó para siempre su trinar en medio de una confusa tragedia aérea. Explica doña Antonieta Simoza que "lo de Gardel fue tan arrecho que las mujeres se forraron una muela de oro como él la tenía. Entre ellas mi mamá. Fue un verdadero fenómeno social que alborotó de tal forma a las mujeres lo que propició un muy discreto mensaje de parte del general Gómez para que abandonara el país..." Así se vivió por estos lados la única visita de aquel gigante que, con premonitorias canciones como Soledad, Volver, Cambalache o Al mundo le falta un tornillo, impuso estructura de tiempos (el pasado es el presente), patrones de conducta e hizo agotar el tinte rubio… Para recibir en tu celular esta y otras informaciones, únete a nuestras redes sociales, síguenos en Instagram, Twitter y Facebook como @DiarioElPepazo El Pepazo
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kolyavorobart · 6 months
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毛虫物語と痛み日記
“ Cuento de la oruga y el diario del dolor ”
【 物語 】
Ya hacía en algún tiempo de la historia, existió un pueblo escondido entre los arces verdes cuyo nombre, dada la naturaleza vergonzosa de la historia que les narrare, se perdió en páginas de diarios rotos y postales extraviadas en el profundo baúl de la deshonra y el caos. A pesar de ellos, por esta ocasión le daremos un nombre para mejor comprensión para los no conocedores de este lugar: Fuyuhara.
Fuyuhara, perdido por la perpetuidad del tiempo, era pueblo pacífico, apenas recordado por la actitud pasiva y tradicional de sus amables habitantes, tan silenciosos y suaves de voz que eran fácilmente desapercibidos por las ruidosas historias de pueblos vecinos de ese aislado paradero. Sin embargo, la voz del lugar vio opacadas a las demás con el mito ahora añejo de una hermosa sacerdotisa.
Se dice que una buena mañana, justo tras una catástrofe que sepultó familias en la nieve, llegó una caravana escondida en finas ropas coloridas y ruidosa música que anunciaba su extravagante presencia, era casi como si una princesa hubiese visitado la devastación.
La gente del lugar no podía mostrarse más confundida, molesta ante la irrupción en el pueblo de manera tan espontánea como lo fue su aparición, sin embargo antes de que siquiera alguien pudiese pensar en preguntar qué sucedía, una pareja salía del tradicional carruaje a explicar su motivo ahí: Un culto en honor a su hija; la principal sacerdotisa a la cual, aseguraban, los dioses la habían bendecido al depositar grandiosos dotes que la conectaba directamente con ellos, convirtiendo a la jovencita en una directa vocera de los dioses en la tierra.
Poco impacto pareció tener por segundos, poco importo la veracidad de la historia con el aspecto celestial de la jovencita de no más de diez años de edad: cabello como hilos de oro platinado, piel de fina seda y largas pestañas sobre atractivos ojos parecidos a un mosaico eran los dotes de aquella mujercita que ganó inmediatamente la atención de los habitantes desesperados por la ayuda divina, cautivando a todos por igual con su inigualable atractivo que con los años, no hizo más que embellecerse y atraer miradas de admiración y celos por igual.
Mientras la sacerdotisa paso de una niña a una mujer con un atractivo incomparable, nobles de la región no habían dudado en intentar casarse con ella sin éxito, mientras que muchos jóvenes más, tan enamorados como los pretendientes más favorecidos, sabiendo sus nulas oportunidades de que aceptará su propuesta de una union en matrimonio, juraban lealtad al culto hasta su muerte, cegados por la traicionera flor del amor sobre sus ojos y secas gargantas.
Las propuestas de matrimonio nunca cesaron, con los años incrementaron sin ver un final ... Hasta la inoportuna llegada de un hombre tan misterioso como su misma aparición, caracterizado por ojos color del hielo, rostro apuesto y rojizos hilos por cabellera la cuál resaltaba en su blanquecino atuendo, obsequiado por sirvientes del templo ante la pena de verlo herido y sin ropaje digno de un enfermo mortal como los murmullos sugerían.
Cuentan que aquel zorro, como le llamaban cariñosamente en un principio, se recupero de aquella profunda marca de la muerte demasiado pronto según historias populares cuentan, dando solo más fama y glorioso reconocimiento al templo por la sanación de los cuidados milagrosos que la hermosa sacerdotisa ofrecía a los herido. Se dice también, ese atractivo joven sirvió voluntariamente al templo con gusto y lealtad, estando cerca de la mujer con gran devoción, manteniendo silencio incondicional como su estadía en aquel lugar puro y sagrado, rara vez pareciendo estar juntos más que en días soleados donde, al salir, él la seguía fielmente con un gifu para cubrirla de los rayos de Amaterasu, esmerado en evitar hacer salir a la dama de la sombra en una forma de profundo agradecimiento por concederle más tiempo de vida.
Las sospechas se levantaron con la presencia paulatina de tres niños: leyendas esparcidas más allá el bosque sugieren una bendición de los dioses a ambos monjes, otras siguieren por contrario una maldición por un casamiento clandestino, otras más, simplemente la adopción de tres huérfanos encontrados en los arces, encomendando a los pequeños a una vida de bien y dicha a través de la religión de las mariposas blancas.
Una boda entre la sacerdotisa y el monje, junto al origen natural de los tres pequeños, con los años fue revelado por la boca de testigos presentes en esos momentos, creando un escándalo por la naturaleza impura que esté hecho provocaba en las sumergidas cabezas religiosas de los creyentes fuera de este templo atrincherado en mentiras y secretos guardados por los habitantes del espacio.
Más allá de apariencias ahora desmentidas por el tiempo, había algo incluso más oscuro y profundo que un casamiento fuera de las leyes incluso de su propia religión, por qué recordemos, está historia no es una leyenda feliz en lo absoluto, enfurecida por susurros maliciosos nacidos de la envidia y el recelo... Por el contrario, se trata del testimonio del desafortunado protagonista del relato.
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ochoislas · 1 year
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¡Ah, aquel biombo! Es como si ahora mismo tuviera delante sus espantosas imágenes del infierno. Otros artistas lo han representado, a su entender; pero tales composiciones no se parecen en nada a la de Yoshihide. Éste dispuso a los Diez Jueces del Infierno y sus acólitos en un ángulo menor… y todo el resto  —el biombo entero— estaba envuelto en una tormenta de fuego cuyas voraginosas llamas parecían a punto de fundir la Montaña de Sables y la Selva de Aceros. Salvo por las vestiduras de los Jueces —vagamente chinas— con sus parches amarillo e índigo, no se veía otra cosa que el encendido color de las llamas y, arremolinadas ferozmente entre ellas, negras nubes de tinta china que surtían levantando pavesas de polvo de oro soplado.
