Secreto (Especial de Halloween.)
Capítulo III 🔞
Tony siguió moviendo, frotando sin ternura la mezclilla contra el miembro erecto de Steve. El rubio por el contacto brusco contra la piel sensible, agarro con fuerza las sábanas bajo sus manos, mientras dejaban que los sonidos salgan de sus labios rojos. El castaño aprovechó la cercanía para dejar besos y un par de mordidas en el cuello del rubio para que queden pequeñas marcas. Stark bajo su pierna asegurando de raspar levemente el muslo de Steve sacándole un jadeo.
En un intento de mantener contacto, Steve terminó bajando su cuerpo de la cintura para abajo y presionando contra la del castaño. Tony atrapó entre sus manos la cadera del rubio, y lo forzó a frotarse contra sus pantalones, Steve soltó un gemido por el leve dolor de la mezclilla con la piel sensible de su pene.
Se podía escuchar a Tony jadear el nombre de su pareja con cada movimiento, mientras apretaba con fuerza la piel bajo sus manos dejando que sus uñas se claven en su cadera, aquello provocó unos pequeños gimoteos en el rubio, pero no puso ningún tipo de resistencia.
Steve apoyó sus rodillas a cada lado del castaño y movió su cadera, frotando así todo su cuerpo contra el de Tony, jadeo cuando sintió la camisa del castaño acariciaba su pecho descubierto.
—Steve… — Susurro en un suspiro.
El rubio repitió el movimiento un par de veces, disfrutando el roce de la ropa contra su piel. Soltando pequeños sonidos que aumentaron cuando una de las manos del castaño avanzaba a su trasero. Stark apretó con fuerza las mejillas, esperando que dejara una marca más tarde.
No pasó mucho para que la estimulación hiciera efecto, y Steve llego al orgasmo, cantando la tela debajo de él. Cediendo ante la bruma del placer, cayó de lleno contra Tony.
—Manchaste mis pantalones— Bromeo Stark mientras trataba de recuperar el aire.
—Lo siento— Susurro el rubio, empezando a sentir la vergüenza.
—Qué te parece si me ayudas, antes que sigas manchando mi ropa— Comento en un Susurro coqueto aumentando el sonrojo en Steve.
Tony hizo sentar al rubio sobre su regazo y le acercó para besarlo. Steve pasó sus brazos alrededor del cuello de su pareja, luego sintió las palmas calientes en su cintura para atraerlo más y juntar los pechos, no se hizo de rogar y obedeció, sentándose justo sobre la tela húmeda, soltó un gemido que fue ahogado por labios de Tony.
Luego de separarse, Tony llevó las manos de Steve al final de su camisa, el rubio comprendió que era lo que quería Stark, así que empezó a quitarle la prenda.
Los dedos de Steve empezaron a acariciar el pecho del castaño, Tony subió una de sus manos y atrapando la muñeca contraria, la jalo con algo de fuerza hacia abajo, para dejarla cerca a la hebilla de cinturón.
Steve se separó un poco de Stark, mirando en donde estaba su mano, justo sobre el final los abdominales del castaño. Paso suavemente sus uñas por la piel, y luego bajo un poco más, pasando sobre la tela que estaba totalmente tensa debido a que la erección de Stark se escondía debajo de ella.
—Vamos, Steve, quítame los jeans— Susurro Stark cerca del oído de su pareja cometiendo un gemido cuando la mano del rubio empezó a acariciar aquella zona.
Steve bajó su otra mano, y abrió el cinturón de su pareja con un poco de dificultad, luego el pantalón, pudo ver la tela negra del bóxer de Tony. Abrió paso con una de sus dedos, y metió la otra mano, sabía que aquella no era la orden, pero algo en su cabeza le pidió hacerlo. Tocó con la punta de sus dedos la carne caliente y dura, con más seguridad metió un poco más para rodear el pene de su pareja con su mano.
—Mierda… Steve— Gimió Stark cuando Steve apretó su miembro.
El rubio no se detuvo, libero un poco más, pero no se sintió satisfecho al ver la cabeza, usando su otra mano bajo las prendas ya la mantuvo ahí, logrando que el miembro salga por completo. Tony soltó un gruñido, Steve solo se quedó viendo lo erecto y grueso que era el miembro del castaño.
—Así que te gusta lo que ves— Bromeo Tony— Ahora imagina cómo se siente— Susurró logrando que Steve libero un pequeño gemido.
Tony, con un poco de ayuda del rubio, logró bajarse por completo los pantalones. Soltó un gemido cuando el trasero desnudo del rubio estuvo sobre sus muslos.
— Eres tan hermoso— Comentó dejando un tierno beso en el cuello del rubio.
Luego una de las manos de Tony subió al mentón de Steve, primero acariciando la zona con su pulgar y después llevo el dedo índice a los labios hinchados. Steve cerro sus ojos y abrió la boca, sintió como su lengua era levemente presionada.
Un momento después el dedo se movió hasta que la punta quedó entre los dientes y dejar que otro dedo entre. Ambos dígitos empezaron a ser acariciados por la lengua de Steve, quien disfrutaba la sensación de invasión en su boca, cuando los dos dedos salieron, su lengua los siguió para seguir lamiéndolos aún fuera de su boca y terminando involucrando otro dedo más.
—Sí… así… buen chico — Jadeo Stark observando con atención el espectáculo, no sabía si Steve era consciente o no de los pequeños gemidos que estaba soltando.
Cuando Tony sintió que estaban lo suficientemente mojados, los apartó de los labios de Steve, recibiendo un quejido de disgusto por parte del rubio.
—Tranquilo que ahora se pone mejor— Susurro Stark con una sonrisa.
