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#es una mujer libre
mantecol · 1 year
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estaba haciendo online shopping pero sin purchasear nada y me dieron tantas ganas de restablecer los valores conservadores sobre las prendas femeninas porque, no me entran los pantalones de hombre, they just dont no se acomodan a my crazy body, pero los que estan hechos para las minas tienen 400000 tajos y hay algunos con VENTANA PARA LA TIRA DE LA TANGA Y UN TAJO DONDE TE TERMINA LA CACHA QUE TE AGACHAS Y MOSTRAS EL AGUJERO NEGRO
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voglatte · 3 months
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⊹ ┊HOMEMADE ꒱ .゚
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↷ ˊ- pairing: bf!esteban kukuriczka x gf!reader.
warnings: mucho fluff, sugestivo, age gap? (solo 5 años), size kink?.
summary: esteban vuelve a casa cansado del trabajo y lo sorprendes.
• dani’s typing… ! adoro a kuku, amé escribir esto.
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no era sorpresa para ti las llegada de esteban a horas de la noche, ya que se encontraba en un proceso de audiciones para una nueva película. aún así estabas un poco preocupada por la salud de tu novio, podías ver el cansancio en sus grandes ojos marrones y pequeñas ojeras debajo de ellos, pero aún así con cansancio siempre te veía con esa sonrisa cálida que poseía.
por lo que decidiste hacerle un pequeño detalle, antes de que llegara a casa. pusiste manos a la obra haciendo una rica cena para ambos, enorgulleciéndote al ver el resultado final y esperando que a él también le gustara.
estabas dando los últimos detalles cuando sentiste un aroma muy conocido para ti y unos brazos masculinos rodeándote desde atrás.
“¿qué hacés, bonita?” murmuró cerca de tu oreja mientras resguardaba su cara en el espacio libre entre tu cuello y hombro.
te hizo sacar una pequeña risita al sentir su respiración haciéndote cosquillas.
“una pequeña sorpresa, para vos” decidiste encontrarte con su perfilado rostro cuando te volteaste viendo un pequeño brillo en su mirada, lo que hizo derretir tu corazón.
él no lo había dicho con palabras pero sus ojos mostraban todo el agradecimiento que sentía en ese momento y pensaste que no debería porque lo harías mil veces más solo por verlo así.
“te amo, bonita” dijo cerca de tus labios luego de conectarlos con los tuyos, un choque bastante dulce e íntimo.
susurraste un “yo también” entre besos y decidiste alejarte un poco sin antes dejar un pellizco amistoso en su nuca donde se encontraban tus manos entrelazadas.
ambos se sentaron en la pequeña mesa que adornaba el salón mientras escuchabas con atención cada palabra que salía de su boca, podría hablar por horas y nunca te cansarías de escucharlo, su voz te daba paz, una sensación que te llenaba el corazón de todo lo lindo en el mundo.
sus manos se encontraban encima de la mesa, su mano sobre la tuya acurrucándola mientras su pulgar daba caricias. la otra simplemente se encargaba de llevar uno que otro bocado o líquido para pasar la comida.
“estoy muy seguro que me van a dar el papel, amor” su voz sonaba con mucha seguridad y entusiasmo.
“no tengo ninguna duda, bonito. tenés un don único y tu manera de actuar es deslumbrante” asegurabas, te sentías tan orgullosa de esteban y como de a poco se iban abriendo puertas en su carrera de actor, era algo que le gustaba e ibas a estar ahí para él siempre, apoyándolo.
al terminar y con un sabor agrio pero dulzón del vino en sus bocas decidieron acomodarse en el sillón de cuero que adornaba el hogar de ambos. colocó tus piernas encima de sus muslos, su mano haciendo pequeños masajes en ellas.
“¿te acordás de cuando nos conocimos?” su cabello caía salvajemente por su frente y le daba un toque bastante tierno.
tu solo dejaste salir un sonido con la garganta afirmando mientras tus mejillas se calentaban. esteban te miró sonriendo y dejando escapar una carcajada pequeña.
“vos eras una nena” recalcó, haciéndote sentir más avergonzada.
esteban y tu se conocieron en una clase de teatro, en ese momento tenía veintiocho y tú solo 23, aún así siendo una mujer adulta, esteban se burlaba diciendo que eras una nena chiquita.
“no digas más, no sabés lo nerviosa que estaba cuando me tocó improvisar contigo” tus manos taparon tu cara, devolviéndote al momento donde tu lengua se enredaba por tener a semejante hombre delante y sin conocerlo.
esteban al ver tus mejillas sonrojadas y tus labios carnosos haciendo puchero, no logró controlarse y te cubrió con su gran cuerpo.
intercambiaron miradas y sin ninguna palabra de por medio sus labios atacaron los tuyos, parecía que se estaban comiendo sin ningún pudor.
a esteban le encantaba ver lo pequeña que te veías debajo de el.
sus besos bajaban desde tus labios hasta tu cuello dejando pequeñas marcas adornándolo, sus manos un poco frías se metieron debajo de tu camisa pellizcando sin llegar a ser brusco.
“divina sos, amor” levantó un poco tu camisa y bajo un poco para dejar muchos besos en tu abdomen, a veces con mordidas incluidas que te hacían chillar bajito.
“dale, nene” acariciaste su cabello. “subí, debes estar cansado, podemos dejarlo para otra ocasión” hablaste suave mientras sentías a esteban recostar su cabeza en tu abdomen.
“un poco” dijo, tú no lo sabías pero cada caricia que dejabas en su cabello lo hacía quedarse cada vez más dormido.
los ojos marrones de esteban se empezaban a sentir más pesados por lo que ninguno habló, solamente dejaron que el silencio reinara. hasta que sentiste una respiración tranquila y sabías que ya había caído en los brazos de morfeo.
te sentiste feliz de haber pasado un rato distinto con esteban, estaba más que claro que ambos se amaban hasta el infinito y era un amor puro.
así mismo con tus manos en su cabello que en ningún momento dejaron de darle pequeñas caricias, tus ojos se empezaron a cerrar con una sonrisa en rostro por lo feliz que estabas.
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by ﹫ VOGLATTE ╱ bueno aquí un one-shot? maybe súper cortito pero prometo hacer otros más extensos .ᐟ
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chiquititamia · 2 months
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Lo más dulce
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Enzo Vogringic x female oc +18
Este es mi primer fanfic, he intentado muchas veces pero esta es la primera que logro terminarlo. Seguramente tenga muchos errores, pero ahí les va. Les pido que me digan qué les pareció y si quieren una segunda parte, sí? Disfruten :)
warnings: sexo oral, todo muy explícito
Era un hermoso día de primavera, de esos en los que de repente te das cuenta de que el viento ya no es frío. Un dulce olor a flores inundaba las calles empedradas del pequeño pueblo de montaña en el que el cast de La sociedad de la nieve se había instalado durante el rodaje.
Tenían el día libre, así que Enzo había decidido dar una vuelta al mediodía. Su bicicleta rodaba por las calles bajo el sol, había olvidado lo agradable que es pasear de esa manera. Tan sólo el sonido de la cadena de la bici y de las cigarras llenaban el aire, al fin y al cabo, era la hora de comer y la gente se encontraba en sus casas protegiéndose del sol.
Hablando de eso, Enzo notó un pequeño gruñido en su estómago, el hambre comenzaba a formarse, sería mejor que encontrase un sitio donde comer.
Dejaba que la bicicleta le llevase pasivamente, sin pedalear, aprovechando una ligera cuesta hacia abajo.
Al doblar una esquina, no podía creer sus ojos: ¡un restaurante vegetariano! En un pueblo tan pequeño no esperaba algo como eso. No se lo pensó dos veces. Apoyó su delgada bicicleta en la puerta del humilde establecimiento, sin sentir la necesidad de atarla, ya que la honestidad y amabilidad de la gente no habían hecho más que acompañarlos durante su estadía allí. De todas formas, no había nadie a la vista.
Nada más entrar al pequeño restaurante, sintió el alivio inmediato de la sombra en su piel, caliente por el sol. Dentro se estaba fresco, y un maravilloso olor a comida le enamoró, no podía creer su suerte.
Tan sólo había cuatro mesitas de madera en ese local tan lindamente decorado. Junto a la barra, una vitrina albergaba deliciosos postres caseros: lo que parecía ser una tarta de zanahoria, una de chocolate y pequeños pasteles de manzana y crema. Los ojos de Enzo brillaban devorando los manjares ante él.
Una dulce voz le sacó de sus pensamientos.
¿Hola, puedo ayudarte?
Una hermosa chica de melena larga y negra le miraba con ojos curiosos, sonriendo. Llevaba una camiseta de tirantes y una falda debajo de un pequeño delantal. Ella debía ser la dueña del local, pensó Enzo.
Buenas, sí, eh…
¿Qué le pasaba? ¿Desde cuando era así de tímido frente a una mujer? Las palabras no le salían, lo que le hizo patearse a sí mismo mentalmente por que tenía que estar quedando como un tonto ante ella.
Ella se rio ante la falta de palabras del moreno.
¿Tienes hambre?
Soltó una risa.
Sí, sí… muchísima, vengo de pasear con la bici…yo… - explicó casi tartamudeando, con media sonrisa.
Bien, ¿por qué no tomas asiento y te traigo una carta y algo de beber?
Enzo tragó duro, y asintió mirándola fijamente. Ella, se dio la vuelta grácilmente provocando un soplo de aire perfumado con su melena. El olor a coco y mango de su champú no hizo si no despertar aún más su hambre, aunque quizás no tanto la que aquejaba su estómago.