Ya aquello bastaba para impresionar y maravillar a cualquier espectador, pero los condenados que se retorcían en el fuego, fruto del pincel de Yoshihide, no tenían nada en común con los que habitualmente se ven en los cuadros del infierno. Porque Yoshihide había incluido pecadores de todos los estados, desde la más exaltada eminencia de la cámara de Su Majestad hasta el más ruin mendigo o marginado. Un cortesano con magníficas galas de ceremonia, una dama casadera con túnicas de cinco vuelos, un bonzo aferrado a su rosario invocando el nombre de Amida, un aprendiz de samurái con zuecos altos, una chiquilla noble en camisola, un mago geomántico blandiendo su vírgula de papel en el aire: nunca podría enumerarlos todos. Pero allí estaban: personas de toda condición, anegadas en humo y llamas, atormentadas por los sayones del infierno con sus testas de toro o caballo, impelidos en todas direcciones como la tolvanera de hojarasca en el viento de otoño. «¡Mira aquélla —podía exclamarse—, con todo el pelo enredado en una partesana y los miembros más encogidos que los de una araña! ¿No será una de las vírgenes de los santuarios que ministran por los dioses? Ah, y ése de allí, colgado cabeza abajo como un murciélago, con el pecho atravesado por una azagaya; tiene que ser un gobernador de provincia bisoño.» Y los modos de tormento eran tantos como réprobos: azotes con verdugo de hierro, aplastamiento bajo una gran roca; uno picoteado por un pájaro monstruoso, otro machucado entre las fauces de una sierpe ponzoñosa…
Pero con mucho la más horripilante imagen de todas era la de un carruaje precipitándose en el vacío. Conforme caía raspaba los ramos altos de un árbol de estoques, agudos como colmillos, donde había espetados cachos de cadáveres. Ráfagas de viento infernal levantaban las celosías del coche revelando a una dama de la corte —ataviada con tal boato que bien podía haber sido una de las esposas o concubinas de Su Majestad— con el liso y negro cabello, largo hasta las caderas, suspendido en alto entre las llamas, descubriendo la blancura de su garganta mientras se debatía en agonía. Cada detalle de la figura de la mujer y del carruaje inflamado colmaban al espectador de una angustiosa impresión de los atroces suplicios del Infierno del Calor Abrasador. El puro horror de todo el paramento —cómo lo diría— se destilaba en esta sola figura. Estaba ejecutada con tal arte, que quienquiera que la veía creía escuchar los tremendos chillidos de la mujer.
¡Ay, sí, ésta fue la causa! Por culpa de aquella pintura acaeció el terrible suceso. De no ser así ¿cómo habría podido ni siquiera el sin par Yoshihide haber pintado los tormentos del infierno con tanta viveza? Era su cruel sino perder la vida a cambio de culminar el biombo. En cierto sentido el infierno de su pintura era el mismo en el que el propio Yoshihide, el mayor pintor del imperio, estaba condenado a caer un día.
Akutagawa Ryūnosuke
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latenight-roses · 2 years
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Siento que soy un diccionario de preguntas que no son concretas, a veces hasta un libro de dudas sin responder. Me desligo a todo aquello relacionado a mi idioma cuando no me siento acorde, dejo los manuales cuando mi redacción se vuelve uniforme. Ya han de pasar meses sin tomar una pluma a quien dedique a puño y letra mi escritura, pues todavía no me animo a distinguir quién merece que las cartas lleven mi perfume sin que mi corazón se asuste antes de tiempo.
He esperado quincenales contrarreloj, sin esperanza alguna. Mi mente estaba sin prosa, anhelaba que pudiera encontrar a mi verdadera musa dentro de interminables novelas en un sinfín de analogías inconclusas. Recorrí bibliotecas polvosas donde mis cuerdas vocales carecían de palabra y mis plumas de tinta, abandonadas en el fondo de mi cartera sin esperanza alguna.
Entre paralelos y hojas sueltas, me crucé con su mirada a lo lejos en una ciudad desconocida. Mi corazón, romántico sin remedio, sintió la necesidad de correr a encontrarse con el suyo la primera vez que nuestras manos una vez entrelazadas encajaron de forma perfecta.
Habrá sido el destino el cuál me ha puesto por delante a una dama como ella de cabellos de oro y piel de porcelana. Así, entre sus telas finas que me recuerdan al florecer de la primavera, y la calidez de su presencia casi a la de adquirir un libro nuevo, he entendido que incluso cuando existen tantos manuales es ahora este mismo donde encuentro el verdadero sobre el amor. Y aunque mi lengua materna no sea mi fuerte hace años, existe algo dentro de mí que no deja de pensar en su figura y todo aquello que dentro de tan poco tiempo me ha enseñado a sentir otra vez, para finalmente reencontrarme entre la tinta y la pluma en un sinfín poético de palabras.
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leukiel · 3 years
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La noche a su lado dura 24 horas. El día, cuando se trata de estar cerca de ella se vuelve un noctívago, un fugitivo del sol, un ente que se escabulle del blanco de las nubes. Lo ves ahí, trémulo de ganas en una esquina, en la más oscura y lejana... Y de la mano me lleva con él, para entregar mi entero deseo a la mujer que ha invadido el latir de mis venas. Entonces la traigo al callejón vacío de mis apetencias; aquí la bruma de nuestras sombras nos invade. El humo blanquecino se eleva por la atmósfera invitándonos a dejar perder nuestros miedos. Las bocas se convierten en la fuente que recibe el preámbulo de la agitación, esa que nace desde que nuestras miradas se cruzan y se nos hace agua la tentación. Bebo del mar de mis anhelos imaginando que bebo de ella en tanto me observa, de pie, abrigada por el sutil vapor. La observo llevar su mano izquierda a sus labios, muerde su dedo índice gentilmente y me guiña uno de sus ojos claros. Su mano derecha la desliza por el centro de su pecho y la hace descender. Es como una serpiente de preciosa piel, que brilla y expele una exhalación de verdes y azules. Ahí, en el monte de venus se detiene, fricciona, investiga como una perversa, valiente viajera, recorriendo cada rincón conocido y aún no conquistado. La serpiente deja salir su larga lengua y, deslizándose con suavidad se abre camino entre su exquisita grieta, para refrescarse en su humedad. De pronto me siento dentro de ella. La callejuela se estrecha. Siento que me falta el aire. Todo el lugar huele a su interior. Entonces algo alrededor me empieza a dominar. Escucho sus sollozos dentro de mí. Mi ser entero se encoge para dilatarse nuevamente. He dejado de ser cuerpo, soy pura energía, una que se expande al toparse con aquella entrada circular y su laguna espesa como la miel. Extiendo mis manos, mis palmas tocan la superficie de esa puerta y automáticamente se abre para dejarme entrar. Allí dentro reside la fuente de la vida... Sin embargo yo siento que muero. Siento a la altura de mi vientre que algo está por explotar, como si mi espíritu me fuese a abandonar. Estar dentro de ella es la más sublime sensación que yo haya experimentado jamás. Aquí dentro la muerte se encuentra de frente con la vida. Aquí, dentro de ella... Vale la pena asfixiarse y entregar la semilla de la eternidad.