Tony miró sobre el hombro de Steve, y viendo la perfecta curva desde los hombros hasta la espalda baja, haciendo notar aún más su trasero. Stark llevo uno de sus dedos entre las blancas mejillas, encontrando la entrada; lo metió con lentitud, en respuesta escucho a Steve soltar un mal disimulado quejido de dolor.
—Tranquilízate… dolerá menos— Sugirió el castaño mirando a Steve.
Steve dio una respiración honda mientras trataba de ignorado el dolor e incomodidad de la intromisión. Relajo sus músculos cuando aquel dígito empezó a moverse, entrando y saliendo.
El segundo llegó un poco más tarde, comenzando la dilatación, sin embargo, no era tan doloroso, en especial cuando se doblaban y apretaba ese punto, dejando a Steve tan desarmado que liberaba gemidos y gritos ahogados.
Para cuando entro el tercero, cualquier otra sensación que no sea placer se había ido. Se sentía perdido, pero su cuerpo quería más, así que movió sus caderas en círculos mientras subía y bajaba. Grito en nombre de Tony cuando estuvo completamente lleno.
Stark se mantuvo concentrado en el rubio, en como las bonitas facciones de Steve eran bañadas por el placer mientras montaba sus dedos, solo salió de su ensoñación cuando sintió el líquido caliente contra su abdomen, bajo su mirada, encontrando como ambos estaban manchados de la semilla de Steve.
—Tony…— Susurro el rubio, apoyando su frente contra el hombro de Tony.
— Aún no acabamos— Respondió Stark, mientras colocaba sus manos en la cintura de su pareja, Steve siseo al sentir los dedos aun húmedos contra su piel caliente.
—Oh…— Jadeo Steve al sentir la cabeza del miembro de Stark contra su dilatada entrada.
Sin darle más tiempo, Tony empezó a bajar al rubio, haciendo que su pene entre completamente dentro de Steve. Se quedaron momento así, disfrutando de las distintas sensaciones que la acción enviaba a sus cuerpos.
Luego Anthony obligó al rubio a subir y bajar, Steve habría hecho todo eso, pero su fuerza estaba aún en el segundo orgasmo, dejando sus piernas temblando, así que dejó que el castaño lo mueva a su antojo, mientras él solo soltaba gemidos. Los movimientos no tardaron en hacerse más bruscos y deliciosamente certeros, provocando el grueso pene presioné su próstata.
Steve, con los ojos fuertemente cerrados, gritaba el nombre de Tony, entre súplicas de que no se detenga.
El tercer clímax de Steve tardó un poco en hacerse presente, pero a diferencia de los otros no pudo descansar. Stark aún se estaba moviendo buscando su propia liberación, que llegó solo unos momentos más tarde, bañando todo el interior del rubio con su semilla.
Steve se abrazó del castaño tratando de regular su respiración mientras escuchaba a Tony hablar, no sabía lo que estaba diciendo, su mente estaba únicamente enfocada en el hecho de que ahora el semen se estaba escapando de su interior humedeciendo más su trasero.
—¿Qué tal si te acuestas en la cama? —Finalmente escucho Steve a Tony.
—Si— Contesto el rubio como pudo.
Tony lo ayudó, saliendo de su interior y luego acostarlo, Steve sintió algo de disgusto al sentirse vacío, pero su cuerpo estaba tan cansado como para reclamar.
— ¿A dónde vas? — Pregunto Steve al ver que Tony no lo acompaña a la cama.
— Solo iba a terminar de quitarme el pantalón— Contesto una sonrisa.
—De verdad, lo siento por tus jeans— Comento Steve, aún avergonzado por el asunto.
—No te preocupes, puedo comprar otros— Respondió Stark con una sonrisa luego de quitarse por completo la ropa.
Tony se acercó a Steve dejándole un beso en su frente, luego de una de las mesitas de noche saco un par de toallitas húmedas, y las pasó por el abdomen del rubio. Steve se jadeó al sentir la fría tela húmeda contra su piel.
Luego, ambos limpios se acostaron bajo las sábanas, Steve sobre el pecho de Tony, mientras él le acariciaba su cabello.
—¿Por qué no se me ocurrió hacerlo de perrito? —Comento Tony rompiendo el silencio.
—Tony— Regaño el rubio separándose de Stark para luego ocultarse bajo las sábanas.
—Vamos, Steve, al menos dame puntos por el chiste— Bromeo el castaño, pero no recibió respuesta— ¿Steve?
Tony frunció el ceño, llamó nuevamente a su pareja y empezó a buscarlo bajo las sábanas, pero encontró al mismo lobo amarillento.
—No hagas eso ahora— Pidió, el animal solo inclino un poco su cabeza— Es que pareciera que yo… hice algo muy malo… contigo así— Explico, pero Steve aún mantuvo su transformación— Está bien, si quieres quédate así, pero yo me voy.
Tony se sentó en la cama, pero antes de salir por completo de las mantas sintió un par de brazos rodear su cintura, al bajar la vista se encontró con la cabellera rubia despeinada.
—No te molestes— Susurro Steve mirando a Tony
—No estoy molesto— Contestó Stark en un suspiro— Pero te voy a pedir que no te conviertas en la cama.
—Lo prometo —Respondió Steve separándose de su pareja y dejarle un pequeño beso en su mejilla.
Tony le dedicó una sonrisa para volver bajo las sábanas, Steve se acercó más para quedar completamente pegado a su pareja abrazándose.
— Por cierto, feliz Halloween— Susurro Steve cerca al oído de su novio.
—Feliz Halloween a ti también, ahora duérmete o te mandaré al patio— Contesto Tony cerrando los ojos para dormir.
Steve podría quejarse, pero estaba cansado de que podrían discutir sobre las bromas de perro en la mañana.
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