Cuando se sentó, el uruguayo dejó su mochilita de tela en el asiento libre que tenía al lado. Sacó su móvil y comprobó sin mucha sorpresa que no tenía nada de cobertura y apenas batería, pero tampoco le importó, no tardaría en comer y volvería con los chicos a su residencia.
Antes de que se diera cuenta, la chica había regresado con un menú y un vaso de agua helada, lo cual él agradeció profusamente.  Si bien no había muchos platos entre los cuales elegir, todos sonaban estupendamente para su estómago vacío, con el plus de que no tenía que limitarse entre una o dos opciones como normalmente, ya que casi todos los platillos eran veganos o vegetarianos. Se decidió por lo que más le apetecía: Wok de noodles con vegetales, salsa teriyaki y aceite de chile tostado. “Suena bárbaro”, pensó.
Enzo observaba discretamente a la que parecía ser la dueña, la camarera y la cocinera, todo en la misma persona.  La chica danzaba en la cocina entre los fogones, manejando con soltura los utensilios; alguna llamarada ocasional salía de debajo del wok, alarmándole, pero ella parecía esgrimirlas como una hechicera, sin miedo.  
No puede evitar reparar en como sus caderas y su trasero se contonean con los movimientos. “Quizá esté escuchando música” se dijo Enzo, no comprendiendo si no, el ritmo hipnótico de su cuerpo.
Y aquí está – dijo ella depositando el plato humeante frente a él.
Muchas gracias, tiene una pinta buenísima…
La camarera volvió detrás de la barra tras desearle buen apetito a su único comensal y él comenzó a devorar el plato con gusto.
Las miradas entre ambos no eran directas, si no veladas e intermitentes. Ella fingía no prestarle atención y dedicarse a sus tareas, mientras que él trataba de limpiarse constantemente la boca con la servilleta para no tener además de todo, pinta de boludo con la cara manchada de salsa.
¿Estaba loco o ese era el mejor plato que había comido en su vida? Quizás tan solo estaba hambriento… ¿O era porque ella lo había preparado?
Cuando hubo terminado el plato se levantó tomándolo y lo llevó a la barra junto con su vaso, también vacío, para ahorrarle a la chica el viaje hasta la mesa, siempre tan galante.
Ella sonrío y sacó el ticket de la caja registradora. Él le devolvió la sonrisa y le sostenía la mirada mientras buscaba su billetera en la pequeña mochila de tela.
Más pronto que tarde, su rostro se tornó preocupado. No puede ser. Su cartera no estaba más ahí. Un pensamiento le cruzó la mente como un rayo. Esa misma mañana la había cambiado de sitio a una riñonera nueva. Lo había olvidado completamente. ¿Qué carajo iba a hacer ahora?
No era muy difícil adivinar qué estaba sucediendo, él dirigía su mirada al fondo de la maldita mochila y después a los ojos de la chica, frenéticamente.
Te juro que no sabía, yo… A-ahora mismo voy a buscar mi bille-
Es que estaba por cerrar -dice la camarera sin perder la sonrisa, como divertida por la situación.
Entonces esta noche, y-yo … mierda, lo siento mucho­­- Enzo notaba sus mejillas y todo su rostro ardiendo por la vergüenza, se sentía como un idiota.
¿No se te ocurre otra forma de pagarme? - ronroneó ella.
Enzo se quedó congelado, aunque a decir verdad estaba totalmente acalorado. No podía ser que estuviera escuchando lo que acababa de escuchar. Pero tampoco cabía la posibilidad de que se estuviera refiriendo a ninguna otra cosa, ¿no?
Todas sus dudas se derritieron cuando ella paseó su mano por el pecho de él, acariciando el borde de su camisa.
¿Eso querés? -trató de sonar confiado.
Ella se mordió el labio, respirando el aliento cálido de él.
Enzo no esperó a que ella respondiera, pues sus ojos ya le estaban dando la respuesta que buscaba, y que en el fondo había anhelado desde que entró en el pequeño restaurante.
La verdad que me he quedado con ganas de algo dulce… ¿sabés, chiquita?, como con hambre de algo vegano ¿entendés?
En ese momento él lanza una rapidisima mirada por la ventana del local para comprobar que no haya nadie cerca que vaya a interrumpirles. No hay nadie. Entonces, como si algo en su cuerpo y mente hubieran mutado repentinamente, Enzo toma su rostro entre las manos con una firmeza que ella había intuido, pero que no había experimentado hasta ahora. Se lanza a besarla sin ambajes, como si no fuera la primera vez que lo hace con ella, como si ya supiera qué es lo que le gusta, qué tiene que hacer para derretirla. Su lengua entra en su boca de forma imparable, la diferencia de tamaños entre sus cuerpos cobra importancia desde ese mismo momento, siente que la va a devorar. Si bien hasta ese momento ella había llevado la voz cantante con su actitud de femme fatale, eso ahora no le servía más. Él era el que estaba al control, sus labios guiaban a los suyos, contenía su mandíbula como una pequeña jaula donde introducir su lengua como una serpiente. Lo único que ella podía hacer era intentar seguir su ritmo y disimular lo muchísimo que le costaba no empezar a gemir.
Sin casi darse cuenta, él la había ido empujando hacia el interior de la cocina, habían caminado al unísono enredados en un nudo de cuerpos en el que ya casi no quedaba ninguna pena.
Pasó sus grandes manos por su cintura mientras seguía besándola, redondeando sus formas. Agarró sus gluteos por debajo de la falda. Ella se felicitó a sí misma por haber escogido sus braguitas negras de encaje para ese día, por ninguna razón en especial. Enzo metió sus dedos por debajo del elástico que abrazaba sus caderas, amenazando con bajarlas en cualquier momento.
Me estabas poniendo malo, nena, ¿sabías?
Ella aprovechó el pequeño respiro que le dio a su boca para contestar un leve “sí”
Ah, sí, eh? Mirá vos… - sonaba divertido, pero también desafiado.
Sin ningún esfuerzo colocó sus brazos debajo de sus muslos y la subió a la encimera, junto a los fogones. Ante eso, ella no pudo contenerse más y gimió sin poder evitarlo, mientras clavaba sus uñas bien cuidadas en la nuca de él, de donde se estaba agarrando.
Me vas a dar algún dulce, gatita? Mirá que tengo mucha hambre…
Ella asintió rápidamente, como una niña obediente.
Sí…? - Decía mientras depositaba besos húmedos por su cuello, ¿qué me vas a dar? – ronrroneaba entre cada lamida.
Ahh…yo…
No podía parar de gemir, ninguna palabra, y mucho menos frase coherente iba a salir de su boca, simplemente no podía pensar, no mientras su lengua caliente recorría su cuello, no mientas sus manos invadieran el interior de sus muslos como si fuera el pan que ella misma había amasado esa mañana, sobre esa misma superficie. Sentía que estaba arruinando su ropa interior, no recordaba haber estado así de húmeda jamás.
 ¿Y? ¿qué me vas a dar? -comenzó a bajarle las bragas por la cintura ¿Una frutilla? ¿Eso tenés? – en lugar de pedirle que se levantara para poder sacarle la ropa interior la recostó en la encimera, tumbándola ligeramente, deslizando la prenda ya empapada por sus piernas.
Sin pedir permiso, abrió sus piernas para contemplar lo que sus bragas, ya tiradas por el suelo escondían. Enzo tragó saliva, provocando que su nuez se moviera por su garganta deliciosamente. De forma involuntaria apretó la mandíbula, había encontrado el postre más rico del restaurante.
¿Esta frutilla es tuya?- la miró a los ojos mientras un pulgar delíneaba sus labios ahora expuestos, como si nada.
Ella atinó a asentir con ojos suplicantes.
No,… no es tuya, es mía, chiquita. Es mía y me la voy a comer, ta? ­­– nunca una corrección le había parecido tan bien.
Sin más preámbulos bajó su cabeza hasta enfrentar su centro, que estaba húmedo estaba claro, pero es que además emanaba calor, parecía palpitar con deseo.
Y entonces empezó a comer.
Empezó a comer, comer y comer.
Abría la boca y manejaba su lengua como si en realidad le estuviera dando un beso francés, solo que en una boca distinta. Se introducía en ella como si no dispusiera de nada más que esa parte de su cuerpo para satisfacerla, con avidez.
Ella se deshacía en gemidos, no se retenía más, le daba igual gritar, sabía que nadie podía oirla, a esas horas no había nadie en la calle, no bajo ese sol abrasador. Pero, si así fuera, ¿sería capaz de parar?
Claro que no, aunque quisiera no podría pararle. Su boca mamaba de ella como un cachorro hambriento, no podría apartarle. Y sinceramente no querría por nada del mundo.
Qué rica que estás nena, sabes a miel … - dijo mientras introducía su dedo corazón en su vagina, con maestría, sin parar de lamer, en perfecta sincronía, como si su lengua y su mano fueran entes separados que sabían actuar de forma perfecta e independiente.
No faltaba mucho tiempo para que llegara a su clímax, lo notaba formándose en su bajo vientre, si seguía así no iba a durar nada.
Me voy a…!
A venir? Venite, princesa, vamos…- paró dolorosamente un par de segundos para pronunciar esas palabras, y al volver a tocarla con su lengua ella no pudó más y explotó en su boca como un fuego artificial. Grandes oleadas de placer arrasaban en ella, que gritaba y gemía. Él notaba como el único dedo que le había introducido quedaba aprisionado y recibía apretones entre sus paredes que pulsaban en su orgasmo. No lo sacó hasta que ella le hizo un gesto, recostándose ,agotada y sudorosa en la superficie donde normalmente trabajaba.  