—Ángel Leukiel.
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xuperbia · 2 years
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                                                                                          Hijo  de  la  luna                                                                         Y  las  noches  que  haya  luna  llena                                                                       Será  porque  el  niño  esté  de  buenas                                                                                         Y  si  el  niño  llora                                                                    Menguará  la  luna  para  hacerle  una  cuna
                                                                        / / /
Hay  frío,  en  las  plantas  de  los  pies,  en  las  palmas  de  las  manos,  en  la  nieve  que  se  remolina  en  el  cabello  cenizo  y  en  las  largas  pestañas  rubias.  Hay  frío  que  recorre  desde  los  pies  hasta  la  punta  de  la  cabeza,  que  en  el  inmaculado  traje  de  blanco,  dorado  y  turquesa  que  entallaba  perfectamente  cada  zona  de  su  cuerpo,  asemeja  a  una  criatura  de  cuentos  de  hadas,  aquellas  que  nacían  del  poder  de  la  inmaculada  nieve  que  cubría  el  palacio  como  una  manta  o  del  platinado  poder  de  la  luna  en  el  horizonte  dibujada  con  detalle  en  gris  y  luminiscencia.  Como  un  juego  de  niños,  la  música  inundaba  el  salón  de  baile,  piedras  preciosas  que  adornan  las  muñecas  y  las  orejas  de  refinadas  damas  y  elegantes  caballeros,  las  máscaras  confeccionadas  perfectamente  para  cada  tipo  de  rostro  y  que  le  daban  el  misterio  necesario  a  la  socialización  innecesaria.  Vestidos  con  volantes  danzaban  en  crescendo  conforme  la  música  aumentaba  su  volumen  y  perdía  la  delicadeza  del  vals  inicial.  
Hay  frío,  el  príncipe  de  cristal  puede  sentirlo  debajo  de  sus  guantes,  donde  las  palmas  parecían  no  ganar  color  ni  calor,  una  imperiosa  necesidad  de  correr  y  esconderse  burbujea  en  el  centro  de  su  estómago.  Hay  ojos  sobre  él  como  si  fuese  una  presa,  hay  manos  que  le  invitan  a  bailar  tal  cual  se  tratase  de  un  manjar  que  nunca  han  probado  y  desean  consumir;  hay  demasiadas  risas  que  parecieran  son  burlas  a  su  persona,  voces  que  suenan  como  si  estuviesen  dentro  y  no  fuera  de  su  cabeza.
                                                            Hay  frío  y  él  quiere  huir.    
Los  pies  se  le  sienten  ligeros  cuando  se  gira  sobre  sus  propios  talones,  buscando  la  salida  más  cercana,  encontrándose  enclaustrado  rápidamente  en  una  jaula  de  oro  donde  el  frío  es  su  único  compañero,  al  menos  hasta  que  brazos  largos  se  enredan  alrededor  de  su  cuerpo  y  le  presionan  contra  un  torso  firme.  El  suelo  debajo  de  sus  pies  se  vuelve  cristal  y  sobre  sus  cabezas,  en  la  cúpula  más  alta,  se  resguarda  la  luna  que  velaba  por  su  seguridad,  noche  tras  noche,  observando  en  ese  momento  el  encuentro.  Es  una  calidez  que  no  había  experimentado  antes,  como  el  caldo  de  una  sopa  en  un  día  de  invierno,  como  una  manta  limpia  que  te  recibe  en  el  calor  de  su  cama.  Hay  una  respiración  cercana  que  erizaba  los  vellos  de  su  cuello,  siseando  en  su  oído,  invitándolo  a  unirse  a  él  en  una  danza  desconocida  para  el  príncipe  de  cristal  pero  que  despertaba  un  calor  que  había  creído  extinguido  en  su  cuerpo.  Había  ojos  sobre  él,  pero  era  los  que  deseaba.  Había  manos,  pero  era  las  que  añoraba  cada  noche  cuando  los  parpados  se  volvían  pesados,  había  palabras  de  promesas  dulces  y  añoranzas.  Hay  calidez  que  recorre  desde  su  cuello,  bajando  por  su  garganta  y  manchando  la  tersa  piel  de  sus  clavículas  y  la  tela  de  su  traje.
                                                            Había  calor  y  deseaba  quedarse.    
Las  extremidades  de  su  cuerpo  pierden  capacidad  de  función  y  se  desvanece  entre  brazos  fuertes  que  le  sostienen  cerca,  que  le  maldicen,  que  le  envenenan  desde  la  herida  de  donde  brotaba  la  vida  y  el  carmín.  El  color  turquesa  de  su  mirada  vuelve  a  alzarse  hasta  el  cielo,  donde  la  luna  aun  le  observaba  y  una  sonrisa  surca  sus  labios  como  si  fuese  divertido,  como  si  fuese  lo  que  hubiese  deseado  luego  de  tanto  tiempo  encerrado.  Ahí  estaba  el  color  blanquecino  derramándose  como  lágrimas  sobre  él,  llorando  el  astro  reina  la  pérdida  del  príncipe  de  cristal  ante  un  pecado  que  ennegrece  su  entorno  y  le  hace  caen  en  el  sueño  más  profundo  de  todos.      
                                                            No  hay  frío,  no  hay  calor,  solo  oscuridad.
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thejustgranger · 2 years
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Nikolai Lantsov | Sobachka
La tarde era lluviosa, Frida miraba como las gotas de agua decoraban los grandes ventanales del palacio, deseaba tanto salir afuera a pasear mientras llovía, pero Zoya le había prohibido salir, era una de las mejores agitamareas y no podía poner en riesgo su vida por cualquier tontería, como decía la pelinegra. Pero Zoya había salido a buscar a unos cuantos Grisha de doce años, los cuales se habían escondido de la General. 
Frida por otra parte, ya estaba poniéndose su Kefta para salir fuera, evitando a toda costa encontrarse con alguno de los mellizos pues estos se daban cuenta de todo. La muchacha a punto de poder cruzar unas puertas sin ningún tipo de vigilancia, una voz la hizo detenerse.
-¿A dónde va tan bella dama con esta llovizna?- Reconocería aquella voz en cualquier parte, Nikolai, su Nikolai. Giró con una sonrisa nerviosa, el rubio había estado presente cuando Zoya prohibió a la muchacha ir fuera con aquel tiempo. La sonreía con burla pero con pena a su vez, no habían vuelto a hablar desde el incidente en Balakirev, concretamente, en el campanario de la iglesia. Aquella noche Nikolai había escapado de su habitación, Frida había conseguido llegar a lo alto del campanario antes que Zoya, y si no hubiera sido por ella y por los mellizos, probablemente habría sido la cena del monstruo creado por El Oscuro, tan solo había dejado unas terroríficas marcas en su espalda, las cuales ni Genya podía tapar. Claro que no culpaba a Nikolai, solo era culpa de alguien, y ese alguien ya no se encontraba entre ellos, el rey por supuesto se había disculpado con la chica, pero Frida había desarrollado un temor a que aquello vuelva a suceder.
-Sabes perfectamente que es lo que haré.- contestó con nerviosismo.- y confío en ti, en que Zoya no lo sepa.- dijo colocándose su kefta, dispuesta a marcharse sin mirar a su rey, pero cuando abrió la puerta para irse pensó en el chico detrás suya. Ambos morían por pasar tiempo juntos, pero ella recordaba las marcas que le había dejado y su cuerpo se estremecía, pero ese no era Nikolai, eso era algo oscuro que no merecía estar dentro del rubio.- ¿Vienes?- preguntó llamando la atención de Nikolai. Este dudó.- Sobachka, me enfadaré como no aceptes mi propuesta.
-Seré un idiota si la rechazo.- Frida se acercó a Nikolai y lo tomó de las manos vestidas con sus guantes, lo condujo al exterior del gran palacio, por el camino de mármol lleno de estatuas. Frida salió corriendo hacía la enorme fuente decorada por un gran águila representando a la familia Lantsov. La castaña paró en seco y se tumbó en el suelo mojado, disfrutando de las gotas caer sobre ella. Sintió como Nikolai se tumbaba a su lado, observándola.
-Sabes Nikolai, todos los días solía rezar a Santka Maradi.- le contó a la vez que sus ojos brillaban mientras lo miraba.- Nuestro amor es tan imposible como que yo deje de quererte.
-No quiero hacerte daño Frida.- susurró quitando un mechón de pelo que tapaba el rostro de ella.- Lo que te hice en Balakirev...
-Me lo habría hecho en cualquier otra guerra.
-Pero te lo hice yo, y no me voy a perdonar.- La muchacha se incorporó, acercó su cuerpo al del rey.- Me duele tener esto dentro de mí, pero más me duele saber que no voy a poder protegerte si el que quiere hacerte daño soy yo.
-Vas a tener que poner muchas más cosas en tu contra para alejarme de ti, Sobachka.- Bajó la cabeza hasta el rostro del rubio, acunó sus mejillas entre sus manos y besos sus suaves labios, los había extrañado tanto que había asumido que se había vuelto adicta a ellos. Frida había temido al monstruo, y probablemente lo seguía haciendo, pero su amor por el inocente chico de cabellos de oro la haría olvidar cualquier miedo. Excepto la furia que emanaba Zoya mientras se acercaba a la pareja, viendo que la joven agitamareas la había vuelto a desobedecer.
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thewildfl0wer · 3 years
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Era día de caza, los príncipes Sasha y Markus habían hecho una expedición para recorrer en caballo y con sabuesos para atrapar ciervos y conejos por el bosque colindante al palacio. 
Celebrando la buena caza, ambos príncipes y amigos cercanos del heredero regresaron al patio principal, donde esperaba las damas de la prometida de Sasha y otras personas de la nobleza. Bajo el recibimiento cálido y alentador hacia el futuro rey, cabalgando sobre un corcel blanco, apareció a su lado un muchacho con un caballo frisón, de rostro serio y disgustado, luciendo la belleza del ejemplar azabache de crin largo dominándolo con gallardía.
Aquel jinete de rostro amargo era el príncipe Markus, vestido de un azul marino con detalles de hilo de oro, usando unas relucientes botas de equitación y su cabello tan oscuro como 
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En cuanto lo llevo al cuidador y bajarse de su corcel, escuchaba como elogiaban a su majestad Sasha, haciendo muecas de disgusto. Al voltearse apreció la figura femenina desconocida que se acercaba a su lado. Se inclino un poco como muestra mínima de respeto, para preguntarle directamente “¿Puedo ayudarla en algo?” 
@waideweik​
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laannie0803 · 3 years
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El rey Aegon I Targaryen, llamado Aegon el Conquistador, Aegon Lordragón y Aegon el Dragón, fue el conquistador de los Siete Reinos y fundador de la dinastía Targaryen que reinó en Poniente por casi 300 años. Fue jinete del dragón Balerion.
Aegon es descrito como un hombre alto, de hombros anchos y apariencia poderosa, con ojos púrpuras y el cabello corto, de oro y plata. Era muy carismático y tenía dotes de líder.
Durante la Conquista vestía una cota de escamas negras y blandía su espada de acero valyrio Fuegoscuro. Su corona era un círculo simple, también de acero valyrio, con grandes rubíes en forma de cuadrado.
Era una persona solitaria cuyo único amigo era Orys Baratheon, de quien se decía era su medio-hermano, y montaba su dragón cuando iba a una batalla o viajaba, pero nunca participó en torneos. Se mantuvo fiel a sus dos hermanas y dejó el gobierno en sus manos, interviniendo solamente cuando era necesario. Mientras era duro con quienes le desafiaban, era generoso con quienes doblaban la rodilla.
Aegon fue el segundo hijo y único varón nacido del matrimonio entre Lord Aerion Targaryen y Lady Valaena Velaryon. Fue criado en la isla de Rocadragón, el dominio más lejano del Feudo Franco de Valyria, en la cual su familia se había asentado un siglo antes de la Maldición de Valyria. Siguiendo la tradición valyria contrajo matrimonio dentro de la propia familia, pero no con una de sus hermanas, sino con ambas: su hermana mayor Visenya y su hermana menor Rhaenys. Se casó con Visenya por deber y con Rhaenys por deseo.
Según fuentes semi-canónicas, cuando Aegon era joven recibió un pedido de Volantis para que él y sus dragones se unieran en una alianza contra las demás Ciudades Libres. Aparentemente rechazó la oferta y, de hecho, cuando Volantis invadió Tyrosh, acudió a lomos de Balerion el Terror Negro, su dragón, a rescatar la ciudad, aliada al Rey de la Tormenta y a Pentos.