Aún le costaba recuperar el ritmo normal de su respiración, y por una vez, su mente no se encontraba preocupada por tonterías como si estaba despeinada, o qué le había parecido al otro su ropa interior o si había gemido suficientemente sexy. Esta vez su cuerpo simplemente estaba anegado por el placer tan animal que Enzo le había provocado. Todo lo demás no importaba.
Él se había parado y se estaba echando el pelo hacia atrás, también estaba sudando. Gracias a Dios que un pequeño ventilador metálico les estaba apuntando a los dos, de lo contrario habrían muerto de calor.
Qué linda que sos, muñeca.
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dreaming-star20 · 4 months
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Infidelidad
Una persona con el corazón roto es capaz de cualquier cosa por despecho. Cuando Antonio se enteró de que su esposa le había sido infiel, se volvió loco. 20 años de matrimonio se fueron directamente a la basura. Aparentaba estar tranquilo ante todos, incluso firmó los papeles de divorcio sin ninguna protesta. Pero de lo que nadie se había percatado era que Antonio cocinaba su venganza desde las sombras. Hasta donde él sabía, su esposa estaba por fugarse de la ciudad con su amante, varios años más joven que Antonio. Las piezas estaban en el lugar ideal para la venganza.
- Veo tu cara en el espejo, y por más que lo intento, no comprendo lo que vio ella en ti. 
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Germán, el joven hombre de 29 años, se dijo a sí mismo en el espejo, mientras con sus manos, acariciaba su musculoso cuerpo lampiño. Bueno, algo así. Si bien ese era el cuerpo de Germán, era Antonio quien lo utilizaba. El hombre había robado el cuerpo de este joven como parte de su plan.
- Quiero decir, eres guapo, bastante, a decir verdad. Y tienes un cuerpo bastante sexy. Pero yo también tengo lo mío. Para empezar, gano más dinero que tú. En lo que respecta a la apariencia, es verdad que no hago tanto ejercicio como tú, pero nunca he descuidado mi cuerpo.
Mientras estas palabras salían de su boca robada, Antonio continuaba sintiendo con sus nuevas manos cada centímetro del cuerpo de Germán. Poco a poco sus dedos se acercaron hacia su zona más íntima. Sin vacilar, sus dedos entraron por debajo de su ropa interior y le dio un buen apretón al largo y sensible trozo de carne circuncidada entre sus muslos.
Mientras estas palabras salían de su boca robada, Antonio continuaba sintiendo con sus nuevas manos cada centímetro del cuerpo de Germán. Poco a poco sus dedos se acercaron hacia su zona más íntima. Sin vacilar, sus dedos entraron por debajo de su ropa interior y le dio un buen apretón al largo y sensible trozo de carne circuncidada entre sus muslos.
- ¡Vaya muchacho! Puedes sacarle el ojo a alguien con esta cosa. Pero el mío es mucho más grueso.
Una sonrisa arrogante se dibujó en el rostro de Germán, una que el verdadero nunca haría. Antonio continuó con su monólogo frente al espejo, odiaba admitirlo, pero toda esta experiencia lo excitaba demasiado.
- Bueno, no importa lo sexy que seas, ahora todo esto me pertenece. Yo soy tu, al menos por ahora. No me malinterpretes amigo, esto tiene poco o nada que ver contigo. Tu no tenías idea de que te estabas metiendo con una mujer casada. Simplemente estuviste en las circunstancias incorrectas. Pero, en fin, eres justo lo que necesito para vengarme de ella.
Antonio terminó de quitarse la ropa que llevaba puesta, dejando al aire libre la hombría de Germán, además de su redondo y suave trasero. La figura redondeada del par de melones que ahora poseía fue irresistible para Antonio. Se dio una fuerte nalgada que hizo a sus glúteos temblar como dos gelatinas.
- La idea original era grabarme teniendo sexo con varias de las amigas más íntimas de mi ex, pero tengo una mejor idea. Llevo semanas con una inquietud en la cabeza, pero no me atrevo a intentar en mi propio cuerpo. Supongo que esta es mi oportunidad.
Antonio les dio un fuerte apretón a las suculentas nalgas de Germán. Estaba muy excitado por la emoción de estar en un nuevo cuerpo. Y más por el estar en uno tan sexy. Se dirigió a la mesa de noche junto a su cama, abrió el cajón, y de él sacó una bolsa negra. Dentro se encontraban un estimulador de próstata totalmente nuevo y una botella de lubricante. Solo Antonio sabía cuánto tiempo llevaban esos objetos guardados. Antonio sacó de su empaque el vibrador y se aseguró de cubrir meticulosamente todo lo largo del objeto de plástico con suficiente lubricante. Aún recordaba con recelo su último chequeo médico, cuando tuvo que consentir un tacto rectal. Salió del consultorio caminando como un cervatillo. Antonio se agachó casi hasta tocar sus pies, de tal manera que su trasero quedó expuesto al cielo.
Todo estaba listo, y con una mezcla entre emoción, duda y algo de miedo, Antonio acercó poco a poco el estimulador a su ano. Introdujo suavemente la punta en su culo virgen, y con toda la delicadeza que pudo, metió el objeto hasta el fondo. Antonio se incorporó y se vio de nuevo al espejo. Hasta el momento todo iba excelente, su rostro mostraba genuina emoción. Su pene incluso se había comenzado a poner erecto sin haberlo tocado. Antonio se recostó cómodamente en su cama y tomó el control del vibrador. La verdadera diversión estaba por empezar. Con mucha seguridad presionó el botón de encendido, haciendo así que un muy corto y rápido movimiento sacudiera el ano robado de Germán. Esto solo había sido el aviso de encendido, pero fue más que suficiente para que un gemido escapara de los labios de Antonio.
La mirada de Antonio se llenó de determinación. Configuró el aparato a una intensidad media y con vibración constante. Tan pronto cómo el estimulador comenzó a hacer su magia, Antonio comenzó a retorcerse de placer en la cama. Daba vueltas y vueltas por todos lados, intentando agarrarse de las sábanas. Las olas de placer recorrían su cuerpo, su respiración comenzó a agitarse. Gemidos, bufidos e incluso gritos se hicieron audibles por toda la habitación. Antonio estaba volviéndose loco de placer. Gotas de líquido preseminal salían de la punta de su pene erecto, que se sacudía erráticamente al ritmo de sus caderas.
Su parte consciente se repetía a sí mismo una y otra vez que debía controlarse, pero poco a poco la lujuria y el placer fue todo lo que su mente obedeció entre el caos sensorial. Constantemente Antonio tapaba su boca, en un intento deliberado de no dejarse llevar tanto por sus instintos. “¿Por qué hago esto?” pensó a la vez que apartaba sus manos de su rostro y se dejaba llevar por la excitación. Respiró profundamente, recuperando un poco el aliento, y a partir de ese momento dejó que el cuerpo que tanto trabajo le había costado robar fuera dominado por sus instintos más salvajes. 
Los ruidos de placer se hicieron más intensos. Probablemente podían escucharse desde la calle, pero a Antonio no le importaba. Su cuerpo estaba empapado por el sudor. El olor que emanaba de él era exquisito. Con sus fuertes manos recorrió cada parte del cuerpo bien tonificado de Germán. Su pene se encontraba ya a reventar. Antonio quería llegar de una vez por todas al clímax, así que tomó la botella de lubricante, se untó las manos con él y comenzó a acariciar furiosamente su verga. No pasó mucho tiempo hasta que hilos de blanco y caliente semen salieron disparados en todas direcciones. El cuerpo de Germán terminó cubierto en sus propios fluidos. Varios chorros aterrizaron en su cara, uno incluso en su boca, permitiendo a Antonio probar por primera vez en su vida el jugo viril de otro hombre.
- No puedo esperar para que metan algo aún más grande por allí. Esto va a ser aún mejor de lo que había pensado. - Antonio apagó el vibrador y recobró su aliento. Tras unos minutos pudo ponerse de pie, tomó una toalla de su baño y se limpió un poco. Sabía que debería haberse duchado, pero le pareció más apropiado conservar su cuerpo cubierto por fluidos corporales. Se puso de nuevo sus Jens y se recostó de nuevo viendo hacia el espejo.
- Voy a matar dos pájaros de un tiro contigo. Tú no te preocupes amigo, descansa allí adentro. Cuando salga de ti no recordarás absolutamente nada de todo esto, y yo abre obtenido mi venganza contra esa perra que alguna vez llamé esposa.
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longliveblackness · 8 months
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The Horrors of Lynching: Photographs and Postcards
Note to readers: This post contains graphic and disturbing images.
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During the late 19th and early 20th century, thousands of photographs and postcards of Black Americans killed by white mobs in racist terror lynchings were collected, traded and sent through the U.S. postal service.
The postcards and photographs, depicting gruesome images of the bodies of Black men, women and children who had been tied to trees, mutilated, tortured, shot and burned alive by white mobs, were often distributed as souvenirs and saved as mementos in family albums and stored away in attics for safekeeping.
The lynching photographs often captured the bodies of the murdered Black Americans and the hundreds of white people — including children — who gathered to witness the public spectacle of lynchings. According to historians, in more than half of these photos and postcards, white people were shown smiling and celebrating the spectacles.
WHITE PEOPLE MONETIZED THE MURDER OF BLACK PEOPLE
Lynching photographs and postcards were shrewdly distributed — ​​often for profit — across communities by hand and through the U.S. mail. They were often sold for as little as a quarter, which would be worth about $3.46 today.