Eventualmente volvió su vista al oeste, a Poniente. Llevaba años planeando la conquista de los Siete Reinos. Pintó en una mesa un mapa de los Siete Reinos sin fronteras, simbolizando que serían uno solo. Su plan era ambicioso, pero resultaría ser un éxito casi total. A pesar del mito que dice que Aegon no había pisado Poniente antes de la conquista, si había visitado en su juventud junto a su hermana Visenya la Ciudadela de Antigua y El Rejo, como invitados de Lord Redwyne. Pudo haber visitado también Lannisport.
La guerra comenzó cuando el Rey de la Tormenta Argilac Durrandon le propuso a su hija en matrimonio, junto a una dote de tierras neutrales. Aegon se negó y propuso a su medio hermano Orys Baratheon como esposo para su hija. Argilac, furioso, envió de vuelta las manos del mensajero. Tras esto, Aegon llamó a sus principales vasallos y tras un consejo, mandó montones de cuervos con un mensaje: a partir de este día, solo habría un rey en Poniente.
Cuando estuvo listo, él y sus hermanas-esposas desembarcaron con su ejército en la costa este de Poniente, en la Bahía del Aguasnegras. En el Fuerte Aegon, el castillo de madera que erigieron en la costa, reunió a sus partidarios y desplegó por primera vez el estandarte de la Casa Targaryen, un dragón rojo de tres cabezas que escupía fuego sobre un campo de seda negra; los estandartes heráldicos eran una costumbre en Poniente, pero los nobles del Feudo Franco de Valyria nunca habían adoptado la tradición, por lo que cuando se desplegó el nuevo estandarte, los señores nobles ponientis lo tomaron como una señal de que un alto rey digno de Poniente había llegado. Cuando la reina Visenya le puso una diadema de acero valyrio tachonada de rubíes y su hermana Rhaenys le proclamó Aegon, el primero de su nombre, Rey de Todo Poniente y Escudo de su Pueblo, los señores nobles vitorearon y los dragones rugieron, pero la algarabía mayor fue del pueblo llano. Con ayuda de sus tres dragones, Balerion, Vhagar y Meraxes, guió a los ejércitos Targaryen de una victoria a otra.
Su primer objetivo fue Harren el Negro, Rey de las Islas del Hierro y de las Tierras de los Ríos, que gobernaba en su recién construida y monstruosa fortaleza de Harrenhal. Cuando el rey de hierro se negó a hincar la rodilla, Aegon azuzó a sus dragones para que lo quemaran vivo a él y a sus hijos en la llamada Torre de la Pira Real, en Harrenhal. Entonces incitó a la rebelión de los señores de los ríos, y nombró a su mayor comandante, Edmyn Tully, Señor Supremo del Tridente. En tanto los señores de las Islas del Hierro eligieron como su nuevo líder a Vickon Greyjoy, que decidió rendirse ante Aegon.
Tras la exitosa conquista de Aegon, sus hermanos continuaron la lucha. Visenya logró que los señores de lo que hoy son las Tierras de la Corona hincaran la rodilla a cambio de la promesa de ser vasallos directos de los Targaryen.
Luego Orys Baratheon lideró un ejército hacia Bastión de Tormentas. En lugar de refugiarse en sus inexpugnables murallas, el rey Argilac el Arrogante decidió hacerle frente en batalla directa, que pasaría a la historia como "La Última Tormenta", y resultó muerto. Aegon recompensó a su medio-hermano otorgándole el control del castillo y las tierras de Argilac.
Asustados por el creciente poderío de Aegon, Loren Lannister de la Roca y Mern IX Gardener del Dominio se aliaron y reunieron un ejército de 50.000 hombres de infantería y 5.000 caballeros. Aegon solo disponía de 10.000 hombres de dudosa lealtad y experiencia. En medio de la batalla, y con el temor de ser derrotado, liberó a sus tres dragones a la vez, y estos inmolaron a cuatro mil hombres, entre ellos el rey Mern. A esto se le conoció como el Campo de Fuego. Permitió que Loren Lannister permaneciera como su señor vasallo, mientras consiguió que Harlen Tyrell ex-mayordomo de Mern, le rindiera Altojardín a cambio del gobierno de la provincia.
Cuando el Rey en el Norte Torrhen Stark llevó a sus ejércitos al sur para presentar batalla, quedó impresionado al ver el gran ejército de Aegon y sus dragones, y se arrodilló ante él sin más. Conservó sus tierras como Señor del Norte.
Aegon envió a su flota al mando de Daemon Velaryon a tomar Puerto Gaviota. Daemon fue vencido y asesinado por la flota del Valle, que fue también destruida provocando la rebelión de las Tres Hermanas. El rey Ronnel Arryn y su madre Sharra Arryn también lo reconocieron finalmente como rey tras la actuación de su hermana Visenya.
Aegon falló en la conquista de Dorne. Envió a su hermana Rhaenys a conquistarlo, pero las tácticas de guerrilla dornienses la superaron. Rhaenys visitó a la princesa Meria Martell en Lanza del Sol donde discutieron sobre su rendición, pero finalmente no se consiguió ningún acuerdo. Durante un tiempo, Aegon I dejó estar las tierras dornienses.
Cuando la noticia del desembarco de Aegon y sus hermanas llegó a Antigua, el Septón Supremo ayunó y rezó durante siete días y siete noches bajo la cúpula del Septo Estrellado. Cuando salió de allí, anunció que la Fe no se opondría a los Targaryen, porque la Vieja le había mostrado que hacerlo significaría la destrucción de Antigua. Finalmente, cuando Aegon y sus fuerzas se presentaron para invadir Antigua, las puertas de la ciudad estaban abiertas y Lord Manfred Hightower le esperaba para jurarle lealtad. Su Altísima Santidad ungió al Conquistador con los siete aceites y lo proclamó Aegon de la Casa Targaryen, el primero de su nombre, Rey de los Ándalos y los Rhoynar y los Primeros Hombres, Señor de los Siete Reinos y Protector del Reino, a pesar de que Dorne no se había rendido ni se rendiría hasta un siglo después.
Acabada la guerra, reorganizó el reino y fundó su capital, Desembarco del Rey, en el lugar de su desembarco inicial en Poniente. Creó el Trono de Hierro, fundiendo con el fuegodragón de Balerion las espadas de los vencidos. Inició la construcción de la Fortaleza Roja, que terminaría su hijo Maegor. Creó además el cargo de Mano del Rey, nombrando a su medio hermano Orys Baratheon.
No mucho después de la coronación en Antigua, los señores de las Tres Hermanas declararon su independencia y coronaron a la dama Marla Sunderland como su reina. El rey Aegon I envió a Lord Torrhen Stark con la tarea de poner fin a la rebelión. Tras el sitio por parte de la flota norteña y la intervención de Vhagar, la rebelión quedó sofocada.