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Source: wordinblack.com
Translated by Long Live Blackness by Shaneyra Thompson
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Los horrores de los linchamientos: fotografías y postales
Nota para los lectores: Esta publicación contiene imágenes gráficas e inquietantes.
Descripción de primera imagen: [Cinco afroamericanos fueron colgados de un cornejo en el condado de Sabine, Texas, en 1908 como "una advertencia para todos los negros".]
Traducción de la postal:
Esta es sólo la rama de un árbol de Cornejo;
Un emblema de la SUPREMACIA BLANCA.
Una lección que una vez se enseñó en la escuela de los Pioneros:
que esta es una tierra de GOBIERNO DEL HOMBRE BLANCO.
Una vez, temprano en la mañana, los blancos le dijeron al Hombre Rojo que enmendara su camino.
El negro, ahora, por gracia eterna, debe aprender a permanecer en el lugar del negro.
En el Soleado Sur, la Tierra de los Libres, que la SUPREMACÍA BLANCA sea para siempre.
Que esto sea una advertencia para todos los negros, o sufrirán el destino del árbol de Cornejo.
A finales del siglo XIX y principios del siglo XX, se recopilaron, comercializaron y enviaron a través del servicio postal de Estados Unidos miles de fotografías y postales de estadounidenses negros asesinados por turbas blancas en linchamientos terroristas racistas.
Las postales y fotografías, que mostraban imágenes espantosas de los cuerpos de hombres, mujeres y niños negros que habían sido atados a árboles, mutilados, torturados, fusilados y quemados vivos por turbas blancas, a menudo se distribuían como souvenirs y se guardaban como recuerdos en álbumes familiares.
Las fotografías de los linchamientos a menudo capturaban los cuerpos de los estadounidenses negros asesinados y los cientos de personas blancas (incluyendo niños) que se reunían para presenciar el espectáculo público de los linchamientos. Según los historiadores, en más de la mitad de estas fotografías y postales, se mostraba a personas blancas sonriendo y celebrando los espectáculos.
LOS BLANCOS MONETIZARON EL ASESINATO DE LOS NEGROS
Se distribuyeron astutamente fotografías y postales de linchamientos (a menudo con fines de lucro) entre las comunidades, en mano y por correo postal. A menudo se vendían por tan solo veinticinco centavos, lo que hoy valdría unos 3.46 dólares.
Descripción de segunda imagen: [Una postal de un linchamiento en Duluth. 15 de Junio, 1920.]
Fuente: wordinblack.com
Traducido por Long Live Blackness by Shaneyra Thompson
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dualiteawritter · 3 months
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Hoy es su día libre... Al menos en la clínica, porque ha pasado la mañana entrenando, primero sola y luego cuando se ha topado con Malachy esta muy amablemente le ha ayudado a practicar en el ring. Se han caído bien, Malachy le ha dicho que pese a ser inglesa es maja, a lo que Abbie no ha podido evitar reír.
Por la tarde, pero, se permite descansar. Ha salido a dar un paseo, pero no ha tenido que andar mucho antes de encontrar un local que ha llamado su atención: Una pequeña cafetería llena de libros que los clientes pueden leer o incluso alquilar, regentado por una amable mujer ya llegando a la tercera edad.
Le ha parecido adorable, y como justo eran las cuatro se ha aventurado dentro. Curiosea las estanterías hasta encontrar un libro que le llame la atención, que en esta ocasión ha sido una novela policíaca situada en un pueblecito ranchero de Missouri, y se sienta a ojearlo mientras espera a que le tomen nota.
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huellas-poeticas · 9 months
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Una persona madura no se enamora, no cae enamorada, sino que asciende en el amor...
“Una persona madura tiene integridad para estar sola, y cuando da amor, lo da sin estar atada a ningún hilo, simplemente lo da.
Cuando una persona madura da amor, está agradeciendo que lo aceptes, no espera que se lo agradezcas, simplemente te da las gracias por aceptar su amor.
Y cuando dos personas maduras se aman, ocurre uno de los fenómenos más hermosos: están juntos pero enormemente solos. No destruyen su individualidad.
Se ayudan el uno al otro a ser más libres.
No están involucrados en dominarse. ¿Cómo puedes dominar a la persona que amas?
La dominación es una especie de odio, rabia, enemistad.
La libertad es un valor más elevado que el amor. Si el amor destruye la libertad, no vale la pena. Sin libertad nunca serás feliz, es imposible.
La libertad es el deseo intrínseco de todo hombre y toda mujer, por eso uno empieza a odiar todo lo que destruye su libertad.
El amor verdadero es amor del ser. El amor del ser es un estado.
Cuando llegas a casa y sabes quién eres, entonces surge el amor en tu ser. La fragancia se empieza a extender y se la puedes ofrecer a los demás.
El primer requisito básico para poder dar amor es tener amor, porque no se puede dar lo que no se tiene."
Osho
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eellvvii · 1 month
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¿Sabes cuantas brujas quemó la inquisición?
Ninguna.
las brujas no existen
No fueron brujas las que ardieron, fueron mujeres.
Mujeres bonitas, cultas e inteligentes. Mujeres acusadas de tener agua en el pozo o por haber cultivado y cuidado su hermosa plantación. Las condenaron por tener una marca de nacimiento, por ser hábiles con la medicina herbolaria, por ser altas, negras o pelirrojas.
Condenaron a las que mostraban fuerte conexión con la naturaleza, a las que bailaban o cantaban. A las que se les veía felices. A las que se les veía autónomas y poderosas.
Para la Santa Inquisición y muchos otros grupos a lo largo de la historia, cualquier mujer de espíritu libre debía ser quemada o arrojada al agua. Si flotaba era culpable y ejecutada. Si se hundía y se ahogaba era declarada inocente y entonces su alma iría al cielo.
Muchas, miles de ellas fueron arrojadas por los acantilados o colocadas en agujeros profundos del suelo por seres que se sentían superiores a ellas, casi dioses.
¿Por qué escribo esto?
Porque conocer la historia es importante cuando se trata de construir una nueva sociedad y un mundo nuevo. Urge dar voz a todas las mujeres en honor a las que fueron humilladas, sobajadas, golpeadas, torturadas y masacradas. Larga vida a las mujeres independientes, fuertes y poderosas.
No fueron brujas las que ardieron, fueron...mujeres”.
📖✍🏻 Carolina Valerio.
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helahades1-blog · 3 months
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Por favor, llámame bruja:
Entendí que las brujas, son esas mujeres tan libres e independientes que no agradan a aquellos que les gusta tener el poder (para que existan los Amos, tienen que existir los esclavos... y no hay esclava más grande que una mujer pobre...y para encadenarla a la pobreza voy a quitarle todo los recursos que pueda).
La libertad jode y mucho, por tanto no es un derecho inherente... tienes que ganarla y defenderla, así te vaya la vida en ello, pues sólo la independencia te dará libertad. Y no hay nada más bonito que la libertad!!!🍎
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jartitameteneis · 2 months
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Dijo Glenn Close, al recoger su Globo de Oro:
"Estaba pensando en mi madre, que toda la vida dependió de mi padre.
Y que a los ochenta años le dijo que pensaba que no había logrado nada.
Nada.
Después de criar a cinco hijos.
Después ceder un trozo inmenso de su existencia.
Después de cuidar a los demás.
Nada.
Damos por sentadas a nuestras madres.
Les exigimos y esperamos todo de ellas porque sí.
Y con nuestro nacimiento les arrancamos para siempre su condición de mujeres más allá de la maternidad.
Las ridiculizamos al imaginarlas como cuerpos que desean y quieren ser deseados.
Nos avergonzamos si las vemos dudar, si descubrimos sus incoherencias, si se salen de lo establecido de lo que ha de ser una buena madre.
Nos enfadamos si observamos que se quieren salir del redil de madre porque nos da miedo porque eso podría hacer que las perdiéramos.
Somos auténticos tiranos y tiranas.
Que no agradecemos ni reconocemos nada.
Como si fuera lo que le tocaba y ya está.
¿Y la mujer que hay dentro de nuestras madres?
Las madres necesitan espacio y tiempo.
Para conocerse más allá de sus hijos e hijas.
Más allá de sus parejas.
Las madres necesitan realizarse lejos de la familia también.
Para abrazar sus sombras.
Y para eso necesitan que sus parejas estén implicadas al 50% en la educación, crianza y trabajos del hogar porque es su responsabilidad.
Pero también hijos e hijas que no se inmiscuyan en sus decisiones libres.
Que no las traten como niñas o como idiotas.
Que las respeten.
Que las animen a construir lugares fuera del hogar.
Que las vean más allá de lo que representan.
Para que así no lleguen al final de sus vidas sintiendo que no hay ningún logro en ellas.
Cuando lo han dado absolutamente TODO!
A CAMBIO DE NADA...!!
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seisao-esp · 2 months
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Alerta de pequeña historia y mucho texto.
Las imágenes son de propiedad de Red Qian, con las escenas más icónicas del manga (de nuestros hermosos favoritos). Tiempo sin publicar pero espero redimirme con esto que escribí hace un tiempo.
Alerta también de muucha melosidad. Si no les gustan las historias dulces, no hay problema ❤️💜
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Canción de Cuna
Lentamente abre los ojos, los siente un poco hinchados y le molesta un insistente y punzante dolor de cabeza, se siente incómoda. Al intentar moverse, su pie choca con la piel de su acompañante... Se le aprieta el pecho.
Es cierto... El había regresado a casa la noche anterior, como tantas veces después de una batalla. Generalmente, cuando duerme junto a él, descansa plácidamente, pero esa noche... Pesadillas tras pesadillas.
Entonces cae en cuenta de que él duerme dándole la espalda y en estado fetal bajo las sábanas. Un suspiro sale de sus labios, sabe que él no está del todo bien, al igual que ella.
Muy suavemente para no despertarlo, le acaricia el cabello. ¿Qué más puede hacer? Infinidad de veces lo ha oído decir que la protegerá, que daría su vida por ella, ¿y quién lo protege a él?
No logra su objetivo y el chico se remueve en su sitio. Perezoso y sin prisas se da la vuelta, y quedan de frente.
—¿Qué hacías?
—Me gusta acariciarte mientras duermes.
La sonrisa que él le dedica la desarma por completo. Se incorpora para quedar sobre ella, apoyado en su antebrazo, la parte superior de su cuerpo desnudo al descubierto. Se acerca a la frente de su mujer para depositar un dulce beso antes de refugiarse entre sus brazos y pechos mientras le acaricia sus lacios cabellos violetas. Ella le acaricia su espalda desnuda...
¡Cuánto ha cambiado!
El ya no es niño de 13 años, hoy es un adulto. Es un fuerte, valeroso y temerario santo de Athena, su primer soldado, el que constantemente trae el peso del mundo sobre sus hombros.
Su deber es proteger a su diosa, resguardar a Athena por siempre, luchar por la justicia. Sus manos se han llenado de sangre de enemigos que, a veces, son realmente crueles; pero también hay nobles guerreros peleando por las razones y los dioses equivocados.
Guerra tras guerra ha perdido amigos, conocido asesinos, ha visto personas muriendo y a otras heridas llorando y gritando... ¡¡aún puede oírlas dentro de su cabeza!!
Se cuestiona constantemente qué es lo que está mal en este mundo en el que vive, donde la gente insiste en tomar decisiones incorrectas, en no respetarse unos a otros, ¡incluso dañándose entre hermanos!
Se pregunta por cuánto tiempo seguirá luchando, ¿hasta cuándo será capaz de mantenerse con vida?
El que nunca se rinde, el que entrega todo, el que se ha convertido en una inspiración para tantos y en un modelo de fortaleza a seguir. Pero hay un tiempo para todo...
A veces sólo necesita llorar, y ella lo sabe.
Porque él ha sido su ancla y su pilar, ¡pero también la necesita! El también se derrumba. Ya no es un niño, pero precisa de un lugar seguro en el cual sentirse cobijado, amado.
El busca desplomarse, dejar de ser el imbatible guerrero, quitarse el papel del fuerte, lo necesita y ella lo entiende. Ya no le cuestiona, ya no se sorprende, simplemente lo deja caer y lo sostiene, porque siente la misma emoción. Ahora él necesita ser resguardado.
En ese momento de profunda intimidad, al fin se siente libre de llorar frente a ella, porque es Saori, su Saori. No dice absolutamente nada, ella ya lo sabe: él es, ante todo, un hombre de carne y hueso. Ahora, y sólo ahora, puede mostrarse como un humano común y corriente.
Ella siempre lo recibe con los brazos abiertos, como la noche anterior, cuando regresó en búsqueda de su mujer para desnudar su cuerpo y alma, reír, llorar, hablar de sus miedos y esperanzas y permitirse abatir; tal como ahora, que lo cobija cual madre a un niño indefenso ante sus propios temores mientras se desahoga entre suaves sollozos y caricias. Hace mucho dejó de esconderse de ella, ya no teme herirla con su dolor porque sabe que lo comparten.
El se hunde más en sus pechos desnudos, sus manos acarician con lentitud esas curvas femeninas, su cintura, sus caderas, sus senos... Pero ella no se confunde, él no busca sexo, no ahora; autorregulación.
Ella dedica toda su atención en masajearle la espalda, los hombros, el cuero cabelludo... Le canta una canción, una canción de cuna. No le dirá que lo siente, que está arrepentida; tampoco le pedirá que aleje su dolor. No hay palabras, no hay razón. Ahora es ella el refugio, la próxima vez quizás lo sea él. Está consciente de que es sólo un momento, que se levantará como siempre, con su confianza avasalladora, su determinación y entereza que todos reconocen en él; pero ésta es su oportunidad, su único momento para acompañarlo íntimamente, acunarlo y recordarle que no está solo, que siempre puede regresar a ella. Mañana será otro día y probablemente se embarquen en una nueva guerra sin precedentes, pero sólo por hoy desea sentirlo humano, frágil y necesitado, porque es una faceta que sólo ella conoce, que sólo reserva para su amada.
Ven, puedes descansar aquí,
Dormirte en mi pecho
Aunque llegue un hermoso amanecer,
Mis ojos sólo a ti te pueden ver
Eres una estrella fugaz
Ese brillo no lo dejes escapar
Ven, sólo trata de olvidar,
Recuéstate y descansa
Que el viento se llevará
Todo aquel dolor, pronto se borrará
En la arena del tiempo se enterrará
Sí, ella lo conoce demasiado bien. El sonríe, aún con el rostro entre sus pechos.
—¿Puedo quedarme aquí un poco más? —le hace una pregunta retórica, porque ya conoce la respuesta.
—Todo el tiempo que quieras.
Por ahora no quiere saber de ese mundo que un día le dio la espalda y al cual protege con su vida: sólo existe Saori.
—Canta una vez más esa linda melodía.
—¿Te gusta?
—Es la más hermosa que he oído —y no exagera.
—La he creado para ti, es tu canción de cuna.
Ella entona su canción una vez más mientras limpia las pequeñas lágrimas que permanecen en forma de humedad sobre los párpados de su amado.
El cierra los ojos, quiere dormir un poco más sobre pecho, aspirando su aroma mientas recupera su alma para levantarse nuevamente y salir a ganar otra batalla junto a ella.
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xjulixred45x · 3 months
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SatoSugu x Hechicera de grado especial! Lectora
pedido:¡Hola! Vi sus solicitudes abiertas y quería solicitar una situación de satosugu x lector.
¿Cómo reaccionarían ante una lectora que es unq hechicera de grado especial? (Y digamos que geto no se volvió malvado y que gojo no tuvo que luchar contra toji). ¿Cómo reaccionarían si la lectora fuera fuerte o estuviera al mismo nivel que ellos?
(Digamos que para esta historia tus poderes son como los de Yuki, pero Yuki no existe)
¡¡Gracias!! ¡¡También siéntete libre de ignorar/cambiar cualquier parte de la historia!! ¡¡Y también que tengas un gran día!!
Genero: Headcanons
Lector: mujer
Advertencias: Gojo xd, divergente del canon (no ocurre pelea con Toji, por lo que Riko no muere ni Geto se vuelve malvado, Yuki Tsukino no existe, el lector toma su lugar), SPOILERS DE LA HISTORIA DE YUKI, creo que eso es todo. Pelusa
Desde que naciste, todos en tu familia sabían que había algo fuera de lugar contigo. Simplemente sabían que tu presencia había alterado todo en casa.
Si vienes de una familia de Hechiceros, esto fue mucho más notable y mejor manejado, ya que sabían que eras una futura hechicera, y al parecer poderosa además para generar tal alteración desde tan joven.
Lo que no esperaban era que fueras un contenedor de Plasma Estelar.
Eso, sinceramente, les asustó un poco por tu seguridad. ¿No se suponía que la marca del año de Tengen aún no había llegado para cambiar de nave? ¿¿Porqué ahora?? ¿¿Por qué tú??
Esto podría haber provocado que tu familia te hiciera aprender tus técnicas malditas lo más rápido posible, para poder afrontar mejor la situación y venir a entrenarte en el arte de la hechicería.
En el caso de que fueras de una familia no hechicera, lo más probable es que eventualmente se presenten los de la academia de Hechicería para evaluarte al darse cuenta de que no es muy seguro dejarte solo.
más cuando empieces a probar tu técnica ritual, a la que llamaste “Wrath of the Star” o Bomb ba ye para abreviar.
¡Incluso tienes una especie de mascota Shikigami! No sabías exactamente qué era, pero te resultó muy útil para luchar y utilizar tu técnica. Entonces te dejan quedártelo.
En base a esto terminaste teniendo un gran interés por las maldiciones, cómo se generan, cómo evitar que se generen, etc.
Había mucho que aprender antes de llegar a cualquier hipótesis, por lo que sabías que tendrías más posibilidades en un entorno lleno de hechiceros.
Quién sabe, tal vez incluso puedas encontrar a alguien con ideas similares.
En menos tiempo del que imaginabas, fuiste aceptado en la academia de hechicería, siendo parte de los hechiceros de Grado Especial.
y te hacían trabajar con los primeros años. Eran un grupo pequeño (al parecer era normal), dos chicos y otra chica.
A decir verdad, fue agradable, cuando el profesor Yaga te los presentó, simplemente dijiste lo básico sobre ti de la manera más animada posible y, para llenar el espacio, simplemente descartaste la primera pregunta que te vino a la mente.
"¿Qué tipo de chicas te gustan?"
Te tomó un BUEN SEGUNDO darte cuenta de lo que habías pedido, y al parecer a los demás también, los tomaste desprevenidos.
Afortunadamente, Gojo no pareció molesto y en su lugar simplemente dio una respuesta "aburrida".
Geto, para continuar el juego, algo muy ambiguo, muy aburrido.
Gojo y Geto se sintieron un poco intimidados cuando vieron tu cara de ABSOLUTA decepción ante sus respuestas.
(Shoko fue el único que dio una respuesta decente)
De ahí en adelante tendría una dinámica un tanto extraña, principalmente porque si bien eras estudiante de la escuela (un grado especial por cierto) la verdad es que rara vez te veían en las misiones, a veces faltabas a clases, desaparecías de la escuela. nada y otras incidencias relacionadas directa o indirectamente con usted.