En 4 d.C. emprendió la conquista de Dorne de nuevo, la cual duraría hasta el 13 d.C., consiguiendo algunos castillos en el proceso. Por este tiempo su hermana Rhaenys murió asesinada junto con su dragón, hecho que enfureció considerablemente a Aegon. Formó la guardia de élite que se convertiría en la Guardia Real, tras ser atacados él y Visenya en las calles de Desembarco del Rey en 10 d.C.
Cuando el príncipe Nymor Martell subió al poder tras la muerte de su madre, la princesa Meria Martell, decidió acabar con la guerra y para ello envió una delegación de nobles a Desembarco del Rey dirigidos por su hija Deria para firmar la paz, llevando la calavera de Meraxes como regalo para Aegon. Cuando llegaron fueron mal recibidos por muchos; Lord Oakheart llegó a sugerir que se capturara a la princesa dorniense y se la enviara a un burdel, pero Aegon lo rechazó y decidió escucharlos. Deria le dijo que Dorne quería la paz pero sin rendirse ante ellos. Aegon iba a negarse, pero la princesa le entregó una carta escrita por su su padre. Aegon la leyó, la quemó y partió a Rocadragón; al día siguiente, volvió y firmó la paz con Dorne.
Aegon tuvo un hijo con cada una de sus esposas; Maegor con Visenya y Aenys con Rhaenys. Rhaenys era la esposa favorita de Aegon, quien pasaba diez noches con ella por cada una que pasaba con Visenya; no obstante, los rumores apuntaban a que mientras Aegon estaba con su hermana, Rhaenys tenía otros amantes.
Aegon pasó gran parte de su reinado consolidado su poder viajando por los Siete Reinos. Durante su gobierno tuvo que ir con cuidado con la Fe de los Siete, para que no se le opusieran. Aegon hizo construir un gran septo en la Colina de Visenya, y acordó la construcción de otro aún más grande en la Colina de Rhaenys conocido como el Septo de la Conmemoración.
Desembarco del Rey inicialmente carecía de murallas, pero Aegon en principio no creía que una ciudad protegida por dragones fuera asaltada. Al darse cuenta de que él y Visenya no siempre estaban en la ciudad, ordenó la construcción de murallas y puertas, terminadas en 26 d.C..
Aegon encontró que Fuerte Aegon no era adecuado para un rey y en 35 d.C. se trasladó con su familia y corte de nuevo a Rocadragón, mientras proseguía la construcción de lo que eventualmente sería conocido como la Fortaleza Roja. Se decía que Aegon había colocado a Visenya a cargo de la supervisión de la construcción para no tener que soportar su presencia en Rocadragón. El Trono de Hierro se mantuvo en el mismo lugar donde se realizaba la construcción en lugar de Rocadragón, ya que era demasiado pesado para ser trasladado.
Estando en la sala de la Mesa Pintada en el 37 d.C., Aegon murió de un infarto mientras que narraba una historia de su conquista a dos de sus nietos. A su muerte ascendió al trono Aenys I Targaryen, posteriormente Maegor I. Varias rebeliones se desataron al alzamiento de la Fe Militante. La guerra, la muerte y el caos se apoderaron de los Siete Reinos hasta el comienzo del reinado del nieto de Aegon I, Jaehaerys I Targaryen.
King Aegon I Targaryen, called Aegon the Conqueror, Aegon Dragon Lord, and Aegon the Dragon, was the conqueror of the Seven Kingdoms and founder of the Targaryen dynasty that reigned in Westeros for almost 300 years. He was a rider of the dragon Balerion.
Aegon is described as a tall, broad-shouldered, powerful-looking man with purple eyes and short, gold and silver hair. He was very charismatic and had leadership skills.
During his Conquest he wore a black scale coat and brandished his Valyrian steel sword Darkfire. His crown was a simple circle, also of Valyrian steel, with large square-shaped rubies.
He was a lonely person whose only friend was Orys Baratheon, who was said to be his half-brother, and he rode his dragon when he went to battle or traveled, but never participated in tournaments. He remained faithful to his two sisters and left the government in his hands, intervening only when necessary. While he was tough on those who challenged him, he was generous with those who bowed the knee.
Aegon was the second child and only male born of the marriage between Lord Aerion Targaryen and Lady Valaena Velaryon. He was raised on the island of Dragonstone, the furthest domain of the Freehold of Valyria, in which his family had settled a century before the Curse of Valyria. Following the Valyrian tradition he married within his own family, but not with one of his sisters, but with both: his older sister Visenya and his younger sister Rhaenys. He married Visenya out of duty and Rhaenys out of desire.
According to semi-canonical sources, when Aegon was young he received an order from Volantis for him and his dragons to join in an alliance against the other Free Cities. He apparently refused the offer and, in fact, when Volantis invaded Tyrosh, he came on the back of Balerion the Black Dread, his dragon, to rescue the city, allied to the King of the Storm and Pentos.
He eventually turned his gaze west to Westeros. He had been planning the conquest of the Seven Kingdoms for years. He painted on a table a map of the Seven Kingdoms without borders, symbolizing that they would be one. His plan was ambitious, but it would turn out to be almost complete success. Despite the myth that Aegon had not set foot in Westeros before the conquest, he had visited the Citadel of Antigua and El Rejo in his youth with his sister Visenya, as guests of Lord Redwyne. He may have visited Lannisport as well.
The war began when the Storm King Argilac Durrandon proposed to his daughter in marriage, along with a dowry of neutral lands. Aegon refused and proposed his half-brother Orys Baratheon as a husband for his daughter. Argilac, furious, sent back the messenger's hands. After this, Aegon summoned his main vassals and after a council, sent lots of crows with a message: from this day, there would be only one king in Westeros.
When he was ready, he and his sister-wives landed with his army on the east coast of Westeros, in Blackwater Bay. At Fort Aegon, the wooden castle they erected on the shoreline, he gathered his supporters and for the first time unfurled the banner of House Targaryen, a three-headed red dragon that breathed fire over a field of black silk; Heraldic banners were a custom in Westeros, but the nobles of the Freehold of Valyria had never adopted the tradition, so when the new banner was unfolded, the western noble lords took it as a sign that a high king worthy of Westeros had arrived. When Queen Visenya put on him a diadem of Valyrian steel studded with rubies and his sister Rhaenys proclaimed him Aegon, the first of his name, King of All Westeros and Shield of his People, the noble lords cheered and the dragons roared, but the din older was the common people. With the help of his three dragons, Balerion, Vhagar, and Meraxes, he led the Targaryen armies from one victory to another.
His first target was Harren the Black, King of the Iron Isles and the Riverlands, who ruled in his newly built monstrous fortress Harrenhal. When the Iron King refused to kneel, Aegon stirred up his dragons to burn him and his children alive in the so-called Royal Pyre Tower in Harrenhal. He then incited the river lords' rebellion, and appointed his greatest commander, Edmyn Tully, Overlord of the Trident. Meanwhile, the lords of the Iron Islands chose Vickon Greyjoy as their new leader, who decided to surrender to Aegon.