Sin embargo, fuiste bastante abierta con lo que hiciste. En las ocasiones en las que te quedabas durante el horario escolar (muy raramente) Geto y Gojo te preguntaban qué estabas haciendo fuera de la escuela y les contabas las cosas que encontrabas.
ibas a cualquier lugar en cualquier momento por cualquier cosa. a la biblioteca en busca de textos sobre maldiciones antiguas, a lugares antiguos encontrados en busca de muestras para realizar pruebas de sus teorías, a lugares públicos para realizar una "prueba de campo"...
y otras veces simplemente salías a comer algo, andabas en motocicleta, asustabas a algunos matones con tu maldición, era bastante aleatorio.
Obviamente tanto Geto como Gojo estaban bastante intrigados por todo esto, ¿por qué te molesta tanto el tema de las maldiciones? Para eso están los brujos, ¿verdad?
aunque esa era una pregunta que evitabas como la peste negra. Cambiarías de tema, desviarías la pregunta a otro o cosas así.
No querías que supieran que eras un recipiente de plasma estelar. Al menos todavía no. No querías su compasión.
A pesar de este pequeño detalle, ¡tu amistad con ambos se desarrolló bastante bien!
Realmente no se sienten intimidados por tu potencial, en cualquier caso ven tu maldita técnica y dicen: "👀 es un estado real gratuito", quieren que te unas a ellos. básicamente.
Gracias a esto, te esperan muchos entrenamientos amistosos, algunos terminan así, otros con la mitad de las instalaciones/gimnasio hecho jirones. pero las risas no faltaron.
Al pobre Yaga ya le están saliendo canas verdes, ayúdalo.
Tú y Gojo nunca fueron conocidos por seguir las reglas o instrumentos de nadie, por lo que cada vez que los enviaban juntos a una misión, estaba garantizado que habría un desastre.
Gojo ha querido jugar con su Pet Curse, pero siempre se aleja de él o, en el peor de los casos, intenta estrangularlo (aunque también lo hace cuando hace comentarios muy egocéntricos).
Geto es el pacificador entre ustedes... a veces, simplemente evita que todos acaben bajo un montón de escombros, pero mientras no sea así, vuélvete loco.
aunque definitivamente los reprende a ambos por faltarle el respeto a sus superiores. especialmente a ti. ¡No porque seas mujer! sino porque Gojo puede salirse con la suya siendo de un clan importante, pero ¿qué pasa si deciden expulsarte por no venir de alto nacimiento? ¡Tienes que pensar mejor en eso!
Si ambos supieran por qué te aceptaron en primer lugar, fue porque eras casi indispensable.
O eso es lo que pensabas.
porque en ese momento tenían la misión de Riko, el nuevo Stellar Plasma Vessel.
y tuviste una crisis en toda regla.
¿Cómo fue posible? ¿Podrían ser dos? ¿Qué demonios?
Para ser honesto, estabas feliz de que alguien más fuera el recipiente de Tengen, aunque una parte de ti se sentía como una mierda por eso.
Después de eso, te volviste un poco más imprudente que antes, más concentrado en tu trabajo fuera de la academia, diablos, incluso hiciste pequeños viajes al extranjero durante SEMANAS sin contactar a nadie solo para encontrar formas de progresar en tu teoría.
Querías demostrar que, después de todo, eras una Hechicera de grado especial por TU PROPIO MÉRITO, no por ser un Recipiente.
Gojo y Geto obviamente se preocuparon mucho. No sabían por qué actuabas así de la nada, así que hicieron lo que se les ocurrió mejor, yendo directamente hacia ti y no dejándote en paz hasta que confesaste :D
lo cual fue sorprendentemente difícil porque te movías en tu motocicleta, por lo que te seguían por Tokio con algunas de las maldiciones de Geto.
Cuando FINALMENTE te encontraron y se sentaron a hablar, realmente te diste cuenta de que no tenía mucho sentido no decirlo más.
entonces lo soltaste, sin dar más detalles, sin decir más que eso, nada.
....
Gojo/Geto: ¿QUÉ DEMONIOS---
Al contrario de lo que hubieras pensado, simplemente te vieron de la misma manera pero con un poco más de respeto. en el sentido de que, bueno, pudiste ocultar eso durante MUCHO tiempo, aparte de que, en primer lugar, NUNCA te habrían considerado menos de Grado Especial que ellos.
Yendo a términos de relación más avanzados, los tres son el ejemplo perfecto de PAREJA DE PODER. literalmente.
Tu Bomb ba Ye es prácticamente un Infinito más débil, según Satoru, aunque claro, definitivamente no quiere ser absorbido por el agujero negro.
Suguru definitivamente se ha vuelto más tranquilo y menos caótico con el tiempo, se ha convertido en el VERDADERO pacificador de los tres, aparte de que es a él a quien entrenas más (porque Satoru es suave contigo a propósito) y puedes confiar en que un pelear con Suguru sera justa
Definitivamente ustedes tres han hecho clases conjuntas con sus alumnos, aunque sus alumnos les ruegan a Satoru y Geto que los salven de su entrenamiento infernal 😅
Siempre que pueden, intentan ir juntos a misiones, no sólo para protegerse mutuamente, ¡sino porque estos dos son muy pegajosos!
Teniendo en cuenta que ven lo corrupto que es el sistema Jujustu (al menos en Japón), creo que alentarían tus viajes al extranjero (para buscar adicionalmente hechiceros poderosos interesados en el plan de Satoru), ¡incluso ellos dos irán contigo! como unas pequeñas vacaciones familiares con ustedes, los gemelos, Megumi y Tsumiki.
En general, estos dos no tienen una masculinidad frágil, no sólo les parece bien tener una pareja tan fuerte como ellos, sino que lo fomentan mucho (puede que incluso lo prefieran, hace calor).
Te aman mucho de cualquier manera.
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Gracias por leer❤️❤️
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notasfilosoficas · 8 months
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“La vida es lo poco que nos sobra de la muerte”
Walt Whitman
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Fue un poeta, enfermero voluntario, ensayista, periodista y humanista estadounidense nacido en West Hills, Nueva York en mayo de 1819. Considerado entre los mas influyentes escritores estadounidenses y ha sido llamado el padre del verso libre.
Sus padres tenían creencias afines a los cuáqueros, una comunidad religiosa sin credo definido que pretende revivir el cristianismo primitivo. Fue el segundo de 9 hijos y apodado Walt para distinguirlo del nombre de su padre.
A la edad de 4 años, Walt se muda con su familia a West Hills Brooklyn, viviendo en una casa de gran precariedad, y de la cual Whitman recordaría como una época de escasez, mas no de infelicidad por las características propias de la familia.
A los 11 años, terminó sus estudios formales y comenzó a trabajar para apoyar a su familia. Trabajó como empleado en una oficina de dos abogados y mas tarde pasó a ser aprendiz en el semanario de Long Island “The Patriot”, es allí en donde aprendería parte del oficio así como escribirá composiciones sentimentales.
Al año siguiente la familia de Walt regresa a West Hills pero el se queda en Brooklyn en donde trabajaría en otro semanario y en donde publicaría sus primeros poemas de forma anónima en el New York Mirror.
En 1836, derivado del colapso general de la economía en el nombrado Pánico de 1837, Walt regresa con su familia que ahora vive en Hempstead Long Island, dedicándose a la docencia.
En 1841 inició una carrera como periodista publicando diversos escritos en periódicos, revistas y foros culturales, llegando a ser director de periódicos como el Long Islander y el Brooklyn Eagle.
Viajó a Nueva Orleans en 1850, en donde trabajó como constructor por 5 años y posteriormente con sus propios recursos, editó la colección de poemas titulada “Hojas de Hierbas” que a la larga se convirtió en su única y esencial obra, acentuada por su libertad formal y de un lirismo y poderosa expresividad. La primera edición constó de un total de 795 copias.
El libro recibió un gran apoyo por parte de Ralph Waldo Emerson, quién escribió una carta de cinco halagadoras páginas a Whitman y habló excelentemente del libro a sus amigos.
Durante la guerra civil estadounidense, Whitman ocupó el puesto de enfermero y tras la finalización del conflicto, fue oficinista en el Departamento de Interior y en la Fiscalía General.
Tras sufrir un evento cardiovascular en 1873, Whitman se muda de Washington a Nueva Jersey, y posteriormente a Camden a casa de un hermano, esta época se consideró altamente productiva para el trabajo literario de Whitman, en 1884, Whitman compró su propia casa junto con una ama de llaves.
Al final del año de 1891, Walt Whitman preparó una edición final de Hojas de Hierba y preparándose para el final, hizo erigir un mausoleo de granito, muriendo finalmente en marzo de 1892 a la edad de 72 años.
Whitman fue llamado el primer poeta de la democracia estadounidense, su trabajó rompió todos los cánones de la forma poética y es generalmente cercano a la prosa. Utilizó imágenes y símbolos inusuales en poesía como ramitas de paja y escombros.
Whitman presenta un tono expansionista y afirmativo en su poesía, su voz poética celebra al nuevo hombre y a la nueva mujer en un mundo democrático. Para Whitman, “el poeta debe lograr que las palabras transmitan fuerza, haciendo que las palabras canten, dancen, sangren, naveguen barcos, ejecuten lo masculino y lo femenino, besen, y hagan todo lo que la mujer, el hombre o los poderes naturales pueden hacer”.
El erotismo, presente en los versos de Whitman, potencia una poesía intensa y sugerente a través de imágenes construidas sobre un lenguaje apasionado y delicado a la vez. El erotismo se manifiesta en una relación con el otro, que puede ser hombre o mujer, pero también en la experiencia de una relación autocrítica, que explora la propia sexualidad, recorriendo el cuerpo y las sensaciones sensuales sin pudor.
Fuentes: Wikipedia, alojacriticon.com, biografiasyvidas.com, sácielo.cl
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1436- Solo seré capaz de amarte si llevamos la libertad por bandera, si los dos soplamos el mismo viento. No concibo el amor de otra forma que no se sea viéndote volar entre miles, millones de mujeres, pero siempre escogiendo tus alas, aun siendo consciente de que puedo tener las de otras. A ti te quiero libre. Quiero que elijas tu propio cielo.  Quiero que siempre sientas la libertad de hacer aquello que más te llena, sin tener presentes las consecuencias. Si lo quieres, hazlo. Si sientes la necesidad de otros labios, pruébalos, si sientes el deseo de otra piel, cúmplelo. No quiero encadenarte con mis condiciones, no quiero imponerte mis motivos, no debes sentir que tienes una obligación conmigo. Ha de ser tuya, tuya y solamente tuya, la libertad de escoger siempre mis labios, siempre mi piel. Quiero que lo hagas porque sientas, realmente, que no existe un ahora si no es junto a mí, que no existe un mañana en el cual yo no aparezca haciéndote reír. Es tan sencillo como esto. No quiero amarnos de otra forma. No quiero un amor que se convierta en dependencia emocional, donde los celos, las explicaciones y el control no causan más que daño, y ese daño es tan irreparable como romper los pétalos a cualquier flor. Yo te quiero entera, pequeñita. El amor siempre ha sido libre. Han sido ellos los que lo han encarcelado y le han impuesto sus obligaciones, le han dicho que, si estás conmigo, no quiero que mires a otro, no quiero que hables con otro, no quiero que te tomes una copa con otro. Yo no quiero estas cadenas. Tú tienes la libertad de sentir, de necesitar y desear, y hay que ser muy ruin para juzgar a una persona que ha hecho eso: lo que le ha dado la puta gana. Y mira, si llega el día en cual sientas que ya no quieres compartirlos todos conmigo, tan solo te pediré que me lo digas, yo lo aceptaré sin reproches, sin porqués. Así es la vida, esto son cosas que pasan, y si no será contigo, será con otra persona, o tal vez sea solo, pero lo que no podré cargar a mi espalda es el hecho de que has perdido tu tiempo conmigo por obligación, por temor a llegar a hacerme daño si echas a volar hacia otro árbol y abandonas el mío. No. Estará en tus manos, y solo en tus manos, el querer agarrar las mías. Yo solamente puedo prometerte una cosa: las cuidaré. Cuidaré todo lo que me entregas y lo protegeré como si fuera lo único que tengo en el mundo. Puedes estar segura de ello. Confía y salta, te espero abajo.  Con los brazos abiertos.”
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En voz de Soledad
"Déjalo libre. Déjalo ser. Un hombre como él no ha sido hecho para atarse a los instintos de la piel.
Ha sido mío desde que en mis manos ha encontrado el cobijo que el mundo le ha quedado a deber.
No hay ni habrá mujer de carne y hueso que pueda amarlo; está hecho de pureza, de amor, de ternura y egoísta querencia, como ese niño que, al crecer un poco, pide que le amen sin ponerle resistencia.
Mujer, dedícate a amarlo de lejos, no le incomodes con tu moral, que su destino está atado al de los dioses, y en ése no entra ningún mortal.
Y él florece, como florecen las rosas, después de una nevada al comienzo de la primavera”.
— Esu Emmanuel©
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diamantar · 3 months
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OPORTUNIDAD
→ Viserys Targaryen x fem!Stark!OC (ft. Daemon Targaryen)
✦ Sinopsis: En un matrimonio arreglado las infidelidades son plato de cada día, aunque jamás consideró tomar aquel camino hasta que entabló relación con el hermano de su esposo.
✦ Advertencias: Matrimonio arreglado / Infidelidad / Angst.
✦ Palabras: 2415
✦ Pedido: Si, de Wattpad.
✦ Gif: ladydostoevsky
✦ Nota: ¡Comentarios, likes y reblogs son muy apreciados! ♡
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Apenas había cumplido quince años cuando en una nubosa mañana de invierno se convirtió en esposa de Daemon Targaryen, ambos brillando de pies a cabeza en un intento de ocultar el fastidio. En retrospectiva, aún no entendía como pensaron que unirla a él era una buena idea, especialmente cuando lo conocía desde pequeña y siempre expresó lo que le disgustaba. A su parecer no era más que un bruto irresponsable que vivía para seguir impulsos, apenas salvándole el hecho de que era un excelente guerrero. Lloró cuando supo que estaban comprometidos, pero las mujeres de la familia Stark ferozmente reprendieron el capricho por ser “una gran oportunidad”.
La primera vez que pensó bien de Daemon fue durante la noche de bodas, donde el joven fue excepcionalmente compresivo con su terror al coito y se encargó de fabricar una elaborada escena para engañar al resto. Arrugó las sabanas, punzó su muslo para dejar sangre como prueba de la penetración y acomodó las ropas de ambos en el suelo, luego de casi dos horas saliendo y dejando que los mayores encontraran la farsa. Numerosas damas la cubrieron con una bata y él permaneció en un rincón junto a Viserys, en solo unos minutos ganándose su profundo agradecimiento.
Desde ese día comenzó a verlo en una nueva luz, de pronto abriéndose y dejando que rompiera la barrera que había creado entre los dos. Halló en él un buen confidente, una persona que la acompañaba en la cama y no la forzaba a cumplir con las reglas de la realeza en el desespero de tener un hijo. Entendió su actitud y la resistencia a la autoridad, el deseo de vivir libre y no permitir que alguien más lo obligara a tomar un camino que no quería.
Por unos cuantos meses pensó que Daemon era mejor de lo que parecía y de a poco cayó por sus encantos, especialmente cuando Aemma Arryn le informó que, según Viserys, él se enamoró apenas la vio bajar del carruaje que la trajo de Invernalia. La idea de formar familia empezó a ser un concepto atractivo y le emocionaba salvarse de tener que vivir infeliz junto un hombre que no la quería, pero la fantasía de cristal pronto se convirtió en añicos.
Bien sabía de la predilección de su esposo por el vino y nunca cuestionó que saliera a beber hasta altas horas, ya que era una actividad que realizaba desde antes de que se casaran. Aún así, a pesar de que debió haberlo imaginado, la noticia de sus frecuentes visitas a la Calle de la Seda le congelaron el corazón. El poco amor que surgió se esfumó y rápidamente recordó porqué nunca debió ignorar el instinto que desde niña le gritó que Daemon no era el indicado.
Los muros crecieron más altos que nunca y el hombre se sumió en los placeres, ni siquiera intentando superar la fría cordialidad con la que lo trataba. Las pocas veces que dormían juntos él caía rendido luego de tanto alcohol y algunos integrantes del Consejo Privado empezaban a agitarse por la falta de embarazo. Aquellos hombres tenían demasiada habilidad en arruinarle el día y más de una vez deseó que los lobos de su familia los destrozaran, pero, como siempre, debió callar y aguantar en silencio.
Soportó rumores y miradas hasta que un inesperado aliado apareció, Viserys siendo una brisa fresca entre tanto humo que la ahogaba. Con sonrisas apenadas y tímidas se acercó en absoluta comprensión, ya que él vivía los mismos disgustos con la presión de tener un sucesor varón. Al oírlo se sintió entendida y con el paso del tiempo aprendió que era alguien de fiar, ya que ninguna confidencia resonó en los pasillos de la Fortaleza Roja.
El vacío de atención y compañía finalmente fue llenado por el Rey, el cual le enviaba cartas cuando no podían pasear por los jardines o ir a la recamara de alguno a conversar. Mentalmente quería controlar la esperanza cuando ambos estaban casados y él tenía una esposa que se desvivía para cumplir las demandas de un heredero, pero el brillo en los ojos de Viserys no lo hacía fácil.
Por su parte, Daemon, seguía igual de perdido en los placeres de la ciudad y apenas hablaba en las pocas mañanas que llegaban a despertar al lado del otro. De todos modos, a años de la boda y sin aún tener sexo, logró dar a luz a un sano y hermoso niño rubio de grandes ojos violeta.
Rhaegar Targaryen existía para enamorar a quien cruzara camino con él, sonrisas de blancas perlas apareciendo entre un aura gentil y brillante. La personalidad distaba mucho de “Lord Lecho de Pulgas”, tanto que los ancianos que llegaron a conocerlo desde la cuna insistían que parecían opuestos, y oír esas declaraciones solo la aliviaban al no querer que Daemon lo influenciara. Sabía que lo mejor era que todos dijeran que se parecía a él, que así la infidelidad pasaría desapercibida, pero siempre podría anunciar que esas diferencias venían de su parte de la familia.
Viserys mantenía la fachada a pesar de saber la verdad, en el inicio amargura llenándolo al tener un hijo que no podía celebrar. Finalmente tenía lo que tanto deseó y estaba obligado a mantenerlo en las sombras, aunque culpabilidad frenó cualquier fantasía cuando Aemma falleció dando a luz. Se suponía que pasarían varios días celebrando, pero cada acto cesó ante la noticia de que el nonato, Baelon Targaryen, tampoco sobrevivió las primeras horas de vida.