Following Aegon's successful conquest, his brothers continued the fight. Visenya brought the lords of what is now the Crownlands to the knee in exchange for the promise of being direct vassals of the Targaryens.
Then Orys Baratheon led an army into Storm's End. Instead of taking refuge in his impregnable ramparts, King Argilac the Arrogant decided to meet him in direct battle, which he will pass to the story as "The Last Storm", and was killed. Aegon rewarded his half-brother by granting her control of the castle and the lands of Argilac.
Frightened by Aegon's growing might, Loren Lannister of the Rock and Mern IX Gardener of the Dominion allied themselves together and assembled an army of 50,000 infantrymen and 5,000 knights. Aegon had only 10,000 men of dubious loyalty and experience. In the middle of the battle, and in fear of being defeated, he released his three dragons at the same time, and they slaughtered four thousand men, including King Mern. This became known as the Field of Fire. He allowed Loren Lannister to remain his lord vassal, while getting Harlen Tyrell ex-Mern's butler to surrender Highgarden in exchange for the provincial government.
When the King in the North Torrhen Stark led his armies south to do battle, he was impressed to see Aegon's great army and his dragons, and knelt before him without further ado. He preserved his lands as Lord of the North.
Aegon sent his fleet under Daemon Velaryon to take Seagull Harbor. Daemon was defeated and killed by the Vale fleet, which was also destroyed causing the Three Sisters rebellion. King Ronnel Arryn and his mother Sharra Arryn also finally recognized him as king after the performance of his sister Visenya.
Aegon failed to conquer Dorne. He sent his sister Rhaenys to conquer it, but Dornish guerilla tactics overcame her. Rhaenys visited Princess Meria Martell in Spear of the Sun where they discussed her surrender, but no agreement was finally reached. For a time, Aegon I let the Dornish lands be.
When news of the landing of Aegon and his sisters reached Antigua, the High Septon fasted and prayed for seven days and seven nights under the dome of the Starry Sept. When he left there, he announced that the Faith would not oppose the Targaryens, because the Old One had shown him that doing so would mean the destruction of Antigua. Finally, when Aegon and his forces showed up to invade Antigua, the city gates were open and Lord Manfred Hightower awaited him to pledge allegiance. His Most High Holiness anointed the Conqueror with the seven oils and proclaimed him Aegon of House Targaryen, the first of his name, King of the Andals and the Rhoynar and the First Men, Lord of the Seven Kingdoms and Protector of the Kingdom, despite that Dorne had not and would not surrender until a century later.
After the war, he reorganized the kingdom and founded his capital, King's Landing, at the site of his initial landing in Westeros. He created the Iron Throne, fusing with the dragonfire of Balerion the swords of the vanquished. He started the construction of the Red Keep, which would finish his son Maegor. He also created the position of Hand of the King, naming his half brother Orys Baratheon.
Not long after the coronation in Antigua, the lords of the Three Sisters declared their independence and crowned the lady Marla Sunderland as their queen. King Aegon I sent Lord Torrhen Stark with the task of ending the rebellion. After the siege by the northern fleet and the intervention of Vhagar, the rebellion was put down.
In 4 AC. he undertook the conquest of Dorne again, which would last until 13 AC, obtaining some castles in the process. Around this time his sister Rhaenys was murdered along with her dragon, a fact that greatly enraged Aegon. He formed the elite guard that would become the Royal Guard, after he and Visenya were attacked in the streets of King's Landing in AC 10.
When Prince Nymor Martell came to power after the death of his mother, Princess Meria Martell, he decided to end the war and for this he sent a delegation of nobles to King's Landing led by his daughter Deria to sign peace, carrying the skull from Meraxes as a gift for Aegon. When they arrived they were badly received by many; Lord Oakheart even suggested that the Dornish princess be captured and sent to a brothel, but Aegon rejected him and decided to listen to them. Deria told him that Dorne wanted peace but without surrendering to them. Aegon was going to refuse, but the princess handed him a letter written by her father. Aegon read it, burned it, and set off for Dragonstone; the next day he returned and made peace with Dorne.
Aegon had a son with each of his wives; Maegor with Visenya and Aenys with Rhaenys. Rhaenys was Aegon's favorite wife, who spent ten nights with her for every one he spent with Visenya; however, rumors suggested that while Aegon was with his sister, Rhaenys had other lovers.
Aegon spent much of his reign consolidating his power by traveling the Seven Kingdoms. During his government he had to be careful with the Faith of the Seven, so that they did not oppose him. Aegon had a great sept built on Visenya Hill, and agreed to constructtion of an even larger one on Rhaenys Hill known as the Sept of Remembrance.
King's Landing initially lacked walls, but Aegon did not initially believe that a city protected by dragons would be assaulted. Realizing that he and Visenya were not always in the city, he ordered the construction of walls and gates, completed in 26 AC.
Aegon found Fort Aegon unsuitable for a king and in 35 AC he moved with the family and cut him back to Dragonstone, while he continued the construction of what would eventually become known as the Red Keep. Aegon was said to have placed Visenya in charge of construction supervision so that she would not have to endure his presence on Dragonstone. The Iron Throne was kept in the same place where construction was taking place in place of Dragonstone, as it was too heavy to be moved.
While in the room of the Painted Table in 37 AC, Aegon died of a heart attack while recounting a story of his conquest to two of his grandsons. Upon his death, Aenys I Targaryen, later Maegor I, ascended to the throne. Several rebellions were unleashed to the rise of the Militant Faith. War, death, and chaos gripped the Seven Kingdoms until the beginning of the reign of Aegon I's grandson, Jaehaerys I Targaryen.
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littlehistory021 · 2 years
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Los Niños que Vivieron.
En el orfanato de Londres, bastante grande y frío, lleno de niños de diferentes nacionalidades deambulaban por los pasillos de aquel lúgubre lugar, entre los pasillos una dama muy refinada caminaba haciendo resonar los zapatos de tacón bajo, por los suelos de mármol dejando un sonido que provocaba un leve escalofrío en los menores y en algunos niños ya más grandes de edad.
La señora Franco, una mujer alta y delgada de cabellos rubios perfectamente peinados y un largo vestido negro que portaba con elegancia, era la rectora del orfanato de Londres. La señora Franco ha sido conocida por muchas personas como una mujer muy dulce y amable, pero los niños dentro del orfanato dicen lo contrario. Ya que la mayoría le teme o le huye cuando escuchan sus fríos paso. Saben que dentro del orfanato cuando pasas después de los 4 años a los cuartos de los niños de 4 a 12 años, es una tortura ya que es gobernado por la señora Franco, la peor mujer del mundo por conocer. Gritos, castigos, regaños son el pan de cada día para estos menores que a duras penas logran salir vivos por el frío extremo de aquellos helados cuartos.