Ambas muertes fueron un golpe terrible y, como era de esperar, Daemon no tuvo mejor idea que escapar a la Calle de Seda y nombrar al pequeño como el “Heredero por un Día”. Ebrio y poco cuidadoso no imaginó que la voz correría, y mucho menos pensó que a primer hora del amanecer Otto Hightower comunicara la falta de respeto a un Viserys emocionalmente herido.
—Señorita Stark, el Rey la solicita.
Monótona e impasible, la sirvienta aguardó mientras bajaba la taza de té y asombro pintaba cada músculo facial.
—¿Ha dicho por qué? —preguntó en el proceso de limpiar cualquier resto de desayuno en los labios.
—No, solo que la acercara lo antes posible al Salón del Trono.
Un incomodo sentimiento le cerró el estómago y provocó una breve ráfaga de nauseas, todo de aquella invitación siendo diferente a los encuentros que hasta ese momento tuvieron.
—De acuerdo, iré.
Inspiró profundo en el proceso de levantarse y dejó que los pies la guiaran, en la puerta recibiéndola un guardia y dejando que ingresara. Avanzó por el enorme espacio apreciando al hombre, el cual vestía de negro y se hallaba sentado con expresión tensa.
—Majestad —saludó antes de reverenciar, fielmente ajustándose a las etiquetas al haber personal militar presente—. Vine tan rápido como pude, ¿en qué puedo ayudarle?
Conectando miradas, pudo notar como sus ojos se suavizaban un momento antes de regresar a un sentimiento oscuro.
—Desde que te he conocido has sido alguien de confiar y no planeo someterte a interrogatorio porque sé la clase de persona que eres… —realizó una breve pausa por la incomodidad de tener que actuar tan distante—. Pero me veo en obligación de preguntar, ¿sabes dónde estuvo Daemon anoche?
—Lamento no tener información que sea de ayuda, pero desconozco las actividades de mi esposo —contestó presionando y frotando los labios en un breve gesto de ansiedad.
—Es de común saber que mi hermano escapa a las responsabilidades, así que entiendo la ignorancia.
—¿Ha sucedido algo, señor? —preguntó con piel erizada en anticipación.
Viserys se removió en el trono y encajó la mandíbula en enojo, un gesto que la asustó al ser muy poco usual.
—Bajo el manto de la oscuridad, Daemon, escapó a un burdel a beber y hundirse con gente cuestionable a faltar el respeto de mi hijo fallecido —explicó elevando la voz en cada palabra—. Lo coronó “Heredero por un Día” y pasó cada rato libre lejos de su familia, ¡ni siquiera consolando a Rhaenyra!
Palidez la pintó de la impresión y colocó una mano en el pecho por el grave error, inmediatamente amagando a disculparse hasta que recordó que no fue error suyo.
—Realmente me deja estupefacta… esto es… no sé… —bajó la cabeza con el corazón sumamente acelerado.
—Daemon ha sido llamado y está de camino a recibir castigo —informó en tono normal evitando generarle estrés—. Como dije, sé la clase de persona que eres y tendré consideración por la gran alianza con tu familia, pero debes estar presente para saber cómo quedará la situación.
—Por supuesto.
Claramente preocupada esperó a un costado y sintió fugaces miradas de Viserys, al ceder apreciando que intentaba tranquilizarla con un lenguaje corporal amable. Emitió una pequeña sonrisa y regresó a mirar el suelo, entonces la puerta abriéndose y enseñando al Targaryen en juicio. Brevemente se miraron y luego observaron al Rey, el cual enderezó la espalda e inmediatamente empezó a tratar el desacato.
—Fue mi manera de llevar el infortunio, cada uno actúa de manera distinta —excusó en tono bajo, definitivamente tomándolo desprevenido que lo dicho llegara a la Fortaleza Roja.
Juntando las manos al frente se contuvo de negar ante el carácter de Daemon, especialmente cuando empezó a pelear por su posición en la Corte Real.
—¡Suficiente! He aguantado, he intentado comprenderte y razonar, pero ya no más —gritó Viserys completamente harto—. Toma tu dragón y abandona Desembarco del Rey, vete y busca en otras tierras como ser un hombre decente.
Aquella sentencia de destierro fue inesperada y la femenina los miró intentando dilucidar donde quedaba ella, un tema que el Targaryen menor también consideró.
—¿Harás que deje a mi esposa e hijo?
—Nunca estás con ellos y apenas cumples tus deberes, ¿ahora te preocupa mantener la farsa?
La selección de palabras la congeló de pies a cabeza y por unos momentos dejó de respirar mientras veía al regente con susto.
—¿Te atreves a difamar cuando apenas puedes ser Rey? Es hipócrita señalar cuando tampoco llegas al estándar —frunció el ceño conteniéndose de acercarse, porque sabía que los guardias lo sacarían de la habitación.
Viserys calló un momento e inspiró intentando mantener compostura, entonces mirando a la mujer que secretamente amaba y notando la oportunidad que se presentaba.
—No solo abandonarás estas tierras, Daemon, sino que también anularé tu matrimonio. Te irás y serás libre de revolcarte con cuanta prostituta quieras, pero no ensuciaras más el nombre y la cama de la dama que todos los días ha soportado tu indecencia.
—¿Cómo? —preguntó con un cambio de expresión que erizó los cabellos, los guardias en la habitación preparándose ante la amenaza.
—Una mujer proveniente de la casa Stark no debería vivir en tales condiciones, con un hombre incapaz de valorarla —aseguró al tiempo que inflaba el pecho y elevaba el mentón—. Cuidaré de ella y criaré a Rhaegar como el heredero legitimo al trono que es.
Exponer la verdad le estrujó el corazón en angustia y miedo, inevitablemente soltando un quejido mientras se le humedecían los ojos.
—¿Qué has dicho? —preguntó incrédulo y sin pestañear, al ver la reacción femenina su cuello y nuca tomando color por la furia—. ¿¡No es mi hijo!?
—Lo siento, p-pero nosotros nunca… consumamos el matrimonio —explicó juntando ambas manos en el pecho.
—¡Mientes!
—Las pocas noches que no estabas hasta la mañana en los burdeles llegabas absolutamente ebrio y perdías la conciencia apenas tocabas la almohada —jadeó con el labio inferior temblando.
—¿¡Entonces la solución fue refugiarte en mi hermano!?
—¡Arruinaste el poco amor que te tuve! —defendió exasperada—. Llegué a ver lo bueno en ti hasta que me cambiaste por la Calle de Seda, quise que nos acercáramos y…
—¡Calla! —interrumpió yendo decidido a hacerle quién sabe qué.
—¡Deténganlo! —ordenó Viserys poniéndose de pie, los guardias inmediatamente agarrándolo y alejándolo—. Ya has hecho demasiado daño, no permitiré que lastimes a mi futura esposa.
—¡Desgraciado! —gritó al tiempo que forcejeaba, el movimiento haciendo las armaduras tintinear.
—Sáquenlo, no dejen que siga un día más en Desembarco del Rey.
Asintiendo pequeño, los dos hombres que agarraban al Targaryen empezaron a arrastrarlo fuera del salón. Maldiciones y promesas de retribución retumbaron en las paredes hasta que estuvo lejos, el ambiente siendo pésimo hasta que Rhaenyra apareció con mirada humedecida.
—Crucé a Daemon y dijo… —apretó los labios y tragó intentando no derrumbarse—. ¿Es verdad? —inquirió a pesar de que sabía la respuesta por el aspecto de ambos.
Viserys dudó un momento antes de recordar la confianza que lo llevó a revelar el secreto, firme bajando los escalones del trono.
—Si, Rhaegar es tu hermano.
La noción del parentesco envió un desagradable escalofrío en Rhaenyra, quien tenía la herida de su madre y hermano al rojo vivo. Miró a la mujer y limpió una lagrima rebelde antes de cerrar ambas manos en puños.
—Felicidades, engendraste al próximo Rey —jactó dolida en el proceso de girar y dirigirse a la puerta.
—No fue con ese propósito, ¡amo a tu padre! —declaró desesperada, pero la joven siguió sin mirar atrás.
—Vigilen la entrada —indicó el regente al personal presente, cada uno saliendo y cerrando la puerta para cuidar desde el exterior.
Ambos voltearon al otro y relajaron los hombros, Viserys abriendo los brazos y encerrándola entre ellos.
—Impulsivo, lo que hiciste no tuvo preparación —reclamó contra su pecho, desesperada agarrándolo de la ropa.
—Ciertamente, pero tomé la oportunidad cuando se presentó —explicó al tiempo que la consolaba con delicadas caricias—. Si lo planeábamos habríamos estado mejor mentalizados, pero las reacciones no hubieran cambiado.
—Puede ser… —suspiró insegura, aunque en lo profundo sabía que tenía razón.
—En poco el impacto pasará y podrás disfrutar de finalmente ser libre.
—La gente juzgará por los pasillos —soltó las telas para colocar ambas manos en el pecho de Viserys.
—Nadie es libre de la opinión ajena, pero serás reina y eso te ahorrará varios problemas.
La noción del rol que cumpliría en el futuro le aflojó las rodillas, sin embargo logró aguantar y mirarlo a los ojos.
—¿En serio me harás tu esposa?
—Absolutamente, es momento de elegir con quien compartir mis días —dijo mientras iba a sostenerla de la mejilla—. Te amo, estoy ansioso de vivir contigo y criar en conjunto al pequeño Rhaegar.
—Nuestro hijo —murmuró poniendo una mano sobre la de él.
Cansados y abrumados compartieron un beso amargo por el mal momento vivido, pero un trasfondo dulce otorgaba la fuerza que necesitaban para soportar y luchar por la felicidad.
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