Aquel día nublado en el centro de Londres, la señora Franco noto algo particular en el ambiente, todo es más relajado de lo común y menos en un Martes como aquel. Arrugo con fuerza el guante blanco que portaba en las manos, suspiro y camino firmemente por el pasillo donde dos pequeños se escondieron ante la vista de aquella mujer malévola.
La señora Franco casualmente los Martes suele salir a comprar un café cargado cruzando la calle, es bien sabido que desde hace 12 años todos los Martes el café de la señora Franco debe estar listo a las 8:30 de la mañana, en un vaso de gran tamaño que dure exactamente hasta las 10 de la mañana, y con la temperatura perfecta. Los zapatos de tacón resonaron en la cera de la calle, la señora Franco al cruzar la calle se asombró al ver tantas personas caminando en la calle con vestimentas para ella excesiva y bastante obscena para una persona pulcra. Fastidiada de ver las vestimentas de colores y sombreros extravagantes.
Joaquín un joven Puerto Riqueño, es el vendedor de dicha bebida caliente la cual la señora Franco ama tomar, cuando logra ver a la señora Franco cruzar la calle y ver a las personas con asco, sabe que algo anda mal, sirve su café como es costumbre de todos los martes.
-Buenos días, Joaquín- dice la voz fría de la mujer.
-Señorita Franco, buen día- dice alegre la voz de aquel hombre- inusual mañana ¿no cree?
-Mejor dicho, desagradable- dice sonriendo- solo mira esa gentuza, como van vestidos. ¡qué horror!
-Creo que todos debemos vestirnos como deseemos- dice entregándole el café- son 5 euros.
-Pues como sea, eso provoca el castigo de dios- dice sacando de un monedero fino el dinero- ten cuidado Joaquín no vaya a ser que esa gentuza te vaya a robar algo- entrega el dinero- quédate con el cambio, necesito huir de este desastre, ¡Mirad!- dice alarmada viendo una lechuza sobrevolar- ¡Animales del demonio!- dice para cruzar la calle apresurada.
Joaquín ríe viendo como toma un poco de pan aventándolo en el aire para que una hermosa lechuza en color café cante un ulular hermoso de agradecimiento.
Esa misma tarde, la señora Franco toma los papeles de un nuevo niño, que ha sido adoptado. Una pareja pulcra y perfecta. Ambos sabrán educar a ese joven desastre. Es así que la tercera taza de café es terminada, la señora Franco se levanta de la silla lentamente para salir de la oficina a checar la cena. Saca el reloj de bolsillo de su hermoso vestido negro que normalmente porta, el reloj de oro merca las siete y media, guarda el reloj caminando viendo que todos los niños caminan rápidamente hasta el comedor donde será la cena.
Al llegar las institutrices del lugar acomodan a los menores por edades, es que la señora Franco llega a la enorme mesa donde las 10 institutrices comen junto con ella, todos se sientan a disfrutar del banquete. Una cena tranquila y serena, nadie esperaba que esa noche más adelante suceda algo.
Las luces a las diez de la noche con un minuto fueron apagadas, la ciudad comenzaba a quedar en una tranquilidad. Fue que una gata atigrada apareció de entre las calles caminando algo tiesa, una puerta negra es donde se sienta al pie de está, mirando al horizonte, en espera de algo, o de algo que sucederá.
Al paso de las horas al marcar las dos de la madrugada, un hombre extraño, alto y con una barba tan larga y blanca que con verlo podrían decir que Santa Claus llego antes de navidad. Los ojos azules brillan ante la oscuridad de la madrugada.
Albus Dumbledore, llego hasta la puerta de aquel orfanato con una manta en brazos, la cual una niña tan pequeña que se escondía entre la túnica morada del hombre.
-Buenas noches nuevamente, Minerva- dice la voz del anciano mientras acomoda sus gafas- ¿Hagrid no vino con usted?
-No, temo que no Albus- dice la gata para transformarse en una mujer de vestido verde y sombrero puntiagudo- ¿es aquí?
-Exacto- dice viendo la puerta negra- un lugar donde Helen Potter vivirá.
-Albus… es mejor que ella se quede con alguno de nosotros- dice Minerva- es muy pequeña para esto.
-Minerva, ella tiene que seguir su camino al igual que su hermano- murmura para colocarla en una cesta al igual que su hermano- debemos dejar que ella siga adelante.
-¡Solo tiene un año!- dice Minerva viéndolo.
-Aun así, será maravillosa, Minerva… no lo dudes.
-Es muy pequeña, ambos lo son.
-Lo sabemos, Minerva. Pero es lo mejor para todos.
-Serán conocidos en todo el Mundo Mágico.
-No lo dudes Minerva… No lo dudes.
Ambos miran por última vez a la pequeña Helen que duerme en el canasto, ambos sonríen viendo a la pequeña Potter, la cual despertaría al escuchar los gritos de las institutrices avisándole a la señora Franco, viviendo desde ahora bajo una mujer malvada que la odia con todo su ser. Para posterior mente comenzar unos largos años de tortura dentro de aquel lugar tan horrible como decían los niños dentro.
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joseandrestabarnia · 3 years
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Belleza en un kimono negro, c. 1710–20, de Torii Kiyonobu (1664 – 1729)
Periodo: Período Edo (1615-1868)
Medio: Pergamino colgante; tinta, colores y oro sobre papel
Clasificación: Pergamino colgante
Dimensiones: 23 7/8 x 10 7/8 in (60,7 x 27,7 cm)
Esta pintura de una mujer joven vestida con un llamativo kimono negro con patrones audaces es una obra rara del artista ukiyo-e Torii Kiyonobu, hijo de un actor de kabuki y pintor de diseño teatral. Kiyonobu, el fundador de la escuela Torii de pintura y grabado, tuvo mucho éxito con obras que se centraron en el teatro y los denizens de los barrios de placer. Aquí, la pose recatada y la expresión coqueta de una mujer elegantemente vestida capturan las cualidades seductoras populares entre los clientes de los barrios de placer. Como es típico de los retratos de moda de damas producidos en esta época, el cabello y los rasgos faciales son estilizados, el artista centra la atención en las prendas. El kimono está decorado con un patrón de tablero de ajedrez, tejido de jacquard sobre el cual se pintan peonías en rojo, ocre y azul. Los contornos dorados alrededor de las flores y los bordes de la prenda realzan aún más la riqueza de la tela y la vivacidad del patrón.
Información e imagen de la web del Kimbell Art Museum, Fort Worth, Texas.